Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Tenencia accionaria y “capitalismo del pueblo”

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Rolando Astarita [Blog]  Marxismo & Economía El paro general del juevesEn la nota anterior he explicado que, según la teoría de Marx, la propiedad privada del capital sobre los medios de producción da lugar a una relación de poder de la clase capitalista sobre la clase que solo dispone de su fuerza de trabajo para producir. A partir de aquí, se puede demostrar que existe un impulso o tendencia, inmanente a la acumulación del capital, a una creciente concentración de la riqueza, y de los ingresos, en manos de la clase capitalista. Esta idea ha sido criticada por los defensores del sistema capitalista, con argumentos teóricos y empíricos. Desde el punto de vista teórico, se ha sostenido que no hay razón para que exista una tendencia a la concentración. Y desde lo empírico, se ha afirmado que estaría operando una tendencia a la diversificación de la propiedad y de la riqueza, a través de la tenencia de acciones por parte de amplios sectores de la población de los países desarrollados. EEUU y Gran Bretaña, serían la vanguardia del “capitalismo del pueblo” (o “de la gente”). La idea que se pretende difundir es que, en la medida en que los mercados funcionan sin regulaciones, y la competencia se intensifica (claramente, desde fines de los 1970), la propiedad del capital se hace más “democrática”. El objetivo de esta nota es presentar algunos datos, referidos a EEUU -los resultados para Gran Bretaña son similares- que parecen debilitar sustancialmente la posición de los críticos de Marx. En una futura nota analizaré por qué, desde el punto de vista teórico, la acumulación del capital va acompañada del impulso a la concentración de la riqueza.

¿Qué hay de realidad?

El elemento cierto del que parten los defensores de la tesis de la democratización del capitalismo es que en las últimas décadas, en EEUU, aumentó el número de tenedores de acciones. En 2002, el 49,5% de los hogares, en EEUU, poseían acciones, directa o indirectamente; a comienzos de los 1980 aproximadamente el 19% tenía acciones. En 2002 84 millones de personas poseía acciones, contra 32,5 millones a comienzos de los 80 (Ireland, 2005).

Sin embargo, este crecimiento de la cantidad de personas que tiene acciones no significa que la riqueza esté menos concentrada. Ireland cita largamente a Arthur Kennickell, economista del Survey of Consumer Finance, de la Reserva Federal. Según Kennicell, en 2001 el 1% más rico de EEUU tenía aproximadamente un tercio de la riqueza total, en tanto que el 50% menos rico poseía solo el 3% de la riqueza. Si se quita la riqueza residencial, y se toma en cuenta el valor neto (activos menos deudas), la concentración era aún mayor. En 2001 el 10% más rico de la población de EEUU tenía tres cuartas partes del total del valor neto no residencial; el 5% más rico tenía cerca de dos tercios. En cambio, la mitad más pobre de la población tenía menos del 2%.

Por otra parte, según Edward Wolf (2000, también citado por Ireland), en 1998 el 1% de las familias más ricas poseía el 38% de todo el valor neto, y el 20% de las familias más ricas el 83%. Las familias más pobres, además, eran las más endeudadas; entre 1983 y 1998, en promedio, el 50% de las familias más pobres tenían una proporción deuda/activos del 56,2%, comparada con menos del 3% del 1% más rico. Wolf también calculaba que entre 1983 y 1998 el 1% más rico de la población había recibido el 53% del total de las grandes ganancias de valor neto. El siguiente 19% recibió el 39%. El quintil más alto recibió el 91% del total del crecimiento de la riqueza, dejando solo el 9% para los 4/5 más bajos.

Además, de acuerdo a Poterba (2000; también citado por Ireland), y en base a datos de la SCF, en 1998 el 10% más rico de la población tenía, incluyendo los fondos de pensión, el 86,2% del total de las acciones de las acciones; si se excluían los fondos de pensión, la tenencia era del 91,2%. Las cifras respectivas para el 1% más rico eran 47,7% y 53,2%. Es una concentración aún mayor que la de la riqueza. Esto a pesar de que la proporción de riqueza en acciones (directa o indirecta) sobre el total de riqueza había aumentado para los percentiles 50 a 90 de distribución de la riqueza desde el 5,6% en 1989 al 17% en 2001. Siempre según Poterba, el 80% más pobre de la población tenía el 4,1% de las acciones, cuando se incluían las pensiones; y el 1,7% si se las excluía.

Completo los datos anteriores con Kennickell (2011), que incluye los efectos de la crisis 2007-9. Sostiene que la distribución de la riqueza neta varió poco, a pesar de una caída general del nivel de riqueza e ingresos (entre 2007 y 2009 la mediana del valor neto cayó 23,4% y la media 19,3%, en tanto el ingreso medio cayó 12,3% y la mediana 0,5%).

Según los Kernnickell, y apoyándose en los estudios de la SCF, la participación del 1% de los hogares más ricos en la riqueza total no se ha modificado sustancialmente desde 1995. Entre 1987 y 2007 la participación en la riqueza (valor neto) del 50% menos rico ha bajado 1,5%. Durante ese período, el 1% más rico de los hogares tuvo aproximadamente un tercio de la riqueza total; el 9% siguiente tuvo aproximadamente un tercio. Y el 90% de los hogares restantes el otro tercio; además, salvo un pequeño porcentaje, todo este ingreso es imputable al 40% de los hogares por encima de la media. La crisis, de todas maneras, empeoró la situación de los hogares más pobres. La participación en la riqueza del 50% menos rico de los hogares bajó del 2,5% del total al 1,5%, un cambio pequeño en términos absolutos, pero proporcionalmente muy grande.

En cuanto a la evolución de la distribución de la riqueza a lo largo de los últimos 50 años, se ve que el 50% menos rico de la población bajó su participación en el total de la riqueza (valor neto) desde el 3,9% en 1962 al 1,5% en 2009. En ese período el 1% más rico aumentó su participación levemente, del 31,8% al 33,3%, y el 9% más rico siguiente la aumentó significativamente, desde el 32,2% al 39,3%. Los datos completos, en percentiles:

0-50 en 1962 el 3,9% de la riqueza total; en 1998 el 3%; en 2007 el 2,5%; en 2009 el 1,5%.
50-90 en 1962 el 32,1%, en 1998 el 28,4%, en 2007 el 26%, en 2009 el 26,2%.
90-99 en 1962 el 32,2%, en 1998 el 34,7%, en 2007 el 37,7% en 2009 el 39,3%.
99-100 en 1962 el 31,8%, en 1998 el 33,9%, en 2007 el 33,8%, en 2009 el 33,3%.

En cuanto a la tenencia directa de acciones de cotización pública, en 2007 el 50% más pobre tenía el 0,6% del total; los percentiles de 50 a 90 tenían el 9,4% de las tenencias totales; 90-99 el 40,5% y 99-100 el 49,5%. La tenencia directa de bonos, también para 2007, se distribuía así, según percentiles: 0-50 tenía 0%; 50-90 el 2,1%, 90-99 el 30,6%, 99-100 el 67,3%.

Dice el informe de Kennickell: “Casi todos los bonos tenidos directamente por los hogares (por fuera de los bonos de ahorros) son tenidos por el 10% más rico de los hogares, y aproximadamente dos tercios pertenecen al 1% más rico. Las tenencias de acciones poseídas en forma directa también están fuertemente sesgadas hacia el sector más alto en la distribución, aunque una medida que incluya las acciones tenidas en otras formas está menos concentrada. Los activos de los negocios privados están fuertemente concentrados entre el 10% más rico; en 2007 más del 60% era poseído por el 1% más rico. Aproximadamente tres cuartas partes del valor total de las residencias principales es tenida por la mitad más rica de los hogares; debido a la desproporcionada distribución de hipotecas entre el 50% menos rico, la distribución de valor neto en las residencias principales es aún más sesgada hacia los más ricos. Otras tenencias de propiedad inmobiliaria están más concentradas entre el 10% más rico». A la vista de estos datos, parece difícil sostener la tesis de que la propiedad del capital se está democratizando.

Historia vieja: el capitalismo realiza el ideario de Marx

También a finales de los años 1950 se había puesto de moda la tesis de que el capitalismo estaba democratizando la propiedad, debido a la difusión de las tenencias accionarias, y por eso se hablaba de “el capitalismo del pueblo”. Perlo (1958) cita a economistas que decían que la propiedad de los negocios, en especial la manufactura, había pasado, de manera directa, a manos de la gente de ingresos medios y más bajos; o indirectamente a través de las instituciones que manejaban sus ahorros. Supuestamente, esta transformación estaba en marcha desde el final de los 1920.

Por aquellos años, las empresas también hacían apología del “Capitalismo de la gente”, o “del pueblo” (People’s Capitalism). Algunos incluso aventuraron que se estaba en la línea de Marx. Así, la Standard Oil le decía a sus empleados que Kart Marx “… ideó la teoría… La propiedad de las fábricas, así como la propiedad de la tierra, eran la llave al futuro. La propiedad, por lo tanto, no debía estar en manos de unos pocos, sino en algo que él identificaba con El Pueblo”. La empresa agregaba que el ideal de Marx se realizaba en el presente en EEUU; “Sí, la gente posee las herramientas de la producción… Por su propia definición, la profecía de Kart Marx ha sido realizada… Qué extraordinario es encontrar aquí, en el capitalismo que él vilipendió, que esa promesa ha sido cumplida” (citado por Perlo, p. 334).

Sin embargo, la realidad es que nada de esto estaba sucediendo. Diferentes consideraban que los hogares propietarios de acciones rondaban entre el 8% y 10% del total de hogares. Lo más importante, sin embargo, es que la tenencia de acciones por parte de los trabajadores no tenía ninguna significación práctica en lo que respecta a la marcha del capitalismo (o a las decisiones de invertir); ni alteraba la relación básica de explotación. Sobre más de 47 millones de trabajadores empleados en el sector privado, los tenedores de acciones eran 8,6 millones, por lo cual tampoco se podía hablar de una tenencia generalizada de acciones por parte de los trabajadores. Solo el 1,4% de los trabajadores semicalificados, y el 0,2% de los no calificados, tenían acciones; por el contrario, casi el 45% del personal administrativo poseía acciones. Solo el 3,2% de los trabajadores de corporaciones tenían acciones de las empresas que los empleaban. En promedio, los trabajadores administrativos y empleados en ventas tenían un valor medio en acciones apenas por encima de 1000 dólares, suma que, a los rendimientos promedio de fines de los 50, daba un ingreso equivalente a dos días de trabajo de los obreros del acero o el automóvil. Los trabajadores de la manufactura que poseían acciones, tenían todavía menos valor, unos 700 dólares promedio. Cualquiera de las familias Rockefeller, Mellon o Du Pont tenía una riqueza en acciones varias veces mayor que el de todos los asalariados juntos. Según un estudio del Senate Comittee on Banking and Currency, de 1952, menos del 1% de todas las familias americanas tenía más de 4/5 partes de todas las acciones emitidas al público.

Con relación a las tenencias de acciones por parte de instituciones, como compañías de seguros de vida, bancos de ahorro y fondos mutuos de inversión, algunos sostenían que el público tenía la propiedad a través de estas instituciones. Perlo anotaba con razón que de hecho estas tenencias no permitían el ejercicio de la propiedad para el pueblo. De hecho, reforzaban la concentración de la tenencia de acciones en manos de una minoría.

Conclusión

A lo largo de los últimos 50 años, las cosas no han cambiado sustantivamente; incluso puede hablarse de más concentración de la riqueza y de los ingresos, al menos desde fines de los años 1970. En cualquier caso, la propiedad colectiva, o “de la gente”, de los medios de producción, está muy lejos de realizarse.

Lógicamente, la tenencia por parte de una franja de trabajadores de acciones (sea de manera directa o indirecta) plantea problemas ideológicos y políticos -por ejemplo, en torno a la conciencia del antagonismo entre el capital y el trabajo- que son importantes, y deberían analizarse en futuras investigaciones (Ireland menciona el asunto). Pero lo que deseaba subrayar aquí es que la propiedad privada del capital, el vector determinante del poder para explotar al trabajo, no se ha visto alterada, en ningún sentido sustancial, por el aumento cuantitativo del número de accionistas.

Textos citados:
Ireland, P. (2005): “Shareholder Primacy and Distribution of Wealth”, The Modern Law Review, vol. 68, pp. 49-81.
Kennickell, A. B. (2011); “Tossed and Turned: Wealth Dynamics of U.S. Households 2007-2009″, Finance and Economics Discussion Series Division of Research & Statistics and Monetary Affairs, Federal Reserve Board, Washington DC, http://www.federalreserve.gov/pubs/…/201151pap.pdf. 
Perlo, V. (1958): “People’s Capitalism”, and Stock-Ownership, The American Economic Review, vol. 48, pp. 333-347.
Poterba, J. (2000): “Stock Market Wealth and Consumption”, Journal of Economic Perspectives, vol. 14, pp. 99-118.
Wolff, E. N. (2000): “Recent Trends in Wealth Ownership 1983-1998”, Jerome Levy Economics Institute, Working Paper 300, April. http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=235472

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Tenencia accionaria y «capitalismo del pueblo»

Written by rolandoastarita

02/03/2013 a 13:31

8 respuestas

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  1. Hola Rolando, en la introducción a esta problemática haces referencia a la supuesta intensificación de la tendencia democratizadora del capital que aparece hacia fines de los setenta. Mi pregunta es ¿esta ‘intensificación’ tiene relación con la crisis de los ’70? en todo caso ¿podrías referirme si has escrito alguna nota sobre las características de dicha crisis, los echos ficticios, presupuestos ideológicos y datos reales?

    Gracias.

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    Gonzalo Darrigrand - Benito Juárez, Bs. As.

    02/03/2013 at 18:41

    • No escribí sobre la crisis del 70. En EEUU el discurso acerca del capitalismo «del pueblo» por difusión de las tenencias accionarias se dio antes de la crisis del 70, en los 1950 y 1960. En cuanto a la trayectoria de la distribución del ingreso, y la riqueza, tiene la forma de una U. Muy desigual entre fines del siglo XIX y fines de los 1920; luego baja durante la Gran Depresión, y se mantiene aproximadamente al mismo nivel hasta los 1970. Y sube desde mediados, o fines, de los 1970, hasta los 2000.

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      rolandoastarita

      03/03/2013 at 10:37

  2. Datos muy contundentes que casi hablan por si solos. Por fuera de la dimensión real de la participación accionaria de los trabajadores, la considero una trampa para, en etapas de crisis, volcar los costos de la misma y de los recortes y exigencias necesarias para la recuperación, sobre los hombros obreros. Basta analizar los resultados de la PPA en Argentina, edulcorante preparado por Dromi para facilitar la privatización, para observar los efectos perjudiciales sobre el conjunto de los ex empleados estatales. Eran un paquete administrado por los sindicatos, ultracompensado por flexibilidad y despidos en masa. No puedo recordar ahora donde lo leí, pero Marx y Engels estaban totalmente en contra de reclamar esta participación por su efecto negativo sobre la conciencia de los trabajadores.

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    AP

    03/03/2013 at 16:11

  3. Hola Rolando
    Quisiera saber que piensa sobre el tema siguiente
    las grandes empresas mas grandes de Estados Unidos de America por muchisimos años fueron controladas por grupos de interes, esto esta muy bien documentado por el siguiente trabajo (Menshikov – Millionaires and Managers – Structure of US Financial Oligarchy (1969)).
    En las ultimas decadas en muchos trabajos se ve que las dos formas principales de control de las grandes empresas por los grupos de interes ya no existen.
    1) la cantidad de miembros del directorio que ocupan mas de uupn directorio o sea directorios entrelazados es minimo
    2) y los accionistas principales de las grandes empresas son los mismos los principales fondos de inversion y de pension se encuentran como principales accionistas de todas las empresas
    Por lo tanto en estas ultimas decadas ya no existen los grupos de inetres y son manejadas por altos puestos de gerencia .

    solo como ejemplo: lo que se llama grupos de interes o grupos financieros de cabeza son por ejemplo el grupo alrededor del grupo financiero JP Morgan Chase (que durante años fueron los dos principales grupos de interes el grupo Rockefeller alrededor del chase manhattan bank y el grupo morgan alrededor del JP Morgan) otro grupo fue el Citigroup otro el Bank of America y otros los que controlaban las familias Du Pont y Mellon

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    Alicia

    05/03/2013 at 15:45

    • Efectivamente, hay muchos estudios acerca de la menor concentración de la propiedad accionaria por parte de los grupos de control; y mucha literatura que examina las causas y consecuencias (por ejemplo, si se pone en el buscador del JSTOR, son decenas de estudios). Pero no he estudiado el problema.

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      rolandoastarita

      05/03/2013 at 16:31

  4. No entiendo cómo la mera tenencia de acciones podría ser indicador de «democratización del capital. En todo caso, un indicador podría ser el grado de control sobre los paquetes accionarios de las cías.

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    oti

    06/03/2013 at 15:40

    • Por otro lado, conceptualmente, la distribución de acciones en función de la capacidad de compra de los accionistas, no puede reflejar otra cosa que no sea ya la naturaleza de las relaciones sociales capitalistas con todas sus asimetrías y desigualdades.

      Por lo tanto, no llama para nada la atención que exista una correlación entre el aumento del Nº de tenedores de acciones y las contundentes cifras indicadoras de las profundas desigualdades que el autor del post nos muestra.

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      oti

      06/03/2013 at 15:47

  5. «La idea que se pretende difundir es que, en la medida en que los mercados funcionan sin regulaciones, y la competencia se intensifica (claramente, desde fines de los 1970), la propiedad del capital se hace más “democrática”»

    ¿Acaso hay alguna escuela económica que plantea que la libre competencia autentica NO reduzca los margenes de ganancias de las empresas y la distribucion del capital?.

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    Cesar Avalos

    31/03/2013 at 05:54


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