Rolando Astarita [Blog]

Marxismo & Economía

Sobre egoístas, salarios y ganancias

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En los días previos al paro nacional que se realizó ayer, 31 de marzo, el Gobierno acusó repetidas veces a los trabajadores de parar en defensa de un interés “egoísta”. La presidenta Cristina Kirchner lo sintetizó cuando se dirigió al país por cadena nacional: “Los que tienen un trabajo bien remunerado tienen que ceder un poco de su sueldo para otros compañeros. Si no lo hacen, razonan como oligarcas”.

Así, con este discurso apunta a dividir a la clase trabajadora entre “egoístas y solidarios” (o entre “privilegiados y trabajadores comunes”) e induce a una forma de conciliacionismo de clase. Según esta óptica, el alto funcionario estatal o directivo de empresa que gana $100.000 por mes, y paga ganancias sin chistar, es “solidario”, mientras que el obrero que gana cinco veces menos y protesta por el impuesto, es “egoísta” y con “mentalidad de oligarca”. Una división que se fomenta con el discurso, pero tiene su correlato en la política diaria: es sabido que el gobierno K buscó siempre dividir a los movimientos sociales, a los sindicatos, los centros de estudiantes, los organismos de defensa de los derechos humanos y otras entidades populares, utilizando el poder del Estado. Por ejemplo, discriminando en el otorgamiento de los planes sociales a las organizaciones sociales que se mantienen críticas del kirchnerismo.

En consecuencia, el discurso K está conectado a una lógica que, después de todo, es típica de las formas en que domina la clase dominante: sembrar divisiones y recelos al seno de la clase explotada, para debilitarla. A su vez, el discurso también encaja en la idea de que la lucha no es contra el capital, sino contra “los grupos económicos” (que no son los Lázaro Baez, los Cristóbal López, los Chevron, los Monsanto, las Barrick Gold, los Vila-Manzano, los Toyota, los Grobo…); contra el capital financiero (excluir a Old Fund); contra los paraísos fiscales (¿a qué viajó Cristina K a las islas Seycheles, si no fue a combatirlos?); y contra los “buitres” (Aclaración imprescindible: no es “buitre” aquel “enterado” que compró bonos de la deuda pública totalmente devaluados, entró en el canje y multiplicó ganancias que no pagan impuestos a las ganancias). ¿Y qué hay de los funcionarios que se enriquecieron comprando tierras fiscales a precios viles y vendiéndolas por un precio 10 veces superior? ¿O de los que ganan millones adjudicando obra pública? ¿Están en el bando de los “egoístas”? Negativo: ellos juntan millones para luchar contra los “grupos económicos”, el capital financiero, los paraísos fiscales y los buitres. Lo cual no impide denigrar por “buitre” al jubilado que hace juicio al Estado porque este le paga mucho menos de lo que corresponde.

En definitiva, todo cierra. No hay clases sociales, ni explotadores ni explotados; simplemente buitres y egoístas (agreguemos, antinacionales); y solidarios y productivos (por supuesto, pro-nacionales).

Un enfoque desde el marxismo (y la Economía Política Clásica)

El enfoque marxista desnuda este K-discurso “progresista-izquierdista” como lo que es: parloteo que oculta las líneas fundamentales de división de clases, y fracciones de clase. En otras entradas en este blog ya he criticado este discurso reaccionario de la presidenta (véase aquí) y he explicado por qué es necesario distinguir conceptualmente el salario de la ganancia (aquí).

Pero no se trata solo del enfoque marxista, sino también de la Economía Política Clásica. Es que como señaló Marx (Teorías de la plusvalía, cap. 2 t. 1) en referencia a los logros de los fisiócratas, “la base de la economía política moderna, que se ocupa del análisis de la producción capitalista, es la concepción de la fuerza de trabajo como algo fijo, como una magnitud dada…”.  ¿Cuál es la importancia de establecer el salario como una magnitud “dada”? Pues que a partir de aquí surge la noción del excedente, que es la base de la Economía Política Clásica (Garegnani ha enfatizado este punto). Los fisiócratas lo hicieron con una teoría del valor “material”, razonando en términos de grano. Si para la reproducción de los trabajadores se insumen 400 unidades de grano; si otras 400 unidades son semillas; y si la producción es 1000 unidades de grano, habrá un excedente (que en su opinión era renta de la tierra) de 200 unidades. Esos trabajadores que cultivan grano son entonces productivos porque generan un plus por encima de lo consumido en la producción. De esta manera, los fisiócratas establecieron una relación entre el proceso de producción y reproducción del capital, y el proceso de circulación. Obsérvese que por esa vía, el estudio de la economía no se centra en la supuesta «escasez» de bienes, que deben «asignarse» según criterios de optimización de individuos «egoístas». Así, a partir de este enfoque clásico, el capital y la tierra recibirán retribuciones no porque sean «escasos», sino porque participan del excedente.

Pero fueron Adam Smith y particularmente David Ricardo, los que generalizaron este enfoque al plantear que el valor es creado por el trabajo empleado en la producción. Así, en el esquema de Ricardo, si el producto nacional demanda 1000 horas de trabajo, y si lo consumido en salarios equivale a 800 horas de trabajo (Ricardo asimila ahora los salarios al capital), el excedente son 200 horas de trabajo. Este excedente a su vez se puede dividir en ganancia del capital (que no consideraban los fisiócratas), renta de la tierra, interés del capital dinero e impuestos percibidos por el Estado, sin que cambie la naturaleza del asunto. Siempre se trata de una “deducción” del valor generado por el trabajo humano. Ricardo no da cuenta de cómo se produce esa “deducción”, y se enreda con la idea de que al trabajador se le paga por “su trabajo” (lo cual remitía a la pregunta de cuál era el valor del trabajo). Pero aun con sus contradicciones, su avance fue gigantesco. En palabras de Marx:

“La base, el punto de partida para la fisiología del sistema burgués –para la comprensión de su coherencia orgánica interna y de sus procesos vitales- es la determinación del valor por el tiempo de trabajo. Ricardo parte de ahí y obliga a la ciencia a salir de sus carriles, a explicar la medida en que las otras categorías –las relaciones de producción y comercio- desarrolladas y descritas por ella corresponden a dicha base, a ese punto de partida o lo contradicen… Este es, pues, la gran importancia histórica de Ricardo para la ciencia” (Teorías de la plusvalía, cap. 10 t. 2).

Por eso Marx partió de Ricardo para explicar el excedente que, en la sociedad capitalista, adopta la forma social de la plusvalía. La explicación es relativamente sencilla: el salario es la forma en que se manifiesta el valor de la fuerza de trabajo. Al trabajador no se le paga el valor de su trabajo, ya que el trabajo no tiene valor (crea valor, pero no tiene valor), sino el valor de su fuerza de trabajo. Así, el capitalista contrata la fuerza de trabajo, y cuando la utiliza (proporcionando herramientas y materia prima) esta genera más valor del que cuesta su mantenimiento y reproducción. De esta forma se define una relación de explotación: la plusvalía es trabajo no pagado que el obrero debe entregar al capitalista (y que luego se distribuye entre las fracciones de la clase dominante). El asunto no tiene que ver con  “egoístas” o “solidarios”. Es que las unidades de análisis no son individuales, sino al nivel de las clases sociales fundamentales; no se trata de causas psicológicas, sino socialmente condicionadas.

A partir de esta concepción, el marxismo discute el salario. Es importante tener en cuenta que cuando Marx reivindicaba que los fisiócratas tomaban al salario como “dado”, no quería significar con ello que estuviera fijado eternamente a algún nivel, sino que para el período bajo análisis el salario debía tomarse como lo necesario para contratar fuerza de trabajo y producir. Por eso, la plusvalía aparece como “resto”, como prolongación de la jornada de laboral por encima de las horas de trabajo insumidas en reproducir el valor del salario. Pero tanto Marx, como Adam Smith y Ricardo, eran conscientes de que el salario no es fijo. Smith y Ricardo explican que en la determinación del nivel del salario se incluyen factores histórico sociales; por ejemplo, Smith dice que el salario de un obrero debe permitirle llevar una camisa los domingos que no lo avergüence delante de sus vecinos. Esto es, el salario no se determina por un factor “técnico”, como piensan los neoclásicos; ni puede abstraerse de lo político y social (una de las razones por las cuales la Economía era “Política”). De ahí que el nivel del salario también esté decisivamente influenciado por el poder de negociación de los asalariados frente al capital.

De manera que la discusión sobre el salario es de tipo político y social; e incluye un componente moral, como señaló Marx. Por eso en el valor de la fuerza de trabajo hoy entran bienes sin los cuales la vida social se hace muy difícil, cuando no imposible. Por ejemplo, deben contabilizarse mercancías que son imprescindibles para socializar (por caso, un teléfono, una televisión) o para dar seguridad a la familia obrera (por ejemplo, una vivienda con necesidades básicas cubiertas; o una reserva para afrontar una enfermedad). Contando, además, que si los salarios aumentan durante un tiempo más o menos prolongado, el nivel llamado de subsistencia también sube, porque se internalizan nuevos hábitos de consumo.

La discusión sobre el impuesto “a las ganancias” (al salario)

Es a partir de este enfoque que puede abordarse científicamente el impuesto al salario que está en discusión en Argentina. En primer lugar, hay que distinguir el salario que recibe el trabajador asalariado, de la plusvalía que recibe el gerente de una empresa, o el ministro de un gobierno, bajo la forma de salario. El primero está incluido en el ingreso que recibe la clase trabajadora por su fuerza de trabajo, el segundo en la plusvalía global que recibe la clase que explota al trabajo. Por eso, la lucha de la clase obrera es por aumentar la remuneración de la fuerza de trabajo, o impedir que baje cuando los capitalistas y el Estado quieren descargar los efectos de la crisis, o de las dificultades de la acumulación, en los bolsillos del obrero. Que es lo que está sucediendo en los últimos años en Argentina: al no actualizar el mínimo no imponible y las alícuotas según la inflación, y al lograr apenas los trabajadores aumentos salariales que igualan a la tasa de inflación (de hecho, en los últimos años fueron menores en muchos casos), el gobierno está bajando los salarios de un porcentaje considerable de trabajadores. A lo que se suma el deterioro que la inflación está provocando en los ingresos del conjunto del trabajo.

Entonces, en la medida en que el gobierno tenga éxito en bajar salarios de los trabajadores sindicalizados, o que están en blanco, estará en mejor posición para bajar los ingresos del conjunto de los trabajadores, incluidos los que reciben jubilaciones. Esto se debe a que es una manera de bajar las referencias básicas del valor de la fuerza de trabajo, de establecer parámetros inferiores a los actuales de lo que debe ser la canasta necesaria para la reproducción de la fuerza de trabajo. Por eso, en este punto el lenguaje no es inocente. Cuando desde el gobierno se dice que un trabajador que gana $20.000 mensuales (unos 2000 dólares, para referencia del lector de otro país) es “rico” y piensa “como un oligarca”, está significando que esa suma no corresponde a lo que debiera ser el valor de la fuerza de trabajo. Es el discurso de toda la vida de la clase explotadora: “ganan demasiado”; “aprendan de los que ganan 5000 por mes”. A su vez, el mensaje a los que ganan 5000 por mes es que la causa de su situación no es el sistema capitalista, sino el egoísmo de sus “compañeros”.  Y el mensaje a nivel general es que los trabajadores no deben soñar siquiera con obligar a una redistribución del ingreso más radicalmente progresista (después de todo, Argentina no se distingue, a nivel mundial, en el tema). Para terminar, reproduzco lo que escribí en una de las notas anteriormente referidas:

«¿A quién se le ocurre plantear que un sector de los trabajadores debe renunciar a una parte de su salario para elevar el de otro sector de la clase trabajadora? La lucha del trabajo debe centrarse en arrancar una mayor parte del valor producido, que hoy el capital se apropia bajo la forma de plusvalía. Por otra parte, sostener que debido a la crisis los trabajadores deben resignar posiciones, es llamarlos a someterse a los dictados del capital. La «receta» típica del capital y del Estado, frente a las crisis, es desvalorizar la fuerza de trabajo para sostener la valorización del capital. Por eso, la clase obrera históricamente opuso resistencia y defendió sus posiciones. La pelea por aumento de salarios… haya o no haya crisis, es una pelea por la redistribución del valor agregado».

Descargar el documento: [varios formatos siguiendo el link, opción Archivo/Descargar Como]: «Sobre egoístas, salarios y ganancias»

Written by rolandoastarita

01/04/2015 a 13:34

45 respuestas

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  1. Estimado Rolando, lo aprecio y sigo sus publicaciones con interés, pero en este caso, no estoy para nada de acuerdo. No me siento representado por Moyano ni por Barrionuevo. No los considero dentro de mi clase (el proletariado, la clase explotada, la clase trabajadora o como la querramos llamar). De hecho, coincido con la Presidenta: el del 31-03 ha sido un paro para defender los intereses de una fracción mínima e irrepresentativa de los trabajadores

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    ariel

    01/04/2015 at 14:26

    • Además de defender al Gobierno, y a los burócratas sindicales que llamaron a no parar con el mismo discurso de CK, podrías intentar algún argumento contrario a los que presento (que por cierto, ni mencionan a Moyano y Barrionuevo).

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      rolandoastarita

      01/04/2015 at 14:39

  2. Reblogueó esto en Gerardo Daniel Rossi.

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    Gerardo Daniel

    01/04/2015 at 14:38

  3. rolo
    el discurso de toda el gobierno y de la oposicion ( macri, massa, etc) fue que si se quita el impuesto al salario o siquiera se reduce o se actualizan las alicuotas no habra plata para cubrir planes sociales.

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    Alicia

    01/04/2015 at 14:42

    • Por eso la nota pone el eje en el excedente o plusvalía de conjunto. De forma constante los capitalistas y los gobiernos dicen que no hay dinero para aumentar salarios, mejorar las condiciones sociales, etcétera. La pregunta que hay que hacerse es cuál es la distribución del ingreso entre el capital y el trabajo. Hay que partir de ahí.

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      rolandoastarita

      01/04/2015 at 14:46

    • debemos luchar por la eliminacion del impuesto a las ganancias ahora?

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      Alicia

      01/04/2015 at 14:59

    • En otras notas expliqué que el objetivo debe ser defender el salario; la cuestión no es de técnica impositiva (del tipo eliminemos el IVA). Además, en la nota ni siquiera se cuestiona el impuesto a las ganancias; que le cobren ese impuesto al CEO de una empresa, es un problema de cómo financia el capital los gastos del Estado. Sobre impuestos y ganancias, aquí.

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      rolandoastarita

      01/04/2015 at 15:08

  4. Rolando, excelente nota, en lo personal creo q la ideologia burguesa aprovecha la gran diferencia de ingreso dentro de la misma clase trabajadora ( un sueldo de un trabajador en negro o de una pequeña empresa apenas llega a 6000 pesos) y por el mismo labor pero en una empresa sindicalizada ronda los 16000). mi consulta es si está caracteristica es propia de un pais con un desarrollo desigual de las fuerzas productivas entre ramas o es algo general dentro del propio sistema.

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    gaby

    01/04/2015 at 15:27

    • Pienso que es un fenómeno general. El capital siempre ha tratado de fragmentar (posiblemente también las clases propietarias y explotadoras en general). Exacerbar los nacionalismo (los extranjeros muchas veces están en peor situación para negociar); el sexismo, el racismo, han sido funcionales a ese objetivo.

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      rolandoastarita

      01/04/2015 at 17:11

  5. »La pelea por aumento de salarios… haya o no haya crisis, es una pelea por la redistribución del valor agregado”. Ok. O peleamos por EL CONJUNTO de la plusvalía o siempre estarán las clases obreras pelando por migajas cada vez menores. No sólo en Argentina.Solución: todos propietarios… o ninguno.Via estado socialista democrático. Saludos

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    antonio

    01/04/2015 at 19:11

    • o sea no existe un mientras?

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      Alicia

      01/04/2015 at 20:48

    • Supongo que preguntas sobre que se hace »mientras no somos todos propietarios». No es fácil la respuesta, por lo menos para mi. Y creo que estamos hablando de la disyuntiva entre reforma y revolución. De elegir entre apoyar peleas parciales (por las migajas) o defender luchas por el total de la plusvalía. Puede que la respuesta sea que las peleas parciales pueden ser válidas sólo en el caso de que AL MISMO TIEMPO (lugar y momento) se plantee la lucha por total.

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      antonio

      02/04/2015 at 05:24

  6. Creo que tu respuesta, Rolando, apunta al problema del aprovechamiento político que la burguesía efectúa sobre las diferencias salariales, que, en efecto, es mundial. Ahora, las diferencias salariales también se vinculan a cuestiones objetivas, de productividad e incidencia del costo salarial en la tasa de retorno. Cabe preguntarse si otros fenómenos, como la diferencia entre trabajo en blanco y sindicalizado, que implica salarios de convenio e indirectos, no es restringida desde una política de estado cuyo objetivo es mantener una masa de trabajo ‘devaluado’ que aporte indirectamente a la ganancia del conjunto empresario (bajando el costo de insumos intermedios, por ejemplo) y favorezca a toda una franja empleadora. Por ejemplo, en la industria frigorífica coexiste una plantilla de trabajadores bajo convenio, con empleados en negro en mitades más o menos iguales, con salarios de un tercio por la misma tarea. Lo mismo puede decirse del fenómeno de la tercerización tan frecuentada por grandes empresas. El viejo lema de ‘a igual trabajo igual salario’ perece haber pasado definitivamente al baúl de los recuerdos. Otro ejemplo: En los correos privados, se tiene una masa de trabajadores ‘volantes’ bajo contrato precario, que están ‘para cuando los llamen’ y que trabajan rotando 15 días al mes y cuando a la empresa se le de la gana. En el ensamblado de productos electrónicos en el sur, se toma a la mayoría bajo contrato, pero con un salario similar al de convenio. Como es habilitado por ley, este se puede renovar varias veces, pero, a su vez, las empresas se encuentran divididas en varias fachadas legales, por lo que el plazo bajo contrato se puede prolongar casi indefinidamente rotandolos entre estas, por lo menos mientras el trabajador quiera seguir empleado y si no, lo rajan. Todo esto son estrategias burguesas implantadas y las diferencias salariales parecen escapar a determinaciones objetivas vinculadas a diferenciales de productividad. Ni que hablar de la deslocalización hacia áreas de salarios más bajos, la ‘fábrica mundializada’, las ‘maquilas’ que parece ser un elemento no menor de la recuperación de la ganancia empresaria bajo la última ola globalizadora.

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    AP

    01/04/2015 at 19:22

  7. gracias por la respuesta, en lo personal he visto y vivido la diferencia salarial dentro de la misma empresa por diferencia cultural, empleados de limpieza (muchos de los cuales no tenian el secundario) realizaban mis mismas tareas continuamente y recibian un salario 30% menor al mio. Sin embargo he notado que empresas perteneciente a ramas transables con atraso tecnologico (textil, metalurgica) tienden a tener salarios bajos. mi inquietud es si un aumento del salario en estas empresas provocaria una caida de la tasa de ganancia provocando su posterior quiebra, o actuaria la tendencia a la igualacion de la tasa de ganancia entre ramas provocando el cabio de precios relativos y disminucion de la tasa de ganancia en general. todo esto suponiendo un tipo de cambio alto.

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    gaby

    01/04/2015 at 22:45

  8. Buenas, primero que todo quiero decir que simpatizo con el gobierno y el proyecto de país que propone. Con respecto al planteo final de que la lucha de los trabajadores es la lucha por la plusvalía o valor agregado, entiendo yo, que es lo mismo que decir que peleamos por la producción y no por lo que cuesta reproducir nuestra fuerza de trabajo. En este sentido usted mezcla una lucha política con una reivindicación economicista. Yo pienso que está bien que los trabajadores luchen por mantener actualizado el salario acorde al nivel de reproducción de la fuerza laboral. Y ese objetivo, se cumplirá o no dependiendo de la escasez relativa de trabajadores. Como bien sabrá, a mayor necesidad de trabajadores mayores serán los salarios por arriba del nivel de subsistencia con el fin de fomentar el crecimiento numérico de la clase trabajadora. Esto también es economía clásica, Ricardo adhería a esto y es también la base fundacional de la teoría del mercado de trabajo neoclásico-keynesiana. No coincido con usted cuando dice que la escasez relativa de trabajadores no influye en la determinación de su salario y la lucha por sus derechos.

    Lo que sucede es que usted lleva la lucha a un terreno político. No le interesa que su salario de reproducción esté actualizado, a usted le interesa conseguir el ascenso al poder y tomar posesión de la producción, por eso habla de valor agregado. Ahí es donde yo, votante de clase media que gana 10.000 apoya a esta presidenta. El discurso de usted encierra un mensaje contra la estructura de gobierno y del sistema democrático en general. A usted no le interesa ganar lo que le corresponde, sino adueñarse de una parte de la producción, y para ello el gobierno democrático de Cristina es un estorbo.

    Por último, cuando usted dice que un ejecutivo o un alto funcionario gana plusvalía en vez del salario reproductivo, en qué medidas científicas y objetivas se basa para decir eso? Cuál es la línea divisoria entre un salario justo y una expropiación del «pueblo»? No la hay, y sabe muy bien que es porque el salario se determina por la escasez. Un ejecutivo gana lo que gana porque es muy difícil formarlo, cuesta muchísima educación y entrenamiento, y un panadero cualquiera no está en condiciones de ser CEO de una multinacional. Por esa razón los ejecutivos se reclutan de los estratos más altos, y para vivir en esos estratos es necesario ganar más. En una sociedad rica donde el nivel educativo (y otros factores) es mayor, los funcionarios se reclutan más fácil y por ende los salarios son menores en términos relativos. Que en Argentina un funcionario gane «demasiado» al punto de parecer «expropiación» tiene que ver con la pobreza material general del país, no con el «robo» de unos pocos. En definitiva, mi punto es que la desigualdad y la riqueza de unos pocos es producto de la pobreza de las fuerzas productivas del país.

    Y finalizo, cuando usted vende el discurso de que en Argentina todos deberían ganar mucho más usted le está vendiendo humo a la gente, humo que después en las urnas no compra, por eso la izquierda nunca gana. Y no es que me burle de la izquierda, porque simpatizo. El tema es que le venden falsas ilusiones a la gente haciéndole creer una mentira obvia. Decir que merecemos ganar más (sin aclarar científicamente cuánto) es como decir que el peso vale un dólar, y todos sabemos que es falso. Espero que no me acuse de menemista y burgués porque no lo soy. Y me gustaría que responda los temas que menciono con argumentos, y que me aclare cómo determina científicamente qué parte de la producción va para quién, cómo lo hace? Me muero por saberlo. Y le aclaro, los soviéticos no supieron cómo por lo visto.

    Saludos Cordiales.

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    Marcos Q

    01/04/2015 at 23:36

    • Usted afirma: «Con respecto al planteo final de que la lucha de los trabajadores es la lucha por la plusvalía o valor agregado, entiendo yo, que es lo mismo que decir que peleamos por la producción y no por lo que cuesta reproducir nuestra fuerza de trabajo».
      Le comunico que entendió mal. Intente de nuevo.

      Usted afirma: «No coincido con usted cuando dice que la escasez relativa de trabajadores no influye en la determinación de su salario y la lucha por sus derechos». ¿No leyó que en el artículo el salario está determinado no solo por fuerzas económicas de largo plazo (desarrollo de fuerzas productivas), sino también por la relación de fuerzas entre las clases? Para más información, lo remito a las notas que escribí sobre salario y desocupación (aquí y siguientes). Por supuesto, también la economía clásica reconoce esto; vea, por ejemplo, lo que dice Smith sobre las coaliciones de patrones frente a la agremiación de los trabajadores. Sin embargo, del reconocimiento de que el ciclo económico influye en las fuerzas relativas entre las clases no debería deducirse que la clase trabajadora deba aceptar pasivamente las bajas de salarios que siempre intenta el capital y su Estado (¿no sé si notó que lo dice el artículo?) cuando hay dificultades con la acumulación. Le recomiendo también «Salario, precio y ganancia», de Marx. Por supuesto, los defensores de la explotación capitalista (esto es, del estado de cosas actualmente existente en Argentina) están muy interesados en difundir la idea de que no vale la pena luchar. Es su mensaje. Por eso, ideológica y políticamente se entiende que estamos en veredas opuestas. Es natural.

      Usted escribe: «… a mayor necesidad de trabajadores mayores serán los salarios por arriba del nivel de subsistencia con el fin de fomentar el crecimiento numérico de la clase trabajadora. Esto también es economía clásica, Ricardo adhería a esto y es también la base fundacional de la teoría del mercado de trabajo neoclásico-keynesiana». Aquí demuestra que no solo no entiende la teoría del salario de Ricardo, sino tampoco la teoría de Keynes. Como han demostrado los poskeynesianos hasta el cansancio, la síntesis neoclásica keynesiana tiene una explicación de la desocupación que Keynes explícitamente rechaza en la Teoría General.

      Usted escribe: «… a usted le interesa conseguir el ascenso al poder y tomar posesión de la producción, por eso habla de valor agregado. Ahí es donde yo, votante de clase media que gana 10.000 apoya a esta presidenta. El discurso de usted encierra un mensaje contra la estructura de gobierno y del sistema democrático en general. A usted no le interesa ganar lo que le corresponde, sino adueñarse de una parte de la producción, y para ello el gobierno democrático de Cristina es un estorbo». Esta crítica baja al nivel intelectual de la derecha más ramplona. Algo así como los que dicen que Marx escribió El Capital porque era un enfermo por el poder (se va a sentir muy a gusto con Rothbard, se lo recomiendo, está a su nivel). ¿Qué entendió de la crítica marxista de la explotación? Respuesta: Nada. Pero esta es una buena base para escribir sobre los «afanes de poder» del que critica al capital y su Estado.

      «El salario se determina por la escasez». La tesis más característica de la economía vulgar. ¿Cómo va a entender qué es plusvalía? Imposible. ¿Cómo va a entender la naturaleza del salario? Imposible. Pero desde esta ignorancia, sentencia sobre los «vendedores de humo».

      Por último, escribe: «Y no es que me burle de la izquierda, porque simpatizo». La verdad, lo disimula muy bien.

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      rolandoastarita

      02/04/2015 at 09:03

  9. Usted dice que entendí mal la idea general de su artículo.. Cuando dice que la lucha de los trabajadores es la lucha por la plusvalía, entendiéndose la plusvalía como parte del producto obrero que no es necesario para reproducir su fuerza de trabajo, no está afirmando que los trabajadores no deben pelear sólo por la retribución a su fuerza sino además por la distribución de la riqueza social, frente al capital y grupos rentistas? No afirma eso? Tan mal entendí? Le pido por favor que si quiso decir otra cosa por favor no de tanta piruetas estilísticas y le diga al pueblo que es lo que verdaderamente quiere decir. Si yo que soy economista de la UBA no tengo la capacidad para entender su mensaje no quiero imaginarme un votante promedio que no está entendido en el tema. Trate de hablarle a sus potenciales seguidores y deje de volver hermético al pensamiento marxista.

    Me parece muy bien que intente darme clases de economía clásica, lamentablemente debo informarle que sí conozco la obra de Ricardo y especialmente su teoría del salario. Le recomiendo leer el capítulo «Sobre el salario» de su obra principal sobre tributación, y en las dos primeras páginas está enunciado claramente la dinámica básica de la ley de salarios de Ricardo. Si usted encontró una correspondencia de Ricardo con un amigo donde tiene una visión de la ley de salarios distinta a la de Malthus, por favor envíeme la carta, porque me sorprendería. De igual forma, no creo que una carta y una idea aislada invalide lo que escribió en su obra principal.

    Con respecto a la comparación de mis ideas con las de la derecha, le agradezco, no voy a discutir de política porque no conozco del tema. Igual me la venía venir la comparación, por lo menos no me dijo menemista, se lo agradezco también. De lo que sí me interesa (escuchar de usted, no discutir) es la cuestión de la distribución de la riqueza de una forma científica y «justa» que justifique la lucha de los trabajadores adhiriendo al paro de Moyano. Si no tiene ganas de escribir cite por lo menos alguna obra que hable específicamente de eso.

    Ya anticipo lo que me va a contestar: el salario se fija por la puja de fuerzas y por tanto no hay forma de determinar cuánto le corresponde a cada uno por el trabajo aportado a la sociedad. Si es esto lo que piensa contestar le anticipo que le está allanando el camino a la teoría del salario de la escasez, en donde un proletariado escaso y necesario tiene más poder de negociación frente a las clases capitalistas.

    Saludos Cordiales
    Marcos Quesada

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    Marcos Q

    02/04/2015 at 15:25

    • ¿Dónde dice la nota que los trabajadores «luchan por la plusvalía» o «luchan por el producto»? Para entender hay que partir de lo que dice la nota. no de lo que se le ocurra. Lo que dice la nota es que los trabajadores luchan por un determinado nivel de salario (equivalente a determinada canasta de bienes) que es necesaria para la reproducción de su fuerza de trabajo. La idea de que los trabajadores, al luchar por el salario pueden plantearse «la lucha por el producto» (o por «la plusvalía»), no está en Marx (más bien la critica) y jamás la planteé. Lamento que siendo egresado de Economics no entienda esto.

      No intento darle clases de economía clásica. Si usted piensa que en Ricardo o Smith el salario se determina «por la escasez», pues bien, lo lamento por usted y su nivel de conocimiento.

      Escribe: «Ya anticipo lo que me va a contestar: el salario se fija por la puja de fuerzas…». ¿De dónde saca esto?

      De nuevo, si le interesa, lo remito a las notas que escribí sobre desocupación y salario (aquí). Si no le interesa, me da igual.

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      rolandoastarita

      02/04/2015 at 17:30

  10. Y agrego cortito, que el salario no sea históricamente «fijo» y dependa de las necesidades materiales específicas de un momento histórico particular no significa que el salario tenga una determinación «social y política» en vez de «técnica». El tildar de «técnico» a una opinión para devaluarla y poner énfasis en «lo social» como si la palabra misma le confiriera fuerza al argumento, me parece de baja calidad intelectual. Es muy común en la izquierda que los intelectuales ante cualquier problema resalten la característica «social» de su argumentación, y yo lo asocio más a un intento de pertenencia a un grupo de pensamiento más que a un abordaje analítico.

    Si un salario es «variable» a lo largo de la historia debido a que las necesidades de un obrero cambian con el desarrollo productivo, es tanto una cuestión «de técnica» como «de lo social». Una palabra no desvaloriza a la otra. Es simplemente una forma de debatir que tiene usted y la mayoría de los grupos de izquierda.

    Después resalto una frase confusa que escribe: «Al trabajador no se le paga el valor de su trabajo, ya que el trabajo no tiene valor (crea valor, pero no tiene valor), sino el valor de su fuerza de trabajo. »

    Qué es «su trabajo»? Es el resultado de su trabajo, es decir, el producto? O es el tiempo que pierde en producir, es decir, el tiempo de trabajo? Me inclino por lo segundo, pero la frase no deja de ser confusa.

    Qué sería entonces «fuerza de trabajo»? Supongamos que es «lo que necesita el trabajador para volver a repetir el acto de trabajar», es decir, el gasto reproductivo. Eso incluiría el gasto en comida, bienes, servicios necesarios para realizar la tarea en un período de tiempo? Eso, habría que medirlo como un promedio social?

    La definición de fuerza de trabajo no es en esencia lo mismo que «su trabajo», es decir, no es tiempo de trabajo? La única distinción que veo es que «su trabajo» es el tiempo que gasta un obrero, mientras que el término «fuerza de trabajo» refiere al tiempo gastado por un promedio de obreros. Es así?

    Imagínese explicarle eso a un votante promedio con lo difícil que es entender semejantes definiciones intrincadas, y después se queja del dogmatismo y estalinismo de la izquierda! Explíquele eso a un carnicero con oraciones sencillas a ver si le entiende! Se da cuenta porque el 54% no? No me venga a decir que el carnicero es un lumpen. Usted milita en izquierda, dígame de alguno de los chicos que sostienen las banderas del PO que entienda la frase que acaba de tirar! Eso es imposible.

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    Marcos Q

    02/04/2015 at 16:12

    • Ni siquiera entiende a qué se refiere por determinación «técnica» del salario. ¿No se da cuenta que es en crítica a lo que le enseñan en Micro de Economics? Esto es, a la idea de que el salario queda determinado simultáneamente con la determinación de la tasa de interés a partir de la pendiente de la función de producción. En este enfoque (que no tiene NINGÚN fundamento científico, como lo puso en evidencia la crítica de Cambridge), la dimensión político – social (pero no es la única) de la determinación del salario DESAPARECE. Además, ¿por qué se mete a calificar la «calidad intelectual» del argumento, cuando la economía neoclásica NUNCA pudo responder la crítica a la función de producción? ¿No se le ocurre tener un poco más de prudencia?

      Por supuesto, le parece confusa la frase que dice que al trabajador no se le paga por el trabajo porque el trabajo no tiene valor. Todo lo que escribe muestra por los cuatro costados que no entiende lo elemental de la teoría del valor de Marx. La distinción entre «valor del trabajo» (concepción que está en Ricardo, y Marx critica) y «valor de la fuerza de trabajo» es la base de la teoría de la plusvalía de Marx. Si se pone a criticar una teoría, lo menos que puede hacer es entenderla. Si critico la teoría neoclásica del capital, o del salario, empiezo por entenderla. Si se quiere meter con la teoría de Marx, trate primero de estudiarla. Es un disparate (desde el enfoque de Marx) decir que la definición de fuerza de trabajo es en esencia lo mismo que «su trabajo».

      Luego, la crítica del marxismo al capitalismo no parte de decir lo que entiende el «votante promedio» (menos todavía puede partir de lo que entiende alguien entrenado en economía neoclásica). «El Capital» no es un libro «para el votante promedio». Lo que hace la ciencia es encontrar las explicaciones de los fenómenos sociales, y luego tratar de explicarlos de la manera más accesible posible. Comprendo que esto no le entre en la cabeza a alguien que esté a acostumbrado a hacer campañas electorales según lo que las encuestas le dicen que la gente quiere escuchar. Pero yo no me guío por eso, ni tengo ninguna pretensión de ser «popular» diciendo lo que «el votante medio» quiere que diga. Después de todo, no solo el 54%, sino el 95% de los electores votan a partidos que son enemigos del socialismo y defensores del sistema capitalista. El «votante medio» vota a los Alperovich, a los Insfran, a los Macri, a los Scioli, a los Menem y a los que estuvieron con Menen (¿se acuerda?) y a tantos otros. A lo que agrego que el «oportunista medio» dice lo que el Poder quiere que diga, y se da vuelta a cada paso como una tortilla. En este blog lo único que me interesa es plantear las cosas tal como mi conciencia me dicta que debo plantearlas. Para más datos, lo remito aquí.

      Por último, si quiere una introducción sencilla a algunos principios del marxismo, lo remito al curso básico, que puede encontrar en esta misma página. Ese curso lo han leído muchos trabajadores con escasa instrucción, y lo encontraron accesible.

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      rolandoastarita

      02/04/2015 at 17:55

  11. disculpe rolando lo mas probable q mi pregunta tenga errores teoricos, para plantearlo de otra manera muchas empresas unicamente funcionan con salarios por debajo del promedio, y esto a la hora de luchar por una mejora salarial implica problemas serios ya que el obrero es conciente que no puede reclamar un sueldo similar al de una automotriz por ejemplo, ya que la empresa no tendria ganancias (o tendria perdidas) y cerraria. esto por lo menos fue planteado en plena expansion gracias al proteccionismo y tipo de cambio alto. por lo cual mi preguta es si en el supuesto de que se hubiese logrado un aumento salarial equiparable con las industrias mas competitivas, las empresas efectivamente hubieran cerrado y trasladarian los costos a los precios produciendo un deterioro de la tasa de ganancia de la economia en general?

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    gaby

    03/04/2015 at 00:39

    • Sí, el salario está condicionado por el desarrollo de las fuerzas productivas. Las empresas de los países atrasados, por ejemplo, compiten en el mercado mundial, en buena parte gracias a los salarios bajos (es el «secreto» de las devaluaciones; o de la salida de Argentina de la crisis de 2002). Por eso al movimiento obrero de un país atrasado no se le ocurre pedir salarios iguales a los que se pagan en los países adelantados. Siempre en esto hay una combinación de correlación de fuerzas y causas económicas. De la misma manera que en una crisis el movimiento obrero tiende a defender posiciones, pero es consciente de que no puede avanzar (no tiene sentido lanzar una lucha por aumentos salariales si la desocupación es masiva).

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      rolandoastarita

      03/04/2015 at 08:49

  12. «La lucha del trabajo debe centrarse en arrancar una mayor parte del valor producido, que hoy el capital se apropia bajo la forma de plusvalía». quien dijo eso? no lo puso usted en el artículo?

    «La pelea por aumento de salarios… haya o no haya crisis, es una pelea por la redistribución del valor agregado»- qué diferencia hay entre eso que escribió usted y lo que yo dije arriba?

    «La lucha del trabajo debe centrarse en arrancar una mayor parte del valor producido, que hoy el capital se apropia bajo la forma de plusvalía.»

    Todas estas oraciones las puso usted Astarita. Me parece que entendí bien lo que quiso decir (al menos sé leer en español). ¿Sabe qué pienso? que usted es un auténtico troll, entendiéndose por ese término a aquella persona que provoca constantemente a otra, con el único fin de hacerlo enojar. Me parece que usted está haciendo eso. Escribe algo y después lo niega sin verguenza alguna.

    Y en ningún momento responde a ninguno de mis planteos, todas sus respuestas son del tipo «usted no entiende nada» «Marx no dijo eso»,,, todas respuestas incomprobables y en ningún apunta a poner en evidencia mi confusión o equivocación. Usted simplemente es un estalinista más de la izquierda. Me alegro de acompañar al modelo nacional y popular. Chau.

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    Marcos Q

    03/04/2015 at 01:43

    • Esto ya se vuelve aburrido. Luchar por arrancar «una mayor parte del producto» no es sinónimo de luchar por el producto o por la plusvalía. ¿Tanto le cuesta entender esto? Idem con «una mayor parte del valor producido», o «pelea por REDISTRIBUCIÓN del ingreso. Precisamente la teoría marxista demuestra por qué la clase obrera no puede apropiarse del producto ni de la plusvalía bajo el sistema capitalista. Esta SIEMPRE existirá en tanto haya capitalismo. Agrego, Marx explica (Crítica del Programa de Gotha) por qué ni siquiera en un sistema socialista el salario podrá igualar al producto (o al excedente). SIEMPRE es una parte del producto.

      El insulto sobre «»trol» no lo voy a responder. Comprendo que la impotencia para argumentar lo lleve a esto. Se metió con la función de producción y no supo qué decir cuando le mencioné la crítica de Cambridge; opinó sobre las nociones de fuerza de trabajo y el trabajo y puso en evidencia que no sabía ni jota de la teoría de Marx, a la que de todas maneras critica; tampoco se privó de decir que el salario en los clásicos se determina por la escasez. Por supuesto, esta brutalidad teórica no tuvo manera de defenderla. Todo esto haciendo alarde de sus conocimientos en Economics. Es lógico entonces que termine en el insulto. Como dice el dicho, el estilo es el hombre. Lo retrata a usted de cuerpo entero; en otros términos, es lo que manifiesta.

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      rolandoastarita

      03/04/2015 at 08:45

    • Agregado: me quedé pensando, después de lo que escribí, que tal vez fui un poco duro en mi última respuesta. Por favor, no se desmoralice. Después de todo, su nivel de argumentos está a la altura intelectual del discurso de Cristina K; o de 6,7,8. Y con eso alcanza para llegar al éxito. Ánimo entonces, y guarde los insultos para mejor ocasión. Además, es evidente que este blog no es para usted.

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      rolandoastarita

      03/04/2015 at 10:13

    • Vaya vaya el intelectual de clase media que apoya el modelo, vaya ahora a aplaudir a Máximo que ese sí es un tipo brillante, humilde y de muchas ideas.

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      Omar

      03/04/2015 at 11:37

  13. No creo que los altos ‘salarios’ que goza la camarilla K sean producto de la escasez. En Argentina hay sobreoferta crónica de garcas y timadores.

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    AP

    03/04/2015 at 18:36

    • Lo grave AP es la combinación de ignorancia y pedantería de la que hacen gala algunos individuos. Es una combinación desgraciada, porque se escuchan a sí mismos, critican sin conocer lo que critican, y cuando se les demuestra que nos saben ni jota de lo que están hablando, se enojan y dicen que los estamos confundiendo. Yendo al tema de la escasez, es elemental que en Ricardo la escasez no explica la ley económica de formación de precios (por eso dice que los artículos de arte, que son escasos, esto es, no son reproducibles con trabajo y capital, no están sometidos a la ley del valor trabajo). Por eso también dice que el salario no puede bajar de determinado nivel aun cuando exista desocupación (esto es, sobreoferta de mano de obra).

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      rolandoastarita

      04/04/2015 at 11:33

  14. si pero la cuestion es que los obreros de determinadas ramas no piden salarios similares al de por ejemplo las sideurgicas o automotrices dentro del mismo pais. en una percepcion mia ramas como textiles, comercio o plasticas jamas se plantearon tal logro y ramas como metalurgica, alimenticias, autopartistas, plantearon esto logrando exitos como fracasos. esto se produjo en la recuperacion de salarios entre 2005 hasta 2011. la cuestion es que esta aparente relacion fue un lastre muy fuerte que impedia una minima conciencia de clase de los obreros peores pagos, los cuales preferian hacerce echar antes q lograr alguna mejora. la cuestion es que si bien es parte de la funcion del capital el segmentar lo mas posible a la clase trabajadora, existiria una determinación economica por lo cual determinadas ramas unicamente tengan una tasa de ganancia aceptables manteniendo salarios bajos?

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    gaby

    03/04/2015 at 20:31

    • Sí, el razonamiento que se hace a nivel del mercado mundial puede aplicarse al mercado interno. Hay ramas en expansión y ramas en retroceso; también empresas que obtienen ganancias extraordinarias, y otras que no alcanzan el nivel promedio, o incluso tienen pérdidas por períodos prolongados. Además, hay ramas más sometidas a la competencia externa, y otras más protegidas; las variaciones del tipo de cambio también influyen. Y también influye el grado de concentración de la clase trabajadora. Por este motivo es imposible que se establezca un salario (para trabajos de la misma complejidad) igual para todas las ramas. El valor de la fuerza de trabajo se establece, como promedio, a través de estas múltiples determinaciones. En las notas sobre salarios, desocupación e inflación discuto más esta cuestión (aquí y siguientes).

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      rolandoastarita

      04/04/2015 at 11:26

    • Gracias por su respuesta, lamentablemente esta diferencia salarial logra que los pobres trabajadores peor renmunerados esten a favor del actual gobierno, y que un militante pro gobierno logre adeptos con argumentos tan sencillos y reaccionarios, ademas jamas entendí como militantes trotkistas nos trataban de convencer de que estabamos ante una situacion pre revolucionaria, si el comun de la gente veia con mal augurio pelear por una reivindicacion minima.

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      gaby

      04/04/2015 at 21:28

  15. Rolando. Opino que el ‘intelectual K’ es más insufrible que el barrabrava K. El primero necesita justificarse con seudoteorías ‘ad hoc’. El segundo, simplemente no muerde la mano que le da de comer.

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    AP

    04/04/2015 at 14:08

  16. Profesor Astarita, ayer leía su discusión con Marcos Q y me llamó la atención el criterio del que este señor parte, más allá del discurso estrictamente económico, para criticar los argumentos que usted defiende más arriba. El señor Marcos Q se pregunta:» Cuál es la línea divisoria entre un salario justo y una expropiación del “pueblo”?» y él mismo responde: «No la hay, y sabe muy bien que es porque el salario se determina por la escasez.» Me llama mucho la atención el argumento tan trillado de que existe un salario «justo», una distribución del producto entre el trabajador y su patrón que permaneciera dentro de los límites de la «justicia» y la fraternidad entre los hombres. Como si el capital no se reprodujera sobre la base de la explotación del trabajo ajeno. Como si fuera posible un acuerdo entre el explotado y su explotador. El señor Marcos Q se escandaliza de la sóla idea de que los trabajadores pudieran no sólo apropiarse sino además gestionar la totalidad del producto social, marginando injustamente a los capitalistas y terratenientes. Pobres almas. Me vino a la memoria algún pasaje del Capital en dónde un burgués de conciencia limpia se lamenta de que si bien en las nacientes cooperativas era posible aumentar la productividad gracias a que los obreros evitaban el despilfarro de recursos que consideraban como suyos, no siempre quedaba claro cuál sería el papel que ocuparían los capitalistas en el proceso productivo. Pobres almas.

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    Luis

    04/04/2015 at 15:31

    • Las cooperativas son ese ejemplo de éxito en micro de socialismo en el que los trabajadores tienen la propiedad real, efectiva y jurídica del capital y medios de produccion. Es decir, tienen lo que no se llegó a conseguir nunca en los socialismos macro: Urss, Paises del Este Europeos, Cuba, Corea del Norte, Estados del Bienestar Europeos, E. B. Americanos, etc. Sin esa propiedad real en poder de los trabajadores la casta burocratica lo acaba por vender todo…

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      antonio

      05/04/2015 at 15:21

    • Mi argumento «trillado» que usted menciona viene a raíz de la crítica absurda que el profesor hace del Gobierno y de las deducciones «trilladas» que saca, como por ejemplo, que hay que ir al paro con Moyano.
      A lo que apuntaba era que cuando Astarita dice que hay que luchar por un salario que cubra las necesidades reproductivas de los trabajadores, después se contradice (o se le escapa) diciendo que hay que luchar por «una parte» de la plusvalía (porque si no aclarás «una parte» se ofende). Esa contradicción viene de que no está claro porqué pelean los movimientos de izquierda. No es un detalle sin importancia, sino la explicación perfecta de por qué nunca ganan en las elecciones y han caído en el descrédito cuando alguna vez tuvieron un muy fuerte apoyo popular (no en este país).

      Los partidos de izquierda mienten cuando dicen que hoy las necesidades «reproductivas» (vamos a llamarlas básicas, queda mejor) no son cubiertas. El Gobierno se está peleando con casi todos los sectores para permitir que sobreviva la poca clase media trabajadora que queda e hizo a este país grande alguna vez. Es un «infantilismo de izquierda» pensar o pretender que el gobierno luche contra los grupos económicos dirigentes, les gane, y encima convierta a todos los trabajadores en ricos. En estos diez años se hizo todo lo que se pudo, con derecha e izquierda en contra, me pregunto, si la izquierda tanto cree en la lucha.. porqué no apoya al gobierno frente a los ataques de la derecha y la banca anglo-americana? Porqué se ponen en el lugar de «revolución o nada»? Justamente, lo que hacen lleva a que toda revolución sea imposible. Son los responsables del desgaste de todo gobierno democrático junto con partiduchos caducos como el radicalismo.

      Pero bueno, que las críticas del profesor al gobierno vengan por el lado de la pobreza, la corrupción y Chevron te da la pauta que es un televidente de Lanata. Yo pregunto a Astarita, Lenin, no firmó ningún acuerdo con algún gigante industrial de Occidente? Estaría bueno que se diga la verdad de una vez por todas y se deje de mentir tan asquerosamente. Con qué tecnología se va a industrializar el país si no es con la occidental? Semejante pavada no entra en la cabeza del profesor y de ahí su actitud política infantil de nenito que hace puchero cuando no le compran el juguete que quiere. Se luchó cuánto se pudo y nos dejaron.

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      Iosif

      06/04/2015 at 15:37

    • «Los partidos de izquierda mienten cuando dicen que hoy las necesidades “reproductivas” (vamos a llamarlas básicas, queda mejor) no son cubiertas». No merece siquiera una respuesta. Da nauseas.

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      rolandoastarita

      06/04/2015 at 20:39

    • qué capo stalin. Me encantaría saber a quién del gobierno compara con lenin.
      (Quizás la pegás con boudou)

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      StalinSalamín

      06/04/2015 at 21:39

  17. Profesor Astarita:leí reproducido en «La izquierda diario» el muy buen artículo que aquí se comenta.Este tiene mas de 2000 «likes» ,que como es sabido es la forma en que los lectores manifiestan aprobación sobre un artículo en Facebook.Felicitaciones por el artículo y me alegra también ver que muchos compañeros lo han leído y comparten su contenido .
    Pablo

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    Julian Taylor

    04/04/2015 at 19:04

  18. Hola Rolo.
    Sigo atentamente tu blog, me parece un muy buen aporte y salvo algún matiz, suelo coincidir con tus ideas. Soy (o pretendo ser) «marxista», soy de Uruguay por lo que tal ve algo se me escape de la política argentina y de los problemas internos de su izquierda.
    Te escribo en relación a tu nota sobre los «Egoístas…» y otras a las que haces referencia desde allí, por ejemplo a una sobre el FIT y Altamira. Te diré qué:
    a) coincido plenamente con tu análisis sobre el carácter de clase y reaccionario de la política del gob. K y sus nuevas medidas impositivas
    b) me parecen importantes, correctos y claros tus resúmenes sobre el abordaje del fondo del problema de Marx y Ricardo, según quienes los impuestos en el capitalismo siempre en definitiva se cargan sobre el plusvalor.
    Ahora bien, si estas dos cosas son ciertas al mismo tiempo, y creo que lo son, me veo a mí mismo en una incongruencia, o bien me falta un eslabón en la cadena. Si la estructura impositiva es irrelevante y en último término no incide en el desglose entre salario y plusvalor, ¿por qué es reaccionaria tal o cual política impositiva del gobierno burgués?
    Aquí en Uruguay el gobierno del Frente Amplio tiene fuertes reticencias a los impuestos directos al capital, y ha extendido el IVA hasta a las propinas, no quiere crear nuevos impuestos a la tierra, promueve zonas francas y exoneraciones a las inversiones extranjeras directas, mantiene privatizaciones, y pidió en secreto el ingreso de Uruguay al TISA (tratado sobre servicios), etc. Por supuesto que los partidos burgueses tradicionales y las cámaras empresariales aplauden esta política.
    Frente a planteos de organizaciones de izquierda de suprimir el IVA tú decís que es irrelevante, con o sin IVA se llega al mismo resultado. Además decís que para los trabajadores no importa la forma en que los burgueses se distribuyan el plusvalor.
    Se me ocurren dos posibilidades.
    Una, así como existe una política equivocada de la izquierda de sembrar falsas ilusiones en la clase trabajadora sobre una redistribución de la riqueza por medio de una reforma impositiva, existiría en espejo una política de los partidos burgueses y los gobiernos de sembrar falsas ilusiones entre la burguesía de que con estas políticas impositivas regresivas y con privatizaciones van a elevar la tasa de explotación, ya que no sería así. La verdad es que ni yo mismo me creo esto que estoy diciendo,
    Dos, los aspectos impositivos y de redistribución del plusvalor entre los distintos sectores burgueses y el estado, de alguna manera influyen en la lucha por la determinación del salario.
    Me parece que aunque sean los capitalistas los que pagan en última instancia los impuestos, no quieren de ninguna manera pagarlos en primera instancia.
    Te agradecería algún comentario, saludos, y felicitaciones por tu blog.

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    indonesio

    06/04/2015 at 18:09

    • Cuando afirmo que la estructura impositiva es irrelevante, me refiero en lo que respecta a la tasa de plusvalía (o a la participación de los salarios en el ingreso). Al seno de la clase dominante, la estructura no es irrelevante porque afecta la división de la plusvalía entre las diferentes fracciones. Pero la manera en que puede incidir en los salarios la división de plusvalía entre las fracciones de la clase dominante no puede ser objetivo del programa del movimiento obrero. Por ejemplo, una política impositiva que favorezca la inversión productiva por sobre el gasto improductivo puede favorecer el desarrollo de las fuerzas productivas, y por lo tanto mejorar las condiciones sociales (por ejemplo, si se reduce la desocupación) de los trabajadores para pelear por mejores salarios. Pero los partidos marxistas no pueden abocarse a intentar resolver estas cuestiones (Rosa Luxemburgo apunta a esta posición cuando discute un tema similar, la actitud de la clase obrera ante la introducción de la maquinaria).

      Con respecto a que la técnica impositiva no afecta a la tasa de plusvalía, es claro que se trata de una posición de Ricardo y de Marx. En la economía burguesa actual esta cuestión se ha perdido por completo. Por eso también encontramos partidos de la derecha que dicen que bajando el IVA (no hablan de suprimirlo) y aumentando los impuestos directos se va a mejorar la distribución del ingreso. El debate sobre esta cuestión tiene que ser, en primer lugar, teórico. Solo desde una teoría del valor, y de la plusvalía, puede resolverse. Lo extraño es que hasta el momento no encuentro que me presenten argumentos teóricos.

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      rolandoastarita

      06/04/2015 at 20:33

  19. Es un “infantilismo de izquierda” pensar o pretender que el gobierno luche contra los grupos económicos dirigentes, les gane, y encima convierta a todos los trabajadores en ricos.
    No. Es un oportunismo repugnante vender el relato de que esto está ocurriendo o en vías de ocurrir.

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    AP

    06/04/2015 at 21:45

  20. Excelente artículo, Rolo.
    Tal vez, sólo especulo a partir de algunas lecturas, el incremento de la participación del IVA en las últimas décadas sea también una forma de «homogenizar» la carga impositiva para el capital, salvo algunas excepciones, y en parte dejar de lado políticas impositivas más diferenciadas para los capitales de acuerdo a sus especificidades o la pertenencia a determinada rama por ejemplo, y se libere la competencia «perfecta» sin «intervención estatal» de acuerdo al criterio «liberal». Recordemos que la dictadura y el menemismo aumentaron fuertemente el IVA y recortaron impuestos específicos al capital. Incluso pienso que la disminución de los aportes patronales tiende a igualar en parte, sólo en parte, las condiciones para los capitales con trabajadores registrados y no registrados.

    Saludos

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    Esteban Maito

    07/04/2015 at 00:43

    • Sí, me parece una explicación plausible. En general, los impuestos diferenciados generan múltiples presiones desde los sectores que no son beneficiados; lo que da lugar a compensaciones, que a su vez generan otras medidas compensatorias, y así hasta el infinito. Engels explica muy bien esta dinámica (lo cito en esta nota).

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      rolandoastarita

      07/04/2015 at 08:40

  21. Además de haberse auto delatado de sus múltiples personalidades Iosif y Marcos Q; pasa por alto algo que, desde mi punto de vista, fue central en el discurso de CFK del otro día. Se lo señalo porque veo que le angustia mucho el tema de la burocracia sindical.
    En esa cadena nacional (la del 31/3) citó la anécdota de la intervención de evita durante el paro ferroviario durante la primer presidencia de Perón. No fue casual esa añoranza en la que los trabajadores que paran para defender sus derechos son primero apretados y luego reprimidos violentamente.
    Vale aclarar que la línea sindicalista (que fue siempre minoría respecto de los anarquistas, socialistas y comunistas) comenzó a tomar fuerza en ese gobierno y a hacer gala de las prácticas que mantuvieron y perfeccionando hasta el día de hoy.
    Los trabajadores que paramos por fuera de la burocracia damos la pelea que se nos antoja, no la que se le antoja al gobierno, y paramos de conjunto, aunque de ese paro participen burócratas nefastos (que los hay en las filas del kirchnerismo también), por una simple razón: luchamos por reivindicaciones y creemos que la manera de conquistarlas es con medidas fuertes y contundentes en donde, a su vez, pongamos sobre la mesa otras disputas (como que alrededor del 40% tiene trabajo en negro, contra las contrataciones basura de las cuales el gobierno es paladín y por los trabajadores (más desl 55%) que tienen que subsistir con menos de $5500 al mes lo que representa una odisea).
    Esa advertencia sobre lo que les pasa a los que luchan habla de la lógica reaccionaria que mueve a este gobierno.

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    guido

    07/04/2015 at 23:02

  22. muy interesante, mucho para pensar

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    stella fernandez

    08/04/2015 at 19:10


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