Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Respuesta de Razón y Revolución a la nota contra la censura

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En una nota anterior critiqué la defensa del grupo Razón y Revolución de la censura en el arte (ver aquí).

Pues bien, Eduardo Sartelli ha escrito una Respuesta a mi nota (y a otras críticas que se le han dirigido). Su Respuesta puede leerse en http://razonyrevolucion.org/la-insoportable-ignorancia-de-la-pequena-burguesia-pacifista-por-eduardo-sartelli/.

Voy primero a lo sustancial. Sartelli afirmó en la nota anterior que estaba en contra de la plena libertad artística, y defendió la censura en el arte. Palabras de Sartelli (citadas por mí en la nota): “Esa idea de otorgar ‘toda libertad al arte’ presupone la existencia de un campo abstraído de las relaciones sociales, sin conflictividad, donde el artista es una especie de privilegiado, el único ser en el universo que no está determinado por ninguna relación”. También (esta vez junto a Rosana López): Trotsky “negaba libertad a todos aquellos que estuvieran a la derecha de los compañeros de ruta, es decir, de todos los que no apoyaban a la revolución. (…) Cuando Trotsky habla de ‘libertad’ al arte se refiere pura y exclusivamente a la cuestión formal… La cuestión temática es más compleja: si se escribe desde un punto de vista reaccionario, se hace acreedor a la censura; si se actúa lo que se escribe, se expone a cosas peores”. De manera que la cita es aprobatoria de la censura, ejercida en aras de los ideales socialistas. Cuando el censor advierte «peligros de contenido», deberá censurar, según Sartelli y RyR. Remarco: “Si se escribe desde un punto de vista reaccionario, se hace acreedor a la censura”. No hay lugar a dudas, ni forma de disimular lo que se afirma. El censor, según RyR, colocado por encima de la sociedad, decide qué artista merece ser censurado.

Al mismo tiempo cité los pasajes en que Sartelli reivindica la política de Stalin de los 1930 (que, entre otras cosas, impuso una brutal censura). Recuerdo lo que escribió y cité: “Stalin encarna, con las deformaciones que se quiera, el impulso transformador de Octubre. (…) El stalinismo procede a resolver problemas pendientes de la revolución, de modo que no viene tanto a consolidar sus conquistas como a profundizarlas”. En la actual Respuesta Sartelli insiste en que Stalin “encarna el impulso transformador de Octubre”. Con un agregado: afirma que la muerte de seis millones de seres humanos en la colectivización era necesaria para afianzar la Revolución. Negarlo, siempre según Sartelli, es ser un pacifista liberal (cualquier semejanza con los argumentos clásicos de defensa de las barbaridades stalinistas no es casualidad; y conecta, naturalmente, con la defensa de la censura).

Dicho esto, viene una maniobra destinada a embarrar la cancha. Escribe en su Respuesta: “Cuando se declara toda libertad al arte, lo que se está diciendo es que no tiene importancia lo que el artista diga y que el partido no tiene derecho a cuestionarlo”. La realidad es que jamás dije que no tenga importancia lo que el artista diga y jamás sostuve que el Partido, o quien sea, no tenga derecho a cuestionar lo que dice el artista. En la nota escribí: “Aclaremos también que combatir la censura en el arte no significa acordar con la tesis de que el arte está abstraído de las relaciones sociales. Un marxista puede, por ejemplo, realizar un análisis de las raíces sociales y políticas de la obra de Solzhenitsyn, y no por ello dejar de defender el derecho de Solzhenitsyn a publicar su obra en un país ‘del socialismo real’”.

Idea básica: decir que no se censura en el arte significa, simplemente, decir que no hay que prohibir a las expresiones artísticas. O sea, lo que he cuestionado es la censura. No el derecho de cualquier persona u organización a dar su opinión sobre la producción artística.

La Respuesta de Sartelli no da para mucho más. Como no podía ser de otra manera, trata de suplir la pobreza de sus argumentos con insultos. Según Sartelli soy un pequeño burgués fundido; un tontolín liberal; sufro de delirio persecutorio; estoy loco y dominado por la paranoia; carezco de honestidad; soy un censor “verdadero”; además, un charlatán, un ignorante, un pacifista y liberal. Amén.

Es lo típico de estos casos: se trata de destruir personalmente al oponente o al crítico. ¿Se imaginan a estas personas puestos a censores? ¿Elevados a “Comisarios de Cultura”? ¿Explicándonos cómo se aplican los principios de la “lucha de clases” en sentido “no liberal, no charlatán, no pacifista”?

Última cuestión: no entiendo por qué Sartelli se mete con los dos episodios en los que me tocó ser jurado de concursos académicos en que se presentaba. Según Sartelli, parece que lo hice quedar mal porque no pudo responder algunas preguntas que le formulé, y que no correspondían a la temática presentada. Pues bien, en las dos ocasiones integré el jurado junto a otros docentes. Ninguno manifestó en su momento la más mínima observación sobre que mis preguntas no se adecuaran al tema. Tampoco Sartelli objetó palabra. Incluso recuerdo que en la última presentación mis preguntas giraron en torno a gráficos que él mismo presentó en su exposición. ¿Por qué no dijo que las preguntas eran inapropiadas? ¿Quién se lo impedía? Esto es un nuevo sinsentido, cuyo único objetivo es ensuciar. ¿O está proponiendo que haya censura en las preguntas que se le formulan?

En fin, el estilo es el hombre. Y el estilo stalinista es inconfundible.

Written by rolandoastarita

28/03/2016 a 21:35

25 respuestas

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  1. Apreciado doctor:

    Celebro su debate camaraderil con los compañeros de RyR, pero no puedo celebrar su falta de instrucción sobre la cuestión de la censura artística en la URSS estalinista (o «stalinista», ¡es más potente!) cuando contamos hoy con tanta información, cuando usted habla y lee en varios idiomas, y demostró que no posee una mente estrecha.

    Veamos algunos ejemplos. En su carta a Romain Rolland fechada en febrero de 1928, el conocido escritor Máximo Gorki -amigo personal de Lenin y Stalin- decía:

    «He leído la Carta de los escritores rusos que permanecen en Rusia. Me ha venido la duda de que hayan podido escribirla hombres de letras…. Hombres de letras no habrían podido escribir que ‘los autores clásicos están prohibidos en Rusia,’ cuando la Casa de Ediciones del Estado acaba de editar —y muy bien— a Dostoievsky, con su novela, ‘contrarrevolucionaria’ LOS DEMONIOS, a Gogol, a Puchskin, y cuando tiene en preparación a Turguenef y a las obras completas artísticas y teofilosóficas de Leon Tolstoy, en 90 volúmenes. (A la cabeza del Comité de Redacción se encuentra el amigo de Tolstoy, Tchertkoff). Se prepara la publicación de las obras escogidas de Bunin, Kuprin, Chmeloff; y viejos escritores como Mamin, Sibiriak, Garin, Mikhailovsky, no son tampoco olvidados….

    Sí, una muy bella literatura existe y crece en Rusia. Yo que me maravillo de ella, deploro que Europa preste tan poca atención a este gran movimiento, a estas fuerzas creadoras, y que ella busque allá el mal con tanto celo, mientras muestra tanta mala voluntad ignorando el bien.” (Máxim Gorki, Carta a Romain Rolland, 1928, http://marxists.architexturez.net/espanol///gorki/1928/febrero/16.htm)

    Para 1929, Stalin (¡no se puede poner «Estalin»!) indicaba cual era en su opinión el método correcto para superar la ideología anti-proletaria en las expresiones artísticas:

    “Naturalmente, es muy fácil ‘criticar’ y exigir que se prohíba la literatura no proletaria. Pero no puede considerarse que lo más fácil sea lo mejor. Lo importante aquí no es prohibir, sino desplazar paso a paso de la escena las viejas y las nuevas chapuzas no proletarias mediante la emulación, mediante la creación de verdaderas e interesantes obras de arte soviéticas que puedan reemplazarlas. Y la emulación es una cosa importante y seria, pues sólo en un ambiente de emulación puede lograrse la formación y la cristalización de nuestra literatura proletaria.“ (Stalin, Respuesta a Bill-Bielotserkovski, 1929)

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    Nico

    28/03/2016 at 22:52

    • Primero, no soy doctor. Segundo, decir que en la URSS en los 1930 no había censura es, sencillamente, un disparate. Y peor todavía es querer «demostrar» que Stalin no ejercía censura citando a Stalin y a un amigo de Stalin.

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      rolandoastarita

      28/03/2016 at 23:43

  2. Un sujeto completamente desagradable.

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    Gerardo Daniel

    28/03/2016 at 23:15

  3. ¡Ah! No se puede citar a Stalin, amigos de Stalin ni a la legislación soviética, pero si a los sovietologos occidentales y a los trotskistas. ¡La imparcialidad es tan parcial!

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    Nico

    29/03/2016 at 10:02

    • Entiendo que el odio enceguece la razón, pero trate de razonar un poco. En las notas sobre la URSS que estoy escribiendo cito largamente pasajes enteros de Stalin. Pero de ahí hay un salto a tratar de demostrar la no existencia de censura en la URSS citando a Stalin cuando Stalin decía que no había censura. Es como aquel que «demuestra» que en Alemania el Holocausto no existió citando a los nazis que dicen que el Holocausto no existió. O el que cita al torturador cuando dice que en la ESMA no se torturaba para «demostrar» que en la ESMA no se torturaba. Haga un esfuerzo por no insultar mi inteligencia, ni la de los lectores de esta sección.

      Lo mismo sucede con la legislación soviética. Además de leer lo que afirmaba en el texto de la Constitución de 1936 hay que investigar lo que realmente sucedía. Todo esto es elemental. Con el agregado de que para saber la realidad hay que incluir los testimonios de las personas que pasaron por los centros de detención y el Gulag. Personas que estuvieron censuradas por los stalinistas.

      En todo esto, por supuesto, lo que nos separa son diferencias ideológicas. Gente como usted defiende sociedades carcelarias; las purgas a nivel masivo con los millones de seres humanos enviados al Gulag. Les molesta los testimonios de las víctimas (testimonios que incluso aparecieron ya después de 1956). A esos sí hay que censurarlos. Que no se conozca lo que se hizo en estos regímenes. Esto es lo fundamental. Por eso dicen que todo lo que no les conviene es «propaganda imperialista». Estamos en veredas opuestas.
      Convengo de todas maneras que debe sentirse muy a gusto con posiciones como las de RyR. Son espíritus afines.

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      rolandoastarita

      29/03/2016 at 10:34

  4. Quizás convenga definir. ¿Qué es libertad y qué es censura? Acaso descubramos que toda libertad implica necesariamente alguna forma de censura. Por ejemplo:
    Defino censura como todo mecanismo que limite la libertad.

    Pero si luego digo que toda libertad tiene límites, entonces, toda libertad contiene censura.

    Empero, diré también que prohibir es una forma de censura, pero que limitar y prohibir no es lo mismo. Los límites pueden ser relativos, provisorios, valga la redundancia, limitados. En cambio prohibir es absoluto, el límite es total.

    Sartelli parece decir que está en contra de la libertad total (que de hecho, no existe, es un oxímoron).
    Y Rolando parece decir que está en contra de la prohibición.

    No creo que estén diciendo lo opuesto.

    Todo grupo (humano o teórico) nace con definiciones autolimitantes, es decir, límites:
    Si formamos un grupo de artistas revolucionarios y nos decimos que eso significa (para simplificar) que consideramos que existe la plusvalía y la explotación capitalista y luego uno de tales artistas decide escribir una obra a favor de tal explotación, ¿qué haríamos? ¿Tendría ese artista derecho o libertad?
    Sí, tiene todo el derecho que quiera a decir eso, en otra parte, pero ya no podrá formar parte de este grupo. Que no es lo mismo que perseguirlo y matarlo.

    Tendrá libertad, con límites. Y si alguno de los miembros del mismo grupo plantea algunas disidencias, en tanto estén dentro de los límites, en vez de hacerlos callar, discutiremos con argumentos. Pero fuera de tales límites, quedarán fuera del grupo y fuera del grupo, dirán lo que quieran decir.

    Pero, un estado socialista, ¿permitiría decir y HACER cualquier cosa? ¿Permitiría que existan pedófilos?. ¿No haría nada con ellos? ¿O existiría una justicia, con sus tipos legales, su tribunal y su «procedimiento»?

    Se me dirá que con el arte, la expresión, es distinto. Diferencias entre el decir y el hacer. Hmmmm….
    Brecht decía -en un famoso poema- que le tocaban vivir tiempos difíciles en los que hablar de árboles era casi un crimen porque ocultaba tantas alevosías. Los artistas revolucionarios tienen que poder hablar de árboles, sin duda. Nos impulsan las diferencias de clase, pero también los amaneceres nos movilizan. Somos personas, no muñecos alienados.
    Pero si sos un artista revolucionario no podés estar a favor de la plusvalía. ¿Habrá que matarte? No, se te expulsará del grupo y se te criticará fuertemente. Es un límite y por tanto una forma de «censura», en tanto límites a la libertad, no pensada en forma abstracta sino en el conjunto de las relaciones sociales. Eso no justifica prohibir, perseguir y matar porque sí o porque se plantean diferencias respecto de lo que diga el «buró».

    Respecto del decir: una Estado socialista, en transición, podría evaluar que hay muchos medios masivos de comunicación en los que se justifica la plusvalía y pocos en los que se aborda la cuestión de manera «revolucionaria». ¿Qué hacer? 1-Crear nuevos medios, afines a nuestra ideología.
    2-Limitar a los demás. ¿Cómo? Poniendo en manos de los trabajadores tales medios de producción.
    Pero ¿eso asegura que esos trabajadores piensen «como nosotros»? No. ¿Y entonces? Los trataremos de convencer con argumentos. Con ellos será posible. Con sus anteriores dueños, no.

    ¿Y si en tal Estado transicional los que lo apoyaron comienzan a plantear críticas? Dentro de los límites, habrá que dar la discusión, en vez de perseguirlos. ¿Y si además de críticas enunciativas pasan a la acción, para voltear al gobierno? Habrá que ver el modo de detenerlos.
    No creo haber descubierto la pólvora, más bien lo expresado parece una obviedad, pero advierto que quizás haya un problema de definición en el abordaje del tema. Saludos,

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    Gerardo Blanco

    29/03/2016 at 10:55

    • Tratemos de no confundir. No hay nada peor que embarrar la cancha con cuestiones que no vienen al caso. ¿Qué tiene que ver el rechazo de la censura con aprobar a los pedófilos? A ver si se entiende lo que estamos discutiendo. Pongo el caso del rock. Durante décadas estuvo censurado en los países del «socialismo real». Un chico que escuchaba rock clandestinamente, si era agarrado por la policía, terminaba preso o en un campo de trabajo forzado (esto último me consta que sucedía en Rumania todavía en los 1960). La pregunta entonces es: ¿se está de acuerdo o en contra de la censura en el arte? ESTE es el tema que se discute. Por favor, dejen a los pedófilos fuera del asunto.

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      rolandoastarita

      29/03/2016 at 13:00

  5. Agrego que, del hecho de que se permitieran los clásicos en la URSS de 1928, no puede deducirse que no existiera censura. Va de suyo además que el principal problema de la censura en la URSS no era la posibilidad o imposibilidad de leer a los clásicos rusos. Esto es absolutamente secundario. Lo que importa, primero que nada, es la libre expresión de las ideas políticas de todo aquéllo que era crítico del régimen stalinista sin ser contrarrevolucionario (por ejemplo, la Oposición de Izquierda).

    Es más, la publicación de los clásicos rusos bien pudo ser utilizada como una medida de legitimación de un régimen opresivo, en tanto buscara mostrarse como lo contrario, pero sólo publicando obras cuya actualidad histórica era relativa en tanto pertenecían a una realidad histórica superada. Es decir, no eran peligrosos políticamente hablando.

    Los clásicos rusos, escritos durante una época en la que reinó el despotismo zarista, sólo podrían haber sido peligrosos en tanto y en cuanto fueran críticos de todo tipo de opresión.

    Por el contrario, habría que pensar si la publicación de las obras que menciona Gorki no están más relacionadas con el orgullo gran ruso y con la línea de que las condiciones especiales de la URSS hacían posible el desarrollo del socialismo en un solo país. Es decir, con la exacerbación del social-nacionalismo.

    El caso mencionado por Gorki, de la publicación de «Los demonios» o «Los Endemoniados» de Dostoyevski es paradigmático porque esa novela es un ataque al movimiento revolucionario ruso que estaba naciendo a mediados del siglo XIX y, más aún, un ataque al terrorismo, no por izquierda sino por derecha (Dostoyevski llegó a decir que: «Un hombre que se aleja de su gente y sus raíces nacionales también pierde la fe en sus ancestros y su Dios, bien, si quieres saberlo, este es en esencia el tema de mi novela. Se llama Los demonios y describe cómo estos demonios entraron en la piara de cerdos»).

    Gorki reconoce que hay cosas malas para esa época en la URSS, al decir que Europa se fija especialmente en lo malo y no en lo bueno («Sin duda, yo lo admito, el bien existe todavía en demasiada pequeña cantidad para un país que cuenta 150 millones de habitantes.»).

    Hay que decir también que cuando Gorki vuelve a la URSS en 1928 vuelve como escritor del régimen por lo que la validez de sus afirmaciones deben aceptarse sólo muy críticamente o bien desecharse.

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    Lucas

    29/03/2016 at 11:45

  6. Muy capos los de RyR, en su página no aprueban los comentarios con el enlace a tu respuesta. Censura? Naa…

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    BC

    29/03/2016 at 12:36

  7. Leí la nota de Sartelli. Sus argumentos son pobres y coincido con Rolo que, en definitiva, a pesar de que diga criticar a Stalin y a Trotsky, justifica las acciones represivas en pos de la revolución… una revolución que por esas mismas acciones represivas se transforma en un autoritarismo burocrático.
    El único aporte interesante para pensar de todo lo que plantea Sartelli, es la idea de que la estructura social de la Rusia de 1917 ponía serios obstáculos a la aplicación de un programa comunista. ¿Que opinás de esa idea, Rolo? Yo empecé a leer tus textos sobre este tema, Rolo, pero tuve que frenar para darme un tiempo de leerlos más detenidamente porque son largos. quizás ya hayas tratado esta idea en las notas que aún no leí (o en las que leí, que las leí por arriba). Siempre me hizo ruido la conciliación del programa comunista con una base social importante de campesinos propietarios.

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    Gustavo Díaz Froio

    29/03/2016 at 13:53

    • Sobre la pregunta, la estoy tratando en la nota; que es necesariamente extensa. Entre otras razones porque quiero demostrar que, contra lo que dicen los stalinistas e incluso muchos trotskitas, la colectivización NO fortaleció al socialismo (o a los elementos socialistas). Sucedió lo opuesto.
      Es cierto que el problema de la colectivización pasa por cómo superar la pequeña producción campesina (con el triunfo de la revolución la estructura en el agro se había nivelado mucho; a fines de los 1920 era mayoritariamente campesino medio) para avanzar hacia formas socialistas. El problema de qué hacer con la pequeña producción se ha planteado sistemáticamente en todas las revoluciones en los países atrasados. La principal cuestión que estoy tratando de explicar es que la pequeña producción de millones de campesinos o artesanos no se puede suprimir a fuerza de campos de concentración, ejecuciones y medidas administrativas.
      Por otra parte, y al margen de esto, es brutal justificar la represión a escala masiva con la colectivización.

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      rolandoastarita

      29/03/2016 at 14:35

  8. Creo que no hay mejor forma de “calibrar” la influencia del Stalinismo sobre el arte que detenernos un poco sobre la evolución del mismo antes y durante la toma del poder por parte de Stalin. En este sentido, hace unos años tuve la oportunidad de poder visitar Moscú, y aproveché la ocasión para visitar el edificio de la sala Tretyakov en el que se expone sobre todo la pintura rusa del siglo XX, situado en la Krymsky val (recomiendo encarecidamente su visita). Es plausible determinar, incluso, desde el arte la evolución de los acontecimientos en otras esferas. Diría que el arte de vanguardia se alía en los prolegómenos y sobre todo en los primeros años de la revolución con las exigencias de las transformaciones en curso, exponiéndolo a un cierto “realismo” que le confiere un contenido rupturista y emancipador, pero que, a la vez, produce en ese “realismo” un efecto dinámico, vivo, abierto. Aunque hacia finales de la década de los veinte este efecto mutuo se va apagando, hasta imponerse el frío e inerte Realismo, caracterizado por unas figuras hieráticas y estáticas cuyo máximo exponente es la figura del ser supremo, Stalin, que aparece alejado, con la mirada fija en un punto, casi diría, cómo un dios egipcio. El Realismo, el Partido y el guía se funden en un arte que rememorando la tripartición hegeliana de la historia del arte se podría considerar cómo propio del arte simbólico, por su desmesura pero, al mismo tiempo, por su falta de subjetividad. Aunque sería un simbolismo sólo contenido por el Partido cómo instancia suprema y mediador único entre la forma y el contenido. Los reproches del nuevo zarismo putiniano al internacionalismo de Lenin, son, también, un efecto de cierta continuidad con el estado Stalinista, aunque en versión Ortodoxa, como se podría concluir de la arquitectura de la época, la flamante e imponente catedral de Cristo Salvador levantada sobre el antiguo monumento supremo del Estado socialista, así lo atestígua.
    Si, todavía, hay izquierdas que defiendan esto, no vamos por el mismo camino.
    Un saludo desde la península

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    Julio Gallego

    29/03/2016 at 17:13

  9. «¡Pero condenó a seis millones de seres humanos! ¿Cómo cree Astarita que se hace una revolución? Solo un tonto pacifista pone este argumento sobre la mesa. » afirma Sarelli, ¿o me confundí y lo escribió Le Pen?

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    santiago

    29/03/2016 at 17:32

    • Santiago en la urss se produjo un exterminio equivalente en terminos cualitativos al de alemania nazi, solo que en un sistema no capitalista tampoco socialista, lo que es peor ya que ese sistema nacio de una revolucion socialista

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      matias

      29/03/2016 at 18:07

  10. Rolando, completamente de acuerdo con tu respuesta a RyR. Ahora, creo que Sartelli -más allá de su terrible narcisismo- con todo esto no hace más que una exacerbada apología de la reaccionaria teoría de la posibilidad de concretar el «socialismo en un solo país», e incluso consagra el execrable apotegma de «el fin justifica los medios». También me recuerda la gran coincidencia con lo que decían todos los textos marxistas «intervenidos» en la época stalinista en citas sobre el trotskismo y acerca de otras oposiciones: «son desviaciones pequeño-burguesas»…¿Casualidad?

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    Armando

    29/03/2016 at 18:03

  11. El trasfondo de esa argumentaciòn es que el estalinismo reflejaba, de manera distorsionada, a la clase obrera. Por lo tanto cumplìa objetivamente sus tareas. El dato es que la clase obrera rusa de carne y hueso se oponìa en tiempo real a la superexplotación que implicaba la industrialzaciòn acelerada.

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    carver

    29/03/2016 at 19:47

  12. Ya es bochornoso lo de «Censura y Revolución». Reivindican a Trotsky en lo más parecido a Stalin y repudian uno de los pocos aspectos de Trotsky que es defendible.

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    Danilo Castelli

    29/03/2016 at 22:02

    • Danilo Castelli sos el mismo que definía a Proyecto Sur como una «organización popular independiente» soslayando el hecho de que Pino se alío con (des)Carrio y con Faunen donde estuvo entre otros el «progresista» actual ministro de economía Prat-Gay
      https://marin62.wordpress.com/2011/10/24/danilo-castelli-carta-a-un-joven-kirchnerista/
      Una sola pregunta: ¿estuvieron ricos lo sapos?

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      Pep

      30/03/2016 at 16:55

    • Amigo Pep, dedíquese a refutar argumentos y no a los ataques personales

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      Gustavo Díaz Froio

      30/03/2016 at 19:23

    • Es patético el recurrir al ad hominem y encima un ad hominem falso. ¿Qué sigue? ¿Vas a buscar a ver si me copié en un examen de la secundaria?

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      Danilo Castelli

      01/04/2016 at 17:22

  13. La hipocresía de Astarita no tiene límites. Por suerte existen camaradas como Sartelli que con su humildad e intelecto sacan a pasear a este liberal radical. En la detallada nota de Razón y Revolución se puede apreciar la profundidad argumentativa de Sartelli y como en ningún momento defendió, ni a Stalin, ni a la violencia/censura. Simplemente contextualizó el significado del término, algo muy distinto a una apología.

    Esto es como el fútbol y las gastadas. No se le puede prohibir a un equipo gastar, y a su rival permitírselo. La burguesía imperialista siempre fue violenta contra la revolución. Y eso conlleva una respuesta. Eso no es justificar la violencia,, eso es 2+2. Si Astarita no lo quiere entender que lo vote a Sanz.

    Por último, interesante cuando Sartelli resaltó el rol censor del «profesor sin título» en la UBA a la hora de perjudicar a colegas en los jurados. Muy interesante, no lo sabía y me sorprendió. La doble moral y el abuso de una posición de poder… y sin título! Increíble. Si eso no es burocracia, la burocracia dónde está!

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    Duga

    31/03/2016 at 22:36

    • Si hay algo bueno que tiene el blog de Astarita (el profesor sin titulo, como hace hincapié el comentarista sin identidad) es que aprueba todos los comentarios, cosa que los de RyR no hicieron con ninguno de mis comentarios!
      Yendo a su intervención, Duga, es abrumadora la cantidad de lectores que leyendo una y otra posición nos inclinamos y apoyamos a Rolando Astarita, que no será portador de titulo pero si de ideas claras.

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      pope (@PopeMarx)

      31/03/2016 at 23:04

    • Lo que dijo Sartelli sobre la censura está citado. “Si se escribe desde un punto de vista reaccionario, se hace acreedor a la censura”.

      Lo que dijo Sartelli sobre el rol de Stalin también está citado: Stalin “encarna el impulso transformador de Octubre”. O sea, apología de la censura y de las políticas de Stalin de los 1930.

      Como no pueden responder los argumentos, pasan entonces al ataque personal por mi desempeño como jurado en dos concursos en los que participó Sartelli. Desempeño sobre el cual, hasta ahora, no habían dicho palabra. Lo cual demuestra que se trata de una bajeza, propia de un grupo como RyR. Concretamente, si Sartelli pensaba que yo no podía ser jurado de los concursos en que se presentaba porque no tengo título universitario, debió haber impugnado mi presencia antes del concurso. ¿Por qué no lo hizo?

      Además, no se entiende por qué, si soy jurado, no puedo hacerle preguntas al señor Sartelli sobre los temas que expone. Ni tampoco se entiende por qué hacer preguntas es sinónimo de «perjudicar» a un colega. En el primer concurso estaban conmigo otros dos docentes, uno de ellos Pablo Rieznik, que era el jefe de la Cátedra en la que concursaba Sartelli. A ninguno de ellos le pareció inapropiadas mis preguntas. En el segundo concurso hubo otros cuatro docentes, y lo mismo, a nadie le pareció inapropiadas mis preguntas. Estas se ciñeron estrictamente a los temas que expuso Sartelli. ¿Cómo se va a sostener que es una inmoralidad preguntar a un concursante sobre el tema que expone? ¿O que es un «abuso de poder»? Además, ¿de dónde saca que el que no tiene título universitario no puede hacer preguntas que incomoden al que tiene título universitario? ¿O es que están pidiendo que los concursos sean una farsa?

      Pero en tercer lugar, insisto: ¿Qué tiene que ver todo esto con mi crítica a la defensa de Sartelli y de RyR de la censura y de Stalin? ¿Por qué discuten así? La única respuesta que encuentro es que, cuando se encuentran sin argumentos, intentan destruir con ataques personales a la gente que los critica. Lo cual es congruente con la apología de Stalin y de la censura.

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      rolandoastarita

      31/03/2016 at 23:22

  14. impulso transformador de Octubre?? Los bolcheviques toman el poder con el programa menchevique para el campo y Lenin va a la NEP para no romper la alianza Clase Obrera – Campesinos…de que impulso hablan?

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    Carver

    05/10/2016 at 10:18

  15. Excelente respuesta Rolando, con claridad y mesura, rebate cada uno de los virulentos ataques de su Censor. Disfruté especialmente esta frase: «¿Se imaginan a estas personas puestos a censores? ¿Elevados a “Comisarios de Cultura”? ¿Explicándonos cómo se aplican los principios de la “lucha de clases” en sentido “no liberal, no charlatán, no pacifista”?»

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    Ramón

    02/02/2017 at 22:42


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