Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Valor, ¿concepción social o física? (1)

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Dada su extensión, esta nota se divide en dos partes

En varias notas anteriores discutí la idea de que el valor es una categoría física. Lo hice en respuesta a críticas de economistas “austriacos” a la teoría del valor de Marx, y en polémica con marxistas. En este último respecto, la discusión giró en torno a la tesis del intercambio desigual de Ernest Mandel, Anwar Shaikh y Guglielmo Carchedi. Según este enfoque, si un productor emplea más del tiempo de trabajo socialmente necesario (TTSN) para producir una mercancía (por ejemplo, porque utiliza una tecnología atrasada), genera más valor que los productores que utilizan la tecnología promedio imperante en la rama. Y los productores que utilizan una tecnología superior a la tecnología media, generan menos valor. Por eso, según este enfoque, los países en los que predominan empresas tecnológicamente atrasadas generan más valor que el promedio de la rama; valor que sería apropiado por los países tecnológicamente avanzados. Mi posición es la opuesta. Sostengo que si un productor emplea más del TTSN imperante en la rama, genera menos valor por hora de trabajo. Y lo inverso ocurre con aquel productor que emplea menos del TTSN en la rama.

En el curso de la polémica, sostuve, entre otros argumentos, que la tesis de que aquel que emplea una tecnología atrasada, con respecto a la tecnología modal, produce más valor, conducía a una concepción material, o física, del valor, que es ajena a la teoría de Marx. Sostengo que el valor no es una propiedad material, sino social. Defensores del enfoque Mandel, Shaikh, Carchedi negaron que defendieran una concepción material, no social, del valor. En buena medida, la polémica se estancó en este punto.

Pues bien, algunas semanas atrás un economista marxista me envió una comunicación personal en la que defiende la tesis de que aquel que emplea más trabajo que los productores modales de una rama, genera más valor. Para fundamentar su afirmación opone, de manera abierta y franca, una concepción material del valor a mi concepción social. Se trata de un compañero que ha realizado muchos aportes, desde un enfoque marxista, a la comprensión de la economía capitalista contemporánea. Y precisamente esta condición de marxista destacado facilita ir al corazón de las diferencias (al pasar, no hay nada más frustrante que discutir con ignorantes, máxime cuando a la ignorancia le agregan una ilimitada soberbia). Esto es, mi crítico plantea la cuestión central: el valor, ¿es una categoría física, o social? Este es el tema. Empiezo entonces transcribiendo su crítica. Escribe:

“Tu sostienes que si soy un manufacturero de la mercancía A, que demanda 12 horas de trabajo, y en los mercados domina una tecnología que implica que A es producida en 10 horas de trabajo, yo habré generado solo 10 horas de valor, aunque haya trabajado 12. Por otro lado, si me lleva solo 8 horas de trabajo, puedo vender de todas maneras A por un valor de 10 horas, porque es el TTSN”.

“Mi objeción es que, de acuerdo a tu posición, en el primer caso, 2 horas de trabajo desaparecen en la nada; y en el último caso 2 horas de trabajo se materializan de la nada. Esto contradice el primer principio de la termodinámica sobre la conservación de la energía (y el trabajo es energía), [que dice que] la energía puede ser transformada de una forma en otra, pero no puede ser ni creada, ni destruida. En realidad, hay una transferencia, apropiación de valor”.

“En segundo lugar, me parece que confundes producción con realización. Si me insume 10 horas de trabajo producir A y lo debo vender por 8 horas, he generado 10 horas aun si el mercado me da 8 horas. Dos horas son apropiadas por el capital más productivo con una composición orgánica de capital más elevada. Esto es intercambio desigual. Por otro lado, si el mercado dicta que aun si he trabajado 10 horas he generado 8 horas (porque es lo que puedo obtener), entonces recibo lo que he generado y hay intercambio igual, no intercambio desigual. Finalmente, esta es la posición simultaneísta, que cancela el tiempo (como sabes, la distinción entre simultaneísmo y temporalismo es crucial en el rechazo de la crítica neo-ricardiana de Marx”).

El valor no es una propiedad física, o natural

Una concepción física del valor es la que tenían, por ejemplo, los fisiócratas. En palabras de Marx, para los fisiócratas el valor “no es un modo social definido de existencia de la actividad humana (trabajo), sino consiste en cosas materiales, tierras, naturaleza, y las distintas modificaciones a estas cosas materiales” (Marx, 1975, p. 39, t. 1). Para verlo con un ejemplo: si empleo x horas de trabajo en fabricar una computadora, este bien físico permanecerá como tal bien, al margen de si lo puedo vender (realizar como valor), o no. Si lo puedo realizar como valor (vender la computadora), la misma tendrá valor –“un modo social definido de existencia del trabajo”-, junto a sus propiedades físicas, materiales. Si por alguna razón no puedo venderla –por ejemplo, porque el mercado está saturado de computadoras, o porque el modelo quedó obsoleto- mi trabajo no se habrá objetivado como valor. Sin embargo, las propiedades físicas de la computadora permanecerán, con independencia de que no se haya vendida. Esto es, el valor remite a una cualidad que es social –quiere decir que deriva de las relaciones de producción, en este caso, de la relación de los productores a través del mercado- y no física. Es la razón por la cual no se puede afirmar que el valor exista al margen, o por fuera de esas relaciones sociales; en este caso, al margen de la venta. El bien material, en cambio, sí subsiste, con independencia de que se haya producido la venta.

Lo anterior permite entender por qué es equivocado sostener que el valor consiste en una propiedad física, como lo es la energía. Por supuesto, si se afirma que el valor es energía, en general, se puede aplicar el principio de la conservación de la energía. Si, en cambio, consideramos que el valor es una propiedad social, no se aplica el principio físico de la conservación de la energía, aunque el trabajo implique gasto humano de energía. Para ponerlo de manera sencilla, supongamos que un trabajador emplea su energía en mover una máquina, que sirve para producir la mercancía X; y esa tecnología es predominante en la rama de producción de X. En ese caso, el gasto humano de energía, aplicado a mover la máquina, habrá generado un determinado valor que se objetivará –a través de la venta- como parte componente del precio de X.

Sin embargo, si después el trabajo de mover la máquina es reemplazado por un salto de agua, no tiene sentido sostener que, por el principio de conservación de la energía el valor que antes era generado por el trabajo humano ahora es generado por el salto de agua. El salto de agua no genera valor, a pesar de que es una fuente de energía (energía que, en última instancia, proviene del sol). Por eso, si el trabajo humano de mover la máquina es reemplazado por el salto de agua, el valor de X habrá descendido en proporción a ese ahorro de trabajo humano. El salto de agua no genera valor; de la misma manera que el buey que tira el arado no genera valor, a pesar de que gasta energía.

Los austriacos y la concepción física del valor

En este punto señalo que, curiosamente, los economistas austriacos, cuando atacan la teoría del valor de Marx, lo hacen atribuyéndole una concepción física del valor. Traté esta cuestión en respuesta a Juan Ramón Rallo (aquí). Es que en crítica al razonamiento con el que Marx introduce la noción de valor – la sustancia común que queda en las mercancías cuando se hace abstracción de sus propiedades físicas o naturales, y de la diversidad de valores de uso es trabajo humano como gasto humano de energía- Rallo pregunta por qué las mercancías no pueden intercambiarse, por ejemplo, según la cantidad de energía utilizada en producirlas. Concretamente, pregunta por qué, si entre los diversos tipos de energía se encuentra la térmica, química, calorífica, electromagnética, nuclear, eléctrica, de animales o plantas, iónica, del sonido, además de la humana, Marx tomó como elemento en común solo la energía humana invertida en la producción.

De nuevo, la respuesta es que el valor es una propiedad social. Escribe Marx: Ese algo común no puede ser una propiedad natural –geométrica, física, química o de otra índole de las mercancías. Sus propiedades corpóreas entran en consideración, única  exclusivamente, en la medida en que ellas hacen útiles a las mercancías, en que las hacen ser, pues, valores de uso. Pero, por otra parte, salta a la vista que es precisamente la abstracción de sus valores de uso lo que caracteriza la relación de intercambio entre las mercancías” (Marx, 1999, t. 1, p. 46). Por eso, la objetividad del valor es social: “La objetividad de las mercancías en cuanto valores se diferencia de mistress Quickly en que no se sabe por dónde agarrarla. En contradicción directa con la objetividad sensorialmente grosera del cuerpo de las mercancías, ni un solo átomo de sustancia natural forma parte de su objetividad en cuanto valores” (p. 58, énfasis añadido). También: “…las mercancías solo poseen objetividad como valores en la medida en que son expresiones de la misma unidad social, del trabajo humano”… “su objetividad en cuanto valores, por tanto, es de naturaleza puramente social” y por eso, “dicha objetividad como valores solo puede ponerse de manifiesto en la relación social entre diversas mercancías” (ibid.).

La importancia de la venta, o realización del valor

Una cuestión que recorre estas diferencias se refiere a lo que “aporta” la venta. Es que en el enfoque físico del valor, el hecho de que se realice, o no, la venta no agrega ni quita nada al valor generado en la producción. Por eso mis críticos afirman que, sin importar su relación con el TTSN, el trabajo aplicado a una mercancía genera valor en proporción directa a las horas trabajadas. 10 horas de trabajo siempre generan 10 horas de valor, sin importar las circunstancias sociales, de la misma manera que una determinada unidad de energía, sea del tipo que sea, se mantiene, sin consideración a las relaciones sociales, ni a lo que ocurra en el mercado.

Se trata  de una concepción ricardiana. Su punto fuerte es que remite la generación del valor a la producción, no a la venta. En otros términos, el acto de venta no genera un nuevo valor. Es una idea fundamental de Ricardo, y también de Marx. Sin embargo, la teoría del valor de Marx se diferencia sustancialmente de la teoría de Ricardo. ¿Por qué? Pues porque en el enfoque de Marx la venta es esencial para que el valor se realice. Por eso, en la teoría de Marx, para que haya valor no solo es necesario que se haya invertido trabajo –y se haya producido un valor de uso. También es necesario que ese valor se realice, y esto ocurre en la venta. Pero este último punto es el que no tiene en cuenta Ricardo. La razón de fondo es que no da importancia a la forma del valor (al valor de cambio). “Una de las fallas fundamentales de la economía clásica es que nunca logró desentrañar, partiendo del análisis de la mercancía, y más específicamente, del valor de la misma, la forma del valor, la forma misma que hace de él un valor de cambio” (Marx, 1999, p. 98, t. 1).

En Marx, en cambio, el análisis de la forma del valor remite a una relación de producción específica, la de productores privados, que comparan sus trabajos a través de “cosas que valen”. Es que si el trabajo se realiza de manera privada, su validación en tanto que trabajo social debe producirse, inevitablemente, a través del mercado, en la venta. Marx insiste, una y otra vez en esta cuestión. Por ejemplo: “Como los productores no entran en contacto social hasta que intercambian los productos de su trabajo, los atributos específicamente sociales de esos trabajos privados no se manifiestan sino en el marco de dicho intercambio. (…) Es solo en su intercambio donde los productos del trabajo adquieren una objetividad de valor, socialmente uniforme, separada de su objetividad de uso, sensorialmente diversa” (p. 89, t. 1, ibid.).

Por eso, si por alguna razón la venta fracasa, el trabajo empleado no habrá generado valor. Es el caso de los tejedores que han producido demasiada tela para lo que puede absorber el estómago del mercado. “El resultado es el mismo que si cada uno de los tejedores hubiera empleado en su producto individual más tiempo de trabajo que el socialmente necesario” (p. 131, ibid.). Aquí no hay generación de valor que pueda ser apropiada por otra rama u otros productores. Por eso no tiene nada que ver con el principio de la termodinámica. Si en 1000 horas de trabajo se produjo mercancías que en el mercado son validadas por 800 horas de trabajo, no hay 200 horas de valor que puedan ir a parar a otro lugar. En el mismo sentido, en el capítulo 15 del t. 3 de El Capital, Marx afirma que si el capitalista no logra vender la mercancía, o la vende a precios inferiores a los precios de producción, el obrero habrá sido explotado “pero su explotación no se realizará en cuanto tal para el capitalista, pudiendo estar ligada a una realización nula o parcial del plusvalor expoliado o, más aún, a una pérdida parcial o total de su capital” (p. 313).

También en Teorías… Marx también critica a Ricardo porque este “olvida la característica cualitativa de que el trabajo individual debe presentarse como trabajo social abstracto, general, solo por medio de la enajenación” (p. 432, t. 2; énfasis agregado). Y en los Grundrisse sostiene que el producto, antes de la venta, no se ha realizado como valor: “… el producto del proceso [capitalista de producción] en su forma directa no es valor, sino que tiene que entrar nuevamente en la circulación para realizarse en cuanto tal” (p. 355, t. 1; énfasis agregado). Y agrega: “El nuevo valor solo puede realizarse en la venta” (ibid.). Más adelante, y en crítica a la concepción ricardiana que identifica a la producción directamente con la generación de valor, Marx señala que “en cuanto valor no se realizará mientras no se intercambie por dinero” (p. 364). Y critica a James Mill porque este sostiene que la oferta es igual a la demanda, “lo que dicho de otro modo significa que el valor se determina por el tiempo de trabajo, o sea, que el intercambio no le agrega nada al valor. Con lo cual se olvida, simplemente, que el intercambio tiene que realizarse y que el mismo depende, en última instancia, del valor de uso” (p. 377).

Para evitar malentendidos o polémicas falsas, precisemos que Marx no está diciendo que el valor se genera en la venta. Lo que afirma es que la realización del valor a través de la venta es esencial. Si la venta fracasa, no hay valor.

Textos citados:
Marx, K. (1975): Teorías de la plusvalía, Buenos Aires, Cartago.
Marx, K. (1989): Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política (Grundrisse) 1857 – 1858, México, Siglo XXI.
Marx, K. (1999): El Capital, México, Siglo XXI.

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Written by rolandoastarita

15/02/2020 a 09:50

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33 respuestas

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  1. La base subyacente, que no debiera perderse de vista, cuando releemos a Marx, -en mi opinión- estaria en dimensionar su interpretacion en la escala capital en general, ejercito de desocupados, enorme cumulo de mercancias. En esos universos sociales, es donde debemos ubicar los promedios, las tasas medias, las magnitudes modales. De lo contrario, las ejemplificacion simplonas del tipo caso testigo, las robinsoneadas, las simplicaciones x e y, llevan a la confusion y son un velo modelizado que no permite ver las relaciones sociales en su totalidad.

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    federico losno

    15/02/2020 at 10:59

  2. Estimado Rolando Astarita,

    He frecuentado su página desde hace un año. Desde entonces sus publicaciones han sido no solo referencia obligatoria sino muchas veces decisivas en mi formación dentro del campo marxista.

    Sin extenderme mucho, ¿cómo recepciona usted la crítica de Michael Heinrich (Nueva lectura de Marx) sobre este asunto? Lo expongo brevemente:

    El autor mencionado sostiene que las interpretaciones del valor se pueden agrupar en dos. Uno es el enfoque sustancialista-naturalista y otro es el enfoque monetarista del valor o no sustancialista del valor. Los puntos claves en uno y otro, sostiene el autor, no es solo que en el primero se refiera al valor de la mercancía de manera individual mientras que en el segundo se refiera al valor en una relación entre -al menos- dos mercancía, sino que además en el primero -y siguiendo a Rubin- aparece el atributo en sentido fisiológico («gasto de cerebro, nervios y músculos») como cualidad social determimante mientras que en el segundo -tomando citas de un manuacrito de Marx del invierno de 1871/72- el atributo no depende solo de una sustancia social, sino de que solo es «actual» o «presente» en el intercambio, razón por la cual Marx usa las expresiones «objetividad fantasmal» o «objetividad puramente fantástica». Asimismo, sostiene que el análisis no se agota ahí, sino el posterior desarrollo de la «forma de valor» pone de manifiesto que el valor solo existe cuando hay una expresión autónoma y general, el dinero (algo que sostiene también Christopher Arthur, de la «New Dialectics»).

    Para acabar, Iñigo Carrera, un compatriota suyo, sostiene – y muy cercano a la primera interpretación, la sustancialista-naturalista- el carácter material-fisiológico (materialidad) del trabajo abstracto, como si se tratase de una constante histórica. Dice que esto tiene «realidad» como valor únicamente bajo la forma social capitalista.

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    Joan Miranda

    15/02/2020 at 11:07

    • Discutí estas cuestiones en el cap. 2 de «Valor, mercado mundial y globalización». También, aunque más parcialmente, en notas sobre el valor, en el blog. Básicamente, mi idea es que es incorrecto disociar «contenido material» y «forma social». El valor tiene una base material. No solo porque el trabajo es gasto humano de energía, sino también porque no hay generación de valor si no se generan valores de uso. Y el valor de uso es, en expresión de Marx, «el contenido material de la riqueza». Por caso, si alguien trabaja para producir un bien que no tiene valor de uso, ese trabajo no habrá generado valor.

      Pero por otra parte, no basa generar un valor de uso para que haya generación de valor (error de los que definen al valor como simple «tiempo de trabajo invertido en la producción»). Solo bajo determinadas relaciones sociales -productores independientes, producción para el mercado- el tiempo de trabajo se objetiva en valor. Entre las varias notas en que discuto estas cuestiones, cito las dedicadas a las categorías trabajo abstracto y concreto (aquí, aquí, aquí, aquí)

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      rolandoastarita

      15/02/2020 at 11:57

    • Según interpreto a Rubin, este critica el hecho de que se identifiquen de modo inmediato el trabajo abstracto y el trabajo fisiológico -algo que, por ejemplo, sostiene Iñigo Carrera- de modo que ya aparecería el trabajo abstracto en la producción de mercancías. En cambio, siguiendo a Rubin, el trabajo abstracto se vuelve «actual» en el intercambio -se considera la producción y la circulación como un todo-, en la relación con el mundo de las mercancías.

      Usted, contra esas interpretaciones, me parece que entiende la categoría de trabajo abstracto como una unidad, con lo cual -si no me equivoco- se sostiene que el trabajo fisiológico (el contenido material) es causa necesaria, pero no suficiente (la forma social).

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      Joan Miranda

      15/02/2020 at 14:17

  3. Buenas tardes,

    No se si envié bien mi mensaje y lo repito por si acaso.

    Resumiendo;

    Que propone el marxismo a febrero de 2021 para superar el Capitalismo?

    Hay algún intelectual marxista que tenga algo potente publicado sobre los pasos a seguir para superar el Capitalismo y que no sean recetas ya fracasadas del siglo 20?

    Piketty desde una óptica socialdemócrata propone una sociedad postcapitalista en su último libro.

    Los mutualistas también proponen un mercado libre no capitalista.

    Que se propone desde el marxismo?

    Un saludo

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    Carlx

    15/02/2020 at 11:30

    • Viendo este comentario confirmo que son pocos los que han leído (mucho menos entendido) el 1er. capítulo de el Capital…

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      Adrián

      15/02/2020 at 17:02

  4. » ‘Mi objeción es que, de acuerdo a tu posición, en el primer caso, 2 horas de trabajo desaparecen en la nada; y en el último caso 2 horas de trabajo se materializan de la nada.’ »

    En mi opinión, quienes defienden una concepción social del valor y no física, no dicen que las dos horas de trabajo por encima del TTSN gastadas por un determinado productor desaparezcan. No son destruidas. Están ahí, fueron gastadas; lo que ocurre es que el mercado no las valida, no las toma en cuenta. Pero no se está diciendo que no existieron, de hecho precisamente como existieron y no las tuvo en cuenta el mercado, esto tiene una consecuencia para el capitalista que produjo su mercancía en dichas condiciones, que es una mayor dificultad para obtener una ganancia y reproducirse al ritmo normal.

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    santiago

    15/02/2020 at 14:35

    • En la nota polemizo con la idea de que si el tiempo de trabajo promedio para producir X en una rama es 10 hs, y alguien emplea 12 hs, este último productor ha generado 12 horas de valor. Es el fundamento para la explicación del intercambio desigual (que arranca con Mandel) con la que he polemizado. He planteado que se trata de una concepción física del valor. Algunos defensores de la tesis del intercambio desigual que critico trataron de sostener que su concepción del valor es social, no física. Lo bueno que tiene el texto que me ha enviado este compañero marxista es que razona de manera consecuente: si las 2 horas de trabajo por encima del promedio «no son destruidas» (en tanto generadoras de valor), todo el tema de la validación social del trabajo privado a través del mercado desaparece. Es una consecuencia lógica. Por eso la polémica se puede desarrollar con claridad cuando alguien es inteligente y sabe de qué hablamos (no hay nada peor que discutir con ignorantes, y para colmo, presumidos).

      Además, tener una concepción social del valor no significa decir que esas 2 horas de trabajo «de más» no existieron. Simplemente implica que 12 horas de trabajo privado se validaron como 10 horas de trabajo socialmente necesario. Por supuesto, si esas 12 horas no produjeron 12 horas de valor, no hay manera de sostener que quedan «guardadas» 2 horas en algún lado. Con el agravante de que los defensores de la explicación del intercambio desigual que estoy criticando no afirman que esas 2 horas se hayan guardado, sino que reaparecen, como valor, en las empresas adelantadas tecnológicamente. Esto es, postulan una transferencia de valor. Por eso mismo desaparece la concepción de trabajo potenciado. No es casual que pasen por alto el hecho de que Marx, cuando explicó la noción de trabajo potenciado, no haya postulado transferencia alguna. Es una consecuencia natural del hecho de que no concibe el valor como una entidad física, sino social. –

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      rolandoastarita

      15/02/2020 at 15:10

  5. Muy bueno e interesante el artículo Rolando. Llegue a este muro gracias al debate que tuvo con un «austriaco». La verdad me pareció ud. muy coherente y sensato, y sobre todo respetuoso y eso me anima a preguntarle, comentarle que tengo unas dudas y le agradecería si me puede ayudar a despejarlas. Espero que me tome solo por ignorante pero no soberbio, ya que mi intencion es comprender su punto de vista. Muchas gracias desde ya.

    1- ¿Como se mide el TTSN? Más que nada porque aunque hay competencia, hay productos que tienen «secretos» en la manera de producirlos, sea maconald, coca cola o un periódico, noticiero, etc.

    2- ¿Cuál es la plusvalía por el valor trabajo que se le saca al empleado administrativo, Guardia de seguridad, limpieza y supervisores, que no intervienen directamente en la actividad productiva?

    3- Que le corresponde al empresario por encontrar una posible demanda de bienes, o sea que le corresponde por saber qué bienas producir?

    4- Si el valor no es subjetivo, por que la misma casa puede tener un precio distinto a solo 1 km de distancia de otra idéntica excepto la ubicación? Por que el obrero de esta última ganaria mas? Y por que sería justo que este último gane mas que el otro?

    Muchas gracias desde ya, feliz sabado. Saludos

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    Federico

    15/02/2020 at 14:54

    • No puedo responder todas estas cuestiones en un comentario. Sobre TTSN escribí varias notas en el blog (aquí) en polémica con los que tienen una concepción física del valor.

      Sobre empleados administrativos: por lo menos hay que distinguir los que se dedican a la comercialización del producto, o a la compra de fuerza de trabajo (por caso, pago de salarios), etcétera, de los administrativos que puedan jugar un rol en el proceso productivo. Los primeros no generan plusvalía. Los segundos sí. De la misma manera los ingenieros y técnicos (Marx los incluye entre los obreros productivos). Otra categoría son los que se dedican a limpieza, seguridad, etcétera. También son trabajadores improductivos; son retribuidos con plusvalía. Discuto algo de esto aquí.

      Al empresario le corresponde una parte de la plusvalía en tanto encarna el capital en funciones. Remito sobre esto a la sección V del tomo 3 de El Capital, donde Marx explica cómo la plusvalía se divide entre ganancia del empresario e interés (este último remunera al capitalista en tanto propietario de los medios de producción).

      Por último, la ubicación de un terreno incide en la renta que rinde, y por lo tanto en su precio (el precio surge de capitalizar la renta a cierta tasa de interés prevaleciente). Esa ubicación entonces afecta a la renta agraria, cuando se trata de terrenos dedicados a la producción agraria. Y afecta a la renta urbana (una ubicación céntrica se rentará por una suma superior a una ubicación marginal, etcétera). En Valor, mercado mundial y globalización me he referido a los espacios de valor urbanos (apoyándome en Harvey).

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      rolandoastarita

      15/02/2020 at 15:22

  6. Astarita
    Siempre me he preguntado y muchos como yo, si en el capitalismo actual se produce mas valor o se simula financieramente el mismo. Si se produjera más valor (es una hipótesis) el capitalismo gozara de buena salud, y la evidencia empírica dice lo contrario. No lo estoy provocando, sino analizando lo que son presupuestos en los que muchos meditan. Le pido, por favor, que analice el tema en alguna de sus entradas.
    Un saludos

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    Ramon

    15/02/2020 at 18:45

    • Como socialista lo que me preocupa es más presentar una alternativa al Capitalismo que llevar 150 años pronosticando su final, sin mucho acierto tanto en el pronóstico como en la alternativa presentada.

      Perdimos la guerra tanto real como intelectual!!

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      Carlx

      17/02/2020 at 14:27

  7. Hola Rolando.
    Dos preguntas:
    1. ¿Estaría bien decir, entonces, que el valor se genera en la producción pero solo sabemos cuánto valor se produjo en el momento del intercambio, de la venta?
    2. ¿Es posible que estas confusiones provengan de no diferenciar el concepto de trabajo abstracto como abstracción analítica (trabajo físico en general, ahistórico, lo común entre todas las formas humanas de trabajo) del proceso real de abstracción del trabajo propio de la lógica capitalista (es decir, el proceso real de transformación del trabajo particular en mercancía, la abstracción real de sus propiedades particulares como valor de uso para aparecer como valores de cambio)? Porque en este sentido, hablar de trabajo físico es más bien recurrir a una abstracción mental, ya que el trabajo físico no existe en la realidad de manera independiente de sus cualidades concretas, particulares y diferentes, pero el trabajo abstracto en el sentido social sí existe de manera real en la lógica de la mercancía.

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    Lilu

    16/02/2020 at 01:14

    • 1- es correcto. Si se supiera cuanto valor se genera a priori, no habría riesgo. En el capitalismo el trabajo se valida como social a posteriori, en el mercado. Por eso es un modo de producción anarquico, y despilfarrador. Son los constantes desequilibrios en el mercado los que llevan la inversión (y por tanto, el trabajo) de un área a otra de la producción. Todo esto está claramente explicado en el capítulo del fetichismo de la mercancía. Tomo 1. Publicado por Marx en vida.

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      Gus

      18/02/2020 at 01:57

  8. Algo que no alcanzo a entender tiene que ver con que si hay en estas discusiones, o mejor dicho en la crítica de Marx a Ricardo algún elemento político que se atribuya a que Ricardo era un economista burgués. Por ejemplo, si el enfoque fisiócrata de Ricardo impide luego desentrañar el carácter de clase de la explotación, o la extracción de plusvalía.

    O es que aún no hay nada de esto a este nivel de análisis?

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    Hugo

    16/02/2020 at 16:09

  9. Algo que no alcanzo a entender tiene que ver con que si hay en estas discusiones, o mejor dicho en la crítica de Marx a Ricardo algún elemento político que se atribuya a que Ricardo era un economista burgués. Por ejemplo, si el enfoque fisiócrata de Ricardo impide luego desentrañar el carácter de clase de la explotación, o la extracción de plusvalía.

    O es que aún no hay nada de esto a este nivel de análisis?

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    Hugo Ramón Soul

    16/02/2020 at 16:10

    • Marx consideraba que en la teoría de Ricardo había limitaciones que podían atribuirse a su defensa del sistema capitalista. Por ejemplo, Ricardo nunca exploró cómo se produce la plusvalía, o la ganancia. Es consciente de que todo el valor agregado por el obrero (y por lo tanto la ganancia) es producto del trabajo, pero no indaga en el asunto. Marx dice al respecto que Ricardo estaba limitado en este punto por su concepción burguesa. Escribe Marx: «Ricardo nunca se interesa por el origen del plusvalor. Lo trata como cosa inherente al modo capitalista de producción… (…) su escuela ha proclamado claramente que la causa de que surja la ganancia… es la fuerza productiva del trabajo. (…) Pero… la escuela ricardiana se limitó, no obstante, a eludir el problema [Marx se refiere a derivar la plusvalía de las leyes del intercambio]. En realidad, estos economistas burgueses advertían instintiva y certeramente que era muy peligroso investigar con excesiva profundidad el problema candente del origen de la plusvalía» (El Capital, pp. 635-6, t. 1, edición Siglo XXI).

      Por otra parte Marx señala, en el cap. 1 de El Capital que la Economía Política, y Ricardo en particular, nunca analizó la relación entre el contenido y la forma del valor, y que en particular nunca se hizo la pregunta de por qué el trabajo se representa en el valor. En nota al pie (la nota 32) señala que esto se debe a una razón profunda: preguntarse por la forma del valor (o sea, por qué los trabajos humanos se comparan a través de los precios de las mercancías) hubiera llevado a preguntarse por el tipo de sociedad en que esa comparación se hace a través de «cosas que valen». Y con ello hubiera llegado a la conclusión de que la producción mercantil es históricamente determinada. Una conclusión que choca con la naturalización de las relaciones sociales capitalistas de la Economía Política burguesa.

      En el Prólogo a la primera edición de El Capital Marx también se refiere a que «la investigación científica libre» en el dominio de la economía política enfrenta el enemigo de las «más violentas, mezquinas y aborrecibles pasiones del corazón humano», que tienen por base «las furias del interés privado». Y en el Epílogo a la segunda edición señala también que Ricardo tocó los límites que podía alcanzar la ciencia burguesa de la economía en la investigación. Límites que se hicieron muy visibles cuando se intensificó la lucha de clases a partir de 1830.

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      rolandoastarita

      16/02/2020 at 17:42

  10. Una pequeña disgresión: Ricardo murió relativamente joven, a los 51 años, producto de una otitis que derivó en septicemia, es decir por el desconocimiento de la ciencias médicas de su tiempo en cuanto a la bacterias y su tratamiento con antibióticos, que recién se descubrieron en el siglo XX. Ello a pesar de haber sido uno de los hombres más ricos de la Inglaterra de su tiempo, tanto que a los 41 años decidió abandonar el negocio de la Bolsa de Londres y vivir sólo de sus rentas, para dedicarse exclusivamente a sus investigaciones económicas y a su escaño parlamentario por el partido liberal. Si bien sus «Principios» se publicaron en 1817, su muerte prematura en 1823 nos impide preguntarnos si con el tiempo él no hubiese seguido profundizando en todas las implicancias de la teoría del valor por él formulada, y retomada -y expandida- más tarde por Marx.

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    Marianín

    17/02/2020 at 12:25

    • Marx no retoma y expande la teoría de Ricardo. La teoría de marx es algo totalmente nuevo y distinto a lo q había llegado la escuela ricardiana. Nunca la economía burguesa se había preguntado por la forma de valor. Y esa, en cambio, es el punto de partida de la teoría de marx y la razón por la cual puede llegar a destrabar y superar el problema del vino de guarda y la igualación de la tasa de ganancia.

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      Gus

      18/02/2020 at 02:15

    • «The value of a commodity, or the quantity of any other commodity for which it will exchange, depends on the relative quantity of labour which is necessary for its production.» Principles, Chp.1, Heading. Gus, que la anécdota (el vino de guarda) ni las insuficiencias (la tasa de ganancia) no te tapen el bosque… Marx, mucho más humilde que vos, jamas afirmó haber descubierto nada nuevo, sino que «se paraba sobre los hombros de gigantes para poder ver más lejos». Tanto Ricardo -como antes Smith- SÍ se preguntaron por la fuente -u el origen del valor-, Ricardo lo formuló como PRINCIPIO en el mismo comienzo de su obra más conocida, algo que los economistas burgueses que le siguieron trataron de ignorar o hacer la vista gorda. Lo que Marx sí hizo fue, partiendo desde ESTE PRINCIPIO, llevarlo hasta sus últimas consecuencias, algo que Ricardo no pudo o no quiso hacer.

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      Marianín

      21/02/2020 at 11:45

    • He tratado el tema de la relación en teoría del valor Ricardo – Marx aquí.La idea central es que Marx critica la teoría del valor de Ricardo, pero es una crítica que a la vez conserva. Se trata de una superación en el sentido en que Hegel usa el término «aufheben», que en alemán significa a la vez conservar, suprimir y elevar.

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      rolandoastarita

      22/02/2020 at 11:21

  11. Sé que no tiene que ver del todo con la nota, pero no puedo evitar preguntarme si un esclavo humano es como una maquina o un animal en cuanto a su capacidad de generar valor para el mercado?

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    David Martín

    17/02/2020 at 15:49

    • El valor es una categoría social, no natural. Por eso un buey que tira del arado no genera valor; tampoco las abejas cuando producen miel, etcétera (al pasar, Adam Smith en algún pasaje atribuye al buey generación de valor).

      Con respecto a formas de trabajo no asalariado, si producen para el mercado generan valor. El trabajo de los esclavos en las plantaciones de algodón del sur de EEUU generaban valor y plusvalor (el algodón se vendía en el mercado, y esa venta significaba realización de valor). De la misma manera el campesino polaco sometido a la explotación del señor feudal, que producía trigo (que se vendía en el mercado europeo) producía valor y plusvalor.

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      rolandoastarita

      18/02/2020 at 09:59

    • Claro. Al tratarse de seres humanos en sociedad humanas, produciendo cosas para el mercado, generan valor. Supongo que al ser trabajo esclavo, simplemente hablamos de un extracción de excedente por medio de la coacción directa, y esa plusvalía será probablemente mayor. (aun descontado el costo de someter al esclavo, capataces o lo que sea…). Evidentemente trantandose de trabajos cualificados la cosa se complica, ya que se necesita de un individuo libre y formado, que difícilmente podría ser productivo sometido a esclavitud.

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      David Martín

      18/02/2020 at 13:55

    • ‘El trabajo de los esclavos en las plantaciones de algodón del sur de EEUU generaban valor y plusvalor ‘.

      Ésto es bien difícil de ver. Tenía entendido que para que haya plusvalor es crucial que se compre y venda esa mercancía especial, la única que al consumirse genera más valor que el que tiene: la fuerza de trabajo humana. Al no haber compra-venta de fuerza de trabajo en la esclavitud, ¿cómo se genera ese plusvalor?

      Por otro lado, si hay alguna manera de explicar el plusvalor en la esclavitud, ¿en qué momento se rompe la simetría entre el esclavo y el buey?

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      pescaulineafina

      19/02/2020 at 08:59

    • En los comentarios acerca de esta nota surgieron varias cuestiones. Entre ellas, la relación entre las teorías del valor de Ricardo y Marx; entre Ricardo y los fisiócratas; también sobre si las fuerzas naturales (no solo el buey o la abeja, también una fuerza motriz, por ejemplo) generan valor. Y acerca de si el trabajo esclavo, o del campesino feudal, cuando produce mercancías que van al mercado, genera valor. Intentaré en las próximas semanas escribir notas sobre estas cuestiones, que no se pueden tratar en un comentario. Voy a ir publicando paulatinamente, tal vez combinando con las entradas sobre la teoría marxista de la acumulación y crisis.

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      rolandoastarita

      19/02/2020 at 09:49

    • Parece un tema complejo, pero me da la sensación de que si son casos aislados de esclavitud, lo venderás en el mercado como si fuera una mercancía hecha por asalariados, apropiándote un beneficio mayor, o bien la venderás más barata, garantizando tus ventas.

      No obstante si la esclavitud fuera generalizada en una sociedad, o en una rama de la economía, como por ejemplo la agricultura, si que parece que la situación seria diferente. Hablaríamos de un producto más barato de forma general, de lo que le correspondería ser en una sociedad de mercado cuyos productores tienen libertad de movimiento. Sería como si en ese sector se estuvieran empleando «robots», que no generan valor, y que aumentan la productividad.

      Desde luego una sociedad esclavista como la romana es muy diferente de una capitalista, por mucho que pudiera haber mercados.

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      David Martín

      19/02/2020 at 18:35

  12. Profesor ya leyo algo del nuevo libro de Thomas Piketty «Capital e Ideologia» donde entre otras cosa habla de la idea de un «Socialismo Participativo»
    http://www.laizquierdadiario.com/Algo-huele-a-podrido-en-el-capitalismo-Comentarios-sobre-lo-nuevo-de-Thomas-Piketty

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    Carlos

    18/02/2020 at 21:15

    • Soy yo nomas o la critica que hacen a lo propuesto por piketty es malisima? En una nota larguisima, no hay una explicacion economica basada de porqué lo que plantea no funcionaria.

      No entiendo tampoco a quien apunta la nota. Cualquiera trabajador que crea que el Estado puede disminuir la desigualdad y vea con buenos ojos el libro de piketty dudo que vaya a cambiar de idea por esta nota sin argumentos

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      german

      19/02/2020 at 15:53

  13. No alcanzo a comprender del todo todas las implicancias de la discusión, aunque entiendo la diferencia entre la concepción social y física. Esto que ya se ha discutido en otras notas, sobre el trabajo potenciado, me sigue pareciendo que el que emplea más trabajo del socialmente necesario, y no puede realizar el valor, pierde y no transfiere nada, lo que por otra parte me parece mucho más coherente con la caracterización del capitalismo como un modo de producción anárquico en el que se desperdicia trabajo.

    Por el contrario ¿no existe, de parte de los que sostienen que hay transferencia de plusvalía entre capitales, el planteo de una lógica, si se quiere equilibradora, donde al fin y al cabo si la plusvalía se transfiere no se pierde el valor del capital ineficaz? Aclaro que no pretendo hacer una pregunta retórica sino que ciertamente no alcanzo a ver si esta concepción de la transferencia no encierra algún tipo de lógica de equilibrio.

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    Lucas

    21/02/2020 at 15:46

    • Yo tampoco tengo claro por qué se intenta mantener contra viento y marea una posición que claramente no hay manera de encajar en la teoría, de Marx, del valor. Pero lo cierto es que son muchos los que siguen criticándome por haber aplicado el concepto de trabajo potenciado de Marx al tema del intercambio desigual. De hecho, el compañero que cito en la nota es un marxista que tiene influencia a nivel internacional, y que ha hecho aportes importantes.
      En otra nota adelanté la hipótesis de que lo que molesta es que se cae un argumento a favor de la tesis «el país atrasado es explotado por el adelantado».

      En este punto hay que tener presente que Mandel y otros marxistas habían planteado, en los 1970, que el intercambio desigual se había convertido en la principal forma de explotación de los países atrasados por el imperialismo. Es que por aquellos años ya casi no quedaba nada de las viejas relaciones coloniales. De manera que para seguir postulando que había una relación de explotación entre países la tesis del intercambio desigual venía muy bien. Pero la teoría del intercambio desigual de Emmanuel no era muy generalizable. De ahí tal vez que Mandel se haya sentido inclinado a proponer la explicación del intercambio desigual del tipo «el obrero del país atrasado emplea más trabajo por unidad de producto, y por lo tanto genera más valor». Es la única explicación que le encuentro al asunto.

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      rolandoastarita

      21/02/2020 at 16:49

    • Agrego: en el comentario anterior olvidé mencionar la segunda fuente de negadores del concepto de trabajo potenciado: los que sostienen que la renta diferencial de la tierra surge por precio de monopolio, y atribuyen esta tesis a Marx. En Argentina son muchos (en el terreno de la izquierda y del marxismo). El principal teórico del asunto es el profesor Juan Iñigo Carrera. Como curiosidad menciono que el doctor Axel Kicillof, cuando se consideraba marxista (o al menos, simpatizante de las ideas de Marx) adhería a la explicación de la renta del profesor JIC.

      La tesis de que la renta se genera por precio de monopolio (transferencia de valor desde la industria al agro) favorece un abordaje que tiende a desconocer la forma en que se aplican las leyes «a lo Marx» de la acumulación capitalista en el agro.

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      rolandoastarita

      22/02/2020 at 11:30

    • Por si sirve para algo, el mismo Marx lo deja bastante claro, primero, el valor se determina de manera social en cuanto que se mide por la cuantia del trabajo social medio. Dire una obviedad,entonces el valor siempre es de naturaleza social. Y su magnitud es inversa a la evolucion de la productividad, p.e., un mejoramiento de la capacidad productiva social, sencillamente no crea nuevo valor (y no tanto de que haya sido trasferido, o no realizado tal valor, sino que no ha sido generado en el seno de condiciones productivas superiores –aunque solo sea o fuera una parte de la produccion total o de un area— que han desvalorizado el trabajo individual invertido)..

      Por lo tanto, a escala mundial, cabria hacernos la pregunta de si existira una transferencia de valor, de unas regiones con una capacidad productiva menor (por atraso tecnologico y mayor tiempo de trabajo) a otras de una capacidad productiva mayor (mas intensidad de capital por unidad de trabajo y menor tiempo de trabajo). Segun el texto de Marx, a primera instancia, no habria tal trasferencia, puesto que si la magnitud del valor es socialmente establecida, (y a escala mundial, particularmente en la fase actual de la globalizacion), ese valor diferencial no ha sido creado, y obvio que no puede trasferirse lo que no se ha creado.

      Copio cita de Marx (perdon por la extension):

      «Se dirá que si el valor de una mercancía se determina por la can­tidad de trabajo invertida en su producción, las mercancías encerrarán tanto más valor cuanto más holgazán o más torpe sea el hombre que las produce o, lo que es lo mismo, cuanto más tiempo tarde en pro­ducirlas. Pero no; el trabajo que forma la sustancia de los valores es trabajo humano igual, inversión de la misma fuerza humana de trabajo. Es como si toda la fuerza de trabajo de la sociedad, materializada en la totalidad de los valores que forman el mundo de las mercancías, representase para estos efectos una inmensa fuerza humana de trabajo</b<, no obstante ser la suma de un sinnúmero de fuerzas de trabajo individuales. Cada una de estas fuerzas es una fuerza humana de trabajo equivalente a las demás, siempre y cuando que presente el carácter de una fuerza media de trabajo social</b< y dé, además, el rendimiento que a esa fuerza media de trabajo social corresponde; o lo que es lo mismo, <b<siempre y cuando que para producir una mercancía no consuma más que el tiempo de trabajo que representa la media necesaria, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario. Tiempo de trabajo socialmente necesario es aquel que se requiere para producir un valor de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción y con el grado medio de destreza e intensidad de trabajo imperantes en la sociedad. Así, por ejemplo, después de introducirse en Inglaterra el telar de vapor, el volumen de trabajo necesario para convertir en tela una determinada cantidad de hilado, seguramente quedaría reducido a la mitad. El tejedor manual inglés seguía invirtiendo en esta operación, natural­mente, el mismo tiempo de trabajo que antes, pero ahora el producto de su trabajo individual sólo representaba ya medía hora de trabajo social, quedando por tanto limitado a la mitad de su valor primitivo

      [K. Marx. El Capital. Cap. 1 La Mercancia. p.6. FCE ]

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      Petriko Barreno

      29/02/2020 at 05:37


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