Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Una forma brutal de análisis político

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En la nota anterior, “Bolivia y la política de unidad frente al enemigo principal” (aquí) señalé que por estos días el arco nacionalista y popular-izquierdista se alineó para condenar a todo crítico de Morales y el MAS. En particular, se puso énfasis en descalificar a todo aquel que dudara de la limpieza del escrutinio de la votación del 10 de octubre. Para esto, un argumento clave reza: “la OEA dijo que hubo fraude; la OEA es imperialista; por lo tanto, no hay que creerle. Y el que piense que hubo fraude es un idiota útil, o un elemento funcional al imperialismo, así sea de izquierda”.

Un ejemplo de esta forma de pensar la encontramos en una nota de Izquierda Diario (aquí) donde el articulista sostiene que entre la afirmación de la OEA –hubo fraude– y la afirmación de Morales –no hubo fraude- hay que creerle a Morales, ya que la OEA “es la punta de lanza de la ofensiva imperialista en Venezuela y Cuba”. Lo dice aun reconociendo que Morales y el MAS habían violentado “diversas normativas para asentar un régimen crecientemente personalista y autoritario”.

Revisando la historia y el presente

Pues bien, si ese es el método de análisis correcto, habría que revisar infinidad de caracterizaciones, denuncias y posicionamientos políticos de organizaciones de izquierda, y del trotskismo en particular. Para ver por qué, tomemos algunos casos históricos y actuales (que se pueden extender infinitamente).

Caso 1: entre los organismos de las grandes potencias capitalistas, que decían que bajo el régimen soviético en los 1930 o 1940  se ahogaban brutalmente las libertades democráticas; y Stalin y los stalinistas, que decían que existía la más amplias libertades para las masas trabajadores, ¿a quién creerle? ¿A los imperialistas que querían derribar a la URSS, o a la dirección stalinista que, si bien burocrática, estaba a la cabeza de un “Estado obrero”?

Caso 2: también en los 1930, entre el burgués proimperialista John Dewey (integrante de la “Comisión americana para la defensa de León Trotsky”) y un representante de la URSS (o de los sindicatos soviéticos), ¿a quién había que creerle? ¿A Dewey, que denunciaba la existencia de campos de concentración y juicios fraudulentos? ¿O al soviético que, aunque burócrata, pertenecía al Estado obrero, y negaba que existiera tal represión?

Caso 3: si organismos internacionales y gobiernos de las grandes potencias dicen que en Corea del Norte hay campos de concentración; y los Kim dicen que no hay campos de concentración, ¿a quién creerle? ¿A los imperialistas, o a los Kim que, después de todo, están enfrentados al imperialismo?

Caso 4: frente a la dictadura de Videla organismos internacionales –entre ellos, la Comisión de DDHH de la OEA- planteaban, a fines de los 1970, su condena por violación de derechos humanos. Las “anti-imperialistas” Cuba y la URSS, en cambio, vetaban las condenas y silenciaban la represión en Argentina. ¿A quién creerle? ¿A la OEA, agencia del imperialismo, o a Castro, revolucionario anti-imperialista?

Caso 5: si el informe Bachelet dice que en Venezuela hay violaciones de los derechos humanos, ¿por qué creerle? ¿Acaso Bachelet no es funcionaria de la ONU? ¿No es la ONU una “cueva de bandidos” (Lenin dixit de la Sociedad de las Naciones) dominada por el imperialismo? ¿No es Maduro un anti-imperialista, a pesar de sus errores? ¿Y no asegura, acaso, que no hay represión en Venezuela? ¿Por qué creerle entonces a Bachelet?

Primitivo y brutal, pero adecuado nacionalismo

Naturalmente, me opongo por completo a este tipo de “análisis político” (con abuso del término). Es que se trata de una forma de razonamiento primitiva y brutal, ya que se acepta o niega una caracterización, denuncia, crítica, etcétera, según quién la hace. El discurso razonado; la confrontación de datos; el análisis de las evoluciones históricas o sociales, sencillamente desaparecen con este “método”. Método que fue y es característico de los stalinistas, burócratas “nacionales” diversos, y sus ideólogos.

Sin embargo, lo que llama la atención en este caso es la manera en que, cada vez más, estas formas intelectualmente primitivas son adoptadas por gente que se considera a sí misma anti-stalinista y “crítica”. Pensemos que la nota de marras es leída por centenares de militantes sin despertar objeción alguna. En sustancia, han naturalizado esta manera de “hacer ciencia”. Por eso, el argumento del tipo “Cristina K no es corrupta porque la embajada de EEUU dice que es corrupta” ya no es patrimonio exclusivo de lumbreras del pensamiento nacional “a lo Foster y D’Elía”. Ahora aparece en boca de dirigentes de la izquierda “radical”. Lo cual no es casualidad. Es que esta gente está, cada vez más, compenetrada con la ideología nacionalista burguesa, o burocrático-burguesa (tipo Maduro, Morales, kirchnerismo “de izquierda”). Y quieren justificar al nacionalismo (al que consideran progresivo, después de todo) al precio que sea. Por ejemplo, en el caso Bachelet – Maduro, cargar contra el mensajero les permite disimular, o tapar, los crímenes del régimen.

En definitiva, el análisis materialista -¿no había, al menos, elementos de la realidad que llevaron a gran parte de la población boliviana a pensar que hubo fraude en Bolivia?- les resulta, cada vez más, una molestia, una carga pesada. De ahí también que reemplacen la búsqueda de la verdad científica por el estúpido “¿quién lo dijo”? Y a este adefesio intelectual lo hacen pasar por marxismo.

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Written by rolandoastarita

25/11/2019 a 13:21

25 respuestas

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  1. Entonces que opinas de los estudios que negan el supuesto pucherazo que supuestamente ha hecho Morales?

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    • «Entonces…», como si de lo que discuto en la nota se desprendiera lo que opino sobre si efectivamente hubo fraude. A veces siento que es imposible avanzar en la clarificación de las cosas. Es que cuando escribo una nota imagino un mínimo de nivel intelectual del lector. A ver, vamos a lo elemental. ¿De qué trata la nota? Respuesta: la nota trata críticamente acerca del método de decidir a quién le creemos a partir de quién lo dice. No trata acerca de si efectivamente hubo o no fraude en Bolivia, sino acerca de la forma en que el articulista de una publicación que se dice marxista decide desestimar el informe de la OEA. Esto es, según este criterio, «los estudios que niegan el supuesto pucherazo» deberían ser evaluados por quién hizo esos estudios, y no por su contenido de verdad. ¿Puede entender esto, o necesita una explicación más elemental todavía? ¿Tan difícil le resulta captar el contenido de la nota?

      Por otra parte, en la primera entrada sobre la situación en Bolivia (aquí) planteé que había elementos suficientes para entender por qué una gran parte de la población pensó que, efectivamente, había habido fraude. El mismo articulista que defiende el método «¿quién lo dijo?» admite que Morales y el MAS habían tenido comportamientos burocráticos y bonapartistas antes de las elecciones. Comportamientos que YA habían generado desconfianza en la población. A eso se agrega que el conteo se interrumpe durante 23 horas sin explicación; que el presidente del tribunal electoral renuncia por la manera en que se suspendió el conteo; que además de lo que dijo la Comisión de la OEA (aceptada por el mismo Morales), la consultora privada contratada por el tribunal electoral dijo que no era de confiar el resultado. Con todos esos elementos, gran parte de la opinión pública dio por cierto el informe de la OEA. ¿Irracionales marionetas del imperialismo y la derecha? Es lo que quieren hacer pasar los defensores de Morales (como siempre, en el nacionalismo subyace una fuerte dosis de elitismo y altanería). Y entonces aparece un iluminado para decir a las masas trabajadoras que tienen que creer lo que les dice Morales porque el que contradice a Morales es «una agencia del imperialismo». Pregunto: ¿toman a la gente por idiotas? En cualquier caso, veo que son impermeables a todo dato y argumento.

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      rolandoastarita

      25/11/2019 at 15:08

    • No pretendía ofenderle Rolando, era simplemente una pregunta aparte del tema que usted trata en el artículo en si, yo tampoco he hablado si apoyo o no el gobierno del MAS con Evo Morales a la cabeza, sino solo he hecho una pregunta, también quiero decirle que sus ataques hacia mi persona sobraban bastante. Tampoco he juzgado si la actitud del gobierno del MAS ha sido positiva o negativa, me remito a que solo realice una pregunta. Además que no he dicho que la OEA sea imperialista y por eso no haya que hacerles caso, eso sería una análisis demasiado vulgar, me refería a otros estudios hechos por otros organismos que defienden la postura de que no hubo pucherazo en las elecciones

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    • En ningún lado dije que su pregunta me ofendiera. Simplemente que demostraba no entender lo elemental que trata la nota. Si la nota critica el análisis basado en quién dijo X, ¿qué tiene que ver con lo que pienso de los estudios que dicen que hubo fraude? La respuesta: nada que ver. Que es lo que le explico en mi respuesta. A lo que agrego: fue usted el que suscitó la cuestión de si hubo fraude o no, a pesar de que en otra nota había explicado por qué existen elementos que explican, por lo menos, por qué gran parte de la población de Bolivia piensa que, efectivamente, hubo fraude electoral. Elementos que le vuelvo a refrescar. Si no le interesan, de nuevo no entiendo para qué preguntó.

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      rolandoastarita

      25/11/2019 at 17:29

  2. ¿Qué tal profesor? Es muy interesante lo que está discutiendo. Para sumar un poco a su argumentación, quería agregar un par de consideraciones epistémicas sin meterme con el costado de posicionamientos políticos que hay en su nota, con el cual estoy de acuerdo. Me parece que hay dos cuestiones claves: por un lado, el comportamiento de un conspiranoico, por otro, la situación de injusticia epistémica para con el interlocutor en la discusión.

    Con lo primero quiero decir lo siguiente: la postura del «quién lo dijo» crea conspiraciones y no ciencia. Como usted intuye en su revisión histórica, hay una premisa implícita en razonamiento «x dijo y / x es un agente del imperliasmo / luego lo que dijo x no es cierto» y es, como muy obviamente sale a la vista: «todo lo que dice un agente del imperialismo es falso». Los casos que recuerda en su nota intentan dinamitar las intuiciones conspiranoicas respecto de esta última premisa. Lo difícil de todo este señalamiento es que, en la práctica, esa premisa se autojustifica en el siguiente sentido: si yo la discuto, me voy a encontrar con la repuesta de: «ah pero vos te comiste el verso imperialista». Por eso considero muy correcto, como usted hace, que la manera de proceder contra esta trampa argumentativa es mostrar las premisas implícitas y dinamitar las intuiciones que la sostienen.

    En segundo lugar, con injusticia epistémica quiero señalar un hecho psicológico que se sigue de esta dialéctica argumentativa: la pérdida de credibilidad por la presunción de imperialismo va de la mano de la subestimación de las facultades cognitivas del contricante en la discusión. Quiero decir, para el que me achaca el haberme comido el verso imperialista, yo estoy siendo manipulado, no puede ser que en pleno uso de mis facultades afirme lo que afirmo (ni siquiera el acto consiste en afirmar a veces, sino incluso plantear una discusión). Mi contrincante, en este sentido, está parado en el lugar de la no-manipulación, él es un pensador libre; con lo cual lo que se puso en duda es mi credibilidad epistémica en general a partir de la presunción de imperialismo.

    Suelo seguir este blog y muchísimas veces leo comentarios cuya manera de «contestar» es haber hecho una lectura diagonal de la nota original, haber recogido palabras que no les gusta que estén juntas y vomitando una pared de texto al respecto con acusaciones de todo tipo. Es como que esa gente cree que discutir es simplemente compartir un campo semántico.

    Muy interesante la nota, un saludo.

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    Juan Schandin

    26/11/2019 at 16:08

  3. El 13/11 Aporrea publicó una nota mía que comenzaba así:

    Bolivia parecía seguir –con algunos sobresaltos- un proceso de mejoras socioeconómicas, culturales y políticas a favor de las capas populares, incluidas entre estas últimas el reconocimiento de la identidad y de la igualdad de derechos de las mayorías indígenas.
    Pero, por un lado, cabe matizar las realizaciones del Gobierno de Morales y por el otro, se puede constatar que no se profundizaron las reformas, no solo económicas, sino las tendentes a quitarle poder –todas las formas de poder- a las clase capitalista, siempre al acecho para aprovechar cualquier brecha, económica y/o política, para echar del Gobierno al « indio Evo ». Para lo cual, como se ha visto, utilizó todos los medios, incluido el odio racista y métodos violentos y nada conciliatorios.
    Morales, por el contrario, durante toda la crisis que culminó con su defenestración, llamó por el contrario a sus partidarios a oponerse a los golpistas PACÍFICAMENTE y a estos últimos al diálogo.
    Como si la historia de la humanidad no indicara que los privilegiados jamás han abandonado sus privilegios sin recurrir a todos los medios para conservarlos, incluso los más sanguinarios. Y lo mismo han hecho para recuperarlos cuando los han perdido….
    Y terminaba:
    …Todo ello con los resultados que ahora están a la vista.
    Morales terminó huyendo de Bolivia por carecer de un fuerte respaldo popular y menos todavía de una fuerza de civiles armados con capacidad para enfrentar a los insurrectos y ni siquiera de proteger su integridad física (López Obrador me salvó la vida, dijo Morales en México).
    No hay conciliación posible entre la soga capitalista y el cuello del explotado.
    Para superar el subjetivismo del enfoque « progre » que no quiere ver el descalabro del progresismo es imprescindible referirse a los hechos y analizarlos rigurosamente.
    Lo que se viene en Bolivia : la revancha implacable de las minorías blancas y ricas, encabezada por los fundamentalistas cristianos, contra las mayorías indígenas y pobres. ————
    Eso es lo que interesa: No si hay que creerle a la OEA (que además nunca habló de fraude en Bolivia) o a los que sostienen que no hubo fraude.

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    Alejandro Teitelbaum

    27/11/2019 at 17:13

  4. La izquierda «radical» y partidista que tenemos, estimado Rolando, no es ni trotskysta, ni antistalinista, hoy es delcañista, mañana (si se avivan un poco) bregmanista y pasado (si salen del closet) serán adictos al reformismo cómo hoy día es el PC y el PCCE.
    Gracias por tu óptica!
    Abrazo!

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    posmentira

    27/11/2019 at 18:59

  5. Rolando, disculpe si la siguente pregunta no viene al caso pero me surgió en el día leyendo sobre A. Camus.

    Recuerdo que usted en una charla dijo que la objetividad para el marxismo sería la suma de las acciones de los sujetos dentro del capitalismo y que estas acciones no son algo que dependa de voluntarismos (no son sus palabras exactas sino mi interpretacion a lo que usted dijo). Por lo que entiendo y poniendo un ejemplo, una casa en abstracto son 4 paredes y un techo pero esa misma casa dentro del capitalismo se convierte en propiedad privada, y esto último seria lo «objetivo» ya que todos actuamos como si esa casa es propiedad de X persona por tener un papel que «lo avala».
    Me gustaria saber si esta interpretación mía es correcta. Y en que obra de Marx puedo encontrar la definición de objetividad.

    Saludos cordiales.

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    Martín

    27/11/2019 at 20:43

    • No recuerdo dónde sostuve eso. Defendí una noción de lo objetivo cuando me referí a por qué, por ejemplo, Marx consideraba a la ley del valor trabajo una ley objetiva. Social, pero objetiva, ya que se impone a los individuos, y estos no la dominan. Las fuerzas productivas constituyen otro factor objetivo: nacemos o nos incorporamos a la vida productiva con fuerzas productivas dadas, que constituyen límites a lo que podemos hacer (una cuestión que olvidó muchas veces el voluntarismo o idealismo socialista). De la misma manera, las relaciones de propiedad son relaciones dadas.

      Por supuesto, esta concepción no significa que los seres humanos deban renunciar a intentar cambiar las relaciones sociales existentes. De lo que se trata es de entender que ese cambio tiene partir de un análisis objetivo (por ende, materialista) de la situación.

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      rolandoastarita

      29/11/2019 at 12:02

  6. Entiendo el objetivo de la nota, Rolo, aunque no entiendo que aporte demasiado pero tampoco da para pelearse por eso. Criticar los análisis equivocados es una parte del problema de realizar análisis mejores, una parte. La Izquierda Diario no es una publicación que recomendaría, pero tampoco recomendaría darle demasiada importancia a su papel en la lucha de clases. Si X sostiene que es A y X es una herramienta del enemigo, no se deduce de eso necesariamente que es no-A. Pero si no podemos afirmar que no es no-A sólo por eso, eso no significa que se agote el tema, y no estaría de más decirlo explícitamente, decir que hay otros caminos para dilucidar si es A o no-A. La crítica a un método equivocado sin proponer una mejor alternativa, es un planteo muy insuficiente, sobre todo cuando es tan fácil complementar la cosa. No hay nada mejor que predicar con el ejemplo. Paso un vínculo a una nota que hace un análisis adecuado sobre el tema del fraude, hay muchas (y no te calientes por los comentarios que no te dan el 150℅ de la razón, Rolo, no vale la pena).
    https://www.newcoldwar.org/unpacking-media-propaganda-about-bolivias-election/

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    fernando moyano

    28/11/2019 at 10:52

    • En primer lugar, el método de tomar partido a favor o en contra de una caracterización, análisis, etcétera, por quién lo dice, está cada vez más generalizado en la izquierda radical, o que se considera antiburocrática (en el stalinismo es una escuela). Por otra parte, los representantes del FIT son los que tienen el apoyo mayoritario de la (poca) izquierda que hay en Argentina. Sus discursos influyen en, por lo menos, varios miles de militantes. Muchos de ellos adoptan sus argumentos.

      En segundo término, en la misma nota aludo a un método alternativo: basarse en datos, desarrollos históricos, caracterizaciones más globales. Por ejemplo, Human Rights Watch acaba de afirmar que en Chile el gobierno de Piñera y las fuerzas represivas violan derechos humanos. Lo mismo dijo Amnistía internacional. De nuevo, ¿cómo se juzga la validez de estas afirmaciones? ¿Por quién las dijo? ¿O intentando aplicar un análisis de tipo materialista? Pero lo mismo se aplica a otras condenas de HRW o AI; por ejemplo, referidas a Nicaragua, Venezuela o Irán. El problema es que, cuando conviene, desde la izquierda se invalidan denuncias por quién las dice. Aquí mismo en el blog he tenido ese tipo de argumentos muchas veces (como botón de muestra se pueden leer los comentarios a la nota sobre el gulag de Corea del Norte).

      En tercer lugar, y más específicamente relacionado a Bolivia, había leído el enlace que envías y no lo encuentro convincente. Pero más allá de eso, en la nota lo que afirmo es que había elementos más que suficientes para entender por qué gran parte de la población (incluidos importantes sectores de los trabajadores) tenían motivos para pensar que hubo fraude. Los mismos defensores de Morales (por ejemplo, del PTS) admiten que Morales y el MAS tuvieron comportamientos autoritarios y de tipo bonapartista; que desconocieron el resultado del referéndum sobre la continuidad de Morales; quien antes ya había maniobrado para desconocer las restricciones a más de una reelección establecidas por la misma Constitución promovida por el MAS; a lo que se agrega la renuncia del presidente del Tribunal electoral por el tema de la suspensión del conteo; a lo que se agrega lo que dijo la propia consultora contratada por el gobierno para certificar la limpieza del escrutinio. A lo que ahora agrego que ni el mismo MAS (o muchos de sus dirigentes) defienden ese resultado electoral.

      Lo importantes es que se articulan todos estos factores, hay más de una razón para entender por qué tanta gente y organizaciones populares le retiraron el apoyo a Morales. Y entender por qué la derecha racista y ultra reaccionaria se pudo montar sobre ese descontento. Pero en lugar de ENTENDER, la respuesta de la izquierda (incluida gran parte de la izquierda argentina) fue: «los que salieron a las calles, son fachos y golpistas, o son idiotas útiles del imperialismo». O estúpidos movidos por «media propaganda» (faltaba más, la culpa es de los manipuladores de cerebros; toda una explicación, sobre todo si está en inglés).

      En definitiva, una bonita manera de entregarle la bandera de la exigencia de limpieza en el conteo a esa derecha (y a las FFAA). Al pasar, la misma caracterización que hacen de los que protestan en Venezuela contra el régimen de Maduro (pero que no aplican a los que se levantan contra Ortega en Nicaragua).

      Por último, insisto en la idea que recorre las notas que escribí sobre Bolivia (pero también sobre Venezuela): han llevado al movimiento de masas a una nueva derrota. El ascenso de la influencia e injerencia de las FFAA en la política de Bolivia ha dado un salto hacia adelante. Y se fortaleció la derecha, ultracatólica y racista. La clase obrera está dividida, y no se ha movilizado. Se le dijo que el MAS conducía la construcción del socialismo siglo XXI y el MAS termina pactando con la ultra-derecha. Se le dijo que las FFAA eran la columna vertebral de la liberación, y las FFAA terminaron definiendo la renuncia de Morales. Y se le dijo que tenía que confiar en que el proceso electoral era limpio, cuando el MAS se había deslizado cada vez más al burocratismo y el bonapartismo.

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      rolandoastarita

      28/11/2019 at 11:44

    • El FIT es la mayor expresión del izquierdismo en Argentina sólo si partimos de la equivalencia absoluta Izquierda = Marx. Si recordamos que el socialismo es muy anterior a Marx (y no sólo el «utópico», sino también el de estado… un ejemplo de socialismo de estado anterior a Marx es Bolívar), entonces el kirchnerismo puede considerarse de izquierda (aún asi no le faltan ministros marxistas como Kicillof, y partidos marxistas que lo apoyan, como el PC, el PCR, la TPR, el POR y otros). Por supuesto no soy kirchnerista, impugno mi voto desde siempre y considero al kirchnerismo una grave amenaza ya que trae a China a la región, país que considero la quintaesencia del fascismo y el principal enemigo de la humanidad. La proliferación de socialismos no marxistas (ejemplo: el chavismo), creo que debería ser tenida en cuenta, sobre todo en atención a que Marx escribió en una época en que el comercio internacional se basaba en el carbón y el acero. Quiero decir, tratando de ponerme en la cabeza de alguien de izquierda, tiene sentido buscar no estancarse en un pensador de hace dos siglos.
      Hay quien dice que en Bolivia opera la mano de Brasil, que espera que, de una situación de guerra civil, pueda darse un proceso de secesión/anexión del oriente boliviano (Santa Cruz de la Sierra, Beni y Pando). Otros hablan del peso del litio en el proceso. Soy admirador de la obra de Braudel, Arrighi y Wallerstein. Sería interesante si algun dia hace un análisis sobre el tema de los ciclos Kondratiev (o si ya lo hizo, acercarme él o los links), y, en caso que usted adscriba a esta teoría, desarrollar si considera que estamos en un momento de alza, meseta o baja (hay una teoría que postula que este es un ciclo especial que viene desde 1945, ya que la caída de la URSS dió un segundo aire al otorgar tanta mano de obra al capital… al parecer el matemático ayudante de Kondratiev, un tal Slutskii, habría previsto esta posibilidad en los términos de «cambio de régimen»). Planteo esto porque creo que un nuevo ciclo Kondratiev podría tener como actor importante al litio. Esto debería interesarnos ya que partes de Argentina, Chile y Bolivia conforman el triángulo del litio, donde, al parecer, se encontraría la mayor parte del mismo. Un saludo cordial

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      Gogol

      06/12/2019 at 21:00

    • «el chavismo es un socialismo no marxista», «el kirchnerismo puede considerarse de izquierda», «los ministros marxistas como kiciloff», «marx escribio en una época donde el comercio dependía del carbon y el acero».

      Primero que nada, las categorías sirven para comprender la realidad. Si empezamos a tirar fruta con «socialismos no marxistas» donde no hay nada de socialismo y solo hay capitalismo atrasado y prebendario de mano de milicos o un «kirchnerismo de izquierda» donde parece que «izquierda» no es mas que una categoría subjetiva puesta a discusión, no se llega a ningún lado.
      Sobre la definición de socialismo: https://rolandoastarita.blog/2010/09/21/razon-y-socialismo-siglo-xxi/

      Sobre los «ministros marxistas»: https://rolandoastarita.blog/2013/11/20/kicillof-el-ministro-marxista/

      Después sobre que marx es antiguo, parece chiste. Pitagoras también es antiguo (incluso mas!) y mientras no puedan refutarlo y siga explicando lo que pasa en la realidad seguirá vigente.

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      german

      07/12/2019 at 19:44

    • Germán: dígaselo al medio millón de personas que en 2015 votaron al FIT y ahora votaron a Fernandez. Dígaselo a los que ya de antes los votaban considerándolos un movimiento de izquierda. Dígaselo a los partidos de izquierda (estos sí, marxistas) que los apoyan. Me dice que mando fruta sobre socialismos no marxistas, pero en ningun lugar prueba que el socialismo (en particular, de estado) haya sido fundado o monopolizado por Marx, y luego me dice que no es así… ¡basándose en Marx! Pero si lo que yo le estoy diciendo es que no hace falta! Podemos ver si Venezuela es socialista o no en los términos de Bolivar, Babeuf o los miembros de la Montaña… ¿que tiene que hacer Marx aqui si fue un socialista más..? usted se encierra en un círculo vicioso donde sólo se puede juzgar al socialismo por si coincide o no con lo que predicó Marx (obviamente pasando convenientemente por alto lo que sus discípulos reales hicieron). Y yo le digo que no hace falta.
      Luego me manda una nota donde se admite que «Por esta vía el relativismo vuelve a asomar su cabeza, pero hay que admitir que la objeción es muy fuerte». Si, la objeción es fuerte porque la historia de un movimiento es su desenvolvimiento real, no un noumeno inventado por usted y basado en su lectura (parcial y subjetiva) de uno sólo de los representantes (sólo a nivel teórico, y con gran cantidad de baches a la hora de definir cosas importantes) como Marx. Esto va de la mano con la siguiente definición del mismo link: «En otras palabras, señalo la importancia de la idea de Hegel, de que lo racional debe volverse real». Esta es la definición básica del idealismo hegeliano. Conozco a Hegel, leí su Fenomenología, sus Lecciones sobre la historia de la filosofía universal, su Filosofia del derecho, su Diferencia entre los sistemas de Fichte y Schelling, su Estética, etc… no lo considero un buen autor sobre el cual basarse. Su vida misma fue contradictoria, abandono su republicanismo original para hacerse monárquico por dinero, cuando empezó a trabajar para el prusiano Federico Guillermo III. Luego agrega que «Lo real, en este sentido, es aquello que se corresponde plenamente con su concepto». Esto es hegelianismo de izquierda, platonismo de izquierda.
      Volviendo a la nota, establece que debe haber algun noumeno, establecido sin duda por los miembros de este blog, que debe «volverse real». ¿Y qué es lo real? En Lacan es aquello que escapa al ámbito de lo simbolico y de lo imaginario (aunque en otro seminario dirá que lo real de lo simbólico es la letra… no importa)… por eso nunca hay una definición de socialismo, porque el socialismo opera como un real. Entonces sólo queda la experiencia pragmática de quienes se llaman socialistas. ¿Porqué Maduro se diría socialista si no lo sintiera? Quiero decir, el capitalismo luchó contra el socialismo y definirse así le puede salir caro (nacionalizar empresas, estatizar la mayor parte del crédito, matar empresarios a tiros y otras cosas que hace también… no son sólo definiciones). ¿A usted quisieron matarlo con drones? A Maduro sí, y Jayme Bayly contó que él sabia todo y que el atentado vino de EEUU y Colombia. Siempre los que sufren la persecución y la muerte son «falsos socialistas» y los que están comodos analizando son los verdaderos. Curioso. Por cierto, que el capitalismo luche contra el socialismo no tiene que ver con que sea liberador para los pueblos, sino que interrumpe su negocio. El ISIS (esclavista) también es anticapitalista. El socialismo es anticapitalista aún siendo un sistema peor que el capitalismo (Karl Wittfogel concluyó que el socialismo es la forma moderna de llamar al modo de producción asiático, y yo lo comparto).
      Por cierto, Pitágoras escribió sobre ciencias duras y exactas, Marx hizo filosofía, sociología, antropología, teoría política (ciencias «blandas») y una muy discutible teoría económica. Por eso no son comparables.

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      Gogol

      08/12/2019 at 02:17

  7. «Naturalmente, me opongo por completo a este tipo de “análisis político” (con abuso del término). Es que se trata de una forma de razonamiento primitiva y brutal, ya que se acepta o niega una caracterización, denuncia, crítica, etcétera, según quién la hace.»

    Sí, la crítica se hace según los intereses de clase y según la coyuntura económica y política.
    Ponerse a discutir huevadas de quien es menos malo que quien es una preocupación de un párroco, no de un marxista.

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    José Testman

    28/11/2019 at 14:12

  8. Sigo con las huevadas
    https://n0estandificil.blogspot.com/2019/11/bolivia-nos-estan-matando-companeras.html
    Porque de lo que se trata es de interpretar bien el mundo, ¿a quién se le ocurre otra cosa?

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    fernando moyano

    29/11/2019 at 10:03

    • Sigo sin entender esta forma de «polemizar» con ironías (bastante estúpidas, por cierto). Tu caracterización del actual régimen boliviano es que se trata de una dictadura tipo fascista, a lo Videla o Pinochet. No es entonces ninguna «huevada». Anunciaste que una vez realizadas las elecciones el régimen va a asesinar a la militancia del MAS (y me imagino que también considerás el asesinato en masa de la militancia de izquierda). De nuevo, no es una «huevada». Presenté mis argumentos sobre por qué pienso que el régimen actual de Bolivia no es una dictadura fascista. Las diferencias que tenemos están planteadas, no hay necesidad de joder con ironías.

      Como también está demás la ironía sobre «interpretar el mundo». Cualquiera sabe que para los marxistas no se trata solo de interpretar el mundo, sino también de transformarlo. Claro que para transformarlo hay que interpretar el mundo correctamente. Y en este punto, lo que faltó en la izquierda no fue empeño en intentar transformarlo, sino objetividad científica (o sea, perspectiva materialista) en los análisis. Lo cual estuvo en la base de profundas derrotas (y no solo por la instalación de las dictaduras militares en América Latina en los 1970). Ironizar entonces sobre la necesidad de interpretar correctamente la situación (social, política, económica) es, para decirlo de manera suave, estar un poco desubicado.

      Por último, a esta altura, ya no entiendo para qué seguís frecuentando este blog. ¿No te viene mejor algo un poquito más nac & Pop? Me parece que es lo tuyo. No vas a necesitar enviar estúpidas ironías para disimular tu falta de argumentos.

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      rolandoastarita

      29/11/2019 at 10:27

    • Flaco terminala, te contestan con A y decís B, te contestan a la B y salis con C, y así indefinidamente… Es el típico esquema populista de ir corriendo el arco cada vez que le meten el gol. Saludos Rolando, y no sigas gastando pólvora en chimango…

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      Mariano

      29/11/2019 at 11:09

  9. Y agrego otra cosa que me parece necesaria. Tú decís, Rolo, que si se llega a la conclusión de que en Bolovia hay fascismo, entonces habría que estar promoviendo pasar a la clandestinidad, etc. No sé cómo se haría para pasar a la clandestinidad a los millones, pero no voy a eso. Están dando por hecho que tendría que adoptarse una táctica defensiva y no ofensiva, y al mismo tiempo decís que no podés hablar de táctica. Tomar las premisas del análisis según la conclusión a la que se quiere llegar es argumento subjetivo-teleológico. Tal vez no haya más remedio que la ofensiva.

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    fernando moyano

    29/11/2019 at 10:23

    • ¿Una ofensiva en medio de una derrota, la desorientación y la división de la clase obrera?? ¿No se puede parar con estas cosas?

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      rolandoastarita

      29/11/2019 at 10:31

  10. «Empecemos por la primera pregunta, si hubo fraude o no. Desde la LOR-CI no depositamos ninguna confianza en la transparencia del proceso electoral, ni tampoco en Evo Morales y el MAS, a los cuales hemos visto violentar diversas normativas para asentar un régimen crecientemente personalista y autoritario. Sin embargo, así como no le podemos creer a Morales, menos que menos a un organismo al servicio del imperialismo como la OEA que, al mando de Luis Almagro, fue la punta de lanza de la ofensiva imperialista en Venezuela y Cuba. Que cívicos, agroindustriales, empresarios, iglesias y partidos de derecha hayan aceptado la afirmación de la OEA sin más, obedece a la naturaleza de clase y política de los mismos; pero que el POR o el MST o ex dirigentes sindicales lo hagan, muestra una bancarrota absoluta de esta izquierda.»
    «¿Por qué una organización revolucionaria debería creer los informes de un organismo que alienta la injerencia imperialista en la región? No lo sabemos, pero individuos, intelectuales, académicos y partidos de izquierda tomaron la auditoria de la OEA como argumento “irrebatible”. La LOR-CI no»

    Astarita como minimo para hacer un analisis de una nota tenes que citar algun fragmento y discutirlo, porque donde vos lees apoyo a Morales yo leo critica a los sectores de izquierda que toman la politica de Trump (a traves de la oea). Es una discusion politica contra el asentamiento de un golpe y contra los sectores que lo justifican diciendo que «Evo hizo fraude».
    La discusion de si fue fraude o no, es una trampa, porque la unica discusion para los revolucionarios es como enfrentar el golpe de estado que ademas tiene el acuerdo del MAS. El problema tuyo es que no consideras que fue un golpe, entonces decis que fue un levantamiento popular contra el fraude.

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    Camilo

    29/11/2019 at 11:17

    • «Astarita como mínimo para hacer un análisis de una nota tenes que citar algún fragmento y discutirlo». En la nota he citado el «fragmento» en el cual el articulista aboga por un método de análisis: decidir si el contenido de un mensaje es más o menos creíble según el mensajero.

      «El problema tuyo es que no consideras que fue un golpe…» ¿Puede citar en qué pasaje afirmé que no es un golpe? Vamos, hágalo. Subrayo: cite algún pasaje en el que he afirmado que no es un golpe.

      «… entonces decís que fue un levantamiento popular contra el fraude». En todas las entradas sobre Bolivia que publique estos días dije que importantes sectores de la clase trabajadora salieron a la calle a protestar contra lo que veían como un fraude. Sostuve también que por ese motivo otros importantes sectores de la clase trabajadora no se movilizaron en defensa de Morales y el MAS. Sostuve también que esta actitud fue la que permitió que la dirección de la COB terminara pidiendo la renuncia de Morales. Así como varios sindicatos. Esta caracterización se opone a la que hizo la mayor parte de la izquierda, a saber, que todos los que protestaron son agentes (o idiotas útiles) del imperialismo. Lo cual es una linda manera de apoyar a Morales y la dirección del MAS. Que ahora pasó a ser «traidora» (como si su comportamiento no hubiera estado de acuerdo con su orientación estratégica de clase). Pero entonces el «problema» a explicar lo tienen ustedes, y se sintetiza en la pregunta ¿por qué amplios sectores del movimiento de masas no se levantan contra «la salida constitucional» que pactaron con el gobierno de Ágnes el MAS, la COB y muchos movimientos sociales?

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      rolandoastarita

      29/11/2019 at 11:53

  11. A ver, Rolo, apliquemos el método que le reclamás a los demás. Me contestás esto:
    «¿Una ofensiva en medio de una derrota, la desorientación y la división de la clase obrera?? ¿No se puede parar con estas cosas?»
    Lo que yo había dicho era textualmente esto:
    «Tal vez no haya más remedio que la ofensiva.»
    No estoy proponiendo una ofensiva, simplemente no la descarto totalmente porque podría ser necesaria por razones de fuerza mayor. No sería el primer caso en la historia.
    Pero lo que no parece que tenga sentido es que cuestiones la forma de polemizar de los demás y por tu parte salgas con que son «estupideces», «disparates», y toda la sarta. No es el método, Rolando, no es el método. No te digo que pidas disculpas porque ya sé que es inútil. Me parece que vas a argumentar que tu reacción es natural frente a las cosas que decimos algunos. Si dijeses eso no habría necesidad de contestar nada.
    Te digo simplemente una cosa: No se elije la guerra que se quiere pelear. Se elije pelear o no pelear en la guerra que hay, y de qué lado. LUEGO podés elegir el cómo, dónde, cuándo, con quién. También se puede elegir comentar desde la torre. Me parece que vas a decir que nunca dijiste que lo correcto era comentar desde la torre, ya sé que no.

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    fernando moyano

    29/11/2019 at 19:40

    • «Tal vez no haya más remedio que la ofensiva». Con la dirección del MAS, de la COB, las Juntas Vecinales habiendo cerrado con el gobierno y los milicos. Con las masas divididas, con la clase obrera sin presencia política. ¿Ofensiva? ¿Con qué dirección política, con qué organización? Recomiendan a la distancia que «no puede haber más remedio que la ofensiva». ¿Oyeron hablar de algo que se llama espontaneísmo?
      Sí se elige no dar guerras cuando no hay condiciones ni siquiera para plantear una guerra. Y cuando las masas ni siquiera se plantean «la guerra» (¿te enteraste que están llamando a elecciones con el acuerdo de las direcciones de masas?? ¿O esto es que tampoco existe en el radar de tus análisis?). Esto sí que es recomendar aventurerismo puro «desde la torre». Pasando por alto que llevaron al pueblo trabajador a una derrota (no otra cosa es el ascenso de la derecha racista y de las FFAA). Y frente a esto, la especulación (abstracta, desde la torre) de «pueden que no haya más remedio que la ofensiva». Espero que ningún grupo de izquierda de Bolivia se tome en serio semejante «reflexión».

      Sobre los calificativos: califico posiciones políticas. De la misma manera que no me molesta que califiquen mis posturas. Y lo único que pido es que no mientan sobre lo que afirmé. Es una canallada decir que justifico o avalo el golpe. UNA CANALLADA. No sé si te queda claro lo que pienso de esos métodos.

      Y termino:

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      rolandoastarita

      29/11/2019 at 21:26


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