Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Antiimperialismo a la medida de corruptos

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Recientemente Miriam Bregman, del PTS, avanzó un sorprendente argumento en defensa de Cristina Fernández de Kirchner. Dijo, en esencia, que el fallo que condenó a la expresidenta fue ordenado por Washington, y por lo tanto es pro-imperialista. Según Bregman, en los últimos años EEUU viene impulsando una política de convenciones y leyes que tienen que ver con la corrupción para controlar a los gobiernos y funcionarios, e ir a una subordinación total de los países afectados. Por eso, sigue el argumento, todo aquel que no sea el favorito de EEUU, o represente un obstáculo para sus intereses, puede ser acusado de corrupto y desplazado de su cargo. La condena a CFK, dice Bregman, no se puede separar de ese contexto. Son dos políticas del derecho internacional que EEUU viene trabajando: la acusación de terrorista a las personas u organizaciones que no forman parte de gobiernos y el imperialismo necesita eliminar como antagonistas políticos y la acusación de corruptos para los políticos que no les gustan a los dirigentes estadounidenses (véase Miriam Bregman: “solo el 16% de los genocidas tienen tobillera”).

“Antiimperialismo” para defender corruptos

La primera cuestión a destacar es que, ateniéndose al discurso de Bregman, todo aquel que denuncie la corrupción de funcionarios o gobernantes en países como Argentina puede ser acusado de funcional a la estrategia de EEUU. De fondo, es el mismo argumento que tradicionalmente usaron y usan los stalinistas para defender, o por lo menos no denunciar, la corrupción (entre otros males) de burócratas y regímenes dictatoriales, pero “nacionalistas”.

En este respecto, en una nota anterior, dedicada a la tradición del socialismo revolucionario frente a la corrupción, escribíamos: “Si bien la corrupción no es “la” causa del atraso del capitalismo argentino, o de la miseria en que están sumidos millones de hogares (como pretende el discurso dominante), los marxistas no deben defender a los políticos burgueses y empresarios metidos en la corrupción, así se presenten como “nacionales y progresistas” (aquí). Por eso, Engels denunciaba a la corrupción sin importar que favoreciera a una u otra facción de la burguesía.

Bregman, en cambio, saca de foco el hecho de la corrupción para centrarse en el “antiimperialismo”. Su argumento es “la condena a CFK constituye una maniobra de dominación del imperialismo”, y no hay evidencia o dato alguno de lo hecho por CFK y su banda a examinar.

Argentina no es una colonia

No es cierto que las sentencias de la Justicia argentina sean ordenadas por EEUU. El Poder Judicial argentino es parte del Estado, y este responde, antes que nada, a los intereses de la clase capitalista criolla, o sus facciones. En ese juego de fuerzas, por supuesto cuentan los intereses de los capitales extranjeros (que no se limitan a los estadounidenses). Pero eso no significa que Argentina esté sometida a una relación colonial (o semicolonial). Una relación colonial (o semicolonial) requeriría la ocupación militar (al menos parcial) del país y la imposición por vía de la fuerza del control sobre el Estado (sobre esta cuestión, véase aquí).

No hay manera entonces de que la Justicia de EEUU, o su Poder Ejecutivo, ordenen a la Justicia argentina que emita tal o cual fallo. Incluso el ejemplo que presenta Bregman en el reportaje citado es cuestionable: dice que el hecho de que Argentina haya renunciado a la inmunidad soberana en las colocaciones de títulos de deuda, y haya aceptado la jurisdicción de los tribunales de Nueva York o Londres, es un ejemplo de subordinación colonial. Aquí Bregman oculta: a) que la deuda externa sirvió para financiar salidas de capitales a lo largo de décadas, en beneficio de los capitalistas argentinos; b) que el gobierno de Kirchner aceptó la jurisdicción de los tribunales de Nueva York o Londres cuando se reestructuró la deuda; c) que la burguesía argentina, incluidos los gobernantes, tienen intereses convergentes con los del FMI, Banco Mundial y el capital financiero globalizado (del cual forman parte). De ninguna manera entonces es una burguesía oprimida, o sometida a una relación colonial.

Naturalmente, Bregman – PTS ocultan estas cuestiones y engañan a la opinión pública, para hacer pasar a la corrupción como un tema propio de “la liberación nacional”.  

El régimen actual no es una dictadura

La excusa “antiimperialismo” sirve para defender la corrupción K; Bregman lo sabe y lo explota. Pero no se trata solo de antiimperialismo, porque también está por delante “una lucha antidictatorial, en defensa de la democracia” (burguesa). Por estos días es el argumento de buena parte de la dirigencia peronista de izquierda: CFK está proscripta; CFK expresa a una parte muy significativa de nuestro pueblo; por lo tanto, se ha impuesto una suerte de dictadura. De ahí la demanda de que CFK sea absuelta, o indultada para “defender, o volver, a la democracia”.

Bregman comparte pues lo fundamental de ese discurso: sostiene que se ha instalado –por orden de EEUU, a no olvidar- una “neo-Libertadora” (por el golpe militar de 1955 y la dictadura militar que le siguió). Se sugiere así que estamos ante la reedición de la resistencia peronista, contra la dictadura neo-Libertadora.

Pero la realidad es que el régimen actual en Argentina no es una dictadura militar, sino una democracia burguesa. Aunque tiene rasgos autoritarios –y tienden a ser más pronunciados- por ahora no deja de ser una democracia burguesa. Cualquiera que haya vivido las dictaduras militares de 1955, 1966, 1976, sabe la diferencia. Incluso desde el punto de vista práctico: si estuviéramos bajo una dictadura las organizaciones de izquierda deberían pasar a la clandestinidad, y tomar las medidas propias de tal situación. Sin embargo, nadie en la izquierda está haciendo eso.

Memoria histórica selectiva

En el reportaje citado Bregman hace un breve repaso histórico sobre la Libertadora, la dictadura militar, el neoliberalismo, para llegar al presente régimen neo-Libertadora.

Por supuesto, nadie puede pretender que hiciera un repaso exhaustivo. Sin embargo, llaman la atención los numerosos silencios de Bregman: No dijo que en 1949-1950 el gobierno de Perón viró hacia un ajuste de proporciones, acuerdos con la Standard, y que hubo enfrentamientos con huelguistas (ferroviarios, por ejemplo). Tampoco hizo mención al gobierno peronista 1973-1976; ni a la Triple A y sus crímenes, ni al apoyo de Perón al dictador Pinochet. De la misma manera, no dijo que en 1983 la candidatura peronista -apoyada por los Kirchner- reivindicaba una amnistía para los genocidas. Bregman tampoco hizo mención de lo que hizo el movimiento nacional bajo conducción de Menem; ni del apoyo de los Kirchner a las privatizaciones menemistas. Y pasó por alto la responsabilidad de CFK en la elección del gobierno de Alberto Fernández. Eso sí, hubo varias referencias al neoliberalismo y a los pro-imperialistas. Todo funcional a la relación colaborativa con el peronismo.

Corrupción y capitalismo

En notas anteriores he tratado la relación entre corrupción y capitalismo (aquí, aquí). Ahora destaco el siguiente pasaje:

 “La envergadura que adquiere la corrupción debería vincularse a la extensión y profundidad de las relaciones mercantiles y capitalistas. Nunca debería perderse de vista que la sociedad capitalista tiende a la mercantilización de todas las relaciones. Por eso, en última instancia, las virtudes y la decencia, incluidos votos de parlamentarios, y sentencias judiciales, se compran y venden, como cualquier otra mercancía. Detrás de las promesas de “nos preocupamos por la gente”, está el contenido de toda política burguesa (esto es, de toda política que defiende la propiedad privada y la explotación). Y el dinero, la encarnación misma del valor y del poder social, es el centro de la atracción. (…) Ante esta “deidad- ramera- alcahueta” (Marx) todo se sacrifica. ¿Qué importa que no se hagan obras para evitar inundaciones? ¿Qué importa que se desvíen fondos destinados a mejorar los ferrocarriles? ¿Qué importa que se utilicen subsidios para afianzar mi poder? ¿Qué me importan los muertos por inundaciones, por accidentes ferroviarios? ¿Qué me importa la gente sin trabajo ni recursos? ¿Qué me importa todo esto, si yo me enriquezco de la noche a la mañana? ¿Qué me importa si “el dinero convierte la lealtad en felonía, el amor en odio y el odio en amor, la virtud en vicio y el vicio en virtud, el siervo en señor y al señor en siervo, a la estupidez en talento y al talento en estupidez”? Esta es la civilización burguesa “en acto”; y es la razón última de la corrupción generalizada. Una razón imposible de captar por el nacionalismo burgués, o pequeñoburgués.

Una consecuencia: la corrupción tiene su raíz en las relaciones de producción y cambio. No en la ubicación o relación nacional.

Consideraciones adicionales

En primer lugar, la defensa de gobernantes y funcionarios corruptos por parte de la izquierda es funcional a la ultraderecha. Lamentable el papel de Bregman y el PTS.

En segundo término, destaco el criterio con que los marxistas han respondido, tradicionalmente, a acusaciones falsas y difamaciones. Lejos de reducirse a “se trata de una acusación política”, los socialistas revolucionarios desarticulaban las acusaciones y desnudaban, con datos y razonamiento, su falta de fundamento. Un ejemplo es la actitud de Trotsky frente a las acusaciones durante los procesos de Moscú, en los 1930. El viejo revolucionario prestó atención a los argumentos y los refutó con evidencia rigurosa y conclusiva. Es lo opuesto de lo que hace CFK con su pretendida “defensa política”; o lo que hacen Bregman y el PTS en defensa de CFK. “Es un ataque del imperialismo”, y pasan a otra cosa.

Otro ejemplo histórico es la respuesta de Trotsky (véase su Historia de la revolución rusa) frente a la acusación de que Lenin y Zinoviev eran agentes pagados por Alemania. Escribió páginas y páginas destrozando la infame calumnia con datos y evidencia. Tengo muchas diferencias con la teoría y estrategia política de Trotsky, pero cuando vemos lo que producen sus epígonos en defensa de una corrupta y lumpen que llevó a las masas a la derrota y la desmoralización, se nos revuelven las tripas de indignación.

En tercer lugar, he citado notas anteriores del blog en las que rescaté la tradición socialista de crítica y denuncia de la corrupción. Ahora agrego que la misma también es recogida por Lenin en El Estado y la revolución; escribe: “En la república democrática —dice Engels— la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo tanto más seguro», y lo ejerce, en primer lugar, mediante la corrupción directa de los funcionarios (Norteamérica), y, en segundo lugar, mediante la alianza del gobierno con la Bolsa (Francia y Norteamérica)”.

Para terminar: el argumento “antiimperialista” de Bregman y PTS es funcional a la defensa de la corrupción “nacional y popular”. En un procedimiento típico de oportunistas: denuncian la corrupción según el campo declarado (imperialismo / antiimperialismo) en que se ubica el funcionario o el gobernante corrupto. Así, el amparo a la corrupción “progre nacional y popular” se transforma en una prenda de unidad frentepopulista. El “antiimperialismo” es entonces tapadera de todo tipo de desfalcos y negociados.

El marxismo, en cambio, rechaza la corrupción no solo porque siembra la desmoralización y la división al interior de los movimientos de izquierda y de la clase obrera, sino también porque es una expresión brutal de las relaciones mercantiles y capitalistas reinantes. Nuestra crítica de la corrupción es parte inseparable de la crítica a una sociedad que se alza sobre la explotación del trabajo. Por eso, desde el marxismo, no hay distinciones entre corruptos progresistas y corruptos reaccionarios (o neoliberales, etcétera). La oposición es de clase. De los marxistas conciliadores y “nacionales” nos separa un abismo de diferencias.

Para bajar el documento: https://docs.google.com/document/d/1nyo7pOb6G0G0n9rKtMmV3SToYy7B3okhwwqN09M_-9U/edit?usp=sharing

Written by rolandoastarita

26/06/2025 a 15:37

Publicado en General

13 respuestas

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  1. Está clarísimo Rolo y te digo que es muy digno que escribas estos artículos, encima soportando descalificativos y ataques personales. Estamos ante una nueva versión del «antiimperialismo para idiotas» —porque eso es lo que es cuando se lo usa como excusa para blindar corruptos y aplastar la crítica— que no tiene nada que ver con la lucha socialista.

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    Avatar de Pedro

    Pedro

    26/06/2025 at 21:15

  2. Lei el artículo junto a mí hija de 16 años.Muchas Gracias profesor

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    Avatar de GUS LIZA

    GUS LIZA

    27/06/2025 at 09:17

  3. “…todo aquel que denuncie la corrupción de funcionarios o gobernantes en países como Argentina puede ser acusado de funcional a la estrategia de EEUU”.

    El problema no es la acusación, el problema es la condena.

    EEUU históricamente defendió regímenes criminales que le servían. “Al amigo todo y al enemigo ni justicia” no es exclusiva de ninguna fuerza política.

    El estalinismo también condenaba sin pruebas (Procesos de Moscú, por ejemplo). Si se admitiera una condena sin pruebas contra un adversario entonces también estaríamos incurriendo en los mismos vicios que el estalinismo. Lo que hizo Trotsky fue una acción política para demostrar su inocencia, algo que el derecho burgués no exige.

    “…Engels denunciaba a la corrupción sin importar que favoreciera a una u otra facción de la burguesía”.

    Seguir este criterio supone también denunciar la corrupción de la justicia burguesa, que esta vez condenó a una burguesa como CFK, pero que también va a caer sobre los revolucionarios.

    “Bregman, en cambio, saca de foco el hecho de la corrupción para centrarse en el ‘antiimperialismo’.”

    Bregman está también señalando una correlación. Esta correlación es absolutamente constatable. El GAFI establece cómo deben ser las leyes penales antiterroristas y antilavado, los EEUU brindan entrenamiento todos los años a funcionarios y militares argentinos (ver la página del Departamento de Estado, Foreign Military Training, en la que se puede consultar la asistencia que brindan los EEUU a todos los países, incluida la Argentina todos los años). CFK sancionó en 2013 la ley antiterrorista siguiendo esas líneas. También NK y CFK condenaron en la ONU a Irán por los atentados y designaron a Nisman como fiscal (en línea con EEUU e Israel). En fin, los K tuvieron muchas políticas alineadas con los EEUU. Al poco tiempo de la condena se vio a varios jueces federales desfilar por la embajada norteamericana el 4 de julio.

    La relación de cooperación con el imperialismo se expresa en múltiples hechos que están a la vista de quien quiera verlos. No veo cuál puede ser la utilidad de negarlos o menospreciar su influencia.

    Las condenas sin pruebas deben ser rechazadas aunque estemos convencidos de la corrupción de la condenada (yo estoy convencido de que existió corrupción a gran escala durante el kirchnerismo).

    El principio de presunción de inocencia es en el fondo un principio racionalista: quien afirma una verdad debe demostrarla. Si no la demuestra no es posible la condena.

    Es llamativo que los medios antiK no mostraron una sola prueba durante el juicio. La incorporación de pruebas durante los alegatos es otra aberración. Las pericias fueron criticadas por los mismos jueces que la condenaron.

    En fin, parte de la lucha por las libertades democráticas consiste en repudiar el manejo de la justicia y las condenas sin pruebas. De lo contrario, también se puede afirmar que hacer foco en la corrupción K es también un sesgo.

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    Avatar de Lucas

    Lucas

    04/07/2025 at 11:54

    • Por favor, comentarios más breves. Son COMENTARIOS, no artículos.
      Por otra parte, sigo sin entender cómo es posible que la izquierda defienda a lúmpenes que se enriquecieron saqueando los fondos públicos con «argumentos» antiimperialistas. Líderes que, por otra parte, llevaron al movimiento de masas a la frustración, desmoralización, y favorecieron el ascenso de la ultraderecha.

      Además, ¿cómo es posible que digan que no hay pruebas del afano? Es vergonzoso hacer pasar esto por «crítica socialista». No tienen principios ni escrúpulos. Coincido con Engels cuando reivindicaba una moral proletaria en el movimiento obrero. Pero no les importa nada. Hacen mierda todas las tradiciones del socialismo. Repito, no tienen límites ni escrúpulos, son oportunistas de la peor especie.

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      Avatar de rolandoastarita

      rolandoastarita

      04/07/2025 at 12:08

    • Quien es Lázaro Baez?

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      Avatar de GUS LIZA

      GUS LIZA

      04/07/2025 at 14:48

    • La causa vialidad investigaba si la obra publica de Santa Cruz se direccionó hacia las empresas de Lazaro Baez, Lazaro Baez que era empleado bancario, formó Austral Construcciones cuando asume NK y ganó todas las obras en Santa Cruz (hasta que asume Macri y disuelve la empresa) y que luego devolvia favores alquilando habitaciones a la familia Kirchner.

      Las licitaciones dirigidas, los sobreprecios, los pagos a pesar de la inexistencia de las obras y los pagos a los hoteles estan ahi. Esas son las pruebas

      Cuando la fiscal Natalia Mercado, sobrina de CFK, tuvo que investigarla por la compra de 200 mil m² de tierras fiscales en El Calafate, se acordaron de protestar por la parcialidad de la Justicia?

      Tosco fue un perseguido politico, el Che fue un perseguido politico, CFK es una millonaria corrupta que usa carteras Hermes, que valen lo mismo que un depto en Recoleta.

      Su condena no afecta ningun derecho democrático, pero sirve para mostrar quien es quien en la «izquierda»

      Sigan defendiendo corruptos

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      Avatar de Germán

      Germán

      04/07/2025 at 21:45

  4. Bregman responde en una paciente discucion a una peronista de por que el peronismo es un partido burgues del que ningun sector popular, trabajador o disidente puede esperar nada. Definiciones de clase, socialistas y antimperialistas para masas. Hablandole en su idioma con ejemplos claros que le hagan razonar, baja a tierra toda la teoria marxista leninista aplicada a los problemas diarios y concretos. Un dialogo que jamas pordra lograr un teorico con blog que «opina» desde el gabinete y que no cronstruyo ni una celula en su vida. https://youtu.be/mhDi9LxhyLc?si=j1N3FhtuOjIiEBOL

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    Avatar de Pablo Bernard

    Pablo Bernard

    04/07/2025 at 14:29

  5. Estás mezclando a Bregman con el peronismo cuándo Bregman muchas veces criticó gobiernos peronistas y kirchneristas. Es un relato bastante interesante el que aplicas pero fuera de la realidad, el libertario más inteligente que he leído hasta el momento, pero igual de malintencionado que los que gritan, insultan y patalean.

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    Avatar de Maxi

    Maxi

    18/08/2025 at 09:17

    • Grabois, el chino Navarro, antes los Montos y la JTP, y tantos otros exponentes del campo nacionalista y popular también criticaron a gobiernos peronistas y kirchneristas. ¿Puede ser esa una razón para no criticar sus posiciones políticas? Concretamente, Bregman avanza un argumento desgraciado (oportunismo de la peor especie) para defender el saqueo de los fondos públicos por la banda de lúmpenes dirigidos por CFK. ¿Tengo que callar esa inmundicia porque en otras oportunidades Bregman criticó a CFK?
      Lo más lamentable es que argumentos como el tuyo puedan pasar como mensajes «de la izquierda revolucionaria».

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      Avatar de rolandoastarita

      rolandoastarita

      18/08/2025 at 10:27


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