Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

La explicación subconsumista de la crisis

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Una explicación, bastante popularizada, de la crisis capitalista, sostiene que la misma se produjo por la caída del consumo. La idea es que la ofensiva neoliberal, desatada a comienzos de los años ochenta, provocó la caída de los salarios. Esta baja de los salarios implicó una caída del consumo. El consumo es la principal fuente de demanda de la economía; por lo tanto, en el mediano o largo plazo debía producirse una crisis de sobreproducción. La crisis iniciada en 2007 sería el resultado entonces de las políticas neoliberales.

En términos de las teorías económicas, se trata de una explicación de la crisis por subconsumo; esto es, porque el consumo es insuficiente para sostener la demanda. Históricamente, existieron dos versiones. Una de ellas, propuesta por Malthus, sostuvo que el problema residía en el bajo consumo de los capitalistas; por eso Malthus proponía estimular el consumo de los sectores aristocráticos. La segunda, hace hincapié en los bajos salarios, y fue defendida primero por Sismondi, también a comienzos del siglo XIX.

Es ésta segunda versión de la tesis subconsumista la que tuvo más aceptación en el sindicalismo y la izquierda reformista. Sismondi consideraba que con una distribución desigual del ingreso, las masas empobrecidas solo adquieren los productos esenciales, y no compran muchos productos industriales. Por eso los industriales, que hubieran tenido un buen mercado para sus productos con una distribución equitativa del ingreso, quedan inactivos. Y con el crecimiento de la industria en gran escala, el mercado interno está contrayéndose. Además, el comercio exterior no es solución a la falta de demanda, porque en todas partes la cantidad de bienes en venta es mayor que poder de compra de la gente. En consecuencia, la distribución desigual del ingreso es la principal causa de crisis (véase Bleaney, 1977).

Esta idea luego fue seguida por Kart von Rodebertus, partidario del socialismo estatista. Rodbertus sostenía que con el aumento de la productividad del trabajo, los salarios de las clases trabajadoras llegaban a ser una parte cada vez más pequeña del producto nacional. En consecuencia, el poder de compra de la mayor parte de la sociedad disminuía en proporción al incremento de la productividad; la sociedad producía bienes, que no tenían una contrapartida en el poder de compra, y por lo tanto no tenían valor mercantil (ídem).

Esta explicación se adecua muy bien a las políticas de conciliación entre el capital y el trabajo. Si los trabajadores reciben un buen salario, se afirma, los capitalistas pueden vender su producción, y obtener buenas ganancias. Así, se llega a un círculo virtuoso de acumulación y progreso. Las luchas sindicales, en última instancia, serían funcionales a la acumulación del capital. No es casual que Marx y Engels dijeran (en El Manifiesto Comunista) que Sismondi defendía la causa obrera desde el punto de vista de la pequeña burguesía. Sismondi pensaba que la intervención del Estado podría atenuar las diferencias sociales, y con ello suprimir, o por lo menos atenuar, la principal causa de las crisis.

Subconsumo y teoría de Marx

Es bastante común que se piense que una explicación “a lo Sismondi” (o Robdertus) es similar a la explicación marxista de la crisis. Sin embargo, la tesis subconsumista es difícil de conciliar con la teoría del valor trabajo, y de la plusvalía, de Marx. Es que la realización del producto jamás puede depender, en la sociedad capitalista, de los salarios.

La razón es simple. El poder de compra de que disponen los asalariados es igual al valor de su fuerza de trabajo, que es igual al capital variable invertido por los capitalistas. Pero el valor agregado por los trabajadores en la producción no se compone solo de la parte de valor que repone el capital variable, sino también de la parte del valor agregado que conforma la plusvalía. En otros términos:

Capital variable + Plusvalía = Valor Agregado = Salarios + Ganancias brutas (ganancias de las empresas + intereses + rentas)

(Alternativamente: Valor Agregado + Valor del capital constante consumido = valor del producto).

En consecuencia, la realización de la parte del producto que corresponde al valor agregado no puede depender de los salarios. Los trabajadores disponen de un poder de compra que solo puede realizar la parte alícuota que corresponde al valor de su fuerza de trabajo. “Los obreros solo pueden pagar con el dinero que han recibido bajo la forma de salario” (Marx, 1999, t. 2, p. 590). No pueden tener más poder de compra que ése. Por eso la parte del valor que corresponde a la plusvalía se realiza mediante los gastos de plusvalía –que aparecen en ingresos como ganancia bruta– que realizan los capitalistas.

(Alternativamente, el valor del producto se realiza mediante los gastos de salarios, ganancias brutas y las sumas que reponen el capital constante consumido).

Por este motivo Marx rechazó las explicaciones de las crisis por subconsumo:

“Decir que las crisis provienen de la falta de un consumo en condiciones de pagar, de la carencia de consumidores solventes, es incurrir en una tautología cabal. (…) Que las mercancías sean invendibles significa únicamente que no se han encontrado compradores capaces de pagar por ellas, y por tanto consumidores (ya que las mercancías, en última instancia, se compran con vistas al consumo productivo o individual). Pero si se quiere dar a esta tautología una apariencia de fundamentación profunda diciendo que la clase obrera recibe una parte demasiado exigua de su propio producto, y que por ende el mal se remediaría no bien recibiera aquélla una fracción mayor de dicho producto, no bien aumentara su salario, pues, bastará con observar que invariablemente las crisis son preparadas por un período en que el salario sube de manera general y la clase obrera obtiene realmente una porción mayor de la parte del producto anual destinada al consumo” (Marx, ídem, p. 502).

La cuestión también se puede explicar desde el punto de vista de la dinámica de la acumulación capitalista, incluso admitiendo que en la fase alcista del ciclo económico los salarios disminuyen. Para ello, supongamos que bajan los salarios, y aumenta la plusvalía. El teórico subconsumista afirma que debe bajar la demanda. Pero esto no es necesariamente así. Si aumenta la plusvalía puede suceder que los capitalistas incrementen la inversión. En este caso pueden contratar más trabajadores; con lo cual aumentaría el consumo, no por aumento de los salarios, sino por aumento del monto total de asalariados. Aumenta por lo tanto la demanda de bienes salariales. También pueden invertir más en máquinas; lo que estimularía la producción en las ramas que producen medios de producción. Alternativamente, si no aumentan la inversión, pueden incrementar su consumo. Todo depende entonces de la decisión de los capitalistas de gastar la plusvalía (además de la parte que repone al capital constante consumido).

Qué dicen los datos

Además de los argumentos teóricos, los datos de la evolución del consumo en Estados Unidos, desde 1980 hasta las vísperas de la crisis, no convalidan la explicación subconsumista. Es que los salarios, efectivamente, tendieron a estancarse. El número de trabajadores aumentó, de 98 millones en 1980, a 117 en 1990, y a 142 millones en 2008. Pero la participación de los asalariados en el ingreso fue declinante. En términos marxistas, hubo un aumento de la tasa de explotación.

 

(ampliar gráfico)

Elaboración propia con datos del Bureau of Economic Analysis, USA.

Pero esto no se tradujo en una caída del consumo, como pretende la tesis subconsumista. Por el contrario, la participación del consumo en el producto bruto interno de Estados Unidos aumentó, tendencialmente. En las vísperas de la crisis, alcanza sus mayores niveles.

(ampliar gráfico)

Elaboración propia con datos del Bureau of Economic Analysis, USA.

La economía de Estados Unidos es la más avanzada del modo de producción capitalista. Desde los años 80 fue un terreno privilegiado para la implementación de las políticas neoliberales. Pero los datos no encajan en la tesis subconsumista.

En definitiva, la explicación subconsumista de la crisis iniciada en 2007 no se puede apoyar en alguna teoría coherente del valor y la acumulación. Tampoco tiene sustento empírico.

Libros citados:

  • M. F. Bleaney (1977): Teorías de las crisis, México, Nuestro Tiempo.
  • K. Marx, (1999): El Capital, México, Siglo XXI, 3 tomos.


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Explicación subconsumista de la crisis

Written by rolandoastarita

28/08/2010 a 15:30

Publicado en Economía

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23 respuestas

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  1. La cuestión es que se produjo por un sobre consumo ficticio basado en la especulación y en la falsedad de las instituciones financieras.

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    Miguel

    28/08/2010 at 16:58

  2. Si lo entendí bien, para usted el subconsumo y la sobreproducción son las dos caras de la misma moneda? Le pregunto porque recientemente ví el debate de Katz y Rieznik donde mencionan brevemente este tema (nunca le meten el diente a una discusión teórica del mismo) y porque por lo visto ocupa el tiempo de muchos, incluyendo marxistas.

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    Ian J. Seda-Irizarry

    28/08/2010 at 18:44

    • La tesis de que las crisis se producen por falta de consumo no debe confundirse con el hecho de que, una vez desatada la crisis, hay sobreproducción y cae el consumo. Lo que discuto en la nota es la explicación subconsumista acerca de las razones de la crisis.

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      rolandoastarita

      28/08/2010 at 21:39

  3. Lo primero es situarnos e la realidad actual en donde los avances tecnológicos y la mejora en la formación de los recursos humanos ha dado lugar a un formidable potencial de producción.
    Situados en ese punto hay que decir que es muy claro que si no hay consumo (el consumo es el corazón del sistema económico) se produce una crisis.
    En el artículo se menciona que SÍ había consumo antes de la crisis; el problema es que era un consumo ficticio e irreal propiciado por los malos manejos de las entidades financieras y por ello era obvio que tenía que pasar lo que pasó ya que era inmantenible ese frenesí.
    Ahora la crisis no se solucionará hasta que se recupere el empleo por mucho que los gurús y los políticos digan.

    http://uca.migueldearriba.net/2010/06/22/china-y-el-capitalismo/

    http://economia.migueldearriba.net/

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    Miguel

    29/08/2010 at 11:29

    • Miguel, la idea de que el consumo es el corazón del sistema económico, me parece discutible. Pienso que desde el punto de vista de Keynes, es correcta la afirmación (lo discuto en mi libro sobre Keynes y los poskeynesianos). Sin embargo, hay otro abordaje posible. En la teoría de Marx el «corazón» de la economía capitalista es la acumulación de plusvalía. De ahí se derivan otros problemas. Por ejemplo, el aumento del consumo (e inversión en el sector de la construcción) estuvo alimentado por el capital especulativo, líquido. Pero esta coyuntura estuvo precedida por problemas en la acumulación. Me he referido a esto en otros trabajos como una plétora de capital (utilizando la expresión de Marx).

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      rolandoastarita

      29/08/2010 at 13:26

  4. Para mi el dilema del huevo y la gallina está resuelto en la economía a favor del consumo o demanda.
    Teniendo en cuenta que el capitalismo desde Adam Smith está basado en la avaricia humana (ese impulso si está regulado me parece excelente pues es un motor natural que pone en marcha las acciones de las personas) es muy razonable suponer que nadie va a fabricar un producto que no tiene demanda.
    En cuanto a la plusvalía y a su acumulación estoy totalmente de acuerdo, pero eso no contradice para nada el que la demanda/consumo sea el corazón del sistema.
    Como decía, difícilmente se puede obtener plusvalía de algo que no existe y no existirá si no hay demanda.
    En cuanto a la acumulación es, por desgracia, el fin del neo-liberalismo y lo que nos ha llevado a la situación actual; cuestión que he atacado de forma reiterada en todos mis escritos.

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    Miguel

    29/08/2010 at 23:09

    • Creo que podemos acordar que en esta cuestión se trata de puntos de vista diferentes, entre el keyensianismo y el marxismo. Esta diferencia la discuto con algo de extensión en «Keynes, poskeynesianos y keynesianos neoclásicos». También es la diferencia entre Ricardo y Malthus (no es casual que Keynes reivindicara a Malthus). Marx discute esta la relación entre consumo y producción en la «Introducción a la crítica de la economía política». Si bien por un lado el consumo produce la producción (el consumo se hace realmente consumo en el producto, y crea la necesidad de una nueva producción), por otra parte la producción da al consumo su carácter, lo determina. «La producción produce al consumo». Un ejemplo: la producción de computadoras generó el consumo de computadoras.
      Todo esto es importante para la crítica a la tesis neoclásica de la «soberanía del consumidor». Por supuesto, insisto, se trata de visiones diferentes en las que tal vez sea difícil que nos pongamos de acuerdo.

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      rolandoastarita

      30/08/2010 at 09:00

  5. Profesor:

    Partiendo de algunas cuestiones como que:
    1) el salario real tiende a crecer hasta 2009 (fuente BEA),
    2) pero la participación salarial en el PBI cae (mayor parte del crecimiento de la productividad apropiada por el sector capitalista),
    4) se ha producido una inversión importante en producción de bienes (extendiendo la oferta),
    3) y que más allá de el crecimiento del poder de compra, ha crecido aún más una especie de «canasta social de consumo» (hace 10 años no se nos «exigía» anualmente cambiar el celular),

    No considera plausible que se ha mantenido el consumo (y al mantener el consumo, la producción «vendida») financieramente (con el crecimiento de deuda domésticas) y que una vez que cae este sistema financiero que «conciliaba» la oferta con la demanda se produce el subconsumo?

    Saludos

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    Cristian

    30/08/2010 at 11:32

    • Sí, pienso que sucedió algo por el estilo, aunque hay que explicar qué es lo que posibilitó ese crecimiento financiero. En mi opinión (lo he explicado en otros trabajos) la secuencia es: sobreacumulación en los 90s, que termina en la recesión de 2001; la recesión es suave (fuertes estímulos monetarios); salida de la recesión con baja inversión, a pesar de que se recuperan las ganancias (hay problemas de sobrecapacidad); existe una situación de «plétora del capital» (término de Marx), esto es, mucho capital líquido, con bajas tasas de interés. La razón de fondo es la debilidad de la inversión. Esto posibilita el aumento del crédito; sobre expansión del sector de la construcción; la oferta supera a la demanda y finalmente estalla la crisis. El crédito actuó como una palanca de la sobreacumulación, en el sentido más clásico del término.

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      rolandoastarita

      30/08/2010 at 15:36

    • La crítica a la “teoría subconsumista” puede ser acertada si nos limitamos a adoptar una concepción monocausal de la crisis. Ahora bien, esta crítica no nos puede llevar a excluir la influencia que la insuficiencia en la capacidad de comprar por parte de la mayoría de la población ha tenido en la crisis actual. El modo de producción capitalista está basado en la producción generalizada de mercancías y estas mercancías se tienen que vender. Si la perdida de poder adquisitivo no hubiera sido tan acentuada difícilmente se hubieran alcanzado los niveles de endeudamiento a los que se llegó y por lo tanto hubiera sido improbable asistir al fenómeno de la hipotecas impagadas. Fue precisamente el endeudamiento masivo lo que permitió que el consumo alcanzara sus máximos niveles en los momentos previos al estallido de la crisis. Por otra parte, la pérdida de peso de los salarios permitió que el capital se apropiara de todos los incrementos de productividad multiplicando así la capacidad de acumulación. Ahora bien, no todos los sectores del capital se beneficiaron de esta bicoca. Fue sobre todo el capital monopolista él que pudo disfrutar de una situación de privilegio, incluso en los momentos en los que la tasa global de ganancia disminuía. Los grandes beneficios acumulados también estimularon la esfera financiera en un periodo histórico en el que han crecido exponencialmente las posibilidades de mover el capital de un lugar a otro y en el que han aparecido un montón de nuevos productos financieros.

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      Antoni Puig Solé

      31/08/2010 at 16:59

    • Tu comentario plantea varias cuestiones que me resultan interesantes para tratar en otra nota, referidas de nuevo a la tesis del subconsumo. De todas maneras, señalo también el tema del «capital monopolista», al que haces referencia. Soy crítico de esta tesis. En este punto estoy de acuerdo con Shaikh, Guerrero y otros marxistas. La idea de que los precios son fijados por los monopolios, y que hay un sector monopolista con ganancias sistematicamente más altas, me parece equivocada. Discutí esta cuestión en «Valor, mercado mundial y globalización» (los capítulos sobre monopolio e imperialismo fueron reproducidos en «Monopolio, imperialismo e intercambio desigual», la colección de Maia que dirige Diego Guerrero).

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      rolandoastarita

      01/09/2010 at 09:10

  6. Very nice site!

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    John1503

    30/08/2010 at 13:24

  7. ¿Y cuando veremos esa segunda nota acerca de la teoría subconsumista? A mi entender, en el proceso de producción capitalista se reproducen tanto mercancías como los medios que permiten su consumo. Existe pues una relación dinámica (no necesariamente un balance) entre producción y consumo, según derivan del propio proceso productivo, que da lugar a la reproducción concreta del sistema capitalista en su totalidad según diferentes determinaciones posibles entre sus partes. Aquí trato el sistema y sus partes en sentido o relación dialectico: su desdoblamiento una vez como punto de partida, otra como resultado. No se trata de determinar entre el huevo y la gallina, sino de lo que sería la síntesis final: el nuevo pollito.

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    Andres

    20/09/2010 at 20:33

    • En estos momentos estoy trabajando en otras cuestiones. Debes tener en cuenta que vivo dando clases (muchas horas), y tengo otras ocupaciones (entre ellas, estoy terminando la corrección de un libro próximo a salir). De todas formas he tratado la cuestión del subconsumo en mi libro sobre Keynes y los keynesianos; y vuelvo a ella en este próximo libro, que trata sobre la dependencia. Estoy de acuerdo en que la relación entre producción y consumo deriva del proceso productivo, pero esa relación varía según la teoría del valor que se adopte. Ahí está la clave del abordaje del problema. Esto ya resultó claro en la polémica «cruzada» entre Ricardo, Sismondi y Malthus. Éste es el punto de partida. Marx comparte el punto de partida de Ricardo: según la ley del valor trabajo, a un valor generado en la producción le corresponde un poder de compra equivalente. Esto no surge en Malthus o Keynes, porque la ganancia no se genera en la producción. De ahí las dificultades «estructurales» de demanda. De ahí también que Malthus planteara el tema de la «demanda efectiva», que va a retomar Keynes. En Marx este problema no está presente. Trato esta cuestión, como te dije, en mi libro sobre Keynes y los keynesianos; pero también está extensamente tratada en el libro de Bleaney, Teorías de la crisis (muy buen libro para el tema, porque es un tratamiento sistemático de las teorías subconsumistas; aclaro que de todas formas discrepo con Bleaney en su apreciación sobre Keynes).

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      rolandoastarita

      21/09/2010 at 08:40

  8. El tema de la deuda me parece muy interesante, aunque pueda parecer una obviedad tiene gran carga de profundidad que , para que se produzca un gran proceso de endeudamiento, tiene que haber previamente una gran concentración de riqueza o plusvalor. He empezado a leer cosas sobre la figura histórica de la deuda, que podía llevar a la esclavitud, la servidumbre por deuda, la prisión ( las cárceles de deudores), que provocó rebeliones como la de Shay y guerras y que todavía a día de hoy se da esta servidumbre en países como Brasil o con el sistema Chucry en Asia.

    También sería interesante analizar la política fiscal progresiva , que yo la veo como una socialización de los beneficios, y como la regresividad implantada en el periodo anterior a la crisis no ha revertido en un aumento de la inversión productiva, sino en la pura especulación financiera y el ahorro.

    Otro puntos que considero clave:

    – La incompatibilidad que se está plasmando entre libre mercado y bienestar social e incluso con la democracia, dándose la paradoja de que un partido liberal con sus correspondientes intereses termina por dinamitarla desde dentro. Se está hablando de neofeudalismo, como el más fuerte a falta de controles, puede llegar a poseerlo todo.

    – La imposibilidad de crecimiento infinito material con unos recursos limitados y los límites ecológicos como los expuestos por el MIT. La incertidumbre tecnológica y la supeditación de esta a la Paradoja de Jevons.

    – La razón instrumental de la que hablara Walter Benjamín referida a la Economía neoliberal, todas las disciplinas deben supeditarse a unos fines éticos, la economía al servicio de la gente y no al revés.

    -La paradoja del liberal paretiano, de la que infiero que los fallos de mercado son consustanciales al sistema capitalista, y esto traducido en personas es por ejemplo gente que muere de hambre. Se puede arguir que se reduce la pobreza porcentualmente, pero el número de pobres aumenta, los porcentajes deshumanizan, la pobreza y el hambre pueden reducir sus porcentajes mientras los pobres y hambrientos aumentan por miles de millones. Y esto sin tener en cuenta los límites ecológicos del crecimiento.

    – La idealización del individuo, cuando este no puede no existir sin sociedad.

    – El problema demográfico.

    – La tragedia de los no comunes, entendiendo el planeta como una nave en la que vamos todos, sin una planificación y unos intereses comúnes, inevitablemente conllevara su naufragio.

    Saludos.

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    Nico

    27/12/2011 at 07:05

  9. Saludo cordial profesor, usted afirmo que ¨en la teoría de Marx el “corazón” de la economía capitalista es la acumulación de plusvalía.¨, ¿me podría explicar por qué se crean fallas en la acumulacion de plusvalia? ¿no es esto gracias a la falta de consumo ? Gracias de antemano

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    Alfonso

    06/11/2013 at 13:33

    • Durante la fase del auge del ciclo económico, el consumo no cae. Lo que se debilita es la inversión, y esto se debe a la caída de la ganancia y de la tasa de ganancia. Trato esta cuestión en varias notas del blog, en relación a la crisis en EEUU.

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      rolandoastarita

      06/11/2013 at 13:54

  10. ¿Profesor podría decirme en cuales notas del blog habla sobre el porque de la caída de la inversión y la tasa de ganancia? Gracias

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    Alfonso

    07/11/2013 at 00:01

    • Desde el punto de vista de la teoría, la discusión más extensa la hago en torno a la cuestión del teorema Okishio, aquí. Luego están las notas sobre cálculo de la tasa de ganancia en EEUU.

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      rolandoastarita

      07/11/2013 at 08:14

  11. Estoy repasando el problema de las teorías sobre la crisis capitalista. Hay un trabajo de Husson que reflota la teoría del subconsumo como componente causal en la crisis del modelo neoliberal. http://www.vientosur.info/documentos/Tasa%20beneficio-Husson2.pdf. Que opinión merece?

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    AP

    09/02/2018 at 20:21

  12. En la mía, me parece que pone en paralelo el ‘subconsumo capitalista’ (sic) en materia de inversión, con el de masas. Son teorías policausales ‘Combo’. No me convencen demasiado.

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    AP

    09/02/2018 at 20:24

  13. Rescato que ponga a la inversión productiva estancada o menguante como nudo del asunto y la considere el gran enigma a develar. La ‘Cuestión marxista’ como la llama. Coincido en esto.

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    AP

    09/02/2018 at 20:27

  14. Si no existe una caída de largo plazo de la tasa de ganancia y esta más bien parece seguir un curso indeterminado y hasta alcista bajo el modelo neoliberal (tal como sostiene todo un campo de economistas marxistas) y esta es solo un fenómeno de corto (por recalentamiento competitivo irracional u otras razones) que espanta al capital de la inversión productiva y lo redirecciona hacia el atesoramiento y las finanzas especulativas? Estás trabajando este punto? Sería muy interesante una nota que contenga hipótesis sobre esta ‘cuestión marxista’.

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    AP

    09/02/2018 at 20:37


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