Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Rosdolsky, “capital en general” y la competencia

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En Génesis y estructura de El Capital de Marx, Roman Rosdolsky realiza la importante distinción entre el análisis del “capital en general”, que se presentan en los dos primeros tomos de El Capital, del tercer tomo, donde se trata la competencia entre los muchos capitales y la distribución de la plusvalía. Esta división ya había sido planteada por Marx en el plan de 1857-1858, donde a la primera sección, dedicada al “capital en general” le seguía la sección de la competencia. Más concretamente, en el tomo I de El Capital Marx analiza cómo el capital produce plusvalía (capítulos dedicados al valor, dinero, capital, plusvalía absoluta, plusvalía relativa) y a su vez la plusvalía produce capital (capítulos dedicados a la reproducción simple, ampliada y la acumulación del capital). Y en el tomo II analiza la circulación del capital (comenzando por las formas de manifestación del capital-valor).

Estamos aquí al nivel del capital “en general”, esto es, de lo que tienen en común los capitales: “Lo que se revela así como común a todos los capitales es su propiedad de explotación, el hecho de que se apropien (directa o indirectamente) del plusvalor engendrado en el proceso de producción capitalista” (Rosdolsky, p. 73). Agrega que a este nivel del capital en general el análisis puede llevarse a cabo “sin tener en cuenta la existencia de diversos capitales ni las diferencias entre ellos”, ya que los diversos capitales individuales nunca pueden repartirse más que la plusvalía generada en el proceso de la producción. Para comprender la relación fundamental, la relación capital – trabajo, “debemos partir no de ‘muchos capitales’ sino del capital, o del ‘capital de toda la sociedad’, vale decir, del ‘capital en general’”. En cambio, en el tomo III, donde se analiza la formación de la tasa media de ganancia y los precios de producción, la ganancia del capital industrial (o productivo), la del capital mercantil, el interés y la renta, la competencia y las diferencias entre los capitales pasan a primer plano.

La competencia y la naturaleza del capital

Compartiendo lo esencial de este análisis, hay que tener en cuenta, sin embargo, que la noción del “capital en general” supone la competenciaEl tema tiene importancia para la comprensión de la naturaleza del capital, así como para la caracterización de un régimen como la URSS, al que muchos han considerado como “capitalismo de Estado”.

 La razón por la cual “el capital en general” supone la competencia es que está en la naturaleza del capital el hecho de que su existencia solo pueda darse bajo la forma de los muchos capitales. Esta cuestión es señalada por Marx cuando trata el “capital en general” y también la destaca Rosdolsky.

A fin de despejar confusiones: cuando Marx sostiene que hay que hacer abstracción de la competencia para investigar “al estado puro las leyes inmanentes del capital”, lo hace porque esas leyes no son creadas por la competencia, ni explicadas por esta. Por esta razón, “la introducción aquí de muchos capitales no debe perturbar nuestro análisis” (citado por Rosdosky, p. 72). Sin embargo, no por esto debe olvidarse que la competencia “concreta” las leyes inmanentes del capital y las permite ver (ídem, p. 71). La cuestión está implicada en la noción misma del capital, que es valor que se valoriza: “Como el valor constituye la base del capital, y este solo existe forzosamente gracias al intercambio por un contravalor… el capital se repele necesariamente a sí mismo. Por ello es una quimera un capital universal, un capital que  no tenga frente a sí capitales ajenos con los cuales intercambiar. (…) La repulsión recíproca de los capitales ya está implícita en él como valor de cambio realizado” (Marx, en los Grundrisse, p. 375, t. 1, también citado por Rosdosky, p. 70, nota; énfasis agregados).

Más aún, en un importante pasaje de los Grundrisse, citado por Rosdolsky, Marx sostiene que el capital tiene una tendencia inmanente a exceder las proporciones correctas de la producción, ya que “desmesuradamente procura plustrabajo, plusproductividad, plusconsumo, etcétera”, y explica que en la competencia esa tendencia interna “se presenta como coerción a que lo somete el capital ajeno y que lo impele a quebrantar la proporción con un continuo marche, marche!”. Y luego de señalar que los economistas burgueses no han analizado la competencia, plantea que “la competencia no es otra cosa que la naturaleza interna del capital, su determinación esencial, que se presenta y realiza como acción recíproca de los diversos capitales entre sí; la tendencia interna como necesidad exterior. El capital existe y solo puede existir como muchos capitales; por consiguiente su autodeterminación se presenta como acción recíproca de los mismos entre sí” (Grundrisse, p. 366, t. 1; énfasis agregados).

Interludio por la dialéctica

Obsérvese que la competencia se hace sentir como coerción externa para cada capitalista, y por eso parece operar solo al nivel del fenómeno, de la manifestación de las leyes inmanentes del capital. Pero al mismo tiempo es la naturaleza interna del capital. Es la idea de Hegel de que la relación de la esencia con la apariencia es la relación de la esencia consigo misma (véase la Lógica, también Stace, 1955). Esto es, la apariencia, la forma en que se manifiesta la esencia (en nuestro caso, la forma en que aparecen las leyes internas, inherentes, del capital) también hace a la esencia, la constituye. Es por esto que la relación de la esencia (la ley interna del capital, en nuestro caso) con la forma de aparición (a través de la competencia de los muchos capitales) es la relación de la esencia consigo misma. Pero esta relación de la esencia consigo misma (del capital consigo mismo) es la relación del capital con otro capital, a través de la competencia. Por eso es importante tener en cuenta que el pasaje de la apariencia a la esencia no significa quedarse en la mera identidad abstracta (del tipo A es A). Recordemos que Hegel dice en la Lógica (capítulo 2, doctrina de la esencia) que en el primer movimiento de la esencia esta es “simple identidad consigo misma”, es una identidad inmediata, y la identidad es lo mismo que la esencia. Pero el movimiento no se detiene en esta identidad que hace abstracción de la diferencia, sino pasa a la diferencia. El capital es capital (identidad), pero existe como capital a través de los muchos capitales (o sea, a través de la diferencia). Es capital en virtud de esta unidad de identidad y diferencia: se relaciona a sí mismo como capital en tanto se relaciona con otros capitales.

Por eso, la relación consigo mismo es la relación entre diferentes –entre muchos capitales- dentro de la identidad –todos tienen en común que encierran una relación de explotación con el trabajo. De esta forma el capital se relaciona a sí mismo, y al hacerlo se distingue de sí mismo, ya que la auto-relación es una auto-relación negativa. Y esta unidad de la identidad y la diferencia, que es constitutiva de la esencia, es la oposición. En nuestro caso, se trata de la oposición entre los capitales, inherente a la naturaleza del capital. Por eso, la diferencia y la oposición entre los capitales no es solo epifenómeno, ni opera meramente al nivel de la forma en que aparece la distribución de la plusvalía. Por el contrario, es inherente a la naturaleza del capital, a su esencia; no se puede entender esta sin el supuesto de la competencia, de los muchos capitales. Por eso dice Marx que la autodeterminación (esta es interna, no surge “desde afuera”, por reflexión externa) del capital se presenta como relación recíproca de los capitales entre sí.

La competencia en los volúmenes I y II de El Capital

Por lo argumentado antes, en los volúmenes I y II de El Capital la competencia no solo está presupuesta, sino en determinados pasajes aparece en toda su dimensión. Es que el tiempo de trabajo socialmente necesario se le impone a cada productor a través de la competencia en el mercado, lugar de validación de los tiempos de trabajo privados en tanto trabajo social. Por eso, en el capítulo 1, cuando aparecen los telares mecánicos, los tiempos privados de trabajo de los tejedores manuales generan la mitad de valor que los tiempos del trabajo aplicado a los primeros; esta “despotenciación” del trabajo manual se impone coactivamente por competencia. De la misma manera, en el capítulo 3, cuando el tejedor que concurre al mercado se encuentra con que este está abarrotado de tela, y parte de los tiempos de trabajo privados no se validan como trabajos socialmente necesarios, el fenómeno ocurre por la competencia.

A su vez, la competencia y la diferencia entre los capitales son decisivas para explicar cómo surgen las plusvalías extraordinarias; lo que permite explicar la plusvalía relativa. Por eso Marx dice, en el capítulo 10 del tomo I, que si bien en ese nivel de análisis no se considera cómo “las leyes inmanentes de la producción capitalista” se imponen en cuanto “leyes coercitivas de la competencia”, ya que “el análisis de la competencia solo es posible cuando se ha comprendido la naturaleza intrínseca del capital”, es necesario introducirla para comprender la producción del plusvalor relativo (p. 384). Así, frente al capitalista innovador que ha desatado la baja de precios para ganar mercado, sus rivales están obligados a introducir la innovación: “La misma ley de la determinación del valor por el tiempo de trabajo, que para el capitalista que emplea el método nuevo se manifiesta en que tiene que vender su mercancía por debajo del valor social, impele a sus rivales, actuando como ley coactiva de la competencia, a introducir el nuevo método de producción” (p. 387; énfasis agregado). Estamos al nivel de “el capital en general”.

La cuestión también aparece en el capítulo 12 del tomo I (de nuevo, al nivel del “capital en general”), cuando Marx trata la división social del trabajo: esta “contrapone a productores independientes de mercancías que no reconocen más autoridad que la de la competencia, la coerción que ejerce sobre ella la presión de los intereses mutuos, así como en el reino animal la bellum ómnium contra omnes [guerra de todos contra todos] mantiene en mayor o menor medida, las condiciones de existencia de todas las especies” (pp. 433-4).

Subrayamos, una vez más: son las leyes de la competencia las que imponen a cada capitalista las leyes inmanentes, internas; entre ellas, las que lo obligan a expandir continuamente la producción. Por eso, en el capítulo 22 del tomo I (dedicado a la transformación de la plusvalía en capital) Marx nuevamente señala que “… las leyes inmanentes del modo capitalista de producción, que imponen a todo capitalista individual la competencia como ley coercitiva externa, lo obligan a expandir continuamente su capital para conservarlo. (…) … la competencia impone a cada capitalista individual, como leyes coercitivas externas, las leyes inmanentes del modo de producción capitalista” (pp. 731-2).

Una conclusión que se desprende de esto es que no puede existir un “capitalismo de Estado” total. En este respecto, la tesis que dice que la URSS habría sido un sistema de “capitalismo de Estado”, definido por el dominio del “capital en general” a partir del control burocrático de los medios de producción nacionalizados, parece olvidar que las leyes del capital –la ley del valor, la ley de la acumulación del capital- no pueden concretarse en tanto no exista la coacción externa de la competencia. Pero esto solo puede existir en la medida en que los diversos capitales individuales se enfrenten unos a otros. Una importante conclusión de esto es que las contradicciones de las economías al estilo soviético no se manifestaban a través de crisis de sobreproducción (para una ampliación, ver aquí y aquí). Por eso tiene razón Rosdolsky cuando dice que un capitalismo de Estado total “solo sería posible en la medida en que se enfrentaran varios capitales estatalmente organizados” (nota, p. 70).

Bibliografía:

Hegel, G. W. F. (1968): Ciencia de la lógica, Buenos Aires, Solar y Hachette.
Marx, K. (1999): El Capital, México, Siglo XXI.
Marx, K. (1989): Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política. Grundrisse 1857-1858, México, Siglo XXI.
Rosdolsky, R. (1983): Génesis y estructura de El Capital de Marx, México, Siglo XXI.
Stace, W. T. (1955): The Philosophy of Hegel, Nueva York, Dover Publications.

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Rosdolsky, “capital en general” y la competencia

Written by rolandoastarita

27/05/2016 a 11:49

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25 respuestas

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  1. Quisiera preguntarle, a su vez, si el capitalismo globalizado no podría evolucionar, o ya lo ha hecho, hacia un alto grado de concentración del capital de tal modo que las decisiones de inversión, por ejemplo, estuvieran realmente superconcentradas. Vi un articulo en el que se decía que un grupo no mayor de 1000 accionistas está presente entre los mayores accionistas de un gran numero de empresas multinacionales (diez mil); funcionan como o constituyen una red.
    https://www.diagonalperiodico.net/global/29876-quien-controla-mundo-10-empresas-participan-mas-40000.html

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    mario

    27/05/2016 at 18:20

    • Mario

      Como bien escribio rolo en algun articulo que no recuerdo, aun las empresas transnacionales no representan la mayoria del capital mundial.
      Con respecto a esos 1000 accionistas, son fondos de inversion, de pension, aseguradoras etc. Ellos son los principales accionistas de las trasnacionales (las cuales no son controladas por familias, que son la minoria) pero no deciden ni los miembros del directorio ni la gerencia, solo son accionistas sin control.
      Por ejemplo el fondo de inversion BlackRock es el primer accionista de las principales 20 empresas por valor de mercado (en algunos casos con mas del 6% de las acciones) pero no controla ninguna de esas empresas.

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      cecilia

      27/05/2016 at 20:32

    • »BlackRock es el primer accionista de las principales 20 empresas por valor de mercado (en algunos casos con mas del 6% de las acciones) pero no controla ninguna de esas empresa»
      ¿Quién controla esas empresas, entonces?.¿Sus auxiliares administrativos? No encaja.
      Saludos,

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      antonio

      29/05/2016 at 06:45

    • Antonio, como el paradigma del imperisliamo fue un buena interpretacion para principios del siglo XX, la interpretacion que grandes bancos con minimas participaciones accionarias y directorios entrelazados controlaban la grandes empresas ya no sirve, la realidad muestra que casi no hay directorios entrelazados y que los fondos de inversion que son casi siempre los mismos y principales accionistas de casi todas las empresas, no controlan ni la gerencia ni los directorios, son inversiones financieras.
      Sino todas las empresas estarianc ontroladas por los mimos 5 y no habria competencia.
      La propiedad de las empresas se separo de la administracion, esa es la etapa mas desarrollada en el capitalismo actual.
      En Argentina y otros paises con un desarrollo menor del capitalismo, aun las grandes empresas estan controladas por familias.

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      cecilia

      29/05/2016 at 14:40

    • Estimada Carolina, me parece que en esta cuestión estas en un cierto despiste. Dicho con todo el cariño. Vuelve a leer, y a fondo, los siguiente datos. Datos y no suposiciones.
      1.- En el enlace mencionado del periódico Diagonal, »Un total de 737 accionistas, el 0,123%, controlan el 80% del valor de las más de 43.000 compañías multinacionales». Si controlas el 80 % del capital de una compañía, SI O SI, controlas todo lo relativo a esa compañía. Incluido CEOs, Directivos,…y hasta a los auxiliares administrativos díscolos. Si controlas el 80 % del capital, esa inversión ya no es sólo financiera.No tengas la más mínima duda.
      2.- En la web ‘Cáncer Capitalista» y sobre la situación de los monopolios a dia de hoy, se lee esto en su post ‘Monopolios y competencia, réplica a los negacionistas’: » La globalización monopolista avanza exponencialmente: El proceso de fagocitación global está ya completado en casi todos los sectores (10 empresas del automóvil detentan el 77% del mercado; 2 aeronáuticas dominan el 100% del sector de grandes aviones; 5 operadores controlan el 83% de la telefonía fija, 3 operadores controlan el 77% de las infraestructuras de telecomunicaciones móviles, mientras que sólo tres controlan el 65% del mercado de móviles; 10 farmacéuticas controlan el 70% de los fármacos vendidos; 4 tabaqueras suministran el 75 % del humo encajetado; sólo 3 empresas fabrican cerca del 70 % de toda la maquinaria y equipamiento agrícola) …..
      Te sorprendes de que de ser ciertos esos monopolios y sus controles concentrados y cruzados, no existiría competencia. Impresiona un poco tu candor, pues precisamente de eso va el juego capitalista. El real, no el teórico. Sólo hay una cosa que odie un empresarario: competidores.
      Saludos cordiales

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      antonio

      30/05/2016 at 16:03

    • Antonio, no me llamo carolina sino cecilia.
      Esos 737 accionistas son fondos de inversion, fondos de pension y aseguradoras, para tu mayor deleite, los accionistas a su ves de esos fondos son los mismos fondos. Entonces segun tu interpretacion, todas las grandes empresas del mundo estan controladas por un circulo de fondos y si entonces la competencia digamos entre Boeing y Airbus es ficticia.
      BlackRock es el principal accionista de muchas grandes empresas, en algunas con mas del 6% de las acciones, en total en mas de 900 empresas, entonces hay un grupo economico llamado Black Rock que tiene 900 empresas y muchas de ellas competidoras y pone a sus directorios que no son entrelazados pero son controlados en parte por BlackRock.
      Asi no funciona, estos son accionistas no activos, podes leer en este articulo un caso. (http://fortune.com/2015/06/11/vanguard-blackrock-could-beat-peltz-icahn/)

      Rolando Astarita ya explico varias veces que hay competencia y no monopolio u oligopolio en la mayoria de las ramas.

      La propiedad de las empresas no da el control de estas en la actualidad, ejemplo:
      La petrolera que mayores ganancias da en el mundo es ExxonMobil,
      Sus tres principales accionistas son Vanguard group (6.44%), State Street (4.5%) y BlackRock (4.11%) que a si miras dentro de unos meses seguro cambian el porcentaje de acciones significativamente sin ningun cambio en la gerencia ni directorio ni en la empresas o su cotizacion, ademas estos tres mismos fondos de inversion son los principales accionistas de cientos de otras petroleras.
      Ninguno de ellos que son los propietarios formales ni los millonarios que ponen su dinero como inversion en esos fondos que estas empresas le administran son los que controlan(eligen directores o la genrencia) de niinguna de las empresas.
      Hoy en dia la gerencia y administracion de las grandes empresas (que no esten controldas por familias, en el caso de EEUU solo 20% o menos de las 2000 mas grandes tienen control familiar) esta separado de la propiedad.

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      cecilia

      30/05/2016 at 17:01

    • Cecilia,
      Terminaré la discusión porque ya veo que te va a costar algún tiempo, y lecturas, para desprenderte de esa errónea interpretación de los conceptos de competencia y monopolios. No se puede estar debatiendo mucho tiempo sobre si 2+ 3 son cinco, o no. Sólo algún comentario.
      Dices »todas las grandes empresas del mundo están controladas por un circulo de fondos y si entonces la competencia digamos entre Boeing y Airbus es ficticia». No tengo ni idea de lo que sucede en ese caso en particular. Pero es muy posible, que, a día de hoy, estas dos empresas ya tengan numerosos pactos de colaboración, visibles y públicos, en temas comerciales, estratégicos, logísticos, financieros, I+D+I, formativos, etc… Por tanto, aunque nominal y jurídicamente sean dos empresas separadas y competidoras entre si, en su práctica comercial real diaria las dos empresas ya son ‘de facto’ socios comerciales. Y, además, en sólo un par de años, comprueba si esas 2 empresas finalmente se están fusionando o adquiriendo. Y comprueba como están de concentrados el resto de mercados. Esa concentración esta sucediendo en todos lo mercados. En todo el planeta. Son datos irrefutables. Otra cosa: claro que dos, tres, u ocho empresas de cualquier oligopolio compiten entre si, lo que sucede es que eso no es un mercado en competencia, ¿o si? Los mercados capitalistas NO TIENDEN a una ampliación del nº de competidores y ofertas. Tienden, al contrario, a la concentración de riqueza, al monopolio. Es una evidencia científica con dos siglos de existencia del capitalismo. No insistiré en esta cuestión tan elemental
      »Hoy en día la gerencia y administración de las grandes empresas (que no estén controladas por familias, en el caso de EEUU solo 20% o menos de las 2000 mas grandes tienen control familiar) esta separado de la propiedad». Esto es un mito, Cecilia. Una entelequia absoluta, idílica, e irreal. ¿Que significa que gerentes y administradores están separados de la propiedad? ¿Significa acaso que se nombran a si mismos, que se despiden a si mismos, que ellos solos definen los objetivos de la empresa en cuanto a crecimiento, rentabilidad, estrategia, etc? Supongo que conoces lo que es una Junta o una Asamblea General de Accionistas, y cuales son sus funciones. O puede que no las conozcas ¡?. Confundes que Gerentes y Ceos tienen mucho margen de acción en cuanto a las tácticas y operativas diarias de una empresa, con el hecho de que tengan su control. El control es del propietario, y lo ejerce precisamente a través de esa Asamblea General de Accionistas. Ayer, hoy y siempre. Y da exactamente igual que el propietario sea un Fondo de Inversión o una familia para que ejercen o no ese control. ¿Que es lo que no entiendes de esto?
      Saludos

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      antonio

      31/05/2016 at 06:31

    • Antonio.

      Hay un proceso de centralizacion y concentracion creciente en las ultimas decadas, el cual desde el nacimiento del capitalismo es no lineal.

      Eso no implica que haya monopolio u oligopolio, puede leer los multiples articulos de Rolo en este blog.

      Por ultimo ya que usted conoce de asambleas de accionistas me puede explicar como funciona por ejemplo las principales petroleras de EEUU, en ellas los tres primeros accionistas son los mismos.
      Vanguard, SS y BlackRock en el mismo orden en las 4 de las 5 petroleras mas grandes(ExxonMobil, Chevron, Valero, Marathon).
      Ellos ponen a lo sumo a administradores (directorio y generencia profesional independeinte de los propietarios, lea el articulo que le pase de forbes) y no controlan las empresas y compiten entre si.

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      cecilia

      31/05/2016 at 11:54

  2. Estimado Rolando:

    Muy interesante la discusión sobre el lugar y nivel en que se sitúa la competencia en la teoría de Marx.

    Al respecto me gustaría saber tu opinión sobre algo que me llamó la atención de la lectura de los Principios de Ricardo, y que a mi juicio constituye una diferencia sustancial con la teoría del valor de Marx. El caso es que en Ricardo el intercambio de las mercancías según los tiempos de trabajo relativos queda acotada allí donde actúa la competencia. En efecto, Ricardo dice así:

    «Por tanto, al hablar de los bienes, de su valor en cambio y de las leyes que rigen sus precios relativos, siempre hacemos alusión a aquellos bienes que pueden producirse en mayor cantidad, mediante el ejercicio de la actividad humana, y en cuya producción opera la competencia sin restricción alguna.» (Principios…, FCE, p. 10).

    Destaco la última frase, ya que en Ricardo la competencia aparece como una condición previa, externa, para la operación de la ley del valor. En esta línea me parece coherente que quieres leyeron la teoría del valor de Marx en clave ricardiana sostuvieran que el aumento del poder de mercado de las grandes empresas anulaba la acción de dicha ley (tesis del capital monopolista).

    En cambio en Marx la competencia aparece como una consecuencia de la ley del valor, como una manifestación de esta. Basta con que la producción social se encare a través de unidades privadas e independientes entre sí (cosa que se potencia cuando se añade la separación de los trabajadores de los medios de producción) para que se de la competencia entre los agentes.

    Para esto último me baso en el trabajo de John Weeks: «Teoría de la competencia en neoclásicos y en Marx» (Maia Ediciones, 2009).

    ¿Qué opinas al respecto?

    Un abrazo,

    Sebastián
    Chile

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    Sebastián

    27/05/2016 at 19:49

  3. En realidad, concentración y centralización no significan monopolización. En el capitalismo globalizado la competencia puede ser entre unos pocos gigantes, pero no por eso es menos feroz.

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    mario

    27/05/2016 at 20:20

  4. El hecho es que existieron varios países con sistemas semejantes en el siglo 20 (el mal llamado «socialismo real»).
    El hecho de que el capital haya estado concentrado a nivel nacional en cada uno de estos Estados no desmiente, por sí sólo, la teoría de que estas sociedades eran capitalismos de Estado. Cada capital nacional de cada uno de estos Estados estaba en competencia con otros capitales nacionales, concentrados en otros Estados nacionales, dentro del mismo sistema.
    Ahora, en el (improbable) caso de que surgiera un capital genuinamente mundial, administrado por un nuevo tipo de oligarquía mundial, que asignara a cada fracción de los propietarios una cuota-parte del plusvalor y del plusproducto mundial, sólo de acuerdo con la parte alícuota de propiedad detentada por cada fracción, y eliminando completamente la competencia, habría un salto cualitativo, y se pasaría a otro sistema social, un tipo de colectivismo burocrático (o tecnocrático).
    El capital es una relación social de alcance histórico-mundial, y sólo si la competencia es eliminada completamente a nivel mundial, se llegaría a otro sistema social basado en la explotación y dominación de clase, pero no capitalista.

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    Boris

    27/05/2016 at 21:29

  5. En un tema aparte, pero no completamento ajeno al artículo (a mi juicio), alguien sabe si está publicado un archivo de la antigua revista Debate Marxista, que publicaba (o co-publicaba) el Sr. Astarita, o al menos un archivo con sus artículos en la mencionada revista, en el Internet, y si es que están, dónde?
    Había querido hacer esa pregunta antes, pero no sabía (y no sé) cuál es el espacio apropiado para hacerlo en este Blog. Si mal no recuerdo, la pregunta ha sido hecha antes por otro comentarista en la sección de comentarios de otro artículo en este mismo Blog.

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    Boris

    27/05/2016 at 22:44

  6. Siempre se agradece, el estudio de los clásicos del marxismo. Aprovechando, que ha retomado a R. Rosdolsky, sería bueno -como sugerencia, casi cómo provocación, en el buen sentido- Que hablara de la «Ley del Valor en el socialismo», parte del libro de Roman y que Franz Hinkelammert,entre otros, ha hecho una crítica implicita en su libro «Crítica a la razón utópica», pero eso da para otro tema…

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    Antuan L

    27/05/2016 at 23:16

  7. Agradezco encarecidamente el aporte de Max. Los links están plenamente activos y funcionales.

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    Boris

    28/05/2016 at 21:42

  8. Rolo, gracias por el post, no me terminaba de cerrar que el capital sea valor que se valoriza sólo por la necesidad del capitalista de incrementar su riqueza social. Me parecía que más allá de esta explicación subjetiva (de la mentalidad del capitalista) debía haber una explicación objetiva del proceso. Ahora entiendo que el capital no es sólo valor que se valoriza sino que necesita ser valor que se valoriza porque la existencia del capital implica la competencia con otros capitales y esta lo empuja a la producción de plusvalía relativa para relativa.

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    juantollo

    26/08/2016 at 18:21

  9. Dos consultas ¿la emulación no es la forma que adopta la competencia al interior del sistema soviético? A su vez, ¿la economía soviética no estaba sujeta a la competencia en el mercado mundial? Si tenemos en cuenta esos dos aspectos (que existe competencia interna y externa) creo que la caracterización de capitalismo de estado no es como para desecharla sin más.

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    Lucas

    30/08/2016 at 11:18

    • «¿la emulación no es la forma que adopta la competencia al interior del sistema soviético?». No, la emulación no implica relaciones de mercado al interior de las empresas. Por otra parte, y aunque no hace al argumento, la emulación en la URSS era más formal que real.

      «¿la economía soviética no estaba sujeta a la competencia en el mercado mundial?».
      Por supuesto, una empresa soviética no podía exportar a un país capitalista si no era competitiva en relación a empresas de otros países capitalistas. Pero esto no quiere decir que la economía soviética estuviera sometida a la ley del valor trabajo. Incluso las importaciones no se realizaban teniendo en cuenta los criterios de rentabilidad, y las exportaciones en su inmensa mayoría se proyectaban para cubrir las importaciones (tal vez la mejor fuente sobre esta manera de funcionar del comercio exterior es Marie Lavigne). Por otra parte, los precios internos se establecían la mayor parte de las veces con prescindencia de los precios internacionales. Ejemplo: el precio del carbón estuvo fijado en el mismo nivel durante décadas. Esto significa que ese precio no solo no registraba los cambios de productividad de la industria soviética del carbón, sino tampoco las variaciones en los precios internacionales del carbón. A la vista de esto, ¿cómo se puede decir que en la URSS regía la ley del valor trabajo?

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      rolandoastarita

      30/08/2016 at 17:24

    • »No, la emulación no implica relaciones de mercado al interior de las empresas. Por otra parte, y aunque no hace al argumento, la emulación en la URSS era más formal que real.»

      ¿Alguna prueba y argumento sólido de ello? ¿O simplemente le supondría reformar sus tesis?

      »Pero esto no quiere decir que la economía soviética estuviera sometida a la ley del valor trabajo.»

      ¿Y a qué estaba sometida si no era a la ley del valor trabajo? Tengo curiosidad.

      Estaría bien que demostrase todas las demás aseveraciones que contradicen el desarrollo económico real de la URSS.

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      Sky

      05/09/2016 at 07:05

    • ¿Cómo es posible confundir emulación con relación mercantil? La «emulación socialista» pasaba simplemente por otorgar algún premio a los trabajadores que se destacaban. La relación mercantil supone la propiedad privada de los medios de producción, la escisión entre trabajo privado y social, entre trabajo concreto y abstracto, y la regulación anárquica de la producción por vía del mercado. ¿Qué tiene que ver todo esto con la llamada emulación socialista?

      Los mismos argumentos se aplican a la cuestión de si la ley del valor trabajo regía en la URSS. Están presentados aquí. Se amplían aquí en relación a la desocupación.

      «¿Y a qué estaba sometida [la economía]si no era a la ley del valor trabajo?». En la nota sostengo que estaba sometida a la regulación burocrática (que conducía a una forma de anarquía productiva, distinta de la del mercado). Cuestión que se amplía en las notas sobre el giro de 1928-9. La colectivización forzosa, por ejemplo, no se puede explicar por la acción espontánea de la ley del valor trabajo.

      De hecho, no comprendo por qué pregunta estas cuestiones si las mismas están explicadas en las notas. En todo caso, trate de demostrar por qué considera que mis argumentos son equivocados.

      Por último, la caracterización de la URSS como una formación no socialista es también fundamental para entender por qué y en qué consistió el cambio cualitativo que se produjo a partir de 1990.

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      rolandoastarita

      05/09/2016 at 08:34

    • Le hago preguntas porque no quedan resueltas en sus notas.

      »La relación mercantil supone la propiedad privada de los medios de producción»

      Primero:

      ¿Por qué reduce »las relaciones mercantiles» a sus »supuestas» condiciones de posibilidad, »la propiedad privada de los medios de producción»? Un contraejemplo: ¿Los teoremas científicos quedan reducidos a los aparatos y técnicas humanas que los originan? Si esto fuera cierto entonces sólo podríamos decir que ha habido y hay relaciones mercantiles en el capitalismo. Las relaciones mercantiles no se reducen a la propiedad privada de los medios de producción, a sus condiciones de posibilidad.

      Segundo:

      ¿Qué pasaría en un marco económico y político liberal o anarcocapitalista donde se hiciera extensible la propiedad privada de los medios de producción? Todos serían propietarios de sus medios de producción. ¿Desaparecerían las relaciones mercantiles? No, se incrementarían. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Por otro lado, ¿el socialismo marxista no propugna la socialización de los medios de producción? ¿Eso no sería una especie de mutualismo proudhoniano donde los trabajadores, poseedores de los medios de producción, podrían agruparse según convenieran para producir? ¿Desaparecerían también las relaciones mercantiles? Ni mucho menos.

      Tercero:

      ¿Qué tipo de propiedad había en la URSS a lo largo de sus distintas etapas? Es algo que no se aborda en las notas con la precisión que merece.

      Cuarto:

      En términos generales, ¿cuál sería la idea que deberíamos extraer de sus enseñanzas en las notas? ¿Cómo se ejecutaría ese socialismo y en qué marco actuarían sus agentes? Créame que leyéndole se me hace muy difícil concretar la aplicación de todas las cosas que dice y muchas veces sugiere con la boca pequeña.

      »En la nota sostengo que estaba sometida a la regulación burocrática (que conducía a una forma de anarquía productiva, distinta de la del mercado)»

      ¿A qué se refiere con »regulación burocrática»? ¿Es usted de la opinión de que la economía soviética se organizaba »a golpe de decreto»?

      »La colectivización forzosa, por ejemplo, no se puede explicar por la acción espontánea de la ley del valor trabajo.»

      Pero una cosa es el funcionamiento de la economía de la URSS y su caracterización, y otra confundir la política de colectivización forzosa de Stalin con que eso »fuera resultado espontáneo de la ley del valor trabajo». Nadie pensó eso, ni siquiera sus propios promotores. Por eso metieron mano y se pusieron a colectivizar.

      No tiene sentido lo que dice en ese punto.

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      Sky

      05/09/2016 at 12:35

    • Las notas suponen ciertos conocimientos mínimos, y están escritas desde el punto de vista de la teoría de Marx. No es posible explicar todo cada vez que se escribe sobre algún tema.
      La razón por la cual la relación mercantil supone la propiedad privada de los medios de producción está explicada por Marx en El Capital, particularmente el capítulo 1.

      Segundo, esto explica por qué una en sociedad de productores privados, aunque no hubiera trabajo asalariado, predominarían las relaciones mercantiles (aunque no con respecto a la fuerza de trabajo). También explica por qué una sociedad organizada en base a cooperativas privadas sería regida por el mercado.

      Tercero, sobre la forma de propiedad en la URSS, tanto en esa nota como en otras se explica que no existía propiedad privada de los medios de producción, ya que estaba estatizada. No entiendo para qué vuelve a preguntar.

      Cuarto, no tengo por qué indicarle las conclusiones que «debería sacar». Saque usted sus conclusiones.

      Quinto, la regulación burocrática se asentaba en el plan y la determinación de precios y cuotas de la producción por parte de los organismos reguladores centrales. Está explicado en las notas.

      Sexto, usted dijo que la economía soviética estaba regida por la ley del valor. Cuando le demuestro a través de un ejemplo concreto, la colectivización forzosa, que no estaba regida por la ley del valor, me responde diciendo que usted no piensa que la colectivización forzosa fuera producto de la ley del valor. Pero si no es producto de la ley del valor, ¿por qué pregunta si la producción colectivizada se regía por la ley del valor?

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      rolandoastarita

      05/09/2016 at 13:33

    • »Las notas suponen ciertos conocimientos mínimos»

      Precisamente por eso se han realizado las preguntas pertinentes: porque esos conocimientos mínimos no están o no se ven reflejados en los desarrollos o planteos recientes (y pasados) de usted. Cae en contradicciones o no quiere ver que su caracterización es sustenta en pura ideología, en el mejor de los casos, y cuando no en una idea sublime de socialismo, en el peor de los casos.

      No se le ha pedido que explique lo que sabemos todos. Lo que se le ha pedido que explique es su posición: por qué reduce interesadamente »las relaciones mercantiles» (en su forma capitalista) a sus condiciones de posibilidad (capitalistas) y, al mismo tiempo, pretende valerse de eso para pretender decir algo en el aire sobre la emulación socialista y la economía socialista soviética. La respuesta es bien sencilla: es una de las patas cojas en la que se fundamenta su caracterización de la economía soviética. Porque la emulación socialista »no puede [primero] implicar relaciones de mercado al interior de las empresas» y, segundo, »sólo supone otorgar algún premio a los trabajadores que destacaban, no ningún tipo de relación mercantil». Es decir, usted está presuponiendo cosas que desconoce y deberá probar. Pide el principio dos veces seguidas.

      ¿Por qué ha dicho esas cosas? Porque usted ha metido con calzador una caracterización sumaria del modo de producción capitalista (*) con su caracterización particular del modo de producción socialista soviético, el cual lo mete (directa o indirectamente) en el marco de un »capitalismo de Estado» (»burocratizado» y lo que se quiera decir). Precisamente por eso quiere mezclarlo todo para que quede borroso. Su caracterización de la economía socialista soviética no se sigue de sus explicaciones del modo de producción capitalista, emulaciones socialistas mediante. Pretender lo contrario es engañar deliberadamente. Esperemos que no sea ese su objetivo, profesor.

      Pero lo más gracioso entra aquí cuando dice: »esto explica por qué una en sociedad de productores privados, aunque no hubiera trabajo asalariado, predominarían las relaciones mercantiles (aunque no con respecto a la fuerza de trabajo). También explica por qué una sociedad organizada en base a cooperativas privadas sería regida por el mercado». ¡Efectivamente! Usted dice por un lado que la emulación socialista »no es posible» confundirla con relación mercantil alguna y, por otro, que la emulación »no implica relaciones de mercado al interior de las empresas». Pero aquí acaba de decir todo lo contrario sin darse cuenta, dando la razón a todos aquellos que no creen que su caracterización de la economía socialista soviética sea correcta. Corregido: en una sociedad fundamentada en la socialización de los medios de producción y la asociación de los trabajadores, como ocurría en la URSS a través de distintas formas económicas, aunque no hubiera trabajo asalariado (no existían las relaciones de producción capitalistas trabajador-patrón, cosa que no niega que hubiese directivos y una jerarquía -v. polémica de Engels sobre la autoridad y el ejemplo de la empresa en alta mar), implica que haya relaciones mercantiles y, en consecuencia, la existencia de un mercado (socialista) en esa sociedad (socialista) organizada en base a la producción y distribución de medios de producción en las distintas ramas de la industria y demás sectores de la economía (socialista soviética). Las relaciones mercantiles, profesor, que parece no querer reconocerlo, no se circunscriben al modo de producción capitalista. De ahí las preguntas que le realicé. Cuando usted las circunscribe al modo de producción capitalista está haciendo trampas o, hablando en plata, mintiendo deliberadamente.

      Si tiene tiempo y ganas, tiene todos los boletines oficiales soviéticos subidos a la red. Le indicarán el volumen generado por las empresas soviéticas y los porcentajes del sector »privado y público» (empleando terminología actual para entendernos). Si piensa que se llegaba a planificar hasta la producción de helados es que anda muy desencaminado de la realidad histórica de la URSS.

      (*) »propiedad privada de los medios de producción, la escisión entre trabajo privado y social, entre trabajo concreto y abstracto, y la regulación anárquica de la producción por vía del mercado».

      »No entiendo para qué vuelve a preguntar.»

      Se le pregunta cuáles son los tipos de propiedad en la URSS en sus distintas etapas, cuestión que no ha respondido ahora ni en su otra nota. Los distintos tipos de propiedad, que eran variados, incidían en las formas económicas que hubo en la URSS. Usted sabe tan bien como yo que el marxismo no tiene una especial a versión contra el mercado como tal: está en contra del mercado capitalista y todo lo que contrae. Esto lo entendieron muy bien en la URSS y quedó reflejado en la constitución de los años treinta: no se negó el mercado bajo el modo de producción socialista soviético. La ordenación económica socialista soviética es algo que le desborda en mucho y que usted, debido a sus cuestiones ideológicas, no puede conocer cómo fue conformándose a lo largo de los años. Lo despacha con unos »burócratas» por acá y otros »decretazos» por allá.

      »Cuarto, no tengo por qué indicarle las conclusiones que “debería sacar”. Saque usted sus conclusiones.»

      No es que no tenga por qué indicarme conclusiones: no lo hará jamás porque se vería todavía más nítidamente de qué pasta está hecha.

      »Quinto, la regulación burocrática se asentaba en el plan y la determinación de precios y cuotas de la producción por parte de los organismos reguladores centrales. Está explicado en las notas.»

      Explicar no es demostrar. Debe demostrarlo.

      »Sexto, usted dijo que la economía soviética estaba regida por la ley del valor. »

      Debe estar confundiéndose con otra persona. Yo no dije nada de eso.

      »Cuando le demuestro a través de un ejemplo concreto, la colectivización forzosa, que no estaba regida por la ley del valor, me responde diciendo que usted no piensa que la colectivización forzosa fuera producto de la ley del valor.»

      Profesor, le creía con menos retórica. Qué tendrá que ver la aplicación de políticas rupturistas (de clara inspiración y línea trotskista, v. Preobrazhenski) con el régimen económico anterior, la NEP, con que hubiera o no hubiera ley del valor alguna. Parece usted un enamorado del capitalismo que tanto, de palabra, dice denostar. La ley del valor no sólo rige en el modo de producción capitalista, profesor, y esto lo sabe muy bien.

      »Pero si no es producto de la ley del valor, ¿por qué pregunta si la producción colectivizada se regía por la ley del valor?»

      No se sigue una cosa de la otra y nos lleva a una pregunta fundamental, ¿qué es para usted »la ley del valor»? Aclárese.

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      Sky

      05/09/2016 at 15:05

    • «se han realizado las preguntas pertinentes: porque esos conocimientos mínimos no están o no se ven reflejados en los desarrollos o planteos recientes (y pasados) de usted».

      Si no tiene algún conocimiento mínimo (por caso, qué es ley del valor trabajo para Marx), trate de estudiarlo. Hay escritos en el blog (donde expliqué qué es, según mi interpretación, la ley del valor trabajo), está la obra de Marx, y otras.

      «Parece usted un enamorado del capitalismo que tanto, de palabra, dice denostar».
      Cuando leo cosas así me pregunto si este blog tiene la propiedad de atraer trols, o también una buena cantidad de gente con inmensa capacidad para decir imbecilidades y provocar.

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      rolandoastarita

      05/09/2016 at 20:59


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