Posts Tagged ‘Mármora’
Lenin, sobre dependencia y liberación nacional (2)
Esta es la segunda parte de la nota «Lenin, sobre dependencia y liberación nacional».
La noción de semicolonia en Milcíades Peña
A pesar de su importancia, desde fines de los años 1920 la distinción entre países dependientes y coloniales y semicoloniales, tendió a perderse en la izquierda; y con ella, las consecuencias que derivaba Lenin con respecto a la liberación nacional. Ya en las décadas de los 60 y 70, se consideraba natural caracterizar a países como Argentina, México o India de “semicolonias”, y la cuestión se mantiene así hasta el presente. Milcíades Peña fue representativo de esta postura. Aunque fue crítico de Abelardo Ramos y de la “izquierda nacional”, acordaba sin embargo en que para Argentina, y el resto de América Latina (a excepción de Cuba), estaba planteada la tarea histórica de la liberación nacional. Criticó a Ramos porque éste sostenía que la clase obrera debía renunciar a mantener una posición independiente frente al nacionalismo burgués; pero no por plantear la liberación nacional como tarea central de la revolución latinoamericana.
En este respecto, el punto de partida de Peña fue su caracterización de Argentina, y naciones semejantes del Tercer Mundo, como países semicoloniales. El carácter semicolonial de Argentina se debía, en su visión, a que el país estaba subordinado al capital financiero internacional y a organismos políticos y militares a través de los cuales se ejercía la dominación de EEUU: “… por el Tratado de Río de Janeiro, la Carta de la Organización de Estados Americanos y otros compromisos semejantes, (Argentina) ha delegado atributos esenciales de la soberanía, en particular el declarar la guerra, en un superestado continental, controlado por Estados Unidos” (p. 14). En consecuencia, la autodeterminación nacional pasaba por “eliminar la subordinación al capital financiero internacional” y a los organismos internacionales (p. 169). De manera que Peña planteaba la liberación económica entre los objetivos a conquistar con la liberación nacional. En ningún momento discute qué relación guarda esta tarea con la estructura capitalista de Argentina, y su inserción en el mercado mundial.
Sin embargo, Peña era consciente de que el desarrollo de la burguesía argentina tendía a vincularla inevitablemente al capitalismo mundial. Por ejemplo: “… para la industria argentina sólo es cuestión de vida o muerte oponerse a la importación de algunas mercancías metropolitanas, lo cual es muy distinto que oponerse al imperialismo. Y cuanto más se enriquece la burguesía, más se vincula al capital internacional y mayor es su necesidad de contar con el apoyo financiero y técnico de las metrópolis, si es que sus negocios han de prosperar” (p. 99). Pero ésta es precisamente la razón por la que Lenin sostenía que la eliminación de la dependencia (podemos precisar: dependencia tecnológica, científica, financiera) no podía inscribirse entre las tareas democráticas y nacionales de la burguesía. Para ilustrarlo con un caso actual, hoy puede verse que Italia, España y Grecia, a los cuales nadie califica de “semicolonias”, están “subordinados” a los dictados de los mercados financieros. Algo similar puede decirse de la relación que mantenían Argentina o Rusia con el capital financiero internacional, en los años en que Lenin los consideraba “dependientes”. Peña pasa por alto estas cuestiones. De igual modo, es llamativa la forma en que eleva al grado de dominación semicolonial la participación de Argentina en la OEA; recordemos que, después de todo, en 1982 Argentina entró en guerra con Gran Bretaña sin solicitar la venia de la institución.