Después del atentado: frentepopulismo o independencia de clase

En esta entrada reproduzco, con algunos cambios y agregados, respuestas a consultas que me hicieron en “Comentarios” del blog, referidas al atentado que sufrió Cristina Kirchner y sus consecuencias.
¿Golpismo de corte fascista?
Empiezo con la pregunta si el atentado es expresión de un avance del fascismo, o de una suerte de golpismo de la ultraderecha. Mi respuesta es que hoy, en Argentina, no hay base social o política para algo así. La razón es sencilla y directa: Las principales corrientes de la clase dominante están a favor de mantener un régimen democrático burgués. Y la mayoría de la población lo acepta. No hay, por ahora, indicios de que esté en ascenso una alternativa dictatorial. Incluso el atacante parece ser un elemento más bien marginal, posiblemente vinculado a algún grupo de ultraderecha (se habla de un grupo nazi ucraniano). Pero la influencia de estos nazis hoy, en Argentina, es muy limitada.
Enfatizo: no está planteado, en la actual coyuntura, un golpe de Estado, o un asalto fascista. Sobre esta cuestión conviene tener cierta perspectiva. Por ejemplo, Alfonsín sufrió un intento de asesinato en 1991, también perpetrado por un marginal, pero no se lo leyó como señal de golpe de Estado en marcha. En otros países hubo atentados contra líderes políticos (incluidos presidentes), bajo regímenes democrático-capitalistas, sin que ello indicara el ascenso o irrupción de un movimiento golpista o fascista. Estas cuestiones deben ser definidas con precisión. Por supuesto, detrás del atentado a CFK puede estar no solo algún grupo fascista, sino también alguna cloaca de los servicios de inteligencia. Pero aun en ese caso, no expresa fuerza golpista o fascista alguna significativa.
Efectos perjudiciales para la lucha contra el ajuste
Todo indica que el atentado tiene efectos muy perjudiciales para los trabajadores, Para verlo de la manera más directa y sencilla, digamos que la lucha más inmediata que tenemos planteada es resistir el “ajuste” (caída de salarios y jubilaciones, disminución del gasto en beneficios sociales, etcétera) en marcha. Pero el clima político que se ha generado desde la noche del jueves 1/09 debilita esa lucha. El principal mensaje político del oficialismo y sus defensores (organizaciones sociales y partidos de la K-izquierda en primer lugar) es cerrar filas en torno al Gobierno. El argumento: “el atentado forma parte de un golpe de la derecha (oligarquía, grandes grupos económicos, grupos mediáticos, embajada de EEUU) para acabar con el peronismo. Esta es la contradicción principal, el eje del conflicto social y político. Quien no se alinee con esta postura es un reaccionario neoliberal y cipayo” (palabras más o menos). El ajuste queda en un segundo plano. Por eso, este discurso neutraliza a muchos militantes y activistas obreros y populares. Y genera confusión o desmoralización en las masas frente al ataque a sus condiciones de vida y trabajo.
Con otro agregado: a lo largo de la historia este tipo de acciones (realizadas bajo las más diversas justificaciones, “de derecha o de izquierda”), han sido funcionales al avance de restricciones en las libertades y derechos democráticos. La propuesta de censurar los “discursos del odio” va en esa dirección. De concretarse, introduciría un factor de tipo bonapartista y represivo en el régimen (¿o quién, si no, manejaría el termómetro del odio para decidir qué es publicable y qué no es publicable?). De nuevo, consecuencias perjudiciales para todo lo que sea pensamiento y acción progresista y liberadora.
Nuevo MAS y PTS
Por lo explicado es importante que la izquierda se plante en una posición independiente, tanto del Gobierno como de los partidos burgueses de la oposición. Por eso es grave que una organización que se considera marxista, como el MAS, haya concurrido al acto del 2/09 de apoyo al gobierno (también fueron el PC y el PCR, pero estos militan en las filas oficialistas desde hace mucho).
Un caso parecido es el del PTS. Aunque no llegó al extremo de ir a la Plaza de Mayo, sus planteos se ubican en la defensa del kirchnerismo más o menos izquierdista, y de CFK en particular. En este respecto, un lector del blog preguntó sobre la afirmación del PTS (y del Nuevo MAS) de que a CFK no la pueden juzgar jueces que no sean elegidos por el pueblo. Un argumento que se combinó con “es un ataque político, realizado por la corporación judicial” y por lo tanto la acusación a CFK debe ser desestimada.
Pues bien, ese argumento da pie para tapar cualquier inmundicia, allana el camino al oportunismo y hasta cuestiona posiciones históricas del mismo trotskismo. Para dar algunos ejemplos, ¿debía el trotskismo descalificar la condena que aplicó un tribunal mexicano a Ramón Mercader (el asesino de Trotsky) porque ese tribunal no había sido elegido por el pueblo? Cuando se exigía en Argentina “juicio y castigo” a los genocidas, ¿se puso como condición para reconocer su validez que los juicios fueran llevados adelante por tribunales populares? Algo similar ocurre con respecto a los asesinos de Mariano Ferreyra. ¿Había que impugnar la condena a los asesinos de Mariano porque el tribunal que los juzgó no fue elegido por el pueblo? ¿Y deslegitimar la acusación porque era “un ataque político” contra José Pedraza? De la misma manera, cuando se pide el juicio a Macri, o a funcionarios macristas, ¿se pone como condición que sean juzgados por tribunales populares?
Y así podríamos seguir. Con el agregado que en cada caso los defensores de los acusados alegan que todo es producto de la “persecución política»”. Así se evitan también la molestia de responder a las pruebas. Por eso no fue casualidad que Página 12 publicara en primera página el discurso de Myriam Bregman con eje en que la acusación a CFK es política y debe ser invalidada. Obsérvese que es una actitud muy distinta de la que tuvo Trotsky ante los juicios de Moscú, de los años 1930: a las pruebas presentadas por el fiscal stalinista, respondía con datos y documentación que desarmaban las acusaciones. Pero esto es lo que no hacen los defensores (el PTS incluido) de CFK, López, De Vido y demás personajes vinculados a la corrupción.
Pero hay más en el accionar del PTS. Se vio en el vergonzoso discurso de Bregman en el Congreso, el 3/09. Su eje (y así lo señala Izquierda Diario) fue contra Bullrich y especialmente contra Milei porque “no condenó el atentado y tiene alianzas genocidas por todo el país”. La preocupación de Bregman es que el atentado no sea “canalizado por las ideologías ultraderechistas”. El mismo argumento del peronismo K, los partidos aliados izquierdistas (PCR, PC entre ellos) y los movimientos sociales oficialistas. “Está avanzando el fascismo, este es el principal peligro”. Bregman se ubicó en esa línea (con sus matices “diferenciadores”, propios del manual del buen oportunista). Incluso abonó la idea de que el origen de los problemas son “los discursos del odio”. Por ejemplo, sostuvo que “la derecha, en sus expresiones más extremas, divulga discursos profundamente de clase y patriarcales”. Pero… el Gobierno ¿no difunde también discursos “profundamente de clase”? ¿O son discursos proletarios? ¿No son también “patriarcales”? Y vuelvo sobre el tema: esta campaña para eliminar “el discurso del odio” es muy peligrosa. No es mera especulación: ¿qué tal si el día de mañana se prohíbe publicar la teoría de la plusvalía de Marx “porque alimenta el odio de clase”? ¿Qué tal silenciar al que denuncia un ataque a las libertades democráticas, o un acto de corrupción, o dispara cualquier otra crítica, para “no alimentar el odio”? ¿Cómo es posible que una organización trotskista dé alimento a políticas de este tipo?
Pero Bregman pasa olímpicamente por alto estas cuestiones. Su eje es “la derecha” que quiere esclavizar a los trabajadores y que propone un ajuste peor que el que aplica hoy el Gobierno. A esto Izquierda Diario le llama “un extraordinario discurso”. Como decía Hegel, la magnitud de la pérdida de un espíritu se mide por aquello en que se satisface.
Aunque no es solo Bregman. El conciliacionismo con el peronismo se cuela por todos los poros del PTS. Así, Eduardo Castilla y Laura Vilches repiten y amplían el desgraciado argumento de la diputada en una nota en Izquierda Diario que lleva por título “Atentado contra el pueblo, no dejar pasar ataques que podrían usarse contra el pueblo trabajador”. El escrito está, de nuevo, sesgado hacia la denuncia de “la derecha” (Milei y afines), y su plan fascista que llegaría “a contratar sicarios o asesinos para usarlos contra dirigentes obrero y populares, y armar bandas paramilitares”. En este marco, Castilla y Vilches dicen que el peronismo está usando el atentado para tapar el ajuste. Un argumento similar al de los stalino-nacionalistas radicales: por supuesto, hay que resistir al ajuste, pero es una necesidad impostergable unir fuerzas contra el golpismo fascista en marcha. Señalar a Milei-Bullrich como “el” gran enemigo encaja en esta estrategia. Es el mismo señalamiento del “enemigo principal” que hacen los ideólogos del K-peronismo (en Página 12 encontramos estos argumentos a cada paso).
A lo anterior, sumamos afirmaciones que son casi repulsivas. Es que Castilla y Vilches, luego de señalar el peligro de las bandas fascistas paramilitares, escriben: “Esto ya pasó en la Argentina muchas veces, a lo largo del siglo XX. Los grandes empresarios y la derecha armaron bandas paramilitares y paraestatales para asesinar luchadores obreros, populares y juveniles”. ¿Y la más sangrienta banda parapolicial organizada por un gobierno elegido por el pueblo? ¿Por qué este silencio en torno a la Triple A? ¿Por qué no explican que un gobierno nacional y popular, elegido con más del 60% de los votos, organizó y amparó a una organización que sembró el terror y asesinó, se calcula, unos 2500 opositores (la mayoría de izquierda)?
Precisemos: no son descuidos de los que escriben estas cosas. Es que existe una coincidencia de contenido entre el nacional-marxismo y el nacionalismo burgués o pequeñoburgués. La defensa de CFK por parte del PTS se recorta sobre ese fondo.
Las acusaciones a CFK y la descomposición político moral de grupos de izquierda
Vinculado a lo anterior, un lector escribió que las acusaciones de los fiscales en el juicio Vialidad eran “inventos”. Un argumento que potencia el “se trata de un ataque meramente político”, y por ser político está descalificado ab initio.
Respuesta: ¿Acaso es un invento el enriquecimiento desde la nada de Austral Construcciones? ¿Son un invento los bolsos de López? ¿Son un invento los gigantescos pagos de Baez por el “uso” de hoteles propiedad de los K que no se usaban? ¿Es un invento que López estuvo décadas trabajando para los K, y ya en 2008 estaba imputado en una causa judicial por enriquecimiento ilícito? ¿Es un invento el video en el que aparece un Baez contando millones de verdes? ¿Es un invento que al frente de la Sigen hayan puesto a la esposa de De Vido? ¿Son un invento los millones de dólares que le encontraron a Florencia K? ¿Es un invento el direccionamiento sistemático de la obra pública hacia Austral Construcciones? ¿Es un invento el ex-secretario de Kirchner, Muñoz, comprando propiedades en Miami por 60 millones de dólares? ¿Es un invento lo que explica el ex contador de los K, hoy arrepentido? Y así podríamos seguir.
Es preocupante que gente de izquierda defienda inmundicias de este tipo. El argumento “hay que defenderlos porque tienen la mayoría de los votos” es deleznable. ¿Acusar a los Moyano de corruptos? Jamás, prohibido, los camioneros los votan. ¿Acusar a Isabel Perón por la Triple A? De nuevo, jamás, porque a Isabel la votó el pueblo. ¿Acusar a Menem de corrupto? Nunca, porque tuvo votos del pueblo. ¿Acusar a Perón de ser el inspirador detrás de la Triple A? Jamás, es el líder popular y nacional por excelencia. Nunca había visto que en las tradiciones del socialismo se llegara a defender estas cosas. Aunque, bien mirado en retrospectiva, ¿de qué asombrarse cuando pasamos revista a lo que han defendido tantos stalinistas y tantos “progre” nacional-izquierdistas a lo largo de la historia?
Peor aún, meten la mugre de la corrupción en las organizaciones de masas y las socavan de raíz. Gente que se dice de izquierda encolumnada detrás de la lumpen burguesía, de burócratas y reaccionarios. ¿Cómo se pudo llegar a semejantes bajezas, a tal grado de descomposición no solo política o ideológica, sino incluso moral?
La discusión con el frentepopulismo
En un comentario al blog un lector puso el argumento frentepopulista del momento con una claridad inmejorable. Escribió: “En mi opinión las masas no representan ningún peligro sin la conducción de un liderazgo carismático tal como lo describió M. Weber .Cristina será una burguesa… pero es la única dirigente con capacidad de interpelar al poder real, aún si se considera que es parte de ese poder. Hay solo dos proyectos con capacidad real de gobernar, el populismo y el liberalismo, estar en una tercera posición es estar con el liberalismo, igual a como ocurrió con Braden o Perón”.
Respuesta: es el razonamiento propio del frentepopulismo clásico. Palabras más o menos, es lo que siempre dijeron el stalinismo y la socialdemocracia puestos a colaborar con el capital. Actualizado para Argentina 2022 es: “Hay solo dos proyectos con capacidad real de gobernar. Terceros abstenerse. Aquí y ahora son solo dos proyectos sintetizados en el programa económico de Massa (y anuencia de Cristina) con eje en el ajuste; y algún programa económico de un eventual gobierno de Cambiemos, también con eje en el ajuste”. Para esta gente que razona en registro frentepopulista (o colaboración de clase) lo importante es invisibilizar toda voz crítica con el argumento “si no estás con el programa de Massa (anuencia CFK) estás con el programa de Macri”.
El contenido esencial: combatir todo proyecto o programa de emancipación del trabajo para llevar a las masas al callejón sin salida de la colaboración de clases. Ahora mismo, cuando en Argentina se abate sobre el pueblo trabajador un ajuste pavoroso, se le dice, desde una pose progre-izquierdista, que no hay otra salida que cerrar filas con la dirección burguesa, pero “carismática”, que aplica ese mismo plan de ajuste. ¿Se puede concebir algo más funcional para la continuidad de la explotación del trabajo por el capital?
Como he señalado en otros comentarios, la táctica de apoyar, en un régimen democrático capitalista, al “mal menor” de entre dos males burgueses, en ningún lugar dio resultados positivos para los trabajadores. Invariablemente los izquierdistas que desarrollaron esa orientación fueron funcionales a políticas que llevaron a desastres a la clase obrera, incluso a su descomposición social. Véase, por ejemplo, la Venezuela de Maduro. O, para citar otro ejemplo, recuérdese el argumento de la izquierda peronista y de los stalinistas (PC en primer lugar) en 1973-74. También entonces había que alinearse con Perón porque de lo contrario uno era “funcional a la derecha”. Lo cual significaba apoyar al Gobierno de López Rega, Isabelita, Lastiri, la burocracia sindical, y similares, con Perón al frente. Esta política la disimulaban con “somos la continuidad de la lucha contra Braden” (el mismo argumento que emplean hoy). Así, la Triple A asesinaba compañeros por miles, pero con el aval del “líder carismático”. Y esa izquierda, carcomida de oportunismo, llamaba a apoyar al “líder carismático”. De la misma manera, Pinochet era apoyado por “el líder carismático” y esa izquierda seguía apoyando al “líder carismático”. ¿También con la excusa del “Braden o Perón”? ¿Qué sentido tiene? Pues ninguno, pero no importa. El mensaje debe mantenerse a cualquier costo: “No hay otra alternativa que no sea un programa burgués” es el grito de batalla contra todo discurso que vaya por el camino de la liberación del trabajo explotado. Por eso hoy y aquí es el “Massa o Macri” (sic, en Página 12). Un mensaje pro-burgués hasta los tuétanos. Con un agregado: a esta altura de la historia, no hay inocencia. Saben lo que hacen.
Para bajar el documento: https://docs.google.com/document/d/1JO8wO0mYg2RrFGCioeCXfvygzWr1mWM0xUSaSyY4jJ0/edit?usp=sharing
Mas claro que el agua clara Los sedicentes marxistas o sea los que se dicen marxistas—PTS etc…– estan locos pregunto El aporte de Rolo y muy poca gente mas es de una riqueza y valor inmenso parece que de la historia no se aprendiera nada …..
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alberto urthiague
06/09/2022 at 12:01
Pasa que este señor tergiversa todo y miente. Ojo! él lo sabe, entonces lo hace un oportunista, o sea, de lo que tanto reniega.
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Elizabeth
07/09/2022 at 19:16
Gracias por el excelente análisis. Volvamos a leer a los clásicos….
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Juan Carlos Mosca
06/09/2022 at 13:06
magistral ! hay cosas que no cambian.
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Alberto
06/09/2022 at 13:10
Una claridad envidiable, Rolando. Siempre con las palabras precisas. Gracias por la dedicación.
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Martín
06/09/2022 at 18:03
Rolo, te felicito. Una posición esclarecedora… y valiente.
Un abrazo
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Ernesto Manzanares
06/09/2022 at 20:23
En líneas generales, coincido. Pero quiero decir:
El Stalinismo creo que no solo está presente en el frentepopulismo. Yo sostengo que puede «condenarse el ataque» y criticar el programa de ajuste, sin caer en el frentepopulismo. De consumarse el asesinato, no hubiera habido más enfrentamientos y muertes? No se habría corrido el riesgo de que se produzcan enfrentamientos sociales más crudos, incluso al interior de la propia clase obrera (escenario de disgregación social)? Cuando planteé esto, un stalinista me contestó: «Si eso ocurre, que se jodan los trabajadores por seguir direcciones burguesas. No hay que expresarse sobre conflictos intra-burgueses. En última instancia, de acceder al poder, los comunistas aplicaríamos el terror rojo, sin piedad, como se hizo en la URSS»
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Octavio
06/09/2022 at 20:51
Brillante! Gracias, Rolo.
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ElTabano
06/09/2022 at 22:37
Muy claro, Rolo. Se agradece. Abrazo
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Tavo
07/09/2022 at 10:46
De acuerdo en todo, pero pensemos un poco más en °interioridad° la ideología de los autores del atentado, para ellos están asesinando a una marxista. Bullrich repitió muchas veces °llamalo kirchnerismo o marxismo, es lo mismo° o el nazi de la Plata despotricando contra el marxismo, o gente en marchas antivacunas con carteles «el marxismo es el virus», incluso el hecho de que, habiendo casi desaparecido políticas marxistas, ven comunistas por todos lados, sobre todo en las redes ( Cuba, Nicaragua, Venezuela y Rusia son comunistas), Milei ni hablemos, y la lista de indicios sigue Es delirante, pero así es desde ellos. De modo que sí es odio de clase la ideología de este atentado. Eso no implica ningún frentepopulismo ni nada de eso, es simplemente verificar que hay tendencias anticomunistas radicales circulando que, en mi opinión, le deben mucho a los anarcocapitalistas
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Victor
07/09/2022 at 11:00
Pero ninguno de esos hechos que mencionás (del tipo un cartel que reza «el marxismo es el virus») son indicios de que estamos ante una ofensiva del fascismo. Voy a escribir una nueva nota sobre este asunto. Observemos que la caracterización «fascismo en ascenso» lleva organizaciones de izquierda a proponer como gran tarea «enfrentar a los fachos en las calles». ¿Tienen idea los que escriben esas cosas de lo que fue enfrentar al fascismo en Italia de los 1920? (para no mencionar las bandas nazis de los 1930).
El fascismo es guerra abierta,
Enfatizo: ES GUERRA, SON ATAQUES ARMADOS, de miles de camisas negras, respaldados por el Estado, contra los sindicatos obreros, las organizaciones sociales, los partidos de izquierda. ¿Qué tiene que ver esto con Argentina 2022? Ni siquiera se puede decir que estos grupos fachos o nazis tengan la fuerza que tienen en EEUU o Alemania. Hasta ahora -y desde hace muchos años- los enfrentamientos con los fachos en Argentina consistieron en algunas escaramuzas, más bien secundarias. Ahora mismo tengo presente un enfrentamiento en Pque Centenario (creo recordar) entre fachos y gente de izquierda. Con todo lo intenso que haya sido, el episodio está muy lejos de lo que significa un escenario fascista.
Decir que uno de los principales problemas es enfrentar al fascismo en las calles es desorientador. Es claro que le viene muy bien al K izquierdismo (Macri y Cia vestidos con trajes nazis), pero la izquierda no debería dar aliento a esto. Una acusación a una expresidenta por corrupción no es sinónimo de ofensiva fascista. Hay que tener sentido de las proporciones.
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rolandoastarita
07/09/2022 at 11:26
Digo que hay un avance de las ideologías de ultraderecha, que cada vez infiltran más el sentido común, es más, una parte del electorado del PRO está más a la derecha que el mismo Macri. Incluso lo veía en el caso del plebiscito en Chile: mucha gente se alegraba de que el comunismo haya sido derrotado. Pero no digo que haya una guerra abierta o un sistema fascista, y dicho sea de paso, tampoco hay que pensar que un neofascismo vaya a ser el calco del fascismo histórico, puede ser diferente, el que va creciendo se ejerce, por ahora, desde dentro de la democracia. Y destaco que en su imaginación el comunismo es el mal absoluto, lo diabólico ( ahora recuerdo que Huerta del Soto terminaba así una discusión con un jesuita: el socialismo es diabólico, y el jesuita se agarraba la cabeza). Pero no propongo ningún frente populismo, que quede claro. En suma, la ultraderecha avanza en lo odeologico, sus consecuencias precisas, sus formas y acciones pueden ser diferentes de las del fascismo histórico, pero el asco y odio al comunismo es un eje de su discurso, por disparatado que nos parezca
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Victor
07/09/2022 at 13:15
No estoy tan seguro de que, en perspectiva histórica (digamos, mirado el asunto en el largo plazo) haya un avance de las ideologías de ultraderecha. Habría que estudiar la cuestión. Por ejemplo, hace 60 o 70 años una gran parte de la población, en Argentina y en otros países, apoyaba o consentía la represión a los homosexuales. En la misma prensa se usaban calificativos que hoy nadie aceptaría.
De la misma manera, sobre los derechos de la mujer. Por caso, hace 50 o 60 años en gran parte de la población estaba aceptado que las mujeres no podían cursar estudios universitarios, o no pudieran tener cantidad de profesiones y ocupaciones. Otro ejemplo: el racismo era mucho más acentuado (la situación de los negros hoy en EEUU no es la misma que en 1940 o 1950). Otro; el derecho al divorcio. Otro: el sufragio universal. Otro: el derecho al aborto. Otro; en América Latina hubo un retroceso de las dictaduras militares.
En cuanto al odio al socialismo, también tengo dudas de que sea más acentuado hoy que en los 1940 o 1950 (pensemos en el macartismo). Otro: hubo un retroceso, a nivel mundial, del colonialismo (y amplios sectores de la población de los países adelantados apoyaron el colonialismo hasta muy entrado el siglo XX).
En lo que sí acuerdo es que los argumentos a favor del socialismo están en retroceso. La caída de la URSS y del bloque soviético, y el giro al capitalismo de China y otros, ha potenciado el discurso «no hay otra alternativa que el capitalismo».
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rolandoastarita
07/09/2022 at 14:47
Sólo digo que este fascismo libertario es una novedad reaccionaria, que no se trata de más o menos facho, sino de otra cosa, los períodos que nombras eran muy diferentes, para empezar la revolución era una amenaza real, y los fascismos eran políticas militarizadas de estado, con partidos y movimientos fuertes, de movilización total, etc, etc. Pero hoy no hay amenaza comunista revolucionaria, y , si comparás con 2001 en la Argentina, estas ideologías no existían. Yo menciono una movimiento molecular, que todavía no llegó a ser política de estado, incluso esos sectores dentro o fuera del PRO son vistos con desconfianza ( y ya saltan las internas contra la Bullrich, p ej), y como dije, se lo ve más en las redes sociales que en la práctica política. Ese retorno delirante del comunismo que esta gente denuncia y odia me intriga, no lo necesitan para nada, con la democracia les va muy bien, tienen todo controlado, y sin embargo, el marxismo muerto aún los asusta, como el Cid Campeador…
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Victor
07/09/2022 at 15:51
Obviamente coincido con Rolando en cuanto al «análisis concreto de la situación concreta», y además es muy útil la perspectiva histórica que aporta en función del estudio del fenómeno fascista. Sin embargo, a diferencia de lo que pusiste en un comentario, Rolando, creo que no hace falta haber militado en los setenta para comprender tu punto (muchos aquí no habíamos nacido todavía), de la misma manera que no hace falta haber vivido en la edad media para ser medievalista. Por otra parte, creo que Víctor aquí presentó un dato muy importante para respaldar sus comentarios anteriores: el fascismo históricamente fue una respuesta a la revolución rusa y a los intentos revolucionarios muy serios que se dieron después en europa oriental y occidental. Hoy esa amenaza real no existe, y sin embargo hay sectores burgueses que parecen asustados de su propia sombra, como si presintieran el peligro que el propio desarrollo de las contradicciones internas del sistema pudiera deparar. En ese sentido, y solo en ese sentido, estaría de acuerdo con Víctor, pero no porque supongo que el ascenso del fascismo HOY es una amenaza real para la democracia burguesa, sino porque habría que prestar atención al crecimiento de los mencionados grupos y calificarlos como «potencialmente peligrosos».
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luisgac
07/09/2022 at 17:34
Me gustaría hacer un agregado al comentario anterior. La frase «…pero no porque supongo que el ascenso del fascismo HOY es una amenaza real para la democracia burguesa» podría interpretarse en el sentido de que yo observo un «ascenso del fascismo» pero no lo suficientemente importante como para que amenace o incluso termine con la democracia burguesa. Esto evidentemente no es lo que estoy diciendo, o lo que quise decir. NO veo que la situación política actual esté marcada por el ascenso del fascismo. Lo que si se puede observar es que las ideas socialistas han retrocedido en cuanto a su «nivel social de aprobación» incluso con respecto hace 20 años atrás, para ni hablar del período anterior a la disolución de la URSS y que, por el contrario, ideas de derecha o ultraderecha (algunas comúnmente asociadas con el fascismo) penetran con mayor facilidad en la cabeza de las personas. Habría que prestar atención a eso pero, por supuesto, estamos muy alejados de una situación en que haya que enfrentar armados el ascenso del fascismo en las calles.
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luisgac
08/09/2022 at 18:12
Hola Rolando, hace un año que sigo su blog y me resulta altamente reconfortante leerlo, sus análisis son de una claridad y precisión exquisita, coincido plenamente, es triste ver a tantos cuadros que se dicen de izquierda traicionar la lucha. Abrazo grande!
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Sergio
07/09/2022 at 12:58
Excelente artículo, como es costumbre en Astarita. Militar en las filas del trotskisno una parte importante de mi vida. Abandoné sus filas cuando el escandaloso apoyo de Moreno y Altamira a Galtieri y la histeria patriotera. Me pregunto si lo que se llama hoy izquierda no será el mayor impedimento para la emancipación de los trabajadores.
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VS
07/09/2022 at 14:25
Pero habría que partir si en realidad fue un atentado fallido o una simulación vil. Ambos son igual de probables a estas alturas
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Antonio
07/09/2022 at 16:54
muy buen analisis
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Horacio Camba (@horacio02061)
07/09/2022 at 17:52
Hola, Rolando. Desde una perspectiva revolucionaria uno no puede estar en otra posición que no sea la que expresás en el artículo. A nivel general, la desorientación es tan grande y la ideología burguesa está tan metida en nuestras subjetividades que lo que es una obviedad parece un acto de valentía. No lo es. O no es para tanto. Los revolucionarios tomamos posición por la clase a la que pertenecemos y eso no está revestido de ninguna solemnidad.
Dicho esto, me pregunto hasta cuándo nos vamos a seguir indignando por las posiciones que toma la izquierda trotskista. Ya cansa tanta indignación. Quizás habría que ajustar la caracterización que de esas organizaciones hacemos, ajustarlas en el sentido de lo que en realidad son, de la forma que tienen de actuar políticamente, y dejar de pensarlas como lo que dicen ser: organizaciones revolucionarias. ¿Cuántas pruebas hacen falta para empezar a decir que son simples socialdemócratas representando la versión más a la izquierda de las ideas burguesas y, en efecto, dejar de pedirles que sean lo no son ni van a ser? Todas las elecciones reprochándoles lo que dicen o no dicen o deberían decir, todo conflicto social o político indignándose por las posiciones que toman… Si los caracterizamos como la izquierda del capital, la indignación se termina. Parece magia pero no lo es.
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A.
08/09/2022 at 09:40
¿Entendes el concepto de critica inmanente? Se critica a la izquierda que se autodenomina marxista, cuando su comportamiento dista del marxismo. ¿A quien queres que critique? ¿Al partido socialista que se autodenomina socialdemócrata y actua cómo socialdemócratas?
Si estas tan «cansado» de leer criticas siempre podes elegir leer otro blog, nadie te obliga a leer los post de Astarita
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German
08/09/2022 at 11:05
Bien. No hay que re-caracterizar nada. Listo.
Suerte, ojalá los convenzan.
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A.
08/09/2022 at 13:23
Rolando Nadie como vos ha podido expresar tan claramente la verguenza e indignación que me produjo la diatriba antimarxista de Myriam Bregman. Como luchadora histórica no puedo comprender como es posible que semejante distorsión sea producida por alguien que se revindica trotskista revolucionaria, creo que se sentiría más cómoda en el kirchnerismo, así al menos es lo que intuyo a partir de su intervención lamentable y claudicante. De la marcha del PC, Mas y PCR no me sor prende siempre han sido forros de los gobiernos burgueses, lo que me duele es que se involucre en esta decadencia y claudicación a otros partidos trotskistas como el PO aunque no comprendo como no ha repudiado aún esta intervención vergonzosa
de Myriam Bregman que enloda a los simpatizantes del FIT. Gracias Rolando
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Maria
09/09/2022 at 18:33
Es conveniente recordar cuando el PTS consideró a Kicillof nada menos que un «compañero». En su momento lo critiqué, pero algunos decían que lo mío era una exageración. Véase https://rolandoastarita.blog/2018/07/03/bregman-y-el-companero-axel/
Hoy tal vez se entienda mejor esa crítica. Insisto, no son «descuidos». No estamos ante gente improvisada.
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rolandoastarita
10/09/2022 at 09:58
Que noble gesto ! Gracias Rolando
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maria bellini
12/09/2022 at 17:13
Hola Rolando.
Solo quiero comentarle que desde que leí esa nota «bregman y el compañero axel» me cambió totalmente la forma de ver al FIT.
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Roberto
13/09/2022 at 17:48
Alberto Fernández: hemos estado cuatro años en una comisión de Legislación Laboral peleando por el salario mínimo, por los subtes, por la unión civil y por un montón de cuestiones, teniendo grandes debates. Vos sos la persona que va a ser Jefe de Gabinete por tu mérito y por tu capacidad. Te ganaste la posibilidad de demostrarle a la Argentina de hoy y del futuro que vos tenés razón. Ese es un hecho extraordinario. (Aplausos)” (versión taquigráfica de la sesión de la Legislatura porteña del 22/05/03).
Quien pronunció estas emocionadas palabras de despedida a quien había asumido como legislador porteño de la mano de Domingo Cavallo y Gustavo Béliz, en una lista con Diego Santilli y la videlista Elena Cruz, y estaba a punto de asumir como Jefe de Gabinete del flamante gobierno de Néstor Kirchner, fue Jorge Altamira en la Legislatura porteña. Hace tres años el destinatario de estos elogios llegó a la máxima investidura de la república burguesa.
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Fernando
12/09/2022 at 01:50