Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Triunfo de Cambiemos y más ajuste, ¿cómo se explica?

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Como lo han destacado todos los medios y analistas, los resultados electorales del domingo pasado han significado un nuevo e importante avance de Cambiemos: se impuso en 14 provincias y Ciudad de Buenos Aires, y aumentó su representación a 109 diputados y 24 senadores. El dato es importante pero, desde un punto de vista socialista, también es significativo el hecho de que más del 90% de los votos han ido a partidos enemigos del socialismo: Cambiemos obtuvo el 42%; el kirchnerismo 21,5%; el peronismo 14,5%; massismo 5,8%; otros (entre los cuales se cuentan partidos como Fuerza Republicana, de Tucumán, o el Movimiento Popular Neuquino), 10,6%. En total, estas fuerzas reunieron el 94,4% de los votos. La izquierda obtuvo el 5,6% (las formaciones tradicionales de centro-izquierda no pudieron superar las PASO).

A partir de aquí, el tema que deseo plantear es: ¿cómo encajan estos datos en los análisis y discursos que ha venido desarrollando la oposición “nacional y popular” y la izquierda? La pregunta es pertinente desde el momento en que, tanto el peronismo de izquierda (alineado con el kirchnerismo), como la izquierda, pusieron en el centro de sus campañas la denuncia del ajuste económico (aumento de las tarifas públicas, caída del salario real; perspectiva de una reforma laboral contra los trabajadores); y el ataque a las libertades democráticas (Santiago Maldonado  y la desaparición forzada de personas; Macri = dictadura).

Más concretamente, ¿cómo es posible que millones de trabajadores hayan votado por semejante programa? Decir que se debe a que “el mundo va hacia la derecha” es una tautología. Tampoco convence la excusa “la gente votó engañada”. Millones de votos a Cambiemos (ya son casi dos años de gobierno), o a gobernadores peronistas identificados con el conservadurismo de derecha, no se pueden explicar por “el engaño”. De manera que la pregunta se mantiene: ¿cómo es posible que gran parte de la población apoye no solo un ajuste favorable al capital, sino también un régimen que aplica una represión propia de una dictadura militar?

Mi respuesta con respecto esta última cuestión es que la mayor parte del electorado no piensa que el actual régimen sea asimilable a una dictadura militar. Esto a pesar de la gravedad que tuvo la represión a los mapuches por Gendarmería y la desaparición de Santiago Maldonado. Lo cual tal vez explique por qué el tema de las libertades democráticas no haya estado en el centro de las preocupaciones de las grandes masas (después de todo, lo que ocurre hoy con las libertades democráticas ¿es muy distinto de lo que ha venido sucediendo en los últimos 25 o 30 años?).

Más complicado, sin embargo, es el tema de la respuesta al ajuste y a las medidas que están impulsando los empresarios y el gobierno. Tengamos presente que en la propaganda electoral de la izquierda el llamado a resistir el ajuste tuvo un rol preponderante (incluso algunos que habían dicho que el eje sería el reparto de las horas de trabajo hasta acabar con la desocupación, terminaron relegando esta demanda para centrarse en el llamado a parar el ajuste). Sin embargo, la inmensa mayoría de los votos siguió yendo a partidos patronales, Cambiemos en primer lugar. ¿Por qué?

Una respuesta posible es que el llamado a combatir el ajuste se queda corto frente al argumento que se esgrime desde el poder. Este mensaje es: si no aceptan el programa de Cambiemos (o algo similar), no habrá inversiones, y por lo tanto, tampoco trabajo y crecimiento económico. Por ejemplo, se dice que “si no aumentan las tarifas, las empresas no tienen rentabilidad, y si no tienen rentabilidad no invierten en la producción de gas, electricidad y otros servicios”. O también, “si no se flexibiliza el trabajo, los capitales van a invertir en Brasil, no en Argentina”. ¿Cómo se responde a esto? Es que a muchos trabajadores puede no gustarles el ajuste, pero no ver salida a la encerrona que les plantean el gobierno y los empresarios. Y si no se ve salida, puede haber resignación y quietismo; y más votos a los partidos del sistema.

La raíz del chantaje de las inversiones está, naturalmente, en el poder que otorga al capital la propiedad privada de los medios de producción. Hay que ser consciente de que ese poder no se supera con remiendos al modo de producción capitalista (o a su Estado). De ahí la necesidad de oponer una crítica que vaya a los fundamentos mismos del sistema económico.

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Triunfo de Cambiemos y más ajuste, ¿cómo se explica?

 

Written by rolandoastarita

24/10/2017 a 12:41

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41 respuestas

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  1. Me parece excelente su analisis y devela la pobreza de los slogans de muchas propuestas de la izquierda, que aun emitidas por personas creibles (descarto los mensajes de los N&P desde la comodidad de sus millones por falta de credibilidad, honestidad y coherencia), no llegan a posicionarse sobre los distintos chantajes del realismo promercado que ud muy bien señala. Es una invitacion a que los lideres mejoren sus mensajes ( lo que presupone mejorar sus conocimientos teoricos) y hagan reflexionar al electorado, dejando de lado los slogans e invitando a pensar mas en profundidad.

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    rperezorue

    24/10/2017 at 12:56

  2. Aunque parezca increíble, explicaciones de este tipo se hacen necesarias. Catervas de militantes y gentes de izquierda se han mostrado sorprendidos por el resultado. Pero no es nada sorprendente cosechar inquietudes de este tenor. Venimos de una educación que tiene bien poco de materialista. Es de manual que las relaciones de producción y la mera experimentación de la explotación y la opresión no engendran mecánicamente conciencia socialista. Es más, lo predominante en épocas de intensa reacción ideológica es que las crisis, los padecimientos etc. sigan el decurso de la conciliación de clases: Los obreros trabajan más por menos y los capitalistas mantienen graciosamente el nivel de empleo contribuyendo a que no caigan en el pauperismo. Es un ‘trato’ que compraron millones y que hace horas expresaron en las urnas. En el sentido político práctico del término, no hay lucha de clases en Argentina. Solo expresiones embrionarias en los reclamos sindicales y además, canalizados vía sindicatos estatizados. La propia izquierda, en sus caberceras mayoritarias y visibles, contribuye a esa conciliación de clases. Prendida en el ritmo de campañas electorales casi permanentes. Con un mensaje que no supera el rasero del reformismo. Exultante por que sacaron un par de décimas más o metieron dos diputados provinciales, deja de lado enteramente la educación revolucionaria de las masas y la vanguardia. De allí surge el ¿ Como puede ser? que abruma a muchos honestos compañeros, incluso cuando ven con aprobación ese tipo de acumulación electoral. Es una versión aggionarda y liliputiense de la ‘vieja táctica probada’ que sigue seduciendo e ilusionando a la militancia, por más válvulas de escape que pongan en lugares recónditos que no visita nadie. La crítica radical, palidece frente a la ostentación y la coreografía de los aparatos. No por ello es menos necesaria. Por lo que percibo, hay una muy pequeña franja de compañeros que parecen estar reflexionando sobre estas cuestiones. Hay que aglutinarlos en torno a una alternativa de teoría, programa y método de relacionamiento. Como siempre, saludo el esfuerzo de todos los que se comprometan en ese cometido.

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    AP

    24/10/2017 at 14:17

  3. Para mi un punto de arranque fundamental es explicar el financiamiento de los distintos Estados y como los gravamenes impactan en cada economia individual o empresarial. Despues hay que difundir el debate sobre las politicas del gasto publico para luego analizar que producciones de bienes son prioritarias y de que manera decidir dejarlas o no a resolucion en la competencia del mercado o adoptar un sistema de planificacion que resuelva necesidades colectivas. Todos los microejercicios practicos para pensar soluciones colectivas sirven para romper los cerco de pensamiento y salir de los chantajes -que bien señala este articulo- al que nos acostumbra a pensar cierta pseudocultura enlatada que circula en lo mediatico.

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    rperezorue

    24/10/2017 at 14:29

  4. Querido compañero: más del 90% no vota al socialismo porque piensa que el socialismo es Maduro, es K, es el stalinismo y sus múltiples variantes, o es el irracionalismo posmoderno que ha colonizado las universidades. Porque hasta desde el trotskismo se cultivan esos caldos y se contribuye a estos resultados. abrazo.

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    Carlos

    24/10/2017 at 14:52

    • ¿El 37% que voto a CFK en Bs As piensa que voto por el socialismo? Perdón compañero, pero ante la evidente crisis del FIT (y su visible socialdemocratizacion), del otro lado parece emerger un «desmoralismo destructivista» de izquierda, se localizan problemas reales pero esas voces no nos llevan a nada.

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      Federico

      26/10/2017 at 18:30

  5. No te parece, Rolando, que la caracterización del ajuste está desmedido desde la izquierda? O más bien muy influenciada por el Kirchnerismo? Me refiero a los términos cuantitativos del ajuste: nadie niega de su existencia. Pero la clase obrera Argentina carga sobre sus espaldas ajustes mucho más gravosos a lo largo de la historia, (pese a que estemos asistiendo a un persistente deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores en los últimos 40 años). No tengo los números acá, pero el estado actual no es muchísimo peor que los años de decadencia del gobierno de CFK (2014 por ejemplo).

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    Ezequiel

    24/10/2017 at 15:28

  6. Está la cuestión táctica: hay que participar de las elecciones para usar la banca parlamentaria como una tribuna de agitación y blah blah blah.

    Estoy de acuerdo en principio con ello pero no hay una reflexión sobre cuál es alcance de dicha intervención (¿cuántas personas del llano escuchan y/o prestan atención a los discursos parlamentarios?). Podía tener su razón de ser el reproducir los discursos en la prensa partidaria en la época en que no había televisión, internet, ni redes sociales. ¿Hoy cómo impacta todo este diversionismo mass mediático en la atención que las personas le prestan a la política? Se suele decir que el gran hermano represivo lo controla y si bien creo que en parte es cierto, esto sucede ante movimientos que amenazan el sistema. Sin embargo, la dominación en tiempos de relativa calma es como en Un Mundo Feliz de Huxley donde las masas son atontadas con un sinnúmero de distracciones.

    Es decir, ¿de qué manera llega a las masas la propaganda de los partidos que se dicen revolucionarios y cómo las masas la procesan?

    Segundo, ¿cuál es el contenido de dicha propaganda: es revolucionaria o es reformista?

    Esto es importante porque, ante la ausencia de propaganda revolucionaria y socialista, no es posible saber cuál es el grado de conciencia que expresa el voto al FIT o al IFT. Si se hiciera propaganda por la revolución y por el socialismo y el FIT y el IFT fueran votados por 500.000 personas por lo menos podríamos tener una aproximación de cuántas personas adhieren a las ideas socialistas. Por el contrario, para atraer el voto del reformismo se usaron –entre otros- spots de Alcira Argumedo y de Lozano, que son reformistas, diciendo que votarían al FIT. El PO llegó a escribir una carta abierta a los radicales diciendo que el PO es un partido que lucha “por la democracia política” (Sic!), como si no viviéramos en un régimen de democracia política, como si Macri fuera la dictadura, como si el PO siguiera a los K. ¡Pero si te interesa el voto radical tendrías que haber votado el desafuero de De Vido!

    Es decir, el voto al FIT expresa en buena medida la conciencia reformista y democratizante.

    ¿Cómo las mayorías no van a votar partidos burgueses si expresan mejor lo que el FIT y el IFT expresaron de manera vergonzante?

    Por mi parte, en las PASO voté en blanco y a estas elecciones no concurrí a votar. La noticia de la aparición de Santiago, ver que muchas personas no sólo no les importa sino que les divierte y apoyan al gobierno y a su política represiva, me hace repensar cuál es el sentido de apoyar con mi participación a una democracia de clase. Al fin y al cabo las conquistas se obtienen en las luchas y no con las bancas y lo que dicen los legisladores de izquierda lo escucha sólo el círculo cerrado de la militancia. La lucha por la aparición con vida de Santiago Maldonado se llevó a cabo en la calle, contra el intento desmovilizador del kirchnerismo, no en el parlamento.

    Me pregunto si no será preferible hacer propaganda revolucionaria llamando a boicotear activamente las elecciones y aumentar la deslegitimación del régimen a través de una caída en la participación popular en el mecanismo electoral. No lo sé, me lo pregunto, pero la verdad que para hacer campaña como lo hace el FIT…

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    Lucas

    24/10/2017 at 15:37

    • Estimado Lucas, me sumo a tus observaciones y a tu pregunta final

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      Mariana

      24/10/2017 at 16:07

    • Hay países donde vota mucha menos gente que acá, pero a nadie se le ocurre pensar que están a las puertas de una revolución

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      Hugo

      24/10/2017 at 16:40

    • El llamado a no votar caería en el mismo problema, es decir, depende del contenido que se le de a esa acción. O sea, que el problema está en la difusión de las ideas socialistas, de modo tal que una acción (sea un voto a un partido o el no votar) de un mensaje claro a la sociedad.

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      Gus

      24/10/2017 at 17:04

  7. no tenes en cuenta la propaganda neoliberal en contra de los partidos tradicionales?, y nadie cree en ellos, les salió muy bien denunciar la corrupción de los partidos tradicionales, el peronismo está lleno de los mismos vicios que ellos, hipocritamente, denuncian…….lo demás concuerdo con tu critica…..

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    Hector

    24/10/2017 at 16:36

  8. Estoy de acuerdo Rolando, es parecido al chantaje menemista … ni hablar de los préstamos que están dando los bancos con UVA, pareciera que el electorado no puede ver más allá de su endeudamiento

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    Jules

    24/10/2017 at 19:08

  9. Hola, no se te olvida en tu análisis q la conciencia de nuestra clase es burguesa, q nuestra clase sindicalmente es avanzada,pero políticamente atrasada, q confía en dirigentes y partidos patronales, creo q para analizar las elecciones no hay q olvidar este gran detalle, saludos

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    Carlos Esteban

    24/10/2017 at 19:46

    • Coincido. Precisamente por eso la actividad política de los socialistas no se puede reducir a la de un buen sindicalista. Es interesante en este respecto la caracterización «clásica» de Lenin (por ejemplo, en «¿Qué hacer?») sobre el carácter burgués, o pequeño burgués, de la ideología tradeunionista.

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      rolandoastarita

      24/10/2017 at 20:00

    • Compañero. Una pregunta: que parámetros o puntos de comparación utilizas para afirmar que nuestra clase es sindicalmente avanzada?

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      AP

      24/10/2017 at 20:22

  10. A los efectos de entender por que estamos como estamos, interesante la lectura de este balance https://www.mas.org.ar/?p=13857. Coyuntura pasajera con pinceladas de dictadura? Ilustrativa además la polémica sobre la interna electoral de la izquierda. Frente único con el kirchnerismo? Presentaciones judiciales para proteger la quinta?

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    AP

    24/10/2017 at 20:27

  11. Se confirma una vez más la táctica leninista de que la participación en las elecciones burguesas en determinadas circunstancias (no siempre) debe ser para utilizarlas como tribuna para difundir un programa revolucionario (gobierno de las organizaciones obreras y populares, pueblo armado, economía pública, democracia directa, gratuidad de todos los servicios públicos, etc.) , dentro de los marcos de un plan estratégico que comprenda la captura del poder mediante el alzamiento revolucionario de las masas. Es absolutamente secundario e irrelevante si la difusión de este programa revolucionario incremente o no la votación, o si facilita o no el aumento o la disminución de la bancada de los revolucionarios dentro del aparato estatal burgués.

    Las masas no son tontas, tienen mucha más percepción de la realidad de lo que pensamos. Largos años de convivencia con sectores de trabajadores muy empobrecidos me ha convencido de ello. Definitivamente que NO ESTÁ fuera de la percepción de las masas el “aumento de las tarifas públicas, caída del salario real, perspectiva de una reforma laboral contra los trabajadores”, el “ataque a las libertades democráticas”, etc. Inclusive, dentro de la conciencia social de las masas trabajadoras predomina una visión en favor de un mundo más social y más justo en directa confrontación con el capitalismo individualista y explotador y sus exponentes como las derechas. Lo que pasa es que nada de esto cuenta a la hora de votar en una elección burguesa.

    Lo que pasa es que, a la hora de votar, la preocupación más importante que se les viene a la mente al ciudadano promedio es la suerte que correrá su puesto de trabajo, su pequeño negocio, su pequeña actividad económica, etc. Mientras más pobre se es, esta preocupación es más intensa. Entonces surge una interrogante que es imposible eludir: ¿qué candidato me garantiza una estabilidad a mi manera de ganarme la vida? ¿Cuál de ellos me parece una mejor garantía contra convulsiones sociales y económicas que me dejen en la calle condenando al hambre y la miseria a los míos? ¿Con cuál de ellos podré lograr u mejoramiento de mis modestas condiciones materiales de vida?

    El caso es que esta preocupación y su consiguiente interrogante no respeta ideologías, niveles sociales, religiones, etnias, nacionalidades, etc. En la inmensa mayoría impone definir una actitud inmediata, practica, realista, concreta, etc. Bajo estas condiciones poco importa el “credo” político que profese el candidato, mucho menos su moral y su nivel de propensión a la corrupción. Lo que importa es que se eficaz en evadir las graves convulsiones sociales y económicas y en promover el crecimiento de la producción y el empleo, fundamentalmente.

    Para los marxistas debiera estar claro que dentro del capitalismo SON INCOMPATIBLES políticas a favor de los trabajadores y crecimiento económico. Razón por la cual todas, absolutamente todas, las experiencias de gobiernos de izquierda de los últimos surgidos de elecciones burguesas en los últimos 100 años, han terminado en los bolsillos del capital o aplastados por las botas del capital. Si un gobierno de izquierda surgido de elecciones burguesas pretende aplicar políticas a favor de los trabajadores lo único que va a lograr es fuga de capitales, recesión, desabastecimiento, mayor desempleo, inflación, etc.

    El poderoso instinto social de las masas percibe todo esto de modo muy claro. Dentro del capitalismo, antes de alinearse con una opción electoral de izquierda y antisistema, las masas saben medir y sopesar la capacidad y fuerza efectiva de esta para desafiar al Estado burgués y sus FFAA. Como resultado de esta instintiva evaluación las masas trabajadoras podrán concluir que son los mismos mercaderes políticos de siembre que de vez en cuando se aparecen para vender “sebo de culebra” y que alinearse con ellos sería un salto al vacío o, por el contrario, que son revolucionarios premunidos de un plan y un programa por los cuales bien valdría la pena arriesgarlo todo. Por lo general, son necesarias condiciones de gran convulsión social para que una opción revolucionaria pueda cubrir las expectativas de las grandes masas en elecciones burguesas.

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    Amauta

    25/10/2017 at 02:03

  12. Profesor, qué pena volverle a hacer esta pregunta: ¿qué debe proponer la izquierda para enfrentar el chantaje de inversiones?

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    • ¿Por qué te da pena volver a preguntar? En otro comentario escribí que el primer paso es plantear el problema. Esto es, abrir el debate. Personalmente sostengo que no tiene solución de fondo dentro del sistema capitalista, y que esto hay que decirlo. No tiene solución porque el poder de no invertir deriva de las relaciones de propiedad capitalistas. Sin embargo, esta idea no es compartida por la inmensa mayoría de la izquierda, que alimenta todo tipo de programas-remiendos para acabar con los problemas que sufre la clase trabajadora. Por eso la mayor parte de la izquierda piensa que basta con movilizarse por «no al ajuste» para derrotar al capital y el gobierno (al pasar, la discusión sobre acabar con la desocupación reduciendo la jornada de trabajo, que hice en otras notas del blog, es del mismo tenor).

      En definitiva, antes de decidir qué hacer hay que ponerse de acuerdo en el diagnóstico del problema, en sus causas y naturaleza (pero esto no lo pueden entender aquellos que piensan que la teoría es un «estorbo» para «hacer política práctica» y ganar votos, muchos votos…).

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      rolandoastarita

      25/10/2017 at 08:57

  13. Descartás que el votante haya «votado engañado», pero no son los mecanismos ideológicos medios de engaño – producción de falsa conciencia? Cambiemos tiene de su lado un tremendo aparato mediático que opera las 24hs los 365 días del año creando sentido común, formando opiniones, produciendo puntos de vista. Tienen hasta un ejército de «Trolls» para realizar la misma tarea en las redes!!
    Creo que la razón principal de la victoria de cambiemos es que fueron los que mejor supieron entender y captar la irracionalidad de las personas a la hora de votar. Las mayoría de las personas no votan racionalmente, el voto tiende a ser algo afectivo, emocional, irracional; y cambiemos lo sabe. Gobiernan con el marketing: constantemente realizan estudios de opinión y venden su fuerza política como cualquier otro producto en el mercado.

    Millones de trabajadores los han votado porque no tienen la más pálida idea de qué están votando. La gente va a votar y no sabe muy bien qué vota… mucho menos a quién.

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    Joaco

    25/10/2017 at 03:11

  14. Aqui hay dos interesantes analisis sobre las elecciones:
    https://revistapropuestamarxista.wordpress.com/2017/10/23/el-triunfo-de-cambiemos/

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    Luis

    25/10/2017 at 09:00

    • Buen análisis el de Ariel Mayo. Sartelli hace algunas precisiones interesantes sobre el estancamiento en la masa de votantes, el crecimiento del blanco, la elección deslucida del FIT (agrego: ganó dos diputados provinciales pero quedó afuera en capital, perdió bancas en Mendoza, Santa Fé, la mitad de los votos en ‘Salta la Troska’ etc.) Lo más interesante: alertó sobre la Syrización en proceso del FIT. Todo un visionario¡

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      AP

      25/10/2017 at 16:18

    • Realmente… Sartelli dice con aires de novedad que el FIT es socialdemócrata. ¡Gracias, Sartelli! ¿Qué haríamos sin vos?
      Hace dos años apoyó «críticamente» una campaña igual que esta.

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      S

      27/10/2017 at 16:43

  15. Pienso que a los marxistas todavía nos falta mucho por recorrer en cuestiones psicológicas. Creo que la disociación entre estamento material y estamento ideológico tiene raíces más allá de las razones lógicas. Me pregunto sobre qué rol juega la afectividad en la ideología, cómo opera la predisposición a aceptar la autoridad de «verdad» que demarcan todos lo que llevan rol de cabeza de procesos y cómo aporta en a todo ese mecanismo la crianza en una conformación de familia típica actual.

    Por otro lado, respecto a la cuestión del engaño o no, pienso que debe mirarse de modo doble: engaño sobre el presente y/o engaño sobre el futuro. Es claro que sobre el presente se pueden decir mentiras o verdades y del futuro demarcar lo posible de lo imposible. Las diferencias que veo entre los «nacionales y populares» y Cambiemos es que los primeros se fueron mintiendo sobre la continuidad de la progresividad del proyecto, a diferencia de Cambiemos que admite la necesidad de ajuste. En su presente uno mintió y el otro dice la verdad. Sobre el futuro ambos mientes porque se paran en lo imposible: progresividad infinita unos y crecimiento infinito (con derrame), los otros. El proceso que tomó cambiemos es parecido , en parte, a lo que hizo históricamente la Iglesia. Si miramos a la Iglesia ella nos dice con toda verdad que este es un valle de lágrimas, no miente (salvo cuando habla de milagros, etc), y utiliza esos créditos de confianza para vender futuros espejitos de colores. Esta venta de humo se logra hablando al corazón, no hay razón que lo justifique. A mucha gente le basta con el corazón. Pero ¿por qué el corazón acepta injustificados? ¿Acaso al niño no se le presenta la infancia de igual modo? ¿puede quedar en el espíritu creado de tal manera tendencias a aceptar injustificados por el simple hecho de repetir «es así porque lo dice mi papá… (yo confío)»?

    En definitiva, lo que me pregunto es cómo juega la predisposición afectiva en todo esto, y creo que ese puede ser un punto de partida para desarrollar la psicología marxista.

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    fel

    25/10/2017 at 11:22

  16. Profesor, algunas corrientes de izquierda se han referenciado en Syriza, han marchado conjuntamente en actos de la Sociedad Rural, han levantado reivindicaciones gremiales de los sectores policiales y de FFAA (sin diferenciarse de las que podría enarbolar Patti o el “malevo Ferreyra”), son acríticas con el gobierno de Maduro, han tejido alianzas con Pino Solanas, Mario Cafiero, y el PC. Ésta última agrupación también ha engrosado las filas del kirchnerismo y desde la restauración democrática en la Argentina, también llamó a votar a Italo Lúder y Herminio Iglesias, entro otros.

    ¿Todo este curso oportunista, no es el caldo de cultivo para que cierto sector de militantes, simpatizantes y periferia de tales corrientes naturalicen tales desviaciones y exoneren de su agenda la construcción de una identidad basada en la independencia de clase?

    El giro a la derecha es de todo el espectro incluídas también las corrientes de izquierda: no hay salida sin la construcción de un partido clasista o laborista que luche por la independencia de la clase obrera (pueden concurrir todas las corrientes de izquierda con éste único requisito básico y sin estar necesitados de hacer «seguidismo» al peronismo y otras corrientes filopatronales).

    La parte cultural y social también es importantísima, me parece que hay que luchar por recuperar las tradiciones verdaderas de la clase obrera, anteriores a 1943, los círculos de cultura socialista el confiar en fuerza propias de la clase, y la difusión de una contracultura alejada de los resortes formativos y conductuales que maneja o fomenta la burguesía.

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    José

    25/10/2017 at 15:30

    • Hola Rolo, la verdad que no creo que esté en cabeza de todos el chantaje de las inversiones, aunque sí me parece un punto muy relevante. Uno a veces tiende a pensar que todo el mundo piensa en esos términos, pero no nos olvidemos de que vivimos en un país periférico con una educación decadente, donde el estado capitalista obviamente no educa a nadie (en el buen sentido) sobre la necesaria independencia de la clase obrera, y donde los compañeros de trabajo hablan despectivamente de los vagos de la izquierda, que vayan a trabajar, mientras ganan dos mangos y están fuera de convenio. Resultado: cada persona es un mundo, pero escucho gente que vota al PRO porque los ricos no roban, o porque les parece que hay que tener fé y darle para adelante, gente que le guste que le prometan mierda y que cumplan ya que descree de cualquiera propuesta progresiva porque sería kirchnerista-demagógica, y después de estos 12 años están bastante desacreditados los K. Hay mucho irracionalismo. Y la izquierda realmente no está en la cabeza de muchísimas personas, por eso tan pocos votos creo yo. Además de que hay muchísimos problemas en la izquierda, ya que tiene una tarea gigantísima por delante, y no todo el mundo se banca eso, prefiere el slogan.

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      Lautaro

      25/10/2017 at 19:26

  17. Hola Rolo, la verdad que no creo que esté en cabeza de todos el chantaje de las inversiones, aunque sí me parece un punto muy relevante. Uno a veces tiende a pensar que todo el mundo piensa en esos términos, pero no nos olvidemos de que vivimos en un país periférico con una educación decadente, donde el estado capitalista obviamente no educa a nadie (en el buen sentido) sobre la necesaria independencia de la clase obrera, y donde los compañeros de trabajo hablan despectivamente de los vagos de la izquierda, que vayan a trabajar, mientras ganan dos mangos y están fuera de convenio. Resultado: cada persona es un mundo, pero escucho gente que vota al PRO porque los ricos no roban, o porque les parece que hay que tener fé y darle para adelante, gente que le guste que le prometan mierda y que cumplan ya que descree de cualquiera propuesta progresiva porque sería kirchnerista-demagógica, y después de estos 12 años están bastante desacreditados los K. Hay mucho irracionalismo. Y la izquierda realmente no está en la cabeza de muchísimas personas, por eso tan pocos votos creo yo. Además de que hay muchísimos problemas en la izquierda, ya que tiene una tarea gigantísima por delante, y no todo el mundo se banca eso, prefiere el slogan.

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    Lautaro

    25/10/2017 at 19:28

  18. Totalmente de acuerdo con el planteo de que el discurso del ajuste se presenta a la sociedad como una medida necesaria y racional. Veamos un poco el contexto en donde se originó ese discurso. Con una presion fiscal en aumento desde el 2011 que sin embargo no lograba satisfacer el gasto publico. Este deficit fue presentado una y otra vez por el periodismo como el origen de todos los males. La estrategia fue presentarlo como un problema trivial, como uno de esos que tiene cualquiera en su vida particular. Nadie puede gastar mas de lo que ingresa, lo sabe cualquier obrero, no se puede gastar mas de lo que ingreso en concepto de salario a riesgo de endeudarme y terminar sufriendo las consecuencias. Bueno, con «el pais» pasa lo mismo, no se puede puede. Lo que se oculta, y no es bien abordado por la militancia revolucionaria, es que la actividad economica estancada no ayudó a que la recaudacion creciera a un ritmo creciente, por eso el kirchnerismo lo solvento con mayor presion fiscal. El macrismo se saco el problema de encima con endeudamiento y relajando la presion recaudadora. Esto ultimo podría explicar el exito electoral en Cordoba, particularmente sensible a las retenciones (lo dejo a modo de tesis provisoria). Sin embargo el deficit sigue ahí, esta vez solventado con deuda. De todos modos siguen presentandose como los paladines del equilibrio fiscal, y la izquierda y el kirchnerismo le suman el favor de colgarles ese cartel.

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    Mariano

    26/10/2017 at 13:06

  19. Siendo de jujuy donde siento que cierta conciencia contra la alienacion, aun no de clase, reacciono a tiempo, se estuvo transmitiendo esto en masa y me parece relevante a tu articulo, ya que no es casualidad que en la provincia ejemplar de cambiemos se transmita esto en masa dia y noche ante un supuesto «pequeño sindicato de molestos que hacen politica»
    Diste en el clavo estimado, en jujuy la izquierda saco entre la dispersion y las urnas evadidas o quemadas) cerca de un 21% que se contabilizo al final en 19,5%
    Creo que la desconfianza en el gobierno podria ser aprovechada para abrir a la union de las fracciones provinciales de la clase obrera si se diera una respuesta sistematica. Te dejo la propaganda de morales sobre el asunto, saludos!

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    SDPA

    27/10/2017 at 19:46


    • Hay varios, tratare de buscar uno en especifico donde se mostraba una exposicion sobre «el buen trato con los inversores»
      Disculpe profesor, saludos.

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      SDPA

      27/10/2017 at 19:49

  20. Completamente de acuerdo con el artículo. Pero además cabría agregar que con «mensajes» como los que se manejo el FIT durante la campaña se hace todo más difícil. Por ejemplo «+ 25000 votos», del PO (respecto de lo que hacía falta para que Ramal fuera diputado); o «la izquierda tiene que estar» y «nuestras tierras, nuestras riquezas…, porque nuestras vidas valen mas que sus ganancias», del PTS. Aparte de ser descaradamente de un gran cretinismo parlamentario y de un electoralismo a gran escala, nada tienen que ver con el marxismo. Y he escuchado que ya están pensando en la campaña y los candidatos para el 2019…No es casual que hace unos años un dirigente del PO le dijera al diario La Nación que «pasamos de la revolución permanente a la elección permanente,,,», Sin palabras, A propósito. ¿esta gente habrá leído y entendido «Las Tesis de Abril» y aquella sugerencia de Lenin de «echar hiel y vinagre sobre el dulce jarabe de la fraseología democrática»?

    Esto lo conecto con la concepción que se desprende de los periódicos, la propaganda y los comentarios triunfalistas del -supuesto- crecimiento electoral del FIT de parte de sus integrantes. Parecería que creyeran que con «aproximaciones sucesivas» podrían acercarse al ‘objetivo’ (¿año 2031 quizás…?). Conseguir más y mas bancas ya no son un medio sino un fin en si mismo. Entonces, patéticamente resuena un siglo después la idea de Eduard Bernstein, guía del reformismo: «el movimiento es todo, el fin es nada».

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    Armando

    28/10/2017 at 21:29

  21. Agregado: el PTS alentó -perjudicando políticamente al propio FIT- el corte de boleta en la pcía de Bs As por la siguiente fórmula: Cristina Kirchner-Del Caño, lo que se dice un oportunismo sin límites para sumar votos como sea….

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    Armando

    28/10/2017 at 21:34

    • Compañero Armando. La orientación del FIT y los partidos que lo componen, así como de otras formaciones menores provenientes del Trotskismo que se han presentado a elecciones no es cosa de esta campaña. Es la consecuencia de un proceso de adaptación a la democracia burguesa de muy larga data. Si tienes ganas de leer te remito a mis intervenciones en las notas ‘Indignados izquierda y acción política’ y ‘Por que votaré al FIT’ presentadas por el compañero Rolando hace años ya. Sin ánimo de cuestionar las decisiones de nadie, el diagnóstico y la advertencia ya estaban hechas. Saludos.

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      AP

      29/10/2017 at 11:06

    • Armando, si es cierto lo que se dice que hizo el PTS no sólo se trata de oportunismo sino de traición a los acuerdos previos. Eso amerita expulsar al PTS del FIT y considerarlos al menos adversarios. Prefiero mil veces a un reformista consecuente con sus principios que a esos pseudo revolucionarios. El trotskismo argentino hoy está por debajo del umbral moral del reformista consecuente a lo Jean Jaurés.

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      Lucas

      29/10/2017 at 13:53

  22. AP: coincido con lo que decís. La adaptación de esta izquierda a la ‘ideología democrática’ lleva décadas, quizás desde el ’83 mismo. Solamente quería ilustrar con hechos esa lógica que preside esas posiciones. Aunque también está el nacionalismo, estatismo, redistribucionismo, etc, que tan bien se critica en este blog.

    Lucas: me consta que es así. Por supuesto que lo hicieron por lo bajo y de forma informal. Conozco casos en que le dijeron a algunas personas que los cargos de senadores ya estaban definidos, que no importaban, y que se votara a Del Caño como diputado que era lo único trascendente. Y en otros se le planteaba a gente kirchnerista que votaran a CK y que cortaran boleta en detrimento de Fernanda Vallejos, porque su candidato era mas luchador y consecuente. Esa era la diferenciación y se mostraban hasta como filo K. Creo que sería difícil expulsar al PTS del FIT. Primero porque son quienes le marcan la línea actualmente y extorsionan al PO y a IS, quienes temerosos de una ruptura y una pérdida de votos le aceptan todos los chantajes (recordá la última interna de la mudanza a la pcía de Bs As de Del Caño y demás). Y por otro lado hace rato que evalúan cortarse solos con sus «candidatos estrellas» que tendrían, según ellos los votos, que es lo que les importa…El PTS es una corriente pérfida que no respeta los acuerdos, trata de romperlos y hace la suya detrás de escena. Mucho más que los otros, aunque en general, como decís, esto es moneda común en el trotskismo argentino. No hay ni moral ni ética.

    Saludos

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    Armando

    30/10/2017 at 21:35

    • Por esto ni siquiera fui a votar. Prefiero pagar la multa y es probable que me haga un fondito para multas electorales para seguir sin ir a votar en las próximas elecciones. La plata y los cargos los delatan.

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      Lucas

      31/10/2017 at 12:26

    • Lo mismo pasa con los guevaristas ahora en el FIT. En sus sucesivas fusiones pasaron de cuestionar al nacionalismo burgués y al chavismo a defender al régimen de Maduro. En fin, es lo que hay, Allende podría dirigirlos y correrlos por izquierda a todos ellos.

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      Lucas

      31/10/2017 at 12:29

    • Lo que decís respecto de los ‘candidatos estrella’ parece joda pero no lo es. Creo que muchos, no solo el PTS se lo toman en serio. La otra vez leía en la prensa del Nuevo Mas que Manuela Castañeira ‘ya se había ganado un lugar en el firmamento de la política argentina’. No es chiste. Mucha ‘situación revolucionaria’ y ‘revolución a la vuelta de la esquina’ pero estos tipos tienen en claro por donde van los tiros. Politiquería burguesa mediática y crecimiento electoral. Es hora de que en Argentina haya una buena socialdemocracia prendida de la teta del estado. Después de todo, ‘Negocios son los negocios’.

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      Ap

      31/10/2017 at 13:08

  23. Estimado Prof. Astarita,

    Leo compungido su balance de las elecciones en su país. La verdad me duele, más que el resultado, la orfandad en la que ha caído la izquierda que parece no haber tenido nunca un discurso que pueda contrarrestar los embates del capitalismo mundial.
    Creo que esta carencia es hoy por hoy insalvable, herencia de la obcecación y la tozudez para perseverar con consignas anquilosadas. De todos modos, creo que falta un ingrediente fundamental en su análisis: por qué no funcionó esa convocatoria a rechazar los ajustes. Según mi percepción, desde lejos, el problema es que los ajustes se caían de maduros, simplemente porque la anterior administración, el Clan K, no tuvo inconveniente en vivir a costa del futuro. Esta aclaración o la que fuere más precisa y ajustada, es indispensable poner sobre la mesa, pues de otro modo queda la impresión que el electorado es volátil, frágil, acomodaticio e irresponsable, y no es la impresión que tengo del pueblo argentino.
    Estoy completamente de acuerdo con su convocatoria a “oponer una crítica que vaya a los fundamentos mismos del sistema económico”. Creo que el primer paso debe pasar por actualizar la crítica de Marx. Hoy el capital se centra en una triple explotación: del trabajo humano, del trabajo colectivo y de la naturaleza. Lo nuevo es la persistencia del primero, la trascendencia del segundo, no suficientemente esclarecido por Marx, y por la creciente importancia del tercero, no previsto por Marx.
    Solo deseo que los debates sobre la forma de enfrentar este sistema de aniquilación de las bases de vida del planeta puedan proseguir más animadamente, como si realmente creyéramos en la victoria final.
    Cordiales saludos,
    Carlos Rodrigo Zapata C.
    ECONOMISTA
    Catedrático de “Desarrollo del Capitalismo”
    Carrera de Sociología / UMSA / La Paz, Bolivia

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  24. Personalmente creo que en esta ocasión la gente NO VOTO por una mejor Educación, NO VOTO por una mejor economía que permita un mejor desarrollo y Crecimiento, NO VOTO por una sociedad más justa, con mas derechos y mejores accesos a la cultura, al trabajo, y podría escribir una lista muy larga…….LA GENTE VOTO CON ODIO, la famosa «grieta» instalada desde los medios hegemónicos rindio sus frutos…..Es lamentable!!!!!! Nadie midio las consecuencias de su voto y ahora estamos impotentes ante un embate que sacude a toda la sociedad trabajadora…Siempre los trabajadores somos junto a los jubilados los fusibles de cambio. Lo único que se puede esperao de este resultado eleccionario es MAYOR DESIGUALDAD.
    En la medida que quienes nos representan no se corran de estos espacio y de odio (Grieta) y sigan haciendo el caldo gordo a quienes les conviene que esto siga asi….no vamos a poder salir en ninguna dirección, vamos a ser meros esppectadores de como se recortan muchisímos derechos adquiridos en todas las areas sociales en todos sus niveles.
    En la medida en que no se comience a pensar como colectivo más que como individuales no hay retorno…una sociedad se construye o se destruye con todos los actores como participes!!!…En estas elecciones NO GANO EL MACRISMO, PERDIO LA SOCIEDAD TODA Y LO PEOR, LO MAS TRISTE…A CONCIENCIA!!

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    Elizabeth Moyano

    16/11/2017 at 13:21

    • Creo que en su gran mayoría las personas son conservadoras. Es lógico, la mayoría de las personas son trabajadores que luchan diariamente por conservar lo poco que tienen. Por eso cuando perciben una situación estable y no amenazante prefieren mantenerse en esa situación antes que cambiar. Dado el carácter gradual del ajuste de Macri, éste es percibido como necesario y momentáneo. Es cierto que no se tiene conciencia general de que el plan de Macri es de fondo, una reforma social profunda.

      Macri no es la dictadura, Macri no es neoliberal. Esto lo perciben muchos y ven esas falsas consignas como una mentira más del kirchnerismo (en el kirchnerismo también meten a la izquierda pseudo revolucionaria del FIT y del otro frente, entiendo que es porque esa izquierda no se delimita tajantemente del populismo y el centro izquierdismo).

      Pero por otra parte no está mal que la gente vote con odio. Está bien que los trabajadores odien a quienes despilfarraron los mejores términos de intercambio de la historia que tuvo la Argentina y que es riqueza generada por los trabajadores. Yo vivo en capital y me pago una prepaga con parte de mis aportes y puedo acceder a buena salud ¿pero vos conocés lo que son algunos hospitales del conurbano, como el Paroissien de Isidro Casanova? Es Kosovo, es la precariedad total, ahí la gente se muere por pobre y la mala praxis es moneda corriente por falta de recursos. Faltan todas las cosas elementales. El Fesprosa en 2015 sacó un informe sobre el desastroso estado de la salud pública. ¿Te parece que en esa situación se gasten miles de millones de dólares al año para financiar al negocio del fútbol televisado?

      La gente votó también contra eso y lamentablemente votó a quien no va a solucionarlo. Pero aún en términos capitalistas, que el estado obras, reduzca tiempos de traslado con los metrobuses, ya es más que los que se fueron.

      Macri tiene una política que a veces parece keynesiana y otras veces no. Si para Keynes la demanda efectiva comprende a la propensión al consumo y a la inversión, y si esta última depende de la eficiencia marginal del capital y la tasa de interés, está claro que Macri quiere bajar el costo laboral para aumentar dicha eficiencia, a la vez que trata de mantener la demanda con obra pública financiada con deuda. Es contradictorio porque mantiene alta la tasa de interés y así no va a invertir nadie. Muchos votaron en contra de quienes dilapidaron la riqueza argentina en la última década. Si los odian por eso bienvenido sea. El asunto es que no busquen la solución en alguien como Macri que no va a solucionar nada. Para eso es imperioso que la izquierda revolucionaria haga propaganda del socialismo y muestre otra perspectiva posible. No dará resultados inmediatos pero si no se hace nunca habrá resultado alguno.

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      Lucas

      16/11/2017 at 17:54


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