Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Algunas reflexiones sobre la candidatura Fernández – Fernández

with 16 comments

La elección por parte de Cristina Fernández de Kirchner, de Alberto Fernández como candidato a presidente, ha generado todo tipo de análisis, y especulaciones. En esta breve nota presento algunas reflexiones.

Todo indica que el primer y obvio objetivo de la candidatura de Alberto Fernández es ampliar el apoyo electoral con vistas a ganar el ballotage. Es que la candidatura de Alberto F no restaría los votos del núcleo “duro” del  kirchnerismo (La Cámpora, Patria Grande, Nuevo Encuentro, y similares), a la vez que permite disputar votos al peronismo no kirchnerista, tentar a dirigentes como Massa para que entren en la coalición, y pescar entre los desencantados de Cambiemos. De hecho, ocho gobernadores peronistas ya se pronunciaron a favor de la fórmula F-F.

Pero en segundo lugar, y tal vez más importante, con la nueva candidatura se procura asegurar una coalición de gobierno que permita aplicar una política (en primer plano, bajar el gasto público) que evite un nuevo default. Además de avanzar en las “reformas estructurales” (reforma laboral, previsional y tributaria), que pide el capital de conjunto. Una demanda que se mantendrá al margen de que la economía argentina pueda experimentar algún rebote en 2020 (respondiendo a la mecánica usual de los ciclos económicos).

En cualquier caso, en este punto es necesario introducir el factor clave: la constricción que impone sobre los gobiernos la amenaza de la “no inversión”. En Argentina la misma se expresa en la debilidad  de la inversión productiva; en las recurrentes y abruptas salidas de los fondos que se colocan temporariamente en activos financieros; y en la casi constante fuga de capitales. Lo cual se traduce en baja productividad general de la economía, recurrentes ciclos de endeudamiento y posteriores devaluaciones de capital, frecuentes crisis cambiarias, altísima inflación  y extendida miseria de las masas populares.

La constricción de la amenaza de no inversión se concreta en que, en 2020, entre capital e intereses, y solo con el sector privado, hay vencimientos por 60.000 millones de dólares. No hay forma de que el próximo gobierno pague esta suma. Y si no defaultea, deberá refinanciar, por lo menos, los vencimientos de capital. Como es conocido, en esas refinanciaciones los acreedores, sean privados, o institucionales, imponen condiciones que apuntan a favorecer al capital “en general”. O sea, políticas que aseguren la generación y realización de plusvalías –en moneda fuerte, dólares- destinadas a cumplir con las obligaciones con el capital financiero. Más específicamente, en Argentina se trata de generar un marco social y político que asegure frente a la eventualidad de medidas nacional-estatistas (tipo cepo cambiario, control de precios, estatizaciones, prohibición de remesas de ganancias, manipulación del Indec, etcétera). Pero además, en la medida en que una economía está en crisis, las políticas que apuntan a restaurar  la rentabilidad del capital, se hacen más duras. Los ajustes “a lo FMI” de Portugal (que una parte del progresismo criollo reivindica como modelo a seguir) y Grecia, son ejemplares al respecto. En esto no hay número de votos que valga. Cristina K podrá tener el apoyo popular, pero a la hora de exigir el pago de las deudas ese apoyo a los acreedores les importa poco (recordar aquí la experiencia de Syriza con el FMI y la Unión Europea). Con el agregado de que la situación económica mundial está empeorando. Entre otros factores, en los últimos tiempos hubo liquidación masiva de bonos de países “emergentes”, siendo Argentina uno de los más afectados. Y el contexto puede empeorar si se profundiza la guerra comercial entre EEUU y China (el precio de la soja ya bajó más de 100 dólares en los últimos meses).

De lo anterior se deriva la contradicción que recorre la coyuntura: con el voto popular CFK puede llegar a la presidencia, pero con eso no se supera la constricción que imponen  la relación capitalista y el poder concentrado del capital dinero. De ahí el rol asignado a Alberto Fernández. No tiene votos, -se los aporta CFK- pero su misión  es tender puentes con las cámaras empresarias y los inversores, con los grandes medios de comunicación, con Washington y otras potencias,  y con el FMI. Se trata de asegurar “a los factores de poder” que un gobierno K 2019-2023 será “racional y moderado”. Para eso, Kicillof ya aseguró en Washington que “nadie puede querer un default”, que “no podés romper con el Fondo” y recordó que “durante el gobierno de CK cumplimos con todos nuestros compromisos, nunca tuvimos una postura de no cumplirlos”. Pero no bastó.

Por eso ahora la candidatura de Alberto Fernández apunta a elevar el nivel de garantías. En este respecto, el economista Matías Kulfas, señalado como uno de los principales asesores económicos de Alberto Fernández, acaba de declarar que “los compromisos asumidos serán honrados y con el FMI se discutirá y se negociará articulando estrategias que permitan recuperar el crecimiento y pagar la deuda” (La Nación, 20/05/19; énfasis agregado). Tengamos presente que la deuda con el FMI hasta 2021 es de 57.100 millones de dólares. Por supuesto, en el plano de las hipótesis se puede especular con que un eventual gobierno F-F repudie la deuda y emprenda un curso de extendidas estatizaciones y profundización de medidas tipo capitalismo de Estado. Pero se trata de una especulación vacía. No hay elementos que permitan entrever algo semejante, ni existe base política y social para lanzarse a algo parecido al chavismo-madurismo (con el agregado de que el chavismo pagó deuda externa  hasta el agotamiento del país). Seguramente habrá algunos retoques –por ejemplo, Kulfas parece proponer un cambio en el régimen de liquidación de las exportaciones; alguno propondrá algo más de “precios cuidados”- pero nada dramático, por lo que se puede atisbar a futuro.

Por lo anterior se dio entonces la extraña circunstancia (tal vez única en el mundo) de que la candidata a vicepresidenta designó al candidato a presidente. Lo cual puede ser fuente de tensiones y hasta de crisis a futuro. Especialmente cuando haya  que pagar los costos políticos asociados a las medidas de ajuste del próximo gobierno. En cualquier caso, CFK establece una importante conexión con la militancia nac & pop, con el sindicalismo reformista, el PC y organizaciones afines. Aunque no son significativos en términos de votos, esta gente aporta desde lo ideológico y político, y exhibe una significativa capacidad de movilización callejera. Lo cual destaca el rol imprescindible de CFK para poner esa militancia al servicio de la candidatura de quien hasta 2017 era “traidor vendepatria y agente de Clarín”. De ahí también la utilidad de apelar a la memoria de Gelbard (ex ministro de Economía de Cámpora y Perón, entre 1973 y 1974) y el “pacto social al servicio de la liberación nacional”. Todo sirve para entusiasmar al socialismo pequeño burgués nacionalista y empeñarlo en políticas de conciliación de clase, imprescindibles para la “gobernabilidad”.

Precisemos asimismo que el debate por la ampliación de la base social y política con vistas a la continuación del ajuste se ha extendido a Cambiemos: un sector del radicalismo demanda la ampliación de la coalición oficialista hacia el peronismo federal (Schiaretti, Urtubey). Incluso inversores y analistas de Wall Street piden que Macri se baje de su candidatura para armar una coalición más amplia que derrote al kirchnerismo (véase La Nación, 19/05/19). Es que cada vez parece más claro –lo muestran las elecciones provinciales realizadas hasta ahora- que Cambiemos va camino a una derrota de proporciones en la elección nacional.

Para terminar, una observación sobre algunos análisis de organizaciones de izquierda, que leí por estos días. En uno de ellos se afirma que  la candidatura F– F es “una claudicación de CFK frente a los mercados”. En otro se sugiere que CFK sería “progresista” frente a Alberto F. Pues bien, la primera cuestión es qué significa “luchar contra los mercados” bajo el sistema capitalista. ¿Luchar contra los precios? ¿Contra la oferta y la demanda? ¿Significa imponer controles de precios? Frente a esto, la crítica marxista debería explicar que la idea de que el Estado burgués puede manejar los mercados –los precios y cantidades comerciadas- es una ilusión propia del reformismo burgués, que en ningún lado ha dado resultados beneficiosos para las masas populares (y ha alentado el conciliacionismo de clase). Estamos al nivel elemental de la crítica marxista: el mercado es un producto de las relaciones sociales de producción imperantes, por lo cual no tiene sentido la lucha “contra el mercado” si no se acaban esas relaciones que le dan fundamento.

Pero además, son esas leyes objetivas de la economía capitalista –la ley del valor, de la plusvalía, las tendencias de la acumulación del capital- las que explican por qué el  kirchnerismo apoyó  políticas “de ajuste” siempre que lo creyó necesario. Lo hizo cuando defendió las privatizaciones  en  los 1990 (y Alberto Fernández era alto funcionario menemista); o cuando, en 1999, aplicaba el ajuste en Santa Cruz, siguiendo a Cavallo, ministro del gobierno de la Alianza; o cuando instrumentó la devaluación de 2014; y también cuando aplicó, y sigue aplicando, el ajuste de nuevo en Santa Cruz. ¿Qué sentido tiene entonces sostener que Cristina F tiene una trayectoria política a la izquierda de Alberto F? La única justificación que puedo encontrar para semejante afirmación por parte de alguien que se considera marxista es el intento de establecer alguna conexión con el kirchnerismo izquierdista. Pero el kirchnerismo izquierdista va a militar por la candidatura F-F con plena conciencia de lo que significa. En todo esto no hay ingenuos ni confundidos.

Agreguemos que, en un plano más general, el peronismo también respondió a las crisis con políticas “ortodoxas”. Así, además de la ya citada política menemista, podemos recordar el ajuste instrumentado por el propio Perón en su segunda presidencia, a partir de 1952; o el paquete de ajuste de Isabel – López Rega, en 1975, que dio lugar al llamado Rodrigazo.  Y destacar que el repunte de la economía argentina desde mediados de 2002 ocurrió después de un profundo “ajuste”, que significó una de las caídas más grandes de los salarios y las condiciones de vida de la población.

En definitiva, lo de CFK no es “claudicación”, o “traición”. Es, simplemente, política de clase, en su sentido más profundo. Tener esto en claro es el punto de partida para luchar por la independencia de la clase obrera. En otros términos, por generar conciencia de que los padecimientos de las masas trabajadoras no se superan cambiando los personajes que están al frente del Estado, sino cambiando el carácter de clase del Estado.

Descargar el documento: varios formatos siguiendo el link, opción Archivo/Descargar Como: Algunas reflexiones sobre la candidatura Fernández – Fernández

Written by rolandoastarita

20/05/2019 a 12:57

16 respuestas

Subscribe to comments with RSS.

  1. Yyyyy….si! La tenemos clarita pero….los molinos de viento…el viento de la «historia» nos esta barriendo…porque pelo ya no tenemos…cual es el sentido de todo esto?

    Me gusta

    Tiofede

    20/05/2019 at 13:16

    • No entiendo para qué escribe esto. ¿Para decirme que «la tiene clarita»? ¿Y a quién le importa? ¿Para decirme (o decirle a los lectores del blog) que usted se siente barrido por el viento de la historia, y que ya no tiene pelo? De nuevo, ¿qué rayos nos tiene que importar cómo lo trata la historia?

      Le gusta a 2 personas

      rolandoastarita

      20/05/2019 at 14:01

  2. Muy interesante como siempre…
    Profesor a escrito sobre que consecuencias traeria no pagar la deuda ???
    Saludos

    Me gusta

    Sergio

    20/05/2019 at 14:35

  3. Excelente análisis como siempre profesor. Vamos a asistir a un interesante malabarismo argumental por parte de militantes de la izquierda nacional y popular para intentar defender al hombre que supo ser “el vocero de clarín en el gobierno”. Algo que si me permite agregar también se nota mucho en grupos que se reivindican marxistas es la concepción casi subjetiva y hasta adrede de la sociedad y su desarrollo, los problemas y ajustes pasarían por hombres malos (qué por lo general encarnar a los tan afamados grupos de poder-formadores de precios-monopolicos) mientras que los momentos de crecimiento son gracias a hombres providenciales. Es hasta casi obsceno el abandono por parte de estos grupos de las leyes y mecanismos inherentes al capitalismo que menciona.
    Saludos

    Le gusta a 1 persona

    Ramiro

    20/05/2019 at 15:49

    • Ramiro.
      Concuerdo, los principales actores son colectivos. Los «lideres» vienen a representar del común denominador, y en esa representación se produce un fenómeno de retroalimentación, positiva o negativa, con un muy fuerte efecto sobre la psicología de las masas.

      En lo anterior me parece muy buen ejemplo las palabras de Trotsky sobre Stalin, las que a mi juicio señalan que Stalin no es el problema, sino que representa algo mas profundo, el estalinismo (la burocratización del Estado soviético y la revolución)

      «Sería ingenuo creer que Stalin, desconocido por las masas, surgió repentinamente de los bastidores armado de un plan estratégi co completamente elaborado. No. Antes de que él hubiera previsto su camino, la burocracia lo había adivinado; Stalin le daba todas las garantías deseables: el prestigio del viejo bolchevique, un carácter firme, un espíritu estrecho, una relación indisoluble con las oficinas, única fuente de su influencia personal. Al principio, Stalin se sorprendió con su propio éxito»

      Haz clic para acceder a La%20revolucion%20traicionada.pdf

      (Pagina 40)

      Me gusta

      Cesar Hormazabal Fritz

      21/05/2019 at 18:43

  4. Buen análisis, rolo. Yo creo q la gente q odia a Cristina no la va a votar, por más que vaya de vice, pero es cierto que queda abierta una ventana a massa.
    Mis amigos kirchneristas ya piensan en medidas tipo controles de precios, especialmente en tarifas. Es por este lado por donde veo que la izquierda tipo fit quiere acordar con el kirchnerismo. Y algo de esto puede haber, ya que gran parte del arco burgués no quiere a Cristina con poder de decisión. Imagino q temen a estas medidas.
    Realmente yo pensaba q no se iba a presentar. A diferencia de Perón, no le imaginaba frente a la responsabilidad de llevar adelante el ajuste. Piensa q no va a tener que ajustar?
    Por último, por supuesto, como marxistas no podemos dar apoyo a estas medidas sin sentido de «combatir al mercado». Pero, aún siendo paciente para explicar, para muchos amigos peronistas es como hablarles en chino. Bah, peronistas. En realidad ellos lo q dicen es q apoyar al peronismo es como la mejor táctica para la lucha de clases. Nada nuevo bajo el sol.

    Me gusta

    Gus

    20/05/2019 at 17:05

    • Gus
      Intentos de control de precios hubo, y con gran apoyo popular, durante el gobierno de Allende, Fue un total fracaso … es intentar «poner una correa y collar al tigre».

      El apoyo al peronismo por parte de la izquierda no es táctico, es estratégico. Se piensa que una fracción significativa del peronismo representa a sectores burgueses, industria, pequeña burguesía, con intereses nacionales anti-imperialistas, y cuya opción política de poder desembocara en el socialismo. Como ejemplo de ello se utiliza, descontando lucha armada, lo que habría sucedido en Cuba con el castrismo nacionalista previo al intento de invasión en Bahía Cochinos

      Me gusta

      Cesar Hormazabal Fritz

      21/05/2019 at 19:16

  5. Y si esto puede pasar …. Pero Ud. cree que no pasara, porque debería la sociedad cambiar de Actores, creen que el Peronismo-Kirchnerismo quiere tener algunos puestos mas asegurados en el Estado, eso no es conciencia de clase , es Oligarquia !!!
    «Por supuesto, en el plano de las hipótesis se puede especular con que un eventual gobierno F-F repudie la deuda y emprenda un curso de extendidas estatizaciones y profundización de medidas tipo capitalismo de Estado. Pero se trata de una especulación vacía. No hay elementos que permitan entrever algo semejante, ni existe base política y social para lanzarse a algo parecido al chavismo-madurismo (con el agregado de que el chavismo pagó deuda externa hasta el agotamiento del país). Seguramente habrá algunos retoques –por ejemplo, Kulfas parece proponer un cambio en el régimen de liquidación de las exportaciones; alguno propondrá algo más de “precios cuidados”- pero nada dramático, por lo que se puede atisbar a futuro.»

    Me gusta

  6. rolo vos decis; . Además de avanzar en las “reformas estructurales” (reforma laboral, previsional y tributaria), que pide el capital de conjunto.
    El que pide las reformas es el capital o las reformas la pide el economia misma, ya que viene en caida desde 2011 y para volver a crecer se necesitan si o si esas medidas. Por que sino el debate seria que con un camino mas parecido al del ultimo gobierno de cristian que vos llamas «»capitalismo de estado»» seria el mejor camino para el retorno del crecimeinto

    Me gusta

    juan

    20/05/2019 at 18:50

  7. […] Fuente: Rolando Astarita (Blog) […]

    Me gusta

  8. La fórmula F.F, en caso de imponerse, es garante del terreno ganado por la clase dominante en materia de desvalorización de la fuerza de trabajo, del reajuste tarifario y de la deuda. De ahí en más, ajuste ‘edulcorado’ , si las condiciones lo permiten. El punto es si los dos Fernández van a pilotear una recuperación económica o una agudización de la crisis.

    Me gusta

    AP

    21/05/2019 at 21:18

  9. Ya me la veo venir, ajustan a los laburantes y los trabajadores peronistas le terminan echando la culpa al «traidor» de alberto fernandez (como en su momento menem, como isabel, etc) y que Cristina no lo pudo detener. Y siga el verso…

    Me gusta

    German

    22/05/2019 at 11:24

  10. si bien no lei la nota de «claudicacion frente a los mercados» considero que claudico aunque sea por el momento su retorica izquierdista es un cambio de discurso nada mas en un intento de no acelerar una devaluacion del peso o suba del riesgo pais ya que la encuestas hace mas de 2 meses que la dan ganadora

    Me gusta

    Marcos

    23/05/2019 at 17:05

  11. Ese empeoramiento de la economía del que habla, y esa guerra comercial entre potencias, tiene algo que ver con que se aproxime una recesión? ¿hay alguna relación que sepamos entre ese tipo de guerras y las crisis?

    Me gusta

    David Martín

    25/05/2019 at 10:27

    • La relación sería inversa. La guerra comercial puede ser el disparador de una recesión en una economía mundial que está muy debilitada.

      Me gusta

      rolandoastarita

      25/05/2019 at 12:25


Dejá tu comentario