Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Chile: es el capitalismo, estúpido

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Hasta hace pocos días la economía chilena era el ejemplo a seguir en América Latina, según los economistas de la ortodoxia neoclásica, y de la escuela austriaca. También según la mayor parte de los capitalistas, de Argentina y de otros países del continente. Cámaras y foros empresariales, con la anuencia de los líderes políticos, han propuesto una y otra vez adoptar el “modelo chileno” de relaciones entre el capital y el trabajo. Sin embargo, un aumento del pasaje de subterráneo colmó el vaso, y estallaron las manifestaciones de bronca y protesta. El reclamo más general es un reparto más igualitario de la riqueza. La respuesta del gobierno fue sacar al Ejército, con un saldo de 18 muertos, centenares de heridos y detenidos por miles.

Desconcertados, los apologistas del modelo chileno pretenden ahora que las protestas fueron organizadas por Maduro y “grupos subversivos perfectamente entrenados”. Naturalmente, es una explicación tan estúpida como reaccionaria, destinada a disimular lo fundamental: lo que ocurre en Chile es el resultado más puro de las tendencias inherentes al modo de producción capitalista. Así como la represión salvaje es consustancial al Estado, ese aparato de dominación de clase en su función última y más esencial. De ahí el título de la nota. Recordemos que en 1992 la frase “es la economía, estúpido”, fue utilizada para señalar que la situación económica tiene preeminencia, en la decisión del voto, por sobre las ideologías, concepciones culturales, y similares. Una admisión, tal vez a regañadientes, de la tesis del materialismo histórico (véase aquí). Pues bien, con respecto a Chile, y más precisamente, podemos decir “es el capitalismo, estúpido”.

Crecimiento capitalista y polarización social

¿Pero no es que la economía chilena creció en las últimas décadas, y bajó la pobreza?

La respuesta es que sí, la economía chilena creció. Desde 1985 a 2017 el producto por habitante aumentó a una tasa del 3,5% anual, con solo dos años (1999 y 2009) de caída (Banco Central de Chile). A su vez la pobreza disminuyó, según la medición del Banco Mundial (son pobres las personas que tienen ingresos menores a los 5,5 dólares diarios). En 2000 abarcaba al 30% de la población; en 2017 fue 6,4%.

Sin embargo, la desigualdad se mantuvo extremadamente elevada. De acuerdo al último informe del Panorama Social de América Latina, de CEPAL, el 1% más rico de la población chilena poseía, en 2017, el 26,5% de la riqueza del país, mientras que el 50% de los hogares con menores ingresos tenían el 2,1%. Según la encuesta Casen, en 2017 el 10% más rico de la población obtenía un ingreso 39,1 veces mayor que el 10% más pobre. Los sistemas de salud y educación están fuertemente segmentados en favor de los más ricos. El trabajo precario alcanza al 40,5% de los trabajadores (OIT); aunque más bajo que el promedio latinoamericano (53%; en Argentina 47%) es extremadamente elevado. Por otra parte, la media de ingresos del chileno es de 550 dólares al mes; el salario mínimo es de 414 dólares; las pensiones de vejez promedian los 286 dólares mensuales. Después de la alimentación, el transporte es el segundo gasto más importante de las familias, seguido de la vivienda y los servicios básicos (como electricidad y agua), según la Encuesta de Presupuestos Familiares. Dado que los ingresos son insuficientes, el 60% de los hogares está endeudado (informe de la BBC). Enfatizo: estos datos hay que ponerlos en el contexto de que el 1% más rico concentra más del 26% de la riqueza.

La pobreza es relativa al desarrollo histórico y social

Las protestas en Chile tienen entonces una base objetiva: el crecimiento capitalista en Chile genera riqueza, y en relación a esa riqueza, la pobreza aumentó. Es que la pobreza se define en relación con la riqueza general de la sociedad. Y en particular, en relación a la riqueza concentrada en la clase dominante. Por eso Marx planteaba que, si bien la pobreza en términos absolutos tiende a bajar con el desarrollo capitalista, se incrementa en términos relativos. Esto sin perjuicio de que haya largos períodos, de crisis y depresiones económicas, en los cuales la pobreza aumenta en términos absolutos, y millones de personas son arrojadas a la desesperación y la indigencia.

La idea de que el salario, y por lo tanto la pobreza, son nociones relativas, fue planteada por Marx, entre otros escritos, en Trabajo asalariado y capital, y constituye una pieza clave de su crítica al capitalismo. Allí sostiene que “ante todo, el salario está determinado por su relación con la ganancia, con el beneficio del capitalista; es un salario relativo”. Y en relación a los períodos en que aumenta el capital productivo, sostiene: “Una casa puede ser grande o pequeña, y en tanto las casas circundantes sean igualmente pequeñas, la misma satisface todos los requisitos sociales que se plantea una vivienda. Pero si se levanta un palacio junto a la casita, esta se reduce hasta convertirse en una choza”. Es por eso que hace hincapié en la caída relativa del salario, a medida que aumenta la concentración de la riqueza en manos del capital. Es el sentido de la noción de plusvalía relativa: la explotación (y por lo tanto la pobreza relativa) puede estar aumentando, a pesar de que se mantenga la canasta salarial, o incluso aumente.

La polarización es inherente al sistema capitalista

Por lo explicado en el apartado anterior, el levantamiento chileno es el resultado de una tendencia inherente al sistema capitalista. O sea, ocurre lo opuesto de lo que dice el reformismo burgués y pequeño burgués, que reduce la cuestión al “neoliberalismo” (como si este fuese una corriente ajena al capitalismo).

Aunque no puedo desarrollarlo aquí –para una discusión más completa, puede consultarse la nota sobre Piketty aquí, aquí, aquí– lo central es que el crecimiento de la desigualdad deriva de la mecánica misma de la reproducción ampliada del capital. Esto es, deriva de la reinversión de plusvalía para explotar más obreros que generan más plusvalía que, una vez reinvertida, genera más capital que permitirá explotar más obreros. En este proceso, todo depende de que el capital extraiga plustrabajo, lo convierta en plusvalía, para invertir esa plusvalía con vistas a producir más plusvalía. Por eso el dominio del capital sobre masas crecientes de trabajo y de medios de producción es una consecuencia lógica del simple hecho que el capital se reproduce en escala ampliada. Por eso también es una tontería pensar que estas dinámicas se revierten cambiando las figuras al frente de un gobierno. La polarización social está inscrita en las leyes de la acumulación capitalista. Es un proceso objetivo, que se impone por vía de la competencia –el látigo que lleva a cada capitalista a explotar cada vez más y a acumular- bajo el respaldo político, jurídico y armado del Estado capitalista.

Los límites del reformismo burgués y pequeñoburgués

El hecho de que la polarización social sea inherente al sistema capitalista pone en evidencia los límites insalvables del reformismo burgués y pequeñoburgués, incluidas sus variantes estatistas. Es que a fin de que haya inversión, el Estado debe asegurar las condiciones apropiadas para llevar a cabo la explotación del trabajo, y la realización de la plusvalía. Es lo que algunos han llamado “el marco social y político” de la acumulación. Es una demanda que unifica a todas las expresiones del capitalismo, y se sintetiza en las condiciones que imponen los capitales para invertir (entre ellas, facilidad de despido, reducción de costos laborales, incluidas las formas de salario indirecto, y similares). En una palabra, vía libre para la explotación y la acumulación sin límites, explotación y acumulación que generarán más polarización social, y empobrecimiento relativo (además de las recurrentes crisis de sobreproducción).

Por otra parte, si los capitalistas no ven aseguradas esas condiciones, habrá huelga de inversiones. Lo cual lleva también al otro callejón sin salida: el estancamiento y retroceso de las fuerzas de la producción, al estilo Venezuela. En otros términos, de la sartén al fuego y del fuego a la sartén. El socialismo, en este respecto, representa una salida radicalmente distinta a estas variantes.

La tendencia a la polarización social y la lucha de clases

Cuando hablamos de tendencia a la polarización social estamos significando que se trata de un impulso que se impone a través de múltiples contratendencias. Como afirmábamos en la nota sobre Piketty, desde el punto de vista de la teoría marxista “el análisis de la evolución de la distribución del ingreso y la riqueza en el largo plazo exige articular la acumulación -vinculada a la lógica del capital- con la lucha de clases, que es inherente a la relación antagónica entre el capital y el trabajo”. Luego de señalar el impulso a la concentración del capital, planteábamos que, sin embargo, “la fuerza relativa de la clase obrera puede obligar a que al menos una parte de los avances de productividad redunde en aumentos del salario real. Con esto ya se puede ver que la dinámica de la distribución del ingreso no es lineal, ni tiene nada de mecánico. Además, el proceso en el largo plazo está mediado por el ciclo económico, y las variaciones en la distribución del ingreso asociado al mismo.

El proceso de acumulación es contradictorio, operan tendencias y contratendencias. Así, la misma dinámica de la acumulación da lugar a la formación de ejércitos de trabajadores, lo que abre la posibilidad -en la medida en que se agudice la lucha de clases- de poner frenos al impulso a la mayor explotación. Por eso cuando Marx presenta la ley de la acumulación capitalista -su tendencia a aumentar el despotismo del capital sobre el trabajo, a la concentración de la riqueza y el empobrecimiento relativo de los obreros- señala que los trabajadores intentan, mediante los sindicatos y la organización de ocupados y desocupados, “anular o paliar las consecuencias ruinosas” de la ley natural de la producción capitalista (capítulo 23 de El Capital)”.

Ahora mismo la clase capitalista chilena puede hacer algunas concesiones. Se trata de conceder algo para calmar las aguas. Casi invariablemente, en este sistema basado en la explotación, las mejoras para los trabajadores son el subproducto de la agudización de la lucha de clases. Pero esto no significa que la tendencia a la polarización social dejará de operar. Las aperturas comerciales; los flujos de capitales; el chantaje de la huelga de inversiones; la presión de los desocupados y precarizados; y la colaboración del reformismo y las burocracias sindicales con el capital, pondrán presión sobre las condiciones laborales y de vida de las masas oprimidas, para asegurar que continúe la concentración de la riqueza en pocas manos.

Es, por otra parte, un fenómeno que trasciende las fronteras nacionales. De nuevo, y a nivel global, hay que decir “es el capitalismo, estúpido”. Es necesario que las fuerzas del trabajo tomen nota de estos procesos y los incorporen a sus agendas de discusión y elaboración de programas y cursos de acción. Para esto, la teoría marxista de la plusvalía y el capital sigue siendo la mejor arma teórica de la que puede disponer la clase trabajadora.

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Written by rolandoastarita

25/10/2019 a 17:02

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33 respuestas

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  1. Muchas de las criticas de algunos comentaristas se dirigen y apuntan sólo a Piñera y «a la derecha» cuando las «reformas estructurales» fueron implementadas en gran parte por la alianza social cristiana y social demócrata, la Concertación (Frei, Aylwin, Lagos, Bachelet). En Chile tambien las FFAA se reservaron una cuota mayor de poder que en Argentina e incluso Pinochet perduró luego como senador vitalicio.

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    José

    25/10/2019 at 17:39

  2. Profesor, usted dice que «Es necesario que las fuerzas del trabajo tomen nota de estos procesos y los incorporen a sus agendas de discusión y elaboración de programas y cursos de acción».
    ¿Cree usted posible de que procesos revolucionarios puedan ser llevados adelante por partidos revolucionarios o, por el contrario mediante formas similares al alzamiento que dio paso a la Comuna de París?
    Porque por lo visto la «izquierda» de los partidos «trotskistas» han derivado en un fútil parlamentarismo y propaganda reformista. En mi humilde opinión, serán necesarios grandes cataclismos para revertir esa tendencia…

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    Adrián

    25/10/2019 at 19:50

    • No tengo la manera de prever cómo evolucionarán las cosas. Por ahora, lo que está a mi alcance es proponer un análisis y defender la necesidad de un debate en la militancia (obrera, estudiantil, popular) que se reivindica de izquierda.

      Es claro que el análisis que propongo en esta nota es rechazado por la mayor parte de la izquierda, desde la que se considera izquierda kirchnerista, o peronista, pasando por el PC, el PCR, los guevaristas, y similares, hasta el FIT. Para toda esta gente el problema central es el «neoliberalismo». No es casual que los stalinistas, siempre tan proclives a la conciliación de clases, pongan el eje en el neoliberalismo, no en el sistema capitalista. Lo mismo hacen los trotskistas.

      En este último respecto, destaco a Del Caño diciendo por TV que «lo de Chile es la explosión del modelo que nos vendieron todos los liberales y el propio Macri». Para este dirigente el problema no es el capitalismo, sino «el neoliberalismo», y en Argentina, más precisamente Macri. Es un mensaje calcado al que envían el castrismo, o los Heller y similares. En este enfoque la polarización social, el crecimiento de la pobreza, la precarización laboral, las crisis de sobreproducción, etcétera, son el resultado de una expresión del capitalismo, el neoliberalismo (que para colmo «entrega nuestras riquezas). Es el argumento tradicional del socialismo burgués o pequeñoburgués. Y, repito porque es clave, la inmensa mayoría de los militantes y activistas de izquierda adhieren a este enfoque (y son, además, fervientes patriotas, a no olvidar).

      Frente a esto, lo único que puedo hacer es presentar mis argumentos, tratar de mostrar la vigencia de la crítica de Marx y sugerir la necesidad de debatir estas cuestiones. Pero soy consciente de la soledad de las posiciones que defiendo.

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      rolandoastarita

      26/10/2019 at 11:45

    • Muchas gracias por responder profe! No obstante, en torno a la composición social de la movilización, cree usted que hay un emergente (que no es necesariamente la clase obrera) que se repite en los distintos estallidos de América Latina? Un sector plebeyo otrora perteneciente a la pequeñoburguesía, el «precariado» (término sostenido por Guy Standing) o los «indignados» (otro término originario de Stéphane Hessel), o la «multitud» de Tony Negry, esto es sectores precarizados, fuera de los convenios colectivos, en «negro», etc, etc,.. Me refiero a si usted cree que la clase obrera es la fuerza motriz de estos nuevos procesos, o si esa «vieja clase obrera» se ha convertido en aristocrática y es incapaz de liderar los procesos de estos sectores pauperizados por el capitalismo. Un saludo!

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      Adrián

      26/10/2019 at 16:28

    • Estimado Adrian,
      Acá en Chile pasa igual con el parlamentarismo. Tanto así que los partidos políticos de izquierda institucional «no lo vieron venir». ¿Tendrán algún cambio cualitativo ahora que el pueblo ciudadano se expreso, y se muestra interesado en participar?
      Sostengo que en gran parte gracias a pasar desapercibido al radar de la izquierda institucional es que esta no pudo contener e instrumentalizar el movimiento social. Es notoria la total ausencia y rechazo a las banderas de los partidos de siempre, y el que su discurso no encuentre mayor eco en los manifestantes.
      Los aparatos políticos partidistas están insertos en el Estado, y este constituye su principal campo de acción e interés. Subordinado a ello están los frentes sociales del trabajo, estudiantes, jubilados.
      La critica al Estado burgués ha sido regalada al «neo-liberalismo».

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      Cesar Hormazabal Fritz

      22/10/2020 at 18:43

  3. Estimado Rolando, quisiera hacerle una pequeña corrección si me permite, la frase “Es la economía, estúpido” fue usada en la campaña de Bill Clinton en 1992 y no en 1982.
    Seguramente fue un “typo”.
    Abrazo y felicitaciones por la nota y el blog!

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    Federico

    25/10/2019 at 23:18

    • Gracias por el aviso, ya lo corrijo. Es increíble cómo a veces puedo leer 10 veces algo y no darme cuenta del error.

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      rolandoastarita

      25/10/2019 at 23:24

  4. Gracias, lo difundiré.
    Puede ser interesante el observar la irrupción de tecnologías “social media” (facebok, twitter, istagram) capaces de convocar, coordinar y mostrar en tiempo real los eventos de masas; desde la aplicación de teléfono celular que coordina la evasión de pasajes en el subte (viral en 3 días), videos de la salvaje represión de los estudiantes que evadieron el pasaje, hasta las convocatorias a marchas de protesta. En todos los casos su fuente es múltiple y difusa, sin una jefatura, de comunicación rápida y horizontal, donde el comentario que más rápidamente se viraliza termina siendo una realidad, aun cuando después se le desmienta. Una mayoría de la gente prefirió el comentario que los confirmaba en sus prejuicios respecto del gobierno y la situación en general. Prejuicios previamente abonados por largas luchas sociales frustradas. Primera vez que veo una reacción tan rápida y enfurecida en Chile. El grito inicial era «si no hay solución quemaremos todo».
    Un fenómeno parecido, guardando las proporciones, a los sucesos de la plaza Tahrir el 2011 en Egipto y la primavera árabe … ¿los próximos serán Uds. en Argentina?

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    Cesar Hormazabal Fritz

    26/10/2019 at 04:49

  5. Profesor en el diario clarín subieron una nota muy muy parecida a esta, con algunos pequeños cambios pero practicamente igual.

    https://www.clarin.com/mundo/crisis-chile-desigualdad-estupido_0_Hpgcy6pw.html

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    Mariela

    26/10/2019 at 14:42

  6. Ya lo adelantaba AP hace unos años, comentarista habitual del blog.La forma en que se mide la pobreza en chile es una mentira andante.

    Aprovecho para agradecer por su ayuda con mi trabajo de historia (el de la epoca de alfonsin) clavado 10 jajajajj. Gracias

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    ivanpablovsky

    26/10/2019 at 16:06

  7. En el artículo pareciera que hay una asociación entre la tendencia general del capital a la centralización y concentración económica con la desigualdad, no siendo esta indicador de aquella. Mucho menos a nivel de las formas nacionales que adopta el capital. Incluso siendo menor la desigualdad en las economías donde la tendencia a la concentración y centralización del capital es mayor.
    Hay gran parte de la izquierda que cree que hay mayor opresión cuanto menores son los salarios, siendo esto, como sí se menciona el la nota un concepto relativo, son mayores las contradicciones en la economías mas desarrolladas.
    También es interesante mencionar que en Chile, si bien es cierto que la desigualdad se ha mantenido alta con respecto a otros países de la región, la tendencia es a la disminución.
    https://datos.bancomundial.org/indicador/SI.POV.GINI?locations=CL
    Me pregunto concretamente cuál es la especificidad de este levantamiento chileno, mas allá de las generalidades.

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    Lala Wagner

    26/10/2019 at 16:21

  8. Excelente profesor.

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    Rodrigo

    27/10/2019 at 08:50

  9. Estimado profesor, compartiendo el análisis de la situación y extrapolando a nivel global dichas conclusiones mi pregunta sería la siguiente: Dado que para las relaciones de intercambio económico la hegemonía capitalista es indiscutible, (hablamos de «lentejas» o las comes o las dejas) se puede salir de dicho laberinto?. Si el Estado, cada vez más vacío de competencia económica y poder real no es una opción, si el modo de vida actual obliga a trabajar si o si a los dos cónyuges de una familia absorbiendo el tiempo material de ambos sin dejar lugar al estudio o el proselitismo, en qué lugar queda la resistencia? Agradeciendo de antemano su magnífica labor didáctica, cree que una renta básica universal podría significar un cambio en el equilibrio de fuerzas entre el capital y la clase trabajadora?. Sin otro particular reciba un cordial saludo desde el otro lado del continente

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    Gray

    27/10/2019 at 15:26

  10. Profesor, en últimos días he escuchado a algunos economistas decir que la desigualdad en Chile (medida con el coeficiente de Gini) en realidad se había disminuido en el último tiempo, de ser asi, que opinión le merece esto y como cree afecta (o no) a los problemas que usted describe en el artículo?
    Gracias de antemano y saludos cordiales.

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    A2003

    27/10/2019 at 19:20

  11. Profesor, estos días he escuchado a varios economistas decir que en realidad, la desigualdad en Chile no aumento sino que disminuyó en estos últimos años, de ser asi, que opinión le merece esto y como cree que afecta (o no) al análisis que realiza usted en este artículo?
    Gracias de antemano y saludos

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    Amadeo

    27/10/2019 at 20:44

    • Cuando la polarización de ingresos y riqueza es muy alta (y se mantiene elevada a lo largo de varias décadas de elevado crecimiento del ingreso), la baja de algún punto del coeficiente Gini no altera el problema de fondo. Más en general: el aumento de la desigualdad social es un fenómeno común a todos los países capitalistas desde los años 1970. En esto no se distinguen particularmente los países que tuvieron desarrollo sustentados en el capitalismo de Estado, de los que se basaron más en el capitalismo privado. Y todo indica que, a pesar de alguna caída temporal, la polarización de ingresos y riqueza tiende a mantenerse elevada.

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      rolandoastarita

      29/10/2019 at 07:39

  12. Profesor, que hay de cierto en que la renta de la tierra en Chile le pertenece al Estado, es decir la renta de la minería.
    Gracias

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    Damián

    28/10/2019 at 08:37

    • La principal empresa minera, Codelco, es estatal. El Estado recibe entonces renta minera (tengo entendido que incluso una parte fija, determinada por ley, de las ganancias de Codelco, son para las fuerzas armadas). Por otra parte, el Estado recauda una parte de la renta minera a partir de los impuestos que pagan las empresas privadas.

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      rolandoastarita

      29/10/2019 at 07:46

  13. Buenos dias, que opinión le merece la consigna de Asamblea Constituyente que muchos sectores chilenos y mapuches están levantando para salir de la crisis politica y económica?

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    Andrés

    29/10/2019 at 08:35

    • Posiblemente escriba una pequeña nota sobre esta consigna. Es incomprensible por qué algunos sectores de la izquierda agitan esta demanda (en Argentina creo que en su mayoría son los grupos trotskistas). La consigna de AC la levantó históricamente el socialismo para oponerse a regímenes dictatoriales, como ocurrió durante la Rusia zarista. En ese sentido era una demanda democrático-burguesa radical. Pero en Argentina o Chile existen democracias burguesas (parlamento, elecciones). Se realizan regularmente elecciones, y los partidos burgueses, o pequeño burgueses, obtienen más del 90% de los votos. ¿Por qué iba a cambiar esta situación en una elección a AC?

      En Argentina incluso en los 1990 se convocó a una AC, y todo siguió más o menos igual. Por otra parte, es una ilusión pensar que, incluso si una organización marxista revolucionaria lograra tener mayoría en una eventual AC (algo que está muy lejos de ocurrir, por ahora), podría cambiar las relaciones sociales (terminar con la propiedad privada del capital) por el simple trámite de una votación. Es cierto que Marx contempló la posibilidad de que el socialismo accediera al poder mediante el voto. Creo que no se puede descartar completamente esa posibilidad. Pero para transformar la sociedad hay que tener poder real, de movilización y de transformación, y eso es imposible sin acabar con el Estado capitalista. En cualquier caso, agitar hoy por una AC no tiene el menor sentido. Repito: ¿cuántos votos obtuvieron en Chile las organizaciones marxistas en las últimas elecciones? ¿Por qué creen que eso cambiará si se llama a una AC? ¿O es que confían en que las fuerzas burguesas y pequeñoburguesas, por inspiración divina, se decidan, en una AC, a tomar medidas favorables al pueblo trabajador?

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      rolandoastarita

      29/10/2019 at 10:22

  14. Cambiando de tema el FIT hizo la peor eleccion presidencial desde su aparcion en 2011, y no logro obtener ninguna banca a Diputado Nacional nueva
    FIT 2011: 503.372
    FIT 2015: 812.530
    FIT PASO 2019: 723 147
    FIT 2019: 561 214

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    Carlos

    29/10/2019 at 12:17

  15. Carlos lo que ocurrió en el fit , desde mi punto de vista era de esperar, mucha gente de izquierda piensa que ante una crisis social- económica, política las masas giran a las políticas anti-capitalistas, esta visión revela una miopía política en estas posiciones, se piensa que si existe un partido obrero radical los trabajadores se volcaran a ella, la historia no avala esta tesis tan difundida en los aparatos de la izquierda, en una crisis como la que vive argentina hoy demuestra que todo el descontento de las masas puede ser canalizada en los partidos de régimen (sean procapitalista de izquierda o de derecha) con respecto a los votos que perdieron que ellos explican que se debe a «la extrema polarización entre cambiemos y el frente de todos» y echan la culpa afuera y no dentro mismo de la alianza, pienso que no sirve para explicar el mínimo de votos que obtuvo en esta elección. Creo desde mi humilde opinión que habría que buscarlo mas en la debacle de las ideas del socialismo desde la caída de la URSS que significo un derrumbe ideológico profundo para la clase obrera mundial a esto hay que sumarle lo desastroso del Régimen chavista con lo cual mucha de la izquierda simpatizo.

    Esto a pesar del giro reformista pequeño burgués que tuvo El fit en sus spots políticos para ganar adeptos y en lo posible algunos votos, estos números

    FIT 2011: 503.372
    FIT 2015: 812.530
    FIT PASO 2019: 723 147
    FIT 2019: 561 214

    solo nos indica cuan lejos esta las ideas del socialismo en el movimiento obrero argentino, el cual una vez mas deposito sus «esperanzas políticas» en el nacionalismo peronista, a falta de una política de clase revolucionaria.

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    Víctor Hugo

    29/10/2019 at 20:13

    • Coincido con su análisis, Víctor. Solo aclarar que las ideas del socialismo no llegan a las masas. Al menos no las del socialismo científico. Las explicaciones que da el fit de la inflación, de la pobreza, del endeudamiento, etc. Son muy similares a las del pj. Debemos trabajar y esforzarnos por hacer llegar estas ideas a un público más amplio.

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      Gus

      30/10/2019 at 00:39

  16. Profesor, gracias por entregar luces a lo que está sucediendo en Chile. Un par de elementos a añadir al análisis sobre la minería más arriba mencionados. Codelco actualmente explota solo 1/3 del material cuprífero, siendo los otros dos restantes de capitales extranjeros (10 grandes mineras transnacionales) a quienes se les ha regalado una renta de casi 6 veces el total de los fondos soberanos actuales del país (ganancias entre 2005 a 2015). Codelco como ud bien dijo, debe “donar” el 10% de sus ganancias a las Fuerzas Armadas (un amarre institucional que lleva por nombre “Ley reservada del cobre”) cuestión que ha sido duramente cuestionada pero ningún gobierno burgués durante estos 30 años de transición ha siquiera intentado tocar. Ahí está el negocio, de la mano a la salud privada (Isapres) y pensiones (AFP). Hoy cuando se habla de “reformas tributarias” (necesarias en términos de equidad social) para subvencionar el gasto social, nadie pone en la palestra todo lo que roban las grandes transnacionales del cobre y que bien podrían suplir los malestares que vive la población.

    Muy interesante la visión crítica a la Asamblea Constituyente (órgano transversal que comparte la izquierda chilena) y que centra la discusión en la modificación a la Constitución (impuesta en los 80 por la dictadura de Pinochet). Ciertamente es un mecanismo que intenta democratizar ciertas cuestiones elementales de la sociedad, pero que, por historia, han hegemonizado los sectores intelectuales de la pequeña burguesía.

    Una última opinión, el movimiento que vive Chile es inorgánico y masivo (descredito de los partidos tradicionales) con amplio apoyo de la población en su conjunto (incluso la base social de apoyo al actual gobierno se plegó a las manifestaciones protestando desde sus sectores privilegiados) y con bastante violencia desde la periferia (han sido innumerables los saqueos a supermercados, farmacias, transporte y comercio en general) dando cabida a que la prensa oficial se centre en los desmanes de grupos violentistas (“lumpen”) y así desmoralizar la protesta a lo largo del territorio.

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    Alejandro B.

    29/10/2019 at 22:53

  17. Les paso una declaración de una muy pequeña organización política uruguaya:

    EL PAÍS MÁS DESTRUIDO POR EL CAPITALISMO LE MUESTRA AL OTRO LA IMAGEN DE SU PROPIO FUTURO

    Chile, un poco de historia.

    Hace casi 50 años un proyecto en marcha, único en el mundo, de transición pacífica al socialismo, fue destruido con un baño de sangre. Y sobre esa base de feroz dictadura militar se montó el primer modelo de neoliberalismo diseñado por los Chicago Boys.

    Cuando llegaron las «aperturas» fue un modelo de democracia tutelada, cuando el neoliberalismo se agotó, un modelo de izquierda razonable y adaptada al capitalismo. Que nos perdone Marx dar vuelta su famosa frase, él se refirió al país más industrializado cuando el capitalismo estaba en alce, hoy está en su agonía.

    Gracias al trabajo sucio de destrucción de la resistencia popular que llevó adelante la dictadura militar, la gestión del capitalismo periférico tuvo las manos libres en Chile para modernizarse y mostrar todos sus logros. Libre mercado, pequeña industria liviana que en nada pesa frente al extractivismo minero del cobre completamente dependiente y exportador, educación pública privatizada, atención a la salud privatizada, seguridad social privatizada, economía de mercado de 360 grados, izquierda domesticada y colaboracionista, policía militarizada, represión continuada sobre las comunidades indígenas, sobre el movimiento estudiantil, bloquear los avances en la emancipación de la mujer. El crecimiento de la economía capitalista vino de la mano de una creciente desigualdad social, y al final alcanzó su límite por sus propios méritos. No puede haber un ejemplo más claro del agotamiento del modo de producción capitalista (no importa el «modelo» de que se trate) por desarrollar libremente sus propias contradicciones, sus posibilidades y sus costos inevitables, cargados sobre los hombros de los trabajadores. Chile es hoy el octavo país del mundo en desigualdad.

    No ha sido el «populismo» ni la «excesiva regulación» ni el «no abrirse al mundo al mundo» lo que ha llevado a Chile a esta situación.

    Cuando en Uruguay se quiere adoptar el modelo chileno hasta en la militarización de la policía y uso directo del ejército en funciones represivas internas, importa mirar a Chile, y al resto del continente, cuando aquí también se tropieza con los límites del capitalismo como sistema, y se quiere resolver los problemas que ha traído la dependencia con más dependencia, la desigualdad con más desigualdad, el capitalismo con más capitalismo. Por supuesto que sería una tontería pensar en Uruguay, mucho menos en Uruguay, un «socialismo en un solo paísito». Tenemos que pensar la superación del capitalismo en términos de «patria grande», Nuestra América, en un sentido internacionalista y de integración regional. Y a los que ayer pudieran llamarnos utópicos o «sesentistas», resulta que son ellos los que no actualizaron sus ideas. Miren hoy el continente. Chile se suma a Haití, Ecuador…

    Nos muestra también los límites de la institucionalizad «democrática» y la verdadera cara del poder. El parlamento es la hoja de parra de la dictadura burguesa. Cuando las papas pelan de verdad, hay que salir a la calle a luchar.

    En Uruguay, Manini, una de las puntas de lanza del fascismo que asoma hoy en el continente, habla de «conspiración continental de los violentos». La conspiración continental de los violentos hoy es el fascismo que asoma, precisamente. Y asoma porque ¿qué otro camino les queda hoy a las clases dominantes? Miremos país por país y veremos la decena y pico de variantes capitalistas, crudas o mediatizadas, liberales o socialdemócratas o populistas, bonapartistas, y «terceras vías». Vías muertas todas.

    Se hace urgente la causa de los pueblos, más que nunca apelar al internacionalismo de nuestra clase. Hacemos un llamado para exigir la condena de la violencia desatada por el gobierno de Piñera contra el pueblo chileno, que es parte del pueblo de Nuestra América.

    Rumbo Socialista

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    Fernando Moyano

    30/10/2019 at 10:30

  18. Astarita
    Usted y muchos marxistas utilizan los datos que ofrecen organismos como Bancos, la CEPAL el Banco Mundial, etc. No son todos ellos, como todo lo que existe, instituciones sistémicas al servicio del capital?.
    Me asombra como las criticáis cuando dicen lo que no conviene que han dicho, y exhiben con jactancia sus cifras cuando les conviene. No hay otra forma de hacer pregunto.
    Un saludo

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    Ramon

    30/10/2019 at 19:17

    • El capital y su Estado necesitan datos. ¿Qué tiene que ver entonces el hecho de que utilicemos los datos del BIS, FMI, Cepal, etcétera para el análisis? Si el FMI, por caso, informa que el producto mundial subió tanto, o el comercio mundial tanto otro, ¿por qué no vamos a utilizar estas cifras? Además, ¿cómo quiere que calcule el producto mundial o el comercio mundial? ¿Desde desde mi casa? ¿Con qué medios?

      Cuando leo comentarios de este tipo, sinceramente me pregunto si son de buena fe, o si escriben solo para chicanear. ¿Y qué tiene que ver la «jactancia»? ¿»Jactancia» al presentar los datos del crecimiento del producto, o del comercio, o de la inflación? ¿Para qué escribe estas cosas? ¿Para destruir? ¿O esto es todo lo que le da su razonamiento?

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      rolandoastarita

      30/10/2019 at 19:55

  19. Buenas tardes profesor. ¿Tiene pensado escribir alguna nota sobre la política económica que plantea aplicar la dupla Fernández-Fernández? ¿Puntualmente tiene algo escrito sobre cómo han funcionado los pactos sociales en Argentina?

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    BoyBlue

    30/10/2019 at 20:01

    • Por ahora no tengo en mis planes escribir sobre el programa económico del nuevo gobierno. De todas formas, tampoco anunciaron mucho. No tengo nada escrito sobre la experiencia de pactos sociales en Argentina. El antecedente más importante seguramente es el pacto social que se firmó en el tercer gobierno de Perón. Desembocó en la crisis de 1975 y el Rodrigazo.

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      rolandoastarita

      31/10/2019 at 08:04

  20. Profesor, pone un mal ejemplo cuando se refiere a esto: «Pero si se levanta un palacio junto a la casita, esta se reduce hasta convertirse en una choza».

    Difícil que alguien que tenga dinero vaya a vivir a zonas pobres, siempre buscan vivir en buenas zonas, Lo mismo para gente de clase media, buscarán zonas de clase media o mejor para construir su casa.
    Alguien que sea de clase baja y que esté comenzando a ganar un regular dinero podria construir una buena casa en una zona pobre, pero no habría una diferencia abismal con respecto a los demás.

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    AlvaroSC

    31/10/2019 at 16:50

    • Primero el ejemplo es de Marx, segundo es una metáfora o una comparacion mejor dicho para explicar que la pobreza es relativa, tercero fuiste alguna vez a la villa la cava en san isidro?

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      German

      01/11/2019 at 12:06

  21. Hola Rolo, estamos combatiendo ahora a las 5 de la mañana en los barrios obreros (estos a compañeros argentinos, ayúdennos compañeros argentinos estamos combatiendo y a su estado Ingrid Avendaño Moya, rosamorales17@hotmail.com cualquier duda. No es la crisis, es el capitalismo a su estado. ( Tenemos 150 chicos que posiblemente pierdan su ojo por balas des estado de represión. Tenemos 20 chicos muertos disparados por el estado. Acá en Chile cada compañero verdadero que quiera recibir noticia acá cada noticia, yo estera en las calles en mis lagrima como todo revolucionario, viva el socialismo. viva,el internacionalismo proletario.

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    Rosario Morales

    09/11/2019 at 06:08

  22. Hola Rolando, si la AC no es el camino, entonces ¿cuál es?

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    danielsantander1

    14/11/2019 at 02:21


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