Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Brexit, discurso de derecha y un ejemplo histórico

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En la entrada anterior (aquí) respondí a tres argumentos que se han presentado, desde la izquierda, para afirmar que el Brexit fue un triunfo de la clase obrera y de la lucha anticapitalista. En esa nota pasé por alto un cuarto argumento, que dice que la campaña por el Leave fue en rechazo a la “dictadura de la Eurocracia”, o a la burocracia de la UE. Así, el discurso favorable al Leave habría tenido un contenido, al menos parcialmente, progresista.

Considero que este argumento solo es una forma de embellecer a la derecha nacionalista. Después de todo, esta desde hace muchos años combina la exaltación nacionalista con denuncias del capitalismo financiero, la dictadura de los mercados y similares. Temas que encontramos en la tradición de los movimientos de extrema derecha nacionalista. A los efectos de brindar elementos para el análisis, en lo que sigue paso revista a algunas cuestiones referidas a los orígenes del fascismo italiano. El propósito es mostrar que la caracterización de un movimiento o partido no se puede reducir a una suma de partes, del tipo “presenta una reivindicación nacionalista reaccionaria, pero esto se compensa con otra progresista”.

Para ir derecho al grano: a comienzos de los años 1920 los Fasci di Combattimento (que luego se transformarían en el Partido Nacional Fascista) recogían las ideas del sindicalismo revolucionario, y levantaban muchas demandas altamente progresistas. Entre ellas, el sufragio universal para ambos sexos, la abolición del senado, la formación de una milicia nacional, la jornada laboral de ocho horas, la confiscación de las ganancias de la guerra. La necesidad de contrarrestar al bolchevismo y la influencia de la Revolución Rusa puede explicar mucho de este programa. Sin embargo, esas consignas se combinaban con la reivindicación de las jerarquías sociales, la colaboración de clases y la sujeción de la clase obrera al Estado. “Libertad, nación, sindicalismo: el Estado debe resumirse en una grande y potente jerarquía de sindicatos”, era el resumen del programa del fascismo. Pero esta orientación corporativa primaba por sobre las consignas “progresistas”, y definía el carácter global de la política fascista. De hecho, cuando estuvo en el poder el fascismo subordinó completamente a los sindicatos, y a la clase obrera, al Estado.

Lo importante es que muchas veces se defienden políticas que son profundamente de derecha, con argumentos de izquierda. La evolución de Mussolini y de los “sindicalistas revolucionarios” es demostrativa de esto. Recordemos que Mussolini fue militante del partido Socialista y estuvo muy influenciado por George Sorel (y Sorel terminó reivindicando afinidades del fascismo con sus posiciones). Sorel rechazaba “el determinismo económico” y las tradiciones del racionalismo iluminista de la Revolución Francesa, planteaba la necesidad del “mito social” –la huelga general- para despertar los sentimientos e instintos colectivos del proletariado contra el orden burgués y exaltaba a la violencia como regeneradora de las energías vitales de las masas. Posiciones muy “revolucionarias”, pero que serían funcionales a los argumentos nacionalistas.

Así, cuando Italia invadió Libia, una fracción del socialismo, y el sindicalismo revolucionario apoyaron la conquista con argumentos tomados del arsenal soreliano. Los sindicalistas revolucionarios sostenían que la guerra era una escuela de heroísmo, y que la posesión de Libia ayudaría a la mejora de la situación del proletariado italiano. Mussolini, que estaba cercano al socialismo revolucionario, también pensaba que el ataque a Libia era beneficioso porque podía desatar una situación revolucionaria. Era un argumento del tipo “la participación en la guerra beneficia al socialismo porque agudiza las contradicciones”. Algunos argumentos tienen una larga tradición.

Luego, en 1914, los sindicalistas revolucionarios y el mismo Mussolini apoyaron la participación italiana en la guerra contra Alemania y Austria, invocando la necesidad de avanzar hacia la “revolución nacional”. Lo cual también se inscribía en la tradición del nacionalismo italiano. Por ejemplo, en la de Enrico Corradini, quien a principios de siglo hablaba de “naciones proletarias” (Italia y Alemania) y “naciones plutocráticas” (Inglaterra). Corradini sostenía que se participaba en una lucha de clases a nivel internacional, y reclamaba para Italia “un lugar bajo el sol”. Esta alusión a la “lucha de clases” entre naciones embellecía por izquierda al nacionalismo imperialista que buscaba “su lugar en el mundo”. Corradini fue otro de los alimentos intelectuales de Mussolini.

Por supuesto, las condiciones y la situación social de Europa en 2016 no son las de principios de siglo XX. Sin embargo, se puede aprender de la historia. La idea de que para derrotar hoy a la globalización y a la “oligarquía financiera transnacional” (¿y el capital industrial?) hay que exaltar las identidades nacionales de los pueblos, no tiene en sí misma nada de progresista, y mucho menos de socialismo, y ha conducido a desastres al movimiento obrero y socialista. Lo único que se logrará por esta vía es canalizar el descontento social hacia la xenofobia, el patriotismo y el racismo. Aunque esto se mezcle con invocaciones a los derechos de los pueblos, o incluso se hable en contra del “decadente orden burgués”.

Subrayo entonces lo que afirmé en otras entradas: el  discurso que dice que la civilización se salvará de la barbarie impuesta por la dominación del dinero y del capital apátrida mediante la exaltación de la Nación (o el “primero Gran Bretaña”) es reaccionario en su totalidad y por donde se lo mire. No hay forma de salvarlo “por partes”.

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Brexit, discurso de derecha y un ejemplo histórico

Written by rolandoastarita

30/06/2016 a 12:21

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25 respuestas

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  1. Rolando, me parece que te referís a Arturo Labriola, no a Antonio, que murió en 1904. Arturo, sindicalista revolucionario, apoyó la invasión a Libia de 1911 y también la de Etiopía en 1935, tras lo cual se integró al partido fascista. Abrazo.

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    Hernán Díaz

    30/06/2016 at 12:35

  2. Me había asustado lo de Antonio. Uno de los mejores marxistas de finales del XIX frente al mecanicismo dd la II Internacional.

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    Alí

    30/06/2016 at 13:25

    • El tema es que iba a escribir Arturo Labiola (fue un líder socialista) y mecánicamente puse Antonio. Pero esto me hizo pensar en en cualquier caso generaría confusión, y borré la referencia.

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      rolandoastarita

      30/06/2016 at 13:31

  3. Se puede decir lo mismo del falangismo pero sin tanto catolicismo. Nacionalismo reaccionario. El brexit no escapa a eso. Pero bueno, yo le he leído al posadismo decir que pagar la deuda externa es revolucionario porque deja en evidencia la injusticia del sistema capitalista y del imperialismo. Hay de todo en la viña del señor.

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    Lucas

    30/06/2016 at 16:34

  4. Bueno, es claro que el Brexit está impulsado por razones nacionalistas y xenófobas, pero no solo por estas. No creo que la cuestión vaya por Brexit sí o Brexit no. Creo, por el contrario, que la cuestión gira en torno a si se puede construir una nueva Unión Europea desde dentro o si, por el contrario, tiene que ser obligadamente desde fuera. En este sentido, tenemos que preguntar si existen las suficientes fuerzas como para encaminar una ruptura de la Unión Europa hacia un Lexit, es decir, tenemos que preguntarnos si existen suficientes fuerzas como para que la dominancia discursiva no la tenga el racismo, la xenofobia y el nacionalismo, sino el internacionalismo y, si no es mucho pedir, el socialismo. Si somos capaces de construir un Lexit, no hay mejor opción

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    José

    30/06/2016 at 17:41

  5. A riesgo de despertar la cólera, y dw que vuelvan a insultar, voy al decir de nuevo lo que pienso, espero que sin censuras, como he sufrido en dos ocasiones consecutivas. Creo que el tema lo merece.

    Pienso que el señor Astarita comete tres errores, a raíz de la polémica sobre el brexit, que tienen en común una visión reduccionista, no dialéctica, de la realidad:

    1.Error teórico: una concepión abstracta del «internacionalismo». Tiene razón Astarita en que el socialismo es internacionalista o no lo es. Pero no tiene razón cuando defiende para ello posiciones siempre directamente «internacionalistas». La realidad es compleja, y a veces el internacionalismo, que no es ni más ni menos que el interés último de la clase obrera, requiere de estrategias no internacionlistas, incluso aparentemente nacionalistas: apoyar la independencía de pueblos oprimidos -que ya sé que no es el caso aquí- defender el derecho a la autodeterminación de nacionalidades menores-tampoco el caso aquí- o, por lo contrario, como en este caso, atacar organismos capitalistas «internacionales» y luchar por su disolución, pues son un obstáculo para la liberación de la clase obrera, para el socialismo internacionalista. Es la UE, es el FMI, etc. Son los organismos encargados de aplicar las políticas de austeridad con las que el capitalismo pretende salir de su crisis, ahogando a las clases populares.Este error teórico le lleva al otro: considerar como progresivo toda forma de «internacionalismo» capitalista. Aquí falta también dialéctica. El capitalismo, en su expansión internacional, intrínseca, genera más bienes materiales, más clase obrera, como dice Astarita, más potencialidad de socialismo, pero también más explotación, más crisis, y más sobreexplotación, más pobreza absoluta y relativa, más xenofobia y racismo, más alienación, etc., esto es, menos potencialidad de socialismo.

    2. Error empírico: solo ve en el brexit lo que sacan en la tele, al menos la española, es decir, la extrema derecha. No ve, o menosprecia, el importante movimiento de la izquierda revolucionaria, id est, internacionalista, por el brexit, y que no viene de ahora, sino del movimiento antiglobalización de los 90, de la oposición a Maastricht y la moneda única, etc. Confunde, como hace el gran capital, a través de sus medios, estas dos oposiciones radicalmente diferentes a la UE. Confusión grave que alimenta la confunión intencionada de esos medios. Dice que lo objetivo, el momento dominante en este caso, es la extrema derecha. Yo no me atrevería a decirlo sin pruebas empíricas más precisas, más allá de los informativos. En todo caso no se trata aquí de aritméticas de 60 versus 40 por ciento. Se trata de ver qué fuerza social puede, a la corta y media distancia, hacerse con la dirección del movimiento contra la UE, no sólo en Inglaterra, sino en el resto de Europa, y contra las instituciones capitalistas internacionales en todo el mundo. No es una causa nacional la oposición a la UE, solo lo es así de forma inmediata, sino internacional.

    3. Error político: ante la aparente coincidencia con la extrema derecha, Astarita propone que la izquierda revolucionaria, internacionalista, renuncie a sus principios y estrategias, adoptando los de la gran burgesía: Sí a la UE, al remain. Eso es un error grave. Nunca se debe renunciar a los principios básicos, porque eso es claudicar y desprestiguiarse ante la clase obrera. Lo que hay que hacer es defender los principios de la clase obrera internacional, sus intereses, sin ambages, deslindándose al tiempo por completo de toda aparente coincidencia con cualquier falso o aparente aliado, la extrema derecha, en este caso, y tratando de ganar a la masa obrera desde la verdad. No bajar la teoría al pueblo, sino elevar el pueblo a la teoría. Ese es el camino del socialismo revolucionario, internacionalista.

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    Venancio andreu baldó

    01/07/2016 at 06:08

    • Sr. Andreu: le animo a que siga argumentando en el blog. En mi opinión sus palabras contribuyen a la elaboración de conocimiento crítico. Cuando usted le preguntó al Sr Astarita sobre cuál hubiese sido su voto en el referendum, yo me sentí interpelado, me planteé qué es lo que yo hubiese hecho. Si me permite, le hago llegar mi conclusión: me hubiese abstenido, como he hecho en todas las elecciones al Parlamento Europeo desde que España se incorporó a la UE, o hubiese votado no, como hice cuando se sometió a referendum la Constitución Europea en el año 2005. Ciertamente, aquel texto que, como consecuencia del rechazo en referendum de la mayoría de la población francesa y de los Países Bajos se transmutó en el Tratado de Lisboa en el año 2007 (claro, su ratificación, excepto en el caso de Irlanda, en esta ocasión fue por parte de los parlamento de los Estados integrantes, al referendum no se atrevió el establishment). Sí, aquella Constitución que apoyó y para la que pidió el voto afirmativo Toni Negri (quien por aquellas fechas se había convertido en un referente de cierta izquierda con su libro Imperio). Sr. Andreu, quienes vivimos en la UE somos testigos directos (y sufridores) de lo que significa la misma. Por recuperar una de sus últimas fechorías: su política criminal con los refugiados sirios que llegan a sus fronteras (por cierto, a lo que se ve, esto causa menos revuelo entre cierto internacionalismo socialista que el Brexit). ¡Ay! esta UE que se apresta a acompañar al Presidente de Estados Unidos en su visita apróxima a Europa, primero en tierras polacas (anuncio de despliegue de más de 4000 soldados en países fronterizos con Rusia) y después en Rota y Morón de la Frontera (bases utilizadas por el Ejército de USA), y la música de fondo no es precisamente de paz, parece que empiezan a sonar de nuevo tambores de guerra (hay que poner orden en Libia, se les fue de las manos). En verdad, en esta especie de aparte que hago con usted, Sr. Andreu, no me gusta esta Europa, y como desde hace tantos años, seguiré denunciándola, tanto con la palabra, como en la manifestación callejera. Saludos.

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      JOSÉ

      01/07/2016 at 12:40

    • Ustedes se equivocan y se engañan en suponer que Astarita apoya la UE. La Unión Europea es un espacio de explotación capitalista, no hace falta que nos vengan a hablar de los males económicos que sufre la población… ya estamos al tanto. Al «exit» se lo hace pasar como posible solución….pro, ¿solución de qué tipo? Y ahí es donde aparece la xenofobia, el proteccionismo y el nacionalismo. Programa opuesto por el vértice a un programa socialista. Y uds dicen «Se trata de ver qué fuerza social puede, a la corta y media distancia, hacerse con la dirección del movimiento contra la UE»… Dado el panorama político antes del brexit, ¿piensan que el comunismo internacionalista tiene alguna posibilidad de hacerse con la dirección de la oposición a la UE? A mi forma de ver, si es así, uds. viven en las nubes.concuerdo con Rolando en que para un Brexit por izquierda, primero hay que tener poder. Uds. piensan que del brexit va derivar el poder de la izquierda. Es la fórmula opuesta. Para mi, lo más probable, es que entre el UKIP y la rama del laborismo q estaba a favor del brexit se queden con la dirección política. Y en ese sentido, uds dicen: «la UE, es el FMI, etc. Son los organismos encargados de aplicar las políticas de austeridad con las que el capitalismo pretende salir de su crisis, ahogando a las clases populares». ¿piensan que el programa económico del gobierno siguiente va a buscar la salida a la crisis por vías que favorezcan a la clase obrera? Las salidas capitalistas a las crisis se basan en el aumento de la explotación. Y en Gran Bretaña no existe, ni existirá en el «corto y mediano plazo», un desafío político a la relación de producción capitalista.

      La internacionalización del capital establece la base para una producción internacional coordinada, y entiendo que las políticas proteccionistas son un obstáculo, en cambio. Esto no puede ser alegremente saludado por los marxistas. Lo mismo los obstáculos a la libre movilidad de las personas dentro de Europa (la crisis de los refugiados muestra los límites del capital a la libre movilidad del trabajo, pero el pasaporte comunitario representó para los inmigrantes una posibilidad mucho más accesible a la que existía previamante. Tengo amigos con pasaporte italiano o español repartidos por toda Europa…. sin el pasaporte comunitario hubiera sido imposible). La UE, y la internacionalización del capital son la base para la unidad del proletariado europeo (condición de posibilidad, aunque no condición suficiente). Una Europa separada, es un obstáculo al mismo propósito. Es un paso atrás.

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      Gus

      01/07/2016 at 17:52

    • En Argentina, durante la crisis de salida de la convertibilidad, 2001-2002, era popular el argumento que vinculaba la crisis al sometimiento a las políticas de ajuste del FMI (muy similar al q ahora mencionan sobre q la UE es como el FMI, órganos encargados de aplicar ajustes..). Ese diagnóstico llevó a la clase obrera a apoyar a gobiernos con programas nacionalistas. No se trataba de un análisis materialista q tomara en cuenta las características del desarrollo capitalista en Argentina y los conflictos de clase q se derivaban de ese tipo de desarrollo. Hoy, 15 años después, nos volvemos a encontrar con los mismos límites económicos q aquella vez. En tanto no existan los diagnósticos adecuados, no existirá una política de clase capaz de enfrentar el origen, la causa, de los padecimientos de la clase trabajadora

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      Gus

      03/07/2016 at 18:59

  6. Todo lo que Rolando afirma en términos históricos y políticos es sin duda cierto. Sin embargo hay algo que en mi opinión chirría. He podido vivir varios meses recientemente en Londres, Manchester y Leeds y no he detectado una particular exacerbación del omnipresente nacionalismo-jingoismo británico (ya de por si seguramente el de efectos más letales para la historia del socialismo), de la xenofobia, o del racismo vigente desde antiguo en la sociedad inglesa. Mi impresión es que los mass-media amplifican el mensaje de los nacionalistas xenófobos -para contrastarlo con la «civilizada» Europa- como una manera de proteger a la propia UE de la ira de los trabajadores . De hecho los resultados electorales del UKIP en las elecciones parlamentarias o locales son más bien escasos con apenas representación institucional. Puede que mi impresión esté equivocada, pero conviene, como ya dije en otro comentario, analizar cada caso en detalle con sus propias características y en su propio desarrollo. No siempre los modelos históricos se repiten mecánicamente aunque nunca debemos dejar de tenerlos en cuenta.

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    Ramón

    01/07/2016 at 06:30

    • Los modelos históricos no se repiten mecánicamente. De acuerdo, no creo que en la nota haya afirmado lo contrario. Ahora bien, además de las «impresiones» (un amigo que acaba de regresar de Inglaterra me decía que tiene la impresión opuesta a la suya), hay un hecho objetivo: el aumento del voto a partidos de la derecha nacionalista y xenófoba, no solo en Gran Bretaña (UKIP), sino a nivel europeo.

      Repito una parte de la primera nota: «el triunfo del Leave se inscribe en el ascenso de una peligrosa ola nacionalista y de derecha: en Austria, el Partido de la Libertad (FPÖ); en Alemania, Alternativa para Alemania (AfD); en Francia, el Frente Nacional; en Dinamarca, el Partido Popular; en Ucrania el Partido de la Libertad; en Finlandia, los Verdaderos Fineses; en Suecia, los Demócratas de Suecia; en Holanda, el Partido por la Libertad (PVV); en Noruega, el Partido del Progreso; en Grecia, Amanecer Dorado. Todas estas fuerzas han registrado avances o se han consolidado de forma significativa en los últimos años. Agreguemos que en Polonia está en el gobierno Ley y Justicia, promoviendo medidas retrógradas y xenófobas. En Hungría la derecha nacionalista y xenófoba también está en el gobierno con la Unión Cívica, flanqueada por otra fuerza todavía más a la derecha. En Letonia integra la alianza gubernamental la ultraderechista Alianza Nacional. El ascenso de Donald Trump en EEUU también puede considerarse parte de este fenómeno».

      Esto no es mera «impresión». Mi punto central: es un grave error (propio del nacional marxismo) considerar que este ascenso de la derecha nacionalista xenófoba pueda expresar avances de la lucha de los trabajadores contra el capital. Los argumentos a favor y en contra de las posiciones están presentados.

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      rolandoastarita

      01/07/2016 at 08:43

  7. Rolando, respecto a esto, considerás que si hay peligro de que Trump gane en estados unidos habría que apoyar a Hillary?

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    hugo

    01/07/2016 at 11:26

    • Antes de discutir la táctica del voto (sobre la que creo que deberían decidir los marxistas de EEUU; aunque personalmente, con los elementos de que dispongo no votaría a Trump ni a Clinton) es necesario ponerse de acuerdo en caracterizaciones y análisis. Mi crítica ahora se centra en aquellos que sostienen que el nacionalismo de derecha y xenófobo es progresista frente a la UE, o al capital más internacionalizado.

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      rolandoastarita

      01/07/2016 at 12:57

    • No se lo que harán los norteamericanos, pero yo, personalmente, no tendría estomago suficiente para votar a Clinton, por mucho Trump que tenga enfrente.

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      poesiaylibertad

      04/07/2016 at 13:23

  8. Recuento del blog a las 16:43 hora española:
    Brexit: 3 entradas y 108 comentarios.
    Política de la EU sobre los refugiados sirios: ¿…?

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    JOSÉ

    01/07/2016 at 11:47

    • Quizás debiera usted remitirse a las notas referidas a las revoluciones árabes. Por cierto que una gran parte de la izquierda que saluda el brexit defiende al mismo tiempo la dictadura genocida de Asad, causa principal para el desplazamiento de los refugiados (no así el trotskismo, cabe señalar). Como siempre, solo les importan las masas cuando pueden utilizarlas para sus fines mezquinos.

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      max

      01/07/2016 at 12:12

  9. Sr. Max: vivo en Andalucía (España). Como comprenderá, mi condición de andaluz me lleva a admirar y querer a la cultura árabe y a sus pueblos (hay mucha historia compartida). De ahí que me desagarra lo que ha pasado, y está pasando, en Siria, Egipto, Libia, Yemen o en la siempre olvidada República Árabe Saharaui -luchadora por conseguir su independencia del Reino de Marruecos. Creo que no se trata de reflejar en el blog el compromiso intelectual, político o de solidaridad que cada cual tiene en relación con la situación de Oriente Medio y el Magreb, pero permítame expresar mi malestar ante la política criminal de la UE sobre los refugiados sirios y con la inmigración en general (doy por hecho que usted está al tanto de las consecuencias que está teniendo la construcción de una «Europa fortaleza»: el Mediterráneo y el Estrecho se cobran miles de víctimas cada año). Sinceramente, lamento que la lectura de mi comentario le haya llevado a considerar que detrás de él se podía ocultar una actitud mezquina. Permítame despedirme con un saludo árabe.

    مع السلامة— maʿa s-salamah

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    JOSÉ

    01/07/2016 at 15:03

    • No nos engaña. Ud, en dos cometarios previos, critica a Rolando porque supuestamente la situación de los refugiados sirios «causa menos revuelo entre cierto internacionalismo socialista que el Brexit». Cosa q supone solo ud, y se la achaca a Rolando como forma de desacreditar sus argumentos. Me gustaría que, en vez de perder el tiempo desacreditando, nos explique como el brexit o las políticas nacionalistas impulsadas, entre otros, por sectores políticos abiertamente xenófobos favorece a los refugiados sirios.

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      Gus

      01/07/2016 at 18:22

  10. Dice Astarita en los comentarios de la nota “Brexit, una salida reaccionaria”:

    “La realidad es que el brexit es un movimiento bajo conducción política y programática de la derecha racista y xenófoba.”

    Ciertamente el partido UKIP del descerebrado Nigel Farage es de corte xenófobo y fascista. Sin embargo, para no equivocarse, es necesario analizar con la cabeza fría las distintas motivaciones y realidades de los sectores sociales donde se agrupan los 17.8 millones de votantes por el Brexit. En las elecciones generales de mayo del 2015 este individuo y su partido, armados de una verborrea nacionalista a ultranza lograron engatusar a 3.8 millones de ciudadanos. ¿Es razonable pensar que en un año y decimas las huestes de este emulo de Hitler casi se hayan quintuplicado? El caso es que la aplastante mayoría de los votantes Brexit votaron en el 2015 por David Cameron (Partido Conservador) y Ed Miliban (Partido Laborista), y no se atrevieron a votar por el tenebroso UKIP y su siniestro líder precisamente por sus vómitos xenofóbicos. Sinceramente no termino de convencerme que el voto Brexit haya tenido a la Xenofobia como motivación central y mayoritaria. La gran mayoría de votantes Brexit han respirado desde hace muchos años aires políticos y programáticos de la socialdemocracia con una larga tradición de repudio a la xenofobia y a formas políticas filo fascista. Pensar que se volvió xenófoba de la noche a la mañana, honestamente, es bien difícil de creer. En realidad, toda esta masa, que según las encuestas provienen de los barrios obreros y de las clases medias más desfavorecidos, no votaron por la xenofobia sino en contra las políticas de ajuste antiobreras que los ha golpeado fuerte y que vienen de Bruselas. Es un voto contra el neoliberalismo impenitente de la UE que viene cercenando paulatinamente los derechos adquiridos por los trabajadores en las últimas décadas.

    Al respecto El profesor Vicenç Navarro plantea lo siguiente en su artículo “Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit” (blogs.publico.es)

    “Y lo que también aparece claro en varias encuestas es que una de las mayores causas de tal rechazo es la percepción que las clases populares tienen del impacto negativo que tiene, sobre su bienestar, la aplicación de las políticas propuestas por el establishment político-mediático de la UE. Esta percepción es mucho más negativa entre las clases populares (clase trabajadora y clases medias, de renda media y baja) que no entre las clases más pudientes. En realidad, el rechazo, siempre especialmente agudo entre las clases populares, es claramente mayoritario entre la gran mayoría de la población.”

    Asimismo, me parece acertado su visión que el establishment pro UE centro su ataque contra el Brexit tratando de embarrarlo con la acusación de xenofobia y poniendo el alto relieve a siniestro personajes portadores de este mal social, que de ninguna manera representan el sentir mayoritario de los votantes Brexit. Al respecto sostiene en el mismo artículo:

    “Ante esta situación, el establishment político-mediático europeo quiere presentar este rechazo como consecuencia de un retraso cultural de las clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado. John Carlin, en el El País, 24.06.16, define este rechazo (Brexit) como resultado “de la mezquindad, ignorancia, carácter retrógrado, xenofobia y tribal” de los que votaron en contra de la permanencia. Y así se está interpretando, por parte de la mayoría de los medios de comunicación europeos, el voto de rechazo a la UE por parte de las clases populares británicas. Este mensaje intenta ocultar las causas reales de tal rechazo, causas que he descrito en este artículo. Olvidan que, si bien todos los xenófobos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la UE, no todos los que así votaron eran xenófobos.”

    Finalmente, no podemos dejar de advertir que a raíz del Brexit ha quedado en evidencia que importantes sectores del proletariado de la RU se muestran decepcionados de los tradicionales lideres laboristas y conservadores, quienes han terminado formando parte de una monstruosa maquinaria como la UE que apunta a la sobreexplotación del proletariado europeo y al cercenamiento de sus derechos laborales adquiridos en décadas de lucha. Los comunistas de la RU y de Europa en general deben tomar nota de este hecho y aprovechar las condiciones favorables que se presentan para levantar la lucha obrera y popular, desenmascarando a los siniestros xenófobos filo fascistas y a los aparatos dirigentes de las socialdemocracias que terminaron como fieles implementadores de las políticas neoliberales antiobreras y antipopulares promovidas por el establishment de la UE.

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    Amauta

    02/07/2016 at 02:38

  11. Sr, Gus: le prometo que en ningún momento he pretendido engañar a nadie y mucho menos desacreditar al profesor Astarita, Con respecto a Rolando, le diré que le tengo el mayor de los reconocimientos. Sigo su blog de manera habitual, he leído todos sus textos a los que he tenido posibilidad de acceder (de manera directa o digital), he escuchado sus clases registradas en internet y afirmo sin reserva alguna que el profesor Astarita es uno de los autores en lengua castellana que más está haciendo por la investigación, el estudio y la difusión del marxismo (y este blog es clave en esa labor). Dicho lo cual, supongo que convendrá conmigo que ni los planteaamientos del Sr. Astarita ni los de nadie están exentos de la crítica (aun cuando quien la formule esté afectado por el error, que pudiera ser mi caso). Me va a permitir que en este apunte no entre en el debate teórico ni que efectúe juicio de valor alguno, simplemente, siguiendo su hilo argumental de un comentario en otra entrada, voy a recuperar unos datos y a expresarle varias invitaciones. Los datos, la mayor partida presupuestaria de la UE, actualmente más del 36%, ha llegado a ser el 66%, se dedica a la PAC (Política Agraria Común). Le invito a que usted analice la PAC (https://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica_Agr%C3%ADcola_Com%C3%BAn_de_la_Uni%C3%B3n_Europea) y que se interese por ver cuál es la posición de, por ejemplo, los países no comunitarios de la Ribera del Mediterráneo (usted podrá comprobar si la PAC es o no es no es el mayor de los proteccionismo, esto es, la subvención directa, no a la producción sino a la mera tenencia de la tierra). Segunda invitación, a propósito de la movilidad de la fuerza de trabajo, sería bueno que usted se interesara por conocer cuál es la politica comunitaria en materia de inmigración y refugio (más allá de la posibilidad de tránsito intracomunitaria); como las imágenes a veces dicen más que mis palabras, le remito a un enlace que contiene algunas fotografías de la valla de Melilla que reflejan lo que significa la Europa fortaleza (https://www.google.es/search?q=valla+de+la+frontera+de+melilla&espv=2&biw=1280&bih=699&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwiWjqnTp9TNAhWIDMAKHUGYCFoQsAQIOA). En este orden de cosas, le invito también a que usted dedique un tiempo a investigar cuántas personas han perecido en su intento de acceder a Europa como consecuencia de la politica de seguridad europea.
    Desde el mayor de los respetos, sin pretensión alguna de estar en posesión de la verdad, le saludo y le expreso mi deseo de que nos sigamos encontrando en este espacio de diálogo y debate que es el blog del profesro Astarita. En algunas cuestiones coincidiremos en otras no, pero desde la argumentación y la contraargumentación es como crece el conocimiento, no desde la invitación al silencio del discrepante.

    En la lengua de tantas personas a las que se le impide entrar en Europa y que muchasde ellas perecen en el Mediterráneo,

    السَّلاَمُ عَلَيْكُم
    as-salaamou 3alikoum
    paz sobre usted

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    José

    02/07/2016 at 05:38

    • Entiendo q la UE tenga barreras proteccionistas. Lo q planteo es q con los «exits» esas barreras aumentarán, pq también se aplicarán a los ex miembros. A lo largo de todo el mundo se fueron formando areas comunes de intercambio comercial, y entiendo a estas como consecuencia del proceso de internacionalización del capital, pero q, a la vez, la favorece. Como dije más arriba, no habrá cuestionamiento a la relación de producción capitalista en RU, y por lo tanto, el Brexit se convierte de hecho en una reacción burguesa al proceso de internacionalización.

      Lo mismo se puede decir respecto de la circulación de personas. Q la UE haya implicado una mejora en la libre circulación del trabajo no significa q esta libre circulación sea plena y abierta irrestrictamente a extra comunitarios (nuevamente, sostener q la UE es progresiva frente al nacionalismo de gran potencia, no significa dejar de sostener una postura crítica de la UE en tanto organización burguesa). Pero la reacción burguesa a la globalización empeorará las ya malas condiciones de libre circulación. Un italiano no podrá mudarse a trabajar al RU, con igual libertad q antes del brexit. Por eso creo q la única forma de sostenerq los «exits» no empeoran la situación de los migrantes es la de suponer q el brexit se puede hacer por izquierda, es decir q la izquierda británica puede imponer condiciones a la burguesía. Pero repito, creo q quienes piensen eso viven en las nubes.

      Si el comunismo británico pretende sacar provecho de un conflicto interburgués, ¿por qué se alía con el sector más reaccionario de la burguesía, en vez de hacerlo con el más progresivo?

      No dudo q el voto obrero por el brexit tenga un fuerte componente de rechazo a los planes de austeridad de la UE. Pero creo q es una equivocación pensar q el programa de un gobierno burgues postbrexit vaya a evitar un ajuste sobre los trabajadores. O sea, creo q hay un enfoque errado con estos diagnósticos del tipo «el neoliberalismo de la UE», o «la dictadura de Bruselas», q dan a entender que la crisis (o las propuestas para superarla) derivan de la voluntad de una burocracia. No hay, en esos diagnósticos, un análisis materialista. Y ese error de diagnóstico los lleva a la posición errada de apoyo al brexit.

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      Gus

      03/07/2016 at 04:57

  12. Astarita esta en el camino correcto. No existe en el «Leave Britanico» ni el mas minimo ingrediente progresivo. Es divisivo para la clase obrera Britanica y tambien para la clase obrera de Europa. Es mayormente xenofovia nacionalista con cierta melancolia por la vieja y ya perdida «Gloria imperial britanica».
    Los cuatro o cinco dirigentes de esta Campania por el cierre de las fronteras britanicas y el abandono de toda la legislacion de la UE ( en relacion a condiciones de trabajo, medio ambiente, regulaciones, licencias, derechos etcetc) son clara y completamente conservadores de la mas rancia sepa reaccionaria que se puede observer in situ. Algunos como el Ukip tienen vinculos con grupos como Britain First, English Defense, National Front, etc.
    Las posiciones de la izquierda que he podido observer oscila entre los que miran para otro lado y dicen «esto es todo burgues Viejo…» a los que activamente apoyaron el leave con toda clase de argumentos ridiculos del tipo : «…cuanto mas crisis major…» Tambien he visto una izquierda comentarista que hace analisis que se pueden encontrar en cualquier otro medio. Algunos, se preocupan por ver si el reino Unido sera mas o menos importante despues de esta salida de la UE.
    En sintesis oponerse al Brexit y lo que significa para los trabajadores era y es la posicion correcta,

    yuyo

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    yuyo

    02/07/2016 at 14:05

  13. The Economist, en «The politics of anger», sugiere una explicación interesante a ésta ola de nacionalismo en Europa y Estados Unidos que sirve para poner en contexto. El argumento es que a pesar de los beneficios de la globalizacion, la clase política de los países occidentales no supo atender a quienes salieron perdiendo con este proceso. Es decir que si bien los tratados de libre comercio entre estos países y China permitió sacar a millones de personas de la pobreza y benefició a los consumidores, muchos trabajadores fabriles que han perdido su trabajo no han podido encontrar un pago decente para reemplazarlo.

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    juantollo

    03/07/2016 at 19:55

  14. Con el propósito de contribuir a la documentación del debate sobre la naturaleza de la Unión Europea, remito al artículo de Lucía Villa, publicado hoy 4 de julio de 2016, en el diario Público, cuyo título es «Las políticas de la UE enriquecen a los mismos fabricantes de armas que exacerban la crisis de refugiados», con la siguiente entradilla:»Un estudio revela cómo la militarización de las fronteras europeas da enormes beneficios a empresas de seguridad y defensa. Algunas son a la vez los principales fabricantes de armamento y se lucran vendiéndolo a los países de los que huyen cientos de miles de personas intentando escapar de esas mismas guerras que alimentan sus armas» (http://www.publico.es/internacional/politicas-ue-enriquecen-mismos-fabricantes.html).

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    José

    04/07/2016 at 12:53


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