Es más grave que una corrida cambiaria
En una nota anterior, publicada a fines de marzo, decíamos que el sostenimiento de la demanda basada en alto déficit fiscal y de cuenta corriente, financiados con entrada de capitales especulativos y deuda creciente, era insostenible en el mediano plazo, y agregábamos: “se sabe cómo suele terminar esta historia: llega un punto en que comienza la salida precipitada de los fondos especulativos (en una situación de fragilidad económica el disparador puede ser cualquier elemento que los inversores consideren negativo), con las consecuencias de violentas devaluaciones cambiarias y profundas crisis financieras” (aquí).
Pues bien, la salida de capitales se desató mucho antes de lo que preveíamos en esa nota, a partir de la suba de la tasa de interés en EEUU y la agudización de diferencias y tensiones, no solo entre la oposición y el Gobierno, sino al interior de la misma coalición de Cambiemos. Desde que se inició la corrida, el Banco Central perdió el 8% de sus reservas, el peso se devaluó en un solo día (el 3/05) un 8%, y la sangría solo fue frenada, parcialmente, con una suba de la tasa de interés de referencia de 1250 puntos básicos, desde el 27,5% al 40%. Sin embargo, no se trata solo de la corrida cambiaria: también cayeron los bonos de la deuda (el riesgo país aumentó desde 397 a 471 puntos básicos en menos de un mes) y las acciones se derrumbaron. Al momento de escribir esta nota el dólar sube a $23,5 y el Merval se hunde más del 4%. Hasta el presente, más que “volatilidad” hubo caída libre. Y está abierto el escenario para una crisis financiera.
Subrayamos: es imposible sostener indefinidamente un elevado déficit de cuenta corriente con entrada de capitales especulativos. Incluso la historia de años recientes muestra que cuando el déficit de cuenta corriente se acerca al 5% del PBI, las crisis llamadas sudden stop (interrupción brusca de la entrada de capitales de portfolio, y salida de los mismos) se hacen casi inevitables. Ocurrió en México 1994, en Tailandia 1997 y en Argentina 2001. El gobierno de Cambiemos apostó a la entrada de esos capitales ofreciéndoles altas rentabilidades con la bicicleta financiera, pero por esta vía no hay salida. Precisamente, en referencia al carry trade, en abril del año pasado escribíamos:
“… la entrada de capitales financieros especulativos ahora aprecia la moneda argentina. No es entonces una apreciación que sea expresión de una mejora estructural de la economía, basada en el desarrollo de las fuerzas productivas, en el aumento de la productividad. De hecho, la inversión productiva sigue sin repuntar: en 2016 la inversión bruta fija (medida a precios corrientes) fue de apenas el 14,8% del PBI, el nivel más bajo de la serie del Indec desde 2004. Dada la baja productividad de la industria, muchos empresarios dicen que con este dólar no pueden competir. De ahí también el ataque del Gobierno y las cámaras empresarias al salario –perdió por lo menos seis puntos porcentuales solo en 2016- y a las condiciones de trabajo. Los acuerdos de productividad por sector, realizados con la complicidad de la burocracia sindical, son una muestra. Una vez más se comprueba que la política monetaria “dura” es un arma puesta al servicio del aumento de la explotación del trabajo. La alternativa, de todas maneras, sería una fuerte devaluación, acompañada de una política de contención de salarios” (aquí).
Y aunque en 2017 hubo un cierto repunte de la inversión, estamos muy lejos de un crecimiento sostenido de la acumulación de capital productivo. Por eso el subdesarrollado capitalismo argentino solo puede insertarse en la economía mundial a partir de bajos salarios, y solo en algunas y contadas ramas.
En consecuencia, vuelve a plantearse –lo han expresado funcionarios del gobierno- la meta de ganar competitividad con salarios permanentemente devaluados en términos de la moneda mundial. Para esto, el gobierno de Cambiemos, los gobiernos provinciales y las cámaras empresarias intentarán, con la colaboración de la burocracia sindical, mantener los aumentos promedio del 15% frente a una inflación que seguramente superará el 25%. Es lo que el marxismo llama un aumento de la tasa de plusvalía, o sea, de la relación entre la plusvalía (ganancias, intereses, rentas) y el valor de la fuerza de trabajo.
De manera que el conflicto en torno al salario está en el centro de la agenda en las próximas semanas. El gobierno y las cámaras patronales amenazarán con la desocupación. Con una economía estancada, o en descenso, aumenta la presión del desempleo sobre la clase trabajadora. En el mismo sentido juega el chantaje de la huelga de inversiones –“si los trabajadores no aceptan tal o cual condición, no invertimos”. A su vez, la suba de la tasa de interés y la salida de capitales ponen presión para llevar adelante un “ajuste” del gasto público. Lo que potenciará la desocupación y debilitará aún más la demanda. Agreguemos que la devaluación aumentará el peso de la deuda externa, que ha crecido sin parar en los dos últimos años.
Alternativamente, si la lucha de clases obligase a conceder aumentos salariales, los empresarios descargarán esos aumentos en los precios. Si a su vez la clase obrera recupera salarios con nuevas luchas reivindicativas, se entraría en una espiral inflacionaria, reflejo monetario de la agudización del conflicto entre el capital y el trabajo. Y si la inflación sigue su curso, se desembocaría en una crisis similar a la de finales de los 1980 (que legitimó ante la opinión pública las políticas del menemismo). En esos escenarios, el discurso de la clase dominante es que “los trabajadores y su egoísmo son los culpables de la inflación”.
En cualquier caso, en tanto subsiste el sistema capitalista, las crisis siempre la pagan los trabajadores. No es posible superarlas con medidas parciales, o votando alguna ley milagrosa que evite los padecimientos para los millones de personas sometidas a la lógica de la ganancia y del capital. Los problemas de fondo exigen soluciones de fondo, esto es, modificar las relaciones de producción subyacentes, la propiedad privada del capital.
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Es más grave que una corrida cambiaria
Rolando Astarita [Blog] 
Muy claro. Acuerdo totalmente.
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AP
08/05/2018 at 14:46
Rolo
Entonces a la clase trabajadora no le conviene luchar por salarios ya que eso probocaria una espiral hiperinflacionaria? Es preferible un ajuste y caida del salario real que otro 1989 ?
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Maria Luisa Martinez
08/05/2018 at 15:23
Las luchas salariales son necesarias porque si la clase obrera no lucha la llevan a la peor de las miserias. Pero hay que ser consciente de que no paramos la crisis (y la caída del salario siempre va ligada a la crisis) solo con la lucha reivindicativa. Frente a una crisis general hay que tener un programa de alternativa.
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rolandoastarita
08/05/2018 at 15:37
¿Un programa de alternativa? cual? la revolución? ni esta ni se la espera… (ni siquiera en el larguísimo plazo) así que según lo que usted cuenta, y que yo le creo, no hay forma de evitar la caída salarial en crisis, luego no se cual debería ser la actitud de la clase obrera ante esta situación.
Y me pregunto además si cuando no hay crisis, también las subidas salariales pueden conllevar subidas de precios o no.
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Gerardo
09/05/2018 at 11:59
Muy claro Rolando, Macri hoy acaba de anunciar negociaciones con el FMI por el tema de fondos. Mala señal.
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Diego Acevedo
08/05/2018 at 15:33
Cuando escribí la nota todavía no habían dado el anuncio. De todas maneras el FMI va a presentar las mismas condiciones que están poniendo, DE HECHO, los grandes fondos especulativos: que haya «ajuste», que se contengan los salarios, que suba el tipo de cambio real, etcétera.
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rolandoastarita
08/05/2018 at 15:39
Esperaba una publicación sobre el tema. Gracias Rolando.
PD: En el capitalismo las crisis son cíclicas, si, pero este país ya se lo toma muy a pecho, cada década es una crisis nueva…
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Caro
08/05/2018 at 16:54
Cuál sería la principal traba a una política de devaluación fuerte con contención salarial?
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Ezequiel
08/05/2018 at 17:44
La respuesta depende de cuál es la reacción de la clase obrera frente a la devaluación y la suba de precios.
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rolandoastarita
09/05/2018 at 12:59
Rolando, ¿qué opina usted de la siguiente nota?
Saludos.
http://www.pluralnoticias.com.ar/index.php/catopinion/16720-la-sartelli-por-el-mango-macri-el-mejor-de-todos
La Sartelli por el mango: “Macri, el mejor de todos”
[Eduardo] Sartelli [director de Razón y Revolución] analizó las medidas de Gobierno que tomó el Presidente desde que asumió y por tanto, a su columna la tituló como “Macri, el mejor de todos”. “Efectivamente es el mejor Presidente que ha tenido la Argentina en muchos años porque es el único político de la burguesía que tiene una perspectiva real de los problemas del país y que tiene alguna intención de solucionarlos”, argumentó.
El columnista aseguró haber previsto esto dos años antes de Macri fuera elegido como mandatario nacional: “Este episodio de la crisis del dólar ilumina ese escenario de una manera potente. El plan que presentó se basaba en un gradualismo sostenido por endeudamiento externo”.
Además, Sartelli explicó que su carácter desarrollista, el “intento de mejorar la competitividad sistémica” refiriéndose a los gastos como los del transporte y reformas laborales, es otra de las “peculiaridades” del Presidente que confirman su hipótesis de que su gobierno es el “más razonable”.
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Pablo
09/05/2018 at 12:11
Gerardo, aunque no estemos ante una situacion pre revolucionaria, ni mucho menos revolucionario, ni siquiera con una ciudad o barrio de clase obrera identificable que como tal sea un bastion, ademas de la falta de un partido de vanguardia, lo que rolo esta diciendo es la unica forma logica; si, seguir por la lucha de salarios cuando haga falta, pero recordar que necesariamente toda lucha similar va a ser eterna en tanto el transfondo no se toque. Mientras se devalue, despida, aumenten horas impagas, o suban los precios, es que seguimos exactamente bajo el mismo tipo de relacion social, que lleva a que todo esto se profundize y haga permanente; estamos ante la explotacion del trabajo asalariado, que el capital busca abaratar (y manejar) por todos los medios posibles.
Hay que ver como anclar, en todo caso, estas luchas por sobrevivir ante la urgencia, con la perspectiva critica a esta relacion, para ir avanzando en instancias de lucha donde se logren reformas politicas para sectores minoritarios o estratificados, a la vez que se mantiene a raya la explotacion y se denuncia estos problemas por su verdadera causa; la inevitable oposicion de intereses entre el capital y el trabajo, la limitacion del parlamento y los sindicatos, asi como de cualquier institucion.
Debemos entender que el proceso en marcha no se puede revertir de un dia para el otro tan simplemente como luchando, que hay momentos variables (y que en cada crisis no hace mas que profundizarse la contradiccion capital-trabajo y hacerse mas dificultosa la vida general, haciendo aparicion fenomenos como la desocupacion, la violencia, la degeneracion cultural y la degradacion alimenticia)
Solo asi los hijos de la clase proletaria podran forjar su mundo. Solo avanzando unidos y armandose de paciencia, por que toda acumulacion de fuerzas dara frutos a su debido tiempo.
Saludos.
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SDPA
09/05/2018 at 13:25
Rolo
No entiendo, por que si la tasa de emision de este gobierno es igual al del anterior y se bajo los subsidios se necesita mas deuda para cubrir el deficit?
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benjamin
09/05/2018 at 19:33
Hola Rolando, querìa hacerte una breve consulta, que no està muy relacionado con el tema de esta nota pero me parece relevante. En España uno de los argumentos màs comunes para oponerse a las peticiones de mejora de salarios por los sindicatos es que los salarios no pueden -o no deben- subir en tanto no mejore la productividad, que lleva mucho tiempo estancada. Ello aùn cuando la economìa crece y el desempleo desciende. Que opinas de esta idea?
Un saludo
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David
11/05/2018 at 11:19
Muy claro el análisis Rolando, abrazo Mariano Fain
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Mariano Fain
11/05/2018 at 13:50
Con la actual suba del dólar ya existió un traslado casi automático a precios. Los alimentos han subido cerca de un veinte por ciento en promedio. La desvalorización de la fuerza de trabajo prosigue su curso sin pausa. Ya pocos sostienen que la inflación para el año sea menor al 30%. Con la mayoría de las paritarias cerrando al 15 en cuotas el ataque es feroz y ni que hablar del vasto universo en negro, jubilados y beneficiarios de asistencia social. Será suficiente? Aún así creo que una megadevaluación es inevitable. De no ser así, la cosa no tiene salida. Siempre el tránsito de un estancamiento prolongado a una recuperación está mediado por una devaluación catástrofe que pulveriza los ingresos del trabajo y una hiper que lo disciplina. Me parece que es el escenario que está planteado en mediano plazo. Hay que ver si sortean la prueba de la semana entrante. Si el treinta por ciento no institucional se corre al dólar tendrían que quemar más de 9000 millones de dólares. Los tienen? Es una incógnita.
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AP
12/05/2018 at 17:47
Astarita
En los últimos meses los Estados Unidos empiezan a atraer capitales que estaban invertidos en otros países, es algo cierto, pero mi pregunta (y duda), eso afecta a todos los países que dependen de recursos prestados desde el exterior (no se si son ese tipo de países mayoría o no), y observo que lo que se está dando en Argentina no se ve en los demás lugares (o es que aún no ha comenzado en los otros lugares, también puede ser eso), no está afectando a los demás, al menos en la misma intensidad; y si a esto se suma que los capitales que llegan hoy en día (y que se mueven por el mundo) son especulativos (se va tan fácilmente como entran, ya que buscan ganancias rápidas, fáciles, y sin mucho riesgo), entonces a qué se debe el problema, qué hay más de fondo. Y lo otro ¿tiene Macri legitimidad para afrontar el problema?
Saludos
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Ramón
14/05/2018 at 07:27
¿Entonces el aumento de salarios genera inflación?
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Santiago C.
15/05/2018 at 13:53
En la nota se plantea que la suba de precios hoy está impulsada no por la suba de salarios, sino por la suba del dólar. Por lo tanto, si la clase obrera recupera parte del salario perdido, no se puede decir que la suba de precios fue causada por la suba de salarios.
Por otra parte, la suba de salarios PUEDE ser respondida por los capitalistas con suba de los precios. Subrayo que PUEDE ocurrir porque depende, entre otras cosas, del régimen monetario, o de la posibilidad que tengan los capitalistas de trasladar la suba de salarios a los precios. Por caso, en un régimen en que el valor del dinero no se modifique, una suba de salarios provocará una modificación de los precios relativos (como demostró en su momento Ricardo), de manera que las ramas más intensivas en mano de obra subirán los precios, y las ramas más intensivas en capital constante bajarán los precios. Por eso el nivel medio de precios no debería modificarse; en ese caso los salarios suben y las ganancias del capital bajan.
La idea -afín a los keynesianos, incluso los nuevos keynesianos- de que la suba de salarios necesariamente provoca aumento de precios tiene su raíz en la explicación de los precios por mark-up sobre los costos (la naturaleza y el origen del mark-up nunca se explican). Es lo que subyace también a la idea de la NAIRU (la tasa de desempleo que no acelera la inflación).
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rolandoastarita
15/05/2018 at 14:59
Gracias por la respuesta, Rolando.
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Santiago Corlé
15/05/2018 at 15:12
Reblogueó esto en Alejandro Valle Baeza.
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vallebaeza
18/05/2018 at 22:06