Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

¿Movimientos políticos sin carácter de clase?

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En el curso de los debates (en el blog) sobre el nacionalismo catalán, surgió la cuestión de su naturaleza de clase. Varios defensores del nacionalismo insinuaron que el movimiento independentista no tiene un carácter de clase definido; que es “popular”, ya que “son las masas” las que han salido a la calle.

Mi postura, en cambio, es que tiene un carácter de clase, que está definido por la estrategia y las direcciones de las organizaciones políticas que lo conducen. En otros términos, la composición social del movimiento político no es lo decisivo para su caracterización de clase. Es que si fuera por la composición social, cualquier partido con base obrera podría ser considerado entonces un partido obrero. Por caso, el Partido Justicialista en Argentina sería (o habría sido) un partido obrero. Sin embargo, el PJ fue siempre un partido burgués. ¿Por qué? Pues por su dirección, programa y política. Este es el criterio que también aplicaba Lenin. Por ejemplo, sobre el Partido Laborista de Gran Bretaña, Lenin negó que fuese la expresión política de los trabajadores organizados en los sindicatos, a pesar de que agrupaba a la mayoría de esos trabajadores. Escribió:

“Por supuesto, la mayor parte de los miembros del Partido Laborista son trabajadores. De todas maneras, si el partido es o no realmente un partido de los trabajadores no depende solo de la membresía de los obreros, sino también de la gente que lo dirige y del contenido de sus acciones y tácticas políticas. Solo estas últimas determinan si realmente tenemos delante nuestro un partido político del proletariado. Visto desde este punto de vista, el único correcto, el Partido Laborista es un partido totalmente burgués, porque, aunque está conformado por trabajadores, es dirigido por reaccionarios, y de la peor especie de ellos, los que actúan en el espíritu de la burguesía. Es una organización de la burguesía que existe para engañar sistemáticamente a los trabajadores con la ayuda de los Noskes y Scheidemanns (dirigentes del ala derecha de la socialdemocracia alemana) británicos” (“Speech On Affiliation To The British Labour Party Second Congress of the Communist International”, 6 agosto 1920; énfasis añadido).

Con el mismo criterio los marxistas han caracterizado revoluciones y otros movimientos políticos y sociales. Lo decisivo para definir su contenido de clase siempre fueron sus programas y direcciones. Por ejemplo, Marx y Engels caracterizaron la Revolución parisina de 1848 como una revolución burguesa, a pesar de su amplia base popular. De la misma manera, Lenin caracterizó la Revolución de febrero de 1917 como una revolución burguesa, a pesar de que los obreros y soldados fueron los actores decisivos de la lucha. Siempre el criterio decisivo es qué programa y qué dirección se imponen.

La importancia política de la caracterización correcta

Es difícil exagerar la importancia política de lo anterior. Es que las cuestiones tácticas son importantes, pero deben ser adoptadas en el marco de la caracterización correcta. Y esta debe formularse pública y abiertamente. Es el paso elemental y primero en la pelea por la independencia de clase.

Dicho en otros términos, una de las formas de fomentar la colaboración de clases es disimular el carácter de clase de organizaciones políticas burguesas o pequeño-burguesas. Lo mismo se aplica a movilizaciones o revoluciones. Por eso, los reformistas pequeño-burgueses, los conciliadores, los nacionalistas más o menos izquierdistas, siempre tienden a presentar a movimientos políticos de masas como si fueran a-clasistas, o de naturaleza de clase indefinida. Es la forma de apoyar, de hecho, programas y estrategias burguesas o pequeño-burguesas. Se trata de oportunismo, y de la peor especie. En el fondo, son conscientes de que si explicaran a los trabajadores el carácter de clase de esos movimientos o partidos, introducirían una cuña en el “frente de unidad nacional” que tanto aman. Y no podrían seguir embelleciéndolo; esto es, no podrían seguir vendiendo “espejitos de colores”.

Volviendo ahora al independentismo catalán, entre las formaciones políticas que han orientado el movimiento están Convergencia Democrática, Esquerra Republicana, Demócrats de Catalunya, Asociación de Municipios por la Independencia, Asamblea Nacional Catalana, Solidaritat Catalana per la Independencia, Reagrupament, Catalunya Sí y Catalunya Acció. Todas son formaciones burguesas o pequeño burguesas (o una combinación) por sus programas, direcciones, estrategias. A lo anterior sumemos la CUP, que tiene un programa pequeño burgués reformista, más o menos radical.

Subrayo, no es casual que los nacionalistas de izquierda se hagan los distraídos sobre el carácter de clase de la dirección del movimiento nacional. Lo cual se combina con su negativa a decir, también abierta y públicamente, que la independencia de Catalunya no disminuirá un milímetro la explotación de la clase obrera catalana. El primer silencio abona el terreno para el segundo silencio.

El espontaneísmo

Por último, digamos que no hablar del carácter de clase de movimientos, revoluciones, partidos, etcétera, alimenta todo tipo de ilusiones en el espontaneísmo. En este punto la idea dominante es que, dado que el movimiento, partido, organización, etcétera, no tiene un carácter definido, los revolucionarios solo deben presentarse como los más consecuentes luchadores por los objetivos “populares”, para ganar a las masas al programa socialista. La misma ilusión alimentó los infinitos entrismos realizados (no solo por trotskistas) a partidos y movimientos de masas. Típicamente, se piensa que las masas espontáneamente se inclinan hacia la izquierda y la movilización, y que por eso entrarán, tarde o temprano, en contradicción con las políticas “traidoras” de sus direcciones. Por eso, si la gente se moviliza detrás de banderas nacionales, el revolucionario intentará presentarse como el nacionalista más consecuente, en la esperanza de que, cuando las bases (que nunca han comprendido bien de qué iba la cosa) se vean defraudadas en sus ardores nacionalistas, adoptarán las consignas revolucionarias. Un agregado clave: para sostener esta táctica a lo largo de décadas, lo importante es no hacer nunca el balance de los repetidos experimentos tácticos.

En cualquier caso, a los ojos de estos revolucionarios “nacionales”, realizar caracterizaciones de clase, y hacerlas públicas, es siempre un estorbo. De ahí también la crítica que nos dirigen a los marxistas: no tenemos que importunar hablando de clases sociales o de explotación, y mucho menos de internacionalismo. Si lo hacemos, somos acusados de “dogmáticos” y “funcionales a la derecha”. En definitiva, la teoría marxista (materialismo histórico incluido, faltaba más) está muy bien para “los días de fiesta”, pero no sirve para “la vida práctica”. Es la “real-politik” llevada al extremo.

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¿Movimientos políticos sin carácter de clase?

Written by rolandoastarita

27/09/2017 a 17:08

22 respuestas

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  1. Estando de acuerdo con el fondo de la nota, me pregunto, como evitar el extremo contrario? Es bien conocida la tendencia de la izquierda a fraccionarse en grupos sectarios cada vez màs minusculos, que solo se diferencian, en muchos casos, por cuestiones tàcticas menores. En que punto las diferencias de estrategia, programa y direcciòn pasan de ser meras discrepancias puntuales y legitimas con el ideario socialista y marxista a ser diferencias que definen el caracter de clase de una organizaciòn? Quien pone el lìmite y donde? Con que criterio lo hace?

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    David

    27/09/2017 at 19:47

    • Coincido plenamente. El tema es que la unidad debe darse en torno a las cuestiones fundamentales; y tener mucha amplitud en la táctica política. Lamentablemente, muchas veces se desprecian las cuestiones fundamentales; incluso las acusaciones de «teoricismo» tienen que ver con ese desprecio.

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      rolandoastarita

      27/09/2017 at 19:59

  2. El movimiento nacionalista catalán es xenófobo y burgués, basta con leer sus reivindicaciones y promesas a la población: se insiste en la permanencia en la UE, la elevación de los niveles de bienestar para todos al no tener que contribuir con las regiones pobres, los catalanes podrán mantener la nacionalidad española y por ende serán europeos, ni a España ni a Europa les va a interesar marginar a Cataluña por su importancia para el capital europeo y español, Cataluña independiente sería uno de los países más ricos del mundo por renta per cápita, los países pequeños son los que mejor funcionan, Cataluña será un estado eficiente, próspero y viable como los son Dinamarca, Austria, … supondrá una regeneración política, máss transparencia, menos corrupción, mayor participación, tendrán mayores sueldos y menos paro por lo que las pensiones mejorarán, tendrán voz propia en las instituciones internacionales en un mundo globalizado, mejorará el deporte, …
    ¿Queda claro?

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    MANUEL RODRIGUEZ

    27/09/2017 at 21:08

  3. Estoy de acuerdo con todo lo que ha escrito en esta nota. Sin embargo, sigo sin entender las reticencias de tipo económico que usted mostró con respecto a la secesión efectiva de Catalunya. Comparto con usted que, además de hacer campaña a favor del derecho a la autodeterminación (y añado: sea unilateral o no, ilegal o no), también haya que hacer campaña (especialmente en la propia nación oprimida) para explicar a los obreros que la independencia no mejorará sus condiciones de vida ni disminuirá la explotación. Pero además usted afirmó que la independencia de Catalunya puede ser un factor de atraso económico y que aumentarían las rivalidades por la creación de más mercados nacionales en competencia proteccionista. En las últimas décadas se han independizado muchas naciones, pero ello no ha afectado en absoluto la internacionalización del capital ni ha supuesto un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas, por lo tanto, ¿en qué sentido la independencia de Catalunya supone un factor de atraso económico? ¿Ha aumentado la competencia proteccionista en las últimas décadas a causa de la constitución de nuevos Estados soberanos? Y si es así, ¿puede demostrarlo?
    Pienso que a veces se olvida que la cuestión nacional es un problema de naturaleza política, no económica. En sus dos anteriores notas se percibe una ligera tendencia hacia posiciones luxemburguistas (recordemos que en la cuestión nacional Rosa pecó de economicismo), aunque ya sé que usted no se opone a la celebración de un referéndum, ni tampoco a la independencia de Catalunya. En la cuestión nacional lo importante es educar a las masas en la igualdad nacional, con el objetivo de crear lazos políticos entre obreros de distintas naciones para constituir una organización revolucionaria internacional, cuya meta política es la fusión de todas las naciones en la sociedad comunista. Además, en el caso concreto de Catalunya, ocurre que el referéndum convocado para el 1 de Octubre desafía la legalidad constitucional española y todo el régimen político de la que emana. ¿No cree usted que es también favorable para la constitución de un movimiento proletario revolucionario la educación de las masas en el desprecio a la legalidad burguesa?
    Para finalizar, le recomiendo un texto publicado este verano por Línea Proletaria, un órgano de expresión comunista que, como usted, también insiste en la necesidad del balance de las experiencias históricas del movimiento comunista para su reconstitución ideológica y política.
    http://www.reconstitucion.net/Documentos/LP_1/Abajo_chovinismo_espanol.html
    Un saludo.

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    Arnau

    28/09/2017 at 12:53

    • Coincido en que en Catalunya no hay una razón económica (del tipo de la que existe típicamente en las colonias y semicolonias) detrás del reclamo de independencia. Pero no puedo hacer abstracción del aumento de las tendencias xenófobas y proteccionistas en Europa y otras partes. Y mi postura es totalmente opuesta a la de la izquierda que calificó al Brexit como un paso anticapitalista.

      De concretarse la independencia de Catalunya mucho me temo que se dé impulso a esas tendencias proteccionistas y nacionalistas también en lo económico. Incluso porque tomarían fuerza las corrientes más xenófobas y nacionalistas. Para ponerlo con un caso muy simple: no veo ninguna manera de que haya un programa de desarrollo económico progresista rompiendo con el euro y revirtiendo hacia una economía nacional, como plantea la CUP (como no veo esa posibilidad en la Gran Bretaña del Brexit; o en la eventualidad de un triunfo del Frente Nacional en Francia, etc.).

      Más en general, si Marx y Engels en el siglo XIX pensaban que la revolución socialista solo podía darse a nivel de Europa (o al menos, de varios países), esto es aún más válido hoy. No habría una Catalunya «socialista, abierta y ecológica» de la mano de la pequeña burguesía catalana. Mucho menos de la mano de Puigdemont y similares.

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      rolandoastarita

      28/09/2017 at 13:56

    • Algunos datos sobre Checoeslovaquia, la separación de «seda»: «Pol Antrás, expone textualmente en su artículo que “durante los cinco años que siguieron a la separación, la caída del volumen de comercio bilateral entre estos países fue de un mero 6,2% (y no del 75%, como algunos economistas afirman).” Créanme que por más que he buscado esta cifra del 6,2% no la he encontrado en ningún sitio. Pankaj Gemawhat, Profesor de IESE, explica que la caída fue de un 75%. Basado en este y otros estudios Jeffrey Frankel, profesor de Harvard, concluye que estadísticamente dos empresas situadas a ambos lados de una frontera comercian entre un tercio y dos tercios de lo que lo harían si esa frontera no existiera. El estudio Winners and Losers in Eu Integration: Policy Issues for Central and Eastern, de Helena Tang, indica que mientras antes de la ruptura el flujo comercial de República Checa a Eslovaquia era del 50% del total de sus exportaciones e importaciones, tras la ruptura este se había reducido en 1997 un 13% y seguía bajando. Y en la dirección opuesta, de Eslovaquia a República Checa pasó de un tercio, a en 1997, haberlo reducido en un 25%. Haciendo referencia al estudio más exhaustivo que existe en este tema, Fidrmuc and Fidmuc (1999) expone que el flujo comercial entre ambos estados en 1997 era 5 veces mayor que el normal que se da entre dos estados independientes, pero lejos del 13 veces mayor al normal que ambos disfrutaban en 1991, o incluso 7,5 veces mayor al flujo normal que se observaba en 1994 tras la ruptura. Basados en el estudio “Integration, Zerfall und Handel in Europa”. Zentrum für Europäische Integrationsforschung. Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität Bonn, cuatro años tras la disgregación de Checoslovaquia, las empresas eslovacas y checas vendían al otro lado de la frontera un 65% menos que antes de la separación. Según los datos del CIA World Factbook, en 2011, las empresas de Eslovaquia solo son capaces de vender en la actualidad a consumidores checos un 15% de sus ventas En el caso de Chequia este porcentaje se ha reducido aún más a sólo el 9%.» http://wilsonreplay.blogspot.com.es/2013/04/dos-mas-dos-son-mil-los-efectos.html

      Ahora díganos las cuentas para Cataluña y España ¿Ve en lontananza alguna recesión? ¿Se imagina quiénes serían los culpables para ambos bandos?

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      MANUEL RODRIGUEZ

      28/09/2017 at 14:28

    • Rolando, creo que usted se ha desviado totalmente de las cuestiones que he planteado en mi respuesta. No tengo nada que ver con la CUP ni con sus posicionamientos pequeño burgueses “radicales” y “antisistema”. Tampoco pienso que el Brexit suponga un “paso anticapitalista”. No sé qué he escrito yo que le haya llevado a deducir tal cosa. Usted insiste mucho (y con razón) en no tergiversar los argumentos de los demás, así que aplíquese el cuento.
      Coincido con el aumento preocupante de la xenofobia en Europa y otras partes, pero insisto, el nacionalismo se cura educando a las masas en la igualdad nacional. La independencia de Catalunya en sí no supone ningún avance para el movimiento proletario revolucionario, pero sí lo es la defensa decidida del derecho a la autodeterminación hasta sus últimas consecuencias.
      Añado que no he visto en el movimiento independentista catalán manifestaciones xenófobas (como se demostró en las manifestaciones posteriores al atentado en Barcelona) salvo casos aislados.
      Si su tesis es que la independencia de Catalunya llevará a mayores tasas de xenofobia y a aplicar políticas proteccionistas, quizá sea usted quien deba hacer balance de sus posicionamientos sobre esta cuestión en un futuro no muy lejano. Lo digo desde el respeto y sin ánimo de acritud.
      Un saludo.

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      Arnau

      28/09/2017 at 16:17

    • Intento responder lo que entiendo que me preguntan. Usted cuestionó mi dea de que «la independencia de Catalunya puede ser un factor de atraso económico y que aumentarían las rivalidades por la creación de más mercados nacionales en competencia proteccionista». Le respondo por qué pienso que es así. El proceso independentista está liderado por partidos burgueses y tiene el apoyo de la CUP. Pienso que el programa de estos partidos lleva a la exaltación nacionalista, implicará el aumento de la xenofobia y nacionalismo económico. No dije que usted tenga esas ideas, no lo conozco y no sé qué piensa. Sí hablo sobre estos grupos políticos. Y considero que el nacionalismo no se supera siendo más nacionalistas que los nacionalistas burgueses y pequeño burgueses.

      Defiendo el derecho a la autodeterminación sin por ello dar apoyo político al nacionalismo. Pienso también que la burguesía y la pequeño-burguesía independentista han exacerbado la pasión nacional todo lo posible, y de una manera artificial (Catalunya no es una colonia, ni está explotada, ni nada por el estidlo?. Considero que es una forma de reforzar el dominio ideológico sobre las masas trabajadoras. Y pienso asimismo que estas exaltaciones nacionalistas nunca llevan a buen puerto. Vamos a hacer el balance de esto, pero también tenemos muchos balances sobre lo que ocurrió con las exaltaciones nacionalistas en la historia.

      Tengo la intención de ampliar sobre los efectos ideológicos y políticos del nacionalismo en una próxima nota.

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      rolandoastarita

      28/09/2017 at 20:07

    • “El proceso independentista está liderado por partidos burgueses y tiene el apoyo de la CUP. Pienso que el programa de estos partidos lleva a la exaltación nacionalista, implicará el aumento de la xenofobia y nacionalismo económico.” ¿Existe algún país en el mundo que esté gobernado por un partido burgués que NO sea nacionalista? ¿Por qué los partidos nacionalistas de nación oprimida llevan a “un aumento de la xenofobia y nacionalismo económico” pero los de nación opresora no? Usted todavía no ha podido demostrarme que la constitución de nuevos estados soberanos en las últimas décadas haya comportado una regresión a economías nacionales proteccionistas. ¿Su tesis tiene alguna base material o se basa sólo en prejuicios?
      “Catalunya no es una colonia, ni está explotada…” ¿Entiende usted lo que es la opresión POLíTICA? Supongo que usted habrá leído en la prensa las medidas represivas del Estado español contra el referéndum: arrestos políticos, acusaciones de sedición, registros en imprentas, bloqueos de webs, las cargas policiales de hoy domingo 1 de octubre… ¿de verdad le parece que la opresión política que sufre la nación catalana ha sido exagerada por la burguesía catalana?
      “Considero que el nacionalismo no se supera siendo más nacionalistas que los nacionalistas burgueses y pequeño burgueses.” ¿Entiende usted lo que es educar a las masas en la IGUALDAD NACIONAL? ¿Entiende que ello supone la lucha contra todo PRIVILEGIO NACIONAL? ¿De verdad le parece eso una política nacionalista o se burla de mí? Supongo que si mi posicionamiento le parece nacionalista, también le parecerá que Lenin era un nacionalista: “No es marxista, ni siquiera demócrata, quien no acepta ni defiende LA IGUALDAD DE DERECHOS DE LAS NACIONES y los idiomas, quien no lucha contra toda opresión o desigualdad nacionales.” “Se nos dice que Rusia se disgregará en repúblicas aisladas, PERO NO DEBEMOS TEMERLO. Por muchas que sean las repúblicas independientes no tendremos miedo a eso. Lo importante para nosotros NO ES POR DÓNDE PASA LA FRONTERA DEL ESTADO, sino mantener la alianza de los trabajadores de todas las naciones para luchar contra la burguesía, cualquiera que sea la nación a que pertenezca.” “El proletariado de las naciones opresoras NO PUEDE LIMITARSE A FRASES GENERALES Y ESTEREOTIPADAS, repetidas por cualquier burgués pacifista, contra las anexiones y a favor de la igualdad de derechos de las naciones en abstracto. […] El proletariado no puede menos de luchar CONTRA LA RETENCIÓN VIOLENTA DE LAS NACIONES OPRIMIDAS dentro de las fronteras de un Estado concreto, y eso significa luchar por el derecho a la autodeterminación. El proletariado debe reivindicar LA LIBERTAD DE SEPARACIÓN POLÍTICA para las colonias y NACIONES OPRIMIDAS por ‘su’ nación. En caso contrario, el internacionalismo del proletariado quedará en un concepto huero y verbal; RESULTARÁN IMPOSIBLES LA CONFIANZA Y LA SOLIDARIDAD DE CLASE entre los obreros de la nación oprimida y los de la nación opresora; quedará sin desenmascarar la hipocresía de los defensores reformistas y kautskianos de la autodeterminación, que no hablan de las naciones oprimidas por ‘su propia’ nación y son retenidas por la violencia en ‘su propio’ Estado.” No quiero alargarlo más, pero no vendría mal tampoco repasar el posicionamiento de Lenin y de la socialdemocracia sueca con respecto a la independencia de Noruega, esa nación que disfrutaba de una “autonomía de extraordinaria amplitud”…como hoy en día Catalunya.
      Usted ha escrito líneas y líneas contra el nacionalismo catalán, pero muy pocas para atacar el nacionalismo español o para explicar por qué la defensa del derecho a la autodeterminación es una cuestión estratégica para el socialismo revolucionario, por qué es tan importante como MEDIACIÓN para constituir un movimiento proletario revolucionario internacional. Su actitud me recuerda a la defensa vacía que los socialistas de la II Internacional hacían del derecho a la autodeterminación. No creo que haga falta que le explique las consecuencias del fracaso de la II Internacional.

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      Arnau

      01/10/2017 at 20:26

    • a) La nota polemiza con aquellos que negaron el carácter de clase (burgués) del movimiento independentista. La nota sostiene, además, que esa posición no es inocente: es la típica de todos los que defienden la colaboración de clases. Por eso también comprendo su molestia con la nota.
      b) En el blog se ha criticado sistemáticamente a todo tipo de nacionalismos. ¿Por qué la nota enfatiza la crítica al nacionalismo catalán? Pues porque DESDE LA IZQUIERDA se ha embellecido al nacionalismo catalán. Cosa que, por supuesto, no ha sucedido con el nacionalismo español. Nadie que se reivindica de izquierda pretende hacer pasar la conciliación con un Rajoy y un PP por «política revolucionaria», como hacen los nacionalistas (a su estilo) con los Puigdemont y compañía.
      c) Por supuesto sé lo que es opresión política: es lo que define principalmente a una colonia o a una semicolonia. Categorías que no encajan para Catalunya.
      d) Es una mentira afirmar que en la nota niego el derecho a la autodeterminación. La nota precisamente cita de forma extensa un escrito de Lenin que defiende el derecho a la autodeterminación. ¿Por qué niega algo tan evidente?
      e) Pero al mismo tiempo que los marxistas defendemos el derecho a la autodeterminación, incluido el derecho a la separación, no alentamos el nacionalismo, la exaltación patriótica, ni la conciliación con «nuestra burguesía». Y le decimos a los trabajadores que la dirección y el programa del movimiento independentista es burgués; que la explotación no disminuirá un milímetro por el hecho de que Catalunya se convierta en un país independiente; y que no hay peor veneno que la conciliación de clases que alientan nacionalistas que posan de «leninistas» (si se siente aludido, no es casualidad).

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      rolandoastarita

      01/10/2017 at 22:31

    • Reconozco que me estoy empezando a sentir algo decepcionado con usted: evita las cuestiones incómodas que le planteo, lanza acusaciones sin fundamentarlas con lo que yo he expuesto e incluso afirma que he dicho cosas en las que me he expresado claramente en sentido contrario. Vamos por partes:
      1) Usted me acusa de pecar de nacionalista y de defender la colaboración de clases. Para empezar, en mi primera respuesta a esta nota he dicho claramente que estaba totalmente de acuerdo con lo que había expuesto usted en ella: es decir, comparto la caracterización de clase del movimiento independentista como un movimiento burgués. Veamos que más cosas he escrito: “…también haya que hacer campaña (especialmente en la propia nación oprimida) para explicar a los obreros que la independencia no mejorará sus condiciones de vida ni disminuirá la explotación” y “la independencia de Catalunya en sí no supone ningún avance para el movimiento proletario revolucionario”. Creo que son suficientes pruebas para demostrar que no hago ninguna concesión al nacionalismo catalán. Le invito a demostrar lo contrario.
      2) Sigue evitando la cuestión que le he planteado en mi primera respuesta. Usted afirma que la independencia de Catalunya puede ser un factor de atraso económico y que aumentarían las políticas proteccionistas, pero todavía no ha sido capaz de ponerme ni un solo ejemplo de nuestra historia reciente en el que poder fundamentar la relación directa entre ambos factores. Es más, la historia demuestra que a pesar de la constitución de nuevos Estados soberanos en las últimas décadas, no ha habido un incremento de las políticas de tipo proteccionista. Más bien todo lo contrario, lo que significa que no existe tal relación. Vuelvo a plantearle la misma pregunta incómoda que usted evita: ¿su tesis tiene alguna base material?
      3) Usted ha repetido en varias ocasiones que Catalunya no está siendo explotada económicamente como en el caso de las colonias y semicolonias. Totalmente de acuerdo. Pero usted parece resistirse a la idea de que Catalunya sí es una nación POLÍTICAMENTE oprimida, sencillamente porque el Estado al que pertenece no le permite ejercer su derecho a la autodeterminación (y no sólo con respecto a la secesión, si no también en asuntos menos radicales como la aprobación de un Estatuto de Autonomía elaborado y aprobado en el Parlament de Catalunya). A principios del siglo XX, Noruega disfrutaba de una “autonomía de extraordinaria amplitud”, en palabras del propio Lenin. Sin embargo, Lenin no negó en ningún momento que Noruega fuera una nación oprimida, ni afirmó barbaridades como que el movimiento independentista noruego había sido exacerbado por la burguesía noruega. Mi pregunta es: ¿niega usted que Catalunya sea una nación POLÍTICAMENTE oprimida?
      4) Yo no he dicho que usted niegue el derecho a la autodeterminación (de hecho, en mi primera respuesta afirmo lo contrario), lo que he dicho es que su defensa del derecho a la autodeterminación es una defensa VACÍA. Vacía de contenido socialista. Usted defiende ese derecho como lo defendería cualquier demócrata burgués (por ejemplo, un militante de Podemos), pero no explica por qué la defensa de ese derecho es una cuestión estratégica para el proletariado revolucionario, por qué su defensa constituye una mediación necesaria para la unión internacional de los obreros. No sé si no lo explica por ignorancia o por mala fe. Además usted demuestra reticencias a la independencia de Catalunya (factor de atraso económico, etc.). Como diría Lenin, usted teme a la secesión de Catalunya. Y esto me sirve para enlazar con el siguiente punto.
      5) La diferencia fundamental entre su posicionamiento y el mío, es que usted cree que la secesión de Catalunya puede ser un inconveniente para la unidad obrera o el desarrollo de un movimiento socialista revolucionario. Y si no lo cree así, no entiendo sus reticencias a la secesión de Catalunya. Mi tesis (y la de Lenin) es que ambas cuestiones son INDEPENDIENTES. La unidad obrera no depende de la independencia o permanencia de una nación, sino de la actitud que tome el proletariado consciente a ambos lados de la frontera nacional. Desde la nación opresora (o desde el extranjero) se debe hacer énfasis por el derecho a la secesión; desde la nación oprimida, luchar contra toda exaltación y particularismo nacional, haciendo énfasis en la permanencia. De esta manera los obreros de ambas naciones demuestran no tener prejuicios nacionales y se crean lazos políticos. Como escribió Lenin, “lo importante para nosotros NO ES POR DÓNDE PASA LA FRONTERA DEL ESTADO, sino mantener la alianza de los trabajadores de todas las naciones para luchar contra la burguesía.”
      Espero que si vuelve a responderme lo haga usted con honestidad, sin evitar cuestiones incómodas ni lanzar acusaciones falsas o sin fundamentar.

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      Arnau

      02/10/2017 at 16:13

    • Su condena al nacionalismo es meramente formal. Por eso digo que su postura, de contenido, es conciliadora con el nacionalismo.

      Para que queden claras las diferencias: yo hago eje, junto al derecho a la autodeterminación (que, al pasar, es un derecho burgués), en la crítica al nacionalismo. Usted hace eje en la educación en «la igualdad nacional». Yo enfatizo el carácter burgués del nacionalismo, sea catalán o español. Usted pone el acento en la opresión política. Yo hago eje en que Catalunya no es una colonia, ni una semicolonia, ni una nación explotada. Y critico a la izquierda que está vendiendo espejitos de colores con una supuesta independencia de Catalunya. Usted alienta esperanzas falsas en la gente al decir que es posible cambiar el contenido burgués de este movimiento. Yo digo que no hay ninguna esperanza de cambiar contenido alguno. Usted considera progresista haber dividido a la clase obrera de Catalunya entre nacionalistas catalanes y nacionalistas españoles. Yo considero que no hay nada de progresivo en esa división y la critico. Usted considera progresista exacerbar la pasión nacional («Catalunya oprimida»). Yo considero que lo que han hecho y están haciendo todos los que como usted alimentan la ola nacionalista es profundamente retrógrado. Y que llevan a los trabajadores a un callejón sin salida, el de apoyo de la clase obrera al Estado catalán. Yo sostengo que incluso desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas la independencia de Catalunya no va a producir ningún efecto positivo significativo. Más todavía si queda aislada, por fuera de la UE. ¿Qué salida es esa? Usted ni siquiera plantea la cuestión.

      Sinceramente, cuando me escribe que lo que escribo lo decepciona, me tranquiliza. No quiero tener nada que ver con esta exaltación nacionalista (que es acompañada desde Argentina por la izquierda nacionalista de todos los colores, incluida buena parte del trotskismo).

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      rolandoastarita

      02/10/2017 at 21:42

    • Como ya me he convencido de que usted no tiene ninguna intención de replantearse su posicionamiento (porque sigue sin contestar las preguntas incómodas que le planteo), al menos intentaré defenderme de sus acusaciones falsas:
      1) “Usted hace eje en la educación en la igualdad nacional”. Cierto. También lo hizo Lenin. Repase los textos del revolucionario en los que trata la cuestión nacional.
      2) “Usted alienta esperanzas falsas en la gente al decir que es posible cambiar el contenido burgués de este movimiento”. Falso. Lo que afirmo es que la defensa del derecho a la autodeterminación puede llenarse de contenido socialista; es decir, que puede usarse para los fines de la revolución socialista.
      3) “Usted considera progresista haber dividido a la clase obrera de Catalunya entre nacionalistas catalanes y nacionalistas españoles”. Falso. La compartimentación nacional de la clase obrera es una realidad material histórica, no algo que dependa de mis preferencias.
      4) “Usted considera progresista exacerbar la pasión nacional”. Yo no exacerbo nada. Catalunya es una nación oprimida del mismo modo que lo eran Noruega, Polonia o Irlanda a principios del siglo XX. Si Catalunya no fuera una nación oprimida, ¿qué sentido tendría siquiera defender la aplicación del derecho a la autodeterminación en este caso?
      5) “Yo sostengo que incluso desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas la independencia de Catalunya no va a producir ningún efecto positivo significativo”. Estoy de acuerdo, ¿en algún momento he dicho lo contrario? ¿Cuántas veces tendré que explicar que la cuestión nacional es un problema de naturaleza política y no económica?
      6) No me decepciona usted por su crítica al nacionalismo catalán, que comparto. Me decepciona porque está demostrando que utiliza los mismos métodos de debate que en su propio blog ha criticado.
      Un saludo.

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      Arnau

      03/10/2017 at 07:57

    • Preciso algunas cuestiones, brevemente.

      a) Lenin enfatiza la demanda de igualdad nacional en oposición al colonialismo y la opresión nacional. Que no es el caso de la relación entre Catalunya y el resto de España. Una discusión por impuestos no es una lucha por la liberación nacional, y tiene poco que ver con, por ejemplo, la lucha de Polonia por liberarse del yugo zarista. Hay que tener algún sentido de las proporciones.

      b) El derecho a la autodeterminación es un derecho burgués. Como tal, no puede cambiarse de contenido. Sí puede defenderse para avanzar la causa del socialismo (de la misma manera que ocurre con otras libertades burguesas). Pero eso ocurre cuando la defensa del derecho a la autodeterminación va acompañada de la defensa del internacionalismo, de la crítica a la exaltación de las pasiones nacionales. Por eso dije en la nota anterior que los marxistas defendemos la autodeterminación para debilitar al nacionalismo.

      c) Es cierto que la división nacionalista (catalanistas contra españolistas) de la clase obrera es una realidad. Es inevitable dado que la ideología dominante es la ideología de la burguesía y de la pequeña burguesía. Pero a esto agrego que la izquierda nacionalista ha hecho todo lo posible por mantener esa división. En ningún momento enfrentó esa división, llamando a bajar los decibeles de las pasiones nacionales. Incluso enfrentando el desgraciado discurso de «todo aquel que está en contra de la independencia de Catalunya es un españolista de derecha», o peor aún, «un fascista».

      d) Usted reproduce mi afirmación de que “incluso desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas la independencia de Catalunya no va a producir ningún efecto positivo significativo”, y dice estar de acuerdo. Pero esto hay que decirlo PÚBLICAMENTE. ¿Por qué? Pues porque es otra forma de enfrentar al nacionalismo. Pero esto es lo que NO dicen los nacionalistas de izquierda.

      Por último, sobre los métodos de debate, no sé a qué se refiere. Las diferencias entre nosotros son políticas, y ante todo ideológicas. No tiene por qué meter otras cuestiones.

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      rolandoastarita

      03/10/2017 at 09:04

    • a) Si usted de verdad cree que toda la problemática nacional entre España y Catalunya se reduce a una “discusión por impuestos”, entonces entiendo perfectamente su posicionamiento. Lo que no entiendo es lo siguiente: si no cree que existe opresión nacional y es todo un problema artificial, meramente económico ¿por qué defender el derecho a la autodeterminación para Catalunya? Todo se resolvería con una simple reforma de la financiación autonómica (que Montoro, Ministro de Hacienda de España, ofreció hace apenas una semana, y todo el mundo ignoró).
      b) El internacionalismo no se defiende como si fuera una consigna vacía. Se practica, precisamente, educando a los obreros en la igualdad nacional: luchando contra todo privilegio nacional y aplicando el derecho a la autodeterminación en todas las naciones oprimidas, hasta la secesión si es necesario. Es así como se CONSTITUYE la unidad internacional de los obreros, INDEPENDIENTEMENTE de las fronteras nacionales. La defensa y aplicación del derecho a la autodeterminación es la MEDIACIÓN necesaria para conseguir este objetivo. No sólo sirve para debilitar el nacionalismo (aunque ambas cosas están relacionadas). Lenin lo explica muy bien cuando habla del caso de Noruega: “La estrecha unión de los obreros noruegos y suecos y su plena solidaridad de camaradas de clase ganaban, al reconocer de este modo los obreros suecos el derecho de los noruegos a la separación. Porque los obreros noruegos se convencían de que los obreros suecos no estaban contagiados de nacionalismo sueco, de que la fraternidad con los proletarios noruegos estaba, para ellos, por encima de los privilegios de la burguesía y de la aristocracia suecas”.
      c) “La izquierda nacionalista ha hecho todo lo posible por mantener esa división. En ningún momento enfrentó esa división…”. Para enfrentar la división nacional, como muchas otras divisiones en el seno de la clase obrera, son necesarias MEDIACIONES, así que el anterior punto responde a éste. No es suficiente con luchar contra la exaltación y los particularismos nacionales.
      d) “Incluso enfrentando el desgraciado discurso de “todo aquel que está en contra de la independencia de Catalunya es un españolista de derecha”, o peor aún, “un fascista”.” Yo no estoy escribiendo un texto público en el que desarrollo todo mi posicionamiento sobre la cuestión nacional, le estoy respondiendo a USTED. Así que como comprenderá, no voy a hacer ningún comentario sobre las cosas en las que estamos de acuerdo. Comentaré con usted las cosas en las que estamos en desacuerdo. Creo que mis respuestas ya son suficientemente largas sólo haciendo lo segundo.
      e) Sobre el desarrollo de las fuerzas productivas le respondo lo mismo que en el anterior punto: frente a un nacionalista catalán sí que plantearía esta cuestión, pero frente a usted no es necesario, porque en esto estamos de acuerdo.
      f) Entiendo que sus notas se hayan centrado en criticar la izquierda nacionalista de nación oprimida (ya sea catalana, vasca o gallega) y todos aquellos que desde el extranjero simpatizan con ella (no sé si en Argentina son mayoría), pero le puedo asegurar que, en España, si de algo vamos sobrados, es de izquierda nacionalista española (incluida su ala “comunista”): esa que dice defender el derecho a la autodeterminación, pero a condición de que el referéndum sea pactado con el Estado español (Podemos), es decir, que Catalunya necesita el permiso de España para ejercer su derecho democrático a la autodeterminación; por no hablar de las organizaciones comunistas patrias que directamente se oponen a ello, llamando al boicot del referéndum (abstención o voto nulo).
      g) Sobre los métodos de debate. Usted ha evitado y evita la principal cuestión que le he planteado en mi primera respuesta y que he repetido en las sucesivas: demuestre, con datos y ejemplos de nuestra historia reciente, la relación entre la constitución de nuevos Estados soberanos y el aumento de políticas proteccionistas. Argumente por qué la independencia de Catalunya supone “un factor de atraso económico”, cuando ni afecta a la internacionalización del capital ni tampoco al desarrollo de las fuerzas productivas. No ha podido demostrar ninguna de estas dos afirmaciones suyas. No lo ha hecho y no lo hará, sencillamente porque esas afirmaciones se basan en prejuicios suyos. Pero evitar estas cuestiones me parece una actitud cobarde y poco honesta. Por no hablar de las acusaciones a la ligera que usted ha vertido sobre mí, frente a las cuales ya he demostrado su falsedad.
      Un saludo.

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      Arnau

      03/10/2017 at 14:41

    • A esta altura no tiene mucho sentido seguir esto. Aclaro alguna cuestión.

      a) El tema de los impuestos es planteado por los mismos independentistas. Lo cual contradice su afirmación de que no había cuestión económica de por medio. Por supuesto, nunca afirmé que el problema nacional se reduzca al tema de impuestos. Voy a ampliar en una próxima nota. Ahora solo afirmo que acuerdo con Mármora cuando sostiene que la construcción de la nación está indisolublemente ligada a la construcción ideológica y política de la hegemonía burguesa. Y en el caso catalán lo ideológico es predominante. Es predominante precisamente porque el independentismo tuvo que potenciar, a como diera lugar, un problema de opresión nacional (y en esto metieron también los impuestos).

      b) Sobre Lenin y el caso Noruega – Suecia, lo que reivindica es el principio de autodeterminación. No se pronuncia sobre si era conveniente la separación. Esta última cuestión debe decidirse en cada caso en particular.

      c) Es cierto que no es suficiente luchar contra la exaltación nacionalista y los particularismos (por eso reivindico el derecho a la autodeterminación). Pero una cosa es esto, y otra muy distinta es callarse frente a la exaltación nacionalista. Y no solo callarse, sino atacar a los que critican la exaltación nacionalista. Así como tratar de disimular el carácter de clase del movimiento independentista; o callarse frente a los «espejitos de colores» que está vendiendo el independentismo a las masas trabajadoras; o no decir palabra frente a trabajadores y estudiantes abrazando a la policía catalana (emocionante ejemplo de unidad nacional, Estado incluido).

      d) Sobre los efectos económicos de la constitución de nuevos Estados, no hay respuestas en general. En el caso particular de Catalunya sostengo que están dadas todas las condiciones para que la formación de una nación independiente catalana potencie el proteccionismo económico. La mayor «exportación» de Catalunya hoy es hacia el resto del Estado español; la exacerbación nacionalista española-catalana se inserta en esta relación; la integración en la UE estará puesta en duda; una parte importante del movimiento independentista (la CUP en primer lugar) plantea la ruptura con la UE en el mismo sentido que ocurrió con el Brexit. ¿Cómo no voy a tener el derecho a decir que, por lo menos, la formación de un país independiente puede significar un aumento del particularismo y del nacionalismo?

      Por último, muy bonitos sus insultos («actitud cobarde, poco honesta»). Sobre todo por lanzarlos desde la comodidad que le da el anonimato. Además, ¿sabe lo cómodo que es enfrentar a prácticamente toda la izquierda que aplaude a rabiar al nacionalismo catalán y está convencida de que está haciendo una revolución? Entiendo que la pasión nacionalista lo tenga un poco ofuscado, pero trate de controlarse.

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      rolandoastarita

      03/10/2017 at 15:39

    • a) No me ha quedado claro si usted cree que Catalunya es o no una nación oprimida.
      b) Yo tampoco he dicho que la secesión sea conveniente. Lo que afirmo es que esta cuestión es irrelevante, porque la unidad internacional obrera se construye de manera independiente a las fronteras nacionales. Lo que cuenta es la política defendida y aplicada por el socialismo a ambos lados de la frontera, no si una nación se independiza o no. Creo que en esto último se encuentra la diferencia fundamental entre nuestros posicionamientos.
      c) Yo no callo frente a quienes hacen concesiones al nacionalismo de nación oprimida. Pero usted no es uno de ellos, así que sobre esto no tengo nada que hablar con usted. Tampoco le critico por luchar contra la exaltación nacionalista. Creo que esto ya ha quedado claro. Le critico porque usted parece hacer depender la unidad obrera de las fronteras del Estado. También le critico por mostrar reticencias a la secesión que no tienen ninguna base material (“factor de atraso económico”, etc.), de manera que usted sólo apoya la secesión de manera formal, dando alas a la izquierda nacionalista de nación opresora.
      d) Lo que yo decía: usted sólo hace predicciones que no puede fundamentar con pruebas materiales. El movimiento independentista no es mayoritariamente proclive a abandonar la UE (a pesar de la CUP). Pero esta cuestión también me parece irrelevante. Se trata de una preocupación burguesa, pero yo soy comunista: sólo me interesa la constitución de un movimiento proletario revolucionario internacional con el horizonte puesto en la revolución socialista y la sociedad comunista. Movimiento que se constituye de manera independiente a los vaivenes de la política burguesa, actuando en todo caso sobre ellos.
      e) En ningún momento le he insultado o faltado al respeto. Lo que he hecho es valorar su actitud: ¿cómo llamaría usted a alguien que evita responder a una cuestión planteada en repetidas ocasiones? Si le tuviera delante, le habría dicho exactamente lo mismo (cosa que a veces hago con compañeros y camaradas).
      f) No creo necesario aclararlo, pero por si acaso: en absoluto pienso que el movimiento independentista catalán esté haciendo o tenga nada que ver con una revolución. Le aseguro que las pasiones nacionalistas no me afectan en absoluto. Ni siquiera soy catalán.
      Estoy de acuerdo en que no tiene mucho sentido seguir con este debate. Ambos hemos expuesto claramente nuestros posicionamientos. Si alguien ha estado siguiendo este debate, espero que haya sacado algo en claro.
      Un saludo.

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      Arnau

      03/10/2017 at 18:41

    • a) No creo que Catalunya sea una nación oprimida.

      b) Coincido en que si una nación se independiza o no, no es lo central, sino el derecho a la autodeterminación. Volviendo a Lenin, no se pronunció sobre si era conveniente que Noruega se independizara, sino puso el énfasis en el derecho a decidir. Lo mismo puedo decir hoy sobre el referéndum en Escocia; o sobre el derecho de Catalunya a la autodeterminación. Mi diferencia con ustedes, los nacionalistas, no es esa.

      c) Su crítica a las notas no cayeron del cielo. Lo que le ha molestado es la crítica al nacionalismo catalán contenida en las notas. En particular, he afirmado «Defiendo el derecho a la autodeterminación sin por ello dar apoyo político al nacionalismo. … la burguesía y la pequeño-burguesía independentista han exacerbado la pasión nacional todo lo posible, y de una manera artificial (Catalunya no es una colonia, ni está explotada, ni nada por el estilo). Considero que es una forma de reforzar el dominio ideológico sobre las masas trabajadoras. Y pienso asimismo que estas exaltaciones nacionalistas nunca llevan a buen puerto». ESTAS afirmaciones son el núcleo de mi posición, y son las que han suscitado sus críticas. Para usted, estas afirmaciones son sinónimo de reivindicación «formal» del derecho a la autodeterminación. En mi visión, es exactamente lo opuesto.

      d) Por eso sostengo que el movimiento socialista solo se puede constituir como fuerza independiente si critica a TODA ideología burguesa, incluida el nacionalismo.

      e) Usted no tiene derecho a insultarme por el hecho de que considere que no respondo a una pregunta suya.

      Efectivamente, hasta aquí llegamos.

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      rolandoastarita

      03/10/2017 at 20:05

    • Algunas afirmaciones que he hecho:
      “…explicar a los obreros que la independencia no mejorará sus condiciones de vida ni disminuirá la explotación”.
      “La independencia de Catalunya en sí no supone ningún avance para el movimiento proletario revolucionario”.
      “Yo tampoco he dicho que la secesión sea conveniente. Lo que afirmo es que esta cuestión es irrelevante”.
      Además he afirmado que el movimiento independentista es burgués y que esto no tiene nada que ver con una crisis revolucionaria. Típicas afirmaciones de un izquierdista nacionalista colaboracionista. Usted se empecina en encasillarme en ese grupo, ¿qué le voy a hacer? Supongo que así es más fácil para usted desviar la atención y esquivar mejor las críticas reales que sí he realizado hacia algunos de sus planteamientos. Al menos me consuela saber que si alguien nos está leyendo podrá verlo con claridad. Todo queda por escrito.
      Creo que las cargas policiales de este domingo pasado contra los votantes del referéndum unilateral de autodeterminación son una prueba bastante clara de opresión nacional. Conflicto que no tiene nada de artificial. Por supuesto que la burguesía nacionalista catalana ha puesto en funcionamiento toda la maquinaria propagandística para encender las pasiones nacionales. Pero esta propaganda no tendría ningún efecto si este conflicto social no tuviera una base material (o si hubiera un movimiento proletario revolucionario que la pudiera anular). Pero usted sólo es capaz de ver opresión nacional si va acompañada de explotación económica. Típico razonamiento del economicismo.
      Siento si le he ofendido. No era mi intención.

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      Arnau

      04/10/2017 at 11:21

  4. Por si interesa, dejo un enlace al articulo: «El apoyo a la independencia tiene raíces económicas y de origen social», publicado en el diario El País.
    https://politica.elpais.com/politica/2017/09/28/ratio/1506601198_808440.html

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    Averroes

    28/09/2017 at 14:19

  5. Sr. Astrita, amigos y amigas del blog. Apelo a que no se pierda de vista lo que está aconteciendo en estos días en Catalunya. La maquinaria represiva del Estado, como era de esperar, está actuando. No se descarta ningún escenario posible ante la reacción de gran parte de la población catalana después la actuación policial del pasado domingo durante la celebración del referéndum de independencia. Me valgo del carácter internacionalista de este blog para invitar a las personas que acuden al blog desde Catalunya que vuelquen en él sus análisis de lo que vaya sucediendo.

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    Averroes

    03/10/2017 at 13:00


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