Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Reflexión sobre los programas de la izquierda

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Con frecuencia encuentro que compañeros de la izquierda hacen una suerte de fetichismo de los programas en torno a los cuales se forman coaliciones y frentes electorales.

Sin negar que tienen su importancia, hay que decir que los programas no son todo, ya que también debe tenerse en cuenta la política, la estrategia y las acciones concretas que despliegan las fuerzas que los suscriben. Como alguna vez escribió Engels, “en general, importan menos los programas oficiales de los partidos que sus actos” (carta 18 de marzo de 1875). Es que un partido, o una coalición, pueden tener un programa más o menos ortodoxamente socialista, y sin embargo desarrollar una práctica (propaganda cotidiana, política, consignas de movilización) inficionada de pies a cabeza por la ideología burguesa, el estatismo burgués o el nacionalismo. Además, ha ocurrido que corrientes burguesas o pequeñoburguesas, y direcciones sindicales burocráticas, suscriban programas “muy revolucionarios” por razones meramente oportunistas. A modo de ilustración, en anexo presento los programas de La Falda y Huerta Grande, aprobados por las direcciones sindicales peronistas en 1957 y 1962, respectivamente. Votaron esos programas y no movieron un pelo para plasmarlos en la vida real. Peor todavía, eran acérrimos enemigos del socialismo y de todo lo que oliera a internacionalismo.

Pero no debe llamar la atención que los oportunistas actúen así según sus conveniencias del momento. Máxime si en el programa que suscriben se elude la cuestión central: qué clase social es capaz de aplicarlo, y en qué condiciones políticas e institucionales se plantea hacerlo. Este punto, decisivo, es pasado por alto la mayor parte de las veces, sobre todo cuando se trata de coaliciones electorales de ocasión. A lo sumo, se habla del “gobierno obrero”, fórmula que hace difusa la diferencia entre un poder obrero revolucionario y gobiernos obrero-burgueses del tipo Laborismo (Australia, Gran Bretaña), Partido de los Trabajadores (Brasil), Solidaridad (Polonia). Aunque es una forma de hacer digerible el programa para la opinión pública burguesa y pequeñoburguesa. Y si se condimenta el guiso con una dosis de nacionalismo “de izquierda”, tenemos el cuadro completo.

Por otra parte, algunas personas consideran que con esos compromisos programáticos los revolucionarios pueden “atrapar” a los oportunistas y desnudarlos como tales ante el movimiento de masas. Mi recomendación a esta gente es que tengan en cuenta la observación de Parvus, que recogía Lenin en su famoso folleto “¿Qué hacer?”: “es difícil cazar a un oportunista con una simple fórmula, porque le cuesta tan poco firmar cualquier fórmula como renegar de ella, ya que el oportunismo consiste precisamente en la falta de principios más o menos definidos y firmes”. Por eso mismo, tampoco tiene mucho sentido la táctica de “exijamos a quienes lo votaron que apliquen el programa”. Recuerdo que durante años un grupo trotskista argentino insistía en “exigir que la CGT convoque a la huelga general para imponer los programas de Huerta Grande y La Falda”. Pero ningún sector significativo del movimiento obrero rompió con el peronismo por esa agitación. Y la táctica es absurda: exigirle a un oportunista que deje de ser oportunista es pedirle peras al olmo, como dice el dicho. Solo alienta ilusiones que pavimentan el camino hacia la frustración y el desánimo de las masas trabajadoras.

En definitiva, los programas tienen su importancia –resumen lo que se propone a la sociedad- pero su carácter último está determinado por la relación que mantienen con la actividad, considerada en su conjunto, de las fuerzas políticas que los proponen.    

Anexo:

Programa de La Falda, 1957

Para la independencia económica:

  1. Comercio exterior:

– Control estatal del comercio exterior sobre las bases de la forma de un monopolio estatal. Liquidación de los monopolios extranjeros de importación y exportación.
Control de los productores en las operaciones comerciales con un sentido de defensa de la renta nacional. Planificación del proceso en vista a las necesidades del país, en función de su desarrollo histórico, teniendo presente el interés de la clase laboriosa.
Ampliación y diversificación de los mercados internacionales.
Denuncia de todos los pactos lesivos de nuestra independencia económica.
Planificación de la comercialización teniendo presente nuestro desarrollo interno.
Integración económica con los pueblos hermanos de Latinoamérica, sobre las bases de las experiencias realizadas.

  • En el orden interno:

Política de alto consumo interno; altos salarios, mayor producción para el país con sentido nacional.
Desarrollo de la industria liviana adecuada a las necesidades del país.
Incremento de una política económica tendiente a lograr la consolidación de la industria pesada, base de cualquier desarrollo futuro.
Política energética nacional; para ello se hace indispensable la nacionalización de las fuentes naturales de energía y su explotación en función de las necesidades del desarrollo del país.
Nacionalización de los frigoríficos extranjeros, a fin de posibilitar la eficacia del control del comercio exterior, sus-trayendo de manos de los monopolios extranjeros dichos resortes básicos de nuestra economía.
Soluciones de fondo, con sentido nacional a los problemas económicos regionales sobre la base de integrar dichas economías a las reales necesidades del país, superando la actual división entre «provincias ricas y provincias pobres’
Control centralizado del crédito por parte del Estado, adecuándolo a un plan de desarrollo integral de la economía con vistas a los intereses de los trabajadores.
Programa agrario, sintetizado en: mecanización del agro, «tendencia de la industria nacional», expropiación del latifundio y extensión del cooperativismo agrario, en procura de que la tierra sea de quien la trabaja.

Para la justicia social:

Control obrero de la producción y distribución de la riqueza nacional, mediante la participación efectiva de los trabajadores: 1) en la elaboración y ejecución del plan económico general, a través de las organizaciones sindicales; 2) participación en la dirección de las empresas privadas y públicas, asegurando, en cada caso, el sentido social de la riqueza; 3) control popular de precios.
Salario mínimo, vital y móvil.
Previsión social integral: 1) unificación de los beneficios y extensión de los mismos a todos los sectores del trabajo. 2) Reformas de la legislación laboral tendientes a adecuarla al momento histórico y de acuerdo al plan general de transformación popular de la realidad argentina.
Creación del organismo estatal que con el control obrero posibilite la vigencia real de las conquistas y legislaciones sociales.
Estabilidad absoluta de los trabajadores. Fuero sindical.

Para la soberanía política:

Elaboración del gran plan político-económico-social de la realidad argentina, que reconozca la presencia del movimiento obrero como fuerza fundamental nacional, a través de su participación hegemónica en la confección y dirección del mismo.
Fortalecimiento del estado nacional popular, tendiente a lograr la destrucción de los sectores oligárquicos antinacionales y sus aliados extranjeros, y teniendo presente que la clase trabajadora es la única fuerza argentina que representa en sus intereses los anhelos del país mismo, a lo que agrega su unidad de planteamientos de lucha y fortaleza.
Dirección de la acción hacia un entendimiento integral (político-económico) con las naciones hermanas latinoamericanas.
Acción política que reemplace las divisiones artificiales internas, basadas en el federalismo liberal y falso.
Libertad de elegir y ser elegido, sin inhabilitaciones, y el fortalecimiento definitivo de la voluntad popular. Solidaridad de la clase trabajadora con las luchas de liberación nacional de los pueblos oprimidos.
Política internacional independiente.

Programa de Huerta Grande, 1962:

1. Nacionalizar todos los bancos y establecer un sistema bancario estatal y centralizado;
2. Implantar el control estatal sobre el comercio exterior;
3. Nacionalizar los sectores claves de la economía: siderurgia, electricidad, petróleo y frigoríficas;
4. Prohibir toda exportación directa o indirecta de capitales;
5. Desconocer los compromisos financieros del país, firmados a espaldas del pueblo;
 6. Prohibir toda importación competitiva con nuestra producción;
7. Expropiar a la oligarquía terrateniente sin ningún tipo de compensación;
8. Implantar el control obrero sobre la producción;
9. Abolir el secreto comercial y fiscalizar rigurosamente las sociedades comerciales;
10. Planificar el esfuerzo productivo en función de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, fijando líneas de prioridades y estableciendo topes mínimos y máximos de producción.

Para descargar el documento: https://docs.google.com/document/d/1v2kIZRwkKM-ItLyQ3nC38HAdcl7I90RQ1i32PbsLarQ/edit?usp=sharing

Written by rolandoastarita

30/06/2021 a 15:09

Publicado en General

14 respuestas

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  1. Creo que Mussolini tenía el mismo programa…

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    Gorilón

    30/06/2021 at 20:15

  2. «Libertad de elegir y ser elegido, sin inhabilitaciones, y el fortalecimiento definitivo de la voluntad popular.»

    Ni Menem se animo a tanto, si quieren que todo lo maneje el estado y reelecciones indefinidas podían ir a Formosa y ya esta.

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    xdd

    30/06/2021 at 20:48

  3. Me parece que el sentido de su escrito es perfectamente comprensible, pero hay aspectos sueltos; me gustaria que se contrastara con las criticas (bastantes fundamentadas) de Gustavo Bueno y Santiago Armensilla, sobre el mito del internacionalismo obrero, que segun estos autores el nacionalismo es un obstaculo insuperable. Por otra parte, el EZLN que me parece ser hoy dia es el movimiento anticapitalista mejor articulado de America en sus consignas u horizonte no propagan un marxismo leninismo, sino una lucha de los pueblos de forma plural. Habria que contrastar lo anterio con los programas clasicos del socialismo…

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    Juan

    01/07/2021 at 10:18

    • No conozco la producción teórica del EZLN. De todas maneras, ¿qué significa «lucha de los pueblos en forma plural»? Me suena a otra fórmula del populismo pequeñoburgués y nacionalista, siempre dispuesto a desplazar la centralidad de la relación (de explotación) entre el capital y el trabajo.

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      rolandoastarita

      01/07/2021 at 11:02

  4. Gracias Rolando. Aquí en Uruguay hace tiempo el Partido Obrero Revolucionario Trotskista-Posadista reivindicaba el programa de La Falda y Huerta Grande pero nunca publicó el programa. Son anécdotas de la política. Pero si venimos al hoy, te diría que es mejor un mal programa que no tener ningún programa, que es lo que pasa.

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    fernando moyano

    01/07/2021 at 15:25

  5. Astarita habla de la Izquierda, una generalidad y un mito, no existe la izquierda, existen las izquierdas, una muestra es que ignora el programa de uno de los movimientos más importantes de la lucha anticapitalista como lo es el EZLN. Es fácil criticar, pero construir es otra cosa.

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    Antonio

    01/07/2021 at 22:42

    • Sus comentarios a este blog tienen una invariable característica: son estúpidamente desubicados, ¿Qué tiene que ver el programa del EZLN con lo que se discute en la nota? ¿Tanto le cuesta entender algo tan simple?

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      rolandoastarita

      02/07/2021 at 06:39

    • «uno de los movimientos más importantes de la lucha anticapitalista como lo es el EZLN»

      ¿Grande respecto a que? Ah cierto nadie lo conoce por que no pudieron aplicar ni siquiera los puntos mas sencillos. Es un programa de corte «tercermundista» como todo el movimiento zapatista

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      Karpov

      02/07/2021 at 20:57

    • No existe el EZLN. Partiendo ya de la base de su LN, ya está mal encarada la cosa. Ni hablar de su programa productivo. Todo malo es.

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      Gustavo

      03/07/2021 at 00:22

  6. Tan certera la nota, que sumaría al programa del partido Bolchevique. El partido del gran oportunista.
    Otra cosa que «las izquierdas» dejan de lado llamativamente es la cuestión democrática, el poder real de la clase que enerve ese programa, sin ese poder, el riesgo de que un partido implante una dictadura es altísimo.
    «Salvo el poder, todo es ilusión»

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    ElTabano

    02/07/2021 at 22:35

  7. Medio off topic, rolo…
    En los últimos días surgió un debate entre economistas k por el tema de las regulaciones ambientales. La legislatura provincial de Tierra del Fuego prohibió la cria de Salmón en jaulas en el mar, atendiendo a los problemas que este método trajo en Chile. La cria de salmón genera en Chile 5mil millones de usd de exportaciones. Varios economistas desarrollistas pusieron el grito en el cielo por prohibir la actividad (técnicamente solo se prohibió la cria en jaulas en mar abierto, sí se puede hacer en estanques en tierra, pero los costos son más altos), dado que la falta de divisas es quizás el mayor problema de la economía argentina. Lo del salmón no es un hecho aislado. En la meseta de Chubut hay actualmente un debate sobre si permitir o no la minería. Es cierto que hay un problema de competitividad general en la economía, pero hay ciertas actividades en las que se podría compensar eso con ventajas naturales. Por eso se pone el foco en actividades de explotación de recursos naturales, en los que la ventaja natural podría permitir la exportación a pesar de los más altos costos laborales, es decir, donde para obtener buenos márgenes de ganancia no es necesario atacar derechos laborales actualmente «consagrados». Esas mayores exportaciones permitirían equilibrar la cuenta corriente, y de ese modo frenar devaluaciones, junto con las recesiones asociadas a las mismas, todos elementos que implican caídas de ingresos de los trabajadores, aumento del desempleo y la pobreza. Básicamente el planteo desarrollista es: el ambientalismo bien entendido debe exigir la regulacion de las actividades, pero con el cuidado de no hacerlas inviables, de lo contrario se frena el desarrollo, que es la base de la reducción de la pobreza, pero también del cambio a tecnologías más amigables para el ambiente.
    Como intento de marxista trato de hacer una crítica a ese desarrollismo, trato de poner el foco en que la pobreza la genera el modo de producción y no las regulaciones ambientales. Pero mi planteo es muy abstracto. Estamos lejos de poder avanzar a otro modo de producción. Por otro lado, eso será posible en la medida en que la gente tenga un mayor ingreso, viva mejor, tenga acceso a una mejor educación. Pienso que un planteo demasiado abstracto deja en bandeja a que los enemigos del socialismo avancen con sus propuestas sobre la gente. Las propuestas del socialismo en un país con 50% de pobreza no pueden ser «en otro modo de producción esto se resolvería de otra manera».
    Aunque lo busque, no encontré una nota tuya en la que planteaba que las preocupaciones ambientales deben estar en el primer plano de cualquier programa socialista. ¿Cuál debe ser la postura de un partido marxista en estos debates?
    Saludos.

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    Gustavo

    03/07/2021 at 16:00

    • Por cierto, el debate tiene aristas interesantes. Como la que establece que el crecimiento de Chile se debe a que sorteó crisis cambiarias por las exportaciones mineras. Es decir, para que Argentina salga de su estancamiento y mejoren las condiciones de vida de la gente no hace falta ni el socialismo ni la flexibilización laboral, sino impulsar la explotación de recursos naturales que no están adecuadamente explotados.
      Por otro, la idea de que si Chile exporta 5mil millones de usd en salmón, argentina podría exportar otro tanto. Es decir, la demanda es súper flexible y se puede colocar en el mercado toda nueva oferta. Es una idea de competencia un tanto no competitiva.
      Saludos

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      Gustavo

      03/07/2021 at 16:09

    • Para que la economia crezca no hace falta pasar al socialismo. Los paises en general la mayor parte del tiempo, crecen (a menos que seas Argentina, Venezuela o Japon). Para que Argentina supere el estancamiento solo hace falta subsumir a mas personas a la relacion de explotacion capitalista y/o que los capitalistas (re)inviertan.

      El desarrollismo tiene razon en parte, no podes simplemente prohibir todas las actividades que generen un impacto ambiental, es mejor tomas medidas para reducirlo (no dejas de comer para evitar la desertificacion sino que haces rotacion de cultivos, no dejas de consumir energia sino que tratas de aumentar la participacion de las renovables, etc).

      Donde flaquea el desarrollismo es en hacer el analisis ideal, no material. Las medidas para reducir el impacto ambiental en un pais pobre, subdesarrollado y con falta de transparencia institucional…quien va a vigilar que se apliquen? Viste lo que es el Riachuelo? la fuga de petroleo en Malargüe? el derrame de cianuro en Veladero?

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      German

      06/07/2021 at 19:58

    • Hasta donde logre razonar, mi postura sería la de estar en contra de la prohibición, tratar de desarrollar las mejores regulaciones posibles (que en economías atrasadas suelen ser peores que las regulaciones de las economías más desarrolladas) y plantear la necesidad de que la planificación global reemplace a la competencia. Es simplemente un apéndice a la postura desarrollista.

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      Gustavo

      09/07/2021 at 12:28


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