Posts Tagged ‘Fidel Castro’
Cuba: crisis, globalización y giro al mercado (13)
La parte anterior de esta nota, aquí
Angola y la intervención cubana
La intervención de Cuba en Angola constituye el argumento privilegiado de los que hablan de la “epopeya internacionalista y revolucionaria” del castrismo. Recordemos que en 1975 Cuba respondió positivamente al pedido de ayuda lanzado por Agostinho Neto, líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) para hacer frente al ataque del Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA), de la Unidad Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA) y de las tropas de Sudáfrica y Zaire, respaldadas por Washington y la CIA. Neto acababa de proclamarse presidente, luego de la salida de Portugal, y las tropas cubanas jugaron un rol clave para frenar la ofensiva de UNITA y los sudafricanos. Todo indicaría, además, que Castro tomó la decisión de ayudar al MPLA con independencia de Moscú (Piero Gleijeses, “Sobre ‘Back channel to Cuba”, http://www.lahaine.org/mundo.php/sobre-lback-channel-to-cuba, basado en las memorias de Henry Kissinger). En la década de 1970 la URSS apoyaba a Angola, pero no quería verse involucrada en un conflicto de proporciones en África. De todas formas, el apoyo soviético fue decisivo, una vez que la invasión fue frenada, para sostener la presencia cubana en Angola, como lo admite el mismo Fidel Castro: “No hubiera habido perspectiva posible para Angola sin el apoyo político y logístico de la URSS, después de aquel triunfo (de 1975)” (Reportaje de Ignacio Ramonet, p. 334).
Cuba: crisis, globalización y giro al mercado (10)
La parte 9 de la nota, aquí
La política exterior, expresión del régimen burocrático
En las partes anteriores de la nota hemos puesto el foco en la política interior de la dirección cubana. Ahora el análisis se centra en la política exterior, que está orgánicamente vinculada con la naturaleza del régimen burocrático que rige en la isla: la política exterior de la dirección cubana es la continuación de su política interior, pero a su vez refuerza el régimen burocrático. Por eso también esta vinculación constituye el elemento de unidad que subyace en posiciones de política exterior que, a primera vista, aparecen como opuestas, y hasta contradictorias. Para ejemplificar lo que queremos significar, veamos el siguiente pasaje en el que Guillermo Almeyra describe, críticamente, la política exterior de Cuba. Dice:
“¿Quién puede negar la necesidad de apoyarse en la entonces Unión Soviética para reducir el costo del bloqueo estadounidense? ¿Pero era necesario decir que Brezhnev era un gran marxista, apoyar la invasión a Checoeslovaquia en 1968 o considerar que los consejos obreros húngaros o la movilización de la clase obrera polaca en 1980 estaban instigados por la CIA? ¿Quién podría oponerse a la intervención revolucionaria en África? ¿Pero era necesario apoyar al sangriento dictador Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial, declarar gran marxista al somalí Siad Barre, agente de Estados Unidos, sostener la dictadura etíope de Haile Mariam, que oprimía a los eritreos? ¿La necesidad de romper el aislamiento en el campo diplomático latinoamericano imponía necesariamente reconocer el fraude en México y reconocer antes que nadie a Salinas de Gortari en medio de la movilización popular que lo resistía o apoyar como “antiimperialista “al dictador argentino Videla? ¿La necesidad de recurrir al turismo debe por fuerza llevar a construir lujosos campos de golf o marinas exclusivas? ¿No habría que preguntarse sobre los efectos políticos y morales de esa línea en escala internacional y en la misma Cuba? (“Notas a la “Epopeya Cubana” de Claudio Katz” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=193372).
Cuba: crisis, globalización y giro al mercado (2)
La primera parte de la nota, aquí.
Crisis, zigzags, avance de fondo hacia el mercado
En la primera parte de la nota hemos apuntado que cuando los países del bloque soviético pasaban, a comienzos de los 1990, rápida y abruptamente al capitalismo, en Cuba se mantuvo la centralización estatal de la economía. Sin embargo, desde mediados de esa década, en la isla hubo una alternancia entre centralización burocrática y medidas pro mercado. En esa alternancia subyace una lógica, determinada por la crisis y su relación con la gestión estatal burocrática, que es necesario explicar.
Antes de entrar en el tema, conviene hacer una precisión: cuando se habla de estancamiento y crisis de la economía de Cuba no se niegan los logros en salud y educación. Cuba cumplió con los objetivos del milenio de la ONU; tiene la tasa de mortalidad infantil más baja de América Latina, su tasa de mortalidad materna es una de las menores a nivel internacional; está ubicada en el puesto 14 a nivel mundial del índice de Educación Para todos; la expectativa de vida al nacer es de 79 años; su sistema de seguridad social es superior al de la mayoría de los países subdesarrollados; y ocupa el puesto 51 entre 187 países en lo que hace a desarrollo humano (Informe 2011, PNUD). Sin embargo, estas cifras no deben ocultar la gravedad de su situación económica y social. Después de todo, hasta las vísperas mismas de la caída de los regímenes stalinistas, muchos exhibían indicadores sociales más que aceptables en varios ítems. Pero sus economías estaban muy debilitadas, y terminaron colapsando.