Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

De nuevo, sobre métodos de discusión en la izquierda

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En la respuesta a mi crítica de la posición del PTS ante el Gobierno FyF (expresada por su dirigente Guillo Pistonesi), Leandro Germán incluyó el cargo de que soy un marxista solitario. Luego Pistonesi, en un comentario enviado al blog, ahondó en el asunto: “A Astarita no solo no le molesta, sino que hasta casi hace alarde de ser “un marxista solitario”. Respondí explicando que estos ataques ad hominem buscan descalificar personalmente. En concreto, se sugiere que “Astarita no debe de tener razón porque está aislado, porque no está construyendo un partido, porque hace lo opuesto de lo que hacían Marx, Engels, Lenin y Trotsky”.

Así, la crítica originaria se metamorfosea en demandas al crítico: “explique por qué está aislado”, “explique si se jacta de estar aislado”; “explique por qué en lugar de escribir su blog no escribe en Izquierda Diario” (sic, original aporte de Pistonesi); y así de seguido. De manera que el eje ya no sería la caracterización del Gobierno por parte del PTS, sino mi actividad, relación con militantes o incluso estado de ánimo. ¿Me jacto o no de estar aislado? Importantísimo asunto a dilucidar antes de averiguar si, por ejemplo, el PTS hizo silencio o calificó de proimperialista el informe Bachelet.

De manera que en Comentarios escribí: “Un método jodido, ya que apunta a la descalificación personal. Los conozco. Cuando no pueden rebatir a alguien, lo tratan de destruir personalmente. Incluso lo he experimentado personalmente más de una vez. Lo que se da a entender es que el crítico es un intelectual pequeñoburgués individualista, que está solo porque es un jactancioso, que no acepta subordinarse a la disciplina proletaria y socialista de una organización revolucionaria. Lo cual es una buena manera de blindar a la militancia a las balas de la crítica. Fui militante del PTS durante un año, y antes de la corriente morenista, y conozco desde adentro los métodos que emplean”.

Pistonesi dijo entonces que me victimizo y me acusó de sacar a luz “posiciones sobre sucesos que habrían sucedido hace 30 años que ¡nunca hizo públicos hasta el día de hoy! Eso acá y en la China se llama sembrar “intrigas”, un método desdeñable que suele utilizar el enemigo de clase, y que hay que también abolir en las polémicas políticas entre revolucionarios”.

Una larga historia de métodos burocráticos 

Pistonesi afirma entonces que nunca hice públicas estas cuestiones hasta el día de hoy, y esto demostraría que soy un intrigante; y que utilizo métodos “propios del enemigo de clase.

La realidad es que desde hace años vengo criticando estos métodos. Lo he hecho en los 1990 desde la revista Debate marxista, y luego en este blog. Véase, en este último respecto, la nota “Métodos de discusión en ámbitos de la izquierda” (aquí). Es de marzo de 2011. Entre otras cosas, dije:

“… una cuestión que está implícita en lo que he explicado, pero que adquiere un fuerte peso cuando la pensamos singularizada en los seres humanos, de carne y hueso, que han padecido estos métodos. Me refiero a la destrucción moral de los “heterodoxos”, de los que no se resignan a ser repetidores de fórmulas bajadas por el sabelotodo comité central, dirigido por el sabelotodo compañero-dirigente-secretario-general. Afirmo que lo que se busca es quebrar espiritualmente al oponente de manera que no vuelva a levantar la voz. Por eso estos métodos, aplicados a través de los años, terminan dando resultados asombrosos. Hace años un viejo militante inglés, un intelectual, viendo en retrospectiva lo que había consentido (no queriendo ver lo que veía, con el argumento siempre a mano de “todo sea por la clase obrera y el partido”) se preguntaba con amargura cómo había tolerado extremos como la agresión física a militantes que se oponían a la dirección del partido al que pertenecía. La respuesta está en haber aceptado la lógica implicada en “las formas no importan”, “los marxistas discutimos así”, y el “todo vale” a la hora de “defender al partido”. Una vez iniciada esa senda, es muy difícil desandarla. Tal vez uno de los puntos de partida -aunque no el único- para iniciar una reconstrucción del movimiento socialista pase por revisar, muy críticamente, estos métodos.

Repito, Pistonesi, esto fue escrito hace mueve años. Pero por si no le alcanza, en “Comentarios” de esa nota amplié con un “He visto”.

He visto

He visto en organizaciones cómo se preparaban, por detrás, campañas difamatorias (“sospechamos que Fulano es agente de los servicios; no sabemos de qué vive; parece que es masón” [literal], etcétera) realizadas “boca a boca”, precisamente cuando “Fulano” había iniciado críticas a la dirección.

He asistido a “asambleas democráticas” en las que decenas de militantes ya iban, de antemano, convencidos de que lo que diría un opositor (de la dirección) en esa asamblea, era propio de un “contrarrevolucionario” (y no había manera de hacer escuchar un argumento, entre decenas de chicanas, y ataques de todo tipo).

He visto en organizaciones impedir la entrada a reuniones a oponentes, y sacarlos de locales partidarios, con patotas, para que no pudieran hacer oír su voz.

He visto cómo en organizaciones se mantenían “prontuarios” con antecedentes y puntos débiles de militantes, con los que se los chantajeaba cuando se oponían. Y todo esto en organizaciones que se consideraban, a sí mismas, antiburocráticas. (…)

He escuchado a dirigentes de partidos de izquierda decir que a los oponentes era preferible “fundirlos” (esto significa, lograr que dejaran la militancia activa), antes que se fueran a otro partido de izquierda. Y así podría seguir. Es la única manera de entender por qué hoy hay cientos (tal vez miles) de personas, ex militantes de izquierda, que reniegan de toda forma de organización. Esto ayuda a explicar también el fraccionamiento casi sin límites de organizaciones. Gente que se fanatiza, que no puede analizar dos argumentos seguidos, no tiene capacidad para procesar una diferencia”.

Termino, Pistonesi: usted dijo que nunca había hecho públicas estas cuestiones hasta el día de hoy, año 2020. Usted mintió. No solo las hice públicas hace muchos años, sino también, y me consta, esa nota la leyeron muchos ex militantes del PTS y de otras organizaciones que padecieron estos métodos. Y por más que quieran callarme, voy a seguir poniendo el dedo en estas asquerosas llagas de pus y mierda burocrática. Son demasiados los militantes que quebraron, hartos de las maniobras, bajezas, mentiras y calumnias, como para hacerme el distraído en este asunto.

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Written by rolandoastarita

06/10/2020 a 09:53

Publicado en General

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29 respuestas

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  1. Excelente.

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    Gerardo Daniel

    06/10/2020 at 10:24

  2. los que pasamos por las filas de estas sectas entendemos en carne propia tus palabras. Son de lo más certeras y lúcidas, compañero Astarita

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  3. Todos los días seguimos lamentando este tipo de prácticas brutales que se replican en los partidos, organizaciones sindicales, estudiantiles y demás dentro de la izquierda.. incluso aquella «nueva izquierda» y sus movimientos sociales han reproducido también estas acciones que a priori decían combatir.. mientras tanto, vemos un tendal de militantes desmotivados y desmoralizados que ya no saben cómo y con quién organizarse.
    Excelentes notas profesor Astarita. Esperemos que algún día estos métodos cambien.

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    Juan Manuel Martin

    06/10/2020 at 12:05

  4. Estimado Rolo, cuánta razón en tus palabras. Lo que hemos padecido en los partidos mencionados. No estás solo. Seguramente seamos muchos los marxistas con una mirada crítica a los métodos chicaneros y patoteristas de los partidos trotskistas con métodos propios del stalinismo más rancio. Saludos revolucionaros y mi apoyo y solidaridad con vos.

    Gustavo Ferreyra 011 5428 7911

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    Gustavo Ferreyra

    06/10/2020 at 12:53

  5. Excelente!

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    Nestor Gabriel Rivas

    06/10/2020 at 15:05

  6. Excelente

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    Mirta

    06/10/2020 at 16:06

  7. Tras cuarenta y ocho años de militancia partidaria, estoy sin partido. He visto y he sufrido métodos ajenos a la democracia obrera ejercidos en su nombre pero, quedarse en esto es, a todas luces, insuficiente. Los métodos organizativos están, directamente, relacionados, sin duda alguna, con la orientación y práctica políticas. ¿Alguien sabe decirme cuantos grupos se reclaman en el mundo del «trotskysmo»?, más fácil, ¿alguien sabe decirme, con alguna precisión, cuantas organizaciones internacionales dicen ser la IVª Internacional o un organismo intermedio en la vía de su construcción, reconstrucción o reconstitución?. No pretendo bromear solo poner el acento en las dificultades de construcción de partidos revolucionarios y de la IVª Internacional y por tanto reducirlo todo a una discusión maniquea entre buenos buscadores incorruptibles de la verdad científica y malos aparatos hijos bastardos del «estalinismo» me parece una simplificación inaceptable.

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    Francisco José Fernández Álvarez

    06/10/2020 at 16:53

    • En lo personal tengo una hipótesis de por qué en los grupos trotskistas proliferaron estos métodos, cuando el trotskismo, paradójicamente, surge criticando al stalinismo. En mi opinión tiene que ver, por un lado, con la táctica política de la agitación transicional.

      Por el otro, en la concepción de partido vanguardia que, «de ser necesario, debería ir contra los propios obreros en aras de salvar a la revolución» (lo de Kornstadt no fue un accidente, ni algo menor). Sin embargo, antes de entrar en esta cuestión creo que es necesario que nos pongamos de acuerdo en que el problema existe. Porque lo peor es que la mayor parte de la militancia niega que exista algún problema con los métodos que se emplean para liquidar diferencias.

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      rolandoastarita

      06/10/2020 at 17:30

    • Es hora de asumir que estos comportamientos están en la esencia jacobina del leninismo.

      Desde el momento en que te autoproclamás la vanguardia revolucionaria del proletariado, vale todo. La revolución pasa de ser un fenómeno socio histórico a ser «la causa» por la que vale la pena sacrificar todo, hasta la propia honestidad (mentir a sabiendas, calumniar al disidente) y sensatez (el doblepensar, sacrificar a la realidad por la ideología). El fin justifica los medios…

      Muchos marxistas tienen que hacer una autocrítica sobre cómo ignoraron los argumentos y las advertencias del anarquismo con la excusa de que era «utópico» y «no científico».

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      rubenestala

      08/10/2020 at 20:54

  8. Más allá de que en esto estoy totalmente de acuerdo con el autor de este blog, y considero que notas como ésta, y la anterior, son absolutamente necesarias, realmente es una pena que todo esto nos haya desviado de la cuestión central, a saber: discutir en qué medida se podría considerar progresivo (y por tanto «preferible») a un gobierno burgués con respecto a otro, ante la ausencia de una alternativa socialista. Teniendo en cuenta, además, que el capitalismo argentino literalmente se arrastra hace mucho tiempo con bajos niveles de acumulación del capital y productividad del trabajo, independientemente de que gobierne la «centro-izquierda» o la «centro-derecha». En algún punto, la llamada izquierda logra su cometido.

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    luisgac

    06/10/2020 at 17:42

    • Respecto de tu pregunta del criterio para calificar a un gob burgués, diría q el desarrollo de las fuerzas productivas es condición esencial para considerarlo progresivo. Lo q sucede es q dicho desarrollo no depende únicamente de la política de gobierno. Quizás si se puede decir que un proceso capitalista con desarrollo de la fuerzas productivas es progresivo frente a procesos que se declaran anticapitalistas pero en los q se estanca el desarrollo. Claro que habría q tener bien claro el criterio para definir desarrollo de fuerzas productivas.

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      Gus

      07/10/2020 at 00:33

    • Coincido con luisgac en el sentido de poder reencauzar la discusión hacia la cuestión central.
      Creo que podría ser un debate interesante que ayude a romper muchos preconceptos y eslóganes falsos como «la década ganada» o la «década neoliberal», etc.

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      Miguel

      07/10/2020 at 19:39

    • Me gustaría leer a Astarita sobre esto que dicen luis de alguna manera y, más acabadamente, gus. El desarrollo de las fuerzas productivas como motor casi exclusivo y como estrategia, una teoría de superación de Marx quien planteaba la dictadura del proletariado, que junto a la lucha de clases sería ahorrable, en pos claro del objetivo que todos queremos, una sociedad sin clases, el fin del hambre y la paz mundial…

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      Pedro

      10/10/2020 at 01:32

    • El desarrollo de las fuerzas productivas es el motor último del desarrollo histórico. Las relaciones sociales – y por lo tanto la lucha de clases – se establecen sobre cierto nivel de las fuerzas productivas. Esta es una idea central del marxismo. En lo que respecta a una construcción socialista, la ausencia de desarrollo de las fuerzas productivas no puede remediada o «compensada» con la lucha de clases.

      Por eso Marx decía que si se produjera una revolución socialista en un país atrasado o empobrecido, se recrearía la vida miserable anterior, dando lugar a burocracias y continuando el atraso. El tema tiene relevancia en lo que respecta a Venezuela. La caída de la economía tiene tal grado que debilitó «a la principal fuerza productiva», la clase obrera. Pero es más que «debilitar». Llevó a la descomposición social. Lo he planteado en muchas notas sobre Venezuela. Esto es, el resultado de este «socialismo siglo XXI» no solo es el retroceso del socialismo en el plano de la conciencia de las masas, y el retroceso político de la clase obrera, sino también su gigantesco retroceso, en tanto fuerza social.

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      rolandoastarita

      10/10/2020 at 06:41

    • Agrego sobre la primacía fuerzas productivas con respecto a lucha de clases: incluso para luchar debe haber un mínimo de alimentos para los que luchan. Esto es, un mínimo de producción. Si esto no ocurre, los hambrientos no van «a las barricadas», sino al pauperismo, el «sálvese quien pueda», el exilio.

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      rolandoastarita

      10/10/2020 at 06:45

    • Con respecto a lo que comenta Gus. Por supuesto que coincido con que el «desarrollo (capitalista) no depende únicamente de la política de gobierno». Es más: en un sistema de determinación privada de la inversión diría que incluso no depende principalmente de la política de gobierno. De hecho en un comentario a “Los que aprietan y los que ceden”…había opinado que antes de calificar a un gobierno burgués (siempre con respecto a otro gobierno burgués) como progresivo, habría que ver si el capitalismo como sistema, en un tiempo y espacio dados, opera como un modo de producción históricamente progresivo. La postura clásica marxista, es que un modo de producción es progresivo en la medida que desarrolla las fuerzas productivas. En particular, el capitalismo es progresivo en la medida en que, a través del desarrollo de las fuerzas productivas, elimina los modos de producción precedentes, extendiendo internacionalmente las condiciones generales de la transición a un modo de producción más avanzado. En ese sentido había comentado también en la misma nota de RA que a escala mundial el capital, aunque perdió el impulso del llamado boom de la segunda posguerra (hay claramente dos cambios en la línea de tendencia del crecimiento económico primero en 1974-5 y después en 2008-9), es evidente que en los últimos 70 años el modo de producción capitalista es en términos generales «progresivo». En cambio, la argentina de los últimos 30/40 años parece un país de «desarrollo medio estancado» más que «transicional». Desde ya, mientras que la línea general es ascendente, es lógico que dada la competencia internacional de capitales el éxito de algunos explica el fracaso de otros, mientras unos acumulan ventajas absolutas de costo, obtienen ganancias extraordinarias, acumulan más rápidamente el capital y concentran la producción y el mercado otros ven reducidas sus posibilidades. En suma que pasa esencialmente lo mismo entre los países capitalistas que lo que ocurre entre los capitales de un mismo espacio nacional. Pero además, mientras que en el país A la política económica del gobierno puede profundizar y extender las fases expansivas y minimizar (dentro de lo posible) las crisis, la del país B puede hacer exactamente lo contrario. Más aún: puede incluso generar crisis (digamoslo así) «exógenas», mientras que las crisis típicamente capitalistas son endógenas. Es un poco también lo que desarrolló RA en notas sobre la crisis argentina, aplicando el concepto de «estructura social de acumulación», sosteniendo además que las crisis argentinas podrían ser de «subinversión», o sea, que el esfuerzo inversor sería bajo o se invertiría poco en relación a la masa total de plusvalía, etc. Ese es muy esquemáticamente lo que opino acerca de la progresividad de los gobiernos específicamente capitalistas (y creo que no está en discusión que tanto el gobierno K y el gobierno M como ahora el FyF son gobiernos burgueses).
      Por último, en relación al comentario de Rolando, coincido con la idea de primacía de las fuerzas productivas con respecto a la lucha de clases. Me parece incluso más un principio del «materialismo histórico» que de la teoría económica. Alguno podrá decir que los trabajadores de Burundi tienen derecho a vivir como los de Alemania, pero por más huevos que tengan es imposible que logren esa conquista hasta tanto no alcancen niveles de productividad semejantes.

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      luisgac

      10/10/2020 at 22:19

    • Entiendo, lo que me genera duda es qué importancia le damos a la parte del «retroceso del socialismo en el plano de la conciencia de las masas» con el cual concuerdo completamente, por lo nefasto del chavismo (y antes del estalinismo y otros).
      Me parece de claridad meridiana lo que dice Gus y a la vez me hace mucho ruido. Cito: «Quizás si se puede decir que un proceso capitalista con desarrollo de la fuerzas productivas es progresivo frente a procesos que se declaran anticapitalistas pero en los q se estanca el desarrollo». Y antes incluso, para no limitar el planteo a la confrontación con ese segundo proceso (y que entendemos exactamente por eso, si real o no, etc.), Gus dice «criterio para calificar a un gob burgués, diría q el desarrollo de las fuerzas productivas es condición esencial para considerarlo progresivo».
      Entonces, esta progresividad, ¿significaría que desde el marxismo deberían abrazarse esos gobiernos? creo que compartirá conmigo en que no, ya voy a eso, pero antes que nada creo que esos lectores entienden algo así, al respecto le preguntaría ¿»que hacemos» (por decirlo de alguna forma) con estos «marxistas burgueses» asiduos lectores, para que dejen de ser «marxistas del capital»? Volviendo a la pregunta previa, en mi consulta inicial vinculé las fuerzas productivas con la lucha de clases (y en última instancia la dictadura del proletariado como sostenía Marx) justamente tratando de «ver la película y no la foto», por ejemplo, la lucha de clases en EEUU, como por ejemplo por la suba del salario mínimo, como algo a considerar mas allá de las ffpp vistas como un todo en general y el rol del gobierno de Trump en particular (por lo menos en la etapa prepandemia), en donde por un cálculo económico sería progresivo… todavía más, si es que consideramos el caos indefectiblemente unido a toda revolución o similar, ¿no volvemos al punto de ese marxismo burgués e incluso trumpista? Por último, yendo a Venezuela, y siguiendo lo que he leído de otros comentaristas, ante el desastre de Maduro, no debemos apoyar toda opción progresiva, más no sea con el desembarco de mercenarios pagos por EEUU como intentaron hace poco?

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      Pedro

      11/10/2020 at 11:25

    • El marxismo consideró progresivo el desarrollo de las fuerzas productivas por parte del capitalismo (ya que genera las condiciones sociales y materiales para la liberación de toda forma de explotación), sin por eso apoyar al capitalismo, ni a Estados o gobiernos capitalistas. Marx jamás elogió, por caso, a los gobiernos de Gran Bretaña de la época de la Revolución Industria. De la misma manera, consideró progresiva la incorporación de la mujer a la industria, sin por eso dejar de denunciar la explotación de las mujeres. Y así podría seguir. En otras notas planteé, por ejemplo, que los socialistas defendemos como progresiva la legislación que limita la jornada de trabajo, sin por eso defender a los gobiernos capitalistas que introdujeron esa legislación.

      En cuanto a apoyar la entrada en Venezuela de tropas extranjeras (sean de EEUU o de otro país), o de mercenarios, sería un desastre (siempre razonando con el criterio de qué favorece el desarrollo de una conciencia de clase, o de las fuerzas del trabajo). Incluso cohesionaría gente que hoy es crítica alrededor del régimen, y dividiría a las masas trabajadoras.

      De todas maneras, veo muy improbable una intervención de EEUU (una cosa es alguna banda de mercenarios, otra es una intervención del ejército de EEUU). No solo no hay condiciones al interior de la sociedad estadounidense para tal cosa, sino tampoco tiene apoyo de los gobiernos latinoamericanos. La realidad es que desde hace muchos años se está con esto de la intervención militar (y el gobierno de Maduro tiene mucho interés en enfatizar en ese peligro) pero no se produce. Pero además, y en última instancia, el desastre a que ha conducido el chavismo al país es la peor defensa contra una amenaza de intervención. Para hacer un paralelismo: el desastre humanitario que provocaron las políticas de Stalin en el campo, en los 1930, explica por qué, durante la ofensiva alemana, las tropas invasoras fueron bien recibidas por las poblaciones que estaban en la URSS.

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      rolandoastarita

      11/10/2020 at 12:43

    • Exacto, una cosa es la discusión sobre la progresividad del capital, su estado y forma de gobierno en un contexto dado, y otra muy distinta es como posicionarse políticamente frente a los mismos. Por otra parte, también podríamos matizar la idea de que desarrollo de las fuerzas productivas equivale a progreso social. Sin duda es impensable que exista progreso social sostenido sin crecimiento de la producción y la productividad del trabajo, pero, por ejemplo, no necesariamente más consumo masivo es igual a más progreso social. Doy un ejemplo sencillo que tomo de una nota de la BBC «¿Seguiremos los humanos volviéndonos más altos?» de Mayo 2015. Como todos sabemos un indicador de desarrollo de las fuerzas productivas es el aumento de la población. En los últimos 150 años la población mundial se septuplicó. Otro indicador es la altura de esa misma población. En los países industrializados el promedio de altura creció unos 10 cm en ese lapso. Los expertos dicen que hay una correlación entre salud, buena alimentación y calidad de vida, por un lado, y aumento de la altura promedio, por el otro. Pero la nota cita una excepción a la norma en países adelantados: en estados unidos la altura promedio no se modificó en los últimos 45 años: 176 cm en hombres y 163 en mujeres. De acuerdo a la fuente mencionada: «…esto se explica porque el acceso a una alimentación adecuada y a servicios de salud en EE.UU. no es tan bueno como el que contemplan los sistemas sociales europeos». O sea, eso de que el hombre produce pero también es producido, y si produce comida chatarra…Esto es consistente con el empeoramiento en ese país de varios indicadores sociales. Está claro que más producción es igual a más consumo, pero no necesariamente es igual a más progreso. No puede haber progreso social con más obesidad mórbida o desnutrición oculta.

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      luisgac

      11/10/2020 at 13:22

    • Más q a quien abrazar, creo q debe quedar claro que no se puede estar reivindicando un proceso «anticapitalista» en el q se estancan las fuerzas productivas. Creo que queda claro, un derecho como las «8 hs de jornada» se sostiene en tanto las fuerzas productivas lo permitan. En Argentina ese derecho está consagrado en los papeles y cada vez más avasallado en la práctica.
      En cuanto al avance de la conciencia del socialismo, creo que el desarrollo de las fuerzas productivas es lo q brinda terreno fértil para dicho avance. Obviamente no por arte de magia sino por medio de la acción política del marxismo. No tengo dudas que es más fácil discutir sobre socialismo en Suecia que en Bolivia (post década de Evo y toda la bola) , en Buenos Aires que en el interior de la Mesopotamia.

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      Gus

      11/10/2020 at 17:53

  9. Estos son los métodos por los cuales hoy en día hay más gente fundida que militantes activos en la izquierda. Pero hay que seguir y luchar contra esto.
    Dicho sea de paso, te digo que podrás ser un «solitario» en términos partidarios, pero respecto a la gente que te lee, te estudia, te critica, utiliza tus materiales, etc., no lo sos de ninguna manera.

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    Lilu

    06/10/2020 at 22:07

  10. Hola Rolando, ¿pudo leer esto? son una serie de Twitts que escribió Agustín Rossi y que Alberto Fernandez se encargo de compartir, dicen exactamente lo mismo que el pts, para Rossi este gobierno también esta a «a la izquierda de algo».

    «Tristeza y decepción al terminar la lectura de tu nota. Tanto te pide la derecha para aceptarte ? O es la fe de los conversos ? Que ha pasado en tu cabeza para descalificar a
    @alferdez
    , Pte de los Argentinos por ser profesor ?»

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    D

    07/10/2020 at 01:06

  11. Ese tipo de argumentaciones «ad-hominem» ocurren porque el 99% de los marxistas no tienen idea o no saben utilizar la lógica formal. Usan la «dialéctica» hegeliana, que no es otra cosa que basura retórica que atenta contra la razón. Es notable el daño que sigue haciendo Hegel después de muerto en la izquierda con su filosofía anti-científica e irracionalista.

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    Bilbo Scrotón

    27/08/2022 at 14:51

    • Anticientificos son los catastróficas o partidarios del decrecimiento,son terrplanistas de la economía política .

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      GUS LIZA

      28/08/2022 at 05:47

    • No se qué son «los catastróficas». Suena a banda indie o algo así. Y me parece que te equivocaste. Los anti-científicos son los que creen en el crecimiento infinito. Pero bueno, si hay boludos que creen que el marxismo es una ciencia o que Hegel era científico, entiendo que eso pueda generar confusión.

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      Bilbo Scrotón

      30/08/2022 at 22:26

    • Digamos que los que no piensan como usted acerca de qué es ciencia son lisa y llanamente «boludos». Bonita «ciencia» la suya.

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      rolandoastarita

      31/08/2022 at 08:16

  12. ¡Hola profesor! Me interesa conocer los textos de la revista Debate Marxista que ud. dirigió. Sabe dónde puedo conseguir ese material? Saludos.

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    Maximiliano

    10/02/2023 at 23:00


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