Posts Tagged ‘Jorge Altamira’
Militancia y Jorge Lanata
En una nota que lleva por título “Sobre la militancia”, publicada en Clarín el 7 de febrero pasado (http://www.clarin.com/politica/militancia_0_1517848505.html), Jorge Lanata ataca a la militancia (o al militante). Su punto de partida es una definición tomada del diccionario (no dice cuál) que reza: “El militante es el que adhiere a una ideología. Su modo de obrar y pensar son militantes”. Armado de esta “definición”, JL afirma que el militante niega la realidad, tiene un comportamiento fanático y adhiere religiosamente al manual político. Para demostrarlo, habla de La Cámpora, Ricardo Foster y Cristina K, el PC y la Coca Cola, cita el Diccionario Militante y un documento del ERP de los 1970 sobre moral y proletarización y termina con Bertrand Russell. Todo esto a fin de sostener, como tesis fundamental, que el “periodista duda, el militante sostiene su fe”. En lo que sigue presento algunas reflexiones críticas.
Salarios en Ricardo y una interpretación equivocada
Un aspecto de la respuesta de Altamira y Ramal, que no analicé en mi anterior nota, se refiere a la teoría del salario que le atribuyen a David Ricardo. Escriben: “…. Ricardo sostenía que “en virtud del efecto del principio de población sobre el incremento de la humanidad, los salarios más bajos nunca continúan por mucho tiempo por encima de la tasa que la naturaleza y las costumbres demandan para el sostenimiento de los obreros” (Ricardo, Principios…). Para Marx, en cambio, el “elemento histórico o social que entra en el valor del trabajo puede dilatarse o contraerse e incluso extinguirse del todo, de tal modo que sólo quede en pie el límite físico” (énfasis mío).
Esto es, Marx consideraba el “elemento histórico y social” en la determinación del valor de la fuerza de trabajo, en tanto Ricardo pensaría, siempre según esta interpretación, que el “precio natural” del salario se igualaba con la canasta determinada por las necesidades meramente fisiológicas. Por su parte, en un artículo que lleva como título “Algo más sobre los impuestos al consumo”, en PO 1193, 8/9/11, Pablo Rieznik insiste en la idea: “El economista político clásico, David Ricardo, consideraba que el valor del salario giraba en torno de un «precio natural» fijado por el valor de las mercancías que aseguraban la subsistencia del trabajador”. Luego de referirse a la ley de bronce de los salarios de Lasalle, Rieznik agrega una larga cita de Marx en la cual critica la idea de que los salarios debieran permanecer al nivel del mínimo de subsistencia. Parece entonces que estamos ante una idea “consolidada” en el Partido Obrero, de que en Ricardo los salarios naturales están establecidos al nivel de subsistencia.
Respuesta a crítica de Altamira y Ramal
En Prensa Obrera Nº 1192, del 1/09/11, Jorge Altamira y Marcelo Ramal publicaron una nota titulada “La reivindicación contra los impuestos al consumo”, en respuesta a mi nota “El FIT y los impuestos indirectos”, publicada en este blog. La idea que expuse en esa entrada es que la estructura impositiva no determina, en una coyuntura determinada, el valor de la fuerza de trabajo. En su respuesta, Altamira y Ramal sostienen, centralmente, que el cambio de la estructura impositiva afecta a la determinación de la fuerza de trabajo si va acompañada de un programa de transición al socialismo, que incluya la apertura de los libros comerciales de las empresas y el control obrero de la producción. Mi respuesta a la crítica de Altamira y Ramal parte de afirmar que estoy de acuerdo en que un gobierno revolucionario, que aplique un programa de transición al socialismo, puede darle un sentido enteramente progresista al cambio de la estructura impositiva. Pero esto no altera el planteo que hice en la nota criticada por Altamira y Ramal. Allí afirmé que en condiciones “normales” de dominio burgués (esto es, en una situación no revolucionaria), el cambio de la estructura impositiva no modifica la tasa de explotación. Esto es, en tanto la clase obrera no pueda establecer un poder por sobre el poder de la burguesía (es la manera de establecer el control obrero), el cambio de la estructura impositiva no altera nada sustancial.
FIT, Marx y los impuestos indirectos
En los últimos días Jorge Altamira, principal candidato del FIT, planteó que el Frente levanta como consigna reivindicativa la eliminación del IVA (impuesto al valor agregado), por considerarlo una forma de elevar los salarios. El IVA sería reemplazado por impuestos directos a las plusvalías. Altamira sostuvo que la abolición de los impuestos indirectos es una demanda “natural” de un socialista. Sin embargo, no encontré hasta el momento ninguna fundamentación teórica -tratándose del FIT, se supone que debería basarse en la teoría del valor y de la plusvalía- del porqué de esta demanda. Pero las reivindicaciones que se formulan desde las organizaciones marxistas tiene que sustentarse en un análisis de las relaciones sociales subyacentes. En este respecto, tengamos en cuenta que el “buen sentido común” no siempre es un buen consejero. Por ejemplo, así como desde “lo inmediatamente evidente” parece natural elevar los salarios eliminando el IVA, también se podría sostener que los salarios (también las pensiones y seguros de desempleo, etc.) se pueden aumentar elevándolos directamente el 21% (=IVA); con lo cual se lograría, además, que los que viven de las plusvalías sigan pagando el impuesto. En términos de “sentido común”, la segunda parece una mejor opción. Pero por este camino, la discusión amenaza estancarse en el enfrentamiento entre dos “sentidos comunes”. Para evitarlo, es necesario un análisis de los impuestos basado en la teoría del valor. El punto que vamos a sostener en esta nota es que el valor de la fuerza de trabajo no depende de la estructura impositiva. Esta cuestión conecta con el hecho de que, en la teoría de Marx, así como en la de Ricardo, los salarios están dados, de manera que las ganancias son un “resto”, del que se pagan todos los impuestos.