Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Economía argentina 2017, recuperación anémica

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En las últimas semanas se ha venido afirmando una recuperación de la economía argentina con respecto a la recesión que se produjo entre el tercer trimestre 2015 – cuarto trimestre 2016. El PBI creció un 2,7% en el segundo trimestre con respecto a igual período de 2017, y todo apunta a que prolongaría su crecimiento en el resto del año. El estimador mensual de la actividad económica a julio de 2017 dio una variación interanual positiva del 4,9%; el estimador mensual industrial de agosto tuvo una variación interanual del 5,1%; el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) a agosto tuvo una variación interanual positiva del 13%; a septiembre la variación interanual de la recaudación tributaria fue del 33%, mayor que la inflación (25% interanual en septiembre); la formación bruta de capital fijo al segundo trimestre tuvo una variación positiva del 7,7% (y 11,5% en construcción), y el consumo privado del 3,8%; el empleo apenas aumentó 1,5% de junio a junio (con fuerte componente de monotributistas comunes y sociales).

Sin embargo, se trata de una recuperación anémica. Básicamente porque la inversión productiva continúa extremadamente débil, crece aceleradamente el endeudamiento y aumenta el déficit en cuenta corriente. Si bien muchos de estos factores fueron señalados por economistas de la oposición, es conveniente repasar algunos datos básicos.

Debilidad de largo plazo de la inversión

En primer lugar, la clave en el desarrollo es la inversión productiva. En otros términos, la reinversión de las ganancias y rentas para la reproducción en escala ampliada del capital (o sea, de la relación de explotación). Y la inversión estatal que facilite o abarate esa reproducción ampliada (inversión en infraestructura; en preparación de la fuerza de trabajo, etcétera).

Pues bien, en términos de PBI, la inversión se mantiene aproximadamente a los mismos niveles de 2015. En el segundo trimestre de 2017 (Indec, último dato disponible), en precios corrientes, la formación bruta de capital fijo representaba el 19,5% del PBI. Es algo más elevada que en 2016 (19%), pero aproximadamente igual a 2015 (19,6%). Considerada en mayor perspectiva, la relación inversión / producto se ubica aproximadamente en el mismo nivel que los promedios de los 1990 y 2000. Nada que altere cualitativamente el carácter tecnológicamente atrasado del capitalismo argentino. Tengamos presente, además, que en la formación bruta de capital fijo el rubro que más incidió fue construcción (que, en su mayor parte, no amplía la capacidad productiva).

Fuerte aceleración del endeudamiento para apuntalar la demanda

En segundo término, ha crecido el endeudamiento externo. Si bien el gobierno ha argumentado que una parte de la nueva deuda se debe a refinanciamiento de deuda anterior, el pasivo del gobierno aumentó en términos netos en forma acelerada. Tomando los datos sobre la Posición de Inversión Internacional (Indec), a fines de 2015 el pasivo del gobierno general era de 73.842 millones de dólares. Al finalizar el segundo trimestre de 2017 fue de 128.670 millones de dólares. Es un crecimiento del 74% en apenas un año y medio.

Es claro que ante la debilidad de la inversión, y la caída del consumo (resultado de la caída de los ingresos por la recesión, más suba de tarifas y caída de los salarios reales entre fines de 2015 y principios de 2017), el gobierno de Cambiemos intentó sostener la demanda mediante la aceleración del gasto. Esto es, apeló a una suerte de keynesianismo “de derecha” (o “bastardo”, como dirían los poskeynesianos). Es posible que esta política haya sido un producto de la resistencia popular y de sectores importantes de la clase obrera al ajuste. En cualquier caso, dada la imposibilidad de financiar el déficit con emisión monetaria, el gobierno recurrió al endeudamiento. Sin embargo, a mediano plazo es insostenible el actual ritmo de incremento de la deuda. Ya en 2018 el pago de intereses de la deuda insumiría el equivalente al 2,3% del PBI (según el presupuesto). Por eso, aunque se cumpliera la meta de bajar el déficit primario, el déficit total, esto es, contando los intereses de la deuda rondaría, en el mejor de los casos, el 5,5% del PBI.

Déficit en cuenta corriente e inversión financiera de corto plazo

Tal vez el punto donde se advierte con mayor claridad la debilidad de la recuperación económica es en el sector externo. Según el Indec, las exportaciones entre enero y agosto de 2017 totalizaron 38.528 millones de dólares, y las importaciones 43.282 millones de dólares; lo que da un déficit acumulado para los ocho meses de 4498 millones de dólares. Además, en las exportaciones siguen teniendo su mayor peso los productos primarios o con escaso valor agregado. Entre las exportaciones de bienes de origen industrial, el mayor peso lo tiene el rubro automóviles, producto de los acuerdos entre las terminales argentinas y brasileñas.

Sin embargo, lo más revelador surge del examen de la cuenta corriente y la cuenta de capitales. Para verlo, tomamos los datos del Banco Central (“Información mensual del Balance Cambiario y evolución de las reservas internacionales”). El acumulado en cuenta corriente de enero a septiembre de 2017 arroja un déficit de 10.356 millones de dólares. El Central registra un superávit en el comercio de bienes de 4416 millones de dólares (la discrepancia con las cifras del Indec se debe a que el BCRA toma en cuenta exportaciones e importaciones pagadas); en servicios la balanza es deficitaria por 8022 millones; por pago de intereses de la deuda el déficit es de 5466 millones; por utilidades y dividendos es de 1578 millones de dólares.

Este déficit fue cubierto, hasta ahora, por las entradas de capitales. Sin embargo, la mayor parte son de cartera (compra de bonos, letras y otros activos financieros). Lo importante es que no son inversiones que agreguen capacidad productiva y tecnológica. Y son altamente volátiles. Veamos con algún detalle su composición.

Los ingresos por inversiones de cartera fueron, siempre para el período enero-septiembre, de 11.432 millones de dólares. En contrapartida, hubo egresos por 4030 millones (o sea, si bien disminuyó la fuga de capitales, continúa conformando un rubro significativo). De manera que el neto en inversiones de cartera fue de 7392 millones de dólares. Por otra parte, las inversiones directas totalizaron 1797 millones de dólares; es menos del 16% de las entradas por inversiones de portafolio. Estamos lejos de la “lluvia de inversiones” que esperaban Macri y su gente.

Naturalmente, esta entrada neta de capitales mantiene apreciado el peso, en tanto los especuladores obtienen jugosas ganancias con el carry trade (ver aquí), y crece el stock de las colocaciones de Lebac: 1,129 billones de pesos a valor nominal. Precisemos que hablamos de un dólar apreciado en relación a la baja productividad de la economía argentina. Y todos conocemos como terminan estas historias: en determinado punto el déficit en cuenta corriente se hace insostenible, por lo cual los inversores desarman sus carteras y corren al dólar, con el resultado de crisis cambiaria, devaluación, caída del producto y empeoramiento vertiginoso de las condiciones de vida de las masas trabajadoras.

El programa de Cambiemos y el chantaje de la huelga de inversiones

La aspiración de Cambiemos pasa, en lo fundamental, por generar las condiciones apropiadas para la reinversión del capital. Por eso su discurso es “si los trabajadores no aceptan peores condiciones laborales o salariales, no habrá inversión. Y si no hay inversión, no hay empleo”. Que es el programa del capital “en general”. O sea, no es el programa de alguna fracción del capital. De ahí la constante referencia de empresarios y políticos a la reforma laboral en Brasil (un ataque en toda la línea a conquistas de la clase obrera). El mensaje “general” de los dueños del capital es “si no nos dan algo parecido, no invertimos”.

Enfatizamos el carácter general del reclamo capitalista porque los autores “nac & pop” y asociados (incluyendo no pocos marxistas) piensan que el gobierno “neoliberal” de Macri representa centralmente al capital financiero (en detrimento del capital industrial y del pequeño y mediano empresario). La realidad es que el objetivo de bajar los costos laborales y debilitar toda forma de resistencia gremial es patrimonio de prácticamente todas las cámaras empresarias. A lo que se suma la exigencia de bajar impuestos y gasto estatal. No es una cuestión de capitales grandes o pequeños; ni de capitales nacionales o extranjeros; ni de los dedicados a servicios o dedicados al agro o la industria. Lo que está en juego es la sustancia de la hermandad de todo el capital: asegurar la generación y apropiación de plusvalía en las mejores condiciones políticas e institucionales. Por eso el optimismo que reinó en el encuentro de Idea no hizo distingos entre ramas de la actividad económica.

En definitiva, el gobierno de Macri está detrás de un programa desarrollista, sustentado en el gran capital, sea industrial, comercial, bancario, agrario. Y en el meollo del asunto también coincide la mayoría del peronismo. Por esta razón la cuestión estratégica para la clase trabajadora es cómo se enfrenta el chantaje de la huelga de inversiones. La insuficiencia de parches reformistas (o estatal nacionalistas) frente a esta ofensiva del capital –que seguramente se acentuará luego de las elecciones- debería ser evidente.

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Economía argentina 2017, recuperación anémica

Written by rolandoastarita

20/10/2017 a 20:07

14 respuestas

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  1. Profesor Astarita, sería bueno que respondiera (tal vez en otro texto) la pregunta que plantea al final: ¿cómo se enfrenta el chantaje de la huelga de inversiones, asumiendo la insuficiencia de parches reformistas (o estatal nacionalistas)?

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    • Puedo ampliar, pero de todas maneras el primer paso es ponerse de acuerdo en lo que planteo al final de la nota, a saber: que los parches reformistas y estatistas-nacionalistas no solucionan el problema que representa el chantaje de la huelga de inversiones para la clase trabajadora. El desacuerdo con este planteo es casi total en la izquierda. Los reformistas lo rechazan porque piensan que con suficiente intervención del Estado la cosa se soluciona. Y los reformistas son una amplia mayoría entre el público de izquierda. Por otra parte están los que en privado reconocen lo que afirmo en la nota, pero sostienen que no es conveniente decirlo públicamente porque «desmoraliza», o porque «es un estorbo para la táctica cotidiana». Por lo cual terminan haciendo el planteo de los reformistas.
      En definitiva, si no nos ponemos de acuerdo en el diagnóstico es imposible avanzar en alguna táctica.

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      rolandoastarita

      21/10/2017 at 09:34

    • Sí, estamos de acuerdo en el diagnóstico, pero sería genial que ampliara porque ese es uno de los tantos problemas que tendría que resolver un gobierno revolucionario. Y la verdad, le doy vueltas al asunto y (tal vez por ignorancia en materia económica) no le encuentro la salida.

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  2. Pregunta profesor
    Es sobre el planteo del candidato a diputado de Cambiemos Fernando Iglesias
    Que el año 2015 fue tristemente similar al 2001 en economia y numeros estadisticos, que se avecinaba una profunda crisis y que ibamos rumbo a Venezuela???

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    Matias

    20/10/2017 at 22:19

    • Ese tipo de planteos no tiene mucho sentido. Las semejanzas y desemejanzas entre lo que ocurría en 2015 y 2001 no se pueden establecer a partir de comparar algunas cifras, elegidas, por otra parte, según la conveniencia. Para citar un factor elemental: en 2001, con la Convertibilidad, no había forma de frenar una corrida a los depósitos, no solo en dólares, sino también en pesos. Pero una corrida, sin posibilidad de ser respondida por el Estado, llevaba al colapso del sistema bancario; lo que agravaba la crisis al extremo. Y la perspectiva de devaluación, que se hacía cada vez más inevitable, llevaba a la ruptura de la Convertibilidad (que no por nada se había consolidado por ley). Por lo cual también era inevitable una aguda crisis cambiaria. Nada de esto ocurría en 2015, a pesar de que el país entraba en recesión en el tercer trimestre. En 2015 la perspectiva de devaluación no generó nada semejante, en el plano del sistema financiero, y en el mercado cambiario, a lo ocurrido en 2001 (incluso teniendo en cuenta la pérdida que generó el kirchnerismo con su operatoria en futuros).

      Por otra parte, cuando se dice que «Argentina iba rumbo a Venezuela (actual)», se hace una afirmación completamente especulativa, ya que hay que apelar a contrafácticos (del tipo «si» hubiese seguido aplicando la política de Kicillof durante x cantidad de años) que dan lugar a cualquier tipo de conclusiones. Por caso, cabe pensar que la política de Kicillof, en 2015, con respecto a las negociaciones con los fondos buitres posiblemente no hubiera sido la misma si hubiera estado en la perspectiva de continuar en su cargo durante otros cuatro años (por algo había arreglado antes con el Club de París, con Repsol, negociado Vaca Muerta con Chevron, iniciado una política de endeudamiento). Esto sin contar que la estructura productiva de Venezuela es muy distinta de la que tiene Argentina. Y que el grado de enfrentamiento entre el gobierno venezolano y el conjunto de la burguesía venezolana (con excepción de la boli-burguesía) y la burguesía internacional no tiene punto de comparación con lo que ocurría durante el gobierno de CFK (a pesar de las diferencias y tensiones con gran parte del establishment). De la misma manera, la capacidad de resistencia de Maduro a la oposición, a partir del rol de las Fuerzas Armadas en el Estado y la economía, tampoco tiene punto de comparación. Para dar un ejemplo, hoy en Venezuela la diferencia en el tipo de cambio oficial más bajo, y el tipo de cambio en el paralelo, es de 10:30.000. Semejante desequilibrio (¿o disparate?) solo puede sostenerse por la fuerza pura. No hay elementos para afirmar que el gobierno de CFK hubiera llegado a semejante extremo. Y así podríamos seguir.

      Es importante tener en cuenta que la economía es una ciencia social. No existe un determinismo mecánico. Por eso no se pueden hacer predicciones como las que se hacen en la física. Hay muchas variables en juego, y es imposible saber de antemano cómo van a interactuar. Para dar otro ejemplo: podemos ver cómo fracasaron los que predijeron, como si fuera un hecho inevitable, que la crisis financiera iniciada a fines de 2007 desembocaba en algo similar a la Gran Depresión de los 1930, a partir de algunas semejanzas formales (y dejando de lado diferencias importantes).

      De todas maneras no creo que alguien como Fernando Iglesias reflexione sobre estas cosas. Lo he escuchado varias veces hablando por TV y me da la impresión de que es una persona extremadamente superficial. Aunque posiblemente yo esté equivocado en esta apreciación, ya que Macri, María Eugenia, los grandes medios y Carrió, lo consideran todo un intelectual.

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      rolandoastarita

      21/10/2017 at 10:12

  3. Profesor le hago una consulta (no se si ya habrá hablado de esto), que opinión le merece la decisión de China de negociar contratos de petróleo por yuanes convertibles a oro? Se menciona que EEUU se está quedando sin reservas en oro, y que países como Rusia y China buscan incrementar sus reservas de oro y no negociar en dólares ya que la deuda de los EEUU es tan grande que puede llevar a un colapso, tiene alguna información al respecto? y si es así, si se produce un quiebre de la economía estadounidense por falta de respaldo de su moneda, que ocurriría con países del tercer mundo como el nuestro que tienen la mayoría de sus reservas en dólares? Desde ya, muchas gracias, y perdón si ya ha comentado ésto.

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    Guillermo

    21/10/2017 at 16:30

    • Tengo pensado escribir una nota en breve sobre esto. Le doy importancia porque lo relaciono con el rol monetario que sigue teniendo el oro (lo cual enlaza con la teoría monetaria de Marx). En una nota hace tiempo escribí sobre las compras de oro por parte de China, como forma de reforzar su moneda frente al dólar:

      «China e India compraron importantes cantidades de oro en los últimos tiempos. China está interesada en diversificar sus reservas. Es posible que los chinos tengan presente lo que sucedió con los europeos y japoneses, en los 1960 y hasta la crisis del sistema de Bretton Woods, cuando acumularon grandes stocks de dólares, con un valor teórico de US$ 35 la onza. La devaluación del dólar (suba del precio del oro), representó una grave pérdida para estos países. Por eso no es casual que China haya manifestado su preocupación por el actual nivel de endeudamiento de Estados Unidos, y las inyecciones de liquidez que hizo la Reserva Federal; y que haya barajado la posibilidad de otra moneda de reserva. Aunque China no puede jugar abiertamente la carta del oro. Por eso estuvo comprando oro de manera callada y paulatina. En los últimos seis años habría adquirido 454 toneladas, llevando su stock actual a 1054 toneladas. También India compró oro. En noviembre de 2009 adquirió 200 toneladas al FMI, y ahora posee 558 toneladas. Rusia también estuvo comprando oro» (aqui).

      Esto se relaciona con la desconfianza en el dólar como moneda de reserva. En otra nota traté sobre esto (aquí). Escribí: «China e India compraron importantes cantidades de oro en los últimos tiempos. China está interesada en diversificar sus reservas. Es posible que los chinos tengan presente lo que sucedió con los europeos y japoneses, en los 1960 y hasta la crisis del sistema de Bretton Woods, cuando acumularon grandes stocks de dólares, con un valor teórico de US$ 35 la onza. La devaluación del dólar (suba del precio del oro), representó una grave pérdida para estos países. Por eso no es casual que China haya manifestado su preocupación por el actual nivel de endeudamiento de Estados Unidos, y las inyecciones de liquidez que hizo la Reserva Federal; y que haya barajado la posibilidad de otra moneda de reserva. Aunque China no puede jugar abiertamente la carta del oro. Por eso estuvo comprando oro de manera callada y paulatina. En los últimos seis años habría adquirido 454 toneladas, llevando su stock actual a 1054 toneladas. También India compró oro. En noviembre de 2009 adquirió 200 toneladas al FMI, y ahora posee 558 toneladas. Rusia también estuvo comprando oro».

      Y antes en la nota «La guerra de monedas» (aquí) también traté sobre el ascenso del yuan como moneda mundial.

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      rolandoastarita

      21/10/2017 at 19:19

    • Gracias por la respuesta Profesor.

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      Guillermo

      21/10/2017 at 20:45

  4. Profesor

    Por que en chile si lograron en las ultimas decadas una estructura social de acumulacion y aca no? alla no dejo de crecer el salario real y no tuvieron grandes crisis desde los 80s.
    Por que un gobierno como el de camiemos no logra esa estructura sociald e acumulacion para que la inversion sobre pbi sea no se de 25%. ? si con las reformas que promete de impuestos y laboral y otras se lograria esa Estructura social de acumulacion?

    Con respecto a la deuda, si en un plazo de unos años no decadas es insostenible lo que esta haciendo el gobierno, como sin esas grandes reformas podra safar de una crisis grande ? Volviendo a emitir? o existe otra forma de superar esas crisis de deuda sino volvemos a crecer a altas tasas?

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    cecilia

    21/10/2017 at 20:33

  5. concluye el sr Astarita «POR ESTA RAZON (por SU razón) la cuestión estratégica para la clase trabajadora es cómo se enfrenta el chantaje de la huelga de inversiones» Desde ya muchas gracias por darnos «consejos», señor. Nosotros encontraremos la salida de la opresión cuando el desarrollo de los acontecimientos, la realidad objetiva y la relación de fuerzas sea favorable a quienes padecemos, por generaciones, la explotación del capital.Teóricos de su talla, tal vez, serán capaz de describir tal acontecimiento.

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    Rabotnik_silgoXXI

    22/10/2017 at 03:47

    • Natural, cuando no hay pensamiento único cada cual expone sus razones y escucha la de otros. En particular, cuando escribo en el blog supongo interlocutores que desean intercambiar argumentos razonados. Esto es, no imagino imbéciles. En consecuencia, una amable sugerencia: ¿por qué no visita blogs acordes a su nivel de argumentación?

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      rolandoastarita

      22/10/2017 at 09:21

  6. Excelente nota, Rolo. Una pregunta… donde dice: «esta entrada neta de capitales mantiene apreciado el dólar», ¿no debería decir «depreciado»? O estoy entendiendo mal la película…
    En cuanto al chantaje de inversiones, supongo que la primera estrategia viene por internacionalizar sindicatos. Pero los trabajadores también compiten entre sí, y si fábricas salen de argentina hacia brasil, los brasileros van a estar encantados. Lo mismo harían acá. Una profundización del mercosur, con una ciudadanía común, quizás eliminaría ese problema.

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    Gus

    22/10/2017 at 11:11

  7. con respecto al ultimo parrafo considero que no se puede hacer casi nada. la reforma laboral se acerca con fuerza y toda la clase obrera esta dividida, y si bien habra muchos sectores combativos que ocasionaran mas de un dolor de cabeza, no cambiara en nada el rumbo de las intenciones de la burguesia en general. ademas hasta donde llega mi conocimiento varios sindicatos no estan dispuesto a movilizarse. ( lamentablemente la unica forma que gran parte de la clase obrera reclame cuestiones de esta indole) por lo menos desde el smata.

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    gabriel

    22/10/2017 at 19:05


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