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Trabajo potenciado y la “tesis transferencia”
Por estos días volví a tener discusiones –esta vez con unos economistas mexicanos, véase aquí– sobre trabajo potenciado y plusvalías extraordinarias (puede verse en Comentarios). Es que en varios escritos, y siguiendo a Marx, he sostenido que la plusvalía extraordinaria es producto de trabajo potenciado. La idea básica es que el trabajo que aplica una tecnología superior a la que es normal en la rama, genera por unidad de tiempo más valor que el que generan las empresas con la tecnología que predomina (para simplificar, dada cierta intensidad del trabajo, y considerando los mismos tipos de trabajos simples). La cuestión, por supuesto, se relaciona con la noción de valor. Valor, según Marx, es tiempo de trabajo socialmente necesario, objetivado. Socialmente necesario es definido por Marx como el tiempo de trabajo “requerido para producir un valor de uso cualquiera, en condiciones normales de producción, vigentes en una sociedad y el grado social medio de destreza e intensidad del trabajo” (p. 48, cap. 1., t. 1, El Capital).
Trabajo potenciado y una crítica desde México (2)
A raíz de la nota anterior, Sebastián Hernández Solorza (en adelante, SHS) envió una respuesta a la sección Comentarios del blog; la reproduzco más abajo (y puede leerse completa en Comentarios). Ahora el eje de SHS pasa por decir que la función de producción que elaboró junto a Alan Deytha Mon, y que demostré que era un sinsentido, no tiene importancia para la crítica que me hacen. Sin embargo, se trata de la función que, según HyD (Hernández y Deytha), representa el trabajo concreto. Un concepto que, siempre según mis críticos, es fundamental -junto al trabajo abstracto- para «demostrar» que mi planteo está equivocado. Pero este es solo un botón de muestra de la “coherencia” entre su respuesta y el texto que publicaron en Revista de Economía Crítica Nº 18. En lo que sigue presento los argumentos de SHS, acompañados de mis comentarios:
Trabajo potenciado y una crítica desde México
En la Revista de Economía Crítica Nº 18, segundo semestre de 2014, México, Sebastián Hernández Solorza y Alan Deytha Mon (en adelante HyD) publicaron “Crítica a la interpretación que hace Rolando Astarita de la plusvalía extraordinaria. Exposición de la teoría marxista del valor”. HyD cuestionan mi planteo (que es de Marx, como demostré en varios escritos, por ejemplo aquí y aquí) de que el trabajo que emplea tecnología superior al promedio de una rama es trabajo potenciado, y como tal genera más valor por unidad de tiempo que el trabajo que emplea tecnología promedio; y lo inverso sucede con el trabajo que aplica tecnología inferior.
Pues bien, varias personas me preguntaron si iba a responder; incluso desde la Revista de Economía Crítica me invitaron a escribir. Hasta el momento no lo hice. ¿La razón? Como no me sobra el tiempo, trato de emplearlo en lo que veo más útil para avanzar en la comprensión de las cuestiones económicas, políticas y sociales que me interesa estudiar. En este respecto, el texto de HyD exige clarificar nociones básicas, empezando por qué es trabajo abstracto y concreto, o desde qué teoría monetaria –coherente con la teoría del valor de Marx- partimos. Temas que he tratado en varios escritos, incluso en alguno de mis libros. Por ejemplo, los conceptos de trabajo abstracto y concreto los he analizado en Valor, mercado mundial y acumulación, y no veo razones para modificar lo que escribí allí. La concepción monetaria que presentan HyD también ya la he criticado; incluso hace poco volví sobre el tema en un artículo (“Papel moneda, oro y teoría monetaria de Marx”) que publicó la revista del Partido Obrero, En defensa del marxismo Nº 43. Es posible que más adelante trate de nuevo estas cuestiones en el blog; en cualquier caso, el lector interesado puede comparar las posiciones y sacar sus conclusiones.
Plusvalía extraordinaria y renta agraria (1)
En otras notas (aquí y aquí) analicé el rol del cambio tecnológico en la aparición de plusvalías extraordinarias, y la naturaleza de ese tipo de plusvalía. Según Marx, la plusvalía extraordinaria es posible porque el trabajo que aplica una tecnología avanzada con respecto al promedio de la rama, crea más valor por unidad de tiempo que el trabajo que aplica la tecnología promedio. Esta explicación, a su vez, juega un rol central en el análisis marxista del cambio tecnológico y la competencia entre capitales, en la explicación de la plusvalía relativa y en la teoría de la renta diferencial de la tierra (y en general, la renta proveniente del uso de recursos naturales). Sin embargo, la idea de que la plusvalía extraordinaria es generada por el trabajo relativamente más productivo, encuentra mucha resistencia entre los marxistas, y por una razón muy sencilla: pone en cuestión la tesis del intercambio desigual entre países adelantados y atrasados, de Mandel, Shaikh y Carchedi. Hay que tener presente que la tesis de la explotación de los países atrasados está muy establecida en el marxismo “nacional y popular”.
Sin embargo, el asunto no se limita al intercambio desigual, porque en Argentina muchos marxistas comparten el punto de vista del profesor Juan Iñigo Carrera, quien niega que el origen de la renta agraria sea el trabajo aplicado a las tierras de mayor productividad relativa. Según Iñigo Carrera, y en un enfoque afín a la explicación de la renta por precio de monopolio, la misma se origina por fuera del sector agrícola (Iñigo Carrera, 2008 y 2009). Es una tesis opuesta a la explicación de El Capital sobre la renta, que es presentada, sin embargo, como si fuera una reformulación de la explicación de Marx. Para ello, sus defensores afirman que Marx no dice que la plusvalía extraordinaria se genera en el trabajo relativamente más productivo; que si lo hubiera sostenido sería contradictorio con su teoría del valor; y que no explica la renta diferencial a partir del principio de la plusvalía extraordinaria. Como era esperable, esta tesis también cae muy bien en el pensamiento “nacional y popular” izquierdista, siempre proclive a disimular el carácter objetivo de la ley del valor trabajo (para esta gente, el problema social se reduce a los monopolios). Pero también ha sido adoptada por trotskistas, guevaristas, izquierdistas independientes y otros.
En esta nota repaso la noción de la plusvalía extraordinaria de Marx, y demuestro que los críticos de mi interpretación no tienen manera de fundar su posición en una teoría coherente del valor trabajo. En una segunda parte, explico la relación que existe, en la teoría de Marx, entre la noción de plusvalía extraordinaria y la renta. Por último, demuestro que no es necesario apelar a una tesis de precio de monopolio para cuestionar la propiedad privada de la tierras. Dada su extensión, he dividido la nota en dos partes.