Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

“Plan B de Varoufakis” y contradicciones del dinero (3)

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Es la última parte de la nota; las anteriores partes aquí y aquí

La reforma de Darimon y la crítica de Marx

Los proudhonianos continuaron la idea de Gray. En este respecto, es interesante la crítica que dirige Marx a la reforma monetaria que había ideado Alfred Darimon, seguidor de Proudhon, en las primeras páginas de Elementos fundamentales para la Crítica de la Economía Política (Grundrisse) 1857-1858.

Darimon proponía reformas en el Banco de Francia para eliminar las crisis comerciales periódicas. Sostenía que durante las crisis, y ante la caída de las reservas de metal, el Banco de Francia acostumbraba subir los tipos de interés, lo que profundizaba las crisis. Darimon planteaba entonces eliminar la convertibilidad de los billetes de banco, y cualquier otra asignación reembolsable en oro y en plata (como los depósitos). De esta manera, el oro y la plata serían mercancías como las otras o, más precisamente, todas las mercancías pasarían a ser medios de cambio con el mismo rango que el oro y la plata. Pensaba que de esta manera el Banco de Francia podría tener un control absoluto del crédito. Puede verse que, en esencia, se trata del mismo objetivo de Gesell o Gray.

La crítica de Marx arranca señalando un error aparentemente técnico: Darimon pensaba que entre la cantidad de metal en reserva y los medios de circulación, representados por la cartera de títulos en manos del Banco, había una relación inversa. Según Darimon, el Banco recibía documentos que se presentaban para retirar el metal, de manera que cuando aumentaban los primeros, disminuía el segundo, y viceversa. Marx demuestra que estadísticamente esto no se verificaba, y explica que la razón de la discrepancia residía en que Darimon no tomaba en cuenta la circulación de billetes de banco, ni los depósitos. Por eso, podía suceder que las reservas bajaran menos que lo que subía la cartera de títulos por el simple hecho de que una parte de los billetes emitidos para efectuar descuentos hubiera seguido circulando y no hubiese sido convertida en metal; o también porque los billetes emitidos hubiesen vuelto a entrar como depósitos. De manera que la relación entre títulos y reserva de metal estaba lejos de ser lineal.

Pero más importante, Marx explica que el Banco de Francia no podía escapar a la ley económica, y a las constricciones derivadas de la producción y la situación de la economía en general. Por ejemplo, en la base de la crisis francesa de 1855, en Francia había estado el déficit en dos de las más importantes ramas de la producción, la seda y el trigo; además, había habido especulaciones capitalistas en el exterior, y gastos improductivos causados por la guerra en Oriente. Este déficit no se podía remediar creando signos monetarios; ni el Banco de Francia tenía el poder para arreglar el problema.

Para verlo con un ejemplo sencillo: un comerciante de trigo presentaba documentos al Banco para su descuento; obtenía billetes y los convertía en oro del Banco; con el oro compraba trigo en el exterior, con el trigo obtenía dinero del público francés, y con ese dinero levantaba los documentos depositados en el Banco. ¿Cómo podía el Banco escapar a esta ley económica? ¿Cómo podía no elevar los intereses cuando las condiciones del crédito se endurecían? Pero Darimon pensaba que suprimiendo la convertibilidad, se solucionaban los problemas. Era una ilusión. Para entender por qué, supongamos que el Banco de Francia pasaba a descontar documentos contra billetes que no podían ser convertidos en oro, como proponía Darimon. Los billetes entonces serían asignaciones directas sobre los productos de la nación. Aunque Marx no presenta este argumento, surge una pregunta primera: ¿Cómo se podía importar trigo (y si había déficit de producción de trigo, la importación era inevitable) si esos billetes sin respaldo no eran aceptados por los capitalistas productores de trigo en el exterior?

Supongamos sin embargo que fueran aceptados; dado que se trataba de asignaciones sobre los productos franceses, dice Marx, subirían los precios de estos productos. Lo cual implica que el Banco habría desvalorizado los títulos, sin que hubiera aumento de la riqueza nacional. Pero más importante todavía, aun con inconvertibilidad el valor de los billetes emitidos se establecería, de todas forma, y de hecho, en los mercados del oro y la plata. “Para los billetes no convertibles la convertibilidad no se comprueba en la caja del banco, sino en el cambio cotidiano entre el papel moneda y la moneda metálica de la que aquella lleva el título” (Grundrisse, p. 57, t. 1).

De nuevo, las relaciones sociales

En el planteo de Marx subyace la idea que vertebra su crítica al utopismo reformista burgués, a saber: que la ley económica no se puede desconocer en tanto esa ley tiene su raíz en las relaciones sociales de producción y de cambio. Por eso señala, en polémica con las ideas de Darimon, que el Banco de Francia no podía escapar a la “ley económica universal” que dice que cuando aumenta la demanda de crédito, y escasea la oferta de dinero, aumenta la tasa de interés. No había manera de alterar esta cuestión, de la misma manera que el Banco no podía controlar la masa de los medios de circulación. Por eso señala que Darimon hacía “de su personal fe supersticiosa en el control absoluto del mercado y del crédito por parte del banco, un punto de partida” (Grundrisse, p. 48, t. 1). Es la misma fe supersticiosa que encontramos al día de hoy, una y otra vez, en las más diversos reformadores “heterodoxos”. Irónicamente, la ortodoxia monetarista también piensa que la masa de circulante puede ser administrada a voluntad por la autoridad monetaria.

La crítica de Marx entonces da vuelta por completo a la idea –tan común por estos tiempos entre la heterodoxia kirchnerista, y similares- de que “la política controla a la economía”. Es que en la economía mercantil capitalista la política no puede escapar de los rigores de la ley del mercado. Por esta razón, lo monetario no puede abstraerse de la totalidad social en la que existe. Es lo que afirma Marx, en forma de una pregunta que bien puede interpretarse como retórica: “¿Es posible revolucionar las relaciones de producción existentes, y las relaciones de distribución a ellas correspondientes, mediante una transformación del instrumento de circulación, es decir, transformando la organización de la circulación? Además, ¿es posible emprender una transformación tal de la circulación sin afectar las actuales relaciones de producción y las relaciones sociales que reposan sobre ellas?” (Grundrisse, p. 45, t. 1). Agregaba que las reformas que pretendían realizar malabarismos en materia de circulación trataban de evitar, por un lado, el carácter violento de las transformaciones, y por el otro, “hacer de estas transformaciones mismas no un supuesto, sino viceversa, un resultado gradual de la transformación de la circulación” (ídem). Ninguna de esas reformas monetarias puede “suprimir las contradicciones inherentes a la relación dinero” (p. 46, ídem). Naturalmente, el ultra prudente “plan B” del reformista Varufakis, no escapa a las generales de la ley.

En resumen, la clave de la crítica marxista al socialismo burgués o pequeño burgués es entender el sencillo hecho de que la forma de producción material, y el intercambio que corresponde a ese modo de producción, constituyen las circunstancias objetivas con las que cada individuo y generación se encuentran como algo dado, y son el fundamento de su actividad política. Esto es así, tanto si se quiere reformar lo existente, o revolucionarlo. Una cuestión que “prácticamente” le fue recordada, hace poco, a Syriza y a sus apologistas desparramados por el mundo (ver aquí).

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“Plan B de Varoufakis” y contradicciones del dinero (3)

Written by rolandoastarita

13/11/2015 a 14:50

9 respuestas

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  1. Rolo, entiendo el problema, pero a duras penas…. Me cuesta entender el ejemplo. No se qué significa «asignaciones sobre productos franceses»… más que nada eso de «asignaciones». Cuando Marx plantea que los precios subían, ¿a qué precios se refiere? ¿Los del trigo importado? Porque, por como va la frase, pareciera referirse a los productos franceses. En realidad, en el caso que planteás, pareciera ser que aumenta el circulante sin respaldo, por lo que habría inflación. Corregime si me equivoco.

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    Gus

    13/11/2015 at 19:45

    • Asignación sobre productos franceses quiere decir que tenía curso forzoso y podía usarse para adquirirlos. Cuando Marx se refiere a que suben los precios, se refiere a los productos franceses (por eso digo que sería imposible que esos billetes fueran aceptados en el exterior, al menos sin una desvalorización con respecto al oro). Efectivamente, Marx está planteando que aumentaba el circulante sin respaldo, por lo que habría inflación. Precisamente pienso volver a este razonamiento para tratar la idea «brillante» de algunos economistas K, ex-marxistas, que pretenden que es «heterodoxia científica» que se puede financiar el déficit fiscal emitiendo billetes sin respaldo, y sugieren que tal tontería se pueda encontrar en la teoría de Marx (y quien diga lo contrario es partidario del monetarismo).

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      rolandoastarita

      13/11/2015 at 19:57

  2. también pido una aclaración sintética de terminología económica: de que se trata la convertibilidad de los billetes de bancos? Qué sería un billete convertible y uno no convertible?

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    Fernando

    15/11/2015 at 14:05

    • Es la convertibilidad del billete respecto al oro que representa. La libra era convertible al oro (ibas al banco central y te lo cambiaban por tantas onzas) pero cuando habia crisis y la gente se desprendia de la libra para hacerse del oro como refugio de valor, se decretaba la inconvertibilidad.

      Hasta el 70 o por ahi creo, el dolar estadounidense era convertible con el oro.

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      Sergio

      15/11/2015 at 16:07

  3. Dada esta situación que usted analiza yque comparto, y en el supuesto caso que la conducción de Syriza a cargo del gobierno griego estuviera dispuesta a ser consecuente con su programa anti-austeridad, la consecuencia inmediata era la ruptura con las instituciones europeas. De ahí se desprende, a mi entender, la salida inevitable del sistema euro (y no al revés), o la expulsión lisa y llana de Grecia. En tal caso, ¿qué cursos de acción tendría disponibles un gobierno en tal situación, repito: un gobierno que hubiera sido consecuente con su programa y su base social?

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    Alejandro Pannocchia

    21/11/2015 at 18:23

    • Una salida del euro llevaría de todas maneras a una fuerte devaluación de la dracma (o como se llamara la nueva moneda), caída de salarios, fuga de capitales. O sea, un escenario del tipo crisis argentina de 2002. No veo cómo se podría evitar (asumiendo siempre que Grecia se mantiene como economía capitalista).

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      rolandoastarita

      22/11/2015 at 09:48

  4. Che, rolo, según los medios, una de las explicaciones de la bajada del precio de commodities se debe a la apreciación del dolar. ¿Cómo se explica esto desde la TVT?

    Gracias de antemano.

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    Ignacio Rodas

    22/11/2015 at 18:26

    • Dado que los commodities cotizan en dólares, una apreciación del dólar eleva su precio en término de dólares, de manera que hace falta menos dólares para expresar su precio de producción. La relación entre tipo de cambio y la TVT la trato en «Valor, mercado mundial y globalización», y amplío en «Economía política de la dependencia y el subdesarrollo». También en algunas notas del blog. De todas maneras, el tipo de cambio explica de manera muy parcial la suba de los commodities. Lo fundamental tiene que ver con cuestiones que también se explican desde la TVT. Estoy preparando una nota, bastante larga, sobre la hipótesis Prebisch Singer del deterioro de los términos de intercambio, en la que modifico parcialmente algunas cuestiones que planteé en «Economía política de la dependencia…».

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      rolandoastarita

      23/11/2015 at 10:43

    • Profesor Astarita ¿En tal caso de exceso de oferta por qué no optar por reducir la producción/venta? ¿Presión para no perder couta de mercado?

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      JHaydn

      23/11/2015 at 20:09


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