Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Oferta y demanda y crisis de sobreproducción en Engels

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Algún lector del blog, crítico de Marx, se sorprendió de que en la nota anterior (aquí) haya puesto énfasis en la caída de la demanda y la sobreoferta del petróleo. No sin un dejo de indignación, preguntó cómo es posible que los marxistas hablen de la oferta y la demanda. Además, la oferta y demanda ¿no invalidan la ley del valor trabajo?  

 La respuesta es que no la invalidan. Más aún, y como planté en otros notas, la ley del valor trabajo se impone a través de la competencia. Y es un hecho, objetivamente registrable, que si existe la competencia, hay oscilaciones de los precios según cambios de la oferta y la demanda. Marx jamás negó algo tan evidente. Lo que sí planteó es que la oferta y la demanda no explican nada cuando se igualan. Por ejemplo, si se ofrece el producto X por $100, y se lo demanda también por $100, la oferta y la demanda no explican por qué X vale $100. O, para verlo de otra manera: si en promedio un automóvil de cierto tipo tiene un precio 500 veces superior al de una bicicleta de cierto tipo, y ambos son reproducibles mediante trabajo y capital, esa diferencia no puede explicarse por variaciones de la oferta y la demanda. Es necesario recurrir a alguna ley del valor que la explique. O para verlo de manera todavía más asequible para los adoradores de las curvas de oferta y la demanda: si los rendimientos en la producción son constantes (curva de oferta horizontal; y es un caso frecuente en la industria) ¿cómo pueden las curvas de oferta y demanda determinar el precio? Imposible. De nuevo, hay que recurrir a alguna teoría del valor que dé cuenta del precio, por fuera de las conocidas curvas.

 Oferta y demanda, sobreproducción y estancacionismo

 Lo anterior es sabido por cualquiera que esté familiarizado con El Capital. Sin embargo, existe otro aspecto del asunto, a saber, las crisis de sobreproducción (de sobreoferta generalizada) que Marx y Engels consideraban inherentes al sistema capitalista. Básicamente la idea de Marx y Engels es que los capitalistas, presionados por la competencia, tienden a aumentar la producción por encima de la demanda; llega entonces un punto en que se abarrotan los mercados; caen los precios y las ganancias, se frena la acumulación y la producción, y aumenta el desempleo. Es la crisis, seguida de la depresión; a la que luego sigue la recuperación, la expansión, y una nueva crisis.  

 El tema es que, si bien esta explicación recorre la obra de Marx y Engels, muchos marxistas la han puesto en un segundo plano. Por un lado, autores como Itoh (1987) y Bell y Cleaver (2002) admiten que esa teoría de la crisis se encuentra efectivamente en textos de Marx, pero sostienen que en su obra madura la habría reemplazado por otra explicación que pone el peso en la lucha de clases. Por otro lado, los marxistas partidarios del enfoque subconsumista afirman que el capitalismo padece una tendencia al estancamiento -debilidad crónica de la demanda, dado el bajo poder adquisitivo de las masas- y que las crisis deben explicarse a partir de este hecho fundamental. Sweezy (1976) es uno de los principales representantes de este análisis, popular en amplios sectores de la izquierda. Como veremos más abajo, la explicación de la crisis por sobreproducción, de Marx o Engels, no debería confundirse con el enfoque subconsumista.     

 A su vez, y desde un enfoque crítico de la tesis del subconsumo, muchos marxistas explican las crisis por la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Un ejemplo característico es Henry Grossmann, y su libro sobre la acumulación y el derrumbe, de 1929. Para lo que nos interesa ahora, destaco que, según Grossmann, incluso habiendo equilibrio entre la oferta y la demanda, la caída tendencial de la tasa de ganancia termina provocando la crisis y el derrumbe. La sobreproducción sería una consecuencia de la caída, pero no la causa. Shaikh (2000) siguió la misma línea de razonamiento. Mandel (1979), por su parte, explicó eventuales grandes ciclos de acumulación y recesión también por la tendencia a la caída de la tasa de ganancia. Tanto en Shaikh como en Mandel, el impulso a la sobreproducción quedó en un segundo plano. Y apoyándose en estos autores, muchos marxistas (es típico en el trotskismo) sostienen que la caída de la tasa de ganancia habría llegado a un punto en que se ha instalado, de forma permanente, el estancamiento. De nuevo, el impulso a la sobreproducción y sobreacumulación pasa a un segundo plano, o sale de la escena.

  Combinada con las anteriores explicaciones, también se ha sostenido que en el capitalismo contemporáneo los monopolios estrangulan el progreso tecnológico y controlan la producción y los precios. Puede verse, por ejemplo, Trotsky (1940) sobre monopolio y progreso tecnológico. Y Mandel (1969), sobre el control de producción, precios y ganancias por las grandes compañías. Un abordaje también imposible de cuadrar en el planteo de Marx y Engels sobre el impulso a la sobreproducción, y el carácter objetivo del mismo.

 Como no podía ser de otra manera, estas diferentes teorías sugieren programas de investigación muy diferentes. Es que si se impuso la tendencia al estancamiento, el problema a explicar es cómo puede haber períodos de crecimiento del capitalismo más o menos sostenido (para los defensores de la tesis del estancamiento crónico esta dificultad es máxima en relación al boom de 1950 a 1974). De ahí la inclinación a presentar las fases de crecimiento del capitalismo como “excepciones”; y a desconocer, o minusvalorar, los datos que contradigan la creencia establecida. Inversamente, si el capitalismo tiende a la ampliación de la producción por encima de las capacidades de absorción del mercado, el problema a explicar es por qué ese impulso desemboca en crisis periódicas y de carácter cada vez más internacional. Pienso que esta última es la problemática esencial que anida en la teoría de la crisis de Marx y Engels.

 Interludio “personal”

 Debido a que actualmente soy crítico del enfoque Grossmann – Shaikh, considero necesario decir que durante mucho tiempo adherí al mismo. Esto es, defendí que las crisis, al menos las más profundas, son el resultado de caídas de largo plazo de la tasa de ganancia. Sin embargo, la Gran Recesión de 2008-09 me obligó a revisar la tesis. Es que en los 20 o 25 años anteriores a su estallido no se registra ningún movimiento claro de baja de la tasa de rentabilidad en EEUU (aquí). Lo cual me incitó a revisar también los datos previos a la crisis de 1930. Y lo que muestran esos datos es que en los 15 años anteriores a 1929 (antes de 1915 no tenemos información confiable) no se advierte tendencia alguna a la baja de la tasa de ganancia. Por otra parte, y considerando el asunto en retrospectiva, es claro que Marx no intentó explicar las crisis de su tiempo a partir de la ley tendencial de la tasa de ganancia. Lo cual parece lógico: si la ley actúa a largo plazo ¿cómo puede dar cuenta de la recurrencia decenal de las crisis del siglo XIX?

 En definitiva, estas cuestiones que no encajaban en los esquemas con que intenté entender las causas de la Gran Recesión,  me indujeron a orientar el estudio en otra dirección. Fue por eso que hace ya años emprendí una revisión de las varias teorías marxistas sobre las crisis, así como una relectura de los textos de Marx y Engels acerca de las crisis. Y comencé a recoger evidencia empírica sobre las tendencias a la sobreproducción que se manifiestan poco antes del estallido de las crisis. Parte de esta elaboración la volqué en las varias entradas de la nota “Teoría marxista de la acumulación y crisis” (ver aquí, aquí, y subsiguientes). Sin embargo, el estallido de la actual crisis interrumpió esa exposición. Aunque también en cierto sentido la aceleró, ya que puso en primer plano la dinámica de la sobreproducción, y una cierta urgencia en tratar el tema. Por lo tanto, en lo que sigue amplío sobre la sobreproducción en la rama del petróleo, a la que me referí en la nota anterior, y presento lo esencial de la explicación de Engels de la crisis por sobreproducción. En futuras entradas presentaré más evidencia sobre la realidad de la sobreproducción, y abordaré los textos de Marx acerca de la crisis.

 La sobreproducción de petróleo es anterior a la irrupción del virus

 Efectivamente, bastante antes del estallido de la pandemia había síntomas claros de sobreproducción en el mercado del petróleo. Así, entre julio y agosto de 2019 la Agencia Internacional de Energía (AIE por sus siglas en inglés) destacaba que la oferta global del crudo había excedido, en los primeros seis meses, la demanda por unos 0,9 millones de barriles diarios. También informaba que la OPEP y Rusia habían mantenido fuera del mercado 1,2 millones de barriles diarios para no perjudicar más los precios. Lo cual aumentaba los stocks de acopio, y acentuaba la presión bajista en el precio del crudo.

 Pero había incluso algo más interesante: a pesar del contexto bajista del precio, la agencia esperaba que en 2020 la oferta por parte de los productores no OPEP se incrementara en 2,1 millones de barriles / día. Era un poco más que los 2 millones de barriles / día que se había incrementado la producción en 2019. La IEA decía también que una esperada caída de la demanda del crudo de la OPEP podría provocar una caída de la producción del grupo de 28 millones de barriles / día; el nivel más bajo desde los mínimos de 2003.

 A su vez la OPEP constataba que en 2019 los productores de estadounidenses se aprovechaban de los recortes de la producción que había hecho el cártel para elevar la producción y desplazar a Arabia Saudita como primer productor mundial. Esta creciente producción ponía más presión sobre el precio del WTI (West Texas Intermediate). Pero a su vez Arabia Saudita y Rusia presionaban por recuperar participación en el mercado, aunque preveían que la demanda no podría absorber la producción global. Todo lo cual podía llevar, preveían muchos analistas, a un colapso de los precios similar al ocurrido en 2014. 

Tengamos presente que a partir de junio de 2014 y hasta comienzos de 2016 el precio del crudo se hundió un 70%; pasó de us$ 115 en junio de 2014 a us$ 35 en febrero de 2016. Fue una caída bastante mayor que la que registraron otras materias primas, y por lo tanto no podía explicarse por la mera desaceleración de la demanda china. De hecho, el disparador de la caída de los precios fue el crecimiento de la producción en EEUU (más cambios en la política de la OPEP). Con el agravante de que la caída de los precios no impulsó la actividad económica en EEUU y China, y desaceleró las economías de los países productores. Además, se registró una fuerte caída de las inversiones petroleras. La inversión global en exploración y producción cayó de us$700.000 millones en 2014 a us$550 en 2015. A lo que se sumaron fuertes reducciones de la inversión en otros sectores. 

 Algunos hechos a destacar

 En primer lugar, la realidad de la guerra de precios. Contra lo que afirman los defensores de la tesis “los monopolios administran los precios”, las guerras de precios son una realidad. Es competencia “a muerte” entre grandes compañías, sean privadas o estatales (y los gobiernos que los apoyan).

 En segundo término, las guerras de precios pueden intensificarse aunque las ganancias estén cayendo.

 Lo cual nos lleva a una tercera cuestión: la producción también escapa del control de los capitales. Es que aquel que no produce pierde definitivamente; aunque todos sean conscientes de que no hay espacio en el mercado para todos.

 Esta dinámica la vemos en los textos de Engels que comentamos enseguida. Y se repite, con alcances cada vez más globales, en muchísimas ramas, en el capitalismo actual.

 Engels y la tendencia a la sobreproducción

 Sintetizo lo central sobre las crisis a partir de tres textos: el “Esbozo…” de 1843; el Anti-Dühring; y el Prefacio de 1884 a Miseria de la filosofía.

 Esbozo…

 En el “Esbozo de crítica de la Economía Política”, de 1843 Engels sostiene que las crisis comerciales “reaparecen con la misma regularidad que los cometas”; que “se reproducen, por término medio, cada cinco o siete años”, y provocan “mayor miseria y consecuencias más desastrosas” que las grandes pestes (p. 174). Explica que si los productores supieran cuánto necesitan los consumidores, y organizaran la producción y distribución según esas necesidades, no habría esas oscilaciones y crisis. “Pero mientras se siga produciendo como hasta aquí, de un modo inconsciente y atolondrado… seguirá habiendo crisis comerciales, cada una de las cuales será, necesariamente, más universal y, por lo tanto, más devastadora que las anteriores…”. Las mismas empujarán a la miseria a muchos pequeños capitalistas, aumentará la clase obrera y el proceso terminará provocando una revolución social (p. 175).

 Anti-Dühring

 La explicación parte de la característica esencial del capitalismo: una sociedad en la que cada cual “produce para sí con los medios de producción que casualmente tiene y para su individual necesidad de intercambiar. Ninguno de ellos sabe cuánta cantidad de su artículo está llegando al mercado, cuánta de ella se necesita y usa realmente, nadie sabe si su propio producto va a encontrar una necesidad real, si va a poder cubrir costes, y ni siquiera si va a poder vender” (268-9). Reina entonces la anarquía de la producción social. Sin embargo, por debajo existen leyes inseparables de la forma de producción que “se imponen frente al productor individual en forma de leyes constrictivas de la competencia”. Eso es, actúan “como ciegas leyes naturales de su propia forma de producción. El producto domina a los productores” (p. 269).

 Es esa constricción la que obliga a aumentar la producción a fin de sostener, o incrementar, si es posible, la participación en el mercado. “El que pierde es eliminado sin compasión. Es la lucha darwiniana por la existencia individual…” (p. 270). También: “La enorme fuerza de la expansión de la gran industria… se manifiesta ahora como una necesidad cualitativa y cuantitativa de expansión, la cual se impone a cualquier contrapresión. La contrapresión es el consumo, la salida de productos, el mercado de los productos de la gran industria”. Sin embargo, “la expansión de los mercados no puede producirse al ritmo de la expansión de la producción. La colisión es inevitable… la colisión se hace periódica” (pp. 272-3: énfasis agregado). Son las crisis de sobreproducción. Y lo ilustra con la historia del capitalismo:

 “Desde 1825… fecha en la cual estalló la primera crisis general, todo el mundo industrial y comercial, la producción y el intercambio de todos los pueblos civilizados y de sus apéndices más o menos barbáricos, salen de quicio aproximadamente cada diez años. El tráfico queda bloqueado, los mercados se saturan, los productos se almacenan tan masiva como invendiblemente, el dinero líquido se hace invisible, desaparece el crédito, se paran las fábricas, las masas trabajadoras carecen hasta de alimentos por haber producido demasiado, una bancarrota sigue a otra, y lo mismo ocurre con las ejecuciones forzosas en los bienes. Esta situación de bloqueo dura años, fuerzas productivas y productos se desperdician en masa, se destruyen, hasta que las acumuladas masas de mercancías, tras una desvalorización mayor o menor, van saliendo finalmente, y la producción y el intercambio vuelven paulatinamente a funcionar. La marcha se acelera entonces progresivamente y pasa al trote; el trote industrial se hace luego galope, y esta vuelve a culminar la carrera a rienda suelta de un completo steeple-chase [carrera de obstáculos] Industrial, comercial, crediticio y especulativo, para llegar finalmente, tras los más audaces saltos, a la fosa del nuevo crack. Y así sucesivamente. Todo eso lo hemos vivido desde 1825 cinco veces y lo estamos experimentando en este momento (1877) por sexta vez. (…) La contradicción entre producción privada y apropiación capitalista irrumpe en las crisis con gran violencia” (p. 273).

 Nótese la naturaleza interna, esto es, inherente al capital, de la crisis: “El mecanismo entero del modo de producción capitalista fracasa bajo la presión de las fuerzas productivas engendradas por él mismo” (p. 274). Es lo opuesto a las explicaciones de tipo neoclásico de las crisis, cuyas causas remiten siempre a shocks externos a la economía.

 La crítica al subconsumo en el Anti-Dühring

 Como alertamos más arriba, la explicación anterior no debe confundirse con la tesis subconsumista, que es criticada por Engels. Al respecto señala, en primer lugar, que la limitación del consumo de las masas no es nueva en la historia humana. A lo largo de la historia siempre las masas explotadas se encontraron “muy lejos de poder disponer de su producto anual para el consumo” (p. 283). De manera que si las crisis de sobreproducción se producen desde hace medio siglo, no pueden explicarse por el escaso consumo de los explotados, que tiene milenios de edad. Y agrega Engels: “El subconsumo de las masas es una condición necesaria de todas las formas de sociedad basadas en la explotación y, por lo tanto, también de la sociedad capitalista; pero solo la forma capitalista de la producción lleva ese subconsumo a elemento de una crisis. El subconsumo de las masas es, pues,  también una condición de las crisis…; pero nos informa tan poco de las causas de la actual existencia de las crisis como de las causas de su anterior inexistencia” (ibid.).

 A fin de reforzar su punto, presenta un ejemplo tomado de la vida real. En la ciudad de Oldham, dedicada a la industria algodonera, el número de husos dedicados a producir cierto tipo de hilo había pasado, en cuatro años, de 2,5 millones a 5 millones.Así, en esa sola ciudad había tantos husos de un solo tipo como los que poseía la industria algodonera en toda Alemania. Pero entonces era imposible explicar “el actual colapso de la salida del hilado de algodón y sus tejidos en Inglaterra por el subconsumo de las masas y no por la sobreproducción de los fabricantes de algodón” (p. 284).

  “Prefacio…” de 1884

 En el Prefacio a Miseria de la filosofía Engels vuelve sobre la tendencia de la producción capitalista a superar a la demanda. De nuevo encontramos el impulso a producir con el objetivo de valorizar el capital, por encima y por fuera de toda planificación y control social. “En la moderna sociedad burguesa cada capitalista industrial produce por su cuenta y riesgo: lo  que quiere, cómo quiere y cuánto quiere. Pero las necesidades sociales son para él algo ignoto, tanto con respecto a la calidad y el género de los artículos que se requieren, como en cuanto a su cantidad”. Sin embargo, bien o mal se satisfacen las necesidades, y esto ocurre por la competencia, que obliga a los precios o subir o bajar según las variaciones de las necesidades sociales.

Precisa Engels: “Solo gracias a las oscilaciones de la competencia, y por lo mismo, de los precios de las mercancías, se abre paso la ley del valor de la producción mercantil y se transforma en una realidad la determinación del valor de la mercancía por el tiempo de trabajo socialmente indispensable” (p. 15; énfasis agregado). Poco después enfatiza que “la competencia pone en acción la ley del valor” Y señala el carácter anárquico de la producción capitalista: “Solo la desvalorización o el encarecimiento excesivo de los productos muestran de modo tangible a los diferentes productores qué y cuánto se necesita para la sociedad y qué no se necesita. (…) Cuando la producción mercantil alcanza las dimensiones del mercado mundial, la correspondencia entre la producción… y el mercado… se establece por medio de la crisis comercial” (p. 16; énfasis añadido).

 Textos citados:
Bell, P. y H. Cleaver (2002): “Marx’s Theory of Crisis as a Theory of Class Struggle”, The Commoner, Autumn, https://www.researchgate.net/publication/246771683_Marx’s_crisis_theory_as_a_theory_of_class_struggle/link/53d1b6dd0cf220632f3c496b/download
Engels, F. (1968): Anti – Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring, México, Grijalbo.
Engels, F. (1981a): “Esbozo de crítica de la Economía Política”, Escritos de juventud, pp. 160 – 184, México, FCE.
Engels, F. (1981b): “Prefacio a la primera edición alemana” de Miseria de la filosofía, Moscú, Progreso.
Grossmann, H. (1984): La ley de la acumulación y del derrumbe del sistema capitalista, México, Siglo XXI.
Itoh, M. (1987): La crise mondiale. Théorie et pratique, Paris, Etudes et Documentation Internationales.
Mandel, E. (1969): Tratado de economía marxista, México, Era.
Mandel, E. (1979): El capitalismo tardío, México, Era.
Shaikh, A. (2000): Valor, acumulación y crisis, Bogotá.
Sweezy, P. (1976): Teoría del desarrollo capitalista, México, FCE.
Trotsky, L. (1940): El pensamiento vivo de Karl Marx, Buenos Aires, Losada. 

Descargar el documento: varios formatos siguiendo el link, opción Archivo/Descargar Como: Oferta y demanda y crisis de sobreproducción en Engels

Written by rolandoastarita

26/04/2020 a 17:25

28 respuestas

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  1. muy bueno para aclarar dudas

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  2. excelente artículo, muy claro

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    santiago

    26/04/2020 at 19:45

  3. Hola se podría decir que la primer crisis de sobreproduccion en el capitalismo de Europa Occidental en varios países (tipicamente los mas desarrollados Gran Bretaña, Francia, Prusia, se lo podria incluir a USA?etc) fue en 1825?

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    Leandro

    26/04/2020 at 21:51

    • La crisis de 1825 no tuvo tal alcance internacional. Posiblemente la primera crisis verdaderamente internacional fue la de 1873.

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      rolandoastarita

      28/04/2020 at 10:42

    • En otro comentario dije que la primera crisis de alcance mundial fue la de 1873. Me quedé pensando en el asunto, y creo que no fue una respuesta correcta. De hecho, ya la crisis de 1847 golpeó en Inglaterra, pero tuvo ciertas repercusiones mundiales. Por ejemplo, hubo sobreproducción con destino a China, lo que provocó también quiebras. Y la crisis de 1857 tuvo decididamente carácter internacional: empezó con la quiebra de un banco en Nueva York, golpeó en Inglaterra, luego en Hamburgo, en Italia, y se extendió a China, Australia e India. La de 1873 tuvo de todas maneras un carácter posiblemente más mundial.

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      rolandoastarita

      29/04/2020 at 17:08

    • Repite, palabras más o menos, lo que dicen los defensores de las teorías subjetivas del valor. Y critica la teoría del valor trabajo con argumentos muy malos. Doy solo un ejemplo. Escribe:

      «Las teorías subjetivas reconocen que un objeto (bien o servicio) puede serle más útil a una persona que a otra a la hora de satisfacer sus necesidades. Y eso contrasta con las teorías objetivas del valor que aseguran que las cosas tienen un valor intrínseco y que se puede obtener de éstas, por tanto, un valor objetivamente correcto independientemente de lo que piense un individuo, de sus juicios de valor, necesidades, deseos, etc., si analizamos la cantidad de trabajo que se ha empleado en la producción de ese objeto»

      ¿Dónde ha negado la teoría del valor trabajo que un objeto puede ser más útil a una persona que a otra? ¿Cómo se puede usar esto para atacar la teoría de Marx? ¿Alguien puede citar algún pasaje de TODA la obra de Marx en el que este afirme que para todos los individuos una mercancía tiene el mismo valor de uso? ¿Esto es todo lo que se le ocurre para refutar a Marx? Halba de ciencia. ¿Es ciencia inventar cosas para «refutar» al oponente?

      Luego dice que, según la teoría objetiva del valor (o sea, la teoría de Marx) «las cosas tienen un valor intrínseco» Intrínseco significa «que es propio o característico de la cosa y no depende de las circunstancias». ¿Alguien me puede informar dónde Marx dijo semejante disparate? ¿Cómo se puede hablar del valor de la mercancía X al margen de «circunstancias» como el mercado, la división del trabajo, la tecnología promedio, el medio para expresar el valor? ¿Cómo se le iba a ocurrir a Marx sostener que el valor de X es propio de X, y no depende «de las circunstancias»?

      En fin, el sujeto suena como un charlatán hecho y derecho. He criticado las teorías subjetivas del valor, y respondido sus argumentos contra la teoría del valor trabajo en muchas notas del blog.

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      rolandoastarita

      27/04/2020 at 14:40

    • Escribí mucho sobre este asunto (poner en el buscador del blog y salen las notas).

      No veo que Sebastián Hernández Solorza y Alan Deytha Mon hayan podido responder algo con un mínimo de coherencia. No hay forma de demostrar que, según Marx (o según la teoría del valor de Marx) la plusvalía extraordinaria es generada por fuera del trabajo que aplica una tecnología superior a la tecnología modal. Marx lo plantea en el capítulo X del tomo 1 de El Capital, pero también en muchos otros pasajes. No se puede entender, por caso, la renta diferencial de la tierra si no se entiende qué es trabajo potenciado. Si en una industria el TTSN para producir X oscila en las 10 horas, una empresa que emplee 100 horas para producir X no genera 10 veces más de valor que el resto de las empresas.

      Sebastián Hernández Solorza y Alan Deytha Mon, sin embargo, afirman ese disparate. Lo mismo dicen aquí en Argentina algunos marxistas que pretenden que la renta diferencial de la tierra es plusvalía generada en el sector industrial y apropiada por poder de monopolio por el terrateniente. Discutí esto extensamente. Incluso hace poco volví sobre el asunto, demostrando que el valor es una categoría social (en respuesta a una carta que me envió un defensor de la tesis a lo Sebastián Hernández Solorza y Alan Deytha Mon.

      Pero no hay caso. Siguen con la cantinela: si A tarda 100.000 horas en fabricar un automóvil a mano, según esta gente, A habrá generado 100.000 horas de valor que se apropiará vaya a saber quién. Y esto será así aunque en el promedio de la industria se empleen 5000 horas. Es un disparate de proporciones, y que lo han mantenido contra viento y marea.

      Por lo cual finalmente llegué a la conclusión de que detrás de la defensa del disparate hay razones políticas. Esto es, la teoría les importa un rábano. Lo único que les importa es defender el dogma que han establecido. Y no es casual. No era consciente al principio, pero ahora me doy cuenta de que toqué un nervio muy profundo del «nacional marxismo»: la noción de trabajo potenciado de Marx y el rol del adelanto tecnológico les tira abajo la tesis del intercambio desigual (tema caro a los nacionalistas más o menos de izquierda).

      De todas maneras, si ves algún argumento que no he respondido, pediría que me lo digas y lo analizo.

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      rolandoastarita

      27/04/2020 at 22:08

  4. Rolo, gracias por compartir esta nota.

    Es interesante como en la época de Marx y Engels la des-coordinación de la producción se presentaba como un problema de desconocimiento de cuanto se iba a demandar y cuanto se iba a ofertar, y hoy incluso con todo lo que se avanzó en ciencia de datos la descoordinación de la producción siga existiendo. Es como que el capitalista no puede ir para atrás, ya tiene los costos hundidos de la inversión hecha y tiene que bajar los precios y producir de más si quiere subsistir y no ser devorado por la competencia…Por más calculos econometricos de oferta y demanda, por más sofisticación que le pongan a las ecuaciones, sino hay incentivos para coordinar la producción parecería que la sobreproducción no tiene solución.
    Incluso, en otros mercados como hotelería y transporte donde aparecen intentos de formas alternativas de generar oferta a partir de recursos existentes como con uber y empresas tipo airbnb, en realidad terminan incrementando la oferta sobre el sector y presionando a los capitales.

    pd. hay un typo en «us$700.000 millones en 2014 a us$550 en 2015»

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    Juan

    27/04/2020 at 10:30

    • Existe en todo esto otro aspecto que en algún momento voy a desarrollar. Es acerca de la afirmación de Mises, o Hayek, de que el mercado es imprescindible porque los precios dan información, también imprescindible para el buen funcionamiento de la economía… de mercado.

      Pues bien, aparte de que ningún precio brinda tal plenitud de información (¿en qué precio del cigarrillo está la información de que el cigarrillo provoca cáncer?), también existe la posibilidad de que el precio brinde información sin que la misma revierta un curso hacia la crisis. Sucede una y otra vez: en medio de las guerras competitivas, las empresas advierten que los precios están bajando, que en el mercado no hay espacio para todos, y sin embargo siguen invirtiendo para no perder la carrera competitiva. Ya en la crisis inglesa de 1847 Marx registra este hecho en los ferrocarriles y la industria textil (también estudios históricos posteriores sobre esa crisis). Y se repite una y otra vez. Un escenario muy alejado del escenario tipo Walras de ajustes continuos y armoniosos entre oferta y demanda.

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      rolandoastarita

      27/04/2020 at 14:49

    • Tal cual Rolo. El precio esta pero el comporamiento del capitalista no se guia por esa lógica formarl. Si el precio baja los capitalistas tienen modificar su organización de la producción para bajar precios, o innovar o vender su activo aceptando una perdida del valor. Me gustaría leer después como explican el desarrollo técnico esas escuelas walrasianas o neoclásicas sino aceptan estas contradicciones propias del capitalismo.

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      juan

      27/04/2020 at 17:54

  5. Buenas tardes Le envío un articulo de un miembro del Consejo superior de investigaciones científicas (CSIC) sobre el tema de precio negativo del petróleo. saludos

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    utopiasigloxxi

    27/04/2020 at 12:42

  6. Reseña Capitalismo progresista. La respuesta a la era del malestar, Joseph Stiglitz
    https://www.laizquierdadiario.com/La-ilusion-del-capitalismo-progresista-resena-sobre-el-ultimo-libro-de-Joseph-Stiglitz

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    Nico

    28/04/2020 at 15:49

  7. Sabemos que la sobreproducción generalizada de mercancías genera las crisis cíclicas de sistema capitalista, pero qué causa la sobreproducción en el sistema capitalista?

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    • Lo dice Engels en los pasajes que cito en la nota. También Marx en numerosos textos: cada capitalista, empujado por la competencia, tiende a aumentar la producción para ganar mercados, abaratar costos, o incluso para sostenerse en la guerra contra otros capitales. Desde ese punto de vista, el límite a la producción son las fuerzas productivas disponibles. Por otro lado esa producción debe venderse, los valores deben realizarse en el mercado a través de la venta. De ahí el conflicto irresoluble, que desemboca en sobreproducción, sobreinversión, caída de precios y las ganancias, y las crisis. Voy a volver sobre estas cuestiones en próximas entradas, tanto para presentar el enfoque de Marx (que veremos, es prácticamente idéntico a lo que explica Engels en el Anti-Dühring), como para presentar evidencia empírica.

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      rolandoastarita

      29/04/2020 at 10:54

  8. Hola Rolando. Te quería comentar si alguna vez usaste la teoría de juegos para formalizar estos planteos microeconómicos, sobretodo para escribir claramente las opciones estratégicas, dar cuenta de la incertidumbre y de falta de información, cuantificar riesgos. En lo relacionado por ejemplo a la conducta empresaria de producir más y competir, aunque esté el riesgo de la sobreproducción.
    Te comparto el comentario ya que originalmente era un poco desconfiado de la teoría de juegos ya que se usa en general en programas de estudios neoclásicos. Pero interiorizandome un poco me parece que es sobre útil por la claridad de plantear multiples opciones y los criterios que se pueden usar para decidir. Lo que sí ocurre es que los economistas desarrollan mucho más las conductas maximizadores de ganancia (principalmente pero no sólo, competitivas) de las empresas y no van a plantear la decisión de un obrero de participar o no de una huelga, o de ser carnero, ya que les interesa borrar las cuestiones clasistas. Gracias.

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    Lautaro

    29/04/2020 at 19:30

  9. Rolo,
    Disculpame. Te hago una consulta. Recomendas alguna bibliografia para tener un pantallazo histórico de estas crisis en Europa y la del 29 en Estados Unidos? (que no sean los Hobsbown…)
    Gracias

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    juan

    30/04/2020 at 00:41

  10. Profesor, le hago una pregunta. Engels dice que al sobrevenir la crisis de sobreproducción, y la depresión «(…) las acumuladas masas de mercancías, tras una desvalorización mayor o menor, van saliendo finalmente, y la producción y el intercambio vuelven paulatinamente a funcionar». Cómo es el proceso por el cual «van saliendo paulatinamente», es decir qué factores intervienen en, (o qué produce) la reactivación económica?

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    Adrián

    30/04/2020 at 10:17

  11. Hola Rolando y participantes en el debate.

    En línea con lo que planteas en esas notas:

    “Estoy trabajando en una nota en la que trato la tendencia, en el capitalismo, a la sobreproducción. Un aspecto que hoy me doy cuenta ha sido central en la explicación de Marx y Engels de las crisis (y pienso que tiene amplia verificación empírica), pero ha sido relativamente dejada de lado por los marxistas (me incluyo, y en este respecto, soy autocrítico con respecto a pasados escritos).
    Esta tendencia a la sobreproducción se relaciona con la competencia entre los capitales. Competencia que se expresa en algo que no he subrayado lo suficiente cuando critiqué las tesis sobre el dominio del monopolio (hay muchas notas en el blog). En esas notas puse mucho énfasis en la imposibilidad de manejar los precios (y por lo tanto las ganancias) a voluntad. Pero tenía que haber dicho con similar énfasis que las grandes corporaciones tampoco pueden controlar a voluntad la producción. Un problema que enlaza orgánicamente con las guerras de precios, la lucha por los mercados y a la postre la caída de las ganancias y las crisis de sobreproducción.”

    y también:
    “…en el enfoque que defiendo, no hubo estancamiento crónico en los últimos 100 o 120 años; tampoco desde 1975 […] Por el contrario, pienso que hubo un importante desarrollo de las fuerzas productivas, y con ello del mercado mundial (el crecimiento del mercado mundial solo se entiende como expresión de ese desarrollo). Y este mismo desarrollo de las fuerzas productivas explica por qué hubo crisis de sobreproducción, que tuvieron alcances mundiales.”

    En ese enfoque, comparto textos que incluyen abundantes datos y explicaciones, publicados por participantes en el foro https://inter-rev.foroactivo.com/

    > “Crítica de las teorías de la decadencia del capitalismo. Proceso de maduración del capitalismo, necesidades y posiciones revolucionarias.”
    https://edicionesinterrev.wordpress.com/2017/01/10/critica-de-las-teorias-de-la-decadencia-del-capitalismo-proceso-de-maduracion-del-capitalismo-necesidades-y-posiciones-revolucionarias/

    > “Dónde nos encontramos en la historia del capitalismo. Hacia la decadencia del capitalismo, pero aún no en ella”
    https://edicionesinterrev.wordpress.com/2018/09/11/231/

    > “Brechas abiertas. Ilusiones y errores en la teoría comunista que se oponen y corrompen a la propia teoría comunista”
    https://edicionesinterrev.wordpress.com/2015/06/10/libro-brechas-abiertas-ilusiones-y-errores-en-la-teoria-comunista-que-se-oponen-y-corrompen-a-la-propia-teoria-comunista/

    Asimismo también en ese enfoque la próxima publicación del libro (+ de 500 págs., datos…)

    “Teorías del derrumbe del capitalismo. Ilusiones de derrumbe y derrumbe de ilusiones”
    salud.

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    karlos lópez

    03/05/2020 at 13:20

  12. Saludo profesor astarita con el respeto de sienpre

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    Miguel angel

    06/05/2020 at 12:24

  13. Da gusto leerle Rolando, este es el tipo de debate que necesitamos

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    Pakito de Cuenca

    13/05/2020 at 09:59

  14. Buenas señor Astarita, en este profundo artículo se le hace una crítica a Michael Roberts (sobre todo punto 2 y 3), el padre y defensor de la Tasa de Ganancia, pero se dice finalmente que «el carácter periódico de estas crisis no ha impedido la tendencia a la baja de la tasa de ganancia a largo plazo».
    https://vientosur.info/spip.php?article15872

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    Dazer

    14/05/2020 at 14:31

    • Tendría que leerlo y ahora estoy con mucho trabajo. De todas maneras, no veo que exista mucha prueba empírica de que la tasa de ganancia baja desde hace, digamos, 100 años. Por otra parte, pienso que las crisis periódicas no se pueden explicar por una tendencia a largo plazo a la caída de la tasa de ganancia. Por ejemplo, en la década o década y media que precede a la crisis del 30, no se advierte una caída de la t. de g. en EEUU. Lo mismo puede decirse de la crisis de 2008-9. Desde 1984 a 2007 no veo una tendencia a la caída. Cuando termine unos trabajos que tengo entre manos voy a volver a las crisis de sobreproducción. Pienso que es la teoría de las crisis que mejor explica el porqué de las crisis periódicas. Es también la explicación más recurrente en la obra de Marx (también de Engels, como mostré en una nota anterior).

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      rolandoastarita

      14/05/2020 at 15:28

    • Entre 1984 y 2007 un factor extraordinario que pudo «equilibrar» la caída de la tasa fue la incorporación ya en en su totalidad de la mano de obra de los países «socialistas».

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      Dazer

      15/05/2020 at 04:02

  15. Hola Rolando, un gusto!

    Soy un principiante en el estudio de las obras de Marx y hace relativamente poco tiempo estoy comparando sus tesis principales con la escuela Austriaca. Una de las que mas me genera curiosidad y preguntas es la relacionada con los ciclos economicos y la explicacion y causa que atribuen los Austriacos a las crisis capitalistas ( 1929-2008- actual¿? ). Simplificando en extremo se podria decir que se identifica en el aumento de la oferta monetaria y a los Bancos Centrales como la causa de la crisis y las burbujas financieras.

    En èste link( https://mises.org/wire/money-creation-not-low-interest-rates-behind-boom-bust-cycle?utm_source=Mises+Institute+Subscriptions&utm_campaign=7781636caf-EMAIL_CAMPAIGN_9_21_2018_9_59_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_8b52b2e1c0-7781636caf-228825908 )se hace referencia a la cuestion y en donde pregunto en varias oportunidades cual es el motivo por el cual los gobiernos y bancos centrales aumentan la base monetaria

    Las respuestas apuntan a malas decisiones gubernamentales, es decir (y segun mi propia interpretacion del articulo y las respuestas) la variable podria entenderse como subjetiva y externa al sistema capitalista

    La explicacion a la crisis del petroleo actual(la pandemia hace de catalizador ya que la crisis es previa a ella) se identificaria en un exceso de credito destinado a «malas» inversiones petroleras a partir de informacion de mercado erronea y el exceso de oferta en consecuencia.

    CUal es su opinion con respecto a èsta explicacion que dan los Austriacos? Y a su opinion, cual es el rol de los bancos centrales en la economia capitalista? Es posible su eliminacion en la etapa actual?
    Un saludo y excelente blog de formacion

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    Ariel Mourlaas

    25/05/2020 at 21:52

    • No puedo tratar la teoría del ciclo de los austriacos (más específicamente, la de Hayek) en un «comentario». Es una nota que tengo pendiente desde hace rato. El planteo de Hayek es interesante en el sentido que es crítico de la teoría cuantitativa. En su enfoque, el aumento de la cantidad de dinero afecta la tasa de interés, los precios relativos y provoca cambios en la estructura de la producción, que terminan generando el ciclo. En esta explicación todo el peso está en la tasa de interés, que gobierna la acumulación. La base del planteo, desde el punto de vista teórico, es la concepción de capital de la escuela austriaca. Escribí sobre este último aspecto, e hice algún comentario sobre la teoría del ciclo, en la crítica a la noción de capital de Böhm Bawerk (aquí).

      Algunas personas piensan que la teoría de la crisis de Marx se asemeja a la de Hayek. En realidad, nada que ver. Es imposible sostener que Hayek se ha inspirado en la teoría de Marx. En este respecto, ahora solo señalo que en Marx la tasa de interés no gobierna el ciclo. Sí es pro-cíclica, y el crédito profundiza, en determinado momento, la tendencia a la sobreproducción y sobreacumulación. Pero no es lo que determina el ciclo.

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      rolandoastarita

      26/05/2020 at 09:38

    • Siempre me parecio que la tasa de interes «de mercado» en la escuela austriaca es imposible de determinar. En la crisis del 29 la crisis deberia estar explicada por las bajas tasas de interes pero sin embargo y en una economía con patrón oro se mantenian en niveles de 1914 o incluso mas altas . https://fraser.stlouisfed.org/files/docs/publications/frbslreview/pages/1965-1969/62472_1965-1969.pdf.
      La recuperacion de la crisis se da con la baja de salarios nominales la baja de tasas, la salida del patron oro y la devaluacion del dolar.

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      Marcos Somoza

      26/05/2020 at 13:48


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