Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Del Caño y un análisis equivocado

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“El kirchnerismo, con un candidato derechista, le abrió el camino a Macri”. “El kirchnerismo eligió a un candidato derechista, hijo político del menemismo que hace pocos días anunció un gabinete (con Sergio Berni o Alejandro Granados, entre otros) que tranquilamente podría ser nombrado por Mauricio Macri. Frente a esto no sabemos por qué muchos kirchneristas se sorprenden de los resultados que está logrando el PRO”. Son declaraciones de Del Caño -en Izquierda Diario http://www.laizquierdadiario.com/– adelantando un primer análisis de los resultados de la elección de ayer.

La declaración es significativa porque atañe a la caracterización de las tendencias de clase que están detrás de los dos candidatos que se enfrentarán en el ballotage. El diagnóstico de Del Caño está en consonancia con la caracterización más general que hace el PTS –pero también otras fuerzas de la izquierda- del kirchnerismo. La idea básica es que este sería un movimiento reformista burgués, inconsecuente y timorato para enfrentar “a la derecha, los grupos económicos y el imperialismo”, y que por lo tanto habría “claudicado” frente a estos enemigos. En el mismo sentido, se sostiene que el kirchnerismo reflejó “el ascenso de las luchas populares contra el neoliberalismo y la ruptura del 2001” (declaraciones de Bregman en la TV). Por eso, llegados al poder, los gobiernos kirchneristas aprovecharon los mayores márgenes de maniobra frente al imperialismo –posibilitados, en primer lugar, por la suba del precio de la soja- para conceder algunas mejoras a una clase obrera combativa y a los sectores más empobrecidos. Sin embargo, no rompieron con la dominación imperialista, y mantuvieron los numerosos compromisos contraídos por los gobiernos anteriores con el gran capital. De ahí el techo para la mejora de las condiciones de vida de la clase obrera y los sectores populares, y la acumulación de desequilibrios que se hacen insostenibles.

Por eso, siempre desde este enfoque, se afirma que “las pretensiones reformistas del proyecto kirchnerista se dieron sobre la base de asegurar todos los ‘derechos’ del capital transnacional”. En consecuencia, las soluciones a los problemas de las masas pasarían por romper “con la expoliación imperialista”, controlando sus empresas; acabar “con el dictado de los centros financieros y la banca internacional” y con el poder del “agropower”, y “cuestionar las reglas del juego de la economía capitalista semicolonial”. Y frente a las “claudicaciones” K, lo que se necesita es «no cruzarse de brazos” ante “la descarada desinversión de las grandes empresas, así como ante sus maniobras con el abastecimiento y los precios” (véase La economía argentina en su laberinto. Lo que dejan doce años de kirchnerismo, de Esteban Mercatante, Buenos Aires, 2015, IPS. Mercatante es economista y militante del PTS). Puede advertirse que las declaraciones de Del Caño se encuadran en estos análisis.

Mi análisis es muy diferente. Sostengo que la candidatura de Scioli y su programa no son el producto de alguna “inconsecuencia frente a la derecha”, sino la expresión política de las exigencias del capital, en un contexto de crecientes dificultades económicas del capitalismo argentino (véase aquí). Cuestión que también ponen en evidencia los pagos al CIADI o al Club de París, la admisión de que se debe negociar con los holdouts, los acuerdos con Chevron y Shell, la vía libre que se dio a las grandes mineras, el trato “amable” con Monsanto, la colocación de deuda a tasas usurarias y el “reviente” de reservas del Banco Central que está llevando adelante el gobierno K. No se puede decir que si todo esto lo hace Macri, lo hace porque “es un neoliberal de derecha”, pero si lo hace el kirchnerismo se debe a que “es vacilante y timorato”. Ni hay lugar para sostener que el segundo, por algún error de cálculo, “le abrió el camino a la derecha”. Aquí no hubo error de cálculo, sino convergencia de propuestas burguesas. La forma en que se dividieron los votos entre estas propuestas es una cuestión importante, pero de menor relevancia (y lo más significativo es que el 95% de la población votó a candidatos de la burguesía; ver aquí). Por eso también, hay que decir que los intelectuales K que votaron a Scioli “con la cara larga” no estuvieron confundidos: eran perfectamente conscientes de lo que estaban votando.

En definitiva, análisis como los de Del Caño llevan agua al molino de la confusión, o alimentan la idea de que, de alguna manera, el kirchnerismo es progresivo (¿no sería presionable para que supere sus “vacilaciones”?) en relación al macrismo. La realidad es que el programa de Scioli –el que adelantaron en declaraciones Urtubey, Beim, Blejer- es la herencia lógica del kirchnerismo, y no el resultado de gente “timorata” o «inconsecuente» frente a los poderes establecidos. Es el programa que deriva del “mandato de los inversores”, que es el mismo que se expresó en las propuestas de Macri y de Massa. Un programa que no abrió ninguna puerta nueva, porque esa puerta ya estaba abierta en la orientación de los principales candidatos.

Es por esta razón que ante el ballotage la posición de los socialistas es el voto en blanco (o alguna variante, como el voto nulo). La base teórica y política para una línea de independencia de clase es una correcta caracterización de los intereses de clase que expresan los candidatos.

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Del Caño y un análisis equivocado

Written by rolandoastarita

26/10/2015 a 10:06

70 respuestas

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  1. Sr Astarita, una pregunta: sobre el avance de la derecha macrista…¿tiene alguna autocrítica y/o critica hacia los sectores de izquierda que tanto criticaron a los k hasta el hartazgo, y no así al macrismo? La no interpelación a la propuesta de cambiemos que se viene sucediendo hace muchos años, no cree que tuvo influencia en los indecisos a la hora del voto?

    atte. saludos

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    Rabotkin_sigloXXI

    26/10/2015 at 12:03

    • Primero, los que deberían responder a la pregunta sobre la actitud de los partidos de izquierda ante Macri deberían ser esos partidos. De todas maneras, es un hecho que estos partidos hicieron eje denunciar un ajuste que sería implementado tanto por Macri, por Massa o Scioli. De la misma manera, los candidatos de la izquierda en CABA, criticaron permanentemente a Macri y la gestión en la ciudad. ¿Por qué dice que no criticaron a Macri?
      Segundo, en este blog hay muchísimas notas de crítica al capital y el mercado. Puede encontrar extensas polémicas con los defensores de la lógica del mercado y del capital. ¿De qué me tengo que autocriticar?

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      rolandoastarita

      26/10/2015 at 12:30

  2. Coincido con el planteo de la convergencia de propuestas burguesas. Pero, entiendo que en los próximos 4 años, será más intenso de lo que fue hasta ahora el ajuste para reimpulsar la acumulación de capital en el país. Si ese ajuste lo lleva adelante el PRO, se reafirmará la idea de que el FPV fue un gobierno popular, y que el PRO lleva adelante el ajuste porque es neoliberal. Es decir, el programa de Scioli «es la herencia lógica del kirchnerismo», pero esa lógica permanecerá oculta si el presidente triunfante del ballotage es Macri. Aunque este razonamiento no es acerca de lo fundamental, es decir, acerca de las tendencias que se desarrollan en el capitalismo argentino, pienso que el peronismo (con toda su perorata de nacionalismo, alianza de clases, progresismo y heteredoxia económica) puede salir en cierto modo fortalecido de un triunfo del PRO al no tener que hacerse cargo de esa herencia lógica.

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    Gus

    26/10/2015 at 12:13

    • Nah!
      Si gana Scioli ajustará y entonces será un traidor al «espíritu» del kirchnerismo. El que quiere creer cree…

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      Gerardo Daniel

      26/10/2015 at 12:39

    • Pienso lo mismo, se van a oponer a un posible gobierno macrista con todas sus fuerzas para levantar sus burguesas banderas de conciliación de clases dentro de cuatro años. Y así, vuelta a empezar.

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      Santiago

      26/10/2015 at 12:51

    • Yo me pregunté varias veces qué hubiera pasado si no hubieran derrocado a Perón en el 55 y él mismo se encargaba del ajuste (y de la represión) a la escala en que lo hicieron los -otros- milicos.

      Pero en este caso, me acerco a lo que dice Gerardo Daniel. Estos 12 años me han abierto los ojos acerca de la capacidad humana de autoengaño. También me ha servido para ver que el doble-pensar no es solo un concepto de ciencia ficción que se le ocurrió a Orwell: existe.

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      Danilo Castelli

      26/10/2015 at 17:31

  3. “Oid el ruido de rotas cadenas”. Se acabaron las cadenas a repetición. ¡Qué alivio!

    Aparte de eso, nada.

    Como dice el refrán: Entre bueyes no hay cornadas.

    En todo caso, un poco de gatopardismo: «Si queremos que todo siga como está, necesitamos que algo cambie»

    “Cambalache” de Enrique Santos Discéplo y “Los Piratas” de Nacha Guevara (http://letras.com/nacha-guevara/1095825/ ) seguirán siendo las referencias. Quizás con un poco más de discreción y a un ritmo menos desaforado.

    Mientras tanto el Frente de Izquierda se declara satisfecho porque sacó unos 800.000 votos (algo más del 3% de los votantes) y obtuvo UN diputado nacional y UN legislador provincial.

    Ese conglomerado variopinto que se autodenomina izquierda no sólo tiene resultados escuálidos en las elecciones sino, lo más importante, no logra hacer pie en las clases populares y, desde hace 70 años -en sus diferentes y sucesivas variantes- tampoco logró quebrar el mito creado por Perón, que se hizo pasar por revolucionario y líder de los trabajadores y fue un fiel servidor del capitalismo. Perón le sirvió en bandeja a los «señores capitalistas» (como él decía) el movimiento obrero organizado, al que, a fuerza de represión contra los trabajadores combativos y prebendas e impunidad para los dirigentes inescrupulosos lo sometió a la férula de una burocracia mafiosa que dura hasta hoy.

    Si , como es probable, gana Macri las cosas estarán más claras: del Estado K , corrupto, mafioso, vendido al gran capital local y transnacional, heredero del menenato y beneficiario político esperpéntico del mito Perón, se pasará al Estado burgués más tradicional, conservador y dependiente.

    Si gana Scioli, el Estado K se desmembrará en parte y la crisis económica, política y social continuará profundizándose.

    Cualquiera sea el ganador, se abrirá otra oportunidad para crear una verdadera y sólida alternativa de izquierda. Que se volverá a perder si no se comienza por barrer telarañas ideológicas sectarias, oportunistas y reformistas y muchos otros lastres (entre ellos la falta de humildad intelectual para escuchar a la gente) en lo que hemos llamado el conglomerado variopinto de la izquierda.

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    Teitelbaum

    26/10/2015 at 12:51

  4. Rolando, ¿ves alguna diferencia en que el próximo gobierno sea del macrismo o de Scioli?

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    Eduardo

    26/10/2015 at 14:38

  5. Todavía estamos preguntándonos los votantes de izquierda cuál es la propuesta y alternativa que propone Astarita. Todo es negativo según él, Scioli, la izquierda, las nacionalizaciones, el anti-imperialismo, el sindicalismo, las cooperativas…. qué queda? La lucha obrera? qué significa eso? quiénes son «los obreros» y qué está haciendo ahora Astarita para organizarlos? Todo queda en la nada.

    Esto ya me cansa, parece crítica por la crítica misma. No veo discusión teórico práctica en los escritos de Astarita sino lamento y resignación.

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    Ezequiel

    26/10/2015 at 14:51

    • «Esto ya me cansa, parece crítica por la crítica misma». Tiene razón, no es cuestión de cansarse con tanta crítica. Por eso le recomiendo, en primer lugar, evitar la obra de Marx (¿vio la cantidad de textos que llevan títulos del tipo «Crítica de la Economía Política» o «Crítica de la Filosofía del derecho de Hegel»?. Indudablemente, un tipo «mala onda»).

      En segundo término, puede visitar cosas más amables que este odioso blog, en donde se trata tan mal al capital, a sus defensores, a los estatistas, a los stalinos o al utopismo reformista. Por ejemplo, está «Robertito», de C5N, un personaje adorable (¿vio que CK lo considera un modelo de periodista?).

      Pero también puede seguir con Página 12 y la prensa oficialista, donde Argentina es también todo «buena onda». ¿Qué es eso de andar criticando al gobierno progresista buen sanmaritano? Y seguir con prensa chavista, para convencerse de que, después de todo, la agenda del socialismo ha sido rehabilitada de manera espléndida. Y para terminar, alguna buena dosis de economía «a lo Syriza», de manera de ponerse contento con las extraordinarias perspectivas de esa otra variante del socialismo que enfrenta la vida «con fe, con esperanza, con visión de futuro». O también puede ir de postre algún trotskista explicando cómo hay que establecer el control obrero sobre el Estado capitalista (¿puede concebirse algo más bonito?).

      En definitiva, hay muchos sitios en los que hay mucha «discusión teórico práctica» que va a estar a su nivel. Repito, esto no es para usted. Por favor, no se nos canse más. La propuesta crítica del marxismo es demasiado para algunos. Como decía Hegel, la medida de cada espíritu la da aquello en que se satisface.

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      rolandoastarita

      26/10/2015 at 15:08

  6. Buen y sintético análisis, Rolando. Muchas veces percibo que los que critican posiciones anticapitalistas claras, como la suya, ni siquiera comprenden los análisis que se hacen. Le admiro la paciencia para responder necedades. Saludos.

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    Diego

    26/10/2015 at 15:35

  7. Las declaraciones de Del Caño no son relámpago en cielo despejado. Son el producto destilado de una concepción falsa sobre la naturaleza del Kirchnerismo y de sus diferencias reales con otros proyectos burgueses que, con diferencia de matices, hubieran transitado por los mismos carriles.
    Esta concepción es compartida por todo el arco del FIT, no solo el PTS al que, por su particular énfasis, algunos graciosos ya han bautizado como PTK.
    Es el producto de postular que el 2001 dio lugar a una revolución inconclusa usurpada por líderes burgueses ‘progresistas’ cuyas banderas caídas es preciso retomar y profundizar. Ya en la década del ochenta, el ya extinto Movimiento al socialismo proclamaba a los cuatro vientos que: ‘Las banderas caídas del peronismo hoy las levanta el MAS’. Ha pasado tiempo desde aquello, pero, por lo visto, todo sigue igual.
    Si Scioli es ‘de derecha’ un kirchnerista puro hubiera sido de izquierda? Puif.
    Si los tres candidatos presidenciables eran ‘Los jinetes del ajuste’, entonces que sentido tiene hablar de derechas e izquierdas.
    Tengo entendido que el FIT llama votar en blanco en el ballotage. Si en vez de Scioli hubiera estado Randazzo, capaz que la pensaban dos veces.

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    AP

    26/10/2015 at 16:14

  8. A esta altura no me queda claro si esos análisis que hace el FIT (en este caso el PTS) es porque realmente piensan así o es porque, en coherencia con la política transicional, apuntan a que el electorado K rompa con el FPV y por lo tanto de ahí que hablen en el lenguaje anti-imperialista y anti-monopolio y continúen usando las categorías de izquierda/derecha en vez de hablar en lenguaje marxista y usar las categorías de clase social.

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    Danilo Castelli

    26/10/2015 at 16:14

  9. Por cierto, hay un nivel de irracionalidad altísima en el debate sobre el balotage. En estos casos son dos candidatos que han gobernado distritos importantes del país por 8 años, y para compararlos únicamente se trae a colación lo que dijeron alguna vez en un reportaje o en un discurso, lo que -se supone que- piensan, las alianzas que tienen. No se citan los hechos. Por eso estaría bueno un análisis comparativo del gobierno de Macri en CABA y el gobierno de Scioli en Provincia de BA.

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    Danilo Castelli

    26/10/2015 at 16:17

  10. Sr. Astarita. Cuando critica el trotskismo, ¿critica el trotskismo argentino, el de la IV Internacional, el del propio Trotsky? Un saludo

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    Venancio Andreu Baldó

    26/10/2015 at 16:36

  11. Repito la pregunta, porque me temo que no se registró. Cuando critica al trotskismo, Sr. Astarita, ¿qué trotskismo critica?: ¿el argentino en alguna de sus variantes, el de la IV, el del propio Trotsky, todos ellos? Un saludo y gracias.

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    Venancio Andreu Baldó

    26/10/2015 at 16:39

    • A veces tardo en responder porque estoy en el trabajo.
      Pienso que al margen de problemas particulares de los grupos trotskistas en Argentina, de conjunto la orientación de Trotsky (sintetizada en el Programa de Transición) está equivocada. Hice la crítica al PT ya hace años. También considero que su teoría de la revolución permanente tiene problemas, pero sobre esto escribí solo parcialmente.

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      rolandoastarita

      26/10/2015 at 19:21

  12. Rolo, AP, Danilo, insisto con la pregunta, se habla de «matices», pero, ¿hay alguna diferencia en que el próximo gobierno sea del macrismo o del K-Sciolismo? De la respuesta correcta a esa pregunta se deriva si es correcto o no votar en blanco? Yo no lo tengo claro, y como yo debe haber unos cuantos. Entiendo desde el vamos en que los tres son «los jinetes del ajuste», pero… van en partidos separados, ¿es simplemente una estrategia maquiavélica o representan a distintos sectores y sus gobiernos tendrían consecuencias distintas? ¿Sus matices no dan para indagar en su profundidad siendo preferible el «igualarlos» (por cuestiones «políticas)?
    Agradeceré sus opiniones.

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    Eduardo

    26/10/2015 at 17:03

    • Presenté argumentos sobre esta cuestión aquí. No veo que haya razones para cambiar la posición.

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      rolandoastarita

      26/10/2015 at 19:26

    • Mi balance es que los matices de diferencia entre ambos no son suficientes para justificar votar a uno de ellos. Entonces si eso no se justifica, la posición correcta es el voto en blanco/nulo/etc.

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      Danilo Castelli

      29/10/2015 at 12:18

  13. Rolando, buenas tardes. ¿Podría decirse que esta caracterización del kirchnerismo del FIT les sirve como premisa para intentar llevar a cabo el entrismo trotskista? Al caracterizar al kirchnerismo como un gobierno burgués progresista que con sus contradicciones aprovechó el ciclo económico para «enfrentar al imperialismo», la solución que quedaría es mostrar y forzar las contradicciones de éste para ganar el apoyo de toda esta masa.
    Saludos.

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    Agus Vandam

    26/10/2015 at 18:09

    • En principio argumentos de este tipo podrían haberse utilizado para justificar tácticas entristas. En la nota que hice hace un tiempo sobre la política del entrismo recomendada por Trotsky, critiqué este tipo de caracterizaciones. De todas maneras, no conozco grupos trotskistas que hayan intentado hacer entrismo en el kirchnerismo. O, mejor dicho, alguien me comentó una vez que había un grupo que lo estaba intentando, pero no tuve más noticias sobre el asunto.

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      rolandoastarita

      26/10/2015 at 19:30

  14. Rolando, ¿Cómo está? Quería consultarte si no notas ciertas distancia entre la categoría trabajador utilizada por el todo el arco del FIT y la identificación/representación que pueden tener los trabajadores argentinos con ese concepto? Es decir, si uno ve los resultados electorales, puede imaginar que en el imaginario colectivo de trabajadores seduce aún más un tipo de discurso más específico, que el concepto trabajador de forma general.

    Lo que expreso no es manera de desechar el concepto trabajador ni mucho menos, sino que al nivel de la conciencia de clase actual, los trabajadores se identifican con una línea discursiva que no utiliza el Frente de Izquierda.

    ¿Es posible sumar luchadores en el ámbito de los profesionales, monotributistas (para caracterizar un colectivo) y trabajadores de clase media? ¿De qué modo?

    Desde ya muchas gracias,
    Saludos.

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    Juan Fernandez

    26/10/2015 at 20:46

  15. Me tomo la licencia de contestar a vuelo de pluma la pregunta que formuló Eduardo.
    En principio, no veo razón para votar algún candidato en el ballotage. Un proletario no debe votar por candidatos o alianzas burguesas, mucho menos en una ‘segunda vuelta’ en que la suerte de la clase obrera está echada con independencia de como caiga la taba.
    Lo que ha tratado de explicar Astarita, argumento que suscribo en toda la línea, es que el ejercicio del poder político es hoy más que nunca una expresión de la ‘lógica del capital’ y sus intereses específicos al no existir grandes enfrentamientos entre fracciones burguesas contrapuestas.
    La unidad en torno al ‘ajuste’ lo está expresando claramente y la interconvertibilidad de los candidatos lo manifiesta. Incluso cuando un escenario de fuerte conflicto interburgués se ha dado en la historia, habría que discutir si era correcto algún tipo de alineamiento por temporario y condicional que este fuera.
    Diferencias entre modos de gestión de la ofensiva contra el trabajo siempre las habrá, pero en el caso bajo análisis son insustanciales.
    Utilizando un lenguaje caro a la izquierda vernácula, lo que hay son variables dentro de la ‘derecha’ de la cual el kirchnerismo, bajo toda la parafernalia mediática, la ristra de ataques autoinflingidos y el pasado inventado para la ocasión, es conspicua parte orgánica. Una metamorfosis del peronismo, en su eterno recrearse frente a las necesidades del capital, venal, autoritaria, antiobrera, represiva y cobarde en línea con su tradición destinada a remachar la conciliación de clases en el ideario del proletariado.
    Cualquier candidato solo habrá de continuar el legado, propiciando fabulosos negociados, desfondando las arcas del estado, rellenado la plantilla de parásitos propios en lo que históricamente se a dado en llamar ‘El saqueo de cargos’ en la política Argentina, pero por sobre todas las cosas, garantizando la mayor explotación aplicable a los trabajadores, de la cual la línea ascendente en las ganancias es especular imagen invertida.
    El mantenimiento del clientelismo político seguirá viento en popa. Los subsidios a empresas inviables a lo sumo sufrirán un redimensionamiento acorde con los nuevos tiempos de crisis y los nuevos y viejos amigos del poder.
    El asistencialismo como forma de contener en la supervivencia mínima a una legión de desposeídos, potencialmente peligrosos, persistirá e incluso puede ampliarse en línea con la orientación de una ‘renta universal’ que trate las peores pústulas del sistema sin sanar jamás la llaga de la indigencia y la pobreza de la cual necesitan para alimentar el mecanismo de perpetuación política asentado en la mecánica de ‘un pobre un cliente’ ‘un cliente, un voto’. Es la ‘alianza’ entre los que más y los que menos tienen, que en su hora ensayó Menem, al cual, solo por tacto electoralista no le elevan un monumento más grande que el de La Rioja.
    En fin, que le puedo decir Eduardo. Hay solo ‘cambio’ en la continuidad, tanto con Macri como con Scioli. Muy bien lo arrojó en espectacular lapsus, la recientemente electa a la gobernación María Eugenia Vidal: Cambiemos futuro por pasado. No se le quita ni una coma.

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    AP

    26/10/2015 at 22:02

  16. Agus Vandam. Hasta donde llega mi conocimiento, el único grupo trotskista que planteó abiertamente el apoyo crítico al Kirchnerismo e incluso llamó a votar por Cristina (en una ‘táctica’ idéntica a la aplicada en Venezuela) es la sección argentina de la CMI ex grupo Militant. No se si esto se conectaba con ‘entrismo’ pero no es de extrañar dados los antecedentes de esta corriente.

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    AP

    26/10/2015 at 22:11

    • AP: El POR Posadista también apoya al kirchnerismo, al punto que una vez vi un ejemplar que decía que pagar la deuda externa era revolucionario porque así se dejaba en evidencia, dado los costos que ello implica, la voracidad del imperialismo. Una línea del tipo de pedirle a la mujer golpeada que se suicide para dejar en evidencia la violencia de su marido y del machismo.

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      Lucas

      27/10/2015 at 11:59

    • Acá la cita: «Por eso consideramos REVOLUCIONARIO PAGAR UNA ESPUREA DEUDA EXTERNA DEL PAÍS, porque ésta se transforma en una herramienta, que más allá de ser por ahora forzadamente inevitable de pagar dentro del sistema capitalista y sus relaciones mundiales tanto como que no es igual a reconocerla como legítima. Entonces ésta acción más allá del sacrificio que impone a la sociedad y que por naturaleza todos rechazamos y repudiamos, se transforma en una denuncia objetiva y concreta de las relaciones del sistema capitalista.»
      http://cuartainternacionalposadista.org/?p=941

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      Lucas

      27/10/2015 at 12:02

  17. Realmente duele la deslucida actuación de los intereses obrero-populares (izquierda) en estas elecciones burguesas (farsa electoral para el pueblo). ¿El pueblo explotado podría haberle sacado mejor provecho a estas elecciones burguesas?. Por su puesto que sí. Para ello es necesario que los explotados comiencen a tomas protagonismo a partir de sus bases naturales, deshaciéndose de un liderazgo político pequeño burgués que demuestra, una vez más, su fracaso. ¿Terminó la era Altamira? ¿Comienza la era Del Caño? Mi propuesta es que se de inicio a una nueva etapa donde el protagonismo lo ejerzan los trabajadores organizados.

    ¡El pueblo se ha derechizado! Gritan algunos para esconder su fracaso. Lo que sucede es que el pueblo no es tonto. Se da cuenta que todo el espectro político de la oposición a la política oficial no ha podido cumplir con un requisito mínimo que es la unidad. Peor aún, dicho espectro político ha dado muestras claras que su dinámica interna es incompatible con algo que se parezca a la unidad.

    Lo que los viejos lideres opositores no pudieron tendrán que hacerlo las nuevas generaciones de trabajadores organizados. Las cosas no puede seguir así. La oposición política, en sus vertientes revolucionarias, progresistas, democráticas,etc. tienen que dar un salto dialéctico y lograr la ansiada unidad, que para los lideres tradicionales es tan sólo una figura lírica.

    Esto sólo será posible en la medida en que pueda lograrse una propuesta política que surja del movimiento obrero popular organizado, alternativo al programa oficialista neoliberal y dependiente de las clases dominantes. En la elaboración de esta propuesta intelectuales como Astarita podrían jugar un rol importante. En concreto, estamos hablando de la realización del congreso económico del pueblo y los trabajadores argentinos.

    Lo demás cae por su propio peso. Establecida la propuesta habrá que pelear por ella, incluso dentro de su propio juego electoral. Lo que lleva a la necesidad de las primarias del pueblo, absolutamente abiertas para todo lo que sea pueblo. Lo más probable es que todo esto no se a del agrado de los lideres opositores tradicionales, atrapados en sus rivalidades, ambiciones e intereses creados. Seguramente percibirán que perderían el protagonismo al que siempre han estado acostumbrados. Si no fuera así ya lo hubieran hecho.

    Llamamos a las nuevas generaciones de trabajadores y jóvenes a pelear en sus bases (incluida las bases partidarias) por una autentica (y sin reservas sectarias) unidad del pueblo argentino.

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    Amauta

    27/10/2015 at 05:31

  18. Alejandro

    27/10/2015 at 11:29

    • Aparentemente su referente intelectual es Diego Pares:

      https://drive.google.com/open?id=0B5XUqViiGghhQ0lDa0VHS21QUFE

      Triste

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      Gerardo Daniel

      27/10/2015 at 16:28

    • A pesar de que el argumento de este señor Alejandro es de una imbecilidad supina, tiene un contenido siniestro: viene a decir que todo aquel que no acepte votar a algunos de los dos partidos de la burguesía que se presentan es, «objetivamente», un nazi. En otros términos, una corriente socialista no puede expresar su posición independiente de la burguesía porque a alguien se le ocurre tachar de «nazi» a todo aquel que no se someta al régimen impuesto por los propietarios del capital. Por lo demás, es un argumento demostrativo de la bajeza intelectual con que argumentan algunos.

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      rolandoastarita

      27/10/2015 at 19:58

  19. Es claro que es el voto en blanco la única opción. Pero hay que militarlo, tienen que ser superior al voto del FIT, es necesario desde lo limitado que resulta el voto, deslegitimar todo lo posible a cualquiera de los dos candidatos.

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    Lucas

    27/10/2015 at 11:59

  20. Excelente nota profesor debería realizar un análisis sobre el gobierno de Mandela y el de Illia que me dijeron que fue muy progresista

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    EMMA

    27/10/2015 at 12:22

  21. Lucas, interesante el dato sobre el POR Posadista.. Parece que estos muchachos pasaron de la demencia a la ‘cordura’ contante y sonante. No alcancé a leer todo el documento. Estaba por comer. Quien es el que firma? Es hijo o pariente de Posadas? Si es así, se armó un buen boliche trostko-K. Saludos.

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    AP

    27/10/2015 at 14:14

  22. Solo como variante de lo planteado no sería lo más educativo para la clase proponer el voto programático.

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    Guillermo

    27/10/2015 at 19:08

  23. Disculpá Rolando. lo que usualmente se conoce como ‘voto programático’ es la concurrencia a un comicio para ‘votar’ introduciendo en el sobre una proclama revolucionaria, sea un volante o una simple inscripción de repudio, en este caso a ambos candidatos patronales y por la revolución socialista. A efectos de recuento es obviamente, un voto impugnado o anulado. A diferencia de lo que suele enseñarse, no opera a favor del candidato más votado. Para los que les preocupan potenciales consecuencias de no concurrir a votar, por la razón que fuere, ser empleado público o genéricamente ‘tener el sellito en la libreta’ por trámites, podría ser una mejor opción.

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    AP

    27/10/2015 at 21:37

  24. Rolando, hurgando por diferentes lugares, encontré compañeros que planten la opción de en lugar de voto en blanco, hacer un llamado a no ir a votar. Como media de denuncia a las elecciones burguesas y como un «yo te avise» antes de la vuelta de la consigna «Que se vayan todos».
    Lo propongo como disparador de un debate.
    Habria que ver, hasta que punto no es contraproducente a dos días de llamar a votar por algo, que se diga que el no hay que votar por nada denunciando las elecciones burguesas. Osea nose si las masas lo entenderían.

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    kazachock

    28/10/2015 at 00:21

  25. Hay una dimensión que se está dejando de lado. Siempre se tiende a «individualizar» mucho la cuestión sobre las características de ambos candidatos, similares. Sobre lo que harán, similar también. Pero cabe preguntarse más bien en un terreno táctico o político a futuro qué es más conveniente. Acá, Macri y Scioli no son lo mismo por más que sean iguales. Porque uno es el candidato del «proyecto» político que ha gobernado los últimos doce años, del kirchnerismo/peronismo, bajando una línea clásica de conciliación de clase bonapartista y disputando con la izquierda en distintos ámbitos. En mi opinión un gobierno de Macri les va a permitir lavarse la cara y las manos a los que han llevado hasta aquí las cosas (ya lo están haciendo incluso). En ese sentido, prefiero verlos queriendo hacer el ajuste a ellos y que queden expuestos ante su base social. Sería un terreno más propicio para la acción política de la izquierda, incluyendo el famoso «salto del cerco», que en el caso de un gobierno de Macri.

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    Esteban Maito

    28/10/2015 at 02:22

    • Considero que es sumamente importante lo que plantea Esteban Maito.
      Yo estaba por mandar un comentario en el mismo sentido. De hecho, estaba absolutamente convencida de votar en blanco hasta que algunos compañeros me plantearon esta posición.
      Quisiera conocer la opinión de Rolando, porque lo considero uno de mis referentes políticos porque pese a lo que algunos digan si construye. Construye claridad teórica, que segun el marxismo es imprescindible para orientar la politica «practica»: marxismo es el socialismo científico, a diferencia de las versiones utópicas del mismo.
      Saludos
      Mariana

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      Mariana

      28/10/2015 at 11:08

    • ¿Muchos «saltaron el cerco» cuando vieron a Menem vender el pais? No, simplemente dicen que eso no es peronismo y listo.

      Hace 12 años que cualquier cosa que haga el gobierno los militantes lo justifican, sea lo que sea (represiones, persecuciones, corrupción, asesinatos) asi que con ellos el no funciona. Y la gente que no es militante pero votó al kirchnerismo cuando vea que la situación económica es adversa votara a otro, pero de ahí a decir que van a ir a la izquierda es medio tirado de los pelos

      ¿Cuando Isabelita impuso el Rodrigazo cuantos saltaron el cerco?

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      Sergio

      28/10/2015 at 12:11

    • Por supuesto que el «salto del cerco» no tiene que ver en esto, esa apreciación de Esteban yo tampoco la comparto.
      Pero no te parece que si el ajuste lo encabeza Scioli el costo político lo pagarán los K, mientras que si lo encabeza Macri los K se «capitalizan» y vuelve Cristina en 4 años, encima «ungida» como una líder progresista?
      Pese a considerar que la mayoria de las veces el peor daño a la causa de los trabajadores proviene de la propia izquierda (estatismo, nacionalismo y otras desviaciones que Astarita señala incansablemente), también pienso que en la «década ganada» ese daño ha sido amplificado por el confusionismo y las imposturas del kirchnerismo. No quisiera que esta coyuntura les permitiera «lavarse la cara y las manos», como señalo Esteban…
      Pero bueno, Sergio, también es cierto lo que decís…
      No en vano el peronismo es el hecho burgués de este maldito país, no?
      Fraternalmente
      Mariana

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      Mariana

      28/10/2015 at 14:22

    • Esteban, pienso que llamar a votar a Scioli para que se ponga en evidencia al aplicar el programa del ajuste introduciría confusión. Hay que plantear las cosas de la manera más clara posible, lo que llamo «las grandes divisorias». El mensaje tiene que quedar claro. Por otra parte, los partidos e ideólogos del capital siempre tienen sus fusibles y la manera de reciclarse.
      No hay experiencia que por sí misma sea definitoria. El peronismo varias veces aplicó programas de ajuste, y de todas maneras pudo reciclarse y salir más o menos indemne. En 1952, cuando aplicó el programa de ajuste, el golpe fue fuerte; después vinieron los acuerdos con la Standard, el Congreso de la Productividad, etc. Cooke en ese momento tomó distancia de Perón, incluso. Pero después del 55 las cosas se habían recompuesto. En 1958 el peronismo llamó a votar a Frondizi, que al poco tiempo aplicó otro programa de ajuste; y no hubo pase de facturas a la conducción de Perón. Cuando el golpe de Onganía, Perón llamó a «desensillar hasta que aclare», más o menos con los mismos resultados: su conducción permaneció incólume. En 1973 trajo a Isabel, López Rega y la mafia de la Triple A. Muchos pensamos entonces que la prueba era definitiva; pero no sucedió. Peor después con Isabel, con los mismos resultados. Y así podría seguir. El caso Luder, proponiendo una amnistía. El gobierno de Menem, donde incluso participó una buena cantidad de ex montoneros (que ahora defienden al gobierno K). Ahora, si la izquierda votara a Scioli con el argumento de «que paguen los costos», lo único que va a lograr es quedar pegada a ese gobierno (como en definitiva en que momento quedó pegada la izquierda que llamó a votar a Menem, como fue el caso del PCR). Y los kirchneristas, o el que se recible como «peronismo progresista», estará en condiciones de volver a presentarse como «la solución» (como en su momento hizo Duhalde, luego Kirchner, etcétera).
      Por eso, insisto, hoy lo más conveniente es una postura clara y tajantemente definida.

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      rolandoastarita

      28/10/2015 at 15:05

    • Ojo, Rolo, no digo que se llame a votar a Scioli eh. Para nada.
      Pero sí trato de introducir en el análisis si es más conveniente en términos políticos que el ajuste lo haga uno u el otro. No porque vayan a ajustar distinto sino por las implicancias en términos de apoyos y posibilidades políticas.
      Estoy de acuerdo con que no es clarificador llamar a votar a Scioli ni viene al caso.

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      Esteban Maito

      28/10/2015 at 16:17

    • Entonces coincido

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      rolandoastarita

      28/10/2015 at 16:45

    • Mariana el problema es el siguiente, llamas a votar a Scioli porque sabes que va a hacer el ajuste. Supongamos que Scioli gana, supongamos que pierde su base (como Dilma en Brasil) y/o se va todo a la mierda.

      Vuelve Cristina dice «Scioli no es kirchnerista, la única verdadera kirchnerista soy yo, nos traiciono, etc» y reflotan todas las criticas que le hacian hasta hace dos meses («amigo de los buitres, Magnetto, etc»). Ahora la izquierda queda desautorizada por llamar a votar al ajustador y los peronistas se volvieron a lavar las manos de la culpa (si los Kirchner se pudieron lavar la culpa de la privatizaciónes de los ’90, bien pueden hacer esto también) y pueden volver tranquilamente, como Astarita mostró con ejemplos.

      Nunca quedan pegados, y si quedan pegados surge una nueva-vieja camada con la cara lavada y un verso distinto.

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      Sergio

      28/10/2015 at 16:44

    • Como ya aclaro Esteban, no se trata de «llamar a votar a Scioli».
      El «coincido» de Rolando supone aceptar que el voto a Scioli puede ser tácticamente mas conveniente que el voto en blanco?

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      Mariana

      28/10/2015 at 20:47

    • Mi «coincido» es con esta frase de Esteban: «Ojo, Rolo, no digo que se llame a votar a Scioli eh. Para nada«.

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      rolandoastarita

      28/10/2015 at 21:36

    • Esteban dijo:
      «Acá, Macri y Scioli no son lo mismo por más que sean iguales. Porque uno [por Scioli] es el candidato del “proyecto” político que ha gobernado los últimos doce años, del kirchnerismo/peronismo, bajando una línea clásica de conciliación de clase bonapartista y disputando con la izquierda en distintos ámbitos.»

      Yo pregunto: ¿estás seguro? Yo estoy seguro que no. Scioli no es candidato del kirchnerismo. Scioli, al igual que Macri, es un candidato del pos-kirchnerismo.

      Intuyo que quienes queden en el kirchnerismo ya tienen preparado el discurso de «Scioli traidor» cuando éste haga lo que está condicionado a hacer por la lógica del capital en crisis, y así presentarse como salvadores post-sciolistas y mantener la ilusión de que la política domina a la economía y que las crisis se producen por malos gobiernos y no por un mal sistema.

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      Danilo Castelli

      29/10/2015 at 12:31

  26. Sergio, tenés razón respecto a los militantes. Comparto plenamente, pero hablo de aquellos que han apoyado hasta ahora que no son militantes, que incluso ni siquiera se identifican necesariamente como peronistas.

    Obviamente que esa gente llegado el caso votará a otro (yo no hablo de votos), la cuestión es si en términos políticos esa situación sería más favorable para que la capitalice la izquierda que en el caso que gane Macri y el kirchnerismo-peronismo se lave la cara.

    Los ejemplos históricos que ponés me parece que los simplificás bastante. Incluso hasta el propio Rodrigazo es un ejemplo en favor de lo que sostengo. El movimiento obrero a su modo «saltó el cerco» (era una analogía antes que un concepto con el cual armar todo este debate) del gobierno y la burocracia peronista. Yo prefiero ese cuadro. Que en términos históricos eso luego se haya usufructuado o no políticamente es otro debate en el que entran aspectos históricos puntuales y específicos. Vale decir que el significado de dicha situación fue tal que el peronismo en el poder terminó cediéndolo a los milicos (luego de dos décadas de proscripción). O que desde la resistencia al Rodrigazo hasta la dictadura, justamente, pasaron muy pocos meses como para que se consoliden o desarrollen algunas de estas cuestiones. Obviamente es otro momento histórico.

    Desde mi punto de vista, el terreno político es otro, más favorable en el caso en el que el ajuste lo hace el peronismo que si lo hace el macrismo. No por que las medidas de ajuste incluso difirieran sino por el rol específico político de uno y otro, y respecto a la historia inmediata. Creo que en términos políticos conviene que el ajuste lo haga el bonapartismo (y si no, dejemos de usar el término) y se inmole políticamente.

    En fin, creo que es algo a analizar en vistas al futuro cercano.

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    Esteban Maito

    28/10/2015 at 14:18

    • Como dije arriba y Rolando tambien, la capacidad de lavarse la cara del peronismo, no tiene que ver con si llevan adelante un programa de ajuste o no. Lo del Rodrigazo lo puse como un ejemplo de un gobierno peronista llevando adelante un ajuste, tambien podia haber dicho los ’90. Menem todavia es senador. Le van a hacer un monumento en La Rioja.

      Antes del Rodrigazo el movimiento obrero ya tenia muestras de tendencias combativas y antiburocraticas (Villazo, Cordobazo). Les quisieron meter terrible ajuste y reaccionaron como estaban ya acostumbrados a hacer, no veo un cambio cualitativo en el accionar de los trabajadores, no veo un «salto» de ninguna especie.

      Esa no es la situacion actual y un ajuste venga de donde venga va a ser muuuy dificil afrontarlo. Y muy dificil tambien que la izquierda pueda aprovecharlo.

      ¿Ademas como justificas tu voto a un ajustador? ¿que le vas a decir a los trabajadores cuando llegue el ajuste?

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      Sergio

      28/10/2015 at 17:01

    • No estoy hablando de llamar a votar a Scioli, Sergio. No hablo de pronunciarse sobre la votación sino del escenario posterior.

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      Esteban Maito

      28/10/2015 at 17:41

    • Ah, bueno en todo caso no se si tiene sentido ponerse a pensar o debatir eso. Si va a ser mejor que el ajuste lo encare Macri o Scioli es algo muy especulativo.

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      Sergio

      28/10/2015 at 22:17

  27. Esteban. una cosa es especular con que tal o cual desenlace en un ‘ballotage’ sea más favorable para el desarrollo de la conciencia de clase (que no implica solo ruptura con una de las tantas metamorfosis del peronismo,sino, con la conciencia burguesa reformista) y otra es concluir que un partido o ‘frente’ revolucionario debe llamar a votar por uno de estos para promover lo que suponemos se dará.
    Acá no hay maniobra ‘táctica’ que valga. La conciencia de clase es enteramente marginal. Incluso midiéndola mediante un ‘tes electoral’ expurgado de referencia alguna a la revolución y el socialismo, sigue siendo muy débil, apenas superando un 3% de la gente que va a votar.
    El clasismo sindical, aún siendo protagonista importante de las luchas de resistencia que se han dado, no abarca más que un 2 % de las comisiones internas.
    Los partidos trotskistas y revolucionarios en general, solo aglutinan seis o sietemil militantes reales en total, encima divididos en múltiples sellos, muchas veces enfrentados en la pelea cotidiana.
    Conjeturar que si el ajuste lo aplica Scioli se viene el ‘salto del cerco’ es algo aventurado y con poca base real, mucho menos en condiciones completamente inmaduras para capitalizar una supuesta bancarrota del peronismo.
    El ‘salto del cerco’ ‘Peronismo en su crisis definitiva’ ‘Estallido del peronismo’ etc. no son más que ilusiones que desde Victorio Codovilla pasando por tantos otros y hasta los actuales Altamira o Del Caño, vienen alimentando las ficciones sectarias de la izquierda.
    Sea quien fuere que aplique el inevitable ajuste, procreará lucha y resistencia, en un grado que no podemos medir exactamente, pero que no se perfila por el lado de la revolución o siquiera por un resquebrajamiento de la conciencia conservadora que detenta la clase obrera real, por lo menos en su abrumadora mayoría.
    En consecuencia, votar a Scioli para precipitar lo que no es más que una ilusión o por lo menos un mero supuesto, solo puede traer, además de una violación de principios, el debilitamiento de la imprescindible independencia de clase que se requiere en una lucha, en primer lugar, de plazo histórico, además internacional y esencialmente por poner en pie una vanguardia significativa firmemente inserta en la clase obrera con todo su correlato de lucha ideológica, lo que desde el vamos, requiere, por lo menos en mi opinión, la muda de aspectos fundamentales del bagaje teórico y programático de muchas organizaciones de izquierda que creen tener la vaca atada y muy convencidas de que se las saben todas.
    Saludos Revolucionarios.

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    AP

    28/10/2015 at 17:49

  28. Esteban. No había leído tu aclaración posterior a Sergio. Lo demás, todo igual.

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    AP

    28/10/2015 at 22:47

    • La política no es diáfana. El grado de conciencia de las masas está mediada por instancias ideológicas entre las que se encuentra la intervención de los cuadros intelectuales de cada grupo social. El salto del cerco depende de la capacidad del intelectual colectivo orgánico de la clase obrera para mediar más exitosamente que la burguesía en la conciencia de las masas. En la situación actual es muy débil en relación a la burguesía y, por ello, es probable que el salto del cerco, si existiera, sería sumamente limitado. Es dudoso que con partidos trotskistas con tendencia democratizante la clase obrera pueda saltar el cerco del reformismo.

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      Lucas

      29/10/2015 at 01:49

  29. El pastel se ve delicioso en la vitrina, pero si no tienes plata para comprarlo no te queda otra cosa que seguir tu camino. Quedarte frente al pastel imaginándote lo sabroso que sería comértelo, sólo sería una masturbación mental que no va a saciar tu hambre. Sería más conveniente que Scioli le gane a Macri para que se coma el ajuste y para que se desprestigie él y el peronismo; pero nada puedes hacer para ayudarlo a ganar, salvo rogar al cielo. Entonces no hay nada que debatir.
    No deberiamos perder tiempo en este tipo de divagaciones ni tampoco caer en confusiones que son una muestra más de que no le estamos prestando la suficiente atención a la lucha directa de las masas. El torrente de las protestas obrero populares es la lucha principal y es allí donde se va a lograr el desenmascaramiento del k-peronismo y el advenimiento de una nueva etapa de tensionamiento de la lucha de clases.
    La lucha electoral debe supeditarse a la lucha directa de las masas. La lucha electoral sólo es valida en la medida en que puede potenciar las protestas sociales y elevarla llevarla a nuevos escenarios. Lamentablemente en nuestra latinoamerica parece que esto se ha olvidado. No es nada dificil deducir que para los amigos del FIT la cuestión electoral es lo principal. En ella tienen cifradas sus perspectivas de poder.
    Tal parece que volvemos a una nueva edición de la vieja polémica entre Lenin y Kautsky. Con «La revolución proletaria y el renegado Kautsky» el primero le propino un artero y demoledor derechazo. El alemán no que quedó callado y le respondió con «Terrorismo y comunismo», faltaba más. Sin embargo, en aquella época fue un manotazo de ahogado. Luego de casi cien años Kautsky vuelve a la carga y, esta vez, parece estar ganando la pelea.

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    Amauta

    29/10/2015 at 01:30

  30. Compañeros Rolando, Sergio, AP, Lucas, Amauta…. En lo personal agradezco sus intervenciones, sumamente esclarecedoras y rigurosas.
    En mi caso, creo que el aislamiento, producto de mi no identificación con el programa de los partidos de izquierda realmente existentes, sumado al tremendo retroceso teórico y político de la perspectiva revolucionaria, me lleva muchas veces a devaneos y especulaciones inconducentes y desviacionistas.
    ¡Nunca me cansaré de alegrarme por la existencia de este espacio de formación, debate y reflexión!
    Fraternales saludos
    Mariana

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    Mariana

    29/10/2015 at 09:53

  31. Para Esteban Maito

    Me llamó mucho la atención una caracterización suya y es la siguiente: «Creo que en términos políticos conviene que el ajuste lo haga el bonapartismo (y si no, dejemos de usar el término) y se inmole políticamente.»

    ¿Usted considera que el régimen del kirchnerismo es bonapartista?

    Personalmente tengo otra concepción de lo que es el bonapartismo y en este aspecto coincido con la caracterización que George Novack elabora en su libro «Democracia y Revolución, de los griegos hasta nuestros días», en el capítulo titulado «Bonapartismo, dictadura, fascismo»:

    Allí Novack dice lo siguiente:

    «El primer paso para alejarse de un decrépito parlamentarismo es el bonapartismo. Tal es una dictadura burocrático-militar nacida de una confrontación de fuerzas de clases abiertamente antagónicas profundizada pero incompletamente resuelta.

    A diferencia del orden parlamentario que se basa en una mayoría (presumiblemente) elegida de forma democrática y su representación de partido, el principal apoyo de un régimen de tipo bonapartista se encuentra en la policía, el ejército y el aparato administrativo.

    El bonapartismo lleva a un límite extremo la concentración de poderes en la dirección del estado, algo ya discernible en las democracias imperialistas contemporáneas. Todas las decisiones políticas importantes están centralizadas en un único individuo dotado de extraordinarios poderes de emergencia. Habla y actúa no como servidor del parlamento, como el premier, sino en su propio derecho, como el «hombre del destino» que ha sido llamado a rescatar a la nación en su hora de peligro mortal.

    Aunque el «hombre a caballo» usurpe la autoridad por la fuerza extraparlamentaria o bajo una cobertura legal, la ejerce por decreto. Su régimen no necesita desmantelar o descartar completamente las instituciones o partidos parlamentarios en seguida; lo que hace es volverlos impotentes. A lo mejor, les permite sobrevivir garantizando que jueguen meramente papeles supernumerarios y decorativos. Ya se limiten a dar el visto bueno o a resistir los mandatos que vienen desde arriba, éstos prevalecen como ley del territorio. El dictador puede pagar un hipócrita tributo a la tradición del consenso popular por medio de plebiscitos ocasionales en los que el pueblo es preguntado para ratificar alguna propuesta del gobierno. Pero esta consulta puramente formal normalmente va acompañada de una atmósfera de intimidación, en la que los propagandistas de la camarilla dominante predicen las más horribles consecuencias a menos que la proposición sea confirmada.» Fin de la cita

    En cuanto al kirchnerismo, no veo como caracterizarlo como un régimen bonapartista o que sea un tipo de bonapartismo. Puede tener rasgos bonapartistas, pero, definitivamente, según mi opinión, no es un régimen bonapartista. Para ser más claro, podría caracterizarse como un régimen democrático-burgués, con rasgos bonapartistas.

    Esto a diferencia del régimen chavista: el chavismo es un régimen bonapartista por el lado que se lo mire. Se apoya en la policía, el ejército y todo el aparato administrativo del estado, llámese poder ejecutivo, legislativo, judicial, el poder electoral y el poder moral. Tiene el control total. Régimen que fue dirigido por un «hombre a caballo» (Chávez) y ahora por una camarilla bonapartista. La caracterización de Novack es un retrato hablado del régimen chavista.

    Y volviendo al pasado argentino, el régimen peronista -1946-1955- también fue un típico régimen bonapartista. Siempre siguiendo la caracterización de Novack.

    En muchos aspectos es asombroso encontrar similitudes en la caracterización del régimen peronista de esa época con las del régimen chavista actual.

    Perdón por la extensión del comentario, pero me pareció importante conocer su opinión sobre lo que Usted considera bonapartismo.

    Saludos cordiales

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    ladudametódica

    30/10/2015 at 18:31

  32. «El secretario de Relaciones Internacionales del PRO, Diego Guelar, se pronunció a favor de una «ley amnistía» para los represores de la última dictadura militar en la Argentina, cuando el kirchnerismo ya no esté en el Gobierno.

    En un largo comunicado con su firma, Guelar pidió «saldar nuestro pasado trágico con una amplia ley de amnistía después que la Justicia termine los juzgamientos en curso», porque, según entendió, «el perdonar no es anular la memoria».

    El referente para la política exterior del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y ex embajador argentino en Washington durante el menemismo se pronunció de esta manera al enumerar las características que debe tener el «PRO-peronismo» en el marco de su construcción de cara a 2011.

    Luego de la victoria de Francisco de Narváez con Unión PRO en la provincia de Buenos Aires sobre el kirchnerismo y del triunfo del PRO en la Ciudad, Guelar emitió un documento en el que habló de «la construcción de un «PRO- peronismo» por fuera de la disputa interna del justicialismo.

    El ex embajador del gobierno de Carlos Menem elaboró cinco puntos principales que deberían caracterizar al «PRO-peronismo», entre ellos, su consolidación como «continuidad histórica del proceso Federal – Irigoyenista – Peronista – Integracionista – Humanista que transitó 200 años de historia».

    Entre esas características, figura la de «definir los derechos humanos como el acceso y las garantías para el ejercicio pleno de las condiciones esenciales de bienestar para todos los habitantes de la patria y saldar nuestro pasado trágico con una amplia ley de amnistía después que la Justicia termine los juzgamientos en curso».

    «El perdonar no es anular la memoria ni evitar el juicio de la historia. Es aplicar los valores de nuestra civilización judeo-cristiana al servicio de la reconciliación y la construcción de un futuro mejor», concluyó el último punto del listado.

    El documento forma parte de una serie de cartas que comenzaron a ser escritas y difundidas por Guelar en el seno del PRO antes de las elecciones legislativas del 28 de junio. En ellas, elaboró varias recomendaciones para el partido, como la necesidad de mantener «la unidad del discurso Macri-De Narváez tanto para el reclutamiento -afiliación- como para la concreción de alianzas».

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    Venancio Andreu Baldó

    30/10/2015 at 19:50

    • Para completar la información: Diego Guelar, ex montonero, fue diputado por el partido Justicialista durante el gobierno de Alfonsín. Luego fue embajador ante Brasil, EEUU y Unión Europea durante el gobierno de Menem. En este respecto, es un ejemplo destacado de lo que dije en un Comentario anterior, y en notas: sectores de la llamada izquierda peronista, incluidos muchos montoneros estuvieron con el menemismo. Lo diferente de Guelar es que la mayoría de los ex montoneros que estuvieron con Menem luego se reciclaron en el kirchnerismo. En cambio en los 2000 Guelar pasó a integrar el partido de Macri, el PRO, ocupando el cargo de secretario de Relaciones Internacionales. Como tal, reclamó la amnistía a los militares. Ese reclamo fue rechazado no solo por el kirchnerismo, sino también por el radicalismo y otros opositores (por caso, Carrió).

      Lo anterior es indicativo de las posiciones cruzadas en torno a esto, pero también de la posición de gran parte del establishment. No es una cuestión que afecte demasiado al gran capital ahora; los negocios pasan por otro lado. Por eso el tema no es puesto en la discusión de la agenda electoral por el capital ni por sus principales representantes. Tal vez esto ayude a explicar la reacción de Macri en su momento ante las declaraciones de Guelar. Dijo estar en desacuerdo con la amnistía y precisó: «»Yo estoy a favor de que se juzgue absolutamente todo lo que sucedió en el pasado, y que todos aquellos que hayan cometido cualquier tipo de homicidio paguen las consecuencias» (La Nación, 5/01/10).

      Recordemos que Menem decretó los indultos a los militares en dos tandas, a fines de 1989 y fines de 1990. Por su parte Scioli fue electo diputado por el partido Justicialista en 1997, esto es, formando parte del menemismo. O sea, por entonces en materia «derechos humanos» Sioli parecía coincidir con Menem y Guelar (y los Kirchner apoyaban a Menem, vale recordarlo). Scioli integró luego el gabinete del breve gobierno de Rodríguez Saá (hoy acusado «de derecha» por el kirchnerismo que llama a votar a Scioli); y fue propuesto por Duhalde (hoy acusado «de derecha» por el kirchnerismo que llama a votar a Scioli) para integrar la fórmula presidencial con Kirchner, en 2003.

      Menem considera que «Scioli es quien mejor interpreta mis ideas» (18/04/15); en ese mismo reportaje el ex presidente elogió el gobierno de Cristina Kirchner.
      No veo razones para cambiar el argumento central de la nota.

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      rolandoastarita

      31/10/2015 at 09:43

  33. «El embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, aseguró hoy que el conservador Mauricio Macri, en una actitud xenófoba, plantea en su campaña electoral echar a los bolivianos y paraguayos.

    “Macri (…) tiene una actitud xenófoba muy grande, pide echar directamente a paraguayos y bolivianos de Argentina, de Buenos Aires, esa es su campaña, obviamente se queja y plantea que hay que modificar la política con respecto a los extranjeros”, dijo Basteiro.

    Aseguró que Macri también pide que los extranjeros en Argentina ni siquiera puedan acceder a una atención médica en hospitales públicos o que los estudiantes de inmigrantes se eduquen en colegios del Estado.

    “Esta es la postura de Macri y obviamente totalmente contraria (al candidato oficialista) Daniel Scioli porque en los últimos años hemos trabajado por una integración como nunca antes se había visto”, remarcó el Embajador.

    Macri y Scioli se enfrentarán el próximo 22 de noviembre en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina y según una encuesta difundida el miércoles, el candidato conservador se podría imponer al oficialista»

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    Venancio Andreu Baldó

    01/11/2015 at 12:52

    • Veo que trata de salvar el voto a Scioli a como dé lugar. Para eso, nada mejor que tomar aspectos aislados, a ver si logra dar alguna ventaja a la caracterización de «más progresista». Es la típica manera de razonar del PC que recuerdo en la nota «Coyuntura, ¿por qué giro a la derecha?». Siempre hay algún punto en el que pueden decir «esta es la diferencia fundamental». Hace poco usted lo intentó con el tema de los asesinos de la dictadura. Cuando se le respondió y vio que el argumento se caía, prueba por el lado de la xenofobia. Varias cuestiones al respecto:

      a) el criterio fundamental en el tema de «apoyos críticos» es, desde el marxismo, el que planteaba Liebknecht; argumento que desarrollo aquí. Es el argumento central contra el «voto útil contra el neoliberalismo».

      b) El buscar «una» diferencia como lo central para establecerla como «la» diferencia, además de arbitraria, lleva a ocultar las líneas de clase. ¿Por qué no poner en primer plano la política de división y control ideológico y político sobre el movimiento obrero tanto del Kirchnerismo como de la oposición burguesa? Para datos y consideraciones, aquí.

      c) El método incorrecto que critico lleva a pasar por alto cuál es la «agenda central» de discusión hoy en Argentina: el programa frente a la recesión o estancamiento de la economía y la crisis en el sector externo. Cuestión que se emparenta con la falsa idea (pero funcional al nacionalismo y a la conciliación de clases) de que las crisis se deben «al neoliberalismo» (argumento central, por otra parte, del chavismo y el castrismo).

      d) Pero además de todo lo anterior, ni siquiera en el tema «inmigración y xenofobia» el kirchnerismo ha sido particularmente «de izquierda». En este sentido, es «extraño» que el señor Basteiro no señale también a Berni, diciendo “estamos infectados de delincuentes extranjeros» y afirmando que los asaltantes de otros países eligen como blanco la Argentina porque la “laxitud judicial así se los permite” (28/10/14). ¿Es necesario recordar que Berni es el actual Secretario de Seguridad del Gobierno nacional, y está propuesto para ocupar un lugar en el futuro gabinete de Scioli? Pero además, y para que no queden dudas, esas declaraciones fueron apoyadas por Scioli. Efectivamente, frente a las críticas que recibía Berni, Scioli manifestó que no se trata “de xenofobia ni de discriminación, sino de tratar al delito como tal”. “Lo ha dicho [Berni] desde el sentido común porque si un extranjero viene acá a cometer un delito, evidentemente no viene con la vocación de inmigrante de colaborar y hacer grande la Provincia y la Argentina”. ¿Hay que decir ahora que estas declaraciones del dúo Berni-Scioli son «de izquierda»? ¿Cuánta diferencia hay entre estas declaraciones y Macri diciendo, ante la toma del Indoamericano en 2011, que es «por la inmigraciones descontrolada”?

      e) A todo esto, ¿por qué no se habla de la discriminación sistemática a los pueblos originarios y la represión particularmente encarnizada contra los qom, que ha desplegado el gobierno K? ¿O esta represión es «de izquierda»?

      De todas maneras, puede seguir intentando. Siempre encontrará algún argumento para votar a la burguesía «progresista». En todo caso, puede consultar algún manual de argumentos PC para ayudarse, son duchos en la materia.

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      rolandoastarita

      01/11/2015 at 14:07

  34. Sr. Astarita.

    Quiero ante todo aclararle que mis comentarios no buscan defender, taimadamente, de soslayo, ninguna posición concreta respecto al ballotage; no la tengo todavía. Tan solo busco aclararme sobre cuál sería la decisión táctica acertada para un marxista revolucionario ante este dilema concreto, tan peliagudo. Toda situación es concreta, diferente, y esta lo es, aunque tenga precedentes, y análisis teóricos, como el de Liebknecht al que me remite,

    Si le envío textos favorables al voto a Scioli, es porque usted está en contra, y es favorable al voto en blanco _como la candidatura trotskista de Del Caño_ y así me puede argumentar y yo puedo aprender.

    Le mando un último texto de A. Boron, por si tiene a bien comentarlo. Me interesa tanto su posición respecto a los argumentos pro-Scioli de Boron, como su posición en general sobre Boron.

    Le agradezco sus comentarios y respuestas, y solo lamento, de nuevo, su tono siempre como de enfadado y de desconfiado, buscando segundas intenciones donde no las hay.

    Mire, para empezar, no puedo votar a Scioli, porque no soy argentino. No tengo por lo tanto un interés directo en el tema: solo un interés, indirecto, por llamarlo así, por ser clase obrera y tener ideología marxista revolucionaria.

    Un saludo y gracias

    «Dado lo anterior, revertir lo ocurrido en la primera vuelta electoral aparece como una empresa muy difícil aunque no imposible. Habrá que intentarlo, para evitar que la Argentina sea la punta de lanza de un proceso que, ahora sí, podría ser el inicio del “fin de ciclo” progresista en la región, algo que hasta hace unos pocos días parecía poco probable. De hecho, si el candidato del kirchnerismo es derrotado en el balotaje sería la primera vez que un gobierno progresista o de izquierda es vencido en las urnas desde el triunfo inaugural de Hugo Chávez en diciembre de 1998. Hasta ahora, todos esos gobiernos fueron ratificados en las urnas y sería lamentable que la Argentina rompiera con esa positiva tendencia. Tenemos una responsabilidad regional de la cual no podemos sustraernos: una victoria de Macri sería un golpe mortal para la UNASUR, la CELAC y el mismo Mercosur. Además, la Argentina se realinearía incondicionalmente con el imperio y este redoblaría su ofensiva en contra de los gobiernos bolivarianos, cada vez más privados de apoyos externos. Como latinoamericano y marxista no puedo ser indiferente ante la amenaza que representa un eventual gobierno de Macri que se uniría de inmediato a Álvaro Uribe, José M. Aznar y sus mentores norteamericanos en su pertinaz cruzada para erradicar de la faz de la tierra al chavismo, a los gobiernos de Evo y Correa y para propiciar el “cambio de régimen” en Cuba. Es decir, para liquidar definitivamente todo rastro de antiimperialismo en América Latina. Nadie situado genuinamente en la izquierda política podría contemplar distraídamente esta posibilidad ni dejar de hacerse cargo de enfrentarla con todas sus fuerzas. Desgraciadamente, llegados a este punto, no tenemos mejores opciones que la de apoyar al FPV para aventar el riesgo de un mal mayor, sabiendo empero que si lográsemos triunfar en este empeño tendríamos que darnos de inmediato a la tarea de construir una verdadera alternativa política de izquierda porque el kirchnerismo, con sus aciertos, sus errores y sus limitaciones ideológicas, no lo es y no puede serlo»

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    Venancio Andreu Baldó

    01/11/2015 at 15:19

    • No estoy enfadado. Simplemente constato que sus comentarios van todos en el mismo sentido: aportar argumentos favorables al voto para el kirchnerismo.
      Mi opinión sobre las posiciones de Atilio Borón son las mismas que tengo sobre las defensas desde el marxismo del chavismo, del castrismo y en general el nacionalismo burgués lationamericano. He expresado mis opiniones en innumerables notas: las dedicadas a Venezuela, al gobierno K, a los planteos sobre liberación nacional (por caso, la revalorización que hago de la posición de Lenin en este aspecto). Puede también consultar las notas sobre Cuba que he publicado.

      Las diferencias se extienden, por supuesto, a los aspectos teóricos: por ejemplo, puede ver en mi crítica a la tesis del monopolio; o mi crítica a la tesis de la financiarización, o a las interpretaciones del izquierdismo progresista del significado y contenido social del «neoliberalismo».
      Además, en el caso de Borón, tampoco acuerdo con sus tesis contenidas en «Estado, capitalismo y democracia en América Latina» (1997,UBA), pero no puedo explicarlo aquí. Simplemente dejo constancia de que pienso que es equivocado sostener que la estrategia del gran capital en América Latina pasa por los golpes de Estado, o que las dictaduras sean las formas más o menos naturales de dominación del capital «monopolista» (hago una referencia a esta diferencia con Borón aquí).

      Por último, vuelvo a decirle que no estoy enojado. Como usted piensa la mayor parte de la izquierda argentina, al menos entendida en sentido amplio. Incluso muchos de los votantes del FIT, o hasta grupos políticos que llamaron a votar al FIT. Comprendo que esto está instalado; no hay por qué enojarse.

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      rolandoastarita

      01/11/2015 at 16:21

  35. Ya sé que esto no es sustancial para el debate, pero me ha caído en las manos, a través de una amiga argentina, que ciertamente pide el voto para Scioli, y lo reproduzco, por si es de interés, colateral:

    «Mauricio Macri tiene una lista de 126 prostíbulos

    Por Lucas Schaerer

    De la lista de 126 prostíbulos muchos siguen en actividad, aunque figuran clausurados,y otros no funcionan hace años pero por la actuación judicial.
    Mauricio Macri mantiene fuertes lazos con la mafia de la trata sexual y los prostíbulos como quedó demostrado en la denuncia de Lorena Martins donde señala que su padre, el zar del proxenetismo Raúl Martins, financió la campaña de la reelección de Macri y a su vez quedó demostrado en la foto de Macri junto a su esposa Juliana Awada dentro del narco-prostíbulo MIX de México, ciudad de Cancún, propiedad de Martins y que regentea Gabriel Conde, un mafioso proxeneta que estuvo condenado por explotación de una menor inmigrante en el entonces prostíbulo Shampoo. Conde a su vez es el hijo de Luis Conde, ya fallecido, el dirigente de boca Juniors que llevó a Mauricio Macri al club xeneixe como plataforma de lanzamiento a su carrera política»

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    Venancio Andreu Baldó

    02/11/2015 at 13:10

    • Se agradecen los datos, pero también sería bueno preguntarle a su amiga argentina cómo anda de papeles el kirchnerismo en el asunto. Por ejemplo, preguntar qué respuesta a las denuncias de La Alameda sobre las «casitas» de Santa Cruz; véase https://laalameda.wordpress.com/2012/12/19/el-caso-mas-escandaloso-de-trata-y-proxenetismo-con-banca-politica/. Es vergonzoso que los kirchneristas quieran presentarse como progresistas en este terreno. En Argentina hay una profusa red de trata y manejo de prostíbulos que, para decirlo de manera suave, ha sido tolerada y/o amparada por las más altas autoridades a lo largo de todos estos años.

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      rolandoastarita

      02/11/2015 at 13:53

    • Agregado: ya que estamos, ¿por qué no le pregunta a su amiga argentina en qué se diferencia un «ajuste ortodoxo neoliberal» de lo que hizo Scioli en los últimos tres años en la provincia de Buenos Aires, de la que es gobernador? Solo para dar un dato ilustrativo: la inversión en el gasto total fue reducida al punto que hoy la provincia ostenta el honor de tener el porcentaje más bajo del país, apenas el 4%.

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      rolandoastarita

      02/11/2015 at 13:58

  36. Otra cosa que no dice la que escribió esa nota es que la mayoría de las comisarías de la Ciudad de Buenos Aires están a cargo de la Policía Federal bajo el mando de Sergio Berni, secretario de seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación. En particular, la zona del microcentro de la ciudad donde pululan papelitos de prostíbulos pegados en las paredes, postes, carteles, etc.

    Si esos prostíbulos siguen funcionando es porque tienen la complicidad de la policía federal y de eso es responsable político el Estado Nacional.

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    Lucas

    02/11/2015 at 16:45


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