Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Marx y la tendencia a las crisis de sobreproducción

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En una entrada anterior (aquí) presenté la teoría de la crisis de Engels. La causa principal de la crisis, según Engels, es el impulso del capital a la sobreproducción y a la sobreacumulación. En esta nota muestro que Marx sostuvo la misma teoría.

 Para eso tomaré como referencia principal los borradores publicados como tomo II de Teorías de la plusvalía. En el capítulo 17 del mismo, que lleva por título “Teoría de la acumulación de Ricardo y crítica de ella (La naturaleza misma del capital conduce a las crisis)” encontramos los escritos más extensos de Marx sobre las crisis capitalistas. Ampliaré con referencias principalmente a El Capital.

El punto de partida, la naturaleza del capital

El punto de partida de la explicación de las crisis es el impulso del capital a aumentar la producción, el hecho de que a medida que se desarrolla modo de producción capitalista la escala de la producción se determina cada vez menos por la demanda directa. Marx escribe: “1) Cada uno de los capitales actúa en una escala que no se determina por la demanda individual (encargos, necesidades privadas), sino por el esfuerzo de realizar tanto trabajo, y en consecuencia tanto sobretrabajo como sea posible, y de producir la mayor cantidad posible de mercancías con determinado capital. 2) Cada capital se esfuerza por captar la mayor parte posible del mercado y por suplantar a sus competidores y excluirlos del mercado; competencia de capitales” (pp. 415-6, t. 2; Teorías…, énfasis añadido).

Poco más adelante: “El criterio de esta expansión de la producción es el capital mismo, el nivel existente de las condiciones de la producción, y el deseo ilimitado de los capitalistas de enriquecerse y ampliar su capital, pero en modo alguno el consumo, que desde el comienzo resulta inhibido, ya que la mayoría de la población, los trabajadores, solo pueden ampliar su consumo dentro de límites muy estrechos, en tanto que la demanda de trabajo, aunque crece en términos absolutos, disminuye en términos relativos, en la misma medida en que se desarrolla el capital” (pp. 422-3, ibid.; énfasis añadido). Más adelante insiste con la idea: la producción se lleva a cabo sin relación con los límites de consumo existentes, sino que la limita el propio capital. Esto es, la producción se lleva a cabo sin relación con los límites de la demanda. Se puede decir, por supuesto, que la demanda está limitada por la producción, en el sentido que no se puede consumir más de lo que se produce. Pero la producción no determina la demanda, ya que la primera tiende a independizarse de la segunda (p. 445, ibid.; énfasis añadido).También: “… la naturaleza de la producción capitalista consiste en producir sin tener en cuenta los límites del mercado” (p. 446, ibid.).

La misma idea encontramos en tomo 1 de El Capital: “Como fanático de la valorización del valor, el capitalista constriñe implacablemente a la humanidad a producir por producir, y por consiguiente, a desarrollar las fuerzas productivas sociales…. El capitalista solo es respetable en cuanto personificación del capital. En cuanto tal, comparte con el atesorador el afán absoluto de enriquecerse. Pero lo que en este se manifiesta como manía individual, es en el capitalista el efecto del mecanismo social, en el que el capitalista no es más que una rueda del engranaje. Por lo demás, el desarrollo de la producción capitalista vuelve necesario un incremento continuo del capital invertido en una empresa industrial, y la competencia impone a cada capitalista individual, como leyes coercitivas externas, las leyes inmanentes del modo de producción capitalista. Lo constriñe a expandir continuamente su capital para conservarlo, y no es posible expandirlo  sino por medio de la acumulación progresiva” (pp. 731-32, t. 1; énfasis agregado).

También en el tomo 2: “Al desarrollarse la producción capitalista, la escala de la producción se determina en grado cada vez menor por la demanda directa del producto y en grado cada vez mayor por el volumen del capital del que dispone el capitalista individual, por la tendencia de su capital a valorizarse y la necesidad de que su proceso de producción sea continuo y se extienda. Con ello crece necesariamente en cada ramo particular de producción la masa de productos que se encuentra como mercancías en el mercado o que busca salida. Crece la masa de capital fijada durante más o menos tiempo bajo la forma de capital mercantil. Se acrecienta, pues, el acopio de mercancías” (pp. 171-72, t. 2; énfasis añadido). Y en el tomo 3: “… el proceso capitalista de producción consiste esencialmente en la producción de plusvalía… Nunca hay que olvidar que la producción de este plusvalor  -y la reconversión de una parte del mismo en capital, o sea, la acumulación, constituye una parte integrante de esta producción de plusvalor- es el objetivo directo y el motivo determinante de la producción capitalista” (pp. 312-3, t. 3).

Naturalmente, ese impulso a la ampliación constante de la producción “constituye la base intrínseca para los fenómenos que aparecen en la crisis” (p. 422, t. 2, Teorías…). Se trata de crisis de sobreproducción general, no una crisis parcial por desproporción, o ajustes entre ramas (p., 446, ibid.). Esto se debe a que la acumulación en constante ampliación significa que el capital invertido en la producción crece en forma continuada, se acumulan perfeccionamientos técnicos, se desarrolla de manera acumulativa la capacidad productiva, todo lo cual “exige un mercado en constante ampliación” (p. 448, ibid.). Sin embargo, “el mercado se amplía con más lentitud que la producción; o sea, que en el ciclo por el cual pasa el capital durante su reproducción llega un momento en que el mercado aparece como demasiado estrecho para la producción. Esto ocurre al final del ciclo. Pero solo significa: el mercado está abarrotado. La superproducción se manifiesta. Si la expansión del mercado hubiese seguido el ritmo de la ampliación de la producción, no habría ni abarrotamiento ni sobreproducción” (pp. 448-9, ibid.; énfasis añadido). Poco más adelante explica que la barrera para el desarrollo de las fuerzas productivas es la sobreproducción de mercancías, y la imposibilidad de realizar sus valores. “[Ricardo] no puede admitir que ese modo de producción burgués contenga una barrera para el libre desarrollo de las fuerzas productivas, una barrera que aparece en la superficie de las crisis, y en especial, en la sobreproducción, fenómeno básico de las crisis” (p. 451, ibid.; énfasis añadido).

También en Teorías, pero en el tomo 3: “En cada industria, cada uno de los capitalistas produce en proporción a su capital, no importa cuales fueren las necesidades de la sociedad y, en especial, no importa cuál sea la oferta de los capitalistas competidores en la misma industria” (100-1, t. 3). “La sobreproducción, el sistema de crédito, etcétera, son medios con los cuales la producción capitalista trata de derribar sus propias barreras y producir por encima de sus propios límites” (p. 102, ibid.).

Propio del capitalismo

En contraste con lo que ocurría en la Antigüedad, el impulso a la sobreproducción es característico del modo de producción capitalista. En el régimen esclavista, por ejemplo, la masa de los productores se veía limitada a los medios de subsistencia básicos, y por lo tanto estaba excluida de la riqueza. Pero no había sobreproducción ya que “a los antiguos jamás se les ocurrió convertir el sobreproducto en capital. O, por lo menos, solo en forma muy limitada” (p. 452, ibid.). Es el mismo argumento con el que Engels demuestra, en el Anti-Dühring, que el consumo limitado de las masas trabajadoras –un fenómeno común a toda sociedad dividida en clase- no puede ser la explicación de las crisis de sobreproducción.

Marx explica entonces que en la Antigüedad había sobreconsumo de los ricos (que “en los últimos períodos de Roma y Grecia se convirtió en extravagancia demencial”) pero no sobreproducción. La acumulación de riqueza era por atesoramiento; y se usaba gran parte del sobreproducto para gastos improductivos. La sobreproducción es un fenómeno moderno, del capitalismo: “El desarrollo incondicional de las fuerza productivas, y por lo tanto la producción en masa, sobre la base de una masa de productores que se encuentran encerrados dentro de los límites de los medios de subsistencia necesarios, por un lado, y por el otro la barrera erigida por la ganancia de los capitalistas, [constituyen] la base de la sobreproducción moderna” (p. 452, ibid.).

La sobreproducción de mercancías es sobreproducción de capital (ya que el capital mismo está compuesto de mercancías). Y la sobreproducción de capital es la sobreproducción de valor destinada a producir plusvalía; o, desde el punto de vista material, es sobreproducción de mercancías destinadas a la reproducción, esto es, “a la reproducción en escala demasiado ampliada, que es lo mismo que la sobreproducción pura y simple” (456, t. 2, ibid.). Lo cual significa que “se ha producido demasiado con vistas al enriquecimiento”.

Más adelante, enfatiza que la sobreproducción es un fenómeno específico del capitalismo: “La sobreproducción está condicionada de modo específico por la ley general de la producción capitalista: producir hasta el límite establecido por las fuerzas productivas, es decir, explotar el máximo volumen de trabajo con el volumen dado de capital, sin tener en cuenta los límites reales del mercado o de las necesidades respaldada por la capacidad de pago; y esto se lleva a cabo por medio de una continua expansión de la reproducción y la acumulación, y entonces, por una constante reconversión de la renta en capital, en tanto que por otro lado, la masa de los productores se mantiene apegada al nivel medio de necesidades y tiene que mantenerse apegada a él de acuerdo con la naturaleza de la producción capitalista” (p. 457, t. 2, ibid.).

Baja de la tasa de ganancia y sobreproducción

A su vez, la sobreproducción es exacerbada por la tendencia a la caída de la tasa de ganancia. Es que la baja de la tasa de ganancia, vinculada a la acumulación del capital, “provoca necesariamente una lucha competitiva” (p. 329, t. 3, El Capital). Esta es acompañada por aumentos salariales transitorios, lo que lleva a una disminución temporaria de la tasa de ganancia. Y también empuja a la sobreproducción de mercancías: “Otro tanto se manifiesta en la sobreproducción de mercancías, en al abarrotamiento de los mercados. Puesto que el fin del capital no es la satisfacción de las necesidades, sino la producción de ganancias, y puesto que solo logra esta finalidad en virtud de métodos que regulan el volumen de la producción con arreglo a la escala de la producción y no a la inversa, debe producirse constantemente una escisión entre las restringidas dimensiones del consumo sobre bases capitalistas y una producción que tiende constantemente a superar esa barrera que le es inmanente. Por lo demás, el capital se compone de mercancías, y por ello la sobreproducción de capital implica sobreproducción de mercancías” (p. 329, t. 3, El Capital).

Esto es, la caída de la tasa de ganancia, por aumento de la composición del capital, exacerba el impulso a producir más y más, y la lucha por plusvalías extraordinarias mediante el cambio tecnológico, y la reducción de los costos de producción. Pero cuando las nuevas tecnologías se generalizan, bajan los precios, se exacerba la lucha competitiva, tiende a elevarse la parte de capital constante invertida en relación al capital variable, y baja la tasa de ganancia. Lo cual explica que la baja de la tasa de ganancia no sea sinónimo del debilitamiento de la acumulación. En este respecto Marx cita aprobatoriamente a Richard Jones, quien señalaba que “una baja tasa de ganancia se halla comúnmente acompañada por una rápida tasa de acumulación” (p. 340, ibid.). Por el contrario, aumentan los “alicientes y posibilidades de acumular”. Las razones: 1) crece la sobrepoblación relativa (lo que representa más masa explotable); 2) con el aumento de la productividad del trabajo aumenta la masa de valores de uso representados por el mismo valor de cambio, “es decir, los elementos materiales del capital”; 3) se multiplican los ramos de producción; 4) se desarrolla el sistema de crédito; 5) crecen las necesidades “y el afán de enriquecerse”; 6) “creciente inversión masiva de capital fijo”. En otros términos, y el punto merece subrayarse una vez más, en el enfoque de Marx la baja de la tasa de ganancia no debilita el impulso a la sobreproducción, a la sobreinversión o sobreacumulación del capital.

Conexión con el Anti-Dühring y con textos tempranos

La teoría de la crisis que recorre estos textos de Marx es la misma que encontramos en el Anti-Dühring, de Engels, que hemos analizado en la anterior entrada, ya referida. Pero también conecta con textos tempranos. Por ejemplo, en El Manifiesto Comunista Marx y Engels sostienen que con las crisis se extiende “la epidemia de la sobreproducción”. Es la crisis por exceso de producción, característica del capitalismo. Ocurre cuando la sociedad tiene “demasiados medios de subsistencia, demasiada industria, demasiado comercio”, cuando se ha producido por encima de lo que el mercado puede absorber. Entonces se paraliza la producción y caen las ventas. ¿Cómo supera la crisis la burguesía? Por un lado, destruyendo fuerzas productivas; por el otro abriendo nuevos  mercados y la explotación más intensa de los antiguos. Lo cual prepara crisis “más formidables y más generales”, al tiempo que “disminuyen los medios para prevenirlas”. O sea, la dinámica es crisis de sobreproducción → destrucción de fuerzas productivas → conquista de nuevos mercados y profundización de los ya existentes → desarrollo de la producción → nueva crisis de sobreproducción, y por ende para la formación del mercado mundial.

En el mismo sentido, en el “Discurso sobre el libre cambio” Marx decía: “Cuanto más aumenta el capital productivo, tanto más obligado se ve a producir para un mercado cuyas necesidades no conoce, tanto más precede la producción al consumo, tanto más tiende la oferta a aumentar la demanda y, por consiguiente, las crisis son cada vez más intensas y más frecuentes. Pero toda crisis, a su vez, acelera la centralización de capitales y hace crecer las filas del proletariado”.

Crisis cada vez más mundiales

Como se afirma en el pasaje que citamos de El Manifiesto Comunista, la burguesía sale de las crisis expandiendo los mercados, conquistando e incorporando bajo el mando del capital nuevas regiones y países. Se trata, de nuevo, de una tendencia inherente al capital, propia de la necesidad de expandirse para sostener la lucha competitiva y aumentar la valorización del capital adelantado. En los Grundrisse escribe Marx: “Así como el capital, pues, tiene por un lado la tendencia a crear siempre más plustrabajo, tiene también la tendencia integradora a crear más puntos de intercambio; vale decir… la tendencia a crear más plustrabajo como integración de sí misma; en el fondo, a propagar la producción basada sobre el capital… La tendencia a crear el mercado mundial está dada directamente en la idea misma del capital. Todo límite se le presenta como una barrera a salvar” (p. 360, t. 1).

Tendencia a la sobreproducción y crisis, e impulso a la creación del mercado mundial, y a crisis cada vez más mundiales, son dos caras de la misma moneda.

Teorías marxistas de la crisis y el enfoque estancacionista

La explicación de Marx (y de Engels) de las crisis por sobreproducción no ha sido, por lo general, bien recibida entre los marxistas. Algunos marxistas (como Itoh, Cleaver) afirmaron que Marx abandonó esa explicación –para reemplazarla por la teoría de la crisis “por lucha de clases” o “reducción del ejército de desocupado”. Pero los textos que citamos pertenecen a la obra madura, y no parecen apoyar esa tesis. Otros muchos marxistas –y esta es la idea más generalizada- plantean que Marx no presentó nunca una teoría más o menos elaborada de las crisis, y que es una tarea pendiente.

Es cierto que no hay una exposición sistemática, pero una y otra vez, en diversos pasajes, encontramos el mismo enfoque: impulso a producir por encima de la demanda, sobreproducción, caída de precios y ganancias, parálisis de la producción, etcétera. En este esquema básico se articulan otras instancias, entre ellas el crédito en tanto palanca de acumulación y de sobreproducción. Sin embargo, lo que enfatizo ahora es que los textos de Marx en que explica la crisis por la tendencia a la sobreproducción tendieron a ser relegados. ¿Cuál es la razón? ¿Acaso el fenómeno de la sobreproducción no se verifica? La respuesta es que sí se verifica, como veremos en futuras entradas. Por el momento mencionemos la crisis de 2008-2009: producción de viviendas, empujada por el crédito, que terminó en gigantesca sobreproducción, caída de los precios y las ganancias, crisis del sistema crediticio que arrastró al resto de la economía. Episodios de este tipo se ven una y otra vez a lo largo de la historia del capitalismo. Sin embargo, la teoría de la crisis por sobreproducción, de Marx y Engels fue más bien relegada. De nuevo, ¿cuál fue el problema?

Mi respuesta provisoria es: las explicaciones de las crisis se elaboraron dentro de un enfoque teórico estancacionista. Esto es, prevaleció la tesis de que el capitalismo, al menos desde la Primera Guerra, tiende al estancamiento. O a experimentar crisis de tipo crónico (duran décadas, hasta más de medio siglo). Las razones que se adujeron fueron varias: que los monopolios estancan el progreso tecnológico; que la debilidad del consumo de las masas trabajadoras hace imposible la realización del producto; que la hegemonía del capital financiero sobre el industrial frena el desarrollo de las fuerzas productivas; que la caída secular de la tasa de ganancia llegó a un punto en el que el estancamiento se ha convertido en la norma.

Sea cual sea la versión estancacionista, la sobreproducción “a lo Marx y Engels” no encaja en ella. Obsérvese que incluso se pasó por alto la idea de Marx de que la caída tendencial de la tasa de ganancia va acompañada del aumento de la acumulación. Y no me estoy refiriendo a un texto desconocido, sino a uno de los más leídos y citados, referido a la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Con el agregado de que la tesis de Marx tiene el apoyo de una amplia evidencia empírica (como mostraré en una próxima entrada).

En definitiva, pienso que estamos ante un problema de encuadre teórico, que incluso cambia los problemas y preguntas fundamentales que nos planteamos. Como lo expresé en alguna entrada anterior, si la situación normal del capitalismo contemporáneo (o desde inicios del siglo XX) es el estancamiento, y la crisis, el problema es explicar por qué hay períodos de desarrollo de las fuerzas productivas, de la acumulación de capital y el mercado. Las respuestas de los teóricos del estancamiento giran entonces en torno a “las condiciones excepcionales” que las posibilitaron; o, tal vez más generalizada, se afirma que el crecimiento “es ficticio”, “es mero crecimiento de deudas”, y similares. En cambio, si la tendencia del capital es a la ampliación de la producción a la manera que lo describen Marx, o Engels, el problema a explicar es por qué ese desarrollo de las fuerzas productivas termina en crisis de sobreproducción, que cada vez tienen un carácter más mundializado.

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Written by rolandoastarita

01/06/2020 a 11:35

Publicado en Economía

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59 respuestas

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  1. 🤣🤣🤣🤣 qué triste, se nota un esfuerzo académico importante pero el propio concepto de sobreproducción es absurdo desde el punto de vista austriaco. Todo es escaso, nada se puede sobreproducir desde el momento en que si se deja de producir el bien económico en cuestión vuelve a ser escaso y su precio se elevará como consecuencia de su escasez.
    Además, la palabra para lo que intentas explicar es DEFLACIÓN.
    Más MISES, menos MARX

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    RetóricaSocialista

    01/06/2020 at 12:00

    • «todo es escaso, nada se puede sobreproducir» tremendo aporte a la ciencia el de ustedes eh

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      german

      01/06/2020 at 16:05

    • Bueno, el aire y el agua del mar son súperabundantes por no se les puede poner precio. Por eso no tienen propietario.

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      RetóricaSocialista

      01/06/2020 at 16:30

    • Interesante. No hubo sobreproducción de petroleo (2020), ni hubo sobreproducción inmobiliaria(2008). Como se logra justificar el ir a contrapelo de la evidencia?. Según Ud nos cuenta, se consigue de manera simple; se cambia el nombre, mejor aun si este implica a los síntomas y no a las causas: deflación (no necesite usar mayúsculas para tamaño descubrimiento).
      Es del mismo modo como el gobierno chileno disfraza la estadística por covid19; se fallece por insuficiencia cardíaca, pulmonar etc., no por el virus

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      Cesar Hormazabal Fritz

      02/06/2020 at 17:27

    • No hubo sobreproducción de petróleo. La prueba es que se sigue produciendo y que al disminuir los niveles de producción el precio del petróleo producido y almacenado se elevará por la escasez, valga la redundancia, producida por la desaceleración de la producción.

      Tampoco se construyeron muchas casas en el 2008. La prueba es en EEUU 🇺🇸 la mayoría de las personas pagan alquiler.

      La crisis del 2008 fue provocada por el banco de reserva fraccionaria de EEUU (Reserva Federal) que alteró con su habitual intervencionismo la tasa de interés.

      Si sabes nada de la Teoría del Ciclo Económico de Mieses, te recomiendo empezar a leer.

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      RetóricaSocialista

      02/06/2020 at 22:55

    • Mises*

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      RetóricaSocialista

      02/06/2020 at 22:56

    • Las crisis no se explican por la tasa de interés. Pero no voy a discutir esto ahora. Ya en la crítica a la teoría del capital de Bohm Bawerk me referí a la base teórica del asunto (hasta ahora no leí respuesta alguna a esa crítica). Ahora solo destaco la manera en que niegan la realidad cuando no les encaja en los esquemas ideológicos. Decenas de miles de viviendas cuyos precios se derrumbaron muy por debajo de sus costos de producción. Barrios enteros sin estrenar, que se llegaron a dinamitar porque no había forma de vender las viviendas. Pero no hay caso, han decretado que en el capitalismo las crisis de sobreproducción no existen, y no les entra una bala. Tengo pendiente terminar un escrito sobre la teoría de las crisis de Hayek, pero de todas formas quisiera dejar señalado que Prices and Production nunca llega a estos niveles de negación de la evidencia empírica.

      Por lo demás, he criticado en varias notas a la teoría austriaca. Entre otras críticas específicamente la teoría del dinero de Mises. Pero de nuevo, no responden.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 06:50

    • Perdón pero la teoría de la “sobreproducción” está en contradicción plena con la Teoría del Valor Marginal. Además, de dinamitar casas, vuelvo y repito, crear escasez. Es una categoría praxeológica.

      Me parece, con todo respeto, que usted debe revisar seriamente sus fundamentos epistemológicos.

      La casas deben producirse porque no crecen en los árboles espontáneamente. Por ende, las casa son siempre escasas (lamentablemente cacofonía, no fu intencional).

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      RetóricaSocialista

      03/06/2020 at 14:38

    • Claro, si la teoría está en contra de los hechos, hay que negar los hechos. No existen. Como no puedo explicar la sobreproducción con la teoría de la utilidad marginal, la sobreproducción no existe. Bonita ciencia. Acorde, por supuesto, con los supuestos epistemológicos de Mises.

      Con respecto a la escasez, también ya se los expliqué a otros de su escuela. La escasez no existe en abstracto, tiene relación con determinado poder de compra y determinada demanda. Para ponerlo de manera que lo pueda entender un niño: en mi barrio no hay escasez de pan. Dada la demanda, dado el poder de compra para ejercerla, el pan no escasea. Y si al panadero un día se le ocurriera duplicar la producción de pan, sin que hubiera cambiado la demanda, habría exceso de pan, esto es, lo opuesto a la escasez. O sea, habría una pequeña crisis barrial de sobreproducción de pan. Y los precios se derrumbarían.

      El caso opuesto: en Venezuela sí hay escasez de pan (y de muchos otros alimentos). De manera que la escasez no se puede invocar en abstracto, separada de las relaciones sociales -y en particular, del poder de compra existente- que la contextualizan.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 17:27

    • “La escasez es una categoría praxeológica”, dije. Una categoría, y lo remito a Aristóteles, es una EXPRESIÓN CONCEPTUAL DE LA REALIDAD.
      Todo el corpus lógico aristotélico habla de eso, todo el maldito Organon.

      Las categorías son abstracciones!!! Claro que lo son. La escasez existe para el desde el momento en que se tuvo que instituir la propiedad, que es la única institución capaz de resolver el dilema siguiente: A quiere hacer algo aquello que B posee.

      Si el mundo fuera SÚPERABUNDANTE, como en el vergel bíblico, no haría falta producir absolutamente nada.

      Pero no, qué es lo más escaso qué hay en el jardín del Edén, el cuerpo de Adam y el cuerpo de Eva. Todo lo demás sobreabunda, por ende no tienen necesidad de trabajar, o sea, para que lo entienda un niño, NO TIENEN NECESIDAD DE PRODUCIR.

      Ahora a quién pertenecen los únicos bienes escasos qué hay en paraíso, pues, el cuerpo de Eva a Eva y el de Adán a Adán. Y si Adán quiere hacer algo con el cuerpo de Eva tiene que negociar. De lo contrario, al usar la fuerza estaría aboliendo la propiedad del propio cuerpo.

      La escasez es TAN REAL como el hecho de que CASI TODO debe ser producido mediante el trabajo. Ex nihilo nihil, recuerda?

      Ahora, el panadero no sobreproducirá pan porque nadie mejor que él sabe cómo asignar sus propios recursos. Si hornea muchos pasteles y la Feria del pueblo no tiene lugar, no podrá vender los pasteles al precio que tenía previsto pero podrá regalarlos y asumir el costo de producción como una pérdida provocada por el intervencionismo o por la naturaleza.

      Ahora es un hecho que mientras más se produce más se abarata el bien en cuestión. No pasa nada, esa es la razón por la cual la gente hace 20 años no podía tener 2 o 3 celulares, o tener una tele en cada habitación. No se sobreprodujeron, de hecho, esa es la meta del Mercado.

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      RetóricaSocialista

      03/06/2020 at 18:36

    • Mire, sinceramente no tengo muchas ganas de meterme en una nueva discusión con ustedes. Ya escribí bastante sobre esta corriente, y nunca responden. Y no es que evadan cuestiones secundarias, sino claves, como la teoría del capital, o la teoría monetaria.

      Pero además, hay una cuestión que efectivamente es epistemológica, y se refiere a las «construcciones imaginarias» que están en la base del método praxeológico. “La escasez es una categoría praxeológica”, y con eso por supuesto blindan el argumento a cualquier refutación empírica. Como dice Mises, las proposiciones de la praxeología no derivan del conocimiento experimental, ya que, como las de la lógica y la matemática, son de índole apriorística. Esto significa que su “correspondiente veracidad o falsedad no puede ser contrastada mediante el recurso a acontecimientos o experiencias”. De ahí la creencia -más bien propia de fanáticos- de que los teoremas que formula “el recto razonamiento praxeológico” no solo son “absolutamente ciertos e irrefutables, sino también reflejan la íntima realidad de la acción con el rigor de su apodíctica certeza e irrefutabilidad, tal como ésta, efectivamente, se produce en el mundo y en la historia” (de nuevo Mises).

      De manera que si al economista austriaco le decimos que no hay evidencia de que los consumidores ordenan sus preferencias como él dice que lo hacen, nos responderá que su afirmación no puede ser refutada por observación alguna, ya que deriva del análisis “de la esencia misma de la acción humana” (Mises). Tiene razón cuando usted afirma que las categorías que manejan son «abstracciones». Son abstracciones que no tienen punto que ver con la realidad social y económica del capitalismo.

      Por eso razonan con abstracciones. más precisamente con contrafácticos abstractos: «Si el mundo fuera SÚPERABUNDANTE, como en el vergel bíblico, no haría falta producir absolutamente nada». Claro, y si las vacas volaran llovería leche. Pero eso no tiene ninguna importancia para entender que en el sistema capitalista hay crisis (en la realidad, no en la imaginación) que se caracterizan por una superabundancia de oferta para la cual no hay demanda, a pesar de que los seres humanos tienen necesidad de eso que se les está ofertando. ¿O usted piensa que en EEUU, en 2008, no había necesidad de viviendas? Claro que había necesidad, pero eso no cuenta, porque había sobreabundancia de viviendas en relación no a la necesidad de viviendas para llevar una vida más o menos digna, sino en relación a una demanda condicionada socialmente por las relaciones de producción y distribución capitalista. Y es una tontería decir que con las crisis «no pasa nada» porque todo se arregla «regalando lo que se sobreprodujo». ¿En qué mundo viven ustedes? ¿No pueden parar con esto de las «construcciones imaginarias»? La sobreproducción no abre un escenario de alegre regalo de productos, sino de desvalorización masiva de capitales, cierre de empresas, desocupación, bajas de los ingresos. «No pasa nada». ¿Es broma?

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 19:04

    • Mire, voy a dejarlo aquí por dos razones: 1) porque no he negado que EXISTAN las crisis económicas, lo que niego es que sea INHERENTES al libre mercado; más bien se debe, entre otras cosas, al intervencionismo. 2) Por que es obvio que su crítica del método de las construcciones imaginarias es superfluo, pues, no toma en cuenta que la praxeología tiene su origen sí, en lógica aristotélica, tanto como el principio de regularidad de Hume… además, las matemáticas NO SON LÓGICAS en el sentido DERIVATIVO. L geometría euclidiana sí es lógico-derivativa pero no así el cálculo infinitecimal, puesto que rompe el principio de conmutación a la hora de sumar matrices, pongo por caso.

      No me ataque a mí, ataque mis argumentos.

      La manipulación de la tasa de interés pervierte la PREFERENCIA TEMPORAL creando un desbalance en el mercado, eso es tan obvio como los siguiente postulado praxeológico EL INCREMENTO EN LA OFERTA DE TÍTULOS DE PROPIEDAD NO TIENE COMO CONSECUENCIA UN INCREMENTO REAL DE LA PROPIEDAD

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      RetóricaSocialista

      04/06/2020 at 18:58

    • Usted lo que dijo es que no hay crisis de sobreproducción. Lo cual es negar la realidad. Lo dejé sin argumentos. Para defender lo indefendible, metió lo de la praxeología. Le demostré -con citas de Mises incluidas- que es una construcción artificiosa, y ahora mete frases sin sentido sobre las matemáticas, que no vienen al caso. Agrego al «método Mises»: la introspección como forma de investigación no tiene el menor sustento científico. Claro que a usted eso lo tiene sin cuidado. Ahora, ante la falta de argumentos, pide «ataque mis argumentos». ¿No tiene sentido del ridículo?

      Para colmo, ahora se mete con las preferencias intertemporales, como si eso diera algún argumento a favor de la teoría austriaca del capital y la inversión. Que, al pasar, no ustedes no la pueden rebatir. Hace años que les pregunto por qué no dicen palabra de la crítica a la teoría del capital de Böhm Bawerk, pero se hacen los burros, miran para otro lado.

      Como también hace años que se les ha demostrado que los precios de los medios de producción lógicamente no pueden establecerse por imputación desde los medios de consumo, pero sobre eso tampoco dicen palabra.

      A lo que agrego que desde hace años se ha demostrado que no tienen teoría del dinero, pero tampoco dicen palabra. Y con todo esto, y después de negar la existencia de sobreproducción, quieren explicar las crisis de sobreproducción.

      En fin, impresentable. No pierdo más el tiempo con usted. No tiene sentido.

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      rolandoastarita

      04/06/2020 at 23:19

    • Agrego: discutir con argumentos es bastante distinto a poner a un payaso en los medios a vociferar insultos e incoherencias.

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      rolandoastarita

      05/06/2020 at 09:11

    • Agregado: Creo que me quedé corto en la respuesta anterior. Es que parece imposible clarificar diferencias cuando se niega no solo la realidad, sino los argumentos que se le presentan. Afirmo que en 2008-9 se produjo una crisis de sobreproducción en EEUU, cuyo detonante fue la sobreproducción y sobreacumulación en el sector inmobiliario, construcción de viviendas. ¿Qué responde a esto? Pues que en 2008 no se construyeron muchas casas. ¡Pero si en 2008 se estaba en pleno derrumbe!! ¿Cómo se iban a construir casas en medio de la depresión?? ¿Qué sentido tiene «polemizar» así? Por otra parte, les presento el dato de que la participación del sector de construcción residencial en el PBI subió aproximadamente un 50% entre fines de los 1990 y 2006, y me dicen que no se construyeron casas. ¿Cómo pueden polemizar así? *

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 09:29

    • ¡¡¡¡Nooooo!!!!

      Es tan terrible su confusión, que no es capaz de acertar ni siquiera en las categorías básicas!

      ¿No le da vergüenza participar en un sitio con actitud profesoral cuando es evidente que no distingue a Pedro de Juan?

      ¡Y fíjese lo que le digo, no distinguir a Pedro de Juan, eh!!! Porque que no conozca a Juan… bueno!

      Pero que diga que no lo saca por Interpósita persona, es decir, por Pedro, hay que joderse!! 😁😁

      PS: hay que tomar un poco en broma los planteos de este naturaleza.

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      Sergio Washington Piñeiro Miguens

      02/06/2020 at 18:56

  2. Por mucho que me esfuerzo querido profesor, no veo la aparente incompatibilidad que usted describe entre los autores que observan una tendencia al estancamiento y los que ponen más de manifiesto las crisis de sobreproducción. Creo que la inobjetable tendencia decreciente de la tasa de ganancia establece un puente entre ambos enfoques. En cualquier caso, caracterizar la crisis del 8 como de ‘sobreproducción de viviendas propulsada por el crédito’ me resulta sumamente dudoso y forzado ya que el crédito hipotecario, como usted mismo explica, pertenece a la esfera de la circulación y por tanto podría ser el síntoma o el detonante pero en ningún caso la causa de la crisis.
    Quizás más bien podrían combinarse ambos enfoques, con los matices que se quiera, en lugar de confrontarlos como si fueran opuestos el uno del otro.
    Sea como sea, felicidades por el instructuvo texto. Siempre se aprende mucho de usted.

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    aapilanez

    01/06/2020 at 12:31

    • Si hay tendencia al estancamiento, no hay manera de que haya sobreproducción y sobreacumulación. Para decirlo de otra manera: no es posible entender la crisis de 1930 si no se entiende que en la década de 1920 hubo un importante desarrollo de las fuerzas productivas en EEUU; esto es, aumentó la productividad, la acumulación de capital y la producción. De la misma manera, no se puede entender la recesión de 2001 y la posterior crisis de 2008-9 si no se entiende que en la década de 1990 hubo un fuerte desarrollo, no solo en países como China, sino en el mismo EEUU (para dar un solo dato, en esa década la producción industrial aumentó 47%).

      Otra manera de explicarlo: puedo dar cantidad de ejemplos de grupos políticos y economistas que asocian «descenso de largo plazo de la tasa de ganancia» – «descenso de largo plazo de la acumulación capitalista y de la producción». Es una de las ideas más difundidas. Hace poco incluso leí el documento de un grupo político argentino que afirma que la economía mundial está en crisis desde mediados de los 1970, y la prueba de ello es que la tasa de ganancia en los 2000, o en los 1990, fue menor que a principios de los 1970. Estas cosas se escriben una y otra vez sin que a nadie le llame la atención. Están tan naturalizadas que se aceptan como verdades «evidentes». Por eso también no es casual que la tesis de Marx de las crisis por sobreproducción haya sido desechada.

      Por si no le queda claro: el punto en el que encuentro mayor resistencia a mis planteos, dentro de la izquierda, es cuando afirmo que en los últimos 50 años hubo un fuerte desarrollo de las fuerzas productivas. Y no se puede entender la mundialización (o globalización del capital) si se niega este hecho. Pero tampoco se pueden entender las crisis de sobreproducción con alcances cada vez más mundiales si se sigue con la idea del estancamiento crónico. Por eso tampoco es casual la difusión que han tenido las explicaciones «estancacionistas» entre marxistas y público de izquierda (como digo en la nota, por monopolio, por subconsumo, por caída tendencial de la tasa de ganancia, etcétera).

      Con respecto a la crisis de 2007-9, fue efectivamente de sobreproducción. No puedo repetir aquí todo el argumento; lo expliqué en notas y libros. Básicamente: el desarrollo de los 1990 llevó a una crisis de sobreproducción y sobreacumulación, en particular sobreinversión en tecnologías comunicacionales e informáticas (la crisis asiática también fue de sobreproducción, en particular en semiconductores). Esa sobreproducción llevó a la recesión de 2001. Y dio lugar a una situación de plétora de capital. Lo cual generó el combustible para la sobreexpansión del sector de la construcción (la participación de la construcción en el PBI creció un 50% en pocos años). A su vez, esta sobreproducción no se puede entender sin el concurso del sistema de crédito.

      Un agregado a todo esto: en los 25 años previos al estallido de la crisis no se advierte ninguna tendencia clara a la caída de la tasa de ganancia en EEUU.

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      rolandoastarita

      01/06/2020 at 14:31

    • es real que la tasa de ganancia a nivel mundial y/o en Estados unidos es menor ahora que en los 1970 o 1960? cuales son los datos que hay que tomar en cuenta para ver la tasa de ganancia porque hay muchos cuadros estadisticos que difieren mucho entre si, depende a que autores uno lea

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      benjamin

      01/06/2020 at 22:09

    • Muchas gracias por la respuesta, como siempre jugosa e ilustrativa. Asimismo, entiendo lo que dice y el argumento subyacente. Sin embargo insisto en que no acabo de ver esa incompatibilidad que usted recalca entre estancamiento y sobreproducción. Para evitar la prolijidad recurriré a dos argumentos que espero aclaren someramente lo que quiero decir.
      En primer lugar creo que uno de los motivos de esa aparente contradicción reside en el papel de las finanzas, el capital ficticio marxiano y su interacción con la ganancia y la acumulación en el último medio siglo -si no más-. Me voy a remitir a una cita de Husson -también Lapavitsas lo estudia a fondo en un libro de título muy ilustrativo: Beneficios sin producción-:
      «Las burbujas financieras están alimentadas por la creación
      permanente de «capitales libres» en busca de una rentabilidad
      extra (tal como Marx hablaba de plusvalía extra). Su fuente
      principal es el crecimiento tendencial de la ganancia no acumulada,
      a su vez resultado de un doble movimiento: por una
      parte, la regresión generalizada de los salarios y, por otra, el
      estancamiento –incluso la regresión– de la tasa de acumulación
      a pesar del restablecimiento del índice de ganancia. Si
      bien el índice de ganancia y las tasas de acumulación evolucionaron
      paralelamente hasta el inicio de los años 1980, después
      comenzaron a diverger. La separación entre las dos curvas
      (la zona gris del gráfico 1, página siguiente) mide el aumento de
      la fracción no acumulada de la plusvalía, que constituye un
      buen indicador de financiarización» https://issuu.com/pepluis/docs/crisis
      Creo que aquí hay un nexo con su argumento: el capitalismo financiarizado -al menos en el centro, no así en la periferia- restablece la ganancia tras la crisis de los 70 -la estanflación también es un buen proxy de esa tendencia- a través, fundamentalmente, de la ganancia financiera. Y desplaza la acumulación tradicional y el grueso de la producción industrial -las cadenas de valor- hacia las zonas deslocalizadas de la semiperiferia. Sé que es excesivamente esquemático y matizable pero creo que es el único enfoque que permite entender la interacción entre la explosión casi ilimitada del casino global y la atonía productiva. El ejemplo que pone usted del crecimiento acelerado de las industrias de las tecnologías punta de la informática creo que abunda en lo anterior, como refleja la paradoja de Solow: las ganancias de productividad y la generación de plusvalor son insuficientes -al menos, insisto, en el Centro capitalista- en comparación con la industria fordista para sostener una acumulación saludable.
      Por tanto, la finanza incide en el curso de la acumulación como un propulsor de la ganancia -frágil, basada en burbujas de crédito- en el Centro global y un factor -a través de la desregulación de la cuenta de capital – de desplazamiento de la industria fordista a la semi periferia. Esto explicaría en mi opinión el decurso, sólo aparentemente contradictorio, de ambas variables.
      En segundo lugar una cuestión más terminológica: como usted refiere, el análisis marxiano, si bien extraordinariamente exhaustivo y fértil, no es en algunos puntos suficientemente sistemático o aclaratorio. Por tanto, y a veces, todo hay que decirlo, de forma más escolástica-exegética que partiendo de la materialidad de los hechos, como refiere usted también, han corrido ríos de tinta -océanos cabría decir- sobre estas arduas cuestiones: la polémica decimonónica sobre el derrumbe, la caracterización de las crisis -subconsumo, sobreproducción, baja rentabilidad, etc- la tasa decreciente de ganancia y demás conceptos claves del análisis marxista. Y a veces en mi opinión se hipostasiaa demasiado el concepto oscureciendo el objeto material de análisis.
      Le pongo un ejemplo digamos metodológico: Anwar Shaikh tiene un texto extraordinario (https://marxismocritico.com/2011/10/12/cuentas-de-ingreso-nacional-y-categorias-marxistas/) en el que analiza profundamente las enormes dificultades de agregación que supone el uso de la contabilidad nacional estándar para el cálculo de las categorías básicas marxistas (plusvalía, tasa de ganancia, capital constante y variable, etc.). De ello se deriva una extraordinaria dificultad y complejidad de los cálculos y en no pocas ocasiones divergencias significativas. Creo que de esa disfunción continua y déficit estadístico -aparte de la indudable falta de claridad de algunos conceptos- deriva una parte importante de las polémicas interminables sobre por ejemplo la evolución de la tasa de ganancia. Digamos que me resulta más fértil el análisis procesual-material de la realidad concreta que las disquisiciones escolásticas sobre la adecuación de un concepto para caracterizar una situación.
      Le pongo sólo un último ejemplo para no extenderme más: el tratamiento de la ganancia financiera y su interacción con la «productiva». ¿Hasta qué punto el crecimiento de la ganancia que usted describe en Usa en los últimos 25 años no representa capital ficticio y ganancias de derivados y demás entelequias -recompras de acciones- ?.
      Por tanto podría ocurrir que ese incremento sea compatible con un descenso proporcional de la acumulación productiva y el estancamiento.
      Lo dejo aquí, rogándole disculpe el atropellamiento y agradeciéndole de nuevo su atención y detalladas explicaciones

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      aapilanez

      02/06/2020 at 08:54

    • Por favor, intente ser un poco más breve, son «comentarios», no artículos.
      Bien, intentando ser yo lo más breve posible, su comentario, y las citas de Husson son muy expresivas de lo que critico. Lo que prevalece es la tesis del estancamiento del capitalismo. La tesis también de Chesnais (viene repitiendo el diagnóstico desde hace décadas, lo cito por la afinidad a Husson).

      Veamos algunas cuestiones. Escribe: «Las burbujas financieras están alimentadas por la creación permanente de «capitales libres» en busca de una rentabilidad extra (tal como Marx hablaba de plusvalía extra)».

      Las plusvalías extraordinarias de las que habla Marx son fruto de trabajo productivo. No tienen nada que ver con las burbujas financieras en las que crece el capital ficticio producto del apalancamiento.

      Escribe: «Su fuente principal es el crecimiento tendencial de la ganancia no acumulada, a su vez resultado de un doble movimiento: por una parte, la regresión generalizada de los salarios y, por otra, el estancamiento –incluso la regresión– de la tasa de acumulación a pesar del restablecimiento del índice de ganancia».

      Si aumenta la ganancia es porque hay trabajo productivo (esto es, trabajo que genera plusvalía). Si hay trabajo productivo, hay acumulación, esto es, reinversión de la plusvalía para producir más plusvalía. Y esto no puede ocurrir si hay estancamiento («e incluso regresión») de la tasa de acumulación durante 40 o 50 años. No tiene sentido desde el punto de vista de la teoría, y tampoco se verifica en la práctica. La tasa de expansión de la producción, el crecimiento económico promedio, la inversión, el aumento del capital fijo, en los últimos 50 años, fueron SUPERIORES a las tasas promedio de acumulación, crecimiento del producto, crecimiento del capital fijo, promedio que hubo entre 1820 y 1870 (para comparar con 50 años típicos de «desarrollo de las fuerzas productivas»). Voy a volver a publicar datos sobre estas cuestiones. De todas formas, soy escéptico acerca de la efectividad. Vengo discutiendo estas tesis del estancamiento crónico desde hace 30 años (fue el punto de partida de mi ruptura con el trotskismo) y veo que no avanzamos un milímetro. ¿Cómo pueden explicar la mundialización del capital, la expansión del capitalismo en los territorios de los ex socialismos reales, con esta tesis de «estancamiento secular», «no hay acumulación», «todo es crecimiento de capital ficticio»?

      Por otra parte, sobre la ganancia financiera, he presentado datos demostrando que, empíricamente, tampoco se verifica que del sector financiero obtenga, sistemáticamente, tasas de ganancia más elevadas que otros sectores. Sí se verifica que las ganancias de los bancos oscilan más que las ganancias de otros sectores, la industria por ejemplo. Pero no que en promedio sean más elevadas (al pasar, ¿por qué el capital invertido en industrias, tecnologías informáticasa, comunicaciones, energía, comercio, aceptaría una tasa de ganancia sistemáticamente más baja que los bancos, sin trasladar capital a ese sector? Es incomprensible).

      Por otra parte, he escrito bastante sobre derivados. Pensar que de conjunto las operaciones con derivados pueden dar plusvalía es no entender qué son los derivados. Remito a lo que expliqué en una muy extensa nota que escribí precisamente porque estoy cansado de ver las cosas que se dicen sobre esto, sin el menor fundamento. Pero se mantienen como relatos que se repiten interminablemente. Es la misma línea de pensamiento de Chesnais y seguidores, cuando decía que el capital financiero se enriquecía haciendo operaciones especulativas de compra y venta. ¿Cómo se puede generar plusvalía comprando y vendiendo papeles? No tiene lógica. Y lo mismo se aplica a derivados. Si compro un call, y lo ejerzo a la fecha de vencimiento porque el precio me conviene, no he generado con esa operación plusvalía extra; simplemente mi ganancia es la pérdida de ganancia del lanzador del call. Hilferding, hace 100 años, lo entendía muy bien (tratando con futuros).

      Escribe: «El ejemplo que pone usted del crecimiento acelerado de las industrias de las tecnologías punta de la informática creo que abunda en lo anterior, como refleja la paradoja de Solow: las ganancias de productividad y la generación de plusvalor son insuficientes -al menos, insisto, en el Centro capitalista- en comparación con la industria fordista para sostener una acumulación saludable».

      El ejemplo que puse yo es un crecimiento del 46% de la producción industrial en EEUU durante la década de los 1990. Esto es, dejando de lado la industria de software. Dejando de lado también el crecimiento productivo de China y otras regiones. Por otra parte, ¿hay datos para sostener que las plusvalías de las industrias «de punta» hoy son menores que las ganancias de la industria «de punta» de los 1920 o 1930, la cadena fordista en el automóvil? Pero además, ¿menores al punto de poder afirmar que hay «estancamiento secular»?

      No puedo seguir respondiendo problemas, prometí ser breve. Pero no puedo dejar de señalar también mi discrepancia profunda, (porque hace al método) con los cálculos de Shaikh sobre t. de g. El problema que tuvo Shaikh fue que su pronóstico de la fase depresiva Kondratiev no se cumplió en absoluto (toda la tesis de los Kondratiev no resiste la prueba empírica). El hecho entonces es que como no le cerraba, decidió que hay una t. de g. esotérica, esto es, solo para entendidos en marxismo, que es la que vale, y es la que siguió para abajo. Una construcción para no revisar lo que se dijo. Pero la realidad es que la t. de g. es una variable «exotérica» (para usar la terminología de Marx). Es la variable que registran los capitalistas, que recogen los organismos estatales de estadísticas, etcétera, ya que guía las inversiones. Y la t. de g. creció a partir del punto mas bajo de finales de los 1970 en EEUU.

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      rolandoastarita

      02/06/2020 at 10:26

    • Le agradezco de nuevo la respuesta y le doy la razón: no fui breve. Pero también le riño cariñosamente: la culpa la tienen sus enjundiosas respuestas.
      Ahora sí cumpliré mi promesa, espero: sólo dos matices.
      -Leí sus magnificos textos sobre derivados -aparte de haber estudiado algo el tema- y ni por asomo se me ocurriría afirmar que ‘las operaciones con derivados puedan dar plusvalía’ pero sí, como usted sabrá perfectamente, que los swaps de tipos de interés y de divisas son un rubro relevante de la cuenta de resultados financieros de todas las grandes corporaciones.
      -Usted dice: ¿por qué el capital invertido en industrias, tecnologías informáticas, comunicaciones, energía, comercio, aceptaría una tasa de ganancia sistemáticamente más baja que los bancos, sin trasladar capital a ese sector?
      Diría que de hecho sí que lo hacen. Sin ir más lejos lo demuestra el crecimiento del sector global de las finanzas y en concreto el de los mastodontes bancarios y las extraordinarias imbricaciones accionariales entre dichos sectores -altamente beneficiados por cierto por la política monetaria y las burbujas de activos bursátiles en la última década-.
      Le prometí que no me extendería y ya estoy haciéndolo. Le ruego me disculpe y gracias de nuevo por sus jugosas respuestas

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      aapilanez

      02/06/2020 at 11:58

    • Algunas precisiones breves
      a) Los swaps de intereses tampoco son fuente de plusvalía. En este tema de derivados lo que critico es la idea, tan expandida, de que estos instrumentos pueden generar plusvalía.-
      —–
      b) Las finanzas crecieron rápidamente. Es un reflejo del aumento de la producción de plusvalía, esto es, de la acumulación del capital y la expansión geográfica del capitalismo. Un fenómeno contemplado por Marx. El sistema crediticio impulsa la acumulación de capital (por eso Marx dice que es una palanca de desarrollo de las fuerzas productivas) y al mismo tiempo es una palanca de la sobreproducción. Esta dialéctica es pasada por alto por las tesis del estancamiento o la crisis crónica. Han reducido la cuestión financiera a «es todo capital ficticio y especulación». En muchos casos sin siquiera entender de qué van los sistemas financieros.

      c) Fíjese cómo todos somos un poco presas de lo «políticamente correcto» en la izquierda. En su anterior comentario usted se refiere a la «estanflación». Yo lo leí y lo pasé por alto. Como si fuera la cosa más natural. Y en realidad, ambos sabemos que hace 40 años la inflación dejó de ser un problema importante para el capitalismo central (y hará unos 30 para casi todos los países atrasados).

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      rolandoastarita

      02/06/2020 at 13:09

    • Algunas precisiones muy breves también:
      -No creo que nadie en su sano juicio pueda afirmar que un volumen nocional de 600 billones en swaps de intereses pueda ser ‘fuente de plusvalía’ ni de nada que se le parezca.
      -‘Las finanzas crecieron rápidamente. Es un reflejo del aumento de la producción de plusvalía, esto es, de la acumulación del capital’. Precisamente esto, si no ando errado, es lo que dice Husson. Bueno, dice más cosas pero a eso me refería cuando le decía que no acababa de ver la absoluta incompatibilidad entre las dos aproximaciones.
      -‘Hace 40 años la inflación dejó de ser un problema’ De acuerdo, pero hasta entonces lo fue. La cuestión es por qué dejó de serlo. En cualquier caso, y volviendo a la cuestión terminólogica y de macromagnitudes del texto de Shaikh, el concepto tradicional de inflación de consumo o el de deflactor del PIB los carga el diablo y en mi opinión no reflejan la auténtica función de la inflación en la etapa actual como propulsor de desigualdad a través de la inflación de activos, principalmente inmobiliarios

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      aapilanez

      02/06/2020 at 16:35

    • La caracterización de que la economía está estancada, o en crisis secular, o desde hace 50 o 60 años, es la constante en casi toda la izquierda. Son incontables las veces que marxistas han caracterizado la situación del capitalismo como «onda larga depresiva», «giro a la depresión»; que han puesto todo el énfasis en «el crecimiento es ficticio», «la acumulación es anémica», «todo es especulación», «lo único que crece es el capital financiero», y estas afirmaciones por años y años. Y hoy vuelvo a ver lo mismo. Insisto, es imposible entender lo que enfrentamos con estas afirmaciones. Justamente acabo de sacar los promedios de crecimiento de EEUU en los 1990: 3,23% de promedio anual en la década. Pues bien, mientras esos sucedía los marxistas seguían hablando de «crisis crónica desde 1975». Y todo lo que leí que viene del lado Husson gira siempre por el mismo carril. Por supuesto, tienen matices, pero no advierto que nadie desentone.

      Por último, la inflación ayuda al crecimiento de la desigualdad; pero también la «no inflación»; y también la «deflación». Esto es, el mecanismo monetario por el cual aumenta la desigualdad no es lo relevante.

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      rolandoastarita

      02/06/2020 at 18:14

    • Tengo que decirle una vez más que por mi formación -economista y matemático- he tenido siempre una profunda desconfianza hacia los ‘promedios de crecimiento’ de las estadísticas oficiales -todas por cierto de raíz keynesiana, no marxista’ pero ya que es su ‘punto nodal’ le daré tres motivos que pueden, incluso más allá de los parámetros de la contabilidad nacional, apuntalar la afirmación de que la acumulación de capital se vuelve crecientemente problemática y explosiva -al menos, pero no sólo, en el centro global-:
      -Crecimiento de actividades y consumo improductivo y de la parte «parasitaria» de la plusvalía -rentas e intereses-.
      -Crisis del hegemon y de su moneda imperial con consecuencias geopolíticas posiblemente devastadoras.
      -Choque con los límites biofísicos e imposibilidad de sostener la extracción de energía y materiales.
      Creo que estos tres factores -y alguno más, como la creciente explosividad de las crisis- habilitan la caracterización de crisis crónica o degradación progresiva del sistema de la mercancía -que creo, por cierto que encajaría perfectamente con el planteo ‘profundo’ de Marx- más allá de los desnudos ‘promedios de crecimiento’.

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      aapilanez

      03/06/2020 at 07:29

    • La tesis de que no hay desarrollo de las fuerzas productivas porque es compensada por el aumento del trabajo improductivo, o del gasto improductivo, fue adelantada principalmente por Baran y Sweezy. Ellos lo plantearon fundamentalmente con respecto al gasto militar y propaganda. Dejando de lado el hecho de que las cifras y pronósticos sobre la incidencia del gasto militar de Baran y sweezy no cierran (lo presenté en una nota en este blog), desde el punto de vista teórico si el gasto improductivo superara la generación de plusvalía, no habría desarrollo de las fuerzas productivas y de la acumulación. Pero el hecho es que la acumulación de capital, y en particular de capital fijo, aumentó considerablemente en los últimos 50 años. Con ello aumentó la productividad, y el número de obreros subsumidos bajo el mando del capital, incluidos los obreros productivos (eso es, los que generan plusvalía). A esto en el marxismo se le llama desarrollo de las fuerzas productivas.

      En segundo lugar, ese desarrollo de las fuerzas productivas se produjo a pesar de la crisis del sistema de Bretton Woods, y el debilitamiento (por ahora es eso, debilitamiento) del rol del dólar como moneda mundial.

      En tercer lugar, decir que hay crisis crónica porque hay degradación ambiental puede ser válido, pero entonces estamos discutiendo otra cosa, no las crisis de sobreproducción que trató Marx, o que intentamos explicar ahora. Incluso podemos decir que, dado que el capitalismo está afectando la naturaleza desde hace más de 150 años, o desde la Revolución Industrial, podríamos concluir que estuvo siempre en crisis. Asunto terminado.

      Evidentemente no acordamos, y estoy acostumbrado a discrepar con la mayor parte de la izquierda en estas cuestiones. No sé si vale la pena seguir este intercambio -los argumentos giran siempre en torno a lo mismo- pero sí quedan claras las diferencias. Usted adhiere a la tesis de la crisis crónica, o estancamiento permanente. Yo soy crítico de esa tesis. Estos enfoques opuestos no pueden no tener consecuencias en cómo interpretamos las crisis, o los ciclos capitalistas (si es que en la tesis de la crisis crónica se puede hablar de ciclos).

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 09:45

    • Sí, están claros los planteamientos aunque, volviendo al principio, sigo pensando que la distinción que usted establece de forma tan tajante sigue siendo confusa o al menos cuestionable. Quizás un punto de encuentro sea la cita de Marx y Engels acerca de la tendencia a crisis “más formidables y más generales”, al tiempo que “disminuyen los medios para prevenirlas”. Más allá de ese hecho inobjetable, la cuestión de si es el estancamiento crónico, la sobreproducción, el subconsumo, la rentabilidad o la hipertrofia crediticia el nudo gordiano de la actual matriz de la acumulación es en mi opinión es excesivamente unilateral y reduccionista. Pero obviamente sus argumentos me parecen razonados y plausibles y es un placer conocerlos de primera mano. Le mando un cordial saludo felicitándole por su esfuerzo divulgativo y -si me permite- especialmente por el texto sobre el keynesianismo que en mi opinión es magnífico

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      aapilanez

      03/06/2020 at 18:00

    • Quisiera aclarar que no es una diferencia artificial, o exagerada de mi parte por alguna suerte de capricho. Mantengo una discusión desde hace muchos años con la mayor parte de la izquierda que sostiene que el capitalismo está en crisis crónica, en crisis secular, en estancamiento crónico, etcétera. De hecho inicié esta discusión en el trotskismo (seriamente hay gente en ese movimiento que me decía, en 1990, que las fuerzas productivas del capitalismo mundial estaban a nivel de 1914). Pero desde entonces el asunto siguió y posiblemente se profundizó. Lo de Chesnais es muy representativo (la cantidad de veces que Chesnais anunció que «ahora sí» se había entrado en la era de estancamiento secular, y cosas por el estilo, que aquí se repetían puntualmente).

      El tema afecta no solo a la explicación de las crisis, también a las perspectivas del socialismo. No lo puedo desarrollar aquí, pero tiene que ver incluso con la ruptura de Marx y Engels con el socialismo utópico.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 18:11

    • Nadie dice lo contrario, faltaría más. Simplemente lo considero sumamente escolástico, por decirlo de este modo. Aprecio mucho su discernimiento pero, si me permite la humorada, dudo mucho que el trotskismo -a pesar de ciertos méritos divulgativos de Mercatante and co en su tierra, último reducto mundial quizás de la secta- pueda tener algo que aportar a estas alturas. En cuanto a Chesnais, le confieso que no es santo de mi devoción desde que le vi utilizar alegremente el concepto neoclásico de produtividad total de los factores. Me precio por un somero conocedor de las controversias de Cambridge -sobre las que ud ha escrito meritorias aportaciones- y casi me da un síncope.
      Y sobre la ruptura de Marx y Engels con el socialismo utópico, no sé, creo que entiendo lo que dice pero también creo que es un término demasiado fuerte. Marx siguió apreciando sus aportaciones -otro tanto podría decirse de los anarquistas- criticando furibundamente sus ilusiones utópicas, qué duda cabe. Pero también es cierto que habría que actualizar un poco los debates, no le parece?

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      aapilanez

      03/06/2020 at 18:52

    • Pero no se trata solo del trottskismo y de Chesnais (que viene del trotskismo). Los stalinistas anunciaron varias veces la «crisis final» del capitalismo. Y muchos otros marxistas diagnostican, desde hace años, que el capitalismo está en crisis, estancado, etc. Acabo incluso de leer un reciente libro que salió editado por Roberts y Carchedi en el que plantean la crisis «de larga duración» (el capitalismo estaría en crisis desde hace más de una década). Las diferencias que tengo con muchos marxistas (entre ellos con Carchedi, pero ahora me doy cuenta que también con Roberts) sobre el cambio tecnológico y las plusvalías extraordinarias conecta con estas cuestiones.

      Sobre la ruptura de Marx y Engels con los socialistas utópicos me refiero a la crítica a los utopistas por no ver en el capitalismo más que un cúmulo de males. Si esto es así, no hay manera de cambiar desde lo existente. Hay que generar un proyecto de sociedad completamente nuevo, sin conexión con este mundo real. Una idea que, no por casualidad, encontré en muchos marxistas, entre ellos algunos referentes trotskistas.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 19:13

    • Si me permite, como aderezo de la discusión, le copio estos párrrafos del excelente texto de Xabier Arrizabalo, (Capitalismo y economía mundial pp. 363 y siguientes) -que probablemente conocerá- sobre la crisis de los 70 en los que se basa en los datos -que si no ando errado ud tiene en gran estima- de Maddison para argumentar acerca de la ‘falta de vigor’ crónica de la acumulación en el último medio siglo. Creo que es una excelente síntesis del problema que discutimos y una forma magnífica de evitar hipostasiar los conceptos y articular una posición flexible sin perder rigor en el análisis:
      «En definitiva, resulta sencillo constatar que la crisis que estalla en la primera mitad de los setenta no es una excepción en la historia del capitalismo, sino la vuelta a la pauta propia de su estadio imperialista, que en buena parte del periodo 45-70 había podido ser parcialmente camuflada. Esta constatación se refuerza no ya con la gran crisis actual, que explota en los años 07-08, sino con el hecho de que, DESDE LOS AÑOS SETENTA, LA ECONOMÍA MUNDIAL NO HA VISTO UN PROCESO SOSTENIDO DE ACUMULACIÓN RELATIVAMENTE VIGOROSA sino, por el contrario UN ESTANCAMIENTO RELATIVO DE ELLA, plagado eso sí de vaivenes, irregularidades, inestabilidad y asimetrías entre países. La crisis de los años setenta no es una crisis capitalista más sino una crisis del estadio imperialista del capitalismo que, por tanto, se encuadra en la DERIVA INEVITABLEMENTE DECLINANTE y cada vez más destructiva que implica ese estadio.
      (…)
      Y todo esto tiene una importancia decisiva porque apunta al corazón mismo del debate en torno a la posibilidad o no de nuevo redespliegues en el modo de producción capitalista, capaces de desarrollar las fuerzas productivas y mejorar las condiciones de vida de la población mundial.
      (…)
      La crisis es , por tanto, la vuelta a la «normalidad imperialista» sin camuflajes, hasta el punto de que en los cuatro decenios transcurridos desde su estallido hasta la actualidad, NO SE HA PODIDO MATERIALIZAR UN PROCESO DE CRECIMIENTO SOSTENIDO Y GENERALIZADO DEL RITMO DE ACUMULACIÓN, SINO AL CONTRARIO, LIMITADO, IRREGULAR E INESTABLE.
      Por eso, para caracterizar este «periodo intercrisis» que grosso modo corresponde a las décadas de los 80, 90 y primeros años del siglo XXi, LO CARACTERIZAMOS, NO DE ACUERDO AL RITMO DE ACUMULACIÓN, SINO AL CRITERIO DE LA RESPUESTA DEL CAPITAL ANTE LAS DIFICULTADES DE MANTENER UN RITMO DE ACUMULACIÓN SOSTENIDO. (…) Que, a su vez, no dejan de ser nuevas vueltas de tuerca en la huida hacia adelante que sólo puede ofrecer la supervivencia del capitalismo.»
      Si esto no es una caracterización de una tendencia a la crisis crónica, estancamiento o cualquier término semejante sin duda se le parece mucho.
      Lejos de mí, espero que se me entienda bien, abusar del argumento ad verecundiam o de autoridad. O simplemente recurrir al viejo «deporte», tan practicado por cierto por los marxistas de todas las épocas, de acumular fuerzas y munición para enfrentarse al «enemigo». Simplemente me pareció pertinente la aportación.

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      aapilanez

      05/06/2020 at 14:23

    • Sí, es la tesis trotskista del estancamiento de las fuerzas productivas en el período «de dominio de los monopolios y el imperialismo». Según esto, en el período del monopolio e imperialismo del desarrollo de las fuerzas productivas habría sido mucho menor que lo ocurrido en el período «de la libre competencia». Más precisamente, Arrizabalo sostiene que en el siglo XX el capitalismo ya no tuvo capacidad para desarrollar las fuerzas productivas.

      Yo pienso que es un disparate, pero es con lo que vengo argumentando desde hace 30 años. Como le dije en otro mail, empecé esta polémica en el trotskismo en 1990 (en realidad, ya desde mucho antes no me cuadraba esto del estancamiento permanente).

      Se defiende ese enfoque estancacionista desde los más diversos argumentos y razones (incluso hay gente que va saltando de argumento en argumento a medida que se va refutando uno o el otro). En particular, que los monopolios frenan el cambio tecnológico (argumento de Trotsky y repetido por muchos otros); o por la caída tendencial de la tasa de ganancia (Grossmann, en el fondo Mandel, todo el trotskismo actual); o por la primacía del capital financiero (solo crece el capital ficticio, es todo especulación, etcétera).

      Yo pienso que todo esto no resiste los datos, ni puede explicar la realidad. Desde 1900 (ya estábamos en plena era del «monopolio imperialista, ¿o no?) hasta el presente la población mundial se multiplicó; la esperanza de vida aumentó; el nivel de escolaridad general subió; la productividad aumentó; el capital fijo invertido por obrero aumentó; el mercado mundial se desarrolló; el número de asalariados aumentó; el número de trabajadores productivos aumentó. Y todas estas variables crecieron, POR LO MENOS, tanto como entre 1820 y 1900. ¿Cómo se puede explicar estos crecimientos diciendo que la economía capitalista no desarrolla las fuerzas de la producción desde 1900? ¿No se dan cuenta que de esta manera no hay manera de entender la sociedad actual, las crisis, el mercado mundial?

      De todas maneras, es muy clarificador de nuestras diferencias que haya citado a Arrizabalo. Expresa con mucha nitidez la tesis del estancamiento secular.

      Una última precisión: nunca afirmé que el ritmo de la acumulación del capital sea estable, o sostenido. No lo fue en el siglo XIX, ni en el XX, ni en el XXI. Evitemos, por favor, falsas polémicas. –

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      rolandoastarita

      05/06/2020 at 15:27

    • Si me permite -la última, se lo aseguro- otra referencia, le copio estos extractos de «Beneficios sin producción» de Lapavitsas (pp. 223 y siguientes). Hay otras muchas (Freeman, escuela de la regulación, Harvey, Uno, Katz, Moseley, el viejo Maurice Dobb, etc.) que abundan en argumentos que coinciden -con los infinitos matices respectivos que les separan, a veces radicalmente- en la misma conclusión aquí resumida. Ello no es en absoluto prueba de certidumbre pero, digamos que desde el punto de vista empírico de la sociología de la ciencia es al menos pertinente. Tampoco digo obviamente que eso le quite la razón a usted pero sí que creo que se podría afirmar que corrientes muy diferentes dentro de la tradición marxista -no entro en si trotskystas, estalinistas o consejistas, creo que esas etiquetas periclitaron ya, al menos en Europa y EU- abonan la tesis de la atonía del capitalismo financiarizado y en su falta de dinamismo. En resolución, diría que, con honrosas excepciones como la suya, existe un cierto consenso en concluir que la debilidad de la acumulación de capital ha sido la constante del último medio siglo. También he de decirle que, como le comentaba al inicio, por mucho que me esfuerzo, no logro ver que sus argumentos sean suficientemente consistentes para rebatir lo anterior. Y créame que lo he intentado lo más desprejuiciadamente posible.
      En cualquier caso el debate es sumamente interesante y fértil y sus argumentos son sin duda rigurosos, meditados y muy dignos de consideración. A mí me han hecho reflexionar, poner en cuestión algunas presunciones y de veras se lo agradezco. El conocimiento racional y riguroso funciona de ese modo.
      Pues bien, esto es lo que dice, basándose en un enorme aparato estadístico -quizás ahí reside una parte de la explicación de su divergencia, ya sabe, lo comenté en otra nota, si me permite la broma, que las estadísticas burguesas las carga el diablo- Lapavitsas

      «El periodo de la financiarización ha estado marcado por un crecimiento débil e incierto en los países capitalistas maduros que se ha visto interrumpido por repetidas crisis económicas, aunque ninguna tan severa como la que empezó en 2007.
      (…)
      Durante el periodo de financiarización la acumulación capitalista ha carecido, en general, de dinamismo y ha dado lugar a repetidas crisis. La segunda tendencia es la debilidad del crecimiento de la productividad, lo que significa DIFICULTADES CONSTANTES PARA ABRIR NUEVOS ÁMBITOS DE INVERSIÓN QUE PODRÍAN HABER SOSTENIDO EL CRECIMIENTO DEL PIB Y DE LOS INGRESOS.
      (…)
      Una mirada atenta indica que las tasas de crecimiento han convergido hacia una media menor durante este periodo; esto evidencia preliminarmente UNA PÉRDIDA DE DINAMISMO DE LA ACUMULACIÓN EN EL CURSO DE LA FINANCIARIZACIÓN. (…) La otra cara de la evolución del crecimiento ha sido un cambio al alza de la tasa de desempleo. (…) Los datos no dejan lugar a dudas: el capitalismo financiarizado es, principalmente y cada vez más, una economía de SERVICIOS. (…) Sin embargo, la transformación de la fuerza de trabajo y la adopción de nuevas tecnologías en los países maduros NO HA PRODUCIDO AUMENTOS SOSTENIDOS Y RÁPIDOS DE LA PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO. (…)Las nuevas teconologías y los cambios en la organización del trabajo durante los años de la financiarización no han resultado en un crecimiento sostenido de la productividad en los países maduros. (…)
      SIN EMBARGO, INCLUSO EN EL MOMENTO ÁLGIDO DEL PERIODO CORRESPONDIENTE AL «MILAGRO DE LAPRODUCTIVIDAD» ERA EVIDENTE QUE EL PRESUNTO ÉXITO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS SE LIMITABA A ESTADOS UNIDOS. LO QUE SE ENFATIZÓ MUCHO MENOS EN ESTOS DEBATES ES QUE EL CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD EN LAS MANUFACTURAS PER SE, DEJANDO DE LADO EL SECTOR DE LA INFORMACIÓN, NO HABÍA MOSTRADO EL MISMO DINAMISMO, NI SIQUIERA EN ESTADOS UNIDOS.
      EN LA SEGUNDA MITAD DE LOS AÑOS 2000 EL CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD NO MOSTRÓ NINGUNA VITALIDAD EXCEPCIONAL. Quizás, después de todo, no se haya encontrado una cura para la «enfermedad de Baumol».

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      aapilanez

      05/06/2020 at 17:05

    • Primero, soy consciente de que nado contra la corriente. A la lista de ilustres marxistas que me cita, le puedo agregar otra 3 o 4 veces mayor.

      En segundo lugar, a cada rato me cambian el eje de la discusión. Si alguien me dice que en la última década la productividad no mostró ninguna vitalidad excepcional, estoy de acuerdo. Lo he escrito también en mis notas sobre la situación del capitalismo mundial. Una y otra vez dije que hubo débil acumulación, nadando en un mar de deudas, etcétera. Pero esto es una cosa y otra muy distinta es decir que la economía mundial en la última década estuvo estancada. Crecimientos promedios del 3% anual (estoy citando de memoria) no son estancamiento. Menos todavía crisis o recesión o depresión.

      Pero más grave es cuando me dicen (y es lo que afirma Arrizabalo) que la economía capitalista está estancada desde 1914. ¿Cómo se puede afirmar algo así? Se lo pregunté antes y no me responde. Sinceramente, ¿usted piensa que eso tiene sentido? Ahora bien, Arrizabalo escribe esto y «pasa». Las «autoridades mundiales en economía marxista» no dicen palabra.

      Pero yo no me lo trago y vuelvo a plantear: en los últimos 50 años (para tomar el período preferido de «atonía») el producto por habitante, la productividad, el número de asalariados productivos, la esperanza de vida, los niveles de escolarización, el mercado mundial, crecieron POR LO MENOS a tasas tan elevadas como en el período 1820 1870, que todos los marxistas coinciden fue de desarrollo de las fuerzas productivas. ¿Cómo pudo ocurrir si hubo estancamiento, si todo el crecimiento fue «ficticio»? Lo pregunto, y nadie lo explica.
      A ver, explíqueme, sin recurrir a citas de autoridad, ¿cómo pudo ocurrir esto? ¿Cómo es que en la década de 1990, caracterizada como de «parasitismo» y mero «crecimiento financiero», la producción industrial de EEUU haya crecido más del 40%? ¿Como es posible que en China las tasas de acumulación hayan andado por el 35 o 40% del producto? ¿A eso le llaman estancamiento?

      Sin embargo, no hay caso. Como las «autoridades mundiales en economía marxista» decretaron que estamos en depresión crónica, o algo por el estilo, la respuesta que me dan es «las autoridades mundiales en economía marxista dicen que usted no tiene razón». Y con este criterio en los 1980 se publicaron cantidad de trabajos – reproducidos religiosamente en Argentina, no vaya a ser que nos perdamos la última novedad de «las autoridades mundiales en economía marxista» – que nos anunciaban que habíamos entrado en «fase larga depresiva, onda larga de estancamiento». Mientras tanto el capitalismo empezaba a penetrar a toda velocidad en China. Siguieron los 1990, y siguió la misma cantinela. Las «autoridades mundiales en economía marxista» seguían decretando que el capitalismo estaba anémico y senil y estancado (cualquier similitud con lo de «EEUU tigre de papel» de Mao no es casualidad), en tanto el capitalismo se metía en la ex URSS y Europa del Este. Y así seguimos hasta hoy.

      Bien, como verá, no me impresiona el «principio de autoridad».

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      rolandoastarita

      05/06/2020 at 18:01

    • Agrego algunos datos (debería publicarlo en el blog).

      Crecimiento del producto real global por habitante en los 44 años que van de 1975 a 2018, promedio anual: 1,47% (cálculo en base a datos BM).

      El producto global, en dólares constantes de 2010, en 1975: US$ 5,9 billones, En 2018: US$ 85,9 billones. O sea, se multiplicó por aproximadamente 14.

      Crecimiento del mercado mundial: en 1975 el % comercio / PBI promedio de los países era 33,5%. En 2018 fue 59,5%

      Población mundial. 1975: 4068 millones de habitantes. 2019: 7700 millones. Crecimiento del 88%.

      Solo entre 1991 y 2017 el número de asalariados a nivel global, en miles de millones, pasó de 1000 a 1800.

      Esperanza de vida al nacer 1975: 61 años. 2017: 72,4 años

      Tasa de alfabetización, total de adultos (% de personas con 15 año o más) 1976: 65,2% 2018: 86%.

      Repito la pregunta: ¿cómo se puede decir que el capitalismo está, globalmente, estancado al nivel de hace 50 años?

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      rolandoastarita

      05/06/2020 at 19:04

  3. Buenas, señor Astarita. Me gustaría preguntarle si coincide con Michael Roberts cuando, al analizar el capitalismo chino, disocia Mercado y Estado subrayando, que éste último, es el que domina el capital chino. Le pongo el comentario de Roberts:
    «Su economía no está dominada por el mercado, por decisiones de inversión basadas en la rentabilidad; o por empresas capitalistas y sus directivos; o por inversores extranjeros. Su economía todavía está dominada por el control estatal, la inversión pública, los bancos estatales y por funcionarios comunistas que controlan las grandes empresas y planifican la economía (a menudo de manera ineficiente, ya que no hay rendición de cuentas ante los trabajadores de China).»

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    Babeuf

    01/06/2020 at 17:21

    • Debería revisar datos, hace tiempo que no actualizo el seguimiento de la economía china. En una nota de ya varios años atrás planteé que China es una economía capitalista. De todas maneras, no entiendo bien por qué M. Roberts dice que el Estado domina al capital chino, y que las decisiones de inversión no están dominadas por el criterio de rentabilidad. El mercado bursátil de China es relativamente reciente, pero es el segundo a nivel mundial por volumen de trading y capitalización. En 2014 la capitalización llegaba a 6 billones de dólares (debo actualizar este dato, seguramente hoy es mayor). En 1992 cotizaban 53 empresas, en 2012 más de 2500. Los inversores evalúan las acciones según criterios de rentabilidad. Las empresas se financian en los mercados de capitales y deben regirse también por la rentabilidad.

      En términos más generales, las empresas privadas hoy representan el 60% del producto de China y tienen el 80% del empleo. Estas empresas se rigen por criterios de rentabilidad.

      En cuanto a las empresas estatales (definidas por aquellas en las cuales el Estado posee más del 50% del paquete accionario), en 2015 había unas 150.000, con unos 30 millones de empleados. A medida que avanzó el capitalismo privado, estas empresas enfrentaron una creciente competencia. En los 1990 muchas eran deficitarias, en los 2000 había mejorado la rentabilidad, pero a mediados de la década 2010 se aceleraron los planes de privatización (formas mixtas con participación del Estado y management privado). En este sentido, importa la dirección en que va la economía china. La dirección es a un capitalismo, con fuerte presencia del Estado (por ejemplo, subvenciona con tasas bajas a muchas empresas estatales), pero con las leyes de funcionamiento correspondientes al capitalismo.

      Tal vez un punto que daría algo se apoyo a lo que dice MR es el sector bancario, que sí está fuertemente dominado por el Estado. Sin embargo, aquí también está irrumpiendo el capital privado. El ejemplo más elocuente es la forma en que se expandió la «banca en la sombra»; se convirtió en una fuerte muy importante de financiamiento.

      Otro elemento a tener en cuenta: las empresas chinas que invierten en el exterior no tienen nada que envidiar, en materia de grado de explotación de los obreros de los países en que se instalan, a las empresas de Estados Unidos o de cualquier otra potencia capitalista.

      En fin, debería estudiar más el asunto, pero por lo que conozco hasta ahora no veo que se pueda sostener que la rentabilidad no tiene importancia en la economía china.

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      rolandoastarita

      01/06/2020 at 18:55

    • No estoy a favor de roberts pero tengo entendido que la rentabilidad no es el unico criterio utilizado por la empresas estatales sino que de manera no oficial tambien la inversion bruta, ya que altos porcentajes de inversion muestran que los ceos y gerentes de las empresas y allegados «estan haciendo bien su trabajo» lo que les permite ascender en el partido comunista chino. (es algo parecido a la vieja urss)

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      Marcos Somoza

      03/06/2020 at 19:16

    • Ese era el criterio de inversiones en la URSS, y por eso había una lógica económica (incluso ciclos económicos) que tenían poco que ver con el capitalismo. Pero en China actualmente eso es cada vez menos importante. Con un agregado: en un contexto crecientemente capitalista, con empresas estatales que se rigen más y más por criterios de rentabilidad. donde además opera un mercado de trabajo de características abiertamente capitalistas (algo que en la URSS o en China socialista no existía), no veo mucho margen para no sacar la conclusión de que es una sociedad capitalista.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 19:25

  4. Disculpen. Michael Roberts no dice que que la economía china no se rija por la rentabilidad, todo lo contrario. Dice que que China es capitalista y hay una clase dominante que es una burguesía, pero que la gestión gubernamental tiene una orientación que sería una especie de keynesianismo. En realidad él no habla de keynesianismo en general como una cosa homogénea sino que distingue varias formas y orientaciones en la historia del capitalismo. Sostiene también (y no es necesario leerlo a él para eso) que la forma de gestión del capitalismo chino es muy diferente a la de EEUU, RU y UE y también lo es su tasa de crecimiento. Dice también que la tendencia es a inclinarse hacia una transformación para que China se vaya asemejando cada vez más a las economías del capitalismo occidental, pero en esa nota de la que se toma esa cita dice que en esta coyuntura concreta de la crisis-pandemia, si bien hay un sector dentro del «leadership» que quiere completar esa transición, la mayoría de ese «leadership» considera hoy que no está el horno para bollos (son palabras mías y no de MR) y que por ahora se seguirá postergando. Dice además que el capitalismo chino ya no depende, para su acumulación de capital, de la superexplotación del proletariado chino por extracción de plusvalor absoluto para exportar productos industriales a occidente, ya que ahora ha desarrollado formas de expansión comercial y financiera; pero aclaro que en ningún lado dice. o yo no he visto que diga (por las dudas, dadas las polémicas en este blog) que eso significase una apropiación de un plusvalor extraordinario generado por los capitalistas occidentales, más bien que no me parecería eso coherente con todo su planteo. Pero todo lo que digo puede ser mala interpretación de mi parte, recomiendo que lo lean directamente. Eso sí, no está tupido de citas sino tupido de gráficas.

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    fernando moyano

    01/06/2020 at 21:20

  5. Vean la serie de Marx animada:

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    Sergio

    02/06/2020 at 11:42

  6. Muchas gracias Babeuf. Ya había leído esa nota y la recomiendo a todos por lo muy completa, ilustrativa y conceptual. No recordaba textualmente ese fragmento y agradezco también que lo señales. Podría interpretarse que hay una contradicción o una ambigüedad allí. En vez de preguntarle a Rolando, que no me parece mal, o ponerme a especular con si quiso decir parece qué o funciona como, que sí me lo parecería, haré algo más simple : preguntarle a Michael Roberts. Después cuento

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    fernando moyano

    02/06/2020 at 11:47

  7. Una pregunta profesor Astarita, si a través de la anarquía económica, las economías capitalistas tienden hacia la sobreproducción general de mercancías, no sería lo mismo que lo que defienden los subconsumistas? Reformulo mi pregunta, si hay una desproporción(utilizando lenguaje neoclásico) entre la oferta y la demanda agregada generalizada, no podríamos estabilizar las fluctuaciones económicas del capitalismo a través de políticas fiscales contracíclicas?

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    • No es lo mismo que plantean los subconsumistas. Engels, en el Anti-Dühring lo precisa. También Marx, aunque más indirectamente, en alguno de los pasajes que cito en la nota. El argumento básico: la clase obrera siempre consume solo una parte del producto; la que corresponde a los salarios que recibe. Esta es una situación constante, y en toda sociedad divida en clases, el consumo de los explotados es limitado. Sin embargo, la sobreproducción es un fenómeno propio del capitalismo, no se da en sociedades antiguas, a pesar, insisto, de lo limitado del consumo. Más todavía, Marx señala, en crítica a los subconsumistas, que las crisis se desatan precisamente cuando los salarios tienden a ser altos (al menos, eso ha ocurrido).
      Por eso son dos cosas distintas decir que la crisis ocurre porque hay sobreproducción, que porque existe falta de consumo.

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      rolandoastarita

      02/06/2020 at 18:18

  8. es cierto este grafico? donde analiza la tasa de ganancia del mundo , se ve una tendencia desde 1869 hasta la actualidad
    https://thenextrecession.wordpress.com/2014/04/23/a-world-rate-of-profit-revisited-with-maito-and-piketty/

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    benjamin

    02/06/2020 at 17:12

    • Realmente nunca pude entender cómo se establecen estos gráficos. Incluso para la economía donde tenemos mejores datos, que es EEUU, no hay manera de calcular con alguna aproximación más o menos confiable la t. de g. previa a 1915. Y esto con suerte, porque lo anterior a 1929 hay que tomarlo con pinzas. Pero eso es EEUU. Para el resto de los países la cosa es muchísimo peor. Incluso hoy no sé cómo se puede calcular una tasa media de ganancia para Argentina, por ejemplo.

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      rolandoastarita

      02/06/2020 at 18:06

    • pero entonces si solo tomamos EEUU, desde 1945 igual se ve una caida una tendencia de la tasa de ganancia, por eso repiten que la economia al menos en EEUU no se recupero a las tasas de ganancia de los 50 60 o 70

      https://thenextrecession.wordpress.com/2019/11/04/us-rate-of-profit-measures-for-2018/

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      benjamin

      02/06/2020 at 18:36

    • Sí, es claro que hubo una caída tendencial de la ta. de g. desde fines de los 1940, cuando fue muy elevada. Eso no lo discute nadie.

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      rolandoastarita

      02/06/2020 at 22:53

  9. Esto contesta Michael Roberts:
    Hola fernando  El problema aquí es que no creo que China sea una economía capitalista (todavía), principalmente debido al párrafo que usted cita.  Pero China tiene un gran sector capitalista y, al igual que otras economías capitalistas, podemos medir la salud de su sector capitalista observando su rentabilidad.  La diferencia es que, aunque hay una caída de la rentabilidad en el sector capitalista de China (especialmente recientemente), a diferencia de las principales economías capitalistas, eso puede no generar una crisis de inversión y producción porque la dirección principal y el control de la inversión no está en manos del sector capitalista y el mercado.  China demostró en 2008-9 que la crisis económica mundial se evitó allí con éxito en y que la actual crisis COVID-19 también tendrá menos efecto en la economía china de lo que ha tenido y tendrá en las principales economías capitalistas, porque China tiene una economía dirigida por el estado no dominada (aunque presente) por la rentabilidad del capital y la ley del valor.  Sin embargo, las fuerzas dentro de la burocracia, particularmente aquellas que dirigen el sector financiero, claman por nuevos movimientos al mercado y se abren a las empresas capitalistas.  Entonces ya veremos.

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    fernando moyano

    03/06/2020 at 09:39

    • Debería actualizar con datos sobre la economía china, y eso va a tardar porque estoy con muchas cosas. Sin embargo, a primera vista quisiera observar que con este enfoque alguien podría concluir que Inglaterra en 1950 no era capitalista; o que no lo era Egipto en 1960 (y hubo marxistas en Argentina que pensaron eso). Además, el 60% del PBI en China está en manos del sector privado, parece difícil decir que en la mayor parte de la economía no rige la rentabilidad para determinar las inversiones. Por otra parte, en las empresas estatales cada vez más se introducen principios de rentabilidad. Y además, el Estado capitalista puede abordar inversiones que en sí mismas no sean rentables, pero favorezcan al capital en general. Es a lo que se refería Marx cuando hablaba de las «muletas» del Estado para ayudar al capital cuando este todavía no es lo suficientemente fuerte como para caminar por su cuenta.

      Por último, me llama la atención la contraposición entre «burocracia que dirige el sector financiero» y una suerte de relación de propiedad estatal productiva.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 10:02

  10. Me parece importante rescatar preguntar algunas cosas:

    1. Ya en los manuscritos Marx explicaba que la crisis era por sobreproducción, y si no me equivoco, en todo caso la caída de la tasa de ganancia era una conseuencia, y no causa de estas crisis.

    2. Usted destacó que ya que para el proceso de acumulación, como consecuencia del aumento de la productividad, se necesita una pequeña dosis de inflacion, para que el capitalista se apropie de parte del incremento de la product. Cómo se da esto? como se inicia el proceso de desvalorizacióm de la moneda, dado que la creación de dinero es en su mayoría, endógena?

    3. Tengo entendido que la tasa de interés es procíclica y a la vez consecuencia del proceso económico. Y esto lo dicen varias teorías económicas, a la vez que la evidencia empírica: durante las crisis, la pref x liquidez aumenta y los spread de tasas se disparan (tasas act muy alta x pref de liq del banco y tasa paasiva muy baja para responder ante retiro de depósitos)

    4. el problema sigue siendo, si el sistema capitalista siempre sobreproduce, que es lo que hace que en determinado momento ocurra la crisis y no antes o despues. Es acá cuando algunos keynesianos aún logran convencerme con su postura sobre las expectativas.

    en definitiva: cuales son los elementos que se combinan y generan una crisis. Sobreprod seguro, pero al ser sistémico, debemos agregar algo mas

    saludos!

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    Octavio

    03/06/2020 at 13:19

  11. Bien Rolando. Entenderás y entenderán todos que no voy a ponerme de «bisagra» entre vos y Michael Roberts. Apenas dos cosas.
    Una, espero que aceptes que el criterio de «con este enfoque alguien podría concluir que… » es más bien especulativo, y una forma rígida de pensar. Si el tema requiere un estudio («Debería actualizar con datos sobre la economía china… «) mejor hacer antes ese estudio. Por ejemplo, si alguien tomase de tu análisis sobre la naturaleza de la URSS, que es un tema bien complejo, algún fragmento y dijese «con ese enfoque…» podría hacerte decir casi cualquier cosa. Yo tomé ese trabajo tuyo como uno de los aportes para mi propio trabajo «Cien octubres» publicado en centenario de Octubre por la revista uruguaya «Hemisferio Izquierdo». Allí tu descartabas (y estoy de acuerdo) que la URSS fuese socialista, estado obrero deformado, o capitalismo de estado, lo que obliga a pensar en un modo de producción híbrido y sui generis, eso no es ninguna rareza en la historia porque es obvio que la sucesión histórica de modos de producción incluye los modos de producción híbridos y transicionales, y que cada caso es específico, de otra forma no habría historia. Por eso el pensamiento dicotómico («con ese enfoque…») no nos va a servir. Con lo tú planteás sobre la URSS estoy de acuerdo, excepto que yo sí pienso que la burocracia soviética fue una clase social dominante explotadora.
    La otra, es precisamente algo que viene con la coherencia de eso mismo. La URSS no era capitalista, tampoco China en ese período, no eran tampoco formaciones económico-sociales idénticas entre sí, y los procesos subsiguientes se explican por eso. La URSS colapsó y hubo un proceso de restauración capitalista abrupta. China también ha vivido un proceso de restauración capitalista, pero bien diferente. Las causas de esa diferencia son temas que merecen un estudio profundo. Me parece, es una opinión personal, que el estudio fáctico que viene haciendo Michael Roberts es una enorme contribución para ello. Ahora bien, ¿se ha pasado el punto de inflexión? Yo, igual que vos, pienso que sí. Que China es hoy una formación económico-social con combinación de elementos híbridos y transicionales pero que el modo de producción capitalista «tiñe con su color» todo eso, si recordamos la expresión de Marx (que no tenía una mentalidad dicotómica). En ese sentido, y con la prudencia que el tema me provoca, no estoy de acuerdo con Michael Roberts. Pero me tomo muy en serio su argumentación. Es un analista que me merece el mayor de los respetos.

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    fernando moyano

    03/06/2020 at 18:58

    • Tanto en el caso de Rusia como de China efectivamente durante un período los caractericé como formaciones híbridas, de naturaleza indefinida. De todas maneras, en los territorios de la ex URSS a partir de 1990 consideré que la dirección al capitalismo era bien definida. Con respecto a China, al menos en los 1980 tuve más dudas. Pero ahora han pasado casi 40 años de marcha «en dirección» al capitalismo. En algún punto pienso la acumulación de propiedad privada y empresas capitalistas dio lugar a capitalismo.

      De todas maneras, mi comentario anterior apuntaba a que no basta con el argumento «las empresas del Estado no se rigen por el criterio de rentabilidad» para decir que la economía no es capitalista. En Argentina durante décadas las empresas del Estado no se regían según criterios de rentabilidad, y eso no alteraba la naturaleza capitalista de la sociedad y la economía argentina. Y como esto puedo citar muchos otros ejemplos. ESE argumento no es suficiente; máxime teniendo en cuenta la amplitud que adquirió la acumulación privada de capital y la propiedad privada.

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      rolandoastarita

      03/06/2020 at 19:20

  12. Entonces la caída de la tasa de ganancia va acompañada del aumento de la acumulación, pero luego, cuando estalla la crisis, la tasa de ganancia cae aun más, y sin embargo la inversión y la acumulación se frenan no?

    Luego al recuperarse la tasa de ganancia también se produce aumento de la acumulación y ampliación de mercados (no solo durante las crisis). No sé si comprendo bien la cronología, y la relación entre caída de la tasa de ganancia, y la sobreproducción.

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    David Martín

    04/06/2020 at 08:40

    • Lo que trato de plantear es la necesidad de superar una relación mecánica entre caída de la tasa de ganancia, e incluso de la masa de ganancia, y caída de la acumulación. Para dar un ejemplo, aproximadamente hacia 1997, en la economía de EEUU, se ve una caída de la tasa de rentabilidad y de la masa de ganancia. Esto ocurrió luego de años de intensa acumulación, en especial en el sector de las nuevas tecnologías informáticas y de comunicaciones. Pues bien, lo interesante es que la inversión continuó a altísimo nivel -tasas de crecimiento del 10% anual, o más, de la inversión en esas ramas de punta- hasta el inicio del segundo semestre de 2000. Y a partir de ese punto la inversión bajó drásticamente, lo que llevó a la recesión de 2001. Una cuestión que estoy planteando es que estos giros bruscos abren la posibilidad de comportamientos caóticos: acumulación de cambios cuantitativos que en determinado punto dan lugar a escenarios cualitativamente nuevos (un enfoque que enlaza con las teorías de la emergencia de lo nuevo).

      Por otra parte, también hay que superar una visión lineal, mecanicista, de la relación entre tasa de ganancia y acumulación en el largo plazo. Pienso que no tenemos datos suficientes para afirmar con seguridad que la tasa de ganancia en los países capitalistas en el siglo XIX -en particular, en la época de «libre competencia», de 1820 a 1860- fue superior a la tasa de ganancia de los últimos 50 años. Pero al menos teóricamente podemos suponer que sí fue mayor (la composición orgánica de capital es mucho más elevada que en el siglo XIX). De aquí entonces el marxista «mecánico» deduce que la tasa de crecimiento, o la acumulación, en los últimos 50 años «debe» ser menor que las tasas de crecimiento, o inversión, entre 1820 y 1870. Y esto es lo que no se comprueba empíricamente (como muestran las series de Maddison).

      Voy a presentar estas cuestiones en próximas entradas. Avanzo de a poco (tengo además mucho trabajo por mis clases) y casi para cada afirmación que hago encuentro un fuerte cuestionamiento de la mayor parte de la izquierda. La idea de que el capitalismo «debe estar» en crisis crónica, o secular, está muy arraigada, y se la defiende como si fuera una cuestión «de principios». Mi enfoque es que los períodos de intensa acumulación llevan (ayudados también por el crédito) a la sobreproducción, la sobreinversión, y estas desembocan en crisis violentas. Es lo opuesto a la visión de una tasa de ganancia que va bajando paulatinamente, a lo largo de 2 o 3 siglos, para llevar a un estancamiento, o adormecimiento, de la acumulación capitalista. No es casual la imagen de un anciano que se va apagando, y sobrevive «de prestado» («capitalismo senil», «parasitario»; crisis de medio siglo de duración o más, etcétera).

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      rolandoastarita

      04/06/2020 at 10:00

  13. Michael Roberts, sobre la economía en China y en otras lugares, sostiene (ver citas referenciadas a continuación) posiciones que defienden el capitalismo estatal y realizan concesiones respecto a él.

    Algunos de los planteamientos de Roberts:
    «Ahora una respuesta socialista, en lugar de una respuesta keynesiana, es que necesitamos que los gobiernos se hagan cargo de los principales sectores de la economía para producir para las necesidades sociales más que con fines de lucro.»…»La única manera de combatirlo es hacerse cargo de los bancos, traerlos a la propiedad pública, a través del control de los propios trabajadores de la banca y de un amplio control democrático de la sociedad en su conjunto. En esta nueva situación los bancos se convertirían en un servicio publico: proporcionando préstamos a la gente que lo necesita, a las pequeñas empresas para mejorar el potencial productivo de la economía. Los Bancos no podrán especular en los mercados financieros y participar de los escandalosos paraísos fiscales utilizados para el blanqueo masivo de dinero, tal como lo han venido ocurriendo en las últimas décadas – y continuará ocurriendo, incluso con acción de los reguladores.»
    http://www.redescristianas.roberts-

    Roberts investiga y a veces aporta positivamente, pero sus contradicciones y desatinos son notorios. No es el único entre las ideologías del marxoacademismo. Afirma recientemente :
    “China parece ser más que una versión autocrática, antidemocrática, «política» del capitalismo en comparación con la versión «liberal democrática» de Occidente (como defiende Milanovic). Su economía no está dominada por el mercado, por decisiones de inversión basadas en la rentabilidad; o por empresas capitalistas y jefes; o por inversores extranjeros. Su economía todavía está dominada por el control estatal, la inversión estatal, los bancos estatales y los aparatos comunistas que controlan las grandes empresas y planifican la economía (a menudo de manera ineficiente, ya que no hay rendición de cuentas ante los trabajadores de China)”. https://www.sinpermiso.info/

    Roberts afirma en ocasiones que constituye «una versión autocrática, antidemocrática, «política» del capitalismo»; y en otras que no es ni capitalista ni socialista, que es “una bestia extraña”… lo que nos recuerda las denominadas “sociedades burocráticas”, “ni capitalistas ni socialistas”, como han conceptualizado algunos autores a la URSS y similares economías (autores con frecuencia en el ámbito trotskista o provenientes del trotskismo):
    “Como sabrán mis lectores habituales, no estoy convencido de que China sea capitalista en absoluto, dado el poder económico dominante del estado y su capacidad de planificación en comparación con el sector capitalista. El estado y las empresas deciden mucho más sobre la vida de los chinos que los caprichos e incertidumbres del mercado y la ley del valor.”
    http://www.sinpermiso.info/

    «Esto nos lleva a la pregunta de si China es un estado capitalista o no. Creo que la mayoría de los economistas políticos marxistas están de acuerdo con la corriente principal de la economía al asumir o aceptar que China sí lo es. Sin embargo, no soy uno de ellos. China no es capitalista”…”El «socialismo con características chinas» de China es una bestia extraña. Por supuesto, no es ‘socialismo’ según cualquier definición marxista o cualquier punto de referencia del control democrático de los trabajadores”…“La ley del valor del modo de producción capitalista sí opera en China, principalmente a través del comercio exterior y las entradas de capital, así como a través de los mercados internos de bienes, servicios y fondos. Entonces, la economía china está sujeta a la ley del valor “. https://cctt.cl/2017/10/26/xi-

    Para un análisis y crítica comunista de esos planteamientos ver:
    https://inter-rev.foroactivo.com/t8634-dinamica-del-capitalismo-productividad-tesis-del-estancamiento-secular-y-la-larga-depresion-enfoques-datos-y-critica#60766

    https://inter-rev.foroactivo.com/t8634-dinamica-del-capitalismo-productividad-tesis-del-estancamiento-secular-y-la-larga-depresion-enfoques-datos-y-critica?highlight=roberts

    salud

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    materia

    04/06/2020 at 13:24

  14. parace que desde los 80s hay un cambio de tendencia en la tasa de ganancias de estados unidos, esta de acuerdo profesor?
    https://promarket.org/2018/05/30/70-years-us-corporate-profits/
    https://research.chicagobooth.edu/stigler/research/-/media/8ee68ec563aa4c70aa94897ee04f68b6.ashx

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    benjamin

    18/06/2020 at 13:08


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