Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Economía K y la «Teoría Monetaria Moderna» (3)

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La segunda parte de la nota, aquí

El valor del dinero y convertibilidad

Una de las cuestiones que tradicionalmente ha sido muy debatida en la economía  heterodoxa gira alrededor del origen y naturaleza del valor del dinero fiduciario (billetes en manos del público y depósitos en el Banco Central). El problema surge porque el dinero fiduciario (o fiat money) se presenta cargado de valor, pero oficialmente es inconvertible y carece de valor propio. ¿De dónde entonces proviene este último?

Observemos, en primer lugar, que a pesar de su importancia, el mainstream académico prácticamente no se plantea el tema. Y todo indica que la razón última de ese silencio es una grave falencia  teórica. Es que, como señaló James Tobin “el fiat money no figura en las funciones de producción ni de utilidad, de manera que la razón de por qué tiene algún valor particular, o simplemente algún valor, es uno de esos rompecabezas que los economistas se plantean a sí mismos” (1998, p. 14). De ahí que la moneda sea insertada, sin concepto, en el edificio  neoclásico. En cuanto a los austriacos, también enfrentan dificultades (pienso que irremontables) para fundar el valor del dinero en la teoría subjetiva (ver aquí).

En la economía heterodoxa, en cambio, la cuestión sí se ha planteado y discutido. Y la idea que ha tendido a imponerse es que el valor del dinero fiduciario es, o bien producto de convenciones sociales; o está determinado por el poder político-estatal. De acuerdo a la primera variante, se explicaría por alguna suerte de representación simbólica; o por los discursos que existen acerca del dinero y su valor. En sus trabajos maduros, varios regulacionistas –Aglietta, Orléan, Theret- han desarrollado estos enfoques. En cuanto a la segunda variante –el valor del dinero está determinado por el Estado- los cartalistas constituyen la corriente más importante. Aunque también deberíamos mencionar la tesis  –que tiene su origen en los trabajos tempranos del regulacionismo- que afirma que el dinero es una creación del Estado, pero que su valor está dado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para generar el valor agregado (he criticado este enfoque, aquí).

Por último, tenemos el enfoque “marxista ortodoxo” –que defiendo-, que dice que el dinero no puede terminar de desmaterializarse. He presentado esta explicación en varias notas (véase, por ejemplo, la referencia anterior), y no voy a repetirla aquí. Ahora, solo señalo el problema que rodea la polaridad convertibilidad/inconvertibilidad, polaridad que sustenta la tesis de la desmaterialización del dinero.

Efectivamente, los enfoques que dicen que el dinero fiduciario ha roto toda relación con el oro subrayan el cambio cualitativo que habría significado el paso de la convertibilidad del billete a su inconvertibilidad. Según esta visión, en tanto existió la convertibilidad, los billetes representaron el valor del metal que los respaldaba. Sin embargo, esto ya no habría sido posible con la inconvertibilidad, y a partir de ese momento el economista se habría enfrentado a la necesidad de explicar el valor del dinero sin relacionarlo con el oro o la plata.

Pues bien, el problema con este enfoque es que establece una división rígida, casi metafísica, entre las convertibilidades o inconvertibilidades oficiales, pasando por alto que históricamente hubo episodios de inconvertibilidad oficial, sin que por ello desapareciera la convertibilidad de facto. Un ejemplo de esto es lo ocurrido en Inglaterra, entre fines del siglo XVIII y principios del XIX. Es que en 1797 el Banco de Inglaterra decidió abandonar el patrón oro debido a una fuerte caída de las reservas privadas de oro. Sin embargo, subsistió la convertibilidad a través del mercado del metal (y el oro subió de precio, o sea, el papel moneda se depreció). Por esta razón, la inconvertibilidad oficial no indujo a Marx a modificar su idea de que el billete era un signo del valor del oro. Solo se alteraba la forma en que se manifestaba la relación billete/ oro; no cortaba el vínculo, aunque podía hacerlo más complejo.

De la misma manera, Marx consideró que el tálero prusiano era signo de valor, a pesar de que era oficialmente inconvertible. Y algo similar podríamos decir acerca de la relación del dólar con el oro, en el siglo XX. Por ejemplo, durante el sistema de Bretton Woods los dólares que tenían los gobiernos eran convertibles a oro, al precio oficial (US$ 35 por onza), en tanto los dólares en manos de los privados no eran oficialmente convertibles. Sin embargo, EEUU e Inglaterra abastecieron, hasta 1968, el mercado privado de oro, con el objetivo de que no se desalineara con el oficial. Pero cuando empeoró la balanza de pagos de EEUU, la situación se hizo insostenible y Washington suspendió, en 1971, la convertibilidad oficial. Lo cual no impidió que en el mercado paralelo continuara expresándose la relación del dólar con el oro. De nuevo, al margen de la disposición oficial.

El razonamiento podemos extenderlo hasta el presente: aunque hoy no existe convertibilidad oficial, el dólar es convertible al oro en el mercado de metal. Por eso, cuando cunde la desconfianza en el dólar y otras monedas fuertes, es frecuente que suba el valor del oro, considerado activo monetario por los inversores. Pero si esto es así, se cae buena parte de la argumentación sobre la desmaterialización completa del dinero.

Las monedas se articulan de forma jerarquizada

Lo tratado en el apartado anterior conecta con la siguiente cuestión fundamental: es una realidad que las monedas se articulan de forma jerarquizada. Y esto ocurre porque toda moneda fiduciaria, si bien carece de valor en sí misma, “tiene que comportar sin embargo cierta referencia al valor” (Brunfoff, 1975, p. 189). Esto es, para ser reconocidas como equivalentes generales (encarnaciones de valor), las monedas deben ser convertibles entre ellas. Por eso Brunhoff sostiene que la referencia del dinero al valor “se la encuentra en forma indirecta partiendo de la combinación de las diferentes monedas entre sí” (ibid.). Así, en el caso particular del peso (argentino), diremos que los depósitos bancarios se apoyan en la confianza en que pueden ser reducidos, bajo demanda, a dinero “nacional” de alta potencia. Pero a su vez, el valor del peso se establece por su equivalencia con el dólar. Y el valor del dólar se referencia con otras divisas, (euro, yen, libra esterlina, etcétera) y en última instancia, con el oro. Lo cual explica que el metal siga constituyendo un activo de reserva de importantes bancos, entre ellos la Reserva Federal (75% de las reservas) y el Banco Central Europeo (26% de las reservas).

Además, ese sistema jerárquico de referencias se asienta en leyes económicas objetivas. En especial, en el desarrollo diferenciado de las fuerzas productivas. Por lo cual las relaciones de cambio entre monedas no pueden, en el largo plazo, ser determinadas a voluntad por los gobiernos. Una restricción del poder monetario del Estado que se impone a través de las convertibilidades recíprocas entre las monedas.

En este punto es necesario subrayar que esa convertibilidad debe verse como posible. Por ejemplo, durante gran parte del tiempo, en el siglo XIX, el Banco de Inglaterra no poseía el oro suficiente que respaldara toda la base monetaria. Sin embargo, en tanto había confianza en la posibilidad de conversión bajo demanda, el valor de la libra se mantenía estable. Cuando esa confianza se ponía a prueba, el Banco de Inglaterra podía verse obligado a decretar la inconvertibilidad, como ya vimos.

De la misma manera, un país actualmente puede no poseer las reservas en dólares necesarias para cubrir la base monetaria al tipo de cambio vigente; pero en tanto se confíe en la posibilidad de conversión, la paridad podrá sostenerse. Anwar Shaikh señala esta cuestión:

“Es crucial entender que la convertibilidad es un asunto de fe, algo que funciona mejor cuando no es testeado demasiado severamente. El secreto abierto de la banca de reserva fraccional pública y privada es que la mayor parte del dinero no está allí. Un propósito destacado de las regulares crisis financieras del capitalismo es recordarnos este hecho objetivo, revelarnos que un signo supuestamente convertible es inconvertible en la práctica. Lo que realmente indica esto es que la tasa de cambio fija prometida entre un signo dado y un dinero de orden más alto da lugar a uno que varía rápidamente…” (p. 679).

El peso y la moneda mundial

La estructura jerárquica de las monedas, que da cuenta de sus referencias de valor, es la expresión, a su vez, del carácter mundial del modo de producción capitalista. Esta es la razón última de por qué es imposible que exista moneda nacional sin referencia a la moneda mundial. Los tipos de cambio, después de todo, conectan espacios nacionales de valor, y a estos con el mercado mundial. Por eso, las explicaciones monetarias exclusivamente nacional-centradas no pueden registrar esta restricción que impone la naturaleza mundial del capital a las políticas monetarias del Estado.

De ahí también que las monedas nacionales, en especial de los países atrasados, sean puestas a prueba de manera recurrente, precisamente por sus convertibilidades. Al respecto, en Valor, mercado mundial y globalización, y después de señalar que la moneda nacional tiene un rol de equivalente parcial, planteaba que “la legitimidad como equivalentes de las monedas nacionales es puesta periódicamente entre signos de interrogación, en especial cuando se trata de equivalentes vinculados a ámbitos de valor sustentados en un bajo desarrollo de las fuerzas productivas. Esto explica que las monedas nacionales actúen como encarnación de valor en la medida en que están respaldadas por monedas ‘fuertes’, y en particular, por la moneda que actúa como moneda internacional. Por eso, si bien la validación de los trabajos privados se realiza reduciendo las mercancías al equivalente nacional, este a su vez tiene que estar respaldado por la moneda mundial. (…) Las reservas internacionales constituyen el activo financiero de respaldo último de la base monetaria nacional; una moneda nacional respaldada exclusivamente en el crédito interno (títulos públicos) estaría sujeta al cuestionamiento y a crisis de confianza que harían imposible la acción de la ley del valor. En última instancia, cuando sucede esto, la moneda nacional es reemplazada por la moneda mundial, primero en sus funciones de reserva de valor y atesoramiento, luego como medio de pago y finalmente como medio de cambio”.

Pero si esto es así, no existe la posibilidad de imprimir dinero para financiar cualquier nivel de déficit fiscal sin que, en algún momento, comience a ser testeada la convertibilidad de la moneda nacional con la moneda mundial. Para “bajar a tierra” el planteo, tomemos lo ocurrido entre 2005 y 2015. En ese período el saldo de la balanza comercial argentina fue negativo en unos 9000 millones de dólares. En turismo, en el mismo período, el negativo fue de 4500 millones (véase Ferrari Haines, https://www.cronista.com/columnistas/Entre-el-ajuste-unidimensional-y-su-negacion-se-refuerza-la-grieta-20180704-0102.html). A lo que se sumó una fuerte fuga de capitales, por lo menos desde 2009. En diciembre de 2015 el déficit de cuenta corriente rozaba los 15.000 millones de dólares. ¿Cómo se puede pensar que el gobierno argentino podía imprimir todo el dinero necesario para cubrir el déficit fiscal (del orden del 6% del PBI), sin consecuencias graves para el tipo de cambio? ¿Cómo se podía creer que no tendría repercusión sobre la confianza en el peso como reserva de valor, o medio de pago para transacciones por montos elevados?

Además, es absurdo sostener que estas dificultades no existen porque los impuestos se pagan en pesos. Si en relación a un respaldo en reservas internacionales la base monetaria crece más allá de cierto umbral a partir del cual hay desconfianza en la convertibilidad a la moneda mundial, comienza la salida de la moneda nacional. En última instancia, pagados los impuestos con pesos, los valores se atesoran en moneda fuerte. Esto es, habrá fuga de capitales y desvalorizaciones crecientes de la moneda, independientemente de cuál sea la voluntad del Estado.

Los países atrasados y la TMM

Algunos economistas heterodoxos han presentado a la TMM como portadora de una extraordinaria receta para superar cualquier descenso de la actividad económica. Todo se reduciría a imprimir dinero para sostener la demanda.

Sin embargo, puestos ante la realidad de los países atrasados, algunos de los más caracterizados referentes de la TMM deben admitir la imposibilidad de esa “receta-solución”. Así, Tymoigne y Wray (2013) sostienen que economías abiertas pequeñas pueden beneficiarse con la dolarización, ya que su actividad económica no está regida por el sector privado doméstico y el sector público (véase p. 43). Pero con una economía dolarizada no hay manera de cubrir déficits con emisión monetaria nacional. Dado que Tymoigne y Wray recomiendan no contraer deuda en dólares, concluyen en la necesidad de que haya equilibrio fiscal. Pero si esto es así, no hay manera de imprimir dinero para, por ejemplo, acabar con el desempleo.

Por otra parte, Tymoigne y Wray recuerdan que, según la TMM, la demanda de dinero está determinada por el nivel mínimo de imposición tributaria y la capacidad de hacerla cumplir. Reconocen entonces que en una economía muy abierta puede ocurrir que los residentes no utilicen el dinero estatal para otros propósitos que no sean el pago de impuestos. Si además el gobierno no tiene mucha capacidad para hacer pagar los impuestos, la demanda de dinero será aún menor y “por lo tanto la capacidad de gastar sin generar presiones inflacionarias será aún más limitada” (ibid.). En estos casos, y suponiendo que la capacidad para hacer cumplir los pagos sea perfecta, el equilibrio para el gobierno será un presupuesto balanceado (ibid.). Con lo cual, de nuevo, se termina en la receta de la ortodoxia, el presupuesto equilibrado. Con el agregado de que si los residentes desean ahorrar en moneda extranjera, el proceso de ajuste deberá ser todavía más penoso (ibid., pp. 43-4).

Lamentablemente, estos desarrollos no han sido difundidos en los medios locales. Sin embargo, ponen un serio signo de interrogación sobre la “receta-solución” de imprimir dinero para superar los problemas del capitalismo atrasado y dependiente de Argentina. La heterodoxia keynesiana local haría bien en prestarles atención.

Textos citados:
De Brunhoff, S. (1975): La oferta de dinero. Crítica de un concepto, Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo.
Shaikh, A. (2016): Capitalism, Competition, Conflict, Crises, Oxford University Press.
Tobin, J, (1998): “Financial Globalization: Can National Currencies Survive?” Cowles Foundation Discussion Paper, Nº 1188.
Tymoigne, E. y L. R. Wray (2013): “Modern Monetary Theory 101: A Reply to Critics”, Working Paper 778, Levy Economics Institute of Bard College.

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Economía K y la «Teoría Monetaria Moderna» (3)

Written by rolandoastarita

03/08/2018 a 12:44

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18 respuestas

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  1. Astarita
    Al margen de su entrada. En días pasados usted dedicó dos entradas al economista cubano Miguel Alejandro Hayes Martínez. Es un personaje para no perder mucho el tiempo con él. Reciente acaba de escribir el artículo «Los nuevos ricos y Cuba» https://jovencuba.com/2018/08/03/los-nuevos-ricos-y-cuba/ (¿quién iba a decir hace unos años que el Partido Comunista de Cuba y Fidel Castro iban a permitir que surgieran nuevos ricos en en la Isla?), pero aparte de esto el texto termina así: «Si se les da un papel útil en Cuba [a esos nuevos ricos], aprenderemos que no son tan malos, ni tan enemigos», desde luego él espera «que en nuestra isla no tengan apoyo político para apoderarse de los medios de producción». Resumen: los ricos si son tan malos, ni son tan enemigos y sólo le queda la esperanza de que no se hagan del poder político, algo que es como un clamor al cielo. Y usted (se lo digo en buena, no en mala) dedicándole a este personaje parte de su tiempo para esclarecerlo y esclarecer sus concepciones. Espero que este texto suyo le sea útil para no dedicarle tiempo a alguien tan denigrado teórica y políticamente, no merece la pena; el marxismo y las concepciones de esta gente no son redentoras sino cínicas y claudicantes.
    Posdata: Hayes Martínez escribe en La Joven Cuba, portal de los «nuevos» revolucionarios cubanos en oposición a los «viejos» (Raúl Castro, Ramiro Valdés, Esteban Lazo, Díaz-Canel y los demás). Sí estas concepciones «nuevas» son la forma en que los «nuevos» superan en sus conceptos del socialismo a los «viejos», es como para mandarse a correr de espanto sin mirar hacia atrás.
    Saludos

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    Ramón

    03/08/2018 at 14:06

  2. Si a alguien le preguntan:

    …¿Por que el dinero fiduciario tiene valor, cuando todo el mundo sabe que no esta respaldado por nada y es un simple papel o una simple anotación electrónica?…

    Y la persona a la que le preguntan responde:

    …Porque con el dinero fiduciario se puede comprar oro. Como el oro tiene valor el dinero hereda su valor de la cantidad de oro que puede comprar…

    Si a esa persona se le replica:

    ….!!! Pero existe 100 veces mas dinero fiduciario que oro ( al precio actual del oro) !!! !!!Con solo una centésima parte del dinero fiduciario que existe en el mundo se puede comprar todo el oro del mundo!!! ( incluso el que no se vende porque esta en las cámaras de los Bancos Centrales)!!!…

    Y la persona responde:

    ….!!! Pero mientras las personas crean que puede cambiar sus dinero fiduciario por oro (y realmente puedan cambiarlo) el dinero fiduciario seguirá teniendo el valor que hereda de poderse cambiar por oro metálico.!!!

    ————————–

    Mi pregunta a Astarita es …¿Como puedes convencer a esa persona de que su idea del dinero es equivocada por que el valor del dinero fiduciario viene de que todo el mundo acepta cambiarlo por cualquier mercancía (incluso por oro)?

    ¿Como puedes explicarle a alguien que el dinero fiduciario es dinero porque es dinero fiduciario y no es otra cosa?

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    rojaspedro1959

    03/08/2018 at 19:20

    • Sobre el rol monetario del oro he presentado los argumentos en muchas notas. Por ejemplo, aquí, aquí, aquí. De todas maneras, una observación con respecto a lo que dice en este comentario: la relación oro / base monetaria es más elevada hoy en EEUU que lo que fue en Inglaterra en el siglo XIX, cuando existía convertibilidad oficial.

      Por otro lado, si no sirve mi explicación, deberían de todas formas tratar de explicar la permanencia del oro como activo monetario. Esto es un HECHO. Los responsables de bancos centrales reconocen que el oro sigue siendo un importante elemento de las reservas monetarias globales. El argumento básico es que es el único activo que no es pasivo de ningún banco central. Como decía un responsable del banco central de Canadá, no tiene riesgo de contraparte o crédito, no tiene riesgo de default, no es afectado por eventos económicos de la misma manera que los precios de títulos financieros. En 2016 las reservas de oro de los bancos centrales + FMI eran de 32.754 toneladas. En 2018 son 33.800 toneladas. Estas reservas, al precio actual del oro, representan 1,35 billones de dólares (unos 42 millones de dólares la tonelada). Teniendo en cuenta que estas reservas no rinden intereses, ¿por qué bancos centrales importantes mantienen tales montos? Hay que intentar dar una explicación. ¿Por qué Rusia, por caso, ha vendido títulos del Tesoro de EEUU para comprar oro para su banco central, luego de la crisis de Crimea? ¿Por qué China, al quejarse de la política de «quantitative easing» de la FED, incrementó sus compras de oro para su banco central? El mainstream dice que el oro no es activo monetario, pero en la práctica sigue actuando de activo monetario. ¿No hay que dar alguna explicación?

      Pero no solo el oro se mantiene como activo monetario, sino también después de la crisis financiera 2007-2009 los bancos centrales pasaron de ser vendedores netos, a compradores netos. Además, los dos mayores compradores en los últimos años fueron los bancos centrales de China y Rusia, que precisamente están buscando mayor independencia con respecto a los pasivos del gobierno de EEUU. Turquía también ha estado aumentando sus reservas de oro.

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      rolandoastarita

      03/08/2018 at 22:43

    • La pregunta que hacia a Astarita era …¿Como puedes convencer a esa persona de que su idea del dinero es equivocada porque el valor del dinero fiduciario viene de que todo el mundo acepta cambiarlo por cualquier mercancía (incluso por oro)?

      Y Astarita me ha contestado argumentando que no hay manera de convencer a un «marxista» de que …. el dinero no tiene por que tener ningún respaldo físico, sea en oro o sea en cualquier otra cosa….

      Karl Marx pensaba que el oro era la materialización del y todos los marxista tienen que ser fieles a las ideas del maestro …(o dejar de ser marxistas)… lo que me parece muy bien.

      De todas manera voy a hacer un razonamiento que creo que pondrá en apuros a Astarita:

      ….»Si el dinero fiduciario adquiere su valor del hecho de que se puede comprar oro con el …¿como es posible que el dinero fiduciario tenga poder de compra antes de comprar el oro? …Solo si el dinero fiduciario tiene valor previamente a la compra del oro podrá ser cambiado por oro. Lo que no tiene sentido es que el dinero fiduciario, sin tener valor, pueda comprar oro. ¿Es que es tonto el que vende el oro?

      Pero si el dinero fiduciario tiene valor previo a la compra del oro …¿de donde procede su valor?».

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      rojaspedro1959

      05/08/2018 at 07:55

    • Por empezar, la pregunta «¿cómo puede convencer al alguien del acierto, o verdad, encerrada en tal o cual teoría, o explicación»? solo tiene por respuesta la teoría o explicación aludida. Concretamente, en las notas sobre oro y dinero expliqué por qué el dinero no puede terminar de desmaterializarse. Usted puede decir que no le convence la explicación por tal o cual razón. En ese caso entramos en un debate con algún sentido. Pero si a la explicación presentada lo único que opone es repetir la pregunta de «¿cómo se puede explicar?», no hay posibilidad de continuar un intercambio de razones, o argumentos.

      En segundo término, le planteé en la anterior respuesta que una teoría debe dar cuenta de lo que ocurre en la realidad. Este es un punto que a menudo parecen olvidar los economistas del mainstream. Construyen edificios teóricos que son completas abstracciones. Y en relación con el oro, existe una realidad: continúa teniendo un rol como activo monetario. Ahora bien, yo he presentado una explicación de por qué esto es así. Usted no responde por qué mi explicación no sirve, pero dice que no sirve. Tampoco presenta una explicación alternativa del fenómeno real: que el oro sigue siendo activo monetario para los bancos centrales.

      En tercer lugar, como señalo el hecho REAL de que el oro sigue siendo activo monetario, usted dice que no puede convencer a un marxista de que el oro no es un activo monetario. ¿Qué lógica tiene esto? ¿Qué quiere? ¿Acaso que diga que el oro no es activo monetario cuando en la realidad lo es? Pero además, ni siquiera registra lo que afirmo en la nota, a saber, que muchos marxistas (posiblemente la mayoría) sostienen que actualmente el oro no cumple rol monetario alguno.

      Por último, si el billete de curso forzoso es signo del valor del oro (es la posición de Marx), no tiene sentido sostener que debe tener valor «antes de comprar oro». Si el dinero fiduciario se emite como signo de oro, su poder de compra está determinado por esa relación. De ahí la importancia que dan a la inconvertibilidad los economistas que sostienen que el dinero fiduciario tiene valor por ser criatura del Estado (o por convención, etc.). Si hay convertibilidad, no hay manera de negar que el billete es signo de valor del oro. Pero entonces no existe circularidad en el razonamiento, ya que el oro tiene valor «en sí y por sí».

      En todo esto sospecho que subyace su intento de trasladar mecánicamente la objeción de circularidad en que cae la explicación austriaca del valor del dinero a la explicación de Marx. Pero los razonamientos son opuestos, ya que en Marx (o en Ricardo) no existe circularidad en la explicación del valor del oro.

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      rolandoastarita

      05/08/2018 at 10:32

    • Con todo el respeto del mundo mi opinión es muy clara en este tema del dinero:
      PRIMER HECHO: «Ningún Banco Central del mundo no respalda con algo material o inmaterial el dinero fiduciario que emite». (Lo hacían antes, en la época del Patrón Oro, pero ya no lo hacen, y esto no es opinable).
      SEGUNDO HECHO: «Las monedas fiduciarias del mundo se cambian unas por otras pero ningún país garantiza una tasa de convertibilidad concreta». (Esto tampoco es opinable).
      TERCER HECHO: «El oro es un activo financiero porque puede cambiarse por dinero fiduciario. Los Bancos Centrales lo mantienen por inercia histórica en sus bóvedas. Y, desde luego, pueden venderlo por dinero fiduciario de otro país que es la razón por la que es una activo financiero». (Esto tampoco es opinable)
      CUARTO HECHO: «Un activo financiero es un “activo financiero” porque puedes venderlo por dinero fiduciario». (Esto tampoco es opinable).
      Creo que he dejado muy claro la razón por la que afirmo que usted; Astarita, no ha respondido a la pregunta de …¿ por qué el dinero fiduciario tiene valor?. Ha repetido reiteradamente que…» el oro es un activo financiero»… algo que ni yo ni nadie puede negar. Pero no ha dicho que un activo financiero es «todo aquello» que puedes vender por dinero fiduciario, y creo que esto es algo que debería haber dicho.

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      rojaspedro1959

      06/08/2018 at 08:20

    • No entiendo cómo razona. «Ningún Banco central del mundo no respalda con algo material o inmaterial el dinero fiduciario que emite». ¿Qué quiere decir con la doble negación? Además, el hecho es que muchos bancos centrales tienen en su activo oro. Este es un HECHO. Y no solo tienen oro, sino que bancos centrales importantes están comprando oro. Y cuando se les pregunta a sus responsables por qué compran oro, dicen que lo compran para respaldar sus monedas. Le presento estos datos y usted no responde, mira para otro lado, y sigue diciendo que los bancos centrales no tienen oro en el activo de su balance. ¿Tengo que recordarle que el activo del banco es la contrapartida del pasivo, y que ese pasivo está compuesto mayoritariamente por billetes? Si conoce esto (como seguramente lo conoce), ¿por qué lo pasa por alto? ¿Solo porque no le encaja en sus ideas?

      Segundo, la nota no dice que los bancos centrales garantizan una cierta tasa de convertibilidad. No solo no lo dice, sino que dice LO CONTRARIO. El eje de la nota es mostrar por qué los bancos centrales no pueden determinar, en el largo plazo (a veces sí fijan una tasa en el corto plazo) un determinado tipo de cambio. No entiendo cómo no puede entender siquiera esto que afirmo en la nota. ¿Dónde dice la nota que los bancos centrales garantizan cierto tipo de cambio? Si quiere clarificar las cosas, ¿puede citar algún pasaje donde he afirmado tal cosa? Vamos, ponga la cita, por favor. ¿Dónde escribí eso? La respuesta es que en ningún lado. Lo que digo es que al margen de la voluntad de los bancos centrales, se termina por imponer una tasa de cambio que está determinada por leyes económicas. Más aún, TODO lo que escribí sobre tipo de cambio gira alrededor de la misma idea. Entonces, ¿por qué me atribuye algo que no dije? ¿Está enceguecido por el afán de «ganar» una discusión de cualquier manera?

      En tercer lugar, si hay bancos centrales que están comprando oro, si la cantidad de oro que se utiliza como reserva monetaria AUMENTÓ desde la crisis de 2009, si un banco «nuevo» como el Banco Central Europeo al conformarse establece que el oro cubra más de la cuarta parte de las reservas, hay que recurrir a algo más que a «la inercia histórica» para explicar la persistencia del oro como activo monetario.

      En cuarto lugar, un activo financiero es un título del Tesoro de EEUU, que rinde un interés. El oro, en cambio, es un activo que no tiene rendimiento alguno para el banco. ¿Por qué se lo conserva como activo? Además, ¿dónde he dicho que el oro es un activo financiero? Lo que he dicho es que el oro es un activo MONETARIO. Es reserva de valor para el banco central. En este punto es elemental distinguir entre un activo que se atesora, y un activo financiero que rinde interés. Lo que hay que explicar entonces es por qué, a nivel mundial, se mantiene oro como activo monetario (no financiero) en los bancos centrales.

      En quinto término, ¿cómo se puede afirmar que el peso, por ejemplo, no se referencia al dólar? ¿De dónde saca usted que el peso tiene valor fiduciario en sí mismo, al margen de su convertibilidad a otras monedas? En la nota incluso este es el punto más desarrollado en crítica a la TMM. ¿Cómo es posible que desconozca esta realidad?

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      rolandoastarita

      06/08/2018 at 08:57

    • Mi intención no es convertir a nadie a «mi religión» porque no creo que la economía sea una disciplina religiosa. (Astarita debería saber que una doble negación, ademas de un error de sintaxis no intencionado, es equivalente a una negación simple. Según las escrituras Pedro, por ejemplo, negó 3 veces a Jesús cuando con una sola hubiese bastado).

      En el diccionario de «español» publicado aquí en España se afirma que un activo monetarios es:

      … ACTIVO MONETARIO. … — Desde el punto de vista financiero, los activos monetarios son activos financieros emitidos a corto plazo y que, por tanto, disponen de mucha liquidez. Así, por ejemplo, se consideran activos monetarios las letras del tesoro y los pagarés.

      Es decir, que un activo monetario es un activo financiero que posee mucha liquidez. Lo que significa, como todo el mundo sabe menos Astarita, que es fácilmente y rápidamente vendible o convertible en dinero fiduciario (su valor se refleja en el precio o dinero fiduciario por el que se puede cambiar).

      La pregunta sigue esperando una respuesta de Astarita: …¿de donde procede el valor del dinero fiduciario? …o si lo prefiere …¿ por que el dinero fiduciario puede comprar bienes? …(incluido oro)

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      rojaspedro1959

      06/08/2018 at 13:07

    • Primero, todo tiene un límite. No voy a explicarle qué es una doble negación (¿qué tiene que ver eso con que Pedro negó 3 veces a Jesús??).
      Segundo, la nota está escrita con las categorías marxistas. Dinero no es sinónimo de activo financiero, sea de corto plazo (lo que en su diccionario llaman «activo monetario») ni de largo plazo (lo que llaman activo financiero propiamente dicho). El activo financiero de corto plazo (una letra del Tesoro, por ejemplo) puede servir como medio de cambio, pero no es dinero; ni es medio de atesoramiento. Si no se distingue del dinero, se entra en un verdadero lío conceptual (por ejemplo, no se puede distinguir bono de dinero, que es básico para entender el mercado monetario).

      En segundo lugar, sobre el valor del dinero fiduciario, le expliqué que surge de la referencia a otras monedas (si hablamos del valor del peso, por ejemplo) y de su referencia al oro (si se trata del dólar). Por eso expliqué que el precio del oro es la inversa del valor del dólar. Y como no puede responder, ni sabe qué argumentar, vuelve a preguntarme de dónde sale el valor del dinero fiduciario. A esta altura, es aburrido.

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      rolandoastarita

      06/08/2018 at 14:23

  3. Pues en este artículo https://www.pagina12.com.ar/131460-el-mismo-de-siempre, se proponen medidas chavistas como el tipo de cambio múltiple, restricción de divisas. El problema dicen que no sería el déficit fiscal sino el déficit de cuenta corriente y la fuga de capitales. ¿Cree que las medidas que proponen agravarían la situación económica en la Argentina? Saludos

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    Miguel

    04/08/2018 at 16:43

    • Este análisis no tiene la menor seriedad científica. No la tiene porque pasa por alto hacer un balance con datos del período kirchnerista. Más bien los autores de este texto ocultan y mienten. Dicen que el desequilibrio más serio es el déficit en cuenta corriente. De acuerdo, pero entonces tienen que decir que el déficit de cuenta corriente que dejó el kirchnerismo fue de casi 15.000 millones de dólares anuales. Entre 2005 y 2015 el déficit comercial fue de 9.000 millones de dólares, como señalo en la nota. Esto a pesar de un tipo de cambio altísimo y precios de la soja por las nubes, al menos hasta 2009. A lo que hay que agregar la fuga de capitales. Tampoco dicen palabra. Si hablamos de la inversión, a lo largo de los gobiernos K no fue mucho mejor que a lo largo de la década menemista. No dicen que cuando asumió el kirchnerismo el país crecía al 7% anual, había superávit de cuenta corriente y fiscal, y cuando dejó el gobierno la economía estaba estancada desde 2011, y el déficit fiscal era de unos 5 puntos del PBI. El ejemplo más claro del modelo productivista K es Santa Cruz. ¿Cómo se explica que una provincia que recibió una lluvia de ingresos (por la privatización de YPF), haya terminado en la más absoluta crisis, sin el menor desarrollo de las fuerzas productivas? O el otro caso paradigmático es lo que hizo el kirchnerismo con YPF: fue un apoyo decisivo para su privatización en los 1990: luego participó en su vaciamiento, junto al grupo Eskenazi; para terminar negociando en secreto con Chevron. ¿Cómo es que se pasan por alto todas estas cuestiones?

      Por supuesto, hay que criticar al gobierno de Cambiemos. Pero no hay que mentir con la historia. hay que criticar desde una postura independiente de las fracciones de la clase dominante. El tipo de discursos como este del plan Fénix lo único que hacen es embellecer a una parte de la clase dominante y preparar nuevas frustraciones para el pueblo trabajador. Hay que decir la verdad: el kirchnerismo (al que embellecen los autores del plan Fénix) no tiene ninguna progresividad con relación a Cambiemos.

      Sé que con esto voy en contra del discurso dominante en la izquierda, pero no veo otra manera de decirlo.

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      rolandoastarita

      04/08/2018 at 17:16

    • Gracias por su respuesta. Yo quisiera insistir si el control de las divisas sería solución. Más que nada porque creo que necesitamos hacer propuestas para resultar creíbles de cara a la clase trabajadora. Nuncas acabaremos con la ilusión reformista si no tenemos un programa revolucionario mínimamente creíble. Ahí es donde está la debilidad de la izquierda anticapitalista. No basta con criticar, además hay que proponer como salimos de todo esto. Sé que es complicado, pero no podemos esquivarlo, la gente necesita creer en algo.
      Sigo desde hace tiempo su blog y me resulta estimuilante e impotente al mismo tiempo. Estimulante para la complejidad y riqueza de sus análisis que vienen a arrojar luz a muchos enigmas de la economía capitalista y su funcionamiento. Impotencia porque al final no se ve cómo salir de este modelo explotador y alienante.
      Saludos.

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      Miguel

      05/08/2018 at 06:45

  4. Buenas tardes profesor
    Tres cosas:
    1- Respondio a algunas de estas criticas:
    http://juanramonrallo.com/2013/01/el-fiasco-de-la-teoria-marxista-de-la-explotacion/index.html
    http://juanramonrallo.com/2016/05/breve-refutacion-de-la-teoria-marxista-de-la-explotacion/index.html
    2- Que opinion tiene sobre el llamado «Milagro de Wörgl» ???
    http://www.miseshispano.org/2013/01/¿un-milagro-de-moneda-libre/
    http://endeland.blogspot.com/2014/04/el-caso-de-worgl-austria-basado-en-la.html?m=1
    https://circuitocomerciosocial.wordpress.com/worgl-un-referente-historico/
    https://historiageneral.com/2012/07/09/el-milagro-economico-de-worgl/
    3- Que valoracion hace del New Deal que es visto por la heterodoxia como un ejemplo de salida de una crisis economica con ayuda de la intervencion estatal
    Y criticado por sectores liberales llamandolo inutil y que en realidad entorpecio la recuperacion ya que teorizan que sin el New Deal la economia EstadoUnidense se habria recuperado de forma mas rapida ???
    Saludos

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    Carlos

    05/08/2018 at 17:56

    • El New Deal no jugó un rol tan importante como piensan los keynesianos. No lo puedo desarrollar aquí, pero la recuperación se produjo fundamentalmente a partir de la fuerte devaluación del dólar, ocurrida en 1933 (un 75% de suba del precio del oro). Y cuando se produjo la reactivación, ya se habían desavalorizado inmensas masas de capital. El gasto público, en términos del PBI, no fue particularmente elevado en la década de 1930. Y el salario mínimo, establecido por Roosevelt, tuvo más el objetivo de poner un piso a la deflación, que reanimar la demanda.

      En relación a la crítica que hace Rallo a la teoría de la explotación de Marx, su ejemplo de las cooperativas obreras es equivocado, porque se trata de cooperativas que operan con lógica capitalista (hay capital invertido, que es propiedad de cada cooperativa; y hay interés, que es rendimiento del capital). De manera que se debe establecer un precio de producción. En el caso en que no hay ganancia (ni interés), las mercancías sí se venden a precios directamente proporcionales a los tiempos de trabajo. Esto se demuestra con la matriz inversa de Leontief. Hago una breve descripción sobre el vector de trabajo verticalmente integrado en la nota de crítica a la teoría del capital de Böhm Bawerk (aquí).

      Por otra parte, explicar el interés del capital por el «adelanto» que hace el capitalista es un argumento que, en realidad, se vuelve contra el mismo capital. Lo voy a explicar en una futura nota. De todas formas, deseo ir despacio. En las notas que publiqué demostré que no hay manera de explicar el intercambio simple de mercancías (el productor A produjo X que intercambia con Y que produjo B) con la teoría del valor subjetivo. Que los austriacos tampoco pueden explicar el precio de los medios de producción a partir de la imputación. Que tampoco pueden explicar el valor del dinero. No encuentro que hayan podido responder a estas críticas. Iré publicando otras, de a poco, pero por ahora espero que puedan responder lo escrito. Insisto, Menger, Wieser, Mises, Rothbard, dicen que el punto de partida es el caso del intercambio simple. Ya ahí están planteados los problemas fundamentales sobre las teorías del valor. Acuerdo, y por eso sigo esperando algún argumento coherente frente a los que presenté.

      No sé qué es el Milagro Wörgl».

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      rolandoastarita

      06/08/2018 at 09:27

  5. profe como puedo responder de manera sencilla a la supuesta paradoja de un barril de vino con un valor de $10. al cabo de 1 año vale $15 sin mediar trabajo. O sea el trabajo parece no ser la unica fuente de valor. Ya me han puesto dos veces ese ejemplo y mis conocimientos no me han permitido responder.

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    pavel

    15/08/2018 at 13:43

    • Es el mismo caso, en esencia, de por qué rama en la que haya una alta proporción de la inversión en capital constante (por ejemplo, en maquinaria), con relación a lo invertido en fuerza de trabajo, obtiene la misma tasa de ganancia que una rama en la cual hay una baja proporción de inversión en capital constante, y una alta inversión en capital variable. Dado que -teoría del valor trabajo- el trabajo es la única fuente de la ganancia, ¿cómo es que las empresas que emplean mayor cantidad de fuerza de trabajo no tienen, en promedio, una tasa de ganancia más elevada que las que emplean baja proporción de fuerza de trabajo? Ricardo quiso responder a esta cuestión en el cap. 1 de los Principios….(incluso presenta el caso del vino). Marx lo trata en el tomo 3. Debés consultar la cuestión de la transformación. En notas anteriores del blog he tratado algo el asunto.

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      rolandoastarita

      15/08/2018 at 15:03

  6. Rolando, quería consultarte tu posición ante la siguiente disyuntiva:
    En general la «ortodoxia» (Carlos Rodríguez y cia) atribuye la generación del déficit de Cuenta Corriente al déficit Fiscal. El primero sería un subproducto del segundo. La «heterodoxia» (Kicillof, Página 12 y cia), en cambio, autonomiza el problema de la «restricción externa», al hacer discurrir ambos tipos de déficit por canales monetarios distintos. Con este argumento, desde la heterodoxia, se critica como una «ingenuidad» la respuesta fiscalista de Cambiemos a la actual crisis…
    (Botón de muestra 1: https://www.pagina12.com.ar/136169-la-falacia-de-la-escasez).
    (Botón de muestra 2: https://twitter.com/ecres70/status/998726515780210689).

    Si bien el factor de fondo (si te interpreto bien) es la debilidad de la inversión (capitalismo dependiente), me interesa poder esquematizar la relación causal entre ambos flujos deficitarios desde la teoría del valor.
    Gracias.

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    Fede

    19/08/2018 at 14:17

    • No puedo explicar todos los problemas metidos tanto en la postura «ortodoxa» como en la keynesiana «heterodoxa». De todos modos, la idea de Claudio Scaletta de que «al Estado le alcanza con crear instrumentos monetarios que, cuando se gastan crean demanda e impulsan la producción» es la típica «cura milagrosa» del tipo de las que recomienda la TMM. Esto es, con el simple trámite de emitir dinero el Estado podría acabar con los problemas de demanda, subiría el ingreso y la ocupación. He tratado esto en otras notas. Por ejemplo aquí: aquí. También aquí, aquí.

      Agrego que a Keynes jamás se le ocurrió algo así. Pero además, ¿por qué si era tan sencillo mantener la demanda y el ingreso la economía se estancó desde 2011 a 2015? Si imprimiendo dinero se acaba con el desempleo, ¿por qué no lo terminaron bajo el gobierno K? ¿Por qué la inversión (¿no es la clave del desarrollo de las fuerzas productivas?) se mantuvo a niveles, medidos en términos de PBI, similares a la década menemista? Además, ¿cómo se puede evitar el déficit de cuenta corriente imprimiendo dinero? Entre 2005 y 2015 el déficit de la balanza comercial fue de unos 9000 millones de dólares. Esto con precios de las materias primas en récords históricos. A fines de 2015 el balance de cuenta corriente era deficitario en 15.000 millones de dólares. ¿Por qué ocurrió esto si los problemas del desarrollo se arreglaban emitiendo dinero?

      Un problema con estas tonterías es que hacen aparecer como inteligentes a las doctrinas ortodoxas.

      Por otra parte, en alguna nota futura voy a tratar el llamado «modelo de tres brechas», el que dice que (Ahorro – Inversión) + Balance Fiscal = Neto comercial (o de cuenta corriente). Es la base para que los ortodoxos digan que el déficit de cuenta corriente se resuelve con superávit fiscal. Pero hay que hacer una discusión específica de esta cuestión.

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      rolandoastarita

      20/08/2018 at 15:58


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