Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Pobreza K y el yelmo de niebla

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La cuestión de cuánta pobreza hay en Argentina sigue metiéndose en los debates de campaña electoral. Es que todo indicaría que el índice de pobreza, medido según los criterios del viejo INDEC, estaría cercano al nivel de los finales del gobierno de Menem (que era del 27%). De ahí el empeño kirchnerista de tapar el asunto. Así, el 26 de marzo pasado el ministro Kicillof declaró que “no tengo el número de pobres, pero me parece una medida bastante estigmatizante”. Luego, a mediados de septiembre, y en respuesta al amparo que presentó la diputada Victoria Donda para que la Justicia ordenara al Gobierno difundir los datos de pobreza, el ministro dijo: “Si quiere [Donda] salir en los diarios, que se ponga plumas, se vista de algo, grite”. Y cuando la jueza María José Sarmiento dio lugar al pedido de Donda, la Dirección de Legales del Ministerio de Economía respondió que no podía entregar los datos porque no se mide la pobreza desde finales de 2013.

Pues bien, dado que en muchos círculos se asocia a Kicillof con las ideas de Marx, es conveniente refrescar la importancia que este último daba a las estadísticas sociales, y a la honestidad intelectual y valentía moral con que se elaboren. En el Prólogo de la primera edición de El Capital, escribía:

“Comparada con la inglesa, la estadística social de Alemania y de los demás países occidentales del continente europeo es paupérrima. Aun así, se descorre el velo lo suficiente para que podamos vislumbrar detrás del mismo una cabeza de Medusa. Nuestras propias condiciones [se refiere a Alemania] nos llenarían de horror si nuestros gobiernos y parlamentos, como en Inglaterra, designaran periódicamente comisiones investigadoras de la situación económica; si a esas comisiones se les confirieran los mismos plenos poderes de que gozan en Inglaterra para investigar la verdad; si a tales efectos se pudiera encontrar hombres tan competentes, imparciales e inflexibles como los inspectores fabriles ingleses, como sus autores de informes médicos acerca de la “Public Health” (salud pública), sus funcionarios encargados de investigar la explotación de las mujeres y los niños y las condiciones de vivienda y alimentación, etcétera. Perseo se cubría con un yelmo de niebla para perseguir a los monstruos. Nosotros nos encasquetamos el yelmo de niebla, cubriéndonos ojos y oídos para poder negar la existencia de los monstruos”.

Por supuesto, el objetivo en Argentina es mantener, a como dé lugar, “el yelmo de la niebla”. Para eso, los “amigos del pueblo” no vacilaron en echar o silenciar a los trabajadores “competentes, imparciales e inflexibles” del INDEC. Ni ahora les mueve un pelo apelar a cualquier bajeza, incluso al ataque sexista y reaccionario. Todo vale para disimular el “horror de los monstruos”, las llagas abiertas de este capitalismo dependiente y atrasado.

Pero incluso desde el punto de vista ético, el ocultamiento de las cifras de la pobreza no tiene punto que ver con el ideario socialista. En este respecto, Marx decía que “cuando un hombre trata de adaptar la ciencia a un punto de vista que no deriva de la ciencia misma, (por erróneo que pueda ser), sino de afuera, de intereses ajenos o exteriores, lo califico de ruin”. Y hoy estamos ante “la bajeza absoluta”, puesta al servicio del yelmo de la niebla.

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Pobreza K y el yelmo de niebla

Written by rolandoastarita

10/10/2015 a 19:09

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28 respuestas

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  1. Son mercenarios del engaño. Se moral se hace a la medida de la paga y no respeta pelo ni marca. Bandidos VIP. Demagogos que pululan en un mundo de ciegos, sordos y mudos. Ni más ni menos.

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    AP

    10/10/2015 at 19:50

  2. Hola, me gustaría saber de dónde es la segunda cita de Marx “cuando un hombre trata de adaptar la ciencia a un punto de vista que no deriva de la ciencia misma, (por erróneo que pueda ser), sino de afuera, de intereses ajenos o exteriores, lo califico de ruin”
    Saludos

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    Lucas Miranda

    10/10/2015 at 23:58

    • La cita se refiere a Malthus, y está en Teorías de la Plusvalía, tomo 2, cap. IX, p. 100 de la edición Cartago, Buenos Aires, 1975.

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      rolandoastarita

      11/10/2015 at 10:06

    • Agregado: la «bajeza absoluta» también se refiere a Malthus: «La bajeza absoluta es un rasgo distintivo de Malthus… La bajeza de esta mentalidad también resulta evidente en su obra científica» (pp. 98-99, mismo capítulo).

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      rolandoastarita

      11/10/2015 at 10:12

  3. En el kirchnerismo no hay lugar para corruptos, acomodados y trepadores. Son tantos que no cabe ni uno más.

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    Teitelbaum

    11/10/2015 at 05:35

    • A juzgar por los últimos nombramientos incluidos en presupuesto, parece ser que ampliaron la cloaca para que sigan cabiendo.

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      AP

      12/10/2015 at 08:26

  4. rolo perdon que te pregunte aca.

    Cual libro o cuales me recomiendas para pensar el siglo xix argentino?
    muchas gracias

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    Ignacio

    12/10/2015 at 19:03

  5. Hola Rolando, una consulta sobre el primer párrafo que dice «medido según los criterios del viejo INDEC, estaría cercano al nivel de los finales del gobierno de Menem (que era del 27%)». Más allá de las buenas o malas artes del Gobierno al (no) medir la pobreza, no ve usted significativas diferencias entre las realidades económicas y sociales del año 99 y las de ahora?. Porque yo tengo la sensación de que sí las hay. En el 99 teníamos una desocupación y pobreza en curva ascendente, recesión y ahogo presupuestario. Sin ser experto en el tema y sin poder hacer un análisis económico riguroso, mi percepción (subjetiva, claro, pero comparable con la de hace 16 años) dice que la situación actual es un poco más ventajosa.
    Si se acepta esto veo dos opciones: la cantidad de pobres puede ser la misma aún siendo las realidades socio-económicas diferentes (por ejemplo, la conflictividad social, que era bastante alta en aquellas épocas), o bien que podríamos deducir que la cantidad de pobres debería ser menos ahora. No estoy sugiriendo que a igual número de pobres los países tengan que ser idénticos, sólo que me cuesta compatibilizar la realidad de hoy (con menos desocupación, AUH y otro índices «subjetivos» como el atascamiento en rutas y autopistas en épocas de vacaciones o feriados ) con la del 99.

    Saludos

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    Matias

    14/10/2015 at 21:20

    • La nota no tiene como objetivo comparar «las realidades económicas y sociales» del año 99 con el presente. El eje es lo que hace el gobierno, y el ministerio de Economía en particular, con el índice de pobreza. Índice que estaría cercano, bien medido, al que existía en el 99. Una evaluación general de la política kirchnerista la presento en otras notas del blog; y en esas notas hay comparaciones en cuestiones específicas con la década de los 90.

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      rolandoastarita

      14/10/2015 at 21:43

    • Entiendo que no es el objetivo comparar las realidades económicas, solo que decir que el «Índice estaría cercano, bien medido, al que existía en el 99» es una afirmación bastante fuerte que a priori no me resulta intuitiva. Voy a buscar en otras notas del blog este punto, si alguien lo recuerda agradecería el link.

      Saludos

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      Matias

      15/10/2015 at 22:13

    • Según la medición del Observatorio Social de Universidad Católica Argentina, la pobreza en 2014 alcanzaba al 28,7% de la población; equivalente a casi 11,5 millones de personas (el dato fue publicado en julio de 2015). Según Jorge Sola coordinador del Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT, la pobreza alcanza al 23% de la población; calcula que el mínimo para una familia tipo (4 integrantes) es de $8.600. En este caso es una cifra similar a la que había a mediados de los años 1990. De acuerdo a la CTA – Lozano la pobreza alcanza al 36,5% de la población.
      Todos estos cálculos, por supuesto, están atravesados por cómo se miden las necesidades. Por ejemplo, para la CTA -Lozano a finales de 2013 la canasta alimentaria básica (CBA) se calculaba en 3.435,3 pesos para un familia tipo del Gran Buenos Aires; para el INDEC era de 787,3. Para la CTA Lozano una canasta básica total (CBT) era de 5.671,7 pesos para familias propietarias y 6.320 pesos para inquilinos. Para el INDEC era 1.783,60 pesos. De la misma manera, según el OS de la UCA, para comprar la canasta básica una familia necesitaba, en 2014, $2735. Según el INDEC, $896.
      Comprendo que los que quieran defender al gobierno y no deseen recibir informaciones «fuertes» estén más inclinados a creer las cifras del INDEC. En esto, hay un sesgo que tiene que ver con las ideologías y también con la posición social de cada uno. Por ejemplo, Aníbal Fernández, en base a las estimaciones del INDEC, dijo que «la Argentina extinguió el hambre y prácticamente extinguió la pobreza». Por su parte Cristina Kirchner dijo que en Argentina la pobreza alcanzaba al 5% de la población. Nada de esto le parece «fuerte» a mucha gente. Pero le parece «fuerte» que alguien diga que la pobreza en Argentina no es muy diferente de la que había en los años 1990.
      Por último, la realidad es que el Gobierno oculta las cifras de pobreza en Argentina. Personalmente, me da asco. Pero, de nuevo, todo es cuestión de gustos. Hay mucha gente que considera al ocultamiento un acto patriótico y hasta noble. Todo sea para evitarnos emociones «fuertes».

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      rolandoastarita

      15/10/2015 at 22:52

    • Creo que la principal diferencia entre esta época y los finales del menemismo no está en las variables macroeconómicas objetivas sino precisamente en esa percepción subjetiva.

      Estamos un ambiente ideológico saturado de «década ganada», de que el neoliberalismo es algo que pasó en los 90 y nada más, de que los derechos humanos… En los 90 la zanahoria que el poder usó delante nuestro apelaba al individualismo, la de hoy es nac&pop.

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      Danilo Castelli

      15/10/2015 at 22:59

    • Matias, usted piensa que la situación actual es un poco mas ventajosa? A usted le cuesta compatibilizar la realidad de hoy con los años 90?
      No soy economista, aunque suelo leer este blog. Hay indices menores de desocupación, en base a ajuste de salarios y aumento del empleo público. Creo que el profesor Astarita escribió sobre todo esto ya. La AUH me parece que dificilmente cambie la ´realidad´ de aquellas personas que la perciben. Y el atascamiento en rutas y autopistas, como indice subjetivo para medir realidades me suenan a indices subjetivos (ud. remarca su subjetiva percepción…) de un pequeño burgues que intenta defender toda la mugre k…

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      esteban

      16/10/2015 at 08:18

    • Que el Indec mienta no quiere decir que los demás digan la verdad. Y hay que decir también de dónde provienen las encuestas…y nombrar a todas, no sólo a las que son oposición al Gobierno. Con googlear 20 minutos puedo encontrar números de pobreza dadas por organizaciones más afines al Gobierno. Así, el centro CIFRA de la CTA-Yaski da un 17% de pobreza [1] y el CESO da un 13.2% (ambos hasta el 2014) [2]. En base a esto, sigo sosteniendo que decir que la pobreza de ahora es igual que a la de fines del 99 es una afirmación fuerte (sí, «fuerte») y que de ninguna manera puede respaldarse fácilmente por encuestas financiadas por la UCA o Moyano. Yo creo que ninguno (ni los que nombré yo) tiene la capacidad y estructura necesarias para hacer una medición fiable y de ahí pueden provenir las importantes disparidades que se encuentran entre cada una de ellas. Estamos de acuerdo en que este problema es responsabilidad total y absoluta del Gobierno y del INDEC, quien debería proveernos de estadísticas confiables.

      Para que se entienda (y para alivianar las chicanas de «defensor del INDEC» y «defensor de la mugre K»); así como la nota no era una comparación de la década del 90 con la actual, esto no es un defensa férrea del kirchnerismo en época electoral. El comentario inicial apuntaba sobre la afirmación que decía que la pobreza ahora es parecida a la del fin del menemismo y yo preguntaba cómo podía compatibilizarse esto con la baja en la desocupación, los mayores índices de consumo, o la AUH, que no son la panacea pero que algún efecto diferencial deberían provocar con respecto a la década del 90. Me pareció que se requería una explicación para estas aparentes diferencias. Y poner en duda esa afirmación no significa negar la existencia de pobreza, aclaro, porque se ve que no me expresé bien.

      [1] http://www.centrocifra.org.ar/docs/IC%20Nro%2016.pdf
      [2] http://www.ceso.com.ar/sites/default/files/ceso_pobreza.pdf

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      Matias

      18/10/2015 at 21:50

    • Menos mal que no es un defensor del INDEC. Ratifico lo que dije: personalmente me dan asco los que ocultan las cifras de la pobreza desde el aparato del Estado. Y conecta con la opinión que tenía Marx de los valores éticos implicados en estas cuestiones.

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      rolandoastarita

      18/10/2015 at 23:12

    • Agregado para digestión de otra afirmación «fuerte»: en 2011 el salario real promedio en Argentina era todavía más bajo que en 2001. Con un índice 100 en 2001, en 2011 se ubicaba en 98,9. El dato lo presenta Emiliano López, «La situación económica de las clases subalternas en la Argentina post-neoliberal (2003-2011)», en Cuadernos de Economía, Año 1 Nº 1, octubre 2014. López elaboró el índice en base a datos del INDEC, Ministerio de Economía y Finanzas, CENDA y Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Deflactó los salarios reales hasta el año 2006 con el IPC-GBA del INDEC; entre 2007 y 2011 utilizó el índice de 7 provincias construido por CENDA (por si no lo recuerda, dirigido por Axel Kicillof).

      Aquí va otra afirmación «fuerte»: en 2011 los trabajadores pobres eran el 15,7% del total. Esto tomando como parámetro los trabajadores que recibían un ingreso familiar menor de la Canasta Básica Total calculada por el INDEC. La proporción de trabajadores que recibían en 2011 ingresos por debajo del salario mínimo vital y móvil vigente en ese año era el 43,7%.

      ¿Necesita otra «afirmación fuerte»? Aquí va: el empleo no registrado como % del total era 33,9% en 1993; 37,5% en 1998; 34,3% en 2011; 34,4% en 2015, según datos oficiales.

      Para variar, aquí va otra afirmación «fuerte»: en 2011 los salarios de los trabajadores públicos habían bajado, con respecto a 2001 (índice 100) a 71,16 (trabajo citado). ¿Hay que recordar que los salarios de estos trabajadores dependen directamente del Estado? Para ubicarnos con un caso concreto: un trabajador municipal en el Gran Buenos Aires, por 8 horas de trabajo, administrativo en atención al público, con un año de antigüedad, tiene que alimentar a su familia con $5000 mensuales. Por supuesto, gente que dice «saber» qué es ser pobre, dirá que este trabajador no es pobre: según el INDEC un trabajador (viviendo solo, propietario de vivienda) que recibía, en febrero de 2015, $3343 por mes, no era pobre.

      Complementando el anterior plato «fuerte»: en 2015 el INDEC informa que la mediana del salario es $5500. Con el agregado de que todo hace pensar que el organismo «infló» esta cifra, inflando los ingresos de los trabajadores informales (habrían aumentado más que los ingresos de los trabajadores formales, en condiciones de estancamiento de la economía. ¿Quién puede creer esto?).

      Paro aquí, ya tiene bastantes datos «fuertes» para entretenerse. Y vuelvo a decir: desde el punto de vista ético me genera asco el funcionario público que oculta los datos de pobreza e indigencia en el país.

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      rolandoastarita

      19/10/2015 at 08:59

    • Complemento de lo anterior: según Graciela Bevacqua, ex directora de precios del INDEC, echada por los kirchneristas del organismo, en marzo de 2015 la CBT (Canasta Básica Total) con que se elabora el índice de pobreza, era en la Ciudad de Buenos Aires, de $9.822,26 para una familia tipo compuesta por un varón de 35 años, su esposa de 31, un hijo de 5 años y una hija de 8 años.

      En el cuarto trimestre de 2014, en la Ciudad de Buenos Aires un 45% de los hogares registraba recursos monetarios por mes inferiores a $9.822, y por tanto se clasificaría como pobre, según esta CBT.

      Bevacqua estimaba también, para el mismo mes, el valor de la CBA (Canasta Básica Alimentaria, para calcular la indigencia) en $1.390 para un adulto y en $4.294 para una familia tipo de dos adultos y dos menores. Vuelvo a recordar que la mediana del salario el INDEC hoy la ubica en $5500.

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      rolandoastarita

      19/10/2015 at 09:31

    • Entiendo que ese ultimo comentario de Rolando debería estar en la nota ¿preeminencia de la política en respuesta al comentario de Mariano.

      Saludos

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      Gerardo Daniel

      19/10/2015 at 09:56

  6. Buen día Rolo coincidís el informe de la Comisión Técnica de ATE- INDEC, que posee estadísticas elaboradas por trabajadores y técnicos del INDEC que se oponen a la Intervención. que da un índice de pobreza del 22% http://www.laizquierdadiario.com/La-herencia-K-22-de-pobreza Saludos

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    KLY

    16/10/2015 at 13:59

    • No soy especialista, y no tengo elementos para decidir qué medición es mejor, las cifras varían entre el 18% (CTA oficialista) hasta el 36% (CTA Lozano). De todas maneras un problema que tiene la estadística del ATE-Indec es que no toma en cuenta el alojamiento. A lo que habría que agregar la actualización de la canasta, no solo por los precios, sino también porque al evolucionar la sociedad, evolucionan las necesidades (ver aquí para una discusión).
      En la nota planteo que los índices de pobreza actuales no parecen muy distintos de los que había hacia finales del menemismo (1999 era 26,7%). Esto es, puede estar dos a tres puntos por debajo (aunque la UCA y CTA Lozano dicen que ni siquiera, que es más alta), pero ninguna diferencia cualitativa. Esto después de una década en que Argentina recibió una renta extraordinaria de proporciones. Y en la que se proclamó que el país se industrializaba, y que el eje estaba puesto en acabar con la pobreza y la indigencia.
      Por supuesto, el argumento K más frecuente pasa por comparar la situación actual con el pico de pobreza que se alcanzó en 2002, de más del 50%. Pero si se utiliza este argumento, también se puede argumentar que el menemismo tuvo resultados similares: la pobreza en 1989 había alcanzado casi el 48%, y en 1999 era del 26,7%, como dije.
      Por último, creo que no debería perderse de vista el eje de la nota: denunciar lo bestial que es ocultar los índices de pobreza e indigencia, y para colmo con el cuento de «somos progresistas».

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      rolandoastarita

      16/10/2015 at 14:37

  7. Mando una nota relacionada con este tema, de Nicolás Villanova, de RyR, publicada en Infobae, sobre las mentiras del IndeK.

    http://www.infobae.com/2015/10/03/1759839-los-enganos-del-indec-y-las-cifras-del-desempleo

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    Lucas

    19/10/2015 at 19:32

  8. Hola, Rolando. Me gustaría saber qué le parece este comentario sobre el FIT que Néstor Kohan escribe en la página 20 de este documento (octubre 2015): http://amauta.lahaine.org/?p=2089

    Dice así: «Por contraste con ambos casos, asistimos a la renovación de la vía institucional y socialdemócrata de experiencias electorales como Syriza en Grecia y Podemos en el Estado español que de forma híbrida recrean, cada una a su modo, el viejo eurocomunismo y la aún más antigua socialdemocracia combinándolas con formas plebiscitarias y retóricas de una nueva-vieja izquierda “horizontalista-autonomista”, siempre sobre la base de un subsuelo común: (a) El respeto de la institucionalidad burguesa a rajatabla, en cuyo marco se desarrolla su forma prioritaria de hacer política; (b) La desconfianza hacia toda iniciativa política rupturista; (c) La apelación al marketing electoral y la preocupación obsesiva por ocupar espacios en los grandes monopolios de incomunicación y (d) La oposición cerrada a toda forma de insurgencia extra-institucional. Las fundamentaciones y legitimaciones teóricas varían, incluyendo desde el elegante posmarxismo de Ernesto Laclau, el más tosco eurocomunismo reciclado y aggiornado hasta añejas y envejecidas recetas republicanas que nos invitan, tímidamente, a “radicalizar la democracia”. El denominador común en estas últimas experiencias es la renuncia explícita a toda estrategia de poder o confrontación revolucionaria por el socialismo.

    En una escala diminuta y mucho menos desarrollada, en Argentina ese papel lo cumple el FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores) que constituye una variante similar, aunque acorde al folclore criollo en su fundamentación se mezclen apelaciones discursivas, cada vez más tenues y esporádicas de acuerdo al marketing electoral, al nombre prestigioso de Trotsky, que no modifican un ápice la moderación y la mesura de este tipo de experiencias meramente electorales escasamente internacionalistas y débilmente antimperialistas.»

    Gracias de antemano. ¡Salud!

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    Roundabout

    22/10/2015 at 08:25

    • No conocía esta caracterización, pero no me sorprende. El único trabajo «largo» de NK que leí es «El Capital. Historia y método, una introducción» (2004, Editorial Ciencias Sociales, La Habana y UPMPM). Un libro muy malo desde el punto de vista teórico, y de una superficialidad desesperante. El comentario sobre el FIT que se transcribe aquí está a tono con ese antecedente. Como lo he explicado muchas veces, soy crítico del programa del FIT y de su orientación. Pero la crítica no autoriza a decir disparates. Ese programa y orientación del FIT tienen su origen en las especificidades del trotskismo, que poco o nada tienen que ver con el eurocomunismo, la socialdemocracia o Laclau. Poner todo en la misma bolsa en base a comparaciones superficiales es propio de quien no maneja el ABC del análisis científico.

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      rolandoastarita

      22/10/2015 at 09:20

  9. Sin hacer consideraciones relativas a NK, ya que en general estoy en desacuerdo con él, no es menor el hecho de que Altamira, antes de dar comienzo al XXI Congreso del PO, criticó, sin nombrarlo, al EEK (CRCI) y a las demás organizaciones del frente Antarsya, por no haber llamado a votar «críticamente» a Syriza. A la luz de la magnitud de la traición cometida por Syriza en Grecia, ningún voto crítico hubiera mejorado las posiciones del EEK (CRCI) ni Antarsya.

    La política del PO en ese caso está en la línea con la política sindicalera y democratizante que viene desarrollando principalmente desde que se conformó el FIT (aunque personalmente creo que está en su génesis, al igual que en la génesis del morenismo). Es cierto que no es lo mismo que el eurocomunismo, la socialdemocracia clásica o Laclau, pero las organizaciones del FIT en el fondo son reformistas en nombre de Trotsky, y lo revelan a cada paso de su accionar y en sus discursos.

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    Lucas

    23/10/2015 at 12:37

    • En varios escritos traté de explicar que la táctica del programa transicional, aplicada en situaciones de dominio normal del Estado capitalista, lleva, casi inevitablemente, a una política utópico-reformista (del tipo «control obrero» adaptado al funcionamiento del modo de producción capitalista). Pero esta es una conclusión que deriva de un análisis específico de lo que es el trotskismo. Puede que esté equivocado (de hecho, es lo que piensan los trotskistas), pero la conclusión no surge de comparaciones traídas de los pelos, donde se pone en la misma bolsa al eurocomunismo, Laclau, FIT y socialdemocracia.
      Es este método el que está contenido en el pasaje de NK que se envió, y critico en particular. Es un método «chanta», es «el vale todo». Es la vía más cómoda para que no se clarifique ninguna discusión. Con un agregado: a la par que se hacen estas afirmaciones, y se habla sin ton ni son del eurocomunismo, Laclau, FIT y socialdemocracia, no se dice palabra sobre la política con relación a gobiernos burgueses del castrismo (por ejemplo, del apoyo a Videla o a Idi Amin o a Mengistu, o al mismo Kirchner). Lo cual no es menor cuando al que hace la crítica «cocoliche» le publican libros la Editorial de Ciencias Sociales La Habana.

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      rolandoastarita

      23/10/2015 at 13:02

  10. Hola Rolo, una pregunta, tenes algun material que oriente en como analizar desde el punto de vista marxista las cuentas del Estado….

    saludos gr

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    Guillermo Ramisch

    23/11/2015 at 08:26

  11. Rolo por que los datos de tasa de pobreza de Cifra CTA que actualiza la canasta basica y la canasta alimentaria a partir de IPC-9 y da una tasa de 20% para 2015 no es creible y si la de uca que da 30%?
    cual es el problema de metodologia de cifra cta?

    Haz clic para acceder a pobreza_2015.pdf

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    emilio cardoso

    19/04/2016 at 12:18


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