Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Horacio Tarcus y un Marx vaciado de contenido revolucionario

with 23 comments

El sábado 30 de marzo la revista Ñ, de Clarín, publicó un artículo de Horacio Tarcus titulado “¿Vuelve el filósofo que diseccionó el capital?” (https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/vuelve-filosofo-disecciono-capital_0_rJQZdJicG.html), con motivo de que se cumplen 200 años del nacimiento de Marx. Considero que la nota de Tarcus es representativa de un enfoque que, con el pretexto de rescatar un Marx actualizado y no dogmático (o despojado de su uso al servicio de una “filosofía de Estado” burocrático), lo vacía de todo contenido revolucionario. Preciso que se trata de un vaciamiento literal, expresado en la desaparición de las nociones fundamentales que constituyen el tejido teórico y político marxiano.

Para ver el tema en concreto, hice una prueba muy elemental: tomé el texto de Tarcus y puse en el buscador de Word palabras claves (esto es, conceptos claves) en la teoría de Marx. El resultado fue que brillan por su ausencia, al menos, los siguientes conceptos:

explotación / clase obrera / trabajador / obrero / trabajo / plustrabajo / plusvalía o plusvalor / salario / ganancia / lucha de clases / internacionalismo / medio de producción / fuerzas productivas / relaciones de producción / relaciones de propiedad / propiedad privada / propiedad / materialismo / materialismo histórico / idealismo / dialéctica / contradicción / burguesía / Estado burgués / Economía Política / crítica de la EP / poder obrero / gobierno obrero / Estado obrero / revolución obrera / dictadura del proletariado / toma del poder / Comuna / expropiación.

Por otra parte, el término “comunismo” es utilizado por Tarcus para referirse a: 1) el comunismo de Breznev; 2) el anticomunismo; 3) los “comunismos reales”; 4) “las interpretaciones canónicas…(sobre) el triunfo inexorable del comunismo”. En ningún lado Tarcus explica que Marx era comunista, y qué significa el comunismo en su concepción.

De la misma manera, el término “socialismo” es citado una sola vez y en referencia al “socialismo real”. Tarcus no explica que Marx defendía el socialismo, y qué entendía por sociedad socialista.

El término “Estado” solo aparece para referirse al “Estado de Jaruzelski en Polonia”. Ni una palabra sobre el programa de Marx de destruir el Estado burgués. Tampoco se menciona que Marx estaba en contra de la burocracia estatal y que era crítico del estatismo burgués.

Tampoco encontramos mención alguna a la crítica de Marx al socialismo burgués, al socialismo utópico y al socialismo pequeño burgués, a pesar de su actualidad.

De la misma manera, brilla por su ausencia el llamado de Marx a la clase obrera a la unidad internacionalista, y su idea de que los obreros no tienen patria que defender.

Además, ni palabra de la actividad de Marx en la Internacional. Tampoco sobre su actividad militante durante la revolución de 1848. Ni sobre su labor para difundir la teoría de la explotación y el comunismo científico entre los trabajadores. Peor aún, Tarcus dice que “los nuevos lectores y los jóvenes estudiosos ya no son los militantes de partido ni sus compañeros de ruta”, como si la disminución de la militancia inspirada en las ideas de Marx fuera un progreso, y no una expresión de los tiempos de reacción que vivimos. En este respecto, no es casual que el término “revolución” solo aparezca una vez en su texto, y en relación a París como epónimo de la revolución.

Pero incluso cuando se refiere a la creciente polarización de la riqueza, Tarcus da a entender que la explicación de Piketty (anclada en la teoría neoclásica) es perfectamente capaz de sustituir la explicación de Marx sobre la relación entre acumulación del capital y aumento de la desigualdad social. En el marco de las ausencias conceptuales ya señaladas, cabe preguntarse qué queda entonces de la obra de Marx.

En definitiva, este Marx “que volvió a emerger de los escombros del Muro de Berlin” para ser un “pensador secularizado” es un Marx en el cual no queda nada de Marx. Se trata de un Marx “todo uso”, convenientemente “modernizado» para que los Laclau, los Dussel, los Tarcus y similares lo conviertan (parafraseando a Lenin), en un icono inofensivo, canonizado, castrando el contenido de su doctrina y mellando su filo revolucionario. Esto es, un Marx asimilable por la habitual inteligencia progre- izquierdista.

Descargar el documento: [varios formatos siguiendo el link, opción Archivo/Descargar Como:
Horacio Tarcus y un Marx vaciado de contenido revolucionario

Written by rolandoastarita

02/04/2018 a 12:20

Publicado en General

Tagged with ,

23 respuestas

Subscribe to comments with RSS.

  1. Excelente

    Me gusta

    Alejandro Teitelbaum

    02/04/2018 at 13:16

  2. Excelente articulo Profesor Astarita.
    Ya que menciona a Dussel ¿Que opinión tiene sobre su obra? Porque tiene interpretaciones muy rebuscadas de la teoría del fetichismo en Marx, que para él debe ser la base teórica para potenciar la acción política del indigenismo y los movimientos decoloniales. Ademas argumenta que el barbudo de Tréveris avanzó hacia la formulación de una Teoría de la Dependencia. En relación a esto ultimo ¿De donde puede venir tamaña tergiversación?
    Espero su respuesta

    Me gusta

    Angel V

    02/04/2018 at 13:27

    • No puedo explicar mi crítica a Dussel en un espacio tan reducido. Ha puesto mucho empeño en «casar» la teoría de Marx con el enfoque de la dependencia; y a su vez ha utilizado las categorías de la corriente de la dependencia para fortalecer la Teología de la Liberación.

      Para realizar lo primero (poner a Marx como base del tercermundismo de izquierda) Dussel experimenta con todo tipo de piruetas verbales. Por ejemplo, toma la idea (que podemos encontrar en Marx) del trabajo vivo como «el otro» del capital. Y de ahí se desliza a «la nación periférica (América Latina, Asia, África) como «otra» de la nación capitalista (Inglaterra o Francia). De manera que «la otredad» (para usar la terminología de Dussel) de la nación periférica se va colocando al nivel de la «otredad» del trabajo con respecto al capital. Y de ahí puede pasar al «otro» que es pobre y «es potencialmente una clase (la clase trabajadora), y en otro nivel una nación» (tomo estas ideas del cap. 17 de «La producción teórica de Marx, un comentario sobre los Grundrisse). Con lo cual se disuelve la categoría de clase obrera subsumida al capital, y se mete por la ventana la cuestión de nación (que ya se había anticipado en el «otro» periférico»). Por este discurrir (siempre con abundantes referencias a la dialéctica) Dussel establece que existe transferencia de plusvalía desde el «capital periférico subdesarrollado» al «capital central desarrollado» (cap. 18, ibid.) aunque nunca demuestra cómo opera esa transferencia según las leyes del mercado (pareciera que da por buenas las tesis del intercambio desigual, y el enfoque de Marini).

      En cualquier caso, así establece que «la contradicción absoluta y concreta en el sistema capitalista mundial se produce en el enfrentamiento del capital global mundial… con el trabajo asalariado… de los países periféricos y subdesarrollados. Es decir, «capital mundial versus trabajo vivo periférico» (p. 400, énfasis agregado). Y de ahí pasa a reivindicar la categoría «pueblo», inspirado en Fidel Castro, Mao, Agostinho Neto, Ho Chi Minh y el comandante Borge.

      Pero la publicación de su estudio sobre los Grundrisse fue en 1985. Desde entonces, y por algunas cosas que he leído de Dussel, giró más y más a la derecha. En un reportaje que concedió hace unos años pone todo el acento en reivindicar la Teología de la Liberación (https://espoirchiapas.blogspot.com.ar/2012/04/teologia-de-la-liberacion-entrevista.html). Sostiene, por ejemplo, que esta fue muy beneficiosa, entre otras razones, porque hizo que toda una generación de jóvenes no perdiera la fe y fuera vanguardia en las luchas en América Latina. Y pone como ejemplo mayor el rol de los cristianos en la Revolución Sandinista. El enemigo ahora son el capital financiero (que explota a los Estados) y EEUU. Esto es, nacionalismo tercermundista habitual.

      Le gusta a 2 personas

      rolandoastarita

      02/04/2018 at 16:52

    • Muchas gracias por su respuesta. He leído dos obras de Dussel: «La producción teórica de Marx» y «Hacia un Marx desconocido», en donde están sus estudios sobre los Grundisse. Ademas de que se ve claramente lo que usted marca (su insistencia en la idea de «intercambio desigual») ¿No cree usted que Dussel (y los que cita) caen en una mirada liberal de la competencia?

      Me gusta

      Angel V

      02/04/2018 at 17:35

    • No encuentro que Dussel adhiera a un enfoque tipo competencia perfecta. La diferencia entre competencia perfecta y competencia «a lo Ricardo o Marx» la discutí en varias notas anteriores. Por ejemplo, aquí.

      Me gusta

      rolandoastarita

      03/04/2018 at 10:32

    • Astarita
      Disculpadme me entrometa.
      No he leído los libros que comentan sobre Dussel, lo que si he hecho es leer un texto, que esta libre en la red, «Política de la Liberación. Historia mundial y crítica», es de 2007. Mi opinión de aquel texto es muy buena, incluso vi algunas cosas (son sobre todo históricas) que no había leído: desecha el concepto de Edad Media y Feudalismo como etapa en la historia de la humanidad, válida para todos los países y zonas del mundo, ataca fuertemente el eurocentrismo de una manera radical, arremete sobre la idea de una Europa cuna de una cultura que por su enorme valor se universalizó, y sobre todo hace un repaso histórico muy bueno de como los dominadores y dueños del mundo justificaron desde Juan Ginés de Sepúlveda pasando por Thomas Hobbes hasta llegar a Hegel el derecho a conquistar los débiles, algo que se mantiene hoy en día, solo ha cambiado de formas, muy bien analizado por Dussel. Yo parto del principio que hay que tomar de los demás lo que es positivo. No creo que se pueda decir que todo lo que ha escrito Dussel sea malo. Invito a leer el texto y se darán cuenta. Dussel es un gran crítico de la modernidad capitalista, otra cosa es que no nos satisfaga toda su producción teórica a determinadas posiciones que asume en relación a Chávez, Fidel Castro, La revolución sandinista, etc, no creo que sea desechable todo lo que ha hecho, como si lo es el autor de marras que cita Astarita en la Revista de Clarín al que no le interesa para nada dar a conocer el Marx anticapitalista. Pâra poner un ejemplo, no creo que lópez obrador sea la solución del pueblo mexicano (hay sobradas cosas en su contra para ello), pero por quién posicionarnos ¿por Meade, por Anaya, por Zavala?, hubiese querido ver a Marichui la zapatista, pero la realidad es la que es. La vida es muy compleja. Creo que sin un diálogo entre la los explotados y dominados buscando un «mínimo común múltiplo» (permitirme la frase) no vamos a llegar a ninguna parte.
      Termino con una invitación a una enseñanza que legó para América, pero creo que para todos, el gran anticolonialista cubano del XIX José Martí, del que he leído algo traído de la Isla caribeña, «Pero ¿qué haremos, indiferentes, hostiles, desunidos? ¿qué haremos para dar todos más color a las dormidas alas del insecto? ¡Por primera vez me parece buena una cadena para atar, dentro de un cerco mismo, a todos los pueblos de mi América!
      Pizarro conquistó al Perú cuando Atahualpa guerreaba a Huáscar; Cortés venció a Cuauhtémoc porque Xicontencatl lo ayudó en la empresa; entró Alvarado en Guatemala porque los quichés rodeaban a los zutujiles. Puesto que la desunión fue nuestra muerte ¿qué vulgar entendimiento, ni corazón mezquino, ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida? Idea que todos repiten, para lo que no se buscan soluciones prácticas. Vivir en la Tierra no es más que un deber de hacerle bien. Ella muerde y uno la acaricia. Después la conciencia paga. Cada uno haga su obra.»
      Saludos

      Me gusta

      Ramón

      03/04/2018 at 19:10

    • El tema es que soy crítico del sentido global de la obra de Dussel: basarse en Marx para exaltar el nacionalismo y el populismo nacionalista (además de la religión). En concreto, el apoyo a Chávez, y a los gobiernos «progres» nacionalistas, al estilo Kirchner y Lula (gobiernos a los que asoció con la llegada de una «primavera» para los pueblos en América Latina). Puesta en la balanza esta concepción al lado de algún descubrimiento de razonamiento «dialéctico» en la obra de Marx, el balance no veo que lo favorezca a Dussel. Pero admito que este enfoque mío no sea del agrado de la mayor parte de la opinión pública de izquierda latinoamericana.

      Le gusta a 1 persona

      rolandoastarita

      03/04/2018 at 21:47

  3. Coincido con la nota. A diario me encuentro con compañeros de facultad y amigos que se mantienen una posición de izquierda (y más aun marxista) y sin embargo a la hora de hablar sobre sus cercanías con el pensamiento de Marx hay una distancia notoria. Sobre todo con el Marx de «El Capital». He tenido discusiones sobre la teoría del valor-trabajo pero parece que no forma una base teórica a la cual adhieran. Esto tal vez pueda generalizarse.
    Por ejemplo, dentro del ámbito de la filosofía, algunos continuadores actuales de la tradición de la Escuela de Frankfurt están muy alejados al respecto (Honneth por mencionar el más conocido).

    Le gusta a 2 personas

    Fernando Turri

    02/04/2018 at 14:49

  4. Acabo de leer la nota y me choca pensar de qué podría «hablar» Marx con el afiliado nazi Carl Schmidt.

    Me gusta

    santiago

    02/04/2018 at 15:07

  5. Curioso el caso de estos «no dogmáticos» que acaban, por lo menos en el caso de Dussel, apoyando a la burocracia bolivariana. Será que la ortodoxia impide jugar al juego de apoyar fracciones burguesas «progresistas» y demás piruetas retóricas.

    https://socialistadelsigloxix.wordpress.com/2017/09/23/enrique-dussel-y-la-libertad-de-critica/

    Le gusta a 1 persona

    • Tergiversadores como Tarcus, Dussel, Holloway, Kohan y tantos otros son tan enemigos de la Clase Obrera como la Burguesía. Ellos son los que le hacen «el juego a la derecha» con sus malabarismos teóricos.

      Me gusta

      Angel V

      02/04/2018 at 17:40

  6. En España, David Harvey goza de predicamento en determinados círculos de la izquierda. No sé si usted, Sr. Astarita, tiene formulado un criterio respecto a dicho autor. Caso de que así sea, le agradeceré su publicación en el blog (esta invitación la hago extensiva a toda persona seguidora del blog).

    Me gusta

    Averroes

    04/04/2018 at 07:16

  7. Que posicion cree que tiene que tener la izquierda con respecto a la probable detencion de Lula en Brasil???

    Me gusta

    Sergio

    06/04/2018 at 17:40

    • Le guste o no Lula, la izquierda de Brasil y mundial (aunque no se sabe bien qué es lo que usted considera de izquierda, y es tan complicado además) TIENE que posicionarse en contra. En el mundo no existe justicia, el derecho es el derecho de los poderosos en cualquier lugar. Yo discrepo de Lula, de la política del PT en sus distintos mandatos pero de eso a posicionarme a favor de la justicia de Moro es otra cosa.
      En el sistema capitalista, el poder se desdobla en poder permanente y poder temporal; el primero, el poder permanente no lo ejerce una persona; es la síntesis de una compleja, contradictoria y dinámica interacción y lucha entre grupos de la clase dominante que pugnan por imponer su hegemonía, al tiempo que comparten el interés vital de garantizar la reproducción permanente del capitalismo; el segundo, el poder temporal es el ejercido por la fuerza política que, en cada nación, ocupa el poder ejecutivo del Estado durante un período determinado, sujeto a alternancia o continuidad mediante elecciones periódicas, según lo establecido en las Constituciones y leyes de cada país
      La democracia burguesa se caracteriza por la división y búsqueda de un equilibro entre los poderes del Estado, a saber, el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, cada nación es un escenario de la interacción entre poder permanente y el poder temporal, pero la función esencial de la democracia burguesa y su división de poderes, es hacer que el poder temporal se ejerza en correspondencia con los dictados del poder permanente.
      En Brasil y en parte alguna jamás los excluidos, ninguneados y explotados han contado con el poder permanente, eso ocurrirá cuando desaparezca el capitalismo, y en la mayoría de los casos solo han contado de los tres poderes con el ejecutivo y el legislativo (en algunos sólo el primero), y cuando estos han insinuado molestar la reproducción del capital ahí ha estado el tercer poder (el judicial) que lo ha controlado la burguesía siempre y en todas partes para anular el resto.
      Ahí compañero está el nudo gordiano que hay que romper: el poder permanente del capital. ¿sabe alguien alguna forma para hacerlo?
      Critique a Lula (me tendrá de sus aldo en esa crítica) pero si se obsesiona por los árboles dejará de ver el bosque, y de eso es lo que se trata de ver el bosque.
      Un saludo

      Me gusta

      Ramón

      07/04/2018 at 07:50

    • No puedo fundamentarlo aquí, pero no veo por qué la izquierda tenga que defender a Lula. En general, los marxistas no defendemos a gobiernos burgueses, o a políticos burgueses. Sí defendemos la democracia burguesa frente a un golpe fascista, o una dictadura militar. Pero, insisto, no tenemos que ponernos de parte de gobiernos o políticos burgueses, supuestamente «progres».

      Recuerdo además que Lula y el PT gobernaron con las mismas prácticas corruptas de la peor politiquería burguesa, habituales desde hace décadas en Brasil. El «mensalao» no fue casualidad. Pero con los argumentos que escucho por estos días, la izquierda también debería haber pedido por la libertad de los dirigentes del PT, ministros, altos funcionarios, etc., condenados en esa causa. O haber exigido que a Lula no se lo investigara en relación al mensalao. Tengamos presente que, efectivamente, en su momento no se lo investigó por el mensalao. Pero ahora la causa vuelve a abrirse. ¿Lo van a defender con el argumento de que el «mensalao» también fue un ataque de la CIA y la derecha?

      Señalo este asunto para destacar que el PT y Lula están hundidos en un lodazal de corruptelas, de la misma manera en que lo están Temer y tantos otros políticos y funcionarios (al pasar, ¿quién llevó a Temer a la vicepresidencia? ¿La CIA o Dilma-Lula?). Este es el marco en el cual se desarrollan las peleas y pugnas interburguesas. Los socialistas no debieran ponerse de parte de ninguna de estas facciones. Marcar distancia frente a todas estas corrientes. Ninguna de ellas es progresiva para la clase obrera. Hay que romper con toda forma de colaboración de clase con la dirección del PT. No es una dirección obrera, sino la dirección burguesa (por su programa, estrategia y orientación política) de un partido con bases obreras. Y esta caracterización, subrayo, incluye a Lula. Esto hay que decirlo con todas las letras. Es básico en la lucha por la independencia de clase.

      Le gusta a 1 persona

      rolandoastarita

      07/04/2018 at 07:56

    • fue nada más nada menos que en los gobiernos Lula-Dilma cuando se creó la «Fuerza Nacional», una tropa militar de operaciones especiales, compuesta por ex-policías militares, que debutó reprimiendo las enormes huelgas de trabajadores de la construcción en las usinas hidrelétricas de Jirau en el norte del país. También fueron usadas para reprimir a los petroleros que estaban en contra de la venta del petróleo a empresas privadas en el gobierno Dilma; y solamente para terminar esta muy breve lista, hay que tener en cuenta que fue durante el gobierno Lula que primero se le permitió al ejército la intervención en las villas de Rio, lo que se volvió práctica común durante el gobierno Dilma y ahora Temer simplemente lo oficializó, como medida de marketing incluso.
      Lula y Dilma son represores de la clase trabajadora. Trabajador/a que defiende a represores claramente están a servicio de otra cosa que no la autonomía de clase.

      Me gusta

      lucas

      08/04/2018 at 11:47

  8. bien sintetizado. Es solo un recuento del punto de partida,a ser completado. PERO HAY QUE PARTIR DE AHÍ.

    Me gusta

    ernestoro

    07/04/2018 at 17:52

  9. Compañero profesor Rolando Astarita.
    Para apoyar su comentario aquí va este link http://www.jornada.unam.mx/2013/06/19/politica/004n1pol
    El Partido de los Trabajadores de Lula y Rousseff estaban en el poder cuando esta mujer de la foto que recorrió el mundo fue gaseada, y la «izquierda» se calló la boca (no digo usted) mientras esta otra mujer http://www.jornada.unam.mx/2013/06/06/mundo/023n1mun también gaseada durante las revueltas de Turquía en Taksim a la «izquierda»
    latinoamericana y mundial no le gustó, pero estaba en el poder en Turquía Erdogan, mientras en Brasil estaba la «camarada» Rousseff, elegida por Lula como su sucesora, pero ni se inmutó porque fuera siquiera una mujer la gaseada. Compañero profesor, ni en un lugar ni en otro ese 1 % que representan los oligarcas de la burguesía van a consentir pacífica y mansamente como le desafían los excluidos del sistema que representan ese otro 99 % el statu quo vigente
    Pero no deje de leer el subtitular de la noticia: «Pese a la aceptación que tiene Rousseff, la ciudadanía repudia lo ‘público'».
    Los trabajadores, compañero profesor, y el pueblo en general, el llamado Estado de Bienestar en los países ricos y el modo de vida americano los ha obnubilado, quieren ser ricos, clase media y esa tren de vida sólo es posible dentro del capitalismo para un 15-20 por ciento de la población mundial. Ya no se quien me da más pena los ricos o los pobres.

    Me gusta

    Rodolfo Crespo

    08/04/2018 at 09:12

  10. Compañero profesor Rolando Astarita
    Perdonadme esta segunda intervención, pero la la alucinación es tanta que no puedo dejar de contarla a los lectores del Blog y a usted.
    Hoy el diario socialdemócrata mexicano La Jornada trae esta noticia en el link http://www.jornada.unam.mx/2013/06/06/mundo/023n1mun
    Dice Lula al ser llevado preso:
    «Ellos tienen que saber que la muerte de un combatiente no detiene la revolución», bellas palabras, hasta las suscribimos, pero más adelante dice esto: «yo no estoy por encima de la justicia. Si no creyera en la justicia no habría hecho un partido político. Yo habría propuesto una revolución en este país, pero yo creo en la justicia»
    Entonces ¿cree en la Revolución o no cree en ella?
    ¿en qué justicia cree: en la que integra de la tercera pata del poder en el capitalismo?
    Esta perdida esa «izquierda» socialdemócrata latinoamericana, que no es que esté integrada por partidos miembros de la Internacional Socialista (que tan útil ha sido a la reproducción del capital durante el siglo XX), aunque algunos pertenezcan a ella, sino que su pensamiento es asumir la maniquea concepción de la democracia burguesa como sistema político supuestamente imparcial e incluyente, que en América Latina es bueno recordarlo,solo funcionó con relativa estabilidad en Uruguay y Chile, y solo lo hizo mientras EEUU y las oligarquías de esos dos países no identificaron a la izquierda como una amenaza al sistema capitalista.
    No he visto en ningún lugar, compañero profesor Rolando Astarita, un informe de las fuerzas progresistas y de izquierda latinoamericana donde mencionen las deficiencias y errores que contribuyeron torcer la correlación regional de fuerzas en su contra, y salvo usted y algún intelectual aislado más, que haya tocado el asunto o lo haya denunciado. No nos sorprendemos del cambio en la correlación social y política de fuerzas ocurrido en los últimos años en detrimento de los gobiernos y partidos progresistas y de izquierda de América Latina, se veía venir.
    La democracia burguesa NO está hecha para que la izquierda ocupe y ejerza el gobierno, MUCHO MENOS para que cambie el gobierno desde el sistema, y MENOS AÚN para que rompa con el sistema y construya otro que lo supere históricamente, ESTÁ HECHA PARA HACERLO IMPOSIBLE, hay estar consciente de que es una batalla que es preciso librarla a contracorriente.
    El hecho de que en el futuro previsible no haya condiciones para una ruptura tajante con el capitalismo, no debe llevar a la izquierda a asumir como cierto el discurso legitimador de gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, ni de apego a la Constitución y las leyes (como ha dicho Lula camino de la cárcel), porque son falsos.
    Un abrazo cordial

    Me gusta

    Rodolfo Crespo

    08/04/2018 at 10:53

  11. https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-04-04/gareth-stedman-jones-karl-marx-biografia-entrevista_1544651/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=BotoneraWeb
    Otro articulo por el estilo… esta vez marx no tenia argumentos sobre por que apoyo a liberales y al proletariado al mismo tiempo, y era medio catastrofista… en fin… parece que quedan muchos chimangos con complejo de aguila en el periodismo… saludos.

    Me gusta

    SDPA

    09/04/2018 at 00:37

  12. Rolando,
    no se si este es el lugar para hacerlo, de no serlo le pido disculpas. Pero quería consultarle una duda que me surgió leyendo un texto de Dussel.
    En su libro La producción teórica de Marx, en la página 233 de la edición de la cuál dejo el link aquí (http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/20120424093754/Marx.pdf), Dussel afirma que en el período de transición al capitalismo se da una «Disolución de la necesidad del trabajador mismo, en cuanto tal.» Y explica que «En todos los modos de apropiación indicados [es decir, los modos de producción comunal, asiático, antiguo y germánico mencionados en párrafos anteriores] es necesario el trabajador incluido inmediatamente en la producción. Para el capital “el trabajador no es condición alguna de la producción” (cf. 459,22ss.; 397,30ss.), sino sólo el trabajo, es decir, requiere sólo la “capacidad viva de trabajo”.
    Mi consulta es la siguiente: ¿Qué quiere decir Dussel al afirmar que el capital no requiere al trabajador, sino a su trabajo? Para aclarar: Entiendo que el capital requiere su fuerza de trabajo, pero no entiendo porqué los sistemas anteriores requería, además de eso al trabajador.
    No se si fui claro en la cuestión, espero que me haya comprendido, y también, si es tan amable, su respuesta.
    Muchas gracias

    Me gusta

    Ignacio Ez

    29/07/2023 at 00:43

    • Respondo con tardanza porque estoy con muchas cosas.
      No sé qué quiere decir Dussel con eso de que el capitalismo no requiere al trabajador sino su trabajo. Salvo que esté diciendo que el capitalismo se diferencia del modo de producción esclavista porque en este el obrero no era libre.

      Me gusta

      rolandoastarita

      31/07/2023 at 17:02


Dejá tu comentario