Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

El régimen castro-stalinista y la protesta social. Elementos para el análisis

with 53 comments

En “Comentarios” del blog me preguntaron por mi opinión acerca de lo que está ocurriendo en Cuba. En una nota anterior, publicada en 2014-15 (aquí y siguientes) he tratado el tema del régimen cubano. En esta entrada reproduzco algunos pasajes que pueden ayudar al análisis de lo que está sucediendo.

Economía de escasez

“… igual que sucedía en la URSS y en otros regímenes de tipo soviético, la cubana es una economía de escasez. La razón fundamental es la baja productividad (reconocida por la propia dirección). Por eso, y a diferencia de lo que ocurre en el modo de producción capitalista, la crisis en una economía estatista burocrática como la cubana (pero también puede ocurrir en capitalismos de Estado), no se manifiesta en un exceso de oferta, sino de demanda. En otros términos, no se trata de crisis de sobreproducción, sino de “infra-producción” (el tema de la inversión es más complejo: en la URSS existía sobreinversión, pero ineficiente, en Cuba la inversión es débil). (…)

La economía de escasez, a su vez, da lugar a una serie de fenómenos específicos. Uno de ellos es la cola: millones de cubanos pasan horas haciendo colas para conseguir algunos productos básicos que escasean, o los productos que están subsidiados (a lo que se agregan las colas debidas a la maraña de burocracia; incluso Granma registra quejas por esto). Lógicamente, esto repercute negativamente en la conciencia social, la convivencia y, en última instancia, en la productividad general de la economía… . Otro fenómeno característico es el agudo desabastecimiento cíclico de determinados productos.

Extrañamiento frente al trabajo y el Estado

El mismo gobierno (VI Congreso del PC) reconoce que hay desatención en el trabajo, falta de compromiso, excesivo “reunionismo” e indisciplina. En consonancia la dirección sindical también habla de trabajadores “con malos hábitos”. Pero tal vez la descripción más completa de la actitud de los trabajadores hacia las empresas y el trabajo la da Lázaro González Rodríguez, profesor titular de la Universidad de la Habana, en un documento que lleva por título “La Revolución exige cambios en la política laboral. Actualidad de la política laboral de Cuba” (Cuba Siglo XXI, Número XCII, diciembre 2008,  https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/lgonzalez_301108.pdf). }

González Rodríguez señala que entre las características más generales y significativas de la vida laboral están:

a) la baja eficiencia, que comprende pobres niveles de productividad, despilfarro, deficiencia en la calidad de los productos;
b) la pérdida de valores ético-morales, que se manifiesta en indisciplinas, robo, corrupción, metalización y tendencias consumista;
c) la insuficiente realización del trabajador, que comprende poca motivación, considerarse como una mercancía y no con sentido de propietario, ser poco reconocido y sentir que hay insuficiente participación real; esto es, se ve a la empresa como un ente ajeno.

Más adelante el documento dice que “… en el último decenio y en la actualidad el comportamiento de la política laboral ha mantenido una tendencia recesiva, tanto teórica como práctica”. Señala también que las políticas laborales no se diseñaron proyectando objetivos sobre bases técnicas y consensuadas; que todavía había que lograr que el trabajador se sienta satisfecho en y con la labor que realiza, y dueño de la propiedad social, y que la disciplina laboral es deficiente. También observa que “la centralización, el burocratismo y la no participación luchan ferozmente por establecer récords Guinnes”. Luego de señalar que cada día eran más las regulaciones centrales y menos la participación de las bases, puntualiza: “Participar no es solo ser informado, no es solo opinar –opiniones que muchas veces caen en el vacío- participar es, sobre todo, tomar parte de las decisiones que se adopten”. Y más abajo: “La estimulación moral, el desarrollo de la conciencia y de valores ha estado ausente”. La emulación y las asambleas de méritos y deméritos estaban fallecidas y solo quedaban sanciones por problemas que los trabajadores no podían resolver.

Esta sensación de enajenación, de extrañamiento del productor con respecto a los medios de producción, a lo que produce y a su propio trabajo, también parece reflejarse en la apatía y el descreimiento de muchos sectores de la población en la política y el régimen (sobre lo que volvemos luego); o se traduce en indignación y hasta protesta –que comienza a expresarse por diversos canales, incluidas publicaciones oficiales- ante los privilegios y la corrupción de sectores de la dirigencia, así como la imposibilidad de manifestar libremente lo que se piensa.

El sentimiento de extrañamiento explica, por otra parte, por qué las apelaciones a la ética socialista tienen cada vez menos eco. Recordemos que durante los primeros años de la Revolución, y en especial bajo la influencia del Che, se intentó superar el atraso tecnológico con la movilización “revolucionaria y socialista” de las masas, apelando al esfuerzo y el sacrificio (en términos marxistas, a la intensidad humana del trabajo). Este discurso tuvo efecto en la medida en que se combinó con los llamados a defender a Cuba de la agresión imperialista, y se sustentó en los planes sociales, que dieron gratis salud y educación de primer nivel, eliminaron la malnutrición infantil y el analfabetismo, y disminuyeron el racismo, el sexismo, la criminalidad y otros males típicos de los países subdesarrollados.

Sin embargo, la  preocupación por la reproducción de la vida material, así como la distancia entre las bases y la dirigencia, han deteriorado el compromiso e identificación con las empresas y el Estado “de todos”. Dos investigadoras señalan: “… de acuerdo a la mayoría de los estudios sociales y las más recientes investigaciones políticas, el primer problema que enfrenta la Revolución Cubana son las necesidades básicas insatisfechas. En el contexto de la crisis económica que duró más de una década, las nuevas generaciones cubanas han adoptado nuevas formas de vida y de pensamiento social. Ellos están viviendo en un país y en una revolución en la cual la preocupación por la reproducción de la vida material en una forma inmediata-individual-utilitarista parece prevalecer por sobre la racionalidad ética que reinó durante las primeras décadas de la revolución” (Rosa Muñoz y Mariana Ortega Breña, “The Cuban Revolution: A Promised Land”, Latin American Perspectives, pp. 72-83, Nº 1, vol. 36, 2009).

En el mismo sentido, el escritor, profesor universitario y cineasta cubano Eduardo Del Llano Rodríguez, escribe: “Anestesiada, la mayoría de los cubanos no espera un día mejor, se conforma con un nuevo día. No somos una verdadera sociedad: cada uno sobrevive en su madriguera, y escasean los proyectos y las asociaciones espontáneas” (“El inmovilismo”, https://eduardodelllano.wordpress.com/page/5/, publicado el 15/07/14). En otro post: “Cada vez son menos los que aceptan acrítica e incondicionalmente el discurso oficial, que sigue empleando los tiempos verbales incorrectos: mucho pasado, mucho futuro y turbias gotas de presente; mirados de cerca, estos creyentes resultan ser gente rara, masoquista, robótica… u octogenaria. Se puede y debe defender la izquierda, pero ya es prácticamente imposible romper una lanza por Esto.” (“Lo que la gente dice en la calle”, ídem, publicado el 11/03/14). “Esto” no se puede atribuir al bloqueo, ni se puede dejar de lado con el cómodo recurso de “es propaganda de la derecha contrarrevolucionaria”.

Otras expresiones de extrañamiento

La distancia entre la dirigencia y el pueblo común en Cuba se refleja, aunque de forma muy parcial, incluso en los medios oficiales, que llegan a denunciar la “vagancia” de sectores sociales. Por ejemplo, en Granma: “… la mayoría de los cubanos (…) escuchamos a diario en nuestros barrios, centros de trabajo y demás, (…) que la vagancia injustificada en Cuba es un mal que hay que atacar con firmeza y acabar de resolver… ” Y agrega que se trata de “vagos conscientes y muchos hasta confesos” (Jorge Llorente López, “Ni desempleados, ni desocupados, simplemente vagos”, Granma 28/11/14, http://www.granma.cu/cartas/2014-11-28/ni-desempleados-ni-desocupados-simplemente-vagos; véase también el intercambio de opiniones asociado a la nota). Y Raúl Castro reconoció que “uno de los más difíciles retos del trabajo político es lograr que los trabajadores se sientan dueños colectivos de las riquezas de la sociedad y actúen en consecuencia…” (Agencia Cubana de Noticias http://www.ain.cu/2006/septiembre/27asdisciplina.htm). Casi medio siglo después del triunfo de la Revolución desde la más alta dirección cubana se admitía que los trabajadores no se sentían dueños de los medios de producción ni de las riquezas de la sociedad.

Por otra parte, desde las esferas oficiales se reconoce que existe un sector importante de la juventud que dice no interesarse por la política. En una nota publicada el año pasado en Juventud Rebelde, se habla del fenómeno y se lo explica como producto de la penetración de la ideología neoliberal “en la conciencia de los más débiles” (Yoerky Sánchez Cuellar, “Maikel el (a)político”, http://www.juventudrebelde.cu/opinion/2014-03-01/maikel-el-apolitico/). En respuesta al argumento del periodista, un lector afirma que “la política es para los políticos, después de todo, se reúnen a puertas cerradas, deciden por nosotros, y después nos dicen que es para bien de nosotros mismos…” (énfasis agregado).  (…)

… algunos objetan que en Cuba existen numerosas organizaciones sociales y del PC con base territorial, así como organizaciones del gobierno e instituciones vinculadas a la política social con asiento en la comunidad, que conforman un tramado denso de participación, y de canales para hacer oír las voces del pueblo. Pero se trata más de forma que de contenido. En palabras de Mayra Paula Espinosa Prieto: “En la práctica ha primado una concepción de la participación que la considera como una movilización de apoyo a objetivos estratégicos definidos centralmente por decisores expertos (de la política y de diversos campos técnicos y disciplinares) y como forma de asegurar canales para la consulta de decisiones ya tomadas y minuciosamente concretadas en planes y programas de acción. La participación no es entendida como la intervención necesaria desde la definición estratégica en sí misma y en la toma de decisiones como tal” (“Políticas de atención a la pobreza y la desigualdad”, 2008, CLACSO, http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/clacso-crop/20110908080337/05Prieto.pdf, p. 144; énfasis agregado). Espinosa Prieto es profesora de sociología en la Universidad de la Habana y miembro del consejo editorial de Temas.

A esa participación formal no es ajeno el temor a la represión de los organismos del Estado. Pablo Milanés dice: “Mucha gente tiene miedo de hablar porque hay un sistema detrás de censura, de represión callada y oculta que no te permite hablar libremente y que hay que echar abajo ya, cuestionarlo de modo radical” (“El socialismo cubano se ha estancado”, reportaje de Carlos Fuentes en Ecos Cotidianos, febrero de 2013, https://ecoscotidianos.wordpress.com/2013/02/25/pablo-milanes-el-socialismo-cubano-se-ha-estancado/). Pero en un “Estado del pueblo” (o “socialista”), el pueblo no debería albergar ningún temor a expresarse libremente.

En este contexto social y político, las explicaciones oficiales, excesivamente simplistas –neoliberalismo que gana a los débiles, “injustificada” vagancia- desnudan la imposibilidad, dentro del régimen burocrático, de remontar la apatía y el extrañamiento del ciudadano común con relación al Estado, las empresas y el trabajo.

“La burocracia usufructúa los bienes estatales como si les pertenecieran”

“En el reportaje realizado por Ignacio Ramonet a Fidel Castro, (Fidel Castro. Biografía a dos voces), que ya he citado, el líder cubano decía: “… hay, debemos decirlo, unas cuantas decenas de miles de parásitos que no producen nada y sin embargo se enriquecen. (…) Hay un desorden amplio en eso (se refiere al robo de gasolina), entre otras cosas, con pérdida de decenas de miles de millones de dólares…” (p. 612). Luego de admitir que el robo y el fraude, si bien se habían agudizado durante el período especial, existían desde antes, afirmaba que “en la Habana muchos aprendieron a robar como locos” y que “en los Poderes Populares el desastre, el caos, es universal” (p. 615). Para frenar la corrupción proponía reforzar los controles con miles de funcionarios, y seguir apelando a la ética. En noviembre de 2005, en un discurso en la Universidad de la Habana, Fidel Castro llegó a afirmar que la revolución podía destruirse por la corrupción. Por su parte, en 2010 el economista y militante del PC Esteban Morales Domínguez planteó, en un artículo que llevaba por título “La corrupción, ¿la verdadera contrarrevolución?” (publicado en la página de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), que la corrupción se daba la mano con la contrarrevolución alentada por EEUU. A raíz de esto Morales Domínguez fue expulsado del PC, pero tras una avalancha de críticas, tuvo que ser readmitido.

A pesar de las denuncias, el fenómeno hoy parece abarcar todavía más sectores. A veces se trata de actividades directamente mafiosas, y hasta peligrosas para la salud de la población. Por ejemplo, en 2014 la policía desmanteló una fábrica clandestina de refrescos enlatados en Santiago, que reutilizaba latas recogidas de los basureros. Hace un tiempo también se desmanteló una fábrica que falsificaba cerveza.

Muchas veces están involucrados funcionarios y administradores de todas las escalas, que se apropian de dinero de empresas estatales, o desvían sus bienes. Por ejemplo, administradores del Centro Comercial III de la Habana habían constituido, hace algún tiempo, una red comercial para suministrar productos de ferreterías y repuestos de autos al por mayor al mercado negro  (ver Roberto Peralo, “La corrupción en Cuba: enfermedad crónica”, en http://eltoque.com/texto/la-corrupcion-en-cuba-enfermedad-cronica). Peralo registra testimonios de que lo mismo sucede en muchos shoppings, y agrega que “un síntoma muy preocupante es que de las decenas de trabajadores de una tienda, no exista una sola persona capaz de denunciar estos hechos”. Más abajo escribe: “No me cabe la menor duda  que el salario, al no ser un medio de pago justo, ni estimulante y no satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores, se convierte en una causa de peso para que el trabajador busque otras vías de ingresos. Pero ¿por qué cuando se alcanza un nivel de vida decoroso cambian las motivaciones para seguir corrompiéndose?”

Otro importante mercado negro es el de medicamentos y productos para la salud, al que ya hacía referencia Fidel Castro en el reportaje citado. Involucra directivos, trabajadores de grandes almacenes, conductores de vehículos que transportan los medicamentos, vendedores de farmacias y hasta médicos. Un procedimiento bastante común consiste en desviar medicamentos hacia las farmacias en moneda convertible, que están en las zonas turísticas, donde se venden a un precio hasta 3 o 4 veces más elevado que en las farmacias con CUP, donde esos medicamentos escasean. También hay robo de los almacenes públicos de medicamentos e insumos de salud, que se vuelcan al mercado negro. (…)

Otros casos de corrupción pasan por el uso de puestos jerárquicos, desde los cuales se consiguen favores. Por ejemplo, el funcionario que vende puestos de trabajo en el sector turismo; o los que acomodan a sus familiares en lugares de privilegio, en empresas o en el Estado. Otro ejemplo: en las puertas de supermercados estatales se pueden encontrar individuos que ofrecen los más diversos bienes, como acondicionadores de aire, pintura, piezas de repuesto y otros que no están a la venta oficial, pero son “desviados” por gerentes y administradores. Este caso lo denuncia Esteban Morales Domínguez (http://jovencuba.com/2013/12/16/corrupcion-hasta-cuando/. Morales Domínguez también señala que “… la burocracia resulta ser corrupta por su propia naturaleza; tiende a usufructuar los bienes estatales como si les pertenecieran y en medio de esa confusión de la que no nos hemos librado aún, entre propiedad estatal y propiedad social, la burocracia inclina más las cosas hacia el ordeno y mando, disponiendo de los bienes estatales, administrándolos, e incluso, disfrutando de ellos, olvidando, no pocas veces, que los bienes son del pueblo, son propiedad social, y no de ningún gobierno en particular. Por lo que los trabajadores no deben permitir que ningún organismo burocrático luche solo contra la corrupción, sin su explícita participación y fiscalización”.

A este análisis habría que agregar que, si bien los bienes formalmente son del pueblo, su administración no está en manos del pueblo, sino de funcionarios que se ubicaron por encima de la sociedad. Esto es, la burocracia usufructúa los bienes estatales “como si le pertenecieran”. (…) … la apropiación sistemática de excedente en beneficio privado ubica al burócrata en el terreno del que explota el trabajo ajeno; esto es, ya no estamos ante simples “privilegios”, sino frente a una relación de explotación orgánica.

Pobreza

La pobreza ha sido ocultada por el gobierno, y por los intelectuales y militantes que hacen “turismo revolucionario” a la isla. Sin embargo, en los últimos años la cuestión ha sido planteada por investigadores sociales cubanos. Por ejemplo, María del Carmen Zabala Argüelles, en Familia y pobreza en Cuba. Estudio de casos, publicado en 2010, sostiene que aunque no haya pobreza extrema –caracterizada por ausencia de atención médica, desnutrición, analfabetismo- existe una pobreza caracterizada por necesidades básicas insatisfechas y problemas serios de sobrevivencia en muchas familias.

Con el mismo sentido, Mayra Espina Prieto precisa que la pobreza extrema no existe porque se trata de una pobreza “amparada por el acceso a los beneficios universales (salud, educación, etc.)”, pero “es una pobreza difícil de vivir porque esas personas apenas tienen posibilidades de tomar decisiones, su vida transcurre por los circuitos del amparo. Aunque no tiene la dimensión de otros países, sigue siendo un problema económico, social y ético grave” (“La tarea social no debe quedar para después”, http://oncubamagazine.com/a-fondo/mayra-espina-la-tarea-social-no-debe-quedar-para-despues/).

En otra intervención, Espina Prieto ubica la pobreza entre el 20 y 24% de la población. Dada la carencia de cifras oficiales, la calcula a partir de necesidades básicas insatisfechas. Para eso, se confecciona un set de qué necesita un individuo o una familia “para una reproducción más o menos normal”, se calculan los costos a precios de los productos que hay en ese momento en el mercado, y la línea de ingresos mínimos. Por lo tanto, cuando se dice que el 20% de la población cubana está en la pobreza, se quiere significar que “carece de los ingresos propios necesarios para cubrir sus necesidades básicas” (“Intercambio posterior a la conferencia de Mayra Espina”, Espacio Laical, febrero 2014, http://www.espaciolaical.org/contens/38/105110.pdf).

Por último, señalemos que en septiembre de 2014 se presentó en La Habana Algunas claves para pensar la pobreza en Cuba desde la mirada de jóvenes investigadores, una compilación que estuvo a cargo de María del Carmen Zabala, y fue editada conjuntamente por el Centro Félix Varela y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Solo tuve acceso al prólogo del trabajo, en el cual Juan Valdez Paz estima que actualmente el 25% de los cubanos vive en la pobreza”.

Agregado 2021: Todo indicaría que desde que fueron escritos estos pasajes la pobreza empeoró; en especial, desde el estallido de la pandemia de Covid. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos informaba, en octubre de 2020, que ocho de cada diez cubanos sobrevivían con lo justo, el 67% de las familias encuestadas calificaban la alimentación diaria como deficiente y a seis de cada diez familias la libreta de abastecimiento les cubre solo de cinco a diez días al mes.   

Prostitución

“Si bien en la prensa oficial el tema no se trata, en julio de 1992, ante la Asamblea Nacional, Fidel explicó: “En Cuba no hay ninguna mujer que se vea obligada a venderse a un hombre, a un extranjero, a un turista. Las que así lo hacen actúan por su propia cuenta y riesgo, voluntariamente. Podemos decir que son prostitutas sumamente educadas y completamente sanas, porque somos el país con el número más bajo de casos de SIDA”. Además de sonar a invitación al turismo sexual (“aquí se vende sexo seguro”), Castro explicaba entonces la prostitución desde un enfoque individualista burgués (“son prostitutas porque se les da la gana”). (…)  

La investigadora Patricia Catoira escribe: “… Al igual que el gobierno cubano ha escogido el turismo como fórmula rápida de solventar la crisis, muchas mujeres y hombres han decidido ejercer la prostitución como medida extrema para paliar la escasez de recursos que padecen” (“Adiós compañera, hola señorita: Jineterismo, trauma y literatura”, P. Catoira, Montana State University,  http://www.modlang.txstate.edu/letrashispanas/previousvolumes/vol6-1/contentParagraph/0/content_files/file8/catoira.pdf).

(…) la prostitución es una manifestación del grado en que se han metido en Cuba relaciones sociales que son caldo de cultivo para el resurgir de prácticas mercantiles y capitalistas. Señala Catoira: “Cuba ha entrado a formar parte de las corrientes globalizadoras que rigen el mercado internacional en las cuales lo local cubano está supeditado a la oferta y demanda de los intereses exteriores” (…)  

Elementos crecientes de capitalismo de Estado

En Cuba han cobrado creciente importancia inversiones extranjeras –en turismo, en primer lugar- y diversas formas de negocios, muchos de ellos en negro, o semi-legales, o tolerados. El gobierno los presenta como avances en un sentido socialista. Lo mismo los acuerdos internacionales con Rusia, o China. En referencia a estos últimos, escribíamos:

“…las invocaciones a la “construcción socialista” son solo máscara y simulación, diría que casi cínica.  (…) Con poder burocrático, en una economía estancada, con un sector privado en crecimiento, la entrada de capitales extranjeros, sean chinos, rusos, brasileños o estadounidenses, no fortalecen ningún programa socialista. En cualquiera de los casos, habrá extracción de plusvalía, esto es, explotación de trabajo asalariado, en beneficio del capital privado (chino o de empresas asociadas con los chinos) y también en beneficio del capitalismo de Estado (o del Estado burocrático estilo soviético, como es el cubano). Por lo tanto, invocar aquí los ideales de Marx y su meta de acabar con la explotación del hombre por el hombre, es puro cinismo, es pura máscara”.

Entre otros elementos, deberíamos agregar los beneficios que obtiene la burocracia a partir del envío de médicos cubanos al exterior, y de la intervención en el cobro de divisas enviadas por el exilio cubano.

Acumulación y ascenso de las Fuerzas Armadas

En un entorno de escasez de bienes y recursos, el control del Estado y de la economía estatizada brinda oportunidades para el enriquecimiento rápido. Se produce entonces una “acumulación primitiva”, un concepto con el que quiero destacar el rol de los mecanismos de violencia político- estatal (corrupción, robo, fraude) para la concentración de riqueza en algunas manos. Esta riqueza, llegado el momento, se volcará a la acumulación libre de capital. Cito de nuevo al militante del PC cubano Esteban Morales Domínguez: “Cuando observamos detenidamente la situación interna de Cuba hoy, no podemos tener duda de que la contrarrevolución, poco a poco, va tomando posiciones en ciertos niveles del Estado y del Gobierno. Sin duda, se va haciendo evidente de que hay gentes en posiciones de gobierno y estatal, que se están apalancando financieramente, para cuando la Revolución se caiga, y otros, que pueden tener casi todo preparado para producir el traspaso de los bienes estatales a manos privadas, como tuvo lugar en la antigua URSS” (véase http://estebanmoralesdominguez.blogspot.com.ar/2010/07/corrupcion-la-verdadera.html, énfasis añadidos).

Según toda la evidencia disponible, los mandos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) son los que más han avanzado por este camino, gracias a su ascendiente influencia en el Estado y los comandos de la economía. (…) El ejemplo más notable del control económico por parte de los militares es el holding GAESA (Grupo de Administración Empresarial  S. A.), que está en la órbita del Ministerio de las Fuerzas Armadas, y es presidido por el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno de Raúl Castro. 

Manejos secretos y privilegios

El manejo de los complejos GAESA y CIMEX está oculto a los ojos de la población común, sus resultados financieros no están disponibles para la consulta del público ni, por supuesto, de sus trabajadores. También son secretas las cifras del presupuesto del Minfar y Minint; y la ley no obliga a que los funcionarios revelen sus activos. En síntesis, los trabajadores no tienen participación alguna en la administración efectiva de estas empresas y conglomerados.

Paralelamente, y como reflejo del creciente poder de las FAR, aumentan los privilegios y los ingresos diferenciados de los militares. Un caso significativo son las “ciudades militares”, que son complejos habitacionales destinados al personal militar de medio rango, o a civiles que trabajan para las FAR, o para el Minint. En los próximos años se proyecta construir unos 30, de los cuales varios ya están terminados. Típicamente los departamentos de estos complejos constan de dos o tres ambientes, disponen de jardines, paneles solares, red telefónica, y estacionamientos para automóviles.  (…) Por otra parte, los militares tienen derecho a productos subsidiados tales como automóviles, electrodomésticos, muebles y computadoras. Además, lo producido por la UAM no solo va a unidades militares, sino también a empresas, hospitales, hoteles y casas de descanso para militares. Muchos jóvenes que cumplen el servicio militar obligatorio trabajan en la UAM (véase la nota de Patricia Cáceres, “Verde que te quiero verde”, Juventud Rebelde 17/02/14).

Dada la penuria habitacional existente en Cuba, la construcción de las ciudades militares ha dado lugar a protestas y resentimiento entre la población. “¿Por qué los militares tienen este privilegio?” es una queja que circula en blogs cubanos.

Política internacional: apoyo a dictaduras y regímenes sangrientos

La represión que se ha desatado en Cuba está acorde, por otra parte, con las posturas que ha tomado el régimen en el plano internacional. Recordemos, entre otros elementos, que los Castro y el PC cubano ampararon a la dictadura de Videla; y antes Cuba guardó silencio ante los crímenes de la Triple A, organización derechista paramilitar protegida por el gobierno de Isabel Perón. Cuba otorgó la Orden José Martí, entre otros dirigentes stalinistas, a Nicolae Ceausescu de Rumania, a Erich Honecker de Alemania Oriental y a Leonid Brezhnev. Fidel Castro calificó de “gran líder” a Kim Il Sung, y declaró que “la Corea del socialismo” era un país de “trabajadores liberados, del pueblo soberano y digno, de los científicos creadores, de los niños felices…” El PC cubano y Castro apoyaron la invasión a Checoslovaquia de la URSS, en 1968. Ese mismo año Cuba mantuvo silencio frente a la masacre de estudiantes, ejecutada por el gobierno de México, en la plaza Tlatelolco.  

Asimismo Fidel Castro apoyó y calificó de “revolucionario y legítimo” al genocida Idi Amin, de Uganda; respaldó al presidente de Zimbawe Robert Mugabe, (recibió la Orden José Martí); apoyó a Denis Sassou-Nguesso (también condecorado con la Orden José Martí), de la República Popular del Congo; y a Nguema Macías y al sangriento dictador Teodoro Obiang (recibido en 2008 con honores en Cuba), de Guinea Ecuatorial. ¿Qué tuvieron siquiera de “progresistas” estos regímenes? ¿Qué tuvo de progresivo, por ejemplo, el gobierno militar de Idi Amin, que desató sangrientas represiones políticas y étnicas, devastando a Uganda y provocando cientos de miles de muertos? (500.000, según Amnistía Internacional). Y así podríamos seguir con los otros personajes y regímenes mencionados. Y también con regímenes como el de Kadaffi, de Libia, Al Assad, de Siria o el régimen posrevolucionario argelino. En todos los casos, fueron presentados como anti-imperialistas, o en “proceso de construcción del socialismo”, y sus dirigentes fueron caracterizados de “revolucionarios” e incluso “marxistas leninistas”.

La actual respuesta represiva del régimen frente a las protestas sociales está acorde con la política en el plano internacional.

Ausencia de libertades

Un rasgo característico del régimen stalinista es la sofocación de las libertades democráticas. Al respecto, escribíamos: “Está muy establecida la idea de que, de la misma manera que en los países capitalistas la libertad de prensa es formal, pero no real (los dueños del capital y los que manejan el Estado gozan de los medios reales para expresar sus opiniones), los países “socialistas” (o con régimen de tipo burocrático estatista) tienen que defenderse restringiendo la libertad de prensa. Esto es, en estos regímenes la dirección del gobierno o del partido tendría el derecho a decidir qué pueden o no pueden leer los ciudadanos. Así, parece establecido que los “jefes” pueden leer lo que se les ocurra, pero pueden impedir esas lecturas a los ciudadanos comunes. Diríamos que “velan por su salud ideológica”.

Pero, por supuesto, en el fondo, las censuras no fortalecen conciencia ni programa socialista alguno. Como decía Marx, el censor (y agrego, el burócrata encaramado a gran dirigente) cree que puede tutelar no solo la conducta de los ciudadanos, sino también sus espíritus. Pero lo único que logra es un mundo monocorde, que a nadie conmueve ni convence. Es lo que uno experimenta cuando recorre ciertas prensas de gobiernos o partidos de “pensamiento único”. A veces, ni los mismos periodistas que escriben en esos medios están convencidos de que lo que escriben sirva para algo. Por eso, no hay construcción socialista sin que “florezcan cien flores del pensamiento”, para usar la expresión de Mao (que por cierto, no llevó a la práctica).

Pero incluso si se sostiene que se censura para combatir a la prensa imperialista, el argumento se cae. Después de todo, ¿por qué no dejar que los trabajadores, la gente común, lean y respondan como mejor les parezca, denunciando las mentiras de los contrarrevolucionarios, en base a datos y razonamientos, o con fundamento en su propia experiencia? ¿Acaso el socialismo no es construcción colectiva? Por eso, volviendo a Marx –se refería a la censura prusiana de su época, pero el pasaje es aplicable más en general: “No exigís que la rosa tenga el mismo perfume que la violeta, pero queréis que lo más rico de todo, que es el espíritu, exista de un modo. (…) Gris sobre gris: he ahí el único color lícito de la libertad” (Marx, “Acerca de la censura”). Y luego: “La forma esencial del espíritu es la alegría, la luz”. Pero no hay luz cuando se pretende que “la verdad es lo que ordena el gobierno”.

Para sintetizar: a fin de que haya luz, tiene que haber posibilidad de confrontar opiniones, teorías, explicaciones, disidentes o incluso opuestas. De lo contrario, la unanimidad es formal, y con pies de barro. Pero el gris parece ser el único color lícito en estos regímenes burocrático estatistas (¿hay algo más gris que Granma?). Y en un mundo chato y uniforme, no hay despliegue de potencialidad alguna de las masas (de las verdaderas fuerzas productivas). Ni existe la posibilidad de desarrollar las potencialidades del individuo.

Por supuesto, los filo stalinistas de toda la vida dirán que mi posición es funcional a la CIA, la contrarrevolución y el capitalismo. Su horizonte mental termina ahí. En este punto, las diferencias parecen imposibles de superar: afectan a lo ideológico, esto es, a una concepción global de una vida humana, sin explotadores ni burócratas ubicados por encima de la sociedad.

Fracaso del estatismo burocrático

“Cuba confirma, una vez más, que es imposible construir un “socialismo nacional”, y menos todavía con los métodos de la administración burocrática. Incluso para muchos de los que apostaron al proyecto socialista y realizaron por ello enormes sacrificios -participando en la alfabetización masiva, en la campaña por los 10 millones de toneladas de azúcar, en la guerra de Angola y otras misiones-, hoy el Estado se ha transformado en una abstracción, en un ente enajenado. Un régimen que acepta como algo casi “natural” la prostitución o el negociado del burócrata…

“… el avance al socialismo, como decía Raya Dunayevskaya, necesita de la “negatividad absoluta”, esto es, la negación del capitalismo privado y también la del capitalismo de Estado. Agregaríamos, la negación de toda forma de Estado que se transforma en un instrumento de la burocracia para la explotación del trabajo. Esa “negatividad absoluta” es el programa de una segunda revolución, que debería transformar de raíz la forma de hacer y decidir las políticas públicas. Se trata, en última instancia, del objetivo que alguna vez esbozó Lenin: “Todos los ciudadanos sin excepción deben actuar como jueces y participar en el gobierno del país. Y lo más importante para nosotros es enrolar a todos los trabajadores, sin excepción, en el gobierno del Estado. Esta tarea es tremendamente dificultosa. Pero el socialismo no puede ser introducido por una minoría, por un partido” (citado por Dunayevskaya, Filosofía y revolución. De Hegel a Sarte y de Marx a Mao, Siglo XXI, p. 123, 1989). Se puede discutir, por supuesto, hasta qué punto Lenin se mantuvo fiel a este objetivo (la respuesta de los bolcheviques al Kronstadt sentó un precedente nefasto en el camino de la burocratización de la URSS), pero ese es el norte programático de las corrientes que defienden un programa de democracia real de los productores.

Para esto, el primer paso es la crítica de las prácticas burocráticas y de la concepción de que el “partido de vanguardia” puede sustituir esa democracia de las bases. O que la vanguardia iluminada puede “forzar la marcha de los acontecimientos” imponiendo a millones de personas su propia versión de lo que entiende por socialismo.

Para bajar el documento: https://docs.google.com/document/d/1tugvZZhGFlSNtiI3hOBPX2XQ-VxXBD5RnunSa5swKxU/edit?usp=sharing

Written by rolandoastarita

14/07/2021 a 14:51

Publicado en General

53 respuestas

Subscribe to comments with RSS.

  1. Hola Rolando ¿Cómo va?

    Primero, gracias por el articulo.
    Segundo conoces algún texto o tenes alguna opinión que ahonde en la diferencia entre privilegios y explotación. En la parte donde caracterizas a la burocracia como explotadora y no simplemente la usufructuarte de algún privilegio me intereso el planteo y quisiera saber más.
    Si algún otro compañero conoce de esto, mas que bienvenidas las recomendaciones.

    Saludos.

    Me gusta

    kazachock

    14/07/2021 at 17:11

  2. Hola buenas tardes Rolando. Espero ande bien.

    Leí todas sus notas un tiempo atrás. Por cierto un gran trabajo. Incluso creo que le había consultado algo (no recuerdo bien en este momento).

    Ahora bien, quisiera consultarle respecto a la postura de defender la revolución cubana y los logros que dieron «planes sociales, que dieron gratis salud y educación de primer nivel, eliminaron la malnutrición infantil y el analfabetismo, y disminuyeron el racismo, el sexismo, la criminalidad y otros males típicos de los países subdesarrollados.», y por otra parte, apelar al bloqueo (“Esto” no se puede atribuir al bloqueo).

    Desde ya muchas gracias.

    Me gusta

    Roberto

    14/07/2021 at 20:29

    • La pregunta es si el pueblo cubano quiere continuar con el actual régimen y gobierno. Y eso no soy yo quien lo puede responder. Debe hacerlo el propio pueblo cubano. Para lo cual necesita poder autodeterminarse libremente. Por otra parte es un hecho objetivo que las mejoras sociales ocurrieron en los primeros tiempos de la revolución. Hace mucho que la economía está estancada, si no en retroceso. Seguramente esto pesa en la evaluación que hace la población del régimen. En cualquier caso, repito, nadie (en este nadie entran burócratas y dirigentes «iluminados») debería decidir por las masas cubanas.

      Le gusta a 1 persona

      rolandoastarita

      14/07/2021 at 22:15

    • Muchas gracias por su respuesta y muy acertado el planteo.

      Me gusta

      Roberto

      14/07/2021 at 22:43

  3. Perdón, pero me faltó agregar que algunos defensores de Cuba apelan a esos logros y atribuyen al bloqueo como condicionante de lo que sucede en la isla.

    Me gusta

    Roberto

    14/07/2021 at 20:31

  4. Excelente nota. La justificación de los defensores de esa dictadura es desesperante. No hay nada más infantil que los argumentos que esbozan. Ni hablar la posición maniquea con la que describen la historia, eso de decir que Cuba era el prostíbulo yanqui es una vil mentira, no era el país ideal pero era la nación más moderna del Caribe y Centroamérica previo a la revolución.

    ¿Que opina sobre la salud cubana, Rolando? La gente que visita Cuba cuenta que la gente en la calle le pide jabón o pasta dental, cuesta creer que un país con semejante escasez de productos higiénicos tan básicos tenga la mejor salud del mundo como se dice…

    Me gusta

    Gorilón

    14/07/2021 at 23:19

    • En la nota de 2015, sobre la salud: «si bien la atención gratuita está garantizada para toda la población, muchos cubanos hablan de un pronunciado deterioro de los servicios. Una ventana a esta problemática (y a otras) es la sección “Acuse de recibo”, dirigida por José Alejandro Rodríguez, en Juventud Rebelde. Allí se leen repetidas quejas por falta de personal paramédico, de médicos en las guardias, de camillas, higiene, climatización, guantes quirúrgicos, jeringas descartables, material ortopédico y oftalmológico; también hay protestas por tener que esperar meses para conseguir turnos, incluso en casos que exigen tratamiento rápido. En forma coincidente, en blogs cubamos se recogen testimonios de que es típico que el paciente se vea obligado a llevar sábanas, toallas, artículos de limpieza y hasta medicamentos cuando ingresa a un hospital. También se han denunciado –pero fueron negados por el gobierno- brotes de dengue, al menos en 2001 y de nuevo en 2012; y de cólera en 2012. Asimismo hay quejas porque muchos hospitales se encuentran en estado de abandono y fuerte deterioro –entre otros, se citan los casos del Universitario Calixto García y el Miguel Enrique, de la Habana. En palabras del rap de Silvito Rodríguez, que hemos citado antes, “no existe hospital público que esté en buenas condiciones”. Sin embargo, los hospitales para extranjeros o para la elite (dirigentes del PC, miembros del Consejo de Estado o de la Asamblea Nacional, “héroes del trabajo” y sus familiares) no padecen esos problemas.»

      Todo indicaría que desde entonces las cosas no mejoraron; en especial, con la pandemia. –

      Le gusta a 1 persona

      rolandoastarita

      15/07/2021 at 11:44

  5. Que buena nota parece a vuelo de pájaro, luego la leo con atención

    Me gusta

    Laura Kohn

    15/07/2021 at 15:50

  6. Celebro tu posición Rolando. El régimen cubano y su modo de producción dominante es entonces un CAPITALISMO BUROCRÁTICO DE ESTADO con algunos resabios o remanentes del proceso anterior, hoy en reflujo. No es entonces lo mismo que la URSS, eso es obvio. En este período de restauración gradual del capitalismo se ha acentuado la desigualdad social y los privilegios, pero creo que esta burocracia es explotadora en tanto no solamente tiene privilegios, tiene el plusvalor producto de la explotación de la fuerza de trabajo. Ha fracasado en cuanto a un «disciplina miento taylorista» de la fuerza de trabajo como sí se instaló en la URSS, incluyendo a Lenin. Creo que la primer lección es comprender que lo que hizo el régimen cubano es sustituir una dependencia por otra, pero nada más que eso. El Che al menos esbozó un camino diferente. Queda claro también que nada positivo para los trabajadores se obtendría sustituyendo el régimen burocrático (que yo calificaría de colectivismo burocrático de capitalismo de estado sin sector I, o algo así) por un capitalismo «normal», solamente sería sustituir la restauración gradual por la restauración abrupta. También resulta evidente que no hay en Cuba una izquierda revolucionaria. Perdón he avanzado en conclusiones que corren por mi parte

    Me gusta

    fernando moyano

    15/07/2021 at 18:54

  7. Es un comentario crítico y mesurado; pero, habría que hacer un gran matiz, y sacar implicaciones: El papel del embargo de EEUU a Cuba sin duda juega un papel determinante en la economía de la escasez. Así como la lucha ideológica del imperio yanque, asfixiando toda salida victoriosa por parte de Cuba.

    Me gusta

    Juan

    15/07/2021 at 22:04

    • No es determinante de los problemas que se señalan en la nota, Para citar solo dos cuestiones, ¿la corrupción generalizada de la burocracia es producto del bloqueo? ¿Los privilegios de las FAR también? Otra: Cuba puede adquirir equipos, maquinaria tecnología de China y Rusia, entre otros. ¿No las adquiere por el bloqueo de EEUU? Otra: la ausencia de participación democrática de las masas en la conducción de los asuntos económicos y sociales, ¿también es producto del bloqueo? En cualquier caso, esa participación ¿no sería el mejor arma para enfrentar el bloqueo? Otra, el apoyo a dictaduras y regímenes reaccionarios y hasta genocidas, ¿también por el bloqueo? Otra, ¿no tiene nada que ver en el descrédito de las ideas socialistas la situación privilegiada de la burocracia y los mandos militares? ¿Y eso también por el bloqueo?

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 06:53

    • Agregado: es interesante que hace unos años el propio Raúl Castro, en referencia a una ayuda que Cuba había dado a Vietnam para el manejo de plantaciones de café, advirtió que no se podía seguir tapando los graves problemas de baja productividad, burocracia, falta de iniciativa, echándole la culpa al bloqueo. El bloqueo afecta, por supuesto, pero los problemas son mucho más graves que eso. Por es, si mañana se levantara el bloqueo, nada garantiza que se fortaleciera alguna suerte de construcción socialista. Más bien se aceleraría la marcha al capitalismo (como ocurrió en China o Vietnam cuando se abrieron al mercado mundial; con la precisión de que hoy Cuba puede comerciar con más de 100 países.

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 07:01

    • Agregado dos: me parece particularmente importante repetir que el bloqueo no debe ser argumento para ahogar la discusión democrática, el cruce de opiniones, la circulación de información. Repito lo que digo en la nota: ¿por qué una dirección se arroga el derecho a decidir qué pueden leer, escuchar o ver las masas trabajadoras? ¿O la idea de la democracia obrera es puro cuento para la propaganda «for export»? Creo que este es una de mis mayores diferencias con la izquierda stalinista (stalinista de todos los colores)

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 07:12

    • Agregado tres: además de los argumentos presentados en los anteriores comentarios, hay que decir que, paradójicamente, el gobierno cubano, hasta el día de ayer, había prohibido el envío de medicamentos, alimentos y artículos de higiene desde el exterior, con el argumento de que se trataba de una invasión extranjera. Lo cual exacerbó la bronca. Ahora bien, ¿la prohibición de entrada de esos bienes esenciales, también se explica por el bloqueo? Parece raro, ¿no?

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 07:17

    • Me gusta

      Gorilón

      16/07/2021 at 17:10

    • Puede ser que sea cierto todo lo que comentas y cuestionas, pero creo que -insisto- el bloqueo deterioro la formación de un socialismo en Cuba, porque nunca fue una potencia industrial; el bloqueo no surgió en dos años, es un proceso que deterioro la economía, ¿hasta qué grado? No lo sé, no sé si existen estudios al respecto; pero es temerario no considerarlo en la estructura interna. Mi intención no es defender la dictadura cubana, sino considerar que el imperialismo norteamericano jamás permitiría que se formara una potencía industrial en el caribe o en latinoamerica. Y menos socialista.

      Me gusta

      Juan

      16/07/2021 at 18:02

    • Quisiera aclarar que lo que escribo en la nota está tomado de fuentes cubanas, incluso oficiales.
      Con respecto al bloqueo de EEUU, no cuestiono (todo lo contrario) que agravó las dificultades económicas de Cuba. Lo que cuestiono es que esa sea la razón por la cual no se pudo construir el socialismo en Cuba. La razón del fracaso en la construcción del socialismo es más de fondo: sencillamente no hay posibilidad de construir el socialismo en un solo país. Acerca de esto el stalinismo (en todas sus variantes, esto es, rusa, china, yugoslava, cubana) le ha mentido a los trabajadores. Le ha mentido y sigue mintiendo. Pero es indudable que Trotsky en esto tuvo razón.
      Más en concreto, no se puede decir que el fracaso de la URSS o del socialismo chino se haya debido a alguna medida de bloqueo de los países capitalistas. El hecho es que con bloqueos o sin bloqueos, hay que asumir que la construcción del socialismo no va a contar jamás con la colaboración del capital. Dicho de otra manera, es absurdo decir que quisimos construir el socialismo (en la URSS; China, Cuba, etc.) y no pudimos hacerlo porque el capitalismo (o el imperialismo yanqui y europeo) no ayudó a construir la nueva sociedad sin explotación (o boicoteó el comercio, etc.).
      Yendo ahora a Cuba, si mañana se levanta el bloqueo puede que mejore el aprovisionamiento de algunos bienes, pero no veo cómo eso podría revertir el curso creciente hacia una forma de capitalismo de Estado. Eso no depende de si EEUU toma tal o cual medida con respecto a Cuba. Ya dije que hay sectores de la dirigencia yanqui que dicen que el bloqueo es inefectivo para la restauración del capitalismo. El razonamiento de esta gente es que la entrada de mercancías y capitales de EEUU en Cuba va a acelerar la transformación capitalista (como ocurrió en China o Vietnam). No veo que aquellos que dicen que el problema central es el bloqueo respondan a este argumento.
      Vinculado a esto vuelvo a preguntar: ¿por qué hay que pensar que si se elimina el bloqueo se acabarán los privilegios burocráticos, la corrupción generalizada en el Estado, el descreimiento de las masas trabajadoras en el futuro socialista?
      Y no hay posibilidad de construcción socialista en estas condiciones.

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 18:28

  8. El bloqueo no es la causa fundamental de los problemas de Cuba, las contradicciones internas son la causa, las externas son la forma en que se manifiestan. Eso no elimina el hecho de que el bloqueo es un atropello y hay que denunciarlo y combatirlo. El hecho de que el bloqueo se use para ocultar las causas internas no nos exime de nuestro deber internacionalista de denunciar el bloqueo

    Me gusta

    fernando moyano

    16/07/2021 at 09:17

    • Coincido plenamente. Voy a escribir sobre este tema del bloqueo. En especial después de escuchar al Bregman, del PTS, en la TV (no se le cae una idea marxista ni de casualidad). Una primera cuestión que de debería aclarar: es imposible construir el socialismo en un solo país. En particular, es imposible construir el socialismo en Cuba, como un hongo en un mar de capitalismo. Y esta imposibilidad no depende de que haya o no bloqueo por parte de EEUU (en realidad, embargo).
      Por eso la nota de 2014-15 la comencé señalando que en las filas del capitalismo hay dos políticas en disputa sobre cómo acelerar una transformación hacia el capitalismo de Cuba. Por un lado, los que quieren endurecer el bloqueo (embargo), por otro lado los que dicen que hay que fomentar la entrada de mercancías y capitales. Esta última es la línea «Ulianov», que existió en los 1920 para la URSS (comentada por Lenin), y a la que adhiere un Obama, o el New York Times con respecto a Cuba..

      Puesto en otros términos: si mañana se levanta el bloqueo (embargo) de EEUU, ¿alguien cree que tomaría nuevo vigor una construcción socialista? Dado el dominio de la burocracia y las FFAA, dado el descrédito del régimen entre las masas trabajadoras, dados los mercados negros y «grises», dada la extendida corrupción estatal, y un largo etcétera, lo más probable es que en ese caso se refuercen los elementos pro-capitalistas. Con esto no estoy diciendo que los socialistas debamos defender el bloqueo. Simplemente estoy tratando de demostrar que los problemas son más profundos, «estructurales», diríamos. Por eso no existe esa suerte de receta mágica «todas las dificultades de Cuba se originan en el bloqueo, desaparecido este avanzamos de nuevo en la construcción socialista».
      Repito; el socialismo en un solo país es una utopía, y esta afirmación no depende de que haya más o menos embargo, o bloqueo. La URSS y los demás regímenes «socialistas» cayeron sin necesidad de que el capital recurriera al bloqueo.

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 11:32

    • Rolo
      Ya escribiste una nota o vas a escribir sobre las razones de la caida de la urss?

      Me gusta

      mariana

      16/07/2021 at 11:57

    • Algo sobre las razones de la caída de la URSS lo traté en la nota sobre la naturaleza social del régimen soviético. Ahora quiero concentrarme en la afirmación «el problema económico y social de Cuba se debe al bloqueo». Este argumento se presenta en diversas gradaciones. Los stalinistas más ortodoxos sugieren que la causa de las dificultades y padecimientos del pueblo cubano es el bloqueo (embargo) de EEUU. Algo así como si se eliminara todo funcionaría de maravillas. Otros atenúan el argumento: el bloqueo es el problema principal, pero además está la burocracia que agrava las dificultades. Esta idea la veo en notas sobre lo que ocurre en Cuba de trotskistas. Parecen desconocer que el problema de fondo es que es imposible la construcción del socialismo en un solo país, haya o no bloqueo, o embargo. Tengo muchas diferencias con Trotsky, como he expresado en notas y libros. Pero al lado de sus epígonos criollos, nacionalistas hasta la médula, Trotsky es un gigante.

      Me gusta

      rolandoastarita

      16/07/2021 at 12:17

  9. Yo comparto sus criterios. pero si digo sinceramente que no quiero a los cubanos matandose en las calle como en otros paises latinoamericanos y tristemente mucha gente de afuera si quiere eso. Como dice usted que el pueblo decidad (por pueblo me refiero a la mayoria pues este para nada es una masa homogenea)

    Me gusta

    cubano

    16/07/2021 at 10:54

    • Ahí se ve la necesidad del pluripartidismo.

      Me gusta

      Alberto Esparcia

      21/10/2021 at 06:49

  10. ¿Castro-stalinista? ¡Qué gran análisis científico!

    Me gusta

    carlos2000

    16/07/2021 at 19:16

  11. Buena nota Rolando, tengo el presentimiento de que se va a llenar de muchos trolls. No se deje provocar, saludos.

    Me gusta

    D

    17/07/2021 at 00:20

  12. Del Caño intentando explicar «el programa» del FIT con Fantino en Intratables

    Me gusta

    Carlos

    17/07/2021 at 21:04

  13. Esta nota tiene muchos aportes positivos, y en base a ello señalo: 1) La burocracia en Cuba no es estalinista porque el estalinismo no fue un régimen de un de capitalismo dependiente burocrático de estado como en Cuba, de la misma forma en Cuba no hay un «colectivismo burocrático» como «otro modo de producción» como en la URSS. Y si fuese estilismo meramente por las formas autoritarias de dirección, todos los partidos trotskistas son estalinistas, pero no hablamos de trosko-estalinisno. 2) La decisión sobre los cambios en Cuba corresponden al pueblo cubano, de acuerdo. Al pueblo cubano SIN bloqueo. 3) El levantamiento del bloqueo no significa recuperar el socialismo, de acuerdo. Igual corresponde denunciar el bloqueo. Pograma mínimo no es programa máximo. 4) No estamos de acuerdo con el «socialismo en un solo país», cierto. La revolución cubana nunca quiso hacer el socialismo en un solo país, en su internacionalismo tuvo un montón de barbaridades que criticamos, podemos criticar su forma y su oportunismo, pero no se la puede acusar de «socialismo en un solo país».

    Me gusta

    fernando moyano

    17/07/2021 at 22:38

    • Pienso que la caracterización de stalinista se adecua al régimen cubano. Entre otros elementos, economía estatizada., dirección burocrática (que implica explotación de la clase obrera por la burocracia); partido único, prohibición de tendencias, Estado represivo, ausencia de democracia obrera, reivindicación del socialismo en un solo país; aliento a políticas frentepopulistas y de colaboración de clases a nivel internacional; apoyo explícito a la política internacional de la burocracia soviética.
      2) La decisión de qué hacer -que incluye cómo responder al bloqueo, o embargo- corresponde al pueblo cubano. Es absurdo pensar que porque hay bloqueo el pueblo cubano no tiene el derecho a la autodeterminación. Y la autodeterminación demanda libertad de prensa, discusión; y libertad de organización política. Sobre el punto (3) no tengo divergencia, ya he dicho muchas veces que estoy en contra del bloqueo.
      (4) La Carta Magna de 1976 planteó la meta de construir el socialismo y avanzar hacia el comunismo. La desaparición de las consignas socialistas en las últimas décadas tiene que ver con el fracaso del objetivo de construir el socialismo en Cuba (y el fracaso del socialismo en un solo país en la URSS y otros países del «socialismo real»).
      Por último, no es que no esté de acuerdo con construir el socialismo en un país. El problema es que se trata de una imposibilidad. Y esto hay que decirlo.

      Me gusta

      rolandoastarita

      18/07/2021 at 00:10

    • ¿Democracia obrera implica aceptar tendencias que podrían plantear una restauración plena del capitalismo o eso debería ser innegociable en una democracia obrera?

      Me gusta

      Josejo

      23/07/2021 at 00:06

    • Por supuesto. El socialismo no se puede construir si la clase obrera no acepta el programa socialista. A título ilustrativo, puede consultar las notas sobre la represión a Kronstadt.

      Me gusta

      rolandoastarita

      23/07/2021 at 06:59

  14. Hola Rolando,
    Me parece interesante tomar como punto de partida lo que planteás acerca de que “es imposible la construcción del socialismo en un solo país”.
    Independientemente de las menciones a Trotsky sobre esta cuestión ¿Tenés escrito algo específico sobre el tema?
    Por lo pronto lo que se me ocurre pensar es cuál debería ser el eje de la lucha política y que programa se podría llevar adelante en el caso hipotético de alguna revolución triunfante.
    Además, qué podría haber ocurrido por ejemplo si no se hubieran impuesto “los privilegios burocráticos, la corrupción generalizada en el Estado” y otras tantas deformaciones ocurridas en el caso cubano. Es decir, hasta donde se podría llegar sin renunciar a priori a lograr objetivos marcadamente anti-capitalistas.
    Insisto, si la premisa es la imposibilidad de la construcción del socialismo en un solo país (y yo concuerdo) ¿Qué más que una especie de capitalismo de estado se podría llevar adelante?

    Me gusta

    Miguel

    18/07/2021 at 00:06

  15. Si, por ejemplo, en Chile se produce una rebelión que llega a tomar el gobierno, a lo Burkina Faso, estableciéndose un gobierno revolucionario: ¿Cuál debería ser el programa revolucionario de dicho gobierno en el aspecto económico? ¿Deberíamos pensar en una especie de transición al socialismo, pero que es esencialmente capitalista?¿Una forma intermedia entre socialismo y capitalismo?
    Un echo de tal naturaleza debe suponer que las fuerzas armadas burguesas, por alguna razón, se han puesto bajo las órdenes del gobierno revolucionario. Desde mi punto de vista, sí es posible un gobierno revolucionario, bajo la forma de una asamblea popular nacional, como el gobierno político del país; dentro de un régimen político donde la democracia directa tienda a ser lo dominante. Es obvio que tendrá que forjarse una economía pública que tendrá que convivir temporalmente con una economía privada.
    Por su puesto que todo esto no tiene nada que ver con lo que comúnmente se conoce como socialismo.
    Muchos elementos del modelo suizo, sobre todo su democracia directa, podrían ser de mucha utilidad.

    Me gusta

    Amauta

    18/07/2021 at 03:03

    • Sí, y eso ya está ocurriendo en Chile, por los caminos de la realidad que no de adaptan a nuestro guión. Antes de Suiza pensaría en Mariátegui. Es evidente que en Chile hay una vertiente que viene de los pueblos originarios. Allí había un matiz entre Marx y Engels y podemos recuperar esa discusión que es importante pero hasta ahí. En ese matiz prefiero a Marx, ¿qué fue eso de «pueblos sin historia»?

      Me gusta

      fernando moyano

      18/07/2021 at 10:35

  16. Hago una consulta desde mí más profundo desconocimiento.¿ La construcción del socialismo no va a venir de la mano de los países más adelantados ,según Marx?¿Cuál sería el sentido de construir éste en los países más atrasados? saludos y disculpen mí ignorancia

    Me gusta

    Gastón

    18/07/2021 at 11:46

    • Es evidente que Marx se equivocó, ¿no? Cometió el error del hipermétrope, ver muy cerca, en tiempo y espacio, lo que estaba lejos en tiempo y espacio. Es el error de todos los grandes visionarios en la historia. Y lo queda estaba lejos era también más diverso y complicado, no iba a pasar a la medida del libro, pero iba a pasar. Por eso Gramsci a los 15 días de Octubre 17 escribió La revolución contra El Capital. Cumplió y no cumplió con el libro. Y recordemos que ni Lenin ni Plejanov ni Martov ni ninguno se había propuesto otra cosa que una revolución burguesa para el mejor desarrollo del capitalismo y la explotación de los obreros, que el principal argumento de los narxistas que querían negar una revolución socialista en Rusia era según Vera Zasulich «lo dice Marx» y él contesta «a esos marxistas ni los conozco». Y Marx ya había adelantado el problema de «socializar la miseria» «traería de nuevo la vieja mierda», hasta eso vio Marx. Pero el señor Djilas no superó la visión conspiranoica de la historia, la historia es una lucha de grupitos que tienen cada uno su idea, y cuando ganan los de la idea equivocada es cuando se pudre todo. ¿Por qué? Porque ganaron los de la idea equivocada.

      Me gusta

      fernando moyano

      19/07/2021 at 09:46

    • Entonces de acuerdo a mi comentario en que estaba equivocado Marx?

      Me gusta

      Gaston

      21/07/2021 at 17:19

  17. Lo ha mencionado Federico Ragnau y vale la pena decir algo al respecto, al son de algunas de las cosas que anota Rolo, pero con «finale forte», del que soy enteramente responsable, por supuesto:

    «Privar a los comunistas de sus derechos de propiedad equivaldría a abolirlos como clase. Obligarlos a ceder sus otros derechos sociales, de modo que los obreros pudieran participar en la distribución de los beneficios producidos por su trabajo, —cosa que los capitalistas han tenido que permitir, en fuerza de huelgas y de ac-ciones parlamentarias—• significaría que se priva a los comunistas de su monopolio sobre la propiedad, la ideología y el gobierno.

    Esto sería el comienzo de la democracia y de la libertad en un régimen comunista, es decir, el fin del monopolio y del totalitarismo comunista .Mientras no suceda esto, no puede haber indicios de que ten-gan lugar cambios importantes, fundamentales, en los sistemas co-munistas, por lo menos a los ojos de quien reflexiona en serio el progreso social. En el sistema comunista, el poder y el gobierno son idénticos al uso, goce y disposición de casi todos los bienes de la nación. Quien alcanza el poder, obtiene privilegios e, indirectamente, obtiene pro-piedad .

    Por consiguiente, en el comunismo, el poder o la política, como profesión, constituyen el ideal de quienes tienen el deseo de vivir como parásitos, a costa de otros. Antes de la revolución, ser miembro del Partido Comunista significaba estar dispuesto a hacer muchos sacrificios. Ser un revolucionario profesional constituía un alto honor.

    Ahora que el Partido ha consolidado su poder, pertenecer a él significa pertenecer a una clase privilegiada . Y en la cima del Partido están los explotadores, los amos todopoderosos. Por largo tiempo la revolución y el sistema comunista han venido ocultando su verdadera naturaleza. La aparición de la nueva clase se ha disimulado con la fraseología socialista y, cosa más importante todavía, con las nuevas formas colectivas de propiedad.

    Marx no creó, realmente, ningún partido, Lenin destruyó todos los partidos excepto el suyo. Stalin relegó a segunda fila hasta el partido bolchevique, transformando su núcleo en el núcleo de la nueva clase, y convirtiendo al Partido en un grupo privilegiado impermsonal e incoloro.

    Marx murió en Londres como un exiliado pobre, pero apreciado por hombres sabios y honestos; Lenin murió siendo dirigente de una de las más grandes revoluciones, pero como un dictador en torno al cual se había empezado ya a formar un culto; Stalin murió después de haberse convertido en un dios. Estos cambios en la personalidad reflejan los cambios que habían ocurrido en el movimiento comunista y que eran su alma misma».

    «La Nueva Clase», 1957.

    Si la historia, en general, puede sintetizarse como la historia de la lucha de clases, la historia del movimiento comunista internacional, fundamentalmente en lo atinente al ejercicio del poder, al margen se proezas, sacrificios inimaginables y dosis de heroísmo sin par, es la brega empecinada e implacable por la abolición, lisa y llana, de todo vestigio de democracia.

    Mientras la izquierda no se haga cargo de ello; mientras no acepte que en nombre del ideal más bello de la historia moderna, el socialismo, ha admitico y practicado de manera generalizada, desde la sensura de prensa hasta el pogromo, pasando por la prohibición de partidos políticos, la persecución y el encarcelamiento arbitrario, el asesinato y la desaparición de sectores enteros de población, su palabra tan sólo será un sucio papel sin credibilidad de ningún tipo.

    Mientras se admita, con la misma naturalidad de quien bebe un vaso de agua, que tipos como Borón escriban que «(l)a ofensiva en contra de Nicaragua (va) adquiriendo fuerza a medida que las encuestas de opinión (anticipan) una rotunda victoria del sandinismo en las próximas elecciones presidenciales»; o que el señor Diaz Canel evoque «la determinación de Venezuela para enfrentar la disidencia», olvidando, ambos y quienes, como corderos, les secundan, que opinan olvidando miserablemente la sangre derramada de cientos de sesesinatos de personas inocentes cometidos por la policía, el ejército y los paramilitares, no mereceremos que se confíe un instante en nuestra predica.

    Me gusta

    Sergio Washington Piñeiro Miguens

    18/07/2021 at 12:03

  18. Los manifestantes que salieron por ejemplo en la localidad de Cárdenas le tiraron piedras al Hospital donde se atendía pacientes de covid, niños entre ellos; en la Habana agredieron a personas que alistaban locales para convertirlos en hospitales transitorios, en otros sitios desfilaban arropados con la bandera norteamericana, en otros sitios atacaron comisarias de policía pensando con ello los EE UU invadiría en su apoyo. En resumen no eran sujetos revolucionarios que salieron a la calle en pos de una sociedad más justa.
    Por otra parte, basta ver el despliegue que los multimedia han hecho de Cuba y el que hicieron de Colombia, es bochornoso, usted mismo a Colombia no le dedicó un pos (no se enfade, que usted como toda la izquierda y derecha creen que todo lo que hacen es bueno, cero autocrítica he visto nunca) y a Cuba aprovecha que se lo pregunten en la zona de Comentarios y despliega un artículo. Por qué no ha escrito de Haití, allí también se están manifestando hace mucho (pero aquellos «cuatro» negros no le importa a nadie), o de Sudáfrica, por poner un ejemplo?
    No se si usted o alguien ha visto en los manifestantes de Cuba o de Colombia o de Sudáfrica o de Chile o de Perú a esa nueva fuerza social que transformará el capitalismo, si lo ha visto está muy equivocado. En el mejor de los casos son unos enajenados hambrientos de comida y de tecnoconsumismo occidental.
    Me da mucha pena decírselo, pero los obreros en los que usted deposita tantas esperanzas lo que quieren es poder ser elegidos por el capital para ser explotados por el, de esa forma al menos tienen un salario para cubrir lo básico. A eso hemos llegado!!!
    Un saludo

    Me gusta

    Izquierdo Delgado

    19/07/2021 at 18:20

    • Su crítica no tiene sentido. Nadie considera que Colombia o Haití sean socialistas, o tengan algo que ver con el socialismo. Ni siquiera conozco a alguien de izquierda que defienda a esos regímenes. ¿Para qué iba a tratarlos en particular? La agenda de cuestiones que trato en el blog o en mis libros tienen que ver con una problemática específica, que gira en torno a la crisis del socialismo y la crítica al capitalismo. Es mi agenda de investigación y estudio y no tengo por qué darle más explicaciones sobre por qué he decidido que sea de esta manera. Comprendo que a los que defienden al stalinismo y diversas expresiones de socialismos nacionales y estatistas, les moleste, pero no es mi problema. Aunque al pasar, llama la atención (dado su reclamo) que no diga palabra sobre lo que escribo en la nota acerca del apoyo del castrismo a dictaduras brutales, empezando por la de Videla. Claro que esto no le impide pedirme autocríticas.
      Por otra parte, y naturalmente, como no tiene argumento alguno para demostrar que lo que digo en la nota no sea cierto, recurre a lo típico: «hablemos de otra cosa». Ni en eso es original.
      Por último, muy bueno eso de reprocharme por confiar en el poder transformador de la clase obrera. Explica en buena medida su defensa de los burócratas y milicos «socialistas». En fin, sospecho que este blog no es para usted. Para su alimento intelectual es suficiente con el Granma y sus profunda explicación de que toda la protesta cubana es armada por mercenarios del imperialismo.

      Me gusta

      rolandoastarita

      19/07/2021 at 22:21

    • Agregado: los comentarios son comentarios, no artículos. La longitud establecida para los comentarios son 10 líneas, con alguna flexibilidad. Si quiere escribir un artículo criticándome, este no es el lugar.
      En segundo término, los argumentos deben decir algo nuevo con respecto a lo que ya dijo en su anterior comentario. .

      Le gusta a 1 persona

      rolandoastarita

      20/07/2021 at 11:51

  19. Rolando:
    Profesor:
    ¿En la hipótesis de levantamiento de bloqueo y si entrasen en forma masiva mercancías extranjeras, eso podría provocar una distorsión en los precios relativos, salarios, desempleo y crisis en el balance de pagos teniendo en cuenta además que la demanda de divisas sería superior a las que genera por saldos que Cuba exporta, etc, o esa presunción sería incorrecta y no aplicable para este tipo de economía y habría que analizarlo de otra manera?

    Me gusta

    jhoosee

    20/07/2021 at 19:09

  20. Muy buenas tardes Profesor Es cierto que en cuba el modo de producción y sistema político tiene que ver bastante con el de los gobiernos de corte socialista-estalinista en la segunda mitad del siglo XX.por lo menos hasta 1991. Sin embargo hay que mirar ciertos matices. En el periodo especial se dio incentivo a una desestatización que fomentaba la producción individual-cooperativa en vez de granjas estatizadas junto con aparición de cooperativas. (aunque en Hungría por ejemplo funcionaban en la época de Kadar) eso explica que el sistema económico y político prosiga hasta en la actualidad. respecto al mismo orden politico que muchos hablan como una dictadura de partido, hay que decir que existen ciertas elecciones en niveles de poder tal como ocurre en China, quizás sea insuficiente pero tenga su contribución a futuro.

    https://www.researchgate.net/publication/271810136_El_desarrollo_agrario_en_Cuba_reformas_economicas_y_colectivizacion

    en este articulo hablan de reformas que tuvieron en cuba desde la década de lo 1970 que es cierto, tienen su paralelismo con el de otros gobiernos de la época ya sea Gierek en Polonia y el mismo Jikov en Bulgaria al buscar mejorar el nivel de vida, pero eso hablar de mirar mas a fondo como difería el sistema socialista-burocrático de cuba del de la unión soviética de la era de Brezhnev por ejemplo.

    Estoy de acuerdo con usted que la incidencia del bloqueo no es el único problema, pero en ese punto yo la pongo como muy decisiva. Uno reconoce que la ineficiencia del mismo sistema es otro factor crucial con la baja productividad y sometida a las trabas burocráticas. Sin embargo en un esquema económico en el actual en donde la inversión ya sea interna o externa es decisiva en el desarrollo y expansión de las mismas empresas, las sanciones expresas en la ley Helms-Burton, desestimulan de manera drástica las intenciones de invertir en sectores claves para la economía del país. solo basta ver los efectos que se presentaron en Corea del Norte por ejemplo. Cuba mientras tenga un estado de asedio que va más allá del simple bloqueo, se le dificulta bastante hacer las reformas necesarias para salir de su letargo actual.

    Me gusta

    Carlos mesa

    21/07/2021 at 16:54

    • Voy a publicar una nota mostrando la similitud entre el régimen soviético y el cubano. En cuanto al bloqueo, tiene cierta incidencia, pero no es determinante para un programa socialista. Sería paradójico pretender que la construcción socialista depende de la inversión capitalista extranjera. En todo caso, habría que decir la verdad a las masas trabajadoras. que el socialismo no se puede construir en un solo país. Algo que de hecho, con respecto a Cuba, lo demuestra la historia. Entre 1970 y 1989 Cuba dependió decisivamente de las subvenciones soviéticas. Luego de las remesas de exiliados cubanos (valor generado en el sistema capitalista), y del turismo que utiliza servicios y hoteles provistos en buena medida por capitales extranjeros. A lo que hay que sumar los beneficios que obtiene la burocracia por los médicos cubanos que trabajan en países capitalistas. Pienso entonces que el bloqueo (o embargo) hay que ponerlo en este contexto. E insisto en que su levantamiento posiblemente mejore el aprovisionamiento, pero también muy posiblemente acentúe las tendencias pro-capitalistas. Con un último agregado: el hecho de que el mayor exportador de alimentos a Cuba sea EEUU es otra muestra del fracaso de la administración burocrática, esta vez en el agro.

      Me gusta

      rolandoastarita

      21/07/2021 at 17:06

  21. El tema del socialismo en un solo país plantea dilemas muy importantes no ya sobre el problema de Cuba, sino sobre el propio programa socialista en general. Está claro que el socialismo como tal solo puede construirse a escala mundial o de un gran número de países, pero la experiencia histórica también demuestra que es perfectamente posible que un país en el que se realiza una revolución obrera puede quedarse aislado durante un período histórico relativamente prolongado.

    Como deben actuar entonces los dirigentes políticos de una revolución obrera victoriosa cuando, pese a tener el poder político en sus manos, no pueden avanzar hacia el socialismo debido a su situación de aislamiento?

    Imagino que es una pregunta cuya respuesta depende de muchísimas circunstancias concretas que no pueden responderse de antemano, pero en cualquier caso parece claro que no queda otra que aceptar buenas dosis de capitalismo en forma de inversión externa y participación en los mecanismos de competencia capitalista a escala mundial, con los peligros que conlleva de generar dinámicas internas que concluyan en una restauración plena del capitalismo.

    Me gusta

    David

    24/07/2021 at 14:57

    • David
      Yo creo que usted mismo se ha respondido la pregunta.
      Siempre se ha criticado por la izquierda radical a todos aquellos países que han iniciado transformaciones que algunos le han llamado socialista, pero no lo son ni pueden haber sido socialistas, porque el mundo no ha conocido otra división internacional del trabajo que no haya sido la capitalista.
      El caso concreto de Cuba que tanto se critica ha resuelto en algo más de 6 décadas, bloqueada por la potencia hegemónica del mundo capitalista, y prestando servicios a muchísimos países gratis o casi regalado, lo que América Latina no ha podido resolver en más de 200 años de capitalismo. Así que el resumen de la experiencia cubana muy positiva con todo lo que digan de ella.

      Me gusta

      Pedro M

      24/07/2021 at 16:58

    • Socialismo no es una mera «experiencia positiva» en servicios sociales. Con el agregado que los servicios sociales cubanos, en especial de salud, están en un estado muy malo, según muchos testimonios (que he recogido en la nota sobre Cuba). Por otra parte, en materia de desarrollo humano hay que evaluar la situación real de la población. Por caso, esperanza de vida, ingreso real por habitante, posibilidad de desplegar potencialidades derivadas del desarrollo de las fuerzas productivas. Por ejemplo, disponer de energía eléctrica, de servicios de internet, posibilidad de emplearse en la tarea para la que se está capacitado (un arquitecto que está manejando un taxi no se realiza). Y otros elementos que deben entrar en la valoración (por caso, ¿qué nos dice la extendida prostitución sobre la situación social de la mujer en Cuba?).

      Me gusta

      rolandoastarita

      24/07/2021 at 17:20

    • Estoy de acuerdo en que la cuestión del socialismo en un solo país plantea problemas. Sin embargo, lo que estoy intentando decir es que los marxistas debemos decir la verdad: es imposible construir el socialismo en un solo país. Por lo general, esto se oculta cuando se presentan programas de gobierno. Más precisamente, se formulan las cosas como si fuera posible construir el socialismo en Argentina, por ejemplo. Puede verse esta cuestión en el Programa del FIT. Tiene cantidad de medidas llamadas de transición al socialismo, pero en ningún lugar se aclara que el socialismo en un país es imposible. Mi impresión es que se trata de una muestra más del nacionalismo al que adhiere casi toda la izquierda en Argentina y creo que en el resto del mundo.
      Observemos en cambio lo que decía la Primera Internacional: «la emancipación del trabajo no es un problema nacional o local, sino un problema social que comprende a todos los países en los que existe la sociedad moderna y necesita para su solución el concurso teórico y práctico de los países más avanzados”. Esto lo escribió Marx, pero lo aprobaron organizaciones obreras que no eran precisamente seguidoras de Marx. Y no se deja el menor resquicio para abrigar ilusiones de tipo «socialismo nacional». Muy lejos del discurso que impera hoy, incluso en la izquierda más radicalizada.

      Le gusta a 1 persona

      rolandoastarita

      24/07/2021 at 17:09

  22. Reblogueó esto en Cuba Nuestra: Polémica.

    Me gusta

    cubanuestraeu

    26/07/2021 at 07:39

  23. Cuanto influye o no el bloqueo en la economia cubana? yo me lo pregunto todo el tiempo porque los extremos de que es la causa de todos los males o ser la justificacion ficticia de nuestros problemas nunca me han gustados. El cambio de administracion Obama a Trump me dio una oportunidad unica para entender el efecto bloqueo. Hagamos un experimento mental alteremos la variable bloqueo por el cambio de politica y mantengamos constante el resto de las condiciones corrupcion ineficiencia sequia …ect. preguntenle a sus amigos cubanos de 2017 a 2019 antes de la covid y el ordenamiento que paso en cuba. Solo en los 90 vi un deterioro tan brutal ese deterioro solo se lo puedo atribuir al bloqueo. A lo mejor estoy equivocado

    Le gusta a 1 persona

    cubano

    05/08/2021 at 14:28

  24. Engels declara la posibilidad del establecimiento del Socialismo en UK por via parlamentaria. Pero porqué era la primera potencia de entonces.

    Me gusta

    Alberto Esparcia

    21/10/2021 at 07:02


Dejá tu comentario