Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Izquierda y “voto útil contra el neoliberalismo”

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Por estos días desde varios sectores del llamado progresismo izquierdista se ha criticado la postura del FIT y Zamora de haber recomendado el voto en blanco en el balotaje entre Rodríguez Larreta (o sea, Macri) y Lousteau. Se afirma que de esa forma la izquierda fue “funcional a Macri” (expresión utilizada por el periodista Maxi Montenegro, criticando a Jorge Altamira). Es la línea tradicional de los liberales burgueses, los socialistas burgueses y pequeño burgueses de todos los matices, y también, por supuesto, del partido Comunista. Por eso Aníbal Ibarra, que se formó políticamente en el stalinismo criollo, por estos días se dedicó a “dar cátedra” de cómo y por qué había que distinguir, aunque fuera muy sutilmente, entre Macri y Lousteu. “No son lo mismo”, repetía incansablemente, para recomendar el “voto táctico útil” por el segundo, en pos de la derrota del “proyecto neoliberal de los 90” del primero.

Dada la frecuencia con que se repite este argumento, en esta nota presento una respuesta a esta crítica a la izquierda, desde una perspectiva marxista. La respuesta reconoce dos niveles: el primero, el más fundamental, dice que aun en el caso de que haya diferencias, los marxistas deben mantener su posición independiente y no ceder al voto útil. En un segundo nivel, la respuesta dice que, en el caso concreto que nos ocupa, ni siquiera hay diferencias de alguna significación entre Macri y Lousteau (como tampoco las hay entre Lousteau y Recalde, o entre Macri, Scioli y Massa). Empecemos, sin embargo, con el primer aspecto de la cuestión.

La tradición del marxismo

La idea que establece lo fundamental de la táctica ante los casos en que se exige de los partidos revolucionarios el “voto útil contra la derecha”, fue presentada por Marx y Engels en la famosa Circular de la Liga de los Comunistas, de marzo de 1850, a la que ya hice referencia en una nota anterior (aquí). Es que previendo el triunfo de una revolución democrática, la Circular aconseja sobre la táctica que debería adoptar la clase obrera, y dice que en caso de elecciones esta debería presentar sus candidatos independientes, aun cuando esto pudiera debilitar a los liberales demócratas frente a los candidatos más reaccionarios. Textualmente:

“Aun donde no haya posibilidad de conseguir su elección, los trabajadores deben presentar sus candidatos para preservar su independencia, para medir sus fuerzas y presentar a la atención pública su posición revolucionaria y su partido. No deben extraviarse por las frases vacías de los demócratas, que dirán que los candidatos obreros van a dividir al partido democrático y dar a las fuerzas de la reacción la chance de victoria. Todo ese discurso significa, en último análisis, que el proletariado será estafado”.

A partir de aquí Marx y Engels presentaban el criterio clave: son mayores las ventajas que obtiene el proletariado al actuar de forma independiente, que las desventajas que resultan de la presencia de algunos reaccionarios en un cuerpo legislativo. Un criterio que años después orientaría la acción de la socialdemocracia alemana bajo dirección de Wilhem Liebknecht, quien insistía en que aun cuando pudiera haber alguna diferencia entre los candidatos, lo que perdería la clase obrera en independencia de clase superaría cualquier ventaja que pudiera obtener por el triunfo del ala liberal de la burguesía. Una idea que también rescataba Lenin, citando a Liebknecht. Esto es, mantenía el consejo de la Circular. Pero esta táctica fue abandonada con la derechización de la socialdemocracia primero, y luego con el giro de los partidos Comunistas hacia el colaboracionismo burgués.

El fundamento último

El fundamento último de la táctica de la Circular es muy simple: el socialismo se basa en la lucha de clases, y como tal está en contra del sistema capitalista. Por eso, la posición de los marxistas es cualitativamente distinta de la que pueden adoptar los partidos burgueses, o pequeño burgueses, y sus ideólogos. Esto últimos están de acuerdo con el capitalismo, y sus diferencias se dan al interior de un sistema de explotación que aceptan y defienden. El marxismo, por el contrario, está en contra del sistema de explotación. Su postura es del tipo de la que sintetizaba Liebknecht en la frase “Diesem System keinen Mann un keinen Groschen”, o sea, “a este sistema ni un hombre, ni un centavo”. El mensaje aquí es no consentir nada que por alguna razón incremente el poder del gobierno frente al pueblo, o le otorgue algún tipo de aval. Por eso también, era tradición de los bloques socialistas no votar siquiera los presupuestos burgueses.

Todo esto se inscribía en la idea de que los socialistas participaban en las elecciones para organizarse, para explicar y propagandizar sus críticas del capitalismo y del Estado capitalista. Si no se da este mensaje, no tiene sentido entrar en el juego electoral. Por eso también, el rechazo del cretinismo parlamentario, esto es, de la idea –de Bernstein y de los liberales burgueses de siempre- de que las cámaras legislativas pudieran ser la vía para el cambio real de las condiciones de vida de la clase obrera. De ahí que no participar con el “voto útil” es inherente a esta postura radical. Significa decir de la manera más práctica y palpable, como para que lo entienda cualquier mortal: “no tenemos ninguna ilusión en ninguna variante liberal izquierdista burguesa, por más liberal e izquierdista que se presente”. Un mensaje cuyo contenido, de alguna manera, intuyen y leen los conciliacionistas. Por eso estos tratan de enredar a la izquierda en el cretinismo parlamentario. Y la mejor forma de hacerlo es con el cuento del “voto útil”, porque “todos somos hermanos frente al neoliberalismo” y “no sean funcionales a Macri”. Frente a esto, el mensaje del marxismo es: “no somos hermanos, ni primos ni cuñados ni siquiera amigos lejanos. No tenemos nada que ver con ustedes, ni con los neoliberales, ni con los burgueses estatistas, porque estamos en la vereda de enfrente”. El fundamento último de esta postura, como dijimos, es la lucha de clases. Es un fundamento irrenunciable.

Intermedio para dos aclaraciones anti «chicana barata»

Siempre que planteamos estas cuestiones, los “especialistas tácticos del voto útil” sacan a relucir dos objeciones. La primera dice que es necesario defender conquistas; la segunda dice que no todos los regímenes son iguales.

Pero no son consistentes, y los marxistas las respondieron hace mucho. En primer lugar, para defender una reivindicación puntual, no hace falta ningún acuerdo especial. Se coincide en el punto de lucha con los que confluyan, en tanto se mantienen las banderas ideológicas y programáticas separadas (la misma Circular de 1850 contenía esta recomendación). En segundo término, los marxistas siempre hemos distinguido entre regímenes burgueses: no es lo mismo una dictadura militar que la democracia burguesa; no es lo mismo esta que el fascismo. Toda la experiencia histórica demuestra que los marxistas han enfrentado las dictaduras o los fascismos. Jamás se defendió una postura abstencionista en este respecto, sin que hiciera falta el “consejo” de ningún liberal burgués. Por eso, ninguna de estas “chicanas” alcanza siquiera a rozar una respuesta articulada al argumento presentado.

Segundo nivel de respuesta: ni siquiera hay diferencias

El segundo nivel de respuesta es menos importante, pero de todas formas vale la pena señalarlo: no hay ninguna diferencia apreciable entre Lousteau y Rodríguez Larreta, como tampoco la hay entre los candidatos a presidente que se están presentando por el oficialismo y las fuerzas de la oposición. Los argumentos los he dado a través de muchos artículos del blog, y no voy a repetirlos ahora. Esto lo saben también los que predican el “voto útil”, y por eso andan a la búsqueda desesperada de diferencias. Por ejemplo, entre Scioli y Macri. Muchas de estas operaciones traen el recuerdo de cuando el PC trataba de “demostrar” que Videla era el ala progresista de la dictadura frente a los milicos “fascistas de ultraderecha”. De ahí también lo útiles que resultan para estas tareas los ex militantes del PC, educados en estas mañas.

Por eso hoy nos quieren convencer de que un Alperovich, un Insfrán, un Scioli, un Aníbal Fernández, una Alicia Kirchner (¿se acuerdan de los tiempos en que era funcionaria de la dictadura?), y similares, son caracterizados luchadores contra “la derecha concentrada, los neoliberales y los golpistas”. Es la manera de confundir, embaucar, tirar cortinas de humo, para asegurar que siga todo más o menos como está. Ante esto, cobra más fuerza el argumento que presentamos más arriba: todo lo que debilite el mensaje ideológico – político de la izquierda de separación y ruptura con el discurso dominante, es objetivamente reaccionario.

En conclusión, el rechazo a toda forma de voto útil es clave para mantener el mensaje crítico del marxismo. La acumulación de fuerzas por parte de la izquierda se disolvería si acepta jugar en la lógica del sistema, esto es, del enemigo. Y sostener este mensaje radical frente a las presiones de los “tácticos del voto útil” –de esa gente siempre razonable y “lógica”, que infatigablemente anda contando votos por el mundo- es clave para luchar contra las ilusiones del conciliacionista “progre izquierdista”. Es que como decía también el viejo Liebknecht “así como el camino del infierno está sembrado de buenas intenciones, el camino de la derrota está sembrado de ilusiones”. Nunca debería olvidarse.

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Izquierda y “voto útil contra el neoliberalismo”

Written by rolandoastarita

21/07/2015 a 19:27

35 respuestas

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  1. Hola profe, coincido en todo lo que decis. NO hay diferencia entre cualquiera de los sistemas capitalistas que propone uno u otro candidato. Pero tampoco hay una fuerza revolucionaria que se nos presente fuerte como para un cambio social que tanto usted como yo y los que somos de izquierda anhelamos. Teniendo en cuenta que nadie de ninguna manera va a hacer la revolucion socialista (ni Altamira, ni Del Caño, ni Stolbizer, ni Scioli, ni Lousteau, ni nadie), yo personalmente PREFIERO que este cualquiera antes de que Macri. Yo se que de una u otra forma voy a ser explotado, porque el sistema va a seguir siendo el mismo, con CUALQUIER candidato. Si el PRO perdia estas elecciones, claramente se iba a disolver fuertemente ese partido. Se iba a caer la fuerza a nivel nacional del mismo y si bien Scioli como oponente fuerte de cara a las elecciones nacionales tampoco es una seguridad para el cambio social, simplemente prefiero que esté él antes que Macri. Scioli representa en grandes rasgos la continuidad de las politicas de la ultima decada, las cuales tampoco comparto ni me parecen un logro social importante en el sentido marxista puro. Pero no podemos negar que es preferible este tipo de explotación que la explotacion de politicas neoliberales de los ´90 o lo que Macri puede llegar a implementar.
    Para mi, en la epoca de Marx era mas factible una posición como la que usted menciona, porque aun habia esperanzas de una revolución socialista. Hoy en dia esa posibilidad esta mas que lejos. Entonces no proponer ninguna posición frente a 2 candidatos (sabiendo que de todos modos voy a seguir siendo explotado y el sistema capitalista va a seguir en su esplendor) me parece un tanto absurdo. Reitero, dadas estas condiciones, yo hubiera optado por votar a Lousteau.
    Saludos cordiales.

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    Natanael

    21/07/2015 at 19:47

  2. Rolando, me gustaría plantearle a su argumentación dos cuestionamientos, desde ya no a modo de chicana, si no para precisar su opinión:
    1) Según la Ley Electoral de CABA, el «voto en blanco» al que llamaban reducía el padrón electoral tanto como hace el voto «no válido»: si votaban 10 y 2 en blanco, los votos válidos eran 8. Sabiendo que el PRO ya había conseguido un porcentaje alto que le permitía ganar el ballotage solo repitiendo los números, ¿no era permitir una ventaja mayor entre el PRO y el otro partido? Recordemos que era un ballotage, la elección era abstenerse o votar en blanco (con el mismo resultado), votar al PRO o a Lousteau. No había opción D.
    2) Si bien estamos de acuerdo en que son partidos burgueses (y con planteos económicos similares a la hora de hablar de «ajustes» ortodoxos y justificarlos), la gestión de uno durante años nos ha dejado desde declaraciones xenófobas (Parque Indoamericano) hasta llenar de Metropolitana todo espacio que encuentre, pasando por cierres de centros culturales, y todo el CV de Macri que tanto conocemos. Más allá de las semejanzas en varios aspectos, Lousteau presenta como proyectos algunas reivindicaciones que hace tiempo que Macri las rechaza de plano (las villas).Tomando en cuenta lo anterior de la Ley Electoral y ambos son enemigos de la clase obrera pero uno al menos pone en su discurso reivindicaciones mínimas, ¿no sería mejor, ya que el enemigo de clase va a estar, uno que aunque sea plantee esas cuestiones? En última instancia, perdido por perdido, ¿no hubiese sido mejor aquél de reivindicaciones más «progresistas»? Desde ya, no busco generalizar esta lógica a otros espacios, me parece que siendo un ballotage de estas características es bastante única la situación, ya que hace tiempo que partidos anticapitalistas de izquierda no entraban en el «juego electoral» al nivel de poder torcer un poco más la cuestión (siendo que la diferencia fue muy ajustada).

    Desde ya, un saludo.

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    Agustín.

    21/07/2015 at 20:14

    • «En última instancia, perdido por perdido, ¿no hubiese sido mejor aquél de reivindicaciones más “progresistas”? Mi respuesta es NO, por los argumentos explicados en la nota. Soy consciente de que cuesta aceptar una posición así, va en contra del razonamiento acostumbrado.

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      rolandoastarita

      21/07/2015 at 22:33

  3. Rolo, estoy de acuerdo con vos. Pero como respondes si alguien dice que si gana macri eliminara las jubilaciones o quitara medicamentos gratuitos. Eso afecta directamente a cada persona a su vida, o a seguir con vida.

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    maria

    21/07/2015 at 20:44

    • De la misma manera que se responde a las medidas pro-capital y ajuste que está tomando el kirchnerismo, y que va a continuar Scioli.

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      rolandoastarita

      21/07/2015 at 22:31

    • pero acaso en lo mismo todo lo que se hizo en derechos humanos, (esto no cambia lo economico) es lo mismo dar subsidios a los mas pobres para que puedan vivir ( ya que otro gobierno no lo haria ) es lo mismo poder tener remedios gratuitos, no privatizar la universidad, la jubilacion aunque no hayas aportado etc etc

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      maria

      21/07/2015 at 22:37

    • La discusión sobre si «es lo mismo» pertenece al segundo nivel de argumento, y no es relevante para la táctica electoral. De todas maneras, en este caso SÍ son lo mismo. Por favor, paremos el «verso». DDHH: no hay diferencias cualitativas entre lo que hizo el Kirchnerismo y lo que hizo Alfonsín; y en todo caso fue más progresivo lo del alfonsinismo (considerando que enjuició milicos con mando de tropa y mucho poder). Con un agregado: los Kirchner apoyaban a rabiar a Menem en los 1990, incluso DESPUÉS de que había dado el indulto.

      Subsidios a los pobres: la AUH fue dispuesta por el kirchnerismo DESPUÉS de la derrota de 2009, y cuando vio que la oposición se la imponía en el Congreso. ¿Por qué no dice las cosas como son? Además, Alfonsín también dio subsidios, habiendo mucha menos miseria (caja PAN). Y los Planes Trabajar los estableció Duhalde, en 2002, en medio de la crisis. Cuando se ponen todos estos elementos en la balanza, las diferencias pasan a ser mínimas.

      Privatizaciones y estatismo, ya lo discutí en este blog cantidad de veces. Consulte, por ejemplo, la nota sobre la estatización de YPF. Consulte, además, las notas donde muestro cómo los K apoyaban a rabiar privatizaciones en los 1990, empezando por YPF y el banco de Santa Cruz. Agregando: la estatización en sí no tiene nada de progresivo. Como he planteado muchas veces en este blog. Para que le quede lo más claro posible: no encuentro nada de progresivo en que funcionarios y burócratas se enriquezcan haciendo negociados con una empresa estatal, o aceptando coimas de una privada. En fin, me parece que usted se encontrará más cómoda con los argumentos de 6,7,8, no con los de este blog, que defiende una perspectiva marxista.

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      rolandoastarita

      21/07/2015 at 22:55

    • Rolo no soy de 6.7.8
      Estoy intentando decir que claramente con ejemplos no es lo mismo.

      me refiero a que en otros gobiernos quisieron privatizar la universidad, no me refiero a las empresas.
      No defiendo a este gobierno, respecto a otros. Lo que intento decir es que hay ciertas cosas que mejoran la vida diaria e indidual de muchas personas, y aun peor si un gobierno privatizara la universidad o sacara la jubliacion al 95% de los pasivos o los medicamentos de pami ( aun en las mismas condiciones economicas) no es lo mismo. Si quiere olvidemos de los DDHH, y de todo lo que comparto con usted con respecto a la economia. Lo mismo podria decir de menem cuando puso los medicamentos de hiv gratuitos, no es lo mismo que no hacerlo. Por eso entiendo que muchos prefieran a Lousteau o a Scioli en cambio de Macri o a Sziriza en cambio de nueva democracia.

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      maria

      21/07/2015 at 23:03

    • No entiendo qué novedad es afirmar que «hay ciertas cosas que mejoran la vida individual de muchas personas». Esto sucede en infinidad de casos, sin que por ello varíe la caracterización política que los marxistas tenemos hacia los gobiernos, ni la actitud hacia ellos. Además, esto no impide defender medidas progresistas en caso que sean atacadas o puestas en peligro. Ya lo expliqué varias veces: defendemos la jornada de 8 horas sin por ello defender políticamente al gobierno que la estableció; el derecho al divorcio sin apoyar al gobierno que lo promovió, etcétera. Ya lo expliqué en otras notas. ¿Qué tiene que ver esto con afirmar que el kirchnerismo no tuvo nada distintivamente progresista con respecto al promedio de gobiernos que hubo desde 1983 a la fecha?

      Por supuesto, que un gobierno empalme con la fase ascendente de un ciclo económico (que por lo demás benefició a todos los países exportadores de materias primas) no lo hace especialmente pasible a recibir el título de «progresista». La prueba está en los 4 últimos años, en que se entró en una fase larga de semi-estancamiento. Que los K hayan apoyado el «ajuste» de los 90 (respuesta del capital «en general» a la caída de la rentabilidad y la crisis estructural de la ISI) está dentro de las generales de la ley de cualquier gobierno «ad usum». Como el hecho de que los menemistas de los 90 se reconvirtieron a «desarrollistas nac & pop con inclusión» en los 2000, cuando la economía se recuperó. Y ahora vuelven a las recetas típicas de todo ajuste. Solo tilingos intelectuales pueden andar girando sus caracterizaciones al compás de estos vaivenes.

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      rolandoastarita

      22/07/2015 at 10:23

  4. Aunque no soy argentino, me ha interesado la nota porque hace referencia a cuestiones tàcticas de caracter màs general. De hecho en mi paìs se suelen dar situaciones un tanto similares, con parlamentos en los cuales los sectores «progresistas» solo pueden formar gobierno si reciben apoyo en la investidura de los parlamentarios de izquierda, saliendo de lo contrario un gobierno «neoliberal». Quizas en este caso se justifique perfectamente la posiciòn del FIT, pues no conozco bien las diferencias de ambos candidatos, pero no se hasta que punto es un criterio aplicable con caracter general. Por ejemplo, si sabemos que el gobierno del «candidato progresista» va a llevar una linea de recortes en servicios publicos (sanidad, educaciòn, ayudas a la dependencia, etc.) mucho menos intensa que la del neoliberal, no se podrìa dar un apoyo puntual manteniendo luego una actitud de completa distancia y oposiciòn, explicando el caracter de clase del nuevo gabinete y llamando a los trabajadores a no formarse ilusiones?

    Por otra parte creo que la recomendaciòn tàctica de Marx y Engels no se aplica a este caso, porque ellos estàn hablando de que la clase obrera debe presentar sus propios candidatos a un òrgano legislativo, pero aquì el asunto es otro distinto. No existe la posibilidad de que la izquierda presente sus candidatos propios, solo pueden salir dos opciones.Ya digo que mi desconocimiento de este caso concreto es total, pero en otros casos similares dar un apoyo puntual y pasar a la oposiciòn (no al «apoyo critico»), puede ser tambièn correcto. Por ejemplo esta parece ser la tàctica que se recomienda en las tesis del III congreso de la IC sobre el frente unico ante la posibilidad de un gobierno socialdemocrata en suecia:

    «En Suecia, el resultado de las últimas elecciones parlamentarias permite a un Partido Comunista numéricamente débil desempeñar un papel importante. Branting, uno de los líderes más eminentes de la II Internacional y a la vez presidente del Consejo de Ministros de la burguesía sueca, se halla en tal situación que la actitud de la fracción parlamentaria comunista no puede serle indiferente para la constitución de una mayoría parlamentaria. El Ejecutivo estima que la fracción comunista no podrá negarse a conceder, bajo ciertas condiciones, su apoyo al gobierno menchevique de Branting como por otra parte lo hicieron correctamente los comunistas alemanes con ciertos gobiernos regionales (Turingia). Pero eso no quiere decir que los comunistas suecos deban perder en lo más mínimo su independencia o se abstengan de denunciar el verdadero carácter del gobierno menchevique. Por el contrario, cuanto más poder tengan los mencheviques, en mayor medida traicionarán a la clase obrera, y los comunistas deberán esforzarse por desenmascararlos ante las masas obreras.»

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    David

    21/07/2015 at 21:34

    • Los casos de un partido laborista, o socialdemócrata obrero (como fueron los de la II Internacional) son específicos. Sin apoyar el programa ni la orientación, los marxistas pueden aceptar votarlos.

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      rolandoastarita

      21/07/2015 at 22:35

    • En que sentido serìan especificos? No son acaso tambien una «variante liberal izquierdista»?

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      David

      22/07/2015 at 09:50

  5. Reblogueó esto en Gerardo Daniel Rossi.

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    Gerardo Daniel

    21/07/2015 at 22:20

  6. Excelente nota Rolando. Sé muy bien de lo que hablas porque estoy en Izquierda Unida y en el PCE en España. El voto útil a favor del PSOE nos ha hecho mucho daño (a los obreros). Sin embargo, si esto se produce no es porque los líderes engañen a las bases sino por el bajo nivel de formación marxista que existe en nuestras filas. En realidad, la ideología predominante incluso en muchos «cuadros» es una socialdemocracia de izquierdas. De ahí no se pasa. Así que es lógico que tengamos lo que tenemos. Un abrazo.

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    Jon

    22/07/2015 at 04:35

  7. Me parece que, además de discutir cuál debe ser la táctica de los revolucionarios —en este caso, el FIT y AyL mantuvieron una posición independiente y clara—, hay que analizar los datos de la elección y ver qué hizo el FPV, que ahora critica tan fuertemente.
    Si uno sumo los votos de la primera vuelta del FPV (Recalde) y ECO (Lousteau), dan: 866.105 votos. Lousteau en la segunda sacó 806.057. O sea que podemos pensar que dentro del FPV hubo 60.048 votantes que anularon o votaron en blanco. Suficientes para ganarle a Larreta (en segunda vuelta sacó 860.802), sin necesidad de los votos de la izquierda.
    Hago esta cuenta para recordar que el propio FPV tampoco llamó a votar a Lousteau (solo lo hicieron algunos personajes marginales, como Ibarra y el Frente Grande, no así la dirección de la Cámpora ni Recalde). Creo que es la falta de autocrítica sobre su indefinición sumada al macartismo, la que lleva a criticar a la izquierda.

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    Sebastián

    22/07/2015 at 10:44

  8. Profesor, consulto aquí ya que está con el tema de las elecciones. En las PASO del 9 de agosto ¿Ha pensado que hacer? ¿Considera importante el tema? Muchos compañeros que están en contra de esta interna por considerarla burocrática dicen que votarán en blanco. Otros votarían, que también denuncian e vacío de política en esto, dicen que votarán indistintamente porque el voto en blanco debilitaría al FIT. ¿Te parece un tema importante o relevante?

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    Marcelo

    22/07/2015 at 19:15

    • Aunque lo voto, no milito en el FIT, ni acuerdo con su programa y orientación. Dada esta circunstancia, no veo que tenga que meterme en su interna, en la que se decide quién representa mejor un programa y línea política con los que no acuerdo. Por eso es un asunto que deberán decidir los que adhieren al FIT.

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      rolandoastarita

      22/07/2015 at 22:58

  9. Perdón, pero no aclare. Hago referencia a la interna del FIT.

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    Marcelo

    22/07/2015 at 19:17

    • Rolando, estoy de acuerdo con tu postura respecto al Frente de Izquierda y las PASO de agosto, aunque es evidente que finalmente a alguna de las las 2 listas que se presentan habría que elegir en el sufragio…Incluso, en ese sentido, ¿no evaluaste la posibilidad de llamar a votar por las mismas razones, y diferencias que con al FIT (independencia de clase, no acuerdo con el programa y orientación trotskista, etc) también al Nuevo MAS?

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      Armando

      24/07/2015 at 22:59

  10. Muy buena argumentacion Rolando, y muy esclarecedor el analisis sobre la Circular

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    ariel quiroga

    22/07/2015 at 22:30

  11. En el programa político del Partido Obrero ofrece, de llegar al gobierno a través del FIT, mejoras en los salarios de los trabajadores; sin embargo no habla de confiscar el gran capital (nacional o extranjero). Dicho programa a lo máximo que aspira es a incrementar las obligaciones tributarias a los capitalistas en favor de los trabajadores, respetando las propiedades y los intereses de los capitalistas. Con este programa pretenden «acabar con la pobreza y los ajustes», según se lee en su ultima Prensa obrera. Desde mi punto de vista esta es una verdadera estafa política.

    Participar en elecciones burguesas para difundir este tipo de mensajes solo contribuye a desubicar políticamente e ideológicamente a las masas en vez de concientizarlas revolucionariamente. Más aun, le dan a su participación electoral un carácter estrategico y una alternativa de poder (PO-1372). Viendo algunas declaraciones del Sr. Altamira llego a la conclusión de que él considera que la via al poder por los trabajadores son las elecciones burguesas y que la única practica política posible de los revolucionarios es a través de ellas.

    El PO y los demás conformantes del FIT han hecho de la participación electoral su única razón de ser, además de considerarla como algo obligatorio. La participación electoral por los revolucionarios sólo tiene sentido si esta es capaz de impulsar o fortalecer un movimiento revolucionario. Bajo determinadas circunstancias esto es posible.No siempre. Generar un amplio movimiento de rechazo a las elecciones burguesas es también una forma validad de enfrentarlas. Parece que el Sr. Altamira ya se olvidó que todas las elecciones burguesas son una farsa como bien lo esclarecieron Marx y Engels. Un auténtico comunista jamás puede dejar de denunciar ante el pueblo este carácter de las elecciones burguesas.

    El trabajo principal de los comunistas esta en las bases obrero populares impulsando las luchas por las reivindicaciones y derechos negados de las masas trabajadoras. De sobra conozco que el cretinismo parlamentarista que practican Altamira y sus semejantes sólo llevan al abandono de las bases y a la manipulación de estas en función de intereses electoreros. Todo ello las debilita y termina destruyéndolas. Décadas tras décadas he sido testigo de estos echos en mi país (no vivo en Argentina).

    No conozco ninguna experiencia donde se haya constituido un poder revolucionario por la vía de las elecciones burguesas. Lo que si sé es que todas las experiencias donde los revolucionarios han llegado al gobierno por esta vía han terminado en el fracaso. Creo firmemente que el camino hacia un poder revolucionario para la Argentina lo trazó la Rebelión Popular de diciembre del 2001.

    Que decepcionante es escuchar del Sr, Altamira que la gran contribución de la rebelión del 2001 ha sido el fortalecimiento electoral de los grupos de izquierda.

    Saludos.

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    amauta

    23/07/2015 at 03:53

    • Para Amauta
      La opción de la via electoral para llegar o no a un poder revolucionario es de unda de la ‘ideas fuertes’ en política revolucionaria. Yo soy de los que piensan que no es una via válida. Su comentario »No conozco ninguna experiencia donde se haya constituido un poder revolucionario por la vía de las elecciones burguesas. Lo que si sé es que todas las experiencias donde los revolucionarios han llegado al gobierno por esta vía han terminado en el fracaso» es muy contundente y claro en esta cuestión. Le hago una objección: el partido bolchevique (primero como fracción del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR)y despues como partido independiente participo en las elecciones a la Duma Imperial Rusa. En la 3º Duma y en la 4º Duma. Unos 10 años de actividad parlamentaria con unos escasos 18 y 19 diputados. También le hago un pregunta y petición que le agradecería ¿podria inidicarme alguno de eses casos de »experiencias donde los revolucionarios han llegado al gobierno por esta vía han terminado en el fracaso».Un relación de eses casos la estimo de grán interés. La evidencia real siempre confirma y es necesaria para la mejor de las tesis. Saludos

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      antonio

      25/07/2015 at 09:29

  12. Esta vez el FIT y AyL hicieron lo que debía hacerse. Trabajador no vota patrón bajo ninguna circunstancia. Simple.
    Me solidarizo enteramente con este párrafo de tu explicación: ‘Todo esto se inscribía en la idea de que los socialistas participaban en las elecciones para organizarse, para explicar y propagandizar sus críticas del capitalismo y del Estado capitalista. Si no se da este mensaje, no tiene sentido entrar en el juego electoral.’ Es precisamente aquí donde fallaron antes. Comparto la crítica de Amauta.

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    AP

    23/07/2015 at 10:12

  13. Amauta y AP, hablar de revolución durante las elecciones no da votos. Y sin votos no hay financiamiento estatal y sin financiamiento estatal no hay carreristas de izquierda (sean del PO, PTS o el que sea), Sin financiamiento estatal partidos como el PO y el PTS quedarían a merced exclusivamente de las cotizaciones de sus militantes, las peñas y festivales y los aportes de campaña financiera. Sería la debacle (no vaya a ser que tengan que recurrir a expropiaciones como los bolcheviques).

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    Lucas

    23/07/2015 at 16:10

  14. Al fin encontré el primer artículo de este blog con el que no coincido. Y no porque mi punto de vista sea «anti-neoliberal» en vez de marxista.

    Creo que la crítica que hacés, Rolando, sería válida si la propuesta hubiera sido votar a Lousteau EN PRIMERA VUELTA. Acá estábamos hablando de un ballotage donde de las dos opciones ninguna era socialista, así que para los marxistas solo había dos posibilidades: no votar a ninguno por una cuestión de principios o votar a uno de los dos por cuestiones estratégicas.

    Es muy cierto que no hay diferencias entre sustanciales entre Lousteau y Larreta. Las diferencias estaban en las consecuencias de la victoria de uno o de otro. Sí, son los dos burgueses y están en el mismo armado a nivel nacional. Pero una victoria de ECO hubiera lastimado al PRO, una de las dos principales fuerzas de la derecha argentina (la primera es el FPV). Al FPV le conviene mucho más antagonizar con el PRO que con otro armado.

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    Danilo Castelli

    23/07/2015 at 19:17

    • Danilo, entiendo tu postura pero creo que en un ballotage de la Ciudad de Buenos Aires no se define ninguna cuestión estratégica. Si ganaba Lousteau, no iba a cambiar el escenario nacional con respecto a las elecciones presidenciales. El antagonista de Scioli iba a seguir siendo Macri (ya que Carrió y Sanz no «miden» para la presidencia) y en cuanto Macri ganara las PASO Lousteau se iba a disciplinar e iba a apoyar al PRO. Al fin y al cabo el PRO va con parte de armado radical en todo el país y son los radicales los que bancan a Lousteau. Por eso me parece que lo mejor era votar en blanco y no por Lousteau en forma vergonzante como hicieron los kirchneristas luego de que dijeran que Lousteau y Larreta eran lo mismo.

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      Lucas

      24/07/2015 at 11:36

    • Lo estratégico incluye la diferenciación ideológica radical. Por esta razón mantengo la posición de la nota.

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      rolandoastarita

      24/07/2015 at 15:17

    • Lucas, tu respuesta sí me parece una opinión estratégica desde lo concreto. Gracias.

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      Danilo Castelli

      25/07/2015 at 23:38

  15. Estimado Antonio, Espero disculpe la tardanza de mi respuesta.

    Los diputados bolcheviques defendían en la Duma las propuestas de República Democrática, jornada de 8 horas, confiscación de la propiedad terrateniente, etc. En cambio el programa del PO de Altamira no plantea la confiscación del gran capital. En lugar de ello su programa propone: “Para poner fin al desempleo, planteamos el reparto de las horas de trabajo disponibles entre el conjunto de los trabajadores y la formación profesional a cargo de las patronales.” La aplicabilidad o viabilidad del tal “reparto” es tan inconsistente que sólo puede provocar gestos de incredulidad y desconfianza en las masa trabajadoras. Pero, pretender enfrentar la explotación capitalista con la exigencia de que financien cursos de formación profesional es ya un insulto a la inteligencia de la clase obrera argentina. Sostener que de esta forma se va a poner fin al desempleo es un intento claro de pretender corromperlas ideológicamente para atenuar su combatividad.

    Sobre casos históricos de victorias electorales de la izquierda el más conocido es la del Frente Popular de Francia en 1936 con Albert Lebrun y Leon Blum. Al respecto no le puedo asegurar la integridad revolucionaria de los principales actores de este acontecimiento. De hecho muchos hubieron que más estaban preocupados por los intereses de sus bolsillos que los intereses de la revolución y el socialismo. En el caso de Salvador Allende que llegó a la presidencia de Chile en 1970 si reconozco que en él hubo un propósito definido y firme de hacer realidad un proyecto socialista revolucionario. Lamentablemente equivocó el camino -que le costó la vida y provocó la masacre del pueblo socialista desarmado. Desde fuera del marxismo los casos de Perón en Argentina (1946), Jacobo Arbenz en Guatemala (1951), Rodrigo Borja (1988) y Jaime Roldós (1979) en Ecuador resultaron gobiernos incómodos para EEUU y las aristocracias nativas que conspiraron contra ellos provocando golpes de estado y hasta asesinatos.

    Y así por el estilo, investigando un poco más podríamos encontrar más casos. Todos estos gobiernos llegaron por la vía electoral burguesa y de alguna manera se vincularon con las demandas populares pero que, en última instancia, cumplieron el papel de “válvulas de escape” para disminuir la presión de la protesta popular y evitar que desencadene en rebelión. En Conclusión, en Argentina – por ejemplo- hubo un Perón para evitar una revolución proletaria y popular.

    Espero que esto le sirva. Saludos.

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    amauta

    29/07/2015 at 02:09

    • Para Amauta.
      Su comentario me es útil, sin duda alguna. Usted no encuentra ningún caso que desmienta que la via electoral es incompatible con la revolución. Parece que puede decirse, que utilizando un análisis »sólo político», es decir sin incluir elementos económicos, sociológicos u otros, tal como usted lo hace, se llega a la conclusión de que una revolución socialista , el cambio radical en la estructura y distribución del capital (pasar de propiedad privada a colectiva, en una palabra) NUNCA ha llegado a producirse históricamente por la vía electoral. Incluso el caso de mi objección planteada del caso del partido bolchevique, no seria en realidad una verdadera objección dado que el partido no proclamo la revolución ni el estado socialista una vez ganadas unas elecciones, sino que una vez que la Duma hubiese sido disuelta en el mes de Septiembre de 1917, asaltó en el mes siguiente y por las armas el Palacio de Invierno (sede del Gobierno Provisional).
      Por si le vale de algo, se puede llegar a la misma conclusión desde un punto de vista exclusivamente económico, que es el que yo utilizo. Este tipo de análisis llega al resultado de que si en un pais sus élites poseen un porcentaje mayoritario y dominante de la riqueza, NUNCA acceden a negociar. Y las vias póliticas de acuerdos (la via electoral, reformas , etc..) sólo consiguen mejoras temporales que acaban por diluirse. A día de hoy lás élites ya poseen, en Occidente, el 80% de la riqueza. Es un porcentaje que está en crecimiento desde los ochenta, y sólo queda el uso de la fuerza como recurso y solución.
      Saludos,

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      antonio

      30/07/2015 at 17:03

  16. No coincido con este análisis cuando se aplica a países poco desarrollados como la Argentina. Macri y el frente para la Victoria no son lo mismo y no tienen impactos similares en países como el nuestro. La burguesía local, por más débil que sea, debe fortalecerse y luchar contra la alta burguesía internacional que busca mantener a la Argentina en el atraso apoyando candidatos títere como Macri. La lucha contra el capitalismo internacional es más importante hoy que la lucha contra la débil burguesía local. Esto es una cuestión estratégica, y de ninguna manera se opone a los principios marxistas que expone Astarita en esta nota, con los cuales supongo que todo verdadero marxista coincide.

    Repito, esto no se trata de apoyar una forma de entrismo. Mi enfoque es mucho más amplio: no hay posibilidad de desarrollar el movimiento obrero en una Argentina semi feudal, semi colonial y atrasada, dónde las masas pobres se comportan ideológicamente como cualquier masa campesina del siglo XIX. Esto también es Lenin, y de la misma forma que la antigua URSS de los años 20’s, enfrentamos la tarea de realizar primero la revolución burguesa. Si la hace la burguesía local o los marxistas es una cuestión táctica, no estratégica, y será evaluada en la correspondiente instancia. Lo que sí debe ser tenido en cuenta es que argentina no está desarrollada, su burguesía local es muy débil y todavía no puede generar las condiciones para que el movimiento obrero se comporte como un verdadero movimiento organizado, culturalmente avanzado, marxista e independiente.

    Mis discrepencias con Astarita son simples. Sin desarrollo productivio en argentina, no hay izquierda ni clase trabajadora culta e independiente. Con Macri y el dominio imperialista de la banca internacional no hay forma posible de elevación cultural y radicalización política de las masas. El atraso económico genera atraso de pensamiento. Hoy Macri va a ser presidente por el apoyo de las clases populares, no de las clases ricas, y esto sucede porque la izquierda está siendo funcional a esa derecha.

    Saludos y me gustaría escuchar su explicación de por qué mi enfoque está errado.

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    Ezequiel

    28/10/2015 at 09:43

    • Las razones por las que discrepo con su enfoque (que en última instancia es el mismo del PC, de toda la vida) las presenté en muchas notas. Puede empezar por las notas en que critico la caracterización de Argentina como país semicolonial (aquí, aquí, aquí). Siguiendo con las notas en las que demuestro que no hubo desarrollo de las fuerzas productivas, a pesar de la gigantesca renta recibida en los 2000: aquí, aquí, aquí, aquí. Siguiendo por la crítica al estatismo burgués reaccionario, por ejemplo YPF, aquí, aquí. Y para complementar, sobre el carácter reaccionario del estatismo burgués en relación a la clase obrera, aquí.

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      rolandoastarita

      28/10/2015 at 10:04

  17. Estimado Rolo, partiendo de la caracterización de que Macri y Scioli básicamente son lo mismo, te consulto acerca de si pensás que sería cierto que Macri abriría drásticamente las importaciones y que en cambio Scioli mantendría una protección a las industrias radicadas en el país. Y si lo anterior fuera cierto, cuáles serían las consecuencias de uno y el otro planteo.

    También me gustaría conocer tu opinión en lo referente al tratamiento que le darían Macri o Scioli al tema de la condena o persecución (aún que esta sea más formal que efectiva) a los criminales de la dictadura, partiendo del supuesto de que Macri cerraría el asunto y Scioli mantendría la política actual de DDHH. Si esto fuera así, ¿qué impacto podría tener una política de “reconciliación” o terminación de la política de DDHH –del pasado-, sobre los DDHH del presente?

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    Eduardo

    11/11/2015 at 08:54

    • Es imposible responder en base a especulaciones en abstracto. Por ejemplo, la apertura de importaciones tiene que ver, entre otras cosas, con el tipo de cambio. Con un tipo de cambio bajo, se busca protección mediante la restricción de las importaciones. Pero esto no se puede prolongar en el tiempo, dada la dependencia de la industria argentina (en realidad, ninguna economía es autosuficiente) de los insumos importados. Por eso la combinación de tipo de cambio bajo y altas tasas de interés que mantiene hoy el Gobierno (¿es necesario recordar la semejanza con Martínez de Hoz?) termina siendo insostenible. De hecho, gran parte de las importaciones ya se hacen a un tipo de cambio muy superior al oficial, al nivel del liqui. Si unifican el mercado cambiario (entre Macri y Scioli las diferencias en este punto solo son de ritmos), va a haber una protección «de hecho».

      Sobre los juicios a los milicos, no es un tema que esté en la agenda del establishment económico. De hecho Macri dijo que no haría nada por revisar las sentencias. Scioli haría algo similar (a pesar de haber aplaudido la amnistía decretada por Menem). El impacto de los juicios sobre la política de DDHH en el presente pienso que seguirá más o menos igual con cualquiera de los candidatos. ¿O alguien piensa que con Scioli hemos tenido una política muy diferente en el Gran Buenos Aires en lo que respecta a gatillo fácil, torturas en las comisarías, convivencia con el crimen organizado, trata de personas amparada por instituciones del Estado, y similares, que lo que puede suceder en Capital? ¿Por qué tenemos que pensar que con Scioli no habrá inteligencia sobre los partidos de izquierda y las organizaciones sociales, o no habrá Milanis, y con Macri sí los habrá? Esto ya lo he planteado en la nota Coyuntura, ¿por qué «giro a la derecha?». Vuelvo a preguntar: ¿qué diferencia hay entre la represión de los qom y la represión en el Borda?

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      rolandoastarita

      11/11/2015 at 09:49

  18. ¿Qué recomendarías en el caso de España?. El problema es que no tenemos ningún partido con propuestas marxistas, lo más cercano a la izquierda que tenemos son los socialdemócratas (unidos-podemos por ejemplo) y los stalinistas (como el pcpe).

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