Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Discusión complementaria sobre la ley de Say

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En la entrada anterior (aquí) hemos tratado la crítica marxista a la afirmación de Say, y Mill, de que en el modo de producción capitalista, si hay libertad de mercado y competencia, no puede haber sobreproducción generalizada, o sea, abarrotamiento general de los mercados. Este es el aspecto de la ley de los mercados más analizado y discutido. Sin embargo, existen otras afirmaciones asociadas a la ley. Entre ellas, Baumol (1977) ha destacado las siguientes:

a) El poder de compra se genera en la producción.

b) El gasto aumenta cuando aumenta la producción.

c) Si la nación de conjunto consume más de lo que produce, se reducirá su capital, lo que a su vez reducirá los beneficios y el ingreso (y ocurrirá lo inverso si la nación consume menos de lo que produce).

d) En el largo plazo siempre habrá demanda para los outputs incrementados, de forma que no es posible el estancamiento secular.

e) Por (c), es conveniente para el crecimiento de la riqueza de un país el gasto en trabajo productivo, que repone el valor consumido y genera una ganancia; y no en trabajo improductivo, que consume renta sin generar nuevo valor.

f) Dado que el dinero es solo un lubricante del proceso de intercambio (o sea, es neutro y está destinado a circular), el mismo no determina los montos de bienes demandados.

¿Qué decir desde un enfoque marxista?

A partir de lo que hemos planteado en la nota anterior, podemos esbozar una posición, sustentada en la teoría marxista, de las consideraciones complementarias adelantadas por Baumol. En lo que sigue reproduzco pasajes de mi libro Keynes, poskeynesianos y keyesianos neoclásicos (UNQ, 2018).

En primer lugar, Marx acuerda con que el poder de compra se genera en la producción; y en que, tendencialmente, el gasto aumenta cuando aumenta la producción.

En segundo término, Marx considera evidente que, si la nación consume más de lo que produce, se reducirá el capital. En este punto, la ley de Say no sería incorrecta, sino trivial. Aunque hoy esta cuestión parece tener más relevancia frente a la inclinación de muchos keynesianos a postular una “ley de Say al revés” (para usar una formulación de Bresser Pereira y Dall’Acqua, 1991), según la cual “la demanda es todo y la oferta es nada”. Este es un problema crucial del “keynesianismo bastardo”.

En tercer lugar, y en lo que atañe al rol del dinero, el punto de vista de Marx se aleja apreciablemente de Say. Lo hemos desarrollado parcialmente en la entrada anterior dedicada a la ley de Say. El dinero no es un simple numerario, ni está destinado a circular siempre. El dinero es encarnación de valor, y entre sus funciones está la de ser medio de atesoramiento. En todas estas cuestiones, la teoría de Marx es muy distinta de la de Say. Sin embargo, el enfoque de Marx también se diferencia del planteo keynesiano, ya que subraya el rol subordinado del dinero y el crédito en el desarrollo económico. En este respecto, Marx no explica la ausencia de producción para el mercado por la falta de dinero o de crédito (es la posición de Keynes), sino al revés, la falta del dinero o del crédito por la ausencia de producción para el mercado.

En cuarto lugar, Marx considera que la producción tiene primacía sobre el consumo, ya que no solo proporciona al segundo su material, su objeto, sino también crea al consumidor y sus necesidades. En “Introducción a la crítica de la Economía Política” escribe: “La producción produce, pues, el consumo, 1) creando el material de este; 2) determinando el modo de consumo; 3) provocando en el consumidor la necesidad de productos que ella ha creado originariamente como objetos; en consecuencia, el objeto de consumo, el modo de consumo y el impulso de consumo” (Marx, 1981, p. 292). Por ejemplo, la producción de teléfonos móviles y computadoras generó la necesidad de consumir teléfonos móviles y computadoras, y no al revés. Lo cual cuestiona la idea, cara a la economía neoclásica, de la soberanía del consumidor. Este aspecto está ausente en los abordajes usuales de los keynesianos críticos de la ley de los mercados.

Por último, vale enfatizar que la teoría del valor de Marx es opuesta a la teoría de Say. Say, junto a Condillac, fue uno de los primeros economistas en sostener que el origen del valor es la utilidad de la mercancía. Nada más alejado de la teoría del valor y de la plusvalía de Marx.

Textos citados 

Baumol, W. J. (1977), “Say’s (at Least) Eight Laws, or What Say and James Mill May Really Have Meant”, Economica, vol. 44, N° 174, pp. 146-161.

Bresser Pereira, L. y F. Dall’Acqua (1991), “Economic populism versus Keynes: Reinterpreting budget deficit in Latin America”, Journal of Post Keynesian Economics, vol. 14, pp. 29-38.

Marx, K. (1981): “Introducción a la crítica de la Economía Política”, en Contribución a la crítica de la Economía Política, México, Siglo XXI.

Para bajar el documento: https://docs.google.com/document/d/10a2Hzvlo_JmcYWHAPdE5rHlUL4JKP96I2APsQ7FZw6s/edit?usp=sharing

Written by rolandoastarita

21/12/2025 a 12:50

Publicado en General

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