Economía K y la «Teoría Monetaria Moderna» (1)
En diversas ocasiones economistas kirchneristas, con cierta inclinación izquierdista, han sostenido que la monetización del déficit fiscal (o sea, cubrir el déficit con emisión de dinero) no es inflacionaria, y por lo tanto es una forma viable de sostener la demanda y aumentar el empleo. Tal vez la expresión más clara de esta forma de pensar la encontramos en la polémica que tuvo Andrés Asiain con Marcelo Ramal y Pablo Heller, del Partido Obrero.
El cruce se inició con un artículo de Marcelo Ramal en Prensa Obrera (26/06/2014), donde sostuvo que la emisión sin respaldo en el activo del BCRA, genera inflación. En respuesta, Asiain emparentó la posición de Ramal con la del diario La Nación, y sostuvo que, dado que la autoridad monetaria tiene el monopolio de la emisión, no solo no existe el peligro de cesación de pagos del Central, sino tampoco “es necesario el cobro religioso de las amortizaciones e intereses de la deuda que el gobierno nacional mantiene con el Central, ya que la institución monetaria puede refinanciarlos hasta la eternidad, sin que ello ponga en riesgo su estabilidad financiera”. Agregaba que “el dinero en circulación es un pasivo sui generis, ya que no es convertible y no debe tener un respaldo en reservas” (Página 12, 22/02/15). Sostuvo por eso que la postura del Partido Obrero configuraba una suerte de monetarismo de izquierda.
A su vez Heller, en respuesta a Asiain, sostuvo que la idea de que la emisión de dinero sin respaldo genera aumento de los precios no tiene punto que ver con la teoría cuantitativa; y que Asiain, y otros economistas K, transformaban al dinero en un fetiche, con el que se podrían solucionar los problemas del capitalismo. Decía Heller:
“Si el Estado pudiera emitir billetes libremente, sin que éstos perdieran su poder de compra, se habría encontrado una forma fácil de generar riqueza haciendo funcionar ‘la máquina de imprimir’. No hay mucha diferencia con las prácticas primitivas de los brujos o alquimistas, que trataban de encontrar la fórmula para transformar los objetos en oro o metal precioso. La versión antigua y su réplica moderna tienen en común que parten de otorgar al dinero una vida propia y la cualidad intrínseca y milagrosa de crear valor. Los K son tributarios también de esta concepción y sucumben a ella por la sencilla razón de que buscan una vía de crecimiento y distribución del ingreso compatible con el régimen de explotación vigente” (https://www.prensaobrera.com/publicaciones/verNotaRevistaTeorica/45/monetarismo-politica-k-y-teoria-monetaria-de-marx).
Comparto este punto de vista de Heller y Ramal. De hecho, la revista teórica del Partido Obrero, En defensa del marxismo (febrero de 2015) publicó un artículo de mi autoría, “Papel moneda, oro y la teoría monetaria de Marx” (puede leerse en el blog, aquí, aquí, aquí, aquí), en el que presenté los mismos argumentos que Heller. Además, en varias notas en este blog sostuve que es imposible mantener la demanda indefinidamente mediante déficits fiscales, ya que estos deben cubrirse con deuda o con emisión monetaria. Si se financian con deuda, llega un punto en que esta es insostenible. Si es con emisión monetaria, habrá crecientes presiones inflacionarias. Lo cual, naturalmente, me valió también el cargo de “monetarista”.
Pues bien, pasados ya tres años de esos cruces, y revisando los argumentos, me doy cuenta de que, además, debería haber criticado la que, presumiblemente, sea la fuente última del argumento de Asiain, y de otros economistas K, a saber, la llamada “Teoría monetaria moderna” (TMM). Escribo “presumiblemente” porque no encontré referencias explícitas a la TMM por parte de Asiain, ni de otros economistas K. Más aún, Axel Kicillof, en su intervención en las Jornadas Monetarias y Bancarias de 2011, organizadas por el BCRA, planteó la necesidad de una renovación, basada en Keynes, de la teoría monetaria, pero no hizo referencia a la MMT (véase http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/BCRA/jornadas_2011_Kiciloff2.pdf).
Sin embargo, oralmente, economistas K me han manifestado que, en última instancia, su tesis de que la emisión monetaria nunca es inflacionaria se apoya en la TMM. Y la realidad es que el argumento de Asiain y el de la TMM se parecen como dos gotas de agua. Por eso, en lo que sigue, presento una crítica a la TMM, que complementa lo publicado en En defensa del marxismo. Más específicamente, trataré de demostrar que la TMM colapsa a la luz de la experiencia argentina de los años recientes, incluida la economía bajo el gobierno kirchnerista. De todas maneras, a pesar de centrarme en lo ocurrido en Argentina, espero que este escrito pueda ser de utilidad más general. Es que la TMM ha despertado expectativas (¿están las soluciones reformistas al alcance de la mano?) en muchos círculos del progresismo de izquierda, tanto en EEUU como en Europa. Y dado que su enfoque es opuesto a lo que sostenemos los marxistas (a saber, que los males fundamentales del capitalismo no se suprimen con reformas monetarias, o de superficie), se justifica que prestemos atención a los planteos de la TMM. Empiezo reseñando sus principales ideas. Dada la extensión de la nota, la he dividido en partes.
La “Teoría monetaria moderna”
La TMM también es conocida como “neo-cartalismo”; “Dinero como criatura del Estado”; “Tax-Driven Money”. En lo esencial, combina la concepción cartalista de dinero, con el enfoque poskeynesiano. Presento sus ideas más generales, basándome en los artículos de L. Randall Wray, Eric Tymoigne y Pavlina Tcherneva, citados en la bibliografía; también he utilizado el blog de Wray; y los trabajos, más bien críticos hacia la TMM, de Thomas Palley, Marc Lavoie y Louis-Philippe Rochon y Matías Vernengo, también citados.
Empiezo recordando que el cartalismo sostiene que el dinero es una creación del Estado. Keynes fue partidario del enfoque cartalista, que es opuesto al de la ortodoxia mainstream. De acuerdo a esta última, el dinero evolucionó a partir del trueque y de la necesidad de abaratar los costos de transacción; y su principal función es ser medio de cambio. En cambio, según Keynes (1996) y los cartalistas, para que el dinero sea medio de cambio debió ser antes, o al mismo tiempo, unidad de cuenta. Por eso, dice Keynes, “[e]l dinero de cuenta, en especial aquel en el que se expresan las deudas, los precios y el poder general de compra, es el concepto básico de la teoría del dinero” (p. 29). Pero con los contratos se introducen la ley y el Estado que los hace cumplir y establece con qué dinero de cuenta se deben cumplir las obligaciones contraídas. Es por este acto, entonces, que se instituye el dinero. De nuevo, en palabras de Keynes, “la era cartalista, o de dinero estatal se alcanzó cuando el Estado se atribuyó el derecho a declarar cuál es el dinero de cuenta que en un momento determinado debe considerarse como dinero” (p. 30).
Esta idea es retomada por los partidarios de la TMM. En lo esencial, sostienen que el Estado instituye el dinero no tanto porque lo defina como de curso legal, sino porque acepta recibirlo por el pago de impuestos. Esto es, el fiat money, o el dinero de alta potencia emitido por el Estado, que es de curso legal y forzoso, tiene valor, según la TMM, porque sirve para pagar impuestos (o multas, o similares). Por eso el dinero existe en el contexto del poder del Estado de recaudar impuestos y de declarar que acepta el dinero por él emitido para el pago de esos impuestos. En este punto aclaremos que, si bien la TMM recurre a la historia del dinero y la moneda, su argumento principal no es histórico, sino lógico. Afirma que al margen de lo que haya sucedido en remotos tiempos históricos, en los sistemas monetarios modernos los impuestos son suficientes para que se establezca la aceptación y el valor del dinero.
En consecuencia, los neo-cartalistas sostienen que actualmente el Estado puede crear todo el dinero que desee, y comprar todas las cosas que desee comprar. El circuito es: el Estado inyecta dinero a través de gastos y adelantos en el sector privado, y ese dinero luego es reabsorbido con la recaudación de impuestos, o la devolución de los adelantos. Por eso, siempre según la TMM, el emitir dinero y el recaudar impuestos no son alternativos, sino acciones que se producen en diferentes momentos del circuito. En esta lógica, además, un déficit fiscal tiene como contrapartida que el sector privado acumula superávit; en otros términos, la deuda nacional neta suma riqueza financiera neta al sector privado. La “déficit-fobia” no tiene base racional, ya que el gasto siempre puede ser financiado con la creación de moneda. Los impuestos no se necesitan para financiar el gasto estatal (que ya se produjo), sino para generar la demanda de dinero. Y la colocación de bonos de deuda por parte del Estado no tiene como objetivo financiar el gasto, sino drenar las reservas excesivas de los bancos, a fin de lograr los objetivos propuestos de tasas de interés. Por eso tampoco existe una carga para el Estado por las deudas, ya que sus servicios siempre se pueden cumplir acreditando reservas bancarias. Un gobierno que emite su propia moneda nunca puede ser forzado a un default involuntario. Habría problemas si el gobierno se endeuda en moneda extranjera, pero esto casi no se necesita.
La TMM subraya entonces que el impedimento para emitir solo existe en regímenes de convertibilidad (por caso, bajo el patrón oro); o cuando el Estado renuncia a su propia moneda. Por eso la TMM es crítica de la Unión Monetaria Europea, o de un sistema de convertibilidad como el que hubo en Argentina en los 1990; y sostiene que debe evitarse la emisión, por parte de los Estados, de deuda nominada en moneda extranjera.
Los partidarios de la TMM critican también la idea de que la emisión para financiar el déficit genera inflación. La inflación no se produce por emisión, sino solo cuando la demanda supera al producto. Por caso, si el déficit fiscal fuera demasiado elevado en relación a los ahorros netos deseados por el sector privado, habría presiones inflacionarias por demanda en el punto cercano al pleno empleo. Pero hasta tanto no se llegue a ese nivel, la emisión no entraña un peligro inflacionario significativo.
Agreguemos todavía que, de acuerdo a la TMM, debido a que el Estado tiene el monopolio sobre su moneda, posee la facultad de establecer la tasa de interés y cómo la moneda se cambia por otros bienes y servicios. O sea, puede determinar el valor del dinero, ya que establece cuánto dinero de alta potencia entrega a cambio de una hora de trabajo, o de algún bien.
Recomendaciones políticas y el “empleador de último recurso”
Como sostienen Tymoigne y Wray (2013), la TMM deriva conclusiones políticas específicas acerca de la política fiscal, monetaria y financiera. Sostienen que el Estado debe involucrarse directamente a lo largo del ciclo económico, estableciendo programas macroeconómicos que manejen la fuerza laboral, los mecanismos de precios, los proyectos de inversión, y que monitoreen los desarrollos financieros. Deben ser programas permanentes y estructurales (o sea, no se limitan a “sintonía fina” más o menos discrecional). Asimismo, proponen el control del crédito, la socialización de la inversión y en las economías abiertas, el control de capitales.
Dentro de este enfoque político general, la TMM ha enfatizado que el Estado tiene el poder (dada su facultad de emisión) de acabar con la desocupación contratando toda la fuerza de trabajo que no haya encontrado empleo por un salario más alto en el sector privado. El Estado se transforma así en el “Empleador de último recurso”. Actuaría como un amortiguador, absorbiendo fuerza laboral proveniente del sector privado en períodos de baja actividad económica, y suministrando fuerza laboral al sector privado durante las fases de reanimación. Se trata de una propuesta diferente de la que tradicionalmente se asocia con el keynesianismo, que es estimular la demanda y por esa vía aumentar el empleo. Por eso también los defensores de la TMM desconectan el pleno empleo del crecimiento económico.
Es ilustrativo que los defensores de la TMM hayan sostenido que el Plan “Jefes y jefas de hogares”, puesto en marcha en Argentina durante la crisis de 2001-2002, fuera un caso ejemplar de creación de trabajo modelado según su propuesta. En palabras de Tcherneva y Wray (2005), el plan “Jefes…” habría demostrado las formas en que el “Empleador de último recurso” puede avanzar un sentido de “deber cívico, ciudadanía, cohesión social, reciprocidad e involucramiento comunitario”. Y “contribuir a redefinir el significado del trabajo al reconocer que determinadas formas de trabajo, tales como el cuidado y el involucramiento comunitario son útiles socialmente”. Según Tcherneva y Wray, el plan argentino había tenido un “impacto transformador sobre la pobreza y la desigualdad de género”.
En conclusión, de estar en lo cierto el enfoque de la TMM se podría solucionar la desocupación en el capitalismo sin alterar de manera significativa las estructuras sociales. Para eso bastaría con superar la “déficit-fobia”, creada artificialmente por el monetarismo y la ortodoxia neoclásica. Además, la experiencia en la Argentina de comienzos de los 2000 habría avalado, al menos parcialmente, el programa de la TMM. Y siendo Argentina un país con “soberanía monetaria” (según Wray y Tcherneva), las condiciones incluso estarían dadas para eliminar la desocupación (y con ella, ¿también la pobreza y la indigencia?) por el simple recurso de emitir dinero. Es la receta que han “comprado” algunos economistas y científicos sociales del subdesarrollo criollo.
Bibliografía:
Keynes, J. M. (1996): Tratado del dinero, Madrid, Aosta.
Lavoie, M. (2013): “The Monetary and Fiscal Nexus of Neo-Chartalism: A Friendly Critique”, Journal of Economic Issues, vol. 47, Nº 1.
Palley, T. I. (2001): “Government as employer of last resort: Can it work?, Industrial Relations Research Association, 53 Annual Proceedings, pp. 269-274.
Palley, T. I. (2013): “Money, fiscal policy, and interest rates: A critique of Modern Monetary Theory”, mimeografiado.
Rochon, L-F y M. Vernengo (2003) : “La monnaie d’Etat et le monde réel: la malaise du chartalisme”, P. Piégay y L-P. Rochon (eds), Théories Monétaires Post Keynésiennes, Paris, Economica.
Tcherneva, P. (2005): “The Nature, Origins, and Role of Money: Broad and Specific Propositions and Their Implications for Policy”, Working Paper 46, Center for Full Employment and Price Stability, Kansas City.
Tcherneva, P. (2012): “Beyond Full Employment: The Employer of Last Resort as an Institution for Change”, Working Paper 732, Levy Economics Institute of Bard College.
Tcherneva, P. y L. R. Wray, (2005): “Is Jefes de Hogar an Employer of Last Resort program? An assessment of Argentina’s ability to deliver the promise of full employment and price stability”, Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo, 7º Congreso Nacional de Estudios de Trabajo.
Tymoigne, E. y L. R. Wray (2013): “Modern Monetary Theory 101: A Reply to Critics”, Working Paper 778, Levy Economics Institute of Bard College.
Wray, L. R. (2001): “Money and Inflation”, R. Holt – S. Pressman (eds.), A new guide to post Keynesian economics, London: Routledge.
Wray, L. R. (2003): “L’approche post-keynésienne de la monnaie”, Théories Monétaires Post Keynésiennes, Economica, Paris.
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Economía K y la «Teoría Monetaria Moderna» (1)
Estimado Rolando,
Justamente en esta línea de crítica marxista a la TMM tuve el gusto de participar en un reciente Congreso en Bilbao donde formaste parte del plantel de ponentes principales. Mi comunicación se encuentra en las actas del Congreso: http://www.epk2018bilbao.com/docs/comunicaciones-epk2018bilbao.pdf (pág. 466 y ss).
Es una versión inicial de una crítica que estoy desarrollando, pero me interesaría mucho tu opinión al respecto.
Muchas gracias y un saludo.
Mario del Rosal, Universidad Complutense de Madrid
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Mario del Rosal
19/07/2018 at 19:49
Muchas gracias, mañana lo voy a leer con atención. Pasame tu mail, por si quiero enviarte algún comentario.
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rolandoastarita
19/07/2018 at 22:48
Pudiera decirnos, por favor, donde leer el resto de las ponencias de ese Congreso de mayo en Bilbao, entre ellas la de Astarita y la de Roswitha Scholz. Gracias
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Ramón
23/07/2018 at 18:11
Rolo en el anteultimo parrafo segunda linea dice la crisis de 2001-2001
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benjamin
19/07/2018 at 22:44
Gracias, ya lo corrijo
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rolandoastarita
19/07/2018 at 22:47
Esta teoría también se encuentra en la base o al menos inspira toda la plaga de nacional-izquierdistas europeos que están obsesionados con salir del euro. Entre llantos por la pérdida de «soberanía» venden la ruptura con la UE como el paraíso de la conciliación de clases. Esto los emparenta también con la derecha eurófoba al alza.
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Nacho
20/07/2018 at 06:55
Escucho y sigo escuchando cientos de teorias economicas y monetarias y ninguna brinda soluciones a los problemas de la humanidad, el verdadero problema es la existencia del Estado, el dinero y cualquier forma de propiedad privada, el marxismo ha fracasado, porque tiene en su matriz errores estructurales, pretende en su fin elevar al proletario a ser un buen burgues, la unica salida es el anarquismo, un mundo sin Estado, sin dinero, donde los humanos decidamos por nosotros.
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carlos hugo castello
20/07/2018 at 09:31
Puede plantear medidas concretas al menos envez de ir tirando esta pseudopropaganda tan basica y vacia de contenido?
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SDPA
20/07/2018 at 12:10
No respondo agresiones de esta indole, pero respeto a los ignorantes, le recomiendo leer a Bakunin y especialmente a Kropotkin, en su mejor libro El Principio Federativo
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carlos hugo castello
20/07/2018 at 13:31
» [el marxismo] pretende en su fin elevar al proletario a ser un buen burgues» Mentir asi a esta altura de la historia…no se cansan? si estan tan seguros de estar en lo correcto ¿por que no discuten honestamente? ¿por que mienten? Y encima le da la cara para llamar a alguien ignorante.
Y sobre las organizaciones que proponen los anarquistas creo que ya lo dejo claro Marx:
«[…]Así, en esta organización anarquista…tenemos primero el Consejo de la Comuna, a continuación, los comités ejecutivos, que, para ser capaces de hacer nada en absoluto, deben ser investidos de un poder con el apoyo de una fuerza pública; esto debe ser seguido por nada menos que un parlamento federal, cuyo objeto principal será el de organizar esta fuerza pública. Al igual que el Consejo de la Comuna, este parlamento tendrá que ceder el poder ejecutivo a uno o más comités que por ese solo hecho se les dará un carácter autoritario que se acentuará cada vez mas por las exigencias de la lucha. Estamos, pues, ante una reconstrucción perfecta de todos los elementos del «Estado autoritario»; y el hecho de que nosotros llamemos a esta máquina «una comuna revolucionaria organizada desde abajo hacia arriba» no hace mucha diferencia. El nombre no cambia nada de la sustancia»
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Sergio
20/07/2018 at 14:37
Déle a la gente un poco de conocimiento y coraje y rastrearán a esos codiciosos banqueros y los harán responsables.
Todo lo que necesitamos es un poco de corajosa anarquía.
El problema, el punto crucial, la mosca en la sopa: la mayoría de las personas no son lo suficientemente valientes, y la mayoría de la gente no quiere aprender nada que ataque a su demasiado valiosa visión del mundo.
Sí, la misma visión del mundo que mantiene a la gente en deuda con un malsano e insostenible, injusto e inmoral sistema de gobierno humano, es precisamente la visión del mundo a que la mayoría de la gente se aferra.
De hecho, la mayoría de la gente, a pesar de que probablemente diría lo contrario, prefieren ser besados con una mentira que con una bofetada de la verdad. Ellos prefieren negar hechos que empañan su visión del mundo a rechazar el engaño que la sostiene.
Pero como dijo Martin Luther King, Jr.,
«El progreso humano no es ni automático ni inevitable Cada paso hacia la meta de la justicia requiere sacrificio, sufrimiento y lucha. Los incansables esfuerzos y apasionada preocupación de individuos dedicados.»
Una saludable evolución humana requiere auténtica vigilancia.
Requiere una agitación constante del status-quo. Esto requiere seres humanos proactivos que están dispuestos a ser auténticamente atentos y consistentemente rebeldes. Requiere de valientes e interdependientes individuos que se atreven a reacondicionar la condición original del status-quo-adictivo.
Resulta que la sabiduría adquirida en la anarquía es precisamente la capacidad de distinguir entre el sacrificio que es transformador y saludable del mero sufrimiento causado por el estado, que nosotros hemos permitido debido a que somos demasiado cobardes o demasiado poco imaginativos para pensar en una manera más sana de vivir .
Como dijo Stefan Molyneux:
«Nunca, nunca subestime el grado en que la gente se va a dispersar a sí misma en una niebla profunda con el fin de evitar ver las realidades básicas de sus propias jaulas. El bloqueo más fuerte en la prisión es siempre la evitación, no la fuerza.»
Aquí hay cinco razones por las que la anarquía mejorará la gobernabilidad humana y por lo tanto cultiva una sana evolución humana.
1.) Tiene Comprobaciones Inherentes y Equilibrios
«El fracaso nos muestra el camino – al mostrarnos lo que no es el camino.»
Ryan Holiday
Sólo esta ya es razón suficiente para dar la anarquía un nuevo intento.
Los otros cuatro son sólo la guinda del pastel. Digo «nuevo» porque los seres humanos vivían en grupos de cazadores-recolectores que se caracterizaron por lo que los antropólogos llaman Feroz Anarquía Igualitaria.
Ellos no sólo compartían cosas, exigían que las cosas fueran compartidas: la carne, refugio y protección… esto era simplemente la mejor manera de mitigar el riesgo en un contexto de supervivencia, en un mundo con recursos limitados.
El igualitarismo feroz y la política primordial (la anarquía tribal) funcionaron excepcionalmente bien para la raza humana durante el 95% de nuestra existencia en este planeta. De hecho, es una de las únicas razones por las que hemos sobrevivido tanto tiempo como lo hemos hecho.
En un sorprendente estudio de la teoría de juegos por Duenez-Guzmán-Sadedin sobre el tema de la corrupción de la policía, llegaron a la conclusión de que una vez que un sistema policial se vuelve arraigado, nada puede impedir que se vuelva corrupto, con el resultado de una población de ovejas crédulas y señores hipócritas .
Pero no detuvieron el estudio allí. Ellos decidieron modificarlo ligeramente.
En palabras de Suzanne Sadedin :
«Los resultados fueron sorprendentes. Al hacer algunas modificaciones a la composición del sistema de justicia, las sociedades corruptas podrían hacer la transición a un estado llamado» justicia».
En las sociedades justas, la policía no había una orden élite, separada. Eran todos y cada uno.
Cuando prácticamente toda la sociedad estaba dispuesta a defender el bien común, la corrupción no pagaba. Del mismo modo, como resultado, las normas sociales en las sociedades de cazadores-recolectores se hacen cumplir por todo el grupo en lugar de alguna de las personas especialmente habilitada».
Este es un aspecto crítico de la anarquía:
que todo el mundo es libre de ser tan moral, o amoral, ya que tienen que estar en orden para mantener un saludable orden cósmico, ecológico y social.
La libertad es primordial. La salud es secundaria. La comprensión de cómo todo está conectado está en tercer lugar. Y la inmoralidad no es tolerada.
El problema monumental con nuestra sociedad estatista es que no se nos enseña a ser tan moral o como amoral como tenemos que ser con el fin de mantener un saludable orden cósmico, ecológico y social.
De hecho, el estatismo a propósito obliga a que lo que sea que decrete el estado sea sano, tan saludable, ya sea si es o no es realmente saludable de acuerdo a la ley cósmica. De hecho, el estatismo útilmente fuerza que los decretos estatales sean sanos, tan sanos, o no si realmente son sanos según la ley cósmica
Esto crea una cantidad exorbitante de problemas.
2.) Anularía la Esclavitud de la Deuda y Eliminaría la Pobreza
«Cuando el saqueo se convierte en una forma de vida para un grupo de hombres que viven en una sociedad, ellos crean por sí mismos en el transcurso del tiempo un sistema legal que lo autoriza y un código moral que lo glorifica.»
Frederic Bastiat
¿Cómo es que nuestro sistema jurídico autoriza el saqueo?
Se les permite a los bancos crear dinero fiduciario de la nada y luego cobran intereses sobre el mismo, manteniendo así a los pobres revolcándose en la pobreza, y afianza los ricos en las estructuras corruptibles de poder basadas en una inmoderada riqueza.
¿Cómo glorifica nuestro código moral el saqueo?
Empuja la militarización, crea prisiones de lucro, crea «héroes de guerra» de violentos psicópatas, y hace de la guerra en sí una empresa rentable.
Pone las ganancias sobre las personas, equidad sobre la igualdad, transforma las elecciones en subastas, y crea una mentalidad fundamentalmente insostenible y malsana de el dinero primero, el corazón humano en segundo lugar
Como dijo Naseem Nicholas Taleb:
«Aquellos que no piensan que el empleo es esclavitud sistemática son ciegos o empleados.»
¿Cómo voltea la anarquía, las mesas en la autorización y la glorificación del saqueo?
Evita que el saqueo llegue a ser alguna vez posible, porque los modos basados en la anarquía del gobierno están diseñados de tal manera que los grupos nunca llegan al punto de centros de energía concentrada. La monopolización del poder nunca llega al punto de volverse corrupta, debido a los mecanismos de nivelación controlados, tales como el dominio inverso y la expiación de la riqueza.
Como dijo Jim Dodge,
«La anarquía no significa fuera de control, sino que significa fuera de su control. »
Quien quiera que «ellos» puedan ser: corporaciones que monopolizan, gobiernos que se extralimitan, tiranos.
Loa pensadores autónomos, conscientes critican con cuidado:
La propaganda política, sobre todo en lo que respecta a la guerra, el dinero, el gobierno y la ley, está diseñada para mantenernos condicionados y lavados del cerebro para que creamos que quien esté en el poder está siendo moral y justo con su poder.
Pero, como George Orwell advirtió,
«El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen a verdad y el asesinato respetable, y para dar una apariencia de solidez al puro viento.»
No tenga ilusiones: dentro de los sistemas actuales de gobernabilidad humana, la pobreza es un negocio.
Los beneficios se obtienen del trabajo de los pobres, el consumo de los pobres, y la deuda de los pobres. La anarquía es un sistema de gobierno humano construida para sacar a la gente de la pobreza a la libertad. Da a la gente la esperanza de un futuro más equilibrado de prosperidad humana.
Como Raymond Williams aconseja,
«Ser verdaderamente radical es hacer posible la esperanza en lugar de desesperarse convenciendo.»
3.) Sería Eco-Moralmente y Ecológicamente más Saludable y Sostenible
«Los mejores maestros son los que muestran donde debes mirar, pero no te dicen qué ver.»
Alexandra K.Trenfor
La autoridad qué ver, y por lo tanto debe ser cuestionado.
La autoridad te está diciendo que está bien vivir inmoderadamente, sobre-indulgente, violenta y ecocida estilo de vida. Eso no está bien, porque es fundamentalmente poco saludable y conduce a una insostenible devolución.
En un sistema de gobierno humano que está transformando sistemáticamente la coexistencia en armamento, es el deber supremo de toda la gente sana, moral, compasiva, con conciencia ecológica, de hecho, anarquistas, cuestionar la autoridad a la enésima potencia.
Tal cuestionamiento audaz tiene el potencial de crear robustas comunidades eco-céntricas basadas en la permacultura, el bienestar, la creatividad, y una economía sagrada que toma la interconexión de todas las cosas en profunda consideración.
Incentiva a las personas que valoran el florecimiento humano, el florecimiento medio ambiental, la permacultura, la construcción sostenible, la educación alternativa, y el bienestar basados en la naturaleza.
La piedra angular de los modos anarquistas de gobierno humano es la profunda comprensión de la interdependencia de todos los seres vivos.
Como Nikola Tesla proclamó,
«Todo ser viviente es un motor engranado a la esfera de trabajo del universo. Aunque aparentemente afectada solamente por su entorno inmediato, la esfera de influencia externa se extiende a distancia infinita.»
Una sociedad anarquista divorciada del opresivo Gran Hermano bofetada del estatismo, revela una sociedad que es capaz de preservar la proporción áurea y el camino del medio, en oposición a lo inmoral, sofocando la codicia de la política estatal.
Descubrirá una sociedad que ejemplifica la Proporción Áurea de la naturaleza, en contraposición a la expropiación de la naturaleza del Estado y culturas basadas en la naturaleza.
4.) Daría lugar a la Expiación del Poder y la Tiqueza a Través de una Ética de Reciprocidad
«Una libertad que sólo está interesada en negar la libertad, debe ser negada.»
Simone De Beauvoir
El último mecanismo de nivelación inherente dentro de los modos anarquistas de gobernabilidad humana es la ética de la reciprocidad en combinación con la expiación de poder.
El antropólogo Christopher Boehm ha propuesto una teoría social que los anarquistas, igualitarios cazadores-recolectores mantuvieron la igualdad a través de un mecanismo de nivelación que él llama dominancia a la inversa:
un sistema social de controles y equilibrios que mantiene el ethos igualitario, mientras previene la formación de una jerarquía de dominancia.
Las jerarquías de dominación inversa se dividen en cuatro diferentes mecanismos de nivelación:
opinión pública
ridículo
desobediencia
ostracismo
Estos mecanismos funcionan porque los seres humanos son criaturas sociales y enormemente influenciadas por la presión de grupo y la aceptación social.
Los modos anarquistas de gobierno humano se basan en gran medida en la vergüenza como método de regulación. Dentro de tal sociedad, los individuos son socialmente, moralmente, y ecológicamente obligados a expiar su poder y reciprocar la riqueza, porque la alternativa es el riesgo de la vergüenza, el ridículo, y / o el ostracismo.
Como A.C. Grayling lo explicó,
«La primera tarea es ganar algo, y la segunda, desterrar la sensación de que se ha ganado, de lo contrario es una carga.»
Con el fin de que el poder y la riqueza no se conviertan en una carga psicológica dentro de los sistemas anarquistas, los poderosos y los ricos deben ser capaces de expiar y reciprocar su poder y riqueza, de otra forma la gente se vuelve oprimida, y sistemas completos se corrompen.
Pero esto no significa que la habilidad, el coraje, la inteligencia y la perseverancia no son recompensados. La anarquía no implica socialismo.
El nuestro es un problema cultural. Nos han planteado a creer en el falso ideal de la codicia. Hemos sido condicionados a ser propietarios. Nuestra cultura se ha vuelto ego-céntrica, en oposición a eco-céntrica. Ha sido basada en la propiedad, en contraposición a basada en las relaciones.
Pero el prestigio y mérito todavía pueden ser altamente procurados por valores dentro de una sociedad anarquista que practica la expiación de la riqueza y la ética de la reciprocidad.
Como escribí en Saliendo de un Sistema Quebrado,
«El eco-moralismo amansa al capitalismo a través de controles y equilibrios holísticos. El ego-moralismo impulsa el comunismo a través de una ciudadanía proactiva.
Con lo que nos quedamos es con un anarquismo saludable con una ética igualitaria que es menos sobre capital y seducción, y más sobre unidad y respeto a aquello que es prestado. Es menos acerca de propiedad y más acerca de relaciones. Es ética, espiritual y diversa, en lugar de egoísta, religiosa y homogeneizada por el nacionalismo.
El eco-moralismo nos ayuda a perforar a través del humo y los espejos de la hiper-realidad y a ver la forma en que realmente es la realidad: interconectada e interdependiente.
El ego-moralismo nos ayuda a estar más motivados por la revelación de que nuestros egos son en realidad herramientas hacia el aprovechamiento de un sano equilibrio entre el cosmos y psique».
Los anarquistas son lo suficientemente locos como para pensar que pueden cambiar el mundo, que es precisamente la razón por la que lo harán.
5.) Crearía un Liderazgo Compasivo, Humilde, pero con Coraje
«Entender realmente algo es liberarse de eso. Dedicarse uno mismo a una gran causa, asumiendo la responsabilidad, y obtener el conocimiento de uno mismo es la esencia del ser humano.
El mayor enemigo de un rapaz capitalista, y el mayor aliado de la humanidad, es el individuo autodidacta que ha leído, entendido, que retrasa su gratificación, y anda con los ojos bien abiertos. »
Los cuatro jinetes, documental
Los modos anarquistas de gobernabilidad humana crean precisamente el tipo de individuo autodidacta al que tanto y el socialista pacifista. Los modos anarquistas de gobernabilidad humana crean precisamente el tipo de individuo autoculto, autodidáctico que tanto teme el capitalista predador y socialista pacifista.
Como Louis G. Herman escribió,
«Cuando las personas tratan de equilibrar el interés propio con una consideración de la imagen más grande, descubren, como lo hizo Sócrates, que el interés profundo en realidad incluye la preocupación por el bien de todos.»
Un individuo (ego) actuando sobre el bien del todo (eco) es una fuerza de la naturaleza primero, una persona, segundo, que proporciona la potencia fenomenal de pie sobre los hombros de gigantes mientras usa una amplia gama de máscaras de auto- maestría.
Si somos capaces de combinar la política primordial igualitaria feroz, junto con el tipo de personas con intereses propios progresistas que son capaces de considerar la imagen interdependiente más grande, entonces tenemos una receta para un prestigioso y saludable liderazgo anárquico.
Tenemos un modelo de liderazgo auténticamente venerado y sabio que tiene el potencial de transformar el mundo de los humanos, actualmente inhabitable, en uno habitable.
Como dijo Martin Luther King Jr.,
«La esperanza de un mundo habitable seguro recae en inconformistas disciplinados, que se dedican a la justicia, la paz y a la fraternidad.
Los pioneros en la libertad humana, académica, científica y espiritual siempre han sido inconformistas. En cualquier causa que se refiere al progreso de la humanidad, ponga su fe en el no-conformista «.
De hecho, suele ser el inconformista el que prueba los límites exteriores de la imaginación humana: estirando zonas de confort, rompiendo paradigmas mentales y aplanando cajas de statu quo a las que aquellos adictos a la conformidad se aferran a fin de tratar desesperadamente de pensar fuera de ella.
Como dijo Henry David Thoreau, en una forma verdaderamente anarquista de liderazgo,
«Yo no estaba diseñado para ser forzado. Voy a respirar a mi propia manera. Vamos a ver quién es el más fuerte.»
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carlos hugo castello
20/07/2018 at 17:11
Por favor, trate de ser más breve. La sección es para un comentario, no para colgar un artículo.
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rolandoastarita
20/07/2018 at 17:15
Apareció la conspiranoia austríaca disfrazada de anarquismo. Su cruzada contra el dinero fiduciario tendrá más suerte en Taringa, Castello…
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Ezequiel
21/07/2018 at 20:57
Estimado Rolando,
Mi correo es mariodel@ucm.es
Tengo una versión más pulida que podemos comentar más adelante y que presento en las próximas jornadas de economía crítica que se celebran este año en León (España).
Salud.
De nuevo, gracias.
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Mario del Rosal
20/07/2018 at 19:20
Pudiera decirnos, por favor, donde leer el resto de las ponencias de ese Congreso de mayo en Bilbao, entre ellas la de Astarita y la de Roswitha Scholz. Gracias
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Ramón
25/07/2018 at 18:07
Investigué un poco sobre esta TMM. No me parece tenga consistencia alguna. De ser cierta, hace rato los estados habrían conseguido replicar el milagro bíblico de la multiplicación de los panes y los peces. Márx se oponía a la teoría cuantitativista del dinero (dado que los precios gravitan en torno a valores determinados por TTSN) pero no dejaba de reconocer que en el caso del dinero fiduciario de curso forzoso una sobreoferta respecto de las necesidades de la circulación envilecería la moneda y alteraría los precios provocando lo que hoy llamamos inflación:
»En la circulación de los signos de valor, todas las leyes de la circulación real de dinero aparecen invertidas y puestas cabeza abajo. Mientras que el oro circula porque tiene valor el papel tiene valor porque circula. Mientras que, con un valor de cambio determinado de las mercancías, la cantidad del oro circulante depende de su propio valor, el valor del papel depende de su cantidad circulante. Mientras que la cantidad del oro circulante aumenta o disminuye con el aumento o la disminución de los precios de las mercancías, éstos parecen aumentar o disminuir con el cambio en la cantidad del papel circulante. Mientras que la circulación de mercancías sólo puede absorber determinada cantidad de moneda de oro, por lo cual la contracción y expansión alternadas del dinero circulante se presenta como una ley necesaria, el papel parece entrar en la circulación en cualquier extensión que se desee”
También aquí: » En la misma medida en que se hubiese incrementado la suma global de los signos de valor, se hubiese reducido la cantidad de oro que representa cada uno de ellos. El alza de los precios sólo sería la reacción del proceso de la circulación, el cual equipara por la fuerza los signos de valor a la cantidad de oro en cuyo lugar pretenden circular”.
Estás de acuerdo con esto o se me perdió algo?
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AP
20/07/2018 at 21:05
En mi opinión, la TMM es bastante más preferible, por ejemplo, a la Renta Básica, en particular porque es más efectiva a la hora de acabar con «el ejército de reserva» capitalista que es el desempleo. Pero a ésta la completaría con otra acción: sustituir los impuestos al trabajo por uno final al consumo. Con ello se consigue:
-Que también cotice la ganancia capitalista. Si pagas por unidades productoras (trabajo), sólo pagas por lo que gastas en abonar ese trabajo, no la parte que se queda el capitalista. (Y esto además presiona los sueldos a la baja) En cambio, si pagas impuestos al vender el producto, también afecta al añadido de la ganancia capitalista.
-Que aumente la recaudación. Sólo por hacer cotizar la ganancia capitalista, se pueden aumentar los ingresos en un 17% sin aumentar los precios de venta. Además haría «cotizar» todos los productos que se vendiesen en el país. Ahora mismo, cuando compramos productos foráneos, estamos pagando los impuestos y jubilaciones de ese lugar. Por eso este sistema es especialmente recomendable para paises con fuertes déficits comerciales.
-Que haya una mayor igualdad entre empresas. Al pagar por unidades productoras, es como si en una carrera de atletismo se empujara a los mejores y se entorpeciera a los más retrasados, con lo que en muchas ocasiones tendrían que abandonar la carrera. Pagando por unidades producidas, se trata a todos por igual, o se obtiene más de quien más puede aportar.
-Que se reduzcan los gastos en gestión y control. Tanto para las empresas como para la administración.
-Que se reduzca el fraude y los privelegios fiscales. Tanto vendes, tanto pagas. Con este sistema, las empresas tecnológicas que se radican en paraisos fiscales, tendrían más difícil esquivar al fisco.
-Que se reduzcan las necesidades de capital. Ahora mismo es el capital el que paga los impuestos y cotizaciones, para nada, porque cuando llegue al mercado, el importe tendrá que reflejarlo en el precio al que vende sus productos, con lo que es el consumidor el que de todos modos acabará pagándolos. Pero la ganancia capitalista se calcula en base al capital, por lo que si ésta es de un 10%, también aumentará un 10% respecto a lo pagado en impuestos. No es una tontería, si lo que se paga por cotizaciones y demás es un 40% del sueldo, esto haría incrementar el precio de los artículos en un 4%.
Y hay muchas más implicaciones, pero de momento lo dejo aquí, a ver qué os parece.
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Luciano Mendez
21/07/2018 at 04:02
La Teoría Moderna Monetaria dice muchas tonterías pero algunas pueden ser verdad en determinadas condiciones que la propia teoría desconoce. A modo de ejemplo de una de esas «tonterías» que dice voy a poner la frase de Rolando Astarista que comenta sobre ella:
«Un gobierno que emite su propia moneda nunca puede ser forzado a un default involuntario. Habría problemas si el gobierno se endeuda en moneda extranjera, pero esto casi no se necesita»
Esto es cierto si el gobierno, y el país que lo padece, esta completamente aislado de los demás pero en le momento en que esto no sea si y exista comercio internacional entonces necesariamente tendrá que haber un cambio oficial entre monedas.y el gobierno puede quebrar.
Si el gobierno no mantiene el cambio y deja caer la moneda lo que ocurrirá es que cesara el comercio con los demás países ya que nadie venderá productos en una moneda extranjera que no vale nada en tu propia moneda (que es la que utilizas para producir y obtener tus beneficios).
La TMM es de las teorías mas tontas de las que haya leído aunque hay un par de afirmaciones que son muy interesantes por lo que implican.
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rojaspedro1959
21/07/2018 at 18:05
Muy bueno el análisis Rolando. Particularmente sigo, y apoyo, tus análisis en torno a la teoría monetaria desde que leí, hace unos cuantos años ya, un artículo tuyo sobre rol monetario del oro en Realidad Económica (y, de hecho, creo que los últimos acontecimientos siguen validando la vieja tesis de Mandel del precio del oro como inversa del valor del dólar pero esa, en este contexto, es otra historia).
En esta entrega me llamaron la atención dos cosas: 1) que precisamente en los últimos años en la Argentina el déficit fiscal convive no solo con alta inflación sino con un relativamente alto desempleo de mano de obra (abierto y encubierto) y medios de producción por lo que eso de que «si el déficit fiscal fuera demasiado elevado en relación a los ahorros netos deseados por el sector privado, habría presiones inflacionarias por demanda en el punto cercano al pleno empleo» parece que no se cumple; 2) la otra cosa llamativa es el rol del estado como «empleador de último recurso», no solo en torno a la cuestión de la emisión monetaria, el gasto público y el déficit, sino en función a que al absorber superpoblación relativa -incluso a un precio bastante por debajo del valor medio de la mano de obra en el caso de los subsidios por desempleo- el Estado inhibe el aumento de la tasa de plusvalor -a través de la caída de salarios reales y prolongación e intensificación del trabajo, etc. Por eso, a excepción de que partamos de una teoría pura de las crisis por brecha de demanda -es decir bajo el supuesto de una tasa de ganancia «potencial» de tendencia creciente-, la TMM se me antoja una recetario estanflacionario.
Espero con ansias la segunda parte de este trabajo. Saludos.
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luisgac
22/07/2018 at 00:49
Buenas, profesor Rolando, lo saludo desde México.
Primero quisiera agradecerle por el blog. Soy un estudiante de economía -recién ingresé a la universidad- y aunque aún desconozco mucho de la ciencia o de temas de Marx su blog me ha servido para responder varias dudas sobre ciertos temas, al menos lo que me es posible entender.
Segundo, quisiera que me ayudase pues a resolver unas dudas que me han surgido leyendo un comentario de YouTube, donde un sujeto le preguntó a otro cómo se demuestra todo el tema de la explotación. Supongo que esto es fácil de hacer calculando el valor de una mercancía X (TTSN, pongamos, 300horas), para después ver su precio en el mercado (400). El capitalista, al vender la mercancía, obtiene $400, de los cuales descontará el salario de los trabajadores (el valor de su fuerza de trabajo, o sea, el valor de las mercancías necesarias para su reproducción), lo destinado a la inversión y el resto será plusvalía. ¿Es esto correcto? Si lo es entonces necesitamos hacer los cálculos y ahí me surge la primer duda, ¿cómo calcula Marx el valor de las cosas? Supongo yo que con estadística, pero quisiera saber la respuesta exacta y si es posible ver un ejemplo, porque en un video que vi (el de la crítica de Rallo a la TVT, que usted ya criticó) uno de los argumentos es precisamente que el TTSN es un concepto «vago» y que es imposible, por ejemplo, objetivar la relación entre el valor que genera un médico cirujano y un agricultor, como «1 hora del médico = 100 horas del agricultor». De aquí desprendo otra duda, pues tengo entendido que los precios girarán en torno a los valores, y por tanto serán casi iguales, pero, ¿entonces qué moneda es la apropiada para medir el valor y precio? Por ejemplo, si demostramos que el valor del viaje de autobús de 15 km en Ciudad de México es 30, entonces el precio, en pesos mexicanos, será de unos 40, pero y si movemos el ejemplo a un país similar como Colombia, donde el valor del viaje es casi igual a treinta (donde el TTSN no varía mucho), ¿cómo se explica entonces que allá el equivalente a 40 pesos mexicanos sea 6000 pesos colombianos? Porque sea que el peso mexicano, el colombiano, o el dolar estadounidense sea el «mejor» para reflejar precios y valores, hay que demostrar entonces por qué es así, ¿no? Supongo que Marx estando en Londres usó la libra para hacerlo, pero ¿cómo? Espero estar preguntando algo coherente al menos y no un disparate por ignorancia jeje.
Y otra: veo que en estos temas muchos intentan justificar la plusvalía diciendo que el capitalista debe asumir riesgos que el obrero no, o que el capitalista hace labores de gestión y administración que el obrero no etc. Desde luego cabe la posibilidad de que el capitalista sea un completo vividor, ¿pero qué pasa cuando realmente aporta algo al proceso de producción?, ¿habría que calcular el valor de lo que hace el capitalista y darle tal valor como salario al igual que a los trabajadores, y por tanto saltarnos el paso de expropiar los medios de producción? Sería justo, creo yo, aunque igual recuerdo otro comentario que decía que Marx nunca consideró el hecho de que la plusvalía es, en realidad, lo que merece el capitalista por haber puesto los medios de producción, y que por tanto la expropiación era un robo al capitalista porque antes, los proletariados nunca habrían tenido forma de producir, por ejemplo, trigo, televisores, muebles… vamos, que sin medios de producción nada sería posible. Eliminando posibilidades como que el capitalista heredó los medios o la riqueza para hacerlos, ¿cuál es la respuesta ante este planteamiento?
Tercero, son dos dudas sobre un tema para usted: ¿qué opina en general del liberalismo, o cuál debería de ser la postura de un marxista ante dicho modelo económico?, y, ¿qué opina sobre los liberales «famosos» que se dedican a vender ideas antisocialistas, como la señorita Gloria Álvarez o el profesor español Huerta de Soto?
En mi opinión, a) El liberalismo al ser un impulsador del capitalismo simplemente agravaría los problemas y contrsdicciones que el mismo presenta, además, no se eliminaría el problema de la explotación, así que no es una alternativa.
Y b) No vale la pena perder el tiempo con personas así, que se dedican a tervigersar las cosas y propician la ignorancia y estupidez, pero es que ahí me surge un tema de moral, porque siendo honestos, la mayoría de personas, o personas «comunes», son fáciles de engañar y carecen de criterio propio o razonan con falacias, y por tanto no hacerle guerra a estos personajes, o cuando menos, invitar a otros a que se informen y hagan un criterio propio me parece hasta antimarxista, pues no se vela por causas nobles, No se puede perder el tiempo con ellos pero tampoco dejarlos rebuznar todo el día.
En fin, como podrá ver soy bastante ignorante en el tema, así que si me hace el favor de responderme o algún compañero del blog lo hace suplico benevolencia, soy un novato de pies a cabeza. Aún tengo dudas pero no quiero excederme. Abrazo.
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Eduardo Rocha
24/07/2018 at 06:20
«¿cómo calcula Marx el valor de las cosas?» con el tiempo de trabajo socialmente necesario. ¿Como se calcula este tiempo? Bueno, hay que analizar el tiempo social promedio (o modal) que se tarda en producir una mercancía en una sociedad determinada con la tecnología imperante y con un nivel de esfuerzo promedio.
» es imposible[…] objetivar la relación entre el valor que genera un médico cirujano y un agricultor, como “1 hora del médico = 100 horas del agricultor”» esto se hace, de hecho, todo el tiempo en el capitalismo. Y esto se vé claramente cuando un ingeniero gana un salario X veces el de un operario simple.
«¿entonces qué moneda es la apropiada para medir el valor y precio?» la moneda no es mas que un equivalente general de las mercancías en un territorio determinado. No hay ninguna que sea mas apropiada que la otra para medir valor.
«¿cómo se explica entonces que allá el equivalente a 40 pesos mexicanos sea 6000 pesos colombianos?» una explicación del tipo de cambio lo puede encontrar en esta nota y siguientes (https://rolandoastarita.blog/2014/06/07/tipo-de-cambio-y-teoria-del-valor-trabajo-1/)
«Marx nunca consideró el hecho de que la plusvalía es, en realidad, lo que merece el capitalista por haber puesto los medios de producción» porque esto es solo un justificativo burgués de la plusvalía, para esto ya están todos los economistas burgueses. ¿Por cierto de donde saco los medios de producción? ¿Como alguien llego a ser dueño de una porción de tierra? Simplemente por la razón de la fuerza. En eso se basa el capital, en barro y sangre. Esa fue la acumulación originaria.
«los proletariados nunca habrían tenido forma de producir […] sin medios de producción nada sería posible» nadie dice que se pueda producir sin medios de producción, pero esos medios de producción no tienen que ser propiedad privada. Los capitalistas monopolizan los medios de producción y usted lo naturaliza (como si los medios de producción no hubieran existido antes del capitalismo o dejarian de existir sin capitalistas). Por cierto ¿el dueño de los esclavos tambien tenia derecho a quedarse con el fruto del trabajo de los esclavos? al fin y al cabo, sin medios de produccion los esclavos tampoco hubieran producido nada. Puede notar, que este argumento sirve para justificar cualquier cosa.
La mayoria de estas preguntas se contestan leyendo los primeros capitulos del tomo I de El Capital. Le aconsejaria que se anime a leerlo.
Sobre el liberalismo es otra corriente economica burguesa que no intenta explicar el funcionamiento de la economia, sino que solo trata de justificar el sistema de produccion actual. A los Huerta del Soto y Gloria Alvarez hay que desenmascararlos ante los trabajadores como lo que son, justificadores de la explotacion, mercenarios al servicio del capital. Enemigos de la clase obrera. Saludos
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Sergio
25/07/2018 at 11:39
Sergio, por párrafos:
1. Ya sé que el valor es TTSN, pero sigo sin encontrar un sólo ejemplo de cómo calcular el valor. Además quisiera saber exactamente qué criterios se usan para medirlo, pues, por ejemplo, si nos diéramos la tarea de calcular el valor del agua embotellada, es normal ver botellas de diferentes precios. Sé que el precio y valor no son lo mismo, pero el precio será si ilar al valor, entonces no sé si habría que considerar, por ejemplo, la calidad de los productos y tal. Ejemplo: en México existe el agua embotellada Bonafont cuyo precio por litro es de $15 aprox. y está otra llamada Zoé que se diferencia por ser alcalina, y cuyo precio llega a doblar el de Bonafont, ¿habría que considerar por ejemplo el término de monopolio para el agua Zoé porque sólo ellos producen ese tipo de agua para calcular su valor, o considerar la misma naturaleza para ambas pero asumiendo que el agua Zoé es más cara porque el capitalista así lo decide?
2. También estoy consciente, pero iba conectado a lo anterior, y el problema sigue siendo el mismo, ¿exactamente cómo se calcula el valor? Aunque yo agregaría otras, como, ¿qué sucede en trabajos como el del médico de un hospital estatal?, ¿también es explotado?, ¿qué hay de otros como el del profesor o el repartidor de volantes? Hasta donde sé, al no cambiar (de transformar) valores de uso no hacen trabajo productivo, ¿cómo se calcula ahí el valor y se demuestra que el profesor es explotado?
3. Dinero en cuanto a dinero, equivalente general. Igual lo tenía ya en mente. :)
4. Lo leeré.
5. ¿Y cuándo es un economista burgués?, ¿cómo se le considera a uno que no es burgués?, ¿simplemente economista?
6. <>, no, yo no, vuelva a leer, pero ya noto la contradicción y justificación «moral», gracias.
Ya me lo estoy leyendo, pero no estoy acostumbrado a la lectura y encima mi universidad es de corte neoclásico/neokeynesiano. No trngo a nadie para responder mis dudas puntualmente. Sobre el liberalismo, quisiera leer alguna crítica hacia su implementación o cómo ha resultado todo esto en la práctica, pues precisamente a los liberales les encanta decir que, por ejemplo, países como Singapur salieron de la miseria y se hicieron «ricos» gracias al libre mercado, y como dije, soy un novato de la economía y encima estoy entre neoclásicos.
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Eduardo Rocha
26/07/2018 at 17:17
Contesto con mucho retraso y muy breve. Es que no puedo responder todos los comentarios (más mensajes que me envían al correo), máxime cuando las respuestas demandarían desarrollos muy largos. Respondo entonces una cuestión puntual: se pueden calcular los tiempos de trabajo con el método de la integración vertical de los trabajos, utilizando una matriz de insumo producto. En la nota dedicada a la crítica de la teoría del capital de Böhm Bawerk hay una introducción sencilla. Y figura la referencia bibliográfica con la cual puede profundizar. Agrego que, como explican Cockshot y Nieto en «Ciber comunismo. Planificación económica,computadoras y democracia», desde el punto de vista técnico ese cálculo hoy se podría hacer (en una sociedad socialista), gracias al desarrollo de la computación.
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rolandoastarita
27/07/2018 at 09:08
En mi opinión, no se puede hablar de valores absolutos, de que el valor o precio de algo sea tal o cual. Es como si tratásemos de determinar el valor del dólar. Aparte que ni siquiera éste es un valor absoluto, que siempre es respecto a otras monedas u otros artículos, también ocurre que cambia constantemente. De nada me sirve a mí determinar su valor exacto en este momento, si para cuando usted lo lea ya habrá variado en varias décimas. Sería un debate eterno y a la vez efímero, porque podriamos perder el tiempo con él indefinidamente, mientras que su validez se limitaría a un momento fugaz.
En cierto modo es como determinar la presión barómetrica. De nada me sirve decir ahora: «la presión es de 1,026 bares» porque mañana, pasado, o tal vez dentro de cinco minutos, habrá cambiado. Por eso mismo de poco sirve decir: «el valor de esto es tanto». La economía es algo cambiante, todos los factores que intervienen en ella cambian con mayor o menor rapidez. En esas condiciones es inútil hablar de valores absolutos.
Ahora bien, se pueden determinar medias, pautas, patrones… Por poner un ejemplo, el barómetro varía, pero la media de presión al nivel del mar rondará siempre el bar (no el establacimiento de bebidas). Mientras que las pautas nos informan de que la presión disminuye con la altura y aumenta con la temperatura… Es decir, nos sirven y nos informan más estas pautas que buscar un valor absoluto que no existe o es efímero.
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Luciano Mendez
27/07/2018 at 04:50