Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Pobreza, desarrollo humano y análisis materialista

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En una nota anterior (aquí) planteé que el índice de pobreza hoy en Argentina está a niveles similares a los del final del gobierno de Menem. José Nun, ex subsecretario de Cultura de la Nación de Néstor y Cristina Kirchner entre 2004 y 2009, también lo dijo: “La pobreza es similar a la que precedió a la crisis de 2001”. Naturalmente, la afirmación cayó mal entre defensores del voto “al mal menor frente al neoliberalismo conservador”.

A fin de que haya más elementos de juicio, presento ahora otras dos series de datos. La primera se refiere a la evolución de la pobreza en América Latina. Muestra que la caída de los niveles de pobreza, en los 2000, ha sido general:

Pobreza: 1980: 40,5%; 1990: 48,4%; 2002: 43,9%, 2011: 29,6%; 2014: 28%.
Pobreza extrema o indigencia: 1980: 18,6%; 1990: 22,6%; 2002: 19,3%; 2011: 11,6%; 2014: 12%. (http://www.cepal.org/sites/default/files/pr/files/51779-Grafico-ESP.pdf y http://blogs.elpais.com/contrapuntos/2015/03/pobreza-y-desigualdad-en-america-latina-1980-2014.html).

Precisemos que entre 2011 y 2013 los tres países donde más bajó la pobreza fueron Paraguay, del 49,6% al 40,7%; El Salvador, del 45,3% al 40,9%; y Colombia del 32,9% al 30,7%.

La otra serie de datos se refiere al Índice de Desarrollo Humano, que elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En una nota del 2011 ya me referí al disgusto que había provocado en el gobierno K el informe de aquel año (aquí). Por eso los medios oficialistas hicieron lo posible por silenciarlo; aunque los medios opositores tampoco lo destacaron. El IDH resume los datos sobre esperanza de vida, matriculación escolar e ingreso en un solo indicador compuesto. Se pueden hacer muchas críticas a este índice -que se inspira en la obra de Amartya Sen- pero de todas maneras es preferible a la forma tradicional de medir la pobreza, que solo considera el ingreso. La idea detrás del IDH es tomar en cuenta las condiciones de vida y las capacidades de funcionar (tener educación, salud, etc.) de las personas, dado su ingreso.

Actualizamos los datos con el Informe de 2014. En 2011 Argentina ocupaba el puesto 46; en 2014 el 49. Comparamos la evolución del IDH de Argentina en los 2000 con las décadas de 1980 y 1990; y con respecto al resto de América Latina. Los datos son:

IDH Argentina 1980: 0,665; 1990: 0,694; 2000: 0,753; 2005: 0,758; 2010: 0,799;  2013: 0,808. Promedio de crecimiento anual: 1980-1990: 0,43; 1990-2000: 0,81; 2000-2013: 0,55.

IDH América Latina: 1980: 0,579; 1990: 0,627; 2000: 0,683; 2005: 0,705; 2010: 0,734; 2013: 0,740. Promedio de crecimiento anual: 1980-1990: 0,79; 1990-2000: 0,87; 2000-2013: 0,62 (“Informe sobre Desarrollo Humano 2014”, PNUD, http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr14-report-es.pdf).

Se observa entonces que el promedio anual de mejora, para Argentina, fue superior en los años 1990 que en el período 2000-2013. Pero en 2001-2002 hubo una fuerte caída, debido a la crisis. Por lo tanto dividimos el período. A partir de 2005, año en que se recupera el nivel anterior a la crisis, y hasta 2010, hay un elevado promedio anual de suba: 1,08% (contra un promedio en América Latina también alto, aunque menor: 0,82%). Sin embargo, entre 2010 y 2013 el promedio de Argentina baja al 0,34% (en consonancia con el resto del continente, que tuvo un promedio de 0,27%). Obsérvese que el promedio anual, en Argentina, entre 2005 y 2010 es superior al de los 1990 (0,81%), pero entre 2010 y 2013 es considerablemente inferior.

Algunas conclusiones

Una tesis que subyace a los argumentos que circulan hoy en Argentina a favor del voto “al mal menor”, dice que las mejoras (caída de la pobreza, desarrollo humano, y similares) se deben a las políticas de gobernantes particularmente sensibles a las necesidades de los trabajadores y de las masas populares. O sea, según este enfoque, habría gobiernos que, si bien capitalistas, serían, por naturaleza, concesivos; de ahí las “Gracias” que las masas populares deberían darles. Así, se instala un puente ideológico hacia la conciliación de clases y la subordinación política del trabajo al capital. En el extremo, y siguiendo esta lógica, habría que caracterizar entonces como “progresistas” a los actuales gobiernos de Paraguay o Colombia, donde la pobreza bajó más que en el promedio de América Latina (y siempre se podrá encontrar algún punto de comparación favorable para lo que se quiere favorecer).

Pero la historia del “gracias presidenta” (o presidente) no se sostiene a la luz de los datos presentados. Es que la evolución de los índices de pobreza, u otros indicadores sociales, parece responder a fenómenos mucho más objetivos que lo que pretende la tesis de marras. En primer lugar, porque esa evolución está condicionada por el ciclo económico. Por eso también, los resultados de la lucha de clases deben explicarse en el marco de la dinámica capitalista. Por ejemplo, durante la depresión económica que sufrió Argentina en 2001-2002, la lucha social puso límites a la caída del ingreso –por caso, obligando al gobierno a otorgar subsidios y planes sociales- pero no pudo impedirla, ni menos revertirla. De la misma manera, la mejora de los indicadores en toda América Latina, desde los primeros años 2000, tuvo como base la fase alcista del ciclo (y la mejora de los términos de intercambio para casi todo el subcontinente).

Además, y en una perspectiva de más largo plazo, incide el desarrollo de las fuerzas productivas, variable que se expresa en el “componente histórico y social”, y “moral”, (Marx) del salario. Es que determinados niveles de explotación, que en una época son socialmente “aceptables”, con el desarrollo de las fuerzas productivas pasan a ser cuestionados incluso por la opinión pública burguesa. Y también las necesidades de reproducción de la fuerza de trabajo (por ejemplo, en materia de educación y salud) imponen las reformas. Así, es una necesidad del capital disponer, por caso, de mano de obra con ciertos niveles actualizados de calificación, acordes con los desarrollos tecnológicos. A lo que se agrega la preocupación de los propietarios de los medios de producción, y de los funcionarios del Estado, por aquietar tensiones y protestas sociales. Por eso, las mejoras del IDH en los 1990, en Argentina, no se explican por alguna particular sensibilidad del menemismo hacia las necesidades populares. Y no hay razón para variar este criterio a la hora de juzgar los años 2000 (aunque esto moleste al relato nac & pop que se quiere instalar a toda costa desde el oficialismo y muchos medios académicos).

En definitiva, la explicación en términos de valor de la fuerza de trabajo, y conflicto de clases, ubica la distribución del ingreso en la problemática de la explotación, y no de los agradecimientos de los explotados a los explotadores. Es imprescindible tener un enfoque materialista de las tendencias de largo plazo del capitalismo, a fin de no caer en análisis subjetivos –y por ende arbitrarios- que son la base de las políticas de conciliación de clases.

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Pobreza, desarrollo humano y análisis materialista

Written by rolandoastarita

15/11/2015 a 15:37

23 respuestas

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  1. «el promedio anual de mejora, para Argentina, fue superior en los años 1990 que en el período 2000-2013.»

    Con Menem estábamos mejor

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    Cesar Abalos

    15/11/2015 at 15:49

    • Si desde 2000 a 2013 aumentó el IDH, no se puede decir que en 2013 el IDH era menor que en 1999. Evolución que tiene que ver con la dinámica del sistema capitalista. ¿Puede intentar responder este argumento?
      Comprendo que los datos lo pongan nervioso (por eso, nada mejor que destrozar el INDEC, ¿no?). Pero trate de argumentar algo. Pruebe, a ver si le sale. Tenga en cuenta que esto no es 6,7,8. Hay que usar el cerebro.

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      rolandoastarita

      15/11/2015 at 15:56

    • Creo que este argumento es delicado. Como el IDH es un índice con techo 1, no se si es tan fácil de comparar el crecimiento «bruto» del indice. Por lo demás, ¿el indice de crecimiento que apuntas es en porcentaje anual de cambio del índice?

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      DLM

      16/11/2015 at 10:06

    • Es porcentaje anual de cambio del índice; el informe oficial saca los porcentajes (aunque complementé con cálculos propios).

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      rolandoastarita

      16/11/2015 at 10:44

  2. Rolo, relacionado con esto, que piensas de las paritarias, son realmente mejores para los trabajadores. Si un futuro gobierno las elimina eso seria peor?

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    cecilia

    15/11/2015 at 16:41

    • Sí, claro, es mejor tener paritarias a que se establezcan salarios por decreto. Es elemental, no entiendo por qué esta pregunta.

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      rolandoastarita

      15/11/2015 at 16:44

    • por que varios economistas ligados a macri quieren eliminarlas, creo que es algo positivo como conquista de la clase obrebra

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      cecilia

      15/11/2015 at 17:40

    • No tengo claro hasta qué punto es «conquista». Pero todos se orientan a alguna forma de pacto social con la burocracia sindical (el sciolismo estaría en mejores condiciones), para poner topes a las negociaciones. No suprimir las paritarias. No habría gran diferencia entre el macrismo y el sciolismo, a pesar de que lo que dicen los defensores del «voto útil contra el neoliberalismo fascista» (posición que expresa la pregunta que hace usted). Al respecto, no entiendo por qué los partidarios del modelo nacional y popular no hacen referencia a los casos en que el gobierno K vetó aumentos salariales logrados por los trabajadores en paritarias (ver aquí, por ejemplo). ¿Será porque no les es funcional al discurso?

      De todas maneras, pueden seguir intentando encontrar los «rasgos progresistas de los representantes de la burguesía nacional. Repito el consejo que ya di en esta sección: los PC y ex PC tienen muchos argumentos a mano. No los desperdicien.

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      rolandoastarita

      15/11/2015 at 18:55

  3. hola rolando
    en la nota anterior (me parecio mas conveniente preguntar en esta) planteo que el salario estaba a un nivel inferior que en el año 98 sin embargo en mi experiencia cotidiana y el de la mayoria de mis allegados, todos pertecientes a la clase obrera incluso subocupados, no lo vivimos de tal forma (aunque el ultimo cuatrimestre se complico bastante) . con esto no estoy planteando que nuestras experiencias individuales expliquen fenomenos socioeconomicos. pero mi pregunta es si tal percepcion no se debe a que la productividad en el pais aumento por lo cual bienes que se consideraban de lujo en los 90 hoy son de acceso comun. en terminos de marx seria que aumento la plusvalia relativa, por lo cual incluso una baja nominal de los salarios en terminos de dolar daria un aumento real del salario.

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    gaby

    16/11/2015 at 02:14

    • No sé a qué se puede deber la diferencia de percepción; puede incidir también el hecho de que en el sector privado, en blanco, el salario en 2011 era superior al que había al final del período de Menem (hace poco hacía la comparación entre lo que cobraba yo en la UNQ en 2000, con contrato precario, por dictar dos materias, y lo que cobra una docente con 6 años de antigüedad, también por dos materias, y resulta que era mayor el salario del 2000).

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      rolandoastarita

      16/11/2015 at 10:43

  4. Habría que ver como era ser pobre a finales de los 90 y que es ser pobre hoy, las condiciones de vida de finales de los 90 y los de hoy, la adquisición de bienes de los 90 y las de hoy

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    MTV

    16/11/2015 at 13:16

  5. Aun resulte cierto que un eventual Gobierno de scioli sea sorprendentemente complaciente con las reivindicaciones obreras y populares, ello no justifica tirar al precipicio el trabajo político de preparar una revolución. Macri puede ser más cavernario, eso sólo nos debe llevar a evaluar que, a veces, la derecha mas cavernaria es tan bruta que precipita con sus medidas el estallido de la rebelión popular. No se puede rifar la revolución por unas cuantas migajas de un Gobierno burgués.

    Bajo condiciones favorables o desfavorables la tarea central es preparar la revolución. Solamente se justifica la apoyo con un sector de la burguesía en caso de amenaza de exterminio de otro sector mas peligroso de la burguesía o ante la posibilidad de utilizarlo en favor de la revolución.

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    amauta

    17/11/2015 at 19:13

    • Lo que usted dice no tiene sentido absoluto y refleja su desconocimiento de la lucha popular revolucionaria. Insinuar que un gobierno de Macri precipitarìa la revolución por la rudeza de sus medidas antipopulares demuestra una irresponsabilidad política de su parte como pensador/militante de izquierda. No tiene la menor idea de el daño que causa al movimiento obrero semejante argumento. La lucha obrera se da en un contexto de riqueza social creciente. Cuando hay hambre y falta pan,,, vienen los tipos como Stalin,, no vienen los Lenin.

      Al igual que a Astarita, le pido que recapacite.

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      Sebastian

      18/11/2015 at 00:05

  6. «Por eso también, los resultados de la lucha de clases deben explicarse en el marco de la dinámica capitalista. Por ejemplo, durante la depresión económica que sufrió Argentina en 2001-2002, la lucha social puso límites a la caída del ingreso –por caso, obligando al gobierno a otorgar subsidios y planes sociales-»

    Esta frase es un disparate. La «lucha social» puso lìmites a la caída del ingreso? què lucha social? Fue la época menos combativa y màs vergonzosa de los sectores populares en la historia. El golpe de mercado propinado a de la rua por el lumpen peronista y el FMI para forzar la devaluación fue una clara política imperialista, coordinada a nivel regional por EEUU para garantizar el pago de la deuda externa de todos los países latinoamericanos.

    Nadie dijo acà que hay que darle gracias al kirchnerismo.. eso es una vulgar chicana de Astarita. Se trata de evitar que gane la voz de la alta burguesìa internacional, cuyos planes para la clase obrera argentina son nefastos. Hoy, como están las cosas, no queda otra que apoyar al gobierno. Si Scioli llegara a ganar, la izquierda deberá reanudar la lucha como siempre. Votar en blanco y dejar que Macri gane es un suicidio para la clase obrero.

    Recapacite Astarita.. se lo pide la izquierda argentina.

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    Sebastian

    17/11/2015 at 23:58

    • En 2002 tuve que polemizar con gran parte de la izquierda que decía que a De la Rúa lo había tumbado una insurrección obrera, o poco menos. No sé qué escribió usted por aquella época, pero puedo asegurar que me tuve que enfrentar a casi toda la izquierda (aunque nadie por entonces me pidió, en nombre de esa izquierda, que recapacitara; hay pedidos que suenan excesivos). En cualquier caso, pienso que habría que evitar caer en el extremo opuesto, decir que no pasó nada. Diciembre de 2001 estuvo atravesado por un extendido descontento, que culmina en las manifestaciones del 19 y 20 de diciembre, y luego la irrupción de las asambleas barriales. No cambió la correlación de fuerzas entre las clases sociales -fue uno de mis puntos de polémica con la izquierda- pero la clase dominante de conjunto se vio en la necesidad de dar concesiones. Incluso el FMI pidió al gobierno de Duhalde dar algún alivio para descomprimir.

      En cuanto a las causas del colapso de la convertibilidad, es muy superficial reducirlo a «golpe del lumpen peronismo + FMI». Lo he explicado en otros textos. Tiene que ver con el tipo de cambio, desarrollo de las fuerzas productivas (productividad) y crisis del sector externo.
      Por otra parte, no sé en qué mundo vive usted, pero el «Gracias Cristina» es una constante en la propaganda-agitación de los partidarios del gobierno K, y del propio aparato estatal.

      A todo esto, ¿en qué se diferencia una política de atraso cambiario para frenar la inflación, alto déficit fiscal altas tasas de interés y masivo endeudamiento del Banco Central (Lebac, Bonac, ventas de futuros) para gran negocio de los bancos, fondos de inversión y grandes empresas, de las políticas típicas de cualquier gobierno de la típica derecha? Por supuesto, de eso no se habla. Un silencio propio de la vulgata nacionalista burguesa.

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      rolandoastarita

      18/11/2015 at 09:34

    • «enfrentemos a la alta burguesia internacional (con horribles planes de ajuste para los trabajadores) apoyando a la alta burguesia nacional (que seguro vienen con planes de leche y miel para los laburantes)»

      Y encima habla en nombre de «la izquierda». Que gracioso.

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      Sergio

      18/11/2015 at 12:48

  7. Que ventajas reales y concretas lograron las fuerzas revoluciónarias del gobierno K? Se puede decir que la clase trabajadora logró avances importantes en su conciencia revoluciónaria bajo el régimen K? Todo lo contrario. La efervescencia del 2001 – 2002 se perdió. Porqué tendría que ser diferente con Scioli? Espero razones. No me vengan con industrialización, prostitutas y homosexuales.

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    amauta

    17/11/2015 at 23:59

  8. Amigo Sebastián, es impresionante la lógica que Ud. Aplica.

    «La lucha obrera se da en un contexto de riqueza social creciente.»

    ¿Insinúa Ud. que una revolución sólo es posible en un contexto de riqueza social creciente? ¿podría dar ejemplos?

    «Insinuar que un gobierno de Macri precipitarìa la revolución por la rudeza de sus medidas antipopulares»

    Jamás he planteado que sea una táctica valida que los comunistas promuevan gobiernos dictatoriales burgueses para que precipiten la revolución. Eso sería un absurdo. Sólo hago recuerdo que la historia esta llena episodios donde medidas represivas de gobiernos dictatoriales ha provocado sublevaciones populares.

    ¿Como imagina Ud. una revolución en Argentina? Tengo especial curiosidad por saberlo.

    Le puedo asegurar que si se produce una revolución en la Argentina en las condiciones actuales … van a venir tipos como Astarita.

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    Amauta

    18/11/2015 at 13:02

  9. Hola Rolando, ¿podrías pasarme links con estadísticas sobre desigualdad a nivel mundial en lapsos de tiempo amplios?
    Te mando un cordial saludo.

    (Hago extensivo el comentario al resto de los lectores. Muchas gracias desde ya.)

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    Eduardo Cabrera

    27/07/2016 at 22:48

  10. Rolo, qué opinión tenés acerca del índice de pobreza que publicó hoy de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en particular qué te parece que no se considere el pago de alquileres o hipotecas en la canasta básica total…Según un artículo del Cronista Comercial el año pasado sólo la mitad de la población de la ciudad era propietaria de una vivienda…Me interesa saber si consideras relevante incluir este costo en la canasta o si sabés como es la medición en otros países.

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    Juan

    21/01/2019 at 20:42

    • Desde hace mucho pienso que el costo del alquiler debería incorporarse en el cálculo de la canasta básica. No conozco cómo es la medición en otros países en los que se mide la pobreza de acuerdo a la determinación de una canasta (en Alemania, por ejemplo, el método de medición es distinto).

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      rolandoastarita

      22/01/2019 at 14:46

  11. Rolando
    Argentina y otros paises del mismo nivel de desarrollo, no podrán lograr en las próximas décadas el nivel de los paises mas desarrollados? cuales son las razones?
    1. llegaron «tarde» al desarrollo por lo tanto productividad rezagada en general 2. mercados internos chicos? 3.lejos de los centros de consumo 4. debido a la historia rentistica de su economia desarrollaron una industria poco coordinada desarrollada 5.una clase trabajadora mas fuerte?

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    matias

    16/03/2022 at 17:19


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