Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Concentración económica y apologética burguesa

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En una nota anterior (aquí) hemos presentado datos sobre la concentración del capital. Concentración que es la base de la creciente desigualdad de riquezas e ingresos. Así, según Oxfam, las ocho personas más ricas del mundo acumulan una riqueza neta que asciende a 426.000 millones de dólares; equivale a la riqueza que posee la mitad más pobre de la humanidad, 3600 millones de personas. De acuerdo al Credit Suisse, el 50% más pobre de la población mundial posee menos del 0,25% de la riqueza neta mundial.

Dice Oxfam: “…muchas personas afectadas por la pobreza en todo el mundo están experimentando la degradación de su principal fuente de riqueza –la tierra, los recursos naturales y sus hogares– a consecuencia de la inseguridad en la tenencia de la tierra, los acaparamientos de tierra, la erosión y fragmentación de la tierra, el cambio climático, los desalojos urbanos y los desplazamientos forzados. (…) La propiedad de la tierra en manos del quintil más pobre de la población se redujo en un 7,3% entre la década de los noventa y la de los 2000. (…) Los ingresos del 10% más pobre de la población se incrementaron en 65 dólares entre 1988 y 2011, lo cual equivale a menos de 3 dólares adicionales al año, mientras que los ingresos del 1% más rico aumentaron 182 veces más, 11.800 dólares. La investigación de Oxfam ha revelado que, en los últimos 25 años, el 1% más rico de la población ha obtenido más ingresos que el 50% más pobre en conjunto, y que casi la mitad (el 46%) del aumento total de los ingresos ha ido a parar al 10% más rico de la población. Se trata de un dato importante, ya que el 10% más pobre de la población mundial sigue viviendo por debajo del umbral de la pobreza establecido en 1,90 dólares al día” (https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/bp-economy-for-99-percent-160117-es.pdf).

En la nota anterior también señalamos que hay más de 200 millones de desocupados y que 1400 millones de trabajadores tienen empleos precarios y sin acceso a la seguridad social.

Estos datos contradicen entonces el discurso que afirma que el capitalismo es sinónimo de igualdad, fraternidad, libertad y de gobiernos representativos del pueblo. La realidad es que el capitalismo engendra desigualdad, antagonismo social y gobiernos favorables al capital –en primer lugar, al capital más concentrado. La acumulación de riqueza en un polo tiene como contrapartida la falta de libertad, la alienación, la deshumanización, la miseria y pauperización de miles de millones. Lo importante es entender por qué estos males son sistémicos.

La esfera del mercado

El punto de partida del análisis es la compra y venta de la fuerza de trabajo, entendida esta última como el conjunto de las facultades físicas y mentales que el ser humano pone en movimiento cuando trabaja. En el mercado de trabajo por un lado está el poseedor de dinero, por el otro el propietario de la fuerza de trabajo. Son dos personas jurídicamente libres. Es la primera condición para que haya intercambio y el propietario del dinero pueda adquirir la fuerza de trabajo. Y la segunda condición es que el propietario de la fuerza de trabajo no disponga de los medios para producir y esté obligado a vender su fuerza de trabajo, so pena de morirse de hambre. La ideología burguesa, naturalmente, pone el acento en la primera condición, a saber, que el poseedor de la fuerza de trabajo es propietario libre de la misma. Y pasa por alto que el propietario de la fuerza de trabajo no tiene el poder de negarse a venderla, si quiere seguir viviendo.

En cualquier caso, en este acto de compra-venta se intercambian equivalentes: el trabajador vende su mercancía por su valor (determinado por el valor de los medios de consumo necesarios para reproducir la fuerza de trabajo y a su familia) y el capitalista adquiere el derecho a disponer de ella durante el tiempo que dure la producción. Por eso Marx dice que la circulación es “un verdadero Edén de los derechos humanos innatos” (véase cap. 4 t. 1 El Capital). Es el reino de la libertad, la igualdad, la propiedad, y también del utilitarismo. Libertad porque el comprador y el vendedor de la fuerza de trabajo solo actúan por su libre voluntad, como personas libres, jurídicamente iguales. Igualdad porque solo se relacionan entre sí como poseedores de mercancías, e intercambian equivalentes. Propiedad porque cada uno dispone lo suyo. Y utilitarismo (Bentham) porque cada uno se ocupa de sí mismo, y actúa guiado por su interés egoísta. El hecho de que la transacción aparezca como un intercambio de propietarios libres es la base del discurso apologético burgués.

De la circulación a la producción

Como señalamos en el apartado anterior, el valor de la fuerza de trabajo está determinado por el valor de la canasta de subsistencia. Sin embargo, su valor de uso es el acto mismo de trabajar. Y el capitalista solo contrata al obrero con la condición de que trabaje más allá del tiempo que le insume generar el equivalente al valor de la fuerza de trabajo. Ese exceso, o plus es, lógicamente, la plusvalía. Así, mientras que en el acto de compra-venta de la fuerza de trabajo se intercambian equivalentes, en el proceso de producción reina el intercambio de no equivalentes. Por eso, el paso desde la circulación a la producción es el paso desde la esfera de los derechos y la libertad formales, a la esfera de lo desigual, caracterizada por la explotación. Aquí ya no hay equivalencia, sino apropiación de trabajo impago por parte del capitalista. Es el ámbito del poder del capital sobre el trabajo, el lugar donde el obrero está obligado, si quiere conservar su empleo, a entregar más trabajo del que está contenido en el valor de su salario. De aquí la contradicción entre la forma y el contenido, entre la exaltación burguesa de la igualdad y la fraternidad (las formas de aparición), y la realidad de la desigualdad y la explotación (el contenido social profundo).

Se agudiza la contradicción 

Pero la contradicción entre la forma aparencial y el contenido se hace más aguda cuando se tiene en cuenta la reproducción ampliada del capital. Es que la plusvalía producida por el obrero A sirve para contratar al obrero B, quien a su vez genera más plusvalía. Así, constantemente el obrero reproduce su fuerza de trabajo, y al mismo tiempo reproduce el capital en escala ampliada. Esto es, se reproduce en tanto fuerza de trabajo desprovista de medios de producción; y reproduce en escala creciente el capital que compra más fuerza de trabajo y más medios de producción. Por eso, el obrero “pertenece al capital aun antes de venderse al capitalista” (p. 711, t. 1, El Capital). Es una “servidumbre económica” siempre renovada, encubierta por el intercambio de equivalentes (véase ibid.). Con lo cual no queda nada del derecho al fruto del trabajo, supuesto fundamento de la propiedad burguesa. En palabras de Marx:

“La relación de intercambio entre el capitalista y el obrero, pues, se convierte en nada más que una apariencia correspondiente al proceso de circulación, en una mera forma que es extraña al contenido y no hace más que mistificarlo. La compra y venta constantes de la fuerza de trabajo es la forma. El contenido consiste en que el capitalista cambia sin cesar una parte del trabajo ajeno ya objetivado, del que se apropia constantemente sin equivalente, por una cantidad cada vez mayor de trabajo vivo ajeno. Originariamente, el derecho de propiedad aparecía ante nosotros como si estuviera fundado en el trabajo propio. (…) La propiedad aparece ahora, de parte del capitalista, como el derecho a apropiarse del trabajo ajeno impago o se su producto; de parte del obrero, como la imposibilidad de apropiarse de su propio producto” (p. 721, t. 1, El Capital).

En definitiva, en el apartado anterior dijimos que el capital produce plusvalía; ahora, vemos cómo la plusvalía genera capital, y en escala creciente. Un resultado central del análisis marxista es que las fortunas de los capitalistas no se originan en su propio trabajo, sino en el trabajo no pagado a los explotados. Por eso Marx dice que la riqueza actual “se funda en el robo de tiempo de trabajo ajeno” (Grundrisse, p. 228, t. 2).

Apologética burguesa

A pesar de las dimensiones que ha alcanzado, el discurso apologético del capitalismo no puede dar cuenta de la polarización social creciente. No es casual que el fenómeno ni siquiera se menciona en los manuales ad usum de las carreras de Economics. Los modelos de crecimiento económico neoclásicos ni rozan el asunto; tampoco los tratados de Macro o Microeconomía. En los extremos de la abstracción, encontramos los “modelos” del equilibrio general. Como botón de muestra, citemos el de Gerard Debreu (Premio Nobel), que supone una economía en la que todos los ciudadanos son propietarios por igual de todas las empresas (véase Teoría del valor. Un análisis axiomático del equilibrio económico).

El marxismo, en cambio, explica por qué la tendencia a la polarización está inscrita en la lógica del capital, y su razón última: la propiedad privada de los medios de producción. Nunca se enfatizará lo suficiente que la base de la distribución del ingreso es la distribución de la propiedad de los medios de producción. Y a su vez, la distribución desigual del ingreso refuerza la distribución cada vez más desigual de la riqueza productiva.

Poder social y político del capital

La propiedad privada del dinero y de los medios de producción da derechos y poder social y político al capital. Derechos y poder de usar, o no usar, los medios de producción; de contratar o no contratar trabajadores; y de trasladarse a otro país o región si las condiciones de explotación del trabajo no lo satisfacen. No se trata de tal o cual ley, de tal o cual artículo del Código Penal, sino de un poder social (pero que también se expresa en el derecho burgués) que es inherente a las relaciones de propiedad y se sintetiza en el poder del dinero: “… el poder que cada individuo ejerce sobre la actividad de los otros o sobre las riquezas sociales, lo posee en cuanto es propietario de valores de cambio, de dinero. Su poder social, así como su nexo con la sociedad, lo lleva consigo en el bolsillo” (Grundrisse, p. 84, t. 1). Un poder social que está muy por encima de cualquier poder que pueda suponer el voto de los ciudadanos cada x número de años para elegir un gobierno, o una cámara legislativa.

Agreguemos que una interacción similar ocurre en el plano político: la propiedad de los medios de producción permite concentrar poder político; que a su vez refuerza la propiedad concentrada de los medios de producción.

Como corolario de lo anterior, se desprende que la proclamada fraternidad de la civilización burguesa es, en su naturaleza esencial, explotación de una clase por otra. De la misma manera, la igualdad es creciente desigualdad de riquezas y de ingresos. Y la justicia es derecho a apropiarse de trabajo ajeno. La forma proporciona la letra para que la clase dominante justifique el modo de producción y distribución que la beneficia y le permite acumular riqueza. El contenido es este mundo civilizado en el cual ocho individuos poseen tanta riqueza como 3600 millones de personas.

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Concentración económica y apologética burguesa

Written by rolandoastarita

15/09/2017 a 16:28

18 respuestas

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  1. una gran claridad, capacidad de enfoque y síntesis la suya, igualmente me pregunto como se podría explicar la gran convocatoria de nuevos proto capitalistas que intentan renovadas formas de acumulación de capital y asumen riesgo entrando en el campo de batalla de la guerra permanente por ganar una porción de mercado y como esa inmensidad dominada por unos pocos no los amedrenta.
    como se podría explicar que alguien que toma alguna conciencia de la enorme dificultad de disputar porciones de mercado a los grandes dominadores , haga sus cálculos y se largue a intentar el proceso de acumulación de capital.
    De que nos habla ese fenómeno de ingreso de nuevos proto capitalistas, (ud abordo el fenómeno de la constante reproducción del sistema capitalista). Nos habla de una gran inconciencia o de nichos o espacios que se van abriendo para la explotación del trabajo, la generación de plusvalía, un mercado que convalida todo el presupuesto y la acumulación de capital.
    podría ser de interés que aborde ese aspecto de actores que no son estrictamente vendedores de trabajo pero tampoco capitalistas consolidados.

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    Ricardo

    15/09/2017 at 17:27

  2. En algunos casos es evidente que la solidaridad se presenta como sustituto laico de la caridad cristiana (Pier Leroux; «La Greve de Samarez, 1863). Ahora; lleva necesariamente a aproximar está solidaridad alejada de Dios, al hombre? al humanismo? Cierto humanismo socialista considera que la solidaridad es un atributo de la sociedad y opera armónica mente, como principio práctico; «…sí mi amigo tiene una pastelería yo le compro los pasteles…», y así armónicamente se organizaría la economía. Pero por supuesto esto no es más que metafísica.

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    liborio orejuela mattern

    15/09/2017 at 17:41

  3. Hola Rolando,

    muy buena nota y muy ilustrativa, se conecta con algunas cosas que me venía cuestionando sobre el movimiento que continuaría tomando el sistema capitalista. Me genera las siguientes preguntas. 1. La concentración de Capital lleva aparejada la concentración de propiedad privada? Al mismo tiempo, ¿Son el fenómeno de la concentración, junto a la mundialización del capital y el progreso tecnológico algunos de los factores que combinados tienden al corto y largo plazo a generar una proletarización creciente en la población mundial?
    2 Otra de las cuestiones que me gustaría consultarte es sobre la relación entre las diferentes esferas de la sociedad. He leído y escuchado esta crítica que se le hace al marxismo de que reduce todos los problemas a la dimensión económica, y deja de lado lo demás, lo cual sirve como respuesta para desacreditarlo. Yo defiendo efectivamente que hay una cierta prioridad de una esfera sobre las otras, aunque no estoy seguro de definirla como dimensión económica, incluso creo que la crítica está mal planteada. Pero me gustaría saber qué opinas al respecto, si es que alguna vez te hicieron esta crítica o la tuviste en mente.

    Desde ya gracias.

    Un saludo,
    Fernando.

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    Fernando Turri

    15/09/2017 at 20:34

    • La concentración y centralización del capital llevan aparejada la concentración de la propiedad privada de los medios de producción. El proceso capitalista tiende a la proletarización de actividades que antes se ejercían de manera independiente. Por ejemplo, los médicos que tenían su consultorio particular son reemplazados por las clínicas y hospitales privados en los que trabajan cientos de profesionales como asalariados. Lo mismo puede verse en otras actividades.

      Acerca de que el marxismo reduce todos los problemas a la dimensión económica, no hay tal cosa. Solo a alguien muy esquemático pretendería explicar el surgimiento del cubismo, por ejemplo, por la situación económica en Francia, o en Europa, de principios de siglo XX. O explicar un fenómeno político como la amplia adhesión de las masas trabajadoras al peronismo por razones económicas. Y así de seguido. Sin embargo, cuando tratamos de una tendencia general del capitalismo como es a la creciente polarización social, el peso debe ser colocado en lo económico. Es imposible explicar un fenómeno tan general y persistente (la desigualdad económica crece en el capitalismo chino, argentino, estadounidense, francés, etc.) por las particularidades culturales, de los sistemas jurídicos o políticos, etc. de esos países.

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      rolandoastarita

      16/09/2017 at 11:37

    • Retomando la consulta de Fernando y su respuesta, Rolando («El proceso capitalista tiende a la proletarización de actividades que antes se ejercían de manera independiente.») Quería preguntarle si en esta etapa no está ocurriendo en muchas ramas algo inverso, debido a la precarización laboral y a la necesidad de los empresarios de aumentar la rentabilidad. Por ej. hay muchos casos de médicos u otros profesionales que hasta hace poco eran asalariados y ahora son contratados como «independientes» monotributistas, ya que la empresa (o el Estado) no los necesita como empleados fijos o no quiere afrontar las cargas patronales. Lo mismo ocurre con otros oficios del rubro servicios, publicidad, medios de comunicación, editorial, etc. Ud. en algún momento, citando a Marx, hablaba de formas de «transición», donde el trabajador independiente tiende a transformarse en asalariado. Sin embargo esto ahora parece darse al revés, aunque por supuesto la actual «independencia» no es más que subocupación, incertidumbre y falta de derechos laborales. ¿Qué opinión le merece esto? ¿Se tiende a un capitalismo donde los explotados ya no tendrán relación de dependencia?

      Gracias, Rodolfo

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      El Panfleto

      19/09/2017 at 03:39

  4. Vi un gráfico de el indice gini a nivel mundial desde 1820 a 2008 y se ve un crecimiento de la desigualdad desde 1820 con indice de 0.5 creciendo constantemente hasta 1970 con 0.65 (0 es igualdad total. 1 desigualdad total) y desde 1970 hasta 2008 casi una meseta, en 2008 el indice es 0.65.

    Respecto a la tasa de pobreza (ya que puede bajar la pobreza y subir la desigualdad) se ve un caída de la tasa de pobreza desde 1820 a 2008.

    Por eso el capitalismo aumenta la riqueza para todos pero aumenta la desigualdad entre la clase trabajadora y la burguesía.

    De todas forma de 1950 mas o menos para poner una fecha la propiedad del capital, los dueños de las acciones de las empresas son cada ves menos concentración. en la actualidad tres empresas son los mismos 3 principales accionistas en 40% de las empresas listadas (1662 empresas). suman mas del 17% del total de las acciones en esas 1.662 empresas mas grandes de estados unidos.

    Lo interesante es que los dueños de esas 3 empresas son las mismas empresas. Por lo tanto la propiedad esta mas concentrada que nunca pero separada del control de los mas ricos del planeta

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    benjamin

    15/09/2017 at 23:57

    • Dos observaciones. La primera, acerca de la reducción a largo plazo de la pobreza (medida en términos absolutos), se explica por el desarrollo de las fuerzas productivas. Es un error atribuir a Marx (al menos al Marx maduro) la idea de que la pobreza en el capitalismo crece en términos absolutos. La pobreza es un concepto histórico social (una determinada canasta de bienes que hoy podemos considerar en niveles de pobreza, no necesariamente lo era hace 100 años).

      Segunda cuestión, y más importante, es la medición de la evolución de la desigualdad a nivel mundial. Autores neoclásicos sostienen que la desigualdad se ha reducido en los últimos 30 años, por ejemplo, principalmente por la elevación del nivel del vida en China, y otros países asiáticos. A partir de aquí afirman que el planteo de Marx sobre la tendencia a la polarización social creciente, que seria inherente al capitalismo, no se verifica empíricamente. El problema con este razonamiento es que pone en la misma bolsa dinámicas que corresponden a regímenes económicos distintos. Discuto el tema en la nota que hice sobre las tesis de Piketty (aquí).

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      rolandoastarita

      16/09/2017 at 11:27

  5. Cómo es posible medir la plusvalía por ejemplo de un trabajador docente estatal?

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    Jose Nin

    16/09/2017 at 12:23

    • Si no entendí mal los conceptos, Rolando me corregirá, el docente estatal no produce plusvalía y su trabajo es trabajo improductivo (lo cual no significa que no tenga una utilidad, para reproducir la fuerza de trabajo por ejemplo, sino que justamente no produce plusvalía)

      Si no recuerdo mal hay una nota donde se explicaba bien las caracteristicas del trabajo productivo e improductivo

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      Sergio

      18/09/2017 at 09:03

    • Sergio: entonces si el docente estatal no produce plusvalía, no es explotado?
      Saludos.

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      Jose Nin

      18/09/2017 at 20:12

    • Intentaré tratar el tema en una próxima entrada. Me parece una cuestión muy importante para la teoría marxista y el análisis de las clases sociales.

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      rolandoastarita

      19/09/2017 at 08:38

    • Creo que este es un tema muy importante (aclaro que no soy economista) para la comprensión del rol y lugar de muchas actividades y oficios y la praxis transformadora que podría derivar de ello . Una buena orientación al respecto la brinda Maxi Nieto Ferrández (“Como funciona la economía capitalista” Escolar y Mayo editores, 2015; texto recomendado en este blog). Si bien no trata específicamente de la producción de plusvalía, aborda la cuestión del trabajo productivo/improductivo (pp. 129 y passim). Sostiene que las relaciones de producción capitalista convive “…con formas de producción no capitalista como el trabajo doméstico, la producción mercantil no capitalista, la producción desmercantilizada que lleva a cabo el Estado, etc.” Y propone verificar si las actividades cumplen o no con dos criterios fundamentales (definidores de la producción capitalista): “i) el carácter mercantil (o no) de la producción, es decir si los bienes o servicios se destinan (o no) a la venta en el mercado; ii) el carácter asalariado (o no) del trabajo, es decir si quienes trabajan venden (o no) su fuerza de trabajo”. A partir de estos criterios define distintos tipos de actividad según sea Producción mercantil o no mercantil, cruzando (combinando) estas opciones a su vez con el Trabajo asalariado o no asalariado. Según esta clasificación el trabajo de un docente estatal, u otra actividad similar, quedaría ubicado como trabajo asalariado y de producción no mercantil: “…las cuales suministran bienes y servicios no mercantiles (ofrecidos de forma gratuita) y subsisten gracias a la financiación pública…(E)l trabajo realizado en ellas es trabajo directamente social…cuya utilidad social se reconoce de forma directa por la autoridad que lo financia”. Y ubica este tipo de actividades como trabajo improductivo . Creo que una cuestión a pensar sería qué tipo de mercancía y valor produce este tipo de actividades (pensemos en el peso del sector de educación y también salud, entre muchos otros). Creo que sería muy importante avanzar en la discusión y teorización de la mercancía y la producción de valor y plusvalor (los docentes, los trabajadores de la salud, producen una determinada mercancía? Y si es así, ¿de qué tipo?). Saludos.

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      saludpublicaunr

      19/09/2017 at 17:03

    • Creo que este es un tema muy importante (aclaro que no soy economista) para la comprensión del rol y lugar de muchas actividades y oficios y la praxis transformadora que podría derivar de ello . Una buena orientación al respecto la brinda Maxi Nieto Ferrández (“Como funciona la economía capitalista” Escolar y Mayo editores, 2015; texto recomendado en este blog). Si bien no trata específicamente de la producción de plusvalía, aborda la cuestión del trabajo productivo/improductivo (pp. 129 y passim). Sostiene que las relaciones de producción capitalista convive “…con formas de producción no capitalista como el trabajo doméstico, la producción mercantil no capitalista, la producción desmercantilizada que lleva a cabo el Estado, etc.” Y propone verificar si las actividades cumplen o no con dos criterios fundamentales (definidores de la producción capitalista): “i) el carácter mercantil (o no) de la producción, es decir si los bienes o servicios se destinan (o no) a la venta en el mercado; ii) el carácter asalariado (o no) del trabajo, es decir si quienes trabajan venden (o no) su fuerza de trabajo”. A partir de estos criterios define distintos tipos de actividad según sea Producción mercantil o no mercantil, cruzando (combinando) estas opciones a su vez con el Trabajo asalariado o no asalariado. Según esta clasificación el trabajo de un docente estatal, u otra actividad similar, quedaría ubicado como trabajo asalariado y de producción no mercantil: “…las cuales suministran bienes y servicios no mercantiles (ofrecidos de forma gratuita) y subsisten gracias a la financiación pública…(E)l trabajo realizado en ellas es trabajo directamente social…cuya utilidad social se reconoce de forma directa por la autoridad que lo financia”. Y ubica este tipo de actividades como trabajo improductivo . Creo que una cuestión a pensar sería qué tipo de mercancía y valor produce este tipo de actividades (pensemos en el peso del sector de educación y también salud, entre muchos otros). Creo que sería muy importante avanzar en la discusión y teorización de la mercancía y la producción de valor y plusvalor (los docentes, los trabajadores de la salud, producen una determinada mercancía? Y si es así, ¿de qué tipo?). Saludos.

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      saludpublicaunr

      19/09/2017 at 17:04

    • Espero con ansías la nota Rolando. Gracias

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      Jose Nin

      24/09/2017 at 17:35

  6. A ver el Capitalismo no es perfecto pero a demostrado ser el mejor sistema que supo adaptarse a la naturaleza egoista y competitiva del hombre
    Es gracioso que se diga que el Capitalismo genere pobreza cuando es el sistema que mas pobreza redujo
    https://pbs.twimg.com/media/DJsq2AiXUAA0xoV?format=png
    La indigencia paso del 90% en 1820 a menos del 10% en 2015 todo gracias al «malvado y tenebrozo» Capitalismo
    Ahora que le dio el Comunismo(en sus distintas corrientes) a la humanidad sistema que a diferencia del Capitalismo, se presentaba como el «paraiso terrenal» de los trabajadores:

    200 millones de muertos aprox, pobreza, falta de libertad. Paradojicamente son los trabajadores los que mas sufrieron este sistema y no vale decir la tipica de negar e idealizar (no esto no tiene nada que ver con el Comunismo)
    Ejemplo comparen Corea del Sur con Corea del Norte y sinceramente piensen en cual de los dos paises preferiria vivir
    En fin los resultados hablan por si solos
    Saludos

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    Javier

    19/09/2017 at 14:19

    • ¿Qué le parece si antes de escribir estas tonterías se entera de cuál es la crítica de Marx al capitalismo?
      El marxismo no niega que el capitalismo desarrolla las fuerzas productivas. Más aún, sostiene que es el modo de producción que más ha desarrollado las fuerzas productivas. Por eso mismo el marxismo NO sostiene que la pobreza crece en términos absolutos. El eje de la crítica es a la explotación del trabajo y a la creciente polarización social que genera el modo de producción capitalista. Cuestiones sobre las que se presentan datos en la nota, y sobre las cuales la apologética burguesa hace completo silencio.
      El marxismo, por otra parte, jamás sostuvo que el socialismo deba ser estatismo burocrático (en este blog hay bastante material sobre el asunto; incluso sobre Corea del Norte, aquí). ¿Por qué será que los defensores del capitalismo no pueden hacer una crítica con un mínimo de honestidad intelectual? ¿Es mucho pedir?

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      rolandoastarita

      19/09/2017 at 15:22

    • Rolando, para criticar los planteos de Marx tendrían que leerlo. It’s too much!

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      Lucas

      19/09/2017 at 18:16

  7. Esta cita es de una obra de fascistas. ¿Qué criticaría?

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    Sindicalista

    22/11/2017 at 21:49


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