“Déjese de teorías y agarre la pala”
Mi crítica al socialismo burgués –que es extensiva al socialismo pequeño burgués- ha provocado algunas reacciones fuertes. Era esperable. Algunas objeciones las he respondido, y otras las trataré más adelante. Ahora quiero detenerme en lo que escribió un crítico en “Comentarios”, porque es muy común en el reformismo. Mi crítico escribió que, en tanto “unos luchan con los medios a su alcance”, “la izquierda doctrinaria siempre hace lo mismo, critica y/o explica lo que hay que hacer”. Y para ilustrar lo que quería significar, agregó una anécdota que está lejos de ser inocente: recordó que el Che Guevara mandó a un trotskista argentino que daba consejos, a “aprender a manejar la pala”. En una palabra, hay que apoyar lo que hace Syriza en Grecia –mi crítico propone, además, una curiosa campaña mundial de firmas a ser enviadas al Secretariado de la ONU- y dejar las “doctrinas” de lado. Y a los que molesten con críticas, mandarlos a manejar una pala.
La objeción me da la oportunidad de ubicarla en una larga tradición dentro del movimiento socialista y de izquierda. Es que ya desde los primeros tiempos en que Marx y Engels elaboraron los principios del comunismo científico, tuvieron que enfrentar a los “prácticos” que se quejaban de los “teóricos de Bruselas”. Y el asunto siguió así a lo largo de los años y las décadas. Los “prácticos” siempre buscando atajos y remiendos, y evitando plantear las cuestiones esenciales. Un caso paradigmático fue Lasalle, un “realpolitiker” que no dudaba en entrar en compromisos con el Estado, con la excusa de “avances prácticos”, y que se presentaba como un “salvador curandero” que prometía al pueblo “llevarlo de un salto a la tierra prometida” (véase la carta de Marx a Kugelmann del 23/2/1865).
Para que se comprenda el fondo: a los “prácticos” la crítica del marxismo, aplicada a casos concretos, (por ejemplo, Grecia hoy) se les hace insoportable, precisamente porque el marxismo desnuda los espejitos de colores con que engañan y disimulan sus enjuagues y componendas. Por eso, ritualmente, hablan del programa socialista, pero “en la práctica”, ese programa no cuenta. Para ellos El Capital es muy útil para dar cursos en alguna facultad de Ciencias Sociales, o para inspirar discursos del Primero de Mayo, en que todos levantan la bandera roja sin ponerse colorados. Pero la crítica social científica no tendría qué decir en los “casos concretos”, cuando “las papas queman”. Al “socialista práctico” El Capital le sería útil si pudiera derivar de allí algún remiendo que recomendar. Y, por supuesto, para darse lustre entre “gente tan distinguida como uno”. Pero no para mucho más.
Por eso, refiriéndose a este espécimen de políticos “prácticos”, Marx decía: “No hay que abandonar el programa, sino únicamente postergarlo… para las calendas griegas. Se lo acepta, no para uno mismo y para la época en la que ha de vivir, sino como programa póstumo, como legado a transmitir a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Entretanto, uno dedica ‘toda la fuerza y la energía’ a toda clase de bagatelas y a remendar el orden social capitalista, para tener al menos la apariencia de amedrentar al mismo tiempo a la burguesía” (Marx, carta del 17-18/09/1879). “Remendar el orden social capitalista”, es el norte del socialismo burgués. Por eso también, el que critica esta práctica ideológica será tachado de “doctrinario”, de “no querer hacer nada”, de “solo explicar lo que hay que hacer”, y similares acusaciones.
Lo anterior también explica por qué Bernstein atacaba a Rosa Luxemburgo por “doctrinaria teoricista”; o por qué el economicismo sindicalista ruso hacía el mismo cargo a la socialdemocracia. Por eso, en la lucha ideológica con el reformismo, el marxismo reivindicaba el famoso pasaje de Engels referido a la clase obrera alemana, y citado por Lenin en el ¿Qué hacer?: “Por primera vez desde que existe el movimiento obrero, la lucha se desarrolla en forma metódica en tres direcciones, combinadas entre sí: teórica, política y económica práctica (resistencia a los capitalistas). En este ataque concéntrico, por decirlo así, reside la fuerza y la invencibilidad del movimiento obrero alemán”.
Lamentablemente, desde hace mucho los “prácticos” dominan la escena del socialismo, haciendo gala, a diestra y siniestra, de su realpolitik (pueden traducirlo por “oportunismo”). Es uno de los frutos del retroceso del socialismo y del avance de la reacción. Lo cual no impide que “los prácticos” exhiban orgullosos su oportunismo. Pero con otro pasivo: desde la tradición stalinista se ha establecido que a los críticos de izquierda al interior del movimiento socialista hay que ponerlos en caja con una buena dosis de “trabajos prácticos”. Lo he visto en algunas organizaciones: militantes críticos eran acusados de “teoricistas” y acallados con la recomendación “si tiene dudas, vaya a repartir volante y milite”. Era el “agarre la pala”, en la creencia de que “los críticos son críticos porque están imbuidos de demasiada teoría abstracta, y les falta conciencia proletaria”. De donde se desprendía que los únicos que podían hacer teoría eran los dirigentes de la organización. Por supuesto, en los regímenes burocráticos stalinistas, el asunto era más drástico: nada mejor que unos años a pico y pala en un campo de “reeducación” para sacarse de encima las taras “pequeño burguesas intelectualoides abstractas”.
En cualquier caso, y en la voz de algunos “prácticos” de hoy: “usted critica a Syriza porque es un doctrinario, los objetivos son inmediatos y lo mejor que puede hacer es juntar firmas para enviar a la ONU, para que se pronuncie a favor del pueblo griego. Y no se olvide de aplaudir a Syriza”. O sea, el único que está en condiciones de hacer teoría es el socialista pequeño burgués que alaba al socialista burgués, que está “en funciones de alta responsabilidad gubernamental”. Amén.
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Leonardo Sai
01/07/2015 at 18:04
Hasta ahora que yo sepa nadie ha estudiado las caracteristicas del pensamiento del Che. Al mismo tiempo que combinaba su capacidad como dirigente del Estado Obrero burocratico y su rechazo al «socialismo en una sola isla» como asi adhirieron los demas dirigentes de la revolucion, en forma desigual tenia razonamientos infantiles como la de la expresion de «agarrar la pala» que no es otro cosa que el mismo pensamiento reaccionario que los «economistas». dirigian a los marxistas en la Rusia de fines del siglo XIX y del siglo XX.
Por razonar de esa forma y no estudiar la historia del movimiento obrero de Bolivia, se fue a suicidar en el primer pais de America Latina que su clase obrera destruyó al ejercito burgues (9 de abril de 1952) e instaló el primer soviet, la asamblea popular del año 1970.
Trotsky señaló que «el partido que comenzó por el estudio del materialismo dialectico termino por derrocar a un imperio de 300 años, mientras que el partido que se oponia a tal estudio, terminó en el campo de la contrarrevolucion».
A todos los que expresan la linea de razonamiento de «vaya a agarrar la pala» hay que responderles con lo que señala Lenin en el «Que Hacer?» ante la utilizacion de los oportunistas de la expresión de Marx de que «cada paso efectivo del movimiento obrero vale mas que una docena de programas»: «decir esto en una epoca de dispersion teórica, es lo mismo que gritar ante el paso de un entierro, ¡ ojala siempre tengais un muerto por llevar! «
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ariel quiroiga
01/07/2015 at 19:50
«El partido que comenzó por el estudio del materialismo dialectico termino por derrocar a un imperio de 300 años.» -> A mí me parece que en el derrocamiento del «imperio de 300 años» tuvo bastante mas influencia el ejército alemán que «el partido del materialismo dialéctico». Lo que sí hicieron los miembros de este último fue aprovecharse de una circunstancia gravísima de la sociedad rusa para encaramarse en el poder y mantenerse en el mismo con absoluto desprecio de la soberanía popular. Pero es cuestión de opiniones.
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José Mercado
03/07/2015 at 10:33
Lo peor del caso es que los que recomiendan a otros ‘agarrar la pala’ cuando ven una te preguntan que hay que apretar para que funcione.
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AP
01/07/2015 at 22:01
ariel quiroga, más de un autor ha estudiado el pensamiento del Che. Se me vienen a la cabeza Michael Lowy (El pensamiento del Che) y Néstor Kohan (El Sujeto y el poder) en estos momentos.
El Che trató de luchar contra el burocratismo y si es por agarrar la pala, conocida es su participación en las jornadas de trabajo voluntario agarrando la pala, el machete, o lo que hiciera falta, dando el ejemplo, así, de lo que NO es un funcionario carrerista.
No le escapaba al estudio y al pensamiento teórico tampoco. Quizás no haya sido tan brillante como los marxistas clásicos (Marx, Engels, Lenin, Trotsky o Gramsci) pero textos como el «Sistema Presupuestario de Financiamiento» o su crítica al manual de economía de la URSS tienen sus méritos. Por lo pronto, el Che, en ese último texto indica la probabilidad de restauración del capitalismo en la URSS en la misma línea que Trotsky. Ernest Mandel, un militante trotskista del partido trosco belga, que sí era un teórico, defendió la posición del Che en el «Sistema Presupuestario de Financiamiento».
Y la verdad que la cantinela morenista / nacionalista de lo que ocurrió en Bolivia es agotadora. Cabe resaltar que el PC boliviano tuvo un accionar activo con la finalidad de que esa experiencia terminara en desastre. Si mal no recuerdo, Martin Andersen sostiene que hubo una directiva del PCB para que todos los cuadros del campo se retiraran de la zona donde se iba a instalar el Che y le retiraran su ayuda. Los PC discutían, según Pombo, la necesidad de denunciar la presencia del Che en Bolivia. Codovilla (PCA) denunció al Che en la Pravda de Moscú. Es decir que hubo una acción deliberada desde Moscú para que el Che fuera derrotado en Bolivia. El error del Che fue incluir en su estrategia de crear uno, dos o más Vietnam, a los partidos comunistas que estaban por la coexistencia pacífica (cosa que él no ignoraba). Pero no de ignorar la historia de Bolivia.
En fin, hay que estudiar y agarrar la pala. Una cosa no excluye a la otra.
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Lucas
02/07/2015 at 13:07
Vayan estas humildes líneas con mi perenne agradecimiento a los miembros del Partido Comunista de Bolivia de los años sesenta por su cuota de preclaros sabotajes a los esfuerzos guevaristas por instaurar «uno, dos o mas VietNams». Lo último que requerían como solución los problemas políticos bolivianos de la época, o de cualquier otro país en cualquier época, eran «uno, dos o mas» millones de muertos. Como les dijo el militar burgués defensor del capitalismo Juan Perón a Montoneros en los 70s: «Queremos que nuestros compatriotas NOS COMPRENDAN, NO QUE NOS TEMAN». Hay que convencerse de una vez por todas que las ráfagas de ametralladora no construyen socialismo. Debemos llegar al poder con la anuencia de la sociedad. Debemos mantenernos en él por nuestros méritos. Debemos ir tan lejos en nuestras políticas anticapitalistas como la sociedad nos lo permita. Si perdemos su confianza mala suerte. Habrá que dejarles el poder nuevamente a los burgueses y volver a empezar. Pero si el Peronismo se granjeó una lealtad electoral invencible con sus reformas pequeño-burguesas que no podremos nosotros con las nuestras. REPUGNANTE PERO IMPRESCINDIBLE: SI TRATAN DE DESALOJARNOS POR LA FUERZA PEOR PARA LOS QUE LO INTENTEN. NOSOTROS NO NOS VAMOS A SUBIR A NINGUNA CAÑONERA PARAGUAYA. Se ejercerá sobre los sublevados la violencia necesaria y suficiente para que depongan las armas. Una vez conseguido esto, los sobrevivientes serán tratados con las máximas consideraciones humanitarias. Serán sometidos a juicios imparciales y se les aplicará una pena razonable proporcional a la magnitud de sus crímenes. Y la vida seguirá. El socialismo, damas y caballeros, será este régimen que acabo de describir O NO SERA NADA. Y ahora me voy a seguir haciendo entrismo en el peronismo repartiendo propaganda pro Scioli-Zannini y Fernández-Sabbatella.
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José Mercado
03/07/2015 at 11:34
Jose mercado:
Que facil es pedir paciencia a aquel que pasa hambre. Los muertos se presentan por activa o por pasiva. ¿Serà que en Bolibia no se disparò contra los mineros…?, ¿Serà que Salvador allende no tuvo responsabilidad de lo sucedido a la clase trabajadora chilena?,
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Comunista abertzale
09/07/2015 at 18:40