Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Elecciones en CTERA, ¿qué balance?

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El jueves 7 de septiembre se realizaron las elecciones nacionales en CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), la mayor entidad sindical docente del país. Se presentaron dos listas, la oficialista Celeste Violeta, encabezada por Roberto Baradel y Sonia Alesso; y la Multicolor, con Sebastián Henriquez  y Romina Del Pla. Henriquez es dirigente en Mendoza y Del Pla en Matanza, Buenos Aires. La Multicolor  agrupó a toda la oposición (listas Granate – Rosa – Azul y Blanca – Fucsia – Marrón – Lila – Verde – Gris – Roja y Negra).

Según la información del mismo día 7, escrutado el 55% de las mesas, el oficialismo se imponía con el 81% de los votos contra el 17% de la Multicolor. Henriquez y Del Pla habrían sido derrotados en sus respectivos distritos (http://www.ctera.org.ar/index.php/prensa/comunicados-prensa/item/2797-contundente-triunfo-de-sonia-alesso-y-roberto-baradel-en-las-elecciones-de-ctera).

Pues bien, de confirmarse estos datos (la información es escasa y parcial), cabe preguntarse por qué el oficialismo se impuso con semejante margen. La pregunta parece pertinente dados los análisis previos de la izquierda sobre cómo había quedado la Celeste Violeta luego de las luchas contra el ajuste de Cambiemos (cinco semanas de huelga en Buenos Aires). Es que se caracterizó que la dirección Alesso – Baradel está muy desprestigiada por no haber organizado ni continuado la pelea, y por haber firmado convenios que no satisfacen a las bases. Se consideró también que en todo el país “se extiende la bronca contra la burocracia de CTERA por sus reiteradas traiciones”. Y que los docentes “están haciendo un balance muy crítico de Baradel y se entusiasman con la posibilidad de una nueva dirección”. También que “hay muchas ganas de enfrentar al Gobierno”; que están dadas las condiciones para “organizar la bronca contra la burocracia”; y que “la burocracia teme seriamente que su claudicación ante el Gobierno lleve al fortalecimiento de la Multicolor” (estos análisis los tomé de diferentes sitios web de partidos de izquierda).

¿Por qué entonces los resultados del 7 de septiembre? En algún lado leí que el problema fue la baja participación de los docentes en las elecciones. Pero si esto fue así, ¿por qué hubo poca participación? Si los docentes están con ganas de movilizarse, y rechazan a los traidores, ¿por qué no fueron a votar por la Multicolor? Un razonamiento similar se aplica al argumento “hubo fraude”. Si los activistas se movilizan en contra de los traidores, ¿cómo puede imponerse el fraude? Al menos, no podría haber pasado sin serios enfrentamientos. Por último, es imposible explicar el triunfo de la Celeste Violeta “por la traición a los docentes”… de la Celeste Violeta. Tengamos en cuenta, además, que la dirección de CTERA está afirmando que “los docentes ratificaron la política gremial que viene llevando adelante la actual conducción”. ¿Qué respuesta se da a este análisis? ¿Acaso basta con decir que “hubo escasa participación y fraude”?

Una cuestión más general, y que da un marco a las preguntas que estoy formulando: desde hace mucho sostengo que en la izquierda existe una visión demasiado lineal y mecánica sobre la dinámica de la lucha de clases. Por eso, en la Crítica del Programa de Transición (Buenos Aires, 2014, Dónde empezar ediciones) objeté la creencia, tan común, de que la agudización de las crisis y de los padecimientos de las masas trabajadoras aumentan necesariamente “su firmeza y su espíritu de ofensiva” (para usar los términos de Trotsky). En oposición a esa idea, sostuve que las concesiones parciales pueden tener efectos negativos sobre la combatividad sindical. También señalé que en el movimiento de masas puede haber temor, esperanzas en alternativas burguesas, o simplemente puede suceder que los trabajadores piensen que no es posible modificar la situación. Cualquiera de estos factores, o alguna combinación de ellos, puede explicar por qué una lucha no sigue un camino lineal ascendente.

En este punto enfatizo la importancia de las visiones ideológicas y los entornos políticos (en especial, la relación de fuerzas entre las grandes clases sociales). Por ejemplo, en el caso de los docentes, ¿hasta qué punto muchos de los que votaron por el oficialismo no están convencidos de que Baradel – Alesso “obtuvieron en la negociación salarial lo máximo que era posible”? Asimismo, ¿hasta qué punto no influye en las bases la estrategia nacional estatista de la dirección de CTERA y las CTA? Por otra parte, entre los que no fueron a votar, ¿no habrá una porción que se abstuvo porque vota a Cambiemos y rechaza a la izquierda? ¿No es posible también que una parte de la oposición a Baradel tenga cierta inclinación, o tolerancia, hacia Cambiemos?

Naturalmente, si esto fuera así, habría que aceptar que las ideologías burguesas influyen, y mucho, en la intensidad de los combates reivindicativos. Y que por eso no bastaría con agitar “contra el ajuste de Macri” para ganar a las masas trabajadoras a las ideas de izquierda. Recordar también aquello que decía Lenin, que un socialista no se limita a ser un buen sindicalista. En otros términos, que es necesario articular todos los niveles de lucha, incluida la batalla contra las ideologías burguesas y contra las muy populares ideologías pequeño-burguesas nacionalistas.

Pueden ser esas u otras las respuestas de la izquierda, pero lo importante es reflexionar a fondo sobre lo ocurrido con la lucha docente y las elecciones. Lo peor que puede hacerse es eludir estos balances.

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Elecciones en CTERA, ¿qué balance?

Written by rolandoastarita

10/09/2017 a 13:41

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13 respuestas

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  1. A lo mejor Romina del Pla perdió porque la gente la relaciona con el padre, Miguel del Pla, que fue uno de los que participó, junto con Malnati de Clarín y el servicio Ruben Lasagno, del ataque a la casa de Alicia Kirchner en Santa Cruz.

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    Donchango

    10/09/2017 at 18:14

  2. Excelente análisis. Como docente me siento totalmente reflejada.

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    gabriela ibarzábal

    10/09/2017 at 23:39

  3. Profesor Astarita, muy buen análisis sobre las elecciones de CTERA. Creo que es bueno recordar que una situación similar se vivió luego de la derrota de la izquierda sindical (lista multicolor) en las elecciones de SUTEBA en provincia de Buenos Aires. No se pudieron leer autocríticas ni balances que fueran más allá de las denuncias de fraude o decir que la docencia votó con los pies (http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/sindicales/suteba-la-multicolor-obtuvo-mas-del-43-en-las-65-seccionales-controladas) .

    Pero lo más interesante es el planteo de cómo intervenir correctamente para «ganar a las masas trabajadoras a las ideas de izquierda» dentro de un gremio en el cuál no todos sus trabajadores se reconocen como tales o frente al rechazo de las consignas que agitan las agrupaciones docentes orgánicas a partidos troskistas. Por eso para finalizar le consulto sobre cuáles cree que son las tareas necesarias y que evidentemente la izquierda no esta teniendo en cuenta al enfrentarse a la burocracia sindical.

    Saludos

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    Ruben

    11/09/2017 at 20:15

    • Sobre la orientación política que defiendo, la he explicado en diversos escritos, incluidas las notas del blog. Es imposible resumir la cuestión en un comentario. Algunas cuestiones básicas que planteo: a) criticar decididamente el estatismo burgués; b) idem con el nacionalismo; c) acabar con la idea de que el capitalismo está siempre en crisis (en el mundo y en Argentina); d) idem con la idea de que las masas están siempre dispuestas a salir a luchar, y que no lo hacen simplemente por la traición de sus direcciones políticas y sindicales; e) acabar con la idea de que es posible imponer un programa de transición al capitalismo a un gobierno y Estado burgués; f) dar mucha mayor relevancia a la lucha ideológica y la propaganda de las ideas socialistas; g) tomar conciencia de que la lucha del socialismo no es principalmente contra un gobierno o contra un plan económico, sino contra el Estado y el sistema capitalista; h) tomar la mayor distancia posible del cretinismo parlamentario; i) explicar que nuestra crítica al Estado es, fundamentalmente, por su carácter de clase y su naturaleza intrínsecamente represiva; j) encarar un balance crítico de fondo de las experiencias revolucionarias pasadas, y poner en primer plano el programa de la autodeterminación del poder obrero.

      Naturalmente, estas orientaciones no rendirán frutos inmediatos. Pero se trata de generar una organización socialista sobre bases distintas de lo que se ha intentado construir hasta ahora (por supuesto, sobre bases opuestas de lo que ha intentado históricamente la socialdemocracia y el stalinismo).

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      rolandoastarita

      12/09/2017 at 09:18

    • Agregado: leí el balance de PO sobre las elecciones anteriores en SUTEBA. Tres reflexiones: a) las elecciones de CTERA del día 7 mostrarían un retroceso en relación a esas elecciones; b) la nota señala la importancia de la movilización de fiscales por parte de la oposición; c) es muy bueno que entonces se hiciera un balance, pero no se entiende por qué ahora no aparecen balances de lo ocurrido el 7/09.

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      rolandoastarita

      12/09/2017 at 09:57

    • Compañero profesor Rolando Astarita
      Muy buenas orientaciones que detalla en 10 puntos.
      Le pregunto: en la e) usted dice «e) acabar con la idea de que es posible imponer un programa de transición al capitalismo a un gobierno y Estado burgués».
      No debiera decir donde dice capitalismo la palabra socialismo.
      Y por favor, pudiera decirme sobre el libro Michael Roberts «La larga depresión» algo.
      Un saludo cordial, gracias

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      Rodolfo Crespo

      14/09/2017 at 14:24

    • Sí, debe decir «socialismo». No leí el libro de Roberts.

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      rolandoastarita

      14/09/2017 at 14:36

  4. Con respecto a su último comentario quisiera agregar que en en algunos distritos de prov. de Buenos Aires muchos de las agrupaciones que formaron parte de las listas Multicolores en las elecciones de SUTEBA, no participaron o lo hicieron con menor energía en las de CTERA (fiscalización, difusión y propaganda).

    Ahí habría que examinar algunos elementos vinculados a la conformación de las listas,las tensiones entre agrupaciones independientes y agrupaciones orgánicas a partidos; la ausencia de ADOSAC ,sindicato docente de la provincia de Santa Cruz que sigue en lucha a pesar de la falta de apoyo de la conducción de CTERA y la falta de reconocimiento por parte de la Multicolor.

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    Ruben

    12/09/2017 at 12:34

  5. Muy interesante realmente. Hace un par de días me preguntaba yo también cómo debían leerse estos resultados y más al compararlos con los resultados de las elecciones de SUTEBA.
    Será para seguir analizando en profundidad

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    FedericoFJC

    12/09/2017 at 13:22

  6. El problema para mi es que la sociedad sigue pensando que las ideas de la Izquierda son demasiada extremas
    Del casi un millon de votos que saco el FIT habra que ver cuantos de sus votantes genuinamente quiere una Revolucion Socialista en Argentina, si tiene idea como esta se llevaria a cabo y si sabe diferenciarla del reformismo progre de Degenaro/Lozano

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    Luis

    12/09/2017 at 16:37

  7. La izquierda polìtica y sindical tiene la misma liviandad verbal que la derecha, el centro, el arriba y el abajo. Si los escuchás o leés haciendo cómo que hablan o escriben en serio quedàs como contrarrevolucionario. Por eso después los simpatizantes y hasta los militantes pueden hablar livianamente de «pueblos originarios», las «nacionalidades anteriores al estado» y otras tonteras fascistas sin que les haga ruido, como si fueran cosas naturales.

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    Fabián

    13/09/2017 at 17:33

  8. Lamentablemente, la mayoría de las corrientes de la izquierda revolucionaria nos tienen acostumbrados a quienes simpatizamos con sus ideas, a no ser honestos con los balances teóricos y políticos. Por caso la mayor experiencia revolucionaria que fue la URSS y los países del Este europeo, aún tienen pendiente de parte de esas corrientes el balance que contraste los hechos ocurridos desde 1989 a la fecha respecto de sus pronósticos.

    Tales pronósticos auguraban una Revolución Política que se dirigiría hacia “un socialismo con democracia”, cuando lo que se constató fue lo opuesto, es decir la restauración capitalista lisa y llana, que hasta dónde conozco pocas o ninguna corriente ha reconocido explícitamente en forma de balance, lo cual significaría mínimamente una autocrítica.

    Por lo tanto, cierto sector de la propia periferia de las corrientes de izquierda, si bien simpatizan con las mismas por principios clasistas y en cuanto a un posicionamiento social, ven con resignación como sus direcciones políticas tienden a soslayar los fenómenos adversos de la realidad, ”escondiendo la basura debajo de la alfombra”, dejando al descubierto su temor incito a las autocríticas, lo cual al menos genera o cristaliza dos efectos: cierta soberbia de las direcciones, y, la decepción y desencantamiento de sus militantes y simpatizantes.

    Por lo tanto, “quien puede lo más, puede lo menos” y si ante esa sucesión de hechos significativos de finales del siglo XX a los que aludí anteriormente aún se está esperando un balance sincero, una situación relativamente menor no sería más promisoria para esperar alguna reflexión crítica.

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    José

    14/09/2017 at 08:53


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