Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

“Que se vayan todos” y la demanda de gobierno obrero

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A raíz de la última entrada (aquí) algunos lectores y amigos me preguntaron por qué, en una primera versión de la nota, hice una interpretación “libre” de la demanda del Partido Obrero de “que se vayan todos los políticos capitalistas”, transmutándola en “que se vayan los ministros capitalistas”. Mi respuesta: lo hice porque interpreté la consigna en el sentido más favorable a la tradición trotskista y el método y demandas transicionales. Es que en el Programa de Transición se levanta la consigna de gobierno obrero, y en ese marco –y solo en ese marco– se plantea la exigencia de “fuera los ministros capitalistas” (o ruptura de los partidos obreros reformistas con los ministros capitalistas). Personalmente no estoy de acuerdo con esta táctica (véase aquí), pero al menos tiene una lógica (el marco es el Programa de Transición). A Trotsky nunca se le ocurrió, hasta donde alcanza mi conocimiento, pedir la renuncia de todos los políticos capitalistas a sus funciones en el Estado capitalista, y menos en condiciones de dominio burgués “normales”. Tampoco aparece tal cosa en la experiencia ni en la literatura del socialismo revolucionario.

Una demanda propia del populismo pequeñoburgués

La demanda, de Pitrola y el Partido Obrero de “fuera los políticos capitalistas”, a diferencia de la demanda del gobierno obrero, no hay manera de encajarla en estrategia o programa socialista alguno. En ese respecto, cometí un error en intentar dar a la consigna un contenido trotskista que no lo tiene. Como lo explica el mismo PO, la consigna busca enlazar con la tradición del 2001-2, cuando se popularizó el “que se vayan todos”. Pero esta demanda solo podía conducir, en las condiciones entonces imperantes, a un recambio burgués (De la Rúa, Rodríguez Saá, Duhalde, Kirchner). Recambio que, dicho sea de paso, fue acompañado de uno de los “ajustes” –baja de salarios, aumento de la pobreza- más brutales de la historia argentina. No hay razones para pensar que la adopción hoy de esa demanda por las masas daría un resultado diferente.

Pero inmunes a la experiencia histórica -y al materialismo histórico- Pitrola y el Partido Obrero vuelven ahora con la cantinela del “que se vayan todos” pero con un aditamento “proletario”: “que se vayan todos los políticos capitalistas”. Naturalmente, si se pide “que se vayan”, se pide que se vayan del Estado. Pero… ¿qué sentido tiene llamar a movilizar para que el Estado capitalista se vacíe de políticos capitalistas? Es una demanda tan vacía de contenido que no hay por dónde agarrarla. Al menos la táctica trotskista del gobierno obrero se ubica en el terreno de agudizar una (supuesta) contradicción entre los partidos obreros o socialistas reformistas, y el aparato del Estado burgués (o la propiedad privada del capital). La exigencia “que se vayan todos los políticos capitalistas”, en cambio, gira en el vacío, y hasta genera problemas en perspectiva. Por ejemplo con esta consigna se está pidiendo que renuncien todos los senadores, y todos los diputados menos los del FIT-U (representantes del proletariado). Esto en un marco en el que los partidos capitalistas obtienen más del 90% de los votos, elección tras elección. Incluso con la siguiente observación: la consigna de Asamblea Constituyente, muchas veces agitada por los trotskistas, perdería significado porque deberían excluirse todos los representantes “capitalistas”. Pero más en general, ¿cómo se puede exigir que los políticos capitalistas se retiren del manejo del Estado capitalista, en un modo de producción capitalista? ¿Qué lógica tiene esto? Las consignas deben tener algún sentido. De lo contrario solo llevan al desánimo y la confusión.

¿Socialismo popular?

Termino esta nota señalando que el programa del marxismo (o del socialismo científico) se diferencia de los socialismos burgueses y pequeñoburgueses, o estatistas burocráticos. Explícitamente los critica como expresiones de clases, o capas sociales, distintas de la clase obrera (véase, por ejemplo, El manifiesto comunista). Enfoque que se vincula a la crítica de la noción de “pueblo”, como masa indiferenciada con intereses comunes, y opuesta “al gran capital”, o al capitalismo. Este populismo reivindica la pequeña propiedad frente al capital, y en ese respecto es reaccionario. El socialismo marxista no debería confundir banderas con el populismo socialista. Enfatizamos, no hay manera de conciliar el socialismo populista con el socialismo obrero.

Para bajar el documento: https://docs.google.com/document/d/1NPCONvvrExSAqeznD2vQBcYjYJVYnSJm1JctJCJw29A/edit?usp=sharing

Written by rolandoastarita

27/11/2022 a 12:20

Publicado en General

6 respuestas

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  1. Me parece bien señalar los errores teóricos en los planteos políticos de los partidos de izquierda. Pero hay una exageración de la importancia de las consignas que puede ser una concepción idealista de la política, si tirás una consigna equivocada pudrís todo. Y entonces, cuando dos grupos políticos llevaban una discusión a una asamblea vecinal sobre, por ejemplo, la consigna de la asamblea constituyente, conseguían que se vayan todos los vecinos. Después de febrero del 17 estuvo la consigna «Que se vayan los diez ministros capitalistas». Pero no vayamos tan lejos ya que acaba de morir Hebe de Bonafini, quién tenía ideas políticas equivocadas y una práctica política cuestionable, pero no entraré en ese tema. Lo que quiero decir es, la consigna «Queremos vivos los desaparecidos» ¿no era irreal y confusa?

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    fernando moyano

    27/11/2022 at 15:19

    • No afirmo que con una consigna equivocada «pudrís todo». Sí pienso que muchas consignas son «lógicamente imposibles» (escribo con comillas porque la expresión es de Marx, para referirse a algunas consignas de Bakunin). En este respecto, Trotsky dice que no hay que discutir sobre la posibilidad o imposibilidad de realizar reivindicaciones transicionales, sino que lo importante, en muchas circunstancias, es que la consigna movilice. Este criterio está muy extendido. Lo he cuestionado muchas veces (y en esto entra mi experiencia durante unos 20 años tratando de aplicar la táctica que hoy critico).

      Acuerdo totalmente en que en las Asambleas de 2001-02 se hicieron discusiones absurdas, tediosas, incluso en algún caso (así me informaron) con referencias a 1917, etc. y la gente muchas veces se iba a su casa. Sí pienso que es un debate que nos debemos en el marxismo.

      Sobre la consigna «queremos vivos a los desaparecidos» pienso que en un momento se convirtió en abstracta, irreal (Nahuel Moreno lo señaló, y creo que con razón). De hecho, la demanda con el tiempo viró a «juicio y castigo».

      Una observación: decís que después de febrero de 1917 estuvo la consigna «Que se vayan los 10 ministros capitalistas». Trotsky escribió que los bolcheviques agitaron esa consigna. Sin embargo, lo he dicho en más de una oportunidad, no encuentro en ningún lado en que Lenin haya planteado esa consigna. ¿Vos tenés alguna referencia sobre eso? Traté esto en la nota
      https://rolandoastarita.blog/2015/07/04/gobiernos-obreros-y-tactica-leninista-en-1917/

      Por otra parte, y al margen de lo que ocurrió en 1917, no encuentro ningún ejemplo en que la demanda «gobierno obrero o socialista» (esto es, sin burgueses) haya dado algún resultado positivo para la propaganda y agitación socialista.

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      rolandoastarita

      27/11/2022 at 15:49

    • No, mi referencia a esa consigna es solamente en Trotsky, «Historia de febrero». De paso, esa acostumbrada división de «febrero» y «octubre» como dos revoluciones diferentes es medio traída de los pelos, y desde el punto de vista teórico lo correcto sería «revolución permanente», una única revolución que se desarrolla según su propia lógica. Y cómo la realidad cambia la teoría. Ahora, sobre «queremos vivos los desaparecidos». Si la gente sale a calle de esa manera, no te ponés a discutir sobre la validez teórica de las consignas. Las madres salieron porque querían a sus hijos con vida. ¿Era equivocado? ¿Te parece ir a decirles «no, mirá que esa consigna es irreal»? Y eso muchas veces. ¿Qué quiere decir «ni una menos»?

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      fernando moyano

      28/11/2022 at 08:47

    • Sobre Trotsky y la consigna «abajo los ministros capitalistas» lo llamativo es que los trotskistas siguen afirmando que esa demanda fue agitada por los bolcheviques cuando la crisis Miliukov. He presentado los pasajes en los que Lenin se refiere al asunto y en ningún lado figura tal demanda (más bien dice que está en contra de centrar la política en el cambio de ministros). Por otra parte Trotsky dice, en el Programa de Transición, que los bolcheviques plantearon la consigna de fuera los ministros capitalistas (o sea, gobierno socialista «puro») cuando la crisis de Kornilov, cuando lo que hubo fue un ofrecimiento bolchevique de apoyar un gobierno de los soviets, bajo dirección de los mencheviques. Repito, he planteado estas cuestiones repetidas veces a los trotskistas, pero es como hablar a la pared.

      Sobre la demanda de aparición con vida escribís: «Las madres salieron porque querían a sus hijos con vida. ¿Era equivocado? ¿Te parece ir a decirles «no, mirá que esa consigna es irreal»? ¿Cómo voy a decir que era equivocada la lucha por la aparición con vida de los desaparecidos? Pero una cosa era levantar esa consigna en 1976 – 1983 y otra agitarla ahora. En 1976 – 83 era una demanda «real». Hoy no tiene sentido. Lo que significa que en algún momento hubo que reconocer que los desaparecidos habían sido asesinados, y se dejó de pedir aparición con vida. El eje pasó a ser «juicio y castigo». Por caso, en lo personal, hace relativamente poco atestigüé en los juicios por la masacre de Fátima (agosto 1976) y Superintendencia Federal. La reivindicación era condena a los represores y no aparición con vida de los compañeros asesinados en Fátima.

      Más en general, no estoy de acuerdo en respaldar cualquier consigna por el hecho de que «moviliza».

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      rolandoastarita

      28/11/2022 at 10:34

    • Ok, en esos términos, de acuerdo.

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      fernando moyano

      28/11/2022 at 11:19

  2. La consigna del PO es, en efecto, no solo ridículamente absurda (diría yo que hasta pre-política) sino que además es inconducente y peligrosa, desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores. Es inconducente porque como bien dijo Rolando (y atestigua la historia reciente) un vacío de poder semejante a 2001-2 solo podría producir, en las actuales circunstancias, una recomposición burguesa basada en una mayor (brutal) explotación del trabajo, ante la evidente ausencia de poder obrero organizado en las empresas y las calles. En todo caso se debería empezar la ardua tarea de construcción de ese poder antes de agitar consignas generadoras de «vacío de poder». Y además es peligrosa, porque si bien es cierto que las anteriores crisis sistémicas (posteriores a 1983) no derivaron en una restauración del orden burgués que modificara negativamente la forma democrática del estado capitalista, y si también es cierto que ahora mismo la burguesía como clase no apuesta por una salida dictatorial, la cosa podría cambiar si se da una nueva crisis política similar a 2001-2. Por lo menos existe el riesgo, aunque le asignemos bajas probabilidades, y, en cualquier caso, esa consigna no ayudaría para nada. En momentos en que buena parte de los trabajadores no puede satisfacer incluso necesidades básicas, habría que apoyarse en un programa mínimo mientras se mantiene la crítica al sistema y se apuesta, con visión estratégica, a la formación de cuadros, que está claro que es un déficit importante. Por último, la consigna es claramente oportunista y orientada a ganar votos. Hay un claro sentimiento antipolítico en «la gente». Pitrola simplemente le agrega «capitalistas» al grito antipolítico.

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    luisgac

    27/11/2022 at 21:46


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