Posts Tagged ‘renta diferencial’
La renta diferencial no es renta por monopolio
En la nota anterior explicamos por qué, según la teoría de Marx, la renta diferencial de la tierra no se debe a la propiedad privada de la tierra, sino a las diferencias de fertilidad de los suelos (también puede deberse a las diferencias de ubicación geográfica). Allí también señalé que la renta diferencial es, básicamente, plusvalía generada por el trabajo aplicado a las mejores tierras. En esta entrada enfatizo esta cuestión, dada la creencia, bastante generalizada en alguna izquierda, de que la renta diferencial se origina por precios determinados por poder de monopolio.
Tengamos presente al respecto que cuando hablamos de precio de monopolio nos referimos a un precio que no está regido por la ley del valor trabajo, ni por la mecánica – derivada de la ley del valor trabajo – de los precios de producción, “sino por las necesidades y la solvencia de los compradores” (p. 971, t. 3, El Capital, Siglo XXI). Por eso Marx dirá que se trata de un precio “arbitrario” y “limitado solo por el poder de la demanda” (véase más abajo). En cambio, el precio de producción del producto agrícola, con el cual Marx explica la renta diferencial, no es arbitrario ni está determinado por la demanda, sino por el trabajo aplicado a la peor tierra, y por la tasa media de ganancia imperante en la economía (tasa media de ganancia que también tiene su fundamento en la ley del valor trabajo). Lee el resto de esta entrada »
Marx sobre James Anderson y la renta
En la nota anterior señalé que los marxistas que sostienen que la renta diferencial se origina por un precio de monopolio, están por detrás de la teoría de la renta de Ricardo. Pero también están por detrás de James Anderson. Recordemos que Anderson fue el descubridor de la teoría de la renta, la cual formuló en varios artículos publicados entre 1777 y 1802. Luego, en 1815, su teoría fue reproducida por Edward West y Thomas Malthus (Marx afirma que el primero no conocía el trabajo de Anderson, pero sí Malthus, quien lo habría plagiado); y de allí fue tomada por Ricardo, quien tampoco parece haber conocido los escritos de Anderson.
Para profundizar en el tema de la renta, en esta breve nota presento algunas de las consideraciones más importantes sobre el trabajo de Anderson que hace Marx en el tomo II de Teorías de la plusvalía (las citas corresponden a la edición Cartago, Buenos Aires, 1975). Además de intentar clarificar la noción de la renta diferencial, con esto busco animar a los lectores a estudiar no solo El Capital, sino también Teorías de la plusvalía. En lo que sigue doy por conocido el mecanismo básico por el que se forma la renta diferencial: el precio del producto agrícola está determinado por la producción obtenida en la tierra menos fértil, de manera que las tierras más fértiles posibilitan el surgimiento de una plusganancia permanente, que es la renta que se apropia el terrateniente (para una exposición sencilla, aquí).
Marx, sobre trabajo, plusvalor y renta
Como he afirmado en otras notas, la teoría de la renta de Marx está indisolublemente vinculada a la idea de que, bajo determinadas circunstancias, iguales cantidades de trabajos generan cantidades diferentes de plusvalía (sobre este asunto, aquí, aquí, aquí). Es la clave para entender por qué su explicación de la renta diferencial no se basa en el precio de monopolio, sino en el precio de producción del producto de la peor tierra (hago abstracción ahora de la renta absoluta).
Naturalmente, la cuestión tiene resonancias no solo teóricas, sino también políticas, como he argumentado antes (aquí). Por ejemplo, el doctor Kicillof, en 2008, durante el conflicto del agro y cuando todavía se consideraba marxista, explicaba la renta por precio de monopolio. Idea reproducida gustosamente por Página 12, aplaudida por todo el arco K-progre-izquierdista, y consentida (por decir lo menos) por un amplio círculo de marxistas. Es que planteos de este tipo pasan por “naturales” para el sentido común del público ilustrado, siempre presto a negar la vigencia de la teoría del valor trabajo.
De ahí la importancia de este debate. En esta nota, le doy otra vuelta. Algunos han sostenido que Marx nunca pudo haber afirmado que cantidades iguales de trabajo generen cantidades desiguales de plusvalor. Presento entonces los dos pasajes con que se abre el capítulo 39 del tomo 3 de El Capital, “Primera forma de la renta diferencial (renta diferencial I)”, donde Marx dice exactamente lo que los críticos de la tesis de trabajo potenciado dicen que no dice. Escribe:
Renta absoluta de la tierra
En notas anteriores (aquí y aquí) discutí la naturaleza de la renta diferencial de la tierra y su relación con el trabajo potenciado. En esta nota resumo la noción de renta absoluta, y presento algunas conclusiones con respecto a la demanda democrático radical de abolición de la propiedad privada de la tierra.
La renta absoluta
En los capítulos 37 al 44 del tomo III de El Capital, en los que estudia la renta diferencial de la tierra, Marx mantiene el supuesto de que la peor tierra –que decide el precio al que se vende el producto agrícola- no genera renta. Así, tomando el ejemplo con que explicamos la renta diferencial (véase nota anterior), suponemos que en el peor suelo, A, hay una inversión de capital de $25 por unidad de cereal, siendo la tasa media de ganancia del 20%, y el precio de producción $30. Por lo tanto, en A no hay renta. Sin embargo, en el capítulo 45 Marx introduce la hipótesis de renta también en el peor suelo, a la que llama la renta absoluta. Si en el ejemplo anterior el precio del producto agrícola se eleva a $30 + x, x es la plusganancia que se convierte en renta de la tierra A. Marx la llama renta absoluta. Además, debido a que toda la producción se vende en $30 + x, las tierras de fertilidad superior también se apropian de esta renta suplementaria, que se agrega a la diferencial (esta última se rige por las mismas leyes discutidas en la nota anterior, que no son afectadas por la renta absoluta). De esta manera Marx, y a diferencia de Ricardo, considera la posibilidad de que la peor tierra genere renta. En su visión, la renta absoluta surge cuando el precio de mercado se eleva por encima del precio de producción en un monto “x”. Por eso, sólo existe en los lugares en los que la propiedad privada de la tierra constituye una barrera para la inversión del capital, o incluso del trabajo sin capital (en las colonias no había renta absoluta, véase Marx, 1999, p. 962, t. 3).
Ahora bien, la cuestión es explicar cómo puede existir renta en la peor tierra aceptando que rige la ley del valor trabajo. Tengamos presente que esta cuestión había llevado a Ricardo a negar la existencia de renta en la peor tierra. Es que Ricardo consideraba que todas las mercancías reproducibles mediante trabajo se vendían a sus valores promedio, de manera que el producto de la peor tierra, vendiéndose a su valor (tiempo de trabajo destinado a su producción), no podía generar renta. Marx sigue el mismo criterio: la renta absoluta tiene que explicarse con la teoría del valor. Por eso, no postula la existencia de un precio de monopolio “en el sentido corriente del término” (véase p. 963, t. 3); en otras palabras, la renta absoluta no constituye un elemento independiente del precio, sino es parte integrante del valor del producto agrícola. Pero, ¿cómo puede la peor tierra generar una renta si no hay diferencias de fertilidad?
Mandel sobre la plusvalía extraordinaria
En esta nota discuto la tesis que dice que las plusvalías extraordinarias que obtienen las empresas de mayor productividad relativa se origina en el trabajo realizado en las empresas de menor productividad relativa. Recordemos que la plusvalía extraordinaria se refiere a la plusvalía que obtienen las empresas que tienen una ventaja tecnológica, y disminuyen el tiempo de trabajo invertido en la producción, con respecto al tiempo de trabajo social promedio imperante en la rama. En esas circunstancias, las empresas avanzadas podrán vender sus mercancías al precio promedio (establecido por el tiempo de trabajo promedio en la rama), de manera de embolsar una plusvalía extra. Dado que esas empresas estarían empleando menos trabajo por unidad de producto, se plantea la cuestión de cuál es el origen de la plusvalía extraordinaria que obtienen. La tesis que discuto en esta nota afirma que proviene de las empresas que, debido a su atraso tecnológico, utilizan más mano de obra que el promedio de la industria. Esta explicación fue presentada por Ernest Mandel en El Capitalismo tardío (en francés se ha publicado con el título de Le Troisième Âge du Capitalisme), y ha sido aceptada por muchos marxistas destacados. La tesis tiene consecuencias importantes, ya que la plusvalía extraordinaria sustenta la explicación de Marx de la renta diferencial de la tierra, y también es la base de la explicación de Mandel (asimismo de Shaikh, Carchedi y otros) de las transferencias de plusvalía desde los países atrasados hacia los adelantados.
Naturalmente, la crítica que formulo en esta nota no afecta mi valoración global acerca de la contribución de Mandel en El capitalismo tardío. Entre otras cuestiones, con este libro Mandel lideró el movimiento de los marxistas que volvieron a poner la atención en la ley de la tasa de decreciente de la ganancia y su relación con las grandes crisis del capitalismo. Sin embargo, esto no debería disimular la necesidad de revisar algunas de las formulaciones de Mandel. Su interpretación sobre el origen y naturaleza de la plusvalía extraordinaria es una de ellas. Empiezo presentando el planteo de Mandel.
La tesis de Mandel
Mandel sostiene que la plusvalía extraordinaria proviene de valor generado por las empresas de baja tecnología; esto es, empresas que emplean más trabajo vivo, por unidad de producto, que el promedio de la rama. Escribe: