Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

La crisis global se acelera y profundiza

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En una nota publicada el 10 de marzo planteé la posibilidad de que la economía mundial se estuviera desbarrancando hacia una depresión global (aquí). Básicamente sostuve que la irrupción del Covid-19 desató una crisis simultánea de oferta y demanda, la cual impacta en una economía global con crecimiento débil, lastrada además por un mar de deudas. De ahí la posibilidad, muy real, de que la crisis se agrave por el lado de las finanzas.

En lo que sigue presento algunos datos para actualizar el tema. Si bien varios suenan “viejos”, nos proporcionan una idea de la velocidad con que se está desarrollando la crisis. Me baso en informaciones provistas por organismos internacionales.

Según el Investment Trends Monitor de marzo, de UNCTAD, las proyecciones del impacto económico del Covid-19 se hacen más sombrías día a día. La previsión inicial era que la crisis se sentiría primero, y de manera más fuerte, por el lado de la oferta: paros en la producción; interrupciones en la cadena de oferta en Asia del Este (China en primer lugar) y caídas en las economías fuertemente integradas en las cadenas globales de valor. Importante, pero acotada.

Pues bien, ese pronóstico quedó atrás. Es que hoy las cuarentenas y cierres de producción se hacen sentir con independencia de que las economías estén integradas a las cadenas globales de producción, y afectan de pleno a la demanda y toda la producción. De ahí que la previsión es que la crisis será mayor que en 2008-9. En primer lugar, porque su efecto es más extendido. En segundo término, es más inmediato ya que el shock de demanda es acompañado de interrupciones forzadas y postergación de proyectos de inversión. En tercer lugar, en la medida en que la actividad económica es golpeada, puede desarrollarse una crisis en el sector financiero cuando muchas empresas no puedan cumplir sus obligaciones financieras; lo cual tendrá un efecto en cascada sobre los flujos de inversión global.

De manera que todo indicaría que la dinámica es cada vez más negativa. Según UNCTAD, aproximadamente el 80% de las 5000 mayores multinacionales que monitorea ha revisado a la baja sus previsiones de ingresos. A comienzos de marzo el promedio de revisión a la baja de los ingresos era del 9%. Pero en las últimas semanas la mayoría hizo nuevas revisiones. En promedio las que operan en los países adelantados bajaron sus previsiones un 35% promedio.

En cuanto a China, en el primer bimestre, el gasto de capital bajó, solo en los dos primeros meses, un 25%. Las multinacionales que operan en el país prevén caídas de ingresos, en promedio, del 21%. La inversión en activos fijos descendió un 24,5%. Pero además, y debido a que las medidas de cierres se tomaron a mediados de enero, y de manera desigual, es probable que el pico del efecto sea mayor. Según la OIT, el valor agregado total de las empresas industriales de China cayó 13,5% en los dos primeros meses de 2020.

Volviendo ahora al plano global, en una previsión realizada por la OIT cuando el número de infectados era de 170.000 personas, estimaba un aumento de entre 5,5 millones de desocupados (escenario bajo) y 24,7 millones (escenario elevado). El escenario “medio” preveía 13 millones (7,4 millones en los países adelantados). En la crisis de 2008-9 el desempleo aumentó 22 millones. De manera que las cifras de la OIT, si bien sombrías, no parecían tan alarmantes. Pero hoy los contagiados superan el millón y el parate de la actividad económica se ha extendido. El 7 de abril próximo habrá un nuevo informe de la OIT. Una estimación preliminar, al 10 de marzo (de nuevo, dato “viejo”), dice que ya se han perdido 30.000 meses de trabajo. Las pérdidas globales en los ingresos salariales los calcula entre 860.000 millones de dólares y 3,44 billones de dólares.

Rápido aumento del desempleo en EEUU

Los datos del desempleo en EEUU son los que posiblemente brindan una visión más realista de la forma en que se está desarrollando la crisis. Lo más impactante: solo en la semana que cerró el 28 de marzo 6,65 millones de personas pidieron seguro de desempleo. En la semana anterior, que cerró el 21/03, lo habían solicitado 3,3 millones. En la siguiente, como vimos, fue el doble. Además, en la semana terminada el 21/03 la mayoría de los que llenaron la solicitud son trabajadores de hoteles, restaurantes y otros servicios. En la que terminó el 28/03 muchos pertenecen a la industria y el transporte. Es que en petróleo, energía, construcción de automóviles, entre otras actividadess, el freno ha sido muy fuerte. Los proveedores de estas industrias también sienten la crisis. Boeing ya hace varias semanas paró su producción; lo cual pega de lleno no solo a sus trabajadores, sino a los de otras 17.000 empresas que son sus proveedoras. Varias acerías también  pararon altos hornos, ya que no reciben pedidos de la industria del automóvil o petrolera. Muchas empresas han licenciado a los trabajadores, y muchas reducen las pagas; según Bloomberg, 623.000 trabajadores del automóvil y partes componentes están con licencia. Como dato más general señalamos que analistas del JP Morgan consideran que el producto bruto de EEUU podría caer hasta el 14% en el segundo trimestre (aunque en realidad, nadie sabe cuánto puede caer).

Las horas trabajadas bajaron a un promedio semanal de 34,2 horas, el más bajo desde 2011, y todo anticipa que seguirá bajando. Por otro lado, si bien desde el gobierno se recomienda a los trabajadores que permanezcan en sus casas si se sienten enfermos, muchos temen ser despedidos si lo hacen. Con el agravante de que muchos tampoco reciben salario si se enferman.

Debido a la rapidez con que empeoró el empleo, la tasa oficial de desempleo de marzo, del 4,4%, no registra todavía la situación real. Precisemos que el Bureau of Labor Statistics considera desempleados a aquellos que buscaron trabajo en las últimas cuatro semanas; no toma en cuenta los que están desanimados, o buscan ocasionalmente empleo. Si se incluye a estos sectores, la tasa de desempleo –conocida como U6- llegaría al 8,7%; aunque, por lo que explicamos enseguida, esta última tampoco refleja lo que está pasando.  Es que, además del retraso que tienen las encuestas, muchos trabajadores han tenido dificultades burocráticas para aplicar por el seguro. Además, otros muchos son independientes y, no califican para el seguro.

De ahí que podría haber, según Justin Wolfers, (en el NYT), unos 11 millones de desocupados. Lo cual llevaría la tasa de desempleo del 3,5% en febrero al 10% el 28 de marzo. Sin embargo, desde entonces se han perdido más trabajos, de manera que el número de desempleados podría llegar a 15 millones, o sea, el 12,3% de la fuerza laboral (véase “The Unemployment Rate is Probably Around 13 Percent”, New York Times, 3/04/2020). Escribe: “El mercado laboral está cambiando tan rápidamente que muestras estadísticas oficiales –concebidas para medir cambios a lo largo de meses y años más que en días o semanas- no pueden seguirlas”.

Goldman Sachs, a su vez, prevé una tasa de desempleo del 15% hacia mitad de año. La Casa Blanca dice podría llegar al 20%. Por último, Faria e Castro, economista de la Reserva Federal de San Luis, “Back-of-the-Envelope Estimates of Next Quarter’s Unemployment Rate” del 24 de marzo, aquí, tiene un pronóstico incluso peor: estima que se perderán 47 millones de puestos de trabajo, lo que elevaría el desempleo a 52,8 millones de personas. Sería el 32% de desocupados. En los 1930 el desempleo en EEUU llegó al 25%, el récord histórico.

Al margen de las proyecciones, en cualquier caso es indudable que se trata de un crecimiento explosivo, de una velocidad como no se ha visto en anteriores crisis. Y la situación en otros países adelantados (Italia, España entre ellos) no parece tan distinta, en lo que hace a la gravedad de la caída

El panorama es extremadamente grave para la clase trabajadora. Por eso, repito una vez más, no tiene sentido seguir diciendo que esto es todo un invento; o una exageración de los medios; o que la irrupción del virus no cambió nada porque “la economía capitalista ya estaba en retroceso” (como si la situación económica de hoy fuera parecida a la que había en 2018 o 2019). La explicación del porqué los marxistas proponemos un programa socialista –en particular, liberar a las masas trabajadoras de la tiranía que impone la lógica de la ganancia y el capital; permitir el reordenamiento de los recursos generados por el trabajo en beneficio de todos- debe partir de un diagnóstico objetivo –esto es, apoyado en evidencia empírica– de lo que ocurre. Es lo que justifica y explica la necesidad de medidas profundas, y a nivel global, frente a este desastre.

Descargar el documento: varios formatos siguiendo el link, opción Archivo/Descargar Como: La crisis global se acelera y profundiza

Written by rolandoastarita

03/04/2020 a 19:06

Publicado en Economía

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21 respuestas

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  1. -rolo, debido a los lejos que esta el socialismo, no seria mejor solo un poragama de minimas para al menos que la caida no sean tan desastroza, y que si se va por la maxima no se obtiene nada?

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    benjamin

    03/04/2020 at 20:25

    • Cual es el sentido de solo tener un programa de minimas que puede levantarlo o apoyarlo cualquier partido burgues, sin un programa de maxima? Con tu razonamiento, para que tener directamente un programa socialista? mejor quedarnos con paliativos progres y listo, si total esos se consiguen de a montones

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      German

      04/04/2020 at 14:12

    • Hoy la izquierda está muy debilitada. La inmensa mayoría de las masas trabajadoras siguen a partidos de la burguesía. Las ideas del socialismo solo se plantean al nivel de la propaganda, y como perspectiva más bien lejana. Por supuesto, en situaciones como esta surgen algunas demandas de defensa muy elemental de las masas trabajadoras, que debemos apoyar. Algo de esto ocurría, por ejemplo, en los meses más negros para Inglaterra en la Segunda Guerra. Una demanda muy elemental, por caso, era que se abrieran refugios antiaéreos en los barrios obreros en Londres. Este tipo de demandas aparecen ante el avance de la crisis y el virus. Por caso, protección para los trabajadores de la salud; medidas especiales para los barrios en los que abunda el hacinamiento; suspensión del trabajo no esencial; salario mínimo o seguro garantizado. Otras medidas, como tomar bajo control estatal todas las viviendas desocupadas en los barrios burgueses o de las clases medias, para dar cabida a los que necesitan aislarse; o poner todos los medios de salud al servicio de la población en general, son mucho más difíciles de conseguir, dada la correlación de fuerzas.

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      rolandoastarita

      04/04/2020 at 15:10

  2. Hola Rolando,a su parecer que programa debería levantar la izquierda en estos momentos?
    Gracias,saludos

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    Agustin

    03/04/2020 at 20:59

  3. Hola Rolando ¿Como estas?
    ¿Como ves la situación política (lucha de clases) en Europa y EEUU? Con un avance electoral de partidos de derecha racista como VOX (España) Alternativa para Alemania, Le Pen en Francia, y la inexistencia de una izquierda revolucionaria, solo una parodia de izquierda como Syriza y Podemos.
    ¿Que crees que se podría hacer en semejante crisis? Se que batallas por reconstruir las bases del marxismo y por eso las notas que sacas. En relación a esto y para ponerlo en términos conocidos, ¿Que hacer?

    Que andes bien.
    Saludos.

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    Kazachock

    04/04/2020 at 03:04

    • Los marxistas estamos reducidos a una expresión mínima a nivel global, y pienso que en Europa también. Incluso partidos que se consideran marxistas tienen un discurso más bien afín al keynesianismo de izquierda, o al nacionalismo perqueñoburgués. Experiencias como las de Syriza o Podemos no han llevado a la gente hacia la izquierda. Opino a la distancia, pero me da la impresión de que hubo quietismo y desmoralización (objetivamente, esa es la función que la burguesía espera que cumplan estos engendros). Las experiencias recientes de Maduro y Ortega agregan alimento a ese estado de cosas. La única alternativa que veo por ahora es la lucha ideológica y política por las ideas del socialismo revolucionario. Hay una imagen de Lenin que me viene a la cabeza. Suena un poco romántica, pero creo que encaja en lo que vivimos (lamentablemente, desde hace décadas).

      Escribiendo en un período reaccionario, Lenin decía que el deber de los marxistas era conservar la llama para el momento en que pasara la inundación. Concretamente, si no convencemos a un sector importante de la vanguardia -activistas y militantes obreros, estudiantiles, populares- de la necesidad de romper con los partidos burgueses, o pequeñoburgueses, no veo posibilidades de revertir esta situación.

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      rolandoastarita

      04/04/2020 at 15:03

  4. Hola Rolando, ¿Qué piensas de la posibilidad de hiperinflación en EEUU? Ante las masivas inyecciones de dinero de la FED y el crecimiento nunca antes visto de la deuda privada y fiscal. ¿Podría el dólar perder su estatus hegemónico a nivel mundial y ser reemplazado por el Yuan o incluso podría haber una vuelta al patrón oro?

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    Daniel

    04/04/2020 at 09:32

    • la pregunta no es para mi, y no soy de meterme, pero no, no hay posibilidades de que el Yuan reemplace al dolar, ni que volvamos al patrón oro. Lo mas probable es que se mundialicen los Derechos Especiales de Gira o surja algun otra forma de moneda global. Saludos cordiales

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      Gogol

      04/04/2020 at 20:36

    • Amplío un poco sobre el tema. Para poder reemplazar al dólar, el yuan debería ser aceptado como moneda de reserva. En 2015 el FMI le dio el status de moneda de reserva.y lo agregó a la canasta de monedas que están detrás de los derechos especiales de giro (SDR, siglas en inglés). Desde entonces aumentó su uso en el comercio mundial y como moneda de reserva. Sin embargo, todavía está muy lejos del dólar. En 2019 el 88% de las transacciones internacionales de monedas se hacían en dólares, contra aproximadamente el 4% en yuanes (dato del BIS). En cuanto a su rol como moneda de reserva, también está lejos. En 2019 el 61,5% de las reservas mundiales estaban en dólares (cerca de 6,8 billones). Las reservas en euros eran el 20% de las reservas totales. En yenes el 5,6%; el porcentaje en yuanes era solo 2%. Pekín tampoco está entre los primeros grandes centros financieros internacionales.

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      rolandoastarita

      04/04/2020 at 22:41

  5. Querido profesor, muchas gracias por compartir su conocimiento. Me gustaría que me diera su opinión sobre lo siguiente. Trato de alguna forma de mostrar que la población en Colombia podría tener lo mínimo vital asegurado durante la pandemia: El PIB de Colombia a precios corrientes en el 2018 fue de 978»477’060.575 pesos, lo que equivale a la renta o ingreso del país. Suponiendo una ratio inversión-PIB del 20% (promedio invertido de 2000-2017) que equivaldría al ingreso que debe ir hacia el mantenimiento de bienes de capital (maquinaria, equipo…) con los que operan los trabajadores, la renta disponible para el consumo sería entonces de 782.781.648.460.720. Por otro lado, población del país es de 49.000.000 aproximadamente, eso quiere decir que por habitante existiría una renta alrededor de 15’975.135 pesos (los datos son del 2018 y el calculo sobre la inversión es muy optimista, dado que es el promedio de años en los cuales la inversión se aceleró por los precios del petroleo). Eso significaría que por mes le tocaría a cada habitante 1’331.261 pesos. Si se centralizara la economía en día de mañana y el gobierno decidiera repartir por igual el ingreso nacional, toda la gente tendría acceso a lo básico en Colombia durante un año (desde luego, suponiendo el no pago al servicio de la deuda externa). El salario mínimo en Colombia es de 900.000 pesos aproximadamente, lo cual indicaría lo mínimo con lo que puede vivir una persona y su familia en Colombia. No se puede tener entonces como excusa la falta de capacidad financiera para llevar a los hogares lo mínimo vital. Gracias profesor por las luces que pueda darme.

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    Alfonso

    04/04/2020 at 11:18

    • Solo puedo opinar desde el punto de vista del método. Intuyo que propones una especie de plan que adoptaría un gobierno socialista (no socialista burgués, sino socialista) en caso de que tuviera poder para hacerse del producto y repartir. Esto es, un gobierno -o un poder estatal- que pudiera quebrar la resistencia del capital.

      Pues bien, tomas como referencia el PBI de 2018. Sin embargo, el PBI de 2020 seguramente será mucho más bajo si se han frenado muchas actividades consideradas no esenciales. Esto es, lo que habría para repartir sería el valor agregado en las llamadas actividades esenciales que, lógicamente, será menor que si la economía estuviera operando en condiciones normales (supongamos, en la industria, al 80% de la capacidad instalada, y así en otras ramas). Además, habría que tener en cuenta que posiblemente haya que aumentar la producción de alimentos (con todos los encadenamientos correspondientes, por ejemplo transporte, logística, medios de producción) si aumenta la canasta alimenticia promedio.

      Por otra parte, consideras un ratio de inversión del 20% del pbi; esto significa una parte destinada al aumento neto del stock de medios de producción. En una situación de crisis un gobierno puede decidir que la inversión sea solo para reponer desgaste de capital, lo cual dejaría más excedente para repartir. Pero por otra parte habría que incrementar mucho el gasto en salud.

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      rolandoastarita

      04/04/2020 at 14:51

    • En este caso el PBI reflejaria la actividad económica del último período antes de que digamos, el gobierno socialista tome el poder. Pero ante el eventual caso de que esto ocurriera y fuera posible quebrar la resistencia del capital, no habría que considerar también la capacidad ociosa (que en argentina seria elevada)? o el stock acumulado de mercaderías fuera de circulación porque la demanda venía deprimida incluso desde antes que de la crisis por el virus?

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      Hugo

      04/04/2020 at 19:59

  6. Pregunto desde mi ignorancia. Si la crisis, mirando al Pbi y al empleo, nace de la prohibición de trabajar, no se supone que el día q se controle el virus y se levante la cuarentena, simplemente las empresas reabrirán y se volverá rápidamente a los niveles previos de actividad? Claro, con deuda pública por las nubes pero también con sectores con mucho dinero ahorrado ya que hoy sólo se pueden comprar alimentos y medicamentos. Por esto mismo no entiendo a los q hablan de estimular la demanda. Demanda de qué?

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    santiago

    04/04/2020 at 11:47

    • Me parece difícil prever cómo va a seguir esta historia. Ni siquiera hay algún pronóstico firme acerca de la posible evolución del virus. La manera en que se desarrolle la crisis económica dependerá mucho de si se desata una crisis financiera, que pudiera provocar una desvalorización masiva de activos. En este respecto hay que evitar caer en una suerte de fetichismo de las finanzas. Por ejemplo, si se frena la producción, se frena la generación de valor, y esto impulsaría una desvalorización de activos, de manera que los valores que hasta hace poco se pensaban seguros, se esfuman. Otro caso: mucha gente piensa que los bancos son omnipotentes, que bastaría que fueran un poco menos egoístas para que las cosas se solucionaran. Sin embargo el tema no es tan simple. Cuando el banco otorga créditos, usa el dinero de los ahorristas. Si el banco da un crédito a una empresa que está parada para que pague salarios, ese crédito pasa a formar parte del capital ficticio (no está respaldado por la generación de plusvalía). Esta situación puede prolongarse durante un tiempo, pero lógicamente tiene límites. Señalo estos problemas porque alguna gente piensa que todo depende de que el Poder Ejecutivo ordene a los capitales hacer tal o cual cosa. Es la ilusión de «la política toma el mando, por sobre la economía».

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      rolandoastarita

      04/04/2020 at 15:58

  7. ¡Saludos Rolo!

    https://www.expansion.com/economia/2020/04/04/5e888e2ce5fdeade7b8b45fc.html

    A tenor de lo último que anotas, recojo el enlace de Twitter, donde abundan los elogios al gobierno portugués y a la izquierda de aquel país, como signo contrario al tiempo de la austeridad.

    La austeridad, o «política del austericidio», según la propensión a la dramatización del asunto por parte de quien trate la cosa, más que al esfuerzo destinado a la búsqueda de la compresión general del funcionamiento de la economía del dinero, y que se interpreta, irremediablemente, desde la «Doctrina del Shock».

    Es decir, se trataría de una suerte de conspiración mayúscula a manos ciertos sectores de poder que se habrían vuelto omnipotentes y, por ende, determinantes en el período de la mundialización del capital; obligando al resto, por la vía de los hechos, a renunciar a una forma de hegemonía que ha sobrevenido en un inocultable predominio político y cultural, no solo en los países centrales, con todo lo que ello significa; por otro tipo de control en el que el capital financiero y sus sectores más pecaminosos, «los fondos buitres», por caso, habrían desplazado la facción más honorable, considerada y productiva, animada por un espíritu proclive a un relacionamiento más comprensivo y amigable.

    Conviene dejar constancia de que se trata de un convencimiento general, excepto en sectores minúsculos, que, por otra parte, ni siquiera son conscientes de su insignificancia, que eleva la voluntad política a factor determinante, por encima de toda otra consideración.

    Semejante deducción tiene un sentido profundo, pero que poco o nada tiene que ver, a su vez, con la interpretación corriente, presente en multitud de escritores y activistas de cierta izquierda bien pensante y proclive a una puntillosa corrección política: 9 de cada 10 integrantes de las sociedades del llamado primer mundo y de quienes aspiran a formar parte de el, no piensan, bajo ninguna circunstancia, en que la solución de sus problemas transite por el abandono de la Economía de Mercado y la búsqueda de alternativas por el camino de la cooperación, sobre la base de la propiedad colectiva.

    Hay que tener en cuenta que semejante postura; y muy especialmente la sensibilidad que emana de ella, recorre el arco sindical, político, institucional, académico (TMM), y de buena parte de la opinión pública.

    Sensibilidad que cabe denominar de izquierda, por puro y exclusivo convencionalismo.

    Abrazo.

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    Sergio Washington Piñeiro Miguens

    05/04/2020 at 12:07

  8. Compañero profesor Rolando Astarita
    En todos los sitios, cuando usted lee, se dice que cuando esta crisis concluya (¡¿cuando?!) el mundo será diferente. ¿Qué cree usted de ello? porque veo la afirmación, tanto en sitios burgueses como en sitios de izquierda, un poco abstracta.
    Desde luego, tengo la impresión que no será igual: habrá más desempleo estructural, quebrarán muchísimas empresas, quedará impregnado un mayor autoritarismo, se profundizará más lo nacional sobre lo extranjero etc etc. Pero no creo que se refieran a eso, por lo menos es lo que se desprende entre líneas.
    Si usted nos pudiera dar su opinión al respecto.
    Gracias.
    Un saludo afectuoso

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    Rodolfo Crespo

    06/04/2020 at 11:34

  9. Rolando, qué margen tienen los estados burgueses más importantes para adoptar una política de dirección de la economía como si estuviéramos en guerra, direccionando la producción y la inversión para evitar un derrumbe mayor que sin intervención. Hoy escuché que el PBI de la Argentina podría caer un 10% o más en 2020.

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    Lucas

    06/04/2020 at 13:27

  10. Profesor, no cree los pronósticos de algunos economistas de la rama capitalista que están hablando de una recuperación Nike, en el sentido del logo https://www.eldiario.es/economia/Nike-ultima-teoria-recuperacion-economica_0_1012798969.html desde el análisis del marxismo cómo sería?.

    Veo dos posibles modos:
    1. La economía se recupera débilmente en gran medida gracias al dinero de todos hacia unos pocos y aumentando la concentración de los medios de producción en bastantes sectores. Lo de la concentración puede ser algo, quizás, relevante si se puede llegar a un pacto tácito en no bajar precios en el sector aunque no sé si aquí funcionaría su crítica a Hilferding y el modelo de comunista Lenin sobre el monopolio. Al final la privatización y resolución de las necesidades humanas básicas en el mercado va a hacer sí o sí que siga habiendo sectores rentables.

    2. Debido a la débil acumulación que se estaba produciendo ya, se entra en barrena y la imposibilidad de medidas cuantitativas pues hunde la economía.

    Yo estoy más por el primer caso que por el segundo, pero me faltan elementos para basar bien esa idea, qué opina usted.

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    vacioynausea

    06/04/2020 at 18:11

  11. Hola Rolo, muy interesante como siempre. Tengo algunas preguntas
    ¿Qué pensas de la posible decisión del gobierno argentino de levantar paulatinamente la cuarentena a partir del 13/4? Se está hablando mucho de la presión de los empresarios por volver a la actividad, el nmás por ejemplo se opone al levantamiento de la cuarentena diciendo que hay que brindar condiciones a todos para afrontarla y propone un salario básico universal de $40000 para trabajadores informales y desempleados. Por su parte, el PTS y demás partidos de izquierda están levantando las consignas de prohibición de los despidos y levantando las demandas de trabajadores que sufrieron descuentos en el pago de sus salarios (por ejemplo trabajadores mac donalds). También hablan de nacionalizar el sistema de salud mientras dure la emergencia. Tengo entendido que por ejemplo Irlanda sacó una medida en relación a la nacionalización del sistema de salud pero no he profundizado mucho sobre de qué se trata. ¿Son estas medidas posibles en el contexto del capitalismo argentino? ¿Qué demandas o que tipo de agitación deberíamos levantar desde el marxismo revolucionario?

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    noelia

    07/04/2020 at 22:20

    • En estas cuestiones hay, en primer lugar, un aspecto objetivo, diría técnico, que se refiere a lo que se conoce del virus, a cómo se expande, a la relación entre número de contagiados y número de pacientes que deben ser internados, o internados en terapia intensiva, etcétera, sobre las cuales no puedo opinar. En este respecto hay que tener un poco de prudencia. Por ejemplo, en el inicio de la pandemia en un periódico de la izquierda argentina se condenaba la cuarentena con el argumento «medida medieval». Poco después, en ese mismo periódico, se pedía cuarentena.

      En segundo término, hay una idea equivocada en la izquierda que consiste en pensar que si se confiscan las riquezas de la burguesía, no habría problemas en sostener por un tiempo muy largo la cuarentena casi total, esto es, que la gente no vaya a trabajar. Es una idea equivocada porque parece desconocer que la mayor parte de la riqueza en manos de la clase capitalista consiste en medios de producción y/o derechos sobre la plusvalía. Lo cual significa que si se expropia, no se resuelve con ello el problema de la producción de los bienes necesarios para sostener a la población en cuarentena; como tampoco se resuelve el problema de cómo garantizar transporte, logística, cadena de pagos. Esto por no hablar también de la atención sanitaria. Esto es, se puede expropiar la fábrica que produce el alimento X, pero al día siguiente de la expropiación deben ir los obreros y empleados a producir. Por supuesto, se pueden tomar todas las medidas posibles para prevenir el contagio, pero es imposible sostener la cuarentena. Repito: el error más importante en algunas de las propuestas que leo o escucho pasa por olvidar que la burguesía es, esencialmente, propietaria de los medios de producción. La acumulación es eso, concentración creciente de medios de producción, no de medios de consumo.

      Sobre la prohibición de despidos, no arregla demasiado las cosas. Se pueden mantener las plantillas por un tiempo, pero si no hay producción, la situación no es sostenible. Con el agregado que ya ahora millones de trabajadores están suspendidos (o sea, formalmente no están despedidos), pero no cobran (en especial en negocios y talleres pequeños; hay muchos trabajo no registrado) o ya les han rebajado los salarios. Por supuesto, se puede exigir que se paguen los salarios completos, pero es claro que en el mediano plazo (cambiará según la situación de la rama, de la empresa, etcétera) si no se trabaja (o sea, si no se genera valor y plusvalor), no hay salida.

      En este punto vuelvo a subrayar que es necesario tener un enfoque materialista. Esto significa que hay impedimentos que son materiales, objetivos, o sea, que no se superan con voluntarismo. Pongo un ejemplo: en la teoría económica neoclásica se sostiene -lo dice la función de producción- que es posible combinar en cualquier proporción «capital» (medios de producción) y trabajo, para producir cualquier bien; y que esta función responde más o menos elásticamente a cualquier variación de la demanda (provisto que «los factores reciban un ingreso según su productividad marginal»). Con esto en mente, algunos pueden haber pensado que fabricar algo tan simple como barbijos estaba al alcance de la mano. Solo bastaría reconvertir algunas grandes fábricas textiles para el objetivo. Tal vez esta creencia también haya empujado a alguna gente de izquierda a decir que bastaba una orden del Estado para que hubiera barbijos, o respiradores mecánicos para todos. La realidad es que eso no parece tan sencillo de lograr.

      Por último, no conozco el caso de Irlanda. Tampoco entiendo bien qué significa nacionalizar el sistema de salud mientras dure la pandemia. ¿Se expropia las clínicas y hospitales privados, para devolverlas a los dueños una vez pasada la pandemia¿ No parece claro. De todas maneras, en tiempos de guerras, o catástrofes como la actual, el Estado tiende a aumentar su injerencia en la economía. Por ejemplo, pone bajo su control, o centraliza decisiones. Se trata de intervenciones a favor del capital en general. Lo cual puede ayudar a ser más efectivos en las medidas, o a mejorar la asignación de los recursos disponibles. Pero en todo esto tampoco se puede hacer abstracción del carácter de clase y la naturaleza del Estado, o gobierno, que encara esas medidas.

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      rolandoastarita

      08/04/2020 at 11:44

    • Por lo menos acá en España lo que hizo el gobierno fue asumir el control de la sanidad privada (desconozco si asumió el pago de los salarios) en aras de centralizar los recursos, aunque de todos modos hay denuncias de infrautilización de las salas de terapia intensiva en los hospitales privados. Algunos salieron a aplaudir esto como una nacionalización (como si la estatización fuera algo progresivo) diciendo que se ponía la riqueza al servicio de la mayoría y pavadas semejantes. Como bien decís se trata del Estado capitalista actuando a favor de los intereses del capital, sean o no conscientes los capitalistas individuales de esto.

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