Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Anticapitalismo reaccionario

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Cada vez más encuentro que hay marxistas que piensan que todo movimiento anticapitalista es progresista, y debe ser apoyado. Pienso que es un error. Es que un movimiento, o partido, puede ser anticapitalista, pero no por ello favorable a la clase obrera. Más concretamente, hoy existen movimientos que rechazan al capitalismo, pero para volver a regímenes precapitalistas. Precisemos que en  muchos casos ni siquiera buscan volver al sistema de propiedad pequeño burguesa (como pretendió siempre el socialismo pequeño burgués, criticado en El Manifiesto Comunista), sino a regímenes más primitivos. Esto explica que sean particularistas, exalten lo ancestral y endiosen sus fuentes étnicas (reales o inventadas). Lo principal, desde un enfoque marxista, es que no se identifican con la clase obrera moderna, ni buscan que esta tome el poder. Por eso también rechazan el internacionalismo.

Dada la exaltación nacionalista que por estos tiempos campea en muchos grupos de izquierda, conviene recordar la crítica de Marx a David Urquhart y su “clique de hombres sabios”. Urquhart y su gente se oponían tanto a los partidos oficiales y semi-oficiales como a los Cartistas, y buscaban romper con toda forma de sistema representativo. Eran lo que hoy podíamos llamar “radicales anticapitalistas extremos”. Pero su perspectiva era retrógrada. En palabras de Marx, Urquhart buscaba desenterrar “las verdaderas viejas fuentes legales de los tiempos anglo-sajones” y “reducir la moderna división del trabajo y la concentración del capital al viejo nivel anglo-sajón o, preferentemente, al de Oriente”. Era “un profeta que mira hacia atrás y está encantado con la vieja Inglaterra” (véase “The Association for Administrative Reform. – People’s Charter”, 5 de junio de 1855 (http://marxengels.public-archive.net/en/ME0904en.html#N179). Mutatis mutandi, consideraciones parecidas se aplican hoy a movimientos que son elevados a la categoría de “revolucionarios” por no pocos socialistas.

Naturalmente, los marxistas nos oponemos a la represión y la discriminación –muchas veces impregnada de racismo- de estos movimientos por parte del régimen burgués. Pero esto no debería llevar a ocultar el carácter reaccionario de sus propuestas y programa.

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Anticapitalismo reaccionario

Written by rolandoastarita

07/09/2017 a 12:02

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128 respuestas

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  1. Un aporte mas justo al debate actual sobre el accionar del grupo Ram en Argentina; seria imposible. Muy buena demarcacion de limites para pensar el solapado fanatismo. Muchos movimientos ancestrales de las etnias norteamericanas terminaron explotando casinos y dejando la retorica ancestral para algun museo ad hoc.

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    rperezorue

    07/09/2017 at 12:12

    • Simple pero preciso. Es un nivel de discusión que vengo teniendo con gente del FIT acá en Mendoza.

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      Mariano

      07/09/2017 at 13:32

  2. Profesor en Venezuela tenemos una larga lista de grupos que promueven prácticas reaccionarias «anticapitalistas». Como la agricultura urbana, las monedas comunales, un fracaso tras otro. Promueven soluciones precapitalistas para combatir al capitalismo. Incluso existe un ministerio del poder popular para la agricultura urbana. Ni siquiera abastecen sus propias comunidades, mucho menos un país. Estas propuestas han tomado fuerza con la instalación de la asamblea nacional constituyente. Tal vez le interese escribir algo sobre esto.

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    Victor

    07/09/2017 at 12:33

  3. hablando con precision, cuales son las propuestas de RAM q , en base a su analisis, son reaccionarias?

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    pedrogfleming

    07/09/2017 at 12:36

    • En la nota no mencioné a RAM. De todas maneras puede hacer un pequeño esfuerzo y cotejar la postura de Marx con lo que dicen los voceros de RAM.

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 12:40

  4. Rolo, no hacés una mención específica pero entiendo que este artículo viene a cuento de cosas que se vienen diciendo a partir de la lucha de la población Mapuche, y por extensión al conjunto de los reclamos de los pueblos originarios.
    Si es así, tengo una diferencia con lo que planteas.
    La crítica a los socialismos reaccionarios de todo tipo es correcta pero no aplica para los planteos de los pueblos originarios, fundamentalmente porque no plantean que la economía del planeta, ni del pais deba volver a algún tipo de forma anticapitalista.
    Sólo piden que se le reconozca la posesión de un territorio que le sirva como medio de producción, y donde desarrollar su cultura económica, social y política en forma autónoma. Incluso quien ha hablado con cierta posiciones anticapitalistas, Facundo Jones Huala, ha dicho que ellos tienen su proyecto comunitario (mencionó el texto de Marx sobre el Mir ruso) y que la clase obrera debería hacer su revolución. (FJH, no identifica su movimiento con la clase obrera, y estaría mal hacerlo) Pero, si hablamos de pueblos originarios en gral, hay que reconocer que pocos son anticapitalistas.
    Los reclamos de los pueblos originarios, me parece, se asemejan más a los de una nacionalidad orimida, o al de un colectivo de seres humanos que reclama el usufructo de un medio de producción para ganarse la vida (no tengo claro esto) y esa lucha, lejos de ser reaccionaria, me parece que debe contar con el apoyo de los revolucionarios. No como parte de un programa anticapitalista, sino como un reclamo más del programa mínimo.

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    Roberto

    07/09/2017 at 12:51

    • ¿Nacionalidad oprimida? La tierra se reivindica a partir de raíces étnicas, ancestrales. Además: «Nosotros somos mapuches, defendemos nuestra propia forma de hacer política, ni de izquierda ni de derecha, no nos interesa la política huinca». «Yo no soy extranjero, mis abuelos no vinieron en ningún barco». ¿Reivindicar el mir ruso? ¿Vale cualquier cosa? En definitiva, ¿qué tiene todo esto de progresista?

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 13:26

    • Para aportar al debate, los Mapuche (en singular, significa gente -che- de la tierra -mapu-) COMO PUEBLO-NACIÓN NO SON UN PUEBLO ANCESTRAL, ya que como tal, INVADIÓ LA PAYUNIA -sur de Mendoza y norte de Neuquén- de la mano de la resistencia realista en Chile DESPUÉS de las guerras de independencia (1.820), expulsando por la fuerza a sus habitantes ancestrales, LOS PEHUENCHE. Lo mismo hicieron con los TEHUELCHE que habitaban desde Aluminé-Pimeros Pinos (centro de Neuquén hacia el sur), expulsándolos a la cordillera de Santa Cruz. Es decir hicieron, COMO NACIÓN los mismo que hizo Roca y el gobierno argentino con ellos 55 años después. O sea que la «ancestralidad» mapuche en el territorio que hoy es Argentina es un RELATO autogenerado que sirve para justificar cualquier cosa. Además dentro de la tradición mapuche tampoco existe la propiedad comunal, ya que la tierra pertenecía al CACIQUE, que es quien la asignaba en función de sus propios criterios. Para terminar, en éste germen de PROPIEDAD PRIVADA que ejercían los mapuche, hay que tener en cuenta que éstos eran un pueblo sedentario y agricultor, mientras que los TEHUELCHES y PEHUENCHES eran nómades y cazadores-recolectores; sus lenguas tampoco eran las mismas, por lo que asimilarlos a los mapuche no tiene ningún asidero. Hay más para contar, pero con esta breve historia basta para ver lo de reaccionario que puede llegar a tener esta clase de planteos.

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      Mariano

      07/09/2017 at 13:52

    • Mariano lo que usted dice es pseudocientifico.

      Los mapuches no son ‘indios chilenos’, sino pueblos preexistentes. Esto significa que vivían en estos territorios antes de que existieran los Estados y que había mapuches en lo que hoy es Argentina, así como había tehuelches en lo que hoy es Chile. A su vez, las alianzas matrimoniales entre unos y otros y los desplazamientos producidos por el avance de los Estados sobre sus territorios dieron lugar a que muchas familias se identifiquen en el presente como mapuche-tehuelche, tal como ocurre en la actual provincia de Chubut

      fuente :investigadores nucleados en la Sección Etnología, perteneciente al Instituto de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires

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      benjamin

      07/09/2017 at 15:29

    • Precisamente, los matrimonios entre unos y otros significaba la aceptación INDIVIDUAL de las tradiciones de donde se asentaban. Como PUEBLO NACIÓN -de esto se habla- los Mapuche se introdujeron de forma INVASIVA -y violenta- recién DESPUÉS -y como producto de- las guerras de la independencia. Vaya a Malargüe en Mendoza y visite la zona conocida como Castillos de los Pincheira -sino busque en Internet si es más fácil para Ud.- y conozca su historia, y averigüe que fue del pueblo Pehuenche. Un dato: muchos pehuenches prefirieron morir de inanición en el secano pampeano, que ver a sus hijos esclavizados por los mapuche, que los habían expulsado de sus tierras de caza. Otra más, si se anima, pregunte en la cordillera santacruceña si algunos de los descendientes tehuelche se considera así mismo como mapuche. Se va sorprender con la respuesta, como me pasó a mí. Esto cuestión supera lo antropológico, sino que es PURA HISTORIA. Sólo hay que animarse ha investigarla sin anteojeras. Saludos.-

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      Mariano

      08/09/2017 at 12:54

    • mariano , cite las fuentes científicas de investigación de las barbaridades que dice.

      No puedo creer que Astarita permita este tipo de mentiras.

      Mi fuente es Sección Etnología, perteneciente al Instituto de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires.

      La de Mariano dichos

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      benjamin

      09/09/2017 at 14:14

    • «No puedo creer que Astarita permita este tipo de mentiras». No me considero con autoridad alguna para censurar «este tipo de mentiras».

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      rolandoastarita

      09/09/2017 at 14:59

    • «El proceso de araucanización de las pampas se refiere a la inmigración masiva de tribus araucanas al oriente de los Andes. Ahí conquistan y se mestizan con los indios locales, especialmente puelches y tehuelches. Comenzaron en el siglo XVIII como expediciones estacionales de abigeato conocidas como malones en la frontera sur del Río de la Plata, especialmente Cuyo, realizadas especialmente por huilliches y abajinos (también llamados llaneros). El primer gran grupo que se instaló permanentemente fue uno de huilliches procedentes de Valdivia en las Grandes Salinas, cerca de 1810.

      El auge de estas migraciones se da desde partir de 1818. La guerra civil había debilitado las defensas rioplatenses y esto es aprovechado por los ranqueles (mezcla de puelches, tehuelches y pehuenches) para iniciar un período de constantes malones. Pronto se suman contingentes de araucanos y algunos se involucran en la política local (como los 2000 conas que en 1821 apoyaron al exiliado chileno Carrera). Algunos grupos empiezan a instalarse permanentemente debido a la violencia de la «guerra a muerte» que se vive en la Araucanía, especialmente entre 1819 y 1824 ó 1817 y 1823. El más numeroso son los vorogas, quienes empiezan a cruzar los Andes en 1819 y se pasan los siguiente seis años en conflictos con Buenos Aires. Eran seis a siete mil personas, aunque algunos hablan de trece a quince millares. Incluían 1500 a 3000 lanzas, aunque probablemente fueran alrededor de dos mil. El profesor Roberto Edelmiro Porcel la cifrará hasta en cuarenta mil indios de lanza y chusma (guerreros y no combatientes, respectivamente).»

      Fuentes: Bechis, Martha (2008). Piezas de Etnohistoria del Sur Sudamericano, Madrid.
      Lugones, Manuel y Edmundo G. Correas (1970). Revista de la Junta de Estudios Históricos de
      Mendoza, Tomo 1.
      Porcel, Roberto Edelmiro (2007). La Araucanización de nuestra pampa: los tehuelches y
      pehuenches, los invasores mapuches, Bs. As.

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      Mariano

      15/09/2017 at 13:40

    • Sobre el rol de los chilenos Pincheira (resistentes monarquicos-católicos) en la articulación de la araucanización de las pampas:

      «En territorio nominalmente rioplatense, se instalaron en los valles de Varvarco, en el asentamiento de «Matancilla», ubicado a 6 km al norte del anterior―, en las lagunas de Epulafquen que llegaron a establecer un fortín, todo en el actual territorio noroccidental neuquino, alcanzando por el sur al río Agrio. En territorio nominal mendocino también tenían un asentamiento llamado «Atuel» o «Latué», que se ubicaba en las juntas del homónimo y el río Salado, cerca de Malargüe, zona donde estaban los llamados «Castillos de Pincheira», terreno rocoso que les sirvió de refugio. Otros asentamientos menores estuvieron en el norte de Neuquén (Colomichicó), al sur de Mendoza (Jirones, Payén Matru y El Manzanillo) y en La Pampa (Chical Có, Limay, Mahuida y Chadileo o «Isla de los Pincheira»).
      Las aldeas en los valles entre Varvarco y Epulafquen sumaban un total de 6000 habitantes entre cautivos, desertores, bandoleros, perseguidos políticos e indios amigos. De todos los refugios de estos «montoneros fronterizos», fueron los más seguros y estables gracias a sus defensas naturales y la fertilidad de sus valles. Permitirían a los hermanos y seguidores continuar operando una vez que Prieto consiguiera la aparente pacificación de la provincia de Concepción (Chile), trasladando sus operaciones a las pampas trasandinas, llegando a malonear puntos tan lejanos como Carmen de Patagones y Bahía Blanca.
      Su presencia fue detectada por las autoridades chilenas y rioplatenses, cuando Victoriano cruzó la cordillera con 600 lanzas y 22 guerrilleros de Picó para hacer un malón. Tomó algunos prisioneros, pero Miguel Miranda y otros pudieron escapar a Luján e informar de las posiciones guerrilleras.
      El aliado de los Pincheira y vencedor de tehuelches y puelches, el cacique Chocorí, ocupaba Choele Choel y lanzaba malones contra las estancias porteñas. Le seguían 2000 indios y blancos renegados.»

      Fuentes: Bandieri, Susana (2005). Historia de la Patagonia, Bs. As.
      Bandieri, S., Blanco, Graciela y Varela, Gladys (2006). Hecho en Patagonia, la historia en
      Perspectiva Regional. UNComahue.
      Varela, Gladys (1999). «Guerrilleros, caciques y bandidos en el Neuquén de la
      etapa republicana». Revista Etnohistoria. Buenos Aires: Equipo de Antropología y Arqueología.

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      Mariano

      15/09/2017 at 14:01

    • Para finalizar con los hnos. Pincheira y su rol en el fenómeno de «araucanización de las pampas» en el siglo XIX: «El aliado de los Pincheira y vencedor de tehuelches y puelches, el cacique Chocorí, ocupaba Choele Choel y lanzaba malones contra las estancias porteñas. Le seguían 2000 indios y blancos renegados. Los jefes guerrilleros contaban con muy pocos soldados, recursos y armas como parar armar ejércitos por su cuenta, así que movilizaron a los caciques aliados y la composición de sus huestes se volvió principalmente de guerreros araucanos.»

      Y para terminar, con respecto al pueblo Pehuenche y su destino en relación a los Mapuche:
      «Entre 1827 y 1832, una terrible sequía conocida como la Gran Seca afecto las pampas. Todos los indios a ambos lados de los Andes eran hipófagos y tenían grandes ganados de caballos y ovejas, la sequía les hizo mucho daño. Los oasis de la pampa seca, las lagunas saladas y algunas zonas del territorio ranquel se volvieron refugios ferozmente disputados. La mayor población debido a la entrada masiva de migrantes araucanos y la lucha por recursos agudizó los conflictos tribales. Así, las pampas eran sitio de una guerra triple. Primero, la ya mencionada que se daba entre las tribus por los escasos recursos naturales. Segundo, entre las guerrillas realistas -que esperaban la llegada de alguna expedición de refuerzo desde inicios de la década de 1820- y los independentistas republicanos….
      Masacre de Antical: En 1825 se produjo un conflicto interno entre los pehuenches de Malargüe (o Malal Hué) que resultó en la muerte del cacique gobernador Ñeicún, siendo suplantado por Antical, uno de los vencedores, con el apoyo del gobierno mendocino. Los derrotados al mando de Llanca Milla, solicitaron el auxilio de caciques de Chile, quienes enviaron fuerzas junto con 200 soldados al mando del oficial pincheirino Julián Hermosilla, logrando derrotar a Antical. El oficial reunió su tropa con los indios concentrados a orillas del arroyo de Mocum (río Agrio). La hueste de los caciques Toriano, Neculmán, Pavalaf, Yanquetrúz y Anteñir sumaba unas 5000 lanzas. Juntos tomaron las tolderías de Malal Hué y mataron a Antical. Durante esa campaña los caciques pincheirinos ofrecerán clemencia a los pehuenches de Antical si se presentaban sin armas a su campamento, pero cuando lo hicieron los masacraron sin piedad. Más de un millar de pehuenches, hombres, mujeres, niños y ancianos son asesinados.
      …los pehuenches quedaron derrotados. Se mantendrán apartados de los conflictos con los nacientes Estados hasta finales del siglo, aunque no de las guerras endémicas entre las tribus, siendo permanentes aliados de los salineros y los arribanos. Su principal cacique, Toriano, cruzó en 1830 los Andes con 1500 o 2000 guerreros pehuenches y huilliches, incluido Juan Calfucurá (c.1790-1873). Su objetivo era acabar con los vorogas que habían vencido a los pampas, tehuelches y huilliches, amenazando con unificar el territorio pampeano con un poder hostil. En noviembre devastó las tolderías de los vorogas con un feroz malón. Finalmente, en 1832 fue vencido y muerto por los ranqueles y vorogas de Cañiuquir y Yanquetruz. De sus 2000 seguidores tres cuartos volvieron inmediatamente al oeste de los Andes tras saber que se estaban atacando sus hogares, Calfucurá y unos pocos se refugiaron en tierras de los manzaneros…»

      Fuentes:
      Miranda, Sebastián. «Los mitos del indigenismo (parte I)» (http:// debatime.com.ar/los-mitos-del-in
      digenismo-parte-i/) (2013).
      Bechis, Martha (2.008). «Piezas de Etnohistoria…»
      Porcel, Roberto (2.007). «La Araucanización de Nuestra Pampa…»

      Para una compresión más completa y actualizada de la historia de los pueblos originarios en la región, se sugiere consultar las obras de las siguientes investigadoras:

      -Manara, Carla G. «Movilización en las fronteras. Pincheira y el último intento de reconquista hispánica en el sur (1818-1832)». Revista Sociedades de Paisajes Áridos y Semiáridos. Volumen II, año II, págs. 39-60. Universidad Nacional de Río Cuarto, junio de 2010.
      -Varela, Gladys & Carla Manara (1999). «Particularidades de un modelo económico de un espacio fronterizo nordpatagónico. Neuquén, siglos XVIII y XIX». Revista Quinto Sol, n.º 3: págs. 83-107. Santa Rosa (La Pampa): Instituto de Estudios Socio-Históricos de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa.
      -Varela, Gladys (1999b). «Guerrilleros, caciques y bandidos en el Neuquén de la etapa republicana». Revista Etnohistoria. Buenos Aires: Equipo de Antropología y Arqueología. Edición de María de Hoyos, Claudia M. Cóceres y Daniel B. Verniers.

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      Mariano

      27/09/2017 at 09:17

  5. Mientras escribía mi comentario anterior Victor subia el suyo.
    Estoy de acuerdo con lo opinión de este compañero, y la critica como socialismo reaccionario me parece correcta. Fundamentalmente porque esas propuestas (huertas comunitarias, monedas comunales, etc) aparecen como «soluciones» a los males del capitalismo

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    Roberto

    07/09/2017 at 12:57

  6. No me parece que apoyar la lucha de diferentes sectores de los pueblos originarios sea tomar su perspectiva como la linea política ideal para la totalidad de los proletarios. El problema surge cuando agrupaciones políticas «adaptan» sus programas para incluir en él las visiones de mundo precapitalistas que suenan bien para muchos individuos pertenecientes al mundo urbano y que idealizan no solo los pueblos originarios sino que manejan un concepto de naturaleza completamente mistificado. En este caso es interesante notar que fue el nazismo el movimiento de masas que mejor integró la propuesta de una nueva sociedad en harmonía con un ordenamiento natural mítico. Es más, fueron grandes impulsores de la agricultura familiar.
    Pero repito que para mi eso en un primer momento no tiene que ver con apoyar la lucha de sectores de los pueblos originarios y sus organizaciones autónomas, no hay que confundir solidariedad con apoyar el programa o extender su proyecto político al resto de la sociedad. Más preocupante me parece el uso que grandes grupos políticos pueden llegar a hacer de este tipo de visión de mundo, el nacionalismo es uno de los rasgos tribales todavía aceptados como natural y progresista por sectores de la izquierda.

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    lucas

    07/09/2017 at 13:20

    • Muy buen punto el que ud señala sobre la mitologia de la ancestralidad que suena bien al habitante urbano (que tal vez en algun viaje se cruzo con los rituales de las plantas medicinales y se olvido de mirar con mas detenimiento a sus promotores). Y tambien introducir la referencia al nazismo es una buena explicacion por paradojas. Al lado de este mundo mitico de la recuperacion ancestral puede correr una vocacion racista de las mas ramplonas.

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      rperezorue

      07/09/2017 at 13:38

  7. «Cada vez más encuentro que hay marxistas que piensan que todo movimiento anticapitalista es progresista, y debe ser apoyado.»
    Me interesa el «debe ser apoyado», ¿por qué no apoyar el reclamo por tierras de un pueblo originario? Que ellos le digan ancestral, o como quieran, pero son parte de los oprimidos en esta sociedad, y están reclamando poder trabajar la tierra para sobrevivir, tierras sobre las que, además, no reclaman su propiedad absoluta, sino que declaran estar dispuestos a convivir con otras comunidades de la zona, y con quienes la estén habitando actualmente (excepto Bennetton, claro). ¿Esto sería regresivo para la clase obrera? ¿En qué punto?

    ¿Cómo debemos abordar los revolucionarios el tema de los pueblos originarios? ¿Debemos dejar que el progreso capitalista los siga pasando por arriba y vaya dejando más «revolucionaria» clase obrera?

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    S

    07/09/2017 at 14:35

    • Los marxistas no reivindicamos la propiedad de la tierra en tanto «derechos de etnias». Ni hacemos distinción entre los explotados y oprimidos en base al criterio «estos descienden de los barcos, aquellos de los que vinieron en la balsa Kon-tiki». Mucho menos buscamos retrotraer la historia a etapas precapitalistas.

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 14:47

    • ¿Brindarles unos lotes de tierra a un pueblo originario para que los trabajen y no se mueran de hambre es «retrotraer la historia a etapas precapitalistas»? Pucha que se vuelve fácil del capitalismo…
      Repito, como revolucionarios, pienso que deberíamos apoyar el reclamo de tierras para trabajar de los mapuches, es una cuestión mínima, básica, de supervivencia.

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      S

      07/09/2017 at 14:57

    • «¿Brindarles unos lotes de tierra a un pueblo originario para que los trabajen y no se mueran de hambre es “retrotraer la historia a etapas precapitalistas”? ¿Dónde afirmé tal cosa? ¿Siempre argumenta así?

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 15:09

    • Es que está mal el debate desde el principio. La represión y el hostigamiento al pueblo mapuche (como antes al qom, por ejemplo) no se da en tanto estos son «mapuches», sino simplemente porque un grupo de personas no está respetando la propiedad privada. El tema de que sean mapuches abre mil debates en los que no creo que sea necesario meterse (anticapitalistas, ancestrales, etc.). El capital reacciona como reaccionaría ante cualquiera que cometa el delito de no respetar su propiedad privada, y nosotros deberíamos reaccionar en defensa de aquellos que no la respetan, o en defensa de aquellos que se vean perjudicados por la propiedad. El reclamo de los mapuches es, como ya dije, tierras para trabajar, y poco me importa si las piden porque sus «ancestros» vivieron allí hace un millón de años o si Facundo Jones Huala dice A o Z en una entrevista, o si son mapuches, tehuelches o qom. Importa lo que en realidad son, deposeídos que se rebelan.
      Los mapuches no están exigiendo volver atrás el tiempo, no están queriendo derrotar al sistema capitalista, quieren tierras para trabajar, por eso no entiendo qué tiene que ver su supuesto «anticapitalismo reaccionario», eso no es lo que está en cuestión en estos momentos en relación a la lucha de los mapuches en el sur y es la discusión que el artículo está proponiendo.

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      S

      07/09/2017 at 15:32

    • La nota no indaga en por qué se reprime a los mapuches (o a un sector de ellos). Por lo menos podría intentar entender de qué va la cosa. Para orientarlo: discursos como “Nosotros somos mapuches, defendemos nuestra propia forma de hacer política, ni de izquierda ni de derecha, no nos interesa la política huinca”. “Yo no soy extranjero, mis abuelos no vinieron en ningún barco”, exceden el marco de un simple reclamo de tierra. Y considero lamentable que gente que se llama a sí misma marxista no diga palabra sobre el asunto.

      Por otra parte, el programa sobre la tierra que defiende la izquierda, ¿se disuelve en casos particulares diferenciados por los orígenes étnicos de los reclamantes? Puesto de otra forma: ¿algunos tienen más derecho a reclamar porque sus antepasados vinieron en el Kon-tiki? ¿Los que descienden de españoles e italianos tienen menos derechos? ¿Qué les queda a los que acaban de llegar, por ejemplo de Siria? De nuevo, considero lamentable que en la izquierda se pretenda hacer pasar estos discursos como «anti-capitalismo progresista». Cualquier semejanza con los argumentos xenófobos que circulan hoy por los países europeos o en EEUU contra los inmigrantes NO es casualidad.

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 16:21

    • ¿Qué me importa a mí el programa de la izquierda? No adhiero a él. ¿Y de dónde sacó todas las barbaridades que dijo en el segundo párrafo? De lo que yo vengo escribiendo seguro que no.
      En lo real y concreto esto es un problema de tierras, de fuentes de trabajo, no veo adónde se ve excedido porque el «anticapitalismo» o la vuelta a etapas «precapitalistas» no son los reclamos de los mapuches.

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      S

      07/09/2017 at 17:24

    • «¿Qué me importa a mí el programa de la izquierda?» Está diciendo que lo de los mapuches es un problema de tierras, y no le importan los programas de la izquierda sobre las cuestiones de la tierra. Por supuesto, también pasa por alto los argumentos mapuches que he presentado más abajo. Bonita manera de reducir todo a «un problema de tierras, de fuentes de trabajo». Repito, en el argumento mapuche se pone en primer lugar un derecho étnico ancestral a la tierra. ¿No dice nada del asunto? Repito: ¿algunos tienen más derecho a reclamar porque sus antepasados vinieron en el Kon-tiki? ¿Los que descienden de españoles e italianos tienen menos derechos? ¿Qué les queda a los que acaban de llegar, por ejemplo de Siria? De nuevo, considero lamentable que en la izquierda se pretenda hacer pasar estos discursos como “anti-capitalismo progresista”. Cualquier semejanza con los argumentos xenófobos que circulan hoy por los países europeos o en EEUU contra los inmigrantes NO es casualidad.

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 20:04

  8. Tambien es reaccionario pensar por otros, que no son eurocentricos, usted y el marxismo piensa por otros, deje que ellos piensen como quieran, porque su modo de pensar marxista debe ser la forma universal.

    Como sabe como era el modo precapitalista de esos pueblos ?

    Pense que ya habiamos superado la metafisica occidental, Valen aun los universales? Vale aun la idea de progreso, vale aun la idea de eurocentrismo? vale aun la idea del siglo xix del marxismo para otras formas de pensar no occidentales?

    Viene el marxismo desde europa y dictamina desde la izquierda no reaccionaria como debe pensar un pueblo mapuche?

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    matias

    07/09/2017 at 15:22

    • Tratemos de mantener cierta coherencia. Ni yo pretendo pensar por usted, ni pienso que usted pretende pensar por mí.
      «¿Cómo sabe cómo era el modo precapitalista de esos pueblos?» Pero en la nota no digo cómo era el modo precapitalista, sino que era precapitalista. Y puedo agregarle algo: con un desarrollo de las fuerzas productivas mucho más atrasado que el capitalismo. En cuanto a rechazar una idea por «eurocentrista», está a tono con el nacional-populismo común a gran parte de la izquierda. No tengo mucho más que decir sobre eso.

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      rolandoastarita

      07/09/2017 at 16:11

    • Hablando de eurocentrismo, la cuestión identitaria también es un invento de la academia aglosajona y europea.

      El amarillo Ho Chi Minh dirigió la lucha contra el imperialismo colonialista con esas ideas «eurocéntricas» de Marx y Engels.

      La ciencia es necesaria porque las cosas no son como aparentan. El incaico combinado con capitalismo es más reaccionario que la democracia burguesa. Un sincretismo de lo peor.

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      Lucas

      07/09/2017 at 16:25

  9. Un indio que maneja un casino es un burgués que elige hacer prevalecer su ascendencia.

    La mayoría de las personas con ascendencia mapuche son obreros con los problemas que tienen los obreros más el plus de discriminación (como le ocurre al coya, o al qom, etc) en razón de su origen.

    Estos días declaró ante los medios una docente que se reivindica mapuche-tehuelche, es decir, que privilegia su pertenencia étnica por sobre su pertenencia a la clase trabajadora.

    Estamos ante una realidad que no es posible ocultar. El supuesto fin del proletariado se hizo carne en buena parte de la izquierda y coadyuvó a la emergencia de estas identidades. La discriminación por razón de su origen que sufren los indígenas, además, tiene el efecto de reforzar la identidad y de emblocar a quienes participan de dicha identidad.

    Pero que sea necesario pelear contra la discriminación no quiere decir deba hacérselo reforzando la identidad. La IC también era de la opinión de «La necesidad de luchar contra el panislamismo y otras corrientes de esta índole que tratan de combinar el movimiento de liberación contra el imperialismo europeo y americano con el fortalecimiento de las posiciones de los khanes, de los terratenientes, de los mullhas, etc.;»

    Recuerdo que Foucault en cambio sí reivindicó en su momento la revolución de los ayatollah.

    Son políticas totalmente diferentes.

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    Lucas

    07/09/2017 at 15:37

  10. Profesor, entiendo su argumentación. En términos estratégicos la reconstrucción de la propiedad comunal precapitalista es reaccionaria. Ahora, a nivel táctico, ¿cómo debería ser la posición marxista ante los reclamos de los pueblos indígenas o tribales? Usted menciona el caso, citado por Marx, de una organización británica que quería restaurar el antiguo derecho anglosajón. Ahora bien, en el siglo XIX un reclamo semejante ya era un disparate completo. En cambio, los pueblos indígenas frecuentemente reclaman el mantenimiento de formas de organización social que todavía existen aunque en forma muy degradada o la reconstrucción de algunas que fueron destruídas en épocas relativamente recientes, con frecuencia resultando en un deterioro de sus condiciones de vida. No se puede (y no digo que sea lo que usted propone) decirles «su reclamo es reaccionario, súmense a la clase obrera para luchar por el socialismo», porque de esa forma la reacción más probable que se puede obtener es el rechazo a las ideas socialistas, a las que seguirán viendo como un «invento de los blancos»

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    Pablo

    07/09/2017 at 16:04

  11. No puedo no recordar que el último cacique mapuche, el derrotado por Roca, Namuncurá, se convirtió en estanciero, con tierras que le regaló Roca, y en coronel del ejército argentino.
    Una asimilación de la oligarquía semiganadera mapuche a la oligarquía protocapitalista argentina.

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    santiago

    07/09/2017 at 16:24

  12. Astarita, que piensas de ecomomia planeada y big data? https://www.ft.com/content/6250e4ec-8e68-11e7-9084-d0c17942ba93

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    Ed

    07/09/2017 at 16:52

  13. Saludos, Profesor. Me genera este artículo la intriga de saber como debería ser la estrategia a seguir. Pues… Apoyar la causa mapuche (en sentido global, o sea su reivindicación y sus fundamentos etnicos religiosos), implica retroceder la causa revolucionaria a nivel general, pero no apoyarla implica tolerar la explotación del Estado y la burguesía transnacional. Es paradójico. Y es dificil encontrar un punto intermedio, pues los indios son oprimidos en la medida que asumen su etnicidad y su concepción del mundo, que vendría a ser suprimida por el huinca. Sin esa referencia, ellos no se verían como un sujeto colectivo unificado, pudiendo entonces asimilarse a otros oprimidos (obreros, mujeres, lgbt etc). Y lo cierto es que hoy por hoy, la resistencia al capital es muy tenue (pepsico es una excepcion en un movimiento obrero apaleado por la inaccion sindical y la amenaza de engrosar el ejército de reserva), por lo que es «tentador» ver una una esperanza en cualquiera que alza la cabeza contra el Estado del Capital, para que sea la palanca que impulse la lucha de los trabajadores en solidaridad. Tal vez ayude en la conciencia de clase, logrando autoreconocimiento de la fuerza que puede tener para llevar adelante las voces de los oprimidos. Es una forma de verlo.
    Saludos cordiales.

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    Juan

    07/09/2017 at 23:24

    • Dado mi aislamiento (no integro ningún partido u organización) no puedo proponer soluciones tácticas. Pero sí abogar por una postura de principio, esto es, por un marco en el que se ubique el discurso de la izquierda. El planteo básico: la solución de los problemas de las masas explotadas y oprimidas no pasa por reivindicar particularismos ancestrales, sino por la unidad de la clase obrera. En otros términos, lo mejor que puede hacer un obrero mapuche, un jornalero, un desocupado mapuche, es unirse a otros obreros, jornaleros, desocupados, sean descendientes de otros pueblos originarios, o de inmigrantes, o de lo que sea. No hay salida por el camino de exaltar lo étnico y la división («no me importa lo que les pasa a los huincas»).

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      rolandoastarita

      08/09/2017 at 09:07

  14. Astarita
    Usted y muchos marxistas idolatran a la clase obrera, ¿no se da cuenta que es una clase que por lo menos no es mayoría?, ¿no se da cuenta que es una clases que lo único que quiere es un salario mayor, tener una más participación mayor en la apropiación del excedente producido, que no es tan revolucionaria en ese sentido de lo usted y otros imaginan? Los obreros en todas partes luchan por tener acceso a la riqueza capitalista, cuando una empresa va a quebrar siempre dicen los comités obreros que ha sido por mala gestión de los capitalistas, y ya sabe cuando ellos han administrado algo (en todos los socialismo estatales que hemos conocido) les ha pasado lo mismo, como están en la competencia mundial el que no es eficiente (pagar menos a los obreros, tratar de vender lo más caro posible aunque sea a tu propio hermano, comprar lo más barato posible aunque sea a tu propia madre) sucumbe. Nadie aún ha podido salvarse de la «quema» del capitalismo. Por eso no idealice tanto a los obreros que en muchos lugares se comportan como una casta más de las que siguen habiendo en el capitalismo.
    Y los mapuches son dignos de admiración y veo que Maldonado se va a convertir en los 43 de México para Argentina. ¡Que viva el pueblo mapuche! que sus hábitos y modo de vida no son peores que el capitalismo que NO tiene nada bueno Astarita, ¡NADA!, cuando se retire del planeta y ya hay signos que la «siesta se acaba» nos dejarán como legado una tierra quemada donde habrá poco que hacer, si es que queda algo.
    Saludos y no se vaya a enfadar conmigo ahora.

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    Nardito

    08/09/2017 at 07:09

    • No idealizo a la clase obrera. En muchos textos he planteado que actualmente la mayor parte de la clase obrera, en Argentina y en el resto del mundo, adhiere a la ideología capitalista. Lo demuestran los resultados electorales, donde más del 90% de la población vota por fuerzas políticas enemigas del socialismo. Sin embargo este hecho no me lleva a sostener posiciones reaccionarias como la suya. La idealización de la vieja comunidad mapuche no conduce a ningún lado. El atraso de las fuerzas productivas no abre ningún futuro para la clase obrera; tampoco esos regímenes precapitalistas, dominados por caciques y similares. Pero soy consciente de que a usted estos argumentos le resbalan. Sin embargo, su comentario es muy oportuno: sintetiza la postura de la izquierda que estoy criticando. Por eso tampoco me puedo enojar con su posición. Es muy común en la izquierda. Estoy acostumbrado a escuchar y leer este tipo de discurso.

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      rolandoastarita

      08/09/2017 at 09:01

  15. Profe Astarita: Dado el debate sobre sobre si es pregresista que la izquierda apoye el reclamo de los Mapuche, me parece erronea de parte de integrantes de la izquierda, acompañar este reclamo Nacionalista-etnicista, no se puede retroceder la historia del desarrollo de las fuerzas productivas y volver a la propiedad comun de la tierra no abre ningún futuro para la clase obrera;porque un pueblo se obtiene en vivir con sus modos de subsistencia arcaica, no desarrolla la conciencia de clase de todos los oprimidos. Aca no existe unos oprimidos a si sean pueblos originarios o huinca (blancos) todos los asalaridos son explotados y en esto el capitalismo no discrimina etnia y nacionalidad -mapuches y descendientes de italiano y demas extranjeros – dado que la RAM posee un discurso ideologico muy etnitiscista y nacionalista y su principal reclamo se basa en su derecho ancestral y no como clase obrera, esto es muy reaccionario, recordemos que muchos mapuches hoy son asalariados y pequeños propietarios tierras.

    Yo creo que el apoyo de la izquierda debe no centrar el problema en el derecho ancestral de los mapuches,la cuestio de fondo es la propiedad privada – la solucion de los problemas que aquejan a los oprimidos no pasa por reivindicar particularismos ancestrales, sino por la unidad de la clase obrera. Yo creo que lo mejor que puede hacer un obrero mapuche, un jornalero, un desocupado mapuche, es unirse a otros obreros, jornaleros, desocupados, sean estos descendientes de otros pueblos originarios, o de inmigrantes, o de lo que sea. No veo una salida viable por el camino de exaltar lo étnico y la división (“no me importa lo que les pasa a los huincas”).

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    Víctor Hugo

    08/09/2017 at 10:22

  16. Ahhh aprovecho para invitar a los lectores del blog para la presentación en el GBA de la revista Propuesta Marxista con charla debate la charla “Ciclo económico y ajuste, estrategia socialista “a llevarse a cabo mañana 9/9 en la universidad de Quilmes, con la presencia de panelistas como Ariel Mayo, Adrian Piva y por supuesto el Profe Rolando Astarita a las 17:00 horas (Roque Sáenz Peña 352, Bernal, Buenos Aires).

    Un abrazo

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    Víctor Hugo

    08/09/2017 at 10:35

  17. Estimado Profesor, siempre reafirmo o aprendo algo de sus artículos. No formo parte de la izquierda populista, aunque simpatizo con los cros. del FIT, independientemente que no adhiero a todos sus planteos. Su postura en este caso me parece brillante, desenmascara abiertamente la incoherencia de algunos que se reivindican marxistas. Es real lo que Ud. plantea, la solución de las masas explotadas pasa por la unidad de la clase obrera, por eso soy trotzkista y reivindico el internacionalismo proletario. Lamento las tonterias a las cuales con acierto responde, pero no se inquiete, dice un antiguo refrán «Ni 10 sabios pueden convencer a un idiota»

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    Maria

    08/09/2017 at 17:37

  18. Buenas noches, Rolando. Va mi opinión.
    Decís que la izquierda argentina no puede de ningún modo apoyar el reclamo de pueblos originarios, porque se trataría de «movimientos que rechazan al capitalismo pero para volver a regímenes precapitalistas», que «exaltan lo ancestral y endiosan sus fuentes étnicas (reales o inventadas)». Que «lo principal, desde un enfoque marxista, es que no se identifican con la clase obrera moderna ni buscan que esta tome el poder», decís. «Por eso también rechazan el internacionalismo», continuás. ¿Un marxista debe apoyar reclamos sólo de personas, grupos o movimientos que reivindiquen la dictadura del proletariado y el internacionalismo? ¿No valdría la pena entonces, para un marxista, apoyar el reclamo de tierras por parte de pueblos originarios desamparados frente al Estado, terratenientes y empresas (pueblos originarios que, además, han sido arrojados a la deriva y hasta exterminados históricamente)?

    Voy a suponer que mañana, en Ciudad de Buenos Aires, un grupo de 1.000 desocupados en situación de calle se organiza reclamando la propiedad de cierto terreno (pongámosle privado) deshabitado. Parte del terreno lo usarían como lugar donde vivir y otra parte para trabajar la tierra y así tratar de «hacer unos mangos». En su lucha, se encuentran con que el Estado niega el reclamo apoyándose en la defensa de la propiedad privada. ¿Qué harías, Rolando? ¿Apoyarías el reclamo porque esta vez se trata de «proletarios» que no basan su reclamo en lo ancestral o étnico ni tienen constumbres antiguas? ¿O ni siquiera lo harías, dado que el grupo en cuestión no piensa en tomar el poder ni en el internacionalismo?
    Por otra parte, ¿de verdad creés acertada la comparación de los pueblos originarios con la crítica de Marx a David Urquhart? ¿No te permitís, a tu análisis, ubicarlo en un contexto de opresión de los pueblos originarios? Pienso en que caés en el más criminal dogmatismo en pos de conservar cierto «purismo» del marxismo. Porque, además, ¿qué retroceso implicaría, para la clase obrera, que la izquierda argentina apoye el reclamo de tierras por parte de pueblos originarios que no tienen dónde caer parados, FRENTE al Estado, terratenientes y empresas?

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    N

    08/09/2017 at 19:41

    • «Criminal dogmatismo» porque hago la crítica de la exaltación de las divisiones étnicas y el particularismo. ¿Qué tiene que ver esa crítica con no apoyar reivindicaciones democráticas, salariales, de seguros de desempleo, etcétera? Los mapuches exigen hoy la aparición con vida de Santiago Maldonado. ¿Cómo no voy a apoyar esa reivindicación? Es una demanda democrática justa y necesaria, no importa quién la reclame. Pero junto a esto digo que nadie tiene más derechos por provenir de alguna etnia (que para peor, por lo general son inventadas). Y critico el discurso del tipo “Nosotros somos mapuches, defendemos nuestra propia forma de hacer política, ni de izquierda ni de derecha, no nos interesa la política huinca”. O “yo no soy extranjero, mis abuelos no vinieron en ningún barco”. Ya lo he dicho, pero usted lo pasa por alto, como ha hecho prácticamente toda la izquierda. No es casual ese silencio. Como no es casual el silencio ante la reivindicación de un pasado que se embellece arbitrariamente y se presenta como superior al capitalismo, aunque no tenga nada de progresista. Puede verlo en comentarios en esta parte del blog (comentario anterior de Nardito). Un discurso característico en buena parte de la izquierda.

      Más en general, es realmente preocupante que militantes que se consideran de izquierda califiquen de «criminal dogmatismo» a la crítica de la xenofobia y de la exaltación étnica («tenemos más derechos sobre esta tierra porque nuestros ancestros son mapuches»). Son discursos terribles. Creo de todas maneras que estos silencios son acordes al enfoque nacionalista al que adhiere casi toda la izquierda argentina. Sinceramente, cuando leo cosas como la suya me siento más y más alejado de lo que está defendiendo el sentido común izquierdista. Ya cuando dije algo tan elemental como que la desocupación no puede desaparecer del sistema capitalista, fui criticado por «dogmático». Ahora soy criticado por algo básico, por rechazar las jerarquías por razones de etnias. ¿Cuál es el límite en todo esto?

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      rolandoastarita

      08/09/2017 at 20:07

  19. Querido Rolando: lo que critico de tu posición NO es la delimitación con los sectores que reclaman la tierra ni el rechazo a las jerarquías por razones de etnias. No has entendido. ¿Cómo voy a hacer algo semejante? Mi critica apunta hacia tu oposición a apoyar el reclamo de tierras, en el contexto actual, por los pueblos originarios CONTRA el Estado, CONTRA los Benetton, CONTRA los Chevron, etc, etc. Esa oposición es la que creo parte de un purismo ideológico peligroso. Creo firmemente en que puede apoyárselos en el reclamo de la tierra (insisto en que seguís obviando, al analizar, que son un sector oprimido y te perdés en sus creencias) al tiempo de criticar sus ideas, estrategias y todo lo que se quiera.

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    N

    08/09/2017 at 23:08

    • Pero lo que no se hace es criticar sus ideas, estrategias, particularismo, etnicismo.

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      rolandoastarita

      09/09/2017 at 00:24

  20. En esto último sí acuerdo con vos, Rolando; aunque sin dejar de sostener mi crítica hacia tu posición por lo ya mencionado.
    Abrazo y gracias por el ida y vuelta.

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    N

    09/09/2017 at 00:46

    • Para dejar en claro nuestras diferencias, te hago la siguiente pregunta. En tu opinión, frente a la explotación de Vaca Muerta por YPF, Chevron y Shell, el programa de la izquierda debería ser: a) volver a la comunidad mapuche porque la explotación capitalista es un retroceso absoluto; b) considerar la anterior propuesta reaccionaria y avanzar un programa de socialización a instrumentar por un gobierno socialista.

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      rolandoastarita

      09/09/2017 at 09:25

    • Tal vez no es solo esas dos opciones, porque no plantear un estado plurinacional como Bolivia o Canada donde forma de pensar el mundo como la mapuche puedan deciri dentro de un estado sus Formas de vida.

      Quien es usted astarita para decirles a un pueblo si es reaccionario o no? por que piensa que es mas progresivo su marxismo que la cosmovision mapuche?

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      matias

      09/09/2017 at 14:18

    • La alternativa (a) es la que de hecho están presentando hoy corrientes anti-capitalistas reaccionarias como las que critico en la nota. Alternativa que, por supuesto, no tiene punto que ver con un capitalismo desarrollado como es Canadá.

      Por otra parte, el derecho a pensar y escribir lo que se piensa acerca de programas y propuestas sociales no debería estar restringido. Así como hay gente que piensa que los modos de producción precapitalistas son más progresivos que el capitalismo, yo pienso lo contrario. Las razones las explicó Marx mucho mejor que lo que yo pueda hacerlo (puede consultar, por caso, El Manifiesto Comunista; también El Capital, aunque esto exige más estudio). De todas formas, comprendo su posición. Es la típica del socialismo reaccionario, en cualquiera de sus variantes.

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      rolandoastarita

      09/09/2017 at 14:57

  21. Hola. Coincido en líneas generales con lo señalado en el artículo acerca de la ausencia de crítica contra los discursos esencialistas. Me parece que hay que enmarcarlo en una situación más general de flaqueza crítica y, al menos por el momento, derrota. De cualquier manera, me parece necesario problematizar un enfoque (exageradamente, creo) evolucionista en relación al desarrollo de las fuerzas productivas.
    Para seguir con el ejemplo propuesto por Rolo: me quedan dudas acerca de lo beneficioso para la clase obrera de conjunto que resulta la explotación de Vaca Muerta en estas condiciones. De hecho implica la flexibilización de los convenios petroleros (y dejemos para otro momento las consideraciones ambientales). Esto no implica adherir a la reivindicación mapuche en sus propios términos.
    Tal vez sea pertinente pensar en conceptos como los de «cercamiento» (enclosure), originalmente formulado para referirse al proceso de cierre de los campos comunales en Inglaterra durante los siglos XVIII y XIX. ¿En qué se beneficiaron las clases trabajadoras con estos procesos?
    Reivindicar los desarrollos del capitalismo en cualquiera de sus formas ¿no implica un punto de vista teleológico?
    El desarrollo de las FP ¿tiene un único vector, una única forma histórica posible?
    El conflicto entre el desarrollo del capitalismo y lo comunitario ¿está perdido de antemano? Si es así ¿qué estamos discutiendo?

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    s.

    09/09/2017 at 16:41

  22. Interesante el tema. Comparto con vos Rolo las apreciaciones sobre el carácter reaccionario del programa indigenista, que eleva la determinación étnica por sobre la de clase, cuando quienes se reclaman indigenas en base a una cierta experiencia subjetiva-cultural participan objetivamente en relaciones capitalistas de explotación como clase obrera, más precisamente como una de sus franjas más pauperizadas. Entiendo que la reivindicación particularista, no articulada con un planteo de clase, solo sirve a efectos de introducir una división más al interior de la clase trabajadora (indígena/no indígena). Luego, desde un enfoque marxista, lo correcto sería convocar a quienes integran estos grupos a unirse al resto de la clase y pelear por lo que en el fondo quieren, que es lo mismo que cualquier trabajador: vivienda, salud, trabajo, en última instancia, emancipación de la clase explotadora. Ahora bien, si mientras tanto ellos reclaman que se les concedan ciertas tierras para trabajarlas y producir algun medio mas de subsistencia, cuál debería ser la posición de un partido marxista sobre ese punto específico? Se acompaña el reclamo, se mantiene una posición prescindente velando solo por el derecho al ejercicio de libertades democraticas como el derecho de protesta..? Si podés tirar unas líneas sobre eso, agradecidísimo.

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    anibal

    09/09/2017 at 19:31

  23. Muy en desacuerdo con esta entrada -será mi «anticapitalismo reaccionario», ponele-, particularmente porque con tal brevedad se eliden cuestiones elementales que, aunque no se formulen, están implicadas, de otro modo el texto no funciona.

    1. La universalidad de la clase obrera «aplicada» a los pueblos originarios implica llevarse por delante las particularidades históricas de estos pueblos, i. e., el genocidio étnico y cultural, la pérdida impuesta de lenguas, pérdida de la propia historia y significantes culturales, etc. Pretender que una multiplicidad de pueblos a los que se les despojó de la historia propia puedan, sin más, acomodarse en las filas de la clase obrera es una ficción del tipo liberal respecto de la igualdad jurídica; no tenemos los mismos problemas de tipo identitario y cultural.

    2. Citar sistemáticamente a Jones Huala, al decir de «ni de izquierda ni derecha», «mi abuelo no bajó del barco», para fundamentar la crítica al privilegio étnico, cuando el RAM representa una minoría absoluta dentro de los 200.000 descendientes de mapuches que se calcula en Argentina, cuando hay más de 1500 comunidades (no pueblos) registradas ante el INAI (quizá haya más)–, bueno, es un poco de mala fe. En el universo de las comunidades aborígenes hay posiciones políticas de todo tipo, los hay anticapitalistas, los hay kirchneristas, los hay «apolíticos», etc., es absurdo caracterizarlas como racistas por los dichos de una minoría absoluta por definición.

    3. La preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios es la formulación que dio NUESTRO sistema jurídico; así consta en el inc. 17, art. 75 de la CN (sobre atribuciones del Congreso Nacional), como en la Ley del INAI, en la Ley de Emergencia Indígena N° 26.160, etc. La argumentación de los pueblos originarios suele ser bastante más concreta, despojada de ese etnicismo que criticás: habitan y producen, tradicionalmente, determinadas tierras, y la propiedad moderna y capitalista de la tierra los expulsa a los núcleos urbanos. No interesan los argumentos étnicos, se trata de resistir la apropiación.

    4. La expulsión de pueblos originarios suele estar casi siempre asociada al avance de la frontera agrícola. ¿Es también reaccionario criticar el avance de la soja, que implica daños ecológicos enormes, que implica expulsar comunidades por la apropiación de su territorio?

    ¿Le parece Astarita que es tan sencillo? ¿Ninguna de estas observaciones le parecen cuestiones a tener en cuenta?

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    emi

    09/09/2017 at 21:22

    • Es imposible discutir con alguien que inventa. Por caso, ¿dónde afirmé que las comunidades aborígenes son «racistas»? ¿Dónde se niega en la nota que hubo apropiación privada de la tierra? (al pasar, ¿está enterado de que esa apropiación es PRESUPUESTO de TODO capitalismo?).

      En concreto, lo que he dicho es que existen anticapitalismos reaccionarios; y en Comentarios sostuve que hay discursos de los mapuches que son reaccionarios y etnicistas. Por eso la nota critica la exaltación étnica y el argumento «tenemos derechos porque no descendemos de los españoles e italianos». Son ESOS discursos los que sostengo que deben criticarse. Es ante ESOS discursos que la izquierda calla o, peor, los aplaude. Naturalmente, los argumentos de «nuestro» (qué bonito) sistema jurídico no vienen al caso en esta crítica que se encara desde el punto de vista del socialismo.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 01:01

    • «Alguien que inventa»; qué elegante, Astarita. A ver si se entiende esta vez, porque en esa respuesta tuya hubo bastantes más ataques que argumentos:

      1. Respecto del racismo. Criticás el argumento étnico, que es un argumento de hecho racista, no necesito que lo digas textual (que una etnia tiene prioridad sobre la propiedad que otra): cae de maduro. Yo te respondo que ese argumento es el del sistema jurídico argentino (no digo «nuestro» porque, aunque entiendas que refiero al marco jurídico que padecemos por compartir nacionalidad, se ve que igual jode; cosas de cada uno) y el del cabeza de termo de Jones Huala. Quizá no sabías que es el Estado argentino el que plantea ese argumento. Que el grueso de las comunidades aborígenes plantea el debate en términos de propiedad comunitaria de la tierra y ya, simplemente porque ésa es la propiedad que se enfrenta a la apropiación capitalista.

      2. Sí, Astarita, acabo de enterarme de la acumulación originaria, vivo en la ignorancia. Pero por favor, qué bajeza, es obvio que estoy presuponiendo esa noción respecto de la apropiación de la tierra en mi primer posteo; otro ataque, también muy elegante.

      3. «Esos» discursos son exactamente los del Estado argentino (de nuevo, leer inc. 17, art. 75 de la CN y leyes complementarias). El RAM sencillamente utiliza ESE argumento; el grueso de las comunidades, no.

      4. Dado que, en estos términos, TODAS las comunidades aborígenes de todos los pueblos reclaman la propiedad comunitaria de la tierra frente a la apropiación capitalista, TODAS esas comunidades son en ese sentido anticapitalistas

      5. Mi crítica a tu nota es que TODAS las comunidades aborígenes tienen reivindicaciones anticapitalistas y sólo una absoluta minoría utiliza argumentos basados en la etnia; el resto, defiende el territorio donde come. Y el sentido de esta crítica fue plantear que el fenómeno es mas complejo y que no se cierra la discusión citando argumentos racistas (yo digo que son racistas) de Jones.

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      emi

      10/09/2017 at 14:32

    • A la vista de lo que escribe no sé qué entiende de lo que dice la nota. De todas maneras:
      a) El argumento étnico (tengo más derecho por mis orígenes ancestrales) es racista. Pero no tengo derecho a afirmar que TODOS los miembros de las comunidades aborígenes defienden ese argumento. Por supuesto, el carácter racista del argumento no se modifica por el hecho de que lo afirme o niegue alguna legislación.
      b) No niego que la reivindicación de las comunidades pueda ser anticapitalista. Precisamente la nota lleva por título «anticapitalismo reaccionario».
      c) Sostengo que el programa del socialismo no puede ser reivindicar la propiedad comunitaria de la tierra por razones étnicas.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 16:01

    • «¿Es también reaccionario criticar el avance de la soja, que implica daños ecológicos enormes, que implica expulsar comunidades por la apropiación de su territorio?». Yo considero que sí, que es absolutamente reaccionario. Y es que entiendo que el avance de la producción capitalista sobre «la producción tradicional» es progresivo para la humanidad, por más cruel que sea el proceso de apropiación de tierras. Lo es porque impulsa el desarrollo de las fuerzas productivas y convierte a «las comunidades» en individuos sin diferenciación. De ese modo sienta bases para la asociación libre de productores directos. Es un avance absolutamente violento, y que genera muchas penurias, pero por eso es que el marxismo destaca el carácter contradictorio del desarrollo de las fuerzas productivas en el capitalismo. La crítica del marxismo pasa por la explotación del trabajo, y por la de recursos guiada por la hambruna de plusvalor en vez de por las necesidades sociales (necesidades de todo el conjunto social, no sólo de un grupo étnico). Y por esto su programa es socializar y no, en cambio, proteger las viejas comunidades. A veces las críticas al capitalismo no toman en cuenta estos aspectos y terminan creyendo que todo lo que vaya en contra de la.la.propiedad privada (ya sea regulaciones, nacionalizaciones, expropiaciones) son, automáticamente y por principio, algo positivo, progresivo. Considero que esto está en el centro del debate y son ideas centrales del marxismo, por lo que destaco que Rolando las exponga con la sinceridad y convicción con que lo hace.

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      Gus

      10/09/2017 at 14:34

    • Gus, yo entiendo eso que decís, no planteo un regreso a la explotación precolombina, hacer un fetichismo de otro estado de la técnica y de sus relaciones sociales. En todo caso, respecto de la frontera agrícola, es problemática no sólo porque despoja de la tierra habitada a determinadas comunidades sino porque implica un daño ambiental tremendo, de conjunto, con el desmontar las decenas de miles de hectáreas que se desmontan clandestinamente al año para extender la superficie cultivable. Sobre la significatividad de las condiciones medioambientales respecto de la reproducción del hombre ya se ha dicho bastante como para redundar.

      Así por ejemplo, podemos ver claramente que si una minera, por ejemplo en San Juan como fue tan comentada, derrama miles de litros de solución cianurada a las napas, hace inhabitable esa región, esa manera de desarrollar las fuerzas productivas no es progresiva, o al menos yo no puedo considerarla progresiva. No se trata de impugnar la minería, eso es una conclusión hippie absurda, pero el desarrollo de las fuerzas productivas trae consigo una determinada relación más o menos dañina con tal población. En determinados casos es criminal y corresponde criticarla. Algo de eso vio Engels en Inglaterra. De nuevo, no se trata de impugnar la agricultura moderna ni tampoco a la técnica transgénica en abstracto; en efecto implican saltos enormes de productividad. Sí es problemática cuando ese desarrollo implica poner en riesgo la integridad de conjunto tanto de la posibilidad de prolongar esa explotación como de la reproducción de la clase explotada, por los medios de reventar todo ecosistema por la sistemática soja. En fin, pongo en duda la idea de que todo desarrollo de las fuerzas productivas «valga», sin más.

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      emi

      10/09/2017 at 17:41

    • Gus dice: “¿Es también reaccionario criticar el avance de la soja, que implica daños ecológicos enormes, que implica expulsar comunidades por la apropiación de su territorio?”.

      emi responde: Sí es problemática cuando ese desarrollo implica poner en riesgo la integridad de conjunto tanto de la posibilidad de prolongar esa explotación como de la reproducción de la clase explotada, por los medios de reventar todo ecosistema por la sistemática soja

      Antes de hablar sobre transgenicos agricultura mineria o shale oil, deben informarse desde la ciencia.

      Pero la critica es mas compleja, ni siquiera en un sistema socialista se podrian resolver problemas ecologicos. Acaso ustedes piensan que porque no exista la propiedad privada etc etc No se van a necesitar alimentar a 7500 millones de personas? Cuales fuentes no contaminantes creara la ciencia Socialista?

      Repito hay problemas como la ecologia, las minorias, mujeres homosexuales, indios, etc que no se resuelven ni siquiera en el mediano plazo por mas socialismo que haya.

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      matias

      10/09/2017 at 18:29

    • Emi, su argumento del peligro ecológico es válido. Pero la propuesta no puede ser: entonces mantengamos las fuerzas productivas raquíticas de las comunidades indígenas. Esa no es una propuesta racional, porque de esas fuerzas productivas raquíticas y aisladas se desprende atraso de todo tipo (económico, social, intelectual, etc.) La propuesta superadora del socialismo (y aquí va también la respuesta a Matías) es la de poner la producción bajo control social y poder tomar esas decisiones en función de los intereses del conjunto social y no en función de acumular capital. No es cuestión de no producir por no poder, sino que es cuestión de decidir social y democráticamente si correr o no los riesgos que implica producir con soluciones cianuradas cerca de cursos de agua y en áreas periglaciares, decidir para qué y cómo, es decir tener la posibilidad de aplicar las tecnologías de punta que impliquen el menor impacto posible, y que puede que no se apliquen en la actualidad por cuestiones relativas a rentabilidad, a inseguridad jurídica, a patentes, etc.

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      Gus

      11/09/2017 at 20:43

  24. Una aclaración: cuando digo que algunos colectivos no tienen «los mismos problemas identitarios y culturales» que esa clase obrera universal me refiero a, por caso, la comunidad trans argentina, con su conocida esperanza de vida en 35 años. ¿Puede decirse sin más que sus particularismos son boludeces reaccionarias y que corresponde que se encolumnen detrás de la clase obrera y ya? De nuevo, ¿no es un poquito más complejo?

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    emi

    09/09/2017 at 21:28

    • Pero justamente la comundiad trans apunta a que deje de considerarselos como algo diferente y a que se puedan fundir con «la clase obrera universal», a igularnos en tanto personas, más allá de nuestras diferencias sexuales. Es la antípoda del reclamo de reconstruir viejas identidades comunales. Por eso uno es un reclamo progresivo y el otro es reaccionario

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      Gus

      10/09/2017 at 14:42

    • De hecho reivindican en términos simbólicos que se acabe con el binarismo llamado cis y sean reconocidas la multiplicidad de identidades trans; en términos estrictamente materiales, sí, su inclusión en el mundo del trabajo. Pero de ambas condiciones no se puede deducir una mera universalidad sino que requieren determinadas luchas políticas particulares que en algún momento habrán de reunirse en una universalidad. Por lo pronto, las discusiones al interior de esos colectivos dan cuenta de particularismos, porque hay cosas más urgentes y muy particulares para ocuparse antes de considerarse, finalmente, ante la universal explotación del trabajo.

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      emi

      10/09/2017 at 18:27

  25. Rolando, demoré en ver tu respuesta y sucedieron otros comentarios al respecto. Voy a responder a tu pregunta sobre si «a» ó «b».
    Las reivindicaciones que se lanzan desde las comunidades mapuches o pueblos originarios en general, es reaccionaria; por cuanto se pretende devolver el desarrollo histórico hacia atrás – y, es claro, partiendo desde lo étnico y/o ancestral-. Un verdadero marxista no puede obviar eso. Entonces, puesto en términos generales, el programa ante la situación que planteaste debe ser la socialización (partiendo de la unidad de ese sector junto con la clase obrera).
    Releyendo nuestro intercambio di cuenta de que hubo confusión de parte de ambos, y en primer lugar mía por malinterpretar varios puntos tuyos. Quiero dejar claro lo siguiente: lo único que critico de tu artículo es lo que noto una oposición (sabrás corregirme si malinterpreto) a acompañar al sector ya mencionado en su lucha por la tierra contra el Estado, los Benetton, Chevrón y cía. A mi entender, ese acompañamiento debe existir obligatoriamente, en unidad, con nuestro programa y delimitándose de posiciones reaccionarias. En resumen: frente al capital -y con nuestro programa- a muerte con todo sector oprimido.

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    N

    10/09/2017 at 00:41

    • Una cuestión central: los marxistas podemos apoyar una reivindicación aunque no estemos programáticamente de acuerdo con ella. Doy un ejemplo histórico (la experiencia del socialismo ayuda a pensar las tácticas): en 1917 los bolcheviques aceptaron aplicar el programa agrario de los socialistas revolucionarios aunque, estratégicamente, no estaban de acuerdo con el mismo (y era un programa mucho más avanzado de lo que presentan hoy las comunidades indígenas). El mensaje fue «consideramos que este programa no soluciona los problemas de los campesinos, no es nuestro programa, pero haremos juntos la experiencia» (y esa experiencia se haría desde el poder de los soviets).

      La aclaración «NO es nuestro programa» es fundamental. La meta del programa agrario del socialismo no puede ser la propiedad privada de la tierra, así sea la llamada propiedad comunal. Menos puede ser la reivindicación de esa propiedad a partir de la exaltación del particularismo étnico. Es desde este enfoque que el socialismo puede apoyar reclamos de indígenas. Agregando que en tanto no se revolucionen las condiciones de existencia (que deben estar vinculadas al desarrollo de las fuerzas productivas y la planificación socialista) NO habrá solución a la miseria y la postración de los campesinos pobres (y menos de los jornaleros). Decir con todas las letras que la vuelta a un pasado comunal no es salida, y menos todavía en tanto se mantenga el sistema capitalista. En otros términos, decir que bajo el actual modo de producción capitalista se va a reproducir infinitamente la misma miseria en la que está sumergida la mayoría de los pueblos originarios. No hay que engañar a la gente con espejitos de colores, ni hacer demagogia de izquierda barata (y para colmo, divisionista).

      Por supuesto, la postura con respecto a las inversiones capitalistas se ubica en el mismo encuadre. El programa del socialismo NO pasa por cerrar las empresas capitalistas. En una nota reciente mostré los datos de la concentración del capital (aquí). Nuestro programa no es cerrar las grandes corporaciones (¿para volver a la pequeña propiedad?) sino ponerlas bajo administración de un Estado de los obreros. De nuevo, en estas oposiciones vuelven a aparecer las dos posturas: la que defiende un programa anticapitalista reaccionario, y la que defiende un programa anticapitalista progresista.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 10:17

  26. Compañero profesor Rolando Astarita
    Quisiera preguntarle sobre el último libro de Michael Roberts «La Gran Recesión». ¿vale la pena comprarlo? ya se que siempre todo escrito enseña algo, pero me refiero a sí es un libro que aborda más allá de la coyuntura actual (la que se originó a raíz de la crisis del 2008), aspectos teóricos que lo hagan trascender el momento actual.
    Gracias si por favor puede darnos su opinión. Se lo pregunto porque cuesta tan caro (y no esta libre aún en la red) tanto como lo que yo gano en un día que para tomar una decisión su opinión es muy importante.
    Gracias

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    Rodolfo Crespo

    10/09/2017 at 13:08

  27. Al igual que lo dejé planteado yo, ¿acordás con apoyar su reclamo de tierra contra el Estado y los capitalistas, dejar que este pequeño sector haga la experiencia de la producción a pequeñísima escala, pero señalando sus bases y limitaciones reaccionarias desde un programa socialista?

    «No hay que engañar a la gente con espejitos de colores, ni hacer demagogia de izquierda barata (y para colmo, divisionista)» y «El programa del socialismo NO pasa por cerrar las empresas capitalistas. Nuestro programa no es cerrar las grandes corporaciones sino ponerlas bajo administración de un Estado de los obreros. De nuevo, en estas oposiciones vuelven a aparecer las dos posturas: la que defiende un programa anticapitalista reaccionario, y la que defiende un programa anticapitalista progresista»: ¿a tu criterio, qué sector/es del marxismo en nuestro país tiene/n un horizonte anticapitalista reaccionario?

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    N

    10/09/2017 at 15:00

    • «¿a tu criterio, qué sector/es del marxismo en nuestro país tiene/n un horizonte anticapitalista reaccionario?». La crítica es específica: he criticado el silencio de la izquierda ante los argumentos «anticapitalistas reaccionarios» (tenemos derecho porque no descendemos de los conquistadores, y semejantes).

      Sobre los reclamos, no creo que el socialismo debiera con «en general» cualquier demanda de división de la tierra en propiedades según jerarquías étnicas, máxime en condiciones del atraso y la postración. Lo cual no niega la solidaridad frente a los desalojos, avasallamiento de derechos y libertades, etcétera.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 16:07

  28. La critica que usted no puede asumir es la de los universales, la que en marx hay una metafisica.

    Pensar que otras formas de pensar el mundo. Usted piensa que hay una sola humanidad. Los mapuches son son occidentales. Imaginemos un mundo socialista donde no hay naciones, ¿Por que pueblos no occidentales como los mapuches tiene que pensar que todo lo que usted piensa es mejor, porque deben pensar en categorias como clase obrera, avance, progreso, etc etc etc?

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    matias

    10/09/2017 at 16:46

    • «¿Por que pueblos no occidentales como los mapuches tiene que pensar que todo lo que usted piensa es mejor, porque deben pensar en categorias como clase obrera, avance, progreso, etc etc etc?»

      Esto es absurdo. Nadie puede ser obligado a pensar en forma contraria a la que piensa. Tomemos la cuestión de la propiedad privada de la tierra, por caso. Los defensores del sistema capitalista consideran que es natural que haya personas que se arroguen la propiedad privada de una parte del planeta. ¿Cómo puedo obligarlos a pensar que lo que pensamos los marxistas es mejor? Lo mismo sucedía con los defensores de la aristocracia: pensaban que por derecho natural los terratenientes del viejo régimen tenían derecho a la propiedad de la tierra. ¿Quién podía obligarlos a pensar que lo que pensaban los revolucionarios franceses, por ejemplo, era mejor? Y lo mismo se aplica a los que reivindican la propiedad privada de una parte del planeta por razones étnicas. Por supuesto, lo mismo se aplica a cualquier otra noción. Por eso, en el mismo sentido que usted lo hace, cualquiera puede sostener que no se puede obligar a un racista a pensar con categorías que manejamos los no racistas (por ejemplo, que el mismo concepto de raza no tiene sentido).

      En definitiva, por eso también una revolución toma medidas con las cuales mucha gente no está de acuerdo por su manera de pensar. En particular, una revolución socialista acaba con la propiedad privada de la tierra, a pesar de lo que piense alguna minoría de reaccionarios. Y acaba con la clase capitalista a pesar de los que piensen que las clases sociales no existen. O impulsa el desarrollo de las fuerzas productivas a pesar de que los reaccionarios quieran devolvernos a los tiempos de las carretas. O promueve el avance del conocimiento científico a pesar de lo que piensen las iglesias, chamanes, brujos, astrólogos y similares.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 18:01

    • «En definitiva, por eso también una revolución toma medidas con las cuales mucha gente no está de acuerdo por su manera de pensar.»

      Eso es metafisica, y luego de Nietzsche ya cambio un poco al menos, la gente no esta de acuerdo por su manera de pensar dice usted, no me refiero a la gente, sino a un grupo no occidental, no a un grupo de gente que piensa diferente y es como usted blanca que viene de europa y tiene una forma de vida cultura y pensamientos de mas de 2000 años desde grecia a la actulidad occidental europeo.

      Puedo entender que haya poblaciones con otra categorias desde fuerzas productivas propiedad privada progreso etc una vision completamente diferente del mundo?

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      matias

      10/09/2017 at 18:19

    • No sé dónde quiere llegar. Si hay gente que no quiere aprender álgebra, por ejemplo, con el argumento de que es un invento traído a estas tierras desde afuera, está en su derecho. Lo mismo se aplica a cualquier otro avance de la ciencia. Si alguien rechaza la física de Newton, o la teoría de la relatividad, o la teoría darwiniana de la evolución, etcétera (la lista es interminable) porque «es ciencia traída desde fuera», está en su derecho. Y en la eventualidad de una revolución socialista, esto se podría respetar. Por ejemplo, se podría otorgar algún territorio para que viva a su manera a la gente que quiera hacerlo sin utilizar ningún adelanto que no se haya generado desde estas pampas. Más aún, los afectos a la tierra nativa podrían poner en práctica el asunto desde ahora (al pasar, usar la computadora para mandar comentarios estúpidos a un blog, ¿no es propio de gente blanca que viene de Europa?).

      Claro que lo que decide hacer la mayoría de la población es una cosa muy distinta. La mayor parte de la gente encuentra muy confortable que se utilice el álgebra, la física newtoniana o de la relatividad, etcétera (y la lista es interminable) y seguirá haciéndolo, a pesar de las protestas de los oscurantistas. Estos han existido en toda época y lugar.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 18:34

    • Justamente pienso en las minorias, no decido por ellos. ellos lucharon por siglos contra occidente perdiendo claramente. La ciencia tambien es una interpretacion, ellos tal vez no la quieren ni siquiera.

      Pido mas que respeto por otras formas de habitar.

      El socialismo sigue la logia de la metafisica occidental de lo universal del progreso de la ciencia como nueva religion.

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      matias

      10/09/2017 at 18:43

    • Seguramente «las minorías» apreciarán su apología de la ignorancia y el atraso.

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 21:31

  29. Guarda Rolo que también puede haber un «revolucionarismo progresista».

    Los pueblos originarios pre-existentes a los Estados no están disputando un proyecto de nación ni de mundo que afecte lo que podamos hacer lxs socialistas en el mundo occidental.

    La alianza con ellos es estratégica por cuestiones socio-ambientales y porque nuestros enemigos son los mismos. Después lo que cada uno resuelva hacer en su territorio es una cuestión de autonomía. No hacemos la revolución socialista para cambiar los Estados nacionales por otros Estados nacionales o supra-nacionales, sino para ABOLIR los Estados y en todo caso reemplazarlos por federaciones de comunidades autónomas. ¿O no estamos de acuerdo?

    Veo perfectamente posible, e incluso imprescindible, que en un mundo pos-capitalista la mayoría de las tribus que fueron víctimas de genocidio con el colonialismo tengan acceso a territorios donde puedan desarrollar su modo de vida, siempre y cuando no sea insustentable a nivel ambiental ni basado en la explotación hacia su interior o de otras comunidades.

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    La Cagámpora

    10/09/2017 at 21:41

    • No veo ninguna posibilidad de «alianza estratégica» con el anticapitalismo reaccionario. Por caso, ¿cómo es posible pensar que el marxismo hiciera alianza con el socialismo feudal con el argumento «tenemos el mismo enemigo»?

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      rolandoastarita

      10/09/2017 at 22:52

    • Si hablamos en general de «anticapitalismo reaccionario» estoy de acuerdo. Es lo mismo que el socialismo feudal en el Manifiesto. Soy marxista. Estoy de acuerdo.

      Pasemos a lo concreto en Argentina. Existen cientos de comunidades originarias en el país. Están en la primera línea de batalla contra el extractivismo y el desmonte. Su modo de vida ES PROGRESIVO en este contexto de emergencia ambiental donde necesitamos proteger el monte que nos queda, con su biodiversidad y su capacidad de absorber CO2 (entre otros servicios ambientales). Lo mismo con las comunidades campesinas, que son pocas pero también las hay.

      Lo que está enfrente de ellos, y ahí es donde hablo de enemigo en común, es el gran capital que quiere borrarlos a ellos del mapa para plantar soja, sacar petróleo o alguna otra actividad depredadora que no es progresiva en términos de desarrollo, si no que contribuye a seguir serruchando la rama en la que estamos sentados. Y de ahí la cantidad de represión estatal y paraestatal a estas comunidades, y el hecho de que recientemente en el senado se aliaron macristas y peronistas para votar en contra de la prórroga al asentamiento de estas comunidades, dejándoles expuestas al desalojo. Son cientos de estas comunidades en el país.

      Creo que está bastante justificado ahora lo que dije antes sobre alianza estratégica: es en el marco de la lucha por mitigar y sobrevivir el cambio climático, que tiene que ser central para cualquier proyecto revolucionario. Si no has investigado sobre el cambio climático por favor hacelo, Rolo. Es fundamental para cualquier proyecto que queramos encarar en este siglo.

      La burguesía nos está llevando a un cataclismo medioambiental global que tiene la potencialidad de extinguirnos o, por lo menos, de provocar un colapso civilizatorio. Estos son conclusiones científicas a nivel NASA, no especulaciones irresponsables o estudios marginales. Cada hectárea desmontada para sembrar soja es una derrota del proletariado, porque significa un agravamiento de la posibilidad de los humanos de seguir viviendo en este planeta. De ahí que las comunidades que están protegiendo el monte, sean originarias, campesinas o incluso hippies, pasan a ser aliados estratégicos del proletariado, sino para un proyecto de sociedad, sí por lo menos para luchar por la supervivencia. Para transformar la realidad primero hay que sobrevivir. En ese contexto estamos.

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      La Cagámpora

      11/09/2017 at 07:55

    • «Existen cientos de comunidades originarias en el país. Están en la primera línea de batalla contra el extractivismo y el desmonte. Su modo de vida ES PROGRESIVO en este contexto de emergencia ambiental donde necesitamos proteger el monte que nos queda, con su biodiversidad y su capacidad de absorber CO2 (entre otros servicios ambientales)».

      Es con esta idea que discrepo. El capitalismo a nivel mundial está dañando el planeta. La salida que proponen algunos es retrotraer las fuerzas productivas al siglo XVI o XVII. El programa que debería levantar el marxismo es avanzar a la socialización de las fuerzas productivas. En el fondo, es el mismo problema planteado por Marx y Engels en su crítica a los socialismos reaccionarios.

      Agrego que esta discusión toca los fundamentos mismos de la crítica del marxismo al capitalismo. Conecta, además, con la larga discusión que he tenido con el trotskismo acerca del «estancamiento crónico»; con los marxistas «nacionales» que rechazan la globalización para volver las fuerzas productivas a los marcos nacionales; y con los socialismos pequeño burgueses, que oponen la pequeña propiedad capitalista a la gran propiedad.

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      rolandoastarita

      11/09/2017 at 09:04

    • Debemos considerar a los bosques nativos como fuerzas productivas. En este caso, productoras de servicios ambientales esenciales que necesitamos para esenciales en este planeta. Como la absorción de CO2, fundamental para mitigar el cambio climático. Otros servicios: son nuestros «tanques de agua». Cuando faltan los bosques se inundan urbanizaciones y cultivos y se reduce el agua potable.

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      La cagampora

      11/09/2017 at 13:06

    • Sí, de acuerdo, pero la salida no es volver a la Edad Media (época en la cual, por otra parte, desaparecieron no pocos bosques. ¿Habrá que volver al Neolítico?)

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      rolandoastarita

      11/09/2017 at 13:09

    • Rolo te veo medio nervioso, respondes sobre cosas que al menos yo no dije. Quizas porque estés debatiendo en otros comentarios al mismo tiempo.

      Te puedo decir que subestimas enormemente la problemática del cambio climático. Te recomiendo estudiarla. Implica cambios importantes en la estrategia política revolucionaria. No podemos seguir con los mismos modelos estratégicos clásicos. Pero bueno, en un comentario solo no te puedo sintetizar todo. Con lo que te dije en los anteriores es suficiente para empezar, espero que los releas en unos días cuando se entibien los ánimos. Abrazo.

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      La cagampora

      11/09/2017 at 16:59

    • No sé por qué tengo que explicar en un debate mis estados de ánimo. Tratemos en general de no meternos en cuestiones personales.
      Tampoco sé de dónde saca que subestimo el problema del cambio climático. Simplemente critico la idea de que para impedir el calentamiento del planeta hay que reivindicar programas y perspectivas reaccionarias.

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      rolandoastarita

      11/09/2017 at 20:23

    • «Cada hectárea desmontada para sembrar soja es una derrota del proletariado», me hizo acordar a la idea de Marx de que el proletario, mientras más produce, más pobre se hace (en términos relativos). Pero eso no llevó a Marx a apoyar proyectos de retraso y parálisis de fuerzas productivas (y eso que en época de Marx la contaminación ambiental de zonas como Londres era mucho peor que que ahora). Al contrario, llamó a la clase obrera a ponerse al mando de las fuerzas productivas más avanzadas del mundo.

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      Gus

      11/09/2017 at 20:59

    • Ok como vos digas.

      Me gustaría que escribas algo sobre el cambio climático y sus implicancias en la estrategia revolucionaria marxista.

      Saludos.

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      La cagampora

      11/09/2017 at 21:03

    • Insisto, ahora con Gus. ¿Cuál proyecto de retraso hay y quién lo apoya?

      Discutamos sobre declaraciones y apoyos concretos, si no esto es hablar de fantasmas.

      Me veo obligado a poner este link y llamar a recordar lo que allí se dice para que haya un poco de ética y de rigor en la discusión, sino parece que es pelearse por deporte.
      https://rolandoastarita.wordpress.com/2011/03/15/metodos-de-discusion-en-ambitos-de-izquierda/

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      La Cagámpora

      12/09/2017 at 09:30

    • Pero aquí mismo se pueden leer «comentarios» que consideran progresivos los «hábitos y modo de vida» de las comunidades indígenas frente al capitalismo. Aquí mismo se ha planteado que es necesaria una «alianza estratégica» por parte del socialismo con esos proyectos. Y estas ideas están difundidas en la izquierda. No es casual que se expresen cuando escribo una nota crítica, en general, del «anticapitalismo reaccionario». La idea (de Marx y Engels) de que el capitalismo es un régimen históricamente progresivo con respecto a los modos de producción precapitalistas, o frente a la pequeña producción mercantil (o autosuficiente), es rechazada (de hecho, al menos) por gran parte de la izquierda. No es casual por eso el silencio, la falta de crítica, de los partidos que se dicen marxistas a esta ideología. No estamos hablando entonces de «fantasmas». Son posturas ideológicas y políticas fuertemente arraigadas.

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      rolandoastarita

      12/09/2017 at 09:49

    • Ok, pero yo me refiero a este hilo de conversación donde no ha habido nada de eso. Estoy intentando que vean mi punto pero ven el punto de los demás. Así que insisto.

      Yo no propongo una alianza estratégica entre proletariado y comunidades indígenas en un proyecto histórico positivo, para transformar la sociedad en un sentido socialista. Olvídense de eso, el proletariado está solo en esa tarea.

      De lo que yo hablo es de una alianza estratégica entre proletariado y comunidades indígenas para la supervivencia humana en el marco del cambio climático. Y esto significa resistir juntos el avance del extractivismo y del actual modelo agropecuario en aquellos territorios donde todavía no avanzó. No hace falta darle la razón en lo ideológico a las comunidades originarias para eso.

      Esas iniciativas NO SON desarrollo de las fuerzas productivas. No en el marco del cambio climático. Hay que entender que el cambio climático cambia muchas cosas en lo que debemos considerar fuerzas productivas y progreso. Y que en este siglo cuando hablamos de desarrollo tenemos que sí o sí incorporarle el «sostenible».

      Por eso digo que cada hectárea de bosque nativo desmontada para sembrar soja transgénica es una derrota del proletariado. Porque el proletariado hoy no solamente tiene a su cargo hacer la revolución socialista sino garantizar la supervivencia humana en este planeta, y necesitamos los bosques nativos para sobrevivir porque absorben CO2 y mitigan el cambio climático. El bosque nativo en este siglo se ha transformado en una fuerza productiva que tenemos que defender e incluso desarrollar: el bosque nativo tiene que recuperar el terreno perdido al modelo agropecuario actual.

      Es este factor estructural el que determina que sea progresiva la presencia de las comunidades originarias y campesinas en esos territorios, y es por ello que el proletariado tiene que solidarizarse con esas comunidades ante intentos de desalojo u otros atropellos. Porque si esas comunidades son expulsadas de allí ya sabemos lo que va a pasar. No hace falta acordar ideológicamente en proyectos de sociedad ni en cosmovisiones para eso.

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      La Cagámpora

      12/09/2017 at 10:12

    • Quedan claras entonces las diferencias con su planteo. Usted propone «una alianza estratégica entre proletariado y comunidades indígenas para la supervivencia humana en el marco del cambio climático. Y esto significa resistir juntos el avance del extractivismo y del actual modelo agropecuario en aquellos territorios donde todavía no avanzó».

      Yo sostengo, por el contrario, que esa «alianza estratégica» solo puede realizarse sobre un programa reaccionario. Sostengo que las comunidades atrasadas (corroídas, además, hasta los tuétanos por las relaciones mercantiles) no brindan ninguna alternativa contra el «extractivismo» (dejando de lado las ambigüedades de este término).

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      rolandoastarita

      12/09/2017 at 11:01

    • A mí me importa la supervivencia de la especie humana tanto o más que la revolución socialista. De manera que si la prioridad que le doy es la fuente de las diferencias, que así sea. Me declaro impotente para convencer a alguien de la importancia de la supervivencia de la especie humana. El planeta estaba bien antes de nosotros y lo estaría después. Quiero que sobreviva porque quiero que sobreviva, es totalmente subjetivo.

      Ahora, el cambio climático no es subjetivo. Y respetuosamente, creo que les falta estudiar el tema. Rigurosamente. Y darse cuenta del impacto que tiene no solo en un futuro distante sino aquí y ahora. Tomar conciencia que un programa marxista no solo debe ser ya una estrategia revolucionaria sino una estrategia de supervivencia.

      Pero bueno, no puedo convencer con estas palabras a quien no es consciente de la gravedad del asunto. Solo puedo incentivar a que investigue por sí mismo. Sé de tu honestidad intelectual, Rolo, y de lo que vos dijiste sobre la ética científica de ver primero qué es verdad y segundo qué es conveniente. Espero que lo apliques.

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      La Cagámpora

      12/09/2017 at 15:01

    • Soy consciente del impacto climático (y otros, por caso, el desastre que están causando los plásticos en la naturaleza). Y soy consciente también de que es necesario luchar por la supervivencia de los seres humanos. Es una de las razones por las cuales soy socialista. Pero no por ello considero progresistas a los modos de producción precapitalistas. No veo ninguna posibilidad de establecer «alianza estratégica alguna» con esos programas. Llega un punto en un debate en que las diferencias no se pueden superar, y creo que este es el caso.

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      rolandoastarita

      12/09/2017 at 15:11

    • Una vez más. No considero progresistas a los modos de producción precapitalistas.

      Me cito:

      «Yo no propongo una alianza estratégica entre proletariado y comunidades indígenas en un proyecto histórico positivo»

      «De lo que yo hablo es de una alianza estratégica entre proletariado y comunidades indígenas para la supervivencia humana en el marco del cambio climático. Y esto significa resistir juntos el avance del extractivismo y del actual modelo agropecuario en aquellos territorios donde todavía no avanzó. No hace falta darle la razón en lo ideológico a las comunidades originarias para eso.»

      Esa alianza se corporiza en «solidarizarse con esas comunidades ante intentos de desalojo u otros atropellos».

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      La Cagámpora

      16/09/2017 at 01:14

    • Pero la posición es lógicamente contradictoria. Por un lado afirmás: «no considero progresistas los modos de producción precapitalistas». Por el otro proponés una alianza estratégica entre proletariado y comunidades indígenas para resistir juntos el avance del extractivismo y del actual modelo agropecuario. Con lo cual estás diciendo que frente a la explotación capitalista en gran escala de la minería y la agricultura, considerás progresivo el modo de producción precapitalista (¿el cultivo de la tierra con los métodos tradicionales? ¿La minería tradicional? ¿La no extracción de petróleo?). El planeta tiene más de 7000 millones de habitantes. Ha sido un crecimiento explosivo en los últimos 100 años. La esperanza de vida se alargó. Pero este crecimiento de la población hubiera sido imposible de sostener con los métodos de cultivo de las comunidades tradicionales. ¿O alguien piensa que con los métodos artesanales tradicionales, agrícolas o mineros, se puede alimentar a semejante cantidad de personas? Esta es la razón de fondo por la cual los problemas no se solucionan con el sencillo expediente de «mantengamos los métodos tradicionales frente al avance del capitalismo». Con el agregado que esos métodos atrasados de producción no eliminan la mercantilización creciente al interior de esas comunidades, ni la consiguiente diferenciación social, ni la opresión secular de la mujer, etcétera.

      En definitiva, no es posible engañarse con ensoñaciones romántico-reaccionarias. El progreso es desarrollar en un sentido socialista la administración de las fuerzas productivas desarrolladas por el capitalismo. No volver para atrás.

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      rolandoastarita

      16/09/2017 at 11:54

    • Ya expliqué por qué es progresiva la presencia de las comunidades en esos territorios en este contexto: porque su modo de vida conserva mejor el bosque nativo y necesitamos al bosque nativo por su capacidad de absorber CO2 (entre otros servicios ambientales). Es una cuestión táctica. Si mañana se inventa algo superador al bosque nativo para absorber CO2, entonces la conservación del bosque ya no será tan prioritaria, o en todo caso pasará por sus otros servicios ambientales (regulación del clima, ciclo hídrico, biodiversidad, etc).

      La diferencia que tenemos, Rolo, es que para mí la cuestión del cambio climático ha cambiado el mapa de la estrategia marxista y para vos (todavía) no. El objetivo de máxima de los marxistas ha sido la revolución socialista. Hoy debemos incorporar como precondición de ese objetivo a la supervivencia de la especie humana. Antes no teníamos que hacerlo, porque la supervivencia no estaba en cuestión. Hoy sí. Vuelvo a insistir para que se estudie lo dicho por la NASA así contamos con el mismo conocimiento, sino parece una cosa mía.

      Espero que quede claro que por acá pasan nuestras diferencias y no por una concepción romántica de las comunidades precapitalistas o por cuestiones de corrección política.

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      La Cagámpora

      17/09/2017 at 14:39

    • No puedo decir cuál es el plazo para la supervivencia de la humanidad. Ni creo que alguien lo sepa. ¿Quién puede decir, por ejemplo, que si no se para el cambio climático la humanidad desaparece el año que viene, o dentro de cinco años?. Pero la diferencia entre nosotros no es acerca de plazos. La diferencia es que sea cual sea ese plazo, pienso que no lo puede alterar «alianza táctica» alguna con sociedades precapitalistas, ni con el atraso y la exaltación de las diferencias étnicas o nacionales.

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      rolandoastarita

      17/09/2017 at 15:37

    • Rolo, por favor si no sabés sobre la cuestión, informate. Saludos.

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      La Cagámpora

      18/09/2017 at 10:08

    • No entiendo este nivel de agresión (y soberbia).Tenemos diferencias por cuestiones que no son «de información», sino de enfoque. Sostengo que la producción precapitalista no es salvación alguna para la humanidad, ni en el corto ni en el largo plazo. Vos opinás que sí. Sostengo, además, que con los métodos de producción precapitalistas no hay manera de alimentar a 7000 millones de personas, ni sostener algo parecido al actual nivel de vida de los trabajadores. Vos opinás que sí. Por eso defendés «alianzas tácticas» con los programas precapitalistas «para salvar a la humanidad»; y decís que para detener el calentamiento global la producción precapitalista es progresista. Yo sostengo que no es progresista. Estas son entonces las diferencias. No tenés derecho a tratar de callarme con el «no podés opinar porque no tenés información». Ya en otro comentario te pedí que te abstuvieras de calificaciones personales. Repito el pedido.

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      rolandoastarita

      18/09/2017 at 10:20

  30. Profesor, vuelvo a plantearle algo que ya mencioné en un comentario anterior. En términos estratégicos, es entendible su crítica de la reivindicación de formas de producción precapitalistas. Ahora bien, en términos tácticos, usted parece ignorar la importancia que tienen los movimientos indígenas y campesinos en América Latina. ¿Cómo supone usted que se puede tener algún diálogo con esos movimientos llamandolos atrasados y «reaccionarios». Usted esta a un paso de equiparar las declaraciones de Jones Huala con el discurso xenófobo del neofascismo europeo. ¿No puede ver la diferencia entre el nacionalismo de una nación opresora y el de una nación oprimida, la cual Lenín y Trotski vieron muy claro? Discúlpeme la dureza, pero sus referencias a las declaraciones del dirigente mapuche me recuerdan a los misóginos que cuestionan al feminismo por «no ocuparse de la violencia de las mujeres hacia los varones», ignorando el carácter ESTRUCTURAL de la opresión patriarcal. No se puede equiparar a Jones Huala con, por ejemplo, Marine Le Pen porque los franceses son el grupo étnico dominante en Francia y los mapuches son claramente un grupo étnico oprimido tanto en la Argentina como en Chile

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    Pablo

    11/09/2017 at 02:31

    • Muchas veces me hicieron esta objeción: no debo decir algunas cosas porque «no es táctico», porque «se corta el diálogo», porque «entorpece la posibilidad de alianzas», porque «no permite conseguir votos», etcétera. Por este camino se llegó a decir (está en Comentarios) que era inconveniente explicar algunas cuestiones de la teoría de Marx; por ejemplo, la que dice que la desocupación no se puede eliminar en el capitalismo. Es la idea de que la crítica socialista está bien «en general» (o «en lo estratégico»), pero es inoportuna «en lo particular» (esto es, en el plano de «las tácticas»). Es el eterno argumento de los defensores de la «real politik» (para usar la expresión de Marx).

      Pues bien, no adecuo mi discurso a lo que es «políticamente correcto» (y permite «dialogar»), sino a lo que mi conciencia me dicta que tiene bases científicas y ayuda al progreso del socialismo y la conciencia de clase. No tengo otra manera de decirlo. Soy consciente de que esto genera mucha animadversión y rechazo, pero considero que hay que decir lo que se piensa aunque eso moleste a la opinión pública del progresismo bienpensante. Así, por ejemplo, sostengo que oponer al capitalismo la demanda de vuelta a alguna comunidad precapitalista es reaccionario, y no tengo otra manera de decirlo. Si quieren que diga otra cosa, primero deben convencerme de que es progresiva la propuesta. Pero no me pidan que diga lo que no pienso «para hacerme de amigos». Esa política se la dejo a las organizaciones de izquierda «ad usum» (aunque al pasar, ¿qué resultados obtuvo el oportunismo en el largo plazo?). Yo no lo voy a hacer.

      Lo mismo con la exaltación de las raíces étnicas. Considero que decir que un grupo humano tiene mayores derechos a poseer tierra a causa de sus raíces ancestrales es reaccionario, y lo afirmo aunque moleste. Agrego que los descendientes «puros» de los mapuches (la realidad es que prácticamente no existe esa pureza) no son más oprimidos y explotados que cualquier jornalero o campesino sin tierra de Argentina o Chile. Agrego también que considero reaccionario exaltar el nacionalismo (al pasar, Argentina no es una nación oprimida), y peor aún es inventar artificialmente «opresiones nacionales». Lo pienso y lo escribo al margen de que moleste a quien sea.

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      rolandoastarita

      11/09/2017 at 09:41

    • Llamamos discurso a un disfrazado (hoy de mapuche ayer de flogger) q reivindica la lucha armada para recuperar tierras q segun ellas son ancestrales. Que estariamos reconociendo un derecho a depsojar de tierras por mecanismos juridicos del estado basados en la biologia. Ademas q relacion hay entre ecologia y modos de produccion feudales. Las pestes en la europa medioeval quien la provoco algun entecesor de nonsanto o los laboratorios que tenian el antidoto?

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      rperezorue

      18/09/2017 at 10:28

  31. Mi linaje en estas tierras se remonta a 1820/1830 aproximadamente. Es decir, ante de la existencia del estado nacional. Campesinos italianos que vinieron escapando del hambre y se instalaron en el litoral. El capitalismo los fue expulsando hasta que el grueso de la descendencia de mi tribu se instaló en zonas urbanas. Hoy mismo el capitalismo amenaza con expulsarme de mi pequeña porción de vivienda si pierdo mi trabajo y no consigo otro. Reclamo el derecho de mi linaje, en tanto preexistente al estado nacional, a una porción de tierra del territorio.

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    Lucas

    11/09/2017 at 09:59

  32. Buen día profesor,
    ciertamente es poco común escuchar entre la gente de izquierda una posición como la que usted sostiene. También coincido en que mucha gente comparte una visión exaltada y romántica de las sociedades indígenas o precapitalistas. En lo que se refiere al argumento de la entrada me parece que tiene usted razón, y creo que varias críticas que se le hacen en los comentarios tienen que ver con posturas cercanas al posmodernismo. Mire, yo no he leído nunca textos referentes a la cuestión indígena o a la opinión de Marx sobre los socialismos reaccionarios, y aunque coincido con su argumento, aún me cuesta trabajo formarme una idea clara sobre la relación del movimiento socialista con las comunidades indígenas que exigen autonomía o que luchan contra el capital minero. En su opinión, ¿cómo incorporar estas comunidades a un movimiento anticapitalista que sobrepase las cuestiones étnicas? ¿es esto posible? ¿Se deberían respetar formas de propiedad comunales, contrarias a la socialización, aunque se tratara de pequeños bolsones?

    Ojalá pudiera usted ampliar un poco sobre el asunto (si su tiempo se lo permite). En México el movimiento zapatista está impulsando la candidatura a la presidencia de una mujer indígena, y está haciendo una campaña anticapitalista y de crítica al sistema,radical en comparación con la socialdemocracia. Creo que el tema de su nota toca, aunque sea lateralmente, este asunto.

    Saludos

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    Luis V

    11/09/2017 at 12:53

    • No creo que se puedan incorporar «en tanto comunidades» a un movimiento socialista. Desde el punto de vista político, «la comunidad» es una abstracción. Y parece difícil que alguien que sencillamente dice «no me importa la derecha ni la izquierda porque no me interesa la política huinca», pueda escuchar siquiera un argumento como el que presenta el socialismo. Pero además las comunidades están atravesadas por todo tipo de corrientes políticas burguesas, el peronismo en primer lugar. Más aún, en Chile hubo importantes dirigentes mapuches que dieron pleno apoyo a Pinochet. De manera que no hay que idealizar esas comunidades. Si el socialismo crece políticamente, si cosecha adhesiones, podríamos esperar que entre los sectores más oprimidos y explotados de los pueblos indígenas haya un vuelco a la izquierda. Pero esto conllevaría una ruptura al interior de esas comunidades. En cualquier caso, la idea que estoy criticando es que los socialistas vamos a avanzar disimulando las críticas frente a cualquier corriente que se presente como disconforme con el orden existente. Es una vieja práctica que nunca dio resultados En este respecto, un ejemplo extremo fueron las tácticas de «entrismo» que practicaron muchos grupos en el peronismo,en la socialdemocracia, incluso en los partidos Comunistas; invariablemente se disimulaban las críticas, con resultados negativos para la izquierda.

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      rolandoastarita

      11/09/2017 at 13:03

    • Agregado: pongo los casos de Argentina porque son los que conozco. Debería estudiar lo que propone hoy el Zapatismo.

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      rolandoastarita

      11/09/2017 at 13:05

    • Muchas gracias

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      Luis V

      11/09/2017 at 13:53

  33. Disculpen la pobreza de mi comentario. Estoy siguiendo este debate desde ayer, pero en mis horas de trabajo (catorce por día, más una y media de transporte), y de a puchos, así que casi se me complica participar más adecuadamente. Hasta acá nada nuevo, claro, la gran mayoría de lxs foristas están el la misma. Voy al punto: La Cagámpora tiene un contrapunto con Rolando que me parece clave: si bien adhiero en la casi mayoría del planteo de éste, no puedo menos que abrazar la matriz conceptual de aquél; la analogía entre anti-capitalismos reaccionarios y socialismos feudales es de manual pero no por eso menos exitosa/eficiente/infranqueable. No podés hacer ninguna alianza progresiva con el mir decimonónico, ni con el colonato del siglo -II, ni con la encomienda del siglo XVI (suponiendo que alguien la reivindicara…); NO. Pero en todos esos casos históricos faltaba algo que hoy es impostergable en el análisis socialista, y ese algo es el drama medioambiental. Sin incluir esa perspectiva somos socialistas incompletos, cuando no contradictorios, porque corremos el riesgo de reclamar que el fracking genocida ambiental siga adelante, eso sí, con control obrero. Una sociedad sin clases y sin Estado y sin opresión, ¿porque desapareció la especie humana? Suena distópico y extrapolado, un poco porque no tiene el andamiaje conceptual para que esta terrible visión surja a modo de conclusión de ciertas premisas cotejables. El problema del tiempo que mencioné al principio.
    Si puedo mejoro esto el finde, en que debiera tener más tiempo. Por ahora sólo pido que pensemos en quiénes estarán con nosotros intentando salvar y no envenenar los lugares en que vivimos.

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    Roberto Lavat

    14/09/2017 at 20:37

    • La respuesta a los serios problemas ambientales, ¿es no producir más?, o mejor aún, ¿producir al nivel de una tribu? En tanto ese «programa» económico no se puede generalizar al conjunto de la humanidad, ¿de qué sirve a un comunista?
      A su vez, pensar que el fracking es genocida o el cultivo de soja es una derrota del proletariado, de modo literal, me parece, cuando menos, exageradísimo.

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      Gus

      15/09/2017 at 16:56

  34. Sin esos lugares vivibles, no hay discusión sobre socialismo o capitalismo o feudalismo o la mar en coche. Porque no habrá quién los pueda vivir.
    Y soy trozko, milito en el PTS desde el ’97 (veinte años), para que se vaya sacando la costumbre, quien tenga que sacársela, de pensar que somos sectarios. Saludo socialista.

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    Roberto Lavat

    14/09/2017 at 20:49

  35. Ah, Rolando, estimado mío, me olvidaba: sos de los pocos publicistas marxistas, argentinos por lo menos, que repetidamente insiste en el carácter HUMANISTA de nuestra ideología; eso, entre otras cosas, exige un posicionamiento ante el reclamo de RAM, de los mapuche y en general de los pueblos originarios, que lejos pueden estar de darles la espalda en su reclamo básico así nomás, sin más ni más. Mis respetos.

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    Roberto Lavat

    14/09/2017 at 21:02

    • Mi concepción humanista del marxismo es indisoluble al rechazo a toda división entre los pueblos promovidas por cuestiones étnicas (reales o inventadas).

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      rolandoastarita

      14/09/2017 at 23:17

  36. Hola profesor, me llama la atención lo de «anti-capitalismo reaccionario», ya que sigo muy de cerca las nuevas corrientes de derecha alternativa y, que yo recuerde, ninguna es explicitamente anti-capitalista.
    Ahora bien, la corriente de la que soy simpatizante y seguidor la neo-reacción (abreviado como NRx) o «ilustración oscura» es capitalista y anti-moderna.
    Aunque paresca paradójico, no plantea la reforma de los medio de producción o superestructrua, pero si la completa remodelacion de la superestructura (es anti-democrática, prefiere las monarquías, repúblicas aristocráticas o semejantes) y la ideología (furiosamente anti-igualitaria y anti-progresista).
    Ahora bien, su propósito como tal es la restauración de la civilización occidental a su antigua gloria (o una mayor aun). El individuo en si mismo no tiene valor, solo es valioso en tanto y en cuanto es capaz de aportar a su sociedad (y no me refiero necesariamente a la plusvalía), ergo lo moral es aquello que eleva la civilización.
    Por tanto, lo que le interesa realmente es «el buen gobierno» y con ello, la salud del cuerpo social (física y moral), por lo cual si una libertad o derecho es «bueno» para un individuo, pero mala para la sociedad, se la elimina.
    No pretende restaurar pasados abolidos, sino regresar al zeitgeist de otras épocas, es decir la tradición adaptada a las formas actuales.
    Si siente curiosidad, puedo darle mas información al respecto, saludos.

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    Brian

    15/09/2017 at 22:11

    • La capacidad de ciertos lectores para interpretar cualquier cosa es notable.

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      Gerardo Daniel

      16/09/2017 at 08:20

    • Hola Daniel, me desvié un poco. Es mas un off-topic sobre algo reaccionario en un plano y conservador en el otro.

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      Brian

      16/09/2017 at 16:29

  37. Rolando una ves explicaste por que no es conveniente una reforma agraria en argentina (repartir las tierras entre los trabajadores y los que la habitan), no recuerdo el porque no es progresivo. puedes explicarlo?

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    benjamin

    16/09/2017 at 19:48

  38. Con la antinomia ricos y pobres no se puede explicar el capitalismo ni levantar una alternativa revolucionaria frente a ella. Corren la misma suerte los planteos basados en la contraposición Estado burgués versus pueblos originarios o empresas capitalistas versus pueblos originarios. Una alternativa superadora al capitalismo solo puede surgir del análisis de la confrontación entre el capital y el trabajo.

    Son muy abundantes y antiguas las denuncias de pueblos originarios amazónicos, por ejemplo, (con muy poca vinculación con la civilización burguesa y muy apegados a sus formas ancestrales de vida) sobre la contaminación y depredación de su hábitat (fuentes de agua, bosques) por empresas mineras y madereras, principalmente. También es cierto que muchos de estos pueblos han logrado, en duras luchas, que los Estados burgueses reconozcan sus derechos sobre los territorios que ocupan desee hace siglos. Es necesario tomar en cuenta que algunas organizaciones guerrilleras lograron establecer nexos con estos pueblos y, a partir de ello, lograron incorporar importantes contingentes originarios a la lucha.

    Así mismo, existen pueblos originarios totalmente absorbidos por la civilización burguesa, al interior de los cuales, unos asumen el rol de explotados y otros de explotadores. Sin embargo, una poderosa tradición étnica actúa como cortina de humo para ocultar en ellos las relaciones de explotación servil, asalariada o un híbrido de ambas. En estos casos, los sectores más acaudalados de estos pueblos constituyen liderazgos y organizaciones que utilizan esta poderosa tradición étnica, que incluye idioma propio, con fines electoreros y oportunistas, para lo cual hacen construcciones ideales de formas sociales ancestrales para utilizarlos como programa político. En la medida en que estos programas son un contrapeso al proyecto socialista proletario, son muy bien recibidos por la burguesía. El marxismo debe desplegar una dura lucha contra estos programas políticos basados en mitos y leyendas ancestrales y apuntar a ganarse a las masas explotadas, no para que renieguen de su cultura y de su idioma sino para que enarbolen las banderas proletarias.

    Esto no desmerece que muchas reclamaciones de estos pueblos, (sobre todo aquellos más desvinculados de la civilización burguesa, sin derechos civiles y en total desamparo) contra agresiones capitalistas (muchas veces promovidas o con el apoyo o el silencio cómplice del Estado burgués) que podrían arrojarlos como si fueran bestias a una situación de emergencia humanitaria, deben ser apoyadas por las organizaciones revolucionarias.

    En otro ámbito y siguiendo con la misma lógica, es absolutamente justa la lucha del pueblo palestino contra la agresión genocida Israelí. Los marxistas no pueden dejar de estar en la resistencia palestina antisionista pero, eso sí, levantando y difundiendo en todo momento su programa socialista proletario, haciendo todo lo humanamente posible por orientar dichas luchas tras las banderas del socialismo proletario, lo que implica deslindar campos con la burguesía palestina, sin olvidar que en el presente el enemigo principal es la burguesía israelí y su maquinaria militar asesina.

    Cuando se trata de naciones burguesa formadas (que ya no son pueblos originarios pero que alguna vez lo fueron hace muchas décadas o muchos siglos) como los kurdos, vascos gallegos, catalanes, etc. que despliegan luchas autonomistas o independentistas, es necesario hacerse la pregunta: ¿en que van a favorecer estas luchas a sus respectivos proletariados? Que los más beneficiados serán sus respectivas burguesías, eso esta por descontado, ya que de burguesías regionales pasaran a ser burguesías centrales, con todos los privilegios que ello implica.

    De los mapuches en argentina conozco poco, lo mismo que su nivel de desarrollo económico y del grado de diferenciación de clases en su interior. En caso que el nivel de desarrollo alcanzado los ubique en la condición de nación burguesa, lo que corresponde a los marxistas es convocar a la clase trabajadora mapuche a engrosar las filas proletarias en base a un severo deslinde con el programa étnico ancestral que enarbolan los sectores dominantes. Pero si fuera el caso de ser un pueblo originario muy precarizado con diferencias de clase muy irrelevantes, lo correcto es exigir al gobierno que garantice sus medios de vida y que tome medidas para mejorar sus condiciones materiales de vida.

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    Amauta

    20/09/2017 at 03:41

  39. Extractos de «Actitud del partido obrero hacia la religión», de Lenin. Me parecen de utilidad algunas de sus apreciaciones para la reivindicación ancestral.
    https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1900s/1909reli.htm

    «La socialdemocracia basa toda su concepción del mundo en el socialismo científico, es decir, en el marxismo. La base filosófica del marxismo, como declararon repetidas veces Marx y Engels, es el materialismo dialéctico … materialismo incondicionalmente ateo y decididamente hostil a toda religión.

    Sin embargo, Engels condenó al mismo tiempo más de una vez los intentos de quienes, con el deseo de ser «más izquierdistas» o «más revolucionarios» que la socialdemocracia, pretendían introducir en el programa del partido obrero el reconocimiento categórico del ateísmo como una declaración de guerra a la religión. … afirmando que semejante actitud era el medio mejor de avivar el interés por la religión y de dificultar la verdadera extinción de la misma.

    Engels requería del partido obrero que supiese trabajar con paciencia para organizar e ilustrar al proletariado, para realizar una obra que conduce a la extinción de la religión, y no lanzarse a las aventuras de una guerra política contra la religión

    Engels … subrayaba adrede que la socialdemocracia considera la religión como un asunto privado con respecto al Estado, pero en modo alguno con respecto a sí misma, con respecto al marxismo, con respecto al partido obrero…

    Para quienes enfocan con negligencia el marxismo, para quienes no saben o no quieren meditar, esta historia es un cúmulo de contradicciones absurdas y de vaivenes del marxismo: una especie de mezcolanza de ateísmo «consecuente» y de «condescendencias» con la religión, vacilaciones «carentes de principios» entre la guerra r-r-revolucionaria contra Dios y la aspiración cobarde de «adaptarse» a los obreros creyentes, el temor a espantarlos, etc., etc.

    Constituiría un craso error pensar que la aparente «moderación» del marxismo frente a la religión se explica por sedicientes razones «tácticas», por el deseo de «no espantar», etc. Al contrario: la línea política del marxismo está indisolublemente ligada a sus principios filosóficos también en esta cuestión.

    Debemos luchar contra la religión. Esto es el abecé de todo materialismo y, por tanto, del marxismo. Pero el marxismo no es un materialismo que se detenga en el abecé. El marxismo va más allá. Afirma: hay que saber luchar contra la religión, y para ello es necesario explicar desde el punto de vista materialista los orígenes de la fe y de la religión entre las masas.

    … la propaganda atea de la social-democracia debe estar subordinada a su tarea fundamental: el desarrollo de la lucha de clases de las masas explotadas contra los explotadores.

    El marxista debe ser materialista, o sea, enemigo de la religión; pero debe ser un materialista dialéctico, es decir, debe plantear la lucha contra la religión no en el terreno abstracto, puramente teórico, de prédica siempre igual, sino de modo concreto, sobre la base de la lucha de clases que se libra de hecho y que educa a las masas más que nada y mejor que nada.

    Debemos no sólo admitir, sino atraer sin falta al Partido Socialdemócrata a todos los obreros que conservan la fe en Dios; nos oponemos categóricamente a que se infiera la más mínima ofensa a sus creencias religiosas, pero los atraemos para educarlos en el espíritu de nuestro programa y no para que luchen activamente contra él. Admitimos dentro del Partido la libertad de opiniones, pero hasta ciertos límites, determinados por la libertad de agrupación: no estamos obligados a marchar hombro con hombro con los predicadores activos de opiniones que rechaza la mayoría del Partido

    El Partido del proletariado exige del Estado que declare la religión un asunto privado; pero no considera, ni mucho menos, «asunto privado» la lucha contra el opio del pueblo, la lucha contra las supersticiones religiosas, etc.
    …»

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    Lucas

    20/09/2017 at 11:23

    • En realidad los marxistas sois muy religiosos, pero no de una religión «mística» o tradicional, sino mas bien una religión secular. Específicamente son una herejía cristiana, un cristianismo ateo y materialista, pero siguen conservando las formas y objetivos de la fe.

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      Brian

      20/09/2017 at 23:24

    • Brian, el marxismo es una concepción de mundo. De la misma manera es la concepción «libertaria» de la escuela austríaca, la liberal política del derecho natural, etc. Pero el marxismo es una concepción del mundo inmanente y no teleológica, a diferencia de la religión que es trascendente y teleológica.

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      Lucas

      21/09/2017 at 11:07

  40. Incluso en el proceso de construcción del socialismo, luego de la captura del poder, el GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS Y POPULARES, debe garantizar a los trabajadores plena libertad de expresión y organización, incluido derecho de huelga y libre sindicalización; esto último en contraposición a la nefasta corriente de control policíaco y terror contra las masas trabajadoras que iniciaron Trotsky y Lenin y que contribuyó al surgimiento de un socialismo burocrático. Este régimen de control policíaco y terror contra la clase obrera en la URSS de ninguna manera puede considerarse como una superación de la democracia burguesa, el derecho de huelga y la libre sindicalización. ¿El socialismo burocrático fue unas negación superadora de la democracia burguesa? Para mi no lo fue, razón por la cual el curso implacable de la historia, que no se detiene ante los buenos o perversos deseos de nadie, le paso factura a esta primera experiencia fallida de socialismo.

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    Amauta

    20/09/2017 at 13:54

  41. Posteos como los de Mariano, o posiciones como las de Casamiquela, tienen una finalidad de deslegitimación del reclamo mapuche por la vía de decir que como los mapuches guerreaban con otros pueblos entonces no tienen derecho a las tierras que tradicionalmente ocupan. Si no tienen derecho y no lo aceptan entonces no queda más que reprimirlos.

    La verdad es que la lucha entre pueblos ha existido a lo largo de toda la historia. De hecho los estados se han conformado a través de luchas. La Galia fue invadida por Roma y luego por un pueblo germano llamado francos a quien Francia debe su nombre. Es tan ridículo plantear que la Galia debe ser restituida a los galos como negar el planteo sobre la base de que en la Galia también vivían otros pueblos como los belgas y los aquitanos.

    El reclamo de tierras no puede tener un fundamento histórico porque en la antigüedad la tierra se apropiaba por conquista y si pretendemos ahora que la conquista no consagra derechos pues los mapuches tampoco tendrían derecho a la tierra.

    Pero desde un punto de vista legal la reivindicación de la tierra es legítima. Desde este punto de vista los mapuches son un pueblo preexistente cuyos integrantes son argentinos y que tienen derecho a la tierra que tradicionalmente ocupan. Legalmente no se discute, el estado argentino debe cumplir con la ley que pretende hacernos cumplir a los simples mortales (en este caso el artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional).

    Realmente estamos en un nivel de discusión que linda con la esquizofrenia y la estupidez (no digo acá, sino en general, socialmente). La cuestión histórica del origen del pueblo mapuche y de su relación con otros pueblos indígenas es irrelevante a la hora de tomar posición sobre el ataque que los estados argentino y chileno encaran contra los mapuches. Hay que repudiar la persecución, el hostigamiento y la represión. Sin embargo, hay gente que quiere justificar la represión a los mapuches sobre la base de que guerreaban con los tehuelches. Es la decadencia total.

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    Lucas

    27/09/2017 at 11:17

    • Lo que dice Mariano es pseudociencia historica y lo peor es que cuando alguien dice algo minimamente menor a esas mentiras racistas Rolando salta, siendo ademas familiar de un gran historiador, me da verguenza que diga que como el no sabe del tema no responde, que se informe entonces.

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      cecilia

      27/09/2017 at 12:32

    • No sé por qué me mete a mí. No tengo obligación de opinar sobre todas las cosas que se escriben en estos «Comentarios». ¿Quién es usted para decir sobre qué tengo que responder? Y menos le admito que meta cuestiones familiares de por medio. ¿Qué tiene que ver que mi hermano sea historiador para que yo esté informado sobre la historia ancestral de los mapuches? Pero por otra parte, TODO mi razonamiento sobre el capitalismo reaccionario se basa en RECHAZAR los argumentos basados en los supuestos «derechos ancestrales». ¿Ni siquiera se da cuenta de eso? ¿Ni esto entiende?

      A veces, cuando leo estas cosas, me dan ganas de cerrar el blog y mandar a todos a la mierda. No sé si son trols, o quién los manda a provocar. Pero hay «comentarios» que me dan asco. Por favor, no entre más a este blog. Váyase con estas porquerías a otra parte.

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      rolandoastarita

      27/09/2017 at 12:41

    • Cecilia, ¿qué tiene que ver si es cierto o falso lo que dicen Mariano (o Casamiquela con pretensión de seriedad) o el Conicet con el hostigamiento a los mapuches? ¡Nada! Las alianzas matrimoniales no niegan los conflictos. Los conflictos no niegan las alianzas. Catalina de Aragón se casó con Enrique VIII y los ingleses y españoles vivían cagándose a cañonazos (trafalgar, guerra anglo-española).

      El estado burgués reconoce formalmente un derecho a los pueblos preexistentes, que lo cumpla. En cuanto a la persecución, hostigamiento y represión de los mapuches, hay que pelear contra esta política que aplican tanto el estado argentino como el chileno. No hace falta estar de acuerdo con el reclamo ancestral.

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      Lucas

      27/09/2017 at 12:59

  42. Por favopr, Sr. Astarita, ni por un momento piense usted en cerrar el blog. Se podrá discrepar con usted, yo mismo no comparto todos sus planteamientos, pero hay que reconocer y valorar el gran aporte que sus notas y muchos comentarios están realizando en el debate y la difusión del marxismo. Comprendo su enfado e irritación ante determinadas posiciones, pero no se deje llevar por el desánimo. Saludos.

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    Averroes

    27/09/2017 at 13:10

    • Sí, de acuerdo, pero a veces me pregunto por qué tengo que aguantar semejantes cosas, incluso con incursiones en mi vida personal.

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      rolandoastarita

      27/09/2017 at 13:44

  43. Profesor, me sumo al pedido de que no abandone su blog por unas palabras inadecuadas.
    Mas halla de su sensación personal, la difusión de conocimiento que ud hace es de sumo valor académico y no siempre los debates aguantan un marco de discusión que proponen los temas que aborda.
    Hace poco escuche a un pensador local, comentar que a diferencia del modelo norteamericano de aislamiento en un territorio, la Argentina se inclino por el modelo de integración, apoyado por la educación laica, con la acertada idea de que los particularismos tensionan mas de los que amalgaman.
    También a principios del siglo 19, dos leyes nacionales le otorgaron aproximadamente 50.000 ha de tierras en el sur a comunidades originarias reconocidas por el Estado Argentino.
    A eso hay que sumar que el reconocimiento de los pueblos originarios y sus derechos esta en el texto constitucional y tratados internacionales de derechos humanos.
    Ademas existe actividad estatal comprobable para mantener atendidos sus reclamos.
    Comento esto porque la toma de tierras y ciertas actividades vandalicas del estilo del RAM no son un camino que cualquiera que vive inmerso en la vida urbana deba automáticamente apoyar y menos basándose en reclamos ancestrales.
    Nuestra historia contemporánea desde los años 60/70, también nos permite apreciar con experiencia propia este fenómeno.
    Para los que dicen que el Estado esta obligado…, aclaro que el Estado suele promover mandatos por ley que luego ni siquiera cumple, aun conminado por sentencias firmes del máximo órgano de justicia.
    Porque cuenta con el privilegio judicial de que las sentencias condenatorias contra el Estado son meramente declarativas y no hay forma de ejecutarlas como si se tratase de cualquier entidad no estatal o particular.
    No habría que fantasear con consignas como que el Estado les debe restituir, porque primero quien reclame tendría que probar en juicio que tiene ese derecho, para luego pasar a la parte practica de como lograr su reconocimiento en la realidad.
    Las luchas para que el Estado reconozca derechos son casi la materia prima con la que se escribe la historia.

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    Ricardo

    27/09/2017 at 14:16

  44. Un marxista de hoy, así como un marxista del siglo XIX, no considera progresivo el (re)establecimiento de modos de producción precapitalistas.

    La solidaridad de los marxistas con la lucha mapuche es obligada, progresiva y conveniente por cuestiones de principio y de estrategia.

    1) Por cuestiones humanistas elementales y por nuestro objetivo internacionalista, los marxistas debemos estar en contra de toda práctica de racismo, limpieza étnica y genocidio. La etnia mapuche ha sido y es víctima de estas atrocidades. Estás prácticas son históricamente reaccionarias, totalmente contrarias a la sociedad que queremos construir, y debemos combatirlas sea quien sea la víctima.

    2) Los mapuche son tratados por el Estado argentino y chileno como un grupo terrorista por el simple hecho de reclamar su derecho a la vida digna. ¿Suena familiar? ¿No ha sido similar el tratamiento del poder burgués al movimiento obrero en toda su historia? Siendo indiferentes ante esta represión justificada de esa manera, ¿qué pasará cuando la apliquen contra las luchas en las cuales estamos directamente involucrados?

    3) Estamos a favor del derecho a la autodeterminación. ¿Eso significa que estamos a favor de todas las formas posibles de autodeterminación? No. Pero hay una coincidencia estratégica entre el movimiento histórico del proletariado autodeterminándose como sujeto político para transformar la sociedad en un sentido socialista y los movimientos de pueblos y comunidades reclamando su derecho y espacio para configurar su modo de vida y tener soberanía sobre los territorios que les corresponden. Es aquí donde un marxista tiene el espacio más que suficiente para apoyar el reclamo por los derechos ancestrales indígenas, sin necesitar por ello adherir a la cosmovisión de ese pueblo. De la misma manera podemos apoyar la resistencia del pueblo palestino contra el terrorismo y colonialismo sionista sin por eso darle un cheque en blanco a la OLP, Hamas, ni en sus métodos ni en su programa.

    4) Concebimos la lucha de clases de manera internacional, y no solo nacionalmente. Esto también se aplica a las comunidades originarias en territorio argentino cuyos miembros no se identifican como parte del pueblo argentino. No hay práctica verdadera del internacionalismo cuando solo nos acordamos de él a partir de una lucha que se da en otro continente. La práctica internacionalista más cercana que tenemos los marxistas en Argentina es el apoyo a las comunidades originarias.

    5) En el contexto del cambio climático, donde necesitamos proteger cada hectárea de bosque nativo por su valor como sumidero de carbono, regulador del ciclo hídrico y atenuador de los fenómenos climáticos extremos, las comunidades originarias y campesinas cumplen un rol altamente progresivo pues están en la primera línea de resistencia contra el avance depredador del gran capital sobre estos ecosistemas. Los proletarios con conciencia de clase y con conciencia ecológica sabemos que esas comunidades son aliadas nuestras en la lucha por la supervivencia humana al cambio climático porque el modo de vida de estas comunidades es muchísimo menos depredador y hasta conservacionista de estos ecosistemas que se han transformado en imprescindibles. Y sí, estamos en una lucha por la supervivencia humana en este planeta. Una persona científicamente informada sobre el cambio climático y sus amenazas sabe que así está planteado el escenario: este siglo será el momento en que se decida si los humanos sobreviviremos en este planeta o no. Y la supervivencia de la humanidad es la precondición para cualquier proyecto revolucionario que podamos tener. Los marxistas de los siglos anteriores no tenían que tratar a la supervivencia humana como objetivo de su praxis, los marxistas del siglo XXI estamos obligados a hacerlo. El cambio climático es un «game changer» para los marxistas con ética científica y conciencia ecológica. Estamos obligados a incorporarlo no solo como elemento retórico de crítica del capitalismo (a nivel de laizquierdadiario.com y otras publicaciones), sino como escenario que condiciona nuestra estrategia y táctica política.

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    La Cagámpora

    27/09/2017 at 15:22

    • ¿No se entiende porque seria obligada la solidaridad con la lucha mapuche, encarnada por la RAM,mediante la usurpación de tierras y actos de vandalismo?
      La Constitución argentina reconoce y garantiza los derechos de pueblos o comunidades indígenas, ademas de reconocerles como habitantes todos los derechos humanos contenidos en los Tratados respectivos que son de jerarquía constitucional.
      Ademas de la instancia internacional, las comunidades tiene un organismo especifico que atiende al cumplimiento del mandato constitucional sobre los asuntos de pueblos originarios.
      Lo que el Estado argentino no permite es el reclamo por la fuerza y la violencia, dado que ya en el S19, por ley nacional se entregaron a comunidades originarias del sur casi 50 mil hectáreas de tierra.
      La Argentina no es un estado indiferente al tema pueblos originarios y esta sometido a jurisdiccional internacional por distintos pactos si llega a violar derechos humanos.
      Lo que es inadmisible es que la gente del RAM usurpe tierras, lo haga en forma violenta y eluda cualquier mecanismo jurídico que es la forma pacifica de resolver cualquier conflicto.
      Ademas que haga una reivindicación por razones de ancestralidad y aspire a que los que habitantes del resto del País apoyen ese reclamo.

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      rperezorue

      27/09/2017 at 15:56

    • La verdad que no me esperaba encontrar en este blog un comentario desde los intereses del Estado argentino.

      En fin, en Argentina no solo tenemos un problema de nacionalismo, sino de nacionalistas que se las arreglan para ver amenazas a la patria en los mapuches y en inmigrantes de los países limítrofes y no en los magnates como Benneton y en las transnacionales como la Barrick Gold.

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      La Cagámpora

      27/09/2017 at 17:47

    • No se donde se puede ver la exaltación del nacionalismo o la mención a la Patria. Bueno si, a menos que se cargue con una tremenda confusión mental, donde parece que apoyar a cuatro pelafustanes acriticamente es algo indispensable y obligado al buen pensante y coincide con la defensa de la ecologia.

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      rperezorue

      27/09/2017 at 18:22


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