Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Resultado electoral: mirar de frente la dificultad

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En una carta dirigida a Marx, con fecha 18 de noviembre de 1868, y comentando los resultados de unas elecciones que se habían celebrado en Inglaterra, Engels escribía: “¿Qué me dices de las elecciones en los distritos fabriles? El proletariado se ha desacreditado una vez más”. Luego de apuntar algunos distritos obreros –Manchester, Salford, Ashton- en que habían salido electos candidatos tories (conservadores) y liberales, agregaba: “En todas partes el proletariado es la cola, el trapo de piso y el furgón de cola de los partidos oficiales, y si algún partido ha ganado fuerzas con los nuevos votos, es el tory”.

Rescato y reivindico en estas líneas una actitud: reconocer abierta y francamente la situación en que se encuentra la clase obrera. Actitud que, inevitablemente, tiene su eco a la hora del balance de las elecciones del domingo pasado. Es que para los socialistas el dato más relevante es que el 92,6% de los votos, a nivel de todo el país, fueron para los cuatro primeros partidos burgueses. Para que no quede lugar a dudas: en La Matanza, partido del Gran Buenos Aires de composición obrera y alto porcentaje de pobres y desocupados, los tres partidos burgueses principales sacaron el 90% de los votos. En el resto de las localidades obreras, los resultados son similares: la amplia mayoría de la clase trabajadora y los sectores oprimidos han votado a partidos enemigos del socialismo. Y el mismo panorama se repite elección tras elección.

Pues bien, este resultado no se puede explicar solo, ni principalmente, con el argumento “los partidos de izquierda no tenemos recursos para hacer conocer nuestras posiciones, y por eso los partidos del sistema tienen tantos votos”. Después de todo, en el modo de producción capitalista los partidos de la burguesía dispondrán siempre de inmensos recursos, públicos y privados para financiar sus campañas y hasta para corromper a franjas de los sectores oprimidos. Este es un dato de la realidad, con el que los marxistas contamos (y no habría nada peor que hacerse ilusiones con que pueda suceder de otra manera).

La cuestión es más profunda. En este respecto, en otra nota he planteado que uno de los problemas graves que enfrentamos los marxistas es que el ideario socialista hoy está quebrado en la conciencia de las masas trabajadoras (ver aquí). Ahora insisto con esta cuestión. Los fracasos de los “socialismos reales”, o el actual desastre del “socialismo siglo XXI”, no son cuestiones menores. La izquierda no puede desconocerlos. En 1927, o sea, apenas una década después del triunfo de la revolución, Trotsky pronosticó que una vuelta de la URSS al capitalismo provocaría un retroceso “infinito” en la conciencia socialista de la clase obrera mundial. En 2015, y con las experiencias (y horrores) stalinistas a cuestas, aquel pronóstico de Trotsky tiene validez multiplicada. Por eso, la pregunta que hacían hace poco unos periodistas a representantes de la izquierda en un programa de TV, “¿en qué país se aplicó con éxito lo que ustedes defienden para Argentina?”, es crucial e ineludible.

Sin embargo, las respuestas no terminan de convencer, o barren los problemas debajo de la alfombra. Para ponerlo en términos de preguntas: ¿se puede seguir mirando para otro lado ante lo que sucede en Venezuela o Cuba? ¿Se puede argumentar seriamente que todos los problemas se deben a “la derecha y el imperialismo”? Además, en ese caso, ¿en qué se diferenciaría el argumento de la izquierda del que presenta el kirchnerismo izquierdista? Por otra parte, ¿se puede explicar la burocratización de las revoluciones por “desviaciones” de un curso esencialmente correcto? En los 1980 el Movimiento al Socialismo respondía con la fórmula “Cuba más democracia”. Dejando de lado la insuficiencia (para decirlo con suavidad) de esa respuesta, hoy ni siquiera sirve para salir del paso. Por último, ¿se puede seguir afirmando, con alguna seriedad, que el chavismo ha puesto de nuevo en la agenda de la clase obrera mundial al socialismo? Hay que vivir en una burbuja para desconocer la realidad que vive hoy Venezuela.

En resumen, sostengo que en tanto no se encaren estas cuestiones, el apoyo de los trabajadores y oprimidos a los partidos capitalistas no se va a superar diciendo “si nos votan y llegamos al gobierno vamos a dar el 82% a los jubilados, elevaremos el salario mínimo a $15.000, prohibiremos los despidos y dispondremos el control obrero, mejoraremos radicalmente la salud y la educación y construiremos viviendas populares”. La reconstrucción de un programa socialista no pasa por un listado de medidas “populares” y “accesibles”. El problema hay que ponerlo en la agenda de discusión de la izquierda. Y para eso, el primer paso, es volver al criterio de Engels: mirar las dificultades de frente, sin empañarlas con frases consoladoras.

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Resultado electoral: mirar de frente la dificultad

Written by rolandoastarita

11/08/2015 a 11:34

46 respuestas

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  1. A el artículo tuyo Rolando deberíamos agregarle que, en este marco de clara predominancia del voto obrero a los partidos burgueses, el balance del desenvolvimiento electoral de la izquierda tampoco es alentador.
    Cuando comparamos los datos de los votos obtenidos por el FIT respecto a las elecciones del 2013 y 2011 debemos decir: El FIT tuvo un avance interesante en las elecciones de medio término del 2013 donde casi triplico los 400 mil votos obtenidos en el 2011, pero en esta del 2015 obtuvo menos de 730 mil. Es decir que hubo un retroceso de casi 500 mil votos.
    E un contexto de debilidad, de clara minoría, el voto a la izquierda no sólo no pega un salto de importancia, sino que retrocede.
    Ya me han respondido que el problema es que estas elecciones son presidenciales y que las otras son ejecutivas. Es que a esta altura ya tenemos expertos marxitas en la contaduría de papeletas electorales. Lejos estan de preguntarse porque la gente no los vota. Ni siquiera veo que estén preguntándose sobre los beneficios de una interna abierta que tan sólo sirvio para lavar mas el discurso frente al movimiento de masas. “Consolidar” vs “Renovar” termino siendo la farsa en pequeño del “Continuidad” vs “Cambio” de los candidatos mas importantes de la patronal.
    Pero debemos esperar… por ahora es mas importante festejar el triunfo de Del Caño o chicanearse entre las fuerzas de izquierda por el ENORME triunfo de las PASO.

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    arístides

    11/08/2015 at 11:54

    • Arístides. Sos un verdadero aguafiestas.

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      AP

      11/08/2015 at 12:35

    • Hola. Lo concreto es que el FIT paso de 500 mil votos a 750 mil votos entre 2011 y 2015 (presidenciales). Si usted compara la votación del FIT de 2013 con la de 2015 está comparando peras con manzanas. Este crecimiento del FIT en estas presidenciales no OBTURA que los partidos burgueses cosecharon el 92% de todos los votos y la enorme mayoría de ellos es de extracción obrera. Es más, en los distritos donde el agua le llegaba hasta el cuello al trabajador, ahí también ganaron los partidos burgueses. Lo fundamental del análisis es que los partidos burgueses se llevaron el 92% de los votos y que la izquierda clasista y revolucionaria avanzó en ese aluvión de votos a los partidos patronales. Finalmente, lo conquistado es un puntal para que en octubre la izquierda refuerce la presencia parlamentaria para que de esta forma las masas estén un poquito mejor paradas de cara al ajuste que se viene y que ya se está aplicando por la sencilla razón de que el ciclo de ascenso de la acumulación de capital iniciado en 2003 se termino.

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      Julio

      15/08/2015 at 20:09

    • Disculpe Julio pero estamos hablando de que se retrocedió fuertemente en lugares como Salta. De acuerdo a las declaraciones de los dirigentes del PTS y PO (que hay un «salto» del peronismo a la izquierda, que el FIT se consolida en todas las capas sociales explotadas,etc) la diferencia entre 2013 y 2015 debería haber sido menor. Se perdieron 500000 votos ¿sólo porque son «presidenciales»? La treta se consuma cuando se compara con 2011.

      Usted se da cuenta que cada candidato del FIT por sí mismo, en efecto, pasó raspando las PASO?

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      Hernan

      15/08/2015 at 23:43

    • Hernan. No desconozco el fuerte retroceso de PO en Salta que no es explicable por PTS armo una lista que compitió con el voto de PO. El retroceso de PO en Salta es un hecho. También es un hecho que PTS (FIT) hizo una extraordinaria elección presidencial en Mendoza. Está todo integrado, los resultados «positivos» y los «negativos». En general la elección del FIT fue de resistencia (3,5%) y con ese resultado puede reforzar su presencia parlamentaria en diciembre.
      Insisto, los partidos patronales arrastraron el 92% de los votos pero la izquierda revolucionaria planto bandera y resistió con un 3,5%. ¿Gran elección del FIT? Obviamente no pero en el marco de un intento de polarización tan fuerte por parte de los partidos patronales el 3,5% es muy importante.
      Respecto al «salto del cerco» es una tesis más que interesante porque hace décadas se afirma que el peronismo es un cadaver político. Si tomo en cuenta las votaciones desde 2011 es obvio que la izquierda viene creciendo electoralmente y organizativamente. ¿Las masas pasaron con valijas y todo a la izquierda? No. Los hechos de Mendoza y Salta¿preanuncian un salto del cerco? No lo sé. Tal vez.
      En Merlo por ejemplo el FIT no avanzó por varios motivos entre los cuáles se debe destacar el ascenso de un frente pejotista-sabatellista (Menéndez) que capturo el voto anti Othacehé. Muchos votos al FIT lista completa excepto para categoría intendente. Sin ese fenómeno de voto anti facho Othacehé el FIT hubiese subido dos puntos tal vez. Lo cierto es que el FIT hizo la elección de 2011. No creció. Que el bosque no tape el árbol!

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      Julio

      16/08/2015 at 19:24

    • Hasta Carrió sacó más votos que toda la izquierda sumada. Decir «gran elección» no es exagerar, es mentir, es una irresponsabilidad.

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      Danilo Castelli

      17/08/2015 at 23:27

  2. Un saludo, profesor. Le recomiendo encarecidamente este texto que aborda las tareas históricas a las que se enfrenta el comunismo a nivel mundial a día de hoy y donde se enfatiza la necesidad de balance histórico y reconstitución ideológica de cara a iniciar un nuevo ciclo revolucionario.

    Haz clic para acceder a Stalin_-_Del_marxismo_al_revisionismo.pdf

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    Carlos

    11/08/2015 at 11:58

  3. Lo dicho en la nota es cierto.
    Pero hay que agregar que la incapacidad actual de la izquierda – o de la autodenominada izquierda- en Argentina y en todo el mundo para promover entre las masas populares una alternativa de transformación radical, viable y operante al sistema actualmente vigente a fin de que aquéllas asuman como propia dicha alternativa y sean las protagonistas del cambio, se debe, entre otras cosas, a que la cultura y las ideas de las clases dominantes en algunas de sus variantes: neormarxistas, posmarxistas, marxistas críticos, etc., contaminan a esa misma izquierda, explicando, por lo menos en parte, su impotencia crónica.
    Es por eso que, carecen de rigor para analizar la realidad económica, política, social y cultural y es así como aparecen propuestas como “cambiar el mundo sin tomar el poder”, o estrategias que diluyen las ideas centrales de explotación capitalista y de la lucha de clases en reivindicaciones parciales de diversos sectores sociales, a veces importantes y a veces no. Pero, en todo caso, sin articularlas con el cuestionamiento global del sistema.

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    Teitelbaum

    11/08/2015 at 12:19

  4. Hay algo que estoy seguro hace años: en sus declaraciones la izquierda atenta contra sí misma al aproximarse a las experiencias socialistas de este modo: fueron un desastre total, no hay nada rescatable pero nosotros sí vamos a hacer el socialismo viable.

    De hecho, ni siquiera la izquierda se plantea la planificaciòn económica porque ello le plantearía los mismos problemas que le planteó en el pasado: mercado vs plan, plan centralizado vs regionales, sistema de propiedad, colectivización,etc.

    Todo se tira a un futuro «nebuloso» mientras a la población no le decimos DE QUE SE TRATA EL SOCIALISMO. Tan sencillo como eso.

    No lo decimos porque no queremos responder al balance del socialismo real, sus fracasos pero tampoco nos animamos a defender sus avances.

    Esto no es creíble y no hacemos mas que tirar piedras en nuestro propio tejado. ¿No sería mejor hacer el balance necesario y frente a la pregunta de si hubo un presunto «éxito» del socialismo, sacar a relucir lo que indudablemente se hizo bien en la URSS y otros países? Es imposible decir que todo eso fué malo, o etiquetarlo de «estalinismo» y así tirarlo por la borda sin más. ¿No nos ayudan los avances innegables en cultura, educación, elevación del nivel civilizatorio realizado por el socialismo en el siglo XX aún pasando por situaciones extremadamente difíciles? ¿no nos ayuda comparar la debacle histórica del capitalismo argentino con los éxitos de esos países en materia educativa y científica?

    Hay mucho para comparar favorablemente y acercar a que los trabajadores estudien la historia del socialismo, de sus fracasos, crímenes abominables pero también notables éxitos.

    Cuando escuché a Altamira decir que lo último más o menos defendible fué la Comuna de París (hace más de 150 años) entendí porque a la población le interesa muy poco la idea de reorganizar la sociedad sobre otras bases.

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    Hernan

    11/08/2015 at 13:08

    • Su argumento ya está muy probado: es el que presentaron siempre los partidos Comunistas. Destacaban todos los avances, y disimulaban los problemas. Por ejemplo, hay que decir «entre 1930 y 1980 la producción agrícola en la URSS se multiplicó x veces» y hacerse el distraído cuando alguien menciona los millones de muertos provocados por la colectivización forzosa (uno de los temas que voy a tratar en una próxima nota). Algo similar con respecto a China (mejor no hablar del Gran Salto Adelante, por ejemplo). En última instancia, en este campo, y durante décadas, los que marcaban el camino eran las propias direcciones de esos países, ocultando información sobre los «problemas» que tenían.

      En cualquier caso, un resultado que habría que explicar con este método: ¿por qué cuando los nazis invadieron la URSS fueron bien recibidos por pueblos enteros? El asunto no se puede despachar con el simple calificativo de «fueron traidores» y «Stalin hizo bien en castigarlos colectivamente». ¿No le dice nada esto sobre las dificultades que planteo en la nota?

      Un problema accesorio: al enumerar los logros siempre se termina comparando países capitalistas vs «socialismos reales». Tuve la suerte de asistir a verdaderos «torneos» en este respecto. Ejemplo, alguien comparaba, en los 1970, Suecia vs Checoslovaquia (nivel educativo, salud, bienestar de la población, y otros parámetros). O también, Corea del Norte vs Corea del Sur; o URSS vs EEUU. Hay que decir que, por lo menos, los defensores del sistema capitalista no quedaban mal parados en estos «torneos». A veces, para salir del lío, los marxistas buscaban armar «bien» las parejas. Por ejemplo, comparar Polonia con Sudán, o cosas por el estilo. Hay que admitir que no es un camino muy convincente. Tal vez esta experiencia ayude a entender que el problema no es tan sencillo de resolver. No hay forma de reconstruir un proyecto socialista diciendo «hablemos solo de lo que anduvo bien».

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      rolandoastarita

      11/08/2015 at 13:29

    • Algunos puntos de lo que ud ha respondido:

      ¿Hay algun problema en destacar los avances? Sinceramente esto ya me parece algo crónico del trotskismo y posiciones afines: liquidar todo lo hecho, meterlo en una bolsa llamada «crìmenes del stalinismo», decir que nada de lo existente fué realmente socialista y prometerle a la población que «nuestro «socialismo no va a tener asperezas, no habrá que usar la coerción, haremos magia porque los stalinistas fueron malos y nosotros somos buenos. Son los cuentos de Hadas ya refritos y que nadie cree.

      ¿Toda la historia del socialismo es la colectivización forzosa y el Gran Salto Adelante? Intencionadamente, usted sólo busca «los millones» de muertos. No le atribuyo ninguna razón «oculta», ¿pero los millones que pudieron alimentar, vestirse, y ver por primera vez un libro en su vida? ¿las victorias científicas y educativas nada le dicen? Insisto, no se puede tener esta política de aproximación a esas experiencias.

      Cuando los nazis invadieron la URSS, los pueblos afectados en gran medida por la colectivización recibieron a los invasores con gratitud, caso típico: Ucrania. Es cierto, pero es una verdad parcial. Yo le re pregunto ¿no le dice nada la victoria sobre el fascismo con un heroísmo que salvo que uno sea un cretino no puede sino reconocerle a los pueblos de la URSS? ¿Tanto cuesta aceptar que no se puede ganar una guerra de tal magnitud sólo con la «represión del stalinismo»? En los años 30 ¿usted cree que se pudo industrializar un vasto país sólo a palazo y que la población careció de entusiasmo?

      Finalmente, usted falsea mi comentario al decir: » No hay forma de reconstruir un proyecto socialista diciendo “hablemos solo de lo que anduvo bien”.» … ¿quién dijo eso?

      Yo hablo de hacer el balance necesario, con el fin de que el presunto futuro socialista sea creíble.

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      Hernan

      11/08/2015 at 13:45

    • Primero, el trotskismo, en su mayoría al menos, no hizo lo que usted dice que hizo. Al contrario, consideró que la URSS era un estado obrero, y que la economía soviética demostraba en la práctica la superioridad del socialismo sobre el capitalismo. Trotsky llegó a escribir (en «La revolución traicionada») que después de los éxitos de la industrialización soviética, en los 1930, ya no hacía falta la crítica de El Capital. Esta posición se mantuvo durante décadas. La Cuarta Internacional, en la posguerra, caracterizó a los países del Este de Europa, a China, Vietnam del Norte, Corea del Norte, como estados obreros. La consigna del MAS de los 1980 de «Cuba con democracia» también era tributaria de esa concepción. De ahí que en el trotskismo se tendieran también a poner en un segundo plano tragedias humanas de carácter masivo, como la que provocó el Gran Salto Adelante; o antes, la colectivización forzosa en la URSS.

      Segundo, lo que sostengo es que no se pueden pasar por alto cuestiones como la colectivización forzosa, los campos de concentración con millones de detenidos, las purgas masivas de los disidentes, diciendo «pero mejoraron los niveles de educación, salud, etcétera». Hay que estudiar cómo se llegó en la izquierda a aceptar esas cuestiones. Es un problema que atañe a la izquierda. Tenemos responsabilidad en plantearlos y sacar balances.

      Tercero, cuando planteo que hay que reflexionar por qué se recibió a los nazis como salvadores, estoy intentando que se reflexione acerca del asunto. Usted, como hizo siempre la mayoría de la izquierda (insisto, su enfoque es lo más común) me responde «los pueblos de la URSS lucharon y derrotaron al nazismo». Lo cual es cierto, pero no es esto lo que cuestioné. No dije que el nazismo fuera mejor que el régimen stalinista. Lo que dije es que pueblos que «oficialmente» estaban «construyendo el socialismo» recibieron a los nazis. ¿No le dice nada esto acerca del carácter de la URSS? No es casual que ni siquiera el trotskismo se detuvo a analizar el significado de ese episodio. ¿Por qué lo pongo en la mesa de discusión? Pues porque hay que interrogarse, más en general, cómo fue posible que en los años 1990 (o antes en China) los pueblos de la URSS, y de Europa del Este, aceptaran de tan buen grado la vuelta al capitalismo.

      Cuarto, jamás sostuve que la industrialización se logró a represión pura. Por el contrario, la industrialización extensiva dio lugar a ascenso social de sectores importantes de la clase obrera y del campesinado, y esto generó fuertes elementos de legitimación al régimen soviético. Además, la clase obrera disponía de un importante poder de negociación con la burocracia en el lugar de trabajo, lo que llevaba a constantes negociaciones. Puede ver algo de esto en las notas que escribí sobre la URSS, aquí, aquí y aquí. ¿Por qué no puede entender estas complejidades?

      Por último, el problema que estoy intentando explicarle es que la polémica con los defensores del capitalismo, después de la caída de la URSS (y los países del Este, etcétera) no se supera contabilizando los avances que se lograron en materia de educación, salud, vivienda, etcétera (argumento que, como le dije, tampoco es definitorio cuando se entra en comparaciones con los países capitalistas). ¿Por qué no se supera? Por una razón sencilla: porque hubo una «crítica práctica» de los regímenes stalinistas realizada por los mismos pueblos. Contra todas las previsiones de la mayoría de la izquierda (los trotskistas en primer lugar), con la caída del Muro no se inició una construcción socialista democrática, sino hubo una vuelta al capitalismo que, en términos de las masas trabajadoras, fue consentida (por lo menos). Esto no se puede superar diciendo «yo tengo otro balance». Se lo pongo con un ejemplo: en 1990 viajé a Budapest, invitado por una organización trotskista inglesa. Participé en reuniones con militantes de izquierda húngaros, convocados por un dirigente trotskista (ex militante del PC húngaro, ex líder del ala izquierda de la revolución de 1956). Pues bien, en esas reuniones no se podía convencer a gente que se consideraba de izquierda, que la salida de un «capitalismo sueco» no era solución. Como este, le puedo dar muchos otros ejemplos.

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      rolandoastarita

      11/08/2015 at 16:14

    • Comparto mucho de lo que dice. No hay que tirar a la basura todo el socialismo real sin beneficio de inventario. Pero ya se ocuparon los ideólogos burgueses y muchos izquierdistas de popularizar la peor imagen posible del «socialismo real». De manera que el rechazo es espontáneo pero además a la gente en general no le interesa lo que hizo Stalin o lo que dijo Trotski. Ni tampoco lo que diga Altamira sobre la Comuna de Paris. Hay que escuchar más a la gente que es espontáneamente conservadora y cuida lo poco-o muy poco- que tiene, porque no ve otra posibilidad. Hay que partir de esa realidad y tratar de construir junto con ellos una alternativa distinta superdora del capitalismo, socialista y superando la institución burguesa de la democracia representativa con la democracia directa .

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      Alejandro Teitelbaum

      11/08/2015 at 14:05

    • A los adalides de la defensa del Genocidio Stalinista les pregunto:
      ¿Donde están sus avances AHORA? ¿El camarada Putin es su ídolo anticapitalista???
      Pripyat es un lindo lugar para pasar el fin de semana, claramente…
      Los colectivos LGTB seguramente viven en el mejor de los mundos, sin tener que reclamar cosas elementalisimas, que solo se les reconocen a regañadientes en los antros capitalistas.
      ¿De que avances hablan realmente? ¿Nombren uno que permanezca hoy día y que no exista en cualquier país capitalista?
      Despierten!!!
      Defender espejismos no va a ayudar a nada, en especial si para sostenerlos se tuvo que exterminar a millones!!!
      Es triste tener que seguir discutiendo estas cosas.

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      11/08/2015 at 15:49

    • Gracias rolando por su respuesta. Entiendo a dónde apunta.

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      Hernan

      11/08/2015 at 16:21

    • Gerardo Daniel, no soy stalinista, ni quiero defender los crímenes ni las prácticas abominables. Lea cuál es la orientación de mi polémica, que es cómo intervenir frente a las masas cuándo se trata sobre la mesa el pasado del socialismo, y su futuro, y qué cosas son fácilmente evitables y cuáles no.

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      Hernan

      11/08/2015 at 16:24

    • Hernan entiendo cual es la orientación de su «polémica». Es una orientación completamente equivocada, desde mi punto de vista. Pero por supuesto esta en toda libertad de opinar lo que deseé.

      Saludos.

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      Gerardo Daniel

      11/08/2015 at 16:49

    • Creo que es un callejón sin salida el seguir manteniendo la discusión sobre los socialismos reales en los marcos stalinistas y troskistas.

      Hay que dar un paso atrás y evaluarlos desde la concepción nuclear del socialismo: la gestión de la producción por los mismos productores libremente asociados. Ya no se trata de hacerle una crítica al stalinismo, hay que hacérsela al socialismo estatal. Debido al estatismo insertado en el socialismo desde la socialdemocracia (y heredado en el leninismo) hay una confusión entre propiedad del Estado y propiedad común, entre economía socialista y planificación estatal centralizada.

      Recomiendo este libro entero, pero específicamente sobre este tema:
      http://www.bopsecrets.org/Spanish/joyrev1.htm#variants of capitalism

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      Danilo Castelli

      11/08/2015 at 21:12

  5. Venezuela va mal, pero así como no debemos mirar para otro lado cuando se trata de los errores y problemas de ese proyecto, tampoco podemos reproducir simplemente el diagnóstico ideológico de los discursos hegemónicos. ¿Cuál es la realidad que Venezuela vive hoy? Entre los discursos ideológicos de ambos lados (chavismo y antichavismo) es difícil encontrar información realmente crítica.

    Si «el ideario socialista hoy está quebrado en la conciencia de las masas trabajadoras» argentinas, no me imagino dónde es que estamos parados en México.

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    Sdr

    11/08/2015 at 16:22

  6. La nota es todo un llamado a la reflexión. Tal vez sea muy pronto para sacar una conclusión definitiva, pero, hasta el momento, los balances de las pasadas elecciones que han aparecido siguen animados por el impresionismo más febril. En resumidas cuentas: Los partidos del régimen se debilitan y en Octubre seremos millones. Las voces críticas siguen siendo abrumadoramente minoritarias o por lo menos no se expresan en ninguna tendencia que reivindique un mínimo criterio de realidad.

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    AP

    11/08/2015 at 17:38

  7. Estimado Rolando, en líneas generales acuerdo con lo que planteas. En especial, digo, la generalidad consignera (que reduce toda verdadera discusión política entre izquierda revolucionaria-clases trabajadoras/populares) y los harto conocidos caballitos de batalla donde el infierno siempre es de los otros. Imposible responder en pocas líneas la situación de retroceso que vemos en la izquierda trotskista –y menos puede hacerlo una sola persona; al menos, yo, me declaro incapaz para tamaña empresa. Pero sí quiero señalar algunos detalles. Cada vez observo menos producción teórico, en especial, en PO, sobre situaciones políticas, económicas, sociales, culturales, filosóficas-científico-políticas (sí, ir a pelearle el terreno de a estas disciplinas y su ligazón al mercadeo) Cuando digo ‘produc. teórica’ me refiero a situaciones y hechos concretos. Acá y ahora. Cada vez más, estos partidos se remontan al pasado, dan un salto a un futuro promisorio y en el presente el vacío es rellenado con consignas y fogoneos sobre tomas de fábrica que, luego, pasado el momento, los obreros retroceden subjetivamente –quejándose de ‘los zurdos’ (en TV y en los medios partidarios aparece el discurso de algunos ‘ganados’, pero si uno se pone a hablar con ellos, aparece lo que se dice en el patio trasero del ‘avance obrero’: pesimismo) A lo más, se termina en cooperativas que luego son captadas por la burguesía. Cuando digo ‘produc. teórica’, me refiero a la de los ‘militantes’, y no al editorial de Altamira que –incansablemente- termina en la consigna irrealizable acá y ahora (pareciera que la consigna ya ha perdido todo valor de acción revoluc., pasando a ser una suerte de encantamiento profético. Y no sólo los militantes no desarrollan teoría sobre urgentes temáticas actuales por falta de discusión al interior de los partidos sino –y esto es su correlativo problema- porque actúan e intervienen ‘con generalidades’, allí, en la más llana de las arenas obreras y de las clases populares (con ‘cierta’ excepción en universidades, digo ‘cierta’, porque allí es donde más tendrían que desarrollar teoría, pero repiten y repiten sin desarrollar las particularidades del mercadeo en las ciencias humanas, sociales y científicas que son las que dominan y están destrozándonos la vida) ¿Cómo intervenir sin asir la investigación práctica que desarrolle teoría desde el suelo mismo de los hechos, de sus agentes y sujetos?
    Por ejemplo, -y daré unos pocos ej.- reducen la cuestión de los recursos naturales a señalar a las multinacionales y sus operaciones y efectos generales, pero se les escapa desarrollar estos temas en la práctica política –concreta- socio-cultural, minuciosamente, de modo particular. En cuanto a salud: se quedan desde el lado del mostrador sindical, pero ‘olvidan’ la tragedia que viven los enfermos y usuarios (¡hay un abismo!, siempre terminarán con las consignas de cuerpo, generales, y sordos a las particularidades terminando en una respuesta más cercana a la imposibilidad burocrática (que, con sus variantes discursivas, no deja de parecerse demasiado a la de los partidos-militantes burgueses) en lugar de ‘conectar’, sintetizar.
    En cuanto a género: una vez por año la batalla por el encuentro de mujeres, a disputar la dirección del mismo, ¿hay alguna Altamira, Marcela Ramal, Giordana, Pitrola? Como ha ocurrido a lo largo del patriarcalismo, en momentos de ‘guerra’, las mujeres somos los mejores soldados que van al frente, pero los generales portan falo. (Sí, la tenemos a Miryam, ¡a no quejarse que la queja es de mujeres! y, por cierto, las tenemos a Pan y Rosas. Pero no basta: no desarrollan teoría, no salen de las mujeres golpeadas ( y no digo que no sea necesario, ¡lo es! pero no es suficiente), del feminismo de la igualdad, o, en el otro extremo, de los trabajos estilo Conicet académicos, pero dejan al campo burgués el desarrollo científico- filosófico-bioético-jurídico-legal. Si hablamos de ‘tradición’ revolucionaria, no soslayemos los campos de la vida en donde la tradición se ha –y ha alimentado a las masas- , aunque fueran la más mínima minoría -con todos los límites que esto significa, pero también con sus potencias: comprender dialécticamente, escuchar con atención, con mucha atención interactuar, asir, conectar con la subjetividad de las masas trabajadoras, hoy brutalmente abrumadas, no pasar por encima de ellas queriendo que encaje la teoría; ni por debajo, adaptándose a acciones estrechas.

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    lejnar

    11/08/2015 at 17:50

  8. Mirar la realidad cara a cara, no buscar la línea de la menor resistencia, llamar a las cosas por su nombre, decir la verdad a las masas por amarga que sea, no temer los obstáculos, ser fiel en las pequeñas y en las grandes cosas, ser audaz cuando llegue la hora de la acción, tales son las reglas de la IV Internacional.

    Grandes palabras olvidadas.

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    AP

    11/08/2015 at 22:21

  9. Coincido. La verdad que quienes solo comparan el aumento de votos desde el 2011 ven lo que quieren ver. En estos 4 años la crisis se ha profundizado y sin embargo el FIT no ha capitalizado ni siquiera un 10% de los votos.

    No sirve de nada arrancarse los pelos y maldecir a los dioses, pero menos aún sirven los «análisis» triunfalistas. Son estúpidos y cobardes.

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    Danilo Castelli

    11/08/2015 at 23:11

  10. «Trotsky pronosticó que una vuelta de la URSS al capitalismo provocaría un retroceso “infinito” en la conciencia socialista de la clase obrera mundial».

    Estoy de acuerdo en llamar las cosas como son y en partir de la realidad a la hora de efectuar caracterizaciones y perspectivas. Pero recuerdo una cosa: poner el acento en lo «infinito» de ese retroceso es lo que hacen los postmarxistas para justificar su particular «lectura» de Gramsci. Alguien estaría seguramente tentado a poner también «eterno» al lado de infinito.

    Fue infinito, pero ni el mundo ni la lucha de clases acabaron con aquel final anunciado. Hoy está registrado un cambio en la situación mundial. No es que se esté abriendo una nueva época, está abierta.

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    aa

    12/08/2015 at 15:51

    • Es de suponer que Trotsky usó «infinito» (si es correcta la traducción al castellano de «Stalin, el gran organizador de derrotas» en el sentido de «inmenso», o «muy grande».
      Sobre la «nueva época» que estaría abierta, no entiendo a qué se refiere. ¿Nueva en relación a qué y en qué sentido? ¿En el tipo de relaciones de explotación? ¿En la tecnología? ¿En la cultura? ¿En la organización de la clase trabajadora?

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      rolandoastarita

      12/08/2015 at 15:59

    • Con nueva época me refiero a la nueva fase de la lucha de clases a nivel mundial, que es de lo que se habla cuando se cita a Trotsky, del efecto en la lucha de clases a nivel mundial de la caída del este…

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      aa

      12/08/2015 at 16:48

    • Sigo sin entender. ¿En qué sentido habla de una «nueva fase» de la lucha de clases a partir de la caída de los regímenes stalinistas?

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      rolandoastarita

      12/08/2015 at 17:12

    • AVISO A BENJAMIN QUIJANO: Su «Comentario» no lo aprobé debido a que es excesivamente largo. Esta sección es para COMENTARIOS, no para enviar artículos.

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      rolandoastarita

      12/08/2015 at 20:20

    • Yo considero que la época abierta por la Revolución de Octubre se cerró en 1991. El trotskismo en su forma originaria no tiene futuro (al igual que el marxismo-leninismo de diferentes vertientes tipo stalinismo, albanés, chino,etc). El futuro del marxismo sin dudas va a tener aportes de esas vertientes. Pero en su forma fundamental, están terminadas como experiencias.

      La historia continúa compañeros.

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      Hernan

      12/08/2015 at 18:03

    • No es «a partir de», es «después de»… en nuestros días… no cabe duda de que el colapsó impactó gravemente en la conciencia de millones de trabajadores dejando el movimiento desorientado a nivel mundial (como pronosticó Trotsky). Lo que trataba de decir, veo que con escaso éxito, es que aquello aun habiendo sido profundamente negativo para la lucha por el socialismo, no fue el final de la historia, y que hoy la lucha de clases vuelve a estar en primer plano, pero no trato de establecer ninguna relación causal entre aquello y el renacer que vemos hoy (latinoamérica, españa, grecia, mundo árabe, …). La caída de los regímenes estalinistas sólo retrasó el proceso.

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      juya

      12/08/2015 at 18:28

  11. Estimado Rolando

    Me gusto leer su nota que plantea la posibilidad de discutir, disentir, aportar.
    Recuerdo haber leído que el comienzo del fin del aliento revolucionario sovietico estuvo marcado por el estrangulamiento del discenso y la discusión dentro del partido y la constitución de un bloque monolítico de opiniones que jalonó el camino en la formacion de la dictadura de la burocracia que borró del mapa la del proletariado.
    Pienso que no se dan las condiciones objetivas para hacer posible el triunfo del socialismo. Si la revolución se produce en un país atrasado no podrá solo contra la presión infinitamente más poderosa de los estados burgueses y/o será copado desde adentro por los pichones de burócratas hambrientos de poder.
    Y un país capitalista avanzadosuele tener éxito en mudar a los proletarios en consumidores y «disfruta» de una burocracia bien aceitada capaz de neutralizar cualquier intento ( que por otro lado no se ve que asome producirse)
    De todos modos este panorama no suprime las crisis, las contradicciones, el sufrimiento en sus diversas formas que el sistema no cesa de engendrar.
    Pienso que es desde este sufrimiento y malestar que la gente discute, estudia y por fin se une, a veces contando con una fuerte tradición cultural como los zapatistas otras merced a una gran cohesión interna como los obreros que gestionan alguna fabrica recuperada o por la mera necesidad de respirar un aire diferente aun en un espacio reducido.
    Que desde el malestar social, cultural o personal surge una fuerza que trabaja y crea en este mundo donde florecen los paradigmas de la violencia agujeritos que perforan la estructura del sistema.
    Donde la apropiación del otro ( no solo de su fuerza de trabajo) muda hacia el respeto.
    Esto que llamo agujeritos a falta de mejor nombre, que pueden ser comunidades, o grupos más pequños o mas grandes según los tiempos, que nacen, crecen y también son muchas veces destruidos por la figura obscena del poder.
    Me parece que esa es la chance por ahora.

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    Rodolfo Oscar Messineo

    12/08/2015 at 19:57

  12. ¿Es válido, con legitimidad moral y pólitica, y, por tanto, debe utilizarse como argumento de cualquier tipo, lo que los siguientes colectivos voten (u opinen y apoyen favorablememente ): una mujer maltratada sobre su marido, un soldado humillado y su coronel, unos hijos menores de edad y sus padres violentos, vasallos y siervos de su aristocrata, esclavos de sus patricios, etc.? ¿ Y millones de votos de ciudadanos en democracias burguesas a favor de sus oligarcas póliticos tienes esa legitimidad? Y mi opinión, no.Ninguna. Y sólo los votos entre sujetos póliticos con similar poder (económico) si la tienen. Si los revolucionarios históricos hubiesen tenido en cuenta esas ‘opiniones favorables’ hoy todavía estaríamos con los Nobiles Patritii gobernando a su plebe.

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    antonio

    13/08/2015 at 10:25

    • Asombroso…

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      Gerardo Daniel

      13/08/2015 at 16:49

    • El concepto y teroría marxista de la Alienación, en el que se encajan al milímetro los colectivos mencionados en el anterior comentario, parece estar un poco olvidado últimamente….Otra mala señal de los tiempos que corren, sin duda.

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      antonio

      14/08/2015 at 10:00

  13. Reblogueó esto en Gerardo Daniel Rossi.

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    Gerardo Daniel

    14/08/2015 at 13:18

  14. Interesante este balance de la izquierda en las elecciones: https://www.mas.org.ar/?p=6434

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    AP

    14/08/2015 at 13:57

    • Es tan tragicómico AP, lo que podemos leer por estos días en la prensa de PO y PTS respecto a las PASO, que debemos conformarnos con tan poco.

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      arístides

      14/08/2015 at 18:30

    • Interesante notar el retroceso del PO en Salta, ojo con esto. ¿No saltaban el cerco los peronistas como decía Altamira?

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      Hernan

      15/08/2015 at 13:22

  15. El balance más objetivo que sacó la izquierda.

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    Carver

    14/08/2015 at 17:32

  16. El argumento de último momento de PO respecto de porqué perdieron es que….. la gente se confundió de boleta. No puede ser. Esta pamplina incluso se baja como explicación en Prensa Obrera. No entiendo como la militancia puede aguantar tanto nivel de forreo y subestimación. O de verdad son iglesias.

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    AP

    15/08/2015 at 16:21

  17. Tengo entendido que, en el recuento oficial, la lista de Unidad viene descontando votos. En catamarca y tucumán, donde originalmente había ganado la A1, la elección se dio vuelta. En Avellaneda la A1 descontó 500 y, en Tigre, serían cerca de 2000 votos los descontados (parece mucho, pero es lo que me dijeron). Me parece que hubo un error general en el cargado de datos a las planillas y, al no poder enviarse grupos de militantes para controlar el escrutinio general a todas las provincias, ya el resultado final sería invariable. De todos modos, sea como sea, estamos en presencia de una elección pareja que, sea cual sea el resultado final, no interfiere en los análisis que acá vienen haciendo todos uds. Saludos

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    Lev Sedov

    15/08/2015 at 17:27

  18. Una cosa adicional que noté en la campaña (y sigue) en el cruce de acusaciones. ¿No se dan cuenta los partidos del FIT que la agresión abierta fogonea que los partidos patronales metan cizaña en la composición del Frente? Cuando medios K (o tipos como Spolzki) opinan sobre la interna, los capos del PO dicen «los K le hacen la campaña al PTS» o «hay que llamarle PTK» como dicen los delirantes de la TPR… ¿no nos damos cuenta que esa acusación infame ES en efecto lo que busca el adversario? Aún con las diferencias que puede haber entre los partidos (que a fines prácticos en el trotskismo son infimas), ¿no pueden ser más vivos y cerrar filas frente a las agresiones e intrigas del enemigo de clase en vez de usar eso para dispararse dentro del FIT?

    Pareciese como si cierta gente le da los cuchillos al PO y al PTS para que se maten entre ellos. Así perdemos.

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    Hernan

    15/08/2015 at 23:47

    • Hernán. Los cuchillos siempre los tuvieron encima. Lo que hace la burguesía es habilitarle la cancha.

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      AP

      16/08/2015 at 14:08

  19. […] cuestas, aquel pronóstico de Trotsky tiene validez multiplicada” (sobre estas cuestiones, véase aquí, aquí). En otra nota: “lo que importa es que en la conciencia de millones, el ideario del […]

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