La tesis de la rentabilidad decreciente del capital, ¿qué evidencia empírica?

Adam Smith, David Ricardo y John Maynard Keynes sostuvieron, por diferentes razones, que la rentabilidad del capital tendía caer en el largo plazo. Marx compartió esa idea con su ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. En una entrada anterior la hemos discutido en base al teorema de Okishio (véase aquí). Allí sostuvimos que hay problemas en la formulación de la ley por Marx -es lo que demuestra el teorema- y concluimos que el cambio tecnológico puede dar lugar al aumento del capital constante por unidad de trabajo vivo (con la consiguiente presión bajista sobre la tasa de ganancia), pero cuando se tienen en cuenta los efectos de la productividad sobre el capital constante y sobre la plusvalía relativa, la tasa de ganancia no necesariamente desciende en el largo plazo.
En cuanto a la evidencia empírica, en notas dedicadas a las crisis cíclicas sostuvimos que en la década o década y media que precedieron a las crisis de 1929 – 1930, o de 2007 – 2009, no hay evidencia de una caída progresiva de la tasa de ganancia. También señalamos que Marx y Engels no explicaron las crisis decenales del siglo XIX (la primera ocurrió en 1825) por la LTDTG; y agregamos que tampoco hay evidencia de que la tasa de ganancia haya caído progresivamente en los 9 o 10 años que antecedieron al estallido de las crisis de 1837, 1847, 1857, 1866 y 1873. En esta entrada nos enfocamos, con carácter más general, en la evolución, en EEUU, de la rentabilidad del capital en los últimos 100 años.
¿Cómo medir la evolución de la tasa de ganancia?
Marx definió la tasa de ganancia empresaria como la relación entre la masa de ganancia, descontados los impuestos, y el capital constante y variable invertido. De manera que para probar empíricamente la LTDTG habría que determinar la evolución a largo plazo de la ganancia, del capital variable y del capital constante.
Indudablemente, la mayor y más completa cantidad de datos sobre la evolución en el largo plazo de la rentabilidad del capital son los reunidos por el Bureau of Economic Analysis de EEUU. Pero aun en ese caso existen problemas irremontables para determinar la tasa de ganancia tal como la define Marx. Uno de los principales es que las estadísticas del BEA no registran la rotación promedio del capital circulante (o sea materias primas y materias auxiliares, y salarios). Pero capitales de diferentes ramas, invertidos en fuerza de trabajo, o materias primas, pueden tener tiempos de rotación muy distintos, y ello incidirá, y mucho, en sus tasas de ganancia.
No tenemos forma de superar este obstáculo. Por eso, los cálculos que hacemos habitualmente (por ejemplo, para elaborar gráficos del recorrido de la tasa de ganancia que he presentado en notas anteriores) se basan en la relación entre la masa de ganancia (post impuestos e intereses) y el valor del capital constante fijo (instalaciones, máquinas y equipos, etcétera). Con esto dejamos de lado el capital circulante. Podemos considerar ese cálculo como una aproximación a la tasa de ganancia a lo Marx; pero no es la tasa de ganancia considerada en el tercer tomo de El capital.
Por otro lado, está el problema de cómo se determina el valor del capital fijo. ¿Hay que tomar en cuenta el costo histórico? ¿El costo de reposición? ¿El costo histórico descontada la amortización? ¿Y cómo incorporar la obsolescencia? No son cuestiones sencillas de resolver, en especial cuando se trata de establecer una tasa de ganancia promedio, y su evolución. Por ejemplo, supongamos un capitalista que ha invertido $10 millones en máquinas, y calculado una carga anual por amortización de ese equipo (amortización calculada en, digamos, 10 años). Supongamos entonces que ocurre un avance tecnológico y se produce una máquina más barata y más productiva. Lógicamente, la máquina de nuestro capitalista se desvaloriza; sufre una pérdida, cae su rentabilidad. Sin embargo, ese cambio tecnológico puede mejorar la perspectiva de rentabilidad de otros capitalistas que disponen de capital dinero y desean entrar en la rama.
Precisión importante: la tasa de ganancia es una variable exógena
Antes de continuar enfaticemos una cuestión: la tasa de ganancia es registrable por los capitalistas. Es una de las formas en que aparece la plusvalía, (otras formas son el interés y la renta) y por lo tanto es visible. Si no fuera así no podría gobernar la acumulación del capital.
Con esto critico la idea de algunos marxistas que, movidos por el afán de “hacer caer” la tasa de ganancia (de manera de verificar la LTDTG) retuercen los datos hasta que estos dan lo establecido de antemano, a saber, que la tasa de ganancia cae. Subrayamos: la tasa de ganancia es una variable clave para la decisión de invertir. Pero el hecho de que la tasa de ganancia sea visible hace que la observación empírica pueda validar o desacreditar la LTDTG.
Cálculos habituales de la rentabilidad de las empresas
Por lo planteado en el apartado anterior, es de vital importancia partir de cómo los capitalistas miden la rentabilidad. Una de las formas es, por supuesto, la relación entre la ganancia empresaria y el capital invertido, tanto en capital fijo como circulante (un cálculo común en los departamentos contables de las empresas). Otras formas, muy habituales, son el margen bruto y el margen neto sobre ventas. El primero se define como ingreso – costos / ingreso, donde los costos son tanto los directos (mano de obra en primer lugar) como los fijos. El margen neto, por su parte, es el ingreso menos los costos e impuestos, sobre las ventas. Esto es, el margen neto dice cuánto ingreso neto es generado por cada dólar de ingresos. Es un dato muy tenido en cuenta al momento de evaluar la rentabilidad. Es que por esta vía los inversores y el management pueden establecer si la empresa está generando suficientes ganancias con sus ventas y si sus costos de operación y costos fijos están siendo contenidos, etcétera
Valorización bursátil
Otra medida que es tomada en cuenta por inversores es la relación precio bursátil de la empresa / ganancias. Esta relación nos dice la cantidad de años que serían necesarios para adquirir la empresa, a su valor bursátil, con la ganancia anual realizada. Otra forma de medir la rentabilidad es considerando los dividendos por acción. Por cualquiera de estas relaciones se manifiesta el grado en que se está valorizando el capital invertido. Y se establece un vínculo entre las variaciones del valor bursátil de las empresas, sus ganancias y tasas de ganancia.
Lo central es que los precios de las acciones siguen la evolución de las ganancias de la empresa. En el corto plazo puede haber cambios de precio sin fundamento en las ganancias. Por ejemplo, cuando los inversores compran la acción de una empresa que no presenta ganancias, especulando con que sea rentable en un futuro, como ocurrió en EEUU con las acciones de muchas empresas tecnológicas a comienzos de los 2000. Pero esas burbujas no se sostienen en el mediano o largo plazo. La ganancia debe estar fundada en la explotación del trabajo productivo, en la generación y realización de plusvalía.
Por eso, en el largo plazo, las valuaciones de una acción dependen de las ganancias de la empresa. Y el aumento de las ganancias se refleja en el aumento de los dividendos y del precio de la acción (y viceversa).
Rentabilidad en el largo plazo de los accionistas de las corporaciones S&P 500
El tema que nos ocupa es si se verifica empíricamente la caída tendencial de la tasa de ganancia, postulada por Marx y otros referentes del pensamiento económico. Para ello, el cuadro que presentamos a continuación es revelador. Se trata de la evolución de la rentabilidad anual obtenida por los accionistas de las 500 empresas S&P de EEUU entre 1926 y 2024 (esto es, casi un siglo). En la determinación de la rentabilidad se toma en cuenta la variación de los precios de las acciones y los dividendos distribuidos.

S&P 500 Historical Annual Returns | MacroTrends
Pues bien, si la tasa de ganancia hubiera caído tendencialmente debería reflejarse en la caída secular de la rentabilidad obtenida por los inversores. Pero no hay tal cosa. La rentabilidad cayó durante las recesiones o depresiones (1929-1933; 1937; 1974-1975; 2000-2002; 2008), pero no se advierte ninguna tendencia definida hacia la baja desde 1928 a 2024, como la LTDTG dice que debería ocurrir.
Enfatizamos: el S&P 500 se basa en la capitalización bursátil de las 500 empresas más grandes que están listadas de manera pública en EEUU. Si su rentabilidad hubiera bajado tendencialmente en los últimos 100 años, ello debería reflejarse en el cuadro. Habría ocurrido lo que esperaba Keynes que ocurriera debido a la caída de largo plazo de lo que él llamaba la eficiencia marginal del capital (equivale a la tasa de ganancia de Marx); la eutanasia del rentista, esto es, del inversor bursátil. Pero no fue esto lo que ocurrió.
Algunas consecuencias
El hecho de que no se verifique que la tasa de ganancia cae tendencialmente pone en cuestión la idea de que el capitalismo, llegado a un punto de su desarrollo, colapsará por causas económicas. Aunque sobre esta cuestión la posición de Marx parece ambigua. Es que, por un lado, si la tasa de ganancia llegase a un nivel cercano a cero, se extinguiría el motor de la acumulación capitalista y el sistema se estancaría definitivamente. La idea de muchos marxistas de que el capitalismo ya está en su etapa «senil» se relaciona con esa visión: la tasa de ganancia cae progresivamente, el capitalismo pierde fuerza, y se apaga. Sin embargo, en varios pasajes Marx también afirma que el capitalismo no desaparecerá por causas puramente económicas. De hecho, en el capítulo 24 del tomo 1 de El capital, (el único publicado mientras vivía) sostiene que el capitalismo caerá por la acción de la clase obrera.
En cuanto a las crisis cíclicas, el hecho de que la LTDTG no se verifique no afecta a la explicación de las mismas por Marx (y Engels). Como hemos mostrado en otras notas, y a partir de la dinámica de la acumulación capitalista -competencia de los capitales por los mercados- las crisis se explican por la sobreproducción, el abarrotamiento de los mercados, la caída de los precios y las ganancias, y el consiguiente deslizamiento a la depresión (o recesión).
Para bajar el documento: https://docs.google.com/document/d/1BkSlbiHnjjC6dJXsQgnxoCn9ptZtmcYMia3zQohCC-s/edit?usp=sharing

















Tengo dos preguntas:
1) ¿La tendencia decreciente de la tasa de ganancia se refiere a la ganancia bruta o a la ganancia empresarial? Porque, según recuerdo, se refiere a la ganancia bruta, que luego se distribuye en ganancia empresarial, interés y renta de la tierra.
2) ¿El margen neto sobre ventas no sería un mejor proxi de la tasa de ganancia?, ¿por qué no usó ese?, ¿es por falta de datos, o hay alguna otra razón teórica?
Me gustaMe gusta
Santiago García
25/03/2025 at 19:18
Todo indicaría que Marx tiene presente la tasa de ganancia de la empresa, o sea, la ganancia menos intereses e impuestos. Aunque no trata el tema específicamente. La ganancia neta sobre ventas sería una buena aproximación. El problema es que no encuentro estadísticas de la evolución promedio de la misma para EEUU. De ahí que tomé la rentabilidad de las empresas del S&P como un proxi de la evolución de la rentabilidad calculada «a lo Marx».
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
27/03/2025 at 10:54
Puedes hacer un análisis específico de Argentina?
Con respecto a su escrito, hay algo que se llama Estado Burgués cuya función es garantizar las condiciones de supervivencia y de migración de determinados capitalistas en detrimento de otros.
Me gustaMe gusta
Abel Ramirez
25/03/2025 at 19:42
[…] Blog de Rolando Astarita […]
Me gustaMe gusta
La tesis de la rentabilidad decreciente del capital, ¿qué evidencia empírica? | www.liberacion.cl
26/03/2025 at 13:30
[…] Blog de Rolando Astarita […]
Me gustaMe gusta
La tesis de la rentabilidad decreciente del capital, ¿qué evidencia empírica? - EnLaPirqa
26/03/2025 at 13:39
Es interesante, sin duda, pero es bastante complicado hacer este análisis tomando como muestra un grupo de empresas —aun siendo las más importantes en la economía más importante—.
Es decir, el capitalismo es un sistema mundo, por tanto, todavía estaría en expansión y especialmente la economía estadounidense, por su apertura, es un núcleo donde actuarían fuerzas tanto centrifugas como centripetas muy poderosas. Y ya en la época neoliberal todo ello estaría mediado por los rejuegos de la circulación y acumulación, atesoramiento, de dólares
Me gustaMe gusta
Orestes Martin
26/03/2025 at 17:39
Sobre el carácter mundial del capital, no tengo dudas. En los próximos días tengo la intensión de subir una nota al blog crítica de la tesis «el capitalismo está sumido en estancamiento secular». El eje de mi crítica es la evolución de la economía mundial en los últimos 40 o 50 años.
Por otro lado, no entiendo el significado de su afirmación sobre que en la economía contemporánea «las fuerzas centrífugas y centrípetas» estarían dominadas por «los rejuegos de la circulación y la acumulación». Tampoco veo que lo característico sea el atesoramiento de dólares.
En cuanto a la evolución de la rentabilidad del capital en los últimos 100 años, que es lo que trata la nota, creo que es imposible determinarla a nivel global. Por ejemplo, hoy no podemos hablar de economía mundial sin hacer referencia a Asia del Este y del Pacífico. Esta comprende países como China, Hong Kong, Malasia, Tailandia, Indonesia, Malasia, Singapur, Corea, Australia, Nueva Zelandia. ¿Establecer entonces la evolución de la rentabilidad del capital desde los 1920 hasta la actualidad en estos países? Es imposible, pero tampoco veo que sea fundamental para la discusión sobre la LTDTG.
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
27/03/2025 at 11:16
Agregado: me doy cuenta de que en la nota debí haber añadido más datos sobre el peso del S&P 500 en la economía de EEUU.
Me gustaLe gusta a 1 persona
rolandoastarita
27/03/2025 at 11:26
Tengo algunas preguntas respectos a los distintos gráficos que circulan por Internet sobre la caída de la tasa de ganancia.
algunos ejemplos de los muchos que hay:
https://formacion.juventudcomunista.es/docs/la-tendencia-decreciente-de-la-tasa-de-ganancia-y-la-necesidad-de-romper-con-el-capitalismo/https://x.com/JesusR_Rojo/status/1251102014001602562 https://es.wikipedia.org/wiki/Tendencia_decreciente_de_la_tasa_de_gananciahttps://formacion.juventudcomunista.es/docs/la-tendencia-decreciente-de-la-tasa-de-ganancia-y-la-necesidad-de-romper-con-el-capitalism
¿Acaso estos gráficos que demuestran la caída de la tasa ganancia no serían válidos?
En caso de que no sean válidos ¿por que? ¿cual es su problema?
Me gustaMe gusta
Ivan
28/03/2025 at 10:44
Un primer problema es que subsisten las cuestiones referidas a cómo se mide el stock de capital y la falta de datos sobre la rotación del capital circulante. En segundo término, no veo cómo se puede comparar la evolución de la tasa de ganancia en China, por ejemplo, entre 1960 y la actualidad (siendo hoy la economía más grande del mundo).
En tercer lugar, y más importante, es que se repite el error de tomar como punto de partida un período de tasa de ganancia excepcionalmente elevada, como fueron los inicios de los 1960, los años de esplendor del boom capitalista de posguerra, especialmente Japón y Alemania Occidental. Es natural que desde esa fecha la tendencia de la tasa de ganancia tenga pendiente negativa. Es repetir el error que cometen muchos marxistas con respecto a la evolución de la tasa de ganancia en EEUU: toman como punto de partida finales de los 1940 o 1950, también años de rentabilidad excepcionalmente elevada. De nuevo, con esto garantizan que la tendencia tenga pendiente negativa. Una de las consecuencias de esa medición es disimular la importante recuperación de la rentabilidad en EEUU a partir de 1982-1983 (pienso que ha sido clave, entre otros factores, el aumento de la plusvalía relativa, en especial en los 1990 y 2000).
Recuerdo, por último, que la LTDTG se refiere al largo plazo. El gráfico que presento abarca casi 100 años. De nuevo, si la ley de Marx se cumple, ¿por qué no se manifiesta en el lapso de un siglo (1926-2024) en la economía donde el modo de producción capitalista está más desarrollado? ¿Cómo es que no cae tendencialmente la rentabilidad?
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
28/03/2025 at 11:26
Rolo: Se me ocurren varios problemas al uso de los precios de las acciones como proxy de la tasa de ganancia. Si bien pueden servir como indicador aproximado en ciertos contextos, su relación con la rentabilidad real del capital es indirecta y está sujeta a tantas distorsiones que me llevan a pensar que es no es válido para evaluar la tendencia de la tasa de ganancia a largo plazo, especialmente en períodos marcados por burbujas financieras o cambios estructurales en la economía.
1) Los precios de las acciones no reflejan fielmente las ganancias empresariales, sino que incorporan expectativas futuras, especulación y condiciones financieras. En el período posterior a la crisis financiera global las políticas monetarias ultraexpansivas (quantitative easing) y las tasas de interés cercanas a cero inflaron los valores bursátiles de manera artificial. Un ejemplo paradigmático es el sector tecnológico estadounidense: entre 2010 y 2022, el NASDAQ se multiplicó por 7 mientras que las ganancias corporativas solo lo hicieron por 3. Es decir que las valoraciones bursátiles se han elevado incluso si las ganancias no crecieron al mismo ritmo, creando una brecha entre el mercado financiero y la economía real.
2) La inflación distorsiona la comparación de ganancias y precios de acciones a lo largo del tiempo. En períodos de alta inflación (como los años 70 o la década actual), las ganancias nominales pueden aumentar mientras las reales caen. Entre 2020 y 2023 muchas empresas reportaron «récords históricos» de ganancias en términos nominales, pero al descontar la inflación (especialmente en costos energéticos y salariales), su rentabilidad real muestra un comportamiento mucho más modesto. Este problema se agrava cuando se analizan series de muy largo plazo.
3) El survivorship bias (sesgo de supervivencia) sobrerrepresenta a las ganadoras y oculta la caída en rentabilidad del capital en promedio. El índice S&P 500 se recompone periódicamente, eliminando empresas en crisis e incorporando nuevas firmas exitosas, lo que artificialmente mantiene altos los promedios de rentabilidad. Este mecanismo oculta la tasa de fracaso empresarial que es consustancial al modo de producción capitalista. Es decir, terminás en una sobreestimación sistemática de la salud del capitalismo, ya que no contabilizás el capital destruido en el proceso competitivo. 4) Podrías no estar midiendo la salud del capital productivo, sino la capacidad del sistema para sostener ficciones financieras. Una porción significativa de las «ganancias corporativas» proviene de actividades no productivas: operaciones financieras, recompras de acciones, rentas monopólicas o manipulación de mercados. Cuando incluís estas ganancias financierizadas en los cálculos de rentabilidad, se genera una imagen distorsionada que no corresponde a la acumulación de capital productivo. Entiendo que teóricamente podría esperarse un «acoplamiento» entre ambos tipos de ganancias a largo plazo (ajustes inflacionarios, crisis que pinchen burbujas, mecanismos de transferencia de valor), pero para tener un modelo un poco más realista tendríamos que tomar el fin de ciclo (por ejemplo, 2008).
5) La concentración sectorial en los índices bursátiles sesga cualquier análisis agregado. Sectores como el tecnológico o financiero pueden mostrar tasas de ganancia excepcionales, mientras que otros (como el manufacturero o el retail) presentan rentabilidades mediocres o negativas. El peso desproporcionado de unas pocas mega-corporaciones en los índices (las «Magnificent Seven» del S&P 500) implica que el comportamiento de unas pocas empresas puede enmascarar la realidad del conjunto de la economía. Durante la pandemia el boom de las tecnológicas ocultó la crisis en muchos otros sectores productivos.
En conclusión, para utilizar los precios accionarios como un proxy práctico -ante la falta de datos más precisos- de la tasa de ganancia tendríamos que tomar muchos recaudos. Especialmente si la idea es falsear una tesis tan relevante en la teoría marxista.
Pablo R.
PD: te pido disculpas por la extensión, pero tu artículo me pareció muy interesante y relevante.
Me gustaMe gusta
Pablo Rabey
28/03/2025 at 14:52
«Los precios de las acciones no reflejan fielmente las ganancias empresariales, sino que incorporan expectativas futuras, especulación y condiciones financieras». En la nota explico que los precios de las acciones están gobernadas por las ganancias en promedio. En el corto plazo hay distorsiones por especulación, expectativas, etcétera, pero si estas no son convalidadas por las ganancias, esos precios no se sostienen. No es casual que los analistas e inversores sigan particularmente la evolución de las ganancias, los price/earnings y ganancias por acción. Sobre esta cuestión hay mucha literatura. Incluso recuerdo que Shaikh escribió un paper, hace años, sobre este asunto. Nadie lo cuestionó, hasta donde alcanza mi conocimiento.
Sobre la influencia de la tasa de interés en las ganancias empresarias, es claro que las favorece. Pero esto no es lo decisivo a la hora de explicar la recuperación de las ganancias y de la producción después de la recesión. Y los precios de las acciones suben porque el mercado se anticipa a la recuperación. De nuevo, lo fundamental que rige el precio de las acciones es la ganancia (o sea, la generación de plusvalía). La especulación (que puede ser alcista o bajista) no altera ese hecho.
Luego escribís: » La inflación distorsiona la comparación de ganancias y precios de acciones a lo largo del tiempo. En períodos de alta inflación (como los años 70 o la década actual), las ganancias nominales pueden aumentar mientras las reales caen». Cuando los inversores tienen en cuenta las ganancias, las evalúan en términos reales. En las crisis de los 1970 (en particular 1974 y 1975) los precios de las acciones cayeron, a pesar de la inflación. En los últimos años en EEUU las ganancias aumentaron sustancialmente (se ve incluso en la ganancia realizada por dólar de ingreso) no por la inflación, sino por causas reales.
Planteás luego que durante las crisis desaparecen empresas y esto distorsiona la caída de la rentabilidad promedio. No entiendo este razonamiento. El quiebre de empresas que ocurre durante la depresión conlleva la desaparición de las ganancias, y esto afecta a la rentabilidad, se mida esta como se mida. Y esa caída de la rentabilidad se expresa en el mercado accionario no solo por la caída de los dividendos, sino también de los pecios de las acciones.
Por otra parte, me hacés el cargo de «sobreestimación sistemática de la salud del capitalismo, ya que no contabilizás el capital destruido en el proceso competitivo». Por empezar, los apologistas del capitalismo sostienen que el capital destruido en el proceso competitivo es una muestra de la salud del capitalismo. Nunca sostuve semejante cosa. La salud del capitalismo se ve en la acumulación, el desarrollo de las fuerzas productivas, la creación de un mercado mundial. Y es en este respecto que sí, tengo una diferencia sustancial con casi toda la izquierda. Es una cuestión sobre la que voy a volver a escribir.
En el razonamiento de la mayoría de la izquierda el capitalismo está en un largo período de tendencia al estancamiento. Es en este sentido que esta izquierda ve imprescindible sostener que la tasa de ganancia está cayendo secularmente. Es lo que explicaría el estancamiento secular del capitalismo. La realidad es que la economía global creció, en los últimos 40 años, a una tasa de aproximadamente el 3% anual (la de EEUU 2,7%). Es una tasa superior a la que creció la economía británica en el siglo XIX. Y el mercado mundial creció a una tasa superior. Agreguemos que el capitalismo reconquistó los territorios de los ex «socialismos reales». ¿Cómo se explica esto con una tasa de ganancia cayendo desde hace 60 o 70 años? Voy a desarrollar esta cuestión en una próxima nota, pero dejo sentado que esta es una diferencia fundamental. Para ver las implicancias: en 1990, en discusión con un grupo trotskista inglés, los compañeros me decían que en la URSS no se podía restaurar el capitalismo porque el sistema había entrado en la era del estancamiento y la descomposición. O sea, «el capitalismo senil». Recuerdo que cuando les dije que había que terminar con esta cantinela del capitalismo estancado (desde 1914 según muchos trotskistas) me hicieron el mismo cargo que me hacés: sobreestimar la salud del capitalismo. Aclaro, además, que el tema está mal planteado en términos de «salud». Hay que discutirlo en términos de las leyes de la acumulación y las crisis. De ahí la importancia que he dado a la discusión sobre la teoría de las crisis de Marx y Engels. No es casual que los defensores de la tesis «estancamiento secular» estén furiosamente en contra de la explicación de las crisis por sobreproducción.
Luego escribís: «Sectores como el tecnológico o financiero pueden mostrar tasas de ganancia excepcionales, mientras que otros (como el manufacturero o el retail) presentan rentabilidades mediocres o negativas. El peso desproporcionado de unas pocas mega-corporaciones en los índices (las «Magnificent Seven» del S&P 500) implica que el comportamiento de unas pocas empresas puede enmascarar la realidad del conjunto de la economía».
La tasa media de ganancia es un promedio. Hay que tomar en cuenta todas las ramas. Marx incluso precisa que hay que tomar en cuenta las plusvalías extraordinarias. Por supuesto, si tomo en cuenta unas pocas empresas, la tasa de ganancia estará distorsionada. Pero si tomo las 500 mayores empresas, que representan un porcentaje significativo del output total, del empleo total, de las ganancias de conjunto, no vo cómo se puede negar el significado de las variaciones de la rentabilidad en el largo plazo. Peor aún, tu criterio llevaría a arbitrariedades. Por ejemplo, antes de la quiebra de Lehman no habría que incluir sus ganancias para promediar la tasa media. ¿Qué hacemos entonces con las ganancias negativas de Lehman en 2008-2009? ¿Ahora hay que incluirlas para promediar?
Escribís que «para utilizar los precios accionarios como un proxy práctico -ante la falta de datos más precisos- de la tasa de ganancia tendríamos que tomar muchos recaudos. Especialmente si la idea es falsear una tesis tan relevante en la teoría marxista.
Por una parte, el gráfico no toma en cuenta solo los precios de las acciones; también incluye los dividendos. Son parte de la rentabilidad del capital. Segundo, lo que sostengo en la nota es que si la tasa de ganancia ha estado cayendo en el último siglo, ello debería reflejare de alguna manera en la rentabilidad de los propietarios de las acciones de las 500 empresas más importantes. Pero no hay signos de eso.
Por último, no veo que la LTDTG sea tan relevante para la crítica del modo de producción capitalista. En especial, por el carácter contradictorio de las relaciones de producción capitalista. Esto es, si el capitalismo ya está estancado, o en descomposición, las contradicciones -la contradicción capital / trabajo- tienden a amortiguarse. El sistema se apaga (es la idea de Keynes). La clase obrera ya no se desarrolla, incluso se descompone (era el pronóstico de Trotsky en los 1930). El mercado mundial ya no se desarrolla (de manera que el internacionalismo pierde base material); las crisis no ocurren por exceso de producción de riqueza, sino son de escasez. Sobre todo esto pienso exactamente lo opuesto.
Me alegra tu crítica porque ponés el foco en el centro de lo que estoy planteando desde hace 30 años, en oposición a casi toda la izquierda «radical».
Me gustaLe gusta a 1 persona
rolandoastarita
28/03/2025 at 15:57
¡Hola, estimado Profesor! Le consulto, acerca de otra temática: ¿Ud. ha escrito artículos acerca de la sobrepoblación relativa/población sobrante? ¿Considera de mayor utilidad la noción de masa marginal, exclusión, precariado? Me interesa conocer su opinión al respecto. Creo que, al menos en los países de Occidente, es donde este fenómeno adquiere un carácter generalizado, al punto que el mismo Elon Musk habló sobre la necesidad de una «renta básica universal» para sostener a la población sobrante para el capital. Saludos!
Me gustaMe gusta
Maximiliamo
28/03/2025 at 23:47
Rolo:
Agradezco tu respuesta a mis comentarios, pero creo que hay varios malentendidos en tu réplica, y sumás más problemas metodológicos en tu uso del S&P 500 como proxy de la tasa de ganancia. Permitime sintetizar los puntos clave, entendiendo que esta es tu web:
1. El S&P 500 no refleja la rentabilidad real de la economía…. ¡ni siquiera del propio mercado accionario! Insistís en que el S&P 500 es un buen indicador porque promedia 500 empresas, pero ignorás el survivorship bias, un problema bien documentado en finanzas: Las empresas que quiebran o caen en rentabilidad son eliminadas del índice y reemplazadas por otras más exitosas. Ejemplo: Si en 1980 el S&P 500 incluía a empresas como Sears o General Motors (que luego quebraron o decayeron), sus malos resultados no se reflejan en los datos históricos actuales, porque el índice las removió y añadió a Amazon o Tesla. El resultado es una ilusión estadística: si se incluyeran todas las empresas (no solo las supervivientes), la rentabilidad promedio del mercado sería significativamente menor. No respondés a esto. Tu argumento de que «hay que incluir todas las ramas» falla porque el S&P 500 no lo hace: es un índice curado que oculta las pérdidas.
2. La separación entre precios y valores obliga a tomar los cracks como puntos de referencia. En condiciones normales, los precios de las acciones pueden divergir de los valores reales (ganancias) durante años o décadas (como en la burbuja 2009-2024). Solo en crisis (2000, 2008, 2022) se revela la sobrevaloración acumulada, y los precios de las acciones se ajustan (parcialmente) a las ganancias reales. No contemplás esto: hay que tomar como punto final del ciclo histórico que consideres los momentos de crisis (cuando la ley del valor ‘opera’).
3. El S&P 500 no está deflactado por inflación (y no lo corregís). Aunque mencionás que los inversores «ven ganancias reales», el gráfico que usás en tu artículo no ajusta por inflación, lo que distorsiona tendencias de largo plazo (ejemplo: Entre 1970 y 1982, el S&P 500 en términos nominales subió un 30%, pero en términos reales cayó un 60% por la inflación. Sin deflactar, se oculta el colapso de rentabilidad real). Hoy ocurre otro tanto: las ganancias accionarias nominales récord (post-2020) pierden un 15-20% de valor al descontar inflación, pero los índices bursátiles lo ignoran. Esto no es un detalle técnico: si la tasa de ganancia es una categoría real, medirla en términos nominales invalida cualquier conclusión.
4) No considerás la inflación de activos por políticas monetarias. Desde los años 80, y especialmente post-2000, el crecimiento del S&P 500 ha sido impulsado por: a) Expansión monetaria sin precedentes: La base monetaria de EE.UU. creció un 1.300% entre 2000-2023, mientras el PIB real solo lo hizo un 65%. b) Burbujas especulativas: El price-to-earnings ratio (PER) del S&P 500 pasó de un promedio histórico de 15x a 25x+ en las últimas décadas. Los inversores pagan 25 dólares por 1 dólar de ganancia actual, apostando a crecimiento futuro, no a valor presente. Esto no es «creación de valor», sino inflación de precios de activos, algo que Marx ya anticipó al distinguir entre capital productivo y capital ficticio.
5) Confundís ganancias corporativas y plusvalía. El S&P 500 no mide la extracción de plusvalía, sino su distribución distorsionada por monopolios (apropiación de valor ajeno), financiarización (anticipación de plusvalía futura), externalización (oculta el capital constante global). Confieso que no estoy muy seguro de este punto (en última instancia todo es plusvalía extraída en algún lado, pero sí muestra la gran dificultad de considerar estos beneficios como plusvalor realizado por las empresas de USA del sp500). Marx insistía en medir el capital realmente invertido en producción, no su valorización bursátil.
6. Shaikh no respalda tu uso del S&P 500. En su «The Stock Market and the Corporate Sector» analiza la tasa incremental de ganancia, no la tasa de ganancia de Marx. La TG depende de la composición orgánica del capital total, no solo de la inversión reciente. El S&P 500 puede reflejar ganancias marginales altas mientras la tasa general cae. Pero, además, Shaikh advierte que su modelo solo funciona con datos deflactados y ajustados por tasas de interés, algo que no aplicás en tus gráficos.
7. Nunca defendí el «estancacionismo», sino que cuestioné tu método para medir la rentabilidad. Tu réplica es un hombre de paja: a) La LTDTG no predice estancamiento, sino una tendencia a la caída de la tasa; con factores contrarrestantes. Para responderme, reducís la discusión a un binomio: Si la tasa no cae irreversiblemente, el capitalismo es saludable, lo que es una simplificación grosera. Podemos debatir luego sobre el desarrollo de las fuerzas productivas y la decadencia o vitalidad del capitalismo. Pero no es el punto que te plantee.
En conclusión: Los índices financieros ocultan la destrucción de capital y exageran la persistencia de ganancias. La ‘salud’ del capitalismo no se mide en Wall Street, sino en la tasa de ganancia sobre el capital total, incluido el que ya fue destruido. Sería enriquecedor que, en lugar de descartar sin más los comentarios críticos, los tomaras como aportes para revisar tu proxy con datos ajustados por inflación, ciclos y tomando en cuenta los sesgos metodológicos.
Saludos revolucionarios
Me gustaMe gusta
Pablo Rabey
30/03/2025 at 02:19
«Insistís en que el S&P 500 es un buen indicador porque promedia 500 empresas». Promedia 500 empresas que abarcan el 58% del ingreso nacional.
«Las empresas que quiebran o caen en rentabilidad son eliminadas del índice y reemplazadas por otras más exitosas». Las empresas que quiebran son eliminadas de cualquier índice o cálculo de la rentabilidad promedio. En 2010 Lehman ya no figuraba en ningún cálculo de ganancias.
«Desde los años 80, y especialmente post-2000, el crecimiento del S&P 500 ha sido impulsado por: a) Expansión monetaria sin precedentes». Es lo que dice la tesis de la financiarización. Todo el crecimiento es ficticio, pura hinchazón monetaria. Decir lo contrario es apología del capitalismo, etcétera. La realidad es que la inyección monetaria no puede explicar 40 años de crecimiento del producto, aumento de la productividad (aumento de la plusvalía relativa) y desarrollo de las tecnologías. O sea, mejora de los «fundamentals» de los que habla, con razón, Shaikh. Con el agregado que la inflación afecta tanto a las ganancias como al capital constante.
«Confundís ganancias corporativas y plusvalía». No entiendo cómo podés escribir esto. La ganancia que cuenta es post impuestos y post intereses. Lo escribí en la nota.
Decís que las ganancias de las 500 S&P están distorsionadas por la posición monopolista. No voy a repetir todos los argumentos que presenté en crítica a la tesis del dominio del monopolio. Ahora solo menciono uno: si los monopolios dominan todas las ramas importantes de la economía, ¿de dónde sale la plusvalía de la que se apropian? Esto sin considerar que, empíricamente, no se comprueba que en las ramas más concentradas la tasa de ganancia sea sistemáticamente más elevada que en las menos concentradas.
«Shaikh no respalda tu uso del S&P 500». Estoy por publicar una extensa nota reseñando el paper de Shaikh. Aquí destaco lo fundamental: Shaikh considera que las variaciones de los precios de las acciones se explican por los «fundamentals». Y estos tienen que ver con las tasas de ganancia de las empresas. Dicho esto, se puede estar o no de acuerdo que la tasa que cuenta es «la incremental». En otro modelo se podría decir que la tasa que cuenta son los asociados a los márgenes netos, de las empresas (muy seguidos por los inversores). Son variantes del mismo tema: los precios de las acciones, desde un enfoque marxista, no dependen, en el largo plazo, de la especulación, de burbujas, etcétera. En esto Shaikh es explícito.
Claro que si no se entiende que las variaciones de los precios de las acciones están gobernadas, en promedio, por la tasa de rentabilidad de las empresas, se deja la puerta abierta para las explicaciones subjetivistas (del tipo «todo es especulación financiera y crecimiento ficticio, alimentado por la emisión monetaria). Con semejante enfoque se entiende que se niegue el hecho de que los cracks bursátiles constituyen gigantescas destrucciones de valores (ver más abajo).
Por supuesto, tu enfoque (los precios bursátiles no tienen nada que ver con la rentabilidad de las empresas), acorde con las tesis de la financiarización, es muy conveniente para eludir la cuestión que planteo en la nota: ¿cómo es posible que la LTDTG no se exprese, de alguna manera, en la caída tendencial de la rentabilidad de los accionistas de las empresas más importantes de EEUU? ¿A lo largo de un siglo, nada más y nada menos?
Aclaración accesoria: no hay burbujas que duren décadas.
Otra: escribís «Los índices financieros ocultan la destrucción de capital». La realidad es que los derrumbes bursátiles son la expresión de gigantescos episodios de destrucción de valor. Por eso las caídas bursátiles, cuando se mantienen en el tiempo (o sea, no ocurre lo de octubre de 1987 en Wall Street) marcan cambios drásticos en la acumulación y en la rentabilidad del capital. De nuevo, esto no se puede entender si se considera que los valores bursátiles son el resultado de pura especulación, inyecciones inflacionarias, etcétera.
Otra aclaración: la inflación de por sí no determina las ganancias, o las tasas de ganancia. Períodos de alta inflación fueron acompañados de estancamiento y caída de la rentabilidad. Se ve en el mismo gráfico que presenté (véase, por ejemplo, 1873-1975, alta inflación y caída de la rentabilidad).
Otra aclaración: al leer esta respuesta me convenzo más de que te inclinás por el enfoque «estancamiento a largo plazo del capitalismo». Remito a lo que expliqué más arriba.
Por último, me hacés el cargo de que descarto las críticas. La realidad es que estoy en contra del enfoque de la financiarización y anexos («no hay acumulación real, el crecimiento es inflado por inyecciones monetarias», etc.).
Por último, una observación que no te hice a propósito de tu primera crítica. Se trata de tu propuesta de descartar a las empresas de más altas ganancias a la hora de analizar la evolución de la tasa de ganancia. En mi respuesta te dije que incluso Marx consideraba que era necesario incluir a las plusvalías extraordinarias en el cálculo de la tasa de ganancia promedio. Luego de publicar mi respuesta en «Comentarios» reflexioné sobre el sentido de tu propuesta: eliminar las empresas que tienen ganancias «excesivas» para que la ley de Marx se verifique. Es lo que critico en la nota: los marxistas que retuercen los datos para que den lo que de antemano se sabe que «deben» dar.
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
30/03/2025 at 16:08
Agrego una reflexión: veo que la diferencia fundamental entre nosotros tiene que ver con el origen y la naturaleza de la plusvalía. No toda la plusvalía es ganancia, pero toda la ganancia es plusvalía. Y esta es, en esencia, trabajo no pagado. Esta idea se aplica a las ganancias que obtienen los propietarios de acciones. Pretender que las ganancias de empresas cuyos ingresos equivalen a casi el 60% del ingreso nacional de EEUU se deben a inyecciones monetarias o a burbujas especulativas es desconocer que solo el trabajo productivo genera plusvalía.
A partir de aquí surgen el resto de nuestras diferencias. Por eso no hay manera de ponerse de acuerdo. Así se llega a un punto en que los argumentos se repiten y el debate no tiene salida, no hay síntesis posible.
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
30/03/2025 at 16:17
Pero aquí solo estás considerando a Estados Unidos, el principal país rentista, sin tener en cuenta la deuda pública ni el privilegio del dólar. Sin embargo, todos estos podrían interpretarse como factores o síntomas de una falta de rentabilidad, compensada mediante otros mecanismos. En cuanto a la tasa de ganancia marxista, deberías considerar la tasa a nivel global.
Me gustaMe gusta
Alessandro Siglioccolo
31/03/2025 at 12:28
Primero, EEUU es deudor, no acreedor. Su posición inversora internacional es deficitaria por nada menos que 23,6 billones de dólares.
En segundo término, la economía de EEUU es la economía capitalista más desarrollada, representa el 16% del producto global y sobre la que tenemos mayor cantidad de datos sobre rentabilidad del capital en los últimos 100 años. Si la LTDTG no se verifica empíricamente en esta economía ¿dónde se verifica?
Tercero: ¿de dónde saca que las empresas de EEUU tienen baja rentabilidad compensada por otros medios? ¿Qué medios? ¿Hay que inventar cualquier cosa para defender a como dé lugar la idea de que la t. de g. cae a través de las décadas? ¿Años y años de caída de la t. de g. en EEUU «compensada» por otros medios? ¿Qué medios? Si se trata de subvenciones del Estado, ¿hay que recordar que los impuestos son plusvalía? ¿Cómo se pueden decir estas cosas?
En cuarto término, nada indica que la tasa de ganancia promedio en EEUU sea más elevada que, por ejemplo, en el Asia del Pacífico y del Este; o superior a la tasa de ganancia en los países de la Unión Europea. Esto se ve en los flujos de inversiones directas. Desde 1980 los capitales estadounidenses invirtieron masivamente en Asia del Este, por caso, porque la t. de g. era, por lo menos, igual a la que obtenían en EEUU.
Quinto, es imposible calcular la evolución de la tasa de ganancia en los últimos 100 o 150 años (la ley es de largo plazo) porque sencillamente no hay datos para eso. Hace 100 años ni siquiera podía hablarse de capitalismo en la mayor parte del globo (a lo que se agregan luego los países del «socialismo real»). Si pudiéramos calcular, por caso, la t. de g. de China en 2024, no la podríamos comparar con la situación en 1920 o 1960, etc.
Sexto: Cuando los marxistas «demostraban» que la LTDTG se verificaba en EEUU (arrancando las mediciones a fines de los 1940, años de ganancias excepcionalmente elevadas), las mediciones eran consideradas válidas y eran aplaudidas por la «ortodoxia». Cuando pongo en cuestionamiento esos cálculos, la respuesta es «no vale, hay que calcular la t. de g. global». ¿Y cómo se hace para calcularla en escala global y por un siglo si no hay datos? Pues bien, nos hacemos los distraídos y seguimos diciendo que la LTDTG se verifica (y con ella el estancamiento secular del capitalismo») «porque lo dijo Marx».
Con esto estoy diciendo: si tienen apego a la verdad científica, si no anteponen la «verdad de partido» a la evidencia, deberían decir, al menos, que la LTDTG carece de comprobación empírica. Pero esto no se hace. Todo sea «por la verdad de partido».
Me gustaLe gusta a 1 persona
rolandoastarita
31/03/2025 at 13:19
Lo que quería expresar con el término «país rentista» es que las empresas estadounidenses poseen enormes volúmenes de capital invertidos en el extranjero, los cuales generan beneficios, independientemente de si estos son repatriados o no. Estos beneficios, sin duda, contribuyen a inflar las cotizaciones bursátiles. Al mismo tiempo, las dificultades internas derivadas de la competencia internacional y de las crisis cíclicas han conducido a un significativo aumento de la deuda pública (¿qué es esta deuda sino un anticipo del plusvalor futuro?), cuya sostenibilidad depende directamente del hecho de que el dólar siga siendo la principal reserva mundial de valor. Todo esto sugiere que el sistema económico global está tan profundamente integrado que carece de sentido considerar la Ley de la Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia (LTDTG) únicamente a nivel nacional. No afirmo que existan datos empíricos definitivos sobre la LTDTG, pero al observar la evolución del PIB mundial desde los años 60 hasta hoy (dato disponible), se percibe claramente una leve desaceleración, interrumpida periódicamente por crisis cíclicas. Además, la guerra comercial actualmente en curso y el retorno a políticas económicas nacionalistas son precisamente síntomas de dificultades estructurales y no señales de prosperidad económica.
Me gustaMe gusta
Alessandro Siglioccolo
31/03/2025 at 15:35
El problema con los rendimientos bursátiles a nivel global es que disponemos de menos datos. De todas formas, lo que podemos observar tampoco muestra una caída tendencial de la rentabilidad. El MSCI All World pero sin EEUU, entre 1979 y 2024 (o sea, 45 años) no muestra una tendencia a la baja de la rentabilidad. Los rendimientos promedio son menores que los de las 500 S&P, principalmente por la influencia de las tecnológicas estadounidenses, pero no muestran tendencia a la caída de la rentabilidad. Claro que tengo en cuenta 45 años. Pero no se registra la caída tendencial de la t. de g. Posiblemente suba esto en un post.
Agreguemos que tampoco es permanente la delantera de las 500 S&P en términos de rentabilidad comparada con el resto del mundo. En los 2000 el rendimiento de las acciones de las empresas de EEUU fue menor que las del resto del mundo, debido a la crisis de las punto com y luego la crisis financiera. En ese tiempo los rendimientos de las acciones chinas superaron, en mucho, a las 500 de EEUU.
Además, entre 2000 y 2009 el crecimiento del MSCI de Mercados Emergentes, superó holgadamente a los rendimientos de las acciones estadounidenses. Y a mediados de los 1980 las acciones internacionales superaron en rendimientos a las de EEUU, especialmente por la influencia de Japón.
Lo importante para lo que estoy planteando es que cuando pasamos a los rendimientos que obtienen los inversores, a nivel mundial, y en el largo plazo, no se evidencia una caída de la rentabilidad.
Otro asunto: «al observar la evolución del PIB mundial desde los años 60 hasta hoy (dato disponible), se percibe claramente una leve desaceleración». ¿Qué tiene que ver esto con la LTDTG? En los últimos 50 años la economía mundial creció al 3% anual promedio, lo que es más que la tasa media de crecimiento de la economía británica en el siglo XIX. No hay manera de aducir este hecho como prueba de la LTDTG.
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
31/03/2025 at 17:00
El Banco Mundial estima que el crecimiento del PIB mundial será del 2,6% en 2024, frente al 2,8% registrado en 2023, y anticipa un crecimiento por debajo del 3% también para los años 2025 y 2026. Desde mi punto de vista, esto confirma una tendencia hacia la desaceleración económica global, provocada principalmente por la disminución de las ganancias empresariales, el aumento significativo del endeudamiento y una menor inversión en actividades productivas. Esta situación afecta no solo a Estados Unidos y Europa, sino también a China.
Me gustaMe gusta
Alessandro Siglioccolo
31/03/2025 at 18:19
No entiendo cómo se puede argumentar así. Es dificilísimo clarificar qué se discute. La crítica que estoy haciendo es a la tesis, que defiende la mayoría de la izquierda, de que el capitalismo está sumido en una larga fase de estancamiento crónico. Este habría comenzado en los 1970 o 1980 (en las versiones «trotskismo ortodoxo» el capitalismo estaría estancado desde 1914). ESTE diagnóstico es lo que critico.
O sea, la discusión NO es sobre si la economía mundial se desacelera medio punto porcentual. Tampoco gira sobre si hay o no una crisis en puerta. Personalmente pienso que es muy posible una recesión mundial, en especial por el fenómeno de sobreproducción mundial en muchas ramas (he presentado datos en una nota de hace pocas semanas), con la consiguiente caída de las ganancias y los precios, más la guerra comercial, más el gravísimo problema en la rama inmobiliaria en China.
Repito: la discusión es sobre si el capitalismo está, o no está, en estancamiento crónico (o secular, o de décadas). Sobre esta cuestión, hay que ver la evidencia empírica, los datos. Y estos dicen que en los últimos 50 años la economía global creció al 3% anual. Como dije, es un crecimiento superior al promedio al que creció Gran Bretaña en el siglo XIX:
Repito: no doy este dato para negar la posibilidad de una recesión en los próximos meses, sino para negar la tesis del estancamiento crónico. La actual sobreproducción se explica porque hubo crecimiento de las fuerzas productivas, de la acumulación capitalista.
Por supuesto, el debate sobre la teoría de las crisis de Marx y Engels (las crisis del ciclo de negocios se explican por la sobreproducción) se vincula con la discusión sobre el estancamiento crónico. Para los autores que defienden la tesis del estancamiento crónico la teoría de las crisis por sobreproducción de Marx y Engels es «intragable». La razón es sencilla: si hoy hay sobreproducción es porque no hubo estancamiento crónico en los últimos 15 o 16 años. De la misma manera que en 2007-2009 hubo crisis por sobreproducción en el sector inmobiliario porque en los años previos hubo fuerte inversión en construcción e inmobiliario.
El enfoque que defiendo entonces es OPUESTO al que dice que la acumulación capitalista se va apagando (y con ella el sistema se estanca). Esta es la postura de Keynes, quien pensaba que la rentabilidad del capital disminuía tendencialmente. Soy crítico de esta tesis. No se sostiene empírica ni teóricamente. No se puede explicar el capitalismo actual (entre otras cosas, cómo reconquistó las zonas del planeta en que hubo regímenes estatistas burocráticos) con la tesis del estancamiento crónico.
Me gustaLe gusta a 1 persona
rolandoastarita
31/03/2025 at 22:32
Estoy de acuerdo contigo en que las recesiones pueden explicarse por crisis de sobreproducción o por desproporciones en la inversión, y en que no existe una estancación crónica del capitalismo. Sin embargo, es importante reconocer que el mundo ha experimentado distintos ritmos de crecimiento: más del 5% en los años 60, alrededor del 4% en las décadas siguientes, y que el crecimiento en los años 90 y principios de los 2000 fue impulsado por la industrialización de China. Ahora, incluso el crecimiento chino se está desacelerando considerablemente, al igual que en los países desarrollados.
Esta desaceleración —que no es un estancamiento— debe ser analizada desde una perspectiva marxista. A mi juicio, puede explicarse por la caída de la tasa de ganancia, provocada por un aumento de la composición orgánica del capital (la inversión ha crecido más que los salarios), sin que se haya producido un incremento equivalente en la tasa de explotación (en China, por ejemplo, los salarios reales han aumentado).
Además, esta disminución de la rentabilidad es cada vez más difícil de contrarrestar mediante el endeudamiento, los estímulos fiscales o la reducción del costo del capital, ya que estos mecanismos fueron ampliamente utilizados en 2008 y 2020. No pretendo tener a mano todos los datos empíricos que confirmen esta hipótesis, pero creo que es una vía prometedora de análisis. Las señales económicas actuales parecen apuntar en esa dirección. Si bien las crisis son impredecibles debido al carácter anárquico del capitalismo global, quizás sí sea posible prever el nivel de acumulación de capital a largo plazo.
Me gustaMe gusta
Alessandro Siglioccolo
01/04/2025 at 03:35
El de China es un caso típico de sobreproducción. Es el tipo de crisis que describen, una y otra vez, Marx y Engels. La sobreproducción también se vio en la crisis de 1929-1933, 1974-1975, 2008-2009. Claro que como no les encaja en la tesis «estancamiento crónico», no la consideran siquiera.
Por otra parte señalo que «inversión crece más que los salarios» no es sinónimo de aumento de la COC. Y aumento de la COC no significa automáticamente caída de la tasa de ganancia. Claro que sospecho que todo esto los tiene sin cuidado. A cualquier costo hay que seguir diciendo que las crisis por sobreproducción no existen, o no tienen importancia. Y que la LTDTG es válida, al precio que sea.
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
01/04/2025 at 08:26
Si se observa detenidamente las Extended Penn World Tables y se confía en los datos, se pueden identificar varios elementos importantes:
Todo esto sugiere que las dinámicas del beneficio y del crecimiento son complejas, pero potencialmente medibles.
Me gustaMe gusta
Alessandro Siglioccolo
01/04/2025 at 11:01
Coincido en que la dinámica del beneficio y el crecimiento es compleja. Es compleja por los efectos de los cambios de productividad sobre el valor del capital constante y sobre la plusvalía relativa, por los cambios en la rotación del capital y las posibles incidencias en el trabajo improductivo. Esto hace, entre otras cosas, que no siempre el valor del capital fijo siga de cerca la evolución de la inversión.
De la misma manera, la caída de la tasa de ganancia no siempre genera caída de la acumulación (Marx señala la circunstancia de que la caída de la t. de g. da lugar a una intensificación de la inversión, promovida por la competencia).
En cualquier caso, Marx planteó que la LTDTG se cumple solo en el largo plazo. Yo pienso que está mal formulada la ley por Marx (es lo que muestra el teorema de Okishio, que traté en el blog), pero Marx nunca pretendió explicar las crisis decenales por esa ley.
Repito, la razón es que, si la ley se cumple solo será en el largo plazo (lo cual, además, plantea el interrogante de por qué Marx también sostuvo que no hay un derrumbe por causas puramente económicas del capitalismo).
De todas formas, lo que me llama la atención es cómo pasa por alto el fenómeno de la sobreproducción en China (y nivel global). Entre otros datos, hay millones de viviendas nuevas en venta (ciudades enteras) desocupadas. Millones a medio construir. La caída de los precios y la capacidad ociosa en el sector es gigantesca. Todo indica que es un factor principal en la caída de la rentabilidad. Algo similar puede decirse de otros sectores, como automóviles, paneles solares, acero, cemento. Las cifras están a la vista de todos. La presión bajista en los precios trasciende en mucho a China.
Para los marxistas esto es fácil de explicar: es la sobreproducción, que ha sido tratado extensamente por Marx (y Engels). Sin embargo, no hay caso. Han mandado la explicación de la crisis de sobreproducción al tacho de basura. Esta resistencia a aceptar la explicación de las crisis por sobreproducción solo la puedo explicar por el hecho de que les tira abajo la tesis «estancamiento crónico de las fuerzas productivas».
Volviendo un momento a lo central de la nota, no solo se cumple para las 500 S&P que la rentabilidad del capital no tiende a caer en el largo plazo. También cuando examinamos el MSCI mundial no advertimos la tendencia a la caída que postula la LTDTG. Aunque es cierto que sobre el MSCI World los datos disponibles comienzan recién en 1970. Pero el hecho es que desde ese año hasta 2024 (más de medio siglo) no se evidencia caída tendencial de la tasa de ganancia alguna. Lo cual no es obstáculo para que la teoría marxista pueda explicar las crisis ocurridas en ese lapso.
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
01/04/2025 at 11:34
Todavía agrego: he planteado muchas veces que la caída progresiva de la t. de g. no puede explicar, de por sí, el estallido de las crisis cíclicas. El tema (que en su momento adelantó Grossman) es ¿por qué una caída de la t. de g. de, digamos, el 10% al 9% provoca un freno de la inversión? Después de todo, es mejor ganar el 9% que no ganar nada por dejar de invertir. Grossman y Shaikh entonces meten el tema de la masa de ganancia. Pero su esquema, para que desemboque en crisis, establece supuestos «heroicos»: la t. de g. cae año tras año (los que no se verifica); los capitalistas establecen una tasa de inversión arbitrariamente alta; llega un punto en que no hay plusvalía suficiente para tal inversión, y el sistema colapsa «por escasez de plusvalía» (lo que no se verifica en la práctica).
De nuevo, ¿tan difícil es aceptar el fenómeno de la sobreproducción que hay que recurrir a estos supuestos rebuscados y no realistas?
Me gustaMe gusta
rolandoastarita
01/04/2025 at 11:46
Estoy de acuerdo contigo en muchos aspectos: no tiene sentido explicar las crisis del capitalismo únicamente mediante la caída de la tasa de ganancia. Sobre el tema de la sobreproducción en China, recientemente escribí un artículo (aunque no está revisado por pares). Si te interesa, puedo enviarte el PDF.
Respecto a Grossman, si entendí correctamente, su esquema solo se sostiene bajo la condición de que la tasa de ganancia disminuya geométricamente, mientras que la inversión aumente aritméticamente. Sin embargo, esto no se ha verificado en la realidad; de hecho, lo que sucede es precisamente lo contrario: las inversiones crecen de manera exponencial.
Además, parece existir una correlación entre las inversiones y la tasa interna de ganancia de los países, como se observa claramente en este gráfico.
https://www.facebook.com/photo/?fbid=983813773780353&set=g.457920714226660
En otras palabras, los países en vías de desarrollo invierten más debido a que poseen tasas de ganancia más elevadas en comparación con las economías avanzadas.
Finalmente, sospecho que detrás de la negativa de algunos economistas «marxistas» a explicar la crisis mediante la sobreproducción —tal como hacían Marx y Engels— se oculta la intención de defender la economía china, que actualmente presenta evidentes signos de sobreproducción. Esto se explicaría por razones ideológicas relacionadas con el legado histórico del estalinismo y del maoísmo.
Me gustaMe gusta
Alessandro Siglioccolo
01/04/2025 at 12:35