Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Shaikh: “marxismo” para respaldar gobiernos burgueses

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En una nota anterior, refiriéndome a los “obstáculos epistemológicos” para aceptar la noción de trabajo potenciado, escribí: “… la sumatoria de “intercambio desigual” y “renta explicada por monopolio” da como resultado un extendido lobby de marxistas que se resisten a aceptar la noción de trabajo potenciado (o despotenciado). Frente a esto, a esta altura estoy convencido de que en este rechazo subyace una razón política e ideológica. Es que los críticos de la idea de trabajo potenciado se dan cuenta de que si aceptan la tesis de Marx estarían obligados a poner en el primer plano la explotación de clase, y no la supuesta explotación de países. Pero de esta manera no habría espacio para coquetear con el nacionalismo progre-izquierdista, con el que tantos se sienten a gusto. De la misma manera, aceptar la tesis de Marx de que la renta surge del precio de producción, los obligaría a separarse de la vulgata populista que dice que “la burguesía industrial es explotada por la oligarquía terrateniente””.

En la nota mencionaba al actual ministro de Economía y a la embajadora argentina en Washington como casos salientes de la postura política que contextualiza el rechazo teórico de la noción de trabajo potenciado, y de sus implicancias (en particular, la crítica marxista a la concepción ricardiana, “técnico-física” del valor). Pero el abanico de quienes se consideran marxistas, y conceden al nacionalismo burgués populista es muy amplio.

Por eso, estos marxistas y similares han encontrado cómodo cobijarse bajo el paraguas de la “heterodoxia”. Un concepto que se define simplemente por oposición a la “ortodoxia”, entendida esta como la economía neoclásica más o menos convencional. Aunque también con ambigüedades: por ejemplo, algunos heterodoxos considerarán a Stiglitz ortodoxo y otros, heterodoxo. Pero al margen de estas menudencias, en la “heterodoxia” parece haber consenso en mantener las discusiones en un bajo nivel de tensión. Nada debe perturbar al “frente popular” de “heterodoxos”, empeñado desde hace años en singular combate con el “neoliberalismo salvaje” (ojo, no con el modo de producción capitalista).

Pues bien, llegados a este punto no podemos pasar por alto el rol que ha tenido en los últimos años The New School University, considerado “uno de los principales reductos de economía heterodoxa a nivel mundial”, y su economista marxista estrella, Anwar Shaikh, en relación a los gobiernos burgueses “nacional-progresistas”. Es que Shaikh y la New School se han convertido en explícitos apologistas de estos gobiernos.

El tema hay que encararlo y ponerlo a la luz y la consideración de los que se reclaman de la lucha contra el capital. En otra nota he sostenido la necesidad de romper con el marxismo acomodaticio (ver aquí). Lo que planteo ahora va en el mismo sentido.

Apoyo abierto al gobierno K

Es significativo, en primer lugar, que The New School haya establecido una beca para estudiantes que lleva un nombre que es toda una definición ideológica: Néstor Kirchner. Pero más relevante es que Shaikh ha viajado a Buenos Aires para respaldar públicamente al gobierno Kirchner y sus políticas. Así, en un reportaje concedido al Cronista Comercial, y publicado el 23/03/12, afirmó: “Creo que la Argentina está funcionando extraordinariamente bien. Al igual que en Brasil, muchos de sus economistas y funcionarios han aprendido la lección de las crisis previas y se dieron cuenta de que es necesario regular los mercados, que es necesario un rol activo del Estado y que tiene que ser responsable de las consecuencias sociales de los mercados (…) No hay duda de que la actual es la década de América Latina, en el sentido de que la región está tomando la delantera tanto en términos políticos como también en poner sobre el tapete las cuestiones sobre intervencionismo y administración de la economía. Por otro lado, lo está haciendo en medio de una Gran Depresión [aclaración: ese año la economía mundial creció 3,2% y la de los países en desarrollo 4,9%], es decir que no es el mejor momento para hacer este experimento”.

Puede evaluarse este elogio del gobierno K, y de los gobiernos de América Latina, a la luz de una realidad de pobreza, dependencia, atraso y sobreexplotación de los obreros que viven en estos países. Por este motivo, ya hace años dije que si lo de Shaikh y compañía es “heterodoxia”, yo no soy “heterodoxo” (ver aquí). Para desnudar la servil apología: desde que Shaikh sentenció que “Argentina está funcionando extraordinariamente bien”, la economía está estancada, y la pobreza, bien medida, se elevó a casi el 40% de la población. Sin que estos datos le hayan movido a hacer la menor reflexión autocrítica. ¿Será que los criterios “científicos” de la New School también son “heterodoxos”?

Un giro a la derecha

Anwar Shaikh ha sido un referente para los marxistas de América Latina durante muchos años (en lo personal, ha influido mucho para superar la tesis del dominio del monopolio). No es casual que el gobierno K haya subvencionado gustoso sus viajes a la Argentina.

Pero no hay que lamentarse, sino ubicar esta toma de posición política de Shaikh –y el acompañamiento, o consentimiento de buena parte de la “heterodoxia”- en un contexto más general. En este sentido, y refiriéndose al giro a la derecha de muchos marxistas europeos, en un texto de 1993, Simon Clarke observaba: “Lejos de construir sobre los avances realizados en los 1970, la teoría marxista en los 1980 retrocedió, con la asimilación del “marxismo” a varias escuelas de pensamiento burgués. Los 1980 fue la década de la “teoría de la regulación”, del “marxismo analítico”, de la “Radical Political Economy”, del “post-marxismo” y de una creciente distancia entre las teorías propuestas y la inspiración política y teórica (y sus carencias) de la tradición marxista”.

“Pienso que esta regresión estuvo estrechamente vinculada con el creciente divorcio de los intelectuales progresistas con el compromiso de la política de clase en los 1980 y su asimilación, en gran escala, a los partidos establecidos de masa de la izquierda, en la creencia de que tales partidos podrían defender las conquistas reformistas de los 1960 y 1970, y aun proveer el trampolín para nuevos avances” (“Postscript” a “The Value of Value: A Review of ‘Rereading Capital’ (Fine and Harris, 1979)”, p. 148. en Simon Mohun (ed.), Debates in Value Theory, New York, St. Martin Press, 1994).

Algo similar parece haber ocurrido en América, pero por vías diferentes. Es que a partir de que las tesis del tercermundismo recibieron el aval teórico del marxismo, se abrió el camino para el desplazamiento del punto de vista de clase por el punto de vista nacional y “popular”. A esto se sumó la idea de que el enemigo son las finanzas (tesis de la financiarización). Y además, el enfoque estancacionista-catastrofista, esto es, la tesis de que “la crisis del capitalismo es estructural”. Tengamos presente que la idea del estacamiento crónico desarma políticamente, dando como resultado, o bien el dogmatismo, o la actitud acrítica frente a los gobiernos a los que les toca en suerte la fase alcista del ciclo económico (sobre esta cuestión, y su significación para América Latina, aquí).

Como es conocido, Shaikh contribuyó a la visión tercermundista con su tesis del intercambio desigual; y parcialmente al catastrofismo tercermundista, al sostener que los países atrasados estaban condenados a sufrir déficits crónicos de sus balanzas comerciales (véase su crítica a ventajas comparativas). A lo que se sumó su tesis de las ondas Kondratiev (que sostenía que el mundo capitalista había entrado, a mediados de los 1970, en una larga fase, de 25 o 30 años, de estancamiento del producto y contracción del mercado mundial).

De conjunto, esta situación teórica, unida a la visión nacionalista burguesa (o nacionalista burocrática, si consideramos al castrismo), y al retroceso de la clase obrera y de los ideales del socialismo (efecto caída de la URSS, vuelta de China al capitalismo), llevó a una erosión del punto de vista de clase al interior de la intelectualidad marxista, o simpatizante con el marxismo. Anoto: la serie de notas sobre Cuba que publiqué en este blog es parte del esfuerzo por dar cuenta de esta evolución. El resultado fue que con la reversión del ciclo económico en América Latina en los 2000 –favorecido sin duda por la mejora de los precios de las materias primas- se dieron todas las condiciones para que muchos intelectuales marxistas “saltaran del otro lado del mostrador”. Aunque no para integrarse en partidos de masas reformistas, sino para apoyar, en su mayoría, a gobiernos burgueses. Del estancacionismo y el tercermundismo “marxista” se pasó al elogio o colaboración con los Evo Morales, los Kirchner, Lula o Chávez.

En resumen, tenemos que poner la cuestión en debate en el seno del movimiento, o grupos, que se ubican en una postura crítica del capitalismo. No se puede seguir disimulando el efecto de esta toma de posición pública de alguien como Anwar Shaikh en el pensamiento crítico y de izquierda. Aunque duela, hay que decirlo: el frente popular de la heterodoxia económica solo lleva agua al molino de la confusión y del colaboracionismo con la burguesía.

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Anwar Shaikh: “marxismo” para respaldar gobiernos burgueses

Written by rolandoastarita

08/09/2015 a 11:35

11 respuestas

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  1. Buenas, nunca comento aqui aunque suelo leer en la medida de lo posible.
    Rápidamente me gustaría solicitar si puede explayarse un poco mas sobre las derivas de la posición estancacionista-catrastrofista, que entiende por las mismas y si concidera que es igual estancacionismo que catastrofismo.
    Esto ultimo porque entiendo que no es lo mismo ver al capitalismo como un sistema cuyas crisis sos inamentes y cuyas salidas están en la resolución de la lucha de clases que ver el capitalismo como un sistema estancado el cual podría reactivarse y hasta incluso volver a sus años dorados. Creo que son dos posiciones que tienen derivados políticos fuertemente opuestos y de alli mi consulta.

    Desde ya muchas gracias. Disculpas por algún error de tipeo u ortografía pero escribir con el celular y no poder editar es tarea difícil.

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    jddaneri

    08/09/2015 at 12:16

    • Sobre las consecuencias políticas del estancacionismo (o crisis crónica, o estancamiento permanente de las fuerzas productivas), remito a la nota que ya he citado, aquí. La idea de que las crisis son inmanentes en el capitalismo no es sinónimo de enfoque estancacionista. Tal vez el ejemplo más claro de la tesis estancacionista es la que sostiene que el capitalismo, a nivel mundial, está estancado desde 1914. Otra expresión: los que decían, en los años 1980-1990 o durante la crisis 2001-2, que el capitalismo argentino ya no podía desarrollarse.

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      rolandoastarita

      08/09/2015 at 13:37

  2. Bien dicho Rolando es hora de desenmascarar a todos estos que se dicen intelectuales para que la gente descubra a cual clase defienden, y no se dejen embellecer por sus discursos «bien pensantes izquierdistas» que lo unico para que sirven es para endulzarles los oidos a muchos
    Saludos

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    Leandro

    08/09/2015 at 13:11

  3. Quería saber cuáles son los artículos en los que critica el intercambio desigual entre países. Recuerdo que cuando leí el capítulo IV, sobre libre comercio, de»Valor, Acumulación y Crisis» de Shaik, me había parecido muy convincente. Saludos

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    Lucas

    08/09/2015 at 15:27

    • Lo trato en mi libro «Valor, mercado mundial y acumulación»; amplío la crítica a Shaikh (por ejemplo, su explicación de tipo de cambio) en «Economía política de la dependencia y el subdesarrollo». Una explicación sencilla sobre el asunto intercambio desigual, aquí.

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      rolandoastarita

      08/09/2015 at 15:43

  4. Confirmado: Quítale la cáscara a un heterodoxo y encontrarás un burgués keynesiano.

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    AP

    11/09/2015 at 10:12

  5. Ignoraba que Shaikh hubiese suscrito la idea de ondas Kondratiev, por otra parte no sé si la tesis del estancamiento se refiere exactamente a lo mismo que sostenía Trotsky (en términos tecnológicos).

    Aunque entiendo sus desavenencias con Shaikh, no tanto en el terreno teórico sino en el práctico con su apoyo a determinados gobiernos de Hispanoamérica (imagino que en EEUU al igual que Europa tenemos solo una visión demasiado parcial tanto para bien como para mal) creo que es un error plantear la cuestión en términos de puridad frente «desviacionismo/pervesión derechista» por el mero planteamiento de nociones desde otras perspectivas (al menos eso deduzco de la cita de Simon Clarke, puede que lo esté interpretando de otra manera en tal caso le pido mis disculpas).

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    JHaydn

    11/09/2015 at 13:54

  6. Rolo te dejo si te interesa los videos del curso de Shaikh sobre su ultimo libro
    Capitalism: Competition, Conflict and Crises, Lecture 1: Introduction to Course

    http://www.hgsss.org/anwar-m-shaikh-capitalism-competition-conflict-and-crises/

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    matias

    04/04/2016 at 16:41

  7. Que piensa del ultimo libro de Shaikh

    Capitalism Competition, Conflict, Crises by Anwar Shaikh?

    puede ver el indice aqui

    https://www.amazon.es/Capitalism-Competition-Conflict-Anwar-Shaikh/dp/0199390630

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    benjamin

    13/10/2016 at 15:21

    • No lo leí.

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      rolandoastarita

      14/10/2016 at 23:12

    • He leído que abandona la TLV en favor de Sraffa, entre otras cosas. Por otro lado, estoy escuchando sus clases basadas en el libro, y la parte en que critica la teoría neoclásica me ha resultado útil, aunque sólo luego de leer el libro Steve Keen.

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      Ezequiel

      12/12/2016 at 14:07


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