Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Defender lo elemental del ideario socialista

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En las últimas dos semanas la actividad del blog estuvo centrada en la discusión sobre el nacionalismo catalán (y más en general, sobre el nacionalismo) y la nota sobre la actitud a tomar con los militantes de izquierda, o de organizaciones sociales, que son violadores. Con respecto al primer tema, sostuve, entre otras cosas, que:

a) Es necesario caracterizar al movimiento independentista catalán como un movimiento burgués y pequeño-burgués, por su programa y estrategia.
b) Es necesario decir a los trabajadores que la explotación no va a modificarse un milímetro con la independencia.
c) Es necesario explicar que Cataluña no es un país explotado (ahora agrego que también es necesario explicar a los trabajadores catalanes que los trabajadores en Andalucía no viven a sus expensas).
d) Es necesario explicar que estamos en contra de la exaltación nacionalista, catalana o española.
e) Además, que una Cataluña independiente, que inevitablemente estará bajo dirección burguesa, no significará ningún desarrollo particular de las fuerzas productivas (y ahora agregaría que se pueden agravar los problemas económicos).
g) Que en este marco defendemos el derecho a la autodeterminación (entendida como el derecho a la separación); y por supuesto, llamamos a enfrentar la represión del gobierno de Rajoy (pero en esto estamos de acuerdo toda la izquierda y el progresismo).

Estos planteos encontraron una fuerte oposición por parte de los nacionalistas (que se consideran de izquierda o progresistas).

En cuanto a la nota contra el machismo (aquí), se resume en el pedido de que las organizaciones de izquierda no encubran a los militantes que son violadores, pederastas y abusadores sexuales; que den todo el apoyo a las víctimas; y que traten a los abusadores sexuales “del palo” con los mismos criterios, por lo menos, con que tratan a los abusadores “comunes”. Para poner un ejemplo, si un dirigente “antiimperialista” está acusado de abusar de su hijastra, no es concebible que la militancia antiimperialista y de izquierda cierre filas en torno del acusado y descalifique a la víctima que denuncia. Organizaciones y militantes feministas han planteado esta cuestión repetidas veces, pero son ninguneadas o, peor aún, agredidas con los peores insultos (“provocadoras”, “enemigas del partido”, “prostitutas políticas”).

En ambos casos estamos ante planteos que han sido básicos en el socialismo revolucionario: el llamado a los trabajadores del mundo a unirse por encima de las diferencias nacionales. Y la defensa de las víctimas de abusos sexuales, junto a la denuncia de los violadores.

La pregunta que se plantea entonces es cómo es posible que nos veamos en la necesidad de defender cuestiones tan elementales. Solo lo puedo explicar por una derechización general, que posiblemente tenga su raíz en la derrota del programa revolucionario de 1917. En 1927 Trotsky decía que una caída de la URSS provocaría un “retroceso infinito” en la conciencia socialista de las masas trabajadoras del mundo. Pero la caída se produjo recién en 1989-90 y el panorama actual es todavía peor que lo que preveía el viejo revolucionario. El resultado es que hoy estamos obligados a defender lo que nunca pensamos que íbamos a tener que defender en el seno de la misma izquierda. Usando una imagen de Lenin, referida a una coyuntura también adversa para el socialismo, tenemos que mantener una pequeña llama “para cuando pase la inundación contrarrevolucionaria”. No podemos decir cuándo ni cómo se superará esta situación. Pero es la tarea necesaria. Aunque nademos contra la corriente de la opinión pública “progre-bienpensante”.

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Defender lo elemental del ideario socialista

Written by rolandoastarita

08/10/2017 a 11:26

26 respuestas

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  1. Compañero, admirado y querido profesor Rolando Astarita.

    A tenor de su post sobre Cataluña, convertida en el centro de disputa entre nacionalistas catalanes y españoles y entre algunos de los foristas de su Blog y entre algunos de éstos y usted, se ha hablado mucho por usted y por otros del sujeto revolucionario en la sociedad capitalista.

    ¿Hay en realidad un sujeto revolucionario hoy en día y, en la sociedad capitalista en particular hay o puede haber un sujeto revolucionario?.
    Le traslado una opinión. En el régimen capitalista no existe un sujeto tal y como se percibe en la acepción de éste término. El sujeto es la mercancía y el hombre no es más que el ejecutor de su lógica. A los hombres le aparece su propia subjetividad y socialidad como sometidas al automovimiento de una cosa.

    El verdadero sujeto en el capitalismo es el valor, que es un sujeto automático, Marx dice que “El valor entra en escena como sujeto”

    Hasta ahora los sujetos no son los hombres, sino sus relaciones objetivadas; en cuanto sujetos, [los sujetos] son sujetos del Capital. Que sean asalariados o capitalistas importa poco; ellos son los soportes de unos procesos que los superan.

    Detrás de la mercancía en cuanto forma fetichizada de objetividad se encuentra, a nivel material, el hombre; pero no el hombre como sujeto consciente, no el hombre que controlaría su propia socialidad, sino un hombre que no es sujeto más que con respecto a la naturaleza, pero no con respecto a su propia socialidad.

    El sujeto existe, pero actualmente el sujeto no es el hombre, sino su producto ya que en una sociedad fetichista los sujetos han alienado su poder en sus propias criaturas.

    La democracia en el sentido de presuponer que la sociedad esté compuesta por sujetos dotados de libre arbitrio no existe ni podrá existir jamás en el capitalismo. Para poseer una libertad de decisión los sujetos deberían encontrarse fuera de la forma mercancía y poder disponer del valor como de su objeto, pero este sujeto autónomo y consciente no puede existir en una sociedad fetichista.

    El valor no se limita a ser una forma de producción es también una forma de conciencia, pero no solo en el sentido de que cada modo de producción produce al mismo tiempo sus correspondientes formas de conciencia, es un esquema del que los sujetos no tienen conciencia. Dicho de otro modo, todo lo que los sujetos del valor pueden pensar, imaginar, querer o hacer se muestra ya bajo la forma de la mercancía, del dinero, del poder estatal, del derecho. El libre arbitrio no es libre frente a su propia forma; es decir, frente a la forma-mercancía y la forma-dinero, y sus leyes. En una constitución fetichista, no existe una voluntad del sujeto que pueda oponerse a la realidad objetiva.

    En el capitalismo no existe un sujeto ontológicamente opuesto “en sí” a él, al que estaría sometido simplemente de forma exterior. Si así fuera, bastaría con que ese sujeto tomara conciencia de su situación para convertirse también “para sí”, en un sujeto anticapitalista, de forma que su despliegue coincidiría con la ruina del capitalismo, pero en el capitalismo solo puede existir y existe un sujeto: el “sujeto automático”, es decir el valor, que habría que abolir, no desarrollar.

    Para el marxismo tradicional el sujeto es un derivado de las clases, que serían el verdadero sujeto, de tal forma que el capitalismo sería el resultado de la voluntad de los capitalistas, y su abolición sería la consecuencia de la voluntad del proletariado, en el sentido de los trabajadores de las fábricas, pero eso hoy ya no tiene cabida, ni siquiera entre la mayoría de los marxistas. La esperanza de que el capitalismo desaparecerá porque un proletariado cada vez más numeroso, más miserable, más concentrado y más organizado lo abolirá ha llegado a su fin antes que el propio capitalismo.

    Los intentos que se han dado a partir de la década del 1960 de poner a otro aspirante sobre el trono vacante del sujeto revolucionario, capaz de hacer realidad la salida del capitalismo, es continuar con el mismo error al seguir presuponiendo que en el capitalismo existe un sujeto que no forma parte de las relaciones capitalistas más que superficialmente y que en su forma actual ya está “en si” más allá de la lógica capitalista.

    Lo que habría más bien que reconocer es que los intereses de los asalariados no son esencialmente diferentes de los demás intereses en competencia dentro de la sociedad mercantil. La defensa de sus intereses puede estar más justificada que la de otros intereses porque los obreros, o las otras categorías sociales en cuestión, son más numerosos o más pobres, o están más explotados que los demás sujetos del mercado, o porque son víctimas de una injusticia mayor, pero en esta defensa no hay nada que sea necesariamente “emancipador”. Se trata tan solo de hacer valer una determinada categoría de vendedores de bienes (en este caso, de su fuerza de trabajo) frente a otros vendedores. En la sociedad fetichista capitalista, no puede haber una “clase de la conciencia” constituida por una de las categorías funcionales de la mercancía, que al mismo tiempo tenga la misión histórica de ponerle término a la sociedad de clases.

    Del mismo modo, la izquierda radical ha exagerado mucho la importancia de la “traición de los dirigentes” que tuvo lugar en la Revolución rusa, en las demás revoluciones que desembocaron en la formación de Estados especialmente autoritarios y prácticamente dentro de todos los movimientos de protesta. Sin pretender quitarle importancia a la pertinencia del juicio moral contra los sepultureros de las revoluciones, hay que señalar que estos no hacían otra cosa que seguir al sujeto automático que los propios traicionados no habían superado.

    La dinámica de la sociedad mercantil no puede concebirse como el efecto de la subjetividad de los explotadores, a la cual se opondría la subjetividad de los explotados. En realidad, en la sociedad mercantil no es posible el nacimiento de una auténtica subjetividad social, ésta sería en último término, el límite contra el cual se rompería. El sujeto automático no puede llegar a gobernar las dinámicas que él mismo ha desencadenado y han destruido las formas de subjetividad que existían con anterioridad.

    Marx caracteriza explícitamente el capital como la sustancia automotriz que es el Sujeto. Al hacerlo, Marx sugiere que un Sujeto histórico en sentido hegeliano existe realmente en el capitalismo, pero aun así no lo identifica con ningún sector social, como el proletariado, ni con la humanidad, sino que lo analiza en términos de la estructura de las relaciones sociales constituidas por un tipo de práctica objetivadora y aprehendida por la categoría de capital (y por tanto de valor). El Sujeto de Marx, como el de Hegel, entonces, es abstracto y no puede ser identificado con ningún actor social.

    En una constitución fetichista, no existe una voluntad del sujeto que pueda oponerse a la realidad “objetiva”.
    El sujeto humano no es una ficción, pero hasta ahora tampoco ha existido en su forma completa. De él solo pueden existir fragmentos en vías de formación. El error ha sido partir del hombre como sujeto pensante, y no actuante.

    Finalmente decirle que admiro su Blog por los diálogos intensos y plurales que se sostienen en el mismo, muy útiles para aquilatar el estado del pensamiento de la izquierda mundial, y comprobar los efectos que sobre dicha discursiva tiene el caos sistémico en el cual nos encontramos.

    Saludos.

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    Rodolfo Crespo

    08/10/2017 at 12:51

  2. Reblogueó esto en EcoSocialismo Libertarioy comentado:
    De acuerdo. Pero además de defender lo elemental, agrego que es fundamental contribuir a superar el estancamiento teórico y metodológico.

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    La Cagámpora

    08/10/2017 at 13:25

  3. De acuerdo. Pero además de defender lo elemental hay que avanzar en lo que se pueda para contribuir a superar el estancamiento teórico y metodológico que vivimos.

    Así como la teoría de Marx se enriqueció con aportes intelectuales y científicos de gente que ni siquiera era comunista (tanto en sus «tres fuentes» como todo lo que Marx investigó para escribir El Capital) tenemos una tarea similar hoy quienes nos reclamamos marxistas, con un siglo y medio de atraso en varios aspectos.

    Por nombrar lo primero que me viene a la cabeza para esa tarea:
    1) ecología y crisis ecológica
    2) feminismo y estudios de género
    3) desarrollos teóricos, técnicos y metodológicos de las ciencias sociales y humanas (historia, sociología, antropología, psicología…)

    Y claro, tener en cuenta también los desarrollos que han tenido lugar dentro del mismo marxismo y movimiento comunista, incluyendo al comunismo no-marxista.

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    La Cagámpora

    08/10/2017 at 13:33

  4. Estoy convencido de que no lo ha hecho con mala fe, Rolando, pero déjeme decirle que eso de dedicar una misma entrada al independentismo catalán (algo completamente legítimo) junto a violadores-pederastas (algo completamente inhumano) no me parece muy afortunado.

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    quimcs

    08/10/2017 at 13:41

    • En la nota se señala que las dos cuestiones que han sido planteadas están en la práctica política de muchas organizaciones de izquierda. Y ambas son básicas, constitutivas del marxismo. A lo que agrego: la prepotencia nacionalista y el machismo con extrema frecuencia ha ido, y van de la mano.

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      rolandoastarita

      08/10/2017 at 17:52

    • Astarita
      Con mi mayor respeto hacia usted pero que «la prepotencia nacionalista y el machismo con extrema frecuencia ha ido, y van de la mano» creo que a usted se les está yendo la mano. Ahora resulta que los nacionalistas o los que apoyan a los nacionalistas (como es mi caso) por una cuestión táctica no estratégica somos machistas. ¿Usted ha pensado bien lo que ha dicho o es que el odio al nacionalismo le hace perder la imaginación? Por favor, un poco más cordura (y también le digo que usted es libre de perderla porque en definitiva este Blog es suyo y hace aquí lo que le de la real gana) que machistas hay marxistas, leninistas, trotskistas, maoistas, fidelistas, socialdemócratas, burgueses, obreros, campesinos, estudiantes, y hasta muchas mujeres para no seguir la lista.
      Saludos

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      Ramon

      09/10/2017 at 12:43

    • Aunque no está afirmado en la nota, sí estoy convencido de que la prepotencia nacionalista y el machismo (la violencia extendida contra las mujeres de «la otra» nación) muchas veces han ido de la mano. No siempre, pero ha sucedido con relativa frecuencia. Uno de los ejemplos más terribles fue lo ocurrido en Yugoslavia, en los 1990 (ver, por ejemplo, http://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/09612029400200048).

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      rolandoastarita

      09/10/2017 at 13:42

  5. Respecto a la primera cuestión, estoy de acuerdo con todos los puntos. Solo matizaría una cosa del punto e): la política socialista revolucionaria no puede depender de los vaivenes de la economía burguesa porque entonces dejaría de ser una política de clase independiente. Por ponerle un ejemplo claro: una crisis revolucionaria también iría aparejada de un periodo de inestabilidad económica, pero no por ello dejamos de defender la revolución socialista.

    Respecto a la segunda cuestión, totalmente de acuerdo. Defender lo contrario no solo no es revolucionario, sino tremendamente detestable.

    Respecto a lo último, tan solo añadir que aunque la URSS se derrumbó en 1991, ya había dejado de ser un ejemplo de transformación social en los años 30, aunque continuara siendo un referente y una inspiración para el movimiento obrero y para intelectuales progresistas en todo el mundo. La antorcha de la revolución social pasaría entonces al proletariado chino hasta la Revolución Cultural. El bolchevismo se topó poco después de la Revolución de Octubre con sus limitaciones ideológicas, históricamente necesarias. Hasta hoy, el socialismo revolucionario todavía no ha hecho un balance integral de las experiencias revolucionarias del siglo XX con el objetivo de superar estas limitaciones. Recordemos que la teoría es una guía para la acción, una ciencia viva, que debe enriquecerse continuamente con el estudio y la síntesis de la práctica social histórica.

    Añadir también que no hay que esperar a que prenda la llama revolucionaria de manera espontánea. La vanguardia proletaria es quien debe crear las condiciones para que prenda esta llama, empezando por la reconstitución ideológica y política del comunismo sobre el balance del Ciclo de Octubre.

    Le recomiendo los siguientes textos Rolando. Le aseguro que no le dejarán indiferente:
    http://www.nodo50.org/mai/Documentos/PCR/TesisReconstitucion/IndiceTesis.htm
    http://www.nodo50.org/mai/Documentos/PCR/NuevaOrientacion/n_o_1.htm
    http://www.nodo50.org/mai/Documentos/PCR/NuevaOrientacion/n_o_2.htm

    Un saludo.

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    Arnau

    08/10/2017 at 15:52

    • Una aclaración: que una revolución socialista se enfrente a grandes dificultades económicas es esperable y lógico. Después de todo, el socialismo en un solo país es imposible. Pero aplaudir alegremente el desbarranque en una crisis de una economía capitalista por el solo hecho de acompañar a una dirección y un programa burgués, es un desastre político. En todo caso, hay que presentar las cartas sobre la mesa y decir la verdad a la gente, para que decida. Esto es, no hay que mentir. No hay que vender espejitos de colores. La fuga de capitales, la salida del euro, los retiros de depósitos, en el marco de un sistema capitalista, sin alternativas socialistas, en medio de la exacerbación nacionalista (que irá acompañada de proteccionismo), solo llevarán a la derrota y a la desmoralización, y profundizarán la división de la clase obrera. La crisis en sí misma no genera alternativas superadoras, a favor del pueblo (el último ejemplo de esto es Venezuela). Lo menos que hay que hacer es jugar a la revolución. En definitiva, no es casual que los nacionalistas rechacen los puntos a-e que he planteado.

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      rolandoastarita

      08/10/2017 at 18:08

    • Rolando, ya se lo advertí una vez, en ocasiones va más allá de lo escrito, tergiversando los argumentos expuestos. No sé si lo hace de manera premeditada o no. Quiero pensar que no.

      He escrito lo siguiente: “la política socialista revolucionaria no puede depender de los vaivenes de la economía burguesa porque entonces dejaría de ser una política de clase independiente”.

      Esto ni equivale “a aplaudir alegremente el desbarranque en una crisis de una economía capitalista” ni tampoco a afirmar que las crisis económicas generan por sí solas “alternativas superadoras”, cuando además en el mismo texto he escrito lo siguiente: “la vanguardia proletaria es quien debe crear las condiciones para que prenda esta llama”. Es decir, las revoluciones no se generan por el simple devenir económico. Adelante, siga tergiversando mis argumentos. Así solo demuestra la debilidad de los suyos.

      En cualquier caso, debería usted preguntarse, ¿quién está agudizando el problema? ¿El independentismo catalán o la reacción española?

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      Arnau

      09/10/2017 at 12:11

    • Mire, esto de «ya se lo advertí» no se lo admito. ¿Quién se cree que es para decirme cómo debo interpretar lo que escribe?
      Pienso, y así lo escribo, que ustedes están pasando alegremente por alto lo que implica un proceso nacionalista, dirigido por la burguesía catalana, en el plano económico. No es casual que el tema ni lo mencionan. No es casual que hayan callado ante estas cuestiones. Agregando que la «vanguardia proletaria» en Cataluña hoy no tiene ninguna alternativa REAL al poder burgués, y entre otras razones porque ustedes, los nacionalistas, se han dedicado a dividir todo lo posible a la clase obrera en torno a líneas nacionales.
      Por eso reafirmo lo que dije: están apoyando un camino que lleva a la derrota y a la desmoralización. Es lo que pienso de lo que escriben usted y todos los nacionalistas «progres» a los que usted defiende. Si no le gusta, váyase a escribir a un blog nacionalista. A mí no me va a venir con amenazas de ningún tipo. Hasta aquí he llegado con usted. No tengo por qué aguantar intimidaciones ni amenazas de ningún tipo.

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      rolandoastarita

      09/10/2017 at 12:32

  6. Es tan desmoralizante lo que señala al final de su nota: que el retroceso ideológico del socialismo es descomunal. Una izquierda troska que habla de «clase de los políticos», un sentido común extremadamente chovinista, promercado y tecnocratizante en las masas populares, y el poder del capital cada vez mas avasallante (muestra de ello es la inevitable reforma laboral). En momentos como estos, sin guía intelectual ni práctica de lucha, uno parece que lo único que queda es esperar que esta edad oscura se vaya sola, porque el poder de la voluntad es ínfimo. Realmente triste.
    Saludos profesor. Y gracias por ayudar a despejar esta nebulosa de ideas en la izquierda argentina.

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    Juan

    08/10/2017 at 21:43

  7. Disculpe Profesor
    No penso en escribir un libro de nombre tipo
    «El Socialismo para mi»
    Donde detalle especificamente sus planteos, opiniones y criticas e indique de alguna manera hacia donde deberia ir la clase obrera
    Creo que seria muy interesante
    La Cagampora te felicito por tu nuevo blog

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    Sergio

    08/10/2017 at 23:02

  8. Mirando su punto de vista, usted aboga por la unidad de la clase trabajadora, algo que me parece muy bien desde el punto de vista estratégico de la unidad, pero ¿usted conoce bien a la clase obrera?, pues le diré que está integrada por distintos segmentos y estratos muy poco conectados. Pregunte en España cuando la visite el próximo año para que vea que nivel de solidaridad hay en un obrero de Bilbao sobre la situación de otro obrero en Sevilla, le importa un bledo, así como se lo digo. Esa idea de una clase obrera preocupada por el destino general de la clase obrera no creo que esté muy extendida, al menos aquí en España, y una clase obrera interesada en sepultar el capitalismo sí usted cree en ello apague la luz y vámonos, si es así como piensa está a años luz de la realidad. Y los sindicatos son reformistas no revolucionarios.
    Han sido otros factores los que han movilizado a la gente, y en este sentido ha sido el factor nacional muy importante, sobre todo asociado a la lengua; es por eso que los andaluces primeros inmigrantes, para citar un ejemplo, que viven en Cataluña no son independentistas en Cataluña, aunque no por ello son internacionalistas como usted pueda creer, soñar o aspirar, son nacionalistas españoles. En España, compañero profesor, desde mi punto de vista muy modesto no hay ni una clase obrera, ni ningún sector internacionalista o federal, si es que quiere llamarle así; en España la gente son nacionalistas casi en su inmensa mayoría, lo que ocurre es que el nacionalismo español (que es el hegemónico) no se proyecta como nacionalista, sino como la columna vertebral y el cancerbero que le da forma a este país que es plural, donde conviven distintos grupos con características muy propias, particulares y distintivas, pese a que la generalización de la cultura capitalista del consumo ha tratado de barrer esas diferencias, aunque no lo ha logrado del todo.
    Sin embargo, los hijos de esos inmigrantes económicos en Cataluña por una política que, después de la muerte de Franco dio a dicha Comunidad Autónoma ciertas libertades para que desarrollaran su lengua y como tal se cultivase en las escuelas, ha hecho posible que muchos, pero muchísimos de esos hijos de inmigrantes se consideren catalanes; el Sr Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de Diputados en Madrid es un buen ejemplo de ello, pero no el único.
    El gobierno español de derecha se ha ido dando cuenta de ello, y ha sido explícito al respecto; es notoria la frase del anterior ministro de Educación de España Wert cuando dijo en 2012: “Nuestro interés es españolizar a los niños catalanes”, ya lo tiene muy feo.
    Le comento todo esto porque, aferrarse a la idea numantina R que R de abogar por una unidad de la clase obrera, que está muy bien, pero que no existe y no se va a dar en estos momentos y tiempos (advierto que los dos términos temporales que empleo que son momento y tiempos los uso de manera distinta, el primero para ya, y el segundo en un plazo de 10-15 años) no lo veo una buena táctica, en lo adelante no se qué ocurrirá, no soy sabio, pero ahora esa unidad nacional de todos los trabajadores que forman los pueblos que habitan hoy la Península Ibérica no se va a dar. Cuando digo táctica le digo que una táctica no quiere decir que se renuncie a una estrategia, son y deben ser complementarias.
    La lucha creo que hay que propiciarla por barrios, por ayuntamientos, municipios, región, Comunidad Autónoma, etc, de abajo a arriba, desde la periferia hacia el núcleo, porque hasta ahora ha sido imposible “romper” y “fusionar” el núcleo que fue diseñado por la burguesía nacionalista española; es impensable hacer hoy algo a nivel de España; el techo de PODEMOS y de Izquierda Unida no pasa en sus mejores tiempos de 6 millones de personas y con eso usted no va a hacer nada en España, mientras que en otras regiones si pueden darse condiciones para romper el equilibrio que desde siempre ha favorecido a la burguesía.
    Yo no se lo que va a ocurrir en Cataluña mañana 10 de octubre, sí se declara o no la independencia, pero lo cierto es que Cataluña es la única región de España donde hoy se mueve algo, se puede lograr algo, se pudiera avanzar en algo, al menos hay la posibilidad.
    ¿En qué región de España se habla hoy de República? En ninguna, pues allí se habla de República, aunque todos sepamos que todo eso se puede quedar en el papel y en las buenas intenciones, como pasa casi siempre, pero se habla al menos de una República, ¿usted no sabe compañero que hablar de República en España es como decir que llega el comunismo?, imagine el atraso cultural que hay aquí entre la clase trabajadora, hoy solo decir en España que vas a hacer una República es altamente subversivo, por eso el grueso de las fuerzas represivas del Estado están allí acuarteladas, y en los pueblos y barrios de España fueron despedidas con el “a por ellos”.
    Es en ese sentido que el movimiento social catalán, que es muy amplio, que está organizado, motivado y pujante lo apoyo, después ya tendré oportunidad de criticarlo, si se hace una República con determinadas conquistas sociales serán para todos los que vivan en Cataluña, incluso para aquellos primeros inmigrantes andaluces y extremeños que merecen toda mi admiración y respeto, pero que aún adoran a su Rey (el Borbón), aún tienen arraigo sus sentimientos por el pueblo que dejaron detrás en Andalucía, al cual retornan en verano y donde han remodelado su vieja casa familiar; en otras palabras, no han dejado sentimentalmente de ser español, aunque él no sabe que ser español no le da más que si fuera catalán, él es lo mismo sea lo que sea.
    Termino, estas son mis apreciaciones, no soy nacionalista español ni catalán, pero yo no cuento en este mundo, vivo en la zona española de España (valga la redundancia) donde hay un nacionalismo español anticatalán asqueroso y repugnante. Iré incluso más lejos, empíricamente he podido apreciar más abiertas, dialogantes y menos cerradas a mis amistades catalanas independentistas que a la mayoría de mis amigos y familiares que son españoles.
    Gracias, si quiere no publique este extenso comentario, pero quería que tuviera una visión propia del fenómeno que esta abordando y que en el plano personal agradezco que lo haga.

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    N.M.R.

    09/10/2017 at 14:49

    • Soy consciente de que la clase obrera, en España y en el resto del mundo, está ganada por la ideología burguesa y el nacionalismo. Lo he planteado cantidad de veces; por caso, cuando analizo resultados electorales en los cuales más del 90% de los votos, por lo menos, van a partidos enemigos del socialismo.

      Ahora bien, no sé qué tiene que ver esto para que deje de explicar la necesidad de la unidad obrera; o la necesidad de romper con la ideología burguesa e individualista; o la necesidad de no exacerbar las pasiones nacionalistas, los particularismos, las divisiones étnicas, etcétera (y menos todavía, exacerbarlas con el argumento «favorecemos al socialismo y la conciencia de clase»). Y no son cuestiones de táctica. Son de programa y estrategias. Y antes de decidir una táctica hay que estar de acuerdo en los principios básicos. La táctica se subordina a las cuestiones de principios, y no al revés. Para bajarlo a tierra, no es posible contribuir a la ola nacionalista con el argumento «es una táctica para combatir al capitalismo». He visto estas aplicar estas políticas decenas de veces por parte de la izquierda. Siempre han llevado a resultados desastrosos.

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      rolandoastarita

      09/10/2017 at 15:01

  9. Astarita
    Ya le he contado esto, pero hoy es un día de semejanzas.
    Muy buenas a todos los compañeros de las CUP.
    Para Anna Gabriel en particular, por favor, hacerle llegar este mensaje.
    ¡Qué casualidad!, un día como hoy pero del año 1868 Cuba, a la sazón la colonia más rica de España (como Cataluña hoy) proclamó la independencia de España, fue Carlos Manuel de Céspedes en el antiguo Ingenio de azúcar La Demajagua, Manzanillo hoy provincia de Granma en esa Isla del Caribe.

    Pero más analogías:

    Aquellos cubanos que desde abril de 1869 (seis meses después de enunciada la independencia) ya estaban integrados en una República, que promulgaron en los campos (porque fueron expulsados por los españoles de las ciudades), solicitaron a la primera República Española de 1873 el reconocimiento como república.

    ¿Cuál fue la respuesta de aquellos primeros republicanos españoles ante la también primera República Cubana? Pues que NO la reconocían, desde un principio los republicanos españoles dejaron claro su postura anti-independentista ante los guerrilleros cubanos que participaban en la guerra de independencia que había iniciado Carlos Manuel de Céspedes en 1868, y que los cubanos bautizarían como la Guerra de los Diez Años.

    En respuesta a aquel agravio a principios de 1873, apareció en Madrid un folleto, publicado por José Martí (luchador anticolonialista cubano), recién llegado a la capital de la metrópoli en calidad de desterrado por sus simpatías con la aquella primera República Cubana; en un bello escrito, el también considerado héroe nacional cubano preguntaba, en un ensayo lleno de preguntas a los republicanos peninsulares: “Y si Cuba proclama su independencia por el mismo derecho que se proclama la República, ¿cómo ha de negar la República a Cuba su derecho de ser libre, que es el mismo que ella usó para serlo? ¿Cómo ha de negarse a sí misma la República?”. Martí Pérez, José. “La República española ante la Revolución cubana”. Disponible enhttp://www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/marti/espanola/index.htm

    En este aspecto es bueno destacar que ha existido históricamente una visión conjunta y una unidad monolítica, entre las fuerzas conservadoras y progresistas españolas, a la hora de hacer un frente común en post de la conservación de la integridad territorial de lo que han considerado la nación española, ayer, como imperio colonial y hoy, como estado imperialista vestido del ropaje de monarquía constitucional liberal burguesa.

    Aunque yo se que tal vez mis puntos de vista no le agraden, esto es historia. Al menos en este dato histórico esta de acuerdo ¿no?. Y ya se que saldrán los que dirán que aquellos eran republicanos liberales, bueno eran en la época lo que los comunistas hoy (perdón socialdemócratas trasnochados) que sueñan con el modelo de los países del norte de Europa (super consumistas, super capitalistas, super vividores del excedente de valor que se produce en el resto del mundo, super consumidores de energía, y otros muchos más super, ninguno de los cuales tienen que ver con un modelo alternativo al capitalismo) para implantar en España…y en Cataluña.

    Saludos

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    Ramón

    10/10/2017 at 06:29

    • ¿Cuba colonia = Cataluña colonia? ¿No pueden tener un poco de sentido de las proporciones?

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      rolandoastarita

      10/10/2017 at 08:32

    • Astarita
      Yo le admiro, usted lo sabe, sino no entrara en este Blog, pero lo que yo le he dicho no es que Cuba colonia sea igual a Cataluña colonia, era más bien hacer énfasis en la actitud de la izquierda ante una República catalana, era eso, básicamnete eso.
      Pero ya que usted me invita a dialogar, le digo: sí su mujer decide hacer una vida independiente después de años en pareja, ¿usted no la deja que se marche, la retiene, más usted que es un defensor del feminismo? ¿qué haría usted Astarita: la golpearía como golpearon a los catalanes el 1-O, le pondría un ejército de policías en su propia residencia para que no pueda marcharse?. Pues eso es lo que ocurre en Cataluña, no la Cataluña colonia sino la Cataluña que no quiere seguir formando parte de España. Y la izquierda, hasta coincido con usted, la izquierda española es machista (bueno aquí se habla en el argot popular de un tal «macho ibérico») no deja que Cataluña se marche.
      Un saludo cálido

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      Ramon

      10/10/2017 at 14:29

    • ¿Cómo me pregunta si estoy a favor del derecho al divorcio? Además, ya dije muchas veces que estoy a favor del derecho a la autodeterminación nacional. Usted leyó lo que escribí. ¿Por qué pregunta estas cosas? Sinceramente, estoy desconcertado.

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      rolandoastarita

      10/10/2017 at 15:43

  10. Estimado Prof Astarita, i con respecto al primer tema (el del nacionalismo de los demás):

    creo que con un ideario «elemental» no se puede entender lo que sucede, se limita el poder aprender de la realidad, y tampoco se pueden dar respuestas de clase desde dentro de las luchas reales. Siempre ha reclamado ver las cosas más allá de las simplificaciones «ortodoxas», pero en la dinámica de la emancipación de los pueblos sin estado, y más en concreto en el caso de la Catalunya de hoy, nos remite a un ideario «elemental». Pues, las cosas son menos elementales, y creo que el planteamiento final (de a a g) no tiene la coherencia interna suficiente.

    Segundo, evita tomar en consideración las elaboraciones políticas de aquellos que desde el marxismo han trabajado desde el campo de la emancipación nacional (por ejemplo. maurin, nin, la gente de la exLCR, o desde el anarquismo), o que se han posicionado, en un momento determinado, de forma diferente a la del marxismo «ortodoxo» (trotsky en los casos de catalunya i ucrania, mandel en el caso de los flamencos, lenin en 1919), o la elaboración de la IV Internacional en el caso actual de catalunya. Cuando escribe sobre economia no hace eso.

    Entiendo que es un tema difícil para un marxismo que solo toma en consideración la explotación como mecanismo de explicación de todo, pero precisamente esta dificultad remite a la complejidad. Una complejidad que llama a elaboraciones que vayan más allá de lo «elemental».

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    andreu

    10/10/2017 at 11:15

  11. En los mismos comentarios a esta nota se puede percibir la gran hegemonía que tiene la burguesía incluso en las actitudes e ideas de quienes se conciben marxistas.

    En el marxismo ha penetrado el «anti-imperialismo», el populismo y otros elementos extraños que han creado grandes edificios argumentales, con fraseología marxista, para justificar el abandono de lo elemental del ideario socialista.

    Su coartada: «las cosas son más complejas». Quieren presentar a quienes defienden lo elemental del ideario, la independencia de clase, el objetivo socialista, en fin: el ABC, como gente que no está entrenada en las graaaaandes cuestiones de estrategia y de táctica que estos Clausewitz y Sun Tzu de la revolución tienen tan claras.

    Sin embargo, la historia habla. Y los métodos y estrategias tan «inteligentes» que propone esta gente no ha tenido los resultados que dijeron que iban a tener. ¿Cómo lo solucionan? Se niegan a hacer balances.

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    La Cagámpora

    10/10/2017 at 11:59

  12. Pues si,Trosky tenia razon cuando prevenia acerca del ‘retroceso infinito’ de derechos obreros y sociales con la caida de la Urss y….Rosa Luxemburg acertaba al definir los ciclos revolucionarios con sus fases progesistas (reformas)y regresivas(Contrarreformas).El ciclo,de alcance planetario,iniciado en 1.917 (y ampliado en el 59 con Mao) sufre una regresion desde los ochenta del XX.La evidencia economica lo demuestra, y el retroceso en derechos politcos sociales e individuales lo confirma.?Hasta cuando la regresion? En mi opinion, hasta un nuevo hundimiento social (guerra o miseria generalizada) que afecte al primer mundo-Eurpa,OCDE,) con la correspondiente reaccion y ruptura politica popular.Un saludo.

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    antonio

    12/10/2017 at 12:58

    • Opino que el retroceso comienza con la reacción stalinista contra la revolución. Hacia mediados de los 1930 prácticamente no quedaban rastros del poder obrero en la URSS (trato estas cuestiones en la serie de notas sobre el giro, de fines de los 1920, hacia la colectivización forzosa, aquí y siguientes).

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      rolandoastarita

      12/10/2017 at 13:33

  13. Si seguramente el Stalinismo significo un retroceso claro.Pero yo tenderia a calificarlo como un menor impulso progresista.Menor con respecto a esa fase inicial de poder obrero hasta finales de los 20 que Stalin cierra y liquida. Usted es el experto en macro,pero fijese en esto:Stalin es reaccionario y totalitario en el area politica (partido unico y represion, es decir, es regresivo en una superestructura docial, pero la estructura economica-la determinante- no la cambia, no la retrocede, manteniendo la propiedad social de los medios de produccion y eliminando la privada.A mi entender, esa propiedad economica social (,ya sin el control obrero inicial lamentablemente)es la que hace que a pesar de la represion stalinista en el area politica, los datos economicos a favor de la clase obrera (salarios,vivienda,equipamiento, I.de Gini) sigan PROGRESANDO hasta la fase final de la Urss.No solo mejoran en los paises socialisatas sino tambien en la OCDE y sus Estados Sociales-LosTreinta Glorioros 1945-1975.Solo retroceden los datos economicos a partir de los ochenta.Un saludo cordial

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    antonio

    12/10/2017 at 16:44

  14. […] casi un año Rolando Astarita exponía unos puntos programáticos que siguen más vigentes que nunca y que son la única vía para superar […]

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