Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

A propósito de Venezuela y la crítica marxista

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En la nota anterior (aquí), dedicada a la situación en Venezuela, sostuve la necesidad de que los trabajadores rompan políticamente con el chavismo y la oposición burguesa. Planteé asimismo que el movimiento de masas ha sido llevado a la desmoralización y la frustración, y que de esta situación no se sale con la mera agitación de consignas. Esto es, no hay manera de superar la adhesión de los trabajadores y amplios sectores populares a las fuerzas burguesas hegemónicas con llamados a la movilización, sea por consignas económicas o políticas inmediatas (del tipo de Asamblea Constituyente, por caso). Por eso dije que la tarea de la hora es la crítica.

Pues bien, esta posición ha sido criticada fuertemente por un lector del blog. En un “comentario” mi crítico sostiene que no dejo espacio para “la praxis de la vanguardia obrera”; que por lo tanto abogo por un “esteticismo contemplativo”, ajeno al marxismo, el leninismo y la revolución; y que incurro en un pesimismo del tipo de Adorno. Dado que esta postura es compartida por mucha gente de la izquierda, vale dedicar unas líneas al asunto.

La cuestión central es que, dada la naturaleza del programa marxista, la lucha contra las ideologías burguesas y pequeño-burguesas ocupa un puesto de primer orden en la actividad “práctica” de los marxistas. La vieja idea de Marx de que “el arma de la crítica debe preceder a la crítica de las armas” tiene que ver con esto. No es posible hacer revoluciones si previamente la crítica no ha socavado lo existente. Por eso también Engels decía que la tarea de los socialistas se debía desarrollar en tres planos: la lucha económica, la política y la ideológica. Idea que fue recogida por Lenin en su famoso folleto “¿Qué hacer?”. Es un enfoque inherente al contenido subversivo –radicalmente crítico– del marxismo. Por eso no es de extrañar que acerca de esta cuestión los marxistas siempre hayan sido criticados por «los prácticos»: Lasalle a Marx; Bernstein a Rosa Luxemburgo; el menchevismo de conjunto a Lenin. Todos los “prácticos” hicieron el mismo pedido: dejar de lado la crítica teórica, y concentrarse en recetas “factibles” que den solución aquí y ahora a los problemas de las masas. Es el camino de la adaptación a lo existente. Puede advertirse entonces que estamos ante dos concepciones antagónicas de “la praxis de la vanguardia obrera”.

Naturalmente, el rol de la crítica entre las tareas de los socialistas se acrecienta en los períodos de reacción. Así, hubo años en los cuales el acento de los marxistas estuvo puesto en esa tarea de crítica, casi por encima de cualquier otra cosa. Un caso ilustrativo es la orientación del partido Socialdemócrata ruso entre 1907 y 1912, cuando puso a la orden del día “la lenta tarea de educar, instruir y organizar al proletariado” (Lenin en “Consignas y organización dentro y fuera de la Duma”, 8/12/1911). En el mismo sentido:

“La crítica es necesaria siempre, independientemente de la ‘posibilidad de acciones’, incluso cuando se sabe a ciencia cierta que las acciones de las masas son imposibles. Vincular la posibilidad de acciones con la crítica significa mezclar la línea del marxismo, siempre obligatoria, con una de las formas de lucha (particularmente elevada)” (“La diplomacia de Trotsky y cierta plataforma” (8/12/1911). Pueden revisarse muchos otros textos del período, en los que Lenin plantea la misma orientación. Es que hay coyunturas en que muchas acciones de masas son “imposibles”, prima la confusión en el movimiento y es necesario concentrar esfuerzos en la clarificación. Pero este es el punto que rechaza hoy la mayor parte de la izquierda. Para esta gente el arte de la política pasa por agitar siempre alguna fórmula milagrosa de soluciones. Y la receta táctica se repite desde hace décadas, siempre con los mismos magros resultados.

Por supuesto, no quiero imponer aquí un argumento de autoridad. Cito la experiencia leninista (también fue la de Marx y Engels) simplemente porque muestra una manera distinta de hacer política de la que es habitual en la izquierda, y porque pienso que es más acertada. Es más acertada porque las luchas sociales o políticas están condicionadas por las perspectivas más generales del movimiento de masas, y por sus ideologías, convicciones o creencias. Por eso no basta con llamar a luchar para superar al capitalismo. Y esto tiene mayor relevancia en una situación como la venezolana de hoy, donde millones de seres humanos están pasando hambre, luchan por su supervivencia y han sido llevados a la frustración y desmoralización. No es casual que la clase obrera no haya tenido arte ni parte en la reciente crisis política. Debería entenderse que es imposible provocar, por la sola voluntad del marxista, la ruptura de las masas trabajadoras con la burguesía y/o el mando militar y burocrático chavista.

Pero además, amplias franjas de la vanguardia (entendiendo por “vanguardia” la gente más activa y politizada, con inclinación de izquierda) son partidarias del chavismo. Esto es, adhieren a la estrategia y el programa que han desembocado en la crisis actual. Por lo tanto, la primera tarea del marxismo es convencer a la vanguardia de izquierda de la necesidad de romper ideológica y políticamente con el chavismo (y mantener la independencia política con respecto a la oposición de la MUD). Lo cual refuerza la idea de que la crítica debe pasar a primer plano

Algunos dicen que eso es «mera propaganda». Sin embargo, hoy, en Venezuela, y para usar una expresión de Lenin, “es la labor práctica revolucionaria del más alto grado”. Es necesario explicar pacientemente el carácter de clase de las fuerzas burguesas hegemónicas y del Estado venezolano. Explicar, por ejemplo, que un militar-burócrata chavista, que se ha llenado los bolsillos con el saqueo de las arcas públicas (o que miró para otro lado mientras sus camaradas lo hacían) no es un “compañero confundido”, sino un enemigo de cualquier forma de acción independiente de los explotados. O que la “táctica proceso” (el “participar desde adentro” en el chavismo) no es más que otra manifestación del eterno oportunista acostumbrado “a sentarse entre dos sillas” y eludir toda preocupación por los principios (la formulación, una vez más, es de Lenin; véase “La estructura social del poder”, marzo 1911). Y que los cantos de sirena de la oposición burguesa no son alternativa válida para la clase obrera. Todo esto exige educar, instruir, criticar, para dar lugar a la organización.

No es una tarea fácil. Nadamos contra la corriente de la extensa izquierda-progre-nac&pop y stalinista. Para colmo, el «socialismo práctico» de toda la vida nos aconseja dejar de lado la imprescindible crítica. Es otra realidad que debemos asumir. Es un síntoma del retroceso que han sufrido las ideas más elementales del marxismo.

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A propósito de Venezuela y la crítica marxista

Written by rolandoastarita

03/04/2017 a 16:06

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65 respuestas

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  1. Que triste papel el del trotskismo en America!!! siempre aliandose a los enemigos del puebloo!!!!

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    Carlos Muggeri

    03/04/2017 at 17:06

    • Personalmente soy muy crítico del trotskismo, pero pienso que este tipo de «críticas» (en realidad, un insulto) son de una supina imbecilidad. Dado que en el blog no acepto provocadores, a partir de ahora no publico más basuras nauseabundas como las que acaba de enviar.

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      rolandoastarita

      03/04/2017 at 17:12

  2. Mao dijo en su momento: «La creación y divulgación de una teoría revolucionaria desempeña el papel principal y decisivo en determinados momentos, refiriéndose a los cuales dijo Lenin: «Sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario»» [http://reconstitucion.net/Documentos/La_bancarrota_del_revisionismo.html]. Y, efectivamente, en esas estamos quienes nos consideramos marxistas-leninistas y constatamos la condición de desorientación ideológica y consecuente fragmentación organizativa que nos ha legado el fracaso y derrota del Ciclo de Octubre, primera ofensiva histórica de la Revolución Proletaria Mundial. Es por ello que, como señala el autor del texto, la tarea principal de la vanguardia marxista-leninista actualmente reside, precisamente, en la concepción del mundo. Hoy no queda sino empezar desde la teoría, desde los principios, para reconstitucir ideológica y políticamente el comunismo como referente de emancipación de la Humanidad. Para ello, ese enarbolamiento de los principios debe hacerse, acorde con la dialéctica, desde el desarrollo mismo de la ideología a la luz de la inmensa experiencia histórica que nos lega el Ciclo de Octubre, aplicando el marxismo a la propia experiencia marxista, para poder partir desde un punto más elevado, en esa espiral ascendente que supone el proceso de conocimiento del sujeto revolucionario a nivel histórico. Ese desarrollo del Balance del Ciclo de Octubre ha de realizar en pugna, en lucha de dos líneas con el revisionismo de todo tipo, de modo que sirva para corporizar orgánicamente a la vanguardia marxista-leninista y para atraer a los elementos más avanzados. Sólo entonces podrá dicho referente orgánico, actualizada la ideología en lo relativo a los principios en forma de Línea General, acometer la tarea de fundirse con el movimiento espontáneo de resistencia de las masas, de modo que se forme el Partido Comunista en el mejor sentido leninista de la palabra, esto es, como fusión de teoría y movimiento, de vanguardia y masas, en forma de relación social compuesta por una suma de organizaciones que conforman el movimiento revolucionario (pues el PC en el sentido leninista no es otra cosa que movimiento revolucionario organizado, lejos de las concepciones revisionistas que lo rebajan a mero partido obrero de masas, sindical, o a destacamento vanguardista —»unidad de los comunistas»— sin continuidad con unas masas que no revoluciona, o eleva).

    La vanguardia en el ámbito venezolano no tiene otra salida, pues, que acometer esta tarea, como en el resto de Estados del mundo. Allí, además, presenta particular urgencia dado el estado de postración absoluta del revisionismo hegemónico (personificado principalmente en el PCV, junto al MRT, las FBL-EL, etc.) al proyecto de la burguesía burocrática representado en el PSUV, así como el rebote hacia posturas igualmente nocivas de otras organizaciones en el Movimiento Comunista en Venezuela, que insisten en el espontaneísmo sindical u ofrecen al proletariado supeditarle a otros sectores de la burguesía enfrentados con el PSUV (PSL, PCMLV, BR, etc.).

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    Aliosha Japaridze

    04/04/2017 at 07:44

  3. Hola Profe Astarita :Ante todo muy buena critica coincido con usted practicamente en todo su deficion,creo que ante el bonapartismo chavista,la clase obrera y en especial los socialistas debemos mantener la critica mas que nunca ya que esto nos identifica como tal,con un programa anticapitalista y sociaiista hacer una critica a la politica chavista es la tarea esencial de los marxista.

    Muy buena nota como la que poco se leen de intelectuales marxista.

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    Victor Hugo

    04/04/2017 at 10:09

  4. Algo de polémica con la nota. En 2 aspectos. Uno en el área económica y otro en la política de Venezuela. En cuanto a economía he visto casualmente (dispongo de poco tiempo para estas cuestiones) un dato chocante y sorprendente: Venezuela ocupa el puesto 63 en IDH 217 ajustado por desigualdad, sólo superado por 4 países sudamericanos : Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica. La pregunta es: ¿como se encaja este dato tan favorable y que se supone que es de un organismo oficial, imparcial, riguroso y, sobre todo, un dato SINTETICO y compendio de multitud de indicadores económicos del país con la terrible situación económica venezolana descrita en abundantes artículos en este este blog, artículos que yo mismo doy, seguro, por veraces?
    En el area política. No me parece tan fácil desligarse de un cierto sostenimiento al partido chavista tal como usted solicita. ¿Es que existe otro partido a su izquierda en el arco parlamentario del que se puedan esperar hoy políticas favorables a la mayoría social-clases media y baja? Es poco probable que cualquier partido (incluido el chavista) realice hoy esas políticas. Porque? Porque esas políticas SOLO SE PRODUCEN en la fase ascendente y progresista posterior a una revolución (R. Luxemburg, E. Mandel, teoría ciclos revolucionarios, etc.).. El caso de la revolución socialista bolchevique y el el posterior Estado del Bienestar europeo es una evidencia científica de 1º orden. En la mini y supuesta revolución bolivariana ha sucedido exactamente lo mismo: acto de ruptura chavista y SOLO DESPUES políticas reformistas en toda la región. Ese impulso revolucionario inicial bolivariano y su área geográfica esta en caida, en retroceso, tal como la ha sucedido a otras revoluciones. Incluida la misma socialista de 1917 desde los ochenta en Europa. Ese retroceso, ese nuevo periodo reaccionario, solo se frenara con un nuevo acto de ruptura político revolucionario. Esto es 2+2=4, no hay escapatoria.¿Hay algún partido hoy venezolano que este promoviendo, publicitando, ese acto revolucionario? No lo conozco, pero si no existe tal partido, sólo queda como opción ‘no sacar’ (no quiere decir apoyar) a Maduro…y seguir preparando la revolución . Hacia ese socialismo si con control, dominio, mando y decisión de sus ciudadanos. No pretendo ser crítico, pero no he visto la opción revolucionaria (la única que puede mejorar condiciones de vida en Venezuela) en su nota. Un saludo

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    antonio

    05/04/2017 at 18:50

    • En primer lugar, hay que aclarar que el IDH es una media geométrica de índices normalizados que miden la situación en desarrollo humano en tres dimensiones: 1) esperanza de vida al nacer; 2) tasa de alfabetización de adultos, años de educación obligatoria y tasa bruta combinada de educación primaria, secundaria y terciaria; 3) ingreso familiar disponible o consumo por habitante, ajustado según PPA en dólares (en esta respuesta dejo de lado las críticas que se pueden hacer a esta metodología).

      Esta combinación explica por qué el IDH atenúa los cambios bruscos en el nivel de vida, ya que la esperanza de vida al nacer, o los índices de alfabetización no bajan en forma mecánica y directa cuando baja el ingreso por habitante. Y entre ambos conforman las dos terceras partes del índice. Accesoriamente, aclaro que no sé cómo el PNUD Venezuela midió el ingreso por habitante según PPA, dada la amplia diferencia entre los varios tipos de cambio.

      En segundo término, el último IDH disponible es el informe 2016 (publicado en 2017), que tiene datos de 2015. No puede registrar la caída que se produjo en el nivel de vida de la población venezolana en los últimos dos años (le recuerdo que el PBI cayó, según el FMI, un 12% solo en 2016).

      En tercer lugar, Venezuela tradicionalmente tuvo un IDH más elevado que el promedio de países de la región. Lo cual explica por qué se mantiene en un nivel relativamente alto. Observemos que actualmente, sin ajuste por distribución del ingreso, Venezuela ocupa el puesto 71 entre todos los países, y el séptimo lugar en América Latina, con un índice de 0,767 (México el octavo, índice 0,762). Sin embargo, lo llamativo es que en 1998 Venezuela ocupaba el puesto 46 a nivel mundial, con 0,86 de índice. Es decir, perdió posiciones en los últimos casi 20 años.

      En definitiva, no veo que el IDH sirva para desmentir el argumento central de la nota: en Venezuela se ha producido un extraordinario retroceso de las fuerzas productivas. Y esto ha debilitado socialmente (con efectos en lo político) a las fuerzas del trabajo.

      Con respecto a su argumento acerca de la necesidad de apoyar al ala «progresista» de la clase dominante (en su caso, al chavismo), es la eterna justificación del oportunismo para defender la colaboración de clases (con argumentos de este tipo el PC argentino apoyó a Videla, al que caracterizaba como el ala «progresista» de la dictadura militar). Siempre se dice lo mismo: «como hoy no hay una alternativa de clase independiente de las fuerzas burguesas, hay que apoyar a alguna de las fuerzas burguesas hegemónicas». El resultado: nunca se plantea la ruptura política con el capital y/o su Estado. Con el agravante de que en Venezuela el saldo del chavismo no tiene absolutamente nada de progresista. Al cabo de 17 años de «socialismo siglo XXI» hay descomposición social, desmoralización política y profundo retroceso de la economía. No hay IDH que los salve de este balance.

      Por último, acerca de mi propuesta: si critico la sujeción a la burocracia y a la burguesía estatista, y planteo que la economía y la política deben estar en manos de los productores, esto es, de las fuerzas del trabajo, ¿por qué dice que esto no es una propuesta? ¿Nunca oyó hablar del consejismo? ¿No tiene nada que rescatar de las experiencias del control obrero, de la economía organizada a través de cooperativas? Por supuesto, todos los oportunistas están empeñados en negar estas alternativas para seguir con la cantinela de «no queda otra que apoyar a tal sector de la clase dominante». Pienso que es hora de romper con esta lógica.

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      rolandoastarita

      06/04/2017 at 09:35

    • Rolando

      Es importante destacar, también, que los organismos internacionales se manejan con estadísticas oficiales suministradas por el Estado venezolano.

      Y la experiencia nos ha dicho en innumerables oportunidades que no se puede confiar en estas cifras. El Instituto Nacional de Estadísticas en Venezuela (INE) tergiversa, maquilla y oculta la información. Lo mismo hace el Banco Central de Venezuela, el Ministerio de Salud, etc.

      Existe en «blackout» informativo oficial en Venezuela desde hace varios años.

      Por ejemplo, las estadísticas de mortalidad no se publican desde hace más de tres años. Cuando nos enteremos de la mortalidad sucedida durante los últimos tres años podremos saber la gravedad de lo que ha sucedido y de lo que está sucediendo. La gente que está muriendo todos los días por la falta de atención médica, la falta de medicamentos y las muertes por desnutrición infantil, por hambre. Y ni hablemos de la desnutrición de los ancianos.

      La ENCOVI 2016 demostró una pérdida promedio de 8,7 kg por persona. Pero en las familias con pobreza extrema (52% de la población) la pérdida de peso no voluntaria superó los 9 Kg. por persona.

      Esto es producto de la famosa «dieta de Maduro», la dieta del hambre. Así la llama, correctamente, el pueblo venezolano. No hay mejor forma de decirlo: el responsable de la dieta del hambre es Maduro y su combo.

      Saludos

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      ladudametódica

      06/04/2017 at 13:34

    • Rolo. No encuentro el dato de Venezuela con tan alto IDH en el ’98. No creo que eso invalide las conclusiones de tu nota, pero por una cuestión de precisión de datos, estaría bien indicar la fuente. Yo estoy revisando en la página del PNUD, y para 1998, Venezuela me da un IDH de .667 y me daba en la posición 69 a nivel mundial. Durante el Chavismo se refleja una importante mejora del índice y un semiestancamiento desde 2008.

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      Gus

      07/04/2017 at 16:48

    • El dato lo tomé del informe PNUD de 1998. Me llamó la atención lo elevado, pero es lo que figuraba.

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      rolandoastarita

      07/04/2017 at 16:49

    • Lo encontré. Efectivamente, es 0,86 y el puesto es el 46. Está en la página 21 del informe. Te paso el link: http://hdr.undp.org/sites/default/files/reports/259/hdr_1998_en_complete_nostats.pdf.

      De todas maneras, una precisión. El informe es 1998, pero los datos corresponden al año 1995. Es posible que haya habido una caída muy grande con la crisis de finales de los 1990, para luego recuperar más o menos rápido, aunque no al nivel anterior a la crisis.

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      rolandoastarita

      07/04/2017 at 17:06

    • Acabo de mirar el informe 2000. Efectivamente, cita para 1998 una cifra mucho más baja de la que había leído: 0,6915 (en 1990 0,821; una caída enorme en la década). Voy a buscar de nuevo el informe 1998, pero ahora no lo encuentro.

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      rolandoastarita

      07/04/2017 at 16:58

    • 1.- De acuerdo, el IDH como indicador a día de hoy 2017 en Venezuela (por el desastre de los 2 últimos años, según su notas) y por su carácter de síntesis de indices demográficos que tardan en variar, no es gran cosa. Tampoco es que este indicador no este dando que Venezuela esté en el cubo de la basura del la historia , como muchos alegan, pero le daré la razón en esto. Su explicación del IDH es técnica y completa.
      2.- Donde se equivoca de pleno es en la cuestión política. Sorpresivamente, ya que es área que yo no domino pero que en este caso su respuesta no supera mi posición. Así, ¿si yo he dicho en mi comentario que la solución en Venezuela pasa por una opción revolucionaria, que derribe al gobierno que este, incluido el de Maduro, e instale un socialismo con mando, dominio y decisión de sus trabajadores, quiere decir que doy un apoyo ‘oportunista’ (ni siquiera se que es eso??, y estimo que usted debería contener sus raudos y fáciles ‘ad hominen’ fuera de lugar ) al régimen de Maduro? La respuesta es: imposible. Más , ¿ si yo le he preguntado si existía un partido MAS A LA IZQUIERDA que el Chavismo, eso significa que apoyo oportunamente el Chavismo?. Otra vez: imposible. Como prueba, usted mismo, en una respuesta a un comentario posterior ha dado la solución marxista y la suya: si existe un partido más a la izquierda (puede que haya más, yo no conozco la política venezolana), es el PSL de Orlando Chirino, y usted dice haber firmado un apoyo internacional a su candidatura hace algún tiempo. ¡¡Acabáramos¡¡. Para terminar, si es cierto que en su nota daba alguna salida a Venezuela, tal como el Consejismo o el Cooperativismo (yo he defendido en este blog el cooperativismo como mini-socialismos frente a su criterio, no me de lecciones en esto) pero reconocerá que son salidas poco contundentes y con cierto aroma de melancólica contemplación de la tragedia (Adorno) sin salida. Su apoyo al PSL parece indicar que así lo reconoce, y por otro lado, que en su notas no siempre va ‘a tope.’, lo cual no parece en exceso reprochable. Saludos.

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      antonio

      07/04/2017 at 17:12

    • Usted escribió: «En el area política. No me parece tan fácil desligarse de un cierto sostenimiento al partido chavista tal como usted solicita. ¿Es que existe otro partido a su izquierda en el arco parlamentario del que se puedan esperar hoy políticas favorables a la mayoría social-clases media y baja? Es poco probable que cualquier partido (incluido el chavista) realice hoy esas políticas».

      La idea es clara: dado que no hay otro partido en el arco parlamentario (al pasar, ¿qué tiene que ver Chirino con esto?) del que se puedan esperar políticas hoy políticas favorables» a los trabajadores y las clases medias bajas, no es fácil dejar de dar «cierto sostenimiento» al chavismo. Pues bien, una política de defensa de la independencia de clase es lo opuesto a esto, por las razones que ya argumenté. Al margen de si existe o no un partido parlamentario que pueda mejorar la situación de la clase obrera, hoy hay que plantear la ruptura política e ideológica con el chavismo. Es una necesidad impostergable. Y es lo opuesto al «cierto sostenimiento» del chavismo.

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      rolandoastarita

      07/04/2017 at 18:04

    • Qué extraño tantos números distintos. Tu fuente es mejor que la mía. Imagino que los informes están más revisados y mejor trabajados que la página web. Pero no puede ser semejante diferencia. Algo estoy o estamos viendo mal. Te copio el link desde donde lo veo yo: http://hdr.undp.org/es/data
      Ahí tampoco ser ve un retroceso en la década de los 90.

      En cuanto a la «salida» para Venezuela… no creo que sea posible una salida socialista. El socialismo está identificado con el chavismo y separarse de eso va a llevar varios años. Primero de autocrítica y luego de construcción política. Porque, por este lado del mundo, la idea mayoritaria, lamentablemente, es que al socialismo vamos por el camino de Chavez de Evo Morales… De «abolición de la propiedad privada», nada de nada. Directamente es imposible. Se ve posibilidad de que un partido «popular» gane las elecciones y llegue al gobierno, pero no se ve, de ningún modo, otra forma de impulsar la producción que no sea por medio de productores privados independientes. En fin… es lo de siempre. Construir una alternativa verdaderamente socialista va a llevar mucho tiempo, y no se puede hacer solo en un país, por lo que también es improcedente la pregunta sobre si Venezuela puede salir de esta situación «por la izquierda».
      Por otro lado, las fuerzas políticas burguesas no chavistas vienen acumulando fuerza desde hace aproximadamente una década. La economía es un desastre y la política marxista debería ser la de buscar las condiciones para poder desarrollar una política independiente de la clase obrera. Debe normalizarse la economía (es imposible cualquier cosa con hiperinflación) y para eso, probablemente, deba llamarse a elecciones e iniciar una transición hacia un gobierno burgués normal. Obviamente la restauración de las condiciones de acumulación en Venezuela va a implicar un ajuste fuerte sobre la clase obrera. Y no, no veo forma de que la clase obrera de Venezuela pueda evitar eso. A pesar de la fuerte división en la burguesía, la situación política de la clase obrera parece mucho peor, como furgón de cola de 2 bandos en disputa, totalmente desorganizada. Por lo que, en mi opinión, lo que le queda a las organizaciones marxistas de Venezuela es apoyar que se respete el calendario de elecciones, enfrentar los atropellos a los ddhh, apoyar un programa mínimo de garantía de libertades cíviles básicas, y oponerse al ajuste (que de cualquier manera ocurrirá, pero bueno, quizás se lo pueda morigerar). Y desde ahí, empezar de 0.

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      Gus

      07/04/2017 at 19:28

    • Ahí vi el link que me pasaste. Algo cambió en la metodología o algo, porque le da a Argentina 0.88… altísimo. Es el nivel actual de Italia.

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      Gus

      07/04/2017 at 20:47

  5. Estimado Antonio

    En cuanto a las cifras económicas es importante aclarar que el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE) es lo más mentiroso que existe. Tergiversan, ocultan o simplemente no publican las cifras. Por este motivo le aconsejo que no le haga caso a ninguna estadística oficial del Estado venezolano. Sea información económica, social, de salud o de lo que sea. Estas informaciones desde hace años son secreto de Estado.

    La cuestión de la información oficial es tan grave que tres universidades importantes del país se aliaron, desde el año 2014, para realizar la Encuesta de Condiciones de Vida de Venezuela (ENCOVI). La última se hizo con una muestra de más de 6.000 familias, un total de 30.000 personas, representativa de todo el país. La Encovi 2016 dio casi 52% de pobreza extrema -a la familia no le alcanza para comprar la canasta alimentaria-, y un 82% de pobreza de ingresos. Por primera vez en la historia del país la pobreza extrema, supera a la pobreza moderada (30%), la que no consigue comprar la canasta básica, que incluye la canasta alimentaria, más algunos servicios.

    Estas cifras son suficientes para demostrarle que la economía de Venezuela está en el desastre total. En otras palabras, existe una crisis humanitaria en Venezuela. Millones de venezolanos están sufriendo hambre. Esta es la cruda realidad.

    Usted dice, por otro lado: «No me parece tan fácil desligarse de un cierto sostenimiento al partido chavista tal como usted solicita (N.E. Astarita). ¿Es que existe otro partido a su izquierda en el arco parlamentario del que se puedan esperar hoy políticas favorables a la mayoría social-clases media y baja?»

    Y aún agrega: .»¿Hay algún partido hoy venezolano que este promoviendo, publicitando, ese acto revolucionario? No lo conozco, pero si no existe tal partido, sólo queda como opción ‘no sacar’ (no quiere decir apoyar) a Maduro…y seguir preparando la revolución »

    Con estas frases Usted lo está diciendo todo. Por lo que entiendo Usted considera que hasta cierto punto, o en alguna medida el régimen chavista es «progresista». Plantea que hay que apoyarlo, a pesar que diga lo contrario, debido a que no hay nada mejor. La teoría del mal menor.

    Realmente, estimado Antonio, Usted es una muestra de lo que se está cuestionando en las notas sobre Venezuela en este blog. Esto es el apoyo, con cualquier argumento, sin fundamentos serios, al régimen burgués chavista. En otras palabras, a pesar de todas las barbaridades cometidas, para Usted el régimen chavista sigue siendo «progresista».

    Para resumir, estamos enfrentando en Venezuela a una dictadura bonapartista burguesa, profundamente antiobrera y antipopular, represiva. Régimen que acabó en estos 18 años con todas las centrales obreras existentes, que liquidó la libertad sindical, que creó sindicatos paralelos, de maletín, que impuso a burócratas sindicales hasta con el sicariato sindical. Y Usted plantea que no debemos sacar «(no quiere decir apoyar) a Maduro…. y seguir preparando la revolución». Si esto no es apoyar a Maduro, no se que es, entonces.

    Estimado Antonio, es todo lo contrario, «seguir preparando la revolución» en Venezuela es realizar la crítica a fondo, despiadada, desnudando el contenido burgués, explotador, de la dictadura de Maduro y participar en todas las luchas defensivas contra el régimen que estamos sufriendo los venezolanos.

    Millones de trabajadores venezolanos van a ser felices cuando se saquen de encima esta dictadura, que los ha llevado al hambre, a la desesperación y a la miseria más espantosa. Las cifras de la ENCOVI lo demuestran. Y Usted, por el contrario, le pide al pueblo venezolano que aguante, que espere, por que seguimos «preparando la revolución».

    Es evidente que Usted no vive en Venezuela. Lamentablemente, no tiene una idea real de lo que está sucediendo en Venezuela. Si la tuviera, cambiaría de parecer.

    Saludos cordiales

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    La duda metódica

    05/04/2017 at 22:13

    • Estimado amigo.
      Usted, por lo que comenta, vive en Venezuela. Por eso me gustaría hacerle una pregunta, que le ruego no me malinterprete, pues la misma es fruto exclusivamente de mi deseo de conocer la verdad sobre la situación venezolana. ¿Usted no sufre persecución policial y/judicial, o incluo paramilitar, por su posicionamiento político?. Lo digo porque en la dictadura burguesa que he conocido más de cerca, la de Franco, sus opiniones le habrian supuesto torturas y cárcel, sin la menor duda.

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      Venancio Andreu Baldó

      06/04/2017 at 18:05

    • Estimado amigo Venancio

      Sepa que en Venezuela hay presos políticos por escribir tuits. O por manifestar su disidencia en la calle.

      Y, si, lamentablemente se que me estoy arriesgando, como cualquier otro de los millones de venezolanos que disienten con la dictadura de Maduro. No es nada nuevo, ni del otro mundo.

      Si busca en internet, hoy, 06-04-17, decenas de miles de venezolanos, aún con miedo, salieron en todo el país a la calle para manifestar contra la dictadura de Maduro y los reprimieron con todo. Hay heridos de bala, con perdigones y decenas de detenidos. Ver aquí: https://www.lapatilla.com/site/2017/04/06/que-lo-vea-el-mundo-en-fotos-y-videos-la-masiva-protesta-y-fuerte-represion-en-venezuela-del-6abr/

      Formo parte de esos venezolanos. Lo único que ruego, como es normal, es no formar parte de las estadísticas..

      Y analizando lo de España, era materialmente imposible que en la época de Franco enjuiciaran y encarcelaran a miles o a cientos de miles de españoles por disentir.

      En mi experiencia en Argentina, en las dictaduras existían personas, dirigentes sindicales, políticos, etc, que se oponían públicamente, y no por esa razón a todos los metieron presos. A algunos los mataron, a otros los desaparecieron y a otros los encarcelaron. La realidad es que los que sobrevivieron arriesgaron su pellejo. Tuvieron suerte.

      Y, en mi caso personal, lamentablemente en esa época formé parte de las estadísticas. Tuve la desagradable situación de hacer un «post-grado» carcelario en cinco cárceles diferentes y de allí el exilio en Venezuela, desde hace 40 años.

      Las dictaduras se caracterizan por combinar represiones masivas ante manifestaciones de miles de personas y, luego, elegir a personajes específicos, si es posible anónimos, para enjuiciar, encarcelar, torturar, con el objetivo de crear terror, miedo en el resto de la población.

      La técnica persuasiva es enviar un mensaje muy concreto: «vieron, a cualquiera le puede tocar la desgracia por hablar o escribir tonterías contra el régimen». O manifestar su descontento en la calle.

      También utilizan «grupos de tareas» como en Argentina, que secuestraban, torturaban y desaparecían a militantes. O, como en Venezuela, organizan, financian y dirigen a bandas paramilitares para que efectúen la represión «sucia», paraestatal de las manifestaciones. Estas bandas producen mucho terror en la población venezolana.

      Y con esto no agoto todas las metodologías de represión. Son infinitas, sólo sujeta a la imaginación de los represores.

      Por último, si Usted supone que estamos en «democracia» en Venezuela, se dará cuenta que no estoy cometiendo delito alguno con mis opiniones. Sólo estaría escribiendo pendejadas, como se dice por aquí.

      Si eso responde a su pregunta y lo convenzo de lo que está sucediendo realmente en Venezuela, mi riesgo valdrá la pena.

      Y esa es la idea.

      Saludos cordiales

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      La duda metódica

      07/04/2017 at 00:37

    • Lamentablemente, ya tenemos un saldo de un estudiante universitario asesinado en una manifestación.

      Ver aquí: http://www.el-nacional.com/noticias/protestas/joven-fue-asesinado-disparo-pecho-durante-protesta-carrizal_89434

      Que cada quien saque sus propias conclusiones

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      La duda metódica

      07/04/2017 at 01:58

    • Gracias por su respuesta, que me ayuda sin duda a configurarme un cuadro sobre la situación de Venezuela. No.pongo en duda nada de lo que dice sobre Venezuela y sus experiencias personales previas em Argentina. Lo único que me preocupa de su respuesta es que minimice los crímenes de la dictadura franquista: millones de asesinados, torturados, campos de concentración y trabajos forzados. Hablo solo de la posguerra inmediata, y muy por encima. La persecución, las palizas, torturas, asesinatos a opositores, siguieron hasta el final de los 40 años de dictadura burguesa/militar; amén de mantener en la indigencia, sobreexplotación y analfabetismo a millones de obreros y campesinos. No frivolice todo esto, por favor.

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      Venancio Andreu Baldó

      07/04/2017 at 10:51

    • He visto las reseñas de prensa a las que me remite.

      Terrible. Pero al tiempo constato que es una manifestación, masiva, autoproclamada de centro-derecha.Veo a jóvenes de la burguesía, por su look, a jóvenes de extrema derecha, a monjitas, y a Enrique Capriles. No veo a clase obrera. Y no tengo ninguna pretensión de apoyar a Maduro; pero es lo que veo. Tampoco veo banderas comunistas, socialistas, izquierdistas: solo la bandera venezolana, la nación por encima de las clases sociales. Y todos sabemos lo que significa eso de la «nación por encima de las clases sociales».

      Por último, y volviendo al franquismo, le aseguro que con la dictadura de Maduro tienen ustedes una gran ventaja: prensa que da voz, imagen, y razones, dentro de Venezuela, a la oposición -y por supuesto fuera de Venezuela-. Con la dictadura burguesa de Franco la oposición obrera se hallaba en la total clandestinidad, no existía prensa alternativa a la del régimen asesino: era inimaginable una cobertura mediática de este tipo, de la que gozan ustedes.

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      Venancio Andreu Baldó

      07/04/2017 at 11:18

    • Por cierto, estimado amigo:

      El Estado donde ha sido asesinado este joven es Miranda, cuyo gobernador es, si no me equivoco -y según acabo de informarme, y si no estoy equivocado- el propio Enrique Capriles. Se me ocurren dos preguntas: ¿no es él responsable de nada de lo ocurrido? ¿cómo una dictadura puede tener al jefe de la oposición como gobernador de un Estado?

      Un saludo

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      Venancio Andreu Baldó

      07/04/2017 at 11:44

    • Estimado Venancio

      La clase obrera venezolana ha sido totalmente derrotada por el régimen chavista en estos 18 años. Pero le puedo asegurar que más del 99% de los manifestantes contra la dictadura madurista son trabajadores asalariados, dirigidos por la dirección burguesa de la MUD. Es una oposición de millones. Esta es la cruda realidad.

      Ya he explicado en mis comentarios, muchas veces, que el grueso de la izquierda, nacional e internacional, viene apoyando en forma absolutamente vergonzosa a un régimen bonapartista burgués desde hace 18 años, lo que ha enlodado a sangre y fuego, las banderas del socialismo. Todo este desastre lo han hecho en nombre del socialismo. Increíble, pero cierto.

      Millones de venezolanos, odian al socialismo. No me cansaré de repetirlo. Y desde allí debemos partir.

      Y Usted pide que en las manifestaciones se levanten las banderas del socialismo y el comunismo. Realmente lo que Usted pide es algo asombroso en Venezuela. Delirante.

      Este es justamente el drama, la tragedia de la izquierda «nacional y popular», que está expresando Rolando en sus notas

      El partido Comunista Venezolano apoya al régimen burgués chavista desde hace 18 años, con todos los hierros. Traición total. Está apoyando a un estado y a un régimen burgués, explotador, en contra de los trabajadores.

      Por otro lado, está el cuento «típico» del Estado Miranda, Henrique Capriles y la represión. Las mentiras de la izquierda son absolutamente cínicas.

      Tiene que saber Usted que la Guardia Nacional es un componente de las Fuerzas Armadas venezolanas y su comandante en jefe es Nicolás Maduro. No depende de Capriles. Por otro lado, la Policía Nacional Bolivariana tampoco depende de Capriles.

      Lo que depende de Capriles, es la policía del estado Miranda, que, por supuesto no es ninguna santa, pero no tengo noticias que haya reprimido en Montaña Alta a los manifestantes. Por otro lado, el régimen chavista se encargó desde hace años, cuando asumió la gobernación Capriles, desmantelar todo su equipo represivo. La dejó prácticamente desarmada.

      Y le cuento algo curioso, una de las acusaciones graves del régimen burgués chavista contra los alcaldes y los gobernadores de la oposición es que no reprimen las manifestaciones. El ex-alcalde Ceballos del estado Táchira, continúa preso desde el año 2014 por esta acusación: porque «estimuló» las manifestaciones y por que no las reprimió con su policía municipal. No colaboró con la represión que le ordenó el gobierno nacional burgués.

      Por eso le insisto, antes de afirmar cuestiones inexactas, típicas mentiras estalinistas, es un deber, para todo marxista buscar la verdad, aunque sea dolorosa.

      Y le recuerdo algo, todo marxista debe seguir una norma fundamental: estar siempre del lado de las luchas de los oprimidos. Estamos frente a una dictadura que está matando de hambre a millones de venezolanos. No es poca cosa.

      Lo que Usted plantea, es lo mismo que ante una huelga justa convocada por burócratas sindicales podridos, muchos de ellos burgueses, por las empresas que tienen, se proponga ser neutral, lo que objetivamente es llamar a romper la huelga. Ser un esquirol. ¿Y cual sería el argumento justificativo? Por que la huelga es dirigida por dirigentes burgueses o que están al servicio de la burguesía. La frase típica: no se puede apoyar la lucha, aunque sea justa, por que la dirigen burgueses. No podemos «ensuciar» nuestra política. No se tiene idea aquí de lo que significa la unidad de acción.

      Fíjese entonces cual es el drama en que estamos viviendo. Los marxistas en Venezuela debemos empezar de cero o de menos cero. No hay alternativa socialista a la vista.

      Tenemos dos opciones de hierro: 1°) la crítica más despiadada del régimen burgués chavista 2°) Participar en la unidad de acción, «golpear juntos, marchar separados», en las luchas defensivas contra la dictadura de Maduro, aunque esas luchas las dirija la oposición burguesa. Si no lo hacemos, somos unos esquiroles.

      Nos guste o no nos guste. Este es el drama a su vez de la izquierda no chavista. No entienden esto y se han mantenido y se mantienen neutrales ante las luchas justas, concretas. Han quedado en el nivel declarativo, panfletario, planteando una tercera alternativa. Y se olvidan que las alternativas se construyen, primero, con ideas claras de lo que está sucediendo y, segundo, en las luchas defensivas en las calles contra la dictadura que sufrimos.

      Nadie se incorpora a una organización si no la ve peleando juntos, en las calles. Y negarse a esto los ha transformado en sectas que viven en el total limbo político. Y le doy un ejemplo. En el año 2014 esta izquierda no apoyó las justas luchas estudiantiles y populares. Las repudió porque eran dirigidas por la derecha. El resultado de esto significó que los mejores dirigentes estudiantiles que surgieron en esa época fueron captados por los partidos de la burguesía. Estimado Venancio, el resultado fue el siguiente: la izquierda venezolana tenía una influencia inmensa en las universidades. Ahora prácticamente no existen. Perdieron todo. Y así ha sucedido también en muchos sindicatos, donde líderes obreros se han incorporado a los partidos de la burguesía, por falta de respuesta de la izquierda no chavista.

      En definitiva, y en última instancia, no podemos ser neutrales. Ser neutrales, es abandonar totalmente a la clase obrera y al pueblo venezolanos en sus justas luchas. Ser neutrales es, objetivamente, pasarse a las filas del enemigo de los trabajadores y el pueblo venezolano. Y es liquidar totalmente la posibilidad de construir a largo plazo una alternativa revolucionaria para Venezuela.

      Saludos cordiales

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      La duda metódica

      07/04/2017 at 13:54

    • Estimado Venancio

      No frivolizo con la dictadura de Franco. Jamás se me pasó por la cabeza algo así.

      Desde hace años he leído varios libros de historias la sobre la Guerra Civil española.

      Siempre me interesó mucho entender las posiciones políticas del estalinismo, de los anarquistas, del PSOE y del POUM, entre otros partidos y personajes.

      Entender el problema de la unidad de acción y, su contrario, la formación del Frente Popular, causante de la derrota. Se aprende mucho con las experiencias de la guerra civil española. Sobre todo lo que NO hay que hacer.

      De los libros marxistasque lei, entre ellos están los de Trotsky, Pierre Broue y EmileTermine y Felix Morrow, etc.

      También leí el de Hugh Thomas.

      Ver aquí, https://www.marxists.org/espanol/trotsky/rev-espan/index.htm;

      aquí: https://www.marxists.org/espanol/broue/1961/revolucion-y-guerra-de-espana.pdf;

      y aquí: http://www.elsoca.org/pdf/libreria/Revolucion%20y%20contrarrevolucion%20en%20Espana%20-%20Felix%20Morrow.pdf.

      Y también leí el de Hugh Thomas.Ver aquí: https://www.casadellibro.com/libro-la-guerra-civil-espanola-2-vols/9788497598323/917232.

      Además, he tenido la oportunidad y la suerte de conocer en mi vida a varios republicanos españoles, exiliados, que pelearon en la guerra civil. De esta forma, conocí de primera mano lo que sucedió en España. Supe muy bien, desde joven quien fue Franco y lo que hizo.

      Y, por este motivo, me llama la atención que me acuse de «frivolizar todo esto».

      Y, por favor, le solicito que no llegue a conclusiones apresuradas que ofenden mi inteligencia. Y mis posiciones.

      Saludos cordiales

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      ladudametódica

      07/04/2017 at 15:41

    • Estimado amigo.

      Primero le rogaría que no tratata de confundirme con ningún tipo de estalinismo. Conozco el estalinismo, como teoría y praxis, no solo como realidad histórica, y le aseguro que estoy en las antípodas. Le diría que, en lo.personal, incluso me ofende que se me trate de relacionar, lo más mínimo, con el estalinismo. Yo por mi parte no lo he tratado de relacionar a usted con ninguna ideología criminal.

      Vayamos ad rem. Hay dos cosas que no me cuadran en su posicionamiento:

      1. No puedo compartir su táctica de «golpear juntos, marchar por separado». Era y es una táctica que Trotski piensa como posible para una organización revolucionaria en relación a los paridos obreros reformistas, pero en ningún caso en relación a partidos burgueses, incluso burgueses reaccionarios, como es el caso que usted propone. Su táctica se asemeja más a un entreguismo y a hacer el juego a la burguesía más reaccionaria en Venezuela, la de Capriles, la del gran capital, la de USA.

      2. Veo rasgos del chavismo, actualmente existente, que se corresponden a un regimen burgués democrático, con ciertos rasgos autoritarios, pero no a una «dictadura» burguesa, y con ciertos rasgos populistas, pequeño-burgueses. Hay partidos de la oposición legales, hay elecciones, hay gobiernos de la oposición, hay una prensa burguesa, de la oposición, escrita y audiovisual, feroz en su crítica al chavismo, hay una gran parte del gran capital, la mayor parte del mismo, enfrentado al chavismo. No me cuadra con una dictadura, ni con las fascistas o cuasifascistas europeas, ni con las militares latinoamericanas, ni con el estalinismo, ni mucho menos -si se trata de encarcelar a gente por twits, véngase a España y verá que es lo que hace el gobierno de Rajoy, al que considero autoritario, pero no por ello una dictadura-.

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      Venancio Andreu Baldó

      07/04/2017 at 16:46

    • Estimado amigo Venancio

      En ningún momento lo traté de estalinista. Disculpe si lo entendió así.

      Lo que le planteo es que su error comienza con una caracterización totalmente errada del régimen chavista. El régimen chavista nunca fue democrático burgués o burgués democrático, como Usted plantea.

      Fue un régimen bonapartista burgués.

      Siguiendo a George Novack:

      «El primer paso para alejarse de un decrépito parlamentarismo es el bonapartismo. Tal es una dictadura burocrático-militar nacida de una confrontación de fuerzas de clases abiertamente antagónicas profundizada pero incompletamente resuelta.

      A diferencia del orden parlamentario que se basa en una mayoría (presumiblemente) elegida de forma democrática y su representación de partido, el principal apoyo de un régimen de tipo bonapartista se encuentra en la policía, el ejército y el aparato administrativo. (N.E. esto es así en Venezuela desde los inicios del régimen chavista)

      El bonapartismo lleva a un límite extremo la concentración de poderes en la dirección del estado, algo ya discernible en las democracias imperialistas contemporáneas. Todas las decisiones políticas importantes están centralizadas en un único individuo dotado de extraordinarios poderes de emergencia. Habla y actúa no como servidor del parlamento, como el premier, sino en su propio derecho, como el «hombre del destino» que ha sido llamado a rescatar a la nación en su hora de peligro mortal. (N.E. retrato hablado de Hugo Rafael Chávez Frías)

      Aunque el «hombre a caballo» usurpe la autoridad por la fuerza extraparlamentaria o bajo una cobertura legal, la ejerce por decreto (N.E. totalmente cierto en Venezuela. Recordar las leyes habilitantes). Su régimen no necesita desmantelar o descartar completamente las instituciones o partidos parlamentarios en seguida (N.E. esto explica que sigan existiendo partidos políticos, elecciones, etc.); lo que hace es volverlos impotentes (N.E. el caso emblemático desde enero de 2016 ha sido la anulación completa de la Asamblea Nacional venezolana en manos de la oposición, con el último golpe de gracia de las sentencias del TSJ números 155 y 156). A lo mejor, les permite sobrevivir garantizando que jueguen meramente papeles supernumerarios y decorativos (N.E. esto es exactamente lo que ha sucedido con los partidos políticos en Venezuela). Ya se limiten a dar el visto bueno o a resistir los mandatos que vienen desde arriba, éstos prevalecen como ley del territorio. (N.E. esto ha sido así durante largos 18 años).

      El dictador puede pagar un hipócrita tributo a la tradición del consenso popular por medio de plebiscitos ocasionales (N.E: se dieron más de 15 plebiscitos durante el gobierno de Chávez que ganó gracias a la fabulosa renta petrolera que ingresó en las arcas del estado venezolano) en los que el pueblo es preguntado para ratificar alguna propuesta del gobierno. Pero esta consulta puramente formal normalmente va acompañada de una atmósfera de intimidación, en la que los propagandistas de la camarilla dominante predicen las más horribles consecuencias a menos que la proposición sea confirmada.» (N.E. la atmósfera de intimidación ha sido brutal, permanente y constante en cada uno de los plebiscitos realizados. Elecciones donde el aparato electoral del partido oficial, el PSUV, ha sido todo el Estado venezolano, con todos sus recursos).

      Conclusión: esta caracterización en vez de ser un retrato hablado del régimen chavista, es una fotografía de alta resolución. EL REGIMEN CHAVISTA NUNCA HA SIDO UN REGIMEN BURGUÉS DEMOCRÁTICO O DEMOCRÁTICO BURGUÉS.

      Para profundizar este tema le recomiendo este link, donde se encuentra el libro de George Novack, titulado Democracia y Revolución. De los griegos a nuestros días, Capítulo Bonapartismo, Dictadura, Fascismo. Ver aquí: https://es.scribd.com/doc/94510772/GEORGE-NOVACK-democracia-y-revolucion.

      El régimen bonapartista chavista puede evolucionar hacia dos vías:

      1º) Una dictadura bonapartista. Que es la que ya estamos sufriendo

      2º) o hacia un régimen democrático burgués, con la derrota de la dictadura bonapartista.

      En estos momentos es imposible una salida socialista, por todo lo que se ha argumentado en los comentarios en este blog. La clase obrera venezolana ha sido totalmente derrotada por el régimen bonapartista burgués chavista.

      En estos momentos la realidad objetiva no nos da la información, que afirma incansablemente la inmensa mayoría de la izquierda chavista y/o prochavista, que la oposición burguesa está planteando o está detrás de una dictadura militar de derecha. Además serían muy estúpidos. No hay mejor lucha contra una dictadura que exigir elecciones -negadas por el régimen chavista- y que se cumpla con la constitución. Y no creo que los organismos internacionales y los diferentes países apoyen en este momento una dictadura burguesa, de derecha antichavista. Tampoco son tontos.

      En estos momentos quien ha dado el autogolpe es el régimen bonapartista burgués. Y esto lo ha hecho con el total apoyo del alto mando militar chavista. La alta oficialidad de las fuerzas armadas burguesas está apoyando a la dictadura bonapartista chavista.

      Por todas estas razones, estimado amigo, su caracterización del régimen chavista como burgués democrático es totalmente errada. No se ajusta a la realidad venezolana y por lo tanto, si parte de una premisa falsa, sus conclusiones son totalmente erradas.

      Saludos cordiales

      PD. Perdona Rolando la extensión. Pero no tenía otra forma de responder. No es mi costumbre.

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      ladudametódica

      07/04/2017 at 19:09

    • Estimado amigo.

      Todo parece coincidir entre su análisis y el texto de Novack. Salvo dos pequeños matices. Novack dintingue bonapartismo de dictadura militar, téminos que a veces usted utiliza indistintamente. Pero lo esencial. Todos estos regímenes autoritarios son para Novack regímenes burgueses, cuyo objetivo es la establidad del gran capital y el sometimiento de la clase obrera al mismo-y ello aunque estos regímenes tengan cierta independencia suprapartidista fruto de una lucha de clases no resuelta-. Y aquí está el problema. Resulta que en Venezuela el «bonapartismo» chavista está enfrentado, lo ha estado siempre, al capital; el capital nacional e internacional lo considera su enemigo mortal y desea borrarlo del mapa. Y al tiempo este «bonapartismo» ha tenido, al menos durante largo tiempo, gran apoyo popular. Al tiempo lo determinante, como enfatiza Novack, para analizar cada régimen político concreto es la composición de clases en que se sustenta. ¿Cómo se entiende entonces este «bonapartismo» tan peculiar?

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      Venancio Andreu Baldó

      07/04/2017 at 21:45

    • Estimado amigo

      Lamentablemente voy a tener que usar aquí una cita larga, de uno de los intelectuales venezolanos que mejor ha definido al régimen chavista. Un intelectual con el cual difiero en muchas cosas, radicalmente, pero con el cual coincido totalmente con su caracterización bonapartista del chavismo:

      ¿Quién apoya a Chávez?
      Teodoro Petkoff
      Tal Cual
      24/05/07

      A estas alturas del partido vale la pena preguntarse por la estructura social del poder de Hugo Chávez.

      ¿Cuál es la naturaleza del régimen? ¿Qué sectores sociales le sirven de soporte?

      Una primera aproximación permitiría definirlo como un régimen bonapartista (el calificativo alude al segundo Napoleón, llamado “el pequeño” ).

      Aunque la presidencia de Chávez no surgió de un golpe de Estado militar, la columna vertebral de su poder es la Fuerza Armada Nacional. No existiendo hoy ninguna clase social a la que pudiera definirse como dominante, la institución armada, colocada por encima de las clases sociales, conducida por el caudillo, ejerce el rol de estamento dominante.

      Con el apoyo de esta, Chávez ha venido protagonizando una suerte de golpe de Estado permanente, tragándose, uno tras otro, a todos los poderes públicos, mientras la FAN se consolida como árbitro y tutor de la sociedad. No se trata pues, de un mero gobierno militar, en el sentido en que pudo haberlo sido el de Pérez Jiménez, que, en última instancia, era vicario de intereses económico-sociales predominantes, incluyendo los del imperialismo gringo de entonces, sino de un régimen militar relativamente autónomo respecto de clases sociales.

      Pero, simultáneamente, posee una fuente de legitimidad de origen popular. No son ni la clase media ni la clase obrera los cimientos del poder chavista, pero sí es en esa inmensa masa de población urbana, que pudiera denominarse pobrecía, donde se encuentra la viga maestra de la fuerza social que respalda al régimen. No es una clase social propiamente dicha, sino el resultado de la desintegración social provocada por una economía petroestatal, incapaz de absorber las porciones crecientes de venezolanos que cada año ingresan al mercado laboral, estimados hoy en unos 400 mil. Se aglomeran allí millones de desclasados: trabajadores informales, desempleados crónicos, miles y miles de amas de casa superempobrecidas, ex campesinos engullidos por la ciudad y un extenso lumpen proletariat –todos víctimas de un sistema que va moliendo a la parte más vulnerable de la sociedad, dejando una suerte de residuo de desheredados, prestos a reciclar lo único que les queda, la pobreza y la esperanza, con cualquier caudillo carismático que se aparezca en el horizonte.

      Pero, mientras hoy la vieja burguesía venezolana, siempre débil, verdadero cero a la izquierda político, se debate entre sus convicciones y sus negocios, está naciendo una nueva burguesía, llamémosla burocrática (la “acumulación primitiva” en la cual se origina está en la corrupción administrativa), que si bien no ejerce un rol dominante en tanto que clase social, sí asume como suyos los valores del bonapartismo chavista y se siente a sus anchas con este. Pronto, desde luego, se entrelazará, económica y socialmente, con la vieja burguesía.

      Un “regreso al futuro” puede vivirse leyendo sobre el México de 1927 en adelante, cuando de la revolución lo que surgió fue el PRI, los Azcárragas, los Slims y tutti quanti. Por ahí vamos.

      Bonapartismo más poder de los nuevos ricos.» Fin de la cita.

      Usted dice: «Resulta que en Venezuela el “bonapartismo” chavista está enfrentado, lo ha estado siempre, al capital; el capital nacional e internacional lo considera su enemigo mortal y desea borrarlo del mapa.»

      ¿De dónde usted sacó esta afirmación? «Que el capital nacional e internacional es enemigo mortal del régimen chavista». Sigue equivocado totalmente.

      ¿Usted no conoce las empresas mixtas petroleras y el famoso Arco minero del Orinoco, proyectos propuestos y en plena ejecución por el régimen chavista en donde intervienen empresas de capitales nacionales e internacionales, imperialistas?.

      Ver aquí: http://www.soberania.org/2016/08/26/el-sofisma-del-antiimperialismo-bolivariano/.

      Y aquí. http://www.radiomundial.com.ve/article/150-empresas-de-35-pa%C3%ADses-invertir%C3%A1n-en-el-arco-minero-del-orinoco.

      Y aquí: http://www.telesurtv.net/telesuragenda/Arco-Minero-del-Orinoco-en-Venezuela-20160826-0056.html.

      Y aquí: https://www.aporrea.org/pachamama/a231828.html

      Estimado amigo, le pido por favor que haga una búsqueda más exhaustiva por internet de los temas que tratan estos pocos links que le estoy mandando, y sáquese de una vez de la cabeza la gran mentira de la izquierda chavista y/o prochavista que el «capital nacional e internacional es enemigo mortal» del régimen chavista.

      Lamentablemente, sigo con los comentarios largos, pero no me queda más remedio.

      Saludos cordiales

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      ladudametódica

      07/04/2017 at 23:37

    • Agregado.

      Estimado amigo Venancio

      Para aclarar más las cosas, en términos marxistas.

      La contradicción fundamental existente en Venezuela, después de derrotada, atomizada y regimentada la clase obrera, es el enfrentamiento entre la «lumpenchavoburguesía» y la vieja burguesía venezolana.

      Esto se explica debido a que uno de los pronósticos de Teodoro Petkof no se cumplió.

      ¿Y que es lo que no se cumplió? Lo siguiente: «Pero, mientras hoy la vieja burguesía venezolana, siempre débil, verdadero cero a la izquierda político, se debate entre sus convicciones y sus negocios, está naciendo una nueva burguesía, llamémosla burocrática (la “acumulación primitiva” en la cual se origina está en la corrupción administrativa), que si bien no ejerce un rol dominante en tanto que clase social, sí asume como suyos los valores del bonapartismo chavista y se siente a sus anchas con este. Pronto, desde luego, se entrelazará, económica y socialmente, con la vieja burguesía.»

      La lumpenchavoburguesía definitivamente NO SE ENTRELAZÓ, económica y socialmente con la vieja burguesía venezolana.

      Eliminada la clase obrera del escenario político, la pelea fundamental se está dando entonces entre estos dos sectores burgueses.

      ¿Y cual es la esencia del conflicto?

      Que la burguesía de nuevos ricos, lúmpenes chavistas, militares y burócratas estatales, no garantizan en absoluto la REPRODUCCIÓN AMPLIADA DEL CAPITAL EN VENEZUELA. Han robado y fugado al exterior la cifra fabulosa de 500 mil millones de dólares. Cifra que significa diez años de importaciones para el país.

      La vieja burguesía está desesperada por este asunto. Sabe que si este desastre económico continúa se acabará el país, y con ello sus empresas. Las quiebras son innumerables. El caos económico es brutal.

      Y, la catástrofe a nivel de la clase obrera ha sido inmensa. La destrucción de la fuerzas productivas del país es de unas dimensiones inimaginables. Sólo en el año 2016 el PBI fue negativo en un 12%. Y como consecuencia ya han huido del país más de dos millones de venezolanos desesperados por el desastre existente.

      Hoy escuché por radio que sólo en España hay 200 mil venezolanos.

      Este es el conflicto de fondo existente. Así de simple.

      Saludos cordiales

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      ladudametódica

      08/04/2017 at 00:02

    • Estimado amigo.

      Me alegran sus últimos comentarios, porque veo que va al trasfondo de las clases sociales. Reconoce que los trabajadores precarios, temporales, parciales, parados, etc., lo que para usted es «lumpen» pero para mí es clase obrera, es un pilar fundamental del apoyo al chavismo. Ahí encuentro un elemto progesivo del mismo: su apoyo a los más desfavorecidos.

      En segundo lugar me habla de dos burguesías, análisis que comparto. No entiendo sin embargo por qué la burguesía tradicional le merece sus respetos, o la ve incluso «desesperada», casi sitiendo empatía con ella- ¿desesperada quizá por un sentimiento patriótico?-.
      ¿Acaso no es esta la burguesía venezolana que tenía a Venezuela como su cortijo, que llevaba su capital también al extranjero, que tenía a las clases populares en la miseria, completamente abandonada, la burguesia golpista y pro-yankee, encarnada de forma paradigmatica en la «socialdemocracia» de Carlos Andrés Pérez? ¿Acaso no es esta situacion desesperante generada por dicha burguesía lo que llevó al triunfo del chavismo? ¿Acaso las clases populares, los más humildes que usted llana «lumpen», no se sitieron por primera vez respetadas en su dignidad por el chavismo?

      A la nueva burguesia, estatista, la llama usted «lumpen». Este término de «lumpen-burguesía» esta tan manido que ya no se sabe lo que quiere decir. Pero al margen de ello, no dudo de que exista esta nueva clase burguesa o pequeño-burguesa en Venezuela, en torno al chavismo. Sin embargo no la veo peor, más «lumpen», que la otra -¿menos productiva, menos nacionalista, menos buena?-. Y lo que dudo sobre todo, vuelvo a repetirle, es que para combatir a esta burguesía haya que aliarse y darle carta blanca a la otra, la de toda la vida, la «buena».

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      Venancio Andreu Baldó

      08/04/2017 at 12:22

  6. Q opina sobre el PSL de Orlando Chirino que corre por izquierda al Chavismo, no podria ser una solucion para la clase obrera venezolana???

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    Carlos

    06/04/2017 at 16:49

    • No conozco lo suficiente las posiciones del PSL. Sé que es un grupo trotskista. En una ocasión me criticó por mi posición contraria al programa de transición trotskista. Pero debería tener mayor conocimiento de sus posiciones. De todas maneras, hace un tiempo, firmé un apoyo internacional para la candidatura de Orlando Chirino porque consideré que era la única expresión independiente de la clase obrera (y además demostró gran valentía política al enfrentar al chavismo y a la oposición burguesa).

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      rolandoastarita

      06/04/2017 at 19:08

  7. gracias por su aporte, me es muy util para seguir formandome, ubicandome en el mapa politico como trabajador y activista en la empresa que trabajo, en el sindicato que participo. Muchas gracias!

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    Sebastián Stephan

    07/04/2017 at 17:00

  8. Estimado Carlos

    En mi comentario más arriba debo incluir al PSL dentro de la izquierda no chavista que en este momento, al no participar en las luchas de los trabajadores y el pueblo venezolano contra la dictadura madurista, aunque sean dirigidos por partidos de la burguesía, están en el limbo político. Están en la pasividad total, a nivel declarativo, panfletario.

    Si no se incorporan, y no aplican la unidad de acción en las luchas masivas que se están dando contra la dictadura madurista, aunque ahora las dirija la oposición burguesa, continuarán en el limbo político, y continuarán siendo lo que son, una secta. Secta con muy buenas intenciones, totalmente respetable, pero secta al fin. En estos momentos el PSL está planteando como salida una «Asamblea Constituyente de los trabajadores y el pueblo». Algo totalmente delirante en estos momentos. Si se da una Asamblea Constituyente su contenido será totalmente burgués.

    No es una tarea fácil. A pesar de una correlación de fuerzas totalmente desfavorable para la clase obrera venezolana, hay que mantener a toda costa la pequeña luz de la independencia de clase. Las luchas y las manifestaciones se están dando contra un régimen burgués, opresor, profundamente antiobrero. El deber de todo marxista es participar en estas luchas. Quedarse pasivos, no participar en las luchas defensivas contra la dictadura burguesa chavista, las dirija quien las dirija, es quedarse en el limbo político. No es una opción.

    No nos olvidemos, también, que la corriente trotskista de donde viene el PSL, que apoyó al chavismo durante siete años-, se dividió en el año 2007. en dos toletes. Por un lado, lo que es ahora el PSL -rompió con el chavismo-, y, por otro lado, Marea Socialista, que rompió con el madurismo, no con el chavismo. Marea Socialista forma parte ahora del Chavismo crítico.

    Y el PSL actualmente está aliado con Marea Socialista en un frente común. Plantean una tercera alternativa que surgirá, según ellos, y fundamentalmente, de las bases «revolucionarias» del chavismo. Por supuesto, esto no tiene nada que ver con una posición radical, correcta, de independencia de clase.

    Aunque, hay que decirlo, Marea Socialista está dando en estos últimos tiempos un viraje importante en sus posiciones. Estas se reflejan en su Editorial Nº 19, del 5 de abril de 2017: Ver aquí: https://www.aporrea.org/actualidad/n306635.html.

    Allí, entre otros aspectos, expresan lo siguiente:

    «La correcta actitud, en este caso, de la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, al declarar que las Sentencias del TSJ rompían el hilo constitucional, mostraron al mundo, la grave deriva totalitaria que, como política de Estado ha emprendido el gobierno del presidente Maduro. Hecho esto con el sórdido acompañamiento de un Tribunal Supremo de Justicia dócil, complaciente y cómplice. Pero más todavía, dejaron a la vista una fractura política en el chavismo oficial hasta hoy oculta. Sale así a la superficie el malestar social hacia el gobierno de una parte sustantiva y mayoritaria de la base del PSUV y del proceso que hasta ahora era contenido por el miedo y las amenazas.»

    «En el tiempo que se escribe este texto se están desarrollando acciones de calle de la MUD que son violentamente reprimidas. Sostenemos que se deben respetar los legítimos derechos a la protesta a la movilización y a las exigencias de todos los sectores sociales y políticos. Y esto sin condiciones.»

    Increíble declaración por parte de Marea Socialista. En el año 2014 esta organización repudió totalmente las justas luchas estudiantiles y populares que se dieron en esa época. Luchas que tuvieron prácticamente el mismo contenido que las manifestaciones actuales.

    Si Marea Socialista es consecuente con estas afirmaciones tendrá que sumarse a las luchas actuales de los trabajadores y el pueblo venezolano. Le guste o no le guste. Es la consecuencia lógica de la caracterización actual que ha elaborado del régimen de Maduro.

    Si son honestos, no les quedará otro remedio.

    Saludos cordiales

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    ladudametódica

    07/04/2017 at 18:16

  9. Estimado amigo

    1°) Recuerde que Teodoro Petkoff escribió sobre la caracterización bonapartista burguesa del chavismo en mayo del año 2007. Hace 10 años. Desde esa época ha pasado mucha agua debajo del puente. En estos momentos, le puedo asegurar, la base social del chavismo, la pobrecía, los lúmpenes -no en el sentido peyorativo, sino marxista- ya le retiraron el apoyo al régimen bonapartista burgués chavista. Ese apoyo se volvió «polvo cósmico». El amor con hambre no dura.

    2°) Este es el motivo por el cual el régimen bonapartista burgués chavista liquidó el referendo revocatorio el 20 de octubre de 2016. Y no se hicieron las elecciones regionales, que eran obligatorias. En otras palabras PROHIBIÓ hacer elecciones de cualquier tipo. También las elecciones sindicales, las elecciones de los consejos comunales, estudiantiles, etc. Y si fuera necesario prohibirían hasta las de reinas de carnaval. Pierden en todas. Los plebiscitos, las elecciones eran muy buenas cuando ganaban. Cuando están en absoluta minoría argumentan que es culpa de «la guerra económica», que «el pueblo está engañado», etc. Y con este argumento desde enero de 2016 «volvieron impotente» a la Asamblea Nacional, debido a que la oposición le dio una paliza electoral al régimen chavista. Fueron casi ocho millones de votos. Y no creo que todos sean burgueses, agentes de la CIA. Aquí también hay pobrecía, lúmpenes, trabajadores, etc.

    3°) Insisto tanto en el problema de la izquierda, justamente por lo que Usted dice: «que los trabajadores precarios, temporales, parciales, parados, etc., lo que para usted es “lumpen” pero para mí es clase obrera, es un pilar fundamental del apoyo al chavismo. Ahí encuentro un elemento progresivo del mismo: su apoyo a los más desfavorecidos.» Con lo que Usted afirma aquí me está diciendo todo. Para Usted es mucho más importante que el régimen apoye a los más desfavorecidos, que el carácter de clase del régimen chavista. Un régimen que es burgués, capitalista, explotador, antiobrero, por el lado que se lo mire.

    4°) Justamente este es el asunto central que se está discutiendo aquí: ningún marxista, ninguna organización que se reivindique marxista puede apoyar a un régimen burgués. Y menos bonapartista burgués, ahora dictadura. Esto es la materia plastilina uno del jardín de infantes del marxismo. El grueso de la izquierda nacional e internacional que apoya desde hace 18 años al régimen burgués chavista está aplazada en esta materia elemental. Han apoyado y apoyan con todo, sin escrúpulos, a un Estado y a un régimen burgués, capitalista, explotador, antiobrero.

    5°) Otro argumento importante de la izquierda chavista para justificar el apoyo al régimen burgués chavista, además del cuento de favorecer a los desposeídos, han sido los argumentos de la «liberación nacional» y el «antiimperialismo». Es importante destacar aquí que Venezuela es un país políticamente independiente desde el siglo XIX. Venezuela no es colonia, semicolonia, neocolonia de nadie. En otras palabras este argumento no tiene ninguna base científica. En Venezuela ya se cumplió la tarea burguesa de la liberación nacional.

    6°) Los trabajadores no tienen patria. La contradicción fundamental en Venezuela, en última instancia, ha sido y es la de capital-trabajo, no imperialismo-nación.

    7°) Una de las características más importantes de un régimen bonapartista burgués, que concentra en las manos de un individuo todo el poder del Estado, es no permitir que nadie le haga sombra. Por este motivo, desnudando su carácter de clase, una de las políticas más represivas de este tipo de régimen es regimentar, cooptar, dominar, controlar, atomizar a la clase obrera. En otras palabras, impedirle a toda costa que los trabajadores desarrollen cualquier esbozo de independencia de clase. Así lo hizo el régimen chavista desde sus inicios, en el año 1999. Así lo han hecho otros regímenes bonapartistas en América Latina: Lázaro Cárdenas, Perón, etc. No es un fenómeno histórico nuevo.

    8°) Una pieza fundamental de la política antiobrera del régimen chavista fue incluir en la Constitución chavista del año 1999 un artículo que liquidó de plano la libertad sindical. Es el artículo 293, parágrafo 6, que dice lo siguiente: El Poder Electoral tiene por funciones: (N.E. El Consejo Nacional Electoral del Estado burgués venezolano) Parágrafo 6: «Organizar las elecciones de sindicatos, gremios profesionales y organizaciones con fines políticos en los términos que señale la ley. Así mismo, podrán organizar procesos electorales de otras organizaciones de la sociedad civil a solicitud de éstas, o por orden de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia. Las corporaciones, entidades y organizaciones aquí referidas cubrirán los costos de sus procesos eleccionarios.» La Organización Internacional del Trabajo (OIT) le ha reclamado innumerables veces al régimen chavista que este artículo viola la libertad sindical. Si esto es favorecer a los desposeídos, yo soy Mandrake el mago.

    9°) Con esta «arma» en la mano el CNE, en complicidad con el Ministerio del Trabajo, acabó con la inmensa mayoría de los sindicatos independientes del Estado, creó sindicatos de maletín, paralelos, y como resultado le produjo a la clase obrera venezolana la derrota más grande de su historia. Y cuando tuvo problemas el régimen chavista provocó despidos masivos, persecuciones, tercerizó los empleos. Y hasta utilizó y utiliza la violencia y el sicariato sindical.

    10°) En cuanto a mi posición respecto a la vieja burguesía, no siento ninguna empatía. Después de la torta gigantesca (para no utilizar una palabra más adecuada) puesta por el grueso de la izquierda, nacional e internacional, con su apoyo al régimen chavista, no me queda más remedio que observar y describir cuales son las contradicciones fundamentales que se están dando en la lucha de clases en el país. Le guste o no le guste se están enfrentando dos fracciones de la burguesía venezolana. La clase obrera, por la derrota sufrida, no tiene vela en este entierro. Esta es la cruda realidad.

    11°) En cuanto a las características de la «lumpenchavoburguesía», se puede decir que es una burguesía fundamentalmente importadora -negocios con el dólar preferencial-, depredadora de las empresas del estado, de las expropiaciones realizadas, responsable de la aplicación de un estatismo burgués salvaje y, lamentablemente, también entra aquí el grave problema del narcotráfico. Y la vieja burguesía, que no es santa y que tiene empresarios y banqueros que se han beneficiado también de esta piñata, es una burguesía que «se debate entre sus convicciones y sus negocios», como dice Petkoff, ha llegado a la conclusión que el modelo estatista burgués salvaje está liquidando al país, llevando prácticamente a la quiebra sus empresas. La destrucción de fuerzas productivas ha sido brutal.

    12°) Por último, la crisis espantosa que estamos viviendo en Venezuela, es la consecuencia de un gran cuento: «el socialismo del siglo XXI». Modelo que ha producido una catástrofe humanitaria gigantesca, y que ha enlodado a sangre y fuego las verdaderas banderas del socialismo. Y, lamentablemente, la izquierda chavista y/o prochavista, nacional e internacional, ha sido cómplice de este desastre. Repito: esta es la cruda realidad. Le guste o no le guste.

    Saludos cordiales

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    La duda metódica

    08/04/2017 at 16:24

    • Estimado amigo

      Creo que los argumentos están sobre la mesa. Y le agradezco de verdad que los haya expuesto con tanta minuciosidad; me ha sido muy útil.

      Concluyo solo con una matización. Yo no apoyo ningún régimen burgués y/o capitalista, según pretende usted. Mi objetivo político es el socialismo. La única cuestión es que, como usted también sostiene, no se puede meter a todos los regímenes burgueses, los únicos realmente existentes, en el mismo cajón, sino que se ha de distinguir entre los más y menos dañinos/favorables para la clase obrera, entre los más o menos progresivos/regresivos. Eso es todo.

      Siempre he creído a este respecto que el chavismo, siendo un régimen burgués, o pequeño-burgués más bien, era sin embargo un régimen progesivo, y ello por dos razones: fomenta formas de organizacion política directa, entre las clases populares, y mejora la condición de vida y la dignidad de los más desfavorecidos.

      Puedo estar equivocado. No vivo en Venezuela. Recibo informaciones muy dispares, todas provenientes de la «izquierda». Trato de hacer mi composición de lugar. Y le aseguro que todavía no lo he conseguido.

      Un saludo

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      Venancio Andreu Baldó

      08/04/2017 at 18:31

    • Estimado amigo

      Si me envía su correo electrónico puedo enviarle bibliografía digitalizada que le permitirá estudiar con mayor profundidad las características de los regímenes bonapartistas burgueses en América Latina.

      En este aspecto es muy interesante estudiar el bonapartismo mexicano, con Lázaro Cárdenas y el bonapartismo argentino, con Juan Domingo Perón, régimen que existió en el período 1946-1955.

      Otro bonapartismo clásico fue el régimen de Nasser, en Egipto.

      También está el régimen de Velasco Alvarado en Perú. Régimen que influyó mucho en el pensamiento de Chávez.

      Le puedo asegurar que este tipo de regímenes siempre ha sido un dolor de cabeza para la izquierda.

      No me lo contaron, lo viví. En mi juventud milité en la izquierda peronista, en Argentina.

      La letra con sangre entra, dice el dicho.

      Un saludo

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      La duda metódica

      08/04/2017 at 21:18

    • Para La duda metódica
      Por favor si puede enviarme esos materiales sobre las características de los regímenes bonapartistas burgueses en América Latina a i también, mi correo es arhc1991@gmail.com gracias por compartirlo. El debate ha estado muy interesante.
      saludos

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      Alden Hernández

      09/04/2017 at 13:08

    • Estimado Alden

      Ya te envié parte de la bibliografía solicitada. Espero te sea útil.

      Saludos

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      La duda metódica

      09/04/2017 at 17:31

    • Estimado amigo:

      Mi email es vabaldo1@hotmail.com, y, cómo no, agradezco todo el material que me envíe.

      Me gustaría hacer un último comentario, más teórico, sobre la categoría de «bonapartismo», más alla de lo de G. Novack, que me parece muy esquemático. Creo que un análisis de clase nos debe llevar a distinguir diferentes tipos de regímenes que habitualmente se engloban bajo esta misma denominación.

      En realidad todo régimen burgués, siguiendo a Gramsci, y tambien a Lenin y Trotsky, es bonapartista o cesarista, si por tal se entiende que la burguesía nunca gobierna, nunca puede gobernar, por sí sola, sino que necesita apoyarse en otras clases afines, terratenientes, pequeña burgesía, también la aristorcracia obrera; la clase enfrentada, enemiga, es siempre la clase obrera. En ese sentido tanto la democracia parlamentaria burguesa como la dictadura militar a la latinoamericana o a la griega, o el fascismo, en los extremos, serían regímenes de «coalición» de clases, formas de «bonapartismo» burgués sensu extenso, uno más «humano» y otros en el extremo de la violencia y represión de la clase obrera; formas intermedias serían las de Weimar justo antes del nazismo, o la de De Gaulle en Francia, con un alto autoritarismo, pero no necesariamente con personalismo o caudillismo. La apuesta de la burguesía por uno u otro régimen es fruto de su mayor o menor debilidad, y en última instancia de la coyuntura socio-económica

      Creo sin embargo que debe distinguirse, dentro de lo que se llama «bonapartismo», cuál es la clase, en el seno de las coaliciones de clases, que asume la organizacion política de la sociedad. Una cosa es que la burguesía domine políticamente, con su propio proyecto -aunque delegue tareas de gobierno- como serían los casos anteriores, y otra cosa es que sea la pequeña-burguesía quien asuma la direccion política, con la pretensión de desarrollar su propio proyecto. Creo que lo que se ha llamado «bonapartismo» después de la II Guerra, o bonapartismo stricto sensu, se refiere a este último tipo de regímenes: Perón, Cárdenas, Nasser, incluso Jomeini en Irán. Sin duda aquí entrarían la Cuba de los Castro y la Venezuela chavista.

      Y aquí es donde se podría introducir la diferencia entre bonapartismos regresivos, cuando la pequeña-burguesía toma como aliado a la gran burguesía -este bonapartismo es por naturaleza transitorio hacia un dominio de nuevo plenamente burgués- o bonapartismos pequeño-burgueses progresivos, cuando el apoyo para su proyecto lo busca la pequeña-burguesía en la clase obrera y las clases populares en general- en esta última categoría incluiría a la Venezuela chavista, al menos durante todo el período de Chavez-; las políticas económicas y sociales aplicadas son ahí bastante diferentes. Sin duda todo bonapartismo pequeño-burgués es inestable, especialmente en período de crisis económica capitalista, pues la clase sobre la que se sustenta no es ninguna de las dos clases básicas en el capitalismo; esa inestabilidad es la que genera también la necesidad, para estos regímenes, de los «grandes líderes» carismáticos, y de cierto autoritarismo; pero no necesariamente una dictadura, como no es a mi juicio el caso de Venezuela, al menos a día de hoy. Esta inestabilidad es asimismo la que hace que un bonapartismo pequeño-burgués progresivo se pueda tornar con cierta facilidad, en momento de crisis, en uno regresivo, y de ahí en un régimen plenamente burgués. Con todo, no hay determinismo.

      Un saludo

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      Venancio Andreu Baldó

      09/04/2017 at 19:22

    • Me resulta asombroso que un marxista pueda considerar «progresivo» a un régimen que operó un retroceso de las fuerzas productivas al nivel de lo ocurrido en Venezuela, y llevó al hambre y la desesperación a millones de personas. Todo esto habiendo recibido una renta gigantesca (entre 1999 y 2014 al país ingresaron $960.589 millones de dólares por las ventas de petróleo). Pienso que el hambre, la pobreza generalizada, la desmoralización, no tienen nada de progresista. Agrego que no es un hecho menor que esto se haya presentado como «socialismo» a los trabajadores de todo el mundo. Han dado elementos para la propaganda y el discurso anti-socialista más reaccionario.

      Cuestión accesoria, pero importante: ¿de dónde saca que «no hay determinismo»?

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      rolandoastarita

      09/04/2017 at 22:20

    • Aquí va un link de un libro importante para leer sobre la realidad venezolana titulado El chavismo como problema de Teodoro Petkoffñ

      https://es.scribd.com/doc/94510483/Teodoro-Petkoff-El-Chavismo-Como-Problema-Julio-2010

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      La duda metódica

      09/04/2017 at 19:35

    • Compañero «La duda metódica»,

      Le agradezco si me puede hacer llegar esos materiales que menciona a garardosanlucar@gmail.com

      Muchas gracias.

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      G. Sanlúcar

      14/04/2017 at 17:27

    • Estimado amigo:

      Le respondo por aquí a su último comentario, porque no encuentro entrada de respuesta al mismo.

      La teoría conspiratoria stricto sensu es una locura, pero lo misma locura es pensar que los regímenes políticos viven aislados, al margen de la lucha de clases nacional, y de los intereses internacionales de las diferentes potencias, y en concreto, hic et nunc, del imperialismo americano: de la lucha de clases internacional, en definitiva. El marxismo, aquí también, es un tertium datur, y es una concepción dialéctica de la realidad, por más que algunos se lo tomen a burla.

      Por no remontarnos al sabotaje, bloqueo y guerra a los que fue sometida la revolución bolchevique, el sabotaje económico por la burguesía nacional y el intervencionismo externo se dio de manera muy clara en el Chile de los 70 contra el gobierno Allende: por poner un solo ejemplo, cercano, que usted conocerá. ¿O niega usted también el sabotaje a Allende y el golpe de Pinochet organizado por la CIA?

      ¿Y en Venezuela hemos de negar igualmente que no ha habido nada de eso, ni siquiera en el 2002? Parece que para usted el único intervencionismo extranjero en Venezuela es el de Podemos, como sostienen los reaccionarios F.González y Aznar en España, para quienes además Pinochet es un santo comparado con Chávez.

      Me pregunto: ¿en qué lado se encuentra el dogmatismo, del que me acusa? Más aún, ¿no será una cuestión de ideología antes bien que de dogmatismo? ¿Por qué si no esa complacencia suya con la burguesía tradicional venezolana, con el imperio americano, y esa persecución a todo lo que huela mínimamente a «chavismo», incluido Podemos? ¿También Podemos forma parte del «imperio del mal» para usted?

      Un saludo

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      Venancio Andreu Baldó

      17/04/2017 at 09:27

    • Estimado Venancio

      Entiendo su posición, pero no la comparto. La entiendo muy bien, debido a que a mi me llevó años llegar a las posiciones que asumo ahora. Por supuesto, mi conclusión fue anterior a la toma del poder por parte de Chávez. Desde sus inicios caractericé al chavismo como un régimen bonapartista burgués, debido a mi experiencia con el peronismo.

      Entendí, después de mil derrotas y ninguna victoria, que no existen atajos, «nacionales y populares», para llegar al socialismo. Las viví todas. Y «confieso que he pecado».

      Entendí que no hay caudillos salvadores, ni regímenes burgueses, que, por más progresistas que sean, no tienen escalones o espacios «institucionales» del estado burgués que los «revolucionarios» puedan ir tomando poco a poco para llegar de esta forma al socialismo.

      Esto se llama, desde Eduardo Bernstein hasta la fecha, reformismo puro. Reformismo que tiene como resultado la derrota y la desmoralización total de los trabajadores. La historia lo ha demostrado un montón de veces. Un ejemplo trágico fue el gobierno de Allende en Chile. Allende, con su mentalidad reformista, confió hasta el último momento en Pinochet y las fuerzas armadas chilenas.

      Al final y, en última instancia, el apoyo de la izquierda «nacional y popular» al régimen bonapartista burgués chavista tiene en sus orígenes las propuestas de este personaje, Eduardo Bernstein. Ver aquí: http://www.fusda.org/eduardbernstein.pdf

      Y aquí http://www.socialismo-chileno.org/febrero/Biblioteca/Marx/Bernstein-Eduard-Las-premisas-del-socialismo-y-las-tareas-de-la-socialdemocracia.pdf

      Dice Bernstein: “Toda la actividad práctica de la socialdemocracia está encaminada a la creación de situaciones y requisitos que hagan posible y garanticen el tránsito sin rompimientos violentos del moderno orden social (N.E. democracia burguesa) a un orden superior” (N.E. el socialismo).

      Y aquí cabe una pregunta para Usted y para la izquierda chavista:

      ¿Cómo se imaginan la transición del régimen burgués chavista hacia el socialismo, asumiendo que la posición de Marea Socialista es correcta?

      Personalmente, no la veo por ningún lado.

      Saludos

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      ladudametódica

      17/04/2017 at 18:51

  10. Tanto la nota sobre la crítica situación de Venezuela, como la explicación adicional, son un análisis impecable y objetivo. No hay salidas milagrosas para una tragedia sin salida, dada la real correlación de fuerzas entre las clases, no solo a nivel nacional sino mundial. Lo único posible y recomendable no solo desde la óptica marxista, sino, desde el más elemental sentido común político práctico, es sopesar fríamente los hechos y explicar pacientemente a quien quiera oír toda la verdad. La clase obrera no tiene nada que ganar frente a cualquier potencial desenlace que brinden las fracciones de la clase dominante enfrentadas por el poder y el reparto del plusvalor. Toda salida significará mayores sacrificios y costes para los de abajo. Lo único posible y necesario es mantener la independencia de clase contra viento y marea, aún si ello significa mantenerse aferrado a la defensa de posiciones ideológicas, que son las únicas que pueden fructificar en el porvenir. La inflexibilidad en el plano de la propaganda revolucionaria contra todas las fracciones política del capital no obsta bregar por la defensa de los derechos elementales de los trabajadores amenazados. Es en estos marcos que hay que sopesar cualquier potencial apoyo práctico en el plano de la acción espontánea de los trabajadores. La dinámica de las fracciones en pugna conduce objetivamente si no a la guerra civil abierta, a un agravamiento insoportable de las condiciones de vida de las masas y a un mayor grado de represión sobre los que asomen la cabeza. Venezuela navega hacia un mega estallido social que puede hacer palidecer al ‘Caracazo’, esta vez, contra los herederos de quien se presentó como el anterior salvador del pueblo. Los agentes del capital serán quienes habrán de capitalizarlo. La implantación de las ideas revolucionarias contra el capital y el estado son casi nulas y no existen gérmenes de partido u organización auténticamente comunista. Todas las expresiones de enfrentamiento al chavismo por izquierda, están contaminadas por su pasado de colaboración con el régimen, así fuera en el plano de engañar a la clase obrera y llamarla a confiar en salvadores providenciales que vendrían a resolver lo que a ella, por su propia fuerza autónoma, se le niega. Eso no se borra de un plumazo, ni con magia electoralista o un amplio recetario de ‘consignas transicionales’ que caen inevitablemente en el vacío. En todo caso, lo único que resta concluir es que pase lo que pase, se desarrollen los acontecimientos en uno u otro sentido, lo que siempre estará en primer plano es decir la verdad a las masas y forjar una vanguardia revolucionaria en Venezuela en base a esta y no a las falaces ilusiones del chavismo ‘de izquierda’ nacional e internacional.

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    AP

    09/04/2017 at 15:38

  11. Aquí va esta declaración de la Plataforma en Defensa de la Constitución que confirma que «El hilo constitucional sigue roto» en Venezuela. En otras palabras, existe en Venezuela un golpe de estado continuado por parte del régimen de Maduro.

    Quienes hacen la declaración es Marea Socialista, ex-ministros de Chávez, intelectuales y militares retirados. La mayoría forma parte del «chavismo crítico». Son anti-maduristas, pero defienden el «legado de Chávez».

    Esta declaración niega totalmente que la Asamblea Nacional esté en «desacato», tal como lo plantea el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

    Esta posición desmiente, con argumentos importantes, las afirmaciones del grueso de la izquierda chavista y/o prochavista, nacional e internacional, que en Venezuela no se ha roto el «hilo constitucional» y que la Asamblea Nacional está en desacato. Hemos escuchado, por ejemplo, a diputados de Podemos en España que respaldan esta posición.

    Ver aquí: https://www.aporrea.org/actualidad/n306933.html.

    Que cada quien piense con cabeza propia y saque sus propias conclusiones.

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    La duda metódica

    12/04/2017 at 17:28

    • Es curioso, dicen ser anti-Maduro y reivindican el legado de Chávez, quien les dejó de legado a Maduro (y el séquito de burócratas y militares que gobiernan hoy Venezuela).

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      rolandoastarita

      12/04/2017 at 17:52

    • Y además los integrantes de esta Plataforma en Defensa de la Constitución, chavistas críticos, se hicieron y se hacen los locos con las innumerables veces que Hugo Rafael Chávez Frías, nuestro Napoleón tropical ya fallecido, VIOLÓ UNA Y MIL VECES SU PROPIA CONSTITUCIÓN. .

      Chávez, cada vez que le dio la gana o cuando lo necesitaba, violó SU propia Constitución. Los integrantes de la Plataforma en Defensa de la Constitución se olvidan de esto, siendo así unos campeones de la doble moral «revolucionaria». Doble moral que caracteriza al grueso de la izquierda nacional e internacional. .

      Antes, cuando estaban de acuerdo, no se violaba la Constitución, ahora, como están contra Maduro, si se ha violado la Constitución.

      En otras palabras, el chavismo crítico, no es tan crítico, y por esta simple razón no tiene futuro.

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      La duda metódica

      13/04/2017 at 16:05

    • Aquí va otro artículo importante de un periodista muy conocido en Venezuela: Vladimir Villegas, que refleja la realidad de Venezuela.

      Se titula Operación para Liquidar la Protesta (OLP). El artículo de Villegas se puede leer aquí: https://cactus24.com.ve/vladimir-villegas-operacion-para/

      Remeda con este título los operativos militares y policiales llamados Operativos de Liberación del Pueblo (OLP) cuestionados por numerosas ONGs defensoras de los derechos humanos en Venezuela.

      Ver aquí: http://www.analitica.com/sucesos/provea-la-olp-institucionalizo-la-pena-de-muerte-en-venezuela/

      Villegas fue chavista de la primera hora, diputado de la Asamblea Constituyente de 1999 por el chavismo. Ex-director del canal del estado Venezolana de Televisión, canal ocho, embajador del régimen chavista en México y Brasil.

      Ver aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/Vladimir_Villegas.

      Entre las críticas al régimen chavista que plantea Villegas, es interesante leer las siguientes:

      «Protesta, represión, violencia, represión. Un ciclo que de nuevo se hace presente en el país y que amenaza con escalar a niveles que pudieran llegar a ser incontrolables, como consecuencia de un ejercicio del poder absolutamente arbitrario, ventajista, abusador, tres palabras que llevan a lo mismo, al poco o nulo apego a la carta magna, al libre juego democrático. No creo en la violencia como forma de lucha. La condeno. Y no dudo de que el gobierno la estimula para sacarle provecho.»

      «Allí está el fondo de lo que hoy vivimos en Venezuela. Una parte del país, creo que la absoluta mayoría, se cansó, se hartó de soportar este juego en el cual uno de los jugadores tiene todas las cartas marcadas, vale decir, el control del entramado institucional del Estado.»

      «Ya no ocurre en esta aporreada nación un proceso de cambios que genera expectativas positivas. Estamos ante un doloroso fraude contra millones de venezolanos que tuvieron la esperanza de ver a su patria próspera, realmente independiente, atractiva para la inversión, segura y orgullosa de sus logros en materia social, económica, educativa. Y quienes están en el poder se niegan a aceptarlo, y por eso cierran las puertas a las soluciones que el texto constitucional brinda.»

      «Al cerrar esas puertas crean las condiciones para que el país vaya por el despeñadero de la confrontación. Ante la falta de respuestas políticas optan por la represión. Por una Operación para la Liquidación de la Protesta (sin la h de humanista).»

      «Quieren acabar con la protesta mediante una brutal represión que los hace parecerse “igualito”, como se dice ahora, a los gobiernos que en el pasado también optaron por esa alternativa. Tanto denostar del pasado, para repetirlo sin ningún escrúpulo.»

      Que cada quien piense con cabeza propia y saque sus propias conclusiones

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      La duda metódica

      14/04/2017 at 14:47

    • Aquí va una denuncia del gobernador, Henri Falcón, del estado Lara, Venezuela, denuncia la actuación de grupos paramilitares del chavismo, que reprimen a sangre y fuegos las manifestaciones opositoras al régimen de Maduro. Ya van tres manifestantes asesinados en el estado Lara.

      Ver aquí: http://www.analitica.com/actualidad/actualidad-nacional/ante-muerte-de-4-jovenes-gobernador-de-lara-pide-frenar-a-colectivos/

      Henri Falcón, citamos, «denunció la presencia de grupos armados durante las protestas, organizaciones paramilitares que señaló como protegidos por el Gobierno Nacional a través de la Guardia Nacional. ‘Más de 80 motorizados encapuchados salen del Core 4 de la Guardia Nacional y en El Ujano, en un CDI, agrupados en motos y encapuchados bajo el amparo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para sembrar miedo y zozobra’.»

      ¿Cómo puede explicar, justificar, apoyar la izquierda chavista, nacional e internacional, este tipo de represión? La verdad es que esta «izquierda» produce vergüenza ajena.

      Que cada quien piense con su propia cabeza y saque sus propias conclusiones

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      La duda metódica

      14/04/2017 at 15:23

    • Aquí va una cronología y circunstancias en que murieron seis personas en las protestas que están ocurriendo en Venezuela.

      Ver aquí: http://www.notiminuto.com/noticia/protestas-suman-6-fallecidos-en-3-estados-del-pais/

      La idea de transmitir esta información es para que el lector se maneje con los hechos ocurridos, verificables, y no con los inventos delirantes de una «izquierda» que, por su grado de dogmatismo y fanatismo, no quiere ver por nada del mundo la verdadera realidad venezolana.

      No hay peor ciego que el que no quiere ver.

      La teoría conspirativa de la historia NO EXISTE. La masa de manifestantes no es una marioneta dirigida, engañada, por la CIA ni el imperialismo. Ese es un cuento chino para los ingenuos.

      Estas protestas y manifestaciones contra el régimen de Maduro son causadas por el desastre económico, social, político que sufren millones de venezolanos.

      Desastre causado por el régimen chavista con el cuento del «socialismo del siglo XXI».

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      La duda metódica

      14/04/2017 at 15:52

    • Aquí va un relato sobre el trato «cariñoso» que la Guardia Nacional Bolivariana le da a los manifestantes. Sobre todo a los jóvenes.

      El relato se titula: “Le pedí a los guardias que me mataran para que no me pegaran más”; por Valentina Oropeza

      Ver aquí: http://prodavinci.com/blogs/le-pedi-a-los-guardias-que-me-mataran-para-que-no-me-pegaran-mas-por-valentina-oropeza/

      Vale la pregunta: ¿Para la izquierda chavista, nacional e internacional, la Guardia Nacional Bolivariana es «revolucionaria, antiimperialista y anticapitalista». Si esto es así, yo soy Mandraje el mago.

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      La duda metódica

      14/04/2017 at 16:31

  12. Disculpa que salte profesor con un tema nada que ver
    En la izquierda anda una discusion grave sobre la categoria como proletarios o lumpenproletaiado e incluso desclasados de la prostitucion y lxs prostitutxs, asi como si se debe regular o abolir. Me gustaria saber tu opinion para clarificar el panorama en el debate con una voz mas humanista. Saludos.

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    Bizantino

    14/04/2017 at 02:04

    • No conozco esa discusión.

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      rolandoastarita

      14/04/2017 at 11:01

    • Tampoco estoy al tanto de ese debate, en parte porque no me queda claro cuál es su alcance. Pero por dos conceptos que se manejaron (lumpemproletariado y prostitución), lo que puedo plantear es que a mi entender las prostitutas no son necesariamente «lumpen» ya que hay diversas formas de ejercerlo. Puede haber una prostituta víctima de trata de personas, lo que a mi entender la pone al nivel del esclavo; una prostituta que trabaja para un proxeneta, en general en círculos ilegales, lo que la puede acercar a la categoría del lumpemproletariado (pero también habiendo explotación o superexplotación de quien la «maneja»); una prostituta que ejerce para satisfacer su consumo de drogas (los casos que conozco de este tipo los incluiría dentro del lumpemproletariado); una prostituta VIP, que gana muy por encima que un trabajador promedio; una persona que acude a la prostitución como forma de llevar un plato de comida a su casa; las prostitutas de la «calle roja» de los Países Bajos, que trabajan bajo un estricto marco legal.

      En fin, habiendo tantas situaciones particulares, creo que el carácter de clase de una prostituta no es general sino que depende de sus especificidades.

      Por cierto, aprovecho para felicitar al profesor Astarita por su nota sobre Venezuela y por su coherencia respecto al chavismo. Hoy que la situación es absolutamente insostenible por donde se la mire aparecen muchos «veletas» que otrora dieron su apoyo incondicional a la «revolución chavista» y ahora toman distancia del desquiciado de Maduro, eso sí, reivindicando el legado del Supremo Comandante. Pero pocos han sabido tener una lectura crítica, socialista, desde primera hora. Recuperar esta coherencia, que nos permita llamar a las cosas por su nombre y no tener que esperar a que todo explote para distanciarse, es fundamental para los que procuramos superar al capitalismo.

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      G. Sanlúcar

      14/04/2017 at 17:25

  13. En Venezuela, la oposición burguesa del MUD le disputa al chavismo, sobre todo, el control de la Renta petrolera. El chavismo, cuyos personajes más prominentes, en gran parte, pertenecen a los altos mandos militares, han prostituido tanto la palabra socialismo, que las grandes masas de trabajadores culpan actualmente al socialismo de la tragedia que vive Venezuela, al asociar chavismo con socialismo.

    El saqueo y la malversación de fondos públicos por parte del chavismo es la principal causa del desastre económico de Venezuela. La protesta social, que deriva de esta situación y que seguirá en crecimiento en un perfil de confrontaciones violentas, lamentablemente está bajo el control de la oposición burguesa tan reaccionaria y contrarrevolucionaria como el chavismo mismo. Esto es culpa de la izquierda que casi en su totalidad se puso a los pies del chavismo desligándose de las luchas de las masas y enfrentándose a ellas. El caso es que la izquierda se pasó al chavismo por oportunismo político y, en la mayoría de los casos, para lamer el dulce de la renta petrolera (como moscas a la miel)

    Abandonar las trincheras de la protesta popular para alistarse en las filas del chavismo fue el gran error de la izquierda venezolana. Con ello sólo lograron regalarle en bandeja el movimiento popular independiente a la oposición burguesa. Por muy progresista que sea, en un momento dado, un gobierno burgués, una izquierda consiente y consecuente con su compromiso histórico jamás debe abandonar las trincheras de combate de las masas. Hace más de 150 años que ninguna experiencia en ningún país del mundo ha podido refutar esta gran verdad; es más, todo intento de contravenirla ha terminado en el fracaso.

    Se olvidaron de los principios y se tragaron el cuento, cientos de veces refutado por la historia, de que un proceso de reformas sociales o de revolución en favor del pueblo y los trabajadores puede ser obra de una alianza de gorilas uniformados, burócratas y poderosos grupos económicos. Una vez más queda demostrado que los uniformados al Servicio del Estado burgués jamás harán algo serio y trascendente en favor de los explotados. Una vez más se reafirma el principio de que la revolución y una autentica liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos. La terca historia no se cansa en repetir y reafirmar a cada pasó y en cada lugar del mundo este viejo principio.

    La oposición burguesa tiene en sus manos la protesta social contra las atrocidades chavistas, en tanto que la izquierda aún no termina de convencerse del carácter contrarrevolucionario y reaccionario del régimen burocrático militar y clientelista que gobierna Venezuela. Son demasiado pequeños los sectores organizados de la izquierda clasista que puedan llegar a las masas y movilizarlas tras banderas clasistas. Las banderas rojas, en sus más diversos tonos de rojo, que antes flameaban orgullosas en las protestas de masas hoy día están ausentes.

    ¿Qué hacer ante esta evidente realidad? El criterio rojo es estar al lado de las masas como el pez en el agua, aún si para esto hay que ir a la iglesia (descifrando algunas expresiones de Lenin). Si tienes que pasar por la humillación de arriar tu bandera para dar paso a otras extrañas al proletariado, eso será por tu culpa no por culpa de las masas. No es culpa de las masas si se ven obligadas a cobijarse tras la demagogia y falsas promesas de la oposición burguesa, para lograr alguna salida o paliativo a sus penurias, ante la ausencia de las banderas clasistas.

    Los clasistas no pueden rehuir de su presencia en las luchas de las masas, no obstante sus profundas debilidades y aun así tengan que estar agazapados ante el evidente predominio de la derecha. Junto con las masas deben enfrentar las agresiones del gobierno y, también, desenmascarar y desbaratar valientemente la demagogia y falsas promesas de la oposición burguesa, a pesar de las desfavorables condiciones para ello.

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    Amauta

    15/04/2017 at 01:48

    • Estimado Amauta

      Aquí va la editorial N° 20 de Marea Socialista, del chavismo «crítico», de fecha 14 de abril de 2017, ayer, titulada: «Marea Socialista explica por qué no va a marchas del PSUV ni de la MUD».

      Ver aquí: https://www.aporrea.org/actualidad/n307052.html

      A pesar que esta gente vive en Venezuela, está en el absoluto limbo político. Forma parte de los famosos «ni-ni», ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario. El pantano político total.

      Marea Socialista está en las nubes impolutas, observando desde las alturas, con el aire de árbitros «neutrales», por encima del bien y el mal, la «sucia» lucha de clases que se está dando, aquí y ahora, en Venezuela.

      Dicen, en la práctica, que la «realidad no se ajusta a nuestro dogma», a «nuestro esquema» y que por estas razones «no nos gusta» y por lo tanto no tenemos nada que ver.con las luchas que se están dando en el país en este momento. Y como niños malcriados afirman, «no marchamos ni con el PSUV ni con la MUD». Marea Socialista no se «ensucia» con estas pequeñeces.

      Mientras tanto las masas venezolanas hambrientas y desesperadas, que están poniendo su alma, su cuerpo y su sangre en las calles para salir de esta pesadilla que ya lleva 18 años, lanzará a esta gente de Marea Socialista adonde les corresponde: al basurero de la historia.

      Pocas veces en mi vida he visto tanta estupidez política concentrada en una editorial como esta.

      Un panfleto que causa vergüenza ajena.

      Saludos cordiales

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      La duda metódica

      15/04/2017 at 18:24

  14. Buena nota!

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    Juan Pablo

    15/04/2017 at 18:57

  15. Gracias por el documento camarada La Duda Metódica

    Dice Marea Socialista en su editorial nº 20:

    «No vamos a esas acciones y llamamos a no participar de ellas porque lo que allí se prepara es una nueva frustración para nuestro pueblo. Mientras tanto convocamos a luchar por nuestros derechos y nuestro nivel de vida de manera autónoma en confrontación con las cúpulas que hoy copan el escenario y que pretenden manipular a la mayoría de la población

    Al contrario de esas cúpulas, llamamos a aplicar esa energía en la lucha social y económica para detener el terrible deterioro del nivel de vida del pueblo que vive de su trabajo y la decadencia del país.»

    Pareciera que Marea Socialista (MS) tiene una importante capacidad de movilización de masas. ¿Que tan cierto es esto? Convocan a las masas a la lucha para detener el deterioro de los niveles de vida y la decadencia del país. Y contra los culpables directos de ese deterioro y esa decadencia ¿qué? La lucha de las amplias masas en Venezuela apunta, cada vez con mayor claridad, a terminar con el régimen chavista. El tono del discurso de MS muestra que su máxima aspiración es una rectificación de rumbos de la política madurista, en tanto que nada indica que hayan renunciado a su compromiso por la continuidad del régimen chavista. Lo cierto es que este experimento chavista ya llegó a su limite. Y, valgan verdades, este modelo chavista no fue jamás un modelo de reformas sociales progresistas, sino, mas bien, fue un modelo exitoso de una colosal defraudación pública, donde las reformas sociales sólo fueron una cortina de humo.

    Saludos.

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    Amauta

    16/04/2017 at 03:31

  16. No entiendo el escándalo que genera la toma de posición de Marea Socialista. Ante un enfrentamiento, a cara de perro, entre la nueva burguesía burocrático-militar del chavismo, con medidas cada vez más antiobreras, y la vieja burguesía, cuya vanguardia en la calle es un lumpen de delincuentes, y que recibe todo el apoyo del imperio USA, es perfectamente comprensible no posicionarse junto a ningún bando, criticar a ambos, y apostar por una ruptura revolucionaria con el chavismo. Un partido revolucionario no se puede traicionar apoyando a la burguesía, sea la que sea. Lo que me parece inaudito es que gente de «izquierdas» apoye a la actual oposición venezolana.

    En este mismo blog he visto cómo se defendía, tanto por parte de R. Astarita como por parte de otras personas, la abstención en las últimas elecciones argentinas, al tratarse de dos bandos burgueses, ambos contrarios a los intereses de la clase obrera. No vi entonces escandalizarse a nadie por esta toma de postura. Mutatis mutandis, un marxista no creo que debiera apoyar al EI y USA, con tal de desembarazarse de Al-Assad y de Rusia, ni viceversa.

    Por otro lado negar el carácter progresivo del primer chavismo, me parece no querer prestar atención a los hechos: las reformas sociales que mejoraron servicios de salud, educación, y condiciones laborales, de las clases populares, y el consiguiente apoyo mayoritario de las masas populares, elección tras elección, a Chávez. También me parece ceguera escolástica, adialéctica _la dialéctica incluye no determinismo_, entender la trayectoria del chavismo de forma monolítica, esto es, no entender que en el chavismo ha habido una clara degeneración _fácil en los bonapartismos de la pequeña burguesía, como expuse en una nota anterior_, desde los inicios más progresivos y pro clase obrera, hacia un fortalecimiento de la nueva burguesía burocrática y de las políticas antiobreras, y que la propia muerte de Chávez supone un punto de inflexión importante al respecto.

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    Venancio Andreu Baldó

    16/04/2017 at 13:35

    • Interesante este asunto de la «dialéctica» del chavismo: el jefe eligió de sucesor a Maduro y por eso las cosas van mal. Es una manera de salvar las responsabilidades de Chávez y del régimen de conjunto. Los que hoy buscan reacomodarse ante el naufragio reivindican a Chávez, que dejó como legado la presidencia a Maduro y la organización burocrático-militar- estatista que domina y asfixia al país. Por supuesto, ni palabra del capitalismo estatal-burocrático, de la desindustrialización del país y de la represión a toda forma de organización independiente de la clase obrera, que claramente existían bajo la presidencia de Chávez (sobre control de la clase obrera a través del estatismo burgués, aquí y aquí).

      La verdad es que todo ese discurso, en sí mismo, constituye una recusación del “socialismo” que dicen reivindicar. Es que de acuerdo a este argumento («Chávez se equivocó al elegir a Maduro»), la vida del pueblo depende del líder, una especie de dios omnisciente y omnipresente, que instituye “verdades”, crea realidad y gobierna la nación. Esto se vincula a una ideología articulada en torno a la obediencia al líder y justificada con el pretexto de “hay que mantener la unidad frente al imperialismo, la derecha y los enemigos”. Así el análisis se desliza al terreno del subjetivismo y lo contingente. Aunque es una forma ideológica y políticamente eficaz de anular el pensamiento crítico y cualquier forma de organización y actividad independiente de las masas trabajadoras.

      Lo central: llevar a un pueblo al hambre y la desesperación, a la desmoralización y la frustración, no tiene nada de «progresista».

      Subrayo: Maduro y los milicos y burócratas que lo acompañan no aparecieron de la nada. Lo mismo puede decirse de la boli-burguesía, y de los sujetos que se enriquecieron a manos llenas con el chavismo.

      Entiendo, sin embargo, que el discurso «el problema es Maduro» es funcional a los intelectuales que alegremente aplaudieron el «socialismo del siglo XXI». Por eso ahora repiten este sonsonete de «el problema empezó con Maduro». Pero no pueden tapar el sol con una mano. Y en todo esto los «marxistas-chavistas» tienen responsabilidades intelectuales. Si tuvieran un mínimo de honradez intelectual deberían hacerse cargo de lo que hicieron: le dijeron a la gente que se podía construir el socialismo de la mano de milicos, burócratas, burgueses estatistas y oportunistas de toda laya. Muchos incluso durante años viajaron periódicamente a Venezuela -todo pago por el chavismo, faltaba más- para apoyar ideológica y políticamente la farsa. Pero ahora el hambre y la miseria las sufre el pueblo venezolano.

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      rolandoastarita

      16/04/2017 at 16:32

    • Estimado Venancio

      Por lo que estoy viendo, después de tantos años de apoyar la famosa «revolución bolivariana» se le hace muy difícil a Usted aceptar que el grueso de la izquierda, nacional e internacional, puso la gran torta en Venezuela. Desde el año 1999.

      Aunque hay una mejor palabra en español para describir lo que sucedió.

      He conocido mucha gente que entre la realidad y el dogma, no hay forma que se liberen del dogma. No pueden, está en su naturaleza.

      La cruda realidad venezolana es que el desastre existente, el hambre, la falta de medicamentos, la inseguridad brutal, la miseria y la crisis humanitaria espantosa que viven millones de venezolanos no es producto de ninguna «conspiración» del imperialismo, ni de ninguna «guerra económica» perversa de la burguesía. La teoría «conspiranoica» de la historia NO EXISTE.

      Con esta teoría, digna de los 11 principios de la propaganda de Goebbels, el régimen chavista nunca tuvo la culpa de nada, nunca ha asumido la responsabilidad de nada. Siempre la culpa la tienen los demás. Pobrecitos, nunca los han dejado «gobernar». La culpa siempre la tiene el imperio, la burguesía «apátrida», Uribe, la iglesia, ahora Almagro, el panadero de la esquina (recordar la guerra del pan), etc. etc. etc. La lista es interminable.

      Y, mientras tanto la cruda realidad nos dice, nos guste o no nos guste, que quien provocó este desastre, completo, sin atenuantes, con todos los hierros, fue el régimen bonapartista burgués chavista durante 18 largos años. Desde el año 1999.

      No hubo nada, absolutamente nada rescatable ni progresista de este régimen burgués, capitalista, explotador y antiobrero por excelencia. Y, para colmo, depredador sin piedad de las fuerzas productivas. Desindustrializó en forma salvaje al país. Quedaron cientos de miles de trabajadores en la calle. Emigraron ya, huyendo del país, más de dos millones de venezolanos desesperados. Trabajadores en su inmensa mayoría.

      Y lo peor de todo es que todas las barbaridades cometidas fueron hechas en nombre del socialismo y el antiimperialismo,

      Y, aún peor, algo increíble, con la ayuda «generosa» del grueso de la izquierda nacional e internacional. Fue tan «generosa» esta izquierda que muchos de sus líderes cobraron bastante dinero por «honorarios» debido a los servicios prestados al régimen por «asesorías» de todo tipo. Entre ellos, hay que decirlo, varios dirigentes del partido Podemos en España.

      Seguimos. Lo que hubo en realidad fue un estatismo burgués salvaje, depredador. Y, además, lo dice Marea Socialista: los militares, burócratas estatales, los nuevos ricos, muchos empresarios de la oposición, empresas transnacionales, etc. cometieron un «desfalco a la nación» de 500 mil millones de dólares. Son diez años de importaciones de Venezuela. Con ese dinero no estaríamos en el desastre en que estamos.

      Y el «pequeño» detalle que oculta o no dice Marea Socialista, es que más del 80% del «desfalco a la nación» se cometió en plena época de Chávez. Y, ante esto, la verdad es que no se entiende cual es la razón de seguir defendiendo este «pequeño» legado de Chávez: 400 mil millones desfalcados en plena época del «Comandante Eterno».

      ¿Qué hay de progresista en esto?

      Estimado Venancio, ¿Realmente es tan difícil entender la realidad venezolana? ¿Hay algún problema en este razonamiento? ¿Hay algún misterio? ¿Con qué argumentos serios se puede defender este desastre?

      Que cada quien piense con cabeza propia y saque sus propias conclusiones.

      Saludos

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      La duda metódica

      16/04/2017 at 22:55

    • Agregado

      Aquí va un artículo interesante de Raúl Zibechi titulado:

      El Estado y el poder. Cuando la izquierda es el problema

      Ver aquí: http://www.vientosur.info/spip.php?article12458

      Dice Zibechi sobre Venezuela:

      «Estamos ante una lucha entre una burguesía conservadora venezolana que fue apartada del control del aparato estatal y una burguesía emergente que utiliza el Estado como palanca de acumulación.

      Lo que está sucediendo en Venezuela no tiene la menor relación con una “revolución” o con el “socialismo”, ni con la “defensa de la democracia”, ni siquiera con la manida “reducción de la pobreza”, por desgranar los argumentos que se manejan a diestra y siniestra. Podría mentarse “petróleo”, y estaríamos más cerca. Pero los hechos indican otras inflexiones.

      Estamos ante una lucha sin cuartel entre una burguesía conservadora que fue apartada del control del aparato estatal, aunque mantiene lazos con el Estado actual, y una burguesía emergente que utiliza el Estado como palanca de “acumulación originaria”.

      «Las nuevas élites venezolanas, lo que popularmente se denomina “boliburguesía”, son una mixtura de altos funcionarios de empresas públicas y del aparato estatal, militares de alta graduación y algunos empresarios enriquecidos a la sombra de las instituciones. Gestores incrustados en el aparato estatal. Por eso se resisten a perder poder, ya que todo el entramado se les vendría abajo».

      «A la luz de lo sucedido en la región en las dos últimas décadas podemos arribar a una redefinición del concepto de izquierda: es la fuerza política que lucha por el poder, apoyándose en los sectores populares, para incrustar sus cuadros en las instituciones que, con los años y el control de los mecanismos de decisión, se convierten en una nueva élite que puede desplazar a las anteriores, negociar con ellas o fusionarse. O combinaciones de las tres».

      «La izquierda es parte del problema, ya no la solución.» Fin de la cita.

      Estamos de acuerdo con Zibechi. El grueso de la izquierda chavista, nacional e internacional, son parte del problema y no de la solución.

      Y por esta razón la tarea fundamental en este momento es la crítica marxista más despiadada, implacable, de este tipo de izquierda.

      Si no se tiene claro esto, el socialismo no tiene futuro.

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      La duda metódica

      17/04/2017 at 01:04


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