Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Socialismo siglo XXI, crisis y poder militar

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La crisis del modelo chavista “socialismo siglo XXI” parece irreversible. La situación del país es desesperante. El propio gobierno de Maduro admitió que en los 12 meses a septiembre de 2015 la economía cayó 7,1%. Oficialmente la inflación en 2015 fue del 180%, y los salarios aumentaron un 97% (BCV). En lo que va de 2016 se establecieron aumentos salariales del 56%, y la inflación enero-abril es de 275%. El FMI pronostica que la inflación podría llegar al 700% en 2016 y el PBI caer un 8%. Según CEPAL, la caída sería del 6,9%. La Encuesta Condiciones de Vida (ENCOVI), realizada por tres universidades nacionales, dice que el 73% de los hogares cayeron por debajo de la línea de la pobreza (en 2013 era el 31%). Fuentes privadas y de las universidades sostienen que el venezolano medio ha disminuido considerablemente el consumo de calorías y proteínas. El Banco Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadística han dejado de publicar datos sobre pobreza.

En algunos rubros el panorama es dramático. La carencia de medicinas alcanza al 85% y el Ministerio de Salud no publica estadísticas de mortalidad desde hace tres años. El presidente de la Federación Médica de Venezuela dice que los hospitales cuentan con solo el 4 o 5% de los medicamentos que necesitan los pacientes. Las colas para conseguir alimentos, medicinas, pañales u otros productos de primera necesidad, insumen muchas horas por día a los venezolanos, y en varios casos han terminado en violencia, saqueos o intentos de saqueo. En el mercado negro el dólar se paga más de 100 veces más caro que en el mercado oficial. La corrupción vinculada al mercado externo (importaciones fraudulentas con tipo de cambio oficial para fugar divisas) es una fuente de grandes negociados para funcionarios y allegados al chavismo. A su vez, los “bachaqueros” (personas que compran los productos a precios regulados para revenderlos en el mercado negro o destinarlos al contrabando) conforman la capa de “trabajadores de la economía informal” de mayor expansión.

Lógicamente, el clima que se vive en Venezuela es de extrema tensión. Una preocupación central de la oposición burguesa, agrupada en torno a la MUD, es que la bronca social acumulada estalle y se transforme en un movimiento incontrolado. El Gobierno, por su parte, responde a la crisis acentuando el control represivo. Durante años el chavismo se ocupó de debilitar, dividir y controlar al movimiento obrero, y reprimir a toda vanguardia o movimiento de activistas y dirigentes que llevara adelante alguna política independiente con respecto al Estado. Listas negras, asesinato de dirigentes sindicales, despido de trabajadores estatales no afectos al chavismo, manipulación de elecciones gremiales, fueron algunos de los medios empleados. Pero ahora también limita y ataca la autonomía de la Asamblea Nacional, dominada por la oposición. A lo que se suma el reciente decreto que establece el estado de excepción y emergencia “para derrotar al golpe de Estado”. Así, el Ejecutivo, apoyado fundamentalmente en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la burocracia estatal, se coloca por encima no solo del Legislativo, sino también, y más importante, por encima de cualquier expresión de poder popular independiente que pueda incubarse al calor de la crisis.

Se trata de un avance hacia una forma de Estado más represiva, que se desarrolla a la par del ahondamiento de la crisis del capitalismo estatista y rentístico promovido por el chavismo.

Socialismo siglo XXI basado en la FANB

Durante años los apologistas de izquierda del chavismo han batido el parche con el cuento de que el proceso revolucionario venezolano tenía su pilar en las consejos comunales, una supuesta democracia directa, que sería la expresión avanzada del socialismo siglo XXI. Esos consejos creaban en los barrios bibliotecas o centros sociales, o ambulatorios u otros proyectos, canalizando la iniciativa popular. Se los consideraba entonces bastiones del poder “de los de abajo”. Por supuesto, los apologistas de izquierda disimulaban el hecho de que eran controlados desde el Ministerio de Poder Popular para las Comunas y Protección Social y por medio del financiamiento estatal.

Ahora, con la crisis, aquel discurso sobre el “poder popular” se revela como lo que es: parloteo y cartón pintado. Los consejos y el poder popular no tienen ningún poder efectivo. Más aún, a medida que la crisis se ahonda y afecta más y más el nivel de vida del pueblo, aparece con mayor claridad el resorte último del poder estatal venezolano: es la clásica “banda de hombres armados”, que están separados y por fuera de cualquier control de “los de abajo”, de los explotados y humillados. La realidad es que el chavismo se conforma como un frente de hecho entre la lumpen burguesía aliada, la alta burocracia estatal y, muy en primer lugar, la FANB y los mandos militares. Como sucede siempre que las tensiones sociales se intensifican y se agotan las maniobras de distracción y conciliación, la elevación del poder de las fuerzas armadas y represivas es la alternativa a mano de los que dominan. Los datos sobre la extensión y el poder de los militares constituyen la refutación más directa y contundente del relato “progre” sobre el “poder de las bases” en el chavismo.

Efectivamente, los militares encabezan aproximadamente un tercio de los 28 ministerios de Venezuela y gobiernan casi la mitad de sus 23 estados. Hay nada menos que 4000 generales, entre activos y retirados. Los militares pueden comprar en mercados exclusivos (por caso, en bases militares), tienen acceso privilegiado a créditos y compras de automóviles y departamentos, y han recibido sustanciales aumentos de salarios. También han ganado lucrativos contratos, explotando los controles cambiarios y los subsidios. Por ejemplo, vendiendo en los países vecinos la gasolina comprada barata en Venezuela, con enormes beneficios.

Pero también tienen un fuerte poder económico, ya que la FANB dirige y controla toda una serie de empresas: el banco BANFANB; AGROFANB, de agricultura; EMILTRA de transporte; EMCOFANB, empresa sistemas de comunicaciones de la FANB,; TVFANB un canal de TV digital abierta; TECNOMAR, empresa mixta militar de proyectos de tecnología; FIMNP, un fondo de inversión; CONSTRUFANB, constructora; CANCORFANB empresa Mixta Bolivariana; Agua Tiuna, embotelladora de agua; y CAMINPEG, Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas, la última creada, el 10 de febrero de 2016, y que algunos han llamado la PDVSA paralela. El decreto presidencial que dispuso su creación dice que la duración de la sociedad será de 50 años; que será “autónoma”, no estará sujeta al Ministerio de Petróleo ni a PDVSA, y no estará sujeta al control del Parlamento.

Represión al pueblo

En forma paralela al fortalecimiento del aparato militar se ha producido un avance represivo sobre la población, principalmente los sectores más pobres y marginados (lo que sigue se basa en denuncias de Provea y Human Rights Watch, división Americas). Con el argumento de combatir a la delincuencia (en 2015 la tasa de homicidios oficial fue de 58 cada 100.000 personas, una de las más altas del mundo, y estimaciones privadas la consideran más elevada), el Gobierno ha lanzado la “Operación de Liberación y Protección del Pueblo”. Consiste básicamente en redadas y represión indiscriminada, con blanco muchas veces en las comunidades populares más empobrecidas. En estas operaciones han participado la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y las policías estatales. Según la fiscal general Luisa Ortega Díaz, en 2015 murieron 245 personas en operativos en los que “intervinieron funcionarios de los diferentes cuerpos de seguridad”. Los funcionarios dicen que las muertes ocurrieron durante “enfrentamientos”, pero las organizaciones de derechos humanos encontraron que al menos en 20 casos no hubo tales enfrentamientos. Además, la marcada disparidad entre el número de personas cuya muerte fue provocada por miembros de las fuerzas de seguridad y la cantidad de personal de seguridad que resultó herido o que murió en redadas de la OLP sugiere que el uso ilegítimo de la fuerza letal podría ser muy superior a la cantidad de casos analizados por PROVEA y Human Rights Watch. Por otro lado, varias víctimas fueron vistas con vida por última vez cuando estaban bajo custodia policial. Distintos informes de prensa asimismo se refirieron a agentes de seguridad que mataron a personas que no habían opuesto resistencia.

También según testigos, las fuerzas de seguridad arrestan indiscriminadamente: unas 14.000 personas fueron detenidos en esos operativos, pero menos de 100 fueron finalmente imputadas. En algunos casos examinados por PROVEA y Human Rights Watch, los agentes sometieron a los detenidos a abusos físicos, incluidas golpizas, según señalaron testigos. Algunos agentes también habrían robado dinero, computadoras portátiles, teléfonos celulares y artículos de primera necesidad, como alimentos y pañales, de las viviendas, mientras realizaban los allanamientos o detenían a sus residentes. Los testigos y otras fuentes también hablan de desalojos forzosos, la destrucción de viviendas y la deportación arbitraria de ciudadanos colombianos, a menudo acusados, sin ninguna prueba, de tener nexos con “paramilitares”. Unos 1700 colombianos de zonas fronterizas fueron deportados y al menos otras 22.000 personas habrían abandonado Venezuela por temor. En muchos casos, mientras las personas eran expulsadas, los militares se apropiaban de sus pertenencias y derribaban sus viviendas. Los organismos de derechos humanos dicen que con frecuencia las víctimas y sus familiares se han visto impedidos de cuestionar los abusos de poder y han sentido que no tienen dónde acudir para que se protejan sus derechos fundamentales.

En conclusión, hay que acabar con ese relato fantástico del “poder popular en el socialismo siglo XXI venezolano”. El poder militar venezolano en ascenso no es el producto de un “error” de “honestos compañeros revolucionarios confundidos”. Por el contrario, es el producto inevitable de la lógica rentística del capitalismo burocrático estatal, ahora en descomposición cuando se acabó la bonanza de los altos precios del petróleo. La conclusión central para los socialistas es que el “poder popular” no se construye en base a subvenciones del Estado burgués, manejado por milicos advenedizos y burócratas arribistas, en alianza con la lumpen burguesía enriquecida de la noche a la mañana. Y no hay “táctica entrista” ni “apoyo crítico táctico” que cambie la naturaleza social de semejante entramado, y menos que desarme la fuerza de ese poder burocrático militar. Solo por la vía de la lucha de clases los explotados podrán cambiar esta situación. Para eso, el primer paso es caracterizar a los burócratas y milicos como lo que son, y no como lo que quisieran que fueran los “marxistas nacionales” y similares.

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Socialismo siglo XXI, crisis y poder militar

 

Written by rolandoastarita

15/05/2016 a 11:51

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16 respuestas

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  1. Rolando.

    Desde Venezuela.

    Excelente nota. Refleja exactamente el drama, desastre, que estamos viviendo aquí.

    Una corrección de forma, no de contenido. Donde escribes comunas populares, debes cambiarlo por Consejos Comunales.

    Un agregado, El régimen chavista, además de apoyarse, fundamentalmente, en el alto mando militar, se apoya también en el Poder Judicial, totalmente controlado por el gobierno.

    El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) es el que ha declarado «inconstitucional» a casi todas las leyes decretadas por la Asamblea Nacional en manos de la oposición. Cinco o seis «jueces» nombrados a dedo deciden sobre una Asamblea Nacional, en contra de una mayoría de diputados de oposición elegidos por casi ocho millones de votos. La «democracia participativa» del «socialismo del siglo XXI» es una burla cruel.

    Saludos cordiales

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    La duda metódica

    15/05/2016 at 13:57

  2. Menos mal que llega la derecha golpista y cerril. Menos mal porque no engaña al pueblo. Le explota, sí, pero no engaña..

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    ignacio moreno clar

    15/05/2016 at 14:03

  3. Estando de acuerdo en general, no termino de tener claro cómo se puede hacer una transición al socialismo sin contar con los «burócratas y milicos».

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    unodetantos

    15/05/2016 at 14:21

  4. Perdón: Por la rapidez al escribir puse Consejo Comunal. En realidad es con c: Concejo Comunal

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    La duda metódica

    15/05/2016 at 14:56

  5. Perdón otra vez. Consulté a «san» google, llegando a la conclusión que se escribe Consejo Comunal, con S. El único concejo con C es el Concejo Municipal.

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    La duda metódica

    15/05/2016 at 15:22

  6. Recojo un titular y la entradilla de hoy de Diario es., un periódico español

    «Venezuela se convierte en la capital de la precampaña española

    A poco más de un mes de las próximas elecciones generales, el telediario de mediodía de TVE abrió sus informaciones el miércoles desde Venezuela con dos directos y tres crónicas de sus periodistas. La cadena pública, al igual que muchos de los periódicos de este miércoles, ha considerado que la tensión política y social que vive el país sudamericano es el principal tema de interés para los españoles que pretenden estar informados» (http://www.eldiario.es/politica/Venezuela-convierte-capital-precampana-espanola_0_517249048.html.

    Por otro lado, el pasado 28 de abril, en una página web del Ministerio de Defensa de España se publicó un artículo, intitulado «El papel de los catalizadores de transformación política en los golpes de estado suaves» (http://www.ieee.es/contenido/noticias/2016/04/DIEEEM07-2016.html), cuya lectura me ha interpelado en relación con los acontecimientos actuales que se están produciendo en Brasil y Venezuela.

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    JOSÉ

    19/05/2016 at 08:28

    • El artículo «El papel de los catalizadores de transformación política en los golpes de estado suaves” es muy útil para que cualquier gobierno capitalista pueda descalificar por «golpista», «promovido por la CIA», etc., toda denuncia, lucha o reclamo popular que lo moleste. Por supuesto, los argumentos se manejan a voluntad según la conveniencia política del momento. Por eso le cae como anillo al dedo al progresismo izquierdista. Para dar un ejemplo, si las denuncias de corrupción, el malestar social, los reclamos, etcétera, se hacen a un gobierno tipo Menem o De la Rúa, constituyen «la legítima expresión del pueblo en resistencia al neoliberalismo y los grandes grupos económicos financiados por el imperialismo». Pero si esos reclamos se le hacen a Cristina Kirchner, son «golpistas desestabilizadores por derecha». Es la excusa perfecta para reprimir, y para descargar las responsabilidades por las crisis en enemigos externos, no en el sistema capitalista, el régimen o la política económica que se ha llevado(o una combinación de todas ellas).

      Los argumentos presentados en esa nota recuerdan la excusa de todo gobierno capitalista. En última instancia es la idea de que las cosas están muy bien para el pueblo, pero «agentes extranjeros» o «agentes dominados por el Imperio» convencen a la gente de que está muy mal. Al pasar, puede verse la semejanza con los argumentos de la ultraderecha cuando descalifica a los movimientos populares: ejemplo, la dictadura de Onganía atribuía el Cordobazo a la acción de las «oscuras fuerzas al servicio del comunismo apátrida».

      Para verlo en concreto, en el texto se señalan las fases del «golpe de Estado suave». Dice:

      «Fase de ablandamiento: en esta etapa se promueve el malestar y el descontento social mediante el cuestionamiento de las instituciones, las intrigas en el seno del poder establecido y se denuncia la corrupción». O sea, todo aquel que denuncie en Venezuela, por ejemplo, la corrupción de burócratas y milicos, o el desastre del desabastecimiento, de la falta de inversión, de la fuga de capitales o el enriquecimiento de la boliburguesía, es pasible de ser acusado de participar en la «fase de ablandamiento».

      Sigue: «2. Etapa de deslegitimación: con campañas en favor de la libertad de prensa y los derechos humanos y acusaciones al régimen de totalitarismo». Lo mismo que en el punto anterior. Si alguien denuncia, por ejemplo, el hostigamiento a los sindicatos independientes, el asesinato de líderes sindicales que no se someten al gobierno o el Estado, etc., será acusado de participar de la «etapa de desligitimación». Lo cual legitima su persecución o encarcelamiento, etc. Y al que denuncie esta última represión, le tocará la misma suerte. Por supuesto, y como dije antes, nada de esto se aplica si la «deslegitimación» opera sobre un gobierno tipo Menem o De la Rúa.

      Sigue: «3. Etapa de calentamiento de la calle: demandas de cambio político y manifestaciones y movilizaciones junto con el intento de toma de instituciones públicas». Con lo cual ya estamos legitimando la represión a las manifestaciones populares. Y así podríamos seguir.

      ¿A esto le llaman ciencia? Es intelectualmente tan burdo que da vergüenza que alguien pueda tomar en serio estas cosas. Se trata, en última instancia, de una adaptación del viejo argumento stalinista: todo opositor a Stalin, o a la jerarquía soviética, era acusado, invariablemente, de ser partícipe de un movimiento desestabilizador promovido por el imperialismo. Argumento que sirvió para perseguir despiadadamente a opositores y ahogar toda crítica y pensamiento independiente. En el fondo, lo que subyace aquí es una concepción elitista y burocrática. Es la idea de que los pueblos constituyen un rebaño que puede ser manipulado a voluntad por las fuerzas del imperialismo. Sobre esta base, siempre las burocracias se colocan por encima de los pueblos y justifican cualquier arbitrariedad, y la censura en primer lugar. Nada nuevo bajo el sol, en definitiva.

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      rolandoastarita

      19/05/2016 at 09:29

    • Rolando, a la luz del artículo enlazado, me parecería interesante si pudieras formular alguna crítica metodólogica a la ciencia política burguesa, o indicar alguna fuente que lo haga. En particular a las categorías que utiliza y a su práctica habitual estadistizante… Más allá de las viejas críticas de Milliband y Poulantzas a la escuela del pluralismo no he encontrado muchas referencias al respecto.

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      max

      20/05/2016 at 13:38

    • El pedido excede en mucho a mis conocimientos.

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      rolandoastarita

      22/05/2016 at 11:14

  7. Rolando
    Leo sus artículos desde hace tiempo, me consta que no soy el único en España, y le considero un referente en el marxismo actual, uno de los pocos intelectuales que desarrolla y enriquece la teoría marxista.
    Dicho esto hay algo que me chirría en esta nota y es el uso de los datos aportados por Human Rights Watch, entidad sospechosa de manipular y falsear datos con motivos espurios. Aporto un artículo sobre este tema http://miguel-esposiblelapaz.blogspot.com.es/2013/05/human-rights-watch-cuando-los-derechos.html?m=1
    Un cordial saludo

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    capi460

    20/05/2016 at 05:29

    • La nota no dice que los datos sobre lo que ocurre en Venezuela sean falsos. Datos que también son avalados por Provea. Por supuesto, lo que dice la nota sobre HRW se aplica a muchas otras organizaciones de derechos humanos: casi todas denuncian algunos hechos y otros no los denuncian. En Argentina esto ha sucedido en los últimos años con Madres de Pza de Mayo, por ejemplo. La pregunta es qué hacemos con los datos que son ciertos. Para seguir el ejemplo de Madres de Pza de Mayo: el hecho de que haya silenciado en los últimos 12 años abusos y violaciones de los DDHH en Argentina, tan graves como torturas y asesinatos en comisarías (ver aquí), o que haya avalado a un genocida como el general Milani, no niega que sigan sean válidas sus denuncias sobre lo sucedido bajo la dictadura militar (excepción de lo actuado por Milani).

      Otro ejemplo: durante años una de las fuentes principales de información para el mundo sobre violaciones de los DDHH en Argentina fue Amnistía Internacional. A esta organización también se le pueden hacer cargos de tener miradas sesgadas. Pero esto no invalidaba que fuera cierto lo que denunciaba en Argentina. Algo similar ocurrió con la Comisión de DDHH de la OEA. Aunque parciales y sesgadas, sus denuncias sobre violaciones de DDHH abrieron contradicciones en la dictadura (y los organismos de DDHH y familiares de detenidos utilizaron a la OEA para hacerse oír). Hubiera sido contraproducente decir que no debía utilizarse ese canal para denunciar porque la OEA tiene tales o cuales fines (que por supuesto no tienen nada que ver con el socialismo).

      Los ejemplos pueden seguir. Durante décadas prácticamente ninguna organización de izquierda (salvo las trotskistas y anarquistas) denunciaban los campos de concentración en la URSS; o denuncian las atrocidades que ocurren en Corea del Norte. Las denuncias fueron o son filtradas por organizaciones que en muchos casos son financiadas por potencias capitalistas. Pero esto no es razón para desechar los datos que presentan.

      Incluso se lo puedo argumentar desde mi experiencia personal. Cuando llegué a España como exiliado a fines de 1977 tuve alguna entrevista en la que pude contar lo que había vivido en el centro de detenciones, cuando estuve secuestrado, en 1976. En ese momento alguien podía decir que dado que denuncias como la mía eran recogidas por Amnistía Internacional, o por representantes de EEUU y otros gobiernos capitalistas que actuaban en la Comisión de DDHH de la ONU, no debían ser tomadas en cuenta (de hecho, la URSS y Cuba no las tomaban en cuenta y guardaban silencio frente a las atrocidades que cometía la dictadura de Videla). Muchas veces me pongo en la piel del torturado o del familiar del asesinado por fuerzas estatales que denuncia, y tiene que escuchar a gente de izquierda descalificándolo porque la denuncia fue recogida por una organización de DDHH financiada por EEUU o la UE.

      Por otra parte, lo que registran Provea y HRW en Venezuela me lo corroboran amigos y gente que dan testimonio de casos coincidentes con lo que se señala en el informe. Pienso que uno de los problemas graves que hemos tenido en la izquierda es haber silenciado este tipo de denuncias con la justificación de «es sospechoso quién las recoge y con qué fin lo hace».

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      rolandoastarita

      20/05/2016 at 09:27

    • Estimado cri460

      Escribo desde Venezuela. He tenido el privilegio de conocer las actividades de Provea, Organización No Gubernamental (ONG) defensora de los derechos humanos (DDHH) en Venezuela desde el año de su fundación, en 1988. En total, 26 años. Ver http://www.derechos.org.ve/. En esta página puede revisar todos los anuarios elaborados por Provea desde esa época.

      Un aspecto importante que orienta sobre la trayectoria de esta ONG, es conocer la historia de uno de sus miembros fundadores: Lisandro Raúl Cubas, de origen argentino, sobreviviente de la famosa Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Argentina. Ver el artículo titulado Sobrevivió para condenar el horror: http://www.derechos.org.ve/2011/11/13/sobrevivio-para-condenar-el-horror/.

      Como norma fundamental de cualquier ONG defensora de DDHH, toda denuncia debe estar basada en hechos comprobados a través testimonios de las víctimas y/o testigos y/o de fuentes variadas, absolutamente confiables.

      Para una ONG seria antes de publicar alguna denuncia debe certificar algo que no se pueda desmentir luego. Y también debe evitar, a través de sus estatutos, la posibilidad de sesgos en la denuncia. Por ejemplo, debe denunciar toda violación de derechos humanos por parte del gobierno de turno, aunque algunos de los integrantes de la ONG sean simpatizantes de dicho gobierno. En otras palabras, debe ser una ONG, una institución, absolutamente independiente del gobierno de turno.

      Los estatutos de la ONG defensora de DDHH deben seguir los parámetros internacionales de las definiciones jurídicas de lo que es una violación de los DDHH.

      El patrimonio fundamental de una ONG seria de DDHH es su CREDIBILIDAD. Denunciar los hechos sucedidos, comprobados. Sin ocultar nada. Le duela a quien le duela. Existen décadas de experiencia en la defensa de DDHH. Y el asunto es más complejo y serio de lo que la gente cree. La CREDIBILIDAD es fundamental y tiene una razón muy simple. Todo gobierno que se sienta atacado buscará golpear a la ONG tratando de desacreditar las denuncias realizadas. Es una maniobra típica que toda ONG conoce hasta la saciedad.

      Otra maniobra utilizada para intimidar a las ONGs de DDHH son las agresiones verbales y físicas: Ver el caso de Inti Rodríguez: http://www.derechos.org.ve/2014/02/13/secuestrado-y-agredido-coordinador-de-medios-de-provea/ y de Marino Alvarado: http://runrun.es/nacional/venezuela-2/220412/mas-ongs-se-solidarizan-con-provea-tras-ataque-de-maduro.html y aquí http://runrun.es/nacional/228311/ong-denunciaran-ataque-contra-marino-alvarado-ante-la-cidh-y-la-onu.html

      Por último, otra norma fundamental de cualquier ONG, es eso, su nombre, NO GUBERNAMENTAL. NO puede ser financiada por ningún gobierno y/o institución dependiente de ese gobierno, tanto nacional como extranjero.

      Estimado cri460 le puedo asegurar que PROVEA en sus 26 años de existencia ha cumplido con estas normas. Revise sus anuarios, uno por uno, y comprobará que es así.

      En otras palabras, Provea sigue al pie de la letra un viejo dicho campesino en Venezuela: “…Cuando te digo que el burro es negro es porque tengo los pelos en la mano…”

      Saludos cordiales

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      ladudametódica

      20/05/2016 at 18:29

  8. Saludos, para quienes no creen en los datos de HRW o Provea, está lo expresado por José Vicente Rangel (periodista afecto al Gobierno y vicepresidente en tiempos de Chávez). http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/el-espejo–patria-o-antipatria.aspx#ixzz48qWNibkO y http://www.derechos.org.ve/2016/05/09/jose-vicente-rangel-da-la-razon-a-provea-y-las-victimas-al-senalar-abusos-de-la-olp/

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    Danilo Irausquin

    20/05/2016 at 12:15

  9. Rolo,

    La crisis economica venezolana empezo en 2014 mas o menos cuando empezo a caer el precio del petroleo, como puede explicarme que la causa de la crisis no fue principalmente la caida del precio del petroleo (que explica casi todas las exportaciones no asi en ecuador o colombia) sino que la causa de la crisis es el modo de acumulacion del chavismo?

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    Alicia

    21/05/2016 at 20:06

    • Escribí sobre el fracaso del modelo chavista mucho antes de que cayeran los precios del petróleo, mostrando cómo la extraordinaria renta que recibía Venezuela no se destinaba a la industrialización y el desarrollo de las fuerzas productivas. Puede verlo aquí, aquí, aquí.
      Más en general, sobre el fracaso de industrialización basada en renta y gobiernos nacionalistas-estatistas, aquí, aquí, aquí.

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      rolandoastarita

      21/05/2016 at 22:31


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