Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Deuda global de 200 billones de dólares

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El 22 de febrero pasado Bloomberg publicó un artículo, firmado por Matthew Philips, que lleva por título “The World’s Debt is Alarmingly High. But is it Contagious?“ (http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-02-22/the-world-s-debt-is-alarmingly-high-but-is-it-contagious). En la primera parte de esta nota, reproduzco lo esencial de lo publicado por Bloomberg; en segundo término, amplío con alguna otra información; y por último, presento algunas consideraciones.

Aumento en 60 billones y stock de 200 billones

Según Philips, desde la crisis de 2007 y hasta 2014, la deuda a nivel mundial aumentó en cerca de 60 billones de dólares. El stock de deuda alcanza así los 200 billones; es aproximadamente tres veces el tamaño de la economía mundial. Y falta agregar la deuda de 2015.

Después de 2008 los inversores vertieron enormes sumas en China, Brasil y otros mercados emergentes para beneficiarse de la suba de los precios de las materias primas y del crecimiento más rápido de estas economías. Los bancos abrieron el grifo y lanzaron una ola de créditos nuevos a empresas y hogares. Así, desde 2009 el nivel  promedio de deuda privada en las economías emergentes ha subido desde el 75% del PBI al 125%, de acuerdo al Banco de Pagos Internacionales. Los niveles de deuda privada en China y Brasil son ahora el doble del tamaño de estas economías. En estos momentos la preocupación se concentra  en la deuda china, la cual se ha triplicado desde 2009, pasando de 10 a 30 billones de dólares, según las últimas estimaciones de McKinsey. Los mayores incrementos ocurrieron en el sector corporativo, donde las grandes empresas estatales  tomaron créditos de los bancos estatales. Kyle Bass, fundador del fondo de cobertura Hayman Capital Management, que predijo la crisis subprime de 2008, e hizo una fortuna con ello, ha informado a sus inversores que los bancos estatales de China podrían asumir pérdidas de hasta 3,5 billones de dólares, cuatro veces más que lo que tuvieron los bancos de EEUU durante la crisis financiera de 2008 [Amplío este punto: en la carta enviada el 10 de febrero a los inversores, que lleva por título “El experimento de 34 billones: El sistema bancario de China y el mayor desequilibrio macro del mundo”, Bass sostiene que el sistema bancario chino tiene similitudes con el sistema bancario de EEUU anterior a la más reciente crisis –excesivo apalancamiento y toma de riesgo irresponsable].

Sin embargo, continúa Philips, los préstamos en China continúan batiendo récords. El problema es que no importa cuánto crédito se añada a la economía, el freno de la economía china es inevitable. Por eso, agregar apalancamiento a un sistema ya apalancado solo puede hacer que el ajuste final sea más penoso. Aunque Philips afirma que el peligro de contagio puede no ser alto, ya que la mayor parte de la deuda está en yuanes y esta moneda no es plenamente convertible. Pero esto no quiere decir que el resto del mundo esté a salvo de los riesgos de la bomba en crecimiento de la deuda china. Los peligros se han visto claramente cuando las preocupaciones por un crecimiento económico que se está frenando llevaron a un inicio de año de las acciones históricamente malo. Por ahora no hay peligro de implosión de la deuda, en tanto el Gobierno de EEUU sigue echando dinero en sostener el sistema financiero. Pero no lo vuelca al crecimiento. Además, durante décadas China invirtió sus excedentes en los títulos del Tesoro de EEUU, pero ahora este flujo se secó.

Informe McKinsey Global 2015 sobre deuda

Matthew Philips se apoya, a su vez, en un informe de febrero 2015 del McKinsey Global Institute, elaborado por Richard Dobbs, Susan Lund, Jonathan Woetzel y Mina Mutafchieva, que lleva por título “Debt and (not much) deleveraging” (http://www.mckinsey.com/global-themes/employment-and-growth/debt-and-not-much-deleveraging). Los autores se basan en datos y estadísticas del BIS, IMF, Haver Analytics y el McKinsey Global Institute.

Después de señalar que la deuda global aumentó en unos 57 billones de dólares y que ninguna gran economía bajó la ratio deuda/PBI desde 2007, afirma que la deuda pública en las economías adelantadas, la deuda en aumento de los hogares y la rápida suba de la deuda china son áreas de preocupación potencial. La deuda global desde 2007 se incrementó en 17 puntos del PBI.

La deuda pública aumentó, desde 2007 a 2014, en 25 billones, y seguirá creciendo en muchos países. En lo que respecta a la deuda de los hogares, el apalancamiento bajó en EEUU, España, Irlanda y Gran Bretaña; pero la razón deuda/ingresos continuó creciendo en muchos otros países, superando en algunos casos los picos anteriores a 2008. Entre ellos, Canadá, Australia, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Malasia, Corea del Sur y Tailandia. Y la deuda china se cuadruplicó desde 2007, de 7 billones a 28 billones de dólares en 2014, representando el 282% del PBI (un nivel más alto que en EEUU o Alemania). La mitad de todos los préstamos están vinculados, directa o indirectamente, con el sobre expandido mercado inmobiliario chino. El sector bancario en las sombras, que no está regulado, es responsable por aproximadamente la mitad de los nuevos préstamos. Y la deuda de muchos gobiernos locales es posiblemente inmanejable.

Otros datos

El FMI informó, en septiembre de 2015 que los niveles de deuda de las empresas en las economías de mercados emergentes aumentó, particularmente en la construcción, petróleo y gas, debido a las bajas tasas de interés en las economías avanzadas, y a otros factores globales (véase http://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2015/POL092915B.htm. La  deuda de las empresas no financieras a lo largo de los mercados emergentes aumentó fuertemente, desde aproximadamente 4 billones de dólares en 2004 a más de 18 billones en 2014. El aumento de la relación deuda/activos, conocida comúnmente como apalancamiento, a menudo ha incluido una porción más alta de pasivos nominados en moneda extranjera. La relación deuda corporativa de los mercados emergentes/PBI aumentó 26 puntos porcentuales, aunque con importantes diferencias entre los países. El apalancamiento corporativo subió marcadamente en China y Turquía, y en varios países de América Latina, por ejemplo Chile, Brasil, México, Perú y Colombia.

Por otra parte, según Standard & Poor’s, el número de defaults corporativos a nivel global en 2015 llegó a 102, el doble de 2014 y el nivel más alto desde 2009. La tercera parte fue en el sector del petróleo, gas y energía. La mayor cantidad ocurrió en EEUU; en los países atrasados o en desarrollo hubo 19; en Europa 13, y el resto fue en países adelantados como Japón o Canadá. Por fuera de petróleo y gas, los sectores más afectados, por orden decreciente, fueron minería, acero, productores de bienes de consumo y banca. La deuda de las compañías globales que son calificadas por Standard & Poor’s alcanzó, en 2015, el nivel de tres veces los ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Es el más alto desde 2003, y 2,8 veces el de 2014.

Como resultado, los spreads de los bonos de alto rendimiento en EEUU se han estado incrementando desde junio de 2014, lo cual es un signo de deterioro de las condiciones en los mercados de crédito. Recordemos que los spreads de crédito y los márgenes de beneficio son indicadores que anticipan recesiones. A medida que caen los precios del petróleo, metales y otras materias primas, las empresas deben revaluar sus activos, lo que a su vez empeora las condiciones para tomar créditos. Esto y el aumento de quiebras se traducen en que los prestamistas exigen más tasas.

Por último, agrego algunos datos tomados del 85º Informe Anual del BPI (o BIS por sus siglas en inglés). Después de la crisis ha crecido considerablemente la deuda pública en manos del sector público. La mayor parte se ha concentrado en los bancos centrales emisores de su propia moneda. Entre 2008 y 2014 su participación en el volumen de deuda pública en circulación creció desde el 6% hasta más del 18%; esto es, de 1 billón de dólares a 5,7 billones (según los datos de EEUU, Japón, Gran Bretaña y zona del euro). Además de adquirir deuda del Gobierno, las instituciones oficiales han comprado importantes volúmenes de otros títulos de deuda. Por ejemplo, los emitidos por agencias estadounidenses en manos de la Reserva Federal aumentaron en más de 1,7 billones de dólares entre 2008 y 2014. El BIS preveía que la media del ratio deuda pública/PBI alcanzaría, a fines de 2015, el 120% en las economías adelantadas, contra el 75% anterior a la crisis. En Japón el ratio en 2015 era 234%, en Grecia 180% y en Italia 149%.

 Algunas consideraciones

Todo indica que este extraordinario crecimiento de la deuda es una manifestación de la debilidad de la economía global, cuestión que hemos tratado en entradas anteriores. Al casi estancamiento de la zona del euro y Japón, y los retrocesos de Brasil y Rusia, se suma China. Aunque la deuda china esté nominada principalmente en yuanes, como señala la nota de Bloomberg, una quiebra en el sistema bancario (esto es, una desvalorización masiva de capital producto de la crisis de sobreacumulación) no dejará de repercutir a nivel mundial. En una nota anterior escribíamos:

“Si se desinfla la burbuja inmobiliaria, podría desatarse un proceso en espiral descendente de consecuencias importantes. ‘Las instituciones financieras bancarias enfrentan desafíos provenientes de la volatilidad incrementada de la liquidez de corto plazo y el creciente riesgo crediticio, debido al impacto del menor crecimiento, el ajuste estructural y los esfuerzos por reducir sobrecapacidad’, dice un informe de la Asociación Bancaria China, de junio de 2014. Algunas publicaciones (por ejemplo, The Economist) y analistas piensan, de todas maneras, que dadas las reservas chinas, y el hecho de que la deuda está nominada en yuanes, no habría una caída catastrófica como la ocurrida luego del hundimiento de Lehman, en 2008. Pero aun en ese escenario -y hay razones para sospechar que es demasiado optimista- se afectaría la tasa de crecimiento china. El estallido de la burbuja podría sentar un escenario de quiebres de bancos y empresas financieras, y fuerte desvalorización de los capitales. Y lo cierto es que todos los indicadores apuntan a que la burbuja ha adquirido considerables dimensiones. Como señala Bloomberg (16/06/14), ‘más y más economistas están advirtiendo que China podría estarse aproximando a un ‘momento Minsky’, que es cuando un boom especulativo llega a un súbito y desagradable final cuando la acumulación de deuda supera el flujo de caja’.

Es imposible pensar que, dadas las relaciones comerciales y las inversiones en China, no habría repercusiones sobre los mercados financieros asiáticos, y desde allí al resto del mundo; y sobre las economías de Australia, Corea del Sur, Hong Kong, Taiwan y Japón, en primer lugar. Así como sobre las economías exportadoras de materias primas, entre ellas las latinoamericanas” (aquí).

En lo que atañe a la deuda corporativa global, no se puede predecir si será la disparadora de una crisis en un plazo cercano, pero el aumento de las tasas demandadas para prestar a las empresas en problemas pone mayor presión sobre la rentabilidad, afecta al mercado accionario y empeora las condiciones generales del crédito. El apalancamiento de las empresas alcanzó el nivel más alto en la última década, y cada vez más corporaciones no están generando el suficiente valor (o plusvalor) sobre sus inversiones que permita cumplir con las deudas. Si bien las tasas de interés permanecen bajas, en un entorno de presiones deflacionarias (en EEUU, la zona del euro y Japón la tasa de inflación está lejos del objetivo del 2%), sobrecapacidad y sobreacumulación globales, las condiciones financieras pueden deteriorarse rápidamente.

Tengamos presente también que el marco es una situación de plétora de capital, esto es, abundancia de capital dinero que no ha ido a la inversión productiva. Gran parte de los préstamos que tomaron las empresas a tasas bajas fue utilizada en fusiones y adquisiciones, que no amplían la capacidad productiva ni la demanda. Otra parte se destinó a recomprar acciones o pagar dividendos. Lo cual aumenta las ganancias de los accionistas y potencia el capital ficticio, pero tampoco incrementa la generación de valor. En momentos en que la economía mundial está débil, los problemas para cumplir con estas deudas se agudizan. Las empresas con calificación de “grado de inversión” tienen grandes montos de cash, y pueden resistir, por ahora, la baja en los mercados. Pero muchas están muy comprometidas, y cuando se desata el crack, suelen producirse movimientos de tipo dominó que afectan a todos los sectores. En 2015 S&P bajó la calificación crediticia a 863 corporaciones, el mayor número desde 2009. La presión sobre la rentabilidad de las empresas es fuerte; y la caída de la rentabilidad después del pago de intereses tiende a preceder las crisis y el giro hacia la recesión. Por eso, a diferencia de lo ocurrido en 2007-9, esta vez el foco de la crisis financiera podría estar en el endeudamiento empresario (que era bajo una década atrás) y no tanto en los hogares. Agreguemos que las empresas de muchos países atrasados no solo son altamente vulnerables a un aumento de las tasas de interés, sino también las devaluaciones de las monedas de los países en que operan ponen un peso adicional en el servicio de la deuda nominada en dólares o euros. Todo esto con el horizonte de la caída de los precios de las materias primas.

En cuanto a la la deuda pública, su extraordinario incremento en los principales países capitalistas ha sido facilitado por las tasas de interés extremadamente bajas. Pero el gasto estatal no compensa la debilidad de la acumulación. Solo ayuda a sostener la demanda, vía gasto improductivo de plusvalía, sin dar solución al problema de fondo, en tanto se acumula deuda. Por eso, en el mediano plazo no es sostenible mantener la demanda en base a déficit público. Estas historias terminan inevitablemente con desvalorizaciones masivas de capital (un default es eso, una desvalorización de capitales).

Por otra parte, desde el estallido de la crisis en 2007 los bancos centrales han aumentado sus balances al comprar principalmente deuda soberana y deuda de bancos. Estas compras fueron financiadas con expansión de la base monetaria. Solo entre 2007 y 2011 esta se duplicó, en términos de porcentaje del PBI. Enormes montos de títulos y préstamos de dudosa calidad están hoy en los activos de los bancos centrales. Entre 2008 y 2016 los activos sumados de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco Popular de China pasaron de aproximadamente 6,4 billones de dólares a 16 billones. De este total, 4,5 billones corresponden a la FED (http://www.yardeni.com/pub/peacockfedecbassets.pdf). Se trata de una inmensa masa de capital ficticio, que no tiene contrapartida en la riqueza ni en el capital real, y que por sí misma no ha logrado, ni logrará, sacar a las economías del estancamiento.

En conclusión, estos datos parecen indicar que por ahora continuará el crecimiento global débil y vacilante, en tanto se acumulan presiones que pueden terminar en un crack y desvalorización abrupta de gigantescas sumas del capital. Con las consecuencias penosas que estas “revoluciones del valor” tienen para las masas trabajadoras alrededor del mundo.

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Deuda global de 200 billones de dólares

Written by rolandoastarita

28/02/2016 a 13:35

20 respuestas

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  1. Compañero profesor Rolando Astarita
    Comentarle que leemos siempre sus artículos, no siempre los comentamos porque más bien aprendemos como alumnos en el aula.
    Pero queremos dejarle constancia del agradecimiento por ello, sobre todos hacia alguien tan didáctico como usted.
    Un saludo, abrazo fraterno y que pase un feliz día.
    Rodolfo Crespo

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    Rodolfo Crespo

    28/02/2016 at 13:55

  2. la magnitud del déficit Usa en dólares ctes cuando la recesión de 2008, superó con creces al de la del ´29.
    Y ese déficit aún hoy, q es considerado bajo, es similar al de Reagan, el más alto de la historia Usa salvo 1941-1945. No obstante ello, al límite de la deflación.

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    santiago

    01/03/2016 at 14:09

  3. ¿Por un país capitalista como china tiene un crecimiento de mas del 6% anual duramente mas de 25 años seguidos sin siquiera una recesion?

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    juan

    01/03/2016 at 14:24

  4. Conforme un comentario de un funcionario del FMI, la economía china está pasando de ser una economía basada en las manufacturas a una sustentada en los servicios, eso es lo que explicaría el descenso en sus niveles de crecimiento. Es decir, China se está adaptando el patrón de crecimiento de las economías desarrolladas. ¿Qué significa esto, o es pura retórica que no dice nada?. Según esta visión, hay un proceso de ajustes en China que no deben conducir a una crisis más profunda sino a un reacomodo. Según la perspectiva de la nota, la economía China está en riesgo de verse inmersa en una fuerte crisis que tendría graves consecuencias a nivel global. La realidad es que la economía global no termina de superar la crisis de 2008-2009 aunque hay diferencias entre países, pero no hay un patrón general de recuperación ni de estabilidad como se ha visto antes; en un marco tan irregular tiene sentido hablar de economía global como un todo, si no, ¿qué es la globalización entonces, la profundización de las diferencias entre países o efectivamente sí hay una tendencia general, en este caso hacia una crisis de mayores proporciones?

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    mario

    03/03/2016 at 11:19

    • La economía china estaría pasando de una economía en la que hubo una alta tasa de crecimiento del sector productor de medios de producción (la tasa de inversión fue durante años de aproximadamente el 40% del PBI), a una economía con una mayor tasa de crecimiento del sector productor de medios de consumo. El problema es que en este momento existe una gran sobreinversión y sobrecapacidad; lo que está en juego entonces es una desvalorización masiva de capital. No sé de qué forma se hará (puede ser por una implosión abrupta, o por un proceso de más largo plazo). Pero lo que es seguro es que está aumentando la desocupación, se están cerrando actividades productivas.

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      rolandoastarita

      04/03/2016 at 15:24

  5. rolo vas a escribir un articulo sobre el proyecto de pago a los holds out?
    http://www.infobae.com/2016/03/04/1794762-holdouts-el-proyecto-completo-del-gobierno

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    Paula Gomez

    04/03/2016 at 15:05

    • No tengo pensado escribir sobre esto. Tampoco tengo mucho que decir. La información que trae el enlace solo dice que se paga el 70% sobre capital, intereses más intereses punitorios, y después que el Gobierno pide autorización para emitir bonos. Cuánto se va a pagar de tasa, o en qué condiciones, etc., no se sabe. Pero todo indica que va a haber acuerdo de la mayoría de los diputados del peronismo (y el kirchnerismo no tiene alternativa).
      Es interesante que el artículo 8 habla de las cláusulas por las que se prorroga la jurisdicción de tribunales extranjeros y las que disponen la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana.

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      rolandoastarita

      04/03/2016 at 16:03

    • rolo yo lei que vos pensas que no es comveniente la rebiciond e la deuda como en ecuador, como pide claudio lozano, que piensas de la consulta popular del fit sobre el acuerdo con los holdout? tambien lei que el llamar al no pago de la deuda es un error del programa de transicion, solo posible en un gobierno socialista.
      Que hay que hacer?

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      juan

      09/03/2016 at 12:37

    • No escribí sobre la deuda porque intento no repetir argumentos. En esta nota planteé por qué la consigna de no pago de la deuda, aislada, pedida a un gobierno capitalista, no lleva a ninguna parte. En los «Comentarios» que siguen a la nota amplío alguna cuestión, como el tema del referéndum. En todo esto hay una diferencia de fondo con gran parte de la izquierda. Por ejemplo, acabo de leer lo que dice el PTS en Izquierda Diario (nota «Fondos buitre: la izquierda propone una consulta popular vinculante», Bregman). El enfoque básico es «entregan el país, entregan nuestra riqueza». Por eso el fondo del argumento de Bregman (pero es general) es idéntico al de Kicillof; a pesar de las críticas que le hacen por haber sido «entreguista» cuando fue ministro de Economía. Mi enfoque es distinto, interpreto lo que está sucediendo no desde el punto de vista nacionalista, sino desde la mecánica que es inherente a cualquier sistema capitalista.
      Podés también consultar las notas que publiqué cuando fue lo de Syriza.

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      rolandoastarita

      09/03/2016 at 13:16

    • por lo tanto se paga para poder emitir deuda como cualquier pais capitalista, que paga deuda con deuda (ademas de usarla para fines productivos) para cubrir el deficit del 4%?

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      juan

      09/03/2016 at 14:03

  6. profesor astarita
    Cuales son los errores o problemas de esta solicitada?

    Haz clic para acceder a c87bbfe5-e964-37ff.pdf

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    carlos alomar

    11/03/2016 at 14:59

    • No quiero ponerme en la posición de señalar «errores», porque lo que me separa de una solicitada como esta son posiciones políticas e ideológicas. Desde el punto de vista ideológico (nacionalismo burgués) de los firmantes, es natural y lógico que suscriban algo así. Muchos de ellos incluso fueron funcionarios de los gobiernos K, o los apoyaron.

      Mi posición general sobre la consigna del no pago de la deuda está aquí. Con respecto al nacionalismo burgués y su posición ante la deuda, puede consultar las notas sobre Syriza. También me referí al asunto en «Economía Política de la dependencia y el subdesarrollo». En este libro doy el ejemplo del endeudamiento de Argentina con el gobierno de Chávez: se llegó a colocar deuda a una tasa del 15% en dólares. Esto lo hizo el gobierno K, y dio lugar a maniobras especulativas en Venezuela que enriquecieron a bancos y gente vinculada al gobierno chavista. Por supuesto, de esto no se dice palabra en el «movimiento nacional». Tampoco el «movimiento nacional» explica por qué Kicillof en los últimos meses se endeudaba al 9 o 10% en dólares. Ni explica por qué se pagó sin chistar al CIADI, o al Club de París, o a Repsol (¿no era que esta empresa debía pagarle al Estado argentino?). Ni explica por qué no tuvo programa alternativo frente a la fuga de capitales (¿o el cepo fue todo lo que se les ocurrió?) y el estancamiento desde hace cuatro años.

      Por otra parte, la solicitada no dice palabra sobre las condiciones estructurales que llevan al endeudamiento. Por ejemplo, si un país tiene déficit en cuenta corriente y salida de capitales, con la consiguiente pérdida de reservas, se dan las condiciones para el endeudamiento, sea del color que sea el gobierno. O de lo contrario, hay un «ajuste» brutal, como sucedió en 2001 en Argentina, o en México 1994, o en los países asiáticos en 1997, y en tantos otros casos.

      Claro que si se meten con esos temas tienen que hablar de la estructura productiva, del carácter dependiente de la economía, y demás menudencias que, si las exploramos un poco, ponen en cuestión a los gobiernos Kirchner (y, por supuesto, a otros). Por ejemplo, para ponerlo de manera muy práctica: ¿cómo es posible que Santa Cruz, que recibió cientos de millones de dólares (¿alguien se acuerda de lo producido por la venta de YPF, impulsada por los Kirchner?), y que luego siguió recibiendo enormes subsidios, esté quebrada? ¿Dónde estuvo el desarrollo «nacional productivo»? Pero si no se responde esta cuestión, no se puede explicar el problema de la deuda. Dicho de otra manera: ¿Por qué lo producido por la privatización de YPF fue a parar a bancos extranjeros, en lugar de invertirse productivamente? ¿Me alejo del tema? Por supuesto que no: la salida de capitales fue financiada en los 90 con aumento de la deuda externa. Y el superávit de los 2000, a resultas de la extraordinaria mejora de los términos de intercambio, no se usó para cambiar la matriz del desarrollo, sino para volver a fugar capitales, y cancelar deuda (al FMI, por ejemplo). Por eso los ciclos de endeudamiento – crisis de deuda -desvalorizaciones masivas y desendeudamiento se repiten una y otra vez. Claro que si se profundiza en esto, se les cae el discurso «nac & pop». Por eso Santa Cruz es un botón de muestra interesante. Un caso ilustrativo que permitiría explorar la lógica de renta-ausencia de inversión productiva-déficit estatal-endeudamiento o emisión monetaria inflacionaria. Y mostrar la vinculación orgánica de la clase dominante ARGENTINA con el capital financiero internacional.

      Pero todo esto llevaría a una crítica de raíz en la que, naturalmente, «los abajo firmantes» no tienen ningún deseo en meterse. Incluso no tienen interés en tratar, siquiera someramente, algunos detalles del tema de la deuda. Por ejemplo, ¿por qué el gobierno K renovó deuda aceptando los tribunales de Nueva York? De la misma manera, «los abajo firmantes» se quejan de lo que ganan los buitres. Pero ¿por qué no se quejan de lo que ganó un especulador que compró títulos derrumbados en 2003-4 y entró en el canje, cobrando una tasa de interés descomunal dado que estuvo atada al crecimiento del PBI? (que para colmo lo infló el INDEC). Más todavía, ¿por qué no indagamos en los que, en 2005, estaban «enterados» de que iba a ser un gran negocio y se hicieron con una fortuna por esa vía? Y así podría seguir. Por caso, con la deuda del Banco Central con los bancos. Solo el pago de los intereses anuales de Lebac equivalía, en 2015, a más de tres asignaciones universales por hijo. ¿No dicen nada sobre esto los «abajo firmantes»? ¿No es deuda? ¿Y si hablamos del negociado con los futuros del dólar? ¿Qué hay de esa ganancia fabulosa que se les garantizó a los que compraron futuros de dólar a marzo a $10? ¿No viola ninguna ley lo que hizo el Banco Central? ¿O de eso no hay que hablar porque «da armas al neoliberalismo»? Entonces, ¿si lo hacía Macri era reaccionario – neoliberal, pero si lo hacía Kicillof-Vanoli era «anti-imperialista» y «anti-buitres»?

      Antes de terminar, en el discurso de esta gente hay un problema fundamental, que ya mencioné, pero quiero resaltar: cuentan siempre una historia sesgada para eludir hacer balances. Doy un caso ejemplar: si se calcula la evolución de la canasta básica según el índice Congreso, o según el índice despedidos del INDEC, el índice de pobreza al final del gobierno de CK era más o menos igual al que había al final del gobierno de Menem. Esto a pesar de la gigantesca renta recibida por el país en los años 2000. Sin embargo, se hace una diferencia «sustancial» entre el gobierno «neoliberal» de Menem (que apoyaron los Kirchner) y los gobiernos de los Kirchner (que terminó siendo defendido por Menem; y los Kirchner amparando a Menem para que no vaya a la cárcel). Solicitadas como las que acabo de leer están enteramente redactadas sobre estos silencios. Es la manera de presentarse como «progresista» ante la sociedad. Por eso no tienen nada de progresistas. El socialismo debe demarcarse profundamente de estas corrientes.

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      rolandoastarita

      11/03/2016 at 16:36

  7. Rolo si fueras diputado como votarias referido al tema de holdout de hoy?

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    cecilia

    15/03/2016 at 14:51

    • Si fuera diputado habría tenido un discurso previo en la línea de lo que he explicado en otras entradas y comentarios. Básicamente, el no pago a los holdouts, en sí mismo, no es solución a ningún problema. Si continúa la fuga de capitales y el déficit de balanza corriente, si sigue sin haber reinversión del excedente en producción, aunque no se pague la deuda se va a una nueva y profundísima crisis. Por eso el programa de no pago «a lo Frente para la Victoria» es tan reaccionario como la propuesta de Cambiemos.

      El voto por en no pago tiene sentido si se hace desde esta diferenciación con el FPV. Si no se aclara esto, y se vota por el No, se está dando un aval demás «progresista» al FPV. En estos momentos lo central es mantener un punto de vista socialista, independiente, ajeno al nacionalismo, que infecta a casi toda la izquierda y el progresismo (incluso el discurso de «nos quitan lo nuestro», «entrega de la patria», y cosas por el estilo, es parte de la misma trama ideológica).

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      rolandoastarita

      15/03/2016 at 20:02

    • Rolo, luego de marcar las diferencias correspondientes, ¿votarías por la negativa? ¿No sería lo más adecuado la abstención? En el sentido en que la abstención buscaría marcar que, ya sea por la afirmativa al acuerdo o por la negativa, en el contexto actual, no hay forma de evitar un ajuste sobre los trabajadores.

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      Gustavo Díaz Froio

      16/03/2016 at 21:21

    • Si el voto es abstención o negativo es una cuestión táctica, y no tengo preferencia por alguna en particular. Insisto en que lo importante es la explicación que se dé. Remarcar que en sí mismo el no pago de la deuda no arregla las cosas. Ejemplo, Venezuela pagó religiosamente la deuda (al menos menos hasta ahora). Si mañana declarara un default, la crisis, la fuga de capitales, los mercados negros, el robo organizado de la lumpen burguesía, la pobreza generalizada, etcétera, continuarían.

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      rolandoastarita

      17/03/2016 at 10:02

    • Dos dudas…

      1- Un punto de vista socialista e independiente sería resaltar y resaltar que la clase capitalista argentina nunca reinvirtió el excedente en el país de manera productiva, por lo que esta tarea necesaria para el desarrollo de las FP debe ser llevado a cabo por el proletariado a través de sus organizaciones políticas?

      2- Si aparaciere un partido burgués con un programa reformista radical podríamos bregar por que lleven adelante sus propuestas ante la reacción del resto de la burguesía de derechas?

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      hugo

      17/03/2016 at 01:36

    • Yo no diría que la clase capitalista argentina «nunca» reinvirtió el excedente de forma productiva. Una empresa que amplía la planta de producción invierte plusvalía en trabajo productivo. Lo que sí hay que decir es que gran parte del excedente no se reinvirtió en forma productiva. En los últimos años, por ejemplo, una parte salió del país para colocarse en el sistema financiero internacional; otra parte se invirtió en propiedad inmobiliaria o en gasto suntuario.
      Un programa de desarrollo capitalista no necesariamente debería ser atacado por lo que se conoce habitualmente por la «derecha». Hay que hacer análisis concretos, de casos concretos. Por otra parte, sin apoyar un programa burgués, el socialismo puede defender medidas concretas (ya se porque favorecen el desarrollo de las fuerzas productivas o porque mejora la posición de los trabajadores) frente a la reacción. Ejemplo: sectores de la derecha ultra-liberal están en contra de que el gobierno de un país atrasado invierta en investigación y desarrollo. Pues bien, si con ese argumento la derecha quiere cerrar laboratorios o centros de investigación, o impedir su creación, el socialismo debería tomar posición contra esas medidas.

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      rolandoastarita

      17/03/2016 at 10:12

    • Gracias por la respuesta, Rolando. Podemos fijar nuestra posición política haciendo análisis de situaciones concretas, levantando un programa de demandas mínimas, no? Pero a la hora de hacer propaganda por el socialismo y por la necesidad de un cambio social me pregunto si es correcto postular la baja tasa de reinversión como una característica innata de la burguesía argentina y en consecuencia la necesidad de que la clase trabajadora tome el poder para culminar con las tareas pendientes.

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      hugo

      17/03/2016 at 17:07

    • Me lo pregunto y no me lo puedo responder. Alguien tiene una respuesta para esto?

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      hugo

      19/03/2016 at 15:42


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