Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

La tradición socialista, ¿es “basura”?

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En la nota anterior (aquí) presenté la posición de Engels ante un sonado caso de corrupción burguesa en Francia, vinculado a la construcción de un canal en Panamá. Ahí mostré cómo Engels recomendaba a los socialistas aprovechar el affaire para denunciar al régimen burgués, sin detenerse a diferenciar entre “corruptos progresistas” y “corruptos retrógrados o derechistas”. Los socialistas, decía Engels, debían denunciar a la república burguesa como “una república de hombres de negocios”, sin dejar espacio para compromisos con las fracciones de coimeros y encubridores. Y sostuve que este criterio es extensible a Argentina 2018.

Pues bien, en la sección Comentarios del blog esta postura fue criticada con el argumento de que las denuncias de la corrupción K son funcionales al imperialismo estadounidense (textualmente, al poder soft que promueve el partido Demócrata). En el mismo sentido, mi crítico también dijo que hay que hablar del Lava Jato brasileño; de la corrupción en Arabia Saudita; y de China, no de la corrupción local. Un argumento que va en línea con otras ideas brillantes que circulan por estos días: “Es todo un show”; “está armado por la embajada de EEUU”; “es funcional al neoliberalismo”; “son solo fotocopias”; “los que denuncian son agentes de los servicios”; “están vinculados a los milicos genocidas” (pero no a Milani).

Por supuesto, en todo esto subyace la idea de que, de alguna manera, la fracción nacionalista burguesa, o nacionalista pequeño burguesa, es progresiva, para la clase obrera y el pueblo, frente a la fracción “neoliberal” de Cambiemos (sobre este aspecto, véase aquí). Lo cual explica la coincidencia de discursos, frente a la corrupción K, entre kirchneristas e izquierdistas. Por eso también, dirigentes de la izquierda se cuidan, cuando van a los medios, de criticar a los defensores de la corrupción K. El resultado es una suerte de “unidad de acción” (¿anti-imperialista? ¿anti-neoliberalismo?) de la izquierda “radical” con el nacionalismo burgués.

Sin embargo, el lector del blog agrega otro argumento. Dice que buena parte de la tradición socialista de Marx y Engels es “basura”. La observación es reveladora, porque demuestra que los nacionalistas no aguantan la tradición crítica, internacionalista, subversiva del socialismo. En consecuencia, tienen que taparla con montañas de… basura. Y no es la primera vez que registro esta molestia con “las tradiciones”. Durante la última campaña electoral, cuando escribí que la desocupación no puede eliminarse en tanto exista el capitalismo, y que esta era una de las ideas centrales de El Capital, una lectora se quejó porque la teoría de Marx le parecía un estorbo para “hacer política”. Ahora, sin embargo, se da un paso más y se afirma que la crítica del marxismo a la política burguesa, evidenciada en uno de sus aspectos más revulsivos, la corrupción, es “basura”.

Por supuesto, no se trata de un error, de un lapsus. Es que la conciliación con las fracciones “progres” de la clase dominante demanda ese discurso. Por eso, no les basta con haber convertido a El Capital en un texto “para los días de fiesta”. Tienen que ir “a por todo”. No debe quedar piedra sobre piedra de las tradiciones del socialismo científico. Y en particular, tienen que borrar todo lo que huela a crítica del nacionalismo. Por eso, naturalmente, para esta gente la tradición socialista está llena de “basura”. Mi postura, como lo he expresado a lo largo de las notas del blog, es la opuesta. Trato de rescatar esa tradición socialista, a la que considero válida. Nunca mejor sintetizadas las posiciones que nos dividen en la izquierda.


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La tradición socialista, ¿es “basura”?

Written by rolandoastarita

09/08/2018 a 11:21

23 respuestas

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  1. El PTS es el claro ejemplo de este discurso. Miriam Bregman, en un tweet, remarcó que la condena a prisión a Boudou sentaba un antecedente por el cual Cambiemos podría iniciar una ofensiva judicial contra la Clase Obrera y sus representantes parlamentarios. El PTS ya ni siquiera disimula su seguidismo al Kirchnerismo. El PO e IS tratan de disimular aunque sea, no andan diciendole «compañero» a un burgués como Kicillof, pero tampoco se demarcan en la praxis política.
    En fin, son los vicios del Programa de Transición

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    Angel V

    09/08/2018 at 11:50

    • Miryam hablo de violación de garantías penales y q esa práctica podía afectar a trabajadores. Le contesté q no conocía ningún trabajador en planes de robarse la casa de la moneda. Muy bueno sur artículo Rolando una vez más aportando claridad.

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      rperezorue

      09/08/2018 at 15:28

    • Es increíble cómo defienden a los corruptos (y a los encubridores de los corruptos) en nombre de la defensa de la clase obrera. Da náuseas.

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      rolandoastarita

      09/08/2018 at 17:14

    • Como si la justicia burguesa no se pasara las garantías penales por el culo. Hace falta recordar al fiscal diciendo «golpear a alguien con una capucha puesta, no es tortura» refiriéndose al modo que la policía obtuvo la «confesión» en el caso de la causa armada contra los petroleros de Las Heras?

      Es lo mismo que ahora hacen los k hablando de presos politicos y gatillo facil, y no miraron las denuncias de CORREPI durante 12 años

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      Sergio

      12/08/2018 at 22:28

  2. nuevamente rolando poniendo las cosas en su lugar Esta suerte de mix entre nacionalismo, francisquismo, seduccion por los movimientos sociales ,cuyo horizonte es entrar a la CGT, apoyo a cualquier dictadorzuelo que oprime a su pueblo pero insulta a EEUU, , desprecio por cualquier forma democratica , acepar la corrupcion como necesaria para hacer politica y otras cosas mas ubica a nuestra izquierda realmente existente en un lugar lamentable y genetra la necesidad de una refundacion de una izquierda que recupere las tradicines y ensenanzad de los maestros del marxismo y sea capaz de criticar a los engendros que hoy tenemos y que dan verguenza ademas de ser funcionales a la derecha que los exhibe como lo que son :una caricatura de cualquier proceso de cambio real no capitalista

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    alberto

    09/08/2018 at 12:04

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    alejandro teitelbaum

    09/08/2018 at 12:26

  4. Creo, sin embargo, que hay un sesgo judicial (por aprietes políticos y mediáticos) a condenar a la corrupción K, pero no tanto a la M. La izquierda debe tomar nota de esto.

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    Matias

    09/08/2018 at 12:47

  5. Hola Rolando. Nada relacionado con esta entrada, pero podrías escribir algo sobre trabajo simple y trabajo complejo y su despliegue hoy en día?

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    BoyBlue

    09/08/2018 at 19:00

  6. Creo que el lector y la lectora que lean mis comentarios en el post anterior y lo que dice Rolando en este nuevo post no tendrán dificultades en ver los amplios márgenes interpretativos que el autor del Blog se tomó. Lo que me causa cierta gracia es que para sostener su defensa de la «crítica de la corrupción», tiene que apuntarme como un defensor del nacionalismo.
    Yo, por el contrario, considero la crítica de la corrupción mucho más nacionalista y republicana que un análisis sobrio sobre el rol de la corrupción en el capitalismo contemporáneo – y en el ámbito político, el rol del combate a la corrupción en las maniobras políticas.
    En primer lugar, transformaste «las tradiciones socialistas» del último post, donde sí hay mucha basura [qué son hoy los PS, la social-democracia, los continuadores del comintern, buena parte de los partidos trotskistas, etc?], en «la tradición socialista» de este post (como si existiera sólo una – me imagino que la única correta según el autor)
    En segundo lugar, nunca dije que «hay que hablar de la Lava Jato, de Arabia Saudita, etc». El «hay que hablar de…» es el típico discurso hueco de la militancia cuando no tiene qué decir; de mi parte, simplemente ofreci los casos de Brasil, Arabia Saudita y China como ejemplos de una práctica imperialista que excede el «anti-imperialismo» setentista. Pero me parece que estos casos no te interesan pues no ayudan a agitar consignas socialistas anti-corrupción.
    Por fin, si de análisis y crítica marxista se trata, es bastante óbvio que criticar a los capitalistas por «coimeros y encubridores» pasa muy lejos de aclarar cualquier cosa. Es más, tiene como resultado más probable encausar parte de la clase trabajadora para los brazos del fascismo, el verdadero movimiento de masas capaz de devolver la nación a sus cabales y proteger a la población contra la clase de los políticos sanguijuelas. La «nación en cólera», como define el neo-fascista francés Maurice Bardèche, contra los corruptos. ¿Existirá hoy un otro tema tan capaz de unificar trabajadores y burgueses bajo una única bandera?

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    lucas

    09/08/2018 at 19:20

    • Además de ratificar lo que dije en la nota, agrego que traté la relación entre corrupción y capitalismo aquí, aquí. También sobre la posición de Marx ante la corrupción, aquí.

      Eso es, reivindico la tradición marxista de crítica a la corrupción burguesa contra aquellos que la descalifican como «basura». Por supuesto, existe un hilo de continuidad entre esa tradición y la crítica que pido a todas las pandillas criollas de corruptos y encubridores de corruptos. Y hay otro hilo de continuidad entre los que dicen que la denuncia de la corrupción «nac & pop» es funcional al «soft power imperialista»; que hay que discutir sobre Arabia Saudita y China antes que sobre la corrupción en Argentina; y que las críticas de Engels de la corrupción es tradición socialista «basura».

      Agrego ahora: tampoco es casual la coincidencia con los PC (y ramificaciones tipo Sabbatella) en la defensa de la corrupción «nac & pop» apelando a razonamientos nacionalistas. Que es el mismo tipo de razonamiento que encontramos en el progresismo izquierdista y socialdemócrata más o menos tercermundista.

      Por último, es muy significativo el argumento de «no hay que criticar la corrupción porque es hacerle el juego a los neo-fascistas». Con esa excusa ahora se nos dice que no hay que criticar y denunciar a los corruptos bajo ninguna circunstancia, sean «nac & pop» o «neoliberales», porque en cualquier caso se favorecerá la propaganda «neo-fascista». Con el mismo argumento, los trabajadores no deberían denunciar a un dirigente gremial corrupto porque «los neo-fascistas pueden utilizar la crítica para atacar a los sindicatos». Así, con el cuento del «anti-imperialismo» o «el peligro fascista», el socialismo tiene que guardarse de criticar la podrida política burguesa. Es el clásico argumento de los PC: siempre ahogaron la crítica revolucionaria agitando el «peligro de la derecha». Considero, por supuesto, que esta es una postura sencillamente reaccionaria. En cualquier caso, comprendo la irritación que debe provocar la tradición socialista «a lo Engels». No asombra que se la trate de «basura».

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      rolandoastarita

      09/08/2018 at 23:25

    • Agregado: a veces siento que nos toman por imbéciles. Un ex jefe de gabinete diciendo que recibía bolsos de dinero «por izquierda» en la misma Casa Rosada. Altos ejecutivos de las más importantes corporaciones admitiendo que entregaban los bolsos a altos funcionarios. Tipos contando millones de dólares en una financiera curiosamente llamada «la Rosadita» y dirigentes K diciendo «es solo gente contando plata». Y así podríamos seguir con la lista.

      Sin embargo, el culto progre izquierdista nos dice que hay que hablar de Arabia Saudita y del «soft power» del partido Demócrata de EEUU. Y que poner el acento en la cloaca burguesa de la corrupción «es hacerle el juego a la ultraderecha neofascista». Repito, ¿nos vieron cara de imbéciles? ¿Nos están cargando?

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      rolandoastarita

      10/08/2018 at 08:31

    • La constancia es un valor, pero seguir insistiendo que mis argumentos son «del PC», que digo que «hay que hablar de», hacen de la constancia un vicio.
      Lo del fascismo no es la escusa de «no provocar a la derecha». Lo cierto es que la mayoría de la militancia de izquierda conoce muy poco sobre el fascismo, son muchos incluso acá en Argentina que piensan ser «demasiado» decir que el peronismo fue un tipo de fascismo. Bueno, uno de los rasgos fundamentales de un movimiento fascista es la combinación e intercambio de planteos y estrategias políticas de la izquierda y de la derecha. Una derecha que comanda un movimiento de masas por justicia social, una izquierda nacionalista y vinculada al Vaticano, son elementos fundamentales de un tal movimiento (aunque en Argentina son hoy más los restos de un verdadero movimiento fascista del pasado, que un movimiento nuevo en formación). Uno de los principales ejemplos es el gran flujo de militantes entre los partidos Comunista y Nazista luego antes del ascenso de Hitler al poder.
      Pero no se puede exigir de Engels algo que él no conocía y no vivió para ver. La crítica a la corrupción en el capitalismo es puramente moral. Un gobierno que gasta poco en educación por corrupción es un escándalo. Pero si lo hace porque así lo había planteado en su programa, bueno, eso es normal…
      Y es obvio que eso nada tiene que ver con la corrupción en un sindicato. O acaso Rolando piensa que la manera adecuada para lidiar con un tal dirigente corrupto es llamando a la justicia y pidiendo por favor para que la policía entregue el sindicato a las agrupaciones combativas y revolucionarias?
      Si le toca a la justicia burguesa «limpiar» a los corruptos burgueses, claramente se trata ahi de una pelea intra-burguesa, pelea en la cual Rolando quiere tomar parte, me imagino que por considerar que una de las partes es más pulcra que la otra. ¿Pide que la justicia resuelva de manera imparcial?. Qué desenlace revolucionario puede salir de eso? Que las masas de trabajadores se levanten contra los corruptos… y en vez de poner otros políticos burgueses y gestoriales – estos sí honestos – en el poder, lo toman para si, así, medio sin querer?

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      lucas

      10/08/2018 at 13:13

    • Por lo visto, hay que apelar a cualquier tipo de argumento para lavarle la cara a la corrupción «nac & Pop». Primero sugirió que hay que hablar de Arabia Saudita y no de Argentina. Y que denunciar la corrupción era nada menos que favorecer al «soft power imperialista». Después, que denunciar la corrupción es hacerle el juego a la ultra derecha neo-fascista. Ahora que implica embellecer al «capitalismo honesto». Con lo cual ahora se comprende por qué el defensor de la corrupación «anti-imperialista» decía que la intervención de Engels en relación al escándalo Panamá era «basura»: Engels estaba defendiendo a la parte «pulcra» del capitalismo francés.

      Más en general, es el argumento de buena parte de la militancia K, que trata de salvar a los jefes del escándalo. «Esta justicia burguesa no tiene derecho a juzgar a nadie». ¿Por qué no se le habrá ocurrido a Engels? ¿Y qué tal si aplican el criterio al juicio a Pedrazza? ¿O a los juicios a los milicos genocidas?

      En fin, la inventiva es infinita con tal de salvar las responsabilidades del nacionalismo burgués criollo. Por todos los medios hay que evitar decir lo que cualquier socialista con un mínimo de honestidad intelectual debe decir: que los paladines de la «liberación nacional» se revelaron como una vulgar banda de coimeros y encubridores de los coimeros. Que no tienen ninguna progresividad con respecto a Cambiemos y el Pro. Por todos los medios la izquierda «progre-nacional» trata de disimular las responsabilidades, y evitar esa conclusión. Estamos ante puro conciliacionismo nacionalista, y de la peor especie.

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      rolandoastarita

      10/08/2018 at 14:49

    • tu análisis tiene un escopo puramente nacional, tu fundamento es la referencia a la tradición, tu propósito es diferenciarse de una parte de la izquierda (y acercarse de otra, por ejemplo el MST argentino en Brasil apoya la Lava Jato), tu preocupación es la pérdida de las tradiciones antepasadas («o tempora o mores!»), y el que lo haya dicho/escrito Engels es un argumento de autoridad con tintes de santidad.
      Si este blog es lo que queda de marxismo crítico en Argentina, que mal que estamos. Por suerte cuando escribis sobre economía salen cosas interesantes.

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      lucas

      11/08/2018 at 14:18

    • «tu preocupación es la pérdida de las tradiciones antepasadas»; «el que lo haya dicho/escrito Engels es un argumento de autoridad con tintes de santidad».

      En decenas de notas expliqué por qué pienso que el enfoque internacionalista es superior al enfoque nacionalista que defendés. Por qué pienso que la crítica marxista a la Economía Política es superior al keynesianismo de izquierda, o al mainstream neoclásico. En cantidad de notas he argumentado por qué pienso que hay que luchar por la independencia política e ideológica de la clase obrera, y del movimiento socialista, con respecto a las fuerzas burguesas. ¿Cómo se puede sostener que apelo a un argumento de autoridad?

      Y es esta tradición -que no casualmente tratás como basura- la que defiendo. Cuando Engels critica TODA corrupción lo hace porque defiende la independencia de clase, la ruptura de la clase obrera con toda la ideología burguesa. Una orientación apoyada en TODA la teoría crítica de Marx, y del mismo Engels. ¿De qué argumento de autoridad estás hablando? En cantidad de notas y en libros he desarrollado la crítica a los políticas PC (y afines) de conciliación con las fracciones «progres» nacionalistas de la burguesía y de la pequeñaburguesía criollas. He presentado datos y argumentos teóricos. TODA mi denuncia a la corrupción «nac & pop» que defendés tiene ese respaldo. ¿No te da vergüenza decir que se trata de argumentos de autoridad? ¿Qué tiene que ver, por otra parte, la orientación que defiendo con lo que defiende el MST, la alianza con fracciones del reformismo burgués y pequeño burgués? ¿O no sabés que el MST también está a favor de frentes con fuerzas burguesas o pequeño burguesas? ¿O no estás enterado de que mi postura no tiene punto que ver con el programa de «liberación nacional» que defiende el MST? ¿Para qué escribís estas gansadas?

      Con respecto a que estamos mal en la izquierda, efectivamente, estamos muy mal. Es evidente que la inmensa mayoría de la izquierda es nacionalista, y defiende políticas de conciliación con la burguesía nacionalista, o la pequeño-burguesía nacionalista. Por eso esa izquierda no critica la corrupción «nac & pop». Por eso le viene tan bien que en lugar de las críticas a la corrupción criolla se hable del «soft power imperialista» o de Arabia Saudita. Todo vale con tal de no decir a las masas trabajadoras que los patriotas de la liberación nacional se revelaron como una banda de vulgares coimeros y encubridores de los coimeros. No lo dicen porque no quieren romper con la ideología y el programa burgués nacionalista. Por eso tampoco es casual que traten de «compañero» a un Kicillof, a un D’Elía, y semejantes.

      En fin, reconozco que esa posición es mayoritaria. Ampliamente mayoritaria. No solo ahora, lo es desde hace décadas. Es la orientación que defendieron históricamente los PC, la izquierda nacional, los grupos maoístas, y de manera más disimulada, muchos grupos trotskistas (embanderados en la «liberación nacional»). Todos esgrimen, de fondo, el mismo argumento: agitando el peligro de la ultraderecha, o del dominio imperialista, o del capital financiero, o del neoliberalismo (hay para todos los gustos) no critican a la fracción de la burguesía que han caracterizado como «progre». Por eso te molesta tanto todo lo que se refiera a las tradiciones revolucionarias del socialismo. Te molesta porque es un ejemplo de OTRA política, opuesta al frentepopulismo, a la colaboración de clases. Una política cuyo centro es la lucha contra TODA forma de dominación burguesa o burocrática. ¿Qué tiene que ver esto con «argumentos de autoridad»? Lo que hay son diferencias ideológicas profundas, que han sido largamente argumentadas por autores de uno y otro lado.

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      rolandoastarita

      11/08/2018 at 17:09

  7. A ver “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”
    Acuerdo con la campaña «todos los corruptos a la carcel»
    Pero de ahi a ser vocero de cualquier opereta pobremente fabricada por medios de comunicacion( que dicen tantas verdadades como mentiras) enemistados con los gobiernos, ahi esta mi limite
    Ejemplo: el periodista de Clarin Daniel Santoro diciendo que Maximo K y Nilda Garre tenian «cuentas secretas» en Usa y el Ministerio de Justicia desmintiendolo hace unos meses

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    Sergio

    10/08/2018 at 13:22

    • Esa «suspicacia» esceptica contra los mass media, termina siempre en teoría de la conspiración (es un complot de intereses antinacionales contra los «amigos de pueblo» que vienen a liberar a las masas del imperio). Da igual si roban 100 pesos o millones, hay tanta evidencia de que la política burguesa, sea el que sea (son mas o menos lo mismo) succiona la riqueza producida por los trabajadores, que ponerse a discutir si una causa judicial si y otra no, es una tomada de pelo. Sean k o m, son antagonistas de la clase obrera. Siendo una oportunidad preciosa para revelar la verdadera naturaleza del sistema económico y su estado, la izquierda se pone en aliado de los «progres». Que triste…

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      Jose

      11/08/2018 at 22:12

  8. Estimado Rolando: coincido con tus apreciaciones sobre el tema de la corrupción, los corruptos y el comportamiento de algunos sectores que se reivindican del socialismo o de la izquierda. No es una novedad la corrupción, el robo bajo cualquier forma, en la historia del capitalismo. El capitalismo se construyó sobre la sangre y el robo, como lo explica Marx en «la acumulación primitiva» y numerosos trabajos de otros autores lo abonaron en más de un siglo. En esta etapa de descomposición el fenómeno se amplifica y toma otras características. Pero lo peor es cuando en nombre de alguna premisa falsa – como que la denuncia beneficia al imperialismo – hay ocultar los crímenes y los robos, supuestamente «progresistas». Lo que algunos han llamado la persistencia de la larga sombra del stalinismo. Boudou, un verdadero «busca» de la picaresca porteña, es mirado como por algunos con ojos «revolucionarios». Como los oligarcas que veían en Menem un rubio alto y de ojos celestes. Daniel Ortega no mató a 400 estudiantes ni es propietario de más empresas que las que tenía en su tiempo tachito Somoza. Se trata de un complot del imperialismo o de la manipulación medíática. Casi era un niño, cuando conocí el informe de Nikita Kruschev al XX Congreso del PCUS, 1956, se lo llevé a un intelectual mendocino del PC, a quien respetaba mucho, me dijo: «es cierto, pero no hay que decirlo, porque es hacerle el juego al imperialismo». Eso mismo que lo seguímos escuchando en diversas formas hasta hoy, tiene un efecto demoledor entre las nuevas generaciones que pueden acercarse – no solamente al socialismo – sino a la idea de un mundo un poco mejor. saludos fraternales. Carlos

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    Carlos

    10/08/2018 at 14:08

  9. Reblogueó esto en Alejandro Valle Baeza.

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    vallebaeza

    10/08/2018 at 22:04

  10. No soy argentino y no voto en Argentina pero si no es una indiscreción …(en mi país el voto es secreto y aquí nadie suele decir a quien vota o no vota)…me gustaría preguntarle a Astarita:

    ¿Que partido argentino merece tu aprobación y piensas que merece la pena ser votado en una elecciones generales a la presidencia?

    (Aquí en España no votamos directamente al Presidente solo a los diputados que eligen al Presidente. Me imagino que por celos del Rey Felipe VI ante un posible competidor).

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    rojaspedro1959

    11/08/2018 at 16:43

  11. https://www.infobae.com/politica/2018/08/14/juan-grabois-estoy-convencido-que-hubo-un-nivel-de-corrupcion-altisimo-durante-el-kirchnerismo/

    Las manifestaciones de Grabois reflejan perfectamente la posición que critica Rolando y que comparte gran parte de la izquierda argentina.
    Sostiene estar «convencido que hubo un nivel de corrupción altísima con la obra pública.», pero seguidamente expresa: «Ayer sentí que debía acompañar a Cristina Fernández de Kirchner a la indagatoria y creo que debo manifestarme contra el hostigamiento que sufre ella y lo que ella representa.»
    «Tampoco formo parte de quienes niegan la existencia de un entramado de corrupción ligado a la anterior estructura de Gobierno. Creo que la hubo. Y creo que debe haber justicia.»
    Afirmó que el país asiste «a una campaña teledirigida contra la ex presidenta que, además, se utiliza para tapar la crítica situación socioeconómica que sufre nuestra sociedad, en particular aquellos a los que debo mi lealtad, que son los excluidos».

    Es decir, el gobierno anterior fue corrupto, sin ninguna duda, pero hay que brindarles nuestro apoyos en este difícil momento que están atravesando porque están siendo hostigados por la derecha judicial y mediática que opera para tapar la crisis actual y, faltaba más, porque los que están ahora son igual o más corruptos.

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    Martín

    14/08/2018 at 13:45


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