Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

¿Por qué “saqueo” y no “explotación”?

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Desde ya hace tiempo algunos partidos de izquierda –el PTS en primer lugar- sostienen que Argentina está sometida a un saqueo por parte del capital financiero, los especuladores, los terratenientes, el FMI, el gobierno de Cambiemos y los gobernadores provinciales. El PTS incluso precisa que desde diciembre de 2015 se está operando el cuarto saqueo histórico. Los tres anteriores habrían ocurrido bajo la dictadura militar, durante la hiperinflación de 1989-1991, con la megadevaluación de 2000-2001.

Tengamos presente que con “saqueo” por lo general se busca significar el robo que se realiza empleando violencia, especialmente en lugares militarmente dominados. Lo cual explica por qué ese término, y otros como “robo”, “pillaje”, “despojo”, los encontramos con frecuencia en los textos de los autores de izquierda que denuncian el colonialismo. Por ejemplo, en El imperialismo, etapa superior del capitalismo, de Lenin, y en  Imperialism, A Study, de Hobson. Pero también Marx, en el capítulo 24 del tomo 1de El Capital, dedicado a la acumulación originaria, se refiere al “robo” de las tierras comunales y  fiscales; al “despojo” de las tierras a los campesinos; a la “esclavización” de la población aborigen en América, durante la conquista; y al “saqueo” de las Indias Orientales por los europeos. En todos estos escenarios la violencia ocupa un rol central con relación a la extracción del excedente, y la ruina de pequeños productores o comunidades no capitalistas.

Sin embargo, “saqueo”, “robo”, “pillaje”, prácticamente desaparecen en los textos en los que Marx trata del capital y la plusvalía. Esto se debe a que, en el capitalismo, la coerción político-militar no interviene directamente en la extracción del excedente. Esta última se realiza por medios económicos: el trabajador, no propietario de los medios de producción, se ve obligado a vender su fuerza de trabajo si no desea caer en el pauperismo o, peor aún, morir de hambre. Pero formalmente es libre: “Para la transformación del dinero en capital, el poseedor del dinero, pues, tiene que encontrar en el mercado de mercancías al obrero libre; libre en el doble sentido de que, por una parte dispone, en cuanto hombre libre, de su fuerza de trabajo en cuanto mercancía suya, y de que, por otra parte, carece de otras mercancías para vender… (Marx, El Capital, p. 205, t. 1, Siglo XXI).

Por eso la subordinación del trabajador al capital se realiza sin necesidad de que intervenga la coerción política directa. De nuevo, en palabras de Marx: “Solamente en su condición de poseedor de las condiciones de trabajo es como el comprador [el capitalista] hace que el vendedor [de la fuerza de trabajo] caiga bajo su dependencia económica; no existe ninguna coerción política, fijada socialmente, de hegemonía y subordinación” (Marx, El Capital, capítulo VI Inédito, p. 61, edición Siglo XXI). Pero por eso mismo en esta transacción no hay “robo”. De ahí que en las “Glosas marginales a Wagner”, Marx escriba: “… yo no presento nunca la ganancia del capitalista como una sustracción o un ‘robo’ cometidos contra el obrero. Por el contrario, considero al capitalista como un funcionario indispensable del régimen capitalista de producción y demuestro prolijamente que no se limita a ‘sustraer’ o ‘robar’, sino que lo que hace es obtener la producción de plusvalía; es decir, que ayuda a crear ante todo aquello que ha de ‘sustraer’; y demuestro también por extenso que incluso en el cambio de mercancías se cambian solamente equivalentes y que el capitalista –siempre y cuando que pague al obrero el valor real de su fuerza de trabajo- tiene pleno derecho –dentro, naturalmente, del régimen de derecho que corresponde a este sistema de producción a apropiarse la plusvalía” (edición FCE de El Capital, tomo 1, p. 715).

Con esto Marx enfatiza que la explotación del obrero se produce según las leyes del mercado (esto es, según la ley del valor). No es una cuestión de actitud moral, o de buenas y malas personas, sino un resultado inevitable del modo de producción imperante. Pero no solo la explotación del asalariado, también la reproducción a escala ampliada procede según la ley del valor y de la plusvalía: el capital genera plusvalía que se transforma en capital en escala creciente. Y los capitalistas y pequeños productores que no pueden sostener la competencia van a la ruina; el “robo” o el “saqueo” juegan un rol secundario en todo esto. Asimismo, durante las crisis se desvalorizan los capitales y la fuerza de trabajo, de nuevo según las leyes del mercado. Es de un llamativo simplismo reducir la complejidad de este fenómeno a una cuestión de “saqueo” o “robo”.

No es un cambio inocente

Por supuesto, nadie cuestionaría a un socialista que, ocasionalmente, se refiriese a la explotación de la clase obrera como un “robo” de plustrabajo, o alguna expresión parecida. En tanto se tenga en claro el encuadre teórico fundamental, el tema no parece relevante. Sin embargo, cuando los términos “saqueo” o “robo” desplazan la noción de explotación o, peor aún, se utilizan para marcar los “grandes episodios históricos de saqueo”, el asunto cobra un cariz bastante más serio, y no tiene nada de inocente. En sustancia, lo que se busca es barrer debajo de la alfombra la teoría de la plusvalía, y su potencial subversivo, crítico, del modo de producción capitalista.  Es que la noción de plusvalía nos lleva directamente a cuestionar la explotación del trabajo asalariado por el capital, y a poner el acento en su carácter sistémico, inevitable, en tanto subsistan las relaciones sociales imperantes.

El término “saqueo”, en cambio, se refiere a un “robo” o “despojo” del país de conjunto. Por eso nos ubica en el terreno de la defensa de “lo nacional”. Sugiere que, además y por encima de la explotación capitalista, existe una explotación colonial. De ahí que alguna organización, afecta al “nacional marxismo”, por estos días haya establecido el paralelismo entre los conquistadores españoles que vinieron a “tomar posesión de nuestra economía y recursos”, y el FMI que “ha tomado el control de nuestras finanzas” (Obsérvese el empleo de la primera persona del plural: las finanzas son “nuestras”, esto es, argentinas). Una explicación que conecta con las viejas tesis del stalinismo: en este país está pendiente una revolución democrático-burguesa que barra con las formaciones sociales precapitalistas, la oligarquía terrateniente (saqueadora) y los poderes neocoloniales (también saqueadores).

En este marco, la crítica a la burguesía nacional y a la pequeña burguesía es por no impedir el saqueo “de nuestras riquezas”. La idea de que el mundo se divide entre “ricos y pobres” –en detrimento de la oposición explotados / explotadores- encaja en el enfoque de conjunto.

Naturalmente, tampoco es inocente la periodización de “los grandes saqueos” a la que aludí al comienzo de la nota. Por empezar, porque en una primera observación podemos decir que se deja de lado el “saqueo” ocurrido durante la gran crisis de 1975, cuando el gobierno de Isabel Perón, la Triple A y los planes económicos de Celestino Rodrigo (junio de ese año) y Emilio Mondelli (principios de 1976). Pero esto no es lo más importante. Lo más grave es que se da a entender que al interior de la clase dominante habría dos tipos de capitalistas, gobiernos y regímenes. Por un lado, los capitalistas, gobiernos y regímenes “saqueadores”, que habrían operado bajo la dictadura; durante las dos grandes crisis devaluatorias y/o inflacionarias, 1989-1990 y 2000-2001; y desde diciembre de 2015 hasta la fecha. Por otra parte, los gobiernos y capitalistas “no saqueadores”: el gobierno Alfonsín, con excepción del año 1989; el de Menem, con excepción del bienio 1990-1991; y los gobiernos Kirchner. Se entiende entonces por qué se considera “compañero” al ex ministro kirchnerista Kicillof (véase aquí). Después de todo, el gobierno que integró el “compañero Axel” fue capitalista (un defecto importante), pero no “saqueador” (por favor, no tomar en cuenta el acuerdo con Chevron).

En definitiva, en aras de la patriótica unidad de acción “anti-saqueo”, bien se puede dejar de lado la teoría de la explotación de Marx. Es suficiente con “saqueo”. ¿El Capital? Pues ni siquiera para “los días de fiesta” (ver aquí). Sin embargo, es muy útil para dar conferencias de homenaje a Marx en las facultades de Ciencias Sociales. Para el resto del año, y como ya dije en otras entradas, es suficiente con el papa Francisco y el habitual keynesianismo bastardo estatista. Saqueo y robo en lugar de explotación y plusvalía. Nada resume mejor los horizontes intelectuales del nacional-marxismo.

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Written by rolandoastarita

18/10/2018 a 12:34

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22 respuestas

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  1. Buenas tardes Rolo, me parece muy acertado tu análisis.
    Estuve leyendo el discurso de Nicolás del Caño del 6 de octubre en Argentinos Jrs y noté esto que recalcas. Creo que a esta altura no tiene lugar la descalificación hacia Del Caño. Acá no se trata de cuán mal orador es o de su falta de carisma. Nos guste o no se trata del referente del partido más importante de la izquierda (supuestamente) revolucionaria. Un acto tan importante como significó el de Argentinos para la organización es impensado sin un acuerdo de la Dirección sobre qué decir y a quiénes hablarles.
    Del Caño no se dirigió a la clase trabajadora sino al “pueblo trabajador”. Macri y el FMI “saquean” “nuestras tierras”, destruyen «nuestro país». “La crisis es por el pago de deudas” le explicó a su auditorio sin decir una palabra de la debilidad estructural de la economía argentina, como si el endeudamiento no tuviera que ver con la falta de inversiones.
    Luego se refirió a una “conspiración” que incluye al peronismo para aprobar el presupuesto 2019. ¿No sería una necesidad de la burguesía la aprobación de esa ley? ¿el peronismo sería entonces una entelequia a la que se puede traccionar hacia el lado de las grandes mayorías populares si rompe con estos dirigentes traidores?…
    Luego esbozó algunas propuestas para salir de la crisis: Un “plan de emergencia” que estatice la banca; aumento a los jubilados; que ningún trabajador cobre menos de lo que cuesta la canasta básica; asi como el reparto de horas para que ”no haya un solo desocupado”. Todas consignas que exudan reformismo y sobre las que hablaste muchas veces.
    Del Caño finaliza llamando a construir un “partido unificado de la izquierda y de los trabajadores”, “ que se proponga lucha por un gobierno de las y los trabajadores”. ¿Qué tipo de gobierno se pretende construir y con qué sectores? ¿Sigue existiendo para el PTS el horizonte de la revolución socialista?
    Me parece claro que se ha consolidado el giro reformista que venía tomando esta organización hace años. Creo que a tu caracterización de “nacional-marxismo” le estaría sobrando la palabra marxismo como al PTS la S.

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    pabloeffe

    18/10/2018 at 14:23

  2. Impecable como siempre la delimitación, no por básica menos necesaria, entre marxismo y nacionalismo.
    En mi opinión, una versión más «refinada» de este tipo de planteos «marxistas nacionalistas» (valga el oxímoron) lo constituye la teoría del geógrafo David Harvey acerca de la «acumulación por desposesión», que por ejemplo puede verse aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20130702120830/harvey.pdf.
    Me gustaría conocer tu opinón al respecto Rolando, no sé si leíste algo de Harvey.
    En cuanto a la calificación de «compañero» a Axel Kicillof por parte de Myriam Bregman, comento que hace pocas semanas me enteré que ella es nada más ni nada menos que la representante legal del papista Grabois en alguna de las causas judiciales que este dirigente peronista tiene abiertas por parte del actual gobierno. Tan inconcebible como mi vida sin este blog, en medio de tanta confusión y desarme teórico-político. Salud y revolución social!

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    Mariana

    18/10/2018 at 16:55

    • No puedo explicar en un «comentario» todos los problemas que veo en la tesis de Harvey de la «acumulación por desposesión». De todas maneras, creo que es claro que mi enfoque es muy distinto. Harvey, de hecho, sostiene las viejas tesis del imperialismo de Lenin (entre ellas la idea de que los precios son manejados por los monopolios, que el capital financiero domina al capital industrial) planteando que los procesos de «acumulación originaria» descritos por Marx en el capítulo 24 del El Capital sehan hecho permanentes. Para no usar el término «originaria», le llama «acumulación por desposesión». Con esto quiere significar que la acumulación basada en la depredación, fraude, violencia directa, robo, juega un rol por lo menos tan importante como la que acumulación «a lo Marx» (esto es, la que analiza Marx en El Capital, por ejemplo, capítulos 22 y 23 del tomo 1).

      Una observación: yo no criticaría a Bregman por ser abogada defensora de Grabois. Después de todo, es su oficio. Lo que critico es que su discurso político sea, en sustancia, tan similar al de Grabois (y por lo tanto, al del papa).

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      rolandoastarita

      19/10/2018 at 12:09

  3. Ya son socialdemócratas Rolando. La revolución es solo una zanahoria para consumo interno.

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    AP

    18/10/2018 at 22:20

  4. Lamentablemente, la puerta para hablar de saqueo y dominación se encuentra (a mi parecer) en el libro uno del Capital. Es difícil encontrar el el escrito de Marx un corte epocal donde quede superado la fase colonialista «extractora», etc y donde se conforma un capitalismo librecambista «puro». Ese capítulo permitió fundar a los dependentistas, a los populistas (chavistas, castristas etc) y hasta cierto feminismo pseudo economicista (Federici).
    Ahora sobre el discurso, creo que repite el sendero del morenismo, buscando captar peronista-k decepcionado o sin brújula politica de acción. Nada nuevo.
    Un saludo respetuoso. Muy buen post.

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    Jose

    18/10/2018 at 23:53

  5. demoledor,como una molotov de nitroglicerina.

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    GUS LIZA

    19/10/2018 at 07:41

  6. La culpa no es del chancho, sino del que le da el afrecho.
    La culpa no es del chancho sino de quien le da de comer.
    *
    Argentina está sometida a un saqueo, SI.
    Mas por qué? Como se llegó? Por qué se permitió?
    El gobierno de CAMBIEMOS es el gran responsable.
    Cuando Cambiemos fue al FMI, el congreso quedó quieto.
    La población quedó callada.
    *
    Quando Brasil no quiso Dilma se hicieron manifestaciones pacíficas, los domingos.
    Y ahora Brasil está en transformación.
    *
    Argentina qué hizo?
    *
    Continua con inflación, que es el robo de los políticos a los ciudadanos.
    El desmanejo de Cambiemos está arruinando la vida de muchos argentinos.
    *
    El FMI viene a cuidar del dinero que está prestando.
    Más en http://economiaparatodos.net/para-quien-quiera-entender-el-credito-stand-by-con-el-fmi/
    *
    En un país de «keynesianos» es difícil encontrar soluciones sólidas a los problemas económicos.
    *

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    clemente

    19/10/2018 at 12:04

    • Dejé pasar este otro asunto importante: LA PRESIÓN FISCAL.
      Es absurda la cantidad de dinero que este item se come diariamente!

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      clemente

      19/10/2018 at 14:38

    • y Argentina también está sometida a este saqueo:
      https://www.pressreader.com/argentina/la-nacion/20180909/281496457174425
      Entonces, existirian intereses para que el actual caos se propague indefinidamente?

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      clemente

      19/10/2018 at 17:43

    • Gracias CAMBIEMOS!!

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      clemente

      19/10/2018 at 19:05

    • Por una cuestión de criterio democrático le publico sus «comentarios». Pero ¿no puede escribir algo inteligente y que tenga que ver con las notas? Por favor, tenga un poco de piedad. ¿Qué mal le hicimos para castigarnos de esta forma?

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      rolandoastarita

      19/10/2018 at 19:44

    • Escribís horrible y alargas al vicio los comentarios, además estos vídeos parecen economía austríaca explicada por conchetos pero bueno.
      Mejor deja las drogas o nunca vas a entender la diferencia entre un keynesiano y un marxista. Ni tampoco de dónde viene el discurso cirquense que defendes.

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      SPDA

      21/10/2018 at 12:34

  7. Rolo, la charla que diste en Bilbao junto a Joaquín Arriola está grabada? Gracias.

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    Walter

    19/10/2018 at 14:12

  8. Profesor Astarita,tengo una petición que hacerle si es tan amable.Trato de conseguir su articulo sobre Morishima en Realidad Economica,entré en la web de la revista,pero no sé si algo hago mal,porque no logro acceder sl texto.¿Podría facilitarme algún enlace? Gracias.

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    Enrique José

    19/10/2018 at 17:08

    • No tengo ese artículo, ni enlace a algún sitio. ¿Por qué no preguntas en el IADE directamente? Seguramente tienen la revista.

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      rolandoastarita

      20/10/2018 at 11:57

  9. No se me habia ocurrido, menudo despiste. Gracias.Estoy repasando las ambiguas aportaciones sraffianas a la tradición marxista,peligrosas porque suelen presentarse como el verdadero cumplimiento de los objetivos teoricos de Marx,despojados de ropaje»metafisico»y jerga dialectica hegeliana, extraña a la verdadera ciencia.Esta «tecnificación «del marxismo es una completa desnaturalizacion,sepulta la discusión conceptual tras la complejidad de la matematica matricial y postula un concepto de causalidad extraño y sustraido al tiempo,por el método de ecuaciones simultáneas. Este «marxismo walrasiano» me parece que Moseley lo ha desahuciado definitivamente,y más en general, ha zanjado el largo pseudoproblema de la transformacion,conel debido ajuste de cuentas a austriacos, Bortkiewicz,Samuelson y los neorricardianos.No veo muchas diferencias con su propio enfoque,expuesto en articulos del blog que me han.resultado muy clarificadores.Sólo noto en.Moseley una cierta incoherencia entre su estrategia general de critica temporalista y la regla de valoracion del capital constante por los costes de reposicion actuales de insumos y no por el gasto historico pasado de trabajo en una fase previa de la produccion efectiva.Creo que esto lo explica muy bien en un artículo Alejandro Ramos,de Costa Rica.La valoración historica parece lo coherente con una nocion del capital como valor en.progreso de autoexpansion,y no como cosa estática, inerte.La critica principal a Sraffa me parece denunciar la explicacion de la produccion de mercancias solo sobre la base de matrices de coeficientes técnicos prescindiendo de la naturaleza social dinamica del capital. Producción de bienes sin capital, ¿cómo puede haber pasado esto como critica del capitalismo? Pero ya veo que abuso de nuevo de su tiempo y paciencia, parezco un neófito con exceso de entusiasmo juvenil por comunicar al mundo y a los expertos sus triviales descubrimientos,que ellos ya saben de sobra.Salud.

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    Enrique José

    20/10/2018 at 15:10

  10. Coincido con la línea general de este artículo. Si lo que se quiere hacer es basar la agitación política contra el Gobierno Macri desde un punto de vista marxista revolucionario, ¿por qué no se habla de «super-explotación» en lugar de «saqueo»? Creo que esto no sólo sería coherente con la teoría y práctica del marxismo revolucionario sino con la realidad misma. Después de todo el objetivo del macrismo es deprimir los salarios reales medios hasta lograr un valor reproducido de la fuerza de trabajo históricamente más bajo. Por lo menos hasta que se restaure, si lo logran, la rentabilidad al nivel deseado para la reactivación de la acumulación capitalista. Incluso la tasa actual de política monetaria, si bien implica una importante punción de plusvalor, puede ser funcional a ese objetivo en tanto profundiza la recesión e incrementa el ejército industrial de reserva.
    Por otra parte si lo que se quiere significar con la palabra «saqueo» es el aumento de la transferencia internacional de plusvalor, a través de la llamada fuga de capitales, a razón de 1.600 millones de dólares al mes, según indican varias fuentes, esto parece eludir el hecho de que es la propia burguesía argentina la que propende más a fugar y menos a invertir. Además el modo en que se distribuye el plusvalor entre las distintas fracciones del capital -nacional y extranjero- no tiene nada que ver ni con la explotación ni con el saqueo. En última instancia, es la lógica de la apropiación privada de la plusvalía, que pone en manos de un reducido grupo de personas el excedente socialmente generado lo que hay que cuestionar.

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    luisgac

    20/10/2018 at 18:52

  11. Solamente una consulta:
    Comparto la línea argumental del artículo en relación a que su profundidad crítica estriba en revelar el dispositivo político del nacionalismo: la forma en la que construye un nosotros, lo que vos, Rolo, desarrollás después del subtítulo «No es un cambio inocente».
    No conozco la tesis de Harvey sobre la permanencia de los procesos de acumulación originaria pero en cambio me resulta (políticamente -en el sentido que dije antes) necesario el punto de vista de Federici acerca de la consideración de los trabajos reproductivos en la producción social de valor. Entiendo que se apoyan teóricamente en el concepto de enclosure o cercamiento, que remite a la fase de acumulación originaria. No veo que la asunción de esta argumentación tenga por añadidura ideológica necesaria el nacionalismo.
    Sintetizando: la crítica al remplazo de una terminología por otra («explotación» por «saqueo») creés que implica el falseamiento de la tesis de Federici?
    Un saludo!

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    seb

    23/10/2018 at 13:30

  12. Rolando ¿Cuál es tu opinión de libro de David Harvey Acumulación por desposesión?

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    Galkin

    16/07/2023 at 06:34

    • Es imposible explicar mis diferencias con la tesis de DH «acumulación por desposesión» en un «comentario».
      Esbozo algunas de las principales cuestiones. En primer lugar, soy crítico de la afirmación de Harvey de que existe una «sobreacumulación crónica» de capital desde los 1970. Es una reedición de la idea, que atraviesa a casi todo el marxismo, de que el capitalismo está en crisis, o semi estancado, o estancado, desde hace medio siglo o más (los trotskistas dicen que desde 1914).
      Harvey repite esa cantinela, y cita a Brenner (también habla de una larga onda depresiva del capitalismo).

      Pues bien, a pesar de la importancia que le da a la «sobreacumulación crónica» del capitalismo contemporáneo, no encuentro una explicación convincente de Harvey de por qué eso debe ser así. Dice que el capitalismo, desde los 1970, evidencia una incapacidad de acumular a través de la reproducción ampliada sobre una base sustentable. ¿Por qué esa incapacidad? No lo explica. DH dice que la sobreacumulación se entiende teóricamente con la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Sin embargo, Marx analizó crisis de sobreproducción (por ejemplo, la de 1847, que comenté en una entrada anterior) sin apelar a la LTDTG. Y explicando de qué manera el capitalismo supera las crisis de sobreproducción. Pero no veo que DH dé importancia a este aspecto del pensamiento de Marx. El problema para su tesis es que, en el enfoque de Marx, no hay crisis crónicas de sobreproducción o sobreacumulación. Y más importante que lo que dijo Marx, es que en la práctica no existen crisis del capitalismo sin salida (o sea,. crónicas).

      DH de todas manera se mantiene en su tesis de la crisis de sobreacumulación crónica. Afirma que la sobreacumulación significa excedente de trabajo, o sea, desocupación, creciente. Pero no brinda datos empíricos que justifiquen esa afirmación. La realidad es que esa tesis no se verifica. No es cierto que la desocupación en EEUU, Alemania, China y otros centros de acumulación del capital haya estado creciendo sistemáticamente desde hace medio siglo, o más. Tampoco hay una razón teórica para que ocurriera tal cosa.

      El segundo aspecto de la sobreacumulación, según DH, es la sobreacumulación de capital. Sostiene que esta se evidencia en la sobreacumulación de mercancías que no pueden venderse sin pérdidas, y en la capacidad productiva inutilizada. De nuevo, estas afirmaciones no tienen fundamento empírico. No es cierto que la sobreproducción de mercancías sea crónica; el capitalismo no puede existir vendiendo año tras año (¿desde 1970?) las mercancías a pérdida. Teóricamente no hay razón para que debiera ser así. Y de hecho, no es así. Las ventas generalizadas a pérdida ocurren durante las crisis (también el aumento explosivo de la capacidad productiva ociosa). Pero no es un fenómeno crónico.

      A DH estas cuestiones de todas maneras no lo mueven de su tesis sobre la sobreacumulación crónica. Sostiene que la manera en que el capitalismo responde a la sobreacumulación es con ajustes espacio temporales, esto es, con inversiones de largo plazo y gasto social. Pero esto de nuevo no tiene sentido. Cuando se produce la crisis el capital no responde aumentando sus inversiones de largo plazo. Durante las crisis lo que ocurre es la desvalorización de los capitales (no solo de las mercancías, también del capital constante); de la fuerza de trabajo; la caída de la inversión. A partir de estos procesos se restablecen las condiciones para reanudar la acumulación. Y entonces sí ocurre que el capital aumenta la inversión, abre nuevos mercados, etcétera. Pero estos procesos se pueden explicar según las leyes de Marx de la acumulación (con las adaptaciones y actualizaciones necesarias). Por ejemplo, las privatizaciones, el rol del capital financiero (DH sigue la tesis de la financiarización, que he criticado en otros lugares) y el avance de la mercantilización y subsunción de fuerzas productivas bajo el mando del capital.

      En todo esto, la fuente de plusvalía (y por lo tanto, de la reproducción ampliada) es el trabajo productivo. Los métodos de la acumulación originaria (desposesión violenta, colonialismo, esclavitud, cercamientos, etcétera) en la actualidad tienen un rol secundario frente a la explotación del trabajo asalariado.

      Repito que esto es solo un esbozo de mis diferencias con DH. Debería en algún momento escribir sobre esta tesis.

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      rolandoastarita

      16/07/2023 at 13:23

  13. Estoy de acuerdo con lo sostenido por Astarita ( respuesta sobre David Harvey).Marx acertó cuando sostuvo que la crisis permanente no existe ni puede existir.Luego Engels especuló sobre una posible cronificación de la crisis de sobreproducción a raiz de la gran crisis iniciada en 1873.En la socialdemocracia pasaron a ver el capitalismo como decadente bastantes de sus partidos,,,y de ahí toda la especulación sobre el capital como incapaz , senil, decadente,un edificio que se derrumba y demás falacias que no se han podido verificar.Y como años después Karl Kautsky reconoció que tras esa gran crisis volvio a desarrollarse otro ciclo de inversión y desarrollo capitalista , y lugo vino otra crisis..etc….muchos marxistas de izquierda miraron para otro lado, anteponiendo su sectarismo frente al kaustkismo ( al que criticaban adecuadamente por sus posiciones centristas…. ) a una actitud científico crítica .Pannekoek no aceptaba estos enfoques decadentistas ni del lado de Luxemburgo ni de Lenin, y era el más acertado.

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    F.Martin

    17/07/2023 at 17:03


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